Covid Monografia

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Transmisión del SARS-CoV-2

La NCIRD (2021) destaca que el covid-19 se expande cuando un paciente infectado exhala goticulas y
partículas respiratorias muy pequeñas que mediante estas partículas el virus se transporta. Estas gotitas
y partículas respiratorias pueden ser inhaladas por otras personas sanas pudiendo depositarse sobre los
ojos, nariz o boca. (13)

En algunos casos, estas partículas infectadas con virus pueden contaminar las superficies que se pueden
tocar. Por otro lado, quien se encuentre a 3 metros de una persona contagiada de Covid-19 corre el
riesgo de contagiarse con el nuevo coronavirus. (13)

Principalmente hay tres formas en la que se propaga el COVID-19, Catalina Medina menciona que la
primera forma de transmisión de este virus se da por los:(13).

- Fómites: un estudio transversal en Brasil permitió evaluar la propagación del ARN SARS-CoV-2
en superficies públicas como paradas de autobús, plazas públicas y bancas. Se encontró que el
16,8% de las muestras fueron positivas, y la proporción de áreas contaminadas alrededor del
hospital fue mayor, lo que indica que el área alrededor del hospital puede ser un área de alto
riesgo de infección. (13)
- Aguas residuales: Por otro lado, ambos estudios cruzados evalúan la presencia de
contaminación y aplicaciones en el agua. Durante el período de estudio, se encontró la
concentración de materiales genéticos del adenovirus y una gripe en el 10 % del agua
contaminada. El estudio también evaluó las aguas residuales fuera de los hospitales que reciben
pacientes con Covid-19 y encontró muestras de aguas residuales contaminadas con SARS-CoV-2,
donde las aguas residuales de los hospitales que atienden a pacientes con Covid-19 pueden
contribuir a la producción de SARS-Cov-2 y otros virus. Pero hasta el momento no hay evidencia
de que el covid-19 y el agua contaminada hayan propagado el virus. (13)
- Aerosoles y goticulas: Como estudio transversal final en Wuhan, calculó las concentraciones de
ARN viral en aerosoles dentro y fuera de los hospitales. La densidad de partículas es mayor en
las áreas médicas y de pacientes en comparación con los espacios públicos. Sin embargo, se
encontraron concentraciones de ARN viral fuera de algunas áreas públicas, a excepción de un
área concurrida y con gran afluencia de personas, incluidos pacientes ambulatorios, a un metro
de la entrada. Cabe mencionar que la detección de ARN en muestras ambientales no indica un
virus vivo que pueda circular. (13)
 VIABILIDAD DEL SARS-COV-2

Claramente, la identificación precisa de las muertes por COVID-19 se ha convertido en una necesidad
social y epidemiológica durante esta pandemia, proporcionando a los epidemiólogos y bioestadísticos
números críticos para identificar con mayor precisión las muertes en nuestro país (debido a la falta de
falsos negativos), desarrollar pronósticos de enfermedades y tomar las medidas necesarias para evitar el
colapso del sistema de salud. (14)

En la mayoría de los países, las autopsias de los casos de Covid-19 se realizan de acuerdo con la
recomendación de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU. de que
el diagnóstico de los casos sospechosos debe basarse en los hallazgos. En países como Perú, esto se ha
vuelto poco práctico debido a la limitada disponibilidad de laboratorios moleculares para procesarlos, lo
que resulta en un tratamiento tardío y muerte, causando angustia a las familias y al personal de apoyo.
Debido a que el cuerpo se mantiene en un centro médico o mortuorio. El 4 de abril de 2020, el
Ministerio de Salud revisó la Directiva de Salud 087-MINSA/2020/DIGESA sobre el manejo de las
muertes por COVID-19, que establece que todas las muertes sospechosas deben ser tratadas como
casos confirmados. (14)

Esto mejorar los procedimientos de atención realizados hasta ahora, pero no proporciona la
confirmación necesaria de la causa de la muerte, lo que podría significar estadísticas sesgadas. En este
contexto, la aplicabilidad de otros métodos diagnósticos en casos post mortem con sospecha incierta de
COVID-19 puede aparecer como una alternativa razonable. Para caracterizar la evidencia disponible que
respalda la usabilidad de las pruebas serológicas en personas que fallecieron por sospecha de
enfermedad por COVID-19, se realizó una búsqueda bibliográfica sistemática en MEDLINE/PubMed y
Google Scholar (consulte Estrategias de búsqueda en materiales complementarios). Se buscaron
indicadores como el tiempo medio entre el inicio de los síntomas y la muerte, o la relación entre la
gravedad de los casos y la probabilidad de encontrar un título detectable. Se encontraron diez estudios
utilizando modelos matemáticos (n=5) y con datos epidemiológicos de pacientes hospitalizados (n = 5).
En el primer caso, las estimaciones del tiempo entre el inicio de los síntomas y la muerte oscilaron entre
16,1 días (IC 95 % (IC 95 %): 13,1-20,2) y 22.3 días (IC 95 %: 18,0-82,0) después del inicio de los síntomas;
Mientras que los datos epidemiológicos muestran un rango medio de 10,0 días (IQR: 7,0-13,0) a 21,0
días (IQR: 17,0-27,5)), con un estudio que estima la media en 22,3 +9,2 días (14)

Para datos epidemiológicos: se proporcionan medidas de tendencia central, pero las estimaciones se
obtienen mediante modelos matemáticos. NE: no estimado; IC: rango intercuartil, combinado con
mediana; DE: desviación estándar de la media; IC del 95 %: intervalo de confianza combinado con la
media de los datos epidemiológicos (14)

Estudios anteriores han encontrado que a partir del día 7 después del inicio de los síntomas, la detección
serológica se basa en la detección de IgM/IgG producida por el huésped infectado, que puede ser más
sensible que la RT-PCR. En estudios previos, como el de Zhao et al., que comparan la RT-PCR obtenida de
hisopado nasofaríngeo, la sensibilidad del inmunoensayo serológico fue del 94,3 % (IgM) y del 79,8 %
(IgG), pero solo se detectó el 45,5 % de los casos. Por otro lado, en un estudio de Vidal-Anzardo et al. En
Lima, Perú, el valor de sensibilidad de la prueba rápida serológica alcanzó el 50% a partir de la segunda
semana, cabe señalar que este valor es preliminar. Se basa en Calculado a partir de muestras
heterogéneas (14)

De manera similar, cuatro estudios secundarios analizaron la relación entre la gravedad de los casos y
los títulos de IgG o IgM y no encontraron diferencias entre los niveles de anticuerpos entre los dos
estudios. Grupos de pacientes: leve (34 pacientes) y grave (22 pacientes) (p = 0,130 IgM y p = 0,620 IgG).
Sin embargo, no encontraron diferencia en los niveles de anticuerpos producidos por dos grupos de
pacientes: leve (34 pacientes) y grave (22 pacientes) (p = 0,130 IgM y p = 0,620 IgM vs IgG). Sin embargo,
mostraron diferencias entre los títulos de anticuerpos (en general) y la gravedad de la enfermedad en
173 pacientes críticos (n = 32) y no críticos (p = 0,004). Además, se encontraron tres transcritos en
condiciones previas a la impresión, lo que también mostró que los resultados eran consistentes con una
correlación directa entre los niveles de anticuerpos y los resultados de mortalidad, tanto para las
combinaciones de IgM e IgG como para los niveles de linfocitos, neutrófilos e IgG. (14)

En la búsqueda sistemática mencionada anteriormente, no encontramos estudios previos que evaluaran


la eficacia diagnóstica de estas pruebas en muertos, ni estudios institucionales similares en otros países.
Al respecto, el CDC solo indicó que debido a que las pruebas serológicas rápidas no pueden confirmar un
diagnóstico de Covid-19, el uso de pruebas serológicas post mortem debe tener en cuenta otra
información, como el tiempo desde el inicio de la enfermedad. . Con base en esto, creemos que, aunque
la evidencia es insuficiente para hacer recomendaciones directas, se debe desarrollar una agenda de
investigación para ayudar a abordar este problema. Este procedimiento es de gran utilidad,
especialmente en casos de muerte súbita no institucional, donde los resultados de esta prueba, junto
con la información clínica disponible, pueden ayudar al equipo médico a tomar una decisión rápida e
iniciar el tratamiento. Cumplir con los protocolos actualmente regulados; más aún en los casos en que
las pruebas moleculares son limitadas. (14)

CONCLUSIONES

- Concluimos que el COVID-19 es un virus que puede contagiarse o transmitirse de persona a


persona de forma extremadamente rápida. La interacción cercana con una persona infectada es
el modo de transmisión más común.
- Esta enfermedad del Covid 19 tiene 4 proteínas estructurales, ellas son: membrana (M),
envoltura (E), espiga (S) y nucleocápside (N). Tiene 16 proteínas estructurales y accesorias no
estructurales de función desconocida.
- El componente más importante es la glicoproteína espiga (S), que une el virus a la célula
huésped, es decir, la integración. En el caso 2, el receptor para la glicoproteína elevada (S) es la
enzima convertidora de angiotensina II (ACE2).

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