Armas Biologicas

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¿Qué son las armas biológicas?

Son organismos o toxinas que pueden matar o incapacitar a la gente, el


ganado y las cosechas. Los tres grupos básicos de agentes biológicos que con
mayor probabilidad se utilicen como armas son bacterias, virus y toxinas

1. Bacterias. Las bacterias son organismos pequeños que viven libremente


y que se reproducen por división simple y son fáciles de cultivar. Las enfermedades
que producen a menudo responden al tratamiento con antibióticos

2. Virus. Los virus son organismos que requieren células vivas para
reproducirse y dependen íntimamente del cuerpo que infectan. Los virus producen
enfermedades que por lo general no responden a los antibióticos. No obstante, las
drogas antivirales a veces son eficaces. Han existido programas de investigación
genética para producir las llamadas quimeras, virus recombinados que tienen las
características de varios antecesores

3. Toxinas. Las toxinas son sustancias venenosas que se encuentran y se


extraen de plantas, animales o microorganismos vivos; algunas toxinas pueden
producirse o alterarse por medios químicos. Algunas toxinas pueden tratarse con
antitoxinas específicas y drogas selectas

La mayoría de los agentes biológicos son difíciles de cultivar y mantener.


Muchos se descomponen rápidamente cuando están expuestos a la luz solar y otros
factores del medio ambiente, mientras que otros, tales como las esporas de ántrax,
tienen una vida larga. Pueden dispersarse rociándolos en el aire o infectando a los
animales que transmiten la enfermedad a los humanos a través de la
contaminación de los alimentos y el agua. La dispersión de este tipo de armas es
también compleja, dada la fragilidad de los entes vivos que la componen, y suele
realizarse de las siguientes formas:

Aerosoles - Agentes biológicos que se dispersan en el aire, formando un


rocío fino que puede extenderse por millas, normalmente lanzados desde aviones o
mediante bombas o misiles. Inhalar el agente puede causar enfermedades en las
personas o los animales. Este es el método militar estándar

Animales - Algunas enfermedades se propagan por medio de insectos y


animales, tales como pulgas, ratas, moscas y mosquitos. Deliberadamente
propagar enfermedades a través del ganado también se denomina agro-terrorismo.

Contaminación de los alimentos y el agua - Algunos organismos y


toxinas patogénicas pueden persistir en los suministros de agua y alimentos, o ser
arrojados deliberadamente a los mismos. La mayoría de los microbios pueden
matarse y las toxinas pueden desactivarse cocinando los alimentos e hirviendo el
agua

Historia

Aunque la crueldad de la guerra química ha sido usada en muchas partes del


mundo durante cientos de años, la «moderna» guerra química comenzó durante la
Primera Guerra Mundial. Inicialmente sólo se usaban conocidos productos químicos
comerciales y sus variantes. Esto incluía la clorina y el gas fosgeno. Los métodos de
dispersión de estos agentes durante el combate eran relativamente poco precisos e
ineficientes
Alemania, el primer bando en emplear el armamento químico en el campo
de batalla, simplemente abría los recipientes de clorina a favor del viento y dejaba
que éste la transportara hasta las filas enemigas. Poco después, los franceses
modificaron su munición de artillería para contener fosgenos, un método mucho
más efectivo que se convirtió en el principal método para emplear estas armas.
Desde el desarrollo de la moderna guerra química en la Primera Guerra Mundial, las
naciones han investigado y desarrollado estas armas en cuatro campos
principalmente: nuevos y más mortales agentes; métodos más eficientes de lanzar
estos agentes hasta el objetivo (diseminación); defensas más efectivas contra las
armas químicas; y medios más precisos para detectar los agentes químicos

Evolución de las armas

Gases como el gas lacrimógeno, el gas cloro y fosgeno (irritantes de los


pulmones) y el gas mostaza (que produce graves quemaduras) se utilizaron por
primera vez en la I Guerra Mundial para romper el prolongado estancamiento de la
guerra de trincheras; también se intentó utilizar el lanzallamas, pero en principio
resultaron ineficaces por su corto alcance. Los adelantos técnicos y el desarrollo del
NAPALM (compuesto de ácidos de nafta y palmíticos), una espesa gasolina que se
adhiere a las superficies, condujo a un uso más amplio de armas flamígeras
durante la II Guerra Mundial

Al final de la I Guerra Mundial la mayoría de las potencias europeas habían


incorporado la guerra de gases en algún departamento de sus ejércitos, y Alemania
había desarrollado en el periodo de entreguerras gases nerviosos como el sarín,
que puede causar muerte o parálisis aplicada en pequeñas cantidades. A pesar de
su disponibilidad, sólo Japón utilizó gases —en China— al producirse la globalización
de la contienda. Después de la II Guerra Mundial el conocimiento de la producción
de gases se hizo extensivo

Desde la II Guerra Mundial se han utilizado gases como el lacrimógeno en


guerras limitadas, por ejemplo en la guerra de Vietnam; también es empleado por
la policía para reprimir motines. El uso de agentes más mortíferos, como el gas
mostaza o nervioso, ha sido condenado por la mayoría de los países, aunque
semejantes armas permanecen en arsenales y se cuenta con evidencias de que
fueron utilizadas por Irak durante la Guerra Irano-iraquí, en la década de 1980, así
como contra los kurdos del norte de su territorio. Varios compuestos químicos que
alteran el metabolismo de las plantas y causan defoliación, como el agente naranja,
se han utilizado en la guerra moderna en la jungla para reducir la cobertura del
enemigo o privar a la población civil de las cosechas necesarias para su alimento.
Tales agentes químicos, que se suelen lanzar desde el aire, pueden contaminar
también el agua y los peces; su efecto a largo plazo sobre todo el ecosistema hace
que resulten devastadores

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