Cancer de Mama
Cancer de Mama
Cancer de Mama
El cáncer puede empezar casi en cualquier lugar del cuerpo humano, el cual está
formado de trillones de células. Normalmente, las células humanas crecen y se
dividen para formar nuevas células a medida que el cuerpo las necesita. Cuando
las células normales envejecen o se dañan, mueren, y células nuevas las
remplazan. Muchos cánceres forman tumores sólidos, los cuales son masas de
tejido. Los cánceres de la sangre, como las leucemias, en general no forman
tumores sólidos (Instituto Nacional del Cáncer, 2015).
Los tumores cancerosos son malignos, lo que significa que se pueden extender a
los tejidos cercanos o los pueden invadir. Además, al crecer estos tumores,
algunas células cancerosas pueden desprenderse y moverse a lugares distantes
del cuerpo. Hay más de 100 tipos de cáncer. Los tipos de cáncer reciben, en
general, el nombre de los órganos o tejidos en donde se forman los cánceres
(Instituto Nacional del Cáncer, 2015).
¿Cuál es el impacto psicologico que sufren las mujeres diagnosticadas con cancer
de mama?
2. Objetivos
Hasta las teorías del Galen del siglo XVII en cáncer de pecho fueron creídos. En
1680, el médico francés Francois de la Boe Sylvius comenzó a desafiar la teoría
humoral del cáncer. Él presumió que el cáncer no vino de un exceso de la bilis
negra. Él sugirió que viniera de un proceso químico que transformó los líquidos
linfáticos de ácido a acre. En 1730, el médico Claude-Deshais Gendron de París
también rechazó la teoría sistémica de Galen y dijo que el cáncer se convirtió
cuando el nervio y el tejido glandular se mezclaron con los buques de linfa.
(Greaves, 2000)
Otras teorías incluyeron a Juan Morgagni que culpaba la leche cuajada, Johanes
de Gorter culpaba inflamaciones pus-llenadas en el pecho, Claude-Nicolás Le Cat
de Ruán culpaba los trastornos mentales depresivos, Lorenz Heister culpaba
infertilidad, pero otros lo atribuían a una forma de vida sedentaria.
Era en 1757 cuando Enrique Le Dran, médico francés de cabeza sugirió que el
retiro quirúrgico del tumor podría ayudar a tratar el cáncer de pecho, mientras los
ganglios linfáticos infectados de las axilas fueran quitados. Claude-Nicolás Le Cat
sostuvo que la terapia quirúrgica era el único método para tratar este cáncer. Esto
duró bien en el siglo XX y llevó a la creación de la mastectomía radical o al retiro
extenso del pecho.
Por mediados del siglo XIX, la cirugía era la opción disponible para el cáncer de
pecho. El revelado de la transfusión del antiséptico, de la anestesia y de sangre
durante este tiempo también hizo supervivencia después de una cirugía más
posible.
Guillermo Halstead de Nueva York hizo cirugía radical del pecho el patrón oro por
los 100 años próximos. Él desarrolló la mastectomía radical que quitó el pecho, los
nodos axilares (nodos en las axilas), y ambos músculos del pecho en un único
procedimiento del bloque del en o en una pieza única para prevenir la extensión
del cáncer mientras que quitaba cada uno de éstos individualmente.
La mastectomía radical era el apoyo principal del tratamiento para las cuatro
décadas iniciales del siglo XX. Aunque la mastectomía radical ayudara a mujeres
a sobrevivir más de largo, especialmente si estuvieron realizadas temprano,
muchas mujeres no la eligieron puesto que las dejó desfiguradas.
Qué vino después era ése en estas mujeres sin los ovarios, estrógeno fue
producido por los casquillos de los prensaestopas suprarrenales. En 1952 Charles
Huggins comenzó a quitar el casquillo de los prensaestopas suprarrenal de una
mujer (adrenalectomia) en un esfuerzo de morir de hambre el tumor del estrógeno.
Rolf Lefft y Herberto Olivecrona comenzaron a quitar la glándula pituitaria - otro
sitio del estímulo de la producción del estrógeno.
En 1955, George Crile sugirió que el cáncer no fuera localizado, pero se extiende
bastante en la carrocería. Bernard Fisher también sugirió la capacidad del cáncer
para extenderse por metástasis. En 1976, Fisher publicó resultados usando una
cirugía pecho-conservadora más simple seguida por la radiación o la
quimioterapia. Él observó que éstos eran apenas tan efectivos como mastectomía
radical.
Es importante que sepa que la mayoría de los bultos en los senos son benignos y
no cancerosos (malignos). Los tumores no cancerosos de los senos (benignos)
son crecimientos anormales, pero no se propagan fuera de los senos. Estos
tumores no representan un peligro para la vida, aunque algunos tipos de bultos
benignos pueden aumentar el riesgo de una mujer de padecer cáncer de seno.
Cualquier bulto o cambio en el seno debe ser examinado por un profesional de
atención médica para saber si es benigno o maligno (cáncer), y si podría afectar
su riesgo futuro de padecer cáncer. Para más información, consulte Afecciones no
cancerosas del seno.
Los cánceres de seno pueden originarse en diferentes partes del seno.
También hay otros tipos de cáncer de seno que son menos comunes como
el tumor filodes y el angiosarcoma
Cuando se examina una muestra del cáncer de mama a través del microscopio,
esto es lo que busca el patólogo:
Cada vez más los médicos usan información genética sobre las células del cáncer
de mama para categorizar este tipo de cáncer. Estos grupos ayudan a tomar
decisiones sobre qué tratamientos son los más adecuados. Entre los grupos de
cáncer de mama se incluyen los siguientes:
Grupo 1 (luminal A). Este grupo incluye tumores que son positivos para el
receptor de estrógeno (ER) y positivos para el receptor de progesterona (PR),
pero negativos para el receptor del factor de crecimiento epidérmico 2 (HER2).
Los pacientes con cáncer de mama luminal A, tienen probabilidad de
beneficiarse de tratamientos hormonales y también de la quimioterapia.
La mayoría de los casos de cáncer de mama son esporádicos, lo que significa que
se desarrollan a partir del daño a los genes de una persona que se produce por
casualidad después del nacimiento. No hay riesgo de transmitir este gen a los
hijos de la persona.
Los siguientes factores pueden elevar el riesgo de que una mujer desarrolle
cáncer de mama:
Edad
El riesgo de padecer cáncer de mama se incrementa con la edad, pero el cáncer
de mama tiende a ser más agresivo cuando ocurre en mujeres jóvenes. La
mayoría de los casos de cáncer de mama avanzado se encuentra en mujeres de
más de 50 años. Las mujeres tienen 100 veces más probabilidades de sufrir
cáncer de mama que los hombres.
Para una mujer que vive más allá de los 90 años la probabilidad de tener cáncer
de mama durante toda su vida es de 12,5 % o 1 en 8.
Una mujer que ha tenido cáncer en una mama presenta un riesgo más elevado de
presentar un nuevo cáncer en cualquiera de las mamas.
El cáncer de mama puede ser hereditario si su familia tiene una o más de las
siguientes características:
Gen PALB2.
Gen CHEK2.
También existen otros genes que pueden provocar un mayor riesgo de desarrollar
cáncer de mama. Es necesario realizar más investigaciones para comprender
cómo aumentan el riesgo de una persona. Por ejemplo, una persona puede
heredar una mutación del gen, pero no desarrollar cáncer de mama. Las
investigaciones también siguen en curso para encontrar otros genes que puedan
influir en el riesgo de desarrollar cáncer de mama. Se pueden realizar pruebas
genéticas (en inglés) mediante análisis de sangre para conocer las mutaciones de
los genes BRCA1 y BRCA2, además de genes relacionados con otros síndromes
hereditarios. Es posible que su médico le recomiende una prueba llamada “prueba
con paneles”. Una prueba con paneles examina las mutaciones de varios genes
diferentes al mismo tiempo. Existen diferentes pruebas con paneles que puede
recomendar su médico. No obstante, estas pruebas no son recomendables para
todas las personas y se sugiere hacerlas solo después de haber recibido
asesoramiento genético adecuado.
Si una mujer descubre que tiene una mutación genética, es posible que existan
medidas que pueda tomar para reducir el riesgo de padecer cáncer de mama y de
ovario. Quizá necesite un programa de detección del cáncer de mama diferente
del de la población general, como realizarse pruebas con más frecuencia,
comenzar las pruebas de detección a una edad más temprana o someterse a
diferentes tipos de pruebas de detección.
Las mujeres de herencia judía asquenazi o de Europa del Este también tienen un
mayor riesgo de desarrollar cáncer de mama debido a que son más propensas a
haber heredado una mutación del gen BRCA. Es menos común que se
diagnostique el cáncer de mama en mujeres hispánicas, isleñas asiáticas o del
Pacífico y en mujeres nativas indígenas de América del Norte y de Alaska. Tanto
las mujeres de raza negra como las hispánicas son más propensas a recibir un
diagnóstico de tumores más grandes y de cáncer en una fase más avanzada que
las mujeres de raza blanca.
Densidad de la mama.
El tejido mamario denso puede dificultar la detección de un tumor en las pruebas
estándares por imágenes, como una mamografía. La densidad de la mama puede
deberse a mayores niveles de estrógeno más que a un factor de riesgo particular
y, por lo general, se reduce con la edad. Algunos estados exigen que los
resultados de las mamografías incluyan información sobre la densidad de la
mama, si los resultados muestran que una mujer tiene tejido mamario denso. Los
investigadores están evaluando si reducir la densidad de la mama también podría
reducir el riesgo de desarrollar cáncer de mama.
Al igual que con otros tipos de cáncer, los estudios continúan mostrando que
diversos factores del estilo de vida pueden contribuir al desarrollo de cáncer de
mama.
Factores socioeconómicos.
Las mujeres más adineradas de todos los grupos raciales y étnicos tienen un
mayor riesgo de desarrollar cáncer de mama que las mujeres menos adineradas
de los mismos grupos. Se desconocen los motivos de estas diferencias. Pero
estas diferencias pueden deberse a variaciones en la dieta, las exposiciones
ambientales y otros factores de riesgo, como la densidad de la mama. Las mujeres
que viven en la pobreza tienen más probabilidades de recibir un diagnóstico en un
estadio avanzado y menos probabilidades de sobrevivir a la enfermedad que las
mujeres más adineradas. Esto se debe posiblemente a múltiples factores, entre
ellos factores relacionados con el estilo de vida, otras afecciones de salud como la
obesidad, y a la biología del tumor. El acceso a la atención médica y la
disponibilidad de tratamiento cumplen roles adicionales.
Tratamiento quirúrgico
Cirugía conservadora
Mastectomía
Linfadenectomía
Ganglio centinela
Radioterapia
Su objetivo es destruir las células tumorales causando el menor daño posible a los
tejidos sanos que rodean a dicho tumor. Para saber más sobre este tratamiento,
visita nuestra sección sobre radioterapia.
Quimioterapia
Estos fármacos llegan a prácticamente todos los tejidos del organismo y ahí es
donde ejercen su acción, tanto sobre las células malignas como sobre las sanas.
Debido a la acción de los medicamentos sobre éstas últimas, pueden aparecer
una serie de síntomas más o menos intensos y generalmente transitorios,
denominados efectos secundarios.
Hormonoterapia
Como con el Tamoxifeno, son útiles en mujeres con cáncer de mama con
receptores hormonales positivos y se deben administrar al menos durante 5 años.
Los efectos secundarios de los inhibidores de la aromatasa son cansancio,
sofocos, dolores musculares y articulares y osteoporosis.
Terapia biológica
Las células tumorales malignas son capaces de producir una serie de sustancias
(proteínas) que son diferentes a las que producen las células normales. Esto se
debe a alteraciones en los genes o cambios en la expresión de los mismos.
Se han descubierto unos fármacos que anulan o inhiben la acción de esta proteína
HER2. Son hoy día fármacos activos en los cánceres de mama con
sobreexpresión de HER2.
Uno de ellos, el primero descubierto, es el Trastuzumab o Herceptin. Se trata de
una molécula de gran tamaño (un anticuerpo monoclonal) que se une a la parte
externa de la proteína HER2. Hoy sabemos que este fármaco es activo en las
mujeres con enfermedad avanzada, pero también se ha demostrado su utilidad en
el tratamiento de la enfermedad en estadios más precoces, es decir, como
tratamiento adyuvante. Se administra por vía intravenosa cada tres semanas.
Como tratamiento adyuvante se debe de administrar durante un año. La duración
del tratamiento en la enfermedad avanzada depende de la evolución de la misma.
Otro fármaco, más reciente, es el Lapatinib. Es una molécula pequeña que actúa
sobre la zona de la proteína HER2 que está dentro de la célula tumoral. Se
administra por vía oral. Gracias a la existencia de estos tratamientos dirigidos a la
proteína HER2 el pronóstico de los cánceres de mama con sobreexpresión de
HER2 ha mejorado mucho.
Rayter, Z., & Mansi, J. (2003). Medical Therapy of Breast Cancer (English Edition)
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