Opresión Interseccional Hacia Las Niñas de SENAME.
Opresión Interseccional Hacia Las Niñas de SENAME.
Opresión Interseccional Hacia Las Niñas de SENAME.
Título:
AUTORA:
DOCENTE:
ASIGNATURA:
ÉTICA PROFESIONAL
Quillota, Chile.
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Índice
Introducción.................................................................................................................................................3
PREGUNTA DE INVESTIGACIÓN Y OBJETIVOS.................................................................................4
PREGUNTA DE INVESTIGACIÓN.......................................................................................................4
HIPÓTESIS..............................................................................................................................................4
OBJETIVOS............................................................................................................................................4
Objetivo General:.................................................................................................................................4
Objetivo Específico:.............................................................................................................................4
Vulneración de derechos de niñas y adolescentes en SENAME...................................................................5
Perspectiva de género y el rol del Trabajo Social en las políticas de Infancia..............................................7
CONCLUSIÓN..........................................................................................................................................10
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS.......................................................................................................11
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Introducción
A finales del año 1900 aproximadamente, se revalidó la Convención de los Derechos de niños y
niñas en Chile, esto trajo consigo el acuerdo de varios países incluido Chile, con el fin de la protección de
los Derechos establecidos para niños, niñas y adolescentes; por otro lado, cercano a la fecha se ratificó la
Convención para la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer. Actualmente los
derechos de las niñas, niños y adolescentes aún se han visto vulnerados desde antes de la fecha
mencionada, a su vez también nos encontramos con las vulneraciones cometidas en cuanto a la
Convención del género femenino que de esta misma manera han sido vulneradas. Debido aquello es
importante conocer como objetivo de esta investigación el fenómeno a estudiar, es decir, las múltiples
vulneraciones de Derechos cometidas en Chile hasta la fecha actual, de este modo se puede ahondar en las
dos temáticas contingentes señaladas, vale decir, las vulneraciones de Derechos de los grupos de niños,
niñas y adolescentes y por otro lado, el del género femenino.
Dicho esto, en la presente investigación se busca como objetivo principal indagar específicamente
acerca de los Derechos Humanos vulnerados de niñas y adolescentes insertas en Servicio Nacional de
Menores (SENAME), considerando un análisis riguroso frente a las problemáticas que se generan, debido
a la violencia de género y lo poco visible de las múltiples opresiones que viven día a día en las residencias
las niñas y adolescentes. De esta forma se busca analizar cómo estos son vulnerados en múltiples formas,
solo por el hecho de ser una niña o adolescente, pero que además pertenece a una institución de Servicio
Nacional de Menores. De este modo se analizará el concepto de interseccionalidad, mencionando las
relaciones de poder cómo un factor adherente a las vulneraciones de derechos, analizando las
vulneraciones vividas por el género, por ser menor de edad y por ser institucionalizada. Para ello debemos
considerar los derechos fundamentales que tiene todo niño, niña y adolescente, de esta forma se podrá
corroborar las vulneraciones de derechos que están latentes en sus vidas, y por otro lado, se puede analizar
las diferencias entre el género masculino y el femenino. Finalmente se hace un análisis en cuanto a las
Políticas de Infancia y los desafíos que genera en cuanto a la responsabilidad social, por un lado, por parte
del Estado, de la Sociedad y de los/as profesionales, en este caso en particular del Trabajo Social el cual
tiene un rol ético-político en el abordaje de la promoción de los Derechos de la Niñez. En relación a ello
analizar este principio ético de los Derechos Humanos y el impacto para la actuación profesional del
Trabajo Social en Chile desde las Políticas de Infancia. De este mismo modo, investigar los efectos de las
Políticas sociales y Públicas con una perspectiva de género y desde las opresiones interseccionales, con
respecto al tema señalado e indagar cuáles son los desafíos y metas que se presentan frente a esta
problemática contingente y cuáles son las transformaciones que se puedan lograr.
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PREGUNTA DE INVESTIGACIÓN
¿La vulneración de los derechos de niñas y adolescentes del SENAME, es una opresión interseccional?
HIPÓTESIS
Las niñas y adolescentes viven opresión interseccional, debido a las múltiples vulneraciones, por ser del
género femenino, ser menores de edad e institucionalizadas.
OBJETIVOS
Objetivo General:
Indagar las múltiples vulneraciones de los derechos de niñas y adolescentes, a su vez conocer la diferencia
que existe al pertenecer a residencias del SENAME y ser mujer, asimismo, visualizar la violencia de
género ejercida dentro de estos, y analizar si tiene relación con la opresión interseccional presentada, de
esta manera ahondar en los desafíos con respecto al rol ético-político del Trabajo Social en las Políticas
para la Infancia en Chile.
Objetivo Específico:
Describir cuales son las múltiples vulneraciones de los derechos que viven niños, niñas y adolescentes y
diferenciar cuáles son las vulneraciones para quienes se encuentran institucionalizados en Chile.
Identificar si las vulneraciones de derechos para niñas y adolescentes, es la misma que ocurre con quienes
se encuentran en residencias del SENAME siendo niños, y analizar si es una opresión interseccional la que
vivencian niñas y adolescentes en Chile.
Señalar cuales son los desafíos ético -políticos para el Trabajo Social en cuanto a las Políticas de Infancia
para la protección de los derechos de niñas y adolescentes de residencias del SENAME de Chile.
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Para llevar a cabo lo anterior, se debe tener en cuenta qué entendemos por vulneración de
derechos, en lo que cabe destacar lo que afirma la defensoría de la niñez, donde declara que; “El
concepto de “vulneración de derechos” corresponde a cualquier transgresión a los derechos de
niños, niñas y adolescentes establecidos en la Convención de los Derechos del Niño, la cual puede
ser constitutiva de delito o no, dependiendo de nuestra legislación. Independientemente de ello,
cualquier vulneración de derechos es grave, por lo que los Estados deben realizar todas las
acciones destinadas a prevenir estos hechos y a entregar mecanismos de restitución de derechos
una vez ya vulnerados”. (Defensoría de la niñez, s.f.).
En relación a aquello, se puede vislumbrar que este es el último recurso que se debe tomar, y que lo ideal
sería no llegar a dicha instancia, y que los niños/as se encuentren en su hogar con su familias, pero cómo
sabemos muchas veces eso no ocurre, y se debe optar por esta vía de institucionalizar a niños, niñas y
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adolescentes, que muchas veces no es evaluada como corresponde, lo cual pone el panorama un tanto
complejo, por ejemplo, en cuanto a la vulneración del derecho de vivir en familia, a la no discriminación,
a la supervivencia y desarrollo del niño o niña, derecho a la educación, reunificación del núcleo familiar,
entre otros. Es importante tener en cuenta que al ser institucionalizados se le coartan muchas veces estos
derechos, que se buscaban proteger por el alero del Estado y la protección que debe propiciar a niños,
niñas y adolescentes, lo que es bastante invisibilizado en la realidad, puesto que muchas de estas
vulneraciones de derechos que se cometen en su núcleo familiar, nuevamente se generan al insertarse en
instituciones, del mismo modo que han sido vulnerados al ser institucionalizados, se ha señalado que
dentro de las mismas residencias se cometen vulneraciones graves de sus derechos y delitos de lesa
humanidad. Para ello parece pertinente considerar que las vulneraciones vividas por niños y niñas de
SENAME, aún siguen vigentes a pesar de que se estableció hace años la protección por parte del Estado
frente a sus derechos, no obstante, queda en evidencia con la información recabada durante unos años
atrás, que hasta la actualidad se siguen cometiendo vulneraciones de Derechos, que son en proporciones
aún más grandes que lo que vive el común de toda la población de la niñez. Aquello es reconocido por el
informe de Ciper que afirma lo siguiente… “el 88,3% de las residencias ha registrado algún tipo de
vulneración grave contra los derechos de los niños, niñas y adolescentes durante su estadía residencial”.
Esto genera una preocupación tremenda en relación a la creciente vulneración de derechos de niños, niñas
y adolescentes que son institucionalizados. (Sepúlveda y Guzmán, 2019). En relación a ello podemos dar
cuenta que al salir del hogar que se presentan vulneraciones de sus derechos, los niños/as al ser
institucionalizados vuelven nuevamente a recibir violencia por parte de quienes se comprometieron que
iban a proteger sus derechos y darles una calidad de vida mejor que la que estaban viviendo. El rol que
ofrece el Estado es de protección, pero se ve evidenciado que esto no es así, y los niños y niñas se
encuentran en un círculo vicioso de múltiples opresiones y vulneraciones de sus derechos, siendo
reiterativamente revictimizados. Por otro lado, referente a la otra temática contingente de vulneración de
Derechos, se identifica al género femenino de este mismo modo, al igual que niños, niñas y adolescentes
han sido vulneradas de sus derechos, el cual profundizaremos en esta investigación la importancia que se
le debe dar a la particularidad de niñas y adolescentes.
Es correcto enfatizar frente a lo mencionado anteriormente, que las niñas y mujeres tienen
derechos fundamentales y universales los cuales no han sido respetados, ni tomados en consideración
como se debería, además de ello, no se le ha tomado la particularidad de las opresiones que viven hasta la
actualidad en especial las niñas y adolescentes, pensando así desde un enfoque de género, a su vez, hacia
la erradicación del sistema patriarcal y adultocentrista que nos encontramos inmersos dentro de esta
realidad. Esta investigación está centrada en la población de género femenino específicamente menores de
18 años, que al mismo tiempo se identificarán a quienes se encuentran en residencias del Servicio
Nacional de Menores, para analizar el vínculo de la violencia interseccional que se genera en dichos
contextos. En este tema en particular, parece relevante comprender que las vulneraciones de niñas y
adolescentes de residencias son invisibilizadas, en cuanto a las diversas vulneraciones que viven en su día
a día, puesto que no existe una real importancia, en relación a lo que sucede con los derechos de niñas y
adolescentes en las instituciones, parece ser que quedan rezagadas de la perspectiva de género y de los
derechos que tienen por el ser niñas o adolescentes. De esta forma se logra visualizar si estos derechos son
vulnerados, desde múltiples factores a las niñas y adolescentes en mayor porcentaje que los niños.
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De acuerdo a la distribución según tipos de maltrato un 75,28% de las niñas han sido
víctima de abuso sexual, respecto de un 24,72% de los niños. Un 77,64% de las niñas ha sido
víctima de violación sobre un 22,36% de los varones. Según las cifras de explotación sexual el
74,18% de la población atendida corresponde a niñas. De éstas el 80,54% corresponde a víctimas
de explotación sexual comercial. (SENAME, 2010, p.18).
Los datos estadísticos de la red SENAME, dan cuenta de las diferencias particulares que viven niñas y
adolescentes institucionalizadas, esto en cuanto a la mayor vulnerabilidad que vive el género femenino a
diferencia del masculino, lo que nos permite reflexionar que es necesario ahondar en la particularidad del
género, y comprender si existen más opresiones por parte de un sistema patriarcal, el cual vulnera
múltiples derechos de niñas y adolescentes, pero aún más son vulneradas por pertenecer a residencias y no
ser del género masculino. En relación a la temática abordada se debe analizar que existe una diferencia
entre ser un niño o una niña que ha sido institucionalizado, de esta misma forma también hacer una
relevancia por los factores de ser niña o adolescentes perteneciente a un hogar tradicional y por otro lado,
pertenecer a una institución que pretende ser protegida por el Estado, en estas dos vertientes existe una
brecha social bastante amplia, lo cual da cuenta de las más de una vulneración que existen para las niñas y
adolescentes que pertenecen a residencias. Con respecto a esto, cabe destacar que según un análisis que
realizó la psicóloga Maryorie Dantagnan sobre el texto lanzado por el Hogar de Cristo “Ser Niña en una
Residencia de Protección en Chile”, el cual evidencia el carácter de vulneración que vive el género
femenino, por el solo hecho de tener ciertas características, que se suman al hecho de pertenecer a una
residencia de SENAME, esto permite profundizar en las múltiples vulneraciones que viven las niñas y
adolescentes que se encuentran fuera de su hogar de origen. En vinculación a ello la psicóloga plantea
que;
“Un concepto interesante en esta aproximación de género a este grupo de niñas y jóvenes es la
interseccionalidad que padecen. Esto se refiere a que ellas, a diferencia de ellos, acumulan una
suma de desventajas, donde al ser mujer se agregan el ser menor de edad, estar al cuidado del
Estado, padecer alguna discapacidad, tener algún tipo de consumo problemático, estar en
abandono, y todo lo que aumenta su pobreza y desigualdad”. Citado en (Torres, 2021).
según su sexo/género, sino también según otras razones”. (Hernández, 2017, p.7). Como menciona el
autor estas diversas razones se entrelazan y provocan una opresión de carácter interseccional, el cual se ve
enfocado en este caso, a la opresión y vulneración de derechos que es ejercida hacia niñas y adolescentes
de residencias del Servicio Nacional de Menores. Otro punto importante para dar cuenta de la diferencia
en cuanto a las vulneraciones hacia niñas y adolescentes, lo señala el Consejo Nacional de la Infancia,
donde plantea que el 34% ha sufrido al menos una situación de maltrato por parte de sus cuidadores/as.
Esta situación sería mayor en mujeres, en donde el porcentaje aumenta a 43% frente al 26% de los
hombres. Citado en (Fundación de la confianza, 2019).
A modo de acotación es necesario optar por esta vía para acabar con todo tipo de opresiones, para
lograr tener un enfoque de género, frente al universo diverso de realidades que nos encontramos, es
importante a su vez entender que es un problema social latente en la actualidad, las múltiples
vulneraciones de derechos en un sistema que se guía por una mirada paternalista y adultocentrista, en
donde hay que tener especial cuidado en cómo erradicar estas prácticas de una buena vez, lo que nos
genera un gran desafío hacia la perspectiva del deber ético que nos queda con la niñez, como actores
sociales que tienen el deber de ser activamente políticos y sociales, en cuanto a las problemáticas que se
ven expuestas. De este modo es esencial considerar la pregunta inicial de esta investigación en la que nos
preguntamos si es correcto mencionar que se genera una violencia y/u opresión interseccional producto de
las múltiples vulneraciones de Derechos hacia niñas y adolescentes del SENAME. Con ello es correcto
afirmar que las mujeres son expuestas a más vulneraciones de grave índole en comparación de los
hombres, lo cual se puede vislumbrar con los datos anteriormente mencionados, donde da cuenta de las
diferencias significativas en cuanto a vulneraciones graves de derecho a su integridad y las múltiples
opresiones que viven en su vida las niñas y adolescentes, si bien los niños y niñas que pertenecen a
instituciones son vulnerados de distintas maneras no podemos dejar pasar por alto las desventajas mayores
que tiene el género femenino, y cómo esto evidencia que un sistema patriarcal y adultocentrista oprime de
manera gigantesca a las niñas y adolescentes aún más si son institucionalizadas. Por otro lado, es
fundamental el análisis reflexivo de cómo nos responsabilizamos de aquellas problemáticas vigentes, y
preguntarnos qué es lo que está ocurriendo en la estructura orgánica que no permite romper con estas
barreras de desigualdad y opresiones con el género femenino, y con quienes al mismo tiempo son
institucionalizadas. En este punto debemos detenernos en quienes tienen la responsabilidad mayor en esta
protección de los Derechos y por qué surge esta opresión, como bien sabemos el rol fundamental del
Estado es en cuanto a la protección y garantía de los Derechos, de este modo no podemos desestimar esta
labor que debe ser ejercida por este ente, el cual debe asegurar e implicarse al contexto que se presenta por
la vulneración a los derechos de la niñez.
Cabe destacar según señala en la columna de Ciper, la Académica de Trabajo Social; Ana Fuentealba,
menciona: “Los Tribunales de Familia junto a Sename, son los principales representantes del Estado en la
Política de Infancia, quienes deben intervenir frente a situaciones de vulneración de derechos, para
interrumpir relaciones que dañan y obstruyen su adecuado crecimiento y desarrollo”. (Fuentealba, 2016).
Sin embargo, la autora menciona que esto no se ha visto en el deber del Estado y sus representantes, en
cuanto a la protección que debe velar, asimismo, se muestra que las políticas establecidas para la infancia
no dan abasto con el panorama que se manifiesta actualmente en cuanto a las innumerables vulneraciones
de derechos hacia la niñez, como tampoco se observa la promulgación de las leyes que garantice
realmente el bienestar e integridad de niñas/os y adolescentes, para ello hay que realizar una reflexión y
desafío arduo en cuanto a las gestiones de la nuevas implementaciones y desarrollo de las políticas de
Infancia, debemos considerar que el Estado debe brindar la protección de los Derechos de la niñez, sin
embargo la sociedad, las personas naturales, los y las profesionales capacitados para generar cambios en el
diseño e implementación de las políticas, como por ejemplo, el Trabajo Social, deben gestionar en su
calidad de actores sociales un rol activo y pro-activo en función de una transformación a la erradicación de
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las opresiones y vulneraciones vivida por la Infancia, para ello también hay que tener una perspectiva de
género, que como bien se señaló durante la investigación, es una temática bastante invisibilizada en la
sociedad, de esta manera es fundamental que se aborde de manera interseccional todas las aristas que
engloban las problemáticas planteadas, para comprender de manera holística todas las vulneraciones
ejercidas, y generar a su vez una política de Infancia acorde a los lineamientos que plantea la Convención
de Derechos del niño (CDN), siendo protegidos todos/as las niñas y adolescentes de Chile respondiendo al
deber del Estado para garantizar la protección de aquello y a su vez con perspectiva de género.
Es importante considerar los componentes ético-políticos en cuanto a las políticas de infancia que
puedan garantizar los derechos de niñas/os y adolescentes, para generar cambios en las estructuras
opresivas a las cuales se ven expuestos y permitir analizar los componentes éticos de las profesiones que
se ven afectados en las circunstancias. De este modo, tenemos una responsabilidad social respecto a ello, y
día a día se ha invisibilizado aún más, planteando así la reiterada frase de los medios, de “hemos llegado
tarde”, para justificar y romantizar, el poco ejercicio práctico que hemos tomado frente al accionar como
actores sociales, en vez de generar un mejor vivir para todos/as, sabemos también que las profesiones que
buscan los cambios en estas temáticas han quedado al debe en cuanto al quehacer profesional en esta
materia, sumado a ello las vulneraciones que existen en las residencias de SENAME, se le suma la poca
particularidad que se les otorga a las niñas y adolescentes que viven opresiones constantes por este sistema
hegemónico y patriarcal, pero esto no puede seguir ocurriendo y para ello necesitamos buscar el camino
más adecuado para solventar todas las problemáticas vigentes en cuanto al poco trabajo de las Políticas
Sociales y los desafíos que los y las profesionales del área deben tomar, para ello se puede destacar el rol
ético que tienen los y las profesionales de las ciencias sociales, considerando así el Trabajo Social
fundamental para el ejercicio práctico de estas temáticas abordadas.
El autor Grassi plantea las políticas sociales, como un tipo de “políticas estatales de
intervención social, las cuales tienen como primer desafío traducir la complejidad de los
postulados de la Convención de Derechos del niño (CDN), en orientaciones claras de donde se
desprenden estrategias, programas, metodologías y haceres que transformen la relación existente
entre la infancia, el mundo adulto y la hegemonía política, económica, social y cultural”. Citado
en (Gallegos y Jarpa, 2014).
Los desafíos que tiene el Trabajo Social son bastante amplios en cuanto al rol ético-político en
materia de las políticas de Infancia y su ética, debido a que debemos tener en cuenta que unos de los
principios éticos de la labor de la profesión es el bienestar social y la justicia social, a su vez no debemos
olvidar el principio superior del niño/a, la promoción de los Derechos y la equidad, como un principio que
no debe quedar fuera de esta mirada integradora, para generar los cambios que se buscan en cuanto a las
políticas de Infancia del SENAME y las múltiples opresiones que viven día a día, por esto es importante
que tengamos una mirada desde la interseccionalidad para comprender mejor las vulneraciones de los
Derechos de la Infancia, ya sea, en cuanto al género, edad, raza, clase social, etc. El Trabajo Social tiene
el rol de intervenir y acompañar a los/as niñas y su familia, de generar su quehacer profesional mediante la
orientación, mediación, resolución de problemas, seguimiento, información, por otro lado, aporta en las
investigaciones de la problemática para plantear nuevas propuestas, asimismo, esto trae cómo desafío
transformar y rediseñar las teorías, proyectos, estrategias, planificación, para aportar en el desarrollo,
diseño e implementación de las políticas, en cuanto a la infancia que puedan generar transformación.
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CONCLUSIÓN
A modo de síntesis podemos proponer que para dicha problemática tenemos que optar por la
reflexión activa para generar cambios en cuanto a las vulneraciones de los Derechos de la niñez, por otro
lado, es esencial tener en cuenta la perspectiva de género o feminista para comprender que existe un
universo particular que están viviendo las niñas y adolescentes en las residencias de SENAME, además de
ello se le suma el contexto actual en el que nos encontramos, que ha traído bastantes consecuencias
negativas para el bienestar de todos y todas. Es importante que se construyan políticas para la Infancia
bajo estas premisas y para ello, se debe afirmar que las múltiples vulneraciones que viven en la Infancia,
se le añade un componente interseccional en cuanto a las opresiones que viven, es decir, las vulneraciones
de Derechos que tienen las niñas y adolescentes están guiadas por opresiones que son fomentadas por
relaciones de poder, desde el binarismo; hombre/ mujer, cabe destacar que las vulneraciones de estos
Derechos se transforman en constantes opresiones del género o de no pertenecer a lo normado y lo
tradicional, lo cual se considera fuera de lugar, estableciendo así nuevamente relaciones de poder entre los
grupos que son excluidos y los que tienen poder. De esta manera la investigación nos permite reflexionar
en nuestro actuar frente a estas vulneraciones y nos invita a mirar estas vulneraciones de Derechos, más
allá de lo que se pueda establecer y observar, nos permite analizar esta mirada de la interseccionalidad y
dualidad de las vulneraciones que viven las niñas y adolescentes que son institucionalizadas. Por esto
también es fundamental tomar en cuenta que deben existir nuevas Políticas en relación a este temas,
nuevas leyes que den cuenta de una perspectiva de género que pueda abordar todos los parámetros que
generan ruido en la actualidad, además de ello generar nuevas propuestas para la nueva constitución que
debe ser actualizada, de este modo, acabar con las prácticas opresivas que radican en mujeres, niñas y
adolescentes en nuestro universo, por ello es indisolublemente necesario tener una mirada emancipadora
frente a estas relaciones de poder, lo cual no podemos solo ver desde lo macro social estas problemáticas,
tenemos que dar cuenta que las vulneraciones de Derechos son más que transgresión de lo que es
establecido por las instituciones, va más allá de una infracción de la Ley, acá se debe considerar esta
mirada interseccional para dar cuenta que existen opresiones de por medio que sobrepasan lo visible para
la sociedad, y para comprender esta realidad tan compleja se debe de cuestionar y analizar si la
vulneración de Derechos es solo eso, o tiene un trasfondo lleno de opresiones vividas.
Otro tema fundamental que hay que tener en cuenta son los desafíos que tenemos para cambiar
aquello, es importante tomarle relevancia a la reestructuración de las leyes y políticas que se tienen en la
Infancia y en el Servicio Nacional de Menores, para ello se debe tener una perspectiva feminista,
antipatriarcal y no paternalista, el cual genere cambios significativos para la niñez, en cuanto a los
desafíos del Trabajo Social, debemos tener en cuenta que debemos forjar cambios que puedan contribuir
en la estructuración de nuevas estrategias, significación, metodologías, intervenciones y teorías, para
comprender mejor la realidad invisibilizada de las opresiones que viven en SENAME, asimismo, es
fundamental generar cambios característicos desde la intervención, como en cuanto a cómo definimos a
las y los sujetos y cuál es el rol que le damos, asimismo, las investigaciones sociales que pueden aportar a
nuevos conocimientos actualizados, a su vez, permitir nuevas transformaciones para el mundo de las niñas
y adolescentes institucionalizadas, que han nacido en un sistema que las vulnera y oprime de diversas
maneras, del mismo modo, persistir en desarrollar, implementar y ejecutar nuevas Políticas de Infancia
que permitan guiar y supervisar desde la ética profesional del Trabajo Social y el principio de la
protección de los Derechos de la niñez, el bien superior del niño/a, la promoción de la Equidad, Bienestar
Social y Justicia Social. Todos estos desafíos desde la ética profesional del Trabajo Social pueden generar
cambios en las estructuras de dominación que nos encontramos ejerciendo y nos permite reflexionar
activamente en el quehacer profesional y nuestra labor como actores sociales, que rompan con los
paradigmas establecidos hasta la actualidad, construir una mirada más horizontal, para surgir con una
nueva perspectiva desde la interseccionalidad y perspectivas feministas o de género.
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REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS