Pueblos Escitas
Pueblos Escitas
Pueblos Escitas
Los escitas estuvieron entre los primeros pueblos en dominar la guerra a caballo.10 Mantenían
manadas de caballos, ganado vacuno y ovejas, vivían en carretas cubiertas y luchaban con arcos y
flechas a caballo. Desarrollaron una rica cultura caracterizada por tumbas opulentas, fina
metalistería y un estilo artístico brillante.11 Algunos
eruditos discuten que en el siglo VIII a. C., un ataque escita
sobre Altái puede «relacionarse» con un ataque a la
dinastía Zhou.12 Poco después, se expandieron hacia el
oeste y conquistaron a los cimerios de la estepa póntica.13
En su apogeo, los escitas dominaron toda la estepa,14 15
extendiéndose desde los montes Cárpatos en el oeste al
centro de China (Cultura de Ordos) y el sur de Siberia
(Cultura de Tagar) en el este,7 16 creando lo que se ha
llamado el primer imperio nómada de Asia central, aunque
hay poco que pueda llamarse estado organizado.13 17
Con base en lo que es hoy Ucrania, la Rusia europea Placa de cinturón de oro escita,
meridional y Crimea, los escitas occidentales eran Mingachevir (antiguo reino escita),
gobernados por una clase rica conocida como los Escitas Azerbaiyán, siglo VII a. C.
Reales o Regios. Los escitas establecieron y controlaron la
ruta de la seda, una vasta red comercial que conectaba
Grecia, Persia, la India y China, contribuyendo quizás al florecimiento contemporáneo de aquellas
civilizaciones.18 Trabajadores del metal sedentarios confeccionaban objetos decorativos para los
escitas. Estos objetos sobreviven principalmente en metal, formando un arte escita distintivo.19
En el siglo VII a. C., los escitas cruzaron el Cáucaso y frecuentemente saquearon Oriente medio
junto con los cimerios, teniendo un papel importante en los desarrollos políticos de la región.13
Durante la Antigüedad clásica, los escitas dominaron la estepa póntica, la cual recibió el nombre
de Escitia.20
Se sabe que tuvieron sus antecedentes desde el año 2000 a. C., pero su primera aparición en la
historia es una alianza con los asirios en el [[siglo VII a. C.|siglo VII a. C.]21 Siglos después
colaboraron con los medos —tribu irania emparentada con los persas— para desmembrar al
Imperio asirio.22
Alrededor de 650–630 a. C., los escitas dominaron brevemente a los medos de la meseta iraní
occidental,23 24
alcanzando con su poder las fronteras de Egipto.10 Después de perder el control
sobre Media, los escitas continuaron interviniendo en los asuntos de Oriente Medio, con un papel
destacado en la destrucción del Imperio asirio en el Saqueo de Nínive en el año 612 a. C. Los
escitas posteriormente se implicaron en frecuentes conflictos con el imperio aqueménida. Los
escitas occidentales sufrieron una gran derrota contra Macedonia en el siglo IV a. C.10
En la Antigüedad tardía fueron sometidos por los sármatas, un pueblo culturalmente afín (iranio,
procedía de Asia central)25 que terminó sustituyéndolos como amos de las estepas.
En el siglo II a. C., los escitas orientales (Saka) de la estepa euroasiática fueron atacados por los
yuezhi, wusun y xiongnu, impulsando a muchos de ellos a emigrar hacia el Sur de Asia,26 27
donde pasaron a ser conocidos como indo-escitas. 28
En algún momento, quizá tan tarde como el siglo III de nuestra era después de la desaparición de
la dinastía Han y los xiongnu, los escitas orientales cruzaron las montañas del Pamir y se
asentaron en la cuenca del Tarim occidental, donde están documentados los idiomas escitas
jotanés y tumshuqués en escrituras brahmi de los siglos X y XI.27 El reino de Jotán, al menos en
parte saka, fue luego conquistado por el kanato qarajánida, que llevó a la islamización y
turquificación del noroeste de China. En Europa
oriental, a principios de la Edad Media, los escitas
y los sármatas, tan estrechamente relacionados con
ellos, fueron al final asimilados y absorbidos (esto
es, eslavizados) por la población protoeslava de la
región.29 30
31
32
Índice
Nombres y terminología
Orígenes
Evidencia literaria
Arqueología
Historia
Antigüedad clásica (600 a. C. al año 300)
Sakas de la estepa oriental
Jotán y los reinos de la cuenca del Tarim
Indo-escitas
Antigüedad tardía
Arqueología
Kurganes
Cultura Pazyryk
Excavaciones en Bilsk
Tesoro de Tillia Tepe
Cultura y sociedad
Divisiones tribales
Costumbres
Militarismo
Ropas
Arte
Religión
Territorio
Etnografía
Idioma
Apariencia física
Historiografía
Heródoto
Estrabón
Fuentes indias
Genética
Legado
Uso moderno temprano
Pretensiones de descendientes
Pueblos antiguos relacionados
Véase también
Bibliografía
Para saber más
Ulterior lectura
Referencias
Enlaces externos
Nombres y terminología
En sentido estricto, «escita» se refiere a los
nómadas al norte del mar Negro y se
distingue de los muy parecidos sármatas
que viven al norte del Caspio y más tarde
reemplazaron a los escitas propiamente
dichos.
En idioma acadio, los escitas eran los gugu (jefes) de las tierras de Mat Gugu.
En idioma sumerio, la palabra gug significa ‘oscuridad’ o ‘tinieblas’.
En hebreo esta palabra gug (o gog) significa ‘alto’ o ‘techo’ y figuradamente ‘soberbio’.
Iskuzai o Askuzai es un término asirio para los saqueadores al sur del Cáucaso quienes eran
probablemente escitas. Un grupo de escitas/sakas fueron al sur y dieron su nombre a Sakastán.
Ellos, o un grupo relacionado, invadieron el norte de la India y se convirtieron en indo-escitas.
Oswald Szemerényi estudió las diferentes palabras para los escitas y dio las siguientes: Skuthes
Σκύθης, Skudra, Sug(u)da, y Saka.36
Los tres primeros descienden de la raíz indo-europea *(s)kewd-, que significa «lanzar»
(relacionada con el inglés shoot). *skud- es la forma grado cero de la misma raíz. Szemerényi
restaura el nombre que los escitas se daban como *skuda (aproximadamente «arquero»).
Esto da lugar al griego antiguo Skuthēs Σκύθης (plural Skuthai Σκύθαι) y al asirio Aškuz;
antiguo armenio: սկիւթ skiwtʰ es del itacístico griego. Un sonido escita tardío cambia de /d/ a
/l/ da la palabra griega Skolotoi (Σκώλοτοι, escólotos Heródoto 4.6), del escita *skula que,
según Heródoto, fue como se llamaban a sí mismos los Escitas Reales. Otros cambios de
sonido dieron lugar a Sogdia.
La forma reflejada en persa antiguo: Sakā, griego: Σάκαι; latín: Sacae, sánscrito: शक Śaka
viene de la raíz verbal irania sak-, «ir, merodear» y por lo tanto significa «nómada».37
En el sentido más amplio y en arqueología escita y escítico pueden usarse para todos los nómadas
de las estepas a comienzos de la historia documentada.38 Las praderas de Mongolia y el norte de
China son a menudo excluidas, pero la cultura de Ordos y la cultura de Tagar parecen haber tenido
significativos rasgos «escitas». A menudo, «escita» se restringe a los nómadas de la estepa central
y occidental que hablaban lenguas escito-sármatas de la familia irania. Si se usaron otros idiomas
en la región, no hay evidencia.
Orígenes
Evidencia literaria
Los escitas aparecen mencionados por primera vez en la documentación histórica en el siglo VIII
a. C.39 Heródoto narra tres versiones contradictorias respecto a los orígenes de los escitas, y
señala cuál es la que él, personalmente, considera personalmente más creíble:
Los escitas, unos nómadas que habitaban en Asia, se vieron en dificultades, en el curso
de una guerra, por la acción de los maságetas, así que cruzaron el río Orexartes (Río Sir
Daria) y se dirigieron hacia Cimeria (pues, según cuentan, el territorio que en la
actualidad ocupan los escitas pertenecía antaño a los cimerios).40
Los relatos de Heródoto sobre los orígenes escitas han sido desdeñados recientemente; aunque sus
relatos de las actividades de saqueo contemporáneas a sus escritos han sido consideradas más
fiables.41 Más aún, el término escita, como cimerio, se usó para referirse a una variedad de grupos
desde el mar Negro hasta el sur de Siberia y Asia central. «No eran un pueblo específico», sino más
bien una variedad de pueblos «mencionados en diversos momentos de la historia, y en varios
lugares, ninguno de los cuales era su tierra natal original».42 El Nuevo Testamento incluye una
sola referencia a los escitas en la Epístola a los colosenses 3:11.43
Arqueología
La interpretación moderna de la evidencia histórica,
arqueológica y antropológica ha propuesto dos amplias
hipótesis.44 La primera, formalmente más defendida primero
por los investigadores soviéticos, luego rusos, más o menos
siguen el tercer relato de Heródoto, sosteniendo que los
escitas eran un grupo iranio oriental que llegaron desde Asia
interior, esto es, de la zona de Turkestán y Siberia
occidental.44 45
El territorio de los Scythae Basilaei
Según una segunda hipótesis, defendida por Ghirshman y («Escitas Reales») a lo largo de la
otros, el complejo cultural escita emergió de grupos locales de orilla norte del mar Negro alrededor
la cultura de la «tumba de madera» (o Srubna) en la costa del del año 125.
mar Negro,44 aunque esta se asocia también a los cimerios.
Según Dolujánov, la evidencia arqueológica apoyaría esta
propuesta, pues ha encontrado que los cráneos escitas son similares a los hallazgos precedentes de
la cultura de tumba de madera, y se diferencia de los Sacae de Asia central.46 Sin embargo, de
acuerdo con Mallory, la evidencia arqueológica es pobre, y la cultura de Andrónovo y «al menos los
casos aparte orientales de la cultura de tumbas de madera» puede identificarse como indo-
iranios.44
Otros han enfatizado que «escita» era un término muy amplio usado tanto por los estudiosos
antiguos como los modernos para describir a toda una serie de pueblos que por otro lado no
estaban relacionados entre sí y solo compartían ciertas similitudes en la forma de vida
(nomadismo), prácticas culturales y el idioma. El I milenio a. C. dio lugar a un período de
conectividad económica y cultural sin precedentes entre comunidades diferentes y de amplio
espectro. Una forma de vida móvil habría facilitado el contacto entre grupos étnicos dispares a lo
largo de la extensa estepa euroasiática desde el Danubio hasta Manchuria, llevando a muchos
parecidos culturales. Desde el punto de vista de los antiguos observadores, griegos y persas, todos
se agrupaban juntos bajo la categoría étnica «escitas».
Historia
Durante el siglo IV a. C., los escitas llegaron a su mayor desarrollo político, cultural y económico.
Muchos componentes de la comunidad escita se convirtieron en agricultores sedentarios, en la
zona norte del mar de Azov, llegando inclusive a la zona de Altái. Allí formaron su reino con capital
en la ciudad que los griegos llamaron «Panticapea» (hoy Kámenskoe Gorodishche).
Los eruditos modernos usualmente usan el término saka para referirse a las tribus de habla irania
que habitaban la estepa oriental y la cuenca del Tarim.49 50
Las inscripciones persas antiguas
también usaban saka para referirse a los escitas occidentales al norte del mar Negro – los Sakā
paradraya o «Saka más allá del mar».51 52
Ciro el Grande del imperio aqueménida persa combatió contra los saka, cuyas mujeres se decía que
luchaban junto con sus hombres.59 Según Heródoto, Ciro el Grande también se enfrentó a los
masagetas, un pueblo que se creía que estaba relacionado con los saka,60 mientras hacía campaña
al este del mar Caspio y resultó muerto en la batalla en el año 530 a. C.61 Darío el Grande también
combatió contra los sakas orientales, quienes se resistieron a él con tres ejércitos liderados por tres
reyes según Polieno.62 En 520–519 a. C., Darío I derrotó a la tribu Sakā tigraxaudā y capturó a su
rey Skunkha (reprsentado con un sombrero puntiagudo en la inscripción de Behistún).49 Los
territorios de los saka fueron absorbidos dentro del imperio aqueménida como parte de Corasmia
que incluía gran parte del Amu Daria (Oxus) y el Sir Daria (Jaxartes),63 y los sakas entonces
proporcionaron al ejército persa con un gran número de arqueros a caballo en las guerras
aqueménidas.52
En el Libro de Han chino, los valles del río Ili y el Chu se llamaron la «tierra de los sai», esto es, los
saka. La fecha exacta de su llegada en esta región de Asia central no queda claro, quizá fue justo
antes del reinado de Darío I.64 Alrededor de treinta tumbas saka en forma de kurgans (montículo
de enterramiento) se han encontrado también en la zona del Tian Shan datadas entre 550–250 a.
C. Las indicaciones de presencia saka también se han encontrado en la región de la cuenca del
Tarim, posiblemente tan pronto como en el siglo VII a. C.65 Algunos estudiosos modernos
creyeron que el saqueo de Haojing, capital de la dinastía
Skunkha, rey de los Sakā tigraxaudā
Zhou Occidental, en 770 a. C. pudo estar relacionada con un
ataque escita desde los montes Altái antes de su expansión
hacia el oeste.66
Los saka migraron desde Bactriana donde con el tiempo asentaron en algunos de las ciudades
estados oasis de la cuenca del Tarim que a veces cayeron bajo la influencia de la dinastía Han china
(202 a. C. – 220).64 Estos estados en la cuenca del Tarim incluyeron Jotán, Kashgar, Shache (莎
車 , probablemente llamado así por los habitantes saka), Yanqi ( 焉 耆 , Karasahr) y Qiuci ( 龜 茲 ,
Kucha).74 75
Indo-escitas
Antigüedad tardía
Véanse también: Sármatas, Alanos y Osetios.
Los sármatas (incluyendo a los alanos y finalmente los osetios) contaban como escitas en el
sentido más amplio de la palabra – como hablantes de lenguas iranias orientales,86 y están
considerados en su mayor parte de ascendencia irania.87
Las fuentes bizantinas también mencionan saqueadores rus que atacaron Constantinopla
alrededor del año 860 en relatos contemporáneos como «tauroescitas», debido a su origen
geográfico, y a pesar de su falta de cualquier relación étnica con los escitas. El patriarca Focio pudo
haber sido el primero en aplicar el término a ellos durante el asedio de Constantinopla en 860.
Arqueología
Véase también: Cultura de los kurganes
Los restos arqueológicos de los escitas incluyen tumbas kurgán (que van desde ejemplares
sencillos a elaborados «kurgán reales» conteniendo la «tríada escita» de armas, arreos de caballo y
arte animalístico salvaje al estilo escita), oro, seda, y sacrificios animales, en lugares donde se
sospecha que también se produjeron sacrificios humanos.88 89 Las técnicas de momificación y el
permafrost han ayudado a la conservación relativa de algunos restos. La arqueología escita
también examina los restos de las fortificaciones y ciudades escitas del norte del Ponto.90
Los espectaculares hallazgos escitas en las tumbas de Arzhan, y otros en Tuva han sido datados de
alrededor del año 900 a. C. en adelante. Una tumba en el bajo Volga dio una fecha similar, y una
de las tumbas de Steblev del extremo de Europa del este de la región escita fue datada de finales
del siglo VIII a. C.91
1.er período – época pre-escita y escita inicial: desde el siglo IX hasta mediados del siglo VII a.
C.
2.º período – época escita temprana: siglos VII y VI a. C.
3.er período – época escita clásica: siglos V y IV a. C.
Desde el siglo VIII al II a. C., la arqueología documenta una separación entre dos zonas de
asentamientos bien distintas: la antigua en la zona de Sayan-Altái en Asia central, y la más joven
en la zona póntica septentrional de Europa oriental.92
Escita temprano – De mediados del siglo VIII o finales del siglo VII a. C. hasta alrededor del
año 500 a. C.
Escita clásico o escita medio – desde alrededor del 500 a. C. a alrededor del 300 a. C.
Escita tardío – desde alrededor del año 200 a. C. hasta principios del siglo II, ya de nuestra
era, en Crimea y el bajo Dniéper, época en la que la población estaba asentada.9
Kurganes
Estos grandes enterramientos en montículo (algunos de hasta 20 metros de alto) proporcionan los
restos arqueológicos más valiosos asociados con los escitas. Aparecen a lo largo del cinturón de la
estepa euroasiática, desde Mongolia hasta los Balcanes, a través de las estepas de Ucrania y el sur
de Rusia, extendiéndose en grandes cadenas durante muchos kilómetros a lo largo de cresterías y
cuencas fluviales. De ellos los arqueólogos han aprendido mucho de la vida y el arte escitas.93
Algunas tumbas escitas revelan trazas de artesanía griega, china e india, sugiriendo un proceso de
helenización, sinización, y otras influencias locales entre los escitas.94
Algunas culturas escito-sármatas puede que dieran lugar al surgimiento de las historias griegas
sobre las amazonas. Se han encontrado tumbas con mujeres armadas en el sur de Ucrania y en
Rusia. David Anthony señala, «alrededor del veinte por ciento de las "tumbas de guerreros" escito-
sármatas en el bajo Don y el bajo Volga contenían mujeres vestidas para la batalla como si fueran
hombres, un estilo que puede haber inspirado los cuentos griegos sobre las amazonas».96
Las excavaciones en el kurgán Sengileevskoe-2 encontró boles de oro con capas que indicaban una
fuerte bebida de opio usada mientras que el cannabis ardía cerca. Los boles de oro representan
escenas mostrando ropas y armas.97
Cultura Pazyryk
Excavaciones en Bilsk
Las excavaciones realizadas en un pueblo Bilsk cerca de Poltava (Ucrania) han sacado a la luz una
«vasta ciudad», con una superficie mayor que la de cualquier otra ciudad de la época
(Asentamiento Bilsk). Se ha identificado, provisionalmente, por un equipo de arqueólogos
liderados por Boris Shramko como el yacimiento de Gelono, la supuesta capital de Escitia. Las
impresionantes murallas de la ciudad y vasta superficie de cuarenta kilómetros cuadrados superan
incluso el tamaño estrafalario que cuenta Heródoto. Su ubicación en el borde septentrional de la
estepa ucraniana habría permitido control estratégico de la ruta comercial norte-sur. A juzgar por
los hallazgos –que datan de los siglos V y IV a. C.–, abundaron talleres de artesanía y cerámica
griega.
Cultura y sociedad
Divisiones tribales
Los escitas vivieron en tribus confederadas, una forma política de asociación voluntaria que
regulaba los pastos y organizaban una defensa común contra los vecinos invasores de tribus de
pastores de, principalmente, ganaderos de caballos. Mientras la productividad de los animales
domesticados en gran medida superaba a la de las sociedades agrícolas, la economía pastoral
también necesitaba productos agrícolas suplementarios, y confederaciones nómadas estables
desarrollaron alianzas simbióticas o forzadas con pueblos sedentarios – a cambio de productos
animales y protección militar.
Heródoto refiere que las tres principales tribus de los escitas descendían de tres hermanos,
Lipoxais, Arpoxais, y Colaxais:101
Pues bien, de Lipoxais descienden los escitas que, en razón de la tribu que forman,
reciben el nombre de aucatas; del mediano, Arpoxais, los que reciben el nombre de
catíaros y traspis; y del menor de los tres hermanos, de su rey, los que reciben el
nombre de parálatas. Ahora bien, todos ellos son denominados genéricamente
escólotos, en virtud del nombre de su monarca, y han sido los griegos quienes les han
impuesto el nombre de escitas.102
Heródoto también menciona una tribu o clan real, una élite que en gran medida dominó a los otros
escitas:
Al otro lado del Gerro se encuentran ya las regiones que reciben el nombre de «reales»
y los escitas más valientes y numerosos, que consideran a los demás escitas como
súbditos suyos.103
Aunque los estudiosos han tratado tradicionalmente a las tres tribus como algo geográficamente
distinto, Georges Dumézil interpretó los regalos divinos como símbolos de ocupaciones sociales,
ilustrando su función trifuncional de las sociedades tempranas indoeuropeas: el arado y el yugo
simbolizan a los granjeros, la sagaris – los guerreros, el bol – los sacerdotes.106 Según Dumézil,
«los infructuosos intentos de Arpoxais y Lipoxais, en contraste con el éxito de Colaxais, puede
explicar por qué las capas más altas no era la de los granjeros o los magos, sino más bien la de los
guerreros».107
Costumbres
Algunas tribus escitas no enterraban a sus muertos y esperaban que los buitres se los comieran,
similar a los ritos zoroastras, y si esto ocurría era un augurio de bienestar para la tribu. El águila
era una encarnación del dios del viento para algunos de ellos, copiaron esta creencia de los
sumerios. También antes de una guerra enviaban pensamientos malos como saetas a los enemigos
para matarlos y si éstos no morían o se enfermaban procedían a la guerra. Las tribus llamadas
«escitas reales» que se asentaron en Ucrania, sembraban trigo para vendérselo a los griegos.
Además del origen histórico, según algunas leyendas se le atribuye a este pueblo que desciende del
mismísimo Zeus del Olimpo. Los escitas tenían la creencia de que el oro les había sido
proporcionado por los Arimaspos, seres de un solo ojo, los cuales habían robado tesoros de los
nidos de los grifos.
Los hebreos creían que los cimerios (que en la Biblia se los conoce como descendientes de Gómer,
el nieto de Noé por Jafet, su hijo) eran la tribu madre de los escitas criadores de caballos, que en el
Libro del Génesis 10, 2-3 se los conoce a su vez como descendientes de Askenaz (o Askenazí), el
primero de los tres hijos de Gómer mencionados en la Biblia en Génesis (https://www.biblegatewa
y.com/passage/?search=G%C3%A9nesis+10%3A3&version=DHH). También Magog, el segundo
de los siete hijos de Jafet mencionados en la Biblia, es considerado un escita criador de caballos y
camellos bactrianos.108 Siglos después Josefo confirma esta creencia en su historia del pueblo
israelita.
A nivel arqueológico se han descubierto numerosos objetos artesanales de oro de gran elaboración
con motivos equinos, pues eran excelentes jinetes, expertos en hacer lazos e inventores-usuarios
del arco de doble curva, o retratando su vida cotidiana; también la tumba de los reyes, que eran
grandes túmulos (kurganes) donde, tras estrangularlos, eran enterrados junto al monarca sus más
cercanos sirvientes, concubinas y hasta caballos.
Militarismo
Las espadas escitas medían unos 7 dm de largo y fueron evolucionando con el tiempo: de una hoja
recta de dos filos fueron cambiando a una hoja en forma de triángulo isósceles, de un solo filo. Las
empuñaduras y las hojas estaban profusamente decoradas, algunas eran auténticas obras de arte.
Posteriormente algunas tribus escitas se asentaron y se volvieron agricultores alrededor del mar
Negro. Estas tribus redujeron su caballería y comenzaron a aportar infantería competente,
básicamente arqueros y tropas auxiliares.
Con gran movilidad, los escitas podían enfrentarse a infantería y caballería más voluminosa,
simplemente retirándose hacia las estepas. Semejantes tácticas desgastaban a sus enemigos,
haciendo más fácil derrotarlos. Los escitas eran guerreros conocidos por su agresividad.
«Luchaban para vivir y vivían para luchar» y «bebían la sangre de sus enemigos y usaban los
cráneos como servilletas».98 109
Gobernados por un grupo pequeño de élites estrechamente aliadas, los escitas tenían reputación
como arqueros, y muchos se empleaban como mercenarios. Las élites escitas tenían como tumbas
los kurganes: altos túmulos apilados sobre tumbas en cámara de madera de alerce, una conífera
caducifolia que puede que tuviera un significado especial como un árbol de la vida-renovación,
pues se alza desnudo en invierno. Los enterramientos en Pazyryk en los montes Altái incluyen a
algunos escitas espectacularmente conservados de la «cultura Pazyryk» – incluyendo a la Doncella
de hielo del siglo V a. C.
El tesoro de Ziwiye, un tesoro de objetos de plata y oro, así como marfil, que se encuentra cerca de
la ciudad de Sakiz al sur del lago Urmia y que data entre el 680 y el 625 a. C., incluye objetos con
rasgos escitas de «estilo animalístico». Un plato de plata de este yacimiento tiene algunas
inscripciones, aún sin descifrar y es posible que represente algún tipo de escritura escita.
Los escitas también tenían reputación por el uso de flechas envenenadas y con púas de varios
tipos, para una vida nómada centrada en los caballos – «se alimentaban de la sangre de los
caballos» según Heródoto – y por su habilitad en la guerra de guerrillas.
Ropas
Las mujeres presentaban mayor variedad de tocados, algunos de forma cónica, otras más como
cilindros aplanados, también adornados con placas metálicas (doradas). Basándose en los
hallazgos en Pazyryk (también se ven en dibujos en la roca en el sur de Siberia, urálicas y en
Kazajistán) algunos gorros estaban rematados con esculturas de madera zoomórficas firmemente
unidas a un gorro y formando parte integral del tocado, similar a los yelmos que nos han llegado
de los nómadas del norte de China.
Tanto los hombres como las mujeres guerreras lucían túnicas,
a menudo bordadas, adornadas con piezas de fieltro, o placas
de metal (doradas).
Las mujeres escitas lucían ropas largas y sueltas, ornamentadas con placas de metal (oro). Las
mujeres lucían chales, a menudo ricamente decoradas con placas de metal (dorado).
Los hombres y las mujeres llevaban abrigos, por ejemplo los sakas de Pazyryk tenían muchas
variedades, desde la piel al fieltro. Podían haber llevado un abrigo de equitación que más tarde fue
conocida como una ropa meda o Kantus. De mangas largas, y abierta, parece que es lo que lleva la
delegación skudrana en la apadana de Persépolis. El tapiz de fieltro de Pazyryk muestra a un jinete
llevando una capa ondulante.
Los hombres y las mujeres llevaban pantalones largos, a menudo adornados con placas de metal y
bordados o adornados con apliques de fieltro; los pantalones podían haber sido más ancho o
ceñidos dependiendo de la región. Los materiales usados dependieron de la riqueza, el clima y la
necesidad.
Los hombres y las mujeres guerreras lucían varios tipos de botas, unas más largas y otras más
cortas, botas-polainas con fieltro-cuero-lana y zapatos tipo mocasín. Eran de tipo simple o con
cordones. Las mujeres a menudo llevaban zapatos suaves con placas de metal (oro).
Ambos sexos lucían cinturones. Los de los guerreros estaban realizados en cuero, a menudo con
adornos de oro u otro metal y tenían muchas tiras de cuero unidas para atar el gorytos del dueño, o
la espada, la piedra molas, el látigo, etc. Los cinturones se apretaban con metal o hebillas de
cuerno, tiras de cuero y placas de cinturón de cuerno o metal (a menudo dorados).
Arte
Los contactos escitas con artesanos en colonias griegas a lo largo de las orillas septentrionales del
mar Negro dieron como resultado los famosos adornos de oro escitas que se encuentran entre los
más glamurosos artefactos de los museos del mundo. Etnográficamente es también
extremadamente útil, el oro representa a los escitas como hombres barbados, caucasoides de pelo
largo. Las obras «greco-escitas» representando a escitas dentro de un estilo mucho más helénico
datan de un período posterior, cuando los escitas ya habían adoptado elementos de la cultura
griega, y las piezas reales más elaboradas se asume que se hicieron por orfebres griegos para este
lucrativo mercado. Otras piezas de metal del otro extremo de la estepa euroasiática usan un estilo
animalístico, mostrando animales, a menudo en combate con sus piernas dobladas por debajo. Los
orígenes de este estilo aún se debate, pero probablemente ambos recibieron y dieron influencias en
el arte de los pueblos sedentarios vecinos, y actuaba como una
ruta rápida para la transmisión de motivos por todo lo ancho
de Eurasia.
Influencias antiguas de Asia central se identificaron en China Placas de esteatita y jade chinas,
después de contactos de la metropolitana China con territorios en estilo animalístico escita de las
fronterizos nómadas del oeste y el noroeste desde el siglo VIII estepas. Siglos IV-III a. C. Museo
a. C. Los chinos adoptaron el arte animalístico de estilo escita Británico.
de las estepas (descripciones de animales enganchados en
combate), particularmente las placas de cinturón
rectangulares hechas en oro o en bronce, y crearon sus propias versiones en jade y esteatita.111
Tras su expulsión por los yuezhi, algunos escitas puede también que emigraran a la zona de
Yunnan en el suroeste de China. Los guerreros escitas puede que también sirvieran como
mercenarios para los diversos reinos de la antigua China. Las excavaciones de arte prehistórico de
la civilización Dian de Yunnan han revelado escenas de caza de jinetes caucasoides en ropas
centroasiáticas.112
Las influencias escitas han sido identificados en lugares tan lejanos como Corea o Japón. Varios
artefactos coreanos, como las coronas reales del reino de Silla, se dice que son de diseño escita.113
Coronas parecidas, logradas a través de contactos con el continente, se pueden encontrar también
en el Japón de la era Kofun.114
Religión
Las creencias religiosas de los escitas eran del tipo de religión irania
pre-zoroastriana y difería de los pensamientos iranios post-
zoroastrianos.115 La figura prominente del panteón escita es Tabiti,
quien más tarde fue reemplazado por Atar, el panteón del fuego de las
tribus iranias, y Agni, la deidad de fuego de los indoarios.115 La
creencia escita era una etapa más arcaica que el zoroastrianismo y el
hinduismo. El uso de cannabis para inducir el trance y la adivinación
por augures era una característica del sistema de creencias escitas.115
Una clase de sacerdotes, los enarei, veneraban a la diosa Argimpasa y
asumían identidades femeninas.
Su territorio llegó a extenderse por unos 6,000 km, desde Hungría hasta Manchuria, gracias a un
hecho clave en su cultura: la domesticación del caballo. En Manchuria se han encontrado tumbas
con momias de personas de esta cultura: largos gorros, cabello pelirrojo y rica orfebrería. Los
historiadores grecolatinos de la antigüedad situaban a la Escitia (Escithia) en la costa norte del
mar Negro, las llanuras al norte del Cáucaso y en la zona al norte del mar Caspio; aunque el
territorio ocupado por los escitas, con fronteras (en especial las septentrionales) poco definidas,
fluctuaba constantemente, es así que las antiguas crónicas chinas ubican poblaciones escitas en
zonas que actualmente corresponden al Xinjiang.
En la zona noreste de la nación escita (en el curso medio del río Volga sobre Samara) vivían los
budinos y los gelonos.
Etnografía
Se agrupaban en forma de bandas de merodeadores hostiles. Sus rostros estaban curtidos por el
clima y usaban largas cabelleras desaliñadas, o trenzadas y los adultos, barba. Solían beber de
cráneos humanos (de sus enemigos), de los cuales conservaban el cuero cabelludo como trofeo.
Para soportar mejor el hambre durante sus largas marchas por las estepas y desiertos solían
ceñirse fuertemente los cinturones.
Los hombres, especialmente durante los combates, se adornaban con gorros que exhibían
cornamentas (en especial de ciervo), se hacían tatuajes en el cuerpo y clavaban un sable en la tierra
para adorarlo en representación del dios de la guerra. Asimilaron al dios de la guerra griego Ares.
No tenían templos para adorar a sus dioses. También llamaba la atención sus ropas de gran
colorido, confeccionadas con cuero, piel y fieltro, y que solían representar, de forma muy estilizada
y dinámica, a animales (ciervos, tigres, panteras, etc.); en suma, un estilo típico del llamado arte de
las estepas.
También, gracias al estudio del ADN, se ha tenido que cambiar
el enfoque de como era su sociedad, dado que casi la mitad de
los entierros considerados antes de varones pertenecían a
mujeres, casi siempre con lesiones en el cráneo o huesos rotos
por armas, lo cual indica que, como el mito griego sobre las
amazonas decía, las mujeres escitas combatían en igualdad
con los hombres, y que niños y niñas eran educados de la
misma manera. Incluso alguna mujer llegó a situarse en el
máximo puesto de liderazgo: como Espariza, princesa que
agrupó a diversas tribus para defenderse de los persas, a
quienes rechazaron.
Eran hábiles jinetes y mejores guerreros y utilizaban el arco y la flecha. Incluso cabalgando tenían
una sorprendente habilidad para disparar. Utilizaban rudimentarias monturas sin estribos, pero
eran sumamente hábiles para mantener el equilibrio sobre el animal. Esto, en épocas en que los
pueblos europeos no habían desarrollado sus cuerpos de caballería y solo poseían infantería y
carros de guerra, les permitió desplegar devastadoras maniobras de gran movilidad, exhibiendo
inteligentes tácticas, resultado de generaciones de combates a caballo. Gracias a esto, llegaron a
realizar incursiones en el Oriente Próximo.
No concebían la vida sin el caballo (era frecuente que adornaran las colas de sus caballos
trenzándolas de modo que parecieran un manojo de serpientes), incluso la muerte: un escita rico
podía llevarse a la tumba hasta cien caballos.
También los utilizaban como alimento,
comiéndoselos y ordeñando a las yeguas para fabricar quesos y kumis (una bebida alcohólica a
base de yogur).
Utilizaban armaduras de cuero y ropas con mangas angostas que les permitían libertad de
movimiento. Utilizaban como armamento, además del arco y la flecha, una espada de hoja recta de
bronce o de hierro, y un escudo de cuero reforzado con placas metálicas. Durante sus incursiones
montaban manteniendo una notable armonía de movimientos, e incluso se alimentaban montados
en sus caballos, que obtenían de las manadas salvajes de las estepas. Muchas de sus costumbres
fueron adoptadas luego por los hunos.
Cada hombre tenía gran cantidad de esposas y éstas su comitiva. Las cortes de los ricos parecían
mercados, donde la menos importante de las esposas podía llegar a tener unas 20 casas rodantes
para sus sirvientes. La poliginia tenía razones económicas. Los hombres se ocupaban de la caza y
la guerra, mientras que las mujeres se ocupaban de los animales, la generación de alimentos,
construcción de las casas, el curtido de pieles, con los que hacían ropas y zapatos, y otros
elementos con los que también comerciaban. Por otra parte, dada la división sexual del trabajo que
existía entre ellos y la índole de las actividades asignadas a los varones (caza, depredación y
guerra) es casi seguro que había una elevada cantidad de mortandad de varones en edad
reproductiva por lo cual la forma de compensar el "déficit" de varones era la poliginia.
Dado que desconocían la escritura, no contamos con documentos escitas, pero se los reconoce
históricamente por las descripciones hechas por Heródoto, Hipócrates y otros. Estos escritores
han descrito de igual manera a diversas tribus con similar comportamiento, sobre todo en sus
tradiciones funerarias, de las cuales se conoce la gran pompa que exhibían al momento de enterrar
a sus reyes o personajes importantes. Entonces, el término escita no designa a un único pueblo,
sino a numerosos grupos de individuos que compartían una cultura común.
Sus tumbas eran sumamente visibles, ya que enterraban a sus muertos resaltando su ubicación
apilando tierra y rocas para formar montículos (kurganes, en ruso), confiando en que sus
enemigos no molestarían a sus muertos en su última morada, dado el temor que suscitaban los
escitas a aquellos a quienes sometían.
Durante el siglo XVIII, Pedro el Grande, zar de Rusia, construyó el Museo Imperial donde se
exhibieron parte de los tesoros encontrados al suroeste ruso, entre las estepas del Dniester y el
Volga, donde se estima que existen unos 100.000 túmulos de esta clase, siendo la zona siberiana
de Minunsinsk donde se encuentra la mayor concentración de estas tumbas. Las piezas
recuperadas de las tumbas escitas se encuentran actualmente en el Museo del Hermitage en San
Petersburgo.
Idioma
El grupo escita de lenguas en el período antiguo son algo
esencialmente no comprobado, y su divergencia interna es difícil
de juzgar. Pertenecían a la familia de lenguas iranias orientales. Si
todos los pueblos incluidos en la cultura arqueológica «escito-
siberiana» hablaban idiomas de esta familia es algo que no se sabe
seguro.
Apariencia física
Los primeros análisis físicos han concluido unánimemente que los escitas, incluso aquellos del este
(como por ejemplo en la región de Pazyryk), poseían predominantemente rasgos «európidos»,
aunque aparecen también mezclas con fenotipos «euro-mongoloides», dependiendo del lugar y el
período.121
En las obras de arte, los escitas mostraban rasgos europeos.122 En su Historia, Heródoto describe
a los budinos de Escitia como de «ojos intensamente azules y la tez rubicunda».123 En el siglo V a.
C., el físico griego Hipócrates argumentó que los escitas tenían piel purron (rubicunda).122 124
En
el siglo III a. C., el poeta griego Calímaco describió a los arimaspos de Escitia como de cabello
claro.122 125
El enviado del siglo II a. C. de la China Han Zhang Qian describió a los sai (saka)
como teniendo ojos azules y amarillo (probablemente queriendo decir avellana o verde).122 En su
Historia natural, el autor romano del siglo I Plinio el Viejo caracteriza a los seres, a veces
identificados como iranios o tocarios, como de pelo rojo y ojos azules.122 126
A finales del siglo II,
el teólogo cristiano Clemente de Alejandría dice que los escitas eran de pelo claro.122 127 El
filósofo griego del siglo II Polemón incluye a los escitas entre los pueblos septentrionales
caracterizados por el pelo rojo y los ojos azul grisáceo.122 A finales del siglo II o principios del
siglo III, el médico griego Galeno declara que los sármatas, escitas y otros pueblos septentrionales
tienen el pelo rojizo.122 128
El historiador romano del siglo IV Amiano Marcelino escribió que los
alanos, un pueblo estrechamente relacionados con los escitas, eran altos, rubios y de ojos
claros.129 Gregorio de Nisa, obispo de Nisa en el siglo IV escribió que los escitas eran de piel clara
y pelo rubio.130 El médico del siglo V Adamantio, quien a menudo sigue a Polemón, describe a los
escitas como de cabello claro.122 131 Es posible que las descripciones físicas posteriores de
Adamantio y Gregorio de los escitas se refieran a tribus germánicas orientales, pues las fuentes
romanas se referían a estas últimas, a menudo, como «escitas».
Historiografía
Heródoto
Heródoto y otros historiadores clásicos enumeraron una serie de tribus que vivían cerca de los
escitas, y presumiblemente compartían el mismo entorno y cultura nómada de las estepas, a
menudos llamada «cultura escita», incluso aunque los estudiosos podían tener dificultades a la
hora de determinar la relación exacta con los «escitas lingüísticos». Una lista parcial de estas
tribus incluyen a los agatirsos, los gelonos, los budinos y los neuros.
1. Primeramente (4.7), la leyenda de los escitas sobre ellos mismos, que presenta al primer rey
escita, Targitao, como el niño del dios-cielo y de una hija del Dniéper. Targitao supuestamente
vivió mil años antes de la fallida invasión persa de Escita, o alrededor del 1500 a. C. Tenía
tres hijos, ante los cuales cayeron del cielo una serie de cuatro objetos de oro: un arado, un
yugo, una copa y un segur. Solo el hijo menor logró tocar los objetos de oro sin que ellos
ardieran, y los descendientes de este hijo, llamados por Heródoto los «escitas regios»,
continuaban guardándolos.
2. En segundo lugar (4.8), una leyenda narrada por los griegos pónticos presenta a Escita, el
primer rey de los escitas, como un hijo de Heracles y un ser bifronte, mitad mujer, mitad
serpiente, que pudiera tratarse de la diosa escita Tabiti.
3. En tercer lugar (4.11), en la versión que Heródoto cree más, los escitas venían de la parte
más meridional de Asia central, hasta que una guerra con los masagetas (una poderosa tribu
de nómadas de las estepas que vivieron justo en el noreste de Persia) los obligaron a irse
hacia el oeste.
4. Finalmente (4.13), una leyenda que Heródoto atribuye al poeta Aristeas de Proconeso, que
pretendía encontrarse estando en éxtasis («poseído por Febo», llegó hasta los isedones, que
expulsaron a los escitas de su país. Según esto, los escitas originariamente habrían vivido al
sur de los montes Ripeos, y los isedones, presionados a su vez por los cíclopes, los
empujaron hacia el oeste.
Los persas y otros pueblos en Asia se refieren a los escitas viviendo en Asia como sakas.
Estrabón
En el siglo I a. C., el geógrafo grecorromano Estrabón dio una amplia descripción de los escitas
orientales, a quienes él ubicaba en Asia central más allá de Bactriana y Sogdiana.133
Estrabón siguió enumerando los nombres de las varias tribus que él creía que eran «escitas»,133 y
al hacerlo casi con certeza los mezclaba con tribus no relacionadas del Asia central oriental.
Ahora la mayor parte de los escitas, empezando en el mar Caspio, se llaman Däae, pero
aquellos que están situados más al este que estos se llaman masagetas y sacae, mientras
que todo el resto reciben el nombre general de escitas, aunque cada pueblo recibe un
nombre separado que le pertenece. Todos son en su mayor parte nómadas. Pero los
más conocidos de los nómadas son aquellos que tomaron Bactriana a los griegos,
quiero decir los asians, pasiani, tocarios, y sacarauli, quienes originalmente procedían
del país al otro lado del río Iaxartes que está vecino al de los sacae y los sogdianos y
estaba ocupado por los Sacae. Y en cuanto a los Däae, algunos de ellos son llamados
parnos, algunos xanthii, y otros pissuri. Ahora, de estos, los aparni están situados lo
más cerca de Hircania y la parte del mar que limita con ella, pero el resto se extiende
incluso tan lejos como el país que se extiende paralelo a Aria.
Entre ellos e Hircania y
Partia y extendiéndose tan lejos como los Arians está el gran desierto sin agua, que
atravesaban con largas marchas y luego rebasaban Hircania, Nesaea, y las llanuras de
los partos. Y estos pueblos estaban de acuerdo en pagar tributo, y el tributo era para
permitir a los invasores en ciertos momentos prefijados para rebasar el país y llevarse
botín. Pero cuando los invasores invadían su país más que lo que les permitía el
acuerdo, le seguía la guerra, y a su vez sus disputas se arreglaban y empezaban nuevas
guerras. Esta es la vida de los otros nómadas también, quienes están siempre atacando
a sus vecinos y entonces a su vez arreglando sus diferencias.
(Strabo, Geography, 11.8.1; transl. 1903 by H.C. Hamilton & W. Falconer.) 133
Fuentes indias
Genética
Moneda de plata del rey indoescita
Numerosas muestras de ADN mitocondrial antiguo (mtDNA) Azes II (gobernó h. 35–12 a. C.).
se han obtenido de restos en enterramientos de la Edad de Nótese el tamga real sobre la
Bronce y de Hierro en la estepa euroasiática y los bosques de moneda.
Siberia, los «ancestros» putativos de los escitas históricos.
Comparado con el ADN-Y, el mtDNA es más fácil de extraer y
amplificar de algunos ejemplares antiguos debido a numerosas copias de mtDNA por célula.
Los estudios más antiguos solo podían analizar segmentos del ADN mitocondrial, proporcionando
así solo amplias correlaciones de afinidad con poblaciones modernas de euroasiáticos occidentales
o euroasiáticos del Este. Por ejemplo, en un estudio de 2002 el ADN mitocondrial de los restos
esqueléticos de un varón y una mujer del período saca de una doble inhumación kurgán en el
yacimiento de Beral en Kazajistán fue analizado. Se encontró que estos dos individuos no estaban
estrechamente relacionados. La secuencia mitocondrial HV1 del varón era similar a la secuela de
Anderson que es la más frecuente en las poblaciones europeas. La secuencia HV1 de la mujer
sugería un mayor parecido con orígenes asiáticos.134
Estudios más recientes han sido capaces de tipar específicos linajes mtDNA. Por ejemplo, un
estudio de 2004 examinó la secuencia HV1 obtenida de un varón «escito-siberiano» en el
yacimiento de Kizil en la República de Altái. Pertenecía al linaje maternal N1a, un linaje
geográficamente euroasiático occidental.135 Otro estudio del mismo equipo, de nuevo de mtDNA
procedente de dos esqueletos escito-siberianos encontrados en la República de Altái, mostraban
que ellos habían sido varones típicos «de origen mixto euro-mongoloide». Se encontró que uno de
los individuos tenía el linaje maternal F2a, y el otro el linaje D, siendo ambos característicos de
poblaciones euroasiáticas del Este.136
Estos tempranos estudios han sido elaborados por un creciente número de estudios realizados
investigadores rusos. Las conclusiones son (i) una mezcla temprana, en la Edad de Bronce, de
linajes tanto euroasiáticos del Este como del Oeste, con linajes occidentales encontrados muy
dentro del este, pero no al revés; (ii) un aparente retroceso en la época de la Edad de Hierro, con
una creciente presencia de linajes euroasiáticos del Este en la estepa occidental; (iii) el posible
papel de migraciones desde el sur, las regiones balcano-danubianos e iranias, hacia la
estepa.137 138
139
Datos de Y-DNA antiguo fue finalmente proporcionado por Keyser et al en 2009. Estudiaron los
haplotipos y haplogrupos de 26 especímenes humanos antiguos de la región de Krasnoyarsk en
Siberia que databan de mediados de II milenio a. C. y el siglo IV (Período de tiempo escita y
sármata). Casi todos los sujetos pertenecían al haplogrupo R-M17. Los autores sugieren que sus
datos demuestran que entre la Edad de Bronce y la de Hierro la constelación de poblaciones
conocidas de forma diversas como escitas, andronovianas, etc. eran de ojos azules o verdes, piel
clara y cabellos claros que podrían haber tenido un papel en el desarrollo temprano de la
civilización de la cuenca del Tarim. Más aún, este estudio encontró que eran genéticamente más
cercanos a las poblaciones modernas de Europa del Este que a las de Asia central y meridional.140
La ubicuidad y el dominio del linaje R1a Y-DNA contrastaba marcadamente con la diversidad vista
en los perfiles de ADN mitocrondrial.
Sin embargo, esta comparación se hizo sobre la base de lo que hoy se ve como una técnica poco
sofisticada, microsatélite (STRs). Desde el estudio de 2009 realizado por Keyser et al, SNPs
específicos poblacional y geográficamente han sido descubiertos que pueden distinguir con
precisión entre R1a «europeo» (M458, Z280) y R1a «surasiático» (Z93)141 Volver a analizar
ejemplos escito-siberianos antiguos para estos subclados más específicos clarificarían si las
poblaciones de la estepa euroasiática tenían en definitiva un origen europeo o euroasiático, o,
quizás, ambos. Esto, a su vez, podría también depender de qué población se estudie, esto es, los
escitas «clásicos» europeos de Heródoto, los sacas de Asia central, o grupos nómadas sin nombre
en el lejano este (región de Altái) quienes también pertenecen a la tradición cultural escita.
[cita requerida]
Según un estudio de 2017 de linajes mitocondriales en escitas del mar Negro de la Edad de Hierro,
una comparación de linajes mitocondriales escitas de la región póntica septentrional con otros
grupos antiguos sugieren afinidades genéticas cercanas con representantes de la Edad de Bronce
población Srubnaya, que está de acuerdo con la hipótesis arqueológica que sugiere que el pueblo
srubnaya como los antecesores de los escitas NPR.142
Recientemente, nuevas pruebas de aDNA se realizaron sobre varias muestras antiguas por toda
Eurasia, entre ellos de dos enterramientos escitas. Esta vez se usaron las modernas técnicas de
SNPs (en comparación con STRs de pruebas anteriores). Las muestras escitas de la Edad de Hierro
de la región del Volga y las estepas europeas no parecen estrechamente relacionadas ni con
europeos orientales ni con asiáticos del sur o del centro. Basándose en los resultados ambas
muestras parece tener una vinculación entre la gente de habla irania de Asia sur-central y tanto la
gente de las regiones septentrionales de Asia occidental como de europeos orientales. Esto encaja
con su origen geográfico.143 144
145
Análisis amplio de genoma antiguo sobre muestras de la región urálica meridional, el Este de
Kazajistán y Tuva, muestra que los escitas occidentales y orientales surgieron independientemente
en sus respectivas regiones geográficas y durante el I milenio a. C. experimentaron significativas
expansiones de población con fluidez genética asimétrica de grupos occidentales en el estudio
hacia los orientales, más que en la otra dirección. Los escitas de la Edad de Hierro incluyeron una
mezcla de gente yamnaya, de la estepa rusa, y poblaciones asiáticas orientales, parecidas a la gente
Han y nganasan (un pueblo samoyédico del norte de Siberia). La mezcla asiática del Este es
generalizada por diversos pueblos de la actualidad de Siberia y Asia central. Poblaciones
contemporáneas unidas a escitas de la Edad de Hierro occidentales pueden encontrarse entre
diversos grupos étnicos del Cáucaso, Rusia y Asia central, dispersos por muchos grupos de habla
irania e indoeuropea. Las poblaciones con similitudes genéticas a los grupos escitas orientales se
encuentran casi exclusivamente entre hablantes de lengua túrquica, particularmente de la rama
kipchak de las lenguas túrquicas. Estos resultados son coherentes con el fluir genético por el
territorio estepario entre Europa y Asia oriental.143 146
147
Legado
Debido a su reputación establecida por los historiadores griegos, los escitas durante mucho tiempo
sirvieron como el epítome del salvajismo y la barbarie. En el Nuevo Testamento, en una carta
atribuida a Pablo «escita» se usa como un ejemplo de la gente a quien algunos consideran
peyorativamente, pero que son, en Cristo, aceptables para Dios:
¨
Sé también vecino, compadecido y aliviado,
el jefe [nación que se asentó en Irlanda] supongo que sean escitas ... que primero
habitaron y después se extenfieron hacia la tierra conforme su número se incrementó lo
llamaron ellos mismos Scuttenlande que más brevemente es llamado Scuttlande o
Scotlande.150
En los siglos XVII y XVIII, los extranjeros consideraban a los rusos como descendientes de los
escitas. Se hizo convencional referirse a los rusos como escitas en la poesía del siglo XVIII, y
Alexander Blok bebió en esta tradición sarcásticamente en su último gran poema, Los escitas
(1920). En el siglo XIX, los revisionistas románticos en Occidente transformaron a los escitas
«bárbaros» de literatura en antepasados libres y salvajes, duros y democráticos de todos los
indoeuropeos rubios.
Pretensiones de descendientes
Véanse también: Sarmatismo y Generaciones de Noé.
Una serie de grupos han pretendido descender de los escitas, incluyendo los osetios, pastunes (en
particular, de la tribu sakzai), el pueblo jat153 y los partos (cuyas tierras natales quedarían al este
del mar Caspio y quienes se pensaba que habían llegado allí desde el norte, del Caspio). Algunas
leyendas de los polacos,151 los pictos, los gaélicos, los húngaros (en particular, los yásicos), entre
otros, también incluyen menciones a orígenes escitas.
Algunos escritores pretenden que los escitas figuraban
en la formación del imperio de los medos y de la misma
manera de la Albania caucásica.
Los reyes carolingios de los francos trazaban su ascendencia merovingia a la tribu germánica de
los sicambrios. Gregorio de Tours documenta en su Historia de los francos que cuando Clodoveo
fue bautizado, se referían a él como un sicambro con las palabras «Mitis depone colla, Sicamber,
adora quod incendisti, incendi quod adorasti». La Crónica de Fredegario a su vez revela que los
francos creían que los sicambrios eran una tribu de ascendencia escita o cimeria, quien había
cambiado su nombre a francos en honor de su jefe Franco en el año 11 a. C.
Basándose en semejante relatos de fundadores escitas de ciertas tribus celtas así como germánicas,
la historiografía británica en el período del Imperio británico como Sharon Turner en su Historia
de los anglosajones, hicieron de ellos los antepasados de los anglosajones.
La idea fue retomada en el Israelismo británico de John Wilson, quien adoptó y promovió la idea
de que la «raza europea, en particular los anglosajones, descendían de ciertas tribus escitas, y estas
tribus escitas (como muchos habían afirmado previamente desde la Edad Media en adelante) eran
a su vez descendientes de las Diez tribus perdidas de Israel».154 Tudor Parfitt, autor de The Lost
Tribes of Israel y profesor de estudios judíos modernos, señala que la prueba citada por quienes
defendían el israelismo británico es «de composición débil incluso por los bajos estándares del
género».155
A algunos pueblos existentes se les atribuye un origen casi directo de los escitas, entre estos se
cuentan los osetas de Caucasia e incluso los yázigas que habitan en la parte oriental de Hungría,
pero en el caso de los osetas parece predominar un linaje alano (ver Alania) sobre el probable
linaje escita. En cuanto a los yázigas, como los cumanos, hace aproximadamente un siglo que están
aculturados con los magiares.
Véase también
Escitia Menor
Peine de oro escita
Campaña persa contra los escitas
Religión escita
Saka (tribu)
Imperio nómada
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Ulterior lectura
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descendientes de estos pueblos fueron absorbidos por los eslavos quienes pasaron a ser
conocidos como rusos».»
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«Se usan para describir una fase especial que siguió a la amplia difusión del nomadismo a
caballo, caracterizado por la presencia de armas especiales, arreos de caballo, y arte
animalístico en forma de placas metálicas. Los arqueólogos han usado el término "continuo
escítico" en un sentido cultural amplio a indicar las culturas nómadas tempranas de la estepa
euroasiática. El término «escítico» llama la atención sobre el hecho que hay elementos –
formas de armas, vasijas, y ornamentos, así como un estilo de vida – comunes tanto al
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Enlaces externos
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