180820805-Raton-De-campo-raton-De-ciudad-secuencia-didactica Fabula El Raton Del Campo y de La Ciudad
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180820805-Raton-De-campo-raton-De-ciudad-secuencia-didactica Fabula El Raton Del Campo y de La Ciudad
CIUDAD.
Contenidos:
Lectura de textos literarios.
•Escucha comprensiva de consignas.
•Aproximarse al contenido del cuento a partir de la lectura del título.
•Lectura y escritura de letras y palabras.
Propósitos:
•Proponer variadas situaciones de lectura e intercambio oral
•Favorecer distintas formas de intercambio que estimulen la expresió n y defensa de
opiniones, desde una perspectiva reflexiva, utilizando el diá logo.
Objetivos:
Alentar a establecer relaciones entre los conocimientos previos y el texto leído “El
Rató n de campo y el rató n de ciudad”.
Confrontar sus interpretaciones a medida que las van elaborando y a buscar en el
texto elementos que les permita fundamentarlas.
Orientar la discusió n sobre el significado sobre lo que está n escribiendo.
Estrategias
•Presentació n de 2 ratones, que son los personajes del cuento que vamos a leer.
•Lectura del cuento “El rató n de Campo y rató n de la Ciudad”.
•Guiar a través de preguntas el debate que recupere las ideas principales del cuento.
•Proponer inventar otro final para el cuento y escribir en el pizarró n las ideas de los alumnos.
•Entrega de fotocopia y explicació n de las consignas de las actividades a realizar (Ordenar la
secuencia del cuento, elegir la respuesta correcta y sopa de letras)
Recursos
•Imá genes, bincha con orejas de rató n, cuento El rató n de campo y el rató n de ciudad “,
pizarró n, fotocopias.
INICIO:
1
DESARROLLO:
CIERRE:
2
RATÓ N - CAMPO - CIUDAD -
R A T Ó N L I U G M
H L K B C A M P O V
P I Y Y S F I U O V
C P H C L R M I X G
Evaluación: M U I O V I G F A O
P C I U D A D U W N
Se tendrá en cuenta que el
alumno/a:
pueda seguir la lectura del docente por lapsos cada vez má s prolongados;
manifiesten lo que comprendieron y lo que no comprendieron de manera cada
vez má s precisa y que respondan a dudas de otros;
comenten episodios de su interés y fundamenten su preferencia;
aprecien las características de los personajes y del espacio a partir de lo leído y
de confrontaciones con las opiniones de otros;
relacionen lo leído con experiencias vividas, con otros textos, con películas
vistas, etc.
É rase una vez un rató n que vivía en una humilde madriguera en el campo. Allí, no le hacía falta
nada. Tenía una cama de hojas, un có modo silló n, y flores por todos los lados.
3
Cuando sentía hambre, el rató n buscaba frutas silvestres, frutos secos y setas, para comer.
Ademá s, el rató n tenía una salud de hierro. Por las mañ anas, paseaba y corría entre los
á rboles, y por las tardes, se tumbaba a la sombra de algú n á rbol, para descansar, o
simplemente respirar aire puro. Llevaba una vida muy tranquila y feliz.
Un día, su primo rató n que vivía en la ciudad, vino a visitarle. El rató n de campo le invitó a
comer sopa de hierbas. Pero al rató n de la ciudad, acostumbrado a comer comidas má s
refinadas, no le gustó .
Y ademá s, no se habituó a la vida de campo. Decía que la vida en el campo era demasiado
aburrida y que la vida en la ciudad era má s emocionante.
Acabó invitando a su primo a viajar con él a la ciudad para comprobar que allí se vive mejor.
El rató n de campo no tenía muchas ganas de ir, pero acabó cediendo ante la insistencia del
otro rató n.
Nada má s llegar a la ciudad, el rató n de campo pudo sentir que su tranquilidad se acababa. El
ajetreo de la gran ciudad le asustaba. Había peligros por todas partes.
Había ruidos de coches, humos, mucho polvo, y un ir y venir intenso de las personas. La
madriguera de su primo era muy distinta de la suya, y estaba en el só tano de un gran hotel.
Era muy elegante: había camas con colchones de lana, sillones, finas alfombras, y las paredes
eran revestidas. Los armarios rebosaban de quesos, y otras cosas ricas.
En el techo colgaba un oloroso jamó n. Cuando los dos ratones se disponían a darse un buen
banquete, vieron a un gato que se asomaba husmeando a la puerta de la madriguera.
Los ratones huyeron disparados por un agujerillo. Mientras huía, el rató n de campo pensaba
en el campo cuando, de repente, oyó gritos de una mujer que, con una escoba en la
mano, intentaba darle en la cabeza con el palo, para matarle.
Desde lejos el aroma de queso recién hecho, hizo que se le saltaran las lá grimas, pero eran
lá grimas de alegría porque poco faltaba para llegar a su casita. De vuelta a su casa el rató n de
campo pensó que jamá s cambiaría su paz por un montó n de cosas materiales.