Informe Neyssy

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 11

Introducción

Los Tratamientos Térmicos son una herramienta muy utilizada para la


obtención de propiedades mecánicas adecuadas necesarias en
determinados procesos de producción. Este laboratorio es realizado con el
fin de conocer y relacionarse con los ensayos de Tratamientos Térmicos
realizados sobre piezas metálicas, y así, estar en capacidad de medir las
propiedades obtenidas al realizar este proceso, tales como cambios en la
dureza del material y efectos sobre el material, entre otros. De igual forma,
también tiene por objetivo desarrollar habilidades para manejar los
instrumentos requeridos en la práctica tales como el durómetro y el horno
para el calentamiento de las piezas. Para la correcta realización de esta
prueba, se recomienda que los estudiantes hayan comprendido
previamente el contenido de ésta, consignado en el Protocolo.
Objetivos
Los objetivos que persigue la correcta realización de esta práctica son:

• Comprender la importancia que tienen las propiedades de los materiales


en el momento de su utilización, pues de ellas depende la forma de
procesar y manejar dichos materiales.

• Poder diferenciar los diferentes tipos de Tratamiento Térmico que hay.

• Conocer el procedimiento que se sigue para realizar el Temple como


tratamiento térmico, y estar en capacidad de realizarlo.
1)Temple
El Temple es un tratamiento térmico que tiene por objetivo aumentar la
dureza y resistencia mecánica del material, transformando toda la masa en
Austenita con el calentamiento y después, por medio de un enfriamiento
brusco (con aceites, agua o salmuera), se convierte en Martensita, que es
el constituyente duro típico de los aceros templados.
En el temple, es muy importante la fase de enfriamiento y la velocidad alta
del mismo, además, la temperatura para el calentamiento óptimo debe ser
siempre superior a la crítica para poder obtener de esta forma la
Martensita. Existen varios tipos de Temple, clasificados en función del
resultado que se quiera obtener y en función de la propiedad que presentan
casi todos los aceros, llamada Templabilidad (capacidad a la penetración del
temple), que a su vez depende, fundamentalmente, del diámetro o espesor
de la pieza y de la calidad del acero.
2) Cianuración.
Este procedimiento se emplea para endurecer superficialmente pequeñas
piezas de acero. El proceso de cianuración efectuado en sales fundidas
(baños líquidos) asegura un gran rendimiento.
Las propiedades particulares que adquiere el acero cuya capa superficial
está saturada a la vez de nitrógeno y de carbono, han determinado la
introducción de este proceso en la industria. La cianuración puede
realizarse en medios sólidos, líquidos y gaseosos, esta última se denomina
nitro-cementación.

Cianuración sólida
Se efectúa de un modo análogo a la cementación sólida, con la diferencia
que el carburante contiene cianuros. Este proceso, por su rendimiento, es
mucho menos eficaz que los de cianuración líquida y gaseosa, por lo que su
implementación a gran escala no se recomienda.
Cianuración líquida
Esta es la forma más difundida de cianuración del acero y se efectúa en
cianuros fundidos. El mecanismo químico de formación de átomos activos
de nitrógeno y de carbono comprende las reacciones siguientes:
Descomposición de los cianuros, con la formación de átomos libres de
carbono y de nitrógeno, y su difusión en el metal.
Cianuración gaseosa
Se realiza en una mezcla de gases carburantes y intrigantes (por ejemplo,
una mezcla de gas del alumbrado y amoníaco).
Los resultados de la cianuración se determinan por la profundidad de la
capa superficial y por la concentración de carbono y de nitrógeno que hay
en ella. En la composición y propiedades de la capa cianurada ejerce
especial influencia la temperatura de cianuración. Su elevación hace que
aumente el contenido de carbono en dicha capa y su descenso, que
aumenta al nitrógeno.

3) NITRURACIÓN
La nitruración es un proceso de endurecimiento superficial que se lleva a
cabo en los aceros que proporcionan mayor durabilidad en componentes
expuestos a la fricción, al desgaste y al ataque químico por aluminio. La
nitruración se realiza a temperaturas más bajas que las que se emplean en
los procesos de temple, por lo que se registra una variación dimensional
nula o mínima durante el tratamiento. El proceso introduce nitrógeno
(nitruración) o nitrógeno + carbono (nitrocarburación) en la superficie de
las piezas, lo que produce la formación de las capas superficiales
endurecidas compuestas por nitruros responsables de la importante
mejora del rendimiento de las piezas.
La nitruración consiste en un tratamiento final que se debe realizar una vez
que las piezas estén finalizadas. La dureza superficial obtenida depende de
la composición química del acero (cuando mayor sea el contenido de
aleación, mayor será el endurecimiento) y el espesor de la capa generada
varía también en función del tipo de acero utilizado y del tiempo o la
temperatura seleccionados para el tratamiento.
4) Recocido
Es un tratamiento térmico que normalmente consiste en calentar un
material metálico a temperatura elevada durante largo tiempo, con objeto
de bajar la densidad de dislocaciones y, de esta manera, impartir ductilidad.
El Recocido se realiza principalmente para:
• Alterar la estructura del material para obtener las propiedades mecánicas
deseadas, ablandando el metal y mejorando su maquinabilidad.
• Recristalizar los metales trabajados en frío.
• Para aliviar los esfuerzos residuales.
Las operaciones de Recocido se ejecutan algunas veces con el único
propósito de aliviar los esfuerzos residuales en la pieza de trabajo causadas
por los procesos de formado previo. Este tratamiento es conocido como
Recocido para Alivio de Esfuerzos, el cual ayuda a reducir la distorsión y las
variaciones dimensiónales que pueden resultar de otra manera en las
partes que fueron sometidas a esfuerzos.
Se debe tener en cuenta que el Recocido no proporciona generalmente las
características más adecuadas para la utilización del acero. Por lo general,
al material se le realiza un tratamiento posterior con el objetivo de obtener
las características óptimas deseadas.

5) Cementación
La cementación es un tratamiento termoquímico que se aplica en piezas de
acero. El proceso aporta carbono a la superficie mediante difusión, que se
impregna modificando su composición.
La cementación tiene por objeto endurecer la superficie de una pieza sin
modificar su núcleo, originando una pieza formada por dos materiales: la
del núcleo de acero (con bajo índice de carbono tenaz y resistente a la
fatiga), y la parte de la superficie (de acero con mayor concentración de
carbono) 0,2% de carbono. Consiste en recubrir las partes a cementar de
una materia rica en carbono, llamada cementante, y someter la pieza
durante varias horas a altas temperaturas (típicamente, 900 °C). En estas
condiciones, el carbono penetra en la superficie que recubre a razón de 0,1
a 0,2 mm por hora de tratamiento. A la pieza cementada se le da el
tratamiento térmico correspondiente, temple y revenido, y cada una de las
dos zonas de la pieza, adquirirá las cualidades que corresponden a su
porcentaje de carbono.
Tipos de aceros para cementación
Aceros para cementación al carbono: Cementación a 900-950 °C, primer
temple a 880-910 °C en agua o aceite, segundo temple a 740-770 °C en
agua. Revenido a 200 °C como máximo.
Aplicaciones: Piezas poco cargadas y de espesor reducido, de poca
responsabilidad y escasa tenacidad en el núcleo.
Aceros para cementación al Cr-Ni de 125 kgf/mm²: Tiene en su
composición un 1% de Cr y un 4,15% de Ni. Cementación a 850 °C - 900 °C,
primer temple a 900 °C - 830 °C en aceite, segundo temple a 740-780 °C en
aceite. Revenido a 200 °C como máximo.
Aplicaciones: Piezas de gran resistencia en el núcleo y buena tenacidad.
Elementos de máquinas y motores. Engranajes, levas, etc.
Aceros para cementación al Cr-Mo de 95 kgf/mm²: Tiene en su
composición un 1,15% de Cr y un 0,20% de Mo. Cementación a 890 °C - 940
°C, primer temple a 870 °C - 900 °C en aceite, segundo temple a 790 °C - 820
°C en aceite. Revenido a 200 °C como máximo.
Aplicaciones: Piezas para automóviles y maquinaria de gran dureza
superficial y núcleo resistente. Piezas que sufran gran desgaste y transmitan
esfuerzos elevados. Engranajes, levas, etc.
Aceros para cementación al Cr-Ni-Mo de 135 kgf/mm²: Tiene en su
composición un 0,65% de Cr, un 4% de Ni y un 0,25% de Mo. Cementación
a 880 °C - 930 °C, primer temple a 830 °C - 860 °C con aire o aceite, segundo
temple a 740 °C - 770 °C con aceite. Revenido a 200 °C como máximo.
Aplicaciones: Piezas de grandes dimensiones de alta resistencia y dureza
superficial. Máquinas y motores de máxima responsabilidad, ruedas
dentadas, etc.
6) Revenido
El Revenido es un tratamiento complementario del Temple, que
generalmente prosigue a éste. Después del Temple, los aceros suelen
quedar demasiados duros y frágiles para los usos a los cuales están
destinados. Lo anterior se puede corregir con el proceso de Revenido, que
disminuye la dureza y la fragilidad excesiva, sin perder demasiada
tenacidad. Por ejemplo, se han utilizado estos tratamientos térmicos para
la fabricación del acero de Damasco (Siglo X a.C.) y de las espadas de los
samuráis japoneses (Siglo XII d.C.). Es posible obtener una dispersión
excepcionalmente fina de Fe3C (conocida como martensita revenida) si
primero se templa la austerita para producir martensita, y después se
realiza el revenido. Durante el revenido, se forma una mezcla íntima de
ferrita y cementita a partir de la martensita.
Este tratamiento térmico consiste en calentar el acero, (después de haberle
realizado un Temple o un Normalizado) a una temperatura inferior al punto
crítico (o temperatura de recristalización), seguido de un enfriamiento
controlado que puede ser rápido cuando se pretende resultados altos en
tenacidad, o lentos, cuando se pretende reducir al máximo las tensiones
térmicas que pueden generar deformaciones.
Es muy importante aclarar que con la realización del proceso de Revenido
no se eliminan los efectos del Temple, solo se modifican, ya que se consigue
disminuir la dureza y tensiones internas para lograr de esta manera
aumentar la tenacidad.

7) NORMALIZADO
El NORMALIZADO es un tratamiento térmico que sirve para afinar la
estructura y eliminar las tensiones que suelen aparecer en la forja, y sobre
todo después de ciertos sobrecalentamientos o enfriamientos en malas
condiciones. Aunque también lo usamos siempre que se quiera eliminar
los efectos de cualquier tratamiento térmico anterior.
Teóricamente es el tratamiento típico para la preparación de la estructura
antes del temple de los aceros al carbono de construcción de 0.15% a 0.4%
C y aceros al carbono de herramientas de hasta 0.7 -0.8% C. Para los aceros
de más carbono y aceros aleados hay otros tratamientos como el RECOCIDO
DE GLOBULIZACION para preparar mejor la estructura para el temple para
los aceros de herramientas de geometría más complicada para evitar
grietas. Pero estos tratamientos se realizan en hornos. En la mayoría de los
casos podemos realizar el normalizado como preparación de la herramienta
para el temple.
PROCESO DE NORMALIZADO:
Consiste en calentar el acero 50ºC por encima de la temperatura crítica
superior, asegurándonos la austenización completa de toda su estructura,
mantenerlo hasta que la temperatura llegue al interior, sacarlo de la fragua
y dejar enfriar al aire.

8) La sulfinización
La sulfinización es un tratamiento termoquímico en el cual se introduce
superficialmente azufre al acero. El objetivo no es mejorar las propiedades
mecánicas sino mejorar su comportamiento frente al mecanizado. Se
realiza en piezas ya terminadas. Consiste en elevar la temperatura de la
pieza a 575°C aproximadamente en un baño de sales que ceden carbono,
nitrógeno y azufre (estos dos últimos en menor cantidad), en aleaciones
férreas y de cobre.
Se utiliza en aceros de bajo carbono donde la viruta no se corta, sino que se
deforma y es arrastrada acumulándose frente al ataque. La incorporación
superficial del azufre genera sulfuro de hierro (S2Fe) como inclusión no
metálica (impurezas), y se aloja en los bordes de grano lo que fragiliza al
metal, lo cual hace que disminuya el punto de fusión. Después de la
sulfinización las dimensiones de las piezas aumentan ligeramente,
aumentando su resistencia al desgaste, favoreciendo la lubricación y
evitando el agarrotamiento.
Conclusiones
Al finalizar esta investigación se puede concluir que los tratamientos
térmicos son una herramienta muy difundida en la industria, debido a que
los procesos modernos exigen que los materiales tengan ciertas cualidades
mecánicas, en especial de dureza y tenacidad, es ahí cuando los
tratamientos térmicos encuentran su papel. Aunque la mayoría de estos
tratamientos son para mejorar las cualidades mecánicas, así también
existen unos pocos que ablandan los metales, esto para eliminar los
esfuerzos residuales generados por los diversos procesos de manufactura.
BIBLIOGRAFÍA

Amstead, B. H. (2003). Procesos de manufactura versión SI. México: CECSA.

Amstead, B. (2002). Procesos de manufactura versión SI. México: CECSA.

Askeland, D. R. (1998). Ciencia e ingeniaría de los materiales. México:


Thomson.

Askeland, D. R. (2004). Ciencia e Ingeniería de los Materiales. México:


Thomson.

Askeland, D. R. (2009). Ciencia e ingeniería de los materiales. México:


CENGAGE.

También podría gustarte