Informe Estado Iglesia Tarea 4

Descargar como docx, pdf o txt
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 19

UNIVERSIDAD

“Tecnológica de Honduras”

Clase:
Historia del Derecho Hondureño

Catedrático:
Lic. Ada María Fúnez Prez

Temas:
Informe Union Estado- Iglesia
TAREA 4 P2

Carrera:
Derecho

Presentado Por:
1- Roger Antonio Galeano Pérez 201920110234

Fecha de Entrega:
08 de Julio 2020

1
INTRODUCCION

En el presente informe damos a conocer en una amplia investigación todo con


referencia a la unión del estado junto con la iglesia, su papel desarrollado y su
relación a lo largo de la historia del Derecho Hondureño, ampliando también
información sobre el estado Laico, estado confesional y estado aconfesional.
También las libertades que se pueden expresar por ejemplo la libertad de culto, de
religión y libertad de conciencia, y sobre todo la importancia de estas libertados a
lo largo de la historia de la humanidad. Desarrollando también varios argumentos
jurídicos de la historia universal.

2
OBJETIVOS

OBJETIVO GENERAL

Desarrollar de manera ordenada cada una de las descripciones sugeridas y


realizar una ampliación conceptualizada y de opinión personalizada sobre la unión
de la iglesia y el estado.

OBJETIVO ESPECIFICO

 Definir la unión de estado iglesia.


 Ampliar sobre el los tipos de estados como ser Laico, confesional y estado
aconfesional.
 Ejemplificar las libertades como ser de culto, religión y conciencia a lo largo
de la historia.
 Demostrar la forma en que estuvo unida la iglesia y el estadp en el periodo
de la colonia española.

3
DEFINICION ESTADO / IGLESIA
Relaciones Iglesia-Estado es el término con que la teoría política y
la historiografía se refieren a las distintas formas posibles de
relación institucional entre Iglesia y Estado:
Separación Iglesia-Estado (también laicidad o laicismo)
o Cesaropapismo (separación o unión de los poderes político y religioso)
Estado confesional o Estado aconfesional (religión oficial o no)
Tolerancia religiosa o intolerancia religiosa
Libertad religiosa o persecución religiosa
Estas expresiones fueron históricamente creadas dentro del cristianismo, y más
específicamente para el catolicismo en su relación con el Estado liberal que surge
a partir de la Revolución francesa y sus relaciones con el clero católico y
el papado en distintos países católicos (Francia, España, etc.); aunque también
puede aplicarse a épocas históricas anteriores (en la Edad Media y el Antiguo
Régimen) o a otras confesiones cristianas.
Con menos propiedad, también se suelen aplicar a las relaciones entre el poder
político y el poder religioso en otras religiones o civilizaciones; por ejemplo,
la civilización japonesa -sintoísmo estatal-, la civilización islámica -
sharia, islamismo, fundamentalismo islámico, revolución islámica, república
islámica-, el estado de Israel -sionismo laico y sionismo religioso mizrahi, judaísmo
reformista, conservador, ortodoxo y judaísmo ultraortodoxo, partidos políticos
religiosos- etc.
La religión y la política son ámbitos distintos, aunque no separados pues el
hombre religioso y el ciudadano se funden en la misma persona, que está llamada
a cumplir tanto sus deberes religiosos cuanto sus deberes sociales, económicos y
políticos. Es necesario, sin embargo, que «los fieles aprendan a distinguir con
cuidado los derechos y deberes que les conciernen por su pertenencia a la Iglesia
y los que les competen en cuanto miembros de la sociedad humana. Esfuércense
en conciliarlos entre sí, teniendo presente que en cualquier asunto temporal deben
guiarse por la conciencia cristiana, dado que ninguna actividad humana, ni
siquiera en el orden temporal, puede sustraerse al imperio de Dios. En nuestro
tiempo, concretamente, es de la mayor importancia que esa distinción y esta
armonía brille con suma claridad en el comportamiento de los fieles» [5]. Puede
decirse que en estas palabras se resume el modo en que los católicos deben vivir
la enseñanza del Señor: «Dad, al César lo que es del César y a Dios lo que es de
Dios» (Mt 22,21).
La relación entre la Iglesia y el Estado comporta, por tanto, una distinción sin
separación, una unión sin confusión (cfr. Mt 22,15-21 y paral.). Esa relación será
correcta y fructuosa si sigue tres principios fundamentales: aceptar la existencia de
un ámbito ético que precede y informa la esfera política; distinguir la misión de la
religión y de la política; favorecer la colaboración entre estos dos ámbitos.
a) Los valores morales deben informar la vida política
La propuesta de un “Estado ético”, que pretende regular el comportamiento moral
de los ciudadanos, es una teoría ampliamente rechazada, ya que con frecuencia
lleva al totalitarismo o al menos implica una tendencia marcadamente autoritaria.
Al Estado no le corresponde decidir lo que está bien o lo que está mal, en cambio
4
si tiene la obligación de buscar y promover el bien común y para eso, a veces,
necesitará regular sobre el comportamiento de los ciudadanos.
Este rechazo a un “Estado ético”, sin embargo, no debe conducir al error opuesto:
la “neutralidad” moral del mismo que de hecho ni existe ni se puede dar. En efecto,
los valores morales indican los criterios que favorecen el desarrollo integral de las
personas; ese desarrollo, en su dimensión social, forma parte del bien común
terreno; y el principal responsable del bien común es el Estado. El Estado debe,
entre otras cosas, favorecer la conducta moral de las personas, al menos en la
vida social.

La Iglesia ha recibido de Cristo el mandato apostólico: «id, pues, y haced


discípulos a todos los pueblos, bautizándoles en el nombre del Padre y del Hijo y
del Espíritu Santo» ( Mt 28,19-20). Con su doctrina y con su actividad apostólica,
la Iglesia contribuye a la recta ordenación de las cosas temporales, de modo que
sirvan al hombre para alcanzar su fin último y no lo desvíen de él.
Los medios que la Iglesia utiliza para llevar a cabo su misión son, ante todo,
espirituales: la predicación del Evangelio, la administración de los sacramentos, la
oración. También necesita utilizar medios materiales, adecuados a la naturaleza
de sus miembros que son personas humanas (cfr. Hch 4,32-37; 1 Tm 5,18); estos
medios han de ser siempre conformes al Evangelio. La Iglesia necesita además
independencia para realizar su misión en el mundo, pero no un predominio de
carácter político o económico (cfr. Catecismo, 2246; Compendio, 426) [6].
El Estado es una institución que deriva de la natural sociabilidad humana, cuya
finalidad es el bien común temporal de la sociedad civil; este bien no es sólo
material sino también espiritual, pues los miembros de la sociedad son personas
con cuerpo y alma. El progreso social requiere, además de medios materiales,
otros muchos bienes de carácter espiritual: la paz, el orden, la justicia, la libertad,
la seguridad, etc. Estos bienes sólo pueden alcanzarse mediante el ejercicio de las
virtudes sociales, que el Estado debe promover y tutelar (p. ej. la moralidad
pública).
La diversidad entre el ámbito religioso y político implica que el Estado no goza de
“sacralidad” ni debe gobernar las conciencias, ya que el fundamento moral de la
política se encuentra fuera de ella; además la Iglesia no posee un poder político
coercitivo; en cuanto la pertenencia a ella, desde el punto de vista civil, es
voluntaria, su potestad es de carácter espiritual y no impone una única solución
política. En tal modo, Estado e Iglesia se ajustan a sus propias funciones, y esto
favorece la libertad religiosa y social.
De aquí derivan dos importantes derechos: el derecho a la libertad religiosa que
consiste en una inmunidad de coacción por parte del Estado en materia religiosa;
y el derecho a la libertad de actuación de los católicos respecto a la jerarquía en
materia temporal, aunque con la obligación de seguir el Magisterio (cfr. CIC, 227).
Además la Iglesia, «al predicar la verdad evangélica, iluminando todos los
sectores de la acción humana con su doctrina y con el testimonio de los cristianos,
respeta y promueve también la libertad y la responsabilidad políticas de los
ciudadanos» [7].

5
DEFINICIÓN DE ESTADO LAICO, ESTADO CONFESIONAL, ESTADO
ACONFESIONAL
ESTADO LAICO
El término Estado laico se utiliza para denominar al Estado (y, por extensión, a
una nación o país) que funciona de manera independiente de cualquier
organización o confesión religiosa o de toda religión1 y en el cual las autoridades
políticas no se adhieren públicamente a ninguna religión determinada y en el cual
las creencias religiosas no influyen sobre la política nacional.23
En un sentido estricto, la condición de Estado laico supone la nula injerencia de
cualquier organización o confesión religiosa en el gobierno territorio, ya sea
el poder legislativo, el ejecutivo o el judicial. En un sentido laxo un Estado laico es
aquel que es neutral en materia de religión por lo que no ejerce apoyo ni oposición
explícita o implícita a ninguna organización o confesión religiosa. Es importante
señalar que no todos los Estados que se declaran laicos lo son en la práctica.
A diferencia del Estado laico, un Estado aconfesional es aquel que aunque no se
adhiere y no reconoce como oficial ninguna religión en concreto, le reconoce
relevancia a las expresiones religiosas de su pueblo, por lo que las fomenta y
puede tener acuerdos (colaborativos o de ayuda económica) con las instituciones
religiosas presentes en su territorio.
Honduras desarrolla su primera constitución con bases laicas en 1880 en la que el
estado prohíbe a los ministros religiosos ejercer cargos públicos y en donde se
fomenta y protege la instrucción laica en todos los niveles educativos, pero no es
sino hasta 1924 en donde el estado se declara y oficializa la separación entre la
iglesia y el estado mediante la constitución de 1924.
Con la separación entre Iglesia y Estado, se obtuvo la nula injerencia de cualquier
organización o confesión religiosa en el gobierno del mismo, ya sea en el
ejecutivo, en el legislativo o en el judicial y se ha evitado el desvío de dinero a
cúpulas religiosas, así como el proselitismo político utilizando a las religiones.
Desde entonces, Honduras ha formado parte de otros 140 estados laicos,
incluidos Estados Unidos de
América, Brasil, Alemania, Inglaterra, Italia, India, Japón, Rusia y China

ESTADO CONFESIONAL
El Estado confesional es el que se adhiere a una religión específica,
llamada religión oficial (iglesia estatal o iglesia establecida). Esta situación puede
ser simplemente resultado de los usos y costumbres o tradición, o reflejarse en
su legislación, especialmente en la Constitución del país. El que
el Estado reconozca una religión oficial, no significa que no se permita practicar
con libertad otras religiones, bien públicamente o bien restringidas al ámbito
privado. Esa situación es la de tolerancia religiosa o intolerancia, respectivamente.
Aunque por más tolerancia religiosa que exista, los privilegios de apoyo y
financiación gubernamental para una religión estatal si resultan en menoscabo de
las demás religiones que hacen presencia en su territorio.
Antes de la Edad Contemporánea, la situación de confesionalidad del Estado era
la condición natural de cualquier sistema político. En el Imperio romano, el culto al
emperador fue una forma de conciliar el politeísmo incluyente de todo tipo de
religiones con la unidad política, y lo que convirtió al cristianismo (de hecho a
6
cualquier monoteísmo que no aceptase el culto imperial) en una religión disolvente
y por lo tanto perseguida. El Edicto de Milán de Constantino (que otorgaba una
especie de libertad religiosa) y el posterior edicto de
Tesalónica de Teodosio convirtieron al cristianismo en la religión oficial del Imperio
y establecieron el Papado y la Iglesia como instituciones paralelas al propio
Estado. La desaparición del Imperio romano de Occidente abrió la Edad Media,
que supuso una separación de hecho del cristianismo occidental (católico) y
oriental (ortodoxo), que se hizo oficial con el Cisma de Oriente (1054). Mientras
que en el Imperio bizantino la figura del emperador se impone sobre la Iglesia
(cesaropapismo, iconoclasia), en la Europa Occidental el dominium mundi es más
disputado por la teocracia (agustinismo político, teoría de las dos
espadas, querella de las investiduras).
Las monarquías del Antiguo Régimen supusieron un control sobre sus iglesias
católicas nacionales, mientras que la Reforma luterana establece iglesias
nacionales en los países del norte de Europa. El principio de la cuius regio eius
religio (propuesto en la Dieta de Augsburgo que discutía la Confesión de
Augsburgo, y definitivamente impuesto en la Paz de Augsburgo) impone que la
religión del príncipe, será la religión de los súbditos de su territorio. Se impondrá
en una era de guerras de religión que acabará con el tratado de Westfalia. Entre
los escasos lugares de Europa que mantienen la tolerancia religiosa (aunque se
mantengan como Estados confesionales) se destacan los Países Bajos y
la República de Venecia, y parcialmente el Imperio otomano.
El primer Estado que proclamó su independencia de las religiones fue Estados
Unidos, influido por la ideología de la Ilustración francesa, aunque en el articulado
de su Constitución se hace referencia inherente e implícitamente al cristianismo,
con referencia directa a Jesucristo (nuestro Señor). Más bien, lo que la
Constitución de EE.UU. determina, es que ninguna de las diversas religiones
cristianas tendrá preponderancia sobre las demás, como ocurría con la confesión
anglicana antes de la independencia, pero asumiendo que EE.UU es un país
cristiano.1 La Revolución francesa, que en algún momento intentó instaurar un
culto descristianizado a la diosa Razón, fue reconducida por Napoleón a
un Concordato con el papa (rey de Roma y cabeza de la Iglesia católica). No será
hasta la III República Francesa que Francia, la fille aînée de l’Église (‘hija mayor
de la Iglesia’) y sede de los Reyes Cristianísimos, incorporase a sus señas de
identidad el laicismo y la separación Iglesia-Estado.
Algunos países europeos mantienen en la actualidad vínculos especiales con su
religión tradicional, especialmente Inglaterra ―cuya reina sigue siendo la cabeza
de la Iglesia de Inglaterra― y ostenta el título de Defensor Fidei (defensor de la fe)
que logró Enrique VIII.
Los países musulmanes, donde la identificación de la comunidad política y
religiosa (Umma) es muy fuerte, sufrieron procesos de algún modo similares: en el
caso de Turquía, la conversión en una república laica con Mustafa Kemal Atatürk,
y en Siria, Irak o Egipto con la ideología árabe-socialista del movimiento Baaz . El
caso de Irán bajo el sah Reza Pahlavi es algo distinto y precipitó el resurgimiento
del fundamentalismo islámico (República islámica del ayatolá Jomeini), que desde
los años ochenta se está imponiendo con distintas variantes (salafismo sunní de

7
las monarquías árabes), aunque siempre en el sentido de conseguir una vida
pública sometida a las normas religiosas (sharia o código legal islámico).
En los países asiáticos no islámicos, las situaciones son tan distintas como sus
sistemas políticos: Estados oficialmente ateos como China, situaciones
como Japón, cuya familia imperial sigue manteniendo funciones religiosas, o India,
cuya independencia se hizo en un ambiente de luchas religioso-étnicas entre
musulmanes e hinduistas que forzaron la separación
de Pakistán y Bangladés (que el Partido del Congreso de Gandhi, Nehru e Indira
Gandhi quisieron evitar). En la actualidad hay un fuerte movimiento que propugna
la hinduización del Estado indio.

ESTADO ACONFESIONAL

Un Estado aconfesional es aquel que no se adhiere y no reconoce como oficial


ninguna religión en concreto, aunque pueda tener acuerdos (colaborativos o de
ayuda económica principalmente) con instituciones religiosas, sin que se privilegie
unas sobre otras. Un Estado aconfesional no es exactamente un Estado laico.
Antes del siglo XX, muchos países eran un estado confesional, y reflejaban en sus
respectivas constituciones, o por decreto del monarca, que el estado reconocía
una religión oficial, con mayor o menor tolerancia hacia la práctica de otras
religiones distintas de la oficial. No era raro que el clero interfiriera en asuntos de
estado, (ni que el estado interfiriera en los asuntos eclesiales, por ejemplo en la
elección de obispos, o vetar al Papa elegido por el Cónclave).
Hoy en día, la mayor parte de los estados occidentales se declaran, bien sea
aconfesionales u otros laicos, sobre todo tras la revolución francesa.
El estado aconfesional se distingue del confesional en que no se reconoce una
religión oficial.
En lo referente al estado laico, que es aquel independiente de cualquier
organización o confesión religiosa y en el cual las autoridades políticas no se
adhieren públicamente a ninguna religión determinada ni las creencias religiosas
influyen sobre la política nacional.
El estado aconfesional se distigue del laico en que, el primero si reconoce valora y
estima el sentimiento religioso de su pueblo, por tanto no solamente práctica
la tolerancia religiosa, sino que protege, apoya, fomenta y hasta llega a financiar
en forma equitativa las diferentes religiones practicadas por su población.

DEFINIR LIBERTAD DE CULTO, LIBERTAD DE RELIGIÓN Y LIBERTAD DE


CONCIENCIA Y EXPLICAR CÓMO SURGIERON ESTOS CONCEPTOS Y SU
IMPORTANCIA EN LA HISTORIA DE LA HUMANIDAD
LIBERTAD DE CULTO
La libertad de culto o libertad religiosa es un derecho fundamental que se refiere a
la opción de cada ser humano de elegir libremente su religión, de no elegir
ninguna (irreligión), o de no creer o validar la existencia de un Dios
(ateísmo y agnosticismo) y ejercer dicha creencia públicamente, sin ser víctima de
opresión, discriminación o intento de cambiarla a la fuerza.

8
Este concepto va más allá de la simple tolerancia religiosa que permite, como una
concesión graciable, el ejercicio de religiones distintas a la impuesta oficialmente,
en situaciones de confesionalidad del Estado propias del Antiguo Régimen. En
las democracias modernas generalmente el Estado garantiza la libertad religiosa a
todos sus ciudadanos, pero en la práctica la elección del credo está dado
generalmente por costumbres familiares y sociales, asociándose frecuentemente
ciertas sociedades a ciertas religiones. Además las situaciones de discriminación
religiosa o intolerancia religiosa siguen siendo muy frecuentes en distintas partes
del mundo, registrándose casos de intolerancia, preferencia de una religión sobre
otras y persecución a ciertos credos o a quienes no siguen ninguno.
La libertad religiosa es reconocida por el derecho internacional en varios
documentos, como el artículo 18 de la Declaración Universal de los Derechos
Humanos y el artículo 18 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos;
el art. 27 de este mismo pacto garantiza a las minorías religiosas el derecho a
confesar y practicar su religión. De la misma forma lo hace la Convención de los
Derechos del Niño, en su art. 14, y el artículo 9 de la Convención Europea de
Derechos Humanos.
La libertad de culto o libertad religiosa originalmente nace identificada con
la libertad de conciencia, sin agotarse ésta en aquellas. En efecto, la asociación
entre moral y religión instrumentalizada en el derecho, lleva a la identificación del
problema de la imposición jurídica de la religión con la afectación de la reserva de
la libertad de conciencia de parte de todas las personas. Lo anterior se manifestó
en la consagración por parte de las colonias angloamericanas, por ejemplo Rhode
Island, de la reserva de la libertad de conciencia frente a la legislatura temporal.
Sin perjuicio de lo anterior, la libertad de conciencia actualmente rebasa dichos
límites, hacia cuestiones como los presos de conciencia o la desobediencia civil.

libertad de religión
La libertad religiosa es un derecho humano que consiste en que todos los
hombres son libres de decidir sobre la religión, es decir, de seguir y profesar
libremente una determinada religión, de manera que ni se obligue a nadie a obrar
contra su conciencia, ni se le impida que actúe conforme a ella en privado y en
público, solo o asociado con otros, dentro de los límites debidos. Este derecho se
tiene frente a las posibles coacciones de personas particulares, de grupos
sociales, o de cualquier potestad humana.
Algunas manifestaciones específicas de este derecho son la libertad de realizar
actos de oración o culto, individual o colectivamente; tener iglesias o lugares de
culto; poder recibir asistencia religiosa, también en residencias, hospitales,
cuarteles, etc.; libertad de educación, para no recibir la que sea contraria a los
propios principios religiosos, etc.
También se llama libertad religiosa a la que tiene la Iglesia, reconocida por el
Estado, para poder cumplir su misión en la sociedad.
Es un derecho fundado en la dignidad misma de la persona humana, conocida por
la palabra revelada de Dios y por la misma razón natural. Debe ser reconocido en
el ordenamiento jurídico de la sociedad de forma que se convierta en un derecho
civil, por el que nadie puede ser discriminado en la vida civil por su religión.

9
El derecho a la libertad religiosa no supone hacer relativa la verdad objetiva que
cada ser humano está obligado a buscar por un deber moral.
La libertad religiosa como derecho se ha podido formular por el cristianismo, cuya
doctrina defiende una libertad personal absoluta para acoger la fe, y una libertad
personal y comunitaria para practicarla.
libertad de conciencia
Libertad intelectual, libertad de conciencia, libertad de pensamiento, libertad
ideológica o libertad de creencia,1 es la capacidad de cada uno, en su conciencia,
de adoptar, mantener y cambiar
cualquier pensamiento, opinión, ideología o creencia; y, en su caso, manifestarlos,
lo que pasaría a ser objeto de la libertad de expresión, y en su ámbito, de
la libertad de cátedra, de la libertad científica y de la libertad artística o libertad de
creación.2 Se le considera uno de los principales derechos y libertades; de los
considerados derechos civiles y políticos o derechos humanos de primera
generación. Históricamente está vinculada a la libertad religiosa o de culto, y a la
libertad de opinión o de prensa.3
La libertad de conciencia o de pensamiento se restringe o es objeto de coacción a
través de múltiples mecanismos, no únicamente la represión a cargo del poder
político, sino también la imposición de cánones socialmente aceptados
de corrección política o pensamiento único, que se interiorizan en el propio
individuo.4

EXPLICAR DE QUÉ FORMA ESTUVO UNIDA LA IGLESIA Y EL ESTADO


DURANTE EL TIEMPO DE LA COLONIA ESPAÑOLA EN CENTROAMÉRICA Y
MENCIONAR LOS DOCUMENTOS EN QUE SE EVIDENCIA TAL UNIÓN.
La iglesia fue protagonista junto con el estado en transformar las estructuras
sociales y política en la sociedad a través de los siguientes movimientos.
Patronato real y consistía en el conjunto de privilegios y facultades que los papas
concedieron a los reyes de España para que se apoyara evangelización y el
establecimiento de la iglesia en América y aquí se daba la recaudación de los
diezmos.
Nacimiento y bautismo: era obligatorio después del nacimiento los padres
denunciaran el nacimiento ante las autoridades eclesiásticas como un primer paso
para obtener la Fe de Bautismo.
El nombre de pila: estos eran lo que servía para revelar el acento religioso y
devocional.
El matrimonio: era la celebración de un sacramento de la iglesia como un requisito
con cierto aval jurídico dado por la sociedad y validado por la iglesia.

ESCRIBIR LA VALORACIÓN PERSONAL DEL ESTUDIANTE ACERCA DE


CÓMO SE MANEJA EL TEMA DE LA UNIÓN ENTRE LA IGLESIA Y EL ESTADO
EN EL ACTA DE INDEPENDENCIA DE CENTROAMÉRICA. PARA HACER ESTA
VALORACIÓN DEBE LEER EN EL ACTA DE INDEPENDENCIA LAS
CLÁUSULAS QUE SE REFIEREN A LA RELIGIÓN, UNIÓN O SEPARACIÓN DE
IGLESIA Y ESTADO.

10
Es frecuente en nuestros días oír, sobre todo a ]os extranjeros, hablar del espíritu
de intolerancia de los españoles, de nuestra falta de comprensión de los avances
modernos y del atraso de nuestra mentalidad en la cuestión religiosa. Todo esto
se aplica de una manera especial a la unión entre la Iglesia y el Estado. Recuerdo
a este propósito, con ocasión del Congreso Eucarístico Internacional de Barcelona
del año 1952, haber oído a un católico francés lamentarse del hecho de que
Franco mismo con todo su Gobierno asistieran como tales públicamente a las
procesiones del Congreso, y añadía que eso era una cosa anticuada; que
modernamente el ideal para la misma Iglesia era la separación perfecta del
Estado; éste debía ser enteramente laico, laicas sus instituciones, laicas las
escuelas, laica toda la vida oficial y pública. La religión era una cosa privada y de
conciencia. Ya se ve cuán distinto es este modo de pensar del tradicional, que
estamos acostumbrados nosotros a oír; cuán diverso de aquel ideal, que nosotros
nos imaginamos, de un Gobierno íntimamente unido a la Iglesia y en perfecta
inteligencia con ella; de un Estado, donde las escuelas son católicas, sus leyes
eminentemente cristianas y toda la vida pública regida por los principios cristianos.
Pero este criterio reinante es reflejo de una ideología general en muchos sectores
de nuestros días. Uno de los que más han contribuido a robustecerla, dándole un
carácter fundamental y filosófico, es el célebre publicista Jacques Maritain, con
sus ideas originales sobre una nueva cristiandad, basada en la más absoluta
tolerancia y convivencia de todos los cultos y en la completa separación entre la
Iglesia y el Estado '. La autoridad indiscutible de Jacques Maritain y las razones
aparentemente convincentes en que se funda, han contribuido eficazmente a dar
solidez a esta ideología, que han abrazado inconscientemente muchos círculos
católicos, mientras otros vacilan sin saber a qué atenerse. En confirmación de
estos puntos de vista se trae principalmente el hecho de la situación del
catolicismo en los Estados Unidos. Más aún. Consta que el mismo Jacques
Maritain, en su prolongada estancia en la América del Norte, quedó fascinado por
el esplendor de los adelantos y del modernismo norteamericano, por lo cual ha
querido luego aplicar a la cristiana Europa las normas características de la
situación norteamericana. En efecto, por una parte, es bien conocido el estado
próspero del catolicismo en los Estados Unidos. Es innegable la importancia que
ha adquirido en los últimos decenios, con su jerarquía ampliamente desarrollada;
sus docenas de universidades profesionalmente católicas; la prosperidad creciente
de sus colegios de segunda enseñanza y escuelas profesionales; su intensa
actuación en la Prensa y la Radio; el crecimiento constante de todas sus
instituciones y aun de las órdenes y Congregaciones religiosas. Al lado de estos
hechos tan elocuentes, es conocido, por otra parte el hecho, que el catolicismo no
cuenta en los Estados Unidos con ningún apoyo del Estado, es decir, que allí
existe la separación más absoluta entre la Iglesia y el Estado; la Iglesia es
independiente y puede desarrollarse ampliamente conforme a sus principios.
Cláusula del acta de independencia Valoración del estudiante del contenido de
la cláusula.

11
10: Que la religión católica, que hemos Que siempre debemos conservar la
profesado en los siglos anteriores y religión dentro de lo político para
profesaremos en los siglos sucesivos, se protección, y respeto hacia otras creencias
conserve pura e inalterable, manteniendo ya que es esencial en nuestro diario vivir.
vivo el espíritu de religiosidad que ha
distinguido siempre a Guatemala, respetando
a los ministros eclesiásticos seculares y
regulares, y protegiéndoles en sus personas
y propiedades.

11º Que se pase oficio a los dignos Prelados Un cambio en la historia de las ideas,
de las comunidades religiosas para que visible y perceptible sobre todo en el último
cooperando a la paz y sosiego, que es la siglo, penetró en el pensamiento político
primera necesidad de los pueblos cuando del Estado
pasan de un gobierno a otro, dispongan que
sus individuos exhorten a la fraternidad y
concordia a los que están unidos en el
sentimiento general de la independencia,
deben estarlo también en lo demás,
sofocando pasiones individuales, que dividen
los ánimos y producen funestas
consecuencias.

ARGUMENTOS JURIDICOS PARA SEPARAR EL ESTADO DE LA IGLESIA


Los fundamentos del laicismo no se circunscriben a la mera libertad de conciencia,
pues, siendo éste un derecho individual fundamental, cobra su justa dimensión, a
la par de otros derechos democráticos, en referencia al concepto republicano del
Estado y al carácter universal de la condición de ciudadanía. Sólo si existe un
espacio público que corresponde a todos (res pública), en el que nos situamos en
un mismo plano en tanto que ciudadanos libres e iguales, es posible garantizar los
derechos comunes, sin privilegios ni discriminación en función de las muchas
particularidades e identidades que nos diferencian a los individuos desde cualquier
otra perspectiva.
Esta consideración previa nos lleva a una delimitación precisa de la esfera de lo
público y la esfera de lo privado. De ahí surge una primera exigencia, la de
preservar materialmente el espacio público -por ser de todos- libre de cualquier
12
tentativa de apropiación particular. En reciprocidad, desde ese ámbito de lo
público, regido por leyes válidas por igual para todos y para cada uno, se debe
garantizar el respeto al ámbito de lo personal y el ejercicio efectivo de los
derechos individuales. La confusión entre lo público y lo privado, más frecuente de
lo deseable, es fuente continua de todo tipo de abusos y atropellos, en detrimento
de la igualdad de trato y condiciones legales que fundamentan la convivencia
dentro de una misma comunidad política (el laos griego).
El fondo del tema no es trivial: desde el punto de vista que aquí nos interesa, hace
al caso de una correcta comprensión del principio de separación entre Estado e
Iglesia (esencial para una posición laicista) y, por extensión, de la recíproca
independencia entre el Estado y las múltiples entidades que integran la sociedad
civil (esencial para la concepción de un estado democrático).
Sin pretender agotar un tema tan polifacético, quisiera hacer una modesta
contribución a un debate que no es nuevo en el movimiento laicista, pero que es
preciso clarificar para una orientación adecuada en la lucha por un Estado laico.
Aunque a día de hoy la influencia de distintas confesiones religiosas, no sólo
social sino también política, sigue manifestándose en tratos de favor y acuerdos
de privilegio incluso con gobiernos que se pretenden democráticos, las teorías que
defienden la separación rigurosa entre Estado y organizaciones religiosas tienen
ya una larga historia. Tras siglos de supremacía de la autoridad de la Iglesia (en el
marco de la Cristiandad) y la supeditación del poder temporal al religioso bajo el
fin común de “establecer el reino de Dios en la Tierra”, los Estados Modernos se
van configurando, no sin graves conflictos y contradicciones, sobre la afirmación
de su independencia con respecto a cualquier otro poder concurrente. Se abre
paso la teoría, defendida entre otros por Maquiavelo en su obra EL
Príncipe (1513), de que el Estado tiene sus propios medios y fines (el bien común,
como ya había definido antiguamente Aristóteles), distintos y separados de los que
conciernen a la Iglesia (la salvación de las almas). Lo cual no impidió que
continuara el mutuo apoyo de conveniencia entre el trono y el altar, el
confesionalismo explícito de muchos estados, o la mutación de algunos de ellos -a
partir de la expansión de la Reforma y las guerras de religión- en
pluriconfesionales (reconocimiento estatal de las distintas confesiones en
presencia). Esa separación entre lo público y lo privado, y en referencia al terreno
concreto de las creencias religiosas, es lo que ha venido a definir, en su justa
acepción, la aconfesionalidad, neutralidad o laicidad del Estado. Éste, que es de
todos, no profesa religión alguna (cuestión de conciencia y por tanto algo privado)
o, si se quiere, ninguna confesión religiosa puede tener carácter estatal ni invadir
el marco común que atañe al conjunto de los ciudadanos. A la vez, el Estado no
entra ni se pronuncia sobre cuestiones estrictamente religiosas u otro tipo de
convicciones personales.
La Separación Iglesia-Estado es el concepto legal y político por el cual las
instituciones del Estado y religiosas (Iglesia) se mantienen separadas y la Iglesia
no interviene en los asuntos públicos; teniendo cada parte una autonomía para
tratar los temas relacionados con sus esferas de influencia.1 Es una de las
medidas por las cuales se busca el establecimiento de un Estado laico o
aconfesional, así como parte del proceso de secularización de una sociedad. La
separación Iglesia-Estado está relacionada con la extensión de la libertad de culto
13
a todos los ciudadanos; y, se condiciona a partir de este derecho la relación entre
el Estado y la Iglesia. Ocurre sobre todo aquellos estados con religión de Estado u
oficial que favorecen legal y/o informalmente una religión en detrimento de las
demás por medio del patronato regio u otras acciones similares.
La separación entre Iglesia (sea esta anglicana, católica, luterana, presbiteriana) y
Estado es un fenómeno que surge a partir del humanismo, durante
elRenacimiento. Se consolida con la Ilustración, por medio de la corriente filosófica
racionalista, llegando a ser una política oficial durante la Revolución francesa,
laIndependencia estadounidense y las revoluciones burguesas que deshacen la
“alianza entre el trono y el altar”.
Actualmente, la separación entre la iglesia y el Estado se encuentra plasmada en
la mayor parte de las constituciones nacionales, mediante el establecimiento de un
estado laico. De hecho la tendencia en el mundo desde la edad moderna es hacia
una secularización del Estado.2 3 4

HACER UN CUADRO DE ESTUDIO DELA HISTORIA DEL ESTADO DE


HONDURAS PARA VER EN QUÉ MOMENTOS DE LA HISTORIA HA HABIDO
UNIÓN O SEPARACIÓN ENTRE IGLESIA Y EL ESTADO. PARA ESTE PUNTO
HAY QUE REVISAR TODAS LAS CONSTITUCIONES QUE HA TENIDO
HONDURAS Y EXPLICAR EN CUAL ES CONSTITUCIONES HA HABIDO
UNIÓN ENTRE LA IGLESIA Y EL ESTADO (HAY QUE HACER UN CUADRO
ASÍ:

Constitución Numero de artículo Contenido o texto del


en que regula la artículo en que regula la
unión o separación unión o separación de
de iglesia y estado. iglesia y estado

Los artículos 5, 6 y 7. Se declara al cristianismo


católico como la religión oficial
1825
del Estado.

La religión del Estado será la


cristiana, católica, Apostólica
1848 Artículo 16: Romana, con exclusión del
ejercicio público de cualquiera
otra. Sus altos Poderes la
protegerán con leyes sabias,
pero ni éstos ni autoridad
alguna tendrán intervención
ninguna en el ejercicio privado
de las otras que se
establezcan en el país, si
éstas no tendiesen a deprimir
la dominante y el orden

14
público.

Es la primera en la que la
iglesia católica ya no es
religión oficial del Estado y en
1880
la que la nación hondureña
deja de tener una creencia
religiosa oficial; pero, además
se prohíbe a los ministros
religiosos ejercer cargos
públicos, además inicia una
era en donde la educación en
Honduras pasa a ser laica.
Emitida durante el gobierno
militar del general Vicente
1924 Tosta Carrasco se oficializa la
separación de la iglesia y del
estado y se prohíben todas
las subvenciones a
instituciones religiosas.

Emitida durante el régimen


dictatorial del Doctor y general
don Tiburcio Carias Andino,
1936 Art. 57
en la cual se expresa lo
siguiente:
Art. 60 Artículo 57.- La iglesia está
separada del estado. Se
garantiza el libre ejercicio de
Art. 65
todas las religiones que no se
opongan a las leyes del país.
Art. 71 Se prohíbe dar subvenciones
para cultos o enseñanza
religiosa.
Artículo 58.- Ningún acto
religioso servirá para
establecer el estado civil de
las personas.
Artículo 60.- Se garantiza la
libertad de enseñar. La
enseñanza sostenida con
fondos públicos será laica, y
la primaria será, además
gratuita, obligatoria, costeada
por los Municipios y
subvenida por el Estado.

15
Artículo 65.- Son prohibidas
las vinculaciones y toda
institución en favor de
establecimientos religiosos.
Artículo 71.- Los Ministros de
las diversas religiones no
podrán ejercer cargos
públicos.
Art. 95 Los Ministros de las diversas
religiones no podrán ejercer
1957 cargos públicos de elección
popular.

Emitida durante el gobierno


militar-democrático del
1965 General Oswaldo López
Art. 95
Arellano, es similar a la de
1957, en cuanto al laicismo
Se garantiza el libre ejercicio
de todas las religiones y
1982 Artículo 77 cultos sin preeminencia
alguna, siempre que no
contravengan las leyes y el
orden público.

BASADO EN LO ESTUDIADO EN LOS PUNTOS ANTERIORES, EXPLIQUE


PORQUE LOS PAÍSES EN SU LEGISLACIÓN PROCURAN LA SEPARACIÓN
ENTRE EL ESTADO Y LA IGLESIA.
Esto países y la mayoría de los países del mundo procura tener esa separación de
la iglesia y el estado, porque se manejan de manera diferentes. El Estado
moderno se origina por determinados cambios económicos y sociales que
ocurrieron en Europa entre los siglos XVIII y el XVI . Su nacimiento se encuentra
en la época del Renacimiento en Europa, escenario de importantes cambios en su
ordenamiento político. Paulatinamente, surge entre las comunidades un
sentimiento de identificación cultural y nacional en un territorio con fronteras
determinadas y con un gobierno que dirige los destinos del pueblo. Los monarcas
interesados en concentrar el poder en su persona negocian con los señores
feudales ayudados por lo burgueses, tranzando derechos individuales sobre sus
feudos a cambio de importantes privilegios. De este modo el concepto feudal de
lealtad es reemplazado por el de autoridad y obediencia, propios de un Estado con
poder centralizado. Así se construyen los cimientos del Estado moderno, el cual se
basa en una fuerza centralizada. Europa occidental, se estable conforme a los
nuevos conceptos en Estados territoriales, más o menos delimitados, cada uno
con su propia burocracia, su ejército y su monarca absoluto. El nuevo sistema
16
financiero es una institución respetable y reconocida por todo el mundo, y los
derechos exclusivos de la propiedad privada se admitían universalmente.

Más tarde, el poder político de los reyes se fortalece y se sustenta gracias a la


idea del origen divino del poder del rey, contribuyendo de esta manera, al
Régimen de Monarquía Absoluta. La Monarquía constituyó un Estado moderno
basado en una fuerte dirección de gobierno, con un territorio definido y con una
comunidad de individuos obedientes y sometidos al poder real.

17
CONCLUSION
Cuando nos referimos a la separación del estado iglesia tendemos a confundirnos,
pero es muy importante tomar en cuenta que su separación tiene mucha
importancia al momento de llevar las riendas de una nación, ya que no se mira
vinculada y manipulada por emociones que puede corromper la opinión del mismo.
Por tal razón su separación es inminente y lo seguirá siendo a lo largo de toda la
historia universal y en la historia del derecho tanto en Honduras como en el
mundo.

18
BIBLIOGRAFIA

 https://laicismo.org/el-principio-de-separacion-entre-iglesia-y-estado/
 https://es.wikipedia.org/wiki/Relaciones_Iglesia-Estado
 https://opusdei.org/es-hn/article/tema-15-la-iglesia-y-el-estado/
 https://es.wikipedia.org/wiki/Libertad_intelectual
 https://es.wikipedia.org/wiki/Libertad_de_culto
 https://www.scientologyreligion.org.mx/religious-freedom/what-is-freedom-
of-religion/page9.htmlÇ

19

También podría gustarte