Introducion A La Practica Basada en La Evidencia
Introducion A La Practica Basada en La Evidencia
Introducion A La Practica Basada en La Evidencia
práctica basada
en la evidencia
PID_00279213
Desirée Mena-Tudela
Desirée Mena-Tudela
Ninguna parte de esta publicación, incluido el diseño general y la cubierta, puede ser copiada,
reproducida, almacenada o transmitida de ninguna forma, ni por ningún medio, sea este eléctrico,
mecánico, óptico, grabación, fotocopia, o cualquier otro, sin la previa autorización escrita
del titular de los derechos.
© FUOC • PID_00279213 Introducción a la práctica basada en la evidencia
Índice
Introducción............................................................................................... 5
Resumen....................................................................................................... 20
Bibliografía................................................................................................. 21
© FUOC • PID_00279213 5 Introducción a la práctica basada en la evidencia
Introducción
más, debido a la importancia del uso de la investigación en la orientación Realmente este concepto pro-
de dicha práctica, parece evidente que hoy en día los profesionales sanitarios viene de técnicas de marke-
ting. Aplicado a la investiga-
necesitan conocer la mejor evidencia disponible para poder llevar a cabo su ción y en el contexto trata-
do, podríamos definirlo como
trabajo con excelencia (Sackett, Rosenberg, Gray, Haynes y Richardson, 1996). «aquellas personas que van a
poner en marcha el proceso
Por esta razón, se indaga desde diferentes perspectivas el aprendizaje de la del uso de la investigación».
práctica basada en la evidencia (PBE) entre las disciplinas relacionadas con las
ciencias de la salud (Chaboyer, Willman, Johnson y Stockhausen, 2004; Cheng
y otros, 2012; Finotto, Carpanoni, Turroni, Camellini y Mecugni, 2013; Hat-
mi y otros, 2010; Jalali-Nia, Salsali, Dehghan-Nayeri y Ebadi, 2011; Khader,
Batayha y Al-Omari, 2011; Killeen y Barnfather, 2005; Kim, Brown, Fields y
Stichler, 2009; Mattila y Eriksson, 2007; Missal, Schafer, Halm y Schaffer, 2010;
Schmidt y Brown, 2007; Shuval y otros, 2007; Taheri y otros, 2008). Uno de
los problemas fundamentales que se conocen es que la formación en investi-
gación de estudiantes de las disciplinas en Ciencias de la Salud ha ido dirigida
más a crear investigadores que consumidores de investigación. Esto conlleva
un cierto rechazo por parte de los estudiantes hacia la investigación, su pro-
ceso y su posterior utilización, debido a que, aunque es necesario mantenerse
actualizado, hacer uso de la investigación no es lo mismo que investigar (Bur-
ke y otros, 2005).
Con la intención de ser dinámicos y poder llegar a nuestro objetivo, este mó-
dulo irá dirigido a sentar unas bases conceptuales sobre la investigación y la
PBE. Así, para poder interiorizar ciertos conceptos, hemos de empezar por es-
tudiar y profundizar en otros aspectos más amplios para sentar una base sólida
acerca de construcciones y definiciones más complejas.
© FUOC • PID_00279213 7 Introducción a la práctica basada en la evidencia
Algunos de los motivos por los que surgió la MBE son (Orts Cortés, 2015; D.
L. Sackett y otros, 1996):
Así, la MBE nace como una propuesta de trabajo que parecía extremadamente
sólida, por lo que se extendió rápidamente a otras disciplinas de Ciencias de la
Salud, además de otras disciplinas del ámbito de la educación, y de esta manera
se acuñó el término práctica basada en la evidencia (PBE) (Dawes y otros, 2005).
«A way of providing health care that is guided by a thoughtful integration of the best
available scientific knowledge with clinical expertise. This approach allows the practitio-
ner to critically assess research data, clinical guidelines, and other information resources
in order to correctly identify the clinical problem, apply the most high-quality interven-
tion, and re-evaluate the outcome for future improvement» (PubMed, 2009).
«Una manera de proporcionar atención en salud que se rige por una cuidadosa integra-
ción del mejor conocimiento científico disponible con la experiencia clínica. Este enfo-
que permite al clínico evaluar críticamente los datos de la investigación, las guías clínicas,
y otros recursos de información con el objeto de identificar correctamente el problema
clínico, aplicar la intervención de más alta calidad, y re-evaluar el resultado para mejoras
en el futuro» (Salud, s. f.).
• el mejor�conocimiento�científico
• la experticia�clínica�del�profesional�de�salud.
Por último, y no por ello menos valorable, muchísimos autores aportan den-
tro del paradigma de la PBE una nueva perspectiva que promueve también el
respetar los derechos del usuario o paciente del servicio de salud. Esta nueva
perspectiva la defienden:
1)�Goode�y�Piedalue, 1999:
«La práctica clínica basada en la evidencia implica la síntesis del conocimiento proce-
dente de la investigación, revisiones de registros retrospectivos o concurrentes, mejora
de la calidad y datos de riesgo, estándares locales, nacionales e internacionales, datos
de control de infecciones, fisiopatología, análisis coste-efectividad, datos de referencia,
preferencias del paciente y maestría clínica».
2)�Ingersoll, 2000:
3)�Melnyk�y�Fineout-Overholt, 2011:
Estas tres definiciones, además, aportan los elementos que se deben tener en
cuenta a la hora de implementar los resultados de una investigación los valo-
res y preferencias del usuario o paciente. Este es un punto fundamental, ya que
© FUOC • PID_00279213 10 Introducción a la práctica basada en la evidencia
Por ello, el Instituto de Medicina de Estados Unidos (IOM, por sus siglas en
inglés de Institute Of Medicine), en su informe del año 2003 (Stevens, 2013),
realiza una invitación a cambiar de forma profunda los programas educativos,
tanto de Enfermería como de Medicina, Farmacia y otros profesionales de la
salud, con la intención de proporcionar una atención al paciente más segura
y con mayor calidad.
© FUOC • PID_00279213 12 Introducción a la práctica basada en la evidencia
• barrera de investigación
• falta de tiempo
• falta de conocimientos
• falta de formación
• falta de apoyo
La propuesta de Burke y otros (Burke y otros, 2005) remarca que los estudiantes
desarrollarán las competencias investigacionales mediante numerosas opor-
tunidades para buscar y evaluar literatura a lo largo del plan de estudios. En-
tre las ventajas que presentan las competencias planteadas por estas autoras
se encuentra la construcción gradual del conocimiento (Schmidt, 2008). En
cambio, como desventajas, se destaca que no tienen en cuenta todos los pasos
de la PBE (Schmidt, 2008) y también se desconoce cómo los alumnos adquiri-
rán estas competencias planteadas.
© FUOC • PID_00279213 16 Introducción a la práctica basada en la evidencia
Para poder identificar las dificultades, que son las que impedirán el desarrollo
de cualquier intento de implementar los pasos de la PBE en la práctica habi-
tual, los expondremos de acuerdo a Orts y otros (Orts Cortés, 2015) y consi-
deraremos los diferentes niveles de dificultades propuestos (tablas 1, 2 y 3).
Acceso�a�la�información ¿Dónde encontrar la evidencia? Y tras encontrarla, Debemos ser conocedores de que en nuestras insti-
¿acceso restringido de bases de datos? ¿desembolso tuciones (hospitales, universidades, etc.) existe, co-
económico por artículos? ¿esto qué es? mo regla general, un convenio con cierto número de
La dificultad relativa al acceso a la información la po- revistas y de bases de datos. Ello se traduce en que,
demos encontrar en la falta de tecnología en las ins- por medio de estas instituciones, tenemos acceso a
tituciones de salud, en las que no se cuenta con or- esas bases de datos y revistas de forma totalmente
denadores para hacer las búsquedas bibliográficas o gratuita para poder hacer uso de ellas según nuestras
los sistemas informáticos están conectados a redes necesidades.
obsoletas y lentas que dificultan la navegación en in-
ternet, con la pérdida de esfuerzo y tiempo que esto
implica.
Focalizar�el�tema�para Sabemos qué queremos buscar, pero desconoce- La transformación del escenario clínico en la formu-
la�búsqueda�de�la�evi- mos ciertos términos para ejecutar una búsqueda bi- lación de una pregunta clínica idónea es muy impor-
dencia.�Formulación�de bliográfica en bases de datos científicas, por lo que tante a la hora de sentarnos a realizar una búsque-
la�pregunta�adecuada- debemos saber que la focalización del tema para la da. Sin una buena pregunta, estructurada y formu-
mente búsqueda bibliográfica es uno de los pilares funda- lada de forma entendible para la comunidad cientí-
mentales en la recuperación de literatura científica. fica, nos resultará muy laborioso obtener resultados
fiables y de prestigio.
Definición�de�los�des- Otra dificultad que podemos encontrarnos es la elec- La elección de los descriptores es muy importante,
criptores�adecuados ción y definición adecuada de las palabras clave o para ello, recordemos que podemos ayudarnos, en
descriptores que nos facilitarán o dificultarán la bús- principio para hacer una traducción in situ y guiar
queda bibliográfica. nuestro camino hacia los descriptores más idóneos,
de una búsqueda en Descriptores en Ciencias de la
Salud (DeCS). Tras esta búsqueda inicial, debemos
comprobar en cada una de las bases de datos que
vayamos a consultar los descriptores específicos de
las mismas, puesto que, de este modo, la búsqueda
será mucho más productiva.
Elección�de�las�bases�de Tenemos que tener en cuenta que con la creación y Una posible propuesta de mejora a este problema
datos expansión de internet en los últimos años se ha faci- sería la simplificación de fuentes de conocimiento de
litado el acceso a los profesionales sanitarios (y de los la evidencia científica, tanto españolas como interna-
usuarios) a la información sanitaria. Sin embargo, en cionales, que realicen una relación de fuentes para la
la práctica, este acceso se encuentra muy dificulta- búsqueda de la evidencia científica más relevante.
do por la excesiva información existente en la red; se
trata de información indiscriminada que recibimos,
además, en masa y sin distinción de calidad. Si trata-
mos de informarnos sobre cualquier problema de sa-
lud utilizando los motores de búsqueda generales (ti-
po Google o Bing) posiblemente nos encontraremos
con millones de resultados con páginas que propor-
cionan información de dudosa calidad.
Idoneidad�de�la�eviden- Otra posible dificultad que nos podemos encontrar La falta de investigación original de suficiente calidad
cia�encontrada es que la evidencia sea muy limitada y a veces, en metodológica que la sustente hace preciso comenzar
muchos campos, incluso nula. Por lo tanto, lo que por realizar investigación original, por ello, debemos
solemos encontrar es investigación secundaria para empezar a crear dicha investigación, materia prima
poder paliar ese vacío de investigación que encon- imprescindible para la PBE y, por ende, para el desa-
tramos. rrollo disciplinar.
Limitación�en�la�inter- En muchos estudios desarrollados en diferentes paí- Esta dificultad puede ser atacada desde dos frentes
pretación�de�la�eviden- ses hemos encontrado evidencia en relación con el diferentes: por un lado, con la formación académica
cia�debido�al�lenguaje�y nivel de conocimientos que se debe tener para po- pregrado; por otro, con la formación continuada. De
al�nivel�previo�de�cono- der acceder, entender, interpretar e implementar esa esta forma, se debería motivar a la evaluación per-
cimientos evidencia científica que estamos buscando. Así, la manente, a la lectura crítica, al entrenamiento en el
implementación de la PBE exige el desarrollo de ha- manejo de la información en la búsqueda de bases
bilidades de evaluación crítica, lo que requiere tiem- de datos, al trabajo en equipo y al manejo de una
po, práctica, conocimientos y entrenamiento en el segunda lengua para tener una mayor preparación
uso de la tecnología de la información y la búsque- teórica y académica que permita a las nuevas gene-
da en bases de datos; igualmente, exige disciplina de raciones enfrentarse con solvencia al trabajo con las
lectura, capacidad analítica y de trabajo en equipo, distintas metodologías de la investigación.
aspectos que no siempre se cultivan desde la forma-
ción profesional. Además, la mayoría de producción
científica viene de latitudes ajenas a nuestras reali-
dades y en inglés; se constituye, así, el idioma como
una de las limitaciones que se encuentran para las
revisiones bibliográficas, lo que implica una barre-
ra de tipo académico que nos aísla de la comunidad
científica mundial.
Traslación�de�la�eviden- Muchas veces no podemos aplicar los resultados en- Ser críticos con la evidencia encontrada y no preten-
cia�a�la�práctica contrados exactamente a nuestra realidad por dife- der ni creer de forma estricta que toda evidencia pu-
rentes motivos. Algunas veces dudamos de la canti- blicada puede ayudarnos. Debemos prestar atención
dad, el volumen de resultados obtenidos de una in- a los llamados sesgos de publicación.
vestigación; otras veces, dudamos de la calidad de
los estudios originales analizados.
Guías�de�práctica�clínica La literatura científica aumenta a un ritmo vertigino- Estas guías pueden servirnos como directrices para
(GPC) so, por ello, se hace patente la necesidad de utilizar solucionar determinados problemas clínicos específi-
herramientas que recopilen de forma ágil y actualiza- cos y facilitar la labor, ya que concentran la evidencia
da la evidencia científica publicada sobre un tema. Es científica. Con el uso de las mismas, veremos redu-
el caso de la información recopilada mediante las re- cido drásticamente el volumen de trabajos que hay
visiones sistemáticas y metanálisis, que además se or- que manejar para poder atajar un cuidado determi-
ganiza en las guías de práctica clínica (GPC). nado.
Adaptación�de�la�evi- El tiempo en consulta suele ser un lastre fundamental Es crucial que en cada proyecto de PBE y en su im-
dencia,�si�es�necesario, para discutir con los pacientes lo relacionado al diag- plantación los profesionales se sientan partícipes del
para�el�contexto�en�el nóstico, alternativas de tratamiento y pronóstico, por mismo, además de estar vinculado con las priorida-
que�se�va�a�trabajar lo tanto, no aboga en sí mismo por la práctica de la des de la unidad donde va a ser llevado a cabo, debi-
PBE. do a que, si no es así, este proyecto carecerá de im-
portancia y desaparecerá en el tiempo sin mayor im-
pronta en dicha unidad.
Política�de�empresa Hay que tener en cuenta que existen estudios que Por lo tanto, el rol del profesional gestor juega un
patentan que la adherencia a las recomendaciones papel fundamental que desempeñar en la reducción
de la evidencia científica sobre un determinado pro- de estas barreras y, también, tiene la capacidad pa-
ceso asistencial es mayor en centros académicos, ra proporcionar un contexto organizacional que per-
mejora si se realiza una adecuada revisión de los per- mita la instauración y evaluación de la PBE. Además,
files profesionales que intervienen en el proceso y otra apuesta es que en la carrera profesional de los
parece aumentar el seguimiento a medida que dis- sanitarios se incluya la utilización y desarrollo de la
minuye el número de servicios y perfiles profesiona- propia PBE.
les implicados.
Resistencia�profesional Esta dificultad puede verse incrementada por la fal- Destacar el «fenómeno de convergencia»: la tenden-
ta de conocimientos. A la carencia de ciertas habili- cia de los profesionales a aprender, más allá de sus
dades, como la lectura de artículos científicos, se le propias experiencias, de las de otros profesionales de
añade la escasa formación en metodología de la in- su entorno en los que confían puede ser de utilidad
vestigación. Y, de no ser suficiente con esto, debe- para lograr el éxito en la difusión de buenas prácti-
mos tener en cuenta que algunos profesionales del cas. La elaboración de guías resumen o directrices
colectivo enfermero pueden tener ciertas dificultades también puede ser una alternativa.
para asumir las responsabilidades propias de un pro-
fesional autónomo, dada su trayectoria profesional
previa.
Tipo�de�gestión�de�la El tipo de gestión de la empresa en la que se esté Los papeles gestores vuelven a recuperar protagonis-
empresa previendo implantar la PBE puede ser una dificultad mo y señalamos que una adecuada colaboración en-
o un facilitador para dicha práctica. Se sabe que hay tre todos los niveles de la organización sanitaria es
barreras en los profesionales y en las instituciones imprescindible para mejorar la práctica clínica.
que impiden aplicar los resultados en el cuidado de
los pacientes y que es necesario superar para que los
cuidados de calidad lleguen a sus destinatarios.
Herramientas para la eva- Hemos tratado con anterioridad que las GPC pueden Existen herramientas para evaluar la calidad de una
luación ser de gran ayuda a la hora de buscar y encontrar guía y la más utilizada es el instrumento AGREE. El
concentrada la PBE, puesto que estas nos ayudan co- instrumento AGREE es una herramienta que evalúa el
mo guía y directriz cuando se nos plantea un proble- rigor metodológico y la transparencia con la que se
ma determinado que deseamos resolver con la me- elabora una guía. Este instrumento ha sido refinado
jor evidencia en nuestras manos. Es cierto que estas y ha dado lugar a la nueva herramienta: AGREE II. El
guías pueden ayudarnos, pero también debemos re- objetivo de AGREE II es ofrecer un marco para:
conocer que las GPC tienen algunas limitaciones, ya • Evaluar la calidad de las guías.
que existe variabilidad en la calidad de las mismas. • Proporcionar una estrategia metodológica para el
desarrollo de guías.
• Establecer qué información y cómo debe ser pre-
sentada en las guías.
• La falta de evidencias.
• Evidencia controvertida.
• La evidencia no se incorpora en la práctica clínica.
• La PBE influye negativamente en habilidades médicas y en la libertad de
decisión.
Resumen
Por último, tratar las dificultades, ser conscientes de ellas y trazar una estrate-
gia para poder implementar de manera óptima los hallazgos de la literatura
parece, una vez más, la forma ideal de salvar todos los escollos que van sur-
giendo por el camino al uso de la investigación en la práctica clínica habitual
y, como motor de cambio instaurado en el nuevo paradigma, la PBE.
© FUOC • PID_00279213 21 Introducción a la práctica basada en la evidencia
Bibliografía
Bero, L. A., Grilli, R., Grimshaw, J. M., Harvey, E., Oxman, A. D., y Thomson, M. A. (1998).
Getting research findings into practice: Closing the gap between research and practice: an
overview of systematic reviews of interventions to promote the implementation of research
findings. BMJ. doi.org/10.1136/bmj.317.7156.465
Burke, L. E., Schlenk, E. A., Sereika, S. M., Cohen, S. M., Happ, M. B., y Dorman, J. S. (2005).
Developing research competence to support Evidence-based practice. Journal of Professional
Nursing. doi.org/10.1016/j.profnurs.2005.10.011
Chaboyer, W., Willman, A., Johnson, P., y Stockhausen, L. (2004). Embedding evidence-ba-
sed practice in a nursing curriculum: A benchmarking project. Nurse Education in Practice.
doi.org/10.1016/S1471-5953(03)00068-4
Cheng, H. M., Guo, F. R., Hsu, T. F., Chuang, S. Y., Yen Hung, T., Lee, F. Y., … Ho, L. T. (2012).
Two strategies to intensify evidence-based medicine education of undergraduate students: A
randomised controlled trial. Annals of the Academy of Medicine Singapore.
Dawes, M., Summerskill, W., Glasziou, P., Cartabellotta, A., Martin, J., Hopayian, K., …
Osborne, J. (2005). Sicily statement on evidence-based practice. BMC Medical Education.
doi.org/10.1186/1472-6920-5-1
DiCenso, A., Gordon Guyatt M. D., y Ciliska, D. (2005). Evidence-Based Nursing: A guide to
Clinical Practice. Elsevier.
Dobbins, M., Ciliska, D., Cockerill, R., Barnsley, J., y DiCenso, A. (2002). A framework for
the dissemination and utilization of research for health-care policy and practice. The online
journal of knowledge synthesis for nursing. doi.org/10.1111/j.1524-475X.2002.00149.x
Finotto, S., Carpanoni, M., Turroni, E. C., Camellini, R., y Mecugni, D. (2013). Teaching evi-
dence-based practice: Developing a curriculum model to foster evidence-based practice in un-
dergraduate student nurses. Nurse Education in Practice. doi.org/10.1016/j.nepr.2013.03.021
Hatmi, Z. N., Tahvildari, S., Dabiran, S., Soheili, S., Kashani, A. S., y Raznahan, M. (2010).
Teaching evidence-based medicine more effectively. Acta Medica Iranica.
Hoch, D., y Ferguson, T. (2005). What I’ve Learned from E-Patients. PLoS Medicine.
doi.org/10.1371/journal.pmed.0020206
Jalali-Nia, S. F., Salsali, M., Dehghan-Nayeri, N., y Ebadi, A. (2011). Effect of evidence-based
education on Iranian nursing students’ knowledge and attitude. Nursing and Health Sciences.
doi.org/10.1111/j.1442-2018.2011.00603.x
Kajermo, K. N., Nordström, G., Krusebrant, Å., y Lützén, K. (2001). Nurses’ experiences of
research utilization within the framework of an educational programme. Journal of Clinical
Nursing. doi.org/10.1046/j.1365-2702.2001.00526.x
Khader, Y. S., Batayha, W., y Al-Omari, M. (2011). The effect of evidence-based medicine
(EBM) training seminars on the knowledge and attitudes of medical students towards EBM.
Journal of Evaluation in Clinical Practice. doi.org/10.1111/j.1365-2753.2010.01604.x
Killeen, M. B., y Barnfather, J. S. (2005). A successful teaching strategy for applying eviden-
ce-based practice. Nurse educator. doi.org/10.1097/00006223-200505000-00016
Kim, S. C., Brown, C. E., Fields, W., y Stichler, J. F. (2009). Evidence-based practice-focused in-
teractive teaching strategy: A controlled study. Journal of Advanced Nursing. doi.org/10.1111/
j.1365-2648.2009.04975.x
Macleod Clark, J., y H, L. (1989). Further Research for Nursing. Londres: Scutari Press.
Mattila, L. R., y Eriksson, E. (2007). Nursing students learning to utilize nursing research in
clinical practice. Nurse Education Today. doi.org/10.1016/j.nedt.2006.08.018
© FUOC • PID_00279213 22 Introducción a la práctica basada en la evidencia
Mena Tudela, D., González Chordá, V. M., Cervera Gasch, Á., Salas Medina, P., y Orts Cortés,
M. I. (2016). Cuidados básicos de enfermería. doi.org/10.6035/sapientia108
Missal, B., Schafer, B. K., Halm, M. A., y Schaffer, M. A. (2010). A University and Health Care
Organization Partnership to Prepare Nurses for Evidence-Based Practice. Journal of Nursing
Education. doi.org/10.3928/01484834-20100430-06
Orts Cortés, M. I. (2015). Práctica Basada en la Evidencia (Maciá Soler, L. ed.). Barcelona: Else-
vier. https://doi.org/https://doi.org/10.1016/C2013-0-18794-6
Sackett, D. (2000). Evidence-based medicine: how to practice and teach EBM. Journal of Cli-
nical Pathology. doi.org/10.1016/S1031-170X(97)80036-0
Sackett, D. L., Rosenberg, W. M. C., Gray, J. a M., Haynes, R. B., y Richardson, W. S. (1996).
Evidence based medicine: what it is and what it isn’t. British medical journal. doi.org/10.1136/
bmj.312.7023.71
Salud, B. V. de. (s. f.). Descriptores en Ciencias de la Salud. Recuperado de: http://decs.bvs.br/
cgi-bin/wxis1660.exe/decsserver/
Satu, K. U., Leena, S., Mikko, S., Riitta, S., y Helena, L. K. (2013). Competence areas of nursing
students in Europe. Nurse Education Today. doi.org/10.1016/j.nedt.2013.01.017
Shuval, K., Berkovits, E., Netzer, D., Hekselman, I., Linn, S., Brezis, M., y Reis, S. (2007). Eva-
luating the impact of an evidence-based medicine educational intervention on primary care
doctors’ attitudes, knowledge and clinical behaviour: A controlled trial and before and after
study. Journal of Evaluation in Clinical Practice. doi.org/10.1111/j.1365-2753.2007.00859.x
Squires, J. E., Estabrooks, C. A., Gustavsson, P., y Wallin, L. (2011). Individual determi-
nants of research utilization by nurses: A systematic review update. Implementation Science.
doi.org/10.1186/1748-5908-6-1
Stevens, K. R. (2013). The impact of evidence-based practice in nursing and the next big
ideas. Online journal of issues in nursing. https://doi.org/10.3912/OJIN.Vol18No02Man04
Straus, S. E., Richardson, W. S., Glasziou, P., y Haynes, R. (2006). Cómo practicar y enseñar
la PBE. En Medicina Basada en la Evidencia (3a ed.).
Taheri, H., Mirmohamadsadeghi, M., Adibi, I., Ashorion, V., Sadeghizade, A., y Adibi, P.
(2008). Evidence-based medicine (EBM) for undergraduate medical students. Annals of the
Academy of Medicine Singapore.