MIGE103 - S7 - Texto - Académico - Psicología Del Aprendizaje - PdelA

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Programa en Innovación

y Gestión Educativa

Psicología del Aprendizaje


Sesión 7
Psicología de la Gestalt
Contenido

Objetivo general ...................................................................................................................3

1. El origen de la Gestalt ....................................................................................................3

2. Percepción y aprendizaje desde la Gestalt ....................................................................5

3. Pedagogía Gestalt ..........................................................................................................7

Referencias .........................................................................................................................10
Objetivo general

Comprender los principios de la psicología Gestalt, a través de un análisis de las aportaciones


teórico-prácticas de Wertheimer, Koffka y Köhler, para aplicar los principios de la percepción,
la estructura y la experiencia en favor del aprendizaje.

1. El origen de la Gestalt

La Gestalt es una corriente psicológica nacida en Alemania aproximadamente en 1912 a partir


de los hallazgos y propuestas del psicólogo checo-alemán Max Weitheimer. Se fortaleció y
difundió en otros países, sobre todo Estados Unidos de América, gracias a Wolfgang Köhler y
Kurt Koffka, quienes realizaron diversos viajes académicos a dicho país.

La Gestalt tiene un fundamento epistemológico racionalista y fenomenológico, pues


pone especial atención en la naturaleza del pensamiento y la percepción, así como en la
estructura de la experiencia psicológica. En ocasiones se le concibe como parte de la
psicología humanista, pues enfatiza el papel de la subjetividad, el contexto y la cultura,
además de que valora elementos como la autorrealización, la libertad, la autonomía y la
asertividad (Schunk, 2012).

Esta concepción antropológica y epistemológica vislumbra un claro contraste con


otras escuelas de la psicología, especialmente con el conductismo, por lo menos el tradicional
o de primera generación, pues éste se caracterizaba por considerar únicamente los elementos
observables de la conducta animal y humana, rechazando cualquier consideración por la vida
interna de los individuos. De esta forma, se puede vislumbrar el origen de la Gestalt desde
una perspectiva histórica contracultural, al reaccionar de manera crítica a los postulados
predominantes en la época. No afirmamos que sea una corriente meramente reaccionaria,
pero sí constituyó un fuerte catalizador académico-científico gracias a esta tensión.

Aunque los psicólogos de la Gestalt no centraron sus esfuerzos en entender el


aprendizaje, por lo menos no de forma directa, aportaron al tema gracias al estudio de la
percepción y la resolución de problemas. De hecho, consideran que el aprendizaje es un
producto de derivado de ambos procesos, especialmente cuando se vinculan con la
estructura de la experiencia, tanto pasada, como presente (Schunk, 2012).

Al respecto, cabe mencionar que, aunque no fue su intención, los estudios de Khöler
sobre el discernimiento influyeron fuertemente en la psicología del aprendizaje,
especialmente al contrastar con las nociones de aprendizaje por ensayo y error propuestas
por los conductivas de primera generación, particularmente por Thorndike.

Köhler desarrolló la teoría del discernimiento al experimentar con chimpancés entre


1913 y 1917 en la Isla de Tenerife, al occidente africano. Éste ensayaba determinadas
condiciones para evaluar la manera en la que los animales resolvían el reto de alcanzar un
racimo de plátanos utilizando cajas. Köhler proponía que los chimpancés realizaban intentos
inteligentes en la resolución de problemas, al evaluar las condiciones del entorno y usando
los elementos cercanos, como las varas y las cajas, de manera instrumental.

Un aspecto que llamó especial atención al psicólogo fue el hecho de que parecía que
la respuesta aparecía instantáneamente en la mente de los chimpancés, como si su cerebro
arrojara la respuesta necesaria al vincular asertivamente las distintas variables implicadas en
el problema. Este aspecto entraba en conflicto directo con Thorndike, quien planteaba, en la
ley del efecto, que la conducta se afinaba por ensayo y error, a partir de las consecuencias
deseables o indeseables generadas a partir de la ejecución.
2. Percepción y aprendizaje desde la Gestalt

Como se ha mencionado con anterioridad, el principal objeto de estudio de la psicología de la


Gestalt es la percepción, concebida como “un haz de elementos de tipo sensorial, vinculados
entre sí por la asociación” (Bower y Hilgard, 2016, p. 376) y sus postulados pueden aplicarse
al entendimiento del aprendizaje y la memoria.

A continuación, explicaremos los principios desarrollados por Wertheimer sobre las


leyes que rigen la organización perceptual.

• Pregnancia. Se considera como el principio fundamental de la percepción y rige a las


demás leyes. Ésta postula que los sujetos tienden a ordenar el contenido de los
campos perceptuales cuando se experimentan por primera vez, adoptando la mejor
forma posible.
• Figura-fondo. La relación entre la figura y el fondo constituye el componente
primordial del sistema perceptual, entendiendo por figura el elemento en el que se
centra la atención, sobresaliendo del fondo a través de algún contorno o contraste por
luz y/o color. La distinción entre la figura y el fondo no siempre es tan clara, incluso
hay ocasiones en las que estos roles son reversibles de manera que la figura se vuelve
fondo y el fondo se vuelve figura. En términos de psicología del aprendizaje destaca
el papel preponderante de la figura, en la que se concentra la atención, descartando,
erróneamente, la información provista por el fondo.
• Proximidad. Al percibir un campo se tienden a agrupar los elementos de acuerdo con
su cercanía, de manera que, mientras más próximos se encuentren, mayor
probabilidad hay de que se agrupen. Esta ley aplica también con estímulos auditivos
distribuidos en el tiempo. Este principio toma especial relevancia cuando se aplica a
la lectura, la escritura y al habla, pues nos permite organizar el contenido en grupos
provistos de significado.
• Similitud. Esta ley plantea que, elementos con características similares serán
agrupados, siempre y cuando no exista un estímulo de proximidad dominante; sean
visuales, como la forma, el color, el tamaño y la textura, o auditivos, como el ritmo, el
timbre y la intensidad.
• Dirección común. Los estímulos visuales o sonoros tienden a agruparse cuando se
percibe que guardan un destino común, constituyendo así una sola figura. Este
principio aplica también cuando los elementos se mueven de manera conjunta o de
forma reposada respecto de otros componentes.
• Simplicidad. Cuando los estímulos permanecen constantes son percibidos como
figuras simples, valorando estructuras armónicas que guardan uniformidad, simetría
y regularidad. Aunque toda figura tiene múltiples vías de descomposición,
priorizaremos la que resulte más simple. Dentro de esta ley podemos encontrar
también el principio de cierre, que establece que “La persona llena los huecos, con la
extrapolación redundante y predecible de la descripción más simple de la figura”
(Bower y Hilgard, 2016, p. 385).

Es necesario mencionar que en la percepción emergen las relaciones de las partes que
integran la forma, conformándose en un todo, en donde las propiedades individuales
modifican sus atributos, de manera que el todo no será necesariamente la suma de sus partes.
Todo dependerá de la estructura y relaciones del sistema de la figura percibida.

Basándose en los principios fundamentales de la percepción, se postula que el


aprendizaje es una estructuración que el aprendiz realiza sobre la totalidad de la
experiencia para poder resolver algún problema. Ello lo logra desarrollando en el proceso
una serie de conocimientos que van modificando la estructura existente. De esta manera,
desde la perspectiva gestáltica, podemos decir que la percepción antecede al aprendizaje,
pues sin ella es imposible recibir las características y relaciones del entorno.
La percepción y la memoria están íntimamente ligadas, pues a partir de la captación
de los estímulos del ambiente se generan recuerdos y asociaciones, además de que la manera
en la que se realizan los distintos agrupamientos perceptuales determinará la coherencia y
consistencia de la información que se retiene en la memoria. Es por ello por lo que, para
promover el aprendizaje, se sugiere que los aprendices tengan exposiciones sucesivas a
situaciones que fortalezcan la reestructuración del contenido o la tarea.

Como se ha mencionado, el énfasis sobre las asociaciones generadas en la percepción


es fundamental para los psicólogos de la corriente Gestalt. Sin embargo, es necesario que
éstas se vuelvan conscientes para que se de un mayor grado de comprensión, de manera que
el aprendizaje permita un discernimiento orientado a la resolución asertiva de problemas,
fundamentada en procesos racionales y coherentemente estructurados.

Una vez que las estructuras de la experiencia se hayan afianzado en el sujeto podrá
aplicar el mismo aprendizaje en otras situaciones similares, extrapolando el contenido de
manera dinámica. Esto se puede realizar porque en la Gestalt, más que importar la
memorización, se destaca el papel de la comprensión. Cuando un contenido internalizado es
modificado constantemente o se pierde la comprensión de su estructura tiende a ser olvidado
o distorsionado.

3. Pedagogía Gestalt

La aplicación de las leyes de la Gestalt al entendimiento de la percepción y, por lo tanto, del


aprendizaje, puede brindar pautas útiles y asertivas al campo de la pedagogía. Para ello, es
necesario que no se pierda de vista el carácter humanista del presente enfoque, pues antes
de considerar los procesos perceptivos, debe tomarse en cuenta que la pedagogía Gestalt
parte del contacto con uno mismo, con el otro y con el contenido, tanto por parte del
educando como del educador.

El trasfondo humanista de la pedagogía Gestalt invita a los educadores a tomar como


punto de partida el desarrollo de la personalidad de los estudiantes, rompiendo con los
propios paradigmas tradicionalistas, en donde el centro del aprendizaje radicaba en la postura
catedrática del padre de familia o docente. De acuerdo con Petzold (en López Flores, 2020),
este cambio de enfoque brindará una experiencia de aprendizaje humanizante, basada en la
potencialización del crecimiento, la autorregulación y la confianza poliridireccional.

Para que este enfoque pueda ejecutarse eficazmente en los contextos educativos es
necesario enfatizar el contacto y el encuentro con el ser humano desde una pedagogía
integral que abarque diversos componentes de orden antropológico, como la interioridad,
la corporeidad y la intersubjetividad. A a final de cuentas, esto constituye la forma en la que
el educando se compone como figura, además de que no hay que olvidar que se parte de un
posicionamiento ontológico en donde cada persona es responsable de su propia existencia,
de manera que es configurada por sus decisiones y asociaciones con la realidad.

Aunque se hace una distinción casi didáctica del ser humano como figura unificada es
necesario aclarar que esto no atenta contra el carácter holista de su naturaleza. Es
precisamente por ello que autores como Petzold (en López Flores, 2020) recomiendan
considerar cinco dimensiones desde una pedagogía Gestalt integrativa para el diseño de
cualquier intevención: la corporal, la afectiva, la cognitiva, la contextual y la ecológica.

A continuación, se presenta una breve semblanza de cada una:

• Dimensión corporal. Abarca la composición física del ser humano, tanto en su


anatomía como en su fisiología, considerando elementos sensibles o tangibles.
• Dimensión afectiva. Se integra con las emociones, tanto básicas, como compuestas,
además de los sentimientos. Es la base para la confianza, la seguridad y la autoestima.
• Dimensión cognitiva. Implica los distintos procesos y productos del pensamiento,
tanto en categorías simples como complejas.
• Dimensión contextual. Considera las expresiones intersubjetivas del ser humano,
tanto en un ámbito relacional como social.
• Dimensión ecológica. Se compone de todos los elementos ambientales, tanto de
orden natural como cultural.

Aunque por razones didácticas se separen estas dimensiones, es claro que funcionan como
un todo articulado, de manera que la acción educadora debe contemplar al aprendiz tanto en
su totalidad orgánica como en su composición holísta y es por ello por lo que Petzold (en
López Flores, 2020) concibe a la pedagogía Gestalt como una pedagogía integrativa o como
una antropología integrada.

Para poder implementar intervenciones educativas desde esta perspectiva se deben


ejecutar algunos principios rectores, como favorecer el contacto intersubjetivo, centrar el
aprendizaje en el alumno y no en el profesor, considerar una antropología integrativa u
holista, favorecer el contacto pluridireccional y, sobre todo, favorecer el autodescubrimiento
y el contacto consigo mismo, desde una postura consciente y basada en la liberad y la
autorregulación.

Es clave entender que para favorecer el aprendizaje se debe considerar el ciclo de la


experiencia psicológica, comenzando desde un acto de conciencia en donde se detecten las
propias necesidades en una serie de etapas graduales que permitan un acercamiento a la
satisfacción de la necesidad.
El ciclo de la experiencia psicológica implica las siguientes etapas: sensación,
formación de la figura, movilización de la energía, planeación, acción, contacto y retirada.
Nada de esto sería posible si no se realiza desde el “aquí y el ahora”, es decir, desde el medio
concreto del aprendiz, viviendo el presente, aprendiendo del pasado, para proyectar el
futuro.

Finalmente, como afirma Perls (en López Flores, 2020), aprender es descubrir algo
nuevo, darse cuenta de que algo es posible, desde el contexto y realidad de cada persona. Es
decir, es una oportunidad para la humanización y dar sentido de la existencia, para el
contacto entre el ser humano y la realidad desde una postura que nace del “darse cuenta”,
de uno mismo, del otro y del conocimiento, partiendo de una escucha tanto del mundo
interno, como del mundo externo, para favorecer la creatividad y la integración de la persona.

Referencias

• Bower, G. y Hilgard, R. (2016). Teorías del aprendizaje. México: Trillas.


• López Flores, R. (2020). Pedagogía Gestalt: Aportes de un enfoque humanista al
manejo del conflicto en educación secundaria (Tesis para obtener el grado de
Doctor). Universidad Nacional Autónoma de México.
• Schunk, D. H. (2012). Teorías del aprendizaje. Una perspectiva educativa (6a ed.).
México, D. F.: Pearson.

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