Escritora Musulmana

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La escritora inmigrante procedente de un país musulmán

en el campo literario europeo

Francesco Bellinzis

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DEPARTAMENTO DE SOCIOLOGÍA
FACULTAD DE CIENCIAS POLÍTICAS Y SOCIOLOGÍA
UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE BARCELONA

Tesis doctoral

La escritora inmigrante procedente de un país musulmán


en el campo literario europeo

Francesco Bellinzis

Tesis doctoral dirigida por:


Dra. Esperança Bielsa

Bellaterra, febrero 2018

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Dedicatoria:

A Giulio Regeni y Valeria Solesin, estudiantes de doctorado

Occorre persuadere molta gente che anche lo studio


è un mestiere, molto faticoso, con un suo speciale tirocinio,
oltre che intellettuale, anche muscolare-nervoso: è un processo
di adattamento, è un abito acquisito con lo sforzo, la noia e anche
la sofferenza.

Antonio Gramsci

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Agradecimientos

Entre alma y destinos, entre la observación científica y la imaginación sociológica, este


largo proyecto de investigación no hubiera encontrado su camino sin la brújula teórica y
metodológica que mi directora a lo largo de los años, me ha ofrecido. Quiero entonces en
primer lugar, agradecer a la Dra. Esperança Bielsa. Quiero también agradecerle el
haberme invitado a participar en el proyecto que ha dirigido: “Cosmopolitan Openness to
the Other: Interdisciplinary Perspectives from Social Theory, Translation Studies and
Philosophy” y a todo el research team: Antonio Aguilera, Inna Kozlova, Enrique
Santamaría y Carlota Solé.

Durante este largo camino, una etapa fundamental ha sido mi participación en el foro de
Jóvenes Investigadores del Cidob (Barcelona centre for international affairs). Este “largo
proceso y no siempre sencillo de intercambio de ideas”, ha enriquecido el planteamiento
interdisciplinar de mi tesis. Quiero particularmente agradecer a la coordinadora del foro,
la investigadora Yolanda Onghena y todo el research team: Isabel Verdet Peris, Marc
Jiménez Marzo, Katjuscia Mattu, Diego Fernando Martínez Vallejo, Adriana Ibiti,
Margarita Camacho Zambrano, Vanessa Gaibar Constansó, Oscar Ramos Mancilla,
Rafael Franco Coelho, Laura Rojas Francisco, Núria Reguero, Abaghan Ghahraman y
Claudio Milano.

Mi brújula también me ha dirigido al cruce entre la observación sociológica y la


producción literaria, gracias a la investigadora y escritora, Dra. Dora Carpenter-Latiri,
especialista en literatura de la migración. Dora, profesora en la University of Brighton ha
sido mi tutora durante my visiting research a su departamento, dotando mi brújula teórica
de unas herramientas necesarias para el análisis literario. Quiero también agradecer a todo
el departamento de Arts and culture de la University of Brighton.

Otra aportación importante, sin la cual no hubiera podido acercarme al enfoque


comparativo, ha sido la de la Dra. Nora Moll, una de las más importantes expertas de
literatura de la migración en Italia. Gracias a la Dra. Moll he enriquecido mi brújula
teórica, participando gracias a su invitación, en el congreso: Il caso italiano: violenza,
memoria culturale e transculturalità (1990-2014)".

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Quiero agradecer a las tres escritoras analizadas por su disponibilidad, para realizar la
entrevista, en el caso de Najat El Hachmi y las comunicaciones personales, en el caso de
Igiaba Scego y Faïza Guène.

La relación, a veces compleja, con el capital lingüístico aprovechado en este trabajo ha


encontrado una importante aportación con las indicaciones del profesor Salvatore Bianco
en el caso del francés; de la Dra. Bielsa del castellano y del inglés; de la Dra. Carpenter
Latiri en el caso del inglés; de la profesora Farràs, en el caso del catalán y del castellano.

Agradezco también el profesor Alfieri de la Universidad de Urbino, por haberme guiado


en mi primer desafiante análisis sociológico de una obra literaria, durante mi trabajo de
final de carrera.

Quiero también agradecer el gobierno de Cerdeña, que en su momento me otorgó la beca


del Programma Operativo Fondo Sociale Europeo y el Departamento de Sociología de
la Universidad Autónoma de Barcelona, donde he trabajado como investigador.

Quiero también agradecer a mi madre, Annalisa, que ha sido en la última parte de esta
investigación, mi única mecenas. Gracias a la “beca Annalisa” he podido, por un lado,
acabar este proyecto y, por el otro, acercarme aún más a una reflexión sobre las relaciones
de poderes en el campo académico por la conquista de una autonomía científica.

Quiero también agradecer a Pedro, Leonor, Maria, Maria Bruna y Marco por el interés y
el apoyo que me han demostrado a lo largo de la investigación. A Marta, por
acompañarme en este largo viaje plurilingüe y cosmopolita hacia nuevas y sorprendentes
“imaginary homelands”.

Y por último quiero recordar a mi padre, que me acompañó en los primeros meses de este
doctorado hasta que una enfermedad incurable se lo llevó. Todavía siento que custodio
su herencia y su espíritu crítico y observador.

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Contenido

Introducción……...……………………………………………………………………11

CAPÍTULO 1. El estudio sociológico de la literatura: la obra, el autor y el universo


literario.………………………………………………………………………………..29
1.1 La teoría del reflejo: el análisis de la novela como reflejo de la realidad
social.……………………………………………………………….…………..29
1.2 Introducción a Bourdieu y su relación con la literatura.………..……………31
1.3 El campo literario.…………………………………………………………..36
1.4 El escritor: habitus, estrategia y prácticas.…………………………………..41

CAPÍTULO 2. Transnacionalismo y transculturación.………….…………………49


2.1 Introducción..……………………………………………………………….49
2.2 El enfoque transnacional en ciencias sociales ………………..……………50
2.3 Desplazar el centro, más allá de las literaturas nacionales………………....56
2.4 Cuestiones de forma, oralidad, escritura, transculturación……….………...63
2.5 Cuestiones lingüísticas…………………………………..………………….64
2.6 Conclusión……………………………………………………………….....67

CAPÍTULO 3. Social conditions of female migrant writers in the literary field:


questions of gender, race and culture………………………………………………...71
3.1 Introduction…………………………………………………………………71
3.2. Autonomous and heteronomous relations in the female migrant’s cultural
production………………………………………………………………………72
3.3 The intersectional approach…...……………………………………………76

CAPÍTULO 4. Cuestiones metodológicas………………………………..………….83


4.1 Una reflexión metodológica…………………………………...……………83
4.2. Elección de las obras……………………………………………………….86
4.3 Trayectoria social de las autoras y reconstrucción del habitus………….….87
4.4 Contexto histórico-social del campo literario………………………………89
4.5 Análisis de las novelas……………………………………………………...91
4.6 Enfoque comparativo…………………………………………………….…94
7
4.7 Conclusión………………………………………………………………….95

CAPÍTULO 5. L’últim patriarca de Najat El Hachmi, un análisis sociológico de una


práctica artístico-cultural………………………………………………………….…99
5.1 Introducción a la autora………………………………………………….….99
5.2 Trayectoria social y trayectoria literaria…………………………………...100
5.3.1 Entre local y transnacional………………………………………………105
5.3.2 La difícil definición de un género literario……………………………….112
5.3.3 La migración como marginalidad estratégica, un valor invertido del
campo literario……………………………………………………………..….114
5.4.1 Introducción a la obra………………………………………………...….118
5.4.2 Contexto histórico-social: la representación de la migración marroquí en la
novela………………………………………………………………………….119
5.5 Negociaciones lingüístico-culturales en la novela plurilingüe…………..…122
5.6 Una solución imaginada en contra del patriarcado…………………....……133
5.7 La representación de la mujer inmigrante y sus relaciones con el espacio social
5.8 Conclusión……………………………………………………………..….137

CAPÍTULO 6. La mia casa è dove sono de Igiaba Scego, un análisis sociológico de


una práctica artístico-cultural……………………………………………….......….147
6.1 Introducción a la autora………………………………………………...….147
6.2 Igiaba Scego en el campo literario italiano………………………………...148
6.3 Etiquetas incómodas: ¿literatura poscolonial o de la migración?..................154
6.4.1 Introducción a la novela: La mia casa è dove sono………………………....160
6.4.2 Contexto histórico-social de la novela………………………………...…161
6.5.1 La doble presencia de dos herencias culturales, la oralidad y la escritura..165
6.5.2 El proceso de refracción, entre la doble ausencia y la doble presencia...…169
6.6 Scego socio-analista de sí misma………………………………………......178
6.7 Conclusión. ………………………………………………………………..185

CAPÍTULO 7. Kiffe kiffe demain de Faïza Guène, un análisis sociológico de una


práctica artístico-cultural…………………………………………………………....187
7.1 Introducción a la autora…………………………………………………….187
7.2.1 Las respuestas de los escritores poscoloniales al centro literario francés.189

8
7.2.2 Los escritores beur, la periferia del centro literario……………………….191
7.3 Faïza Guène y su posición en el campo literario nacional y transnacional….196
7.4.1 Introducción a la obra…………………………………………………….207
7.4.2 Las correlaciones entre historia colonial e historia de la migración…...….209
7.4.3 La segunda generación………………………………………………..….212
7.4.4 La banlieue, del lugar geográfico al lugar sociológico……………………216
7.5.1 El espacio simbólico de la obra, los personajes y sus luchas lingüísticas…220
7.5.2 La negociación de un estigma lingüístico……………………………..….228
7.6 Conclusión……………………………………………………………....…234

CAPÍTULO 8. Un enfoque comparativo de las tres autoras: trayectorias, prácticas


y representaciones……………………………………………………………………237
8.1 El enfoque comparativo……………………………………………………237
8.2 Comparar las negociaciones simbólicas del ser inmigrante………………..239
8.3 ¿La representación de la migración como necesidad o como signo de
distinción? …………………………………………………………………….246
8.4.1 La inmigración como acto cultural………………………………………248
8.4.2 El plurilingüismo y su función estratégica…………………………….…254
8.5 Relaciones entre género, etnia y clase en las representaciones literarias de las
tres autoras…………………………………………………………………….263

CAPÍTULO 9. Conclusiones………………………………………………………...273
9.1. La alteridad como necesidad y como signo de distinción…………….…..274
9.2. La novela como herramienta de cambio y ruptura……………………….276
9.3 La apuesta simbólica de la diversidad…………………………………….278
9.4 Aportaciones teóricas y metodológicas de las tesis……………………….281
9.5 Nuevas líneas de investigación……………………………………..…….284

Bibliografía………………………..……………………………………...…………..289

Anexo………………………………………………...……………………...………..301

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Introducción

Con la presente investigación se pretende estudiar las posiciones de las escritoras de


origen inmigrante procedentes de países musulmanes en el campo literario a partir de sus
novelas. Considerando la novela como un instrumento de representación, con sus reglas,
formas y discursos propios, se pretende comprender cómo permite a una mujer de origen
inmigrante tener un espacio, una voz y una forma de auto-representación. Antes de
introducir este sujeto y objeto de estudio específico, se presenta y justifica el interés hacia
la denominada literatura de la migración y hacia la compleja pero creativa relación entre
la sociología y la literatura. Es necesario, por lo tanto, justificar esta elección como el
fruto de una reflexión más amplia, que a través de un largo proceso de análisis, se ha
centrado finalmente en las escritoras inmigrantes de cultura musulmana. Este proceso no
ha seguido los tiempos de los campos políticos y sociales del fenómeno migratorio, sino
los tiempos del campo literario. Empezar a justificar este trabajo de investigación con las
palabras de un escritor de origen inmigrante, Salman Rushdie (1991), quizás sea la mejor
manera de inaugurar el tan deseado diálogo entre la sociología y la literatura. La
migración es la más grande metáfora de nuestro tiempo, afirma el escritor y reconduce
este fenómeno hacia la íntima relación dialéctica con la palabra metáfora.

Migration offers us one of the richest metaphors of our age. The word metaphor
is derived from the Greek for ‘bearing across’ and connotes a sort of migration,
the migration of ideas into images (Rushdie 1991: 277).

La literatura nos permite acceder a esta íntima relación dialéctica. Las ideas expresadas a
través de las imágenes y traducidas por el lenguaje siguen los recorridos de hombres y
mujeres, sus mudanzas, sus resistencias y sus olvidos. La palabra, que es un indicador
constitutivo esencial de la realidad, no puede responder a una objetivación científica sobre
la realidad social. Sin embargo, puede ofrecer importantes indicadores sobre la
representación o autorepresentación de un sujeto social, en nuestro caso sobre la
formación discursiva del sujeto inmigrante. Para poder comprender sociológicamente
estos indicadores son necesarias algunas premisas. La primera premisa hace referencia al
desafío de las voces subalternas que a través de la literatura han respondido al centro
dominante del poder colonial e imperialista europeo. Las contra-culturas no blancas y no

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occidentales han encontrado un espacio en el mundo literario para trasformar el otro
representado en el otro que se auto-representa. Este espacio ha sido también alcanzado
por los autores inmigrantes originarios de países no occidentales. Tanto el mundo
editorial como el mundo académico, en estas últimas dos décadas, se han interesado por
las voces de los autores inmigrantes. El comparatista italiano Armando Gnisci introduce
en el debate de la crítica literaria, la literatura creada por autores de origen inmigrante y
considera la misma experiencia migratoria como un potencial para incrementar nuevos
valores e imaginarios artísticos (Gnisci, 1998). En 1997 Gnisci realiza el primer banco de
datos sobre la literatura de la migración, con informaciones bibliográficas de más de 400
autores que han vivido la experiencia migratoria en Italia.

En España, la filóloga Bueno Alonso, en el 2011 realiza en colaboración con la


Universidad de Alicante, La Biblioteca africana, incorporando las obras de aquellos
escritores de origen africano que migraron hacia España. Este fenómeno, aunque con
tiempos e intensidades diferentes, ha caracterizado algunos contextos literarios europeos.
En Francia, el 16 de marzo del 2007, en un manifiesto publicado por Le Monde, diferentes
autores, entre otros el escritor de origen inmigrante Ben Jelloun, proponen la muerte de
la francophonie y el nacimiento de una literatura-mundo en francés, desplazando su
centro dominante y valorizando las diferentes formas y maneras de utilizar la lengua
francesa para hacer literatura. Estos autores quieren romper con la idea esencialista que
el francés pertenece a una nación y cultura homogénea. La crítica literaria francesa a partir
de estos fenómenos ha replanteado su nacionalismo metodológico y su eurocentrismo
(Bonn, 2004).

El primer objetivo de estos estudios, (Gnisci, 2003; Bonn, 2004; Bueno Alonso, 2011) es
observar cómo la novela del escritor inmigrante contrapone al discurso que se hace sobre
el sujeto-otro y subalterno, la voz de la alteridad que se auto-representa, una voz casi
siempre negada y silenciada. Como vamos a analizar a continuación, este aspecto
caracteriza a los autores de origen inmigrante, donde el hecho de que el tema de sus
novelas sea la migración es secundario respecto al hecho de que convierten la experiencia
migratoria en un acto cultural. Este aspecto distingue los autores de origen inmigrante de
otros escritores europeos que no vivieron la migración como experiencia personal, pero
relacionaron sus novelas con este tema. El primer interés hacia la literatura de la
migración, debería observar la literatura como un espacio donde el sujeto inmigrante

12
pueda representarse y auto-determinarse. ¿Es la literatura un espacio donde el sujeto
inmigrante puede auto-representarse?

Tanto en el debate poscolonial (Said, 1975; Spivak, 1990) como en la literatura


comparada (Gnisci, 1998; Bonn, 2004), esta pregunta se ha contestado contraponiendo la
literatura a los discursos políticos dominantes sobre el sujeto inmigrante. El sociólogo
argelino Sayad (2008) nos recuerda con sus estudios sobre el inmigrado que la
construcción discursiva del poder político constituye este sujeto y lo determina. La
literatura se enfrenta a los discursos dominantes de otros campos de poder, como el
político, pero es necesario a través de la sociología considerar a la misma literatura como
un campo social, con sus reglas y fuerzas propias. Si la primera premisa necesaria para
introducir esta investigación empieza con desvelar la importancia de la literatura para dar
voz al sujeto inmigrante, la segunda premisa quiere comprender cuáles son las reglas de
este espacio de representación. Antes de comprender cómo el otro representado se
convierte en el otro que se auto-representa, es fundamental comprender sociológicamente
las relaciones simbólicas que el inmigrante aceptado como otro, vendido como alteridad
y constituido como extraño, establece con el campo específico de la literatura. Retomando
la observación de Bauman (1995:1) de que todas las sociedades producen su propia clase
de extraños, en esta investigación es necesario considerar las especificidades de un campo
en concreto, el campo literario, donde la figura del extraño y del extranjero se ha
producido a partir de sus reglas y mecanismos de funcionamiento. El sujeto inmigrante
constituido como otro y como extraño, encuentra su punto de máxima alteridad respecto
al campo literario europeo, cuando se refiere a la mujer inmigrante procedente de un país
musulmán. En la próxima sección introductoria se explica cómo se ha llegado a delimitar
el campo de estudio a tres autoras inmigrantes originarias de tres países de cultura
musulmana.

Delimitar el campo de análisis a la escritora inmigrante procedente de un país


musulmán

En esta tesis, se considera la literatura inmigrante femenina de cultura musulmana como


el punto más lejano de la alteridad para el ojo vigilante de la fortaleza europea (Sassen,
2013). En esta investigación, me centro en tres escritoras de la segunda generación
inmigrante, originarias de tres países de cultura musulmana: Najat El Hachmi, escritora

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catalana de origen marroquí; Igiaba Scego, escritora italiana de origen somalí; Faïza
Guène, escritora francesa de origen argelino. Las tres escritoras responden a un perfil
representativo de este sujeto situado en el campo literario europeo a partir de diferentes
parámetros. El primer parámetro está relacionado con las trayectorias sociales de las
escritoras y con el tema de las novelas, es decir, la representación de la mujer en un
contexto de las migraciones contemporáneas. En segundo lugar, las tres son escritoras
inmigrantes de segunda generación, originarias de países de cultura musulmana (Argelia,
Somalia, Marruecos). En tercer lugar, las tres escribieron estas novelas en la década de
los años 2000 en una edad comprendida entre los 20 y los 30 años.

La pertenencia cultural e identitaria musulmana de estas autoras está vinculada a una


pluralidad de mundos: el magrebí, el mediterráneo, el africano, el europeo, el de la
banlieue, el amazich, el mundo colonial y poscolonial, el mundo de la inmigración
(Bellinzis, 2015). La socióloga francesa Zahra Alì (2012) subraya un elemento muy
importante respecto a los estudios de las condiciones de vida de las mujeres musulmanas,
en los cuales el hecho más evidente es que solo éstas en comparación con las mujeres
cristianas o judías, son designadas a partir de su religión islámica, dando al islam una
función determinante en su vida. Antes de empezar este trabajo tendría que cuestionarme:
¿Por qué analizar una escritora a partir de su origen musulmán? ¿Cuando leemos a
Austen, pensamos en ella como una escritora que es hija de un pastor anglicano?
Incluir estas novelas dentro de una vasta área de literatura de escritoras originarias de
países musulmanes nos obliga a cuestionar el término islámico o musulmán como
concepto construido ideológicamente. Como afirma Arkoun (2005:56), estos constructos
se utilizan para cualificar una inmensa área, con diferentes grupos etnoculturales y con
diferentes lenguas y estructuras sociológicas. Para no caer en la trampa orientalista de
construir una etnicidad arbitraria (Portes y Rumbaut, 2006), es necesario ver la influencia
que esta característica ha tenido en el campo literario. El interés hacia este sujeto
específico surge exclusivamente a partir de preguntas sociológicas sobre la literatura. No
se considera la religión musulmana un objeto de estudio de esta investigación, pero se
considera importante el hecho de que esta condición socio-cultural conduce a estas
autoras al punto más lejano de la alteridad. Las novelas a analizar se convierten en
laboratorios sociológicos, que permiten observar e interpretar estas prácticas artísticas a
través de sus relaciones simbólicas con la alteridad.

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Se considera la literatura de estas mujeres como un instrumento de lectura de la alteridad
que permite un replanteamiento de la institución cognitiva y sociopolítica de la figura
social de la mujer inmigrante de cultura musulmana. En los discursos hegemónicos, las
mujeres son connotadas como símbolos de la comunidad inmigrante en su conjunto, a
través de la cual se refuerza la homogenización cultural de los grupos. Estas autoras se
convierten en sujetos simbólicos de una alteridad no europea y no occidental. Existe un
inmenso déficit de auto-representación del otro inmigrante, sobretodo de una alteridad
femenina, se considera entonces la novela un instrumento para limitar este déficit. Esta
primera inquietud justifica un estudio sociológico de estas realidades literarias a partir de
la diversidad de peso y presencia entre la mujer inmigrante de cultura musulmana en el
campo literario respecto por ejemplo, al campo político y económico.

Otra pregunta de investigación que guía este trabajo es: ¿El campo literario salva a la
mujer inmigrante de cultura musulmana ofreciéndole un espacio de representación, o
trasforma este proceso de salvación no solo en un instrumento de dominación cultural,
sino también en una exigencia del mercado editorial?
Para contestar a esta pregunta será necesario enmarcar este estudio hacia el escepticismo
crítico bourdieusiano, que ve el universo literario como un espacio que no es inmune a
determinaciones externas, como las del mundo político y económico (Bourdieu,1995). La
segunda inquietud que ha determinado esta elección, pretende observar la novela de la
mujer inmigrante de cultura musulmana a partir de los mecanismos propios de la literatura
en su relación constante con el mundo político y económico. Spivak (1988:93), con su
reflexión poscolonial sobre el subalterno, subraya como en diferentes contextos políticos
y sociales, la mujer no occidental está salvada por el hombre blanco en defensa del
hombre de su cultura de origen para reforzar la dominación cultural, ‘white men are
saving brown women from brown men’. Esta es una imagen simbólica, casi una metáfora
del campo literario occidental en el cual el editor europeo o estadunidense salva a la mujer
de cultura musulmana ofreciéndole un espacio de representación, pero sin cuestionarse si
este proceso de salvación es también un instrumento de dominación cultural o una
exigencia del mercado editorial. Los libros publicados en Occidente a partir de la década
de 1990, como por ejemplo la célebre obra Leer Lolita en Teherán, de la escritora iraní
Nafisi, o el comic Persépolis de Marjan Satrapi, son la demostración de los síntomas del
contexto literario occidental en el cual la mujer de origen musulmán ha tenido un espacio
de auto-representación y cuya obra circula en un determinado segmento del mercado

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editorial consagrado por la crítica literaria. Se ha quedado fuera del debate académico, la
comprensión sociológica de este espacio reservado a este sujeto social, donde la
negociación de la alteridad y la aceptación de ser salvadas de la invisibilidad también han
orientado la creación y circulación de estos productos culturales.

La escritora senegalesa Mariama Bâ dice en su novela, Mi carta más larga: "celebro de


todo corazón cada vez que una mujer sale de las sombras” (2003:2). Este sentimiento
mueve el desafío de este trabajo, solo que haría falta reflexionar bajo qué luz se ponen
estas escritoras para ser visibles y cuál es el precio de esta luz. Retomando entonces un
aspecto fundamental de la teoría bourdieusiana, los conceptos de autonomía y
heteronomía, se debería considerar qué elementos de otros campos (económico y político)
pueden limitar una producción artística autónoma de estas escritoras. Por un lado, se
deberían analizar las imposiciones de un mercado editorial que posiciona estas mujeres
en un sector específico negociando una marginalidad (la identidad de género de la mujer
musulmana) como elemento estratégico de venta. Por otro lado, tenemos el aspecto
político que se refiere, o bien al discurso dominante occidental sobre la mujer musulmana
que puede condicionar la auto-representación e identificación de estas escritoras o, por
otro lado, a las reacciones antagónicas y contrastantes de su cultura de origen respecto a
las imágenes que estas escritoras podrían representar en la novela. Podríamos ver, por un
lado, en la diáspora de las escritoras inmigrantes de cultura musulmana en el mundo
occidental, una posibilidad de representarse y, por otro lado, ver esta posibilidad como
englobante en un espacio específico.

A diferencia de las décadas de los ochenta y noventa, cuando la mujer de cultura musul-
mana entra en la gran cultura literaria europea a través de la voz literaria de autoras
magrebíes como Djebar y Mernissi, en la década del 2000, El Hachmi, Scego y Guène,
representan a la mujer de cultura musulmana a partir de la misma sociedad europea, a
partir de sus ciudades receptoras de la inmigración. Tanto las trayectorias literarias como
el tema de las novelas de estas escritoras están relacionados con la migración en su
dimensión global, tanto emigración como inmigración, y los procesos identitarios de las
segundas generaciones de tres colectivos, el marroquí, el somalí y el argelino, que
representan la migración no occidental más problemática en sus respectivos países de
origen. La intersección de estas condiciones, la generación y la cultura de origen, se
relacionan con la condición de género. Por estas razones, las trayectorias literarias de

16
estas autoras y sus novelas se convierten en laboratorios sociológicos que permiten
observar en su dimensión global, las relaciones simbólicas entre la migración y la
literatura. Estos laboratorios aportan a la sociología de la literatura un replanteamiento
de la autonomía artística, de la negociación de la alteridad y del uso de la novela para dar
una voz de representación al sujeto femenino inmigrante. Es necesario introducir en el
estudio de estas producciones literarias, no solo la interpretación de las novelas como
espacios de representación del sujeto inmigrante a partir de un interés literario y
sociopolítico, sino también la interpretación de las orientaciones del mercado editorial y
de la crítica literaria, donde la negociación de la alteridad se convierte en el pasaporte
necesario para ser publicadas. Es necesario introducir en el análisis un aspecto que se
quedó fuera del debate académico de la sociología, la negociación de la alteridad
femenina inmigrante en el universo literario. En los primeros cuatro capítulos de esta tesis
se introducen las herramientas teóricas y metodológicas para relacionar la migración y la
literatura, sin confundir la observación sociológica de la realidad social con la
observación sociológica de la realidad literaria. La novela se considera entonces un
instrumento de imaginación sociológica sobre la migración que representa este fenómeno
social a partir de sus mecanismos y lentes de observación.

La novela como laboratorio sociológico

El hecho de analizar mujeres inmigrantes nos obliga a reflexionar sobre la misma


sociología de la literatura, a partir de escritoras que mueven interrogantes sobre el
concepto de autonomía artística. Este concepto extiende sus fronteras a connotaciones de
género sobre la trayectoria de las escritoras, considerándolas a partir de sus
condicionamientos patriarcales y coloniales, además que de clase, sobre el campo literario
a partir de un movimiento transnacional de bienes simbólicos, nacidos a través de las
migraciones contemporáneas. Por este motivo, se considera la producción literaria de
estas escritoras de origen inmigrante no solo un objeto de estudio de la sociología de la
literatura, sino también un instrumento de imaginación sociológica respecto a cuestiones
específicas del mundo literario. Las afirmaciones del sociólogo argelino Sayad nos
ayudan a orientar nuestro trabajo hacia una reflexión sobre la misma sociología, en
nuestro caso una sociología de la literatura:

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Una de las particularidades de la reflexión sociológica sobre la inmigración y
sobre la emigración es que esta reflexión debe ser también un reflexión sobre sí
misma (Sayad, 2010:20).

Sayad dedicó gran parte de su vida a investigar un fenómeno que estuvo condicionado
por su experiencia personal, su emigración de Argelia a Francia y por las heridas y los
compromisos entre los colonizadores y su lugar de origen. El desafío del sociólogo
argelino fue desmontar los constructos y determinaciones que se constituyeron respecto
al sujeto inmigrante, devolviendo a este sujeto una voz y una palabra. Un aspecto
fundamental de sus estudios, tanto en la obra La paradoja de la alteridad (2014) como
en La doble ausencia (2010), fue el problema de la identidad del emigrado, en relación
con su lugar de origen y con la sociedad francesa. Según Sayad (2010), no se puede
desarrollar una sociología de la inmigración sin, al mismo tiempo, desarrollar una
sociología de la emigración, como dos aspectos indisociables de la misma cara; el
sociólogo quiere también subrayar las ambivalencias entre los estudios sobre la primera
respecto a la segunda. La producción novelística de los escritores y escritoras inmigrantes
es un fenómeno contemporáneo que puede convertirse en un instrumento cognoscitivo
sobre las conexiones entre inmigración y emigración a través de sus prácticas culturales.
En este caso es suficiente pensar en las tres escritoras a analizar.

EL Hachmi (2008), por ejemplo, en su novela L’últim patriarca, ha trasformado al sujeto


emigrado representado en el emigrado que se auto-representa a partir de unas íntimas
conexiones entre los procesos de emigración de Marruecos y la recepción de la
inmigración en España. El Hachmi podría ser definida como la escritora de las dos caras
por superar la imagen parcial y etnocéntrica que el discurso dominante de la sociedad
europea quiere dar al sujeto inmigrante. Igiaba Scego (2010), en su novela La mia casa è
dove sono, pone en relación tres generaciones: la generación de los somalíes dominados
por el poder colonial italiano, la primera generación inmigrante y la segunda generación,
que quiere cuestionar aquel poder, a partir de una mirada totalmente inédita para la
literatura italiana, la voz literaria de una mujer de origen africano que nació y se formó
en Italia. Faïza Guène (2006), en su primera novela, pone en relación la primera
generación inmigrante con la segunda desplazando las fronteras geo-culturales que
separan a Francia del Magreb, hacia las fronteras sociopolíticas que separan los barrios

18
periféricos donde viven la mayoría de los inmigrantes magrebíes de las grandes ciudades
francesas. La banlieue es el espacio simbólico de Kiffe kiffe demain (Guène, 2004).

Estas novelas pueden convertirse en un instrumento de imaginación sociológica así como


la investigación sociológica puede ser un instrumento para la comprensión de la
representación literaria. Esta relación es posible solo después de haber aclarado la
diferencia entre las dos miradas, la sociológica y la literaria. Aunque se consideran
importantes las conexiones interdisciplinarias entre las obras de las tres escritoras a
analizar y las aportaciones de la sociología de la migración, ambos discursos, el
sociológico y el literario, no pueden ser confundidos, porque la representación literaria
de un escritor se refiere a un discurso acerca del mundo y la sociedad diferente al que
desarrolla el sociólogo. El primero es un discurso literario que no tiene que explicar sus
prácticas, el segundo es sociológico y explica sus prácticas con rigor científico. Cuando
el discurso sociológico se encuentra con el literario, según Bourdieu (1995), es necesario
un cambio en la manera de pensar, porque perdiendo la oportunidad de establecer leyes
generales, el sociólogo se acerca al fenómeno mediante la singularidad del escritor
(Bourdieu, 1995). Siguiendo los trabajos metodológicos de Bourdieu (1995: 145), es
imprescindible tratar la obra literaria “como un signo habitado y regulado por algo
distinto, de lo cual también es síntoma”. Se analiza la novela como síntoma de algunas
condiciones sociales que remiten el análisis más allá del mero dato literario. Bourdieu
estudia la literatura a partir de sus propias reglas y los escritores a partir de un capital
específico.

Este estudio se enfoca en la teoría del campo. Podemos entender el campo, según
Bourdieu (1995), como el espacio estructurado de las relaciones de fuerza entre agentes
o instituciones, que tienen en común el poseer el capital necesario para ocupar posiciones
dominantes. Este elemento innovador respecto al enfoque marxista permite estudiar la
literatura a partir de sus propias reglas y los escritores a partir de una capital específico.
La literatura está determinada, afirma Bourdieu (1995), pero no es un reflejo de la
estructura económica y política sino que tiene un determinado grado de autonomía. Esta
compleja y creativa relación entre la realidad social y la realidad literaria se introduce
tanto en los capítulos teóricos como en todos los capítulos empíricos para analizar estas
novelas como laboratorios sociológicos. El enfoque sociológico de la teoría del campo de
Bourdieu se considera necesario para comprender la literatura de la migración, pero

19
también la migración como objeto de estudio estratégico se considera útil para reflexionar
sobre algunos fundamentos teóricos de la sociología de la literatura. A través de este
objeto de estudio es posible comprender en lo específico cómo la trayectoria de un
escritora está orientada a partir de su condición de clase, de género, generacional y
cultural, siempre en relación con la literatura observada como un universo social, que no
está confinado dentro de los límites del estado nación, sino a partir de sus relaciones
transnacionales y poscoloniales.

Aportaciones científicas a la sociológia de la literatura y de la migración

Esta tesis hace referencia a dos estudios fundamentales de la sociología de la literatura,


aportando desde cada uno de ellos nuevos replanteamientos teóricos y metodológicos. El
primer estudio es Las Reglas del arte (Bourdieu, 1995). A través de las herramientas
teóricas que introduce Bourdieu en su investigación es posible estudiar las relaciones
simbólicas entre literatura y migración. Gracias a la teoría del campo, la literatura se
observa a partir de sus reglas y fuerzas específicas, necesarias para acumular un capital
cultural y simbólico. Esta tesis pretende replantear esta teoría considerando las relaciones
transnacionales y de género presentes en el campo literario. Sin criticar el planteamiento
del sociólogo francés como nacionalismo metodológico o “androcentrismo
metodológico”, se pretenden heredar sus aportaciones para avanzar con ellas. Un enfoque
comparativo de género y transnacional, que repiensa las relaciones entre los campos
literarios nacionales y examina al mismo campo nacional a partir de sus relaciones
transnacionales, es la clave para avanzar respecto al trabajo del sociólogo francés en el
estudio sociológico de la novela. El plantamiento de esta tesis es pionero, porque
introduce un enfoque sociológico y comparativo a las figuras de la literatura de la
migración en tres países europeos y porque incluye en el estudio de la literatura de la
migración un contexto más reciente, como el de la literatura catalana comparado con la
literatura de la migración en países con más tradición, como Italia y sobretodo Francia.

El segundo estudio es La república mundial de las letras. En este estudio, Pascale


Casanova (2001) analiza como objeto central de su libro los mecanismos de consagración
en la república mundial de las letras y qué fuerzas necesita un escritor para ser consagrado
en este espacio. Además del rol importante que juegan los premios y el reconocimiento
de los autores consagrados, según Casanova (2001), tiene también un rol central la

20
relación que los autores tienen con los gustos y los mecanismos de producción de los
centros dominantes. Respecto a las relaciones de fuerza entre literaturas periféricas y
centrales, dominantes y dominadas, que bien analiza Casanova (2001) en su estudio, en
esta tesis se analizan tres escritoras inmigrantes de segunda generación que se posicionan
dentro de tres campos nacionales aportando cualidades y características externas. A
diferencia de Casanova (2001), que observa las relaciones de poder entre diferentes
literaturas y lenguas, en esta tesis se introduce la observación de las relaciones
transnacionales, poscoloniales y de poder, dentro de tres literaturas nacionales diferentes,
a través de tres autoras que nacieron o crecieron en estos contextos y que aportaron a cada
campo nacional cualidades externas a partir de las contra-culturas de la marginalidad
inmigrante.

Estas aportaciones a la sociología de la literatura están inevitablemente conectadas con la


sociología de las migraciones y de género. Respecto a los estudios transnacionales de las
migraciones, esta tesis quiere observar no solo las relaciones de las autoras con su país de
origen, relaciones identitarias y culturales, sino además quiere comprender cómo sus
productos literarios son síntomas de estas relaciones. El estudio de la relación mujer
inmigrante-novela se convierte en un estudio estratégico también para observar cómo las
autoras aprovechan la novela para enfrentarse a las fuerzas dominantes que silencian la
voz de este sujeto social. Se observa la literatura como instrumento de emancipación
respecto a los vínculos patriarcales, culturales, comunitarios y familiares a partir de sus
herramientas estratégicas. Estas herramientas son el lenguaje, la forma literaria y el
imaginario, que a través de Bourdieu (1995) y de Casanova (2001) podemos definir como
capital lingüístico literario. Es a través de la comprensión de este capital que podemos
analizar la especificidad que caracteriza una escritora inmigrante respecto al mismo sujeto
social que se mueve en otros campos. El espacio simbólico de la lengua en el campo
literario es diferente del espacio simbólico de la lengua en cualquier otro campo, por esta
razón la elección de una lengua literaria, sus relaciones con otras (por ejemplo con la
lengua del país de origen), la relación entre tradición oral y escrita, son todas elecciones
que se explican subrayando las características internas de la literatura.

Aunque la literatura no es un reflejo de la realidad social y el campo literario no se puede


confundir con el campo político o económico, sus características internas están
inevitablemente conectadas con otros campos sociales a través de sus relaciones

21
heterónomas. Los conceptos de autonomía y heteronomía artística ayudan a estudiar las
posibilidades, las estrategias y los capitales que permiten a un escritor enfrentarse a las
imposiciones del campo político y económico, imposiciones y dominaciones externas al
mundo literario. Las escritoras analizadas, por ser mujeres, inmigrantes, de segunda
generación, originarias de países de cultura musulmana, se enfrentan a múltiples procesos
heterónomos, como podrían ser por ejemplo: los vínculos familiares, comunitarios, el
racismo de clase respecto al polo político o las imposiciones del mercado editorial hacia
un exotismo fácilmente reconocible respecto al polo económico. Estas cuestiones obligan
a un replanteamiento del concepto de autonomía artística, aportando a la sociología una
comprensión más amplia sobre las condiciones que permiten o limitan a la mujer
inmigrante expresarse, representarse, publicar y posicionarse en el campo literario.

Concreción de las preguntas de la investigación, metodología y objetivos

Este estudio se refiere a un fenómeno complejo que debe ser interpretado en su totalidad.
No hay consecuentemente una abstracción de propiedades o variables que se puedan
analizar mediante técnicas estadísticas apropiadas para su descripción y la determinación
de correlaciones. La producción novelística de la escritora inmigrante en su contexto
específico, el campo literario analizado como mundo social, se interpretan a través de los
significados que tienen para los sujetos implicados, poniendo los aspectos simbólicos en
el centro de esta interpretación. Con esta investigación no se pretende explicar un
fenómeno con descripciones y relaciones entre variables, sino con una comprensión
global del mismo. La propuesta de trabajo, según el modelo metodológico de una
investigación cualitativa en ciencias sociales de Alan Bryman (2012), se desarrolla a
partir de las preguntas de investigación, la elección de los datos y del contexto, el análisis
de los datos, la interpretación y comprensión del análisis, la conceptualización del análisis
en un marco teórico, que en este caso comprende la teoría del campo literario, el enfoque
transnacional de las migraciones y el enfoque interseccional de los estudios de género.

La estructura del análisis empírico de las obras y de las trayectorias de las autoras se
puede resumir con estas cuatro fases: en la primera fase se introduce a la autora, en la
segunda se analiza su trayectoria social en relación con su trayectoria artístico-literaria,
en la tercera se analiza la relación de su condición de sujeto inmigrante con el mundo
literario y finalmente se enfoca el análisis hacia una novela específica. En las primeras

22
dos fases se quiere comprender qué correspondencias existen entre la trayectoria
migratoria de las autoras y sus producciones literarias. Para no caer en el error de
cortocircuito del reduccionismo típico de la sociología de la literatura de un marco
marxista, en esta tesis se introduce el método bourdieusiano que hace referencia al campo
literario y al habitus de las autoras. Se relaciona la trayectoria literaria de cada autora con
su trayectoria social, no a través una forma reduccionista, sino proponiendo una
comprensión de los significados del universo simbólico de la migración contemporánea
en el universo literario. A diferencia de otros estudios fundamentales de la sociología de
la literatura, como el estudio de Bourdieu (1994) sobre Flaubert o de Lahire (2010) sobre
Kafka, en esta propuesta se introducen las entrevistas o comunicaciones personales con
las autoras como material complementario. Estas entrevistas y comunicaciones
personales se enfocan en la agencia de las escritoras: en el uso de la experiencia migratoria
como capital estratégico necesario para escribir y ser visible en el campo literario,
aportando también datos biográficos útiles para la reconstrucción de las dos trayectorias,
la literaria y la migratoria. En las otras dos fases del análisis empírico se introduce la
contextualización histórico-social de la obra siempre en relación con el habitus de la
autora y con las reglas del campo literario. En la contextualización histórico-social de las
biografías y de las obras se consideran tanto las reglas internas de este universo social
(literatura) como sus relaciones con otros campos (económico y político). Pero la
migración no es solo el tema que caracteriza el contexto histórico-social de estas obras,
por esta razón las novelas se analizan como producto cultural en relación a un capital
simbólico y cultural, en este proceso la migración puede convertirse en parte de este
capital. Además, se pretende ver cómo las escritoras producen un discurso literario que
se relaciona con la migración. Esta comprensión quiere dotar de sentido sociológico la
elección lingüística (relación entre lenguas), la forma literaria (relación entre oralidad y
escritura) y la representación de una imaginación transnacional. En la siguiente tabla
enumero los objetivos y las preguntas de investigación y los instrumentos que a través de
una metodología cualitativa permiten contestar a las preguntas.

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Tabla de objetivos, preguntas de investigación e instrumentos de análisis

OBJETIVOS PREGUNTAS DE INSTRUMENTOS DE ANÁLISIS


INVESTIGACION

1. Considerando la novela un 1. ¿En qué medida la novela es un 1. Análisis de textos.


instrumento de representación con instrumento de auto- representación
sus reglas, formas y discursos propios, para una escritora de origen
se pretende comprender como éste, inmigrante procedente de un país
permite a una mujer de origen musulmán?
inmigrante procedente de un país
musulmán, tener un espacio, una voz,
una forma de auto-representación.

2. Se pretende investigar las 2. ¿Cuáles correspondencias hay 2. Análisis de textos, entrevistas, biografías,
relaciones entre trayectoria artística y entre las trayectorias migratorias de análisis del campo literario.
trayectoria migratoria. estas escritoras y las trayectorias
literarias?

3 y 4. Se pretende explicar cuáles 3. ¿Cómo negocian estas autoras el 3 y 4. Entrevistas y análisis de textos.
condicionamientos sociales, internos o origen inmigrante en el campo
externos al campo han determinado literario?
las prácticas literarias de estas 4. ¿Cuáles imposiciones
autoras, relacionados con la heterónomas (discursos políticos o
experiencia migratoria. mundo editorial) limitan un proceso
autónomo de la representación
femenina?
5. Se pretende analizar como las 5. ¿Cuáles estrategias utilizan estas 5. Análisis de textos.
autoras utilizan el discurso literario autoras para enfrentarse a los
para enfrentarse a un discurso discursos dominantes sobre la
dominante sobre la mujer de origen mujer inmigrante de cultura
musulmán en el contexto migratorio. musulmana?

6. El último objetivo pretende 6. ¿Las producciones literarias de 6. Análisis de textos y del campo literario,
comprender si estas novelas son el estas autoras son síntomas de entrevistas.
síntoma de relaciones transnacionales relaciones transnacionales?
que caracterizan estos sujetos de
origen inmigrante.

24
Estructura de los capítulos

La presente investigación se divide en ocho capítulos, más las conclusiones. Los primeros
tres hacen referencia al marco teórico, el cuarto a la metodología, el quinto, el sexto y el
séptimo al análisis empírico de cada autora y su novela, el último propone una
comparación de los tres casos.

En el primer capítulo, titulado “El estudio sociológico de la literatura: la obra, el autor


y el universo literario”, se tratan dos cuestiones: por un lado se introducen los intereses
específicos de la sociología de la literatura, por otro lado se introduce un enfoque
concreto, la teoría del campo literario de Bourdieu.

Una vez introducidas las herramientas teóricas de la teoría del campo literario, en el
segundo capítulo, se revisan las nuevas aportaciones a esta teoría a partir de un enfoque
transnacional. Antes de introducir el marco teórico del transnacionalismo literario, se
introducen en la primera sección del capítulo los aspectos teóricos clave sobre el enfoque
transnacional en ciencias sociales. Entre otros factores, cabe destacar cómo la migración
como objeto de estudio estratégico ha favorecido un replanteamiento del enfoque
sociológico de la literatura a partir de sus relaciones transnacionales, sin confinar la
observación y el estudio de las prácticas literarias de los autores y autoras inmigrantes
dentro de las fronteras de un estado-nación.

El tercer capítulo, titulado “Social conditions of female migrant writers in the literary
field: questions of gender, race and culture”, está escrito en inglés. En este capítulo se
introducen las teorías de género, tanto el enfoque poscolonial como el enfoque de la
interseccionalidad. Se introduce este último enfoque como herramienta teórica necesaria
para entender las nuevas marginalidades de nuestros tiempos y las relaciones entre ellas.
Se introducen las aportaciones de autoras como Yuval Davis (1997) y Patricia Hill Collins
(2000), que consideran al sujeto mujer situado en múltiples contextos y la intersección
con las diferentes marginalidades producidas a partir de diferentes impactos. El enfoque
interseccional se relaciona no de forma mecanicista con el universo social de la literatura,
aportando al debate teórico de la sociología una comprensión de las relaciones específicas
del sujeto mujer de origen inmigrante con el campo literario.

25
El cuarto capítulo de esta tesis integra los aspectos que se refieren a las decisiones de tipo
metodológico que se han llevado a cabo durante el proceso de investigación. La
metodología se introduce a través de una amplia reflexión sobre el estudio sociológico de
la literatura, considerando la novela tanto un objeto complejo y tal vez problemático para
la comprensión científica, como estratégico para despertar una imaginación sociológica.
El capítulo se estructura en siete partes. La primera es una reflexión sobre la metodología
cualitativa en el estudio sociológico de la literatura. En la segunda sección se explica a
partir de qué criterio científico se han elegido a las autoras y las novelas. La tercera
sección hace referencia al método sociológico del análisis biográfico y de la trayectoria
literaria, a través de las aportaciones del sociólogo Lahire en relación al estudio del
habitus de Bourdieu. La cuarta sección hace referencia al estudio del campo literario a
partir de la observación de sus instituciones y agentes. La quinta hace referencia al método
sociológico del análisis de la novela. La sexta sección hace referencia al método
comparativo y la última propone una conclusión general sobre la metodología propuesta.

A partir del quinto capítulo se incluye la primera parte empírica de la investigación en


referencia a la primera autora, Najat El Hachmi. Este capítulo, titulado “L’ últim
patriarca de Najat El Hachmi, un análisis sociológico de una práctica artístico-
cultural”, pone énfasis en la novela aunque se ha considerado importante también el
análisis de la trayectoria migratoria y literaria de la autora. A lo largo de las primeras tres
secciones del capítulo se analiza la trayectoria literaria. Este primer acercamiento a la
autora hace referencia a una metodología sociológica de la reconstrucción de los datos
biográficos. En este caso, artículos, entrevistas en periódicos y la entrevista realizada para
esta investigación, serán los instrumentos útiles para esta reconstrucción. En esta parte se
interpreta y comprende cómo una determinada condición social, económica y de género
ha modelado un determinado habitus que en relación con el campo literario ha producido
determinadas prácticas. La cuarta y quinta sección introducen el análisis de la novela que
se reparte en tres momentos: el análisis del contexto social de la migración representada
en la obra, el análisis del capital lingüístico literario y del proceso de transculturación que
determina las relaciones de poder entre catalán, árabe y tamazich, la comprensión
sociológica de la escritura como herramienta para buscar una solución imaginada en
contra de las dominaciones que silencian la mujer inmigrante.

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En el sexto capítulo se analiza la segunda autora, Igiaba Scego. Este capítulo, titulado,
“La mia casa è dove sono de Igiaba Scego, un análisis sociológico de una práctica
artístico-cultural” sigue la misma estructura que el primer capítulo empírico, pero pone
más énfasis en una adecuada introducción del contexto literario italiano, donde la
literatura de los inmigrantes ha tenido características diferentes que en otros contextos
europeos. Antes de entrar en el análisis de la escritora y de su novela más reconocida, se
explica tanto el contexto en el que se posiciona como las características sociológicas de
los autores y autoras inmigrantes en el campo literario italiano.

En el séptimo capítulo se analiza la tercera autora, Faïza Guène. Este capítulo, titulado
‘Kiffe kiffe demain de Faïza Guène, un análisis sociológico de una práctica artístico-
cultural’, sigue la estructura de los otros dos capítulos empíricos, subrayando la
contextualización de las practicas plurilingües que han desafiado el sistema monolingüe
francés. Esta contextualización incluye la reconstrucción histórico-social de las
producciones de los autores poscoloniales, inmigrantes y beur.

El último capítulo ofrece un análisis comparativo de las tres autoras. En esta fase se
comparan las trayectorias literarias de las autoras, pero sobre todo la relación entre sus
habitus y las características del campo literario, donde la alteridad ha podido convertirse
en un valor simbólico negociable. Los dos elementos centrales de esta fase del análisis
son: por un lado, la comparación de las cualidades y características que importan las
autoras en el campo literario a partir de la propia experiencia de la inmigración, por el
otro, la comparación de las auto-representaciones del sujeto mujer inmigrante, sus
estrategias de negociación y resistencia.

27
28
CAPÍTULO 1. El estudio sociológico de la literatura: la obra, el autor y
el universo literario

1.1 La teoría del reflejo: el análisis de la obra literaria como reflejo de la


sociedad

Empezar un estudio sobre el complejo diálogo entre literatura y sociedad, significa


subrayar desde el principio el peligro de banalizar un texto literario, como reflejo de una
ideología y el peligro de trasformar los personajes de una novela en marionetas teóricas
desarraigadas de su mundo específico (Turnaturi, 2003). La compleja relación puesta en
términos deterministas por los primeros enfoques sociológicos de la literatura, han puesto
en peligro una disciplina que, como afirma Sapiro (2014:9), era en su origen demasiado
literaria para los sociólogos o demasiado sociológica para los críticos de la literatura. La
mayoría de los estudios tempranos sobre literatura y sociedad tenían una fuerte huella
marxista, al considerar la literatura como un reflejo de las relaciones de producción.
Sapiro (2014) define esta fase como pre-sociológica, porque tanto en Lukács como en su
discípulo Goldmann, no podemos encontrar todavía una aplicación sociológica apropiada
a un objeto de estudio como la literatura, en cambio podemos ver interesantes conexiones
sociopolíticas de la crítica literaria.

Lukács consideraba, desde las primeras páginas de El alma y la forma (Lukács ,1975:20),
la crítica como un arte y no como una ciencia, “porque si la segunda desvela los hechos
y sus conexiones, la primera desvela almas y destinos”. Podemos considerar entonces a
Lukács no propiamente como un sociólogo de la literatura, sino como uno de los primeros
autores que ofrecieron importantes indicaciones hacia esta dirección, es decir hacia el
estudio sociológico de la obra literaria. Lukács ha sido sobretodo un crítico literario pero
su relación con la sociología es evidente. Para el autor húngaro, esta relación con el
mundo de la sociología empezó con el marxismo pero fueron fundamentales también las
aportaciones de Max Weber, que fue su profesor en Alemania (Ragone, 1996). Tal y como
afirman Ramos y Domingo (2007:198):

Un relato histórico de la disciplina habría de situar el origen de la sociología de la


literatura en la obra de Lukács, y más concretamente, en la transición desde el

29
impresionismo filosofizante y romántico de la Teoría de la novela, al marxismo
científico de textos posteriores como La novela histórica o los ensayos incluidos
en Sociología de la literatura.

Una obra fundamental de Lukács es la Teoría de la novela (1999), que apareció por
primera vez en Berlín en 1920, tres años después de que Lukács se acercase
definitivamente al marxismo. La Teoría de la novela tiene un enfoque hegeliano e
histórico. En esta obra el autor investiga el lado típicamente moderno de la novela
(Ragone: 1996). La separación entre el yo y la totalidad que enlaza la novela con la
modernidad se contrapone al mundo clásico griego que era un universo homogéneo y
perfecto. El autor contrapone la polis griega a la sociedad burguesa, donde la vida está
caracterizada por la fragmentación y el aislamiento del individuo. Si el epos era el mejor
género literario para representar el cosmos homogéneo, la novela representa las
laceraciones y separaciones del hombre moderno. Este análisis de Lukács es fundamental
para la comprensión del género novela como género secularizado. Tanto en este ensayo
como en las obras siguientes como La novela histórica (1956) o en Los ensayos sobre el
realismo (1965) la técnica de Lukács es el análisis de la novela como reflejo de un mundo
social bajo una forma típica.

Otro autor necesario en la construcción de este relato histórico de la disciplina, es Lucien


Goldmann, un prolífico discípulo del crítico húngaro. En su texto fundamental Para una
sociología de la novela (1967), Goldmann se distancia del método biográfico porque lo
considera un material reducido, que no puede llegar a conocer la mayor parte de la vida
de un autor casi siempre desconocida y también porque se refiere a un contexto aislado
de su vida sin encontrar y analizar las necesarias referencias con el contexto social
(Martinéz Cuadrado, 1989:19). El sociólogo de origen romaní consideraba que el
verdadero sujeto de la obra literaria no es el autor sino el grupo social al cual pertenece,
porque la visión del mundo constituye la mediación entre la infraestructura
socioeconómica y las obras literarias. Goldmann supera el método biográfico con el
método sociológico al integrar y poner en correlación una obra como un producto del
pensamiento de un autor, con la sociedad, contextualizando la época, el lugar y la
situación social que ha determinado su pensamiento (Martinéz Cuadrado, 1989). Su
metodología se basa en el estructuralismo genético que hace referencia al trabajo teórico
de Lukács Dos puntos son fundamentales en este autor: por un lado, una comprensión de
30
la relación entre unas determinadas estructuras literarias y la visión del mundo típico de
una clase social y, por el otro, su método estructuralista hace referencia a una
configuración socio-histórica concreta (Ragone: 1996).

Tanto las posiciones de Lukács como de Goldmann podemos reconducirlas en la teoría


del reflejo, es decir, la observación de la novela como reflejo de la realidad social. Lukács
(1965:23) afirmaba en su ensayo sobre el realismo que “la obra de arte ha de reflejar en
conexión justa y justamente proporcionada todas las determinaciones objetivas esenciales
que delimitan la porción de vida por ella plasmada de manera que dicha porción de vida
aparezca cual una totalidad ". El sociólogo que pone en evidencia los límites de esta
posición es Pierre Bourdieu, quien la considera como “la relación entre el mundo social
y las obras culturales en la lógica del reflejo, e ignora el efecto de refracción que ejerce
el campo de producción cultural” (Bourdieu, 1995: 334). La teoría del reflejo ha sido
criticada por parte de la sociología contemporánea (Bourdieu, 1995; Sapiro, 2014), al
subrayar la necesidad de elaborar una reflexión más apropiada sobre la autonomía del arte
respecto a las relaciones de su condición social. Para ser más específico en estos aspectos
es necesario introducir el trabajo de Pierre Bourdieu que determinó cambios substanciales
en la sociología de la literatura, dotando el rigor científico que faltaba en sus primeros
estudios.

1.2 Introducción a Bourdieu y su relación con la literatura

Pierre Bourdieu nació en Denguin en los Pirineos Atlánticos en 1930, hijo de un cartero
local nunca olvidó su origen social y la posición periférica de su pueblo natal, tanto
geográficamente como culturalmente. Antes de acceder a la capital mundial de la
literatura que era París (Casanova, 2001) y antes de ocupar la prestigiosa posición de
profesor de sociología en el Collège de France, Bourdieu trabajó en Argelia. Su
experiencia desde 1955 hasta los primeros años setenta en este país marcado por un
sangriento conflicto, produjo una obra etnográfica ejemplar como Sociología de Argelia
(1958). Su primera obra es considerada un trabajo etnográfico escrito y marcado por la
guerra de independencia. Con esta obra Bourdieu expone con claridad su pensamiento
sociológico, es decir un riguroso análisis teórico y empírico en un mundo social que poco
a poco va analizando en condiciones urgentes. La guerra de Argelia y la compleja
independencia del poder colonial francés por parte de la sociedad argelina obligaron al

31
joven sociólogo a trabajar en un clima de violencia física y simbólica (Schultheis, 2011).
El concepto de violencia simbólica, que explicaré a continuación, es clave en el
vocabulario bourdieusiano:

La violencia simbólica es esa coerción que se instituye por mediación de una


adhesión que el dominado no puede evitar otorgar al dominante (y, por lo tanto, a
la dominación) cuándo sólo dispone para pensarlo y pensarse o, mejor aún, para
pensar su relación con él, de instrumentos de conocimiento que comparte con él y
que, al no ser más que la forma incorporada de la estructura de la relación de
dominación, hacen que ésta se presente como natural (Bourdieu,1999:224).

La violencia simbólica es por definición una violencia que la víctima acepta como natural
porque es parte de una construcción social. En el trabajo de Bourdieu este concepto se
caracteriza no solo por el análisis de la sociedad rural argelina respecto al poder colonial
francés, sino también respecto a la violencia simbólica sobre la mujer argelina (de la
Cabilia) por parte del poder machista y patriarcal. Esta reflexión teórica ha caracterizado
tanto la Sociología de Argelia (1958) como otra célebre obra, La dominación masculina
(2000). Este último título se desarrolla desde dos puntos fundamentales. El primero es
representado por la paradoja del orden establecido, sus relaciones de dominación,
divisiones, derechos y privilegios, que se reproducen en un acuerdo tácito y compartido.
El segundo es el análisis etnográfico de la sociedad de la Cabilia, con respecto al
paradigma androcéntrico de su estructura. Este estudio destaca los trabajos de Foucault
(1991), por haber introducido el cuerpo de la mujer como el resultado de un mecanismo
de construcción social. Bourdieu toma como referencia a la sociedad de la Cabilia para
desvelar las relaciones materiales y simbólicas entre los géneros, individualizando la
violencia simbólica junto con el imaginario social como las causas de la dominación
masculina (Bourdieu: 2000). Según el sociólogo el desvelamiento de la arbitrariedad de
la división sexual de los planes sociales pasa por la desconstrucción de los tropos que
legitiman la violencia simbólica. En esta obra el sociólogo, no habla directamente de
literatura como su objeto de estudio, pero ofrece algunas indicaciones importantes que
este trabajo quisiera heredar.

Esta tesis doctoral surgió como exigencia de explicar las relaciones simbólicas concretas
entre la mujer (específicamente la inmigrante de cultura musulmana) y la obra literaria,

32
que no es prioritaria en los estudios de Bourdieu sobre la literatura, y recupera algunas de
las huellas dejadas por el sociólogo francés para el desarrollo efectivo de este estudio. En
la dominación masculina, el sociólogo considera como función privilegiada de las
mujeres convertir el “capital económico en capital simbólico” (Bourdieu, 2000: 76). El
capital simbólico, termino fundamental del vocabulario bourdieusiano, es un capital que
no puede circular, no puede ser comprado o vendido porque es una propiedad inherente
al sujeto, como la autoridad, el prestigio, la reputación, el crédito, la fama, la notoriedad,
la honorabilidad, el buen gusto, por lo tanto “no es más que el capital económico o cultural
en cuanto conocido y reconocido” (Bourdieu 1987: 160). Relacionar este capital
específico con la mujer significa también justificar el uso estratégico de las novelas
escritas por mujeres para investigar las formas de adquisición de este capital, que en el
mundo artístico literario tiene un valor fundamental. Bourdieu no ha puesto en el centro
de sus estudios sobre la literatura la producción novelística femenina, pero en diferentes
trabajos que no tenían la literatura como objeto de estudio ha encontrado correlaciones
importantes con la novela femenina. En La dominación masculina (Bourdieu, 2000), por
ejemplo, no usa la novela como objeto de estudio, pero hace referencia a Virgina Woolf
como fuente de una imaginación sociológica útil para investigar las formas de
dominaciones masculinas.

Así pues, conviene analizar, en sus contradicciones, la experiencia masculina de la


dominación dirigiéndonos para ello a Virginia Woolf, no tanto a la autora de unos
clásicos, incansablemente citados, del feminismo llamados, Una habitación propia o
Three Guineas, como a la novelista de Aljaro, que, gracias sin duda a la amnesia
favorecida por el trabajo de escritura propone una evocación de las relaciones entre los
sexos liberada de todos los tópicos sobre el sexo, el dinero y el poder que siguen
conteniendo sus textos más teóricos (Bourdieu, 2000:90).

Era necesaria toda la agudeza de Virginia Woolf y el infinito refinamiento de su


obra para llevar el análisis hasta los más recónditos efectos de una forma de
dominio que se inscribe en la totalidad del orden social y opera en la oscuridad de
los cuerpos, a un tiempo bazas y principios de su eficacia (Ibídem :99).

Estos son solo algunos ejemplos donde Bourdieu encuentra esta relación privilegiada con
la literatura, debido a su capacidad de romper las barreras disciplinarias manteniendo el

33
rigor científico. Aunque esta tesis doctoral quiere enmarcarse sobre todo en la sociología
de la literatura de Bourdieu, o mejor dicho, en su intento de explicación científica del
hecho artístico y literario, se considera fundamental toda su trayectoria para comprender
la producción novelística de la mujer inmigrante de cultura musulmana. Es fundamental
recordar que Bourdieu comenzó su carrera como sociólogo en un país colonizado y
dominado como Argelia, experiencia que le ofreció la oportunidad de perfeccionar su
capacidad analítica y su compromiso como intelectual en una Francia profundamente
dividida culturalmente. Es posible, de esta manera, comprender su posición partiendo de
estas experiencias en el país magrebí:

La mirada de etnólogo comprensivo que he dirigido a Argelia pude dirigirla hacia mí


mismo, a la gente de mi país, hacia mis padres, al acento de mi padre, de mi madre, y
recuperar todo ello sin drama, que es uno de los grandes problemas de todos los
intelectuales desarraigados, atrapados en la alternativa del populismo o, por el contrario,
de la propia vergüenza ligada al racismo de clase. He puesto en gentes muy similares a
las de la Cabilia, gentes con las que pasé la infancia, la mirada de obligada comprensión
que define la disciplina etnológica (Bourdieu, 2002:22).

Volver a estudiar las novelas de mujeres inmigrantes en Europa, como Faïza Guène, que
creció en la banlieue parisina en el seno de una familia de inmigrantes argelinos, significa
también reflexionar sobre diferentes obras de Bourdieu, no solo aquellas relacionadas
exclusivamente con la literatura. Con base en las afirmaciones del sociólogo antes
mencionadas, podemos intuir un hilo conductor en todas sus obras, también presente en
sus estudios sobre literatura como Las reglas del arte (1995). Este hilo es el compromiso
del autor por desvelar, en primer término, el racismo de clase y los procesos de
dominación cultural de las clases dominantes y, en segundo lugar, señalar la importancia
de las fuerzas sociales necesarias para el reconocimiento en los diferentes campos del
poder. El reconocimiento es la dimensión fundamental de la vida social, afirma Bourdieu
(1990:22), que fue su objeto de estudio en sus primeros trabajos en Argelia (en particular
en Cabilia, 1956), con su análisis sobre el sentido del honor y en su obra maestra La
distinción (1979), con un análisis crítico de la distinción cultural de las elites francesas.

En sus últimos trabajos, que reúnen años de estudio sobre literatura, el sociólogo se centra
en la importancia de las fuerzas y capitales específicos para el reconocimiento y la

34
consagración del escritor en el campo literario. Este aspecto será fundamental también en
esta tesis, donde se pondrá énfasis en los mecanismos de consagración de estas autoras
inmigrantes. Este objetivo obliga a una reflexión sobre diferentes trabajos de Bourdieu
unidos por este hilo conductor, que ayudan al lector a comprender su teoría del campo
literario, sin olvidar sus correlaciones con otras aportaciones teóricas y conceptuales de
sus primeros trabajos. Sin duda las escritoras analizadas ayudan a establecer estas
correlaciones al reunir los intereses de Bourdieu, que después heredó brillantemente
Sayad en relación con los colonizados o los inmigrantes y también respecto a una
comprensión de la violencia simbólica hacia las mujeres. Sería deseable un trabajo del
sociólogo francés sobre la extraordinaria producción literaria de escritoras magrebíes en
Francia, pero en los años setenta esta literatura era totalmente marginal. Autoras como
Assia Djebar abrirían un espacio de legitimación para las autoras futuras como Faïza
Guène. Detrás de esta legitimación hay que subrayar y desvelar todas las luchas y
resistencias hacia una dominación cultural y patriarcal que somete a la mujer inmigrante
en el campo literario. A través del proceso analítico del sociólogo francés se descubren
las herramientas necesarias para analizar las dominaciones culturales como constructo
arbitrario de la sociedad occidental.

Desvelar las formas de violencia simbólica hacia una escritora inmigrante de cultura
musulmana significa, ante todo, comprender como ejerce el campo de producción cultural
refractando estas dominaciones, saber quién ha permitido a estas autoras acceder al campo
literario o ser parte de un largo proceso de legitimación y mostrar a qué reglas han sido
sometidas. El arte puro del juicio estético kantiano se trasforma con Bourdieu en un
campo de lucha que, como cualquier otro campo (por ejemplo el político o económico),
tiene dominados y dominantes. Por lo tanto, descubrir que el mundo literario es como un
campo de fuerzas y poderes que permite a un autor entrar en este campo es el gran desafío
del sociólogo francés que vamos a descubrir a continuación, analizado su trabajo
sociológico de la literatura como universo social.

35
1.3 El campo literario

Estudiar la literatura como hecho social es el interés fundamental de la sociología de la


literatura (Sapiro, 2014). Este interés tiene dos enfoques: por un lado, el estudio de la
literatura como fenómeno social, a partir de sus instituciones y agentes, por el otro, la
representación literaria de un determinado grupo social en una determinada época
histórica. El trabajo teórico de Pierre Bourdieu (1995), utiliza la teoría del campo que
vamos a desarrollar en el curso de esta sección. Esta teoría nos ayuda a resolver el límite
entre lectura interna y externa del texto, es decir el estudio de la novela y el estudio del
campo, constituidos por todos los agentes que participan en los intereses específicos. Esta
teoría que se puede encontrar en la tardía obra de Bourdieu, Las reglas del arte (1995) es
en realidad el fruto de más de vente años de trabajo. No se puede entender la teoría del
campo literario sin reconstruir toda la revolución de lo simbólico presente en La
production de la croyance (1977) y La distinción (1979).

En La production de la croyance (1977), el autor desmonta las falsas creencias respecto


al rol de la cultura y de las instituciones culturales. Según él, detrás de cualquier
producción cultural existen disposiciones sociales. El análisis de Bourdieu en esta obra
acentúa la violencia simbólica como el acto de legitimación en las diferencias sociales
que la imagen carismática de la cultura dominante impone, mostrando las desigualdades
en las distribuciones del capital simbólico y trasladando al mundo cultural y a los
intelectuales franceses los intereses que tenía Weber por el mundo religioso. Bourdieu
desvela las actitudes religiosas de una práctica secularizada como la literatura (Boschetti,
2003). El aspecto de falsa creencia que Bourdieu atribuye a los intelectuales y escritores
es aquella creencia de un valor puro y desinteresado del genio creador, privado de
determinaciones sociales y jerarquías. El enfoque bourdieusiano quiere objetivar el uso
de la cultura como forma de dominio tanto en el campo de las instituciones culturales
como en la escuela. Estos elementos están presentes en la que es considerada por muchos
críticos como su obra maestra, La distinción (Bourdieu, 1979). Publicada por la primera
vez en Francia en 1979, llamó inmediatamente la atención no solo en el contexto
académico sino también dentro del debate público francés. La obra tiene como origen una
encuesta realizada a final de los años setenta en Francia en relación a los consumos
materiales y culturales (gastronomía, moda, música, cine) donde todas las elecciones de
los objetos son analizados con base en el juicio del gusto. Bourdieu retoma la posición de

36
Veblen (1914) sobre la función de distinción de los gustos, por el cual, el consumidor no
solo elige para distinguirse, sino también porque está obligado a hacerlo desde su propia
posición social, que lo incluye o no en función de las propias distinciones de los gustos.
La elección tomada funciona como una brújula social que indica la orientación de un
sujeto hacia las posiciones sociales a las cuales pertenece y las prácticas o bienes
culturales que lo caracterizan. En esta obra, el sociólogo francés trata más allá de literatura
e introduce algunos conceptos clave como el de habitus, que vamos a desarrollar en
seguida, y la importancia del capital simbólico en la elección de una experiencia
aparentemente desinteresada como es la estética.

En los años noventa encontramos en Las reglas del arte (1995), la condensación de los
intereses específicos por la literatura, analizada según la teoría del campo literario
desarrollada en este ensayo. Bourdieu (1995) considera la literatura un instrumento de
reproducción de las jerarquías sociales, de un sistema de reglas y apuestas específicas del
campo. En la formulación de esta teoría, el autor hace referencia a Marx y también a
Weber. En Max Weber Bourdieu (1971) reconoció el mérito de sacar a la luz la
importancia de las producciones culturales y su interés simbólico, por ejemplo el estudio
de los productores de los bienes simbólicos en la sociedad hebraica (Boschetti, 2003). En
tanto que rechazaba cualquier formulación teórica constituida por medio de oposiciones,
declarando en Choses dites (1987) que se puede pensar al mismo tiempo en contra o a
favor de un predecesor, la misma teoría del campo la desarrolló en ambos sentidos. Un
modo de homenajear a un autor, ya sea Weber o Marx, según Bourdieu era servirse de
sus teorías para avanzar con ellas. A diferencia de Lévi Strauss, el sociólogo francés, junto
con Marx y Weber, consideraba que los bienes simbólicos se distribuían en función a
relaciones de fuerza. Pero, a diferencia de Marx, Bourdieu miraba a estas relaciones más
allá del capital económico.

El error de los sociólogos de la literatura de orientación marxista, según Bourdieu, era no


considerar el mundo de las letras como un universo concreto con sus propias reglas y
capitales específicos. Las propiedades sociales, por ejemplo el conocimiento y el uso de
la lengua, son aquellos elementos que determinan el capital cultural comprendido en el
campo literario. Se puede entender el campo, según Bourdieu (1995), como el espacio
estructurado de las relaciones de fuerza entre agentes o instituciones, que tienen en común
el poseer el capital necesario para ocupar posiciones dominantes. Un aspecto fundamental

37
del campo es que posee reglas específicas diferentes para cada campo (Lahire, 2013). Este
elemento innovador con respecto al enfoque marxista permite estudiar la literatura desde
sus propias reglas y a los escritores desde un capital específico. Bourdieu utiliza términos
de la ciencias económicas como capital, interés, estrategia, pero dándoles un sentido
diferente.

El capital cultural es aquel conocimiento donde es fundamental el modo y los tiempos de


adquisición, como la familia, la escuela, la sociedad. No solo el conocimiento de la
lengua, sino también el gusto estético de un escritor es determinado por los mecanismos
de producción, reproducción y apropiación de la cultura y del capital cultural. Un
elemento fundamental del campo es entonces la apuesta por un capital específico y la
redefinición de este capital, de todas formas distribuido de manera desigual, porque en el
interior del campo existen dominados y dominantes. Para entender un campo específico
como el literario y la apuesta que mueven los intereses de éste es necesario entenderlo
como un microcosmos o un universo social separado.

What do I mean by field? As I use the term, a field is a separate social univers
having its own laws of functioning indipendent of those of politics and the
economy (Bourdieu, 1993:163).

Este aspecto de las separaciones de los campos tiene una significativa raíz durkheimiana
(Lahire, 2002). Durkheim (1987) subraya en De la division du travail social, la
importancia de la división del trabajo social donde las competencias y las luchas cambian
y son fragmentarias en los diferentes mundos sociales. Es poco comprensible entonces
saber cómo Bourdieu llegó a desarrollar una teoría del campo literario con sus reglas
internas y su capital especifico sin considerar las relaciones con otros campos de poder.
En tal caso el aspecto innovador de su teoría es la deconstrucción del mito del “creador
increado”, o sea el genio puro no determinado socialmente. La literatura es determinada,
afirma Bourdieu, pero a diferencia del enfoque marxista no es un reflejo de la estructura
económica sino tiene un determinado grado de autonomía. Los conceptos de autonomía
y heteronomía explican como el escritor pueda ser dominado o pueda contrastar las
fuerzas englobantes de otros campos del poder, como el poder político o el económico.
Es esencial considerar que el proceso de autonomía que desarrolla el sociólogo francés
en Las reglas del arte (1995) se refiere a un proceso histórico puntual del campo literario

38
francés del siglo XIX que tuvo resultados históricos. Esta reconstrucción histórica que
hace Bourdieu es importante para explicar la evolución de la literatura mundial. El hecho
de que el campo literario al cual se refiere sea el francés permite reconstruir
históricamente los procesos de autonomía del centro hegemónico de la cultura europea
del siglo XIX. En este proceso se distingue la función social de los géneros literarios, que
desarrolla ampliamente en el capítulo sobre la Conquista de la autonomía (Bourdieu,
1995). Este aspecto es relevante para el curso de la tesis porque permite señalar las
funciones específicas de un género como la novela.

En el siglo XIX, mientras el teatro estaba exclusivamente pensado para un público


burgués y la poesía para uno literario, la novela se difunde más a la pequeña burguesía y
no es hasta la mitad del siglo que comienza a tener su título de nobleza, aunque el estatus
simbólico que posee se dispersa más que otros géneros literarios. La reconstrucción
histórica que hace Bourdieu (1995) es fundamental para entender cómo se constituyó la
novela tal y como se concibe hoy en día, su valor simbólico y su relación de autonomía
con la fuerzas englobantes. En el campo literario francés de esa época (1800-1880), la
novela era un género de consumo a causa de su relación directa con la prensa. Gracias a
esto reconstruye un esquema simple pero fundamental para entender la posición de los
dos bienes en juego en la literatura: el económico y el simbólico. La estructura de quiasmo
de esta jerarquía explica como la ganancia comercia es de signo opuesto al prestigio
simbólico. La poesía es el género más prestigioso pero el menos rentable. Por un lado,
los géneros literarios se consideran como empresas económicas, distinguiéndose en base
al precio del producto y el volumen de los consumidores. Del otro, este volumen es
considerado con referencia a la calidad social de los consumidores. El campo es
autónomo, más la puesta en juego está determinada por un crédito simbólico que el género
literario ofrece al consumidor. Un género literario como la novela pierde su crédito
simbólico cuando el prestigio disminuye con la reducción de la competencia específica
que atribuye al consumidor. Es posible reconocer la misma profundidad sociológica con
la que Bourdieu analiza los títulos de nobleza cultural de un género literario en Las reglas
del arte (1995), en las reflexiones sobre el gusto estético en La distinción (1979). Tanto
el prestigio como el gusto estético del consumidor están determinados socialmente. El
gusto y la elección de una obra tienen un valor de distinción. Elegir un género por parte
del consumidor significa distinguirse y mejorar la propia imagen social. Por este motivo,
las obras pueden ser rentables pero venden a un público diferenciado, reduciendo las

39
competencias específicas, perdiendo así su prestigio y con un valor inferior de distinción.
Dentro del análisis del gusto de Bourdieu se observa el proceso de la reproducción social.
Con la Crítica social del gusto (1979) el sociólogo subraya la relación entre gusto,
educación y origen social. Aquella competencia específica en el reconocimiento de un
valor artístico es determinada por estas variantes.

Bourdieu (1995) atribuye a algunos escritores franceses como Flaubert y Zola el mérito
de haber ofrecido un prestigio o “título” de nobleza cultural al género novelesco, que
anteriormente era demasiado dependiente de la prensa. Zola fue el primero en encontrar
un importante éxito económico sin renunciar a sus exigencias formales y sin perder
prestigio simbólico. El sociólogo reconstruye aquel proceso histórico que determinó el
mundo invertido de la literatura, en donde crece el valor económico y disminuye el valor
simbólico. El campo literario es entonces construido por una doble realidad, los bienes y
su significado. A la novela se le puede atribuir un valor económico y un valor
antieconómico. En el proceso histórico del campo literario francés del siglo XIX el valor
antieconómico de este mundo invertido empieza con el arte puro, que representó Flaubert.
En el capítulo sobre El mercado de los bienes simbólicos (1995), el sociólogo extiende el
análisis al mundo editorial contemporáneo. La formulación que enuncia es la de doble
lógica económica. Primero la literatura responde a una demanda preexistente del mercado
y después del consumidor. La novela que está más cercana al polo comercial responde a
una exigencia de un lector y es distribuida como una inversión con un ciclo de producción
a corto plazo. Las producciones a largo plazo, por el contrario, son de aquellas obras más
lejanas del polo comercial que son exclusivas de un público con más competencias
específicas. Partiendo de esta división o enfrentamiento de dos concepciones de
economía, Bourdieu desvela otro factor importante: los modos de envejecimiento o
caducidad de la obra. El ejemplo más claro es entre el bestseller sin futuro y los libros
que pueden convertirse en un clásico. Para los escritores y editores más heterónomos o
más dependientes del campo económico, el éxito comercial es el índice de valor de una
obra. Por otra parte, los autores y editores más autónomos miran con desconfianza el éxito
inmediato. El valor que se sobrepone en este caso es el valor simbólico, por medio del
reconocimiento y la consagración. Respecto a estos puntos es necesario señalar algunos
límites en la mirada bourdieusiana, relacionados con esta dicotomía entre los valores
económicos y simbólicos respecto al contexto literario contemporáneo. Como afirma
Mary Eagleton (2010) en el mundo editorial contemporáneo un escritor puede ocupar

40
posiciones diferentes y acumular diferentes capitales, sin que estos respondan
necesariamente a una lógica invertida.

Bourdieu’s opposition between the autonomous and the heteronomous fails to


show how in contemporary fiction, writers may be simultaneously positioned in
various sector of the field, accumulating different capital (Eagleton, 2010).

Es así como podemos abordar en nuestro laboratorio sociológico a la novela y la


trayectoria social de la escritora inmigrante. Posteriormente explicaré en el curso de este
trabajo este nuevo sujeto presente en la literatura que nos ayuda a repensar una nueva
imagen sociológica con algunos fundamentos teóricos de Bourdieu, por ejemplo el campo
literario y el habitus del autor. Estas escritoras a analizar, se relacionan con una doble
lógica económica en el mundo literario aparentemente más ambigua y no tan definida
como la que puede describir la doble lógica del sociólogo francés. Todos estos aspectos
serán profundizados en el curso de la siguiente sección teórica, donde será necesario
repensar el concepto de campo y de habitus tomando como punto de partida los cambios
sustanciales en el universo literario contemporáneo.

1.4 El escritor: habitus, estrategia y prácticas

Con las descripciones del campo expuestas hasta ahora podemos dibujar algunos de los
funcionamientos internos de este microcosmos, pero sería oportuno comprender como el
escritor se mueve en este campo. Tal y como afirma irónicamente Bruillete (2007:61), el
escritor no está muerto, tiene un peso importante, tanto en las estrategias más nobles como
en el puro marketing. Uno de los desafíos de Bourdieu es el de encontrar un equilibrio
entre lectura interna y externa de la obra. Para entender La educación sentimental de
Flaubert, el sociólogo reconstruyó social e históricamente el campo literario francés y
analizó el habitus del autor siempre en relación a este (Bourdieu, 1995). Podemos resumir
con esta fórmula la teoría de Bourdieu: (Habitus - Capital) + Campo = Prácticas. Un
escritor utiliza su habitus y un capital específico para posicionarse en el campo y es desde
esta posición que es posible explicar la dinámica de sus prácticas. Sería oportuno explicar
este término que revolucionó la sociología de la cultura. La primera característica que
Bourdieu atribuye al habitus es la unicidad (Lahire, 2010).

41
El habitus permite estudiar de forma unitaria los aspectos de las prácticas, teniendo una
función unificadora. Encontramos este concepto en La distinción (1979), donde a través
de un análisis empírico el sociólogo desvela la homología entre las prácticas de los
agentes y los diferentes habitus. Este concepto construye un sistema de disposiciones
producidas por la interiorización de una determinada condición económica y social. Son
los condicionamientos asociados a un determinado tipo de posición social los que
producen el habitus de un escritor. Podemos explicar las representaciones literarias de un
autor, su toma de posiciones y sus gustos estéticos no desde la base de una obediencia a
reglas preestablecidas, sino a una orientación socialmente determinada. El habitus es un
producto de las estructuras objetivas interiorizadas y al mismo tiempo contribuye a
recrearlas continuamente. Por un lado, tenemos la estructura social del campo literario y,
por el otro, las disposiciones de los escritores (habitus) y la manera de percibir esta
estructura.

Tanto el concepto de campo como el de habitus superan los dualismos dicotómicos del
subjetivismo y objetivismo, pero también la dicotomía entre lo colectivo e individual,
porque analizan una singularidad absoluta en el campo literario y el campo literario a
partir de una singularidad absoluta, tomando en cuenta las condiciones objetivas que
limitan las subjetividades literarias y cómo estas determinan la manera de ver las
condiciones objetivas. Mediante el desafío de poner en comunicación subjetivismo y
objetivismo, Bourdieu observa la relación dialéctica entre los dos. Con esta perspectiva
el sociólogo francés se aleja de Durkheim (1987), porque este se centra en la estructura
objetiva ignorando el proceso a través del cual los actores perciben, piensan y construyen
estas estructuras (Lahire, 2010). En el análisis sociológico de Flaubert y su célebre novela
La educación sentimental, Bourdieu (1995) estudia y separa dos datos e informaciones
relevantes para su comprensión. Por un lado, la posición del escritor en el campo
(condiciones objetivas y estructurales) y, por otro, como desde su habitus Flaubert pudo
percibir, pensar y construir la estructura del mundo social donde se sitúa.

The reading of Sentimental Education has allowed the extraction of two bodies of
information: first Flaubert’s representation of the structure of the field of power
and the writer’s position in that structure and second, what I have termed
Flaubert’s formula, the generative scheme which, as the fundamental structure of

42
Flaubert’s habitus, it is at the basis of the flaubertian construction of the social
world (Bourdieu, 1993:161).

A diferencia de Sartre o Goldmann, el profesor del College de France no reduce Flaubert


únicamente a su condición y conciencia de clase, sino a las afinidades que tiene esa clase
con el campo literario del siglo XIX. Con la noción de habitus, el sociólogo no hace
ninguna referencia a un causalismo mecánico porque el principio generador de las
prácticas es solo una forma interiorizada de una clase y de sus condicionamientos. Este
principio determina a un conjunto de escritores que, por tener unas semejantes
condiciones económicas y sociales, se sitúan en el campo en posiciones homogéneas y
producen unos sistemas de disposiciones similares. Según Bourdieu, la posibilidad de
que un escritor se arriesgue a escribir una novela que no tenga éxito inmediato, como un
proyecto a largo plazo, escrita para un lector especializado, depende no solo de su capital
económico sino también de su capital cultural.

Unas determinadas condiciones económicas y sociales permitieron a unos pocos


escritores arriesgarse y producir alejados del ámbito comercial del siglo XIX; por el
contrario hubo otros escritores de la pequeña burguesía que se vieron obligados a cambiar
de género para poder ganar el dinero necesario para continuar su actividad literaria. Es
decir que la marginalidad que caracterizaría a un escritor, como la condición económica
y social de la pequeña burguesía provincial, podría ser reivindicada como un brand
estilístico. Considero este aspecto muy relevante, y en los siguientes capítulos expondré
las características internas de la literatura escrita por los inmigrantes, que utilizan la
propia marginalidad como un nuevo brand vendible en el mercado del libro globalizado.
En Las reglas del arte (1995) Bourdieu hace referencia casi exclusivamente al campo
literario francés, por lo tanto una aplicación mecánica de estas consideraciones al campo
literario internacional sería reduccionista. La literatura poscolonial o de los escritores
inmigrantes muestra los límites del esquema unificador del habitus, como el conjunto de
las disposiciones sociales para representar condiciones múltiples y diferenciadas de los
sujetos. El sociólogo Bernard Lahire (1998) critica la connotación estática del habitus
bourdieusiano, pero reconoce sus importantes aportaciones en la construcción de un
esquema basado en experiencias incorporadas más sensibles a una pluralidad que a la
unicidad.

43
En una de sus fructíferas colaboraciones con Sayad, Bourdieu (1960) relativiza la
unicidad del sujeto colonial argelino, explicando sus prácticas como la determinación de
una doble existencia. El sujeto colonizado vive un desdoblamiento, por lo tanto sus
conductas serán a veces contradictorias o en ocasiones en el seno de una condición social
múltiple, debido a que responden a los modelos incorporados de la colonización, o bien
a los modelos de la tradición. La combinación del lenguaje tradicional y el de la
colonización da vida en el sujeto colonizado a un lenguaje desconocido:

Los patrones de comportamiento y el ethos económico importado por la


colonización coexiste dentro de cada sujeto con los patrones y ethos heredados de
la tradición ancestral, a veces son las palabras del lenguaje tradicional las que se
combinan según la sintaxis moderna, y a veces es la propia sintaxis la que se
muestra como el producto de una combinación (Bourdieu y Sayad, 1960: 464).

Bourdieu no mencionó en ninguno de sus estudios de sociología de la literatura a los


escritores poscoloniales, como Ben Jelloun y Assia Djebar, sin embargo estas
consideraciones están presentes en Le déracinement (1960) y nos conducen a repensar el
habitus de un sujeto inmigrante o poscolonial, que no puede ser englobado en un esquema
de prácticas unificadas y homogéneas. El sociólogo francés Bernard Lahire (1998)
reconoce los límites y las potencialidades del habitus bourdieusiano construyendo su
teoría del actor plural al mismo tiempo en contra y a favor de Bourdieu. Otras
consideraciones importantes hacia una teorización de un habitus plural, no homogéneo,
las encontramos en los estudios de los sujetos inmigrantes, que realizó Bourdieu con
Sayad (2010). El aspecto más significativo que se asocia a este sujeto es la connotación
de inclasificable, por ser lejano de aquel esquema de conductas homogéneas determinadas
por una condición económica y social. “Ni totalmente en el lado de lo mismo ni
totalmente en el lado de lo otro” (Bourdieu, 2010: 3), así define este al sujeto. Sayad
desarrollará en su brillante obra La doble ausencia (2010) esta condición. En el curso de
este estudio vamos a considerar estas intuiciones de Sayad y Bourdieu (2010), respecto a
un sujeto inmigrante específico: la escritora inmigrante de cultura musulmana. Es esencial
enfatizar la dificultad para analizar un conjunto de autoras que no tienen condiciones
económicas similares y que no se sitúan en el campo en posiciones homogéneas con el
fin de demostrar el cambio de perspectiva hacia un habitus plural que represente
condiciones múltiples y, en ocasiones, contradictorias que dirigen las conductas.

44
El escritor inmigrante y poscolonial construyó desde los escasos recursos que el mercado
le proporcionó un brand estilístico determinado por su marginalidad. Estas interferencias
entre cultura de origen y sociedad de acogida, se trasformaron en el brand híbrido que
caracteriza a la gran mayoría de la literatura poscolonial, como la de Walcott o Rushdie,
que utilizan una determinada marginalidad como estrategia de posicionamiento (Huggan,
2002; Bruillette, 2007). Este fenómeno solo puede ser explicado aclarando los numerosos
equívocos respecto al valor que Bourdieu atribuye al termino estrategia. Según Bourdieu
(1995), la estrategia no es una elección consciente como respuesta a una demanda
preestablecida del mercado. En cualquier caso, esto depende del grado de autonomía del
escritor; su elección puede ser una solución formal o el cambio de género literario,
depende de las posiciones en los espacios. Por ejemplo, si el campo donde se posiciona
la escritora de origen musulmán ofrece una posibilidad de posicionarse solo y
exclusivamente en una dirección que acentúa la condición de extraño y exótico, esta
posición será una orientación de sus prácticas. Esto se puede resumir en la formula,
(Habitus - Capital) + Campo = Prácticas. Se puede decir entonces que no se pueden
reconstruir los esquemas de las prácticas sin la suma del habitus con las posibilidades que
el campo ofrece. Estas consideraciones han dado inevitablemente vida a nuevos
interrogantes: las relaciones entre campo nacional y transnacional y la posición que tiene
en este campo transnacional una escritora inmigrante. Las estrategias de estas escritoras
deberían ser explicadas en base a las determinaciones de disposiciones e intereses que
mueven espontáneamente las prácticas. Considerando el campo un espacio de
competencias, estas autoras probablemente superan otras posiciones para ser visibles y
reconocidas, negociando la marginalidad como elemento de diferencia que determina un
valor añadido de originalidad. En el siguiente capítulo, a través de la metodología
bourdieusiana y los avances más relevantes en esta dirección, como los de Casanova
(2001) y Sapiro (2013), se pretende reconstruir socio-históricamente el campo literario
internacional y el mercado editorial globalizado, apreciando como la literatura de la
inmigración ha podido encontrar un espacio y una posición puntual.

Antes de introducir estos nuevos elementos en el esquema 1 resumo los pasajes desde la
formulación teórica de Bourdieu hacia las nuevas aplicaciones más recientes. El pasaje
del campo nacional al transnacional -como se analiza enseguida en el segundo capítulo-
comienza con importantes investigaciones de tres autoras que siguen la trayectoria de
Bourdieu, aplicándola a la literatura contemporánea. Estas autoras son: Boschetti (2010),

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Casanova (2001) y Sapiro (2009). Respecto al estudio sociológico de la condición social
del escritor, destacan los trabajos de Bernard Lahire (1998; 2011). El límite de la función
unificadora de las determinaciones interiorizadas (habitus), fruto de una determinada
condición económica y social, es subrayado en el ensayo de Lahire (1998), en la dirección
que Bourdieu toma respecto a un sujeto inmigrante o colonizado, como actor plural, con
modelos incorporados que determinan prácticas contradictorias y diversas. Mencionando
las aportaciones respecto a un esquema plural y no homogéneo de las prácticas de un
actor colonizado, presentes en la obra Le déracinement (1964), Lahire utiliza al mismo
Bourdieu para criticarlo.

Cuadro n.1 Avances teóricos en la sociología de la literatura

CAMPO LITERARIO CAMPO LITERARIO TRANSNACIONAL


 Mercado editorial globalizado que responde a reglas específicas de carácter
transnacional
 Alto número de intermediarios en el proceso de publicación
 Relaciones transnacionales entre autores, editores, traductores y lectores

HABITUS HABITUS PLURAL


 Esquema de las prácticas como proceso interiorizado de multíplices condiciones
 Modelos incorporados que determinan prácticas contradictoras y diferentes

Esquema de producción propia.

Bourdieu usa La educación sentimental, para reconstruir la clase social de Flaubert y la


que este escritor representaba, pero además hace un repaso de todas las posibilidades que
un novelista como él habría tenido a su alcance (Turnaturi: 2003). Es justo esta posibilidad
según Bourdieu (1994) la definición misma del imaginario (Turnaturi: 2003). Por
ejemplo, en la novela a analizar de Najat El Hachmi se puede percibir la reconstrucción
de todos los espacios posibles que una mujer inmigrante puede ocupar y es la propia
escritura la que permite al personaje-femenino moverse entre estos espacios. Como se
muestra, será la escuela en la novela de El Hachmi el espacio social representado, que
permite a nuestra mirada sociológica ver como una escritora con un determinado habitus

46
ha podido imaginar este lugar y cuáles son los posibles capitales culturales distribuidos
que ella quiere conseguir y observar. Entonces, un texto literario no es útil para reconstruir
una explicación científica sobre la realidad social, ni funcional para establecer leyes o
constantes, pero sí es útil para interpretar y comprender como un autor elabora sus obras
desde su habitus y posición en el campo, realizando un discurso y una representación
sobre esta realidad.

Podemos utilizar este ejemplo para resumir todos los discursos teóricos que hemos
realizado hasta ahora. El habitus de una escritora de origen inmigrante permite entonces
explicar que condicionamientos sociales han orientado la manera de imaginar todos los
espacios, posiciones y capitales que un sujeto inmigrante puede ocupar o adquirir en el
campo literario y como están representados en la novela. De hecho, esta es la función
privilegiada de la literatura, mostrar las posibilidades que un contexto social ofrece en su
representación ficticia e imaginaria. En el caso del análisis de La educación sentimental,
Bourdieu expone todas las posibles posiciones que el protagonista Frederic puede ocupar
pero explica esta reconstrucción del campo social por medio del habitus de Flaubert, es
decir, los condicionamientos sociales que permiten al escritor imaginar, representar los
espacios de lo posible. En este punto, es necesario delimitar la posición estática
bourdieusiana introduciendo un concepto más flexible y plural que el de habitus. Por
ejemplo, los condicionamientos sociales y el capital cultural interiorizado por escritoras
de origen inmigrante como El Hachmi, Guène y Scego orientan sus puntos de vista sobre
el espacio social representado. Estos condicionamientos son diferentes y en la mayoría de
los casos producen prácticas contradictorias. Una escritora inmigrante de cultura
musulmana en Europa se enfrenta desde su posición en el campo a diferentes
condicionamientos y negociaciones: ser mujer el primero, de cultura musulmana el
segundo, de origen inmigrante el tercero. Por estas razones, se debe poner en el centro del
análisis la complejidad del sujeto inmigrante e introducir las aportaciones de la sociología
de la migración, tomando en cuenta los estudios transnacionales que se analizarán en el
siguiente capítulo.

47
48
CAPÍTULO 2. Transnacionalismo y transculturación

2.1 Introducción

El esfuerzo tanto metodológico como teórico del sociólogo que se acerca a una obra
literaria, empieza considerando el texto en su universo social correspondiente. Este
universo social Bourdieu (1995) lo define como el campo literario, que es el espacio
donde un autor se posiciona a partir de un habitus y de un capital cultural adquirido. En
este estudio, el hecho de analizar escritoras inmigrantes nos obliga a reflexionar sobre la
misma teoría del campo, a través de una observación basada en un sujeto que mueve
interrogantes sobre un habitus que tiene en cuenta condicionamientos de género,
(patriarcales, coloniales) y de un campo literario donde se instauran relaciones
transnacionales. La reflexión que ofrece el estudio de una novela realizada por una
escritora de origen inmigrante respecto esta teoría sugiere dos preguntas fundamentales
no solo para criticarla sino más bien para avanzar con ella:
1-¿Qué fronteras nacionales delimitan el campo literario donde se posicionan las autoras
de origen inmigrante?
2- ¿El habitus de una autora inmigrante está enraizado a una herencia cultural o a
múltiples herencias culturales?

Estas preguntas fundamentales que surgen a partir de nuevos enfoques teóricos de la


sociología de la literatura subrayan una vez más la aportación de Sayad (2010) sobre la
reflexión de la migración como una reflexión sobre la misma sociología. Este objeto de
estudio estratégico también en el campo de la literatura ha estimulado nuevas preguntas
que obligan a una reflexión sobre los límites del nacionalismo metodológico, que ha
afectado en parte la teoría del campo literario de Bourdieu. La migración como objeto de
estudio estratégico también ha determinado cambios importantes en la manera de analizar
las relaciones entre diferentes literaturas nacionales y la relación de poder entre ellas. Para
comprender estos pasajes es necesario introducir en las siguientes secciones aspectos
teóricos clave sobre el enfoque transnacional en ciencias sociales. Después de haber
introducido estos aspectos teóricos, en las últimas secciones de este capítulo se introducen
todas las aportaciones teóricas que han contribuido a superar tanto el eurocentrismo como
el nacionalismo metodológico de los estudios literarios. Estas aportaciones son los

49
estudios poscoloniales (Said, 1979; Spivak, 1990) y la sociología de la literatura con un
enfoque bourdieusiano (Casanova, 2001; Boschetti, 2005; Bruillete, 2013; Sapiro, 2013).

2.2 El enfoque transnacional en ciencias sociales

Como afirma Steve Vertovec (2004:9), el transnacionalismo hoy parece estar en cualquier
contexto académico, sobretodo en ciencias sociales. Esto porque en los diferentes
enfoques que cruzan estas ciencias existe una tendencia a ocuparse entre otros asuntos de
las migraciones, es decir de las relaciones sociales que cruzan las fronteras nacionales.
Como subraya Vertovec (2004:41), cualquier motor de búsqueda online
(www.transcomm.ox.ac.uk), muestra la enorme presencia de estudios sobre
transnacionalismo, tanto en sociología como en antropología, historia, estudios culturales
y también en estudios literarios. Todo este interés ha nacido como exigencia no solo
teórica sino metodológica de explicar un objeto de estudio complejo como las
migraciones contemporáneas. Los enfoques transnacionales en ciencias sociales se
realizaron partiendo de una exigencia de explicar tanto lo global, como lo regional y lo
nacional en relación con una metodología, epistemología y teoría transnacional (Khagram
and Levitt, 2007). Al inicio, la palabra transnacional fue asociada a las actividades que
empezaron y se mantuvieron entre grupos no institucionales o redes de individuos
cruzando las fronteras nacionales, así como el término internacional se asocia a programas
entre naciones. Como es posible ver en la observación de Levitt (2011), el término
transnacional tiene más de un significado.

Therefore, terms like “transnational”, “transnationalism”, and “transnationality” are


partly misnomers in that they imply only a concern with dynamics across or beyond
nations and states or within the nation-state system. The terms mean much more. A
transnational optic or gaze begins with a world without borders and empirically examines
the boundaries and borders that emerge at particular historical moments, the relations of
power that create them, and their relationship to unbounded arenas and processes (Levitt,
2011:42).

En este sentido, el sociólogo Alejandro Portes, Guarnizo y Landolt (1999) destacan que
el término transnacional ha creado cambios determinantes en las ciencias sociales a partir

50
de un objeto de estudio privilegiado como la migración contemporánea, para analizar las
relaciones que establecen los sujetos inmigrantes entre lugar de origen e instalación.

Transnationalism is the name with which the research literature has baptised this
intense traffic of material resources, information and people across national
borders. The concept embodies the fundamental fact that most migrants neither
forget nor abandon those they leave behind (Portes, 2001:27).

Un aspecto fundamental del enfoque transnacional es su posición crítica hacia el


nacionalismo metodológico. A través de la descripción de Esperanza Bielsa (2016:2)
podemos acercarnos al significado de este término y a su comprensión sociológica. Bielsa
(2016) explica cómo, según el nacionalismo metodológico, el estado nación es el centro
natural de la sociedad moderna y por esto se ignoran las relaciones transnacionales y las
múltiples identidades que se establecen más allá de la nación.

The methodological nationalism that has characterised sociology and other social
sciences, according to which the nation, the state and society are the ‘natural’
social and political forms of the modern world is blind to this growing
transnationalism and to the multiple identities and affiliations that go beyond
national frontiers (Bielsa, 2016:2).

En este enfoque residen no solo los problemas teóricos y metodológicos de las ciencias
sociales para explicar un fenómeno tan complejo como las migraciones contemporáneas,
sino también, como afirman Wimer y Glick Shiller (2002:67), la tendencia en describir a
los inmigrantes como un riesgo para la seguridad nacional, así como una alteración
cultural. Los enfoques transnacionales han puesto a la luz la necesidad de estudiar y
observar las migraciones de formas diferentes. La necesidad de este enfoque es la de
considerar las relaciones del sujeto inmigrante no tomando como punto de partida el
estado nación, sino a través de sus relaciones entre fronteras.

Most scholars now recognize that contemporary migrants and their predecessors often
maintain ties to their home countries while they become part of the countries where they
settle. In fact, migration has never been a one-way process of assimilation into a melting
pot or a multi-cultural salad bowl but one in which migrants, to varying degrees, are

51
simultaneously embedded in multiple sites and layers of the transnational social fields in
which they live. More and more, social life takes place across borders, even as the
political and cultural power of the nation-state remains strong (Levitt, 2010:59).

El transnacionalismo es entonces, como sostienen Levitt y Schiller (2004:196), una


perspectiva analítica que permite observar la migración contemporánea en los diferentes
campos sociales situados en múltiples lugares, dejando de lado el nacionalismo
metodológico. El enfoque transnacional permite repensar y estudiar las migraciones
superando los tres límites del nacionalismo metodológico (Wimmer y Glick Shiller:
2002). El primer límite del nacionalismo metodológico, según Wimmer y Glick Shiller
(2002), es ignorar la importancia del nacionalismo para las sociedades modernas. El
segundo, es dar por hecho que las fronteras delimitan la unidad de análisis. El tercero, es
confinar la observación y el estudio de los procesos sociales de la migración dentro de las
fronteras de un estado-nación. En este caso se asocia el concepto transnacional no a una
realidad social, sino a una determinada manera de analizar la realidad social que permite,
al contrario del nacionalismo metodológico, extender su óptica de análisis más allá de las
fronteras nacionales. Por otro lado, el término transnacional en la sociología de las
migraciones ha sido adoptado no solo para describir un enfoque de estudio específico,
sino también una realidad social específica, es decir la realidad de las migraciones
transnacionales. Las migraciones transnacionales son un modelo de migración donde las
personas, aunque se mueven entre fronteras nacionales, mantienen y establecen relaciones
entre el lugar de origen y el lugar de acogida. Estas personas viven sus vidas entre
fronteras, manteniendo conexiones entre distintos lugares, desarrollando una identidad
fluida y múltiple, de manera que este sujeto es definido como trasmigrante.

In the United States several generations of researchers have viewed immigrants as persons
who uproot themselves, leave behind home and country, and face the painful process of
incorporation into a different society and culture. Transmigrants are immigrants whose
daily lives depend on multiple and constant interconnections across international borders
and whose public identities are configured in relationship to more than one nation-state.
They are not sojourners because they settle and become incorporated in the economy and
political institutions, localities, and patterns of daily life of the country in which they
reside. However, at the very same time, they are engaged elsewhere in the sense that they
maintain connections, build institutions, conduct transactions, and influence local and
national events in the countries from which they emigrated. Transnational migration is

52
the process by which immigrants forge and sustain simultaneous multi-stranded social
relations that link together their societies of origin and settlement (Glick Schiller, Basch
y Szanton Blanc: 1995: 49).

Portes (2001:179) considera esta descripción problemática porque no establece una clara
diferenciación entre quién puede participar en estos intercambios transnacionales y quién
no. La sociología estadounidense de las migraciones tiene la tendencia a describir las
prácticas de los inmigrantes en Estados Unidos como el fruto de un transnacionalismo
ideal, opuesta a la sociología francesa de la migración, en cuyo caso Sayad (2010) subraya
las dificultades de los inmigrantes para mantener una relación plena tanto con su país de
origen como en el de residencia. Los conflictos coloniales y el racismo cultural hacia la
mujer musulmana, por ejemplo, obligan a una reflexión del concepto de prácticas
transnacionales tanto en la Francia de los años sesenta como en la contemporánea. Sandra
Gil Araujo (2010) considera a Sayad como un anticipador de los estudios transnacionales
por la importancia de la inmigración global en su trabajo entre el país de origen y el
receptor. Sayad (2010) realiza un intento valiente de superar el nacionalismo
metodológico. La imagen de la doble ausencia denuncia la doble cara de las migraciones
que caracteriza la vida diaria del inmigrado: el sufrimiento de vivir en un país
desconocido y las ilusiones respecto al sueño originario del proyecto migratorio. Un peso
importante tuvo en Francia la condición del sujeto descolonizado después de la guerra de
independencia, porque la descolonización política no surgió a la par de una
descolonización cultural.

Por esta razón, el término transmigrante que utilizan Glick Schiller et al. (1995), debería
relacionarse con un contexto específico de condiciones coloniales o poscoloniales
concretas. La misma Glick Schiller, junto a Levitt y Izaguirre, (2011:34), considera que
los inmigrantes se relacionan de formas diferentes en estos procesos transnacionales y
este aspecto “implica también contingencias diversificadas de acción y de movilización
de recursos entre estos espacios”. A partir de esta consideración, es necesario distinguir
a un inmigrante que se identifica y participa en el proceso de construcción del imaginario
social partiendo de una pertenencia identitaria transnacional, o quien simplemente
participa en los procesos de circulación transnacionales de los bienes simbólicos sin
identificarse con ellos. Levitt y Glick Schiller (2004) hacen una distinción entre forma de
ser y forma de pertenecer en el campo social transnacional. En el primer caso, el sujeto

53
participa en las practicas sin identificarse y, en el segundo, se identifica a través de un
proceso identitario. Con la forma de ser, las dos sociólogas hacen referencia a los
inmigrantes que participan en las relaciones y actividades transnacionales sin
necesariamente estar asociados a nivel identitario con estas actividades, por ejemplo un
inmigrante puede mantener relaciones económicas con sus país de origen, pero sin
identificarse como alguien que pertenece a su terruño (Levitt y Glick Schiller, 2004: 200).
Por el contrario, en las formas de pertenecer, las autoras hacen referencias a aquellos
inmigrantes que en sus prácticas transnacionales apuntan a una identidad, sin mantener
necesariamente relaciones constantes con su país de origen.

There is, however, a difference between ways of being and ways of belonging in a
transnational social field. Ways of being refers to the actual social relations and practices
that individuals engage in rather than to the identities associated with those actions.
Individuals can be embedded in a social field but not identify with any label or cultural
politics associated with that field. On the other hand, there are people with few social ties
to people in a country of origin but who nevertheless identify with it.(…)Because these
individuals have some connection to a way of belonging, through memory, nostalgia,
cultural competency, or imagination, they also belong to this social field and express their
membership in it. If individuals engage in social relations and practices that cross borders
as a regular feature of everyday life, they exhibit a transnational way of being. When
people explicitly identify with a group that crosses borders, they also express a
transnational way of belonging. These two experiences do not always go together (Levitt
y Glick Schiller, 2004: 54).

Estas diferenciaciones ayudan a repensar las pertenencias identitarias que surgen de las
migraciones transnacionales. Estos procesos no deberían ser analizados en base a lo que
Glick Schiller y Caglar (2011) definen como “methodological ethnicity”, al contrario
deberían ser observados desde todas las interferencias entre las múltiples identidades y
las incorporaciones simultáneas. Los estudios transnacionales de las migraciones
determinaron cambios notables también en la teoría de Bourdieu. Por ejemplo, el
sociólogo Guarnizo (1997) introduce el concepto de habitus transnacional como la
exigencia de trasladar este mapa cognitivo de la creencias, formas de ser y pertenencias
a un sujeto que vive una vida transnacional. Esto lleva a repensar la estructura
estructurada que es el habitus dentro del contexto de las migraciones donde las
orientaciones no están enraizadas a una herencia cultural, sino a múltiples herencias

54
culturales. El concepto de habitus transnacional (Guarnizo 1997) hace referencia a las
similitudes de los inmigrantes del mismo grupo social, que ajustan sus prácticas
compartidas por vínculos transnacionales. Estos vínculos producen una mirada con
orientaciones dobles o múltiples, del lugar de origen al lugar de llegada, o de un contexto
más global.

A particular set of dualistic dispositions that inclines migrants to act and react to
specific situations in a manner that can be, but not always, calculated, and that is
not simply a question of conscious acceptance of specific behavioural or
sociocultural rules. The transnacional habitus incorporates the social position of
the migrant and the context in which transmigration occur (Guarnizo 1997:311).

Este término estratégico en la comprensión de las prácticas según la teoría de Bourdieu,


debería relacionarse tanto con un capital definido, como con un campo concreto donde el
sujeto se mueve. El concepto sociológico del campo ha sido también reformulado a partir
del enfoque transnacional. Basch, Glick Shiller y Szanton Blanc (1996:198) consideran
que los campos sociales son multidimensionales y engloban interacciones estructuradas
de diferentes formas, profundidades y alcances.

Las fronteras nacionales no son necesariamente contiguas con las fronteras de los
campos sociales. Los campos sociales nacionales son aquellos que pertenecen
dentro de las fronteras nacionales, mientras que los campos transnacionales
conectan a los actores a través de relaciones directas y indirectas vía fronteras
(Levitt and Glick Schiller, 2004: 200).

Considerando un campo concreto como el literario es necesario observar el efecto de


refracción que ejerce la producción cultural respecto a los procesos transnacionales que
caracterizan la migración contemporánea. Este aspecto será analizado en las secciones
siguientes.

55
2.3 Desplazar el centro, más allá de las literaturas nacionales

Los intereses por los intercambios transnacionales de los bienes simbólicos determinaron
un pasaje importante en la sociología de la literatura, que extendió su mirada desde el
contexto nacional a un contexto mundial. A finales de los setenta emergen nuevos
intereses por la que será definida como world literature, que incluyen también los autores
poscoloniales, de minorías étnicas o inmigrantes (Sapiro, 2014). Se consideran parte de
la literatura mundo, todas aquellas obras literarias que circulan, tanto traducidas como en
lengua original, fuera de su contexto de producción original, cruzando las fronteras
nacionales y transnacionales de su cultura de origen (Damrosch, 2003; Bielsa, 2016). Para
entender el concepto de world literature es necesario hacer referencia a la idea goethiana
de Welt-literature que aparece por primera vez en el 1827. En una conversación con
Eckermann, el escritor alemán afirmaba que no tiene sentido hablar de la literatura
nacional, porque la época de la literatura mundial (Welt-literatur) está al alcance de todos
(Goethe, 1988:224). Esta nueva literatura-mundo a la cual pertenecen autores como
Glissant, Ben Jelloun, Walcott, Rushdie, entre otros, tiene sin duda una huella goethiana,
pero se distancia de aquella posición eurocéntrica del autor alemán. Como sostiene
Moretti (1996:37), el ideal goethiano de Weltliteratur se puede definir como un
“universalismo del centro”. El crítico italiano se pregunta si este ideal se refiere a la
literatura de la humanidad o más bien a la literatura del imperialismo.

En el ideal goethiano se crea una contraposición entre la búsqueda de una raíz nacional
más cercana al romanticismo de Johann Gottfried von Herder, que defiende la relación
orgánica entre lengua y nación y una apertura cosmopolita hacia las otras literaturas y
lenguas, aunque esta apertura tiene fuertes huellas exóticas y orientalistas (Benvenuti y
Cesarani, 2012). Sin duda en este ideal faltaba aquella conciencia sobre las relaciones de
fuerzas y poderes entre las diferentes lenguas literarias, que serán objeto de estudio de los
poscolonialistas (Said, 1979, Spivak, 1990). Gracias al avance de los estudios
poscoloniales se contribuyó a alimentar el interés no solo por la producción artística de
escritores poscoloniales, sino también la edición de escritores de origen inmigrante, en el
debate y la crítica literaria contemporánea. Los estudios poscoloniales son un área de
difícil definición. El término pertenece a la crítica literaria y abarca diversas disciplinas,
como los estudios culturales, la sociología, la antropología, la etnología y la historia. En
los estudios poscoloniales se analiza el colonialismo como una clave esencial de la

56
modernidad. No se puede pensar en la cultura moderna sin analizar antes las antiguas y
las nuevas relaciones poscoloniales. Chambers (2005) considera que es necesario reabrir
el archivo del occidente a través de una literatura creada con una mirada del mundo que
desde los márgenes responda al centro. La tentativa de responder a la unicidad de una
cultura eurocéntrica y esencialista con la multiplicidad, tiene no solo una importancia
cultural, sino además, política. Si la clase dominante es la que produce el discurso
eurocéntrico, entonces los perdedores de la historia, los que viven al margen son, por
utilizar la categoría de Gramsci (1975), los subalternos.

La acción política central del poscolonialismo quiere responder a la cultura dominante


occidental a través de la voz de los subalternos. En el archivo de occidente está presente
la imagen de la alteridad del colonizado y subalterno, pero esta imagen es manipulada por
una estructura ideológica discursiva, que es la estructura del poder y del discurso colonial.
En los textos históricos y literarios occidentales no podemos encontrar, como considera
Spivak (1990), la verdadera subjetividad de los dominados. El intelectual palestino Said
en el texto Beginnings (1975) reflexiona sobre la figura del artista y el intelectual de la
modernidad en cuanto a ser disperso, intelectual inmigrante o en el exilio, que pone en
crisis la filiación de la cultura como tradición heredable (Guillén, 2005). En Beginnings,
Said (1975) también refleja la importancia de la crítica y las teorías literarias para
examinar de manera diferente las culturas y las historias suprimidas, como la cultura no
blanca y no europea (Guillén, 2005). Resulta entonces una ventaja el punto de vista de un
intelectual en el exilio por el hecho de ver los sucesos y experiencias no simplemente
como son, sino como resultaron ser:

Una segunda ventaja para lo que es de hecho el punto de vista del exilio para un intelectual
es que tiendes a ver las cosas no simplemente como ellas son, sino como han venido a
ser. Contemplas las situaciones como contingentes, no como inevitables; las ves como el
resultado de una serie de opciones históricas llevadas a cabo por hombres y mujeres, como
hechos de sociedad realizados por seres humanos, y no como realidades naturales o
sobrenaturales, y por lo tanto inmutables, permanentes e irreversibles (Said, 1996;45).

Gracias a la crítica de Said se puede pensar en reabrir los archivos de occidente con la
voz crítica y poética de estas contra-culturas sufridas y vividas por los escritores
inmigrantes o en el exilio (Chambers, 2005). A partir del texto Cultura e Imperialismo

57
(1996) de Said, podemos reflexionar sobre el papel del escritor que contra-escribe al
discurso de poder de la Europa imperialista. Contra-escribir al centro de poder de la
cultura dominante por parte de un escritor de una ex colonia, como el caribeño Cesaire
(1991), es un desafío tanto por la estética como por el contenido de la obra. En su obra
fundamental Orientalism (1979), Said investigó los procedimientos del análisis
discursivo de Foucault (2013), la manera en que el Occidente construye la imagen de este
sujeto otro y subalterno. El otro orientalizado es construido a través de categorías
inmutables que refuerzan los prejuicios. Este tipo de análisis del discurso utilizado por
varios investigadores permite recontextualizar las obras del canon occidental. La crítica
poscolonial, antes de abrir el campo a la voces subalternas, recontextualiza la imagen de
estos sujetos en la obras de escritores occidentales como Kipling, Conrad y Flaubert, entre
otros. El discurso oficial, el discours culturel en la noción foucaultiana (Foucault, 2013),
influyó sobre las descripciones de los habitantes orientales y de su cultura. El discurso
cultural, por ejemplo, construido por parte del poder político, académico y científico
británico influyó sobre la imagen de oriente en las descripciones de la India en las novelas
de Kipling (Said, 1979). Del análisis discursivo sobre la alteridad representada, la crítica
poscolonial pasa al análisis del oriente que se auto-representa. El análisis discursivo en
este caso intenta ver las relaciones que tiene el sujeto poscolonial con la cultura dominante
(Spivak, 1990). Este tipo de literatura de connotación compleja, se define como la
literatura poscolonial. Los autores Mhisra y Hodjes definen la literatura poscolonial
como: “la omnipresente tendencia en cualquier literatura marcada por un proceso
sistemático de dominación cultural a través de la imposición de estructuras imperialistas
de poder y que está implícita en los discursos de colonialismo” (1991:281).

La propuesta de Said de leer el texto sin aislarlo porque “es una parte del mundo social”
(1996:123), nos obliga a leer la literatura poscolonial y de los inmigrantes utilizando
instrumentos interdisciplinarios. La literatura tiene una enorme importancia en un proceso
de colonización o de descolonización, sin embargo, como sostiene Boschetti (2012), los
estudios poscoloniales, aunque son un instrumento teórico útil para repensar y redefinir
la crítica literaria eurocéntrica, no ofrecen una adecuada solución metodológica para un
análisis con enfoque sociológico. El problema tanto teórico como metodológico de los
estudios poscoloniales es que excluyen del análisis los agentes que crean y recrean las
relaciones de fuerza en el campo literario, como los editores, los traductores y los lectores.
En este sentido, la teoría de Bourdieu, a través de las aportaciones de Casanova (2001),

58
Sapiro (2009) Boschetti (2010) y Briuillette (2013) y, y recontextualizada a partir de un
enfoque transnacional, ofrece unas herramientas teóricas y metodológicas útiles para
estudiar la obra de una escritora inmigrante, sin ignorar todos los agentes que participan
y determinan su posición en el campo. Dos aspectos son fundamentales en la teoría de
Bourdieu respecto a los avances actuales del estudio de la literatura contemporánea:
primero, subrayar las reglas específicas del campo literario y, segundo, la desconstrucción
de la creencia del creador increado, esto es, desmontar el mito de que la escritura está
libre de condicionamientos sociales. En La república mundial de las letras (2001),
Casanova realiza una reconstrucción histórica útil para entender el primer principio
bourdieusiano. Lo que hizo Bourdieu fue analizar la economía de lo simbólico del campo
francés y, en su caso, la autora lo trasladó al campo transnacional, señalando como los
intereses del mundo literario no son los mismos que los del mundo económico. Se puede
decir de esta manera que los modos de producción y distribución del capital simbólico y
cultural no son iguales a los del capital económico. Casanova utiliza también el concepto
de autonomía de Bourdieu para dibujar el mapa de la república mundial de las letras, que
no coincide ni en forma ni en los periodos de formación con el mapa político.

Los intervalos en los cuales se forma una literatura y sus fronteras respecto a otras son
muchos más largos de los que podemos ver en un mapa político. Los países que se
independizaron en América Latina o en África no crearon inmediatamente una literatura
propia, ni aplicaron igualmente una política literaria de independencia, porque el mercado
de los bienes simbólicos tuvo otros periodos de distribución y constitución. El primer
punto de la teoría del campo que halla Casanova (2001) en el mercado internacional de
los bienes simbólicos es que tiene sus reglas y formas de autonomía; esto explica porque
Londres se convirtió en el centro del mundo económico del siglo XIX, pero será París el
centro del mundo cultural. Los mismos procesos se aprecian con la increíble hegemonía
económica de Estados Unidos en el siglo XXI y su lento avance literario.

Toda la dificultad de entender el funcionamiento de este universo literario reside,


en efecto en admitir que sus fronteras, sus capitales, sus vías y sus formas de
comunicación no están completamente superpuestas al universo político y
económico (Casanova, 2001: 23).

59
Esta consideración de Casanova nos reconduce a un punto fundamental del porqué la
teoría del campo de Bourdieu sigue siendo actual. Es suficiente pensar que algunos países
latinoamericanos y caribeños después de la independencia crearon lentamente un proceso
de transculturación literaria. Ángel Rama (1979:208) propone un concepto de
transculturación fundamental al describir la manera con la cual se incorporan los nuevos
elementos de procedencia externa en la narrativa local a partir de la rearticulación total
de los materiales y estructuras autóctonas, “apelando a nuevas focalizaciones dentro de
su herencia”. Si una cultura subalterna toma los elementos de la cultura dominante y lo
incorpora rearticulando en una forma híbrida los elementos locales, se debería cuestionar,
cuáles son los elementos de la cultura dominante. Casanova (2001) responde a estas
cuestiones en referencia al crítico y escritor brasileño Antonio Cándido, que definía la
condición de marginalidad de la literatura latinoamericana como una “debilidad cultural”
debida al porcentaje elevado de analfabetismo y la precariedad de un público disponible
para la literatura. En el mundo literario analizado como campo específico se consideran
todos los agentes que contribuyen a crearlo: los escritores, los lectores, los críticos y los
editores. Estudiar los cambios sustanciales en la literatura latinoamericana o africana
surgidos de una revolución cultural que reivindica una propia literatura independiente de
las ex colonias europeas significa igualmente conocer su público objetivo. El gran boom
de la literatura latinoamericana y caribeña quizás no hubiera sido posible sin la influencia
en el proceso de difusión de los críticos, editores y público europeo. Como sostiene
Brouillete (2013), la producción literaria del premio Nobel de Santa Lucia, Derek
Walcott, que reivindica una autonomía literaria caribeña, pudo encontrar un espacio en el
campo solo gracias al prestigio que el público del Norte Global le atribuyó. Esto significa
que detrás de cualquier proceso de descolonización presente en la obra de un escritor
poscolonial basado en nuevas formas narrativas y lingüísticas y de claras posiciones
políticas, existen otros componentes específicos, como las funciones de los lectores y de
los diferentes mediadores del universo editorial. Un escritor poscolonial que reivindica
una propia autonomía respecto a la hegemonía cultural europea, pero que escribe para un
público exclusivamente europeo a causa del analfabetismo y de la precariedad del público
disponible en su lugar de origen, nos obliga a repensar el mundo literario y sus agentes.

El otro aspecto de la teoría bourdiuesiana que será fundamental en el estudio de la


república internacional de las letras es la desconstrucción de la creencia en el creador
increado, al desmontar el mito de la escritura libre de condicionamientos sociales.

60
Casanova (2001) considera la república mundial de las letras no como un sistema mundial
de libre y puro intercambio intelectual, sino como un campo de lucha donde los capitales
no están distribuidos igualmente. Tanto en Casanova (2001) como en la socióloga
francesa Sapiro (2010) podemos encontrar esta mirada, como parte de un análisis de la
literatura, vista como un campo con su lucha interna, donde en el caso del campo
transnacional, los dominados ocupan una posición marginal para escribir con los recursos
de una literatura periférica y de un país que está excluido de estos intercambios:

Some areas remain excluded from the exchanges, like many African countries,
where the publishing industry is not very developed and large companies from the
former colonial states (France and the UK) dominate the book trade. (…)Markets
are in themselves social constructions, which are not independent from cultural
and political factors (Sapiro, 2010:13).

Esto depende de la precariedad cultural y de la falta de un número suficiente de editores,


intermediarios cosmopolitas y lectores en estas áreas. Casanova (2001) desarrolla la idea
de considerar las relaciones de fuerza entre diferentes literaturas en el análisis del campo
donde se pueden explicar las prácticas de los escritores. Sin ignorar que estos escritores
deben adherirse a las:

Leyes específicas y a las fuerzas inscritas en la estructura desigual del universo


literario, (…) conscientes de que deben ser consagrados en esos centros de poder
para obtener alguna oportunidad de sobrevivir (Casanova, 2001: 65).

Es en esta dirección, Bruillette analiza en Postcolonial Writers in the Global Literary


Marketplace (2007) cómo se produjo una mercantilización de lo exótico, con reglas
específicas dentro de un mercado editorial globalizado, donde los escritores poscoloniales
pueden negociar la propia marginalidad como elemento de originalidad y de valor
añadido. Esta mercantilización es alimentada por una ambivalencia entre el lugar de la
recepción de la novela poscolonial (el norte global) y los sujetos que en estos textos están
representados (el sur Global). Este aspecto cambia cuando analizamos escritoras de
origen inmigrante. El escritor o escritora de origen inmigrante puede representar, como
en el caso de la amizich-catalana El Hachmi, el mundo exotizado marroquí, pero desde el
punto de vista de una joven que vivió toda su vida en Catalunya. En este sentido los

61
procesos de mercantilización de lo exótico pueden responder a una exigencia del lector y
del mercado editorial totalmente diferentes. En los siguientes capítulos se analizarán
estos aspectos teniendo en cuenta un punto fundamental de la teoría de Bourdieu, la
desconstrucción de la creencia del creador increado, con el objetivo de desmontar el mito
de la escritura libre de condicionamientos sociales. Tanto Casanova (2001) como
Bruillette (2007) toman en cuenta este aspecto desarmando esa creencia de escritura pura
y libre que el universo literario quiere ignorar.

Como hemos subrayado antes, según Bourdieu el grado de autonomía de un escritor


depende de su capital económico y cultural. En Pascale Casanova (2001) este grado
depende también de la distancia respecto al centro literario dominante, dicho de otra
manera, respecto a la posibilidad de que un escritor de gran capital cultural y económico
pueda sobrevivir partiendo de una literatura y una lengua periférica. En este caso, un
escritor no occidental que quiera posicionarse en el mercado editorial occidental puede
perder cierto grado de autonomía respecto a los condicionamientos políticos de aquel
universo. Bruillette (2007) desarrolla este punto de forma brillante y atribuye al brand
que se construye entorno a un escritor la función estratégica en este posicionamiento. Es
el estereotipo que el lector occidental quiere ver reflejado de un determinado país y de
una determinada cultura lo que puede orientar y condicionar la representación literaria de
un escritor, que construye entorno a su imagen la figura de intermediario respecto a un
mundo no occidental. Esto puede explicar por qué algunos escritores como Pamuk y
Salman Rushdie no son tan apreciados en su lugar de origen, pero muy prestigiados en
occidente. Este universo transnacional de las letras en realidad no siempre tiene un
idéntico movimiento transnacional de bienes simbólicos entre los diferentes países. Por
este motivo, algunos autores escriben exclusivamente para el lector occidental sin
mantener un movimiento circular de intercambio de bienes simbólicos. Respecto a las
escritoras inmigrantes de países de cultura musulmana, será fundamental retomar esta
mirada transnacional del grado de autonomía, donde las imposiciones que conducen a una
situación heterónoma no están solo impuestas por el mercado editorial. La imagen de la
mujer musulmana que el discurso dominante construye en occidente puede chocar o
coincidir con la imagen representada en las obras de escritoras como Djebar o Mernissi.

62
2.4 Cuestiones de forma, oralidad, escritura, transculturación

El grado de resistencia respecto a un modelo dominante de la literatura europea y


estadounidense puede ser visibles no solamente en el contenido, sino también en las
cuestiones formales. Es interesante el ejemplo de la escritora nigeriana Chimamanda
Adichie, que en su célebre discurso "The danger of a single story" afirma:

I'm a storyteller. And I would like to tell you a few personal stories about what I
like to call, the danger of the single story1.

“Hacen de una sola historia, la historia única”, este es el peligro desvelado por la escritora
nigeriana, que llega al clímax de su discurso con la enunciación: “I’m a storyteller".
Identificarse como una narradora y no como una novelista posiciona a la escritora nigerina
en la gran tradición africana de las cuentacuentos o cuenta historias. La forma oral en la
literatura de diferentes escritoras de origen africano se combina con la novela, definiendo
las relaciones de poder. Según Obiechina (1975), la irrupción de la oralidad en la novela
de los escritores del África determina una relación diferencial con la tradición novelística
europea.

The most noticeable difference between novels by native West Africans and those
by non-native using the West African setting, is the important position which the
representation of oral tradition is given by the first, and its almost total absence in
the second (Obiechina, 1975: 25).

En este caso el estudio de la literatura, con sus centros hegemónicos y su periferia,


coinciden, tal y como afirma Moretti, «con el estudio de la lucha por la hegemonía
simbólica en todo el mundo» (2005: 161). Según Moretti (2005), estudiando cómo
cambian las formas se descubre cómo varía el poder simbólico; en este caso la forma oral
en combinación con la novela definen las relaciones de poder. Otros dos ejemplos
importantes donde encontramos esta relación entre oralidad y escritura están presentes en
las obras de las escritoras magrebís Fatema Mernissi y Assia Djebar. Sheherezade es la

1
Discurso pronunciado por Adichie en Ted Talk, en Octubre de 2009.

63
heroína símbolo de la tradición oral que irrumpe en las novelas de Mernissi y Djebar, a
través de una transculturación donde memoria y rememoración conviven.

En cada una de ellas habita una Sheherezade (narradoras), a la que en cada pasaje
de sus historias se le ocurre una historia nueva. Esta es una memoria épica y es el
elemento inspirador de la narración (Benjamin, 2010: 80).

La novela autobiográfica Dreams of trespass (Mernissi,1996), por ejemplo, expone la


alteridad por medio del intercambio de un patrimonio compartido de la tradición oral con
la conquista de un nuevo espacio privado para la mujer musulmana, en la cual se
representa la soledad del individuo y sus asuntos privados (Oyarzún, 2010). Con la
rememoración de su vida en el harén, Mernissi mueve la narración – elemento de
inspiración de la novela – orientándola hacia la narradora-personaje (Bellinzis, 2015).
Rhouni (2010) observa la importancia que tienen los cuentos orales en la narrativa de la
autora; estos cuentos, como todas las tradiciones orales árabes, islámicas, marroquís, eran
un medio para subvertir el orden de la narrativa masculina. Prueba de esto son los cuentos
de Sheherezade, heroína símbolo de la narrativa del feminismo en el mundo árabe.
Mernissi revela la importancia de la transmisión oral por parte de las mujeres para resistir
frente a la élite masculina. La oralidad en este caso no solo desplaza una sumisión de los
modos de producción y consumo de la novela, modos que colonizan y occidentalizan la
narración, sino que desvía también el orden de la narrativa masculina. Esta forma de
resistencia se enfrenta con otro elemento fundamental que constituye el capital cultural
del escritor: la lengua literaria.

2.5 Cuestiones lingüísticas

Si una hibridación entre formas narrativas de la tradición oral africana y de la novela


europea crea un estilo o un brand que puede encontrar una posición en el mercado
editorial internacional, la elección lingüística mueve más contradicciones y compromisos,
entre formas de resistencia y dependencia. No es el caso de Chimamanda Adichie, una
narradora de lengua inglesa que pretende contar una historia diferente a la occidental con
el idioma más hegemónico de occidente. Según Casanova (2001), la lengua es uno de los
componentes principales del capital literario y existe una lucha lingüística presente en el
campo, donde las mercancías intelectuales compiten entre sí. Estas luchas lingüísticas no

64
están solo relacionadas con la competencia por el prestigio literario, como puede ser entre
el francés de Racine o el inglés de Shakespeare. Existen otras causas de enemistad
política, por ejemplo en las oposiciones entre el francés y el árabe en un contexto
poscolonial. El elemento excluyente de la lengua árabe opone resistencia a una
hibridación con las lenguas coloniales (el francés o el inglés). Eduard Glissant (1990)
subraya el elemento excluyente de las lenguas atávicas, dictadas en el seno de la
comunidad. El árabe como dictado proveniente de la cultura islámica, en su conciencia
excluyente, conduce a la certidumbre "de la comunidad elegida, radicada en una tierra
elegida" (Glissant, 1990, 43). La revolución que intentaron muchas escritoras como
Fatema Mernissi, Nazar Nafisi y Djebar pasó por la libertad que ofrece el conocimiento
de la lengua extranjera para romper aquellos vínculos patriarcales con la comunidad
islámica., El escritor argelino Lamri reflexiona sobre este aspecto: “escribir en una lengua
extranjera es un acto pagano, porque si la lengua madre protege, la lengua extranjera
profana y libera (Lamri, 2002:2). En el caso de Assia Djebar, la lengua extranjera coincide
con la lengua colonial que ha dominado culturalmente Argelia, dejando una huella
imborrable. La negociación lingüística puede crear una fractura entre el éxito literario y
el sentimiento de traición vivido en el lugar de origen. El debate por la elección lingüística
determinó en la literatura poscolonial ásperas polémicas, por ejemplo algunas escritoras
del mundo magrebí como Laila Lalami abandonaron el francés, otras abandonaron la
posibilidad de regresar a la patria por participar en el gran movimiento literario de
escritores exiliados en París.

Si la diferencia cultural es el único espacio para una interculturalidad posible en esta


literatura, la diferencia colonial es un espacio que se ve limitado inevitablemente por la
lengua. ¿Cómo es posible escribir en francés y olvidar que ha sido la lengua dominante y
colonial en Marruecos?
Mernissi, por ejemplo, desplaza el uso de la lengua colonial con otra lengua hegemónica,
el inglés, pero alternándolo con el árabe. El habitus (Bourdieu, 1979) de Fatema Mernissi
explica una representación enraizada en historias culturales específicas de
desplazamiento, en las cuales se hibridan los conocimientos. La utilización del inglés es
un síntoma de la obtención de beneficios específicos puestos en juego en el campo
literario. Fátima Mernissi resignifica la otredad y se repiensa como sujeto autónomo
rechazando el monolingüismo. La voz que narra es en inglés; el árabe es el idioma
utilizado para examinar conceptos específicos de la cultura marroquí. Algunas escritoras

65
provenientes de países de cultura musulmana han elegido el francés por su prestigio
cultural (como la tunecina Colette). El inglés ha sido al contrario una lengua de gran
circulación por Mernissi en la novela Dreams of Trespass (1996). Casanova (2001) hace
una diferenciación entre lo que es una lengua de gran circulación y una lengua de gran
cultura, donde el valor de la lengua no solo es entendido por el número de sus hablantes,
sino por el prestigio que puede conferir al escritor. Son múltiples los agentes que
determinan el volumen del capital simbólico de una lengua. La centralidad política de
esta debería ser mesurada a partir del volumen de su capital propiamente lingüístico por
el número de personas plurilingües que la hablan.

Se podrá medir la literariedad (la potencia, el prestigio, el volumen del capital


lingüístico literario) de una lengua , no por el número de escritores o de lectores
de la misma, sino por el número de poliglotas literarios (o protagonistas del
espacio literario, editores, intermediarios cosmopolitas, descubridores cultivados)
que la practican y por el número de traductores literarios- tanto en la exportación
como la importación- que hacen circular los textos desde esa lengua literaria o
hacia a ella (Casanova,2001:34).

Existe una diferencia sustancial entre las negociaciones lingüísticas de las escritoras
inmigrantes de primera generación respecto a escritoras inmigrantes de segunda
generación, donde la lengua elegida coincide con la del lugar donde estas autoras nacieron
y se formaron, cómo podemos ver en los casos que vamos a analizar a continuación: la
argelina Guène, que nació en Francia, la somalí Scego, que nació en Italia y El Hachmi,
que emigró a Catalunya a la edad de ocho años. Estas escritoras inmigrantes de segunda
generación manifiestan sus habitus transnacionales contribuyendo a redefinir el capital
literario europeo. Un aspecto central de este capital es el plurilingüismo, que se
introducirá en el curso de esta tesis sobre todo en relación al análisis empírico de las tres
novelas.

En esta sección se introducen aspectos teóricos del plurilingüismo y su función en


literatura. El plurilingüismo hace referencias a los escritores que escriben en dos o más
lenguas como Beckett, que escriben en una lengua no-nativa como Conrad, o a escritores
que mezclan diferentes lenguas en un solo texto como Anzaldúa (Yildiz, 2012:15). Los
escritores poscoloniales e inmigrantes pertenecen en su mayoría a esta última categoría.

66
Según Seyhan (2001), el plurilingüismo tiene la función de reconfigurar el lugar de origen
perdido y la memoria cultural. Según Yildiz (2013) tiene también una función subversiva,
la de librarse y desafiar el concepto esencialista de lengua materna asociado al paradigma
monolingüe. Este desafío comienza con la ruptura del vínculo orgánico entre lengua y
estado nación, que defiende el paradigma monolingüe, que presupone una relación
directa, biológica y exclusiva entre el sujeto y su lengua materna. Como sostiene Yildiz
(2012:2) aunque el paradigma monolingüe a lo largo de la historia moderna ha conseguido
marginalizar las prácticas multilingües, no ha podido eliminarlas del todo. Las autoras
que se analizarán en los siguientes capítulos (El Hachmi, Scego, Guène) son tres ejemplos
emblemáticos donde el plurilingüismo se convierte en un recurso negociable y distintivo.

2.6 Conclusión

Giselle Sapiro (2013:71), en su reflexión teórica sobre un posible replanteamiento de la


teoría del campo literario afirma que en ningún momento Bourdieu ha dicho que los
campos están necesariamente circunscritos al perímetro de un estado nación. La herencia
bourdieusiana de la teoría del campo es dinámica y relacional (Sapiro, 2013). Como se
ha analizado en las secciones anteriores, estos avances teóricos han aportado herramientas
metodológicas para analizar la literatura como universo social más allá del Estado nación
como unidad de análisis. Respecto a los estudios poscoloniales, estas aportaciones, como
la de Casanova (2001) y Sapiro (2013), consideran la literatura como un campo especifico
que se convierte en objeto de estudio a partir de sus reglas de funcionamiento. Las
relaciones con el campo político o económico son observadas a partir de las relaciones
autónomas o heterónomas de un autor.

L’autonomisation d’un domaine d’activité résulte généralement de la lutte menée par un


groupe de spécialistes (par exemple, les juristes) pour obtenir la reconnaissance sociale
de leur autorité et de leur compétence sur le domaine en question, instaurant une coupure
entre professionnels et profanes (par exemple entre clercs et laïcs). La théorie des champs
rejoint en cela l’analyse weberienne, qu’elle systématise en en tirant des conséquences
méthodologiques, à savoir la possibilité d’autonomiser – de façon qui demeure toujours
relative – un champ comme objet d’étude. (…)Les champs les plus autonomes sont ceux
qui ont établi leurs propres règles et leur intérêt spécifique, libérés des contraintes
religieuses, politiques et économiques (Sapiro, 2013 :76).

67
La teoría del campo literario replanteada a partir de un enfoque transnacional no
superpone el campo político y económico al literario, sino que observa las relaciones de
fuerza entre ellos. En este caso, la relación entre diferentes literaturas no refleja las
relaciones entre países del tercer mundo y del primer mundo, sino que considera las
fuerzas específicas del campo literario entre literaturas dominantes y dominadas. Estas
consideraciones cambian cuando se introduce en el análisis la literatura de los escritores
inmigrantes, sobretodo de segunda generación, que será el caso de las tres autoras a
analizar en esta tesis. Respecto a las relaciones de fuerza entre literaturas periféricas y
centrales, dominantes y dominadas, que bien analiza Casanova (2001) en su estudio, los
escritores inmigrantes de segunda generación se posicionan dentro del campo nacional
aportando cualidades y características externas. La lucha interna del campo en este caso
se enfrenta a las identidades literarias nacionales legitimadas por diferentes instituciones
que determinan las fronteras nacionales de la literatura francesa, italiana, española, etc.
Una escritora inmigrante nacida en Francia, que escribe en francés, puede seguir siendo
un outsider en estas instituciones. Por ejemplo, l’Académie française es, según Bourdieu
(2000), el modelo más representativo de la construcción del campo nacional francés.
Según Sapiro (2013), también la escuela tiene un rol importante en la producción de las
identidades legitimas nacionales:

L’État moderne a, en effet, le pouvoir de produire les identités légitimes. L’école


en est le principal instrument : elle a pour fonction non seulement de façonner les
identités des sujets mais aussi de leur inculquer le sens de la légitimité culturelle
qui définit les insiders et les outsiders (Sapiro, 2013:78).

Es un caso emblemático que en la obra Kiffe kiffe demain (2006) Guène construya su
representación de una joven de origen inmigrante en oposición a esta institución,
reivindicando sus características de outsider como cualidades negociables para romper
las barreras que determinan quien puede acceder al campo literario francés y quién no.
Como se ha analizado en la segunda sección de este capítulo, es necesario hacer una
diferenciación entre el enfoque transnacional como lente de análisis que no tiene el Estado
nación como unidad y la observación y descripción de las relaciones transnacionales de
un campo en concreto, es decir, entre una manera de ver el campo y la descripción de este
campo. El campo literario transnacional debería ser observado considerando todas las
relaciones de fuerzas que permiten a una obra circular entre diferentes campos nacionales

68
y a un autor posicionarse entre diferentes campos a partir de una herencia e identidad
cultural múltiple. Los estudios de Casanova (2001) y Sapiro (2013) han sido pioneros en
esta dirección, encontrando las adecuadas aplicaciones metodológicas para un
replanteamiento del campo literario en un contexto transnacional. Esta tesis quiere aportar
a estas contribuciones una nueva aplicación teórica y metodológica no solo al estudio del
campo literario, sino también al habitus del escritor y sus prácticas. En esta tesis, el
habitus transnacional teorizado por el sociólogo Guarnizo (2003), junto a las practicas
transnacionales, serán observadas e interpretadas utilizando la novela como laboratorio
sociológico.

Las prácticas literarias transnacionales se pueden referir a las prácticas que contribuyen a
crear un capital literario que trasciende las fronteras nacionales. Esto significa redefinir
la identidad de los escritores a través de una producción cultural que circula en un espacio
transnacional. Como afirman Portes, Guarnizo y Landlot (1999:225), “el
transnacionalismo cultural se refiere a diversas prácticas e instituciones que toman parte
de las significaciones, identidades y valores”. En el caso de la literatura de la inmigración,
la misma experiencia migratoria es parte de una identidad compartida que produce un
valor que trasciende las fronteras étnicas y culturales. Además del análisis externo de las
condiciones materiales de producción, este estudio pretende investigar la lógica propia
del universo de producción simbólico del valor literario, que en este caso se alimenta a
través de relaciones transnacionales. Los bienes simbólicos alcanzados por las
migraciones internacionales y los imaginarios representados en las novelas de los autores
y autoras inmigrantes se construyen y reconstruyen de forma simultánea en más de una
sociedad y cultura. En el caso de la literatura de la inmigración, la misma experiencia
migratoria es parte de una identidad compartida que produce un valor que trasciende las
fronteras étnicas y culturales. Como sugiere Levitt (2001), no es solo importante
comprender la migración cultural a partir de sus prácticas artísticas como la novela, sino
ver la misma migración como un acto cultural:

Another important analytical move, then, is to bring culture back in more centrally to
migration debates. Doing so requires not only looking at the “migration of culture” (or
religion, or ideas, or artistic practices) but also seeing migration as a cultural act. Because
migrants’ identities and actions are rich in cultural and social meaning, focusing solely
on social networks, positions, or activities comes up short. It is not when or that these

69
practices or identities may be cultural but rather that they are inherently cultural (Levitt,
2001:31).

Por esta razón, en el próximo capítulo todas estas reflexiones sociológicas sobre la
producción literaria se enfocan a la mujer inmigrante de cultura musulmana. Por un lado,
se utiliza la novela de este sujeto para repensar la teoría del campo, por el otro, se
introducen importantes aportaciones de la sociología de género (Yuval Davis, 1991) y de
los estudios poscoloniales (Spivak, 1988).

70
CAPÍTULO 3. Social conditions of female migrant writers in the
literary field: questions of gender, race and culture

3.1 Introduction

To understand how many narratives have been concealed by a dominant narrative which
nullifies others, it is important to reopen the archives of European contemporary litera-
ture through the critical voice of a female migrant writer, originally from a Muslim coun-
try. The literary production of female migrants from Muslim countries does not allow for
the creation of an objective scientific analysis of the social condition of this subject;
however, it allows understanding of different production of her cultural representations.
In the literary landscape, a novel is a fundamental space in which to draw symbolic
boundaries. As Spivak affirms (1988: 243): “the role of literature in the production of
cultural repre-sentation should not be ignored”. We can use novels written by mi-grant
writers from Muslim countries to rethink which boundaries, political and cultural, this
subject can cut or cross in her artistic representation. The production of novels writ-ten
by Muslim women is the furthest point of otherness for the watchful eye of "fortress
Europe" (Sassen, 2013). The question that I would propose with regard to this kind of
writer is not, as Spivak asks, “can the subaltern speak?”, but instead: how does the sub-
altern (as a migrant female writer) speak through the novel in the literary field?

The first question is connected to postcolonial theory and the provocative point Spivak
makes (1988). Instead, the second question adds three important points: firstly, the spe-
cific field where the subaltern tries to have a voice, that is, the literary field; secondly,
which effort she makes to obtain a position, that is, to be a writer; and finally which tool
she uses, that is, a novel. Extending Grasmci’s term “subaltern”, we can attribute it to a
disempowered group, expressed in terms of class, age, generation and gender (Chambers,
2006). On the one hand, the focus of this approach is to understand which kind of
subalternity these writers suffer from: we could consider them as women, as migrants, or
as Muslims. But, on the other hand, it is important to understand how these different
marginalities are connected with a specific space, the literary field. In other words, I am
looking for an interdisciplinary dialogue between literature and sociology. As Spivak
(1988) points out, artistic representation - as found in the genre of the novel - could be an

71
alternative counter-narrative to resist and deconstruct the colonial archive. This subaltern
writer, as a migrant woman, has many boundaries to cross that allow her to exist in the
literary space and to be heard. If, with Spivak’s postcolonial theory, we can understand
the importance of postcolonial literature as a counter-narrative that can challenge the
dominant discourse and the colonial archive, with Bourdieu’s field theory we can
understand the way in which this counter-narrative could be produced and the struggles
through which it exists (Bourdieu, 1993). Thanks to Bourdieu’s theory, sociologists have
achieved scientific tools to understand literature as a social universe, having its own laws
of functioning. These tools are the concepts of field and habitus. It is important to
understand from Bourdieu (1993) that the literary field is contained within the field of
power, but this field possesses a relative autonomy with respect to political and economic
power.

I will begin with the methodological and theoretical benefits it has brought field theory
and look at the deficits. For instance, the deficit of Bourdieu’s theory is that it does not
consider literature dominated also by colonial and patriarchal powers. I suggest the novel
of female migrant writer as a sociological laboratory to rethink Bourdieu’s field theory.
This special issue will be examined focusing on three approaches: transnationalism,
postcolonial studies and gender studies. The interdisciplinary approach advocated here
links the concept of field to transnational practices rather than national borders. This
approach then links the concept to writer’s marginalities and strategies of reaction. This
approach move beyond the analysis of a monolithic marginality, such as being working
class writer, to an analysis of when and where writers use their different marginalities to
find a position in the literary field.

3.2 Autonomous and heteronomous relations in the female migrant’s cultural


production

According to Bourdieu (1993), a writer needs a specific capital (economic and cultural)
in order to resist external demands, such as market forces, and the imposition of political
power, but these impositions could assume different and specific characteristics in the
case of migrant women. I would like to show two heteronomous principles that subju-
gate this kind of writers and could limit their autonomous representation.

72
Table n. 2 Heteronomous principle

Economic Demand Political Demand

The market for Exotic books and the Dominant discourse regarding a Muslim
marketing of marginality (as migrant immigrant woman that produces a certain
woman and as Muslim in Europe). identity.

Esquema de producción propia.

The first one is related to an imposition of laws prevailing in the economic field, where
success is measured in terms of book sales (Bourdieu, 1995). It is important to break the
fake image of the uncreated creator, so we have to highlight that market interests and
academic interests shape and offer a ghettoized position for these kinds of authors in the
field (Eagleton, 2010). If, in the past, the European publishing industry used to ignore and
silence the views and ideas of migrant women, in later years it markets these voices and
creates a new position in the field for these kinds of writers. As Graham Huggan (2002)
has pointed out, the market for the exotic is a representational process that markets the
margin and produces cultural voyeurism and literary tourism. According to Odille
Cazenave (2003), I consider that this marketing of margins in the literary production of
migrants is related to the desire of European audiences for exoticism, but this desire is
different to postcolonial literature because it is an exoticism internal to European culture.

These external demands are related to other political demands that construct a forced
identity regarding Muslim women. As Felice Dasetto (2004) points out, another relevant
issue is that western culture has been constructed in the essentialist and dominant
discourse in opposition to Muslim culture, and Muslim culture in a fundamentalist and
essentialist discourse has been constructed in opposition to Western Culture. Identity
narratives in this political process divide the world into “us” and “them”. The construction
of a Muslim woman in Europe is related to dominant racist discourses. As Yuval Davis
(1997) points out, the dominant stereotype about minority women is seeing them as
passive and subordinate, ignoring differences of culture, generation and class. This code

73
of interpretation of migrant women of Muslim origin reinforces the homogenization of
culture. Fighting against this construction of boundaries that uses the woman as the bearer
and burden of difference, is one of the most important challenges for minority women
writers. Related to these issues, I remember one interesting episode during the festival of
contemporary Arab culture, Shubbak in London: someone asked the Omani author Jokha
Al-Harthi2 if she felt herself to be representative of women in her culture and she
answered “I’m not a minister of tourism or a minister of women of my country, I would
like to represent only myself”. This answer is very emblematic and it is useful to rethink
the struggles and cultural capital that minority female writers need to overcome.
Moreover, in order to understand these issues we have to connect their identities with a
racist and political discourse, but also with the publishing industry and the literary field
in general, which imposes specific identities to minority women writers. According to
Jérôme Meizoz (2010) we can use the term literary identity for an identity shaped by the
author and by the horizon of reception of his books. Migrant writers are associated with
a specific type of literary identity, for example, Faïza Guène3 with Arab women, or Igiaba
Scego4 with Black women. This association produced in the literary field can ghettoize
these writers in an uncomfortable position, and does not allow them to represent
themselves in a more autonomous way. Marta Segarra (2010), considers that the female
writer’s silence, which is both material and symbolic, is associated with the role of women
as guardians of honour and decency in traditional Maghreb culture. Publishing a book is
not seen to be compatible with this role as guardians of decency. For this reason, writing
and being positioned between a racist hegemonic discourse and a fundamentalist and
patriarchal discourse is very detrimental to women. The European literary field offers a
space of representation to Muslim women, but in this space there are colonial powers that
reinforce the difference between “us” and “them”.

Migrant women have profited from their marginalities in order to mark themselves
positively with their stigmatization and responded to particular demands from the

2
Jokha Al-Harthi is an Omani writer, born in 1978. She was in the festival of contemporary Arab culture
Shubbak, 29th of July, London, British library.
3
An Algerian writer and filmmaker born in France. Born in 1985, Guène is the child of Algerian immigrants
and lived during her childhood in a council house in Pantin, near Paris. “Just Like Tomorrow” is the first
author's novel published in 2004 by Hachette Littérature, in the French version.
4
Scego was born in Rome in 1974 to parents from Somalia. Scego confronts the legacies of Italian
colonialism and African-Italian identities in her 2010 book, La mia casa è dove sono [My Home is Where
I Am] (Rizzoli, Milano. 2011 Mondello Award).

74
publishing industry and the academic field regarding the production of novels written by
migrant women (Eagleton, 2010). This interest in multicultural, hybrid or transnational
novels, created in the literary field, allows these writers to find a consecrated position,
with the ability to negotiate a strategic identity. A long process of accumulating and
concentrating symbolic capital for migrant and postcolonial women has allowed them to
resist the hegemony of Eurocentric discourses with hybrid and transnational languages,
narrative forms, topics and identities. These literary identities have not only been reacting
to the totalized boundaries, but also opening a new creative space in the border zone
between national fields. This space is not related to a common literary capital within a
bounded territory, but instead it is connected with a transnational literary capital. I
consider transnational literary capital as a form of capital related to languages, narrative
forms, and topics, that circulates in two or more national literary fields. According to their
social identity as migrant women who write between two cultures and two languages, this
kind of writer can find a position in the literary field (Eagleton, 2010). This process is not
mechanical, because in the field there is a specific space reserved to the migrant writer
that it is difficult to overcome.

Although these writers can find new opportunities to speak in the contemporary literary
field, there are colonial powers that limit their representations. In Spivak’s critique we
can find another important issue related to this postcolonial approach. Spivak (1988)
highlights that benevolent western intellectuals can silence subaltern women because
“they speak for” them and do not allow them to have a voice. Recently, the invisible
benevolent impulse has been related not only to some intellectuals that speak for them,
but also to a benevolent publisher and different agents in the field that permitted
subalterns as women to speak, and to market their voice. In this case the famous statement
from Spivak “white men are saving brown women from brown men”(1988:79) is related
to the literary field in Europe, which offers a space of representation and saves Muslim
women from an inaccessible space in their country of origin dominated by men. This
benevolent impulse of the literary field reinforces a colonial discourse. In fact, the female
migrant writers can challenge the dominant European discourse and find a creative space
in the literary field, but it is important to consider which conditions of entry they need. In
the next section I will analyse these conditions of entry.

75
3.3 The intersectional approach

Since the famous Arab book One thousand and one nights, the imaginary solution to
destroy the patriarchal system for women is related to the power of tales. Telling stories
or writing novels can still be powerful for migrant women fighting against colonial and
patriarchal domination, but it is important to understand whether the capital necessary to
obtain this power is assigned in an inequitable way. According to Virginia Woolf (1989),
the marginality of female writers is not only related to patriarchal literary norms, but also
to inequalities in the educational system. For this reason, it is important to understand
how cultural capital is distributed in the field, and how female migrant writers can obtain
it. The condition of entry in the field is related not only to the social class of a female
writer, but also to her ethnic origin and culture. Recently, in literary critique, the cultural
has colonized the social, but sociological analysis cannot omit other markers. I have
introduced in this analysis this kind of female writer because of the interconnection of
culture and social class that is present in their literary trajectories.

For instance, Najat El Hachmi5 and Faïza Guène are emblematic literary cases because in
their novels the important topic of migration is related to the cultural conflict in Europe
about Muslim people. These writers are Muslim migrants and offer a useful case study.
To begin with this important issue, and with my first research question, it is important to
explain some important points of two counter-opposed approaches. First of all, I would
like to rethink the marginality of the writer regarding women migrants from Muslim
countries, and highlight the limits of Marxist feminism and black feminism to address
these interconnections. The sisterhood predicated in much of feminist theory has failed to
address the specific position of migrant women. Marxist feminism produces a unitary
category of woman, for this reason it is not able to incorporate the marginality that
migrant women in Europe can suffer from.

The most evident problem of Marxist feminism is the difficulty in accounting for
difference and diversity (Yuval Davis and Floya Anthias, 1992). Black feminism has
pointed out the ethnocentric nature of western feminism and its blindness to race, for

5
Born in 1979 in Beni Sidel, a region located in the Rif and part of the province of Nador. The writer has
been honored in 2008 for her story "L’ùltim patriarca" (The Last Patriarch), who won the Ramon Llull .

76
instance to the invisibility of black women (Yuval Davis and Floya Anthias, 1992). The
limit of western feminism is highlighted by black feminism and postcolonial feminism
and it is related to the ethnocentric notion of womanhood produced in western society.
Mohanty (2010) considers that in some recent western feminist theory, third world
women are produced as a monolithic subject. This point of view is presented also in
Spivak’s postcolonial critique (1988), where the Indian author points out that women
from the third world are so complex that they cannot be understood by the terms and
categories of western critical theory. Black feminism also considers white feminism as
racist, because it omits the antiracist struggle, for example with regard to black women
being oppressed not only by men, but also by white women. To summarise, this approach
criticizes the exclusivity and solipsism of feminist theories that solely focus on the
experiences of white, middle-class women. Although Black feminism is appropriate to
understand the Eurocentric limits of white feminism, Yuval Davis and Floya Anthias
(1992:100), according to the intersectional approach consider black feminism
unsatisfactory because “it treats forms of subordination and oppression through race and
sex cumulative rather than as articulating or intersecting together to produce specific
effects”.

Andersen and Hill Collins (1995:65), two of the most important authors of the
intersectional approach, argue that “all people of colour encounter institutional racism but
their actual experiences with racism might vary depending on social class, gender, age,
sexuality and other marks of social position”. In fact, ‘intersectionality’ focuses on the
idea that the subject is situated in multiple frameworks and the intersection with social
category produces a multifaceted impact on the subject (Andersen and Hill Collins ,1995).
Even though the theory of literary field and the intersectional approach are two theories
produced in totally different contexts, I can point out that to find out the position of the
female writer in the field, it is important to consider multiple frameworks and to intersect
different social categories. In order to understand the mechanism by which different forms
of exclusion and subordination operate in a specific space as the literary field, we have to
substitute the ahistorical category of woman with an historical category that incorporates
ethnicity, gender and class. For instance, the specific effect produced by a kind of
oppression, such as the challenges of being a Muslim writer in Europe, cannot simply be
added up with another kind of oppression, such as being a migrant or working class,
because every kind of oppression produces different effects in the habitus. Instead, it is

77
necessary to articulate and interconnect these marginalities. This issue makes it
productive to rethink the concept of habitus from Bourdieu’s theory as a more flexible
tool to understand the internalization of social condition. The social condition of a writer
cannot produce a mechanical mirror in the novel about a specific social space. For
instance, in Guène’s novel, Kiffe kiffe demain (2004), the banlieue is the represented
social space in which the author was herself located. Faïza Guène is a French writer but
also a second-generation working class migrant. This social condition not only
determined her position in the field, but also her point of view of the French field, which
is totally different from that of an exiled intellectual with a high cultural capital like Assia
Djebar6. To start with this approach, it is important to show that the habitus of the migrant
writer is not static but plural, and the migrant’s condition must be deconstructed in other
multifaceted categories (Lahire, 1998).

For instance, some consecrated female writers from Muslim countries, such as Djebar or
Mernissi (Mernissi, 1996) have used their marginality as Arab women to find a position
in the European literary field (Bellinzis, 2015). They have introduced into the field a new
form of literary capital related to their cultural traditions. First, I would like to mention
the literary canon of Arab literature, which brings the oral narrative form into writing with
the Shahrazad narrative tradition, and shows that the female Arab writer/narrator uses the
power of tales against the patriarchal system. Shahrazad is a model and a template and a
common theme in the way European literature will perceive female writers from Muslim
countries. However, this important relation between novels and women who fight the
patriarchal system with the power of tales cannot be understood without considering the
field and habitus of the writer. The literary field is also a game where, as Bourdieu
(1993:146) said, the trump card is the habitus, the embodied assimilated properties, such
as language. Bourdieu’s field theory helps us to understand not how these female writers
come to be what they are, but rather which position they occupy and which kinds of
habitus (as a social condition) allow them to possess literary capital or to transform it. In
the case of Djebar, she participated in the transformation of the literary capital in French,
introducing a new narrative form from the Arab world.

6
Assia Djebar, original name Fatma-Zohra Imalhayène (born June 30, 1936, Cherchell, French Algeria—
died February 6, 2015, Paris, France) Algerian writer. She wrote more than 15 novels in French.

78
Pascale Casanova (2001) highlights an issue that Bourdieu (1996) has only mentioned
about cultural and economic capital, which is that an unknown writer needs first to move
into a dominant position, as unequal conditions separate not only writers from working
class to other class backgrounds, but also foreign and native writers. Which kind of
effects are produced in the field if a female writer is a migrant from a Muslim country but
also working class?

According to Bourdieu (1996), writers of working class origins accept themselves for
what they are and mark themselves positively with their stigmatization, so for Faïza
Guène (2004) the slang of the banlieue became a style that could be consecrated as a form
of originality but also as stigmatization. If for a writer like Assia Djebar her stigmatization
was to be an Algerian woman writing in French, for Faïza Guène it is to be a working
class writer born in the banlieue from an Algerian family. Djebar uses a trump card (or
embodied assimilated properties) from her culture to change and transform her
oppression, and negotiates her culture to produce a new literary capital that has redefined
possibilities inherent to the field. Instead, Faïza Guène cannot use these assimilated
properties because they are absent from her social class and her cultural capital, for this
reason she needs to negotiate another marginality, such as being a working class woman,
and she uses slang as an element of originality. We have to mention the cultural heritage
that shapes a specific habitus, but at the same time we have to notice how through her
habitus a foreign writer can also change the literary capital in order to occupy a dominant
position. The most important issue is not to understand which social categories represent
these kinds of writer, instead it is necessary to find out how writers use and negotiate their
social categories, as Muslim or migrant or women to find a position in the field, or how
they are able to deconstruct an identity that the literary field has forced into them. For this
reason, the sociological approach to these novels and writers has to reconsider essentialist
categories such as Muslim, Arab, migrant and the different reactions to them.

The marginality of the migrant writer is not only related to her social condition as a
migrant, but also to the ethnic construction in political discourse that produces a category
of markers on the margins, such as the construction of Black literature in the English
literary field or even Black women’s literature. With ethnicity reduced to culture and
culture reduced to a fixed, essentialist category, a dominated position for minority women
in the field is produced. The fixed category of black or blackness is a stereotype and

79
ignores the variability within this position. According to Carole Boyce Davies (1995),
within the category of a black woman there exist multiple performances of gender, race
and sexuality based on the particular historical and geopolitical, class and community in
which a Black woman exists. Also the theory of borders has contested this fixed category,
for instance Avtar Brah (2011) uses the concepts of diaspora and borders in a conceptual
grid for historicised analysis of contemporary transnational movements of people and
cultures. This border space is the point at which boundaries of inclusion and exclusion of
belonging are contested. This focus on borders is mentioned in the well-known book
Borderlands, where Gloria Anzaldúa (1999) constructs her deconstruction with a
tolerance for contradiction and a tolerance for ambiguity:

She learns to be an Indian in Mexican culture, to be a Mexican from an Anglo


point of view (Anzaldúa, 1999:78).

The second generation of migrant writers have played an important role in deconstructing
boundaries. For instance, in the Catalan case, the writer Najat El Hachmi, born in
Morocco, identifies herself as a member of a border generation in Jo també soc catalana
(1994), because she lives as a migrant in constant relationships with the border, both
physical and symbolic:

Sóc un esgraó intermedi, formo part del que jo anomenaria generació de frontera,
altrament mal dita segona generació (El Hachmi, 1994.: 45).

In the Italian field, the Somali writer Igiaba Scego, in La mia casa è dove sono (2010),
asks herself who she is: black, migrant, second generation, black and Italian or Afro
Italian.

Sono cosa? Sono chi? Sono nera e italiana. Ma sono anche somala e nera. Allora
sono afroitaliana? Italoafricana? Seconda generazione? Incerta generazione? Meel
kale? (Scego, 2010: 23).

Women writers play a strategic role in cultural representation; as Yuval Davis (1997)
points out, women are the border guards of identity. The novel is an important tool to find
out which kind of colonial and patriarchal gaze controls women’s construction as a

80
symbol of collectivisms. There is also a strict cultural code in the literary field that is used
to keep migrant women in this inferior position. Firstly, migrant women according to their
habitus need cultural capital to deconstruct the category of migrant or black. Secondly,
they need these marginalities because the publishing industry and literary field markets
these kinds of margins. Therefore, there is an ambiguous point that it is necessary to
describe: the benefits or limits that migrant writers can find are related to their social
conditions. Benefits are inherent to the transformation of the literary field in different
contexts in Europe. These transformations lead to a new transnational literary field that
offers a space where the migrant writer can develop literary identities embedded in two
or more nation states and in two or more cultural traditions. Migrant writers participate
in the construction of a new literary identity that reflects transnational experience and
transnational knowledge, not only related to languages or narrative forms, but also to the
social skills that allow these writers to interpret the great metaphor of our age, as defined
by Rusdhie (1992:277): contemporary migration. This condition can overcome Sayad’s
(2010) concept of the double absence with a double presence, because it allows the
migrant writer to be involved in both home and host societies, and to change this image
of permanent rupture with transcultural novels and a transnational circulation of symbolic
goods. In the contemporary literary field there exists a new sphere of cultural experience,
for instance in the case of the Francophonie, there are new boundaries that open the field
not only to writers born in France, but to all writers that write in French, such as migrant
or postcolonial writers.

Although many female writers have been reproducing an imaginary world stretched
across national borders, there are hidden forces in the literary field that control this
transnational process. For this reason, it is important to relocate the female writer in her
specific context, for instance, to rethink the unbalance produced between cultural capital
obtained in Europe necessary to construct a social discourse about migration, and cultural
capital from the country of origin necessary to acquire the condition of entry as an element
of originality but also as stigmatization. The first point is connected to the literary
legitimacy that allows the female migrant to call herself a writer. The condition of entry
for a female migrant is also intersected to her gender and culture. The first point is that a
female migrant writer can, in many cases, be segregated to a specific genre,
autobiography or auto-fiction. The field imposes on them rigorous roles such as writing
novels only about migration, or producing a kind of exoticism for the European audience.

81
However, the female writer can react or negotiate these roles. For this reason, it is
important to understand the role of these forms of reactions and negotiations as powerful
tools to deconstruct imposed identities.

The black poet and feminist Audre Lorde (1984) considers the election of a specific form
of creativity as a social issue related to social class and sex. According to Lorde
(1984:376), poetry “has been the major voice of poor, working class and coloured
women”, while “a room of one’s own may be a necessity for writing prose, but so are
reams of paper, a typewriter, and plenty of time”. In the case of a migrant working-class
writer, the choice of a novel as genre of could be related to different characteristics of this
genre as an instrument to acquire more economic capital but less autonomy with respect
to the publishing industry. This is a very complex issue, because as I have already
mentioned, for migrant women from Muslim countries autonomous or heteronomous
structures of the field include hidden dominant discourses about their social condition.
Ignoring the differences of religion and culture in these literary productions is the most
serious problem of white feminism, but to accumulate different marginalities without
understanding all of the different effects produced by their combination is a deficit of
black feminism. For this reason, according to Yuval Davis and Floya Anthias (1992), an
intersectional approach is important to articulate marginalities such as to be a migrant
from a minority group, and in the case of literature as a social universe (Bourdieu, 1993)
to understand how a writer can overcome these marginalities, using art and literature as a
strategic tool.

82
CAPÍTULO 4. Cuestiones metodológicas

4.1 Una reflexión metodológica

Es necesario hacer una reflexión metodológica antes de empezar nuestro análisis


empírico, una reflexión que se enfrenta a dos maneras de pensar, la sociológica y la
literaria. Cómo enfrentarse científicamente al discurso literario ha sido desde siempre
unas de las preocupaciones de la sociología de la literatura. Proponer un análisis del texto
literario para reflexionar sobre un aspecto específico del fenómeno migratorio, la posición
de la mujer de origen migrante de cultura musulmana en el campo literario, significa antes
de todo justificar un cambio metodológico. El enfoque sociológico preliminar está
centrado en la justificación de este cambio, que perdiendo el poder de establecer leyes
generales, propone acercarse al fenómeno a través de la singularidad del sujeto migrante,
una singularidad absoluta en el discurso literario (Bourdieu, 1995). En el pensamiento de
Bourdieu es posible reconocer la huella weberiana, que ve la sociología como una ciencia
dedicada a la comprensión interpretativa de la acción social. Con la fórmula
bourdieusiana, (Habitus - Capital) + Campo = Prácticas) podemos proceder a un análisis
que explique las prácticas culturales de las escritoras en relación a una realidad social
específica, el campo literario con su reglas propias y un capital que mueve los intereses.
En este campo las escritoras analizadas se posicionan a partir de determinadas
condiciones de género, económicas y sociales.

Realmente lo que se investiga no es la novela como reflejo de la realidad social de los


inmigrantes, o la novela como producto de la realidad social de las migraciones
contemporáneas, sino más específicamente los intereses que mueven esta investigación
están enfocados hacia un campo en concreto, el campo literario. La novela es el producto
cultural que explica las prácticas de las escritoras analizadas enlazándolas a las relaciones
de fuerzas que se producen en el mundo literario. Ser inmigrante puede tener otro peso
en otro campo de poder, como el campo político, pero la lógica invertida de la literatura
puede trasformar la marginalidad en recurso y el conocimiento que produce aquella
marginalidad en capital cultural y simbólico. Por esta razón, se debería explicar cómo
estas autoras han podido aprovechar su propia condición de inmigrantes para desarrollar
una trayectoria literaria alrededor de este tema. Así para entender qué peso y posición

83
pueda tener una mujer inmigrante de cultura musulmana en el campo literario hay que
explicar las lógicas propias de este campo, el capital necesario para ocupar una posición
y cómo la migración puede transformarse en límite o en recurso para la realización de una
trayectoria literaria, a través de un éxito que responda a la lógica propia del proceso
autónomo o heterónomo al campo. La novela entonces no será analizada como reflejo de
la realidad social a través de una mirada marxista, criticada y superada por la mayoría de
los enfoques teóricos de la sociología de la literatura contemporánea, sino que encontrará
en la teoría del campo su clave de interpretación de las prácticas artísticas y culturales,
donde los agentes compiten para ocupar una posición y donde la condición marginal de
las mujeres de origen migrante pueden transformarse en recurso o estigmatización. Esto
significa que, aunque la conexión entre novela y realidad social existe, la principal
realidad social que se analiza es la realidad del mundo literario. La novela será analizada
como el producto de una práctica cultural que responde a una lógica propia del campo
literario y a una condición interiorizada a partir del habitus de las autoras. Por esto, la
principal pregunta de investigación no es: “¿Qué realidad social reflejan estas novelas?”
Por el contrario, se pretende analizar cómo estas mujeres, desde la propia condición de
inmigrantes, encuentran en la novela un espacio de representación a partir de las
posibilidades disponibles en el campo.

Este estudio tiene como característica referirse a un fenómeno complejo que debe ser
interpretado en su totalidad. No hay, consecuentemente, una abstracción de propiedades
o variables para analizarlas mediante técnicas estadísticas apropiadas para su descripción
y la determinación de correlaciones. La producción novelística de la escritora inmigrante
en su contexto específico, el campo literario analizado como mundo social, es interpretada
como fenómeno según los significados que tiene para los sujetos implicados, poniendo
los aspectos simbólicos en el centro de esta interpretación. Con esta investigación no se
pretende explicar un fenómeno con descripciones y relaciones entre variables, sino una
comprensión global del mismo. Una vez explicado que el discurso científico construido
respecto al discurso literario no quiere trasgredir los limites disciplinarios y que se
analizarán los textos literarios para entender un fenómeno social producido en el mundo
literario y no fuera de este campo, la novela puede por fin convertirse en un laboratorio
sociológico útil para entender qué relaciones de fuerza condicionan las prácticas de estas
autoras de origen inmigrante.

84
La propuesta de trabajo, según el modelo metodológico de una investigación cualitativa
en ciencia sociales (Bryman 2008), se desarrolla a partir de las preguntas de investigación,
la elección de los datos y del contexto, el análisis de los datos, la interpretación y
comprensión del análisis, y la conceptualización del análisis en un marco teórico, que en
este caso comprende la teoría del campo literario, los estudios transnacionales de las
migraciones y los estudios de género.

Cuadro n. 3 Fases de la investigación

Preguntas de investigación

3 Novelas de 3 autoras
inmigrantes de cultura
musulmana

Análisis de las novelas,


entrevistas, biografías

Interpretación y comparación
de los tres casos

Conceptualización en la teoría del


campo con un replanteamiento de
género y transnacional
Responder a las preguntas
de investigación

Conclusiones

Esquema de producción propia.

Esta sociología de carácter comprensivo propone entender los mecanismos propios que
dan vida a la acción social de las escritoras e indagar en torno al sentido que el propio

85
sujeto le otorga a su actuar. La acción social del mundo literario a través de la realización
de un producto cultural debería ser analizada como acción simbólica. Explico a
continuación cómo se desarrollan las fases de esta investigación que se han enumerado
aquí.

4.2 Elección de las obras

Un aspecto preliminar es plantear la elección de las obras literarias en relación al campo.


No es fácil entender por qué Bourdieu ha elegido a un escritor específico como Flaubert
como modelo para su análisis de la teoría del campo literario francés. En este caso, hay
que comprender sociológicamente la literatura de una manera diferente respecto a otros
campos. Elegir una autora solo por el número de libros vendidos podría ser limitante, por
descuidar la doble lógica del mundo literario. Por este motivo, he elegido a tres autoras
de origen inmigrante de cultura musulmana que responden a un perfil representativo de
este sujeto situado en el campo literario europeo a partir de diferentes parámetros. El
primer parámetro está relacionado con las trayectorias sociales de las escritoras y con el
tema de las novelas, es decir, la representación de la mujer en el contexto de las
migraciones contemporáneas. Las tres son escritoras inmigrantes de segunda generación,
originariamente de países de cultura musulmana (Argelia, Somalia, Marruecos). Las tres
escribieron estas novelas en la década de los años 2000 cuando tenían edad comprendida
entre 20 y 30 años. El segundo está relacionado con el reconocimiento literario, expresado
en el hecho que las novelas han sido premiadas. El tercero está relacionado con el peso
que han tenido en el mundo académico estas novelas, es decir, los diferentes estudios
realizados a partir de éstas.

86
Cuadro n. 4 Perfil de las escritoras

Faïza Guène. Najat El Hachmi Igiaba Scego (2010) La mia


Título y autora (2004)Kiffe kiffe (2008) L’últim casa è dove sono. Milano:
demain. París : patriarca. Rizzoli.
Hachette Littératures. Barcelona: Ed
Planeta.

Breve resumen El eje central de la La historia de una La historia de una joven de


novela es la vida de familia inmigrante origen inmigrante que intenta
Doria, una adolescente marroquí. La reconstruir unas relaciones
que pertenece a la protagonista sin políticas y culturales entre su
segunda generación de nombre inicia un lugar de origen, Somalia, e
inmigrantes magrebiés. camino a través de Italia.
la palabra hacia la
ruptura de un orden
patriarcal.

Premios (2015) Subbhak (2009) Premio (2010) Premio Mondello.


recibidos o literature festival Ramon Llull de
festivales London. novela.
(2009) Finalista del
Prix Méditerrannée
étranger.

Publicaciones J. Mehta (2010), Dieter Ingenschay Silvia Camillotti (2010), Di


académicas Arronson (2015), (2011) Filippo (2017), Camilla
sobre la obra Alquier, Anouk (2011). Ricci (2014) Erichsen Skalle (2013).
Vidal Claromonte
(2012).

Cuadro de producción propia.

4.3 Trayectoria social de las autoras y reconstrucción del habitus

Para reconstruir la trayectoria social de las escritoras será necesario tener en cuenta todas
las informaciones biográficas que han modelado un determinado habitus: nacer en el
extranjero o en Europa en una familia de origen inmigrante, vivir en un barrio periférico,
la educación escolar, el conocimiento de la lengua, la posición social de la familia y la
87
etnia. Este primer acercamiento a las autoras hace referencia a una metodología
sociológica de la reconstrucción de los datos biográficos. En este caso, artículos,
entrevistas en la prensa y las que se han realizado para esta investigación, serán los
instrumentos útiles para esta reconstrucción. Realmente, lo que se quiere hacer es ver
cómo una determinada condición social, económica y de género ha modelado un
determinado habitus, que en el campo literario ha producido determinadas prácticas. Así,
se ponen en relación la trayectoria social con la trayectoria literaria de estas autoras. En
este proceso la experiencia de la migración es analizada como forma de conocimiento o
estigmatización. Por ejemplo, se quiere ver cuantas obras estas autoras han realizado
alrededor del tema de la migración, que en algunos casos no solo es un tema, sino una
manera de escribir y de mirar el mundo.
¿Hasta qué punto podemos hablar de habitus migrante?
¿Hasta qué punto el origen inmigrante es una condición objetiva, pero también subjetiva,
que posiciona a la escritora en un punto, pero al mismo tiempo condiciona la manera de
ver el campo literario donde está posicionada?

Para poder contestar a estas preguntas es importante ver cómo las autoras han utilizado la
migración para desarrollar una trayectoria literaria y cómo la migración ha determinado
sus actividades literarias. Pongo un ejemplo para aclarar este aspecto: en el caso de El
Hachmi, de las cuatro novelas publicadas, tres tratan el tema de la migración. La carrera
de El Hachmi se desarrolla desde el 2004 hasta el presente. Su última novela es de 2015.
En estos diez años de carrera es importante ver cómo ha cambiado desde su primera
novela hacia su última obra, su punto de vista sobre la migración y también su manera de
utilizar la migración como fuente de conocimiento y, cómo voy a desarrollar en este
trabajo, como marginalidad estratégica. Una vez más, el objeto de este estudio se
convierte en un laboratorio sociológico, porque consideramos escritoras que pasan de una
socialización familiar, religiosa, escolar, que modela un determinado habitus, a una
socialización secundaria que empieza con el éxito literario y la entrada en el campo. Una
escritora como la amazich-catalana Najat El Hachmi entró en el campo literario a partir
del bajo capital económico y social de su familia y de la condición de marginalidad de la
comunidad amazich tanto en España como en su país de origen, Marruecos. En este
sentido, me parece fundamental la consideración de Lahire (2011), respecto a la acción
de la escritura sobre el escritor. En esta tesis intentaré subrayar en diferentes contextos
que al estudiar escritoras de origen inmigrante de cultura musulmana se quiere ver qué

88
efecto ha tenido el proceso de escritura en el habitus de estas mujeres. La acción social
de la escritura puede determinar una experiencia socializadora, condicionando las
percepciones respecto a diferentes condiciones, aspecto que será profundizado en el curso
de la investigación. La experiencia migratoria de estas mujeres condiciona la escritura,
aunque la misma escritura puede condicionar las relaciones transnacionales creadas por
las migraciones. Con esta separación podemos analizar las obras de estas escritoras no
solo como el fruto de una experiencia migratoria, sino también ver qué efecto ha tenido
la escritura de estas mujeres respecto a la propia condición de inmigrante.

Este aspecto solo se puede analizar separando las dos socializaciones, primaria y
secundaria.
• Socialización primaria: familia, religión, etnia, clase social, relaciones
transnacionales en el seno de una experiencia migratoria.
• Socialización secundaria: experiencia socializadora en el seno del campo literario.

Con esta separación podemos analizar las obras de estas escritoras no solo como el fruto
de una experiencia migratoria, sino que podemos ver qué efecto ha tenido la escritura
sobre estas mujeres respecto a la percepción de la propia condición de inmigrante, a partir
del cambio de perspectiva en las actividades literarias. Se consideran también importantes
el uso de las entrevistas. Esta fase permite ver cómo las escritoras han utilizado la
condición de inmigrantes para el desarrollo de diferentes actividades artístico-literarias.
A diferencia de otros estudios fundamentales de la sociología de la literatura, como el
estudio de Bourdieu (2010) sobre Flaubert o de Lahire (2010) sobre Kafka, en esta
propuesta introduzco las entrevistas o comunicaciones personales con las autoras como
material complementario. Las entrevistas se enfocan en la agencia de las escritoras, en el
uso de la experiencia migratoria como capital estratégico necesario para escribir y ser
visible en el campo de poder de la literatura. También estas entrevistas sirven para aportar
datos biográficos útiles para la reconstrucción de las dos trayectorias, la literaria y la
migratoria.

4.4 Contexto histórico-social del campo literario

En diferentes contextos se ha explicado el porqué en esta investigación es importante


seguir la teoría del campo literario. El mundo editorial, los críticos, escritores, lectores,

89
editores, académicos, son los agentes interesados en los intereses del campo literario. La
presencia de mujeres inmigrantes en este campo determina la puesta en juego de un
capital simbólico que no podemos encontrar en cualquier otra condición laboral; ser
escritora te permite negociar una marginalidad solo si en el campo hay una parte de los
agentes dominantes que consideran aquella marginalidad interesante y le atribuyen un
valor. La trasformación de la condición social, es decir, ser de origen inmigrante, en un
brand estilístico que encuentra un espacio en el mundo editorial globalizado, debería
considerar que procesos externos e internos al campo condicionan esta transformación.
El proceso heterónomo al campo que impone una determinada representación de estas
escritoras puede ser condicionado o por el discurso político dominante sobre la mujer
musulmana o por el mercado editorial, es decir, el mundo económico, que impone una
imagen exótica y orientalista, porque es la que mueve los intereses de este sector
específico del mercado editorial.

Esquema n. 5 Estudio de la autonomía artística

PROCESO PROCESO
AUTÓNOMO HETERÓNOMO
SS

CAMPO CAMPO
POLÍTICO ECONÓMICO

Esquema de producción propia.

Es necesario ver qué papel pueda tener una mujer inmigrante en el campo literario y como
este campo se relaciona con un fenómeno social como la migración, pero a partir de sus
reglas. Claramente, esto significa tener en cuenta el contexto histórico social de los tres
casos, por ejemplo, el contexto de la comunidad marroquí en España, de la argelina en
Francia y de la somalí en Italia. Pero también es importante considerar cómo en el campo
literario la migración se trasforma en una manera de escribir, en un sector del mercado
editorial y también considerar cómo estas escritoras negocian la propia condición social
en relación a sus habitus. Analizar el contexto histórico social del campo significa no solo

90
ver que peso e historia social tiene la migración de una determinada comunidad en estos
países europeos, sino también ver cómo la migración, en cuanto experiencia social, entra
en el discurso literario a través de la voz de los inmigrantes y cómo esta voz puede
expresarse, representarse y circular a partir de las reglas del mundo literario.

4.5 Análisis de las novelas

El análisis de las novelas se reparte en cuatro fases. La primera fase está caracterizada por
la contextualización histórica-social. Reconstruir el contexto histórico social significa
hacer referencia a los estudios de las migraciones de los países donde las autores han
ubicados sus novelas. Una reconstrucción del contexto histórico social funcional para el
análisis sociológico debería contextualizar también la presencia del colectivo migrante de
cada autora en los países donde publican. Pero la migración no es solo el tema que
caracteriza el contexto histórico social de estas obras, por esta razón la novela es analizada
como producto cultural en relación a un capital simbólico. En este proceso la migración
puede devenir parte de este capital. Se pretende entonces ver como la escritora produce
un discurso literario que se relaciona con la migración. En esta segunda fase es necesario
comprender e interpretar las cualidades que las tres autoras importan al campo literario a
partir de la propia experiencia con el mundo de la migración. Cualidades relacionadas
con una imaginación transnacional que les permite desarrollar la narración entre dos
culturas y dos lugares y relacionadas también con el plurilingüismo, que determina una
posición en un espacio todavía en vías de consagración. Es necesario en este caso
comprender la migración no solo como temática de las novelas, sino como componente
esencial de un lenguaje, forma narrativa e imaginación. Estos componentes extranjeros
de las novelas serán analizados a partir de las reglas y mecanismos internos al campo
literario.

En la tercera fase se analiza, por un lado, cómo la autora se refiere a las diferentes
marginalidades que mueven el discurso literario, por el otro, cómo son utilizadas
estratégicamente y puestas en posición jerárquica. El análisis de la representación y la
objetivación del yo femenino en la novela tendrán en cuenta estos aspectos. Por ejemplo,
en el caso de Najat El Hachmi, el espacio simbólico de la novela es la escuela. La escuela
como institución se representa como reproductora de las divisiones sociales, pero a través
de la figura clave de la profesora, consejera y amiga de la joven protagonista, los capitales

91
culturales distribuidos en este espacio pueden servir como instrumento de emancipación
femenina. En el caso de la novela de Scego (2010), la narradora se mueve entre dos límites
espaciales, imaginados y simbólicos, la ciudad de Roma donde vive y creció y la ciudad
de Mogadiscio, el lugar desde donde emigraron sus padres. Las relaciones entre estos dos
lugares enlazan e interconectan aspectos de género, generacionales y poscoloniales. En
el caso de Guène, cambian totalmente los límites espaciales: la banlieue delimitar las
relaciones de fuerza entre las marginalidades representadas y las figuras simbólicas de
sus dominaciones.

En estos casos, se analizan las relaciones de los personajes a partir de la articulación, no


acumulación, de las marginalidades de clase, de género y de etnia, siguiendo el paradigma
de la interseccionalidad. Las trayectorias sociales de las escritoras analizadas determinan
diferentes tipos de construcción identitaria del sujeto mujer en relación conflictiva y
dialógica con otras construcciones. El texto literario escenario de esta conflictividad
dialógica se convierte en un texto cultural útil para ver qué fuerzas regulan la construcción
y la desconstrucción de las identidades femeninas. En esta fase de la investigación, será
fundamental un enfoque interdisciplinar donde se comunican diferentes enfoques
teóricos. Por un lado, el enfoque bourdieusiano será necesario para comprender las
fuerzas específicas en juego dentro del espacio donde se mueven las tres autoras, por otro
lado, el enfoque de la interseccionalidad será necesario para analizar la intersección de
las diferentes marginalidades estratégicas que han determinado la resistencia o sumisión
a estas fuerzas.

La cuarta fase de este análisis del texto literario como laboratorio sociológico consiste en
observar e interpretar la relación entre escritoras y protagonistas, entre la escritora
inmigrante y la mujer inmigrante representada a través el discurso literario. Las autoras
de origen inmigrante se distancian de las tres protagonistas femeninas de origen
inmigrante en el acto de la escritura, porque este acto trasforma una marginalidad en un
recurso estratégico, porque escribir y editar una novela posiciona a las autoras en un
campo donde es posible negociar este recurso literario. Analizar esta relación significa
superar las proyecciones ingenuas de corte autobiográfico y considerar a las escritoras a
partir de sus posiciones en un campo en concreto y a los personajes como unas
herramientas para trasformar una marginalidad en recurso. En las tres novelas a analizar,
las tres protagonistas representan diferentes marginalidades relacionadas con la mujer

92
inmigrante de cultura musulmana en un determinado espacio social imaginado. Las
autoras, al contrario, aunque se relacionan con estos personajes por sus obvias
proyecciones de corte autobiográfico, por ser ellas mismas mujeres inmigrantes, se
separan de estas representaciones por sacar partido de una marginalidad representada a
través la escritura. Bourdieu nos recuerda cómo Flaubert sacaba partido de la más grande
marginalidad y debilidad de su personaje a través de la indeterminación, en oposición a
los intereses burgueses.

Flaubert saca partido de lo que se imponía a Frederic como destino (Bourdieu,


1995:54).

Esta observación nos ayuda desde un punto de vista metodológico a superar el vínculo
mecanicista que superpone la biografía de un autor al contexto social representado en una
novela. Aunque se consideran importantes las informaciones biográficas de las autoras
que se proyectan en las obras, es necesario considerar que escribir una novela es un acto
cultural que permite a partir de la publicación, traducción y circulación acceder al campo
literario tanto nacional como transnacional. En ninguna obra, tampoco en la más
autobiográfica, se refleja exactamente la relación entre la representación de una mujer
inmigrante en un determinado espacio social y la posición de una escritora inmigrante
que necesita negociar y aprovechar esta representación para existir como escritora. Este
aspecto metodológico aleja este trabajo de la teoría del reflejo para considerar la novela
a partir de todas estas características internas que en otros campos de poder no tendrían
significado. Estas características desvelan, en referencia a la teoría del campo de Bourdieu
(1995) que, a su vez, hacía referencia a Weber, a la importancia de lo simbólico en la
práctica artístico-cultural.

93
Cuadro n. 6 Comprensión de las novelas

Comprensión de las novelas

1. Ubicación del tema en el espacio geográfico y en el tiempo (características histórico-


sociales de la época).

2. Relación simbólica entre experiencia migratoria y capital lingüístico literario.

3. Ubicación de los personajes. Campo de poder donde se mueven. Posición social de los
personajes de origen inmigrante. Cómo están representados y cómo se relacionan con
los espacios simbólicos (barrio, escuela, instituciones públicas y religiosas).

4. Separar el personaje del escritor: análisis de la escritura como acto cultural.

Cuadro de producción propia.

4.6 Enfoque comparativo

La última fase de la investigación se enfoca en el análisis comparativo de las tres autoras


analizadas. Estas escritoras de origen inmigrante responden a un perfil similar, donde las
trayectorias literarias y el tema de las novelas están relacionados con la migración en su
dimensión global. Más allá de las temáticas de las novelas y de los datos biográficos se
compara cuáles son las correspondencias entre las prácticas literarias, el habitus de las
escritoras y las características del campo literario, donde la alteridad puede convertirse en
un valor simbólico negociable. Esta última fase de la investigación permite comprender
si estas novelas son los síntomas de prácticas literarias transnacionales que caracteriza
estas autoras de origen inmigrante. La novela no se observa aislada de su universo social
correspondiente porque se posiciona en un espacio transnacional donde se comparan
determinadas características tanto autónomas como heterónomas que pueden
circunscribir estas novelas en una posición englobante. Por ejemplo, se observarán los
procesos heterónomos del mercado editorial que engloba la obra en un segmento y brand
específico, o la crítica literaria que consagra cualidades literarias que las autoras importan
en el campo, como el plurilingüismo o la transculturación entre oralidad y escritura. Se
comparan estas novelas a partir de una metodología que pretende superar los límites del
nacionalismo metodológico.

94
En esta fase comparativa se observan las relaciones de fuerza que permiten a una obra
circular entre diferentes campos nacionales y a un autor posicionarse entre diferentes
campos a partir de una herencia e identidad cultural múltiple. Superando las fronteras
nacionales que delimitan la unidad de análisis, comparando los tres casos nacionales y
sus relaciones transnacionales, no se confina la observación y el estudio de las practicas
literarias de estas autoras inmigrantes dentro de las fronteras de un Estado-nación. Esto
no significa ignorar todas las fuerzas heterónomas del campo literario que limitan o
determinan tanto las posiciones de estas autoras a partir de una herencia cultural múltiple
como la circulación transnacional de sus obras. Considerar estas fuerzas permite estudiar
estos casos más allá de las fronteras de una literatura nacional, pero sin considerar estos
movimientos el fruto de un transnacionalismo ideal ignorando los procesos de
dependencia y dominación.

4.7 Conclusión

Cabe mencionar tres líneas guía en referencia a la herencia metodológica que nos dejó
Bourdieu, afinada en los últimos años por Casanova (2001), Lahire (2010) y Sapiro
(2013). El primer punto está relacionado con el estudio del campo literario como universo
social. Un error que podría hacer el sociólogo es desarrollar dos tipos de análisis
separados. El primer paso es analizar cómo la migración se ha relacionado como
experiencia simbólica con el mundo literario. El segundo paso es analizar la trayectoria
de las escritoras. Las indicaciones de Lahire (2011) son clave para separar los datos que
podemos obtener sobre las socializaciones de las escritoras antes y después de la entrada
en el mundo literario. El gran material biográfico que se puede obtener va seleccionado y
utilizado siempre en relación con el campo específico donde las autoras se posicionan.
Por ejemplo, no tiene sentido conocer la biografía de Guène, la trayectoria migratoria de
su padre, la subsiguiente reagrupación familiar, sin tener en cuenta la relación socio-
histórica de la segunda generación inmigrante magrebí en el campo literario francés. En
esta fase se consideran importantes las entrevistas o comunicaciones personales como
material complementario.

El último punto y el más complejo, donde no existen modelos fácilmente trasferibles a


todos los casos, es el análisis sociológico del texto literario. Los grandes estudios
sociológicos de la novela, tanto el de Bourdieu (1994) sobre Flaubert como el de Lahire

95
(2000) sobre Kafka, o el más clásico de Lukács (1965) sobre Tolstoi, tienen algunos
elementos subjetivos que no se pueden transferir por completo a otro estudio. Bourdieu,
por ejemplo, nos describe claramente cómo el sociólogo debería acercarse al mundo
literario, pero deja pocas explicaciones de su personal y subjetiva relación con la novela
en el momento de leerla, comprenderla y analizarla. Pero hay algunos aspectos
importantes del método bourdieusiano que es posible transferir a cualquier estudio. Unos
de los aspectos más importantes de la teoría del campo literario de Bourdieu (1995:118)
es que se aleja de “los partidarios de la espontaneidad creadora” para investigar qué
reglas ofrecen a un autor el derecho de entrada al campo. Observar y comprender estas
reglas significa cambiar el lente analítico que considera kantianamente el arte, en este
caso la novela, una finalidad sin fin, escondiendo la relación que tiene una obra y su autor
con el mundo social. La novela se analiza como síntoma de disposiciones sociales.

El segundo aspecto, al contrario, quiere distanciarse de un enfoque que relaciona de forma


mecanicista y directa la obra con el mundo social, ignorando todos los procesos de
refracción. Analizar una novela y encontrar puntos de contacto directos y mecánicos con
la realidad social es el punto más problemático que se debería evitar y que Bourdieu
subraya como el punto más defectuoso de la sociología de la literatura con un enfoque
marxista. En muchos estudios sobre la producción novelística de los autores inmigrantes
se analizan dos realidades, una como el reflejo de la otra. En realidad este método produce
dos visiones que no se comunican entre ellas. El objetivo de esta investigación es que la
realidad del mundo literario pueda comunicarse con la realidad social sin que estas dos
realidades se confundan. El tercer aspecto que analiza con gran claridad Bourdieu (1995)
es la diferenciación entre el escritor y el protagonista de la obra. Es el acto de escribir que
separa el autor de su personaje. Este elemento será fundamental también en la
comprensión de las tres novelas a analizar.

Flaubert se separa de Frederic, de la indeterminación y de la impotencia que lo


definen con el acto mismo de escribir la historia (Bourdieu, 1995: 52).

Esta elección caracterizará la posición de un escritor que considera el arte mismo el


horizonte último de sus intereses, que Bourdieu analiza como emblema del arte por el
arte. “El poder de la escritura” separa a Flaubert de Frederic. Para el análisis y la

96
comprensión tanto de esta separación como de la misma escritura como acto social se
considera adecuado y muy bien argumentado el método que nos ofrece Bourdieu (1995)
en su estudio sobre Flaubert. Estas aportaciones teóricas y metodológicas han sido
replanteadas, ampliando el lente analítico bourdieusiano con el enfoque transnacional y
de género. Sería injusto criticar el planteamiento del sociólogo francés simplemente como
nacionalismo metodológico o “androcentrismo metodológico” por ignorar aspectos de
género que caracterizan las reglas del campo literario y las relaciones transnacionales
entre diferentes campos y capitales literarios. Aunque no son relevantes estos aspectos en
el planteamiento de Bourdieu (1995), el sociólogo deja amplios márgenes para replantear
su enfoque. La importancia de un enfoque comparativo de género y transnacional es la
clave para superar este límite y avanzar respecto al trabajo del sociólogo francés en un
estudio sociológico de la novela.

97
98
CAPÍTULO 5. L’últim patriarca de Najat El Hachmi, un análisis
sociológico de una práctica artístico- cultural

5.1 Introducción a la autora

Esta investigación propone la novela como laboratorio, para estimular la imaginación


sociológica, respecto la íntima y compleja relación entre experiencia migratoria y
producción literaria. En este capítulo analizaré una autora específica y su novela más
importante, es decir Najat El Hachmi y L’últim patriarca (2008). Si la novela es el centro
de este análisis, esto no significa que se excluyan otras herramientas como material
complementario. Antes de entrar en el análisis interno de la obra, se analizará la
trayectoria migratoria de la autora y su trayectoria literaria. Esta relación, tiene siempre
en cuenta un factor, las reglas de un mundo particular, como lo define Bourdieu (1995:65)
“un universo separado” que condiciona las prácticas colocando un autor en una posición
especifica. La producción literaria de esta escritora está determinada, no solo por las
reglas del campo literario o por sus condiciones sociales, sino sobre todo, por la relación
entre estos dos aspectos, considerando esta relación la causa de un proceso de negociación
estratégica del origen inmigrante. Por esta razón después del análisis de su trayectoria se
analizará el proceso de negociación de una condición social marginalizada, que en este
caso defino como marginalidad estratégica. Durante esta fase se subrayarán los aspectos
más importantes de este laboratorio a la hora de ser un instrumento que estimula la
imaginación sociológica, por ejemplo, explicando cómo y porqué esta tipología de
escritora y su novela ayudan a repensar el concepto de campo, superando su límite
nacional y el concepto de habitus superando su límite monolítico. La autora que no se
relaciona solo con un contexto nacional, impone una reflexión crítica al nacionalismo
metodológico que afectó una parte de la sociología de la literatura de Bourdieu (1995)
que hace referencia solo al campo francés como centro exclusivo de sus análisis.

Después de esta fase, será posible entrar en el análisis de L’últim patriarca (2008). Esta
novela reúne todos los ingredientes que han estimulado esta investigación: es una novela
sobre la experiencia migratoria, es una novela que describe dos contextos periféricos, un
pueblo del Rif y una pequeña ciudad en la provincia de Barcelona, además es la novela
que permitió a una mujer inmigrante acceder al campo literario. A diferencia de las otras

99
autoras que se analizan en este trabajo, esta novela no está ambientada en una capital, o
en una gran ciudad, sino en un contexto provinciano. El análisis se reparte en tres
momentos. El primero es un análisis del contexto social de la migración representado en
la obra. El segundo se enfoca en el capital lingüístico literario y en el proceso de
transculturación que determina las relaciones de poder entre catalán, árabe y tamazich. El
tercero se enfoca en la capacidad de la escritora a la hora de representar el sujeto mujer y
utilizar la escritura como herramienta para buscar una solución imaginada en contra del
patriarcado. La escritura es sin duda una herramienta poderosa para la mujer, siempre lo
ha sido desde Sherazade hasta nuestra autora, aunque esta propuesta quiere evidenciar las
reglas y dominaciones presentes también en el proceso de escritura, cuando este se
finaliza en la realización de una novela. La novela, género privilegiado para la mujer,
como ya afirmaba Virginia Woolf (1989), tiene un rol importante también en esta autora
contemporánea a la hora de ofrecer libertades y posibilidades de abarcar la complejidad.

El juego de la ficción permite que pueda ser más libre a la hora de tocar algunas
verdades(…) desde la no ficción tienes que ajustarte a una serie de normas que no te
permiten hacer esto, la ficción permite hacer mucho, como matizar, apostar por puntos
intermedios, intentar reflejar la complejidad. Puedes tener distintos personajes que
cumplen estas distintas facetas de un mismo problema o de un mismo conflicto (El
Hachmi, Entrevista realizada para esta investigación).

Todo el juego de la ficción será analizado sociológicamente colocando cada personaje en


su espacio social, analizando también sus relaciones simbólicas con otros personajes, que
son portadores de conflictos o problemas específicos, por ejemplo, en el caso del patriarca
Mimoun y su relación con su hija, la narradora.

5.2 Trayectoria social y trayectoria literaria

Najat El Hachmi, nació en Nador (Marruecos) en 1979, se mudó a Catalunya a la edad de


ocho años a través de un proceso de reagrupación familiar. La experiencia migratoria
caracteriza casi todas sus obras tanto la primera, Jo també sóc catalana (2004), como la
última, La filla estrangera (2015), sin olvidar L’últim patriarca, que fue premiada con el
premio Ramon Llull, en 2008. Najat El Hachmi pertenece a la segunda generación de
escritores inmigrantes. La formación lingüística de la escritora, se realiza primero en

100
Marruecos y después en Cataluña, donde aprende a leer y escribir. Los hijos de los
inmigrantes, o sea la segunda generación, empieza en España a tener un papel
fundamental en los estudios sociológicos sobre las migraciones a partir de los años 2000.
En España se empieza a hablar de segunda generación antes de que esta empiece a suscitar
las preocupaciones que creó en Alemania o en Estados Unidos (Aparicio y Tornos: 2006).
El Hachmi en un artículo publicado por el Periódico de Catalunya (2008) hace una
referencia a la contradicción de la expresión “inmigrantes de segunda generación” con
esta pregunta: “¿Se puede nacer inmigrante?”. Esta pregunta nos obliga a cuestionar este
término. Los sociólogos Aparicio y Tornos (2006) hacen una importante diferenciación
entre el sentido biológico y el sentido histórico-político de esta categoría. ¿En qué se
diferencia pues el concepto biológico del concepto histórico-político de las generaciones?

Es obvio el significado biológico del término generación: los padres en una familia son
primera generación, los hijos segunda generación. Pero en términos histórico-políticos
una nueva generación no aparece simplemente en la convivencia social porque haya unos
padres que tengan hijos, sino porque en esa convivencia se hacen presentes cohortes
impregnadas de una nueva sensibilidad para actuar y pensar. Las segundas generaciones
biológicas son segundas con respecto a sus padres; las segundas generaciones en sentido
histórico lo son con respecto a sectores de población anteriores a ellas (sean los de sus
padres o los de sus abuelos o de otros con quienes no están emparentadas), caracterizados
por atenerse en la convivencia social a maneras distintas de pensar y proceder (Tornos y
Aparicio, 2006: 23).

En este trabajo los autores se refieren a las posiciones identitarias de los hijos de
inmigrantes a través una perspectiva que supera el mero aspecto étnico. Los autores
aluden al trabajo de J. Côté, que mira las posiciones identidarias como el aspecto más
negociable del capital social.

Por ejemplo: un hijo de inmigrantes que quiera hacerse valer ante su propia familia tendrá
que intentar hacerse valer apoyándose en aspectos de sí mismo relacionados con la vida
familiar; pero si quiere hacerse valer ante sus compañeros más díscolos tendrá que
apoyarse en valores completamente distintos. La parte de su capital identitario que puede
negociar en cada uno de los dos casos es completamente distinta (Aparicio y Tornos,
2006: 183).

101
Los hijos de los inmigrantes pueden negociar su identidad, modificarla, mantenerla o
matizarla, de manera variable y ambigua dependiendo del contexto. Para poder
comprender las posiciones identidarias de la escritora Najat El Hachmi, como el aspecto
más negociable de su capital social, es necesario enfocar el análisis hacia sus
negociaciones lingüístico-literarias. Siguiendo el enfoque de la sociología de la literatura
(Meizoz, 2010) se considera en este trabajo, que la identidad literaria de la escritora está
condicionada no solo por su condición social, por ejemplo ser la segunda generación
inmigrante, sino también por el horizonte de recepción de sus novelas, es decir, el impacto
de sus novelas en la cultura catalana. Para no caer en el error de cortocircuito del
reduccionismo típico de la sociología de la literatura de un marco marxista, donde las
formas artísticas se reconducen directamente a la formas sociales, en esta propuesta se
introduce la fórmula bourdieusiana del campo literario (Habitus - Capital) + Campo =
Practicas. Esta fórmula ayuda a entender como El Hachmi a partir de su habitus y de un
capital específico se posiciona en el campo literario y solo a partir de esta posición es
posible explicar la dinámica de sus prácticas. El habitus es entendido como un sistema de
disposiciones que es el producto de la interiorización de una determinada condición
económica y social, como en el caso mencionado, ser una mujer inmigrante de segunda
generación. Si por un lado tenemos la estructura social del mundo literario donde la
autora se sitúa, es decir la realidad del contexto catalán en constante y inevitable relación
transnacionales con otros campos, por otro lado, tenemos las disposiciones de la escritora
y la manera de percibir esta estructura.

En este trabajo una vez más el objeto de estudio se convierte en un laboratorio


sociológico, porque nos encontramos con una escritora que pasa de una socialización
familiar, religiosa, escolar que modela un determinado habitus, a una socialización
secundaria que empieza con el éxito literario y la entrada en el campo. Najat El Hachmi,
entra en el campo literario a partir del bajo capital económico y social de su familia y de
la condición de marginalidad de la comunidad amazich tanto en España como en su país
de origen, Marruecos. Su posición marginal en el campo literario está también relacionada
con las dobles referencias de sus novelas, una referencia a dos periferias, la comunidad
rural del Rif y una ciudad de provincia como Vic. Los dos contextos están lejos de los
polos literarios dominantes tanto catalanes como marroquíes. La autora misma reflexiona
sobre esta doble dimensión periférica en esta entrevista.

102
El primer sitio donde aterrizas te define, te condiciona igual al lugar donde naces.
Incluso los inmigrantes piensan que uno emigra de un país a otro, de Marruecos a
España, esta era la idea que teníamos allí antes de emigrar y luego resulta que te
llevan a un lugar pequeñito muy concreto, a un pueblo pequeñito muy concreto y
me preguntaba: ¿esto es España? (Najat El Hachmi, en la entrevista realizada para
esta investigación).

El problema (de esta comunidad pequeña) es que estableces círculos de relaciones


con la comunidad de tu lugar de origen y con la sociedad de acogida y depende de
que situaciones puede ser muy limitado, te da seguridad porque es un lugar muy
concreto donde tienes una red de apoyo pero te condiciona porque no deja de ser
una comunidad pequeña trasladada a un lugar pequeño y vives con un doble
control (Ibídem).

De acuerdo con Sayad (2010), no hay una inmigración sino hay también una emigración,
como si fueran dos realidades inseparables y estas dos realidades en la trayectoria de El
Hachmi, se corresponden como periféricas respecto a los centros culturales dominantes.
Podemos analizar la trayectoria migratoria de esta escritora en dos partes, una en relación
a la emigración desde el Rif a Cataluña, y otra la emigración literaria desde la provincia
a la capital de la literatura catalana. La primera etapa, es el proceso de reagrupación
familiar, donde la escritora con solo ocho años, se traslada de Nador a Vic, esta
experiencia caracterizó inevitablemente sus habitus, el habitus de una mujer inmigrante
de segunda generación, que se escolarizó en el entorno escolar catalán. Es necesario
comprender también, como a partir del éxito literario, la escritora decide trasladarse de
esta realidad pequeña a Barcelona, para dejar de ser inmigrante. La autora afirma en la
entrevista (realizada para este trabajo) que “Barcelona es el lugar donde ir para dejar de
ser inmigrante”. También afirma que en la ciudad de Barcelona “hay una búsqueda
universal del anonimato necesaria para una hija de inmigrantes” (Íbidem), con este
anonimato se refiere a los controles de su comunidad de origen pero no al éxito literario
y su reconocimiento en los polos dominantes de la cultura catalana. La autora quiere dejar
de ser inmigrante pero seguir siendo una escritora de la inmigración, como vamos a
analizar en seguida, para hacer esto necesita un distanciamiento de los controles de su
comunidad de origen en un centro pequeño como Vic. En la tabla de abajo podemos ver
las fases de este proceso.

103
Cuadro n. 7 Relación entre la trayectoria migratoria y la trayectoria literaria

Trayectoria migratoria Trayectoria literaria

1987 - Proceso de reagrupación familiar, de A partir de su experiencia como hija de


Nador a Vic. inmigrantes, la autora escribe la novela
autobiográfica “Jo també sóc català”.

2005 - La autora se traslada de Vic a La autora dedica parte de su tiempo a


Granollers escribir, pero su principal actividad es como
mediadora cultural en el ayuntamiento de
Granollers.

2012 - La autora se traslada a Barcelona A partir de 2008 después el éxito de L’últim


patriarca, la autora se dedica solo a la
literatura, en 2012 se traslada a Barcelona,
para dedicarse completamente a esta
actividad y escribir su última novela, La filla
extrangera (2015).

Cuadro de producción propia.

Para comprender sociológicamente las fases de este proceso y las correspondencias entre
trayectoria migratoria y trayectoria literaria, es fundamental la consideración de Lahire
(2011), respecto a la acción de la escritura sobre el escritor. La acción social de la escritura
y la entrada en el campo literario, puede determinar una experiencia socializadora,
condicionando las percepciones respecto a la propia condición de mujer inmigrante. La
experiencia migratoria de esta mujer condiciona la escritura y la entrada en el mundo
literario, aunque el mismo éxito y consagración puede condicionar las relaciones creadas
por las migraciones y las maneras de ver estas relaciones. Una fase determinante de este
proceso, es la otorgación del premio Ramon Llull recibido en 2008, por la novela L’últim
patriarca, publicada por la editorial Planeta. Respecto el campo literario español, la
editorial Planeta ocupa una posición central, así como el premio Ramon Llull, es el
máximo reconocimiento para la literatura catalana. Se puede así afirmar que la autora
entra en el campo literario con esta obra. La autora define la experiencia del éxito como
una experiencia extraña, pero es a partir del éxito que puede convertirse en escritora, es
decir tener como única ocupación la escritura.

104
(El éxito) es una experiencia extraña, por un lado es una experiencia gratificante,
llegar a muchísima gente, te permite dedicar la mayor parte del tiempo a escribir,
es importantísimo porque la mayoría de escritores tienen otros trabajos, los
premios sirven para hacer lo que dijo una vez un escritor como Moncada: “sirven
para comprar tiempo”. Es muy arriesgado, no tiene ninguna perspectiva en sí, de
momento sigo en este riesgo, este riesgo lo asumí en 2008, con el primer premio
(Entrevista realizada para esta investigación).

Después del éxito literario y una amplia visibilidad en el contexto catalán y también
español, la autora se enfrenta a una ambiguo proceso de negociación, donde se aleja de
su comunidad de origen y de la comunidad del lugar donde creció (Vic), es decir intenta
dejar de ser inmigrante, para convertirse en la referente local de la migración en el campo
literario. En este proceso ha tenido un papel importante el proceso de escritura, porque
como afirma la autora, la experiencia migratoria es ahora en su vida: “algo más literario
que presente, mi mundo de infancia en Nador o en Vic ya forma más parte del mundo
literario que del presente, esta realidad literaria te da una distancia necesaria para escribir”
(Entrevista para esta investigación).

Lo que es necesario resumir en esta sección es la necesidad, de analizar la identidad y las


negociaciones del capital social y cultural de esta escritora inmigrante de segunda
generación, en relación a un campo especifíco. Sin la comprensión de esta relación no
podemos entender como estas negociaciones son orientadas por ciertas reglas que para el
mundo literario tienen un valor y para otros campos ninguno. El aspecto más importante
es entender como una experiencia orienta la manera de entrar en el campo literario (la
emigración desde Nador a Vic) y otra experiencia orienta la manera de sobrevivir y
quedarse en aquella posición (éxito literario, trasladarse a Barcelona para convertirse en
escritora profesional).

5.3.1 Entre local y transnacional

Como considera Anderson (1991:7) todas las comunidades, también las más pequeñas,
son imaginadas, por esta razón, los escritores pueden tener una función simbólica en la
construcción de los imaginarios. Barcelona, por ejemplo, ha sido para El Hachmi antes
de todo, una ciudad leída e imaginada a través de sus escritores:

105
Barcelona es la ciudad referente en la literatura catalana, si eres lector de esta
literatura, lees Barcelona, se crea un mapa mental de la ciudad a través de la
lectura. Se establece un vínculo afectivo a través de los paisajes literarios. Es algo
muy poderos el hecho de leer una ciudad. Yo no puedo pasar por la calle de Las
Camelias sin pensar en Mercé Rodoreda, por el Eixample sin pensar en Roig.
Cuando lees o escribes estás trasformando la ciudad (El Hachmi, Entrevista mía).

Estas referencias literarias que menciona la autora, por ejemplo la de Rodoreda, son
fundamentales en la comprensión de la adquisición de un capital cultural relacionado con
un campo concreto como el catalán: ¿Cómo imagina y percibe la autora el campo literario
donde se posiciona?
Ser una mujer inmigrante de segunda generación, condiciona la manera de ver el espacio
social y la forma de reproducirlo en una obra literaria, porque la formación cultural de la
autora se realizó exclusivamente en Cataluña. Este condicionamiento está conectado
según la formula sociológica de Bourdieu, con el campo literario y con las posibilidades
que ofrece. Por esto, entra en juego la dimensión histórica del contexto literario local y
sus relaciones transnacionales con otros contextos. Respecto al contexto local donde se
sitúa la autora, podemos mencionar una consideración del traductor catalán Josep Marco,
en relación con la literatura catalana como lengua interrumpida:

Com en el cas de la catalana, d’una literatura amb referents antics ben conspicus
però amb una tradició interrompuda, que es veu en la necessitat d’acumular capital
gairebé des de zero (Marco, 2007:84).

El traductor subraya la necesidad de una nueva re-acumulación de capital literario, no


porque la literatura catalana sea una literatura menor, o por no tener referencias antiguas
y una importante comunidad geográfica, sino por ser, por razones históricas, una tradición
literaria interrumpida, a causa de la censura franquista. La escritora entra en el campo
literario, en un momento peculiar de la literatura catalana, cuando se intenta superar,
gracias también a un apoyo político y económico determinante, una posición periférica y
dominada. La escritora se formó en la Cataluña post-franquista, cuando el catalán como
capital lingüístico-literario recupera otro peso en el campo cultural. La literatura catalana,
aunque ha recuperado su importancia en el contexto local, se enfrenta a todas las

106
exigencias de un mundo editorial globalizado, a una realidad literaria mundial, donde los
localismos son obligados a ser traducidos en los procesos de circulación transnacionales
de los bienes simbólicos. Una novela local para ser traducida y sobrevivir en el contexto
global, debe de tener algunas características que permitan la traducibilidad, es decir hacer
referencia, como en el caso de El Hachmi, a un interés del mercado global. La literatura
escrita por mujeres de origen inmigrante respeta las exigencias de un mercado editorial
que transforma una historia local, de una pequeña ciudad catalana, escrita en una lengua
minoritaria, en una novela leída y traducida en diferentes lenguas, como el inglés, el
francés y el italiano. Muchas literaturas nacionales, han aprovechado a los escritores
poscoloniales o inmigrantes, con el fin de acumular un capital literario necesario para un
re-posicionamiento en el espacio internacional. Es suficiente pensar en la importancia que
ha tenido el escritor de origen marroquí Ben Jelloun en Francia o Salman Rusdhie en
Inglaterra. La literatura catalana ha podido encontrar, sin duda, en Najat El Hachmi, el
mismo potencial, para circular en un espacio literario transnacional, a través de las
diferentes traducciones y publicaciones de su libro y a través de una contaminación
lingüística y de estilos de la novela catalana. De la misma forma la autora ha podido, a
partir del campo literario local, ser visible en el espacio literario transnacional.

La lengua como afirma Casanova es un “marcador de diferencia” (2001:65), un objeto


de lucha que, por ejemplo, los inmigrantes experimentan en su proceso de integración. El
Hachmi supera el sufrimiento de expresión vivido por muchos escritores poscoloniales,
que han traicionado su idioma de origen. La escritora podría haber escrito en castellano
su novela L’últim patriarca (2008), pero la elección del catalán tiene un gran poder
simbólico. La elección lingüística sigue una trayectoria vital específica porque la autora
de segunda generación se formó con la lengua del país de adopción, sustituyendo la
lengua materna en los procesos de aprendizaje como afirma en su primera obra:
“descubrir que mi discurso interno era en catalán fue un punto de inflexión” (Najat El
Hachmi, 2004: 47). Este cambio lingüístico es de menor relevancia en las primeras
generaciones que en las segundas, ya que estas últimas no sufren un efecto determinante
en la formación lingüística. La contribución de los escritores de segunda generación, a la
renovación del capital lingüístico literario, consiste en proponer una escritura que conoce
perfectamente la lengua catalana, pero mantiene una huella de su lengua materna. Es
importante hacer una referencia a algunos estudios sociológicos sobre la integración
lingüística de los hijos de los inmigrantes, teniendo en cuenta que analizamos la posición

107
de la escritora dentro del campo literario. Un estudio muy significativo es Linguistic
Integration of the Descendants of Foreign Immigrants in Catalonia (Alarcón, Parella:
2013). En este trabajo se analizan los factores que determinan la elección de la lengua
catalana por parte de la segunda generación de inmigrantes. A partir de la teoría de la
asimilación segmentada, los autores muestran la importancia de la segmentación
lingüística en el proceso de integración en un contexto específico y singular, Cataluña.
La teoría de la asimilación segmentada rompe la idea monolítica de la asimilación de los
inmigrantes, introduciendo factores como el contexto social, la familia, la presencia o la
ausencia de una comunidad co-étnica, en el proceso de asimilación.

Es importante evidenciar en este análisis, como Najat El Hachmi a partir del bajo capital
económico y cultural de su familia y su contexto de origen, elije la lengua catalana como
elemento estratégico de ascensión social. Si para un inmigrante inscrito en otro campo
del poder, la elección del catalán es un instrumento de promoción social, para un escritor
inmigrante esta elección tiene más significados. En este caso tenemos que diferenciar los
procesos de asimilación que determina la toma de posición de El Hachmi, respecto a la
lengua catalana y la función simbólica de la elección lingüística, que determina su
posición en el campo. El espacio simbólico de la lengua en el campo literario es diferente
del espacio simbólico de la lengua en cualquier otro campo. En una entrevista realizada
el 16 de agosto de 2009 para la revista del diario Avui, la autora se enfrenta a algunas
cuestiones identitarias importantes. La periodista Cristina Sáez Torres pregunta a la
escritora cómo comenzó a escribir en catalán y la escritora contesta con estas
afirmaciones:

Al principi pensava que era força estrany. No era normal que els meus pares
parlessin en amazich i que jo pensés i escrivís en català. Havia arribat a Catalunya
feia quatre anys i havia anat a parar a una escola petita de barri de Vic. Al Marroc
amb prou feines m’havia escolaritzat i per tant, la primera llengua en que em vaig
a capbussar va ser el català (El Hachmi, 2009:22).

Los escritores inmigrantes tienen que superar diferentes barreras para poder enriquecer la
lengua del país de instalación. La estrategia de negociación de El Hachmi consiste en
mediar entre su cultura y la catalana. El hilo que la junta con su lengua materna no es la
escritura, porque la primera lengua que aprende a escribir es el catalán. Aunque el catalán

108
tiene el mayor peso en esta relación lingüística pero también de poder, el tamazich, es
reivindicado como un valor todavía no consagrado, pero que es reconocido por parte de
la autora como un capital cultural imprescindible. Su madre analfabeta, pero portadora de
un patrimonio cultural de la tradición amazich, es la transmisora de este capital, que
pasando por un contexto periférico y no oficial, se negocia para ser consagrado y
reconocido en los polos dominantes de la novela europea.

És mes aviat un do de la meva mare. La meva mare es analfabeta, pero té una


capacitat única per explicar històries. Comença a parlar i de seguida et trobes dins
el seu relat; no sé ben bé com ho fa. Ho fa de manera natural, sense especular, amb
una capacitat per captar el detall. Jo em recordo estar callada escoltant. Una
influència com aquesta no està reconeguda enlloc, ni està prestigiada, pero és la
meva arrel com a narradora (El Hachmi en un entrevista de Puigtobella, Barcelona
Metropoli, La ciutat multilingüe, 2016:6).

Su idioma materno es el tamazich una minoría lingüística respecto a la lengua oficial, el


árabe, en Marruecos. El catalán, del mismo modo, responde a esta perspectiva de idioma
subalterno respecto a la historia hegemónica del castellano. La autora compara el
tamazich, de minoría lingüística en Marruecos con el catalán, de minoría lingüística en
España.

Et sentiràs ferit el dia que tornis al Marroc i aquells que ostenten el poder et parlin
en la llengua del profeta, en llengua del rei? Segurament menysprearan els nostre
sons, però aquesta sensaciò no et serà desconeguda. La teva altra llengua materna,
el català, fou en altres temps perseguida i menystinguda, no en va la teva mare les
sent com dues llengues germanes (El Hachmi, 1996:84).

Los imazighen se encuentran en la región rifeña norte oriental del Magreb y en subgrupos
por todo el territorio de Marruecos. Los imazighen son conocidos en distintos estudios
como bereber. Esta palabra no olvida el camino de las relaciones de poder colonial.
Bereber procede de la adaptación árabe barbr, exónimo peyorativo que procede del griego
βάρβαρος y su traducción literal es "el que balbucea". Como nos recuerda Mernissi (1992)
utilizar la palabra bereber en vez que amazich, refuerza una actitud de dominación
colonial sobre este pueblo. La relación que hace la autora de las dos lenguas, el tamazich

109
y el catalán, hermanas por haber recibido persecuciones, desplaza su connotación
simplista de mujer árabe en España, para cruzar nuevas y ex-céntricas fronteras
identitarias. El Hachmi es una autora de origen amazich, una cultura sin literatura, que
escribe en catalán, una lengua sin estado. La relación que establece con las dos lenguas
no es de lucha o de enfrentamiento, como hacen por ejemplo muchos autores marroquíes
en Francia, por ser el francés lengua colonial, sino más bien es una relación de
hermanamiento. La toma de posición ex-céntrica de la escritora, nos obliga a una mirada
crítica sobre la negociación lingüístico-literaria que desplaza el nacionalismo
metodológico. El nacionalismo metodológico considera que la unidad de investigación
es la sociedad nacional. También la sociología de la literatura ha sufrido este límite por
analizar las diferentes literaturas nacionales, a partir de las fronteras nacionales, por
ejemplo de la literatura francesa, inglesa, española. Tanto el cosmopolitismo (Spencer,
2011) como los enfoques transnacionalitas (Boschetti, 2010) abandonan las diferencias
dicotómicas en la crítica y en la sociología literaria: entre nosotros y los otros, entre autor
extranjero y nacional, entre literatura internacional y local, pero también entre las diversas
literaturas nacionales. El texto de Boschetti (2010) es una importante referencia en los
avances actuales con respecto al estudio del campo literario a partir de sus relaciones
transnacionales. El transnacionalismo literario se puede referir a las prácticas que
contribuyen a crear un capital literario que trasciende las fronteras nacionales, esto
significa redefinir la identidad de los escritores a través de una producción cultural que
circula en un espacio transnacional.

Estudiar una literatura dentro del espacio transnacional, significa considerar cuales son
sus relaciones con otros campos y como circula el capital literario entre estos campos,
como se hibrida y qué procesos de transculturación literaria desplazan la línea imaginaria
que separa las literaturas nacionales. Estas relaciones transnacionales donde se mueve el
sujeto migrante deberían estar conectadas con el campo específico en el cual se
posicionan. Las migraciones contemporáneas son un fenómeno complejo, por ser una
realidad física y al mismo tiempo construida culturalmente. Las migraciones se realizan
en un espacio concreto donde se cruzan culturas y lenguas diferentes. La literatura refracta
estas realidades a través de sus fuerzas propias tanto en la construcción de los imaginarios
como en su epistemología que define géneros y estilos. Lenguas y géneros literarios están,
en el contexto actual del espacio cultural transnacional, contaminadas y los imaginarios
literarios se abren a nuevas perspectivas. Los autores de origen migrante, como El

110
Hachmi, negocian sus condiciones para intervenir en los procesos internos del campo que
permiten estos cambios. En este sentido Najat El Hachmi escribe en una entrevista a
Ernest Alós en el Periódico (2008, febrero 1): “o la literatura catalana se deja contaminar
o se muere". El concepto de contaminación entra totalmente en la Poética de la relación
del intelectual caribeño Eduard Glissant (1990). Para el autor, hoy no es posible escribir
con un pensamiento continental y sistemático con lenguas encerradas en sí mismas
idóneas para la folclorización y el particularismo inoperante, sino con una lengua abierta
que no ignora la presencia de las demás lenguas (Glissant, 1990:57).

Un fenómeno típico de la literatura de la migración es el de transnacionalizar los espacios


de la imaginación emotiva respecto al sujeto migrante. Los vínculos identidarios y
culturales cruzan las fronteras nacionales y crecen las interdependencias de una
imaginación empática respecto a las nuevas marginalidades de nuestros tiempos. Es a
partir de este contexto, que la escritura de El Hachmi va en búsqueda de un contacto
directo y auténtico con la sociedad catalana, pero al mismo tiempo va en búsqueda de una
solidaridad hacia la mujer inmigrante que se asocia a las diversas prácticas culturales de
las escritoras de origen inmigrante en el escenario internacional. Para poder definir la
posición de la autora, podemos hacer una comparación con la descripción que hace Ulrick
Beck (2005:46) de Thomas Mann, es decir “un escritor que tenía al mismo tiempo raíz y
alas”. El escritor alemán no quería posicionar su escritura en una “una tierra pacificada
por el esperanto” sino en “una tierra realizada a partir de encuentros y contaminaciones,
rupturas de barreras” (Beck, 2005: 46). En esta misma posición encontramos la figura de
El Hachmi, una posición que tiene al mismo tiempo raíz y alas: raíz en la literatura y
cultura catalana y alas en la rica producción de las escritoras de origen inmigrante que
comparten tomas de posición similares respecto a las migraciones, como metáfora de
nuestro tiempo. El capital lingüístico literario de la novela, como se analizará en las
siguientes secciones, se crea a partir de este movimiento transnacional, desmontando la
imagen del sujeto desarraigado, que el discurso dominante impone sobre la mujer
inmigrante de cultura musulmana.

111
5.3.2 La difícil definición de un género literario

Frente a esta autora catalana de origen marroquí se crea una dificultad para etiquetarla.
Por un lado, por ejemplo, podemos considerar que ella responde al perfil de escritora
inmigrante, un perfil de escritor que a partir de los años ochenta ha condicionado un
género literario, una manera de escribir pero también un sector del mercado editorial. La
literatura denominada “de las migraciones” es una corriente donde las experiencias
migratorias condicionan la estética y el contenido de la obra. No toda la crítica literaria
en Europa utiliza esta expresión, por ejemplo en España, el filólogo Cristian Ricci (2014)
utiliza, respecto a la obra de El Hachmi, la expresión “literatura fronteriza” y la filóloga
Bueno Alonso (2010) habla de “literatura hispano-africana”.
¿Cuánto podrían condicionar estas etiquetas a la escritura de El Hachmi y su posición en
el capo literario?

Como hemos mencionado antes en el primer capítulo, hay que desmontar una
correspondencia mecanicista entre el habitus de una autora de origen inmigrante, su
posición en el campo y sus prácticas culturales, dejando espacio para la comprensión de
todas las estrategias, negociaciones y también la lucha para la conquista de la autonomía
en el sentido bourdieusiano. En este caso específico, la trayectoria de El Hachmi se podría
dividir en dos líneas estratégicas. La primera línea ve a la autora comprometida en el
desarrollo de un discurso sobre la identidad catalana, que desmonta la imagen orientalista
que el mercado editorial y el campo literario imponen a los autores de origen inmigrante
en el escenario europeo. Su primera novela, con el título Jo també soc catalana (2004)
revela al lector todas las posibilidades que un sujeto de origen inmigrante pueda tener
para sentirse catalán y participar en la renovación de esta cultura, buscando una raíz en la
tradición de los autores de origen inmigrante en Cataluña que no son necesariamente
extranjeros, como Francisco Candel que es de origen valenciano. Es un caso muy
emblemático que la escritora catalana de origen marroquí, escriba el brillante prólogo de
la nueva edición del libro, El altres catalans, del 2008, publicada por la editorial Edicions
62 de Barcelona. En esta obra, publicada por primera vez en 1964, el escritor Francisco
Candel refleja algunas cuestiones fundamentales de la identidad de los inmigrantes,
profundizando en la realidad socio-histórica de la fuerte inmigración que recibió Cataluña
durante el periodo de la expansión industrial y de la posguerra. El Hachmi, con este
prólogo pone en contacto dos mundos, la inmigración externa que caracteriza la sociedad

112
catalana contemporánea y la inmigración interna que caracterizó la sociedad catalana de
los años 50 y 60. Además El Hachmi titulará su primer libro Jo tambe sóc catalana (2004),
afirmando con la misma determinación la propia catalanidad, como el niño de aquella
escuela que Francisco Candel (2008:54) describía en su ensayo hace 60 años:

Vaig a preguntar al professor quants infants catalans tenía. El mestre, que va


entendre la meva pregunta i va veure més o menys cap on tirava, em contestà:
“Dos o potser tres, a tot estirar”. Però ja més de la meitat dels infants que havien
sentit la pregunta, havien alçat la mà, tot exclamant: “Señor maestro, yo también
soy catalán”. I jo els vaig dir: “Sí, nois sí, i ben bé que ho sou”.

El Hachmi (2008:7) hace estas afirmaciones en el prólogo de la obra de Candel:

Una de les sorpreses del llibre és que s’hi descobreixen paral·lelismes entre la immigració
de llavors i d’ara. Es repeteixen conductes similars, es produeixen desencontres
semblants. Tots aquells elements del procés de configuració de la nova societat catalana
que, en aquell moment a l’autor li provocaven perplexitat, avui també l’hi podrien
provocar amb aquesta immigració procedent de la resta del planeta, com el català-català
rep el nouvingut, l’esquizofrenia lingüística que el porta a donar per fet que l’altre no
aprendrà mai la llengua i, al mateix temps, a no acabar d’acceptar el que la parla
perfectament.

Por un lado la autora crea un claro paralelismo con autores de la migración interna
española, como por ejemplo Candel, pero por otro lado lo que caracterizará su posición
en el campo, es también la negociación de una alteridad étnico-cultural que estos autores
no contemplaban. Su posición no es estática, no escribe claramente solo para lectores
catalanes o para ser aceptada en esta cultura, la autora necesita entonces, negociar el
extraño de su escritura. En el escenario literario mundial, los intereses de la mujer árabe,
los intereses de temas eróticos y exóticos, han creado un espacio compartido a nivel
global, para este tipo de novela. Es la negociación de la marginalidad, de lo exótico y del
extranjero que trasforman L’últim patriarca (2008) de El Hachmi, en una novela que no
tiene solo referencias en la realidad local, sino en una realidad transnacional, porque reúne
los ingredientes fácilmente traducibles para los gustos literarios del lector europeo. En la
siguiente sección se analiza este proceso, es decir, la necesitad de la alteridad en su

113
escritura, para crear una distinción respecto a otros escritores locales con los cuales
compite, la alteridad entonces se trasforma en el pasaporte para acceder al campo y
sobrevivir como autora de origen inmigrante en Cataluña.

Cuadro n. 8 Trayectoria artística de la autora

Contexto local Contexto global

(2004) Jo també sóc catalana. Barcelona: Columna. (2008) L’últim patriarca. Barcelona: Planeta.
(2008) Dirigido Por Victor Alexandre. Nosaltres, els (2015) La filla extranjera. Barcelona: Grupo 62.
catalans. Barcelona: Editorial Pòrtic.
(2008) Prologo a Els altres catalans de Candel.
Barcelona: Edicion 62.

Cuadro de producción propia.

5.3.3 La migración como marginalidad estratégica, un valor invertido del


campo literario

La escritora analizada es de origen marroquí y esta característica no solo no la puede


borrar de su discurso literario, sino que además la puede negociar y trasformar en una
marginalidad estratégica. Después la publicación de la novela Jo tambe sóc catalana
(2004), en el 2008 El Hachmi publica L’últim patriarca, la novela que vamos a analizar
en este capítulo. Este texto cambia de perspectiva y reúne todos los ingredientes que
desafían la literatura catalana enfrentándola a la necesidad de contaminaciones
lingüístico-culturales. Esta novela entra en el perfil de los textos de autores inmigrantes
que han encontrado un sector importante en el mercado editorial y una apreciación en la
crítica literaria europea. L’últim patriarca, como vamos a examinar en seguida, reúne
elementos diferentes, de un capital literario, donde la alteridad y el extraño se potencian
como valor. La identidad literaria, como afirma el sociólogo de la literatura Maisoz
(2015), no solo está constituida por la vida personal del escritor, sino por el horizonte de
recepción. Por este motivo, respecto a la posición en el campo de esta autora de origen
inmigrante, se crea una peculiar paradoja de la alteridad, porque aunque ella no quisiera
ser inmigrante, está consagrada y valorizada por esto. La alteridad y el extraño de su
escritura es el precio de su éxito. El sociólogo argelino Sayad (2010:16) afirma que “el

114
inmigrante deja de serlo cuando ya no lo denominan así, y como una cosa implica la otra,
cuando él mismo ya no se denomina ni se percibe así”. Si miramos los títulos de los
artículos de algunos importantes periódicos catalanes del 8 de febrero de 2008, después
de otorgarle el célebre premio literario Ramon Llull, podemos ver como se subraya la
condición de origen de la escritora. La vanguardia utiliza este título, “Un Llull amb accent
marroquí” y el Periódico, “Una immigrant marroquina guanya el premi més gran de
novel·la en català”. Sayad (2014) en la obra sociológica La paradoja de la alteridad
(2014), hace una pregunta que sigue siendo actual respecto a los hijos de los inmigrantes
como El Hachmi:

Comment, en effet continuer à être algérien alors qu'on vit hors d'Algérie depuis
plusieurs décennies; alors qu'on s'est établi en France avec femme et enfants ; alors
que le temps passant, on se trouve à avoir en France son réseau de parenté et tous
ses réseaux de relations pratiques ; alors que ses enfants élevés et instruits en
France sont instruits des manières françaises d'être, d'agir et de penser? (Sayad,
2014:116).

¿Cómo podría El Hachmi escribir como una escritora marroquí después que vivió toda su
vida en Catalunya y se escolarizó allí, y aprendió a leer y a escribir por primera vez en
catalán?
Aun y así, para la prensa catalana es una escritora de origen marroquí y esta huella es una
paradoja de la alteridad que no conduce al fracaso, como en los casos de los inmigrantes
argelinos que describe Sayad (2010), sino que sorprendentemente conduce al éxito. Por
este motivo, el campo literario con sus reglas y capitales, inexplicables y sin valores para
otros campos, puede transformar la alteridad en un bien negociable. Esta alteridad está
fuertemente conectada con una condición negativamente tipificada en casi todas las
esferas de la sociedad catalana, sobre todo en la esfera política, es decir, ser una mujer de
origen inmigrante pero de un colectivo específico, como el marroquí. En 2008 antes de
la publicación del libro L’últim patriarca, la comunidad inmigrante con más población
en Catalunya era la de origen marroquí, seguida por la ecuatoriana, la rumana, la boliviana
i la colombiana (Blanes; Di Gibert et al: 2009). Pero no es solo este alto porcentaje de
población, la razón de una actitud xenófoba respecto a este colectivo. Hay diferentes
factores históricos sociales que cabe mencionar. Según Anthias y Lazaridis (1999), tres
fueron los factores principales respecto a la construcción negativamente tipificada del

115
colectivo marroquí en Cataluña. El primero, está relacionado con un hecho histórico, la
dominación islámica en la península ibérica hasta la reconquista que ha dejado una huella
psicológica inolvidable. El segundo, está relacionada con otro episodio histórico, el apoyo
de los 75.000 soldados marroquíes al ejército franquista durante la guerra civil. Hay que
recordar que a partir de 1912 España era un protectorado en la parte rifeña de Marruecos.
El tercero, está reforzado por el más reciente síndrome de la invasión islámica en Europa
y del terrorismo islámico que ha creado un alarmismo racista hacia toda la población
inmigrante de cultura musulmana. Estas consideraciones ayudan a entender por qué.
Llamó mucho la atención, que una autora de origen marroquí pudiese ganar un premio
tan importante para la literatura catalana, como el Ramon Llull. Como subrayan Blanes,
Di Gibert et al (2009), en una investigación enfocada en el análisis del discurso sobre
media y migración en Cataluña, llama también la atención, la discrepancia entre las
entrevistas que hace la prensa a El Hachmi sobre su origen inmigrante y la autora que
sigue afirmando que no se siente inmigrante.

Crida l’atenció que en la majoria de les entrevistes que li fan, després de guanyar el Premi
Ramon Llull, màxim reconeixement de la literatura catalana, les preguntes busquen
ressaltar el seu origen marroquí, malgrat que ella repeteix una vegada i una altra que no
es considera immigrant, sinó catalana, tema que ja aborda en la seva primera obra, que a
més es titula, Jo també sóc catalana. La premsa també transmet el desig de l’escriptora
de no ser convertida en un símbol de la integració vinculada a la immigració (Blanes; Di
Gibert et al: 2009:18.).

Podemos analizar como la autora se enfrenta ambiguamente a esta discrepancia, a través


del enfoque de la sociología del campo, que mira el mundo de la literatura como un
universo social con sus propias reglas. La paradoja de la alteridad en el campo literario,
es que aunque Najat El Hachmi no quisiera sentirse inmigrante, ella necesita esta
condición para encontrar una posición. Este aspecto podría ser analizado como un proceso
de violencia simbólica porque la autora lo acepta como natural y se somete a las reglas y
fuerzas propias del mundo literario, pero también como un constante proceso de
negociación donde, por un lado se acepta, por el otro se niega el origen inmigrante. En la
entrevista realizada para esta investigación, la escritora define la presión que la empuja a
escribir como mujer de origen inmígrate, como una presión positiva. A partir de su toma
de posiciones, se pone de manifiesto la necesidad de encontrar la carta ganadora, que su

116
habitus, en relación al campo le puede ofrecer, la única carta que le permite ser única en
el contexto local, pero fácilmente reconocible en el contexto transnacional. Su lucha para
acceder, como autora inmigrante, está relacionada, primero, con el contexto local, donde
necesita determinadas fuerzas para promocionarse como una de las primeras mujeres
inmigrantes de origen musulmán, es decir, quiere introducir una realidad ya consagrada
en otros contextos europeos, en un contexto periférico como el catalán. La autora es
conciente tanto de las resistencias que limitan su posición en el campo literario, como de
las presiones que la asocian solo a su condición inmigrante, aunque estas últimas para la
autora son positivas.

Lo que te empuja a escribir es lo que realmente te hace único, es la particularidad que tu


tienes, yo sigo la necesidad de escribir sobre temas relacionados a este contexto. Este
contexto social (la migración) me sigue interesando junto a otras cuestiones, la condición
de la mujer, la sexualidad. Yo creo que también el compromiso está en no renunciar,
también hay presiones para que te normalices, deja ya estos temas y te dedicas a otras
cosas y sé una escritora normal. Porque hay una cierta resistencia al extraño, extranjero,
hay un sector que tiene una cierta tendencia a que eso sea algo puntual y que no forme
parte de la literatura. Tengo la sensación de resistir a esta presión pero por otro lado hay
una presión positiva que esto forme parte de la literatura. Me hace mucha gracia cuando
te dicen: “tú ya escribes cosas normales” (El Hachmi, Entrevista para esta investigación).

En resumen, no solo esta sección, sino toda la primera parte del capítulo se ha enfocado
en la autora, su posición y sus estrategias, pero solo la comprensión de su obra
representativa, podrá ofrecer un conocimiento sociológico, entre la experiencia
migratoria de la mujer de cultura musulmana y la representación simbólica de esta
experiencia. Esta fase preliminar ha sido de todas formas necesaria para contextualizar
tanto la obra como su autora. Las siguientes secciones serán enfocadas solo en el análisis
interno de la novela.

117
5.4.1 Introducción a la obra

Título original: L’últim patriarca


Autor: Najat El Hachmi
Editorial: Planeta
Año publicación: 2008
Premios recibidos: Ramón Llull por las letras catalanas

Críticas literarias:

Concretamente, L’últim patriarca como anteriormente su autobiografía, Jo també


sóc catalana,permite determinar en qué medida la autora traspasa los patrones
transculturales de confrontación a través de la diferencia o se enmarca, en cambio,
en una agenda transcultural, plural y heterogénea que privilegia intersecciones,
elementos conectivos y terrenos comunes donde nada es completamente foráneo
ni está predeterminado, pero en la que también se ponen de manifiesto las
profundas contradicciones del sistema normativo de Occidente, que por un lado
protege, compadece, desea sexualmente y exótiza, pero que a la vez menosprecia,
explota y expulsa a los inmigrantes norteafricanos (Ricci, 2010:73).

Género y exilio se desprenden de la narración como ejes temáticos del relato: la


denuncia del patriarcado y las condiciones del proceso de integración de la

118
población magrebí en Cataluña. Escrita en la lengua materna de la escritora, el
catalán, la narradora construye una ficción, no exenta de los tópicos y tabúes que
invaden la cultura musulmana y los recrea alrededor de un personaje masculino
que los encarna con excesiva precisión y detenimiento; los inicios en la sexualidad
con su tío, con una prima, con Fatima, una amiga soltera de la familia,… la
poligamia o la virginidad de las mujeres en un contexto musulmán serán
elementos reiterativos a lo largo del relato que a menudo orientalizan y exótizan
una narración que, a mi parecer es concebida como testimonio dirigido a un
público occidental (Bueno Alonso,2010:2014).

Resumen de la novela:

L’ últim patriarca es la historia de una saga familiar. La narradora, construye una ficción
en la que rememora la existencia de su padre, el patriarca Mimoun, desde el nacimiento,
la infancia y la adolescencia en la sociedad tradicional amazich y su posterior inmigración
a Cataluña. La historia familiar representa las contradicciones internas de los personajes
después de la traumática experiencia migratoria. Una historia definida por la ruptura y
reconstrucción de fronteras étnicas y culturales. La protagonista, sin nombre, inicia un
camino a través de la palabra hacia la ruptura de un orden patriarcal.

5.4.2 Contexto histórico-social: la representación de la migración marroquí


en la novela

La novela L’últim patriarca (2008) es una saga familiar, donde la vida de la familia
Driuch, se divide en tres generaciones. La primera generación, es una familia amazich
tradicional que vive en Marruecos, la segunda, es la familia de origen amazich que emigra
a Cataluña, la tercera la representa la hija del patriarca Mimoun, una chica inmigrante de
segunda generación. En el esquema 9 se muestran las tres diferentes generaciones
repartidas según la sociedad que representan. La primera generación de la familia Driuch,
los abuelos, representan una familia amazich del norte de Marruecos, muy probablemente
un pueblo cerca de Nador. Con el proyecto migratorio, Mimoun se propone mejorar su
condición material, el ascenso social se caracteriza por una mera búsqueda de recursos
económicos. Dejando el pueblo rifeño y una sociedad rural, Mimoun inmigra a Cataluña.
En esta segunda parte de la obra la experiencia migratoria condiciona y mueve todos los

119
personajes siguiendo el mismo leit motiv de la literatura de la primera generación de
inmigrantes. Mimoun, utilizando una expresión de Hegel, es el “personaje-pueblo” de la
población inmigrante magrebí. Hegel (1982) en la Introducción a la estética se refiere al
personaje-pueblo en referencia al individuo, que encarna el avenimiento épico central de
la obra. Mimoun en esta obra encarna el individuo inmigrante que mueve el avenimiento
narrativo central, la inmigración y la trasformación de la familia Driuch.

Cuadro n. 9 Las tres generaciones representadas

1ª Generación (Los abuelos) 2ª Generación (Los padres) 3ª Generación (La hija)


La sociedad tradicional Migración y cambio del La ruptura de un orden
amazich orden tradicional patriarcal

Representan una familia Representan una familia de Representa la hija de origen


amazich del norte de inmigrantes marroquíes en inmigrante, crecida en
Marruecos. Cataluña. Cataluña.
tural que
que se contrapone a la mirada no permite construir una la protagonista se articula en el
moderna europea identidad flexible a los cambios espacio simbólico de la
debidos al proceso migratorio. escuela.
horizonte donde las fuerzas
sociales y naturales no son reproduciendo los mecanismos mueve en la búsqueda de un
controlables de dominación patriarcal sin mejor capital cultural que
las coordinadas morales de su determina un distanciamiento y
comunidad. conflicto generacional.

Cuadro de producción propia.

La parte de la novela que describe el viaje traumático del inmigrante Mimoun, como
podemos ver en las siguientes citas, tiene los ingredientes empáticos de los personajes de
otras novelas de escritores de origen inmigrante en España como Doudi y Rebak, un
camino psicológico y geográfico del “personaje-pueblo” (Hegel, 1982).

Si als setze anys no se sol pensar en el matrimoni ni a formar la pròpia familia,


encara és menys frequent que algú que no ha sortit mai del cercle format pel seu

120
poble i la ciutat més propera al seu poble, es decidís a travessar fronteres i anar a
parar a un país desconegut (El Hachmi, 2008:76).

En baixar del vaixell es va adonar que la llum d’aquell país era lleugerament
diferent i que els edificis no estaven encalcinats i eren més alts del que Mimoun
estava acostumat a veure (El Hachmi, 2008:77).

Una noia tota pentinada i vestida d’uniforme blau li deia alguna cosa mentre
repetia: Barcelona, Barcelona. Ella va a continuar parlant i ell només va agafar el
feix de bitllets que duia al damunt i el va fer lliscar sota el vidre que els separava:
Barciluna, Barciluna. La noia havia somrigut (El Hachmi, 2008:77).

Es necesario hacer un análisis que parta, del contexto histórico y social de la inmigración
marroquí en Cataluña, hacia el punto de vista singular de la narradora, hija de un
inmigrante. Si Mimoun encarna el inmigrante con bajo capital económico y cultural que
emigró en los años 80, para suplir la necesidad de mano de obra barata en Cataluña, su
representación por parte de su hija encarna la imagen de los hijos de los inmigrantes
respecto a los padres. Tenemos que diferenciar lo que representa Mimoun, como
inmigrante y el valor de su imagen, representada por la hija de un inmigrante. El contexto
histórico y social donde se mueve esta parte de narración es la Cataluña de los años 80,
donde la inmigración marroquí empieza a tener un valor numérico importante. La
contratación de mano de obra en la edilicia, seguida por la contratación en los campos,
permitió un fuerte flujo migratorio del norte del Marruecos hacia la región catalana. Los
inmigrantes marroquíes que llegaron en estos años, solos y sin sus familias, establecían
redes de parentesco, en un segundo momento estas redes permitían la reagrupación
familiar (Pàmies, 2011). Como demuestran algunos estudios, la mayoría de estos hombres
tenían un bajo nivel de instrucción (Pàmies, 2011; Carrasco, 2008). Aunque, a partir de
mediados de los 80, algunos titulados de grado medio y superior se asentaron en el país,
las tasas de analfabetismo entre el colectivo (marroquí) se situaban por encima del 40%,
según los datos del censo de 2001. En aquel momento, ese perfil se alejaba del que tenía
el resto de extranjeros asentados en el país (Pàmies, 2011:194). Mimoun el “personaje-
pueblo” encarna estos hombres que en la década de los 70 y 80 inmigraron con bajo
capital cultural a Cataluña. La experiencia migratoria, mueve las tramas identitarias de

121
este personaje a partir de su nombre Mimoun que debido al proceso de asimilación cambia
a Manel.

Mimoun va començar a omplir la màquina de pastar amb la pala i les mans i va


sentir que encara no era aquell el seu destí, el que li tocava de viure. Per cert, li
havia dit l’oncle, com que li costa molt de dir el teu nom, diu que a partir d’ara et
diras Manel (El Hachmi, 2008:97).

Este fenómeno es muy común en Francia donde muchas veces Mohamed se trasforma en
Michel, así como Mimoun si trasforma en Manel, nombre común en Cataluña. La
percepción de los personajes que reciben en el país de llegada, el padre de la narradora,
que tienen connotaciones racistas, trasforman por la primera vez el Patriarca en un sujeto
dominado. Mimoun, victima en la parte traumática del viaje, regresa a su posición
dominante de carnífice machista y fanático cuando después del reagrupamiento familiar,
la voz narrativa deviene el otro personaje clave de la obra, su hija. Hasta la pagina 146
su hija, la voz narrativa, no aparece en la obra como personaje. A partir de este momento
la distancia de la narración con el patriarca, se acerca a él en una conflictiva y demoledora
representación. El aspecto histórico-político de la segunda generación es representado en
la obra de El Hachmi con diferentes maneras de pensar y proceder, con cambios
conflictivos entre la hija protagonista femenina y sus padres.

5.5 Negociaciones lingüístico-culturales en la novela plurilingüe

En el análisis de la novela L’últim patriarca (2008) es necesario considerar algunos


aspectos sociolingüísticos, para poder explicar cómo y porqué El Hachmi utiliza el catalán
como capital lingüístico literario y como lo relaciona con otros idiomas como el árabe y
el tamazich. Dieter Ingenschay, define la toma de posición de la autora como un acto de
“performatividad multicultural, ex-centrica y democratica” (Ingenschay, 2011:89), en
relación con el uso del catalán como lengua minoritaria.

Postular una nueva identidad catalana híbrida, a la vez parece, desde la perspectiva
del inmigrante Najat el Hachmi, como desde la perspectiva de la protagonista, una
apuesta más lógica y más factible que las decisiónes de los autores llamados
nómadas (Ingenschay, 2011:89).

122
También el filólogo Cristian Ricci (2010), considera que el catalán, convive en la novela
L’últim patriarca, con la naturaleza amazich, creando una dimensión hibrida.

En consecuencia, la insumisión escrituraria, plural y transgresora de El Hachmi se


convierte en una lucha, una negociación de la diferencia, un encuentro-desencuentro entre
la obsesión de las marcas de origen norteafricanas y ‘‘la ansiedad de la influencia’’ de lo
europeo. La convivencia con los catalanes/españoles, la naturaleza amazich-musulmana
y la utilización voluntaria de la lengua catalana como expresión artística da como
resultado cuatro culturas perfectamente definidas; siendo la suma de ellas el fundamento
básico de una quinta: híbrida, intersticial e interpelante en igual dimensión tanto de lo
autóctono (la cultura amazich) como de lo ‘‘foráneo (Ricci, 2010: 43).

Podemos reconducir el concepto de hibridez, a su conceptualización histórica dentro de


los movimientos coloniales. Este movimiento crecido a través de nuevas reflexiones
poscoloniales debidas al fracaso de algunos movimientos autoritarios de independencia,
a la dimensión siempre más global y a los flujos siempre más constantes, no sólo de
personas sino de ideas, abandona la rígida contraposición entre colonizadores y
colonizados (Gnisci, A.; Sinopoli, F. y Moll, N, 2010). Las posiciones esencialistas
expresadas por el movimiento de la negritude, con la idea de que existe una esencia
africana que se opone a una esencia europea, viene criticada a favor de una idea que
privilegia el mestizaje y la hibridación. Los hijos de los encuentros interraciales, los
híbridos culturales, no pertenecen ni a las sociedades tradicionales ni a las potencias
coloniales. El autor que mejor teoriza esta condición es Homi Bhabha (1994). Este autor
propone una posición que privilegia el mestizaje, las contaminaciones identitarias,
pasando de una tolerancia por la diferencia, a una valoración de la diferencia. La posición
de Bhabha está centrada en el análisis de la hibridación entre un yo y un tú, y como desde
esta contaminación puede nacer una tercera forma, lo que él llama “tercer espacio”
(1994). Las nuevas subjetividades que nacen en esta condición definida in between space
(Bhabha, 1994) son las que viven en la frontera, son las que no se incluyen ni en un
espacio ni en otro. El concepto de hibridez ha sido un concepto clave en la
reinterpretación de las nuevas realidades artísticas producidas a partir de los encuentros
culturales y como en el caso de El Hachmi a partir de las migraciones, pero este concepto
no ayuda a considerar adecuadamente el proceso interno al mundo artístico, que produce

123
este encuentro y las relaciones de poderes que atribuyen a este encuentro un valor. En
este caso el concepto de transculturación narrativa partiendo del status crítico de Angel
Rama (1979), ayuda a describir adecuadamente la manera con la cual se incorporan los
nuevos elementos de procedencia externa en la narrativa local, a partir de la rearticulación
de los materiales y estructuras autóctonas. En el caso de El Hachmi, la cultura subalterna
no es la local sino su cultura de origen, por este motivo los elementos de su cultura
amazich-árabe-marroquí, se re-articulan con los elementos locales, pero a través de una
clara relación de poder. Esta rearticulación no debe esconder los procesos internos al
campo literario y la estrategia de la autora, determinados por sus habitus y por las reglas
del campo literario. Considerando el habitus de la autora y su manera de ver el espacio
social donde se sitúa, tenemos que repensar el proceso de hibridez que suma la diversidad
lingüístico-cultural con un proceso de encuentro y desencuentro de lenguas y culturas a
partir de una estrategia concreta. Las fronteras lingüísticas no desaparecen totalmente y
el “between space” es un juego identidario, que sirve para disimular el centro del poder
cultural, donde el escritor inmigrante no puede acercarse totalmente y el estigma al que
no puede excluir totalmente.

El dilema que sugiere el cuestionamiento de la hibridez, es decir la contaminación


identidaria, descuida otro dilema ínsito en el campo de poder, que podemos resumir con
esta descripción: ser inmigrante pero querer escribir como un autóctono, pero no siendo
aceptado como autóctono, negociar un espacio de la lengua literaria que solo un
inmigrante puede ofrecer. Este dilema es el pasaporte que da el derecho de entrada al
juego. El habitus de la autora es lo social incorporado, es decir, su estructura estructurada,
entonces es a partir de esta unidad sistémica, en relación con el campo literario, que
explicamos sus estrategias literarias. Tanto el concepto de habitus como el de campo son
las categorías analíticas que explican una realidad social, pero se cometería otro error de
cortocircuito, buscar esta realidad fuera del mundo literario. Rompiendo la idea del arte
como proyecto creador, la sociología de la literatura debería desmontar esta idea
espontanea de productos híbridos, que nacen a partir de un encuentro natural entre lenguas
y formas literarias, sin considerar las relaciones de poderes que atribuyen a este producto
un valor. La categoría de hibrido relacionada con la novela escrita por autores de origen
inmigrante, se convierte en una práctica legítima, consagrada anteriormente por los
grandes autores poscoloniales. El público europeo busca en estos autores esta huella
estilística que es la distinción exotizada necesaria para acceder al campo. Un uso poco

124
consiente del híbrido como suma de lenguas y culturas sería en este caso, no un proceso
excéntrico y democrático, sino más bien un proceso dominado y estigmatizado. En el
L’últim patriarca, este encuentro es consciente y determina diferentes relaciones de
poderes. El estudio de la literatura, con sus centros hegemónicos y su periferia, coincide
tal y como afirma Moretti “con el estudio de la lucha por la hegemonía simbólica en todo
el mundo” (2005: 161). Según Moretti (ibídem), estudiando cómo cambian las formas, se
descubre cómo varía el poder simbólico; en el caso de L’últim patriarca, el poder
simbólico se trasforma a partir de la voz narrativa. Más abajo, voy a mostrar todas las
fases estratégicas de este encuentro simbólico.

El primer aspecto que cabe mencionar, está relacionado con la forma narrativa. El yo que
narra, es la voz de una mujer que habla en primera persona. Esta voz, no aparece como
personaje hasta la pagina 114, cuando se convierte en la protagonista de la novela. Este
yo narrador, es decir la voz de la hija de una familia de inmigrantes, se relaciona en la
parte inicial de la obra, con su contexto de origen, un pueblo rural amazich del norte de
Marruecos. Esta descripción ofrece a la autora el poder simbólico de la invisibilidad. La
narradora representa su pueblo y comunidad de origen para espiarla a través de una lengua
y una forma narrativa desconocida en aquel contexto. El concepto de hibridez como suma
de lenguas y culturas, en esta primera parte de la novela, esconde una clara estrategia de
la autora que usa una lengua extranjera para enfrentarse a la estructura patriarcal de su
cultura de origen. La revolución simbólica de la autora empieza por la libertad que le
ofrece el conocimiento de la lengua extranjera, una lengua desconocida en el entorno que
describe. Lamri, un escritor Argelino inmigrado en Italia, reflexiona sobre este aspecto
en el texto Pellegrinaggio della voce: “escribir en una lengua extranjera es un acto
pagano, porque si la lengua materna protege, la lengua extranjera profana y libera”
(2002:2). La estrategia de la autora es volver a su cultura de origen, con una lengua y una
forma narrativa desconocida, el catalán literario y la novela, para espiar lugares
prohibidos. Los imazighen que representan el 40% de la población de Marruecos hablan
el tamazich, conocido solo a través la cultura oral, porque su escritura se perdió en casi
todos los territorios tamazighnofonos.

Si bien algunos antropólogos y lingüistas advierten que el uso del alfabeto imazighen, el
Tifinagh, data del siglo II de la era cristiana, lo cierto es que el uso del tifinagh se perdió
posteriormente en casi todos los territorios tamazightofonos, siendo mantenido

125
únicamente por los tuareg para transcribir su idioma, el tamasheq. A finales del siglo XX
varias instituciones culturales imazighen han recuperado y reformado el tifinagh para
transcribir diferentes variantes de lengua tamazight que carecían hasta hoy de norma
escrita (Ricci, 2010: 46).

La lengua y cultura catalana permite entonces, a la autora, tener los capitales culturales
necesarios para ser invisible, ver y espiar sin ser vista, utilizar la escritura en la tierra de
la oralidad. Estos aspectos se conectan, no solo con la cultura oral amazich de una familia
del norte de Marruecos, sino también con su raigambre musulmana. Algunos estudios
como el de Brett y Fentress, The Berbers (1996) demuestran como en la región amazich
rifeña hay más fieles al islam y con más raigambre que la región árabo-hablante. El tema
de la invisibilidad, está fuertemente asociado con el poder de la mirada en la sociedad
musulmana (Roca, 2004). La mujer, que es objeto de la mirada, se trasforma a través del
poder de la narración, en sujeto. Es en este juego de poder, a través de una lengua y cultura
desconocida en su comunidad de origen, que la narradora con su invisibilidad se trasforma
en voyeusse, enfrentándose al poder machista de la mirada (Segarra, 2010). El derecho
de la mirada, permite a la voz que narra y a su ojo invisible entrar en la intimidad del
hombre, es decir, despojar el protagonista masculino, el patriarca Mimoun, de su poder
machista y espiarlo sin ser vista. La narradora, que en toda la primera parte de la obra no
aparece como personaje, se enfrenta a diferentes relaciones culturales. Por ejemplo, se
relaciona a través de la escritura, con las mujeres de su comunidad de origen, que
trasmiten un conocimiento oral. La voz de estas mujeres, vinculadas a la comunidad y a
la memoria como tradición heredada y compartida, se traduce con otra forma narrativa,
es decir, el género narrativo de la novela que se desvincula de la comunidad y se re-
articula con la rememoración como unidad de una sola vida (Benjamin: 2010).

El dia no va començar amb cap singularitat; era un dia com qualsevol altre. Fins i
tot si les grans senyores embolicades de teles blanques que se solen fixar en
aquesta mena de coses haguessin d’explicar que feia preveure aquell naixement
no haurien pogut apuntar cap cosa extranya (El Hachmi, 2008:11)

Tots el remeis que les àvies de l’epoca li havien recomenat. I no vagis a festes on
les mirades de les més geloses podrien fer canviar el sexe del nadó (El
Hachmi,2008,12).

126
Va córrer a cridar la sogra i va dir-li que no li feia mal res, però que ja anava xopa
de dalt a baix. Un mal auguri. (…) Un mal auguri, filla, els nens que neixen sense
dolor. Si no et fan mal en néixer, te n’han de fer la resta de la vida (El Hachmi,
2008, 13).

La narradora aprovecha un conocimiento compartido, el conocimiento que regula la vida


de una sociedad rural pero lo utiliza a partir de su punto de vista particular, encontrando
en la novela un espacio privado que no pertenece a la comunidad. La escritura y la
representación literaria de este mundo tradicional, permiten un distanciamiento por parte
de la autora. Como afirma Dyserink (2003), el estudio de la alteridad en la literatura, no
consiste en sustituir una imagen equivocada de un país a una justa, sino evidenciar la
complejidad inherente a tales ideas. Es justo esta complejidad que cabe analizar, es decir,
ver como una escritora de origen inmigrante vuelve con su imaginación y su
representación literaria, a su cultura de origen y a su pueblo. Entrar en esta realidad,
irrumpir a través el yo narrativo, donde una mujer tiene su punto de vista singular y
privado impone a la autora un proceso de transculturización entre la voz de la comunidad
femenina amazich y la voz de una joven mujer crecida en Europa.

Este viaje imaginario hacia el pasado, separa la novela en dos parte, el antes y después la
reagrupación familiar de la familia Driuch, aunque en toda la narración la voz que narra
e imagina es la de una hija de inmigrantes marroquíes. Pero lo que cabe mencionar es el
leit motiv de este regreso imaginario a su cultura de origen, que es el centro del
avenimiento narrativo, es decir la condena del patriarcado. El lector que sigue el viaje de
la narradora, desde el norte de Marruecos hacia Cataluña, no puede saber quién es la voz
que narra en toda la primera parte, esta invisibilidad ofrece todavía más poder a una
narración que intenta entrar en los aspectos más prohibidos y ocultos para la mirada de
una joven en una comunidad con fuertes raigambres en el islam. Este aspecto está presente
tanto en las descripciones eróticas del patriarca Mimoun, por ejemplo con la descripción
de la pérdida de la virginidad con la prima Fátima, como en el suceso secreto y oculto,
que es la violación sufrida por parte de su tío cuando era pequeño. Para entender cómo se
articula la representación literaria de la experiencia migratoria de la familia Driuch y
cómo se negocian y se ponen en relación diferentes formas narrativas y lenguas, creando
un producto cultural complejo como la novela, se debería analizar cada etapa de este
proceso migratorio y el mapa imaginario dibujado en la novela. La primera etapa es el

127
nacimiento del patriarca Mimoun y la última la reagrupación familiar, pero entre estas
dos grandes etapas, hay tres etapas intermedias, como se muestra en la siguiente tabla:

Cuadro n. 10 Avenimientos y lugares representados

Avenimiento Lugar representado

1. Nacimiento del patriarca Mimoun Pueblo rifeño del norte de Marruecos.

2. Primer intento de emigrar del patriarca Mar Mediterráneo, Ciudad de Barcelona

3 Retorno del patriarca al pueblo rifeño Pueblo rifeño del norte del Marruecos

4. Segundo y definitivo proceso migratorio Pequeña ciudad de la provincia de


hacia España Barcelona, probablemente Vic.

5. La reagrupación familiar Pequeña ciudad en la provincia de


Barcelona, probablemente Vic.

Cuadro de producción propia.

La autora se relaciona con la primera etapa, ambientada en el Rif, con un encuentro no


solo entre dos formas narrativas sino entre tres lenguas. Si la forma narrativa oral de la
cultura amazich se relaciona con el catalán, a través de un proceso de transculturación
narrativa, el árabe escrito mantiene ciertas resistencias y las palabras de esta lengua que
la autora no traduce intencionadamente, subrayan la representación de un orden cultural
difícilmente traducible. El árabe aparece como una lengua que no puede ser traducida
cuando se refiere a categorías normativas que se reparten en tres órdenes relacionados
con la cultura musulmana: el orden espiritual, familiar y del tiempo. En la página 20
aparece la primera palabra árabe, que se refiere a una figura mítica de la cultura
musulmana que es el Djin. La palabre djinn (‫ )ج ن ي‬a partir de su raíz árabe significa

"escondido, oculto", el verbo es janna "esconder, ocultar". (Esto no se debe confundir


con el Jannat palabra árabe que significa "paraíso"). En el Islam, los djinn son una raza
de seres espirituales que pueden ser buenos o malos. Los musulmanes creen que el mal
djinn a veces puede poseer seres humanos, como algunos cristianos creen que los
demonios pueden poseer a las personas.

128
Que què t’has cregut, que després de tot el que t’havia costat de tenir un fill
mascle, faràs que de l’ensurt se li endugui un djin l’ànima i no la hi torni mai més
(El Hachmi, 2008:20).

El mundo amazich tradicional con sus raigambres en la religión islámica se contrapone a


la mirada moderna europea, con la representación de un horizonte donde las fuerzas
sociales y naturales no son controlables. La contraposición de este mundo mágico con el
mundo racional es un elemento central en la lectura poscolonial de la alteridad en esta
obra. Es con la irrupción de la palabra djinn que se re-articulan en la novela dos órdenes
culturales opuestos, la mirada racional y secularizada que mueve la voz narrativa de la
narradora y el mundo mágico de la cultura amazich que atribuye a esta novela un elemento
de originalidad y distinción. La segunda palabra que la autora no puede traducir, ni
literalmente ni culturalmente, es Azizi en la página 21 que se refiere al orden familiar.

Si vols que t’acabi respectant i et digui Azizi, ja pots imposar- t’hi (El Hachmi,
2008:21)

Azizi es un apelativo de respeto y jerarquía que utilizan los hermanos pequeños con los
grandes, este apelativo es indicador de la estructura del orden familiar que irá cambiando
después el proceso de reagrupación familiar en Cataluña. Otra palabra que se refiere a
este orden es Lalla, apelativo respetuoso que dan las jóvenes esposas a las suegras.

La mare segurament va dir, lalla, ja fa molt que el blat és en remull (El Hachmi,
2008:111)

El otro orden al cual hace referencia la autora, es el del tiempo. El orden del tiempo
secularizado se contrapone al orden del tiempo regulado por el calendario islámico.

Quan l’àvia la va veure devia dir: què has fet boja, amb els teus cabells? No es ni
aixura i et talles els cabells (El Hachmi, 2008:56).

Aixura es el mes del calendario musulmán durante el cual es tradición cortarse el pelo,
por esta razón la elección de un gusto estético, como el corte de pelo, para las mujeres

129
representadas en este lugar rural, son controladas por un orden religioso. Todos estos
órdenes, espiritual, familiar y del tiempo, que regulan la vida de los personajes cambian
cuando la familia Driuch emigra hacia Europa. Cuando la narración es localizada en tierra
española, desaparecen casi totalmente las palabras árabes y las referencias a la tradición
oral tamazich. Cuando la voz narradora aparece como personaje y cuando la familia
Driuch se traslada a una pequeña ciudad catalana, la protagonista se convierte en el testigo
de un proceso de traducción de una cultura a otra, de una lengua a otra. Durante este
proceso la joven hija de inmigrantes, pierde las coordenadas morales y religiosa de la
lengua árabe e intenta mantener su fe musulmana pero con la lengua catalana. Es en esta
última parte donde las dos culturas se enfrentan y se traducen, porque como afirma Vidal
Claromonte (2012:249):

Las identidades que aparecen en L’últim patriarca son sujetos que desde luego no
son puros sino que están en permanente traducción porque, como nos recuerda
Cronin la condición del migrante, es el de un ser traducido que se mueve desde
una lengua y cultura hasta otra meta, de tal forma que la traducción se produce en
el sentido físico del movimiento pero también en el simbólico entre un mundo y
otro.

La protagonista reza en catalán traduciendo simbólicamente aquel mundo musulmán-


arabe-amazich a otra lengua pero también a otro orden cultural.

Déu meu, fes que el pare torni al bon camí, però ho deia en la llengua de la capital
de comarca perqué en la llengua dels musumlans jo no hauria sabut com dir-ho
(El Hachmi, 2008: 226).

Cuando la narración se articula en territorio catalán, el mundo de la sociedad de llegada,


es descrito a través de un lenguaje que descubre un nuevo universo lingüístico, con la
ayuda de una enciclopedia. El aprendizaje letra por letra de la A a la Z, de la enciclopedia
catalana acompaña el fin de algunos capítulos de la novela, a partir del cuarto de la
segunda parte.

Jo ja devia anar per la B. Baador era un adjectiu i baare un altre adjectiu mentre
que baba ja era un terme infantil per àvia i no pas el que et ragalima per la comisura

130
dels llavis quan dorms ni el que et cau. Jo tot això no ho entenia, però ho llegia
igualment, per veure com sonava (El Hachmi, 2008:234).

En el capítulo 27 de la novela acaba el viaje imaginario a través la enciclopedia.

Zum-Zum, una onomatopeia, Zurvanisme, un terme massa complicat. Zwitteriò,


denominació genèrica del compost d’estructura betainica (El Hachmi, 2008).

El capital lingüístico literario de la autora, no hace solo referencia a una transculturación


entre formas y lenguas, sino también entre dos referentes, de la literatura local y mundial.
El uso del catalán como capital lingüístico literario define la posición de la escritora a
través de una doble dimensión intertextual. Para Najat EL Hachmi utilizar este idioma
significa también tener una referencia importante con la literatura catalán, en particular
con Merce Rodoreda. La autora de La Plaça del Diamant (1962) utiliza el catalán con un
discurso literario que representa la oralidad del pueblo. En el L’últim patriarca (2008)
como afirma Ingenschay (2010) está presente una clara imitación estilística a Rodoreda.
También se menciona en el texto una de sus novelas, relacionando con el avenimiento
narrativo de su historia con el de Mirall trencat (Rodoreda, 1968).

Ho diuen a Mirall trencat i a altres històries i en aquest cas vas ser a l’inrevés, va
ser la tragèdia de la mort tan a prop que no va deixar res per dir (El Hachmi,
2008:316).

El otro elemento intertextual se refiere al título del capítulo 15, Una casa en un passatge,
no passa a Mango Street. Su conocimiento, su estilo, su lenguaje, encuentran una raíz en
la literatura catalana con claras referencias a Mercé Rodoreda pero también buscan alas
en la literatura de la inmigración, haciendo una clara referencia a la escritora chicana
Sandra Cisneros. La clara comparación que hace la autora es con la novela The house in
Mango Street (1989). Si con el catalán literario de Rodoreda la escritora intenta ocupar
una posición estratégica para una inmigrante en el campo literario local, con la referencia
a Sandra Cisneros, se declara la raíz transcultural de lo obra. Esta raíz pone la autora en
contacto con una tradición consagrada de la literatura local escrita por mujeres, como en
el caso de Rodereda, pero también con una nueva realidad consagrada en el campo
literario transnacional, donde autoras como Sandra Cisneros, ocupan un espacio

131
compartido y reconocido para la mujer inmigrante en la literatura mundo. Este espacio ha
utilizado la categoría del hibrido como marca estilística pero también como carta
ganadora para acceder al campo. Imitar solo a Rodoreda sin declarar su identidad
inmigrante en referencia a Cisneros, habría podido comportar no solo la invisibilidad sino
también el rechazo por parte del polo dominante. Por esta razón, en el curso de esta
sección he intentado argumentar que detrás del concepto de hibridez como suma de
lenguas y culturas, hay que considerar el universo separado de relaciones de poderes que
caracterizan el campo literario, sometiendo los procesos de producción culturales a sus
exigencias y reglas. Vertovec (2001:10) afirma que el fenómeno de productos culturales
híbridos es debido al sincretismo y elaboraciones de más de una herencia cultural, este
aspecto es más evidente en los jóvenes que crecen en contacto con diferentes campos
culturales, como los inmigrantes de segunda generación. De todas formas el campo
literario transforma estas herencias y las pone en posiciones jerárquicas, como en el caso
del L’últim patriarca. El capital literario catalán-europeo, es el capital necesario para
acceder a una posición central en el contexto local pero será la herencia de la tradición
oral y los contendidos exóticos y eróticos (que desde Sherazade acomuna la voz narrativa
femenina del mundo árabe) que ofrecerán un elemento de originalidad y distinción.

De todas formas los procesos transculturales de esta novela no deberían ser enfocados
solo en los movimientos entre el polo de la novela catalana y la tradición oral amazich,
porque descuidaría la posición de la obra dentro de un contexto más amplio. La referencia
a la escritora de origen mexicana Sandra Cisneros es síntoma de este proceso
transnacional que ha consagrado y atribuido una visibilidad a la producción artística de
la mujer inmigrante, independientemente de su cultura de origen. Cisneros es de origen
mexicano y El Hachmi de origen marroquí pero comparten el mismo habitus
transnacional (Guarnizo, 2003) como escritoras migrantes que se mueven entre la frontera
simbólica de lenguas y culturas y la frontera geopolítica entre naciones fronterizas, como
México y Marruecos. El concepto de habitus transnacional introducido por el sociólogo
Guarnizo (2003:311) hace referencia a las similitudes de los inmigrantes del mismo grupo
social, que ajustan sus prácticas a partir de vínculos transnacionales. Estos vínculos
orientan una mirada con dobles o más orientaciones, del lugar de origen, de lugar de
llegada o de un contexto más global. Por ejemplo, en el caso de El Hachmi su habitus está
orientado en relación al campo, a más orientaciones, con más pertenencias culturales y
literarias. Su referencia no puede ser solo la novela catalana y tampoco solo la tradición

132
oral amazich, porque el fenómeno transnacional de la novela escrita por una mujer de
origen inmigrante ha creado un espacio reconocido en el escenario global. Podemos hacer
numerosos ejemplos que a partir de los años setenta han caracterizados los grandes
cambios globales del mundo literario introduciendo y consagrando la voz de la mujer
inmigrante, por ejemplo, las chicanas Anzaldúa y Cisneros, las de orígenes asiático como
Monica Ali y Zaddie Smith, o las de origen magrebí como Mernissi y Djebar. Todas estas
autoras han creado un espacio que El Hachmi ha sabido aprovechar en relación a un
campo periférico y singular como el de la literatura catalana. Todos estos aspectos
complejos que relacionan este fenómeno literario con un concepto clave como el
transnacionalismo se analizarán en el último capítulo de esta tesis. El otro aspecto que ha
caracterizado esta sección ha sido la comprensión de esta obra en su especificidad de
género, aspecto fundamental que la teoría de Bourdieu descuida, a la hora de analizar la
estrategia de una mujer inmigrante que encuentra en el capital literario, tanto un arma
para ocupar una posición en el campo, como una arma para subvertir el poder patriarcal.
Este último aspecto se analizará con más detalle en las próximas secciones.

5.6. Una solución imaginada en contra del patriarcado

Los procesos de autoafirmación de Najat El Hachmi pasan a través de la ruptura con el


orden preestablecido. El lenguaje como indudable unión entre expresión (lafz) y
contenido (ma’nà) es portador de este orden tanto en la teoría jurídica (fiqh) como en la
ley (shari’a) de la sociedad islámica. Romper el orden significa romper la idea que “laft”
portador de un “ma’na”, es de origen divino. El deseo de la escritora de decretar el fin
de la condena del patriarcado se realiza en el espacio imaginativo de la escritura que
ofrece a la mujer, individualidad y autonomía, secularizando la expresión.

Aquell dia va naixer Mimoum, l’afortunat, el que tindria l’honor de cloure les
generacions i generacions de patriarques destinats a fer del món un lloc ordenat i
decent. Amb ell s’acabaria per sempre la condemna del patriarcat (El Hachmi:
2008:14).

133
El leit motiv, desde el título de la novela, es la ruptura de la línea sucesoria del Patriarca.

El fet es que Mimoun marca la finalitzacio abrupta d’aquesta linea successoria.


Cap més fill seu no s’identificarà amb l’autoritat que el precedia ni intentarà
reproduir els mateixos esquemes discriminatoris i dictatorials (El Hachmi:
2008:12).

La ruptura del orden de una visión mítica del mundo sostenida en la relación arbitraria de
dominación masculina (Bourdieu: 2006), que caracteriza la sociedad androcéntrica, se
cumple a través la fuerza performativa de la palabra. Todas las magias que se mueven
alrededor de la familia Driuch se refieren al nacimiento del primer hijo. En esta parte es
central el elemento patriarcal, donde el “Mal auguri” seria el nacimiento de una hija en
vez de un hijo varón.

A ella, en el fons, no li devia fer res que fos nena. Però què faria quan totes les
noies haguessin anat a parar a casa d’altes i allà hi criessin la seva descendencia,
i els fills d’elles ja no recordessin el seu llinagte? Segurament tot això del llinatge
li era igual, però la soledat. La veïna –cunyada ja tenia dos fills mascles. Ella fins
al moment, havia fracassat com esposa, no havia acomplert l’objectiu principal
(El Hachmi, 2008: 14).

Sería conveniente subrayar como el patriarcado se mueve a través del eje de dominación
generacional, donde la fuerza social no controlable domina la joven esposa embarazada.
C. Lacoste Dujardin (1988) subraya en sus estudios etnológicos, las contradicciones del
patriarcado que se mantiene a través las mismas mujeres que detienen el poder de la
dominación social sobre las otras mujeres más jovenes. El “llinatge” que sustenta el
patriarcado está protegido por las mujeres que son como afirma Lacoste Dujardin: “los
apóstoles celosos de este domino masculino, los artesanos, de su reproducción, resulten
ser la mismas mujeres: las madres.” (Lacoste Dujardin, 1988:123). En la novela “los
apóstoles celosos de este dominio masculino” no es solo la madre sino todas las mujeres
que rodean al patriarca Mimoun: sus tías, sus hermanas, su mujer.

134
Molts dels èxits del gran patriarca no s’explicarien si no fos per les dones que
l’han envoltat sempre i que li treien –i encara li treuen – les castanyes del foc:
l’àvia, les tietes, més tard, la mare” (El Hachmi, 2008: 98).

La narradora en su intento de romper con el orden patriarcal se pone en una posición de


contraste generacional muy fuerte con estas mujeres, poniendo el eje de dominación
generacional en el mismo nivel que el eje de dominación sexista. La dominación social
no controlable del patriarcado se desvela en su doble y compleja articulación.

Era així que Mimoun aconseguia sempre que le dones de la seva vida l’anessin
convertint en patriarca (El Hachmi, 2008:99).

En la primera parte de la obra, los vínculos patriarcales pertenecen el dominio de una


sociedad tradicional con la protección de una comunidad y religión incluyente. En la
segunda parte, el proceso migratorio cambia esta relación. La madre de la narradora sufre
y reproduce de manera resignada estos vínculos y empeora su situación de víctima sumisa
después del reagrupamiento familiar en Cataluña. La falta de capital cultural de la familia
Driuch, no permite construir una identidad flexible a los cambios debidos al proceso
migratorio. Los personajes siguen reproduciendo los mecanismos de dominación
patriarcal sin las coordenadas morales de su comunidad. El orden natural del mundo
patriarcal rifeño se transforma primero con el proceso migratorio del patriarca Mimoun y
después con la reagrupación familiar. La sociedad rural donde crece el padre de la
narradora es una sociedad jerárquica, donde el islam tiene una fuerte consistencia (Ricci,
2001). En los estudios de Bourdieu sobre la dominación masculina, se muestra como en
las relaciones materiales y simbólicas entre los géneros, es la violencia simbólica junto
con el imaginario social, las causas de la dominación masculina (Bourdieu: 2006). El
desvelamiento de la arbitrariedad de la división sexual de los planos sociales, pasa a través
la deconstrucción de los tropos que legitiman la violencia simbólica. El cuerpo
enlazándose con la palabra es un portador de signos que determina cambios sustanciales
en la evolución de la novela de la escritora amazich-catalana (Ricci: 2010). El habitus
corporal femenino de la protagonista de L’últim patriarca (2008) está caracterizado por
el Hijab, símbolo-frontera de la novela. Cristian Ricci (2010) sostiene que se podría leer
esta novela a partir de las teorías poscoloniales del velo. Estas teorías las trata también
Fatima Mernissi en el texto El miedo a la modernidad: Islam y democracia (1992).

135
¿De qué hablamos cuando utilizamos la palabra velo?
Como sostiene Mernissi (1992) el Hijab no puede ser reducido a un foulard que los
hombres han impuesto a las mujeres, esta concepción significa cambiar el sentido y
despojar su esencia. Esta imagen que las culturas europeas han construido sobre el hijab
podemos leerla a través de los procedimientos del análisis discursivo de Foucault (2013)
y de Said (1979). El hombre occidental lee y construye una imagen del hijab reducida.
Esta construcción que el discurso de poder eurocéntrico hace del velo, lo desplaza de su
lugar sacro y de sus tres dimensiones: la visiva, la espacial, la ética (Mernissi, 1992).
Pensar que el Hijab está relacionado solamente con la dimensión material de la
prohibición visiva de la mujer, esconde su complejidad.

En la novela está presente un proceso de doble deconstrucción dialógica; la


deconstrucción de la etnicidad (la imagen de la mujer musulmana) impuesta
arbitrariamente por el país de llegada y la deconstrucción del discurso patriarcal como
vehículo ideológico de dominación. Podemos dividir este proceso en dos partes. En la
primera, el Patriarca Mimoun, obliga a la hija a quitarse el velo para mostrar su
asimilación de la cultura europea. La hija llevará el velo para contradecir las obligaciones
del padre que son también las obligaciones de la cultura asimiladora. En la segunda etapa
de este proceso, cuando la narradora contrae matrimonio, se ve obligada por parte del
padre a ponerse el velo. La hija, en este caso, se colocará el velo solo cuando visita a sus
padres, para contrastar en este caso las obligaciones del padre, que son también las
obligaciones de la cultura patriarcal. ¿Qué fuerzas regulan las normas de vestimenta de
las narradoras? La fuerza asimiladora y de dominación determinan estas normas dando
vida a una doble subordinación.

Se ha constituido en un elemento fundamental de la subordinación femenina y del


ejercicio del poder masculino y colonial”. Pero se trata de una doble subordinación: en
contexto musulmán regula los cuerpos de las mujeres, separa a las “buenas” de las
“malas” musulmanas, incluso a las “patriotas” de las que no lo son; y en contexto
occidental, se decide desde afuera, regulando la norma vestimentaria de la mujer de
culturas que se ven “ajenas (Ángeles Ramírez García, 2011:160).

El contexto occidental que determina la primera elección del patriarca de obligar a la hija
a quitarse el velo, responde a la misma lógica de subordinación que el contexto

136
musulmán. El velo no es solo una frontera étnica sino generacional. La narradora usa el
velo como un signo ideológico distintivo de su ruptura con el padre. En esta obra
encontramos los elementos distintivos de la literatura de la migración, porque al simple
conflicto cultural, se suman diferentes aspectos que caracterizan el sujeto migrante, como
el aspecto generacional, de género y de clase. La construcción de una identidad
desarticulada de los personajes que superan o deconstruyen las fronteras étnicas de forma
variable, pone a esta novela justo en la frontera entre el sujeto poscolonial y el sujeto
migrante. El Hijab no es solo el símbolo de una lucha cultural, es más bien un símbolo de
una lucha incoherente entra la hija y su padre, que pone en discusión los tropos
construidos sobre este objeto “polisémico”. El sujeto migrante representado por el
patriarca desvela los procesos desarticulados de regreso y huida de los vínculos
comunitarios. El protagonista prohíbe el uso del hijab a la hija para mostrar a la
comunidad del país de llegada su perfecta asimilación, en un segundo caso regresa al
vínculo que lo junta a su país de origen. Estos procesos responden a las temáticas de la
literatura de una autora de origen inmigrante de cultura musulmana, que supera la primera
dicotómica visión poscolonial para entrar en la ambigua variabilidad en qué las
migraciones contemporáneas viven.

5.7 La representación de la mujer inmigrante y sus relaciones con el espacio


social

La negociación identitaria de la narradora en L’últim patriarca (2008) se articula en el


espacio simbólico de la escuela. La escuela es el espacio simbólico y social donde se
encuentra el sistema de “eliminación diferencial” de los estudiantes según su medio de
origen (Bourdieu, 1998). Esta mirada crítica presente en Bourdieu, en textos como La
reproducción y Los herederos, permite introducir el espacio simbólico de la novela: la
escuela, como sistema de cualificación diferencial de la alteridad, a partir de la cuestión
étnica y de clase.

No nos contentamos con decir que el sistema escolar elimina a los hijos de las
clases desfavorecidas: tratamos de explicar por qué pasaba de este modo y, en
particular, cuál era la responsabilidad, la contribución —por qué la palabra
responsabilidad es ya normativa—, cuál era la contribución que el sistema escolar,

137
y por ello los enseñantes, aportaban a la reproducción de las divisiones sociales
(Bourdieu, 1998:56).

La división social que se reproduce en este espacio narrativo, tiene en cuenta la mirada
de clase, pero hay también una intersección con la división étnico-cultural. La narradora
representa su primer contacto con el entorno escolar a partir de la página 273.

El primer dia ens van fer anar a la sala d’actes i allà van dir les llistes de cada grup.
Tothom va riure quan van dir el meu nom, que el van dir tan diferent que jo no sabia ni
que fos jo. És clar, en aquell lloc no hi estaven acostumats, a gent com jo. Era l’única de
la classe que feia batxillerat, tota sola sense ni el noi dels ulls crema que havia de ser amb
mi, sempre, sense l’espai que dominava, ni la gent que havia vist durant tants anys. Als
simples els tocaria d’anar a fer formació professional. Allà és on hauria d’haver anat a
parar, com la resta dels meus, dels com jo, i jo que havia trencat lleis no escrites i havia
decidit que no volia ser ni auxiliar d’infermeria, ni administrativa de Grau u, ni mecànic,
ni electricista (El Hachmi, 2008:273).

La encarnación de clase de la protagonista de L’últim patriarca (2008) hace referencia a


un escaso capital cultural que le limita el desarrollo del habitus escolar, no solo por
cuestiones relacionadas con su cultura marroquí, sino además por una cuestión de clase
social. La narradora llega a sentirse en la misma situación desfavorecida de las otras
compañeras autóctonas de clase pobre.

Si fot, sí, que a casa meva passen les mateixes coses que a les vostres, encara que
ho vam saber molt abans de verbalitzar. A casa meva perquè erem inmigrants, a
casa de l‘amiga perche eren pobres (El Hachmi, 2008:274).

En esta parte de la novela podemos ver como la ascendencia étnica como factor limitante
del desarrollo del habitus escolar tiene el mismo peso que la ascendencia de clase. Hay
diferentes estudios sobre la percepción de la “marroquinidad” en el espacio social escolar.
Autores como Pamies, Carrasco y Aparacio analizan las representaciones del colectivo
marroquí en el espacio escolar, como una de las percepciones más problematizada.

Esta construcción problematizada es compartida por buena parte de la comunidad


educativa en Cataluña -administración, profesorado, familias y el propio alumnado

138
autóctono- y marca a los chicos y chicas de ascendencia marroquí delimitando las
posibilidades de su escolarización. (…)Este “problema” implica la consideración de esta
distancia cultural como un déficit, que se convierte en factor explicativo del fracaso
académico de este alumnado, al actuar como freno para el éxito a la vez que contribuye a
disminuir el del grupo clase (Pamies, 2006:101).

La narradora en la novela presenta tres factores contrastantes sobre los límites de su


desarrollo escolar. El primero es el factor de clase, el segundo el factor cultural, el tercero
el factor de género. El segundo factor está representado a través de la autoimagen de la
protagonista sobre su ascendencia étnica y la hetero-imagen percibida por porte del
entorno escolar. La escuela está representada como un espacio reproductor de las
divisiones sociales, donde el proceso de asimilación percibido por parte de la
protagonista, se mueve en dos ejes: la presión asimiladora del espacio institucional y del
mundo juvenil (los compañeros). La distancia y el choque cultural percibido en este
espacio están reflejados en las relaciones familiares de la narradora, empeorando los
conflictos generacionales. El habitus de la protagonista reproduce los conflictos de una
hija de inmigrantes magrebíes respecto a las normas vestimentarias. La norma
vestimentaria impuesta dentro del mundo juvenil autóctono en la escuela, choca con la
norma impuesta por parte de su familia.

Que hi havia de fer si el meu cul creixia i creixia? Res, buscar talles més grans,
llavors em sobrava un pam de cintura. Busca jerseis més llargs, camises més
llargues i et deixarà tranquila, deia la mare. Pero per aquella època tot el que era
llarg era de iaia i jo hauria preferit morir que presentar-me així a l’escola (El
Hachmi, 2008:253).

La presión asimiladora de la escuela se contrapone a la presión familiar. La relación de


dominación cultural de la cultura catalana-española-europea respecto a la minoría
amazich y la emancipación de los vínculos patriarcales encuentran en esta parte de la obra
un punto de ambigüedad. La escuela como institución está representada como
reproductora de las divisiones sociales, pero a través la figura clave de la profesora,
consejera y amiga de la joven protagonista, los capitales culturales distribuidos en este
espacio sirven como instrumento de emancipación de los vínculos patriarcales. La
protagonista encuentra en el conocimiento y en el aprendizaje aunque asimiladores, una

139
instrumento emancipador. La profesora es el personaje que determina el mayor
distanciamiento respecto a la figura paterna.

A la clase em deien pilota perquè era l’única alumna que anava a passejar amb
una professora, però no sabien que si no hagués estat per tot el que ella m’aportava,
pels horitzons nous que m’oferia, jo m’hauria mort, potser no per fora, pero per
dins sí.(...) El problema estava en la disposició dels tres: ella, ell i jo” (El Hachmi,
2008:254).

Las motivaciones que determinan el distanciamiento generacional del personaje de


Mimuon respecto de sus padres (los abuelos Driuch) son diferentes a los de su hija.
Podemos ver como el inmigrante de primera generación, el patriarca, intenta distanciarse
de su cultura de origen solo por cuestiones económicas, sin tener en cuenta aspectos
culturales. El ascenso social perseguido por la hija del patriarca se mueve en la búsqueda
de un mejor capital cultural que determina un distanciamiento y conflicto generacional.
Los dos personajes centrales y en constante conflicto, el patriarca y su hija, buscan
capitales opuestos en la sociedad de llegada, determinando diferentes distanciamientos
generacionales. Mimoun a diferencia de su padre, un campesino de los territorios rifeños,
intenta acceder a través de la inmigración a un mejor capital económico. La hija de
Mimoun, inmigrante de segunda generación, a través de la instrucción se distancia de
todas las mujeres de su familia, que ven en el matrimonio la única ocupación posible.

Les tietes van riure totes, que thotom es casa tard o d’hora, dona, no pots quedar-
te per vestir sants. No em penso casar ni ara ni mai. I elles a riure i riure perquè
no podien entendre que algú pogués tenir una alternativa al matrimoni (El Hachmi,
2008: 251).

Como se puede ver en esta obra, hay una intersección de los factores generacionales, de
género, culturales y de clase que producen efectos específicos. Las dos generaciones
representadas, siguen diferentes cambios generacionales, i buscan diferentes capitales a
partir del proceso migratorio. Las diferentes marginalidades que vive la protagonista, por
ser una mujer, de origen inmigrante, de cultura musulmana, de clase pobre se relacionan
con la escuela como espacio simbólico. Como afirmaba la escritora inglesa Virginia
Woolf (2008), la marginalidad de la mujer no está solo relacionada con el sistema

140
patriarcal sino también con la distribución desigual del conocimiento. El desafío de la
autora británica era el de buscar una solución simbólica contra el patriarcado y las
desigualdades del sistema educativo. En el caso de L’últim patriarca, estas desigualdades
se relacionan con la condición de la protagonista, una mujer inmigrante de cultura
musulmana, por esta razón los feminismos occidentales no son capaces de interconectar
estas marginalidades. La solidaridad feminista occidental no reconoce la especificidad
de este sujeto, a causa de su naturaleza eurocéntrica y representa la mujer inmigrante
como sujeto monolítico, con sus identidades asignadas por el sistema diferencial del
discurso dominante occidental (Yuval Davis, 1992). La protagonista de la novela es un
sujeto complejo, ambiguo y contradictorio que nos ayuda también a repensar el concepto
bourdiuesiano de habitus, como un instrumento teórico que necesita orientarse hacia la
pluralidad más que a la unicidad (Lahire, 2004). El habitus de la escritora es un habitus
migrante pero no es homogéneo, porque no corresponde a una relación mecanicista entre
su condición económica y social y sus prácticas culturales. Para entender los mecanismos
de subalternaidad representados en la novela, las formas de exclusión y diferenciación,
tenemos que sustituir la monolítica categoría de mujer inmigrante con una categoría de
sujeto plural, donde entran en juego también la generación, la clase social, la comunidad
étnica. En este caso, analizamos la representación del espacio simbólico de la novela, en
relación a la posición en el campo de poder del personaje femenino como sujeto plural.
La joven protagonista, está en una posición subalterna respecto al sistema escolar pero a
través de los capitales disponibles en este entorno se enfrenta a su posición subalterna
respecto al sistema patriarcal de su familia. En el esquema de abajo se clasifican las tres
marginalidades representadas en la novela.

141
Cuadro n. 11 Marginalidades representadas en la novela

Entnico-cultural Clase Genero

•subalternidad en el •falta de recursos •subalternidad en el


entorno escolar económicos y seno de la familia
culturales
•sublaternidad
•colectivo migrante •necesidad de relacionada con la
problematizado acumular capital generacional, que la
desde zero distancia tanto de
su padre como de
su madre

Esquema de producción propia.

Bourdieu (1995:52) observa en la obra de Flaubert, La educación sentimental, como una


experimentación sociológica donde cinco personajes “son lanzado en un espacio como
partículas en un campo de fuerzas”. También en la obra de El Hachmi, es posible observar
esta experimentación sociológica, con los miembros de la familia Driuch. El padre, la
madre y la hija-narradora, se relacionan al campo de poder no a partir de las posibilidades
que ofrece sino a partir de todos los espacios inaccesibles debidos a sus condiciones
sociales. Si la madre excluida totalmente de todos los capitales disponibles, no es
portadora de ninguna ambición social, el padre y su hija, personajes en constante
contraposición son portadores de ambiciones. Los dos personajes contrapuestos por las
relaciones de poderes bien definidas en las divisiones de los roles de género, se mueven
de formas diferentes en la búsqueda de los capitales que permitan alimentar sus
ambiciones. El padre, heredero masculino de una familia de clase pobre de la sociedad
rural amazich, está autorizado a arriesgar su herencia para una mejor búsqueda de capital
económico. La hija, por su condición femenina, no hereda ningún capital de su familia,
además los capitales que va buscando la distancian de ella. La gran contraposición de
valores se encuentra en los espacios sociales donde la protagonista se mueve: la familia
y la escuela. En el seno de una familia de inmigrantes marroquíes en una pequeña ciudad
catalana, se reproducen relaciones patriarcales de dominaciones, entre el padre y la madre,
142
pero también entre el padre y su hija. Si la madre acepta esta condición como natural,
perpetuando la violencia simbólica de una cultura patriarcal, su hija se rebela utilizando
la educación y la búsqueda de un mejor capital cultural como arma de esta rebeldía. La
escuela es el lugar donde adquiere estos capitales, aunque en la misma escuela se
reproducen otros tipos de dominaciones, como la dominación asimiladora que estigmatiza
la mujer marroquí. La protagonista, a partir de su origen y de su manera de ser, busca las
posibilidades que le asigna el campo, pero no ve ninguna posibilidad que pueda
aprovechar a partir de los capitales heredados por su familia.

Con este último aspecto es posible comprender la objetivación del ser de la escritora en
relación con la representación de la protagonista femenina de la obra, es decir, lo que
separa y acomuna El Hachmi y la protagonista sin nombre. Bourdieu en el análisis de La
educación sentimental, observa las posiciones del protagonista Frédéric y la estructura
del espacio social en el que su propio autor está situado. La profundidad sociológica de
este análisis reconoce las diferencias entre el protagonista y Flaubert. El protagonista
Frederic encarna al joven escritor que en el interior del campo social, por temor al fracaso
no es capaz de elegir una estrategia clara de posicionamiento, no es capaz de elegir y jugar
su carta. Flaubert al contrario de su personaje, conoce como pocos escritores el campo
literario y por esto elige este campo como fuente de todas sus motivaciones.

Flaubert se separa de Frederic, de la indeterminación y de la impotencia que lo


definen con el acto mismo de escribir la historia (Bourdieu, 1995: 52).

Esta elección caracterizará la posición de un escritor que considera el arte mismo el


horizonte último de sus intereses, que Bourdieu analiza como emblema del arte por el
arte. “El poder de la escritura” separa Flaubert de Frederic. Aunque de forma muy
diferente, es posible analizar este aspecto en la separación entre El Hachmi y la
protagonista de su novela. En L’últim patriarca se puede reconocer esta diferencia, ya
que si la protagonista no es capaz de encontrar una solución para superar sus
marginalidades, la autora, a través de la escritura, intenta negociar los conocimientos que
la experiencia migratoria le ha ofrecido, para trasformar la marginalidad en recurso. La
escritora va en la búsqueda de una doble herencia cultural, que reconoce la cultural oral
amazich que heredó de su madre, aunque lejana del polo dominante, como un elemento
importante de su escritura. La autora se relaciona artísticamente con la experiencia

143
migratoria de forma más autónoma cuando utiliza su conocimiento lingüístico, es decir
la doble herencia cultural fruto de su habitus transnacional (Guarnizo, 2003), en función
del arte, cuando es capaz de negociar la migración como un capital cultural más que una
marginalidad social. En la novela este aspecto se observa cuando la autora representa una
comunidad oral a través de la escritura, poniendo en contacto estas dos herencias y
rearticulando el catalán con la intromisión del árabe y del tamazich. Después este aspecto
se observa, en el acto de traducción permanente en la segunda parte de la novela, cuando
la narradora traduce su cultura de origen en el universo lingüístico y cultural de la
sociedad de llegada. Se observa también que la autora se relaciona de forma más
heterónoma con su práctica artística, cuando la migración utilizada como marginalidad
estratégica la obliga al compromiso social, condenándola a la incapacidad de alejarse
totalmente de la sociedad. La autonomía artística, considera que el arte es más autónomo
cuanto más se aleja de las imposiciones sociales. Es esta resistencia que falta en la obra
del El Hachmi cuando se observa la necesidad de aceptar el monopolio cultural que asocia
la mujer inmigrante a un inevitable y directo compromiso social. La violencia simbólica
en el acto de aceptar este monopolio cultural, limita su producción artística porque cuando
la novela se convierte en un instrumento de emancipación social deja de ser un
instrumento de emancipación artística que permite moverse, experimentar, encontrar en
la palabra su canal de liberación de los vínculos sociales.

El monopolio cultural del feminismo occidental ha limitado la producción literaria de la


escritora inmigrante de cultura musulmana, cuando ha asociado el valor de su producto
más a su función social que a su función artística. Esta función social está regulada por el
polo dominante tanto en el mundo académico como editorial que orienta las prácticas y
paradoxalmente con su intento de liberar y defender la mujer, limita su libertad artística
porque la vincula a un compromiso tan directo con la sociedad. Los intereses típicamente
occidentales sobre la mujer árabe sumisa a su cultura patriarcal y a las posibilidades que
la novela ofrece a este sujeto de emanciparse, no permiten a la novela de ser en sí misma
un hecho social. Este aspecto juega un papel fundamental en L’últim patriarca. El Hachmi
se distancia del personaje subalterno que describe e imagina, para moverse entre
diferentes capitales culturales, utilizando una experiencia y conocimiento para fines
literarios, pero como su personaje está atrapado en una posición marginal, a la hora de
estigmatizar la figura de la mujer inmigrante que el polo más heterónomo del campo
trasforma en un brand vendible en el mercado editorial.

144
5.8 Conclusión

Durante la realización de este capítulo, he dejado abierto el diálogo con una gran herencia
teórica de la sociología de la literatura, la teoría del campo literario. Como todos los
mapas teóricos y conceptuales, este instrumento ha servido tanto para moverse a partir de
su marco como para distanciarse de él. Las nuevas aportaciones a esta teoría se han
reflexionado en este capítulo que ha considerado la novela como un laboratorio
sociológico, en particular respecto a la nueva reformulación del campo a partir de sus
relaciones transnacionales (Casanova, 2001; Boschetti, 2010) y del habitus con la
comprensión del sujeto plural y transnacional (Lahire, 2004; Guarnizo, 2003). Pero sobre
todo la gran herencia bourdieusiana se ha podido reflexionar, comprender y afinar, a partir
del L’últim patriarca, porque ha estimulado una reflexión sociológica sobre la misma
sociología de la literatura y sobre la relación entre dos oficios tan diversos y tan similares
como el oficio del escritor y del sociólogo. En este capítulo he analizado L’últim
patriarca, considerando tanto el mapa imaginario que contrapone la identidad de la
protagonista en relación a su lugar de origen, Nador (el Rif marroquí) y el lugar de
instalación (capital de comarca catalana), pero considerando también el mapa del campo
literario (campo catalán y sus relaciones transnacionales con otros campos). No
considerar los dos aspectos, habría producido datos desconectados de las dos realidades
sin comprender como la autora ha trasformado la experiencia migratoria en un discurso
propio de la literatura con sus propiedades, donde las fronteras de la imaginación están
inevitablemente conectadas con el mapa del campo literario. Entonces este proceso ha
considerado como la autora se ha posicionado negociando su condición de sujeto
inmigrante, confluyendo en el centro del contexto local pero aprovechando sus relaciones
transnacionales.

La novela de la inmigración, a partir de su temática y su estética, se ha creado a partir de


las relaciones transnacionales entre diferentes campos locales, que han consagrado y
atribuido a este género un valor. La autora catalana ha aprovechado este fenómeno
conectando una realidad local a una realidad transnacional, entrando en el campo justo
cuando ofrecía posibilidades inherentes a su habitus. Las reglas a las cuales ha tenido que
someterse la autora, no son las mismas que aquellas de cualquier mujer inmigrante
inscrita en otro campo del poder, entonces, las posibilidades o las imposiciones del
universo literario, han orientado una reflexión tanto sobre el poder de la escritura como

145
de sus limitaciones, a partir de la especificidad de género. Esta especificidad analizada
durante este capítulo ha intentado ir más allá dela dicotómica relación mujer-novela,
demasiado explotada por la crítica literaria feminista, para comprender esta complejidad
a partir de diferentes dimensiones, considerando por ejemplo la novela en relación a la
oralidad y al poder de la lengua extranjera a la hora de profanar vínculos patriarcales,
considerando también la mujer inmigrante a partir de su clase social, generación, religión,
comunidad étnica.

146
CAPÍTULO 6. La mia casa è dove sono de Igiaba Scego, un análisis
sociológico de una práctica artístico-cultural

6.1 Introducción a la autora

En este quinto capítulo se introduce a la autora Igiaba Scego dentro del contexto literario
italiano, donde la literatura de los inmigrantes ha sido aún más etiquetada en un género
concreto que en otros contextos europeos, con una marca reconocible por el mercado
editorial. Antes de entrar en el análisis de la escritora y de su novela más reconocida, se
explica tanto el contexto donde se posiciona como las características de su posición
específica. En la primera parte del capítulo, se introduce una contextualización de la
literatura de la migración en el campo italiano. El mapa de la geografía imaginaria
poblada de palabras, interpretada como el mapa de la república de las letras, se dibuja
localizando los distintos contextos nacionales pero también sus relaciones
transnacionales. En este caso se individualiza y se explica la presencia de escritores y
escritoras inmigrantes, en el campo literario italiano y su interconexión con otros campos
nacionales. Después de esta contextualización, se explica por qué la presencia femenina
es mayoritaria respecto a la masculina en el género segmentado de la literatura de la
migración. Una vez introducido este contexto que se produce sobre todo en los años 90 y
en los años 2000, se explica por qué entre diferentes autoras se analiza la novela y la
trayectoria de Igiaba Scego. La cita de más abajo de su última novela Adua (2015),
aunque no es una obra que se analiza en esta investigación, ayuda en este caso a explicar
e introducir esta elección.

Ahemed mi ha abbraciato in mezzo a quel caos capitolino.


E poi mi ha detto: “Ora potrai filmare quello che vuoi, ora potrai narrarti come ti
pare e piace? (Scego, 2015:174).

Ahemed me abrazó en el medio del caos de la capital.


Despues me dijo: “¿Ahora podrás grabar todo lo que quieras, ahora podrás narrarte
como te parezca y te guste?” (Traducción mía).

147
Esta cita es la parte final de su última novela, después de diez años de trayectoria literaria,
Igiaba Scego narra la historia de una actriz, una artista como ella, desvelando en la obra
las dominaciones que no le permiten expresarse libremente. Con esta cita de la novela
Adua, es posible comprender porque esta autora ha sido fundamental para este laboratorio
sociológico, a la hora de comprender si una escritora inmigrante está libre de expresarse
en el campo literario, cuales son las fuerzas y las dominaciones que la vinculan y la
dominan. La trayectoria de Scego (2015) hasta su última novela Adua ayuda a reflexionar
sobre las dominaciones masculinas y coloniales hacia la mujer africana también en el
campo artístico y como una artista sin suficientes capitales culturales y sociales tiene
muchas dificultades para reaccionar. Como se analiza durante el capítulo, aunque en el
caso de Scego están presentes estas dificultades, la particularidad de su habitus le permite
encontrar diferentes formas de reacción o por lo menos tomas de conciencia. Igiaba Scego
nació en Roma, en el seno de una familia de origen somalí. De todas formas su trayectoria
tanto migratoria como literaria, desafían la imagen homogénea que el discurso dominante
impone a la mujer inmigrante. La novela, La mia casa è dove sono (2010) se convierte en
un laboratorio por ser una obra autobiográfica donde se desarrollan, tanto los procesos
que distinguen la singularidad de Scego como autora de origen inmigrante, como las
marcas impuestas por los procesos heterónomos al campo literario que la homogenizan.
En la fase final del capítulo se comparan estos dos procesos distintos.

6.2 Igiaba Scego en el campo literario italiano

En Italia, la literatura de la migración aparece por la primera vez en los años 90,
coincidiendo con la rápida y repentina “cuestión de los migrantes” que los medios de
comunicación y el debate político crearon como caso nacional. El fenómeno de la
migración suscita el interés del debate público mucho después que en otros países
europeos. Este país, que en el pasado fue caracterizado por una fuerte emigración, se
trasforma en los años 90 en un país de intensa inmigración. Cuando la denominada
cuestión de la migración, es decir, la migración como problema, entra en el debate cultural
italiano, empiezan a llamar la atención los primeros escritores de origen inmigrante.
Podemos mencionar tres autores fundamentales, el marroquí Mohamed Bouchane, con la
obra Chiamatemi Alì (1991), el tunecino Salah Methnani en colaboración con el
periodista Mario Fortunato, con Immigrato (1990) y el senegalese Pap Khouma con Io
venditore di elefanti (1990). A partir de los años noventa, la literatura de la migración en

148
Italia, se vuelve cada vez más variada, con autores de diferentes nacionalidades y culturas.
En la mayoría de los casos, a diferencia de otros países como Francia e Inglaterra, para
estos autores la lengua italiana no es una lengua colonial (Gnisci y Moll, 2002). Este
aspecto determinó relaciones de poder y representaciones culturales totalmente inéditas.
En estas producciones literarias tan diversas, es difícil hacer generalizaciones porque
diversas son las relaciones entre el autor y su lugar de origen, diversos son los motivos
por los cuales cada autor inmigró. De todas formas, tanta diversidad fue englobada en un
género y una etiqueta que tanto el mundo editorial, como el mundo académico atribuyeron
a estos escritores. Si por un lado ser un autor de origen inmigrante se convierte en una
característica que llama la atención de los críticos, editores y académicos, por el otro se
producen etiquetas incómodas. Se desarrolló en el curso de estos años, una estrategia
editorial muy atenta en posicionar tanta diversidad cultural y diversas trayectorias
sociales en la misma etiqueta del escritor/a inmigrante (Mengozzi, 2013).

La génesis editorial de este nuevo género literario que ha sido definido por diversos
críticos italianos “Letteratura della migrazione” (Gnisci y Moll: 2002), está caracterizada
por el gran interés de los protagonistas de la inmigración contemporánea hacia Italia,
fenómeno novedoso en los años noventa, protagonistas que como en el resto de Europa
ofrecen un exotismo cada vez más interno a la cultura europea. Este interés nació no solo
en las pequeñas editoriales como Edizioni terre di mezzo sino también en las grandes
como Laterza y Rizzoli. Podemos distinguir tres fases en la producción de la denominada
literatura de la migración en Italia. El primer proceso, ha sido el de los textos
autobiográficos a través de la mediación de un co-autor italiano, después encontramos la
conquista de un propio y peculiar lenguaje sin colaboraciones de coautores y finalmente
encontramos la producción literaria de los autores inmigrantes de segunda generación
(Sabelli, 2007). Durante la década del 2000, en esta rica producción con 480 autores de
93 nacionalidades, es relevante el peso que la escritura femenina ocupa en la literatura de
la migración: las autoras representan desde los primeros años de este fenómeno, más de
la mitad de la producción total, porcentaje mucho mayor respecto a la presencia femenina
en la literatura italiana contemporánea (Sabelli, 2007; Mengozzi, 2013; Gnisci, 2003).
Este interesante fenómeno lo podemos explicar a partir de dos factores. Un factor según
Gnisci (1998), está determinado por la libertad que ofrece un género tan limitado, en un
segmento del mercado editorial donde las relaciones de poderes y de género no influyen
demasiado en los filtros de la industria cultural. Esta libertad no puede ser, según Gnisci

149
(2003) comparada con la de las escritoras que compiten en un sector más amplio que se
enfrentan a los filtros del poder masculino de la industria cultural. El otro aspecto está
más relacionado con la íntima relación mujer–novela y lo podemos encontrar observando
la conexión que existe entre escritura y proceso de emancipación, que estas mujeres
adquieren respecto a los lugares de origen. En particular lo podemos ver en los casos de
mujeres que emigraron o nacieron en familias de países de cultura musulmana. La
escritora de origen musulmán, en cada contexto nacional y social, se relaciona con un
aspecto común y recurrente, aunque de manera diferente y variable. Este aspecto es el
espacio de la privacidad, aquella «habitación propia» (Woolf, 1929) que la escritora
musulmana quiere conquistar. El espacio de la lectura y de la escritura en silencio es un
espacio íntimo e insólito para muchas mujeres de origen inmigrante, que provienen de
países de cultura musulmana. El análisis de la función de la novela como instrumento de
emancipación para la mujer de origen inmigrante, a través de una voz narrativa femenina,
que adquiere un espacio de privacidad y representación, debería cuestionar si este espacio
(la novela) está dominado culturalmente. Tenemos que considerar hasta qué punto, a
través la novela, estas autoras encuentran una vía de salvación, aunque imaginaria, en
contra del patriarcado y donde por otro lado caen en el proceso de asimilación y
colonización de la cultura dominante europea.

Como he mencionado antes, la cuestión poscolonial no cruza directamente la producción


literaria de la inmigración en Italia, pero como considera Combieriati (2010) llama la
atención que dentro de la literatura femenina de la inmigración se creó un subgénero
relacionado con la literatura poscolonial, a partir de tres autoras originarias de las ex
colonias italianas. La primera es Cristina Ubax Ali Farah nacida en Somalia, de padre
somalí y madre italiana. La segunda es Gabriella Ghermandi, originaria de Etiopia, pero
también hija de una pareja mixta, eritrea e italiana. La tercera es Igiaba Scego, la autora
que vamos a analizar y profundizar en este trabajo, nacida en Italia, hija de padres somalís,
entonces técnicamente una inmigrante de segunda generación. Lo que caracteriza estas
autoras son dos factores. El primero es la lengua, el italiano es una lengua que relaciona
a estas mujeres también con sus lugares de origen, entonces la elección del italiano añade
conflictos y significados determinados por la historia colonial. El otro factor es la edad,
las tres son jóvenes y publicaron sus primeras novelas entre los 20 y 30 años en la década
del 2000. Si analizamos en lo específico la trayectoria de Scego, podemos observar que
está caracterizada por un principio de distinción respecto a las otras autoras de origen

150
inmigrante en Italia, por ser la hija de un importante político somalí que perdió todo
después la dictadura de Siad Barre. Todos los capitales culturales que heredó la escritora
han podido encontrar después un resultado garantizado con el capital literario. La
importancia del capital cultural directamente heredado por parte de su padre, distingue a
Scego y la orienta hacia una lucha por el posicionamiento en el campo cultural y literario
italiano. A partir de diferentes entrevistas podemos observar la importancia de los
conocimientos recibidos por parte de la educación paterna.

Era un uomo politico. Mio padre è stato ispettore di polizia, governatore, tre volte
ministro, deputato per più legislature e ambasciatore in Belgio. Quando è andato
in esilio, ovviamente, si è dovuto reinventare una vita, faceva quello che poteva:
import-export e commercio in particolare, visto che conosce numerose lingue.
Non è semplice reinventarsi la vita a cinquant’anni, soprattutto se si ha un lungo
percorso politico alle spalle (Entrevista de Bertoni a Scego en Articolo 21 liberi
di, 21 diciembre 2014).

Era un hombre político. Mi padre fue inspector de policía, gobernador, tres veces
ministro, diputado en más legislaturas y embajador en Bélgica. Durante el exilio,
ha tenido que reinventarse una nueva vida, hacia lo que podía, por ejemplo import-
export, porque hablaba diferentes lenguas. No ha sido fácil empezar otra vez,
sobre todo con una larga trayectoria política detrás. (Traducción mía.).

La complejidad de la adquisición de un capital cultural que ha determinado, junto con el


habitus de la autora, su posición en el campo, obliga a una reflexión fundamental de
Bourdieu (1979), respecto a las relaciones antagónicas que se crean con la cultura a partir
de las diferentes maneras de acumular capital cultural.

Detrás de las relaciones estadísticas entre el capital escolar o el origen social y tal
o cual manera de utilizarlo, se ocultan relaciones entre grupos que mantienen a su
vez relaciones diferentes, e incluso antagónicas con la cultura, según las
condiciones en las que han adquirido su capital cultural (Bourdieu, 1979:10).

Este ejemplo es útil para observar la complejidad de adquisición de un capital cultural de


una hija de inmigrantes, crecida en Italia pero también educada en el seno de una familia

151
con alto capital cultural heredado, donde en la manera de adquisición de este capital
existen huellas inolvidables de un conflicto colonial. La misma Scego, en una entrevista
con Camilla Valletti del Indice del libro del 16 de enero 2016, subraya que en su trabajo
de escritora se reflejan estas relaciones coloniales.

Il mio è un caso particolare, l’italiano infatti è arrivato subito. Sono nata in Italia da
genitori somali. È stata una lingua scritta per eccellenza. Il somalo scritto è nato soltanto
negli anni settanta (quello orale invece è antichissimo) e non ha una sua produzione
letteraria. Attraverso l’italiano ho conosciuto le altre letterature. Il mio caso è molto
complicato. La Somalia ha avuto legami coloniali e postcoloniali con l’Italia. Le persone
erano scolarizzate in italiano. Solo dopo gli anni settanta la scolarizzazione è avvenuta in
lingua nazionale. Ma la comunicazione scritta è sempre stata in italiano. Ecco perché nel
mio lavoro si rispecchia questo processo.

El mío es un caso particular, el italiano llegó pronto. Nací en Italia de padres somalíes. El
italiano ha sido una lengua escrita por excelencia. El somalí escrito nació solo en los años
setenta (el oral es mucho más antiguo) y no tiene una propia producción literaria. A través
del italiano he conocido las otras literaturas. Mi caso es muy complicado. Somalia ha
tenido relaciones coloniales y poscoloniales con Italia. Las personas han sido
escolarizadas en italiano. Solo después de los años setenta la escolarización ha sido en
somalí. De todas formas el italiano seguía siendo la lengua de las comunicaciones escritas.
Por estas razones en mi trabajo se reflejan estos procesos (Traducción mía).

Como sus colegas, Ghermandi y Cristina Ubax Ali Farah, Scego se posiciona en el
espacio vacío dejado por el debate interno sobre el poscolonialismo italiano, la misma
autora declara seguir la dirección de las otras dos escritoras.

È come se in un senso seguissi la scia di Gabriella Ghermandi e Cristina Ubax Ali


Farah, ma in maniera diversa: loro hanno preso di petto la storia, hanno parlato di
guerra, di colonialismo, quello che a me interessa è piuttosto analizzare cosa
succede ai corpi quando la storia li investe (Scego, 2011:54).

Es como si de alguna manera siguiese la línea de Gabriella Ghermandi e Cristina


Ubax Ali Farah pero de forma diferente: ellas han tomado con atención la historia,

152
han hablado de guerras, colonialismo, lo que a mi interesa es más ver qué pasa a
los cuerpos cuando la historia los inviste (Traducción mía).

La particularidad de esta autora ha sido poner el cuerpo en el centro de sus discursos,


sobre todo el color de su piel y la manera en que la sociedad italiana percibía la alteridad
y lo extraño de su apariencia que chocaba con su perfecto acento italiano, su alto nivel
cultural y de instrucción, su manera de ser y pensar que no correspondían al estereotipo
de la mujer inmigrada. En esta entrevista, Scego subraya que su canon estético de mujer
africana en el contexto escolar italiano se asociaba a una condición tipificada y extraña,
esto entraba en contradicción con su condición social que no era la de una hija de
inmigrantes cualquiera.

Personalmente, non avevo una condizione migrante ma la mia famiglia sì; pertanto, ero
percepita come un’aliena, più di quanto non accadesse ai migranti stessi, in quanto, agli
occhi degli altri, non ero migrante ma nemmeno italiana. Il problema più grande, anche
se adesso i numeri sono decisamente cambiati, l’ho vissuto sulla mia pelle e riguardava il
fatto che, pur essendo nata in Italia, non avevo i canoni estetici tipici degli italiani, quindi
per gli italiani (maestre, professoresse, compagni di classe, i loro genitori ecc.) vedermi
costituiva sempre uno shock e dovevo continuamente spiegare chi fossi (Entrevista de
Bertoni a Scego en Articolo 21 liberi di, 21 diciembre 2014).

Personalmente no tenía una condición de migrante pero mi familia sí, por esta razón me
percibían como un alien, más de lo que pasaba con los inmigrantes, porque en los ojos de
los otros, yo no era inmigrante pero tampoco italiana. El problema más grande, aunque
los números ahora están cambiando, lo viví en mi piel, porque aunque nací en Italia mi
canon estético no era el típico italiano, entonces para los italianos (profesores,
compañeros de clase, padres) mirarme era un shock y tenía siempre que explicar quién
era (Traducción mía).

Tanto la competencia cultural como la lingüística dificultan considerar Scego una autora
inmigrante, tipificando y homogenizando su figura, sin embargo su entrada en el campo
literario ha sido caracterizada por una especie de marca de origen, que la autora ha podido
negociar con muchas resistencias. En la siguiente sección se analiza toda la trayectoria
literaria de Igiaba Scego mostrando las contradicciones inherentes a su habitus, su
posición en el campo y sobro todo su capital cultural.

153
6.3 Etiquetas incómodas: ¿literatura poscolonial o literatura de la
migración?

Como hemos analizado en la anterior sección, la figura paterna ha sido fundamental en la


formación de la escritora, de todas formas, Igiaba Scego entra en el campo literario
italiano no a partir del herencia cultural paterna, sino materna, porque si por un lado el
padre de la escritora era un político somalí que se formó a través de una educación italiana
y europea, su madre era una nómada analfabeta. Toda su trayectoria se mueve entre los
elementos de originalidad y exotismo que hereda a partir de una tradición oral de la
cultura nómada materna y de los capitales culturales que le han ofrecido autoridad como
autora referente al debate poscolonial italiano. Esta producción novelística por una lado
nace a partir de una exigencia del mercado literario italiano de poner a la luz como
fenómeno emergente la novela de una autora inmigrante y por otro, nace a partir de un
género minoritario en Italia, pero que se enlaza a una larga tradición europea, sobretodo
francesa e inglesa, que es el de la literatura poscolonial. La literatura poscolonial tiene
una larga tradición, escritores como Cesaire, Senghor, Glissant y Walcott, se encargaron
de tomar la voz y representar una alteridad que siempre ha sido manipulada por parte de
un discurso de poder etnocéntrico y colonial. De todas formas, críticos literarios como
Huggan (2002) y Bruillette (2007) subrayan como esta literatura que representa el sur
global exclusivamente para un lector del norte global, ha nacido también por una
exigencia del mercado editorial de responder al deseo por lo exótico del público europeo.
Por otro lado, la literatura denominada “de las migraciones” es una corriente donde las
experiencias migratorias condicionan la estética y el contenido de la obra. Por lo general,
este tipo de novelas, se escriben en el idioma del país de instalación por parte del sujeto
inmigrante que puede ser de primera generación o de subsiguientes generaciones.

Como observa Levitt, (2010) es importante considerar como la migración se convierte en


un acto artístico y cultural y no solo en un tema de estas obras. Si la literatura poscolonial
nace gracias a un interés específico que en su punto más heterónomo podemos definir
como mercantilización de lo exótico y de los márgenes (Huggan, 2002), la literatura de
la inmigración como afirma Cazaneve (2014) nace partir de un interés del público europeo
hacia un exotismo interno. La trayectoria de Igiaba Scego empieza con una novela que
responde a esta exigencia como, La nomade che amava Alfred Hitchcock (2003) para
después distanciarse poco a poco de esta necesidad interna al mercado editorial italiano,

154
moviéndose sobre todo en un lugar intermedio entre literatura poscolonial y literatura de
la migración. La obra que vamos a analizar a continuación, La mia casa è dove sono
(2010) se sitúa en este lugar híbrido, porque tiene elementos típicos de la literatura de la
inmigración combinados con otros de la literatura poscolonial. En una entrevista realizada
por Maria Cristina Mauceri para la revista El Ghibli del 4 de Junio de 2004, Scego afirma
que su primera obra La nomade che amava Alfred Hitchock (2003), es la historia de su
madre y por esto hace referencia al nomadismo como componente esencial de la cultura
somalí:

Da piccola scrivevo, racconti, cronache; la consapevolezza mi è venuta quando ho


finito l'università; volevo fare la giornalista, ma in Italia non è facile. L'anno
scorso ho scritto anche un libro per la casa editrice Sinnos. Nella serie I
mappamondi, intitolato La nomade che amava Alfred Hitchock. È la storia della
vita di mia madre, che è stata nomade prima di stabilirsi a Mogadascio. Il
nomadismo è una grossa componente della cultura somala.

De pequeña escribía cuentos, crónicas, mi conciencia llegó más tarde en la


universidad; quería ser periodista, pero en Italia no es fácil. El año pasado escribí
también un libro para el editorial Sinnos. En la serie “I Mappamondi” con el título
La nomade che amava Alfred Hitchock. Es la historia de mi madre, que fue
nómada antes de establecerse en Mogadiscio. El nomadismo es un componente
esencial de la cultura somalí (Traducción mía).

Como se analiza en la novela La mia casa è dove sono (2010) en las siguientes secciones,
el mundo de la oralidad y del plurilingüismo entra en la literatura de Scego como fruto de
una doble herencia cultural, o utilizando una definición de Guarnizo (2003) fruto de su
habitus transnacional. El concepto de habitus transnacional (Guarnizo 2003:311) hace
referencia a las similitudes de los inmigrantes del mismo grupo social, que ajustan sus
prácticas a partir de vínculos transnacionales. Estos vínculos orientan una mirada con
dobles orientaciones, del lugar de origen, del lugar de llegada o de un contexto más global.
El habitus de Scego está orientado hacia más orientaciones pero estas orientaciones
corresponden a las reglas específicas del mundo literario. Como afirma Pascale Casanova
(2001) en la republica mundial de las letras, se pueden explicar las prácticas de los
escritores a partir de las “leyes específicas y a las fuerzas inscritas en la estructura desigual

155
del universo literario, conscientes de que deben ser consagrados en esos centros de poder
para obtener alguna oportunidad de sobrevivir” (2001: 65). Es en esta dirección que
Bruillette analiza (2007) cómo se produjo una mercantilización de lo exótico, a partir de
las reglas de un mercado editorial globalizado, donde los escritores poscoloniales pueden
negociar la propia marginalidad como elemento de originalidad y de valor añadido. En su
posición híbrida entre literatura poscolonial y literatura de la migración, Scego representa
tanto el mundo exótico del nomadismo somalí como su realidad de inmigrante de segunda
generación que vive entre lenguas y culturas.

Por un lado, observamos su conocimiento de la ciudad de Roma, en algunos casos


también su slang romano, por el otro, su conciencia de ser percibida como una mujer
inmigrante y esta mezcla entre extraño y familiar, caracterizan la correspondencia entre
su habitus y las posibilidades que el campo le ofrece. Por otro lado, su intento de salir de
las etiquetas de autora inmigrante explican también su deseo de intervenir como autora
referente del discurso poscolonial italiano, no solo como novelista, sino también como
ensayista y periodista. En su reciente ensayo Roma negata (2014), la autora junto al
fotógrafo Rino Bianchi va en búsqueda de las huellas que el colonialismo italiano ha
dejado en Roma, huellas que según la autora merece la pena considerar después de tanto
silencio. Proponiéndose como voz referente del poscolonialismo, la autora quiere
recuperar su capital cultural heredado, la historia de su padre y de su abuelo como testigos
privilegiados del colonialismo italiano y dejar las huellas exóticas que llamaron mucho la
atención en sus primeras obras como La nomade che amava Alfred Hitchock y Rhoda.
Rhoda (2004) su segunda novela, es una obra polifónica, con varias voces, ya que es la
historia de tres mujeres. Una de las protagonistas es la tia Barni, que vive desde hace
muchos años en Italia, pero tiene todavía nostalgia de las tradiciones somalíes y por esto
con su amiga Faduma, sigue cocinando platos típicos de la tradición gastronómica de su
tierra. La escritora ofrece en la parte final de la obra, las recetas de estas tradiciones.
Todas estas características exotizadas que llamaron mucho la atención en el contexto
editorial italiano, no corresponden exactamente al habitus de la autora. La misma Scego
afirmó que fue empujada hacia esta dirección orientalista. Los procesos heterónomos del
campo, en algunos casos nacen como procesos de violencia simbólica porque las autoras
los aceptan como natural e inevitable. En el caso de Scego, algunos elementos de sus
primeras novelas han sido caracterizados por una imagen que no la representaban. En esta
entrevista de Simone Brioni del 22 Noviembre del 2013, para el Centre for the Study of

156
Contemporary Women's Writing (CCWW), Scego confiesa todas las imposiciones
recibidas por parte del editor en sus primeras obras, por ejemplo en Rhoda:

Per Rhoda, ad esempio, mi sono stati imposti il glossario e le ricette di cucina che
hanno svilito il romanzo e non c’entravano nulla con la storia che ho raccontato.
Il testo non ha ricevuto alcun tipo di editing, tanto che ora vorrei riscriverlo.

En Rhoda, por ejemplo, me han impuesto el glosario y las recetas de cocina que
han humillado a la novela y no tenían nada que ver con la historia que quería
contar. El texto no ha recibido ningún tipo de editing, es por esto ahora me gustaría
rescribirlo (Traducción mía).

Todas estas características que han sido la marca de origen para diferentes autoras
inmigrantes en Europa, para Scego empiezan a volverse incomodas, sus declaraciones en
diferentes entrevistas la ponen en una posición estratégica e insólita para este novedoso
fenómeno literario. La autora es consciente de las oportunidades que su marca de
distinción como inmigrante le ha ofrecido en correspondencia a las exigencias del campo
literario, pero al mismo tiempo es consciente que estas oportunidades no corresponden a
su condición y denuncia esta etiqueta incomoda y el segmento de mercado donde autores
como ellas están guetizados.

È tutto un problema di etichetta, da anni la nostra letteratura è definita migrante causando


molti problemi agli autori. Ha permesso a molte persone di emergere, specialmente negli
anni duemila quando la letteratura cosidetta migrante andava di moda. Poi però è
diventata una gabbia, esattamente come è successo alla letteratura femminile. Credo che
gli autori cosiddetti migranti, che provengono da altri parti del mondo, non vogliano
limitarsi a scrivere soltanto di immigrazione. Trovo che sia una gabbia dover parlare di
emigrazione. Io vorrei parlare sia d'emigrazione che è giustissimo, ma anche d'altro, e
invece noi autori di origine non italiana siamo ingabbiati dalle nostre origini (Entrevista
de Camilla Valetti, L’indice del mese 14 gennai 2016).

Es todo un problema de etiqueta, desde hace años nuestra literatura está definida como
migrante causando muchos problemas a los autores. Esto ha permitido emerger a algunas
personas, en particular en los años 2000, cuando la literatura definida como migrante,
estaba de moda. Pero después ha sido una jaula, exactamente como pasó con la literatura

157
femenina. Creo que los autores definidos como inmigrantes, que llegan de otras partes
del mundo, no quieren limitarse a escribir solo sobre la inmigración. Creo que sea una
jaula tener que hablar de inmigración. A mí me gustaría hablar tanto de inmigración, que
está muy bien, pero por otro lado me gustaría hablar de otras cosas, pero nosotros autores
de origen no italiano estamos atrapados por nuestros orígenes extranjeros (Traducción
mía).

Antes de publicar su última obra, un libro que finalmente sale de “la jaula” de la novela
inmigrante o poscolonial y habla de la vida del célebre cantautor brasileño Caetano
Veloso (Scego, 2016), Igiaba Scego publica una novela casi profética, Adua (2015). La
protagonista es una actriz africana que trabaja en Italia y todos los papeles que le ofrecen
los directores son papeles marcados por su color de piel, por ejemplo el de prostituta. Este
personaje quiere salir de la jaula y de las etiquetas que los directores le ofrecen por su
color de piel. Con esta novela, Igiaba Scego, como declara en esta entrevista, pone la
atención en el patriarcado, demostrando a través de su personaje femenino que la
dominación masculina limita a la mujer inmigrante también en el campo artístico.

Con Adua volevo soprattutto portare l’attenzione sul patriarcato, africano come europeo,
che fa vivere male le donne e usa i loro corpi. In Italia persistono stereotipi maschilisti
ereditati dall’epoca del fascismo, secondo i quali le donne nere sono “facili”, il loro corpo
da trattare come oggetto. Per scrivere di Adua ho ripensato a Ines Pellegrini, un’attrice
italoeritrea che ha recitato anche con Pasolini. Lei dice che quelli girati con Pasolini sono
gli unici suoi film che riesce a riguardare perché è il solo regista che l’abbia trattata come
persona e non solo come un corpo. Anche Adua, nonostante le violenze subite, riesce alla
fine a uscire dalla sua gabbia e volare via (Entrevista de Gabriella Grasso a Igiaba Scego
en Q Cod Mag el 09 de diciembre 2015).

Con Adua quería sobretodo poner la atención sobre el patriarcado, tanto africano como
europeo, que hace vivir mal a las mujeres y usa sus cuerpos. En Italia siguen existiendo
estereotipos machistas desde el fascismo, a partir de estos las mujeres negras son vistas
como “fáciles” y sus cuerpos están utilizados como objetos. Por describir Adua he
pensado en Ines Pellelgrini, una actriz ítalo-eritrea que trabajó también con Pasolini. Ella
dice que las películas grabadas con Pasolini son las únicas que puede ver, porque es el
único director de cine que la trató como persona y no como un cuerpo. También Adua,
aunque sufre violencia, consigue al final salir de su jaula y volar (Traducción mía).

158
La obra que voy a analizar en seguida, La mia casa dove sono (2010) es una obra
intermedia entre Rohda (2005) caracterizadas por algunas tintas exóticas y Adua (2015)
donde se reflejan los discursos patriarcales y coloniales también en el mundo del arte. La
mia casa è dove sono (2010), también a nivel cronológico representa una etapa intermedia
de la autora, pero de todas formas se considera su novela más consagrada, publicada por
una editorial prestigiosa como Rizzoli y ganadora del célebre premio literario Mondello.
Por estas razones, he elegido esta novela entre muchas, como laboratorio sociólogo para
investigar las formas de negociaciones de un sujeto inmigrante que no se considera
totalmente así, que pero intuye gracias a su alto capital cultural y social heredado, las
posibilidades inherentes al campo literario en una década específica, la de los años 2000.
Estas posibilidades, obligan a una condición social en convertirse, no solo en una marca
de origen reconocible, sino también en el pasaporte para entrar en el campo y ser
reconocida como escritora.

159
6.4.1 Introducción a la novela: La mia casa è dove sono

Autora: Igiaba Scego


Título: La mia casa è dove sono
Editor: Rizzoli
Año de publicación: 2010
Páginas: 162

Resumen:

La novela empieza con el reencuentro de algunos familares que viven en diferentes países
como episodio emblemático de la diáspora somalí. Durante este encuentro intentan
dibujar la topografía de los recuerdos de familia. La narradora se ve obligada a incluir su
ciudad de adopción, la ciudad de Roma, para dar vida a sus recuerdos pasados, la historia
de su familia en Modadisco. Esta última ciudad no puede vivir en sus recuerdos sin la
primera y viceversa. Es un historia narrada en primera persona por la autora que recuerda
tanto su vida de inmigrada de segunda generación, como la historia de su familia en la
Somalia dominada por el poder colonial. La novela enlaza eventos históricos con eventos
familiares. En su familia, la historia de África oriental se enlaza con la historia colonial
italiana. La narradora contrapone la trayectoria política de su padre, hombre de ciudad,
escolarizado por el poder colonial y de su madre, pastora nómada. Los dos, aunque
provienen de diferentes clases sociales, se transformaron en el mismo espectador de una
guerra civil que los condujo al exilio.

160
Una lectura de Silvia Camillotti (2010) “I nuovi italiani e la crisi dell’italianità: La mia
casa è dove sono di Igiaba Scego”:

La mia casa è dove sono si snoda a partire da capitoli-luoghi sparsi nella città di Roma,
che hanno segnato la biografia di chi scrive. La mappa non fornisce solo l’impalcatura
del romanzo, ma è anche tematizzata: in apertura leggiamo della rappresentazione su carta
dei tanti luoghi, ora inesistenti, della città di Mogadiscio che la protagonista considera la
propria città, ma che una affermazione materna manda in crisi. Tali domande vedranno
risposta nella scelta maturata in seguito da parte della protagonista-voce narrante di
riempire contrappuntisticamente quella mappa anche di luoghi romani, a testimonianza
di un tentativo di mediazione tra più appartenenze e di ricostruzione di una storia
collettiva e condivisa tra l’Italia e l’ex colonia, di cui Roma porta numerose tracce nella
toponomastica e nei monumenti. Tale altalena tra due spazi/identità riaffiora lungo
l’intera narrazione, in cui la vita romana della protagonista è completata e sovrapposta al
legame con la Somalia.

6.4.2 Contexto histórico-social de la novela

En esta sección se analiza el contexto histórico-social de la novela, en particular de su


contenido relacionado con el mundo de la inmigración y de la historia colonial italiana.
El contexto histórico social necesario para comprender el contenido de la obra está
relacionado tanto con la diáspora somalí en Europa como con la dominación colonial
italiana en Somalia. La mia casa è dove sono es una novela autobiográfica, donde la
narradora no solo rememora su historia familiar, sino también su condición de mujer de
origen africana en la sociedad italiana. La obra tiene como protagonista a una joven
inmigrante de origen somalí, pero también a la ciudad de Roma.

Certo avevo più dimistichezza con Roma. Garbatella, Testaccio, Trastevere,


Esquilino, Primavalle, Tor Pignata. (Scego,2010: 26)

Io e i miei piedi siamo nati a Roma perche mio padre si è innamorato della voce
di Nat King Cole (Idem: 36).

Conocía mucho mejor Roma. Garbatella, Testaccio, Trastevere, Esquilino,


Primavalle, Tor Pignata.

161
Mis pies y yo nacimos en Roma porque mi padre se enamoró de la voz de Nat
King Cole. (Traducción mía).

Roma es la ciudad donde la narradora ha crecido en el seno de una familia de exiliados,


pero también es una etapa necesaria para recordar las huellas diseminadas de las
relaciones coloniales entre Somalia e Italia. En Italia, Roma es la ciudad con la comunidad
somalí más numerosa. En el año 2009, año antecedente a la publicación del libro, el
número de somalíes en Roma era de 1536, número mucho mayor respecto a otras ciudades
italianas como Milán y Turín (datos del Instituto Italiano de Estadística). En la obra de
Scego, la realidad de la inmigración contemporánea siempre está relacionada con el
pasado histórico. La autora no quiere olvidar la historia, sobretodo colonial, que ha
caracterizado las relaciones entre Somalia e Italia. El hilo que une estos dos países ha
trasformado Italia en una de las metas principales y en una destinación natural para los
refugiados somalíes. Este proceso empieza en los años 60 y va aumentando en los años
80 por las difíciles condiciones políticas del país africano (Aden and Petrucci, 1991;
Farah, 2003).

La historia de la migración somalí hacia Italia puede ser dividida en tres fases. La primera,
se desarrolla entre el 1980 y el 1991. Esta primera etapa, cuando se radicaliza la dictadura
de Siad Barre, está caracterizada por el gran número de estudiantes y disidentes políticos.
Durante este periodo se crearon dos frentes de liberación en Italia, donde se juntaron
algunos intelectuales y políticos de oposición al dictador (Aden and Petrucci, 1991).
Después de 1991, empieza una nueva fase caracterizada por la guerra civil y la
inmigración más masiva de hombres y mujeres que escapan de la guerra. Familias enteras
se unen a la comunidad somalí italiana. La tercera fase está caracterizada por una
migración menos masiva, aunque el proceso de asilo político aun hoy en día está
relacionado con la reunificación familiar causada por la guerra civil. Como se analiza más
adelante la familia de la narradora llega a Italia, a partir de la primera fase, cuando un
gran número de intelectuales y políticos somalíes dejan su país, con recursos sociales y
culturales diferentes respecto a los somalíes de las fases siguientes. Años de migraciones
desde Somalia han producido una gran diversidad en la estratificación social y
generacional (Gardner y El Bushra, 2004). Por esta razón, es importante distinguir las
diferentes generaciones de inmigrantes. La comunidad somalí en Italia no es homogénea.
Los padres de la narradora representan la antigua generación, es decir el primer grupo que

162
llega como exiliados de la dictadura de Siad Barre. Este primer grupo se distingue de los
otros por ser un grupo que ha recibido una cierta solidaridad política por parte de la
sociedad italiana (Farah, 2000). El padre de la escritora es un ex ministro somalí, su
familia representa los privilegios de esta primera generación de intelectuales y políticos
que llegaron a Italia, debido a la dictadura. La comprensión de la enorme heterogeneidad
de la comunidad inmigrante y en lo específico somalí, es un aspecto importante de esta
novela.

Durante mucho tiempo, Italia ha sido una meta importante para la diáspora somalí. Sin
embargo, en los años más recientes, Italia ha perdido este rol central y no es la principal
destinación de los inmigrantes de esta comunidad. Muchas son las razones, en primer
lugar las cada vez más agresivas políticas anti-inmigración, pero también las escasas
posibilidades de trabajo. La comunidad somalí en Italia de esta última década, no se puede
comparar con las comunidades del Reino Unido, Holanda y Noruega (Harris, 2004). Esta
relación transnacional de la diáspora somalí en Europa es otro aspecto importante de la
novela. En la parte inicial, la narradora se junta con algunos familiares que viven en
diferentes partes de Europa. Después de la representación de esta reunión familiar, la
autora entra en la especificidad de su caso concreto, una historia singular que une la
inmigración contemporánea con un pasado olvidado. La identificación con Somalia, la
une a sus familiares en esta pertenencia diaspórica, sin embargo, solo la narradora, por
ser también ciudadana italiana, se enfrentó en su vida al pasado colonial del país africano.
Junto a este mundo de la segunda generación inmigrante, que son los hijos de la diáspora
somalíes esparcidos por Europa, se reconstruye la historia familiar de la autora, que se
enlaza con las relaciones coloniales entre Italia y Somalia.

Una fecha clave de la primera relación política entre Italia y Somalia fue 1869 (Del Bocca,
2003). A partir de este año, Italia empezó un lento proceso colonial. La primera razón, de
este lento proceso, es que el país todavía vivía en pleno clima pos-unificación, la segunda
es que no estaba preparado ni como fuerzas militares, ni ideológicamente para una
ocupación colonial (Del Bocca, 2003). Estos últimos años del siglo XIX fueron,
sobretodo, años de preparación del proyecto colonial. La verdadera ocupación colonial
italiana, empieza con el fascismo (Del Bocca, 1992). En el 1923 fue enviado como
gobernador, por parte del gobierno fascista, Cesare Maria De Vecchi (1884-1959). El
gobernador se dio cuenta, de que solo una minúscula parte estaba bajo el control del poder

163
colonial, la mayoría del país estaba gobernado por diferentes sultanados locales. Una dura
y violenta represión, típica del poder musoliniano, cambió radicalmente el control político
del país (Idem). En poco tiempo, De Vecchi conquista y controla todas las áreas del país
e impone una dominación no solo política, sino por la primera vez, también cultural. Este
aspecto que diferenciaba el poder colonial italiano respecto a otros países europeos que
dejaron una huella cultural en diferentes territorios africanos, como hizo Francia en el
Magreb, cambia con el poder fascista. Este contexto histórico será fundamental para
comprender la historia familiar de la narradora, que va introduciendo en la novela, sin un
orden cronológico. El abuelo aparece en la obra a partir de la página (75). Su figura será
clave para comprender el lazo que une a la familia Scego con la historia y cultura italianas.

Mio nonno (..) non aveva fatto scuole aveva semplicemente respirato l’aria intorno a lui.
E questa parlava il bravano della terra natia, il somalo lingua franca e l’italiano lingua dei
padroni. In quel periodo gli italiani stavano cercando di rafforzare i propi insediamenti
nella Terra di Punt (così era chiamata la Somalia dagli antichi egizi) e ben presto si
avvalsero dei servigi della popolazione locale per i loro scopi. (…) Anche il nonno fu
súbito preso a lavorare dagl italiani. Ma il suo destino non era quello di essere carne di
cannone. Era un ragazzo sveglio, aveva imparato la lingua e questo in un certo senso lo
salvò. C’era una scarsità di interpreti e uno sveglio così era raro trovarlo. Fu messo súbito
a tradurre. Non so molto del suo lavoro presso gli italiani; ma so che a un certo punto
della sua esistenza divenne uno degli interpreti del gererca fascista Rodolfo Graziani
(Scego, 2010:80).

Mi abuelo no estudió pero simplemente respiró el aire de su alrededor. Este aire hablaba
el bramano, el somalí como lengua franca, el italiano la lengua de los patrones. En aquel
tiempo los italianos estaban intentando reforzar sus incursiones militares en la Tierra de
Punt (así se definía la Somalia desde los antiguos egipcios) y rápidamente decidieron
utilizar la población local para sus objetivos. También mi abuelo trabajó para los italianos.
Pero su destino no era el de ser un instrumento de muerte del ejército. Era un chico listo
y aprendió la lengua italiana y esto lo salvó. No tenían intérpretes y uno tan listo era raro
encontrarlo. Fue empleado en la traducción. No conozco los detalles de su trabajo pero
sé que en un cierto momento era uno de los intérpretes del general fascista Rodolfo
Graziani (Traducción mía).

Lo que encontraron los primeros colonizadores italianos, fue un país que no conocían
bajo ningún punto de vista. Aquella zona oriental africana, era una tierra con una compleja
164
situación y con una gran diversidad (Del Bocca, 2003). Las áreas internas eran desérticas,
con una cultura nómada, las ciudades de la costa, al contrario, presentaban un alto grado
de civilización e interconexiones de culturas. Este contexto histórico sirve de fondo para
explicar dos realidades distintas, la de la madre de la narradora originaria de las zonas
desérticas y de cultura nómada y la del padre originario de la ciudad. Esta relación es un
eje importante de la obra y se analiza más en detalle en las próximas secciones. En
resumen, lo que es importante considerar en esta sección, son los tres contextos históricos
de la novela. El primero, está relacionado con la figura del abuelo y es la ocupación
colonial fascista. El segundo, está relacionado con los padres y es la dictadura de Siad
Barre y la guerra civil somalí. El tercero, está caracterizado por los hijos de segunda
generación de la diáspora somalí.

Cuadro n. 12 Las tres épocas históricas de la novela

El abuelo Los padres La narradora y sus


primos

1936 - Somalia es parte del 1969 - Después de un 2000-2010 - En esta


África Oriental Italiana. La golpe de estado, el década, la diáspora somalí
ocupación colonial italiana dictador Siad Barre toma el encuentra diferentes
está caracterizada por una poder. lugares, no solo Italia, las
fuerte represión. metas principales son
Inglaterra, Holanda,
Noruega.

Cuadro de producción propia.

6.5.1 La doble presencia de dos herencias culturales, la oralidad y la


escritura

La mia casa è dove sono (2010) es una novela autobiográfica, la escritura en esta obra ha
tenido una función curativa, como afirma la autora en una entrevista, con respecto a los
conflictos identidarios que puede sufrir una joven de origen inmigrante, “ho capito di
poter spiegare chi sono attraverso la scrittura”7. Si consideramos la figura de Igiaba
Scego, como una escritora que produce un capital simbólico manteniendo como

7
“He podido entender quien soy a través de la escritura”. Entrevista de Roberto Bertoni a Scego en el
periódico online “Articolo 21 liberi di”.

165
patrimonio, no solo a sus tradiciones culturales, sino también a la misma experiencia de
la inmigración, podemos reflexionar sobre dos aspectos: ¿la experiencia migratoria puede
convertirse en un capital cultural que determina las practicas intelectuales y artísticas? ¿A
través de la escritura la autora supera la doble ausencia con una doble presencia?
Un aspecto que podemos considerar respecto a la identidad del sujeto inmigrante, en los
años setenta y ochenta, es la representación de la ausencia, que desarrolla como ciencia
Sayad en su trabajo, ausencia que caracteriza las novelas de los pioneros en este género,
así como los define el comparatista Gnisci (1998) por ser los primeros inmigrantes que
escriben a partir de la experiencia de la inmigración. La ausencia, es el vacío que emerge
a partir de la experiencia de los inmigrantes, que Sayad estudia en profundidad en su
célebre trabajo La doble ausencia (2010), durante los años setenta. El mundo rural de la
comunidad argelina, es decir, de la sociedad de la emigración, se relaciona con las
trayectorias de los inmigrantes, desvelando la doble ausencia que afecta al emigrado en
las dos sociedades, la de acogida y la de origen.

La ciencia de los ausentes, por connotar el sujeto inmigrante con una identidad
desarraigada, se debería confrontar con las posiciones transnacionalistas respecto la
identidad del sujeto inmigrante de segunda generación. Unos de los autores más
importantes que investigaron y desarrollaron el concepto de identidad transnacional han
sido Nina Glick Schiller, Linda Basch y Cristina Blanc-Szanton (1995). Estas autoras
identifican con el concepto de “transmigrant”, el inmigrante que establece múltiples
relaciones sociales y culturales entre cultura de origen y sociedad de instalación. A través
de la circularidad transnacional entre las dos esferas, este sujeto desarrolla una identidad
fluida y múltiple. La escritura de Scego, es una escritura que pone en contacto mundos
diferentes, la cultura nómada de su madre y el mundo colonial de su padre, la oralidad
somalí y la escritura, desarrollando una identidad fluida a través del poder de la palabra.
El habitus transnacional de esta autora, hija de un ex ministro y de una nómada somalí,
determina un producto cultural que asocia la autora con el brand de la literatura de la
migración por un lado y a la reflexión poscolonial por el otro. La representación simbólica
del padre, hombre político africano en los años 60 y después exiliado en los 70, que
atribuye en la descripción de su familia una cierta autoridad, una condición que le permite
posicionarse en el espacio dejado vacío por el poscolonialismo italiano.

166
L’Italia si era dienticata del suo passato coloniale. Aveva dimenticato di aver fatto subire
l’inferno ai somali, eritrei, libici ad etiopi. Aveva cancellato quella storia con un facile
colpo di spugna. (...)Ma in molti di questi paesi dopo la fine della seconda guerra
mondiale c’è stata una discussione, ci si è accapigliati, gli scambi le vedute sono stati
aspri e impetuosi, ci si è interrogati sull’imperialismo e i suoi crimini; sono stati pubblicati
crimini; sono stati pubblicati studi; il dibattito ha influenzato la produzione letteraria,
saggistica, filmica musicale. In Italia invece silenzio. Come se nulla fosse stato
(Scego,2010: 18).

Italia se olvidó de su pasado colonial. Había olvidado que muchos somalíes, eritreos,
líbios y etíopes, sufrieron el infierno por su culpa. Borró fácilmente aquella historia con
una esponja(..) Pero en muchos de estos países después del fin de la guerra mundial había
una discusión, nos despertamos, las discusiones fueron vivas e impetuosas, nos
interrogamos sobre el imperialismo y sus crímenes, publicaron los crímenes, publicaron
estudios; el debate ha condicionado la producción literaria, ensayística, cinematográfica
y musical. En Italia al revés solo silencio. Como si nada hubiese pasado (Traducción mía).

Si por un lado la autora subraya casi reivindicando el origen social de su padre, hombre
de la clase política somalí, por el otro reivindica el origen de la madre, pastora nómada.
El mundo de la oralidad, que hereda a partir de su madre, se contrapone al mundo colonial.
El balance, en el proceso de transculturización entre los capitales culturales de la cultura
de origen y los capitales culturales de la sociedad de llegada, se encuentra en la
representación de dos mundos opuestos, el mundo nómada de su madre y la cultura
italiana que asimiló el padre a través de un largo proceso de dominación colonial. Esta
contraposición ofrece a la autora los dos conocimientos necesarios para su novela, un
elemento exótico que ofrece originalidad y un elemento que atribuye autoridad. Podemos
ver estos aspectos en la tabla 13 donde se muestran las dos representaciones de la novela,
la del padre y la de madre de la autora.

167
Cuadro n. 13 Representaciones en la novela del padre y de la madre

Representación de la madre Representación del padre

Sheeko sheeko sheeko xariir Quella sera papà si concesse un regalo un


Storia storia oh storia di seta. concerto del suo cantante preferito, Nat
Così cominciano tutte le fiabe somale. Tutte King Cole. Ma in quella scelta di svago
quelle che mia madre mi raccontava da c’era scritto un pò del suo futuro e di
piccola. Fiabe splater per lo più. Fiabe riflesso anche il mio. Papà come tutta la
tarantinate di un mondo nomade che non famiglia Scego era legato a un destino a
badava a metterli e crinoline(9). cui difficilmente ci si poteva sottrarre, quel
destino si chiamava politica (67).
Le sue storie riffletevano il mondo in cui era
nata lei, la boscaglia della Somalia orientale Nel 1941 l’Italia fu cacciata dalle sue
dove uomini e donne si spostavano di continuo colonie, subentrarono gli inglesi, mio padre
in cerca di pozzi d’acqua. “La casa ce la per loro fece l’interprete. ( 92)
portevamo sulle spalle” mi diceva sempre. E se
non era propio sulle spalle, poco ci mancava. Come mai mio padre si trovava fuori dalla
Il miglior amico dell’uomo, il nobile dromedario, Somalia? A un certo punto della decade
spesso la portava al posto loro (10) 1950-1960 mio padre fece un viaggio a
Roma era ormai un politico serio e il futuro
Gia da piccolo era un buon pastore. Mungeva che lo avrebbe portato a diventare ministro
capre, badava ai cammellini, cucinava il riso degli esteri negli anni Sessanta bussava
con la carne e non si lamentava mai per i calli alle porte (23)
a piedi per ogni migrazione della sua famiglia
allargata(10) In realtà la prima volta che venne in Italia
papà non viaggiava a bordo di macchinoni,
bensì di più spartani pulmann. Ma era lo
stesso un visitatore privilegiato. Era il
primo convoglio di somali che partiva per
l’Italia. Tutti uomini in missione, politici del
futuro che dovevano imparare la
democrazia (46)

Cuadro de producción propia.

168
Si analizamos, exclusivamente, cómo la autora se relaciona con las dos herencias
culturales, descuidamos de considerar las prácticas como el producto de la interacción
entre el habitus y las características del campo. En este caso no podemos hablar de
identidad migrante en literatura, sino de un largo proceso de negociación e interacción
entre la escritora inmigrante y el campo literario, tanto en su forma de identificarse como
escritora como en las posibilidades que limitan y orientan estas identificaciones. Por esta
razón, aunque hablamos de una novela autobiográfica, es necesario no ignorar el efecto
de refracción que ejerce el campo de producción cultural respecto a la oscilación de la
autora entre diferentes herencias culturales, entre la lengua somalí y el italiano, entre la
novela y la tradición oral. El concepto de la identidad de los inmigrantes, con vínculos
transnacionales, que caracteriza el sujeto que Glick Shiller et al (1995) definen como
transmigrant se debe confrontar con la identidad de la autora inscrita en un determinado
campo de poder y por esta razón, considerarla como una identidad literaria. Esta
identidad, es el resultado de una construcción de la identificación del autor en el campo
literario en interacción con el horizonte de recepción (Meizoz, 2010). En la siguiente
sección se analiza como la doble presencia, fruto de un habitus transnacional que produce
un conocimiento transnacional que oscila en las dos esferas, puede trasformarse en una
doble ausencia cuando se enfrenta a las reglas del mundo literario.

6.5.2 El proceso de refracción, entre la doble ausencia y la doble presencia

Para existir como escritora inmigrante, el valor de un tipo de escritura de vanguardia que
pretende transgredir el canon italiano, introduciendo elementos de la cultura y de la
lengua somalí, puede ser consagrado solo a partir de un reconocimiento por parte de los
agentes dominantes del campo, editores, académicos, críticos, lectores. Si la escritura
ayuda a desarrollar una identidad fluida, que se mueve entre dos culturas, solo una cultura,
la cultura dominante, permite a esta escritura circular y ser consagrada en el proceso que
monopoliza el capital simbólico. Todo esto, claramente, no lo encontramos en la lectura
de la novela La mia casa è dove sono (2010), sino en la posición de Scego en el campo
literario a partir de su habitus y de las condiciones del campo. La hija de un migrante
privilegiado como afirma en el curso de la obra, pero también la hija de una pastora
nómada, une la trayectoria literaria con la trayectoria migratoria que interesa al campo
por la originalidad de una cultura minoritaria exotizada y por la autoridad de la clase
social de su padre. Como hemos mencionado antes, la novela, a diferencia de la oralidad

169
está vinculada con los modos de producción y consumo, pero según Bourdieu (1995)
también con el proceso de consagración del valor simbólico de la obra. Una novela no
puede ser analizada como caso aislado, con la ingenuidad de creer que las relaciones
simbólicas, que atribuyen a esta obra un valor, no respondan al mismo tiempo a relaciones
de poder.

El conocimiento, la habilidad que producen el capital literario a partir del cual Scego
realiza esta novela, encuentran una correspondencia con las exigencias del campo
literario, que ofrece a este capital, las condiciones para entrar, para existir y circular. Si
esta novela fuera pensada solo por la autora en su proceso de escritura, puede reconducir
sin duda, no a un padecimiento del inmigrado que vive una doble ausencia, sino a una
joven de origen inmigrante que encuentra una doble presencia, a través de la convivencia
de dos conocimientos, de dos culturas y de una forma de escribir. Pero el proceso de una
obra literaria nace a partir de un sistema de relaciones donde el artista está incluido,
luchando para obtener un capital o para transformarlo. Es en esta lucha, que la doble
presencia en la novela depende de un sistema de consagración. Esta dependencia se
refiere a una característica específica del campo literario, que permite a la autora de existir
en función de las condiciones de consagración. A partir de esta consideración, se deberían
observar también las fuerzas externas al campo, que a través de Bourdieu (1995)
definimos heterónomas.

En la novela existen huellas de una marca de origen que determinan un proceso


heterónomo al campo literario, por otro lado hay una forma de resistencia por la conquista
de una autonomía. Estas huellas podemos observarlas a partir de la portada donde hay la
imagen de la cara de la escritora, una mujer africana, que refuerza la marca de origen,
etiquetando su obra en el género de la literatura de la migración. Otra marca de origen es
la presencia de elementos exóticos de la cultura somalí, que aunque puede parecer una
libre forma de expresión, han sido para la autora, otra imposición del editor, porque es
una marca esencial para el reconocimiento de la novela en su sector segmentado. Esta
tendencia del discurso dominante que trasforma a la mujer en el símbolo de la comunidad
inmigrante, actúa en los procesos de construcción de los imaginarios. A partir de esta
transformación en símbolo de la comunidad imaginada inmigrante, al sujeto mujer se le
impide el reconocimiento de su enorme heterogeneidad (Nash, 2007). Este aspecto está
presente también en el mundo literario, con la imposición de una marca de origen, que

170
reúne tanta diversidad en una característica reconocible. En esta entrevista de Simone
Brioni (2014) para el Centre for the Study of Contemporary Women's Writing (CCWW)
la misma Scego denuncia estas imposiciones en su novelas, en particular en La mia casa
è dove sono.

Tutti i miei libri tranne Oltre Babilonia hanno la mia faccia in copertina, seguendo un
trend che contraddistingue quasi tutte le opere che parlano di migrazioni. Per La mia casa
è dove sono, sono riuscita ad ottenere il titolo che volevo perché Rizzoli voleva intitolarlo
‘Da vicino nessuno è straniero’. Sulla scelta della copertina sono stati loro però ad avere
la meglio. Io avrei voluto mettere una mappa, e sono sicura che questo inserimento
avrebbe fatto acquisire al libro una ricezione diversa. Spero che il mio prossimo libro non
abbia in copertina la mia faccia.

Todos mis libros, excepto Oltre Babilonia, tienen mi cara en la portada, siguiendo un
trend que caracteriza casi todas las obras que hablan de migración. En La Mia Casa è
dove Sono, conseguí obtener el título que quería, porque Rizzoli quería intitularlo ‘Da
vicino nessuno è straniaro’. Pero en la elección de la portada ganaron ellos. A mí me
hubiera gustado poner un mapa y estoy segura que esto hubiese ofrecido al libro una
recepción diferente. Espero que mi próximo libro no tenga mi foto en la portada.
(Traducción mía).

El desarrollo de su identidad literaria, aunque esconde una clara interferencia del


horizonte de recepción que el público europeo morbosamente interesado hacia la mujer
inmigrante de cultura musulmana, presenta interesantes formas de resistencia. En La mia
casa è dove sono (2010) el mundo de la cultura de origen es descrito a través de una voz
que encarna una clase social capaz de tener un conjunto de factores reconocidos por toda
las elites culturales somalí. La cultura musulmana a la cual pertenece su familia es
representada como un patrimonio que se contrapone a la cultura asimiladora, conocer su
cultura de origen le permite refutar la condición negativamente tipificada que la sociedad
europea atribuye a los inmigrantes de cultura musulmana. Podemos subrayar al mismo
tiempo que el conocimiento de la cultura italiana, a partir de su padre político africano
que se formó bajo la dominación colonial permite a la autora moverse en las dos esferas
superando las rupturas que se crearon a partir de la colonización y la inmigración, a través
de un conocimiento transnacional. Tanto su padre como su madre, como es posible ver

171
con estas descripciones, se enfrentan al vacío del exilio, poniendo a la luz la cultura
musulmana como un arma en contra de la asimilación.

Mio padre me lo diceva sempre: “Quella scuola uccideva ogni tipo di creatività.
Non ci faccevano mai disegnare”. Per fortuna papà frequentava anche la scuola
coranica. Certo, se i versetti della sura non venivano mandati bene a memoria si
rischiavano legnate pure li, “ma la musicalità del Corano ci infondeva quel
desiderio di sognare che la scuola di Mussolini ci toglieva (Scego, 2010.46).

Mi padre me lo decía siempre: “Aquella escuela mataba cada tipo de creatividad.


Nos no dejaban dibujar nunca”. Por suerte mi padre asistía también a la escuela
coránica. Es cierto que si los versos de la Sura no se estudiaban bien te hechaban
la bronca duramente, pero “la musicalidad del Corán nos trasmitían un deseo de
soñar que la escuela de Mussolini nos quitaba” (Traducción mía).

La cultura musulmana está representada, no como una cultura atrasada respecto a la


emancipación de la mujer, una cultura patriarcal y limitante en el proceso de integración
de un joven inmigrante, sino como un conocimiento esencial. Una cierta clase social y un
cierto conocimiento caracterizan el habitus de esta autora, a través de la dimensión
simbólica de la escritura, es decir en la manera de usar la escritura para negociar una
condición social. En este caso no tenemos una simple combinación del lenguaje
tradicional con el lenguaje de la colonización que da vida según Bourdieu y Sayad, en el
sujeto colonizado, a un lenguaje desconocido, (1964: 464), tenemos más bien una
negociación estratégica de más lenguajes y en cualquier momento la autora demuestra ser
cociente de las relaciones de poderes entre ellos.

Eravamo cresciuti in due paesi diversi, loro a Mogadiscio, io in una periferia di


Roma, e avevamo studiato il Pascoli. Stesse poesie tristi. Forse sia io che lui
avremmo dovuto studiare altre cose: la nostra storia africana, per esempio. Invece
gli africani sempre a studiare la storia degli altri. E così ci si convinceva di
discendere dai romani o dai galli invece che dagli Youruba e dagli egiziani. La
scuola coloniale seminava in noi dubbi e lacerazioni (Scego, 2010:25).

172
Crecimos en dos países diferentes, ellos a Mogadiscio, yo en una periferia romana
y los dos hemos estudiado a Pascoli. Las mismas tristes poesías. Quizás tanto yo
como él, teníamos que haber estudiado cosas diferentes: por ejemplo, nuestra
historia africana. Pero los africanos siempre estudian la historia de los otros. De
esta forma nos convencían que descendíamos de los romanos o los gallos más que
de los youruba y los egipcios. La escuela colonial dejava en nosotros dudas y
heridas (Traducción mía).

La representación que hace la autora del habitus paterno y del capital cultural heredado,
desvelan todas las complejidades de las correspondencias simplistas y monolíticas que
utiliza el discurso del poder para representar al sujeto migrante. A la titulación política
del padre que garantiza su competencia específica caracterizada por una fuerte huella
colonial, se inscriben los títulos de la burguesía cultural africana que muestran altos
grados de autonomía respecto a la dominación cultural italiana, tanto en el campo de la
música, en el cual, como afirma Bourdieu (1979), es necesaria una sensibilidad burguesa
que se opone a la grosería materialista, como en el campo del cine. La escritora
reconstruye este espacio social donde se defienden los privilegios de la burguesía
africana, por ejemplo cuando menciona dos episodios emblemáticos. El primero es el
encuentro del padre en los años 60 con Nat King Cole, en el teatro Sistina de Roma.
Durante el concierto, el padre intercambió algunas miradas con el célebre pianista de jazz
y los dos entendieron que eran los únicos negros de la sala, quizás privilegiados, en aquel
mundo de blancos. El otro encuentro, fue con el célebre actor Omar Shariff, cuando el
padre durante un viaje de trabajo como político somalí, tenía muchas oportunidades de
encontrar personajes famosos. La descripción del encuentro con Omar Shariff simboliza
una cierta solidaridad entre las elites políticas y culturales africanas.

L’episodio di Omar Sheriff mi ha fatto sempre sorridere. Perche dice molto del
carattere di papà. Omar Sherif è una vecchia conoscenza. Si erano incrociati
casaualmente un po di volte nell hall degli alberghi. Gli egiziani e i somalí,
sopratutto in quegli anni avevano molte cose in comune. Sopratutto l’idea del
panarabismo di Nasser che ben si sposava con il panafricanismo del ganese
Kwame Nkrumah (Scego, 2010: 48).

173
El episodio de Omar Sharif me hace sonreír. Porque dice mucho del carácter de
mi padre. Omar Shariff es un viejo conocido. Se encontraron por casualidad
algunas veces en los halls de los hoteles. Los egipcios y los somalíes, sobre todo
en aquellos años tenían muchas cosas en común. Sobre todo la idea del
panarabismo de Nasser que bien se casaba con el panafricanismo del ghanés
Kwame Nkrumah (Traducción mía).

La reconstrucción del espacio social donde se movía el padre en la obra de Scego, nace a
partir de una exhibición de marcas de distinción que se oponen a las marcas de origen que
homogenizan el sujeto inmigrante en la literatura contemporánea. El concepto de
“estilización de vida” que Bourdieu (1979) a través de Weber utiliza para describir el
producto que organiza y orienta las prácticas a partir de la necesidad de un
distanciamiento intencionado, es visible en estas representaciones a partir del habitus
paterno. Un concierto jazz en los años 60 en el Sistina, el encuentro con Shariff, son
ejemplos de un privilegio de clase (Bourdieu, 1979). Toda la representación de estos
capitales heredados a través de una ejemplar actividad política del padre, interrumpida
dramáticamente por la dictadura, se contraponen, como he mencionado antes, con la
herencia materna, la herencia del mundo oral nómada y de las tradiciones ancestrales. Es
en este punto que la autora intenta dejar el marco de distinción, para retomar el marco
homogeneizante que ha caracterizado la literatura migrante, a través de una imagen
exótica de la mujer. Estas características son presentes sobre todo cuando la autora hace
referencia a su madre, como en esta cita de más abajo, a través la mención-intromisión de
la cultura oral.

Sheeko sheeko sheeko xariir


Storia storia oh storia di seta.
Cosi cominciano tutte le fiabe somale. Tutte quelle che mia madre mi raccontava
da piccola. Fiabe splater per lo più. Fiabe tarantinate di un mondo nomade che
non badava a merletti le crinoline (Scego, 2010:9).

Sheeko sheeko sheeko xariir


Historia historia oh historia de seda.

174
Así empiezan todos los cuentos somalíes. Todos aquellos que mi madre me
contaba desde pequeña. La mayoría sanguinarios. Cuentos violentos de un mundo
nómada que no se entretenía en las decoraciones (Traducción mía).

La transculturación literaria de la novela europea con el cuento oral africano, tiene


significados de poder y resistencias femeninas. No es casual que la oralidad a la cual hace
referencia la autora, esté relacionada con su madre. La función de la oralidad en el cuento
oral arabe y africano, a partir de los cuentos de Sheherezade, revela la importancia de la
transmisión oral por parte de las mujeres para resistir frente a la élite masculina. La
oralidad en este caso, no solo desplaza una sumisión de los modos de producción y
consumo de la novela, modos que colonizan y occidentalizan la narración, sino que
desplaza también el orden de la narrativa masculina (Obiechina, 1975; Rhouni, 2010). En
la obra de Scego, este conocimiento al cual hace referencia a través de la herencia materna
une, un hilo desarraigado de su función con la novela europea. La oralidad es sobre todo
una marca reconocible que pierde su autonomía artística en función del mundo editorial.
El brand de lo híbrido, de lo plurilingüe y de la oralidad escrita, pierden su función
esencial de subvertir el canon europeo, para convertirse en el deseo orientalista del mismo
público europeo. Toda la obra, por ser autobiográfica, se convierte en un laboratorio
sociológico que estimula una reflexión sobre la ausencia y presencia, en relación a la
oralidad y a la escritura, al italiano y al somalí. La doble ausencia aparece cuando, la
oralidad y la lengua somalí, se trasforman en un conocimiento desarraigado a su contexto,
porque como afirma la autora en la misma entrevista de Brioni (2014), cuando la tradición
del cuento oral somalí irrumpe en la escritura con el alfabeto latino se aplica un proceso
de violencia que transforma su sonido y sus raíces.

La Somalia ha avuto pochissima letteratura perché il somalo si scrive solo dal 1972,
quando Siad Barre ha deciso unilateralmente di utilizzare i caratteri latini, senza rispettare
i tempi di una lingua. Ogni volta che leggo il somalo scritto io mi sento male, perché
penso che i caratteri latini non c’entrino nulla. Ne ho parlato anche in Oltre Babilonia:
avremmo dovuto inventarci un nuovo alfabeto per scrivere la nostra lingua, come gli
armeni o gli ebrei. Trovo la scelta di scrivere in caratteri latini una violenza. Il somalo
scritto è una lingua stoppacciosa, complicata, molto aulica e retorica. Tuttavia, nei gabay
o nei buraambur – i canti tradizionali che mi hanno recitato mia mamma e mia zia, che
sono entrambe poetesse – quella lingua suona in maniera del tutto diversa. Io ho sentito

175
migliaia di favole in questa lingua, ancor oggi quando mia mamma mi telefona mi
racconta una favola (Scego,2014:12).

Somalia ha tenido poca literatura, porque el somalí se escribe desde el 1972, cuando Siad
Barre decidió unilateralmente utilizar los caracteres latinos, sin respetar los tiempos de
una lengua. Cada vez que leo el somalí escrito me siento mal, porque pienso que los
caracteres latinos no tienen nada que ver con éstos. Hablé de esto también en Oltre
Babilonia: teníamos que haber inventado un nuevo alfabeto para poder escribir en nuestra
lengua, como los armenios y los hebreos. Considero la elección de escribir en caracteres
latinos una violencia. El somalí escrito es una lengua complicada y retórica. Todavía en
los gabay o en los buraambur, los cantos tradicionales que me cantaron mi madre y mi
tía, que son las dos poetas, suenan de una forma totalmente diferente. Yo escuché miles
de cuentos en esta lengua, todavía hoy cuando mi madre me llama, me cuenta una fábula
(Traduccíon mía).

La autora representa, por un lado la figura materna como fuente de una gran tradición
nómada, que a diferencia del padre, una vez inmigrada a Italia, se trasformó en un sujeto
desarraigado, sufriendo la doble ausencia que bien teorizó Sayad (2010).

Nel tempo ho scoperto che quell’elefantino ha lo stesso sguardo della mia


mamma. Non può tornare non può dissetare la sua angoscia. L’esule è una creatura
a metà. Le radici sono state strappate, la vita è stata mutilata, la speranza è stata
sventrata, il principio è stato separato, l’identità è stata spogliata (Idem:55).

Con el tiempo he descubierto que aquel elefantito tiene la misma mirada que mi
madre. No puede volver, no puede saciar su angustia. El exilio es una criatura por
la mitad. Las raíces le fueron cortadas, la vida mutilada, la esperanza partida, el
principio ha sido separado, la identidad ha sido desnudada (Traducción mía).

La oralidad como herencia intrínsecamente materna se encuentra en la misma situación


de desarraigo. Este aspecto es fundamental para nuestra reflexión e imaginación
sociológica. El transmigrant que se mueve entre culturas desarrollando una identidad
fluida, se enfrenta en realidad a la estructura del campo literario, por esta razón los
movimientos entre fronteras simbólicas y culturales están caracterizados por un sistema
de dependencia. Las prácticas de esta escritora de origen inmigrante se encuentran en este

176
constante proceso de negociación entre la conquista de autonomía y los
condicionamientos heterónomos. Por un lado, la autora no representa a la mujer
inmigrante de cultura musulmana sumisa y representante simbólica de una comunidad
homogénea, no está condicionada por la violencia simbólica del campo político, que
reúne tanto el discurso colonial, como patriarcal. Sus capitales estratégicos le permiten
reconstruir este sujeto, pero no a través de una imagen estereotipada de la mujer
musulmana pasiva y subordinada, por esta razón no ignora las diferencias de clases,
culturales y generacionales. A partir de su historia y su representación autobiográfica no
se desvela en ningún momento aquella relación colonial que bien analizó Spivak
(1988:93) en su estudio sobre el subalterno, donde la mujer no occidental está salvada por
el hombre blanco en defensa del hombre de su cultura de origen para reforzar la
dominación cultural, ‘white men are saving brown women from brown men’. Aunque la
novela autobiográfica de Scego nace a partir de este interés típicamente occidental hacia
la mujer musulmana, deseada como objeto de salvación, todos los capitales y las fuerzas
necesarias para su emancipación no están en contraposición con su cultura de origen y no
demuestra de utilizar el campo literario occidental para salvarse de una cultura atrasada y
patriarcal. El campo cultural europeo no está representado como la salvación en contra
de los vínculos patriarcales del campo cultural somalí.

Aunque este aspecto la distingue de muchas otras autoras de cultura musulmana que
publican en Europa, sobre todo a partir de la conquista de una autonomía respecto a un
poder político, las formas en la cual construye esta novela autobiográfica responden a
algunos procesos condicionados por un condicionamiento heterónomo. La autora hace
referencia al mundo exótico somalí, a veces sin una clara función autónoma a la literatura,
para seguir una línea que caracteriza estas novelas, que reúnen los elementos extranjeros
necesarios para cumplir el deseo del público occidental. Con estas dos contraposiciones,
entre conquista y dominaciones, y entre doble ausencia y doble presencia, se justifica el
título de esta sección que pretende explicar esta oscilación, tanto a partir de la realidad
del sujeto mujer inmigrante, como también de su interacción con un universo social
especifico como el literario. La doble presencia está caracterizada por el capital cultural
de este sujeto de origen inmigrante, que tiene la capacidad de moverse entre diferentes
esferas culturales, la doble ausencia está caracterizada por los procesos heterónomos a la
creación literaria, como los del mercado editorial o del mundo político, que trasforman
este capital a partir de sus exigencias específicas.

177
6.6 Scego socio-analista de sí misma

En la sección anterior, la novela ha sido un objeto de análisis, desarrollado a partir de la


teoría del campo literario (Bourdieu, 1995), haciendo también algunas referencias a otros
marcos como el de la sociología de las migraciones y de género. La novela ha sido sobre
todo un objeto de estudio, donde el discurso sociológico ha mantenido una cierta distancia
con el discurso literario, por esto se ha intentado sociologizar una práctica artística
explicándola en su propio universo social. Todo esto ha sido posible gracias a una
comprensión de las reglas del campo literario y a un cambio en la manera de pensar del
sociólogo, sobre todo cuando se acerca a una obra literaria, perdiendo el poder de crear
leyes generales para analizar un punto de vista singular. El punto de vista singular de una
escritora sobre la experiencia de la inmigración, no es el de cualquier mujer inmigrante,
es el de una mujer que pretende y tiene intereses por los capitales de un campo concreto.
Según este distanciamiento tanto teórico como metodológico, el punto de vista de una
escritora en la novela puede ser el objeto de un estudio sociológico pero no
necesariamente un instrumento de imaginación sociológica. Por un lado, se analiza el
pensamiento del autor como objeto de la sociología, por el otro, se trasforma el mismo
autor en sociólogo. En Las Reglas del arte, Bourdieu (1995) aunque intenta ser claro y
riguroso en no confundir los dos discursos y los dos oficios, el sociológico y el literario,
utiliza a Flaubert para analizar a Flaubert, por esta razón titula el prólogo de su libro,
“Flaubert analista de Flaubert”. Este aspecto que puede parecer un juego esquizofrénico
entre escritor y sociólogo, ofrece en realidad al sociólogo la capacidad de entrar en las
particularidades del discurso literario y trasformar Flaubert en el socionalista de sí mismo.

Todos estos aspectos que pueden trasformar una novela en un instrumento de imaginación
sociológica y no solo en un objeto de estudio, se van a desarrollar en esta última parte del
capítulo. En este caso la ruptura de fronteras disciplinarias es necesaria porque la novela
puede ayudar al sociólogo, trasformando la escritora en la socioanalista de sí misma. El
aspecto que vamos a analizar en la novela de Scego, es la construcción de dos
comunidades imaginadas, Italia y Somalia, imaginadas porque son literarias y porque
como afirma Anderson (1991) todas las comunidades son en primer lugar imaginadas. El
poder de la literatura, ayuda a observar y a desvelar los valores y significados que están
detrás de una comunidad imaginada. A partir de esta construcción de la nación como
proyecto no inclusivo se define quien está incluido y quien está excluido. La misma

178
relación del sujeto inmigrante con el país de llegada es entonces una relación con una
comunidad política imaginada que es como afirma Anderson (1991) tanto limitada como
soberana.

In an anthropological spirit, then, I propose the following definition of the nation:


it is an imagined political community – and imagined as both inherently limited
and sovereign’ (Anderson 1991: 5–6).

Esta comunidad que no se reproduce de forma biológica o ahistórica porque es una


contingente construcción discursiva (Anderson, 1991), es entonces antes de todo
imaginada, por esta razón la literatura puede en un modo extremamente sutil y no obstante
perceptible, en su vocabulario y su sintaxis, representar los presupuestos dominantes de
una comunidad política o deconstruir los fundamentos de su ontológica consistencia. En
esta dirección podemos entender tanto el poder de la literatura cosmopolita en contra de
los nacionalismos, en escritores como Woolf, Sebald, Rusdhie (Walkowitz, 2006), o de
la literatura poscolonial en contra de los imperialismos en escritores como Cesaire,
Glissant, Walcott o de la literatura de la inmigración en contra de los discursos
dominantes, tanto racistas como asimiladores. Cuando la literatura juega en el campo de
las construcciones discursivas y de la imaginación en contra de la política, tiene algún
margen de resistencia y poder. Scego se mueve en la línea de una larga tradición de
escritores y escritoras que han encontrado este lado poderoso de la palabra. En su caso se
de-construye la realidad biológica y ahistórica que define la comunidad italiana respecto
a una mujer somalí, con una construcción discursiva totalmente histórica además fruto de
una historia colonial totalmente olvidada por parte de la cultura italiana contemporánea.

L’Italia era il mio paese. Pieno di difetti, certo, ma il mio paese. L’ho sempre
sentito profundamente mio. Come del resto lo è la Somalia, che di difetti abbonda.
(…) Però su una cosa avevano ragione da vendere: l’Italia si era dimenticata del
suo passato coloniale. Aveva dimenticato di aver fatto subire l’inferno ai somali,
eritrei, libici e etiopi. Aveva cancellato la storia con un facile colpo di spugna
(Scego, 2010: 17).

Italia era mi país. Lleno de defectos, cierto, pero era mi país. Siempre lo percibí
así profundamente mío. Como también lo es Somalia, que tiene muchísimos

179
defectos. Pero en una cosa tenían razón (mis primos), Italia se olvidó de su pasado
colonial. Olvidó que muchos somalíes, eritreos, sufrieron el infierno por su culpa.
Borraron la historia demasiado fácilmente con una esponja (Traducción mía).

Por un lado, la identificación de la autora, tanto con su cultura de origen como con la
cultura italiana, se puede asociar a la identificación in between que bien desarrolló en sus
estudios Homi Bhabha (1994), centrada en el análisis de la hibridación entre un yo y un
tú, y como desde esta contaminación puede nacer una tercera forma, lo que él llama
“tercer espacio” en The location of culture (1994). Las nuevas subjetividades que nacen
en esta condición definida como un in between space son las que viven en la frontera, son
las que no se incluyen ni en un espacio ni en otro, y como en el caso de la autora justo en
este cruce, en un puente entre dos espacios.

Sono cosa? Sono Chi?


Sono nera e italiana.
Ma sono anche somala e nera.
(…) Sono un crocevia mi sa. Un ponte, un equilibrista, una che è sempre in bilico
e non lo è mai. Alla fine sono solo la mia storia (Scego, 2010:31).

¿Qué soy? ¿Quién soy?


Soy negra e italiana.
Pero también somalí y negra.
Estoy en un cruce creo. Un puente, un equilibrista, una que siempre está en
equilibrio pero nunca lo está. Al final soy solo mi historia (Traducción mía).

Pero realmente si analizamos la identificación de la escritora con este espacio, lo que le


permite cruzar este puente no es simplemente ser un inmigrante de segunda generación,
o una mujer de origen somalí en Italia, es sobre todo como describe Scego en su socio-
análisis de sí misma, la obtención de la ciudadanía. Como afirma una de las más grandes
pensadoras contemporánea, la turca Benhabib (2004:335), la complejidad de nuestra
cultura, las identidades éticas y lingüísticas y nuestras herencias no se reflejan en nuestro
pasaporte, de todas formas sin este pasaporte no somos miembros de ninguna sociedad
política y no tenemos ninguna protección. Por esta razón Benhabib (2004) hace una
diferencia entre el inmigrante que tiene muchos pasaportes y el que no tiene ninguno. En

180
su novela Scego, refleja esta condición en dos puntos distintos. El primero es la
descripción de los privilegios que caracterizan la obtención de la ciudadanía italiana.

Io e lui eravamo diventati cittadini italiani perché figli minorenni di papà che a un
certo punto degli anni Ottanta aveva ottenuto la cittadinanza. Eravamo
contentissimi. Potevamo votare, far sentiré la nostra voce, la nostra pancia. Avere
quel pezzo di carta ci faceva sentire più sicuri, non avevao più paura di guardare
le persone negli occhi. (..) Per questo io e mio fratello eravamo felici del nostro
bel passaporto bordeaux. Eravamo liberi di esprimerci in uno dei nostri due paesi
(Scego, 2010:108).

Yo y él conseguimos ser ciudadanos italianos porque éramos hijos menores de


edad de papá, que en un cierto momento de los años ochenta, había obtenido la
ciudadanía. Estábamos contentísimos. Podíamos votar, hacer oír nuestra voz,
nuestra barriga. Tener ese trozo de papel nos hacía sentir más seguros, no teníamos
miedo de mirar a la gente a los ojos. (…) Por eso, yo y mi hermano éramos felices
de tener nuestro pasaporte color burdeos. Éramos libres de expresarnos en uno de
nuestros dos países (Traducción mía).

La segunda es la gran diferencia que distingue la autora con los refugiados somalís que
no exilian en su misma condición, sino a través las pateras que han caracterizado la
metáfora de nuestros tiempos. Estas personas son somalís como ella, se identifican en la
misma identidad lingüística y cultural pero a diferencia de la autora, tienen que superar
el desierto de agua que es el Mediterráneo (Braudel, 1998) y después la fortaleza europea
con toda sus barreras burocráticas (Sassen, 2013). El mar por un lado, la ley por el otro,
rompen la imagen idealizada del between space entre culturas, de los procesos
indetidarios del transmigrant entre barreras nacionales, porque solo algunos miembros
pueden participar en este intercambio. En este punto es necesario reflexionar, sobre la
incompleta definición del beetwen space de Bhabha (1994) y del transmigrant de Schiller
et al (1999), para no establecer con claridad quien tiene los capitales económicos, sociales
y culturales, para crear un puente entre dos culturas y quien se hunde entre ellas y quien
puede participar a los intercambios transnacionales entre lugar de origen y lugar de
instalación y quien no (Guarnizo, Portes y Haller, 2003).

181
Nella folla tanti visi conosciuti della disapora somala di Roma. C’erano le donne con le
lacrime agli occhi e uomini che stringevano i pugni per la rabbia. (…)Era successa una
tragedia. Una imbarcazione era colata a picco. Una di quelle che solcavano il mar
Mediterraneo in cerca di un approdo verso un futuro qualsiasi in terra d’Occidente. Chi
prendeva quelle navi scappava da guerre, fame e carestía. Qualcuno cercava i suoi sogni.
Invece nell’ottobre del 2003 una di quelle barche era colata a picco. Era stata sfortunata.
Noi dovevamo guardare in faccia il volto osceno di quella realtà che ci era tocata in sorte.
Era piena di somali quella caretta colata a picco, ecco la realtà (Scego,2010: 97).

En la multitud había muchas caras conocidas de la diáspora somalí de Roma. Había


mujeres con lágrimas en los ojos y hombres que apretaban los puños de rabia. (…) Había
sucedido una tragedia. Una embarcación se había hundido. Una de las que cruzaban el
mar Mediterráneo en busca de un refugio, hacia un futuro cualquiera en tierra occidental.
Quien cogía aquellas naves escapaba de guerras, hambre y sequía. Alguien buscaba sus
sueños. En cambio, en octubre de 2003 una de esas barcas se había hundido en la
profundidad. Había sido desafortunada. Nosotros teníamos que mirar a la cara el rostro
obsceno de aquella realidad a la que había tocado la suerte. Estaba llena de somalíes
aquella barca hundida, esa era la realidad (Traducción mía).

En este proceso de análisis de sí misma como inmigrante, la autora nos recuerda su


posición de escritora y la profunda función que ha tenido la escritura en llenar el vacío
del exilio con la imaginación. Por esta razón, el movimiento transnacional entre los dos
polos, es en su caso sobre todo un movimiento imaginario. Para un largo grupo de
escritores/as en el mundo, como los mexicanos en Estados Unidos, los bangladíes o los
indios en Inglaterra, o los turcos en Alemania, la idea de casa se asoció a una necesidad
de recrear en la ficción lo que se perdió en la realidad, utilizando la escritura para crear
un país imaginado, por ejemplo la India de la mente, como afirma Rusdhie (1992:93) en
su ensayo, Imaginary Homelands.

Writers in my position, exiles or emigrants or expatriates, are haunted by some


sense of loss, some urge to reclaim, to look back, even at the risk of being mutated
into pillars of salt. (…) we will not be capable of reclaiming precisely the thing
that was lost; that we will, in short, create fictions, not actual cities or villages, but
invisible ones, imaginary homelands, Indias of the mind (Rusdhie, 1992:93).

182
La idea de casa es una idea diseminada y dañada en los presentes viajes, afirma Rushdie
(ídem) donde los sujetos inmigrantes o exiliados pueden vivir en un lugar pero pertenecer
a otro. Este otro deviene siempre más un lugar imaginario, necesario para sanar las
fracturas y las ausencias. En este punto, otra vez más la función de la literatura y la
compleja relación migrante-novela se pone en relación al intento de superar la doble
ausencia con la ficción, reconstruyendo los lugares de la memoria. En la primera parte de
la novela, Igiaba Scego se rencuentra con algunos miembros de la familia, que viven en
diferentes partes de Europa. Este rencuentro de la diáspora somalí está caracterizado por
un intento de recordar y dejar un espacio para la memoria de su país de origen, Somalia.
Este juego nació a partir de un deseo de la sobrina de la narradora de hacer un dibujo de
la ciudad de Mogadiscio. A partir de este dibujo la narradora reconstruye la Mogadiscio
de su mente, un lugar imaginado para sustituir un recuerdo siempre más lejano.

Disegnavamo Maka al Mukurama perché i nostri ricordi stavano sbiadendo. La


nostra città era morta dopo la guerra civile; i monumenti distrutti, le strade
squarciate, le coscienze sporcate. Avevamo bisogno di quel disegno, di quella città
di carta per sopravivere (Scego, 2010: 21).

Dibujábamos a Maka en el Mukurama porque nuestros recuerdos se estaban


desvaneciendo. Nuestra ciudad había muerto después de la guerra civil; Los
monumentos destruidos, las calles desacuarteladas, las conciencias ensuciadas.
Necesitábamos aquel dibujo de aquella ciudad de papel para sobrevivir
(Traducción mía).

La autora subraya que la imaginación se convierte en una necesidad para sobrevivir y


para reconstruir lo que faltaba, sobretodo el recuerdo de una ciudad destruida por la guerra
civil. Esta ciudad donde la autora nunca ha vivido ha sido para ella una ciudad imaginaria.
La madre de la narradora que conocía Mogadiscio muy bien, veía que en el dibujo faltaba
algo y por esto dijo a la hija: “devi completare la mappa manchi tu lì dentro.”(Scego,
2010:30). Según la madre, la narradora no estaba en aquel dibujo de Mogadiscio porque
era la representación de una memoria lejana, lo que faltaba era añadir al dibujo lo que
más caracterizaba su vida, como por ejemplo la ciudad de Roma, la ciudad donde nació
y creció la narradora, es decir la memoria presente.

183
Rivendicavo la mappa con forza, come rivendicherò il mio ultimo giorno di vita. Era mia
come loro, quella Mogadiscio perduta. Era mia, mia. Ed è li che entrarono in scena i post-
it comprati dalla signora Cho (…) ci scrissi sopra molto grande in stampatello: “Roma”.
Negli altri scrissi nomi di quartieri, piazze monumenti: Stadio Olimpico, Trastevere,
Stazione Termini. Appiccicai tutto all’interno della mia Mogadiscio di carta. Poi io che
no so disegnare, tentai di disegnare i miei ricordi. Lavorai per ore. Tracciai linee, sagome,
ombre. Ritagliai giornali. Feci scritte. Era buffo vedere quel risultato. Era imprescindibile.
Ma la mappa era finalmente completa. Ora mamma non avrebbe avuto niente da dire
(Scego, 2010: 34).

Reivindicaba el mapa con fuerza, como reivindicaré mi último día de vida. Era tan mía
como suya, aquella Mogadisco perdida. Era mía, mía. Y fue allí que entraron en escena
los post-it comprados a la señora Cho (…) Escribí encima muy grande en mayúsculas:
“Roma”. En los otros escribí nombres de barrios, plazas, monumentos: Estadio Olímpico,
Trastevere, Estación Termini. Los pegué todos dentro de mi Mogadisco de papel.
Después, yo que sé dibujar, probé a dibujar mis recuerdos. Trabajé durante horas. Tracé
líneas, formas, sombras. Recorté periódico. Hice escritos. Era gracioso ver aquel
resultado. Era imprescindible. Pero el mapa estaba finalmente completo. Ahora mamá no
hubiera tenido nada que decir (Traducción mía).

Este espacio diaspórico representado en la novela, es el punto donde las fronteras entre
pertenencia y alteridad, familiar y extraño, superan una línea rígida y esencialista y se
confunden en un articulación compleja. Es esta búsqueda de diferentes senderos que
caracteriza la experiencia migratoria por ser una metáfora de las identidades diaspóricas
que no se reflejan en un único lugar. Según Said (1996) una ventaja del intelectual
exiliado (en el caso de Scego, la hija de una familia de exiliados), es su capacidad de
refutar y subvertir el discurso esencialista e inmutable.

Una segunda ventaja para lo que es de hecho el punto de vista del exilio para un intelectual
es que tiendes a ver las cosas no simplemente como ellas son, sino como han venido a
ser. Contemplas las situaciones como contingentes, no como inevitables; las ves como el
resultado de una serie de opciones históricas llevadas a cabo por hombres y mujeres, como
hechos de sociedad realizados por seres humanos, y no como realidades naturales o
sobrenaturales, y por lo tanto inmutables, permanentes e irreversibles (Said, 1996;45).

184
Podemos observar justo esta ventaja en la representación literaria que hace la autora de
su ciudad imaginada, su Mogadiscio de la mente, pero también cuando añade su vida y
su historia, es decir la ciudad de Roma, la ciudad donde nació y vive, creando un mapa
donde se cruzan las fronteras de dos lugares, cruzando puentes y rompiendo fortalezas.
Todo este proceso es emblemático en la construcción del discurso literario de la autora,
desvelando los capitales culturales que le permiten imaginar y reconstruir su patria de la
mente, poniendo en contacto dos realidades no simplemente porque es inmigrante, sino
sobre todo porque es una escritora con un determinado habitus. Estas relaciones
determinan una práctica cultural que en su punto más autónomo permiten a la autora
enfrentarse con el poder de la palabra y de la imaginación, a las construcciones culturales
y simbólicas que homogenizan la mujer inmigrante. La imaginación y la escritura con su
capacidad de desvelar velando demuestran que para enfrentarse a la representación de
una comunidad excluyente es necesario enfrentarse a la construcción discursiva de la
imagen de esta comunidad. En la novela por ejemplo, el mapa de la ciudad, es en realidad
el mapa de dos ciudades que conviven juntas y no se excluyen, Roma y Mogadiscio,
porque para moverse en los senderos y calles reales, ha sido necesario para la autora
también añadir las calles de su imaginación y de su memoria. Moverse en los edificios
coloniales de Mogadiscio significa repensar las huellas coloniales italianas, pero también
en la misma Roma existen huellas de este pasado colonial, que siendo olvidado por la
sociedad, la misma autora quiere recuperar, no simplemente como víctima de la historia,
sino como parte de ella, tanto en sus conflictos físicos como simbólicos.

6.7 Conclusión

Este capítulo ha enfocado sobretodo su atención a dos aspectos. El primero es la


observación y comprensión de los efectos de refracción que ejerce el campo de
producción cultural en la representación de una condición emblemática como es la de la
mujer inmigrante. El segundo aspecto se enlaza con la comprensión de los procesos
externos al campo, es decir, los procesos heterónomos que condicionan las prácticas. La
novela más consagrada de la autora, La mia casa è dove sono, ha sido un nuevo
laboratorio sociológico necesario para esta investigación.

Tanto la particularidad del habitus de Igiaba Scego, como las fuerzas e intenciones de
posicionarse en el campo no necesariamente a través de la etiqueta de literatura migrante,

185
han caracterizado este laboratorio y sus apropiadas comprensiones. El punto de tensión
entre las imposiciones hacia una imagen homogénea y simplista de la mujer inmigrante y
un proceso de exhibición de una “estilización de vida” como necesidad de un
distanciamiento intencionado a esta imagen, se pueden observar en la novela en su
compleja articulación. Esta relación puede ser comprendida solo como el resultado tanto
de los efectos de refracción que ejerce el campo literario en sus formas autónomas como
de los procesos heterónomos en relación al campo político y económico.

El trabajo del sociólogo en este caso se podría asociar al del enólogo, por su capacidad de
conocer todos los pasajes que filtran la uva antes de transformarla en vino. Para entrar en
la comprensión de la representación literaria de la mujer inmigrante, la labor sociológica
debe comprender todos los pasajes que filtran una toma de posición específica. Los filtros
que ejercen en la representación de la mujer son por tanto internos como externos al
campo literario. Los procesos heterónomos han sido en la obra de Scego sobretodo el
poder económico, que a través de las reglas del mercado editorial ha impuesto algunas
marcas de la novela inmigrante. La cara de la escritora en la portada, elementos de la
cultura exótica somalí, son algunos síntomas de este proceso heterónomo.

Por otro lado, más allá de estas marcas de origen que homogenizan a la mujer inmigrante
en el campo literario, tanto la novela analizada como la trayectoria artística de la autora
demuestran una clara tendencia a la reacción y trasformación de una posición homogénea
y marginalizada en una posición heterogénea. Es al final de este proceso de análisis de
los filtros, que orientan el discurso literario, donde la observación sociológica puede
enfocarse en las propiedades del discurso literario y en su capacidad intrínseca de
enfrentarse a las dominaciones externas. Estas dominaciones tanto políticas como
económicas, mercantilizan a la mujer no occidental o la dominan por ser el punto más
lejano de la alteridad. El discurso literario de la mujer inmigrante por su capacidad
intrínseca puede trasformar la alteridad en una construcción discursiva y no en una
entidad biológica e inmutable, jugando en un lugar del campo del poder, el espacio
imaginativo, donde puede sacar más fuerzas y formas de reacciones a sus eternos
antagonistas, el discurso dominante del poder masculino y colonial.

186
CAPÍTULO 7. Kiffe kiffe demain de Faïza Guène, un análisis sociológico
de una práctica artístico-cultural

7.1 Introducción a la autora

En el documental La sociologie est un sport de combat, Bourdieu (2001) afirmaba que


uno de los grandes desafíos de los sociólogos es luchar contra de los prejuicios, también
contra los de la sociología misma. En esta parte de las tesis, se han utilizado algunos
trabajos que tienen una importante huella bourdieusiana, en relación a dos grandes
prejuicios de la sociedad francesa, de sus medios de comunicación y de sus discursos
dominantes, el prejuicio sobre los inmigrantes magrebíes y los prejuicios sobre la
banlieue. Estas dos construcciones discursivas sobre un lugar espacial y un sujeto
considerado extraño, son dos construcciones ajenas a la identidad esencialista francesa.
Tanto los estudios de Sayad (2010) sobre el sujeto inmigrante como los de Wacquant
(2001) sobre la banlieue, nos ayudan a reflexionar sobre los prejuicios creados por estos
discursos hegemónicos. Estos prejuicios son la marcas distintiva de un modelo
esencialista y asimilacionista que, por un lado rechaza cualquier forma de diversidad por
el otro trasforma en un entidad homogénea, una realidad de gran heterogeneidad como es
la banlieue parisina. Estos aspectos han caracterizado también la imposición de una
hegemonía en el campo de la lengua, sobre todo a partir del paradigma monolingüe
(Yildiz, 2002), que ha oscurecido la gran variedad lingüística del panorama literario
contemporáneo, para imponer una relación exclusiva entre el francés y el estado-nación.
El estudio de Yildiz (2012) sobre el paradigma monolingüe y las reacciones a este, ha
sido una referencia importante para poder introducir la escritora Faïza Guène y su novela
Kiffe kiffe demain (2004). Esta escritora, a partir de su primera novela desafía este
paradigma, para relacionar con el francés, tanto el árabe como el lenguaje de la banlieue,
no como elementos externos a Francia, sino como elementos internos a su cultura. Guène
es una hija de inmigrantes argelinos, que creció en la banlieue de París, estas dos marcas
sociales han sido dos marginalidades que se han enfrentado a los más grandes prejuicios
de la sociedad francesa contemporánea.

De todas formas, este capítulo que hace también referencia a los estudios de dos
colaboradores de Bourdieu, Sayad (2010) y Wacquant (2001), para reflexionar

187
sociológicamente sobre la banlieue y la segunda generación inmigrante, necesita
mantener una cierta distancia disciplinar y metodológica entre el mundo artístico y la
realidad social. Por esta razón, es necesario comprender como estas dos marginalidades
se han paradojicamente convertido en un recurso en el campo especifico de la literatura.
Lejos de la posiciones reduccionistas y lejos de la teoría del reflejo (Goldmann, 1966),
este análisis pretende comprender el extraño y extranjero en relación al universo literario.
Kiffe kiffe demain (Guène, 2004), novela fuertemente enlazada con la cultura de la
banlieue y con la segunda generación inmigrante, puede ser analizada sociológicamente,
solo comprendiendo el valor simbólico de esta connotación en el campo literario. La
primera fase de esta comprensión, es la reconstrucción histórico-social de las
producciones de los autores poscoloniales, inmigrantes y beur. Para comprender, con qué
capitales lingüísticos literarios la autora se acerca al campo y como estos capitales han
sido consagrados en el curso de los últimos treinta años.

En la segunda fase, a través de la novela analizada como laboratorio sociológico, se


observan las marcas evidentes de estos procesos: la relación de la autora con el
plurilingüismo y con elementos exóticos de la cultura magrebí, cercanos a la literatura
poscolonial, finalmente con los elementos peculiares de la cultura de la benlieue que
superan los aspectos étnicos para subrayar aspectos más sociales. Estos últimos elementos
acercan la autora a la cultura beur, que se introduce a lo largo del capítulo. Si los dos
colaboradores de Bourdieu, ayudan a reflexionar sobre los prejuicios tanto de la banlieue
como de los inmigrantes argelinos, el sociólogo de la teoría del campo, nos ayuda a
desmontar las ingenuidades que consideran la literatura un universo infinito de libertades.
En la última parte se analiza cómo la autora, a través de esta obra, entra en el universo
finito de libertades bajo condiciones: una de estas condiciones es negociar un estigma
para transformarlo en una marca que puede convertirse tanto en una etiqueta como en una
oportunidad de reconocimiento. Durante el análisis, se ha utilizado, tanto la versión
original, en francés, como la traducción al castellano. Algunas partes de la obra, dificultan
la comprensión si no se leen y comprenden con el texto en versión original, porque hacen
referencia a un lenguaje simbólico de la banlieue, que en su traducción al castellano
pierden toda su relación al contexto especifico.

188
7.2.1 Las respuestas de los escritores poscoloniales al centro literario francés

El filósofo alemán, Johann Gottfried von Herder (1972), consideraba que la nación
encuentra su punto de unidad nacional en el momento en que habla una lengua común,
por esta razón según el autor, es la lengua lo que une una población en su forma de nación.
En el siglo dieciocho, esta relación romántica entre lengua y nación, no fue solo el
resultado de una combinación poética y trascendente idealizada por grandes escritores,
según Yildiz (2012), fue sobretodo una imposición sociopolítica del paradigma
monolingüe.

Monolingual paradigm, which first emerged in late-eighteenth century in Europe,


has funcioned to obscure from view the widespread nature of multilingualism,
both in the present and in the past (Yildiz, 2012:2).

El monolingüismo, como analiza en su trabajo Yildiz (2012) ha sido un paradigma tanto


socio-lingüístico, como político, que ha caracterizado la socialización de los individuos.
Este paradigma presuponía una relación directa, biológica y exclusiva entre el sujeto y su
lengua materna y después entre la lengua y la nación.

This last point also underscores the significance of the modern nation-state for the
monolingual paradigm, or rather, of the monolingual paradigm for the modern
nation-state, with which emerged at the same time (Yildiz, 2012:3).

Este fenómeno, presente en diferentes contextos europeos, a partir del siglo dieciocho, ha
caracterizado de una forma particular a Francia. Como observa Yildiz (2012), el poder
político francés, ha impuesto el paradigma monolingüe, amenazando el diverso y colorido
panorama lingüístico, en un país donde la mayoría de la población no hablaba francés. La
construcción del moderno estado nación, a través de un proceso de prácticas monolingües
ha determinado la producción de sujetos monolingües, comunidades monolingües e
instituciones monolingües. Entender todo el proceso de construcción del habitus
monolingüe del sujeto, no como fenómeno ahistórico y trascendente, sino como una lenta
imposición política, nos ayudará a entender las reacciones a este proceso y los casos más
emblemáticos de la literatura francesa contemporánea. Como sostiene Yildiz (2012:2),
aunque el paradigma monolingüe a lo largo de la historia moderna ha conseguido

189
marginalizar las prácticas multilingües, no ha podido eliminarlas del todo. Estas huellas
residuales poco a poco han empezado a converger, por ejemplo, en un fenómeno que ha
subvertido la relación del francés y su centro político dominante y también el francés
como paradigma impuesto para oscurecer la diversidad lingüística. Sorprendentemente,
en el escenario literario contemporáneo, uno de los protagonistas de este cambio han sido
los escritores poscoloniales e inmigrantes y después los hijos de los inmigrantes. Como
explicaré enseguida, para poder entender la inmigración francesa contemporánea, como
consideraba el sociólogo argelino Sayad (2010), es importante conocer y comprender la
historia colonial francesa, del mismo modo para entender la literatura de la migración y
beur en Francia es importante entender la literatura poscolonial. Estos últimos han abierto
un espacio en el mundo literario, que ha permitido a los escritores inmigrantes y a la
literatura beur existir. A la violenta imposición e inculcación por parte del poder colonial
francés, del paradigma monolingüe en sus colonias, tanto en el Magreb como en el Caribe,
los escritores poscoloniales han reaccionado subvirtiendo este paradigma con prácticas
literarias multilingües. Yildiz (2012) utiliza el termino posmonolingüismo, tanto para
indicar el momento histórico siguiente al paradigma monolingüe, como para indicar todas
las fuerzas contraria a este paradigma. La autora analiza como en el universo literario se
crearon diferentes formas de multilingüismo. En esta fase posmonolingüista, por ejemplo
podemos mencionar a los escritores que escriben en dos o más lenguas como Beckett, que
escriben en una lengua no-nativa como Conrad o a escritores que mezclan diferentes
lenguas en un solo texto como Anzaldua (Yildiz, 2012:15). La mayoría de los escritores
poscoloniales e inmigrantes, se relacionan con esta última categoría: por ejemplo,
podemos ver esta mezcla de lenguas entre el criollo de Guadalupe y el francés en Glissant,
entre el árabe y el francés en Djebar y Ben Jelloun. Para Glissant, en el contexto literario
contemporáneo, no es posible escribir en lenguas encerradas en sí mismas, idóneas para
la folclorización y el particularismo inoperante, sino en una lengua abierta que no ignora
la presencia de las demás lenguas. (Glissant, 1990).

Es necesario observar la gran diferencia entre los escritores caribeños, como Césaire y
Glissant y los escritores magrebíes, como Djebar y Ben Jelloun. El mismo Glissant (1990)
observa la diferencia entre las relaciones y mezclas de lenguas en el mar del Caribe, con
la del mar Mediterráneo, el primer mar reúne estas lenguas, el segundo las refractas en un
proceso antagónico. Por ejemplo, el árabe y el francés son dos lenguas que se enfrentan
a diferentes fuerzas adversas. Édouard Glissant (1990) subraya el elemento excluyente de

190
las lenguas atávicas, dictadas en el seno de la comunidad. En un primer momento el
vínculo con la trascendencia como lengua divinizada ha limitado el árabe, hacia un
proceso plurilingüista de la literatura magrebí en lengua francesa. Un lento proceso de
secularización del árabe en la novela contemporánea, ha permitido a autores como Ben
Jelloun relacionar esta lengua con el francés. Aunque he mencionado estas grandes
diferencias entre las dos categorías geográficas, el escritor del Caribe y el escritor del
Magreb, tanto Glissant como Ben Jelloun convergen junto a otros escritores, en una
sorprendente protesta en contra de la francophonie. El 16 de marzo del 2007, en un
manifiesto publicado por Le Monde, estos autores proponen la muerte de la francophonie
y el nacimiento de una literatura-mundo en francés, desplazando su centro dominante y
valorizando las diferentes formas y maneras de utilizar la lengua francesa para hacer
literatura. Estos autores quieren romper con la idea esencialista que el francés pertenece
a una nación y cultura homogénea.

Nous pensons au contraire : révolution copernicienne. Copernicienne, parce qu’elle


révèle ce que le milieu littéraire savait déjà sans l’admettre: le centre, ce point depuis
lequel était supposée rayonner une littérature franco-française, n’est plus le centre. Le
centre jusqu’ici, même si de moins en moins, avait eu cette capacité d’absorption qui
contraignait les auteurs venus d’ailleurs à se dépouiller de leurs bagajes avant de se fondre
dans le creuset de la langue et de son histoire nationale: le centre, nous disent les prix
d’automne, est désormais partout, au quatre coins du monde. Fin de la francophonie. Et
naissance d’une littérature-monde en français. Soyons clairs: l’émergence d’une
littérature-monde en langue française consciemment affirmée, ouverte sur le monde,
transnationale, signe l’acte de décès de la francophonie: Personne ne parle le francophone,
ni n’écrit en francophone. La francophonie est de la lumière d’étoile morte (Le Monde,
16 mars 2007).

Glissant y Ben Jelloun junto a otros autores, en sus manifiesto (2007), hacen referencia a
una nueva visión de la literatura donde la littérature franco-française, no es o no debería
ser el centro hegemónico cultural.

7.2.2 Los escritores beur, la periferia del centro literario

Junto a esta singular forma de protesta, es importante mencionar otra quizás aún más
revolucionaria, la de los escritores beur, la segunda generación de inmigrantes. En el

191
2006, Mohamed Razane, Mabrouck Rachedi e Karim Amellal, en un encuentro en el
senado sobre la banlieue, proponen reconocer todas las diferencias y diversidades que
conlleva ser francés y hablar francés, la diversidad, que es un aspecto peculiar de las
periferias. A partir de este discurso publicaron una obra manifiesto, Chroniques d'une
société annoncée (2007):

La France est un pays moderne dont le vivre-ensemble s’élabore par le


décloisonnement des mentalités, la reconnaissance des souffrances particulières,
la mise en récit de sa diversité et de ses imaginaires8 (Mohamed Razane,
Mabrouck Rachedi e Karim Amellal et al, 2007:2)”.

Es importante introducir el mundo de la cultura beur y sus particularidades específicas.


En los años noventa apareció un fenómeno singular relacionado con una manera de
hablar, que los lingüistas definen Français contemporain des cités (FCC), este lenguaje
ha nacido sobretodo en la banlieue, a partir de los beurs, los hijos de inmigrantes
magrebíes (Hargreaves, 1989). Es difícil converger en una definición de la palabra beur,
una hipótesis es que este término sea el verlan de la palabra “árabe” (Elia, 1997). El
escritor Nacer Kettane (1988:21), ofrece una definición que puede ayudar a entender una
parte del fenómeno: “renvoie à la fois à un espace géographique et culturel, le Maghreb,
et à un espace social, celui de la banlieue et du prolétariat de France”. La definición de
Kettane, nos ayuda a comprender el aspecto social del término, (la migración, el
proletariado) y el aspecto geográfico (el Magreb, la banlieue). Lo que falta en esta
definición es el último aspecto que caracteriza la cultura beur, quizás el más importante
para este estudio, el aspecto lingüístico. Este fenómeno social y literario, que ha
caracterizado a los jóvenes hijos de inmigrantes magrebíes, que crecieron sobretodo en la
banlieue parisina, ha creado muchas inquietudes a todos los defensores del paradigma
monolingüe francés (Durmalat, 1998; Yildiz, 2012). La manera de expresarse que ha
marcado una generación de escritores como Charef (1983), Begag (1986), Djaidani
(1999) y Guène (2004), caracterizada por un uso consciente de expresiones árabes, argots
y slang juvenil, se ha impuesto en el campo literario francés, como fenómeno subversivo
respecto a los puristas de la lengua (Durmalat, 1998). Tanto la Académie como las
instituciones públicas han obstaculizado la creación de esta forma de hablar y escribir.

8
Este fragmento del libro «Chroniques d'une société annoncée», es parte del discurso rivendicativo del
movimiento, Qui fait la France.

192
Su primera aparición en el escenario literario francés coincide con el fenómeno de las
radios libres en los años ochenta, cuando se creó una radio beur en París (Charles y Sthely,
2001). Una obra fundamental de estos años es Le Thé au harem d’Archi Ahmed de Mehdi
Charef (1983), autor de origen argelino que vivió en la bidonville y trabajó en una fábrica
como obrero. Esta obra abrió el camino de la novela beur que encontró muchas
inspiraciones y contaminaciones con el género musical rap (Laronde, 2003). Tanto en
escritores como Mehdi Charef, Azouz Begag como en los autores más jóvenes como
Rachid Djaïdani y Faïza Guène se puede reconocer la reivindicación de un paradigma
multilingüe. Según Yadiz (2012:14) el proceso de lucha con el paradigma monolingüe
coincide con aquel fenómeno que define “escribir más allá de la lengua materna”. Este
proceso, no está simplemente relacionado con el escribir en dos lenguas, o en una lengua
no-nativa, sino con un proceso de subversión hacia la idea esencialista de la lengua
materna. El paradigma monolingüe ha impuesto una idea dominante que presuponía tener
una lengua materna como forma natural, única y necesaria para la unidad nacional, al
contrario convivir con diferentes lenguas se consideraba una amenaza para la unidad
nacional. Esta idea que se desarrolló sobre la lengua materna ha creado la imagen
dominante del estado-nación homogéneo. Es en este sentido que la cultura beur va en
contra de este paradigma, sobre todo a partir de la relación simbólica entre francés, slang
juvenil de la banlieue y árabe.

La interacción con la lengua oficial del país de llegada y la lengua de origen, separa esta
generación de escritores de sus predecesores, los escritores poscoloniales o inmigrantes.
Myriam Geiser (2008) define esta generación como la generación pos-inmigración. El
enfoque necesario para comprender este fenómeno literario no es la inmigración, sino las
interacciones que se han credo en las segundas y subsiguientes generaciones en un lugar
específico como la banlieue parisina. Estos autores, como por ejemplo Faïza Guène, no
se refieren a un proceso migratorio, sino a los efectos de las migraciones en los hijos de
los inmigrantes y sobretodo como observa Geiser (2008), no se refieren a ningún tipo de
between space. La autora utiliza la tanto explotada definición de Bhabha (1994) para
subrayar que en los hijos e hijas de inmigrantes que representan a esta nueva generación
de escritores que desafían el centro dominante del campo literario francés, no hay una
relación entre la cultura árabe y europea, entre el Magreb y Francia, entre dos lugares
lejanos, no hay entonces como afirma Geiser “l’entre-deux” sino “la mixité au sein d’un

193
même espace culturel” (2008.127). La relación entre lenguas y culturas se crea en un
mismo espacio cultural, que tiene un nuevo referente geográfico y espacial, la banlieue.
La banlieue parisina representa el límite donde empieza la condición de marginalidad.
Los discursos hegemónicos dividen el espacio urbano, los lugares amenazantes de los
lugares de orden y pureza. Irrumpir con la lengua de la banlieue, significa subvertir
diferentes ejes del paradigma monolingüe francés, el eje cultural, social y por ejemplo,
en escritoras como Guène, también de género. El habitus lingüístico del escritor beur
choca con las reglas del sistema lingüístico dominante, tanto en el campo del poder, como
en el campo literario. Como afirma Bourdieu (1982) cada discurso es el resultado entre
un habitus lingüístico y un sistema de reglas.

Le discours quel qu’il soit, est le produit de la rencontre entre un habitus


linguistique, c’est-à-dire une compétence inséparablement technique et sociale (à
la fois la capacité de parler et la capacité de parler d’une certaine manière,
socialement marquée) et d’un marché, c’est-à-dire le système de « règles » de
formation des prix qui vont contribuer à orienter par avance la production
linguistique. (Entrevista realizada a Bourdieu por Didier Eribon para el diario
francés Libération, 19 de octubre de 1982)

Los autores beur, a partir de su habitus lingüístico necesitan subvertir y cambiar el sistema
de reglas a través de una forma de expresarse socialmente marcada, que paradójicamente
reivindican como elemento de legitimación (Bonn, 2004). Según Bonn (2004), es una
exigencia de los autores beur desafiar la división binaria centro-periferia, y todos los
elementos distintivos que conlleva esta división. El paradigma dominante, es decir, la
relación entre lengua única y cultura homogénea, se subvierte por una diversidad
lingüística que se enlaza con una diversidad cultural y social. La voz de la banlieue
sustituye la voz del escritor inmigrante con alto capital cultural como Ben Jelloun o
Djebar, que sufre la discriminación colonial y racial pero a partir de otro margen.
Comprender y analizar la posición de los escritores beur en el campo literario, dificulta
el uso de las contraposiciones de Jameson (1986), entre literatura del primer mundo y del
tercer mundo. El concepto de Jameson de literatura del tercer mundo, se aleja de la
posición bourdieusiana que enmarca esta tesis. La primera razón de este distanciamiento
es que esta posición no considera adecuadamente la autonomía de la literatura. La
segunda razón, como afirma Casanova (2001), está relacionada con el espacio y los

194
tiempos de la literatura que no son similares a los tiempos políticos-económicos. El error
de cortocircuito, de esta posición es que se refieren sin cautela a explicaciones
sociopolíticas de la sociedad, trasladando el concepto de tercer mundo al campo literario.
Casanova (2001), gracias a la teoría del campo (Bourdieu, 1995), evita tanto la mirada
interna (formalismo, estructuralismo) como la mirada externa (economicismo). La teoría
del campo ayuda al sociólogo de la literatura a mantener la especificidad del texto, pero
al mismo tiempo a observar la perspectiva relacional que posiciona a los diferentes
productores (Benvenuti y Cesarani, 2012).

Al rol importante que juegan los premios y el reconocimiento de los autores consagrados,
según Casanova (2001), tiene también un rol central la relación que los autores tienen con
los gustos y los mecanismos de producciones de los tres centros dominantes (París,
Londres, New York). La paradoja de los autores beur es que ellos representan la periferia
del centro, porque aunque son confinados en la banlieue y en su origen étnica (el Magreb)
aprovechan el sistema de consagración de la capital mundial de las letras. Los autores
beur redefinen una nueva periferia en el meridiano de Greenwich literario y están en una
posición que es central y periférica a la vez, o mejor dicho es la periferia del centro. El
concepto de capital de las letras de Casanova (2001), aunque exprime brillantemente la
hegemonía cultural de París, según Prendersgast (2004) debería ser asociado al concepto
de metrópoli. La capital es un centro político y cultural con el poder de dominar un
espacio geográfico más amplio. La metrópoli no es un centro y no tiene una identidad
porque es un conjunto de redes que pone en circulación una mezcla indistinta del ser
humano (Prendergast, 2004). Según Prendergast (2004) París es tanto una capital como
una metrópoli literaria, porque por un lado, defiende su hegemonía nacional y de reflejo
internacional a partir de una identidad cultural, por otro lado, es una metrópoli literaria
donde las identidades se deshacen frente al mercado literario global y a los intercambios
de las relaciones abstractas. En la próxima sección, a través la escritora Guène, vamos a
definir las nuevas fronteras de esta periferia del centro. La trayectoria de Guène y sus
novelas, son un nuevo laboratorio sociológico, que ayudan a explicar las dinámicas, a
veces invisibles del universo literario. Sus obras están fuertemente relacionadas con la
capital de las letras, aunque de esta capital representan la periferia, pero están también
relacionadas con la metrópoli, donde las identidades literarias se construyen y
deconstruyen a partir de los intereses del mercado global.

195
7.3 Faïza Guène y su posición en el campo literario nacional y transnacional

Faïza Guène nace en 1985 en Bobigny, un municipio francés, del departamento de Sena
Saint-Denis. Su padre era un ex minero de origen argelino que inmigró a Francia en el
1952. Su madre llegó en 1981 desde el mismo país, a través de un reagrupamiento
familiar. La autora crece en la periferia de París, la banlieue, lugar físico y metafórico
para una generación de escritores. Es hija de inmigrantes argelinos, de clase obrera y a la
edad de dieciocho años se inscribe en la facultad de Sociología. En el 2004 su trayectoria
hace un cambio radical, se publica su primer libro, Kiffe kiffe demain, en la editorial
Hachette littératures. La novela se convierte en poco tiempo en un best seller, con más
de 400.000 copias vendidas, traducidos a 25 idiomas. Al gran éxito de venta le sigue la
consagración de la crítica, la periodista Anne Fohr de Le Nouvel Observateur, la define
la Sagan de la banlieue y se publican numerosos estudios académicos sobre su texto. En
el 2004 Guène tenía solo 19 años. En una entrevista de Fatimah Kelleher para la revista
Wasafiri del 14 noviembre de 2013, la misma escritora reconoce la importancia de este
libro, como pasaporte para entrar en el mundo literario.

I always say Kiffe kiffe demain is my passport at the time I wrote it I did not
realise how this book was about to change my life (2013).

A partir de estos datos extraordinarios ¿podemos creer que una afortunada espontaneidad
creadora y el universo infinito de posibilidades y libertades de la literatura
contemporánea, han permitido a una joven de origen inmigrante, entrar en el campo
literario?
La posición bourdieusiana de esta investigación orienta la observación sociológica hacia
un escepticismo crítico, necesario para comprender el proceso histórico y social que ha
creado este fenómeno sorpréndente. Uno de los aspectos más importantes, de la teoría del
campo literario de Bourdieu, es que se aleja de “los partidarios de la espontaneidad
creadora” para investigar qué reglas ofrecen a un autor el derecho de entrada al campo.

La libertad absoluta que los partidarios de la espontaneidad creadora exaltan, solo es


propia de los ingenuos y de los ignorantes. Es lo mismo que entrar en un campo de
producción cultural, desembolsando un derecho de entrada que consiste esencialmente en
un código específico de comportamiento y de expresión, y descubrir el universo finito de

196
las libertades bajo imposiciones y de las posibilidades objetivas que éste propone
problemas para resolver, posibilidades estilísticas o temáticas para explotar,
contradicciones por superar, incluso rupturas revolucionarias por efectuar (Bourdieu,
1995: 349).

El primer punto que tenemos que observar en la entrada de Guène al campo literario, con
su novela Kiffe kiffe demain (2004), es la relación entre las disposiciones particulares que
su novela importa al campo (debido a su trayectoria y a su posición) y el espacio de los
posibles inscritos en el campo (Bourdieu, 1995). Su trayectoria social se puede relacionar
con cuatro ejes fundamentales: segunda generación inmigrante, cultura argelina, mujer y
clase obrera. A estos ejes, se debería añadir la pertenencia a la cultura de la banlieue que
va más allá del lugar espacial. A partir de un específico habitus lingüístico, marcado
socialmente y étnicamente, Guène encuentra un espacio que estaba disponible en el
campo. Este espacio ha sido preparado durante más que treinta años primero por los
autores exiliados y poscoloniales, después por los inmigrantes y finalmente por la
segunda generación, es decir el movimiento beur. Como afirma Mustapha Harzoune
(2014:161) París ha sido la capital de las letras para los autores exiliados en la segunda
mitad del veintésimo siglo (Harzoune: 2014)

Assia Djebar es un ejemplo de esta estrecha relación entre París y muchos intelectuales y
escritores argelinos exiliados. Con ellos se instaura un proceso de consagración de la
literatura magrebí en lengua francesa. Cuando hablamos de los autores beur como Mehdi
Charef o Azouz Begag, entramos en un contexto diferente, porque estamos hablando de
autores que nacieron en Francia, que intentaron introducir una nueva vanguardia a partir
de la literatura y cultura francesa (Cazenave, 2006; Geiser,2008). Cualquier vanguardia
afirma Bourdieu (1995:194) a través de Emile Zola, es una batalla en contra de las
convenciones. Las acciones de los escritores de vanguardia nacen como reacción a todos
los demás.

No hay acción de un agente que no sea una reacción a todos los demás, o a uno u
otro de ellos (Bourdieu, 1995:192).

En el campo literario francés se ha creado una lucha casi permanente entre los autores
que ostentan el capital lingüístico literario, el francés y su tradición consagrada y

197
prestigiada y aquellos que por cuestiones sociales y culturales carecen de él (Bourdieu,
1995). El motor de transformación de la oferta de productos simbólicos, empieza por una
reivindicación de un habitus lingüístico lejano al polo dominante. Lejanos al polo
económico y al polo autónomo (consagración de la crítica) la literatura beur nació en los
años ochenta como el punto más lejano de la alteridad literaria. No hay suficientes
estudios que hayan explicado sociológicamente, los procesos de entrada en el campo de
la literatura beur. El francés lengua de gran cultura, que posee una literariedad intensa
(Casanova, 2001), acostumbrada a ser leída también por un lector no francés, por su
prestigio literario, ha tenido como campo de lucha la república mundial de la letras.
Imponiendo su hegemonía en el mercado lingüístico internacional, se ha posicionado en
el centro del polo dominante literario y a partir de una larga tradición se le ha otorgado
un certificado literario, que atribuye prestigio, no solo a quien escribe en francés sino
también a quien está traducido a esta lengua. Tanto los estudios de Casanova (2001) como
los de Sapiro (2010), observan y analizan el valor literario de esta lengua también
vinculada a las traducciones, “que son irreductibles al capital propiamente lingüístico
conferido a una lengua” (Casanova, 2001:33).

A esta guerra invisible en el campo internacional, en los años setenta empieza otra guerra
interna, una verdadera guerra lingüística, donde se contraponen los puristas y los
partidarios del paradigma monolingüe, con los escritores poscoloniales, inmigrantes y
beur. Sobretodo estos últimos han desafiado las academias, a partir de sus primeros
autores en los años ochenta. Los hijos de los inmigrantes no representan un exotismo
externo, lejano a la cultura francesa, ellos pretenden, al contrario demostrar que
pertenecen a esta cultura, el eje de esta lucha simbólica introduce junto al aspecto cultural
y racial también el aspecto de clase social. La gran diferencia entre los autores de la
burguesía de las ex-colonias, como Djebar o Glissant, es que los autores beur proceden
de la clase obrera y nacieron casi todos en la banlieue. Los primeros oponen la periferia
geográfica (Magreb, Caribe) al centro (Francia), los segundos oponen la periferia del
mismo centro, convirtiéndose en la periferia del centro. Los beur reivindican una forma
de hablar marcada socialmente y desafían el francés prestigiado y su certificado literario,
con el verlan, el árabe más popular y diferentes slangs. Después de treinta años de luchas,
negociaciones y resistencias, con la Segan de la banlieue, la joven autora Faïza Guène,
esta literatura encuentra un compromiso entre su alteridad y el polo dominante, por perder
algunas huellas fuertemente reivindicativas, convenciendo los dos polos, el económico y

198
el polo autónomo. Como considera Eagleton (2010) la doble lógica binaria e invertida de
Bourdieu, es decir donde crece el capital económico, se pierde el capital simbólico, no
ayuda a explicar la lógica tan ambigua y contradictoria de la literatura contemporánea.

Los premios por ejemplo, relacionados con el capital simbólico, están fuertemente
conectados con el capital económico, un premio te ofrece no solo la oportunidad de ser
reconocido sino también de vender y ser conocido al grande público, aunque también
entre los premios existen los más cercanos o lejanos al polo comercial (Sapiro, 2014).
Pero como afirma Eagleton (2010), sería necesaria una nueva comprensión de la
contraposición entre autonomía y heteronomía en el desarrollo de la literatura
contemporánea. La trayectoria de Guène, por ejemplo, muestra la complejidad de esta
contraposición, por moverse en la búsqueda de diferentes capitales y balancear entre el
polo autónomo y heterónomo, entre el simbólico y el económico. Entre el éxito de ventas
de su primera novela en el 2004, convertida en un bestseller y la consagración de la crítica
con el prestigioso Prix littéraire des lycéens et apprentis de Bourgogne en 2015, podemos
observar la simultánea posición de Guène en acumular diferentes capitales. En una
entrevista realizada por Sara Adams el 16 de Mayo 2006 en el periódico inglés, The
Guardian, la escritora reconoce haber tenido la oportunidad, como mujer de origen
inmigrante, de adquirir una voz y un espacio en el campo cultural.

I realised something important, which is that not many people from my


background, with my social and cultural origins, are represented in the media or
have a voice. I got this opportunity, and now I realise I don't have the right to pass
it up. It's rare for someone to speak out, especially in a field that's not normally
reserved for us (Guène, entrevista The Guardian).

Guène, entró en el campo literario, cuando la literatura de los inmigrantes, empieza a ser
consagrada, cuando Ben Jelloun, empieza a ser considerado un escritor francés y los
autores beur se acercan al polo dominante. Aprovechando la consagración académica y
de la crítica y los beneficios económicos, a partir de su primera novela, la autora se
enfrenta de inmediato a las reglas del mundo literario, es decir a lo que Bourdieu define
(1995:348) “el universo finito de las libertades bajo condiciones”. Respecto a los
primeros autores beur como Azouz Begag, Faïza Guène se posiciona en la fracción más
conformista de este movimiento, la recepción de su primera novela, pierde alguna huella

199
étnica que asocia a estos autores al contexto magrebí y recupera su huella social que la
limita a un margen-metafórico, la banlieue. Este margen-metafórico, no deja de desafiar
a los puristas de la lengua, pero lo hace a partir de una posición muy estructurada. Faïza
Guène entra en el campo literario como la escritora de la banlieue, el mercado editorial
vende su marginalidad estratégica y el polo autónomo consagra su forma de aprovechar
esta marginalidad para recrear un lenguaje original.

A la oposición más violenta, política y reivindicativa de los primeros autores beur como
Begag, es decir entre el francés de las élites y el francés de los hijos de inmigrantes, la
autora propone un compromiso, afirmando a partir de las primeras páginas de Kiffè kiffe
demain (Guène, 2004:39) que sus personajes hacen un remix de la lengua de Moliere,
“fait des remix de la langue de Molière”. El remix de la lengua de Moliere, es una marca
distintiva que permite a Guène posicionarse en una fracción del campo literario, que se
ha preparado durante los últimos treinta años. En este caso, podeos reconocer la casi
perfecta relación, pero no mecánica entre la trayectoria anterior de la autora, su habitus y
los espacios de los posibles inscritos en el campo (tradición literaria de los autores
magrebíes en Francia y de los autores beur). Una característica de la entrada de Faïza
Guène en el campo, como he mencionado antes, es que a partir de las primeras
recepciones, se etiquetó como autora de la banlieue, por esto Farid Aliat (2004) asocia la
autora con este lugar espacial, definiéndola la “Candido en la banlieue”. Este aspecto es
emblemático porque desplaza la marginalidad étnica de la autora y subraya su
marginalidad social.

El sociólogo Wacquant (2001), en su estudio sobre la banlieue y los guetos americanos,


analiza cómo dentro de este confinamiento social y espacial los jóvenes franceses e
inmigrantes experimentan la misma condición marginal. Faïza Guène entra en el mundo
literario negociando su marginalidad estratégica, en un momento en el que la banlieue se
convierte en una imagen metáfora que llama la atención de la opinión pública francesa.
Esta imagen-metáfora va más allá de la connotación étnica de los inmigrantes de origen
magrebí. Esta imagen peculiar se ha convertido en marca distintiva de una generación de
artistas, es decir, la voz de la banlieue tanto literaria como en las artes figurativas (street
art) o musicales (rap). Respecto a los autores poscoloniales, cuando el exotismo que
buscaba el lector europeo se enfocaba en una alteridad geográfica, por ejemplo en novelas
como, Tout-Monde (Glissant, 1993) que representa el Caribe lejano, en esta autora la

200
alteridad espacial se relaciona con la periferia de París. Para analizar la entera trayectoria
literaria de Faïza Guène, es necesario dilucidar el concepto de marginalidad estratégica
que he introducido en el curso de esta tesis. La condición social de esta autora, su relación
con la banlieue, se convierte en una marginalidad estratégica que permite entrar en el
campo con un pasaporte específico, pero al mismo tiempo engloba la autora en una
connotación e identidad asignada. La escritora remite a una condición objetiva que se
convierte también en subjetiva, una identidad orquestada socialmente por el mundo
cultural, que ha construido alrededor de la banlieue y sus artistas. Según Bourdieu (1995)
las grandes transformaciones del mundo literario, las alteraciones en la jerarquía de los
géneros, crean una trasformación profunda cuando se apoyen a cambios externos del
mismo sentido. Por ejemplo, revoluciones políticas que han apoyados grandes cambios
en las vanguardias literarias.

Una transformación incesante de la oferta de productos simbólicos, solo pueden


llevar a esas transformaciones profundas de las relaciones de fuerza simbólica que
son la alteraciones de la jerarquía de los géneros, de las escuelas y de los autores
cuando pueden apoyarse a cambios externos del mismo sentido (Bourdieu,
1995:194).

En la literatura contemporánea, podemos observar la contradictoria irrupcion de sujetos


que son marginales, que en el mundo literario acumulan capital simbólico, como por
ejemplo, la figura de la mujer árabe, de la mujer inmigrante y en el caso emblemático de
Faïza Guène, también de la mujer de la banlieue. Esta figura se apoya a cambios externos,
no en el mismo sentido, como afirma el sociólogo francés, sino en sentido opuesto. Como
más se aleja la figura de la mujer árabe del polo dominante en el campo del poder, más
ha podido acumular capital simbólico en el campo literario y lo mismo podemos observar
respecto a la mujer de la banlieue. El aspecto singular de la trayectoria de Guène es que
en su primera novela aprovecha estratégicamente una marginalidad social (escritora de la
banlieue), para acumular capital simbólico, pero en sus siguientes obras, sigue otro
condicionamiento relacionados a cambios externos al mundo literario que la limitan a la
figura de mujer de origen inmigrante de cultura árabe. En la última década, la imagen de
la mujer de origen inmigrante de cultura árabe se convierte en un punto lejano de la
alteridad, tanto en la sociedad francesa como en toda la sociedad europea y esta alteridad
ha sido tanto un objeto de interés, tal vez morboso del mercado editorial europeo (polo

201
heterónomo), como un objeto de interés y consagración por parte de la crítica que ha
valorado sus aportaciones estilísticas y temáticas en la novela contemporánea (polo
autónomo).

Guène, entra en el campo literario como escritora de la banlieue, pero esta marginalidad
estratégica no es suficiente para el futuro de su trayectoria literaria. A partir de su segunda
novela Du rêve pour les oufs (2006) y sobretodo en su última novela Un homme, ça ne
pleure pas (2015), la Segan de la banlieu se convierte en la voz de la mujer de origen
inmigrante en Francia y en un contexto más transnacional en la voz de la mujer de cultura
árabe en Europa. En este sentido, ha tenido un rol importante la traducción de sus novelas
al inglés, que le ha permitido, por un lado, moverse dentro un contexto más internacional,
pero también cambiar su identidad literaria hacia una connotación étnica marcada. Por
ejemplo, la autora presentó su última novela Un homme, ça ne pleure, en el festival de
cultura árabe Shubbak de Londres en el julio del 2015.

El crecimiento de las autoras originarias de países de cultura árabe y musulmán, acrece


de forma inversa respecto a la posición subalterna de este sujeto en el campo del poder,
este fenómeno ha condicionado la relación de la autora con esta identidad literaria. Es en
este punto de su trayectoria, su relación con París como capital de las letras, se junta a su
relación con la metrópoli, donde se pierden las raíces literarias a partir de los intercambios
del mercado literario global. El polo heterónomo contribuye a la deconstrucción de la
identidad literaria de la autora que pasa de ser la Segan de la Banlieu, a una autora árabe
en el mundo europeo, relacionándose con otras autoras árabes como Leila Aboulela del
contexto anglosajón. La lucha por el posicionamiento de la autora, en un campo con tanta
competencia y rivalidades, como el campo literario francés, ha sido el de negociar primero
su marginalidad de mujer de la banlieue, después de una década en que en este lugar se
habían producido diferentes movimientos artísticos, pero al mismo tiempo, se había
problematizado como lugar amenazante para la pureza y seguridad de la Francia.

En la persecución de su actividad en estos últimos diez años, podemos observar la


correspondencia entre el interés, por parte de la opinión publica, respecto la mujer
musulmana en Europa, interés que la limita en una posición marginal y el cambio de
sentido inverso en el campo literario donde esta alteridad se ha convertido en una
posibilidad para acumular capital simbólico. Paradojicamente, respecto sus coetáneos sin

202
un origen étnico marcado, pero provenientes de la banlieue, la autora aprovecha una doble
marginalidad, que en el campo literario transnacional se convierte en una posición
disponible. En su primera novela, aunque éstan presentes diferentes e importantes
referencias a su contexto de origen, el Magreb y a la condición de hija de una familia de
origen musulmán, estas connotaciones se posicionan jerárquicamente detrás de la gran
connotación social de una joven crecida en la periferia, por un lado problematizada,
pero objeto de atención del lector francés. Si con Kiffe kiffe demain (2004), con solo
diecinueve años, la autora instaura una relación estrecha entre su habitus y el espacio de
los posibles inscritos en el campo, después de diez años con Un homme, ça ne pleure pas
(2014), este habitus cambia y cambian también las condiciones del campo.

Respecto a la teoría sociológica del hecho literario de Bourdieu (1995), el sociólogo


Bernard Lahire (2013), pone la atención a los cambios en el habitus de un autor respecto
a su entrada en el campo, y como después, las fuerzas y reglas del campo marcan su
habitus. Respecto los autores, que analiza Bourdieu, en sus estudios de sociología de la
literatura, en particular Flaubert, Faïza Guéne entra con un bajo capital social y cultural
en el campo y experimenta cambios radicales respecto a la entrada y el mantenimiento de
la posición durante los años. Las relaciones de fuerzas entre lo social incorporado, es decir
su estructura estructurada en relación con el campo y las reglas del campo literario, han
determinado estos cambios.

Como afirma Lahire (2013) el escritor no nace en el campo literario, por esta razón, es
necesario separar los procesos de socialización anterior a su entrada en el campo y los
procesos posteriores. Nos encontramos con una escritora que pasa de una socialización
familiar, religiosa, escolar y espacial (la periferia), que modela un determinado habitus, a
una socialización secundaria que empieza con el éxito literario. En su última novela, que
representa la historia de una familia de origen argelina en Francia, se crea una
correspondencia entre la autora y el personaje femenino de Dounia. Dounia se aleja de
los valores de su cultura de origen y sobretodo familiares para responder a las
imposiciones sociales de la cultura francesa que permiten a una mujer de tener éxito. La
protagonista quiere y llega a ser una abogada.

Les conflits sont devenus de plus en plus fréquents. Dounia rentrait de plus en plus
tard, sans rendre compte à personne et ne racontait que très peu de choses sur sa

203
vie. Cependant Dounia a réussi brillamment sa formation et est devenue avocate
comme elle le voulait (Guène, 2014:86).

Dounia, la protagonista de la última novela de Guène, así como la autora, se enfrenta a


las libertades bajo condiciones, necesarias para el éxito en la sociedad donde sus padres
inmigraron. A partir de una importante observación del sociólogo argelino Sayad (2010),
podemos reflexionar sobre un aspecto que caracteriza el sujeto mujer y su relación con el
habitus comunitario y familiar. En primer lugar, la relación entre la mujer de origen
argelino y el mundo literario francés, implica un fuerte cambio del habitus comunitario.
El éxito social de esta relación, empieza con el punto de vista personal de un individuo
femenino, que se aleja de los valores del habitus comunitario, para ser consagrado en el
campo literario europeo.

La mujer rompe el vínculo de su pertenencia al grupo, para ser una portavoz de aquel
grupo pero a partir de las condiciones del campo social donde se posiciona en la sociedad
de origen. El espíritu comunitario se destruye frente al triunfo del individualismo, que
empieza con las características más intrínsecas de la novela contemporánea, creando una
barrera entre el yo y el grupo y se consolida con las reglas internas del campo, pero
sobretodo con las reglas del mundo editorial. El sociólogo argelino hace referencia al
hombre comunitario, pero en realidad es la mujer, como afirma Yuval Davis (1992), que
tiene la función de representar al grupo y ser símbolo de su cohesión. Por esta razón, su
huida determina conflictos más fuertes. Una temática recurrente en la novela de la
segunda generación inmigrantes son los conflictos entre padre e hija, presentes tanto en
la primera obra de Guène (2004), como en su última novela. Tanto Doria como Dounia
reproducen la correlación entre personaje y escritora, rompiendo un vínculo con la
comunidad inmigrante, ruptura necesaria para su entrada en el campo literario. También
aquí el sociólogo argelino afirma que “hay tantos bienintencionados que ponen en boca
de los inmigrantes su propio lenguaje” (Sayad, 2010: 23).

Entonces, el habitus de Guène ¿qué tipo de lenguaje reproduce y como se relaciona con
el campo literario?

En el curso de esta sección, se han introducido algunos aspectos socio-históricos del


campo literario francés y las características de la fracción, donde se posiciona la autora.

204
El valor sociológico de sus obras, no solo consiste en la realidad que representa o refleja,
sino en los conflictos que devela su lenguaje. Los conflictos entre un lenguaje
asimilacionista, un lenguaje subversivo, un lenguaje tradicional, son fruto de un habitus
que no es posible catalogar de forma homogénea. Si en los sujetos colonizados, según
Bourdieu y Sayad, (1964: 464) se reproducen, “las palabras del lenguaje tradicional las
que se combinan según la sintaxis moderna, y a veces es la propia sintaxis la que se
muestra como el producto de una combinación”, en esta segunda generación inmigrante,
el lenguaje se reproduce a partir de una realidad plural y transnacional. El habitus
transnacional (Guarnizo, 1997) de la autora, encuentra su correspondencia en las
relaciones transnacionales del campo literario. Para una interpretación sociológica de los
hechos literarios, es necesario mantener una distancia y resistencia al reduccionismo
marxista, que consideraba la literatura como un reflejo de las relaciones de producciones
que participan en la subestructura. Por esta razón, es necesario distinguir el sujeto de
origen inmigrante en el campo literario respecto a su posición en otros campos.

Bourdieu (2010) en referencia al texto del sociólogo argelino Sayad, consideraba el


inmigrante magrebí en la sociedad francesa un no-ser social, ni totalmente en el lado de
lo otro ni totalmente en el lado de lo mismo, es decir “doblemente ausente, en el lugar de
origen y en el lugar de llegada” (Bourdieu, 2010:16). La observación sobre este sujeto
tanto para Sayad (2010) como para Bourdieu (2010:17), obliga a una reflexión, por un
lado sobre el rechazo por el otro sobre la generosidad asimilacionista “que confiada en
que el Estado, armado de la educación, sabrá producir la nación y podría disimular un
chovinismo de lo universal”. Tanto el aprecio desmesurado de lo nacional como el
desprecio de lo ajeno en el campo político dominante no responden necesariamente a los
procesos que han relacionado el ajeno al campo literario. En todos estos años de
producciones novelísticas del sujeto inmigrante y de las subsiguientes generaciones,
todavía no se ha podido contestar sociológicamente a la pregunta sobre qué valor tiene lo
extraño y lo ajeno a la nación, en el campo literario francés. La autora por ejemplo, hace
referencia a dos objetos problemáticos, la periferia parisina y la inmigración, como
cuerpos extraños a la nación y al estado (Sayad, 2010), que en el campo artístico-literario
se convierten en objetos negociables, que no solo abarcan las temáticas de sus novelas,
sino también la forma y el lenguaje, por ejemplo el slang de la banlieue o la relación entre
el árabe y el francés.

205
Sin duda, la aportación bourdieusiana sobre el universo finito de las libertades bajo
imposiciones, nos ayuda a evitar los errores de alguna parte de la crítica literaria, que
considera estas producciones, como el fruto de una espontaneidad creadora y sin embargo
nos reconducen hacia una observación sociológica de las dinámicas, que orientan a la
creaciones literarias y les atribuyen el estatus de literatura. Es necesario, entonces, pensar
en la comunidad literaria, no como un reflejo de la comunidad política, porque anqué las
dos son limitadas e imaginadas, responden a reglas diferentes. A una “comunidad
políticamente imaginada como inherentemente limitada y soberana” (Anderson, 1991:23)
se contrapone una comunidad literaria imaginada donde los sujetos extraños a estos
límites encuentran diferentes formas de libertad bajo condiciones. Una de estas
condiciones, es convertir la marginalidad en recursos. Estos recursos han sido el pasaporte
necesario para la entrada en el campo y subsiguientemente necesario para los
movimientos de la autora en este espacio tanto en la búsqueda de capitales económicos
(polo heterónomo), como en la búsqueda de una consagración a través de los premios, la
crítica y los intereses del mundo académico.

Es difícil establecer, si realmente, una joven de la banlieue sin la trayectoria migratoria


de Guène, sin su origen étnico marcado, hubiera podido desarrollar la misma trayectoria
literaria, es cierto que la trayectoria de la autora ha sido orientada por las reglas del campo,
que han convertido una marginalidad en una etiqueta, sin embargo en una oportunidad.
Esta etiqueta ha cambiado durante su trayectoria, en un primer momento ha sido una
etiqueta local fuertemente francesa y parisina, (la escritora de la banlieue) y después ha
sido una etiqueta global (escritora de origen inmigrante, árabe y musulmán). Avvalorada
por su origen inmigrante, pero condenada a serlo para existir, el mundo literario con sus
reglas diferentes respecto a otro campo, una vez más, desvela la paradoja de la alteridad
y como esta alteridad en el mundo artístico puede convertirse en un valor simbólico
negociable.

206
En las siguientes secciones, se analiza la primera novela de Guène (2004), Kiffe kiffe
demain, cabe subrayar que es una obra primera, aspecto fundamental a la hora de observar
las relaciones entre habitus, campo literario y prácticas. En esta obra diferentes
marginalidades se convierten en un capital literario, no solo a nivel temático (la vida de
una joven de origen magrebí que crece en la banlieue) sino también a nivel estilístico y
sobre todo a partir del lenguaje, el slang de la banlieue que se mezcla al francés y al árabe.

7.4.1 Introducción a la obra

Autora: Faïza Guène


Título: Kiffe kiffe demain
Editor: Hachette Litteratures
Año de publicación: 2004
Páginas: 192

Resumen de la novela:

El eje central de la novela es la vida de Doria, una adolescente que pertenece a la segunda
generación de inmigrantes magrebíes. El origen inmigrante del personaje Doria, junto al
contexto social de la banlieue, determina las relaciones simbólicas que se desarrollan en
la novela. Doria vive sola con su madre porque su padre abandonó a su familia para
casarse otra vez en Marruecos. La madre de la protagonista se refiere a este suceso como
mektoub, el destino. La madre y la protagonista tienen dos relaciones diferentes tanto con
su cultura de origen, como con la cultura francesa, también la relación con las lenguas
separa estos dos personajes. La banlieue es el espacio social de la obra, que conduce estos

207
personajes a una condición sin rumbo. Las únicas oportunidades que tiene Doria de
relacionarse con el mundo que hay más allá de la banlieu, son la escuela y la asistente
social, Madame Burluad.

Dos lecturas de Kiffe Kiffe demain:

The novel demonstrates how the timeless wonder of the touristic Eiffel Tower is
deemed worthy of commemoration in postcard immortality; in contrast, the block
towers of the projects loom menacingly over a threatening/threatened landscape
of socioeconomic decay. The Eiffel Tower is celebrated for its unique style and
cultural purchase; however, the criminality of difference represented by the
forbidding block towers in the suburbs menaces the singularity of the coveted
Parisian cultural chic in a non calibrated differential between urban/suburban,
bourgeois/proletarian, national/immigrant spatial liminalities. These binaries
provide a mirror image of the colonizer/colonized dialectic enforced and sustained
during France's colonial history. The presence of France's Arab-Muslim
proletarian subjects "tarnishes" an otherwise white-washed colonial scheme. This
agenda either erases France's Arabness through discriminating laws of integration
and a denial of the colonial past or confronts ethnic difference through the heavy
handedness of the law, police brutality, media bias, and the colonial belief in the
inherent moral regression of Arabs. Their very presence poses a "fundamental"
threat to the democratizing aspects of French secularism and the revolutionary
ideals of the nation (Mehta, 2010:173).

Si le verlan est une composante lexicale importante de Kiffe kiffe demain, le


vocabulaire de ce roman ne saurait être ramené à ce seul élément. On y retrouve
toute la gamme de cette langue des cités: des créations récentes à côté d’unités
déjà présentes dans l’argot traditionnel, des emprunts, des glissements de sens,
des changements de forme, toute la variété des procédés habituellement relevés
dans le vocabulaire du français contemporain des cités (Sourdot, 2009:897).

208
7.4.2 Las correlaciones entre historia colonial e historia de la migración

A partir de la historia colonial francesa se puede observar y analizar las correlaciones


entre historia colonial e historia de la migración (Said, 2010). Estas reflexiones tienen
como objeto de observación, tanto el análisis de los fenómenos migratorios
contemporáneos, como las relaciones conflictivas entre la migración de origen magrebí,
en particular argelina, con la sociedad francesa. En esta primera parte, se considera
adecuado, aunque no es un tema central de la novela de Guène introducir un breve
resumen de los acontecimientos más importantes de la historia colonial francesa.

Es suficiente empezar por el segundo periodo de colonización, que empieza con el intento
de conquistar Argelia, que duró varios años y causó un conflicto sangriento. En el 1834
Argelia se convierte en una posesión colonial francesa. La oposición de los argelinos
empezó desde el primer momento, fue el Emir Abd al-Qadir que condujo a la resistencia
en contra de los franceses y se rindió en el 1847 (Aoeron Charles-Robert, Coquery-
Vidrovitch y ot., 1991). A partir de esta fecha Francia colonizó toda la región y el país se
convirtió en departamento francés. La colonización francesa empezó a expenderse en toda
África del norte, occidental y central; Mauritania, Senegal, Guinea, Mali, Costa de Marfil,
Benin, Niger, Ciad, Congo. Marruecos se convertió en un protectorado durante la crisis
de Agadir, gracias al apoyo del Reino Unido. Todos estos países fueron durante muchos
años colonias francesas, hasta la mitad del siglo XX (Girardet, 1972). El elemento en
común de todas las aventuras coloniales del Magreb, ha sido la propaganda del gobierno
francés, que ofrecía a la ciudadanía a cambio de aprender la lengua francesa y convertirse
a la religión cristiana. La misión civilizadora del gobierno francés, fue clara desde el
principio, movida por un fuerte etnocentrismo cultural, promovía la completa sumisión
cultural del colonizado (Murphy, 2003). Estas características fueron bastante similares en
todo el Magreb y a partir de todas estas relaciones coloniales se crearon las bases de las
futuras emigraciones hacia Francia. De todas formas el sociólogo Sayad (2010:199),
aunque entendía la migración como fenómeno universal, consideraba la necesidad de
enfocar el fenómeno también en el cuadro del estado nación, por ejemplo la inmigración
argelina en Francia es un caso ejemplar fruto de una colonización brutal.

La inmigración-emigración es hija directa de la colonización, la misma que engendró el


subdesarrollo (antes de ser el producto del subdesarrollo), lo ilustra ejemplarmente toda

209
la historia de la colonización Argelina y del campesinado argelino colonizado y,
correlativamente, de la inmigración argelina. Esta última, autentico experimento de
laboratorio, especie de cirugía social, que es en sí misma el resultado o la consagración
de una infinidad de otras intervenciones todas ellas tan brutales y cargadas de
consecuencias catastróficas, fue, en su génesis, tan “ejemplar” como fue “ejemplar” la
colonización de Argelia: colonización primero, en el sentido literal del término (como
ocupación y apropiación del suelo por los recién llegados) y luego, en el sentido histórico
de intromisión violenta de un nuevo sistema de relaciones sociales y de un nuevo modo
de producción (Sayad,2010:102).

Es importante distinguir las diversas relaciones entre Francia y los diversos países del
Magreb. En todos estos países estuvo presente una intromisión de un nuevo sistema de
relaciones sociales, pero sin duda en Argelia esta intromisión fue más violenta. Este país
ha sido desde siempre diferente respecto a las otras colonias, a partir del 1871 Argelia
empezó a depender del ministerio del interior. Todas las provincias fueron convertidas en
departamentos. El problema argelino según los historiadores Stora y Temine (2007:18)
siempre se ha considerado como interno a Francia, por esta razón durante los ochos años
del conflicto la expresión que utilizaba el gobierno francés era “operación de policía” y
no “guerra de Argelia”. También Brett (1976:299) distingue los tres diferentes tipos de
colonización del Magreb. Según el autor, el “segmental colonialism” de Marruecos era
una ocupación económica, que permitió a los gobernantes locales mantener sus
privilegios, por ejemplo esta actitud permitió al sultán de recuperar el poder. Los
territorios tunecinos más pequeños, se enfrentaron al “strumental colonialism” que
cambió radicalmente la estructura del antiguo poder. Finalmente, Argelia sufrió un “total
colonialism” porque el poder colonial destruyó todo el sistema jurídico antecedente
(Brett, 1976:303). Tanto Sayad (2010) como Brett (1976) convergen en la idea que la
colonización argelina fue total. La destrucción de los fundamentos de la economía
tradicional y de la sociedad original, se confunden, según Sayad (2010) por completo con
la historia social de la emigración argelina a Francia:

Y como toda la historia (social) de la emigración se confunde por completo con la del
campesinado argelino, es decir, con la historia de la expropiación de tierras (y, de forma
más precisa, con la historia de las leyes de tierras que, al permitir estas expropiaciones,
arruinaron los fundamentos de la economía tradicional y desintegraron todo el armazón,
de la sociedad original) fue apenas en la cinco o seis primeras décadas de la colonización,

210
y a partir del día siguiente de la gran insurrección de 1871 , cuando se abrió, para nunca
más detenerse, la era de la emigración a Francia y a las fabricas francesa (al trabajo
asalariado industrial) y no solamente de la emigración local, estacional o permanente a
las granjas de la colonización (Sayad,2010:103).

A partir del 1954, cuando empezó la guerra de Argelia, hasta su conclusión en 1962, los
números de inmigrantes argelinos crecen significativamente. Aunque el contexto
histórico social de la novela de Guène hace referencia a un joven de origen inmigrante,
del colectivo marroquí, las reflexiones examinadas hasta hora, son importantes para
comprender la relación entre la biografía de la autora y la representación del personaje
femenino de la novela. El padre de Guène emigró a Francia desde Argelia en los años
cincuenta, cuando las relaciones conflictivas entre Argelia y Francia, han condicionado
esta etapa migratoria. También los personajes de la novela están caracterizados por una
primera reagrupación familiar. Aunque la diferencia entre el colectivo marroquí y
argelino existe, resalta como con esta elección, la autora se refiere a un colectivo diferente
pero a una misma area cultural con un estigma parecido en la sociedad francesa. La misma
autora, en una comunicación personal realizada para esta investigación hace referencia a
esta estrecha relación.

Peut-être inconsciemment pour me détacher d’elle, ce n’est pas autobiographique.


Je suis d’origine algérienne, mais ma culture est très proche de la culture
marocaine tout de même (Guène, comunicación personal realizada para esta
investigación).

De todos modos, la escritora utiliza el personaje de Tía Zhora, para relacionarse con su
real contexto de origen, Argelia. A través de este personaje nos cuenta mucha más
informaciones sobre este país, que la protagonista Doria sobre Marruecos.

Tante Zhora, elle a de grandes yeux verts et elle rit tout le temps. C’est une
Agérienne de l’Ouest, de la región de Tlemecen. En plus, elle a une histoire
marrante, parqu’elle est née le 5 juillet 1962, le jour de l’indépendence de
l’Algérie. Dans son village, elle était l’enfant symbole de la liberté pendant des
années. C’était le bébé porte-bonheur et c’est pour ça qu’on la appelée Zhora. Ça
veut dire “chance” en árabe (Guène, 2004: 33).

211
Tía Zhora tiene los ojos grandes y verdes y siempre está riendo. Es argelina, del
oeste, de la región de Tremacén. Además, su historia es graciosa, ya que nació el
5 de julio de 1962, el día de la independencia de Argelia. En su pueblo fue durante
años símbolos de libertad. Era el bebé amuleto de la suerte, y por eso la llamaron
Zhora, que en árabe significa suerte (Guène: 2006: 29).

7.4.3 La segunda generación

El origen inmigrante del personaje Doria, junto con el espacio simbólico de la banlieue,
determina las relaciones que se desarrollan en la novela. Por esta razón, para introducir el
contexto histórico social de la obra es necesario hacer referencia primero a la segunda
generación de inmigrantes magrebíes en Francia y segundo a la historia particular de la
banlieue. Para relacionar el concepto de segunda generación con el imaginario de la
sociedad francesa, hay que volver a1981 (Avenel y Cicchelli, 2001). Con la ley del 9 de
octubre del 1981, el gobierno francés promueve una modifica de la ley anterior que
regulaba la inmigración, permitiendo así a los familiares de alcanzar a los sujetos
masculinos emigrados a Francia. Esta ley creó un cambio radical en los procesos de
reagrupación familiar (Avenel y Cicchelli, 2001). Francia, antiguo país de inmigración,
el más antiguo de Europa, desde siempre tuvo una política ambigua entre la migración de
trabajo y migración de población (Sayad, 2010). La primera hace referencia a trabajadores
adultos y masculinos, la segunda con porciones más altas de familias (hombres, mujeres,
adultos, niños, activos e inactivos) hace referencia a la reagrupación familiar.

Es necesario que las causas iniciales responsables de la primera forma de


emigración, de la emigración de hombres solos, se hayan considerablemente (casi
catastróficamente) agravado, lo más frecuente bajo el efecto mismo de la
emigración, para que se inicie el segundo movimiento de emigración, la
emigración de las familias (Sayad, 2010:109).

Junto a esta contraposición histórica y demográfica, Sayad (2010) analiza como la


migración de trabajo se ha considerado de forma antitética a la migración de población,
por ser la categoría más problematizada y menos asimilable. La migración de población
determina un proceso de asimilación, donde se trasforman las normas del habitus

212
comunitario, rompiendo el instinto gregario y trasformando la estructura de la familia que
era una especie “de magma con limites indefinibles” (Sayad, 2010:113). También el
antropólogo francés Camilleri (1993) analiza en sus estudios, como la estructura
domestica cambia en su globalidad a partir de los procesos de reagrupación familiar:

Les caractères patriarcaux s'atténuent; la structure première des statuts-rôles prescrits,


fondée sur des normes collectives et le système de l'honneur, s'ouvre à la variété des
aspirations et représentations qui se singularisent. Cette nécessité de composer avec
l'individualisation, brisant la sensible uniformité des familles des premiers arrivants, fait
place à des situations nettement plus différenciées. Aussi, dans les relations avec les
familles comme avec les individus d'origine immigrée, devient-il de plus en plus indiqué
de repérer leur positionnement particulier avant de se livrer à des déductions mécaniques
à partir des modèles culturels dits originels. Ce mouvement affecte l'ancienne structure
domestique dans sa globalité (Camilleri, 1992: 133).

En una entrevista de Jim Wolfreys para la revista Socialist Review, del Mayo 2006, Faïza
Guène cuenta la historia de la reagrupación de su familia, subrayando que son las mujeres,
las que sufren más estos cambios globales en la estructura doméstica.

Then the wives and children arrived. The men were integrated through work and things
outside the home, speaking with other people who all spoke French - their colleagues, or
their boss - so they were to a certain extent integrated naturally through work. The women,
on the other hand, had a difficult experience of exile. They didn't leave the house, they
just met up with other women like themselves from the same country, so socially there
was little mixing. So all the problems that flow from this today in the suburbs - Ni Putes
Ni Soumises, the problems between boys and girls, big brothers and little sisters - haven't
come from nowhere.

Este aspecto es central también en la novela Kiffe kiffe demain, donde la madre de la
protagonista se queda totalmente excluida de la sociedad. Como afirma Qribi (1997) es
en la célula familiar donde suceden los grandes cambios de todos los miembros de las
familias de los inmigrantes. El contacto más directo con la sociedad de llegada se
manifiesta sobre todo a partir de los hijos, que hacen de mediadores entre sus padres y las
nuevas imposiciones de la sociedad francesa en el habitus comunitario, vestimentario y
familiar (Sayad, 2010). Un rol fundamental en los grandes cambios en la estructura de la

213
familia, lo ha tenido la segunda generación inmigrante, que en algunos contextos se ha
relacionado con la cultura beur. En los otros casos analizados en esta tesis, por ejemplo
la escritora italiana Scego y la catalana El Hachmi, el concepto de segunda generación
inmigrante no tenía una historia tan larga como en el caso francés. El sociólogo Sayad
(1994), distingue entre la generación cronológica y la generación histórica. La primera es
la sucesión de generaciones, en una cadena sin fin y en una lógica cronológica:

Dans cette logique (ou chrono-logique), c'est l'humanité entière qui ne serait qu'une
succession ininterrompue de générations, à la manière d'une chaîne sans fin dont chaque
génération serait un anneau ; toute solution de continuité étant de l'ordre de l'impensable.
Le temps historique lui-même, si tant est qu’ait sa place dans la conception cyctique du
temps qui est implicitement contenue dans la notion de génération, ne serait alors qu'une
répétition indéfinie de générations à partir de quelque père fondateur (Sayad, 1994:159).

La segunda está relacionada con cuestiones históricas y sociales, que condicionan a una
generación a actuar y reaccionar de forma similar y permite reconstruir la historia de sus
sistemas de actitudes, a partir del efecto mismo de esta generación.

Ailleurs, dans un texte antérieur, ayant à expliquer la genèse de l'émigration des


travallieurs algériens vers la France, ainsi que les changements qui se sont produits dans
l'histoire de cette émigration et dans le système de ses attitudes, en partie sous l'effet
même de cette émigration, changements qui en ont assuré la pérennité, on a été amené à
donner sur le mode pratique et de manière tout à fait empirique une définition de la
génération. A partir de l'idée que des individus peuvent être amenés à agir et à réagir de
manière semblable en raison de la condition sociale qu'ils partagent en commun ; ces
individus engendrés par une condition et engendrant eux-mêmes une même riposte à la
condition qui en est génératrice, forment une même génération ou un même « âge »
(Sayad, 1994:160).

Esta definición de Sayad (1994), ayuda a reflexionar sobre el complejo concepto de


segunda generación. La escritora es desde la mirada cronológica, un inmigrante de
segunda generación, hija de inmigrantes argelinos, nacida en Francia. También el
personaje de su novela Doria lo es, pero esta generación que representa Guène, es
diferente desde un aspecto histórico y social, de la segunda generación que aparece como
problema social en el escenario cultural francés en los años ochenta. Guène es la segunda

214
generación de los años 2000, que aparece en la escena literaria francesa, después de que
en los años ochenta la segunda generación de aquella década, entro violentamente en el
debate público. Es suficiente recordar, las rebeliones urbanas de 1979 y 1981, en la
banlieue de Lyon, y la Marche pour l’égalité et contre le racisme de 1983 en París,
cuando la segunda generación magrebí protesta en contra de las discriminaciones y busca
un espacio de representación en el campo social. Es obvio que esta generación, desde un
punto de vista cronológico es como la de Guène, por ser hijos de inmigrantes magrebíes,
pero desde un punto de vista histórico-social es bastante diferente. Respecto a otras
escritoras de la segunda generación inmigrante europea, Guène accede al campo como
segunda generación, cuando la categoría de segunda generación tiene veinte años de
historia social, veinte años que entró en el debate público francés y veinte años que entró
a través de la literatura beur al campo literario. Como explique en la sección anterior,
aunque la escritora pertenece a la cultura beur, asociada a la segunda generación
inmigrante magrebí, respecto a los primeros autores de los años ochenta como Mehdi
Charef, esta generación histórica ha cambiado.

Aunque se han producido cambios importantes entre estas dos segundas generaciones, a
través del nacimiento de una nueva segunda generación inmigrante en Francia, que en
literatura ha encontrado dos representantes, como Rachid Djaïdani y Faïza Gùene,
podemos observar un elemento que ha permanecido. En los años 90 el sociólogo argelino
Sayad (1994), desveló y denuncio el modelo biológico del termino segunda generación,
como si el estigma del migrante se pueda trasnmitir de padre a hijo, a pesar de los años,
este modelo perdura y se ha ramificado también en el campo literario, donde la segunda
generación de escritores inmigrantes, no puede superar fácilmente esta connotación.

En ces temps favorables à un retour en force de l'eugénisme i, le terme de génération


contient en lui le risque de devoir servir de terrain nouveau, nouvement offert au socio-
biologisme. Les tentations et les séductions de rapporter les différences sociales à des
facteurs d'ordre génétique sont grandes et resteront toujours grandes. Il est à craindre que
les progrès actuels, prodigieux, de la biologie et de la génétique ne soient de nature à
conforter aujourd'hui encore le vieti eugénisme en lui fournissant cette espèce de « halo
pseudoscientifique» propre à expliquer, à justifier et à légitimer, avec l'autorité de la
science croit-on, les inégalités sociales, justifiant et légitimant du même coup et

215
objectivement (/. e. à l'insu même des tenants de pareilles thèses) tous les préjugés racistes
(Sayad,1994:155).

La gran categoría de “cultura immigrée” perdura durante los años, aunque en el campo
literario, la construcción de los imaginarios respecto a la segunda generación inmigrante
ha cambiado. La banlieu es una categoría más englobante en la década de la publicación
de Kiffe kiffe demain (2004) respecto a elementos más étnicos de la segunda generación
de los años ochenta. La cultura urbana es el nuevo objeto de limitación de la marginalidad
inmigrante y de sus potencialidades artísticas, por ejemplo Doria, la protagonista
femenina de esta novela se identifica con esta cultura. El urbanismo segregativo y
deshumanizante, es el espacio social central de la novela de Guène. En esta última parte
de la sección, se introduce una contextualización histórico social de la banlieue.

7.4.4 La banlieue, del lugar geográfico al lugar sociológico

Según la historiadora francesa A. Fourcaout (2000), para comprender la evolución


histórica de la banlieue, es necesario hacer referencia a dos eventos históricos
fundamentales. Por un lado la Creación de las Habitations à loyer modéré (1950), por el
otro el nacimiento de las Zones à urbaniser en priorité (1958), que ha permitido crear
800000 alojamientos en diez años. Hasta la segunda guerra mundial la palabra banlieue
fue asociada a un lugar rural y a los campos fuera de la ciudad (Fourcaut, 2000). Después
de la segunda guerra mundial empezó una rápida trasformación: como por ejemplo les
trente glorieuses (1945-1975) y la ola migratoria del Magreb al sur de Europa (España,
Italia y Portugal). Los treinta años gloriosos, fueron años de gran crecimiento, donde pero
la prospera situación económica fue acompañada por un difícil periodo político y de
tensiones sociales. Antes de la creación de las Habitations à loyer modéré, un gran
número de inmigrantes vivían en barracas construidas con material de mala calidad, barro
y hierro. Estos lugares de extrema pobreza se llamaban bidonville (Fourcaut, 2007).
Lejanos a la mirada de los turistas, la banlieue con sus bidonville era otra París, o
utilizando una expresión poética, era donde París cambiaba su nombre y como
demostraron los escritores beur, también su alma. El mismo Sayad (1995), en su estudio
sobre la bidonville de Nanterre, que nos describe estos lugares de soledad y pobreza, con
su gran talento en la observación sociológica, pero también con sus descripciones que en
algunos fragmentos nos recuerdan el lenguaje novelesco. Estos lugares para el autor

216
representan una marca tanto de infra-urbanité, como de infra-humanité, es decir lugares
externos a la ciudad pero también externos a la humanidad:

Aux yeux de tous, la boue est ce qui signe l’appartenance au bidonville. Elle est
la marque d’une infra urbanité, pour ne pas dire d’une infra humanité. Être crotté
alors que l’on est en ville, c’est ne pas appartenir à la ville. L’habitant du
bidonville est cet être de « l’entre-deux », cet hybride à cheval entre deux mondes,
deux mondes dont il ne peut faire partie, aucun deux ne voulant de lui: ni rural
parmi les ruraux, ni parfaitement urbain (Sayad, 1995:45).

Esta condición de infra-humanité, que nos describe Sayad (1995), está caracterizada por
la ausencia que será objeto de sus estudios sucesivos, es decir, una humanidad que no es
ni urbana ni rural, sino que está ausente. Esta condición cambió solo en parte a partir de
los años 50, cuando esta infra-urbanité fue englobada en las grandes periferias de París,
a través de la construcción de las Habitations à loyer modéré, que hospedaron familias
numerosas en pocos metros cuadrados. La banlieue a partir de estos años se trasformó
desde lugar espacial a lugar sociológico, metáfora del malestar de las periferias y
emblema del contradictorio crecimiento económico francés (Boudjaaba y De Luca
Barrusse, 2013). En el 1958, se crean las, Zones à urbaniser en priorité, que permitieron
crear 800000 alojamiento en diez años. En este gran flujo de personas que se instalaron
en la banlieue durante estos años, hay un número importante de inmigrantes argelinos,
que llegaron a Francia a causa del conflicto.

Cette arrivée s’est effectuée de manière précipitée, principalement entre 1955 et


1961, c’est à dire durant les années de plus grande perturbation consécutive à la
guerre en Algérie, surtout dans les zones rurales (Sayad, 1995:36).

Una connotación negativa define a estos barrios sensibles, caracterizados por los grandes
ensables, casas degradadas y una gran variedad de marginalidades sociales. Alrededor de
la construcción discursiva de la banlieue, se han producido diferentes mitos, a lo largo de
los años, y los conflictos tanto de los años 90 como de los años 2000, han manipulado la
comprensión histórica de este lugar sociológico (Vieillard-Baron, 1996:9). A partir de los
años 80 hasta la actualidad, es importante recordar algunos eventos que han cambiado la
imagen de la banlieue. Uno de los más importantes y emblemáticos ha sido, la Marche

217
pour l'égalité et contre le racisme del 1983, que es la primera manifestación en territorio
francés, que ve como protagonistas la segunda generación inmigrante magrebí (Cicchelli,
Galland et Misset, 2007). Otro evento más dramático pasó en 1993, cuando tres chicos de
la banlieue parisina fueron asesinados por la policía. Otros episodios, sucedieron en 2005,
cuando se crearon diferentes y repetidas situaciones de violencia en los barrios sensibles
de algunas ciudades francesas. A lo largo de los meses de octubre y noviembre, Francia
vivió un periodo de grandes tensiones sociales en diferentes zonas periféricas de sus
grandes ciudades. Estos eventos han sido manipulados por los medios, que han asociado
el problema de la banlieue a la difícil integración del colectivo magrebí, a través de un
discurso de dominación, que como afirma Lepeyronnie (2005), nos recuerda el pasado
colonial. Por esta razón, según el autor, la banlieue en todos estos años se ha convertido
en un nuevo teatro colonial. Aunque la opinión pública francesa ha asociado los
problemas sociales de la banlieue, a la difícil integración de la segunda y subsiguientes
generaciones de inmigrantes de origen magrebí, diferentes estudios demuestran que no
existe ni ha existido ningún tipo de conflicto étnico dentro de la banlieue y quien vive
dentro de estos barrios, se encuentra, como afirma Wacquant (2001) en la misma situación
sin rumbo.

Los jóvenes franceses e inmigrantes que experimentan la misma galera (situación


sin rumbo) están igualmente desarraigados y no se oponen unos a otros en
términos de cultura y diferencia (Wacquant, 2001: 81).

El sociólogo, en su estudio comparativo sobre la banlieue y los guetos negros americanos,


ha observado que las periferias francesas no son enclaves étnicamente homogéneos y las
marginalidades que sufren los jóvenes franceses de estas áreas, son similares a las de los
jóvenes de origen inmigrante. El antagonismo que intentan divulgar los medios franceses,
no es como demuestra el estudio de Wacquant (2001), entre autóctonos e inmigrantes,
sino entre los jóvenes de la banlieue con todas las otras categorías.

If there is a dominant antagonism that runs through everyday life in the Red Belt
cites and stamps the mind of its inhabitants, it is not, contrary to prevalent
journalistic images and policy discourse, one that opposes immigrants (especially
'Arabs) and autochthonous French families, but the cleavage dividing youths (les

218
jeunes) native and foreign lumped together, from all the other social categories
(Wacquant, 2008: 190).

Este aspecto es fundamental para contextualizar las relaciones simbólicas representadas


en la novela de Guène, donde se oponen tanto las figuras más institucionalizadas de la
sociedad francesa con los inmigrantes de origen magrebí, pero también se representa la
oposición social de los jóvenes de la banlieue con todos los demás. La autora nos presenta
la banlieue, este espacio simbólico de la novela, como un lugar heterogéneo, que pero se
contrapone de forma homogénea, a la ciudad que está más allá de las fronteras que
delimitan la marginalidad espacial de la periferia urbana.

Il y a quand même une séparation bien marquée entre la cité du Paradis où j’habite et la
zone pavillonaire Rousseau. Des grillages immenses qui sentent la rouille tellement ils
sont vieux et un mur de pierre tout le long. Pire que la ligne Maginot ou le mur de Berlin.
Sur la façade du côté de la cité, y a plein de tags, des dessins et des affiches de concerts
et soirées orientales diverses, des graffitis à la gloire de Saddam Hussein ou de Che
Guevara, des marques de patriotisme, « Viva Tunisia », « Sénégal représente », et même
des phrases extraites de chansons de rap à coloration philosophique. Mais moi, ce que je
préfère sur le mur, c’est un vieux dessin qui est là depuis longtemps, bien avant
l’ascension du rap ou le début de la guerre en Irak. Il représente un ange menotté avec
une croix rouge sur la bouche (Guène, 2004: 90).

Hay una separación muy marcada entre el barrio de Paradis, en que vivo y la zona
residencial Rousseau. Unas verjas inmensas que huelen a orín de lo viejas que son y un
muro de piedra. Peor que la línea Maginot o el muro de Berlín. En la fachada del lado del
barrio, hay un montón de firmas, dibujos y carteles de conciertos y veladas orientales,
graffitis en honor a Sadam Husseim o del Che Guevara, marcas de patriotismo, “Viva
Tunez”, “Senegal también existe”, e incluso frases extraídas de canciones de rap de tono
filosófico. Pero a mí lado lo que más me gusta del muro es un viejo dibujo que está ahí
desde hace ya tiempo, desde mucho antes del auge del rap o del comienzo de la guerra de
Irak. Representa un ángel esposado con una cruz roja en la boca (Guène, 2006:75).

Esta cita es fundamental para comprender la marginalidad y la limitación social y espacial


que representa la autora. La autora negocia dentro de este límite la alteridad y la
diversidad, consideradas amenazantes para los discursos racistas de la sociedad francesa.

219
En las siguientes secciones se reconstruye todo el proceso que permite a esta autora
transformar una marginalidad tan marcada en un recurso literario, no solo a nivel
temático, sino sobre todo, a nivel estilístico. La “Segan de la banlieue”, utiliza un capital
literario que en el curso de estos años, se ha transformado en un pasaporte para cruzar el
barrio Du Paradis y llegar al lector de la zona residencial Rousseau. Este pasaporte
permite cruzar de un barrio a otro solo pasando por un campo específico, el campo
literario, donde la marginalidad estratégica de la autora puede tener un valor. La autora
en una comunciación personal realizada para esta investigación, observa que su discurso
sobre la banlieue, es un discurso literario puramente ficticio, no debe ser confundido con
un ensayo sociológico y que su novela no pretende reflejar y reducir toda la diversidad de
la banlieue en su obra, porque la banlieue, afirma la autora no es “un sujet en soi”.

D’abord et le plus important pour moi, est que la banlieue n’a jamais été un sujet en soi.
J’ai vécu et grandi en banlieue, cité des Courtillières à Pantin et cela n’a jamais été qu’un
environnement familier dans lequel j’ai choisi d’installer mes personnages de fiction. Il
ne s’agit pas pour moi d’écrire pour montrer aux gens qui ne vivent pas en banlieue, ce
que sont ces gens. Ni moi, ni mes livres ne représentent les gens de banlieue. Ce serait
réducteur, et ce serait ignorer l’aspect fictif, ce sont des romans, pas des essais de
sociologie (Guène, comunicación personal).

Esta reflexión de la autora nos ayuda a comprender la banlieue de Faïza Guène como una
banlieue literaria con sus lenguajes y personajes que vamos a analizar en las siguientes
secciones, a partir de una comprensión especifica de su relación con el centro dominante
del campo, sus negociaciones, sus luchas y sus compromisos, para poder acceder a este
centro, aunque a través de una posición periférica, que hace de la periferia su marca
distintiva.

7.5.1 El espacio simbólico de la obra, los personajes y sus luchas lingüísticas

En el curso de esta sección se introducen dos generaciones, los padres y Doria, sus
relaciones con la cultura francesa y la cultura de origen. En la parte final de este capítulo,
se analiza cómo estas etapas generacionales han sido también etapas históricas del mundo
literario que desde Ben Jelloun a Guène, han dejado sus marcas. Con las negociaciones y
conflictos de la protagonista, la autora introduce, los recursos literarios que la distinguen

220
respecto a autores anteriores, el lenguaje de la banlieue, como marginalidad estratégica
para posicionarse, que se convierte tanto en un estigma social como en un recurso
literario.

Cada novela es un laboratorio sociológico y presenta siempre diferentes conexiones entre


el autor y su mundo social. De todas formas, en la obra literaria, observada como hecho
social, están presentes algunas huellas evidentes, marcadas a partir de los
condicionamientos tanto heterónomos como autónomos, que relacionan a un autor con
otros, a partir de una serie de prácticas homogéneas. La mujer de origen inmigrante de
cultura árabe y musulmana, por ejemplo, se relaciona con unas marcas distintivas, como
la representación de un mundo exótico donde se perpetúa un orden patriarcal. Diferentes
autoras contemporáneas con esta trayectoria, se han relacionado con este aspecto. Un
elemento importante de esta relación entre la mujer originaria del mundo árabe de cultura
musulmana y el campo literario europeo, se observa a partir de la posición crítica de
Spivak (1988), sobre las relaciones de poderes y dominaciones que se esconden en la
fórmula del hombre blanco que protege a la mujer no occidental de los hombres de su
cultura de origen. El acuerdo tácito entre el mundo cultural europeo y las autoras con una
particular identidad asignada, esconden una relación tanto de protección, como de
dominación cultural. En la obra de Guène están presentes estas marcas, aunque solo en la
primera parte. La protagonista, Doria, una chica de origen marroquí, describe en primera
persona su vida en la banlieue de París, pero la primera imagen que nos presenta, es la de
su padre que abandona a su familia para casarse otra vez en Marruecos. El padre abandona
a su mujer porque no conseguía darle un hijo varón.

La porte a claqué. À la fenêtre, j’ai vu un taxi gris qui s’en allait. C’est tout. Ça fait plus
de six mois maintenant. Elle doit déjà être enceinte la payasanne qu’il a épousée. Ensuite,
je sais exactement comment ça va se passer: sept jour après l’accouchement, ils vont
célébrer le baptême et y inviter tout le vilage. Un orchestre de viux cheikhs avec leur
tambours en peau de chameau viendra spécialment pour l’occasion. À lui, ça lui coûter
une vraie fortune - tout l’argente de sa retraite d’ouvrier chez Renault. Et puois, ils
érgorgeront un énorm mouton pour donner un prénom au bébé. Ce sera Mohamed (Guène,
2004: 10).

La puerta se cerró de un golpe. Desde la ventana pude ver cómo se alejaba un taxi gris. Y
eso fue todo. De eso hace más de seis meses. La campesina con quien se casó ya debe de

221
estar embarazada. Luego ya sé cómo irá todo: siete días después del parto, celebraran el
bautizo e invitarán a todo el pueblo. Una orquesta de viejos sheikhs con sus tambores de
piel de camello acudirá especialmente por la ocasión. A él le costará una autentica fortuna,
todo el dinero de su retiro de operario de la Renault. Luego sacrificarán un enorme
cordero para ponerle nombre al bebé. Apuesto a que lo llaman Mohamed (Guène,2006:
10).

La autora nos describe este mundo exótico y patriarcal, introduciendo la primera palabra
árabe sheikhs, para describir un grupo de músicos muy tradicionales. Una doble lectura
de la novela que se enfoca en la especificidad del texto, pero al mismo tiempo observa la
perspectiva relacional que posiciona a una autora, entre un grupo de diferentes
productores, permite ver cómo se desarrolla un imaginario sobre el mundo poscolonial y
migratorio y como se han utilizado recursos literarios específicos de estos mundos. Uno
de estos recursos es el plurilingüismo, la relación entre árabe y francés, el otro recurso es
la reconstrucción de un mundo exótico, necesario para entrar en el mercado editorial
europeo. Desde la primera parte de la obra, se ve el desarrollo histórico del mundo
poscolonial, el contexto migratorio de la primera generación, la segunda generación y la
cultura de la banlieue. Estos contextos se desarrollan en dos puntos. En el primer punto a
través de sus personajes la autora describe como las diferentes generaciones se han
relacionado con su contexto de origen y la sociedad de llegada.

En el segundo punto, están presentes en la obra marcas evidentes, que en el mundo


literario se han convertido en elementos distintivos para las diferentes generaciones
históricas de escritores poscoloniales, migrantes y beur. Esta doble realidad, se puede
observar superando la relación entre el mundo social y las obras culturales en la lógica
del reflejo y considerando el efecto de refracción, que ejerce el campo de producción
cultural en una realidad compleja como la migración. En la novela existen elementos que
permiten observar como Kiffe kiffe demain, ha llegado al campo literario, después de que
se preparó un espacio específico y circunscrito durante treinta años. Con los cambios
generacionales de sus personajes y sus conflictos, podemos observar las etapas históricas
que han permitido a Guène posicionarse en el campo. La historia empieza con referencias
étnicas y culturales muy marcadas, introduciendo también una referencia literaria a la
obra representativa de Ben Jelloun (1986), El niño de arena.

222
En vrai, je viens de finir un bouquin de Tahar Ben Jelloun qui s’appelle L’Enfant de sable.
Ça raconte l’histoire d’un petit garçon parce que c’était déjà la huitième de la famille et
que le père voulait un fils. En plus, à l’époque où ça se passait, y avait ni echographie, ni
contraception. (…)Quel destin de merde. Le destin, c’est la isère parce que t’y peux rien.
Ça veut dire que quoi que tu fasses, tu te feras toujours couiller. Ma mère elle dit que si
on père nous a abandonnées, c’est parce que c’était écrit. Chez nous, on appelle ça le
mektoub (Guène, 2004:19).

De hecho acabo de terminar un libro de Tahar Ben Jelloun que se titula El niño de arena.
Es la historia de una niña a la que educaron como a un niño porque era la octava de la
familia y el padre quería a un hijo. Además, en la época en que esto sucedía todavía no
existían las ecografías ni los anticonceptivos. No se admitían canjes ni devoluciones. Puto
destino. El destino es una desgracia porque no se puede cambiar. Eso significa que, hagas
lo que hagas, siempre te acaban jodiendo. Mi madre dice que mi padre nos abandonó
porque estaba escrito. Nosotros a eso lo llamamos a mektoub (Guène, 2006:15).

Esta referencia es la primera marca de una tradición literaria poscolonial, que reconstruye
el mundo exótico magrebí en relación a la cultura francesa. En el curso de la obra, estas
connotaciones étnicas se colocan jerárquicamente en una posición inferior respeto a otras
connotaciones, por ejemplo la del mundo de la banlieue, como microcosmos de culturas
que se mezclan y se ponen en posiciones antagónicas a la sociedad dominante. En esta
última cita se puede ver como la autora hace referencia a una contraposición clara entre
nosotros (su comunidad de origen) y la sociedad francesa, introduciendo la segunda
palabra árabe del texto, mektoub, para referirse a un sistema de creencias que contrapone
la sociedad secularizada a una cultura tradicional. El primer personaje que aparece tanto
en orden cronológico como diacrónico, es el padre, como representante de la primera
generación de inmigrantes. La autora mencionará este personaje solo en las primeras
páginas de la novela. Sin embargo, la verdadera contraposición generacional empieza con
la figura de la madre. Yasmina, la madre de la protagonista, es un personaje que nos
recuerda las características sociológicas de los ausentes que describe Sayad (2010) en su
obra, sujetos inmigrantes que pasan de las ilusiones al padecimiento. Las primeras
descripciones que hace la escritora de este personaje se refiere a estas ilusiones sobre
Francia que desaparecen de inmediato con su llegada.

223
Ma mère, elle s’imaginait que la France, c’était comme dans les films en noir et blanc des
années soixante. Ceux avec l’acteur beau gosse qui raconte toujoursun tas de trucs
mythos à sa meuf, une cigarette au coin du bec. Avec sa cousine Bouchra, elles avaient
réussi à capter les chines françaises grace à une antenne expérimentale fabriquée avec une
couscousssière en inox. Alors quand elle est arruvée avec mon père à Livry-Gargan en
février 1984, elle a cruqu’ils avaient pris la mauvais bateau et qu’ils s’étaient trompés de
pays (Guène, 2004:21).

Mi madre se imaginaba Francia como aquellas películas en blanco y negro de los años
sesenta en que un actor guaperas le cuenta un montón de trolas a su chorba con un
cigarrillo colgado de la comisura de los labios. Con su prima Bouchra consiguió
sintonizar los canales franceses, gracias a su antena experimental fabricada con una olla
para cuscús de acero inoxidable. De modo que cuando llegó con mi padre a Livry-Gargan,
en febrero de 1984, creyó que habían subido al barco que no era y se habían equivocado
de país (Guène, 2006:17).

Faïza Guène nos describe las etapas de la disolución del habitus comunitario de la madre,
que existía como miembro de un grupo en su cultura de origen y como en la sociedad
receptora llega a perder todas las coordenadas morales y culturales de su comunidad. El
único espacio donde la madre rencuentra la solidaridad femenina y la reconstrucción,
aunque muy provisional de su comunidad, eran las clases de costura, donde se reunían las
mujeres inmigrantes de su mismo origen étnico-cultural.

Ma mère m’a expliqué qu’elle s’était inscrite au cours de couture parce qu’iln’y
avait pratiquement que des Maghrébines et que ces réunions de femmes le
mercredi après-midi autour de leurs machines à cuudre Singer des années quatre-
vingt, ça lui rapelait un peu le bled (Guène, 2004:33).

Mi madre me contó que se había apuntado a la clase de costura porque casi todas
las alumnas eran magrebíes y aquellas reuniones de mujeres los miércoles por la
tarde, alrededor de sus máquinas de coser Singer de los años ochenta, le
recordaban un poco a su pueblo (Guène, 2006:29).

Las relaciones de Yasmina con la sociedad francesa están condicionadas por su falta de
recursos sociales y su analfabetismo.

224
La de mamá no es más que un garabato tembloroso. No está acostumbrada a
sostener un bolígrafo entre los dedos. El muy capullo ni siquiera se lo ha
planteado. Debe de ser de los que creen que el analfabetismo es como la sida, que
solo existe en África (Guène, 2004:11).

Yasmina y la Tia Zhora, son los dos personajes de la primera generación inmigrante, los
ausentes, personajes sin capitales, ni sociales ni culturales, donde el estigma de sus
habitus lingüístico, su manera de hablar francés, su acento marcado, las ponen en una
posición totalmente marginal. Esta posición es marginal e inferior también respecto a las
segundas generaciones, es decir a sus hijos. Como podemos ver en esta cita, también los
hijos de la Tia Zhora, se ríen de su manera de hablar francés.

Elle m’amuse beaucoup Tante Zhora. Ça fait plus de vingt ans qu’elle en France
et elle parle toujours comme si ça faisait une semaine qu’elle avait débarqué à
Orly. Une fois, il y a longtemps, elle expliquait à Maman, sur le coup, elle n’a rien
compris. Et quelques jours plus tard, à la maison, elle se met à rigoler toute seule.
Elle a compris que Tante Zohra voulait dire qu’elle avait inscrit Hamza au judo
même ses fils se moquent d’elle (Guène, 2004:35).

Yo me divierto mucho con tía Zohra. Lleva en Francia más de veinte años y
todavía habla como si hiciera una semana que llegó a Orly. Una vez, hace tiempo,
le contó a mamá que había apuntado a Hamza a “yuyu”. Así, a bote pronto, mamá
no entendió nada. Pero al cabo de unos días, estando en casa, empezó a reírse sola.
Cayó en la cuenta de que lo que tía Zhora quería decir era que había apuntado a
Hamza a clases de judo. Hasta sus hijos se burlan de ella (Guène, 2006:32).

Doria, la protagonista se diferencia de las otras dos mujeres magrebíes de la novela por
ser de la segunda generación, que se escolariza en Francia y tiene más margen de luchas
y posibilidades de negociar su lenguaje. Doria se enfrenta al sistema clasista y racista de
la sociedad francesa a partir de dos personajes emblemáticos. El primero es la asistente
social Burluad, el primer personaje que aparece en la novela.

225
C’est lundi et comme tous les lundis, je suis allée chez Mme Burluad, (Guène,
2004:9).

Hoy es lunes y como todos los lunes he ido a ver a la señora Burluad (Guène,
2006:9).

La señora Burlaud es un personaje extraño para los jóvenes de la banlieue, representa el


otro lado de la ciudad, más allá de las residencias Rosseau, no entiende la manera de
hablar de la banlieue y el valor del verlan. Con este personaje se crea una nueva
contraposición del habitus lingüístico, entre la banlieue y todo lo demás. Burluad
representa el habitus lingüístico de la cultura institucionalizada que se opone al potencial
expresivo del verlan. Al final de la obra, la autora reivindica esta manera de hablar,
introduciendo palabras simbólicas de este lenguaje como “vénère” y “chelou”, en
contraste con el habitus lingüístico de su asistente social. Sin duda esta parte de la obra,
se puede entender solo en francés y con una importante contextualización del verlan en
el contexto social de la banlieue.

Elle vient d’un autre temps. Je le vois bien quand je lui parle, je suis obligée de faire
attention à tout ce que je dis. Je peux pas placer un seul mot de verlan ou un truc un peu
familier pour lui faire comprendre au mieux ce que je ressens. Quand ça m’échappe et
que je dis vénère ou chelou, elle comprend autre chose ou bien elle fait sa tête de perf.
Faire sa tête de perf, ça veut dire faire une tête d’idiot, parce que les classes de perf
(perfectionnement), à l’école primaire, c’étaient les classes des enfants les plus en retards,
ceux qui avaient de grosses difficultés. Alors on dit perf pour signaler à quelqu’un qu’il
est un peu con quand même (Guène, 2004: 180).

Es una vieja y una antigua. Me doy cuenta de que cuando hablo con ella, tengo que medir
mis palabras. No puedo pronunciar ni un solo término coloquial o un poco familiar para
expresar lo mejor posible como me siento. Cuando se me escapan cosas como le patina
la neurona o chungo, ella entiende otra cosa o pone cara de perf. Poner cara de perf
significa poner cara de idiota, porque en el colegio las clases de perf (perfecionamento)
eran de los niños más atrasados, los que tenían más problemas. Así que cuando alguien
es un poco idiota, se llama perf (Guène, 2006:151).

226
El otro choque lingüístico lo podemos observar entre la protagonista y la profesora de
francés Madame Jacques. La alteridad lingüística que negocia la protagonista está en una
posición totalmente antagónica con el sistema escolar.

Elle m’avait engueulée parce qu’à mon tour de lecture, au lieu de prononcer Job,
j’ai dit « Djob ». Je l’ai prononcé à l’anglaise. Et cette vieille folle de Mme
Jacques, elle m’a accusée de « souiller notre belle langue » et d’autres trucs aussi
débiles. J’y peux rien, je ne savais pas qu’il existait ce type-là, Job. « Parr votrrre
faute, la patrrrimoine frrrançais est dans le coma!» (Guène, 2004:156).

Ella me llamó la atención porque, cuando me tocó leer, en vez de pronunciar Job,
dije “Djob”. Lo pronuncié a la inglesa. Y la vieja chalada va y me acusa de
“manchar nuestra bella lengua”, y de otras idioteces por el estilo. Qué le voy a
hacer, yo no sabía que ese tal Job existía. Por culpa vuestra el patrimonio francés
está en coma! (Guène, 2006:129).

En esta cita podemos ver otra contraposición entre nosotros y vosotros, pero como se
analiza en la siguiente sección, la contraposición entre “notre belle langue” y el verlan
no es principalmente una contraposición étnica. Todas estas etapas lingüísticas desde la
primera generación hacia los beur, son las marcas de un recorrido histórico en el campo
literario, donde dos generaciones de escritores han convertido una marginalidad social en
recurso literario. También en esta cita son presentes palabras reivindicativas del verlan,
que se contraponen a una manera de hablar francés, que la autora caricaturiza con ironía
añadiendo la letra r, para caracterizar el marcado acento francés de los autóctonos y
sobretodo de las elites, “parr votrrre faute, la patrrrimoine frrrançais est dans le coma!”
(Guène, 2004:156). Desde el punto de vista de Doria esta forma de hablar tiene una
connotación negativa, tal vez ridícula para su sistema, del mismo modo que para la
profesora de francés, el verlan de Doria, es una mancha para su lengua, «souiller notre
belle langue ». En la siguiente sección se analiza esta lucha lingüística pero a partir de los
procesos de refracción del campo literario, que ha permitido gracias a una larga batalla,
negociar el verlan de la banlieue en el campo literario francés.

227
7.5.2 La negociación de un estigma lingüístico

Este capítulo empieza con una referencia a la obra de Yildiz (2012) sobre la condición
postmonolingüe de algunos escritores contemporáneos en contraposición al paradigma
monolingüe. En esta parte final se retoma esta referencia, para acabar el análisis a través
de un enfoque específico relacionado con el campo literario. Yildiz (2012) observa como
en la condición postmonolingüe contemporánea crecida en un contexto de grandes
cambios globales, se produce una comunidad lingüística donde se rompe el vínculo
orgánico entre lengua y etnia.

What happens to the linkage between language and etnicity in the postmonolingual
condition-that is, in a situation of the remergence of multilingualism against the backdrop
of the monolingual paradigm? The changed linguascapes of globalization in particular
bring this question to the fore, as people and languages circulate along new paths and
commingle in novel ways. Migrations produce multilinugual communities and practices,
but just as importantly, they quickly begin to produce speakers of languages that are not
supposed to be “their own” by right of inheritance (Yildiz, 2012:169).

En la novela se puede observar la diferencia entre las dos generaciones, en la primera, la


madre y la tía Zhora, hacen referencia al árabe que supone una relación directa con su
contexto étnico y la segunda, la protagonista Doria que rompe este vínculo a través del
lenguaje de la banlieue, introduciendo el árabe junto al verlan y al francés. Yildiz (2012),
relaciona esta realidad lingüística con la segunda generación inmigrante.

Through their existence and visibility such speakers reveal that “one’s” “mother”
tongue is not necessarily the lenguage of one’s real mother, as Etiene Balibar notes
with regard to second generation immagrants. Although this point would appear
to be a truism, the mother tongue metaphor has functioned to disavow precisaly
this discontinuity and, in it is place, holds on to the fetishistic fiction of a natural
birth into a language (Yildiz, 2012:170).

En la siguiente tabla podemos ver algunos ejemplos de las relaciones lingüísticas de los
dos personajes, la madre y la protagonista, en los cuales la primera se relaciona con el
árabe y la segunda con el verlan. El verlan es como afirman Basier y Bachmann

228
(1984:184), una subversión lingüística, pero también un intento de elaboración
identitaria. Este lenguaje juvenil mezcla el francés tanto con el argot, el lenguaje
específico utilizado por las gans banlieuesards, como con el árabe y también algunos
slangs afroamericanos sobretodo relacionados con el rap (Lay-Chenchabi, 2006).

229
Cuadro n. 14 Relaciones de los dos personajes con el árabe y el verlan

El árabe de Yasmina, primera El verlan de Doria, segunda


generación inmigrante generación inmigrante

Ma mère elle dit que si on père nous a C’est de histoire de ouf et ma mère elle suit
abandonnées, (…) c’est parce que c’était leurs embrouilles depuis 1989 (41).
écrit. Chez nous, on appelle ça le mektoub
(15). Mme Buluard elle est relou quand elle fait
celle qui a réponse a tout(102).
Heureusement, m mère n’a pas tout à fait dit
oui. Elle utilisé le joker “Inshallah” (39). Elle m’avait engueulée parce qu’à mon tour de
lectura (156).
Quand elle était jeune, une de ses voisines
s’était fait marabouter aou souk (55). Quand ça m’échappe et que je dis
«vénère» ou «chelou», elle comprend autre
chose (175).

Cuadro de producción propia.

La madre se relaciona con el árabe en una contraposición étnico-cultural con la sociedad


francesa. En esta contraposición se pueden observar unas huellas exóticas que enlazan
esta obra a través del personaje de la madre con una tradición de escritores poscoloniales.
La última cita, por ejemplo, se refiere a una descripción sobre algunos elementos mágicos
de Marruecos. La magia y la superstición son elementos distintivos del exotismo. Con la
expresión “s’était fait marabouter aou souk”, la madre se refiere a historias de brujería
que se hacían en los mercados típicos magrebíes, el souk. Estas contraposiciones, muy
marcadas étnicamente, se trasforman a partir del lenguaje de la protagonista Doria. Su
manera de hablar el verlan banlieuesards pierde estas marcas y crea una subversión
lingüística con el francés institucional. El lenguaje tiene su connotación más marcada
socialmente sobre todo cuando habla con figuras externas a la banlieue, la profesora y la
asistente social. Podemos observar diferentes palabras claves del verlan, utilizadas de
forma también simbólica en este contexto, que son ouf, que significa loco, relou que

230
significa serio, y el verbo engueulée que significa regañar, además de las expresiones
“vénère” y “chelou”, que significan estar enfadada y extraño (Sourdot, 2009). Estas
últimas dos expresiones se utilizan en la última parte de la obra, cuando Doria se enfrenta
a la asistente social, que limita su forma natural de expresarse, porque con ella no puede
“placer un seul mot de verlan” (Guène, 2004:156). Se retoman en esta última parte, las
tres referencias fundamentales para la comprensión de esta relación lingüística, la de
Myriam Geiser (2008) sobre la posición del posmigrant, como mestizaje dentro de la
misma cultura, la de Yildiz (2012), sobre el paradigma postmonolingüe como ruptura
entre la relación esencialista entre lengua y etnia y el concepto de Sayad (1994) de
generación histórica. La primera referencia ayuda a comprender como en la obra de
Guène, se instauran las relaciones simbólicas de las segundas generaciones, aunque la
experiencia migratoria desde el Magreb hacia Francia, es un aspecto que se refracta en el
lenguaje de la primera parte y sobretodo relacionado con la madre de la protagonista. Con
Doria cambia esta lucha lingüística, donde el verlan, el árabe y el francés son la
combinación de un mestizaje interno a la cultura de la banlieue. “El remix de la lengua
de Moliere” que la autora hace a través de sus personajes, empieza a partir del título de la
novela, Kiffe kiffe demain, que como afirma y analiza Carnes (2013) es un remix
intencional de la palabra árabe kif, trasformada en kiffe, relacionándola con la palabra
francesa kiffer que significa, amar o querer:

Even the title of the novel is a remix of sorts, taken from a moment when Doria is
deciding to change her tune on life. The phrase “kif-kif” is taken from Arabic and
has entered familiar French, often couple with the word “demain” (tomorrow) to
mean something to the effect of “same old, same old.” Doria, however, decides to
start writing the phrase differently—as “kiffe kiffe demain,” making use of the
familiar French word “kiffer” for “to like” or “to love” (Carnes, 2013:44).

Esta cultura no refleja una relación orgánica entre lengua y nación, es subversiva porque
desafía a los puristas de la lengua, transformando un estigma en un recurso (Yildiz, 2012).
Finalmente, para comprender como este lenguaje se relaciona con un capital lingüístico
literario, es necesario considerar la segunda generación de Guène, como una generación
histórica y no solo cronológica (Sayad, 1994). La autora transforma el lenguaje de la
banlieue, el verlan, mezcla de argot, árabe y francés, después de que este proceso fuera
iniciado por un grupo de autores antecedentes. No es entonces la primera vez que aparece

231
el verlan banlieuesard, como capital literario. La autora se posiciona con este capital,
junto a un grupo de autores con un determinado habitus. De todas formas su particularidad
respecto a autores anteriores, es la trasformación en la obra de las connotaciones
étnicamente homogéneas en connotaciones en las que se negocia la diversidad y la mezcla
de culturas en la banlieue. Por ejemplo, la protagonista Doria considera los que viven
más allá del barrio Du Paradis, todos lo demás que no son de la banlieue, incapaces de
entender “nada de la convivencia social ni de las mezclas de culturas” (Guène,2004: 75)
en este barrio. En esta parte del análisis, es necesario observar y desvelar, la diferencia
entre la autora y la protagonista, elemento necesario para subrayar que esta novela no es
autobiográfica, pero además, no es un reflejo de la realidad, sino que trasforma un
conocimiento relacionado con una experiencia social en un capital lingüístico literario.
Sin olvidar lo que decía Bourdieu (1995) sobre la relación entre Flaubert y el protagonista
de la Educación sentimental, entramos en la comprensión sociológica de la escritura, que
transforma una joven de la segunda generación inmigrante magrebíes, en una escritora de
la banlieue y también trasforma este lugar geográfico en un lugar simbólico y literario.
Con el acto mismo de escribir la historia, Guène se separa de Doria y trasforma sus
estigmas en recursos, pero esto ha sido posible solo gracias a una generación de escritores,
que ha preparado un espacio en el campo e inaugurado un proceso de consagración de
estos recursos. Lo que negocia Guène, no es una lengua ajena al francés y a su literatura
sino una lengua que resignifica la literatura francesa con un acento exótico, un exotismo
interno a su cultura. Un ejemplo significativo, lo encontramos en la primera parte de la
novela, cuando un amigo de Doria, Hamoudi, recita un poema de Rimbaud, pero lo hace
“con un acento y gestos de canalla”, que ofrece otro valor a estos versos.

Souvent, il me récite des poèmes d’Arthur Rimbaud. Du moins le peu qu’il se


rappelle, parce que le shit, ça te bouffe la mémoire. Mais quand il me les dit avec
son accent et sa gestuelle de racaille, meme si je comprends pas grand-chose au
texte, je trouve ça beau (Guène, 2004:27).

A menudo me recita poemas de Rimbaud, o lo poco que recuerda de ellos, ya que


el chocolate se te come la memoria. Pero cuando me lo dice con su acento y sus
gestos de canalla, aunque no entiende mucho el texto, me parece bonito (Guène,
2006:23).

232
Esta cita es una de los tantos ejemplos, donde es posible observar, la particularidad que
negocia Guène, un discurso literario que es el producto entre un habitus lingüístico y un
sistema de reglas, que la autora está obligada a subvertir. La competencia tanto técnica
como social, la capacidad o el defecto de hablar de una cierta forma marcada socialmente,
se contrapone a un capital lingüístico institucionalizado. La diversidad que negocia la
autora no se relaciona con un capital que es posible adquirir en la escuela. Lo que separa
Doria de Guène, no solo es el pacto ficcional sino la posición en un espacio simbólico.
La protagonista tiene solo dos posibilidades de relacionarse con la sociedad francesa, que
está más allá de la banlieue, la escuela y la asistente social. Con ninguna de estas dos
oportunidades puede negociar su capital lingüístico. Faïza Guène, por el contrario
necesita su capital lingüístico para cruzar el confinamiento de la banlieue, posicionarse
cerca del centro dominante de la literatura mundial, aunque a partir de la periferia. En el
esquema de abajo se resumen los capitales lingüísticos representados en la novela y como
se refractan en relación al campo literario. Faïza Guène representa con Doria y Yasmina
el límite de una marginalidad lingüística que la escritora es capaz de aprovechar.

Esquema n. 15 Los capitales lingüísticos en relación al campo de poder y al campo


literario

Árabe y aspectos
Marcas de un habitus
culturales de su
Yasmina lingüístico marginalizado en el
país de origen
campo del poder.

Verlan y elementos
Doria Marcas de un habitus
culturales de la
lingüístico marginalizado en el
banlieue
campo del poder.

Árabe y aspectos
Marcas introducidas a partir de los
culturales de su
autores poscoloniales, necesarias a su
Escritora
país de origen
posicionamento en el campo literariario.

Verlan y elementos Marcas introducidas a partir de los

culturales de la autores beur, necesarias a su


posicionamento en el campo literariario.
banlieue

Esquema de producción propia.

233
A través de este último esquema, se quiere subrayar cómo la novela no refleja la realidad
de la autora, porque con Doria, Faïza Guène no refleja su relación simbólica entre su
habitus linguístico y el campo literario. Solo en el campo literario la autora ha podido
cruzar las barreras sociales de la banlieue, a partir de condiciones y libertades ambiguas
que la engloban en una etiqueta pero le ofrecen márgenes de libertad. Estas libertades, es
importante recordar, se han conquistados con años de luchas por parte de ciertos grupos
de escritores, que desde el punto más lejano de la alteridad literaria se van acercando a su
centro y en algunos casos pretenden poner en discusión el mismo centro.

7.6 Conclusión

La novela de Guène acaba con una promesa, casi una amenaza, de convertirse en la
portavoz de la rebelión de la banlieue, una rebelión no violenta.

Moi, je mènerai la révolte de la cité du Paridis. Les journaux titreront “Doria enflamme
la cité” ou encore “La pasionaria des banlieues met le feu aux poudres”. Mais ce será pas
une révolte violente comme dans le film La Haine où ça se finit pas hiper bien. Ce sera
une révolte intelligente, sans aucune violence, où on se soulèvera pour être reconnus,
tous.Y a pas que le rap et le foot dans la vie. Comme Rimbaud, on portera en nous “le
sanglot des Infames, la clameur des Maudits” (Guène, 2004: 188).

Yo encabezaré la rebelion del suburbio Du paradis. Los titulares de los periódicos rezaran:
“Doria incendia el arrabal”; o incluso “La pasionaria de la periferia hace saltar el
polvorín”. Pero la mía no será una rebelión violenta, como la de la película El odio, que
no acaba demasiado bien. Será una rebelión inteligente, sin violencia, en la que nos
alzaremos para que se nos reconozcan a todos. En la vida no solo están el rap y el fútbol.
Al igual que Rimbaud, llevaremos dentro “el grito de los Infames, el clamor de los
Malditos” (Guène, 2006: 158).

Las grandes ilusiones de Doria, no han podido convertirse en realidad para la escritora
Faïza Guène que se alejó de esta connotación en sus obras sucesivas. Esta es una
demostración de que la construcción de la identidad literaria, no solo está marcada por un
origen social, sino sobre todo por las reglas del campo. En este capítulo ha sido necesario
observar todas las fases de estos procesos que separan la realidad social de la obra literaria

234
y también la separación entre la posición de una mujer de origen inmigrante en los campos
sociales, de una escritora de origen inmigrante en el campo literario.

En conclusión, esta novela ha podido convertirse en un laboratorio sociológico solo


porque se ha relacionado con un proceso histórico-social del campo y con la posición de
la autora en este. En el curso del capítulo, ha sido necesario introducir el contexto
histórico social de los autores inmigrantes y después la posición especifica de la autora y
su entrada con la novela Kiffe kiffe demain. A partir de esta obra primera, con solo
diecinueve años, la autora se enfrenta a la libertad bajo condiciones del universo literario.
La autora se enfrenta inmediatamente a las reglas de un sistema excluyente y clasista de
las élites culturales, afirmando en su primera entrevista para un periódico español,
realizada por Victor Amela en La Vanguardia del 9 agosto de 2006 que: “las elites
literarias le han puesto el sello de literatura de los suburbios.” La libertad bajo condiciones
se manifiesta con estas consideraciones que han permitido a la autora entrar en el campo,
superar las barreras que la limitaban en la banlieue, pero con una etiqueta muy marcada
socialmente. Desde la periferia geográfica a la periferia simbólica, la autora a partir de su
segunda obra se aleja de esta connotación fuertemente relacionada con la banlieue, para
acercarse a otra marca, esta vez más étnica. “El grito de los Infames, el clamor de los
Malditos” rimbaudianos no se convirtieron en una rebelión literaria en el curso de estos
últimos diez años de carrera. Estas ilusiones subversivas no se han convertido en una
lucha interna al campo para su completa consagración, al contrario la autora ha podido
aprovechar de su origen magrebí, para poder ser relacionada con autores como Yacine,
Ben Jelloun y Djebar. La comprensión de una marca étnica y social y su relación con el
mundo literario, pretenden subrayar, en este estudio, la transformación de la banlieue
geográfica, en una banlieue literaria y del Magreb en un Magreb literario. La autora se ha
relacionado con estos lugares simbólicos y esta relación ha determinado los cambios de
su posición en el campo literario.

235
236
CAPÍTULO 8. Un enfoque comparativo de las tres autoras:
trayectorias, prácticas y representaciones

8.1 Un enfoque comparativo

Las herramientas de los estudios de literatura comparada son necesarias para


contextualizar estas novelas, proponer comparaciones útiles para el análisis y modelos
funcionales para una crítica de alcance sociológico. A partir de la literatura comparada
podemos observar y comparar el gran proceso de producción novelística de autores que
desafían la mirada esencialista y monolingüe de las diversas literaturas nacionales. Estas
producciones se pueden observar a partir de tres categorías que describen tres
producciones literarias diferentes: la literatura poscolonial, la de la migración y la de la
posmigración. Aunque los primeros estudios de literatura comparada no observaban las
diferencias entre la primera y la segunda generación (Gnisci, 2008), Myriam Geiser
(2008) sobre todo en relación a la literatura beur, subraya la necesidad de comprender y
comparar las dos generaciones. Geiser (2008) define la segunda generación de escritores
inmigrantes, la pos-migración. El primer paso para poder comparar los tres casos
analizados, es observar cómo se relacionan El Hachmi, Scego y Guène con estas
categorías. Aunque las tres escritoras son la segunda generación migrante y la categoría
utilizada por Geiser parece la más obvia, es importante subrayar como en realidad todas
ellas se relacionan de forma diferente en las tres etapas.

En la novela de Faïza Guène, Kiffe kiffe demain (2004), como se analiza en el séptimo
capítulo, es posible observar una referencia a las tres fases, que empieza por la tradición
literaria poscolonial y después por los autores inmigrantes y beur. Esta característica la
diferencia de las otras dos autoras, porque en el campo literario francés estos movimientos
literarios que han desafiado los puristas y la Academìe français, tienen un largo recorrido
histórico. Guène (2004) hace referencia al proceso migratorio del padre y a la
reagrupación familiar, relacionando el francés con el árabe. A través de la protagonista
Doria, la autora utiliza el lenguaje de la banlieue, donde el proceso de mestizaje interno
a la cultura francesa es más cercano a la segunda generación. En el contexto de una
literatura más periférica (Casanova, 2001; Sapiro, 2010), Igiaba Scego se enfrenta al vacío
poscolonial en la literatura italiana y aprovecha un capital literario consagrado en el

237
espacio transnacional. Si en el caso de literatura francesa estas categorías corresponden a
tres generaciones de escritores, donde la primera abrió un espacio en el campo para las
otras, en el caso de la literatura italiana no es posible encontrar el mismo desarrollo
histórico. Scego se ve obligada a relacionar las tres fases sin tener importantes referencias
nacionales sino diferentes referencias que han podido circular en un espacio cultural
transnacional, como por ejemplo Assia Djebar que la autora menciona (en una
comunicación personal) junto a Gloria Anzaldua como autora referente de su producción
novelística. Gloria Anzaldua está también mencionada en la novela De Scego.

Ogni volta che passeggio per le strade di Trastevere, in una delle sue parti divise,
penso alla poesía Reliquie sacre della chicana Gloria Anzaldua (Scego, 2010:112).

Todas las autoras analizadas, mencionan un autor relacionado con la literatura de la


migración en sus novelas, Scego menciona Anzaldúa, El Hachmi la chicana Sandra
Cisneros y Guène menciona a un autor relacionado con su contexto de origen y su
literatura nacional, como Ben Jelloun. Como vamos a analizar más adelante, solo esta
última autora tiene diversas referencias de la literatura francesa mientras que las otras dos
pueden encontrar referencias a este tipo de producciones novelísticas solo en el espacio
literario transnacional. Najat El Hachmi es una autora sin ninguna referencia local, porque
es una de las primeras autoras de la literatura catalana que se relaciona con la literatura
poscolonial, de la migración y posmigración. En la novela analizada, L’últim patriarca
(2008), las referencias a la literatura poscolonial no están tan presentes como en las otras
dos autoras porque no hay una relación colonial entre las dos sociedades, pero como
explicaré enseguida la escritora hereda un capital literario de la tradición literaria
poscolonial, que pone en relación el árabe con una lengua europea, el contexto cultural
tradicional de la sociedad magrebí con la sociedad occidental y la escritura con la
tradición oral. Las características de la literatura de la migración, son evidentes cuando
describe la experiencia traumática de la emigración del padre y la reagrupación familiar
que vivió la madre y la protagonista. Las características de la segunda generación se
desarrollan a través la figura de la protagonista que se enfrenta a las normas familiares
creando un conflicto generacional.

238
El Hachmi es la única escritora de las tres que nació en el extranjero y emigró a Cataluña
a la edad de ocho años, mientras que Guène y Scego nacieron en Francia e Italia. Es la
única que vivió técnicamente un proceso migratorio, aunque es una inmigrante de
segunda generación, porque creció y se escolarizó en Cataluña a partir de los 8 años. Estas
tres autoras de origen inmigrante responden a un perfil similar, donde las trayectorias
literarias y el tema de las novelas están relacionados con la migración en su dimensión
global, tanto emigración como inmigración y procesos identitarios de las segundas
generaciones. Pero lo que realmente tienen en común estas autoras, no es simplemente
sus orígenes como hijas de inmigrantes o el tema de las novelas, si no, sobre todo la
relación entre sus habitus y las características del campo literario, donde la alteridad ha
podido convertirse en un valor simbólico negociable.

8.2 Comparar las negociaciones simbólicas del ser inmigrante

El comparatista Armando Gnisci (2003) en su observación sobre los autores de origen


inmigrante, hace una pregunta fundamental para nuestro análisis: ¿Cualquier escritor que
emigra es considerado un autor inmigrante? Si pensamos en los autores latinoamericanos
que emigraron a España y en particular a Barcelona, no se ha creado ni en la crítica ni en
los medios de comunicación, la etiqueta de autor inmigrante. Estos autores pertenecen
según Gnisci (2003) a la misma comunidad interliteraria de los autores españoles, por
esto no se ha extranjerizado su figura. ¿Por qué entonces Najat El Hachmi es una escritora
más extranjera que un escritor latinoamericano, aunque creció y vivió toda su vida en
Cataluña? Para poder contestar esta pregunta es necesario considerar los distintos grados
del ser inmigrante en relación con el lugar de origen (Alcalde, 2011), pero sobretodo
comprender que cada campo produce una propia clase de extraño. Retomando la
observación de Bauman (1995) de que todas las sociedades producen su propia clase de
extraños, en esta investigación es necesario considerar las especificidades de un campo
en concreto, el campo literario, donde la figura del extraño y del extranjero se ha
producido a partir de sus reglas y mecanismos de funcionamiento.

All societies produce strangers; but each kind of society produces its own kind of
strangers, and produces them in its own inimitable way (Bauman, 1995:1).

239
Cada sociedad produce su categoría de extraños pero dentro de estas sociedades el extraño
se relaciona de forma diferente dentro de los diferentes campos sociales. La cuestión de
la construcción social de la figura del extraño en el campo literario, es diferente a todos
los otros campos. El componente extranjera de las novelas analizadas, se convierte en una
componente de la estética y temática de la novela contemporánea, garantizadora de ventas
y consagrada por la crítica. Las autoras analizadas son consideradas extranjeras aunque
nacieron o crecieron, en los tres respectivos países europeos, aunque escriben en los tres
idiomas de las sociedades de acogida y para un público de estas sociedades. La mayoría
de las novelas publicadas por estas autoras se relacionan con el tema de la migración, las
críticas y la prensa asocian a estas autoras con este tema que también se convierte en una
etiqueta. Por ejemplo, podemos observar como las tres escritoras, en los diez años de
trayectoria literaria, desde la primera a la última novela siguen siendo consideradas
autoras de origen extranjero. Najat El Hahcmi publica su última novela, La filla
estrangera, en el 2015. El día después que recibe por esta obra el premio Sant Joan, el
periódico La vanguardia en un artículo del 17 de junio del 2015 de la sección Libros,
subraya que El Hachmi, es una escritora marroquí y no catalana: “La escritora marroquí
Najat El Hachmi ha sido la ganadora del 35º Premi BBVA Sant Joan de literatura
catalana”.

Poco ha cambiado desde el 2008, cuando los títulos de los artículos de algunos
importantes periódicos catalanes del 8 de febrero del 2008, después la otorgación del
célebre premio literario Ramon Llull, subrayan la condición de origen de la escritora. La
Vanguardia utiliza este título, “Un Llull amb accent marroquí” y el Periódico este, “Una
immigrant marroquina guanya el premi més gran de novel·la en català”.Como se analiza
en el cuarto capítulo, la paradoja de la alteridad (Sayad, 2014) que se produce en el campo
literario, se relaciona con el hecho que esta autora aunque creció y se escolarizó en
Cataluña y escribe en catalán es considerada extranjera, pero también se relaciona con los
procesos de negociación de su inmigridad como pasaporte necesario para acceder al
campo (Alcalde, 2011). La inmigridad le ofrece una característica peculiar que responde
a un proceso de consagración. Como afirma el filólogo Cristian Ricci (2010) los procesos
de hibridación que nacen a partir de la experiencia migratoria, se trasforman en un hecho
estéticamente placentero.

240
El otorgamiento del Llull es el símbolo de que, por lo menos en los ámbitos
intelectuales, lo híbrido ha dejado de ser estigma en Cataluña/España/Europa para
convertirse en un hecho éticamente digno de novelar, estéticamente placentero,
subversivo y garantizador de ventas (Ricci, 2010: 73).

La escritura trasforma una experiencia migratoria en un acto cultural (Levitt, 2010),


utilizando un capital lingüístico literario, que aprovecha esta experiencia tanto con el
plurilingüismo como con la cultura oral. El filólogo Bueno Alonso (2010:13) en un
estudio sobre Najat El Hachmi, observa la importancia del plurilingüismo para
desterritorializar la escritura, posicionando esta literatura en un lugar mundial y múltiple.

Per altre costat, el plurilingüisme s'assenta en la literatura nacional en aquesta categoria


d'autores (tant Najat com Laila tenen el berber i el català com a llengües maternes) i
contribueixen amb les seues obres a desterritorialitzar l'escriptura en el sentit de Deleuze
i Guattari, a convertir-la en escriptura nòmada en termes de la filòsofa feminista Rosi
Braidotti. En conseqüència, contribueixen a desestabilitzar els límits fronterers de les
literatures nacionals i la pertinença estatal de l'escriptora i a advocar per un territori
mundial, múltiple, com assenyalen Rushdie i diversos escriptors i crítics contemporanis
(Bueno Alonso: 2010: 220).

Un aspecto que es necesario observar en esta primera fase comparativa es la relación de


las tres novelas con un conocimiento nacido a partir de la migración, cosa bastante
diferente de una novela que tiene como tema central la migración. El Hachmi trasforma
la migración en un acto cultural porque vivió esta experiencia y es de origen marroquí,
pero también porque se relaciona con un grupo de escritores con la misma trayectoria
social que en el campo literario transnacional han luchado para posicionarse y convertir
un aparente estigma social en un recurso literario. Como vamos a analizar enseguida este
aspecto caracteriza estas tres autoras de origen inmigrante, donde el hecho que el tema de
sus novelas sea la migración es secundario respecto al hecho que convierten la experiencia
migratoria en un acto cultural. Este aspecto distingue estas autoras de otros escritores
europeos que no vivieron la migración como experiencia personal, pero relacionaron sus
novelas con este tema. Lo que caracteriza Najat El Hachmi respecto a Scego y Guène, es
su completa conciencia de que la componente extranjera de su escritura sea un valor, por

241
esta razón su proceso de negociación consiste en demostrar que esta componente sea parte
de la literatura.

Hay una cierta resistencia al extraño, extranjero, hay un sector que tiene una cierta
tendencia a que eso sea algo puntual y que no forme parte de la literatura. Tengo
la sensación de resistir a esta presión pero por otro lado hay una presión positiva
que esto forme parte de la literatura (El Hachmi, comunicación personal).

Najat El Hachmi potencia el elemento extranjero, mientras que la autora italiana se


posiciona de forma ambigua respecto al propio origen inmigrante y a los componentes
extranjerizantes de su escritura. Aunque el capital lingüístico literario de las autoras
analizadas se produce en un espacio cultural transnacional (Boschetti, 2010) después se
relaciona con los tres contextos nacionales de forma diferente. En el 2015, Igiaba Scego,
publica su última novela, Adua, por la editorial Giunti. El periodista Sergio Pent del
periódico italiano La Stampa, presenta a la autora sin olvidar su origen somalí: “Igiaba
Scego è una scrittrice romana di origine somala”. El periodista Michele Lauro de la
revista Panorama en un artículo del 19 de septiembre del 2015, antes de hacer la reseña
de la novela Adua, también presenta Igiaba Scego como una autora de origen inmigrante:

Igiaba Scego, scrittrice, giornalista e ricercatrice universitaria, esperta di


transculture e attivista per i diritti umani, nata a Roma da genitori somali e quindi
come si suol dire con una strana parafrasi - immigrata di seconda generazione.

En el curso de los años esta autora que nació en Italia y escribe en italiano, sigue siendo
presentada como autora de origen inmigrante. En el 2011 después de la publicación de la
novela La mia casa è dove sono, la peridista Angiola Codacci-Pisanelli, en un artículo del
Espresso, hace una entrevista a la autora que afirma: "quelli di Nazione indiana mi hanno
chiesto un testo sulla responsabilità dello scrittore: è la prima volta che mi considerano
scrittrice e non scrittrice migrante"(Scego, 2011:14). En un artículo que tiene por título
“I Migranti del libro” Igiaba Scego quiere ser considerada escritora y no escritora
migrante. Como se analiza en el sexto capítulo, la particularidad de esta autora es su
resistencia a esta etiqueta. Como observan Carroli y Gerrand (2011), Scego negocia
nuevas formas de italianidad rechazando esta asociación reduccionista:

242
We consider KahaMohamed Aden and Igiaba Scego in the main –inscribe in their
texts claims for new spaces and subjectivities along the lines of the nomadic
figuration and flexible citizenship proposed by Rosi Braidotti. This new
generation of writers stakes a claim to full citizenship, which includes rejection of
the “migrant” writer label, and projects flexible and inclusive images of literary,
political and existential belonging in their narratives. Her texts thus negotiate and
produce new forms of Italianness, and with the understandings of identity as
complex, dynamic and nomadic (Carroli y Gerrand, 2011:90).

Los investigadores Carroli y Gerrand (2011), en su estudio sobre la novela de Igiaba


Scego, consideran que la autora se mueve de forma flexible entre y a través de diferentes
culturas sin tener la necesidad de acercarse a una determinada afiliación que excluye a las
otras.

Significantly, the author’s latest novel La mia casa è dove sono (2010), dedicated
to “Alla Somalia, ovunque essa sia” illustrates the art and thought of a writer
whose movement between societies might be considered nomadic insofar as she
moves fluently across and between cultures, without needing to choose one
affiliation over another (Carroli y Gerrand ,2011:95).

A partir de esta observación es importante remarcar un aspecto que en este trabajo se


quiere potenciar como elemento central para un análisis de la literatura como universo
social. En este caso concreto se pretende considerar la afiliación de Scego únicamente
literaria porque está dentro de un campo específico, del mismo modo que también su
identidad representada en la novela, se considera una identidad literaria. En una
comunicación personal realizada para esta investigación, Igiaba Scego defiende su
posición como escritora italiana pero reivindica también la alteridad.

Io mi sento e sono letteratura italiana e anche gli scrittori cosiddetti migranti sono
letteratura italiana. Mi ha dato sempre un po' fastidio questo considerarci altro, ma
se scriviamo in italiano? Quindi rivendico l'alterità, ma anche l'italianità (Scego
comunicación personal).

243
Igiaba Scego, defiende en su novela una obra abierta al plurilingüismo y relacionada con
la alteridad pero que pretende pertenecer a la literatura italiana. Es importante comprender
la afiliación de Scego a partir de las posibilidades reales que le ofrece el campo donde se
posiciona, por esto se considera esta afiliación específicamente literaria, donde la autora
aunque desea pertenecer a la literatura italiana no puede dejar de negociar la alteridad de
su escritura, que produce como en el caso de El Hachmi, “un hecho estéticamente
placentero, subversivo y garantizador de ventas” (Ricci, 2010:77). La posición ambigua
de la autora demuestra que el proceso de negociación de su origen inmigrante no es
inmune a las reglas del campo literario. Si por un lado la autora aprovecha un valor
consagrado por la crítica y unas características garantizadoras de venta, es decir el
lenguaje literario de la migración, por el otro pretende distanciarse de este valor cuando
se convierte en una etiqueta. Su habitus no puede ser asociado a las otras dos escritoras,
solo por ser de origen inmigrante porque, como se analiza en el sexto capítulo, su familia
pertenecía a la clase dirigente somalí que huyó de la dictadura. A pesar de su capital
cultural heredado, su formación académica, su clase social, esta autora como las otras
colegas, mujeres de origen inmigrante asociadas a un fenómeno editorial y de crítica,
entra en el campo a partir de una marginalidad estratégica y aprovecha esta marginalidad
como pasaporte literario.

La última escritora analizada, Faïza Guène, se diferencia de El Hachmi y Scego, por


posicionarse en el centro, aunque a partir de una posición periférica, en París, la capital
mundial de las letras. En el campo literario francés la producción de escritores de origen
extranjero ha sido consagrada desde hace cuarenta años. París ha sido la capital de las
letras de los exiliados, escritores emigrados desde las ex colonias y de la segunda
generación. Es a partir de este contexto nacional que se han podido trasnazionalizar los
procesos de consagración de los componentes extranjeros en la novela contemporánea.
Paradojicamente, respecto a los otros dos casos analizados, Guène tiene que luchar para
poder ser relacionada con la producción literaria franco-magrebí, porque el elemento que
más caracteriza su primera obra no era su origen étnico-cultural sino su relación con la
banlieue. Como afirma en la comunicación personal realizada para esta investigación, a
partir de la definición “La Sagan des banlieues”, se crean los presupuestos para el éxito
comercial de la obra y su caracterización.

244
L’origine de cette comparaison « La Sagan des banlieues » vient du premier
article français consacré à mon roman Kiffe kiffe demain, c’était un article en
double page dans : Le Nouvel Observateur écrit par la journaliste Anne Fohr et
qui a déclenché par la suite tout l’engouement et le succès du roman (Guène,
comunicación personal).

En su primera entrevista para un periódico español, La Vanguardia del 9 agosto 2006,


realizada por Victor- M. Amela, la escritora subraya como las élites literarias han
devaluado su primera novela, como literatura de los suburbios: “las elites literarias le han
puesto el sello de literatura de los suburbios. Para devaluarla, para relegarla como
subliteratura”. Faïza Guène entra en el campo literario como autora de los suburbios y
todavía tiene que luchar para ser comparada con los autores magrebíes en Francia, que
han vivido un proceso de consagración también por parte de las élites. En su última novela
Un homme, ça ne pleure pas chez (2014), la autora se acerca a esta relación más
consagrada entre el mundo magrebí y la literatura francesa, que nació con autores como
Colette, Ben Jelloun, Djebar, Yacine. Por otro lado, se aleja de una connotación muy
marcada socialmente más que étnicamente, es decir la literatura de los suburbios, que está
en una posición inferior jerárquicamente respecto a la tradición magrebí en lengua
francesa. Durante la realización de su última novela, Un homme ça ne pleure pas (2014)
la autora hizo una estancia en Argelia para recrear el mundo de los recuerdos de infancia
del personaje Mouruad, un hijo de una familia de inmigrantes argelinos. Esta relación que
busca la autora se explica con las posibilidades de ser consagrada, relacionándose con los
autores magrebíes en Francia respecto a los autores de la banlieue. La autora subraya su
relación con esta área artístico-cultural y como escritora binacional se mueve en este
espacio creativo y consagrado.

Tout d’abord, je crois qu’il faut s’écarter des généralités concernant le « Maghreb ». Dans
les trois pays, la culture, l’histoire et la société sont très différentes, ce qui crée des
particularités à chaque pays quant à son rapport à sa diaspora, ou a ce qu’elle peut apporter
artistiquement ou culturellement. Je crois en ce qui concerne l’Algérie, car c’est ce que je
connais le mieux, qu’il y a quelque chose à inventer, que les artistes binationaux, c’est
mon cas, ont quelque chose à créer, un pont, un lien à faire (Guène, comunicación
personal).

245
En resumen, se ha observado en esta fase de la investigación, como la estrategia de
posicionamiento de las autoras depende de diferentes factores: la clase social, el origen
étnico, la generación, el género. Pero estas condiciones que a través del habitus operan
como una brújula social, es decir, orientando las conductas, están relacionadas con las
posibilidades que ofrece el campo literario. La escritora catalana entra en el campo
literario compitiendo con pocos autores, compartiendo el espacio preparado para los
autores inmigrantes con un número muy exiguo de colegas con la misma trayectoria.
Scego encuentra más competencia aunque es un fenómeno novedoso para el campo
italiano y aprovecha este fenómeno editorial. Podemos explicar a partir de su habitus, la
tentativa ambigua y contradictoria de superar la etiqueta de autora inmigrante por un lado
y aprovecharla por el otro. En el caso del contexto francés, Faïza Guène entra en el campo
literario cuando la competencia entre los autores de origen inmigrante es muy alta, por
esta razón ser presentada como una escritora de la banlieue, le ofrece una especificidad y
originalidad garantizadora de ventas, con un éxito extraordinario, convirtiéndose en un
bestseller en el 2004. El éxito de venta como autora de la banlieue, no corresponde a una
inmediata consagración de la crítica. La relación con la literatura franco-magrebí es una
etapa necesaria para esta consagración que llega en el 2015 con el “Prix littéraire des
lycéens et apprentis de Bourgogne”. Las tres escritoras negocian el propio origen
inmigrante y los componentes extranjeros de su escritura, que nace a partir de un proceso
transnacional que se relaciona de forma diferente en los tres campos nacionales. Pasamos
de un campo donde el fenómeno es reciente y sin competencias (catalán), a un fenómeno
reciente con competencias (italiano) y finalmente, a un fenómeno que se relaciona con
treinta años de procesos de consagración de los componentes extranjeros en la literatura
francesa, por esta razón un fenómeno poco reciente y con alto grado de competencia.

8.3 ¿La representación de la migración como necesidad o como signo de


distinción?

La estrecha relación que tienen las autoras con la migración como experiencia simbólica
que se refracta en la temática y forma de escribir, no puede ser explicada solo por su
origen étnico y social. Esta consideración sería reduccionista en el momento en que
descuida la complejidad del universo literario, donde la relación simbólica con la
migración no solo es un interés sino una necesidad inherente a las posibilidades del campo
literario.También en el campo de la sociología, algunos autores a partir del propio origen

246
social, cultural o étnico se han acercado al tema de la migración, como es el caso de Sayad
o como es el caso de Simmel que se acercó la figura del extranjero como interés
sociológico. Rosalina Alcalde (2011) en su estudio sobre Elias, nos recuerda, las
correlaciones entre el origen judío de Schütz, Simmel y el mismo Elias y los intereses de
estos sociólogos hacia la figura del extranjero.

Al igual que Elias, la condición de judíos, como es el caso de Simmel, y de judíos


exiliados, como fue el caso de Schütz, explica en gran parte el interés de estos
científicos sociales por el análisis de los procesos de estigmatización y de alteridad
entorno a las figuras del extranjero, del extraño o del outsider (Alcalde, 2011:378).

Como se ha analizado y subrayado en diferentes ocasiones, los intereses y motivaciones


de los escritores no se pueden trasladar a aquellos de los sociólogos. En el primer capítulo
por ejemplo, se comparan los intereses por el mundo de la migración de un escritor como
Ben Jelloun y de un sociólogo como Sayad. Por esta razón, un análisis sociológico del
campo literario debería comprender la especificidad de cada campo y de sus mecanismos
de funcionamiento. Las escritoras analizadas se relacionan con la figura del extranjero,
tanto a partir de un interés literario y compromiso sociopolítico, como de una necesidad
de supervivencia en el mercado editorial. El interés por esta temática está motivado por
sus orígenes y vínculos con los colectivos inmigrantes, la necesidad está motivada por la
negociación de las cualidades literarias, a través de un lenguaje, una temática y una
imaginación, vinculados con la migración como experiencia personal. Como afirma
Simmel (1977:83): “el extranjero comparte determinadas características con la sociedad
a la que llega, pero trae consigo cualidades que no proceden ni pueden procede de esa
sociedad”. Las escritoras analizadas, moviéndose en el campo literario, traen consigo
cualidades que pueden convertirse tanto en un estigma como en una oportunidad,
ofreciéndoles la única posibilidad de existir como escritoras. Estas cualidades nacen con
la experiencia personal de ser hijas de inmigrantes y con un proceso exclusivamente
interno al campo literario que impulsa el plurilingüismo y las temáticas relacionadas con
la migración contemporánea. Este aspecto se analiza en la próxima sección, donde se
comparan los procesos que han trasformado la migración de una experiencia personal a
un acto artístico cultural.

247
8.4.1 La inmigración como acto cultural

Esta fase de la investigación, compara las tres novelas como campo de luchas y
representaciones de la experiencia migratoria que se convierte en un acto cultural. A
través de la propia experiencia, las autoras se relacionan con un determinado capital
lingüístico literario. Este capital produce un estilo caracterizado por dos elementos
distintivos: una imaginación transnacional y el plurilingüismo. La imaginación
transnacional de las autoras, se desarrolla en los tres casos a través de una narración que
se mueve entre dos lugares y culturas, acompañando al lector en este viaje. Las tres
novelas, ubican las tres historias alrededor de las sociedades de acogida, pero las
referencias al lugar de origen, están presentes y continuas desde de las primeras páginas
de las obras. Los tres íncipits, nos presentan un lugar lejano, más allá de la frontera
cultural y geopolítica europea. Scego, nos describe el mundo nómada somalí de la madre
en las primeras frases de su novela. El Hachmi, nos describe el nacimiento del padre de
la protagonista en un pueblo del Rif marroquí. Guène, imagina la boda del padre de Doria
con su nueva esposa en un pueblo de Marruecos.

Sheeko sheeko sheeko xariir


Storia storia oh storia di seta.
Cosi cominciano tutte le fiabe somale. Tutte quelle che mia madre mi raccontava
da piccola. Fiabe splater per lo più. Fiabe tarantinate di un mondo nomade che
non badava a merletti e crinoline. Fiabe più dure di una cassapanca di cedro. Iene
con la bava appiccisosa, bambini sventrati e ricomposti, astuzie di sopravvivenza.
Nelle fiabe di mamma non esistevano principesse, palazzi, balli e scaripine. Le
sue storie riflettevano il mondo in cui era nata lei, la boscaglia della Somalia
orientale dove uomini e donne si spostavano di continuo in cerca di pozzi d’acqua
(Scego, 2010:9).

Ensuite, je sais exactement comment ça va se passer : sept jour après


l’accouchement, ils vont célébrer le baptême et y inviter tout le vilage. Un
orchestre de viux cheikhs avec leur tambours en peau de chameau viendra
spécialment pour l’occasion (Guène, 2004: 10).

248
Aquell dia va néixer, després de tres nenes, el primer dels fills de Driouchd’Allal
de Mohamed de Mohand de Bouziane, etc. Era l’afortunat, Mimoun, per haver
nascut després de tanta dona. El dia no va començar amb cap singularitat; era un
dia com qualsevol altre. Fins i tot si les grans senyores embolicades de teles
blanques que se solen fixar en aquesta mena de coses haguessin d’explicar que
feia preveure aquell naixement no haurien pogut apuntar cap cosa extranya (El
Hachmi, 2008:11).

Las tres autoras negocian inmediatamente la propia alteridad y el conocimiento de esta


alteridad. El lector se relaciona de inmediato con esta imaginación que desplaza el ojo
europeo en un lugar-otro. El movimiento de la narración entre lugar de origen y de
acogida se desarrolla de forma diferente en las tres novelas. En el caso de la novela de
Scego, la autora realiza un constante flash-back, donde a través de la memoria de los
componentes de su familia, la madre, el padre y el abuelo, pasa de las descripciones de
Roma a los recuerdos de su historia familiar en Mogadiscio. El pasaje entre lugar de
origen y acogida es inmediato, en la tercera página de la novela la autora relaciona los
dos lugares afirmando: “Roma e Mogadiscio, le mie due città, sono due gemelle siamesi”
(Scego, 2010:11). Esta relación es constante a lo largo de toda la obra, hasta la última
página que acaba con otra asociación de los dos lugares: “Non è un mappa coerente. È
centro, ma anche periferia. È Roma ma anche Mogadiscio. È Igiaba ma siete anche voi”.
La escritora hace referencia a las dos sociedades como una doble referencia, donde la una
no excluye la otra. La descripción de los dos lugares es constante en la obra y se relaciona
por un lado con su familia nuclear, el padre, la madre y la narradora, que emigraron a
Italia y por otro lado con la familia extendida que emigró a diferentes partes de Europa,
que representa un ejemplo de diáspora somalí. Estas descripciones, como en las otras
novelas analizadas, desvelan también los procesos transnacionales de estos personajes.
En la novela de Scego, por ejemplo, se representa el espacio simbólico del locutorio,
como lugar emblemático de estas relaciones. Como se analiza después en el caso de El
Hachmi, también la escritora italiana, reconstruye y describe el momento en que la familia
de inmigrantes se comunica por teléfono con sus familiares que están en el lugar de
origen. En el mismo espacio y tiempo narrativo, se representan dos grupos de personajes
en dos sociedades y culturas diferentes, que a través del medio telefónico se comunican
entre ellos. La escritora describe el locutorio como la única esperanza de relacionarse con
su país de origen.

249
In una Somalia dove non esistono né banche né poste né qualsiasi altra funzione
sociale, il call center diventa l’unica speranza (Scego, 2010:132).

La autora nació en Roma y no vivió la experiencia traumática de la reagrupación familiar


como en el caso de Najat El Hachmi y la relación con su país de origen se construye en
la mayoría de los casos a través la memoria y no se estructura en la obra de forma lineal.
La escritora catalana, al revés, construye el proceso migratorio de forma lineal, donde la
narración sigue el proceso migratorio y de reagrupación familiar. La novela empieza en
Marruecos y la historia no hace referencia a Cataluña, hasta que el personaje del padre
intenta emigrar por primera vez. Hasta la página 77 de la novela, no se menciona la
sociedad de acogida.

Una noia tota pentinada i vestida d’uniforme blau li deia alguna cosa mentre
repetía: Barcelona, Barcelona. Ella va a continuar parlant i ell nomes va agafar el
feix de bitllets que duia al damunt i el va fer lliscar sota el vidre que els separava:
Barciluna, Barciluna. La noia havia somrigut (El Hachmi, 2008:77).

Después de una larga descripción de la vida de su familia en Marruecos, el padre llega al


puerto de la ciudad catalana y pronuncia mal la palabra Barcelona, subrayando el primer
obstáculo que lo separa de este nuevo lugar, el obstáculo de la lengua. Cuando el padre
emigra solo, sin su familia, la narradora a través de su imaginación transnacional
reconstruye la relación entre los dos lugares y entre los que se quedaron y él que se
marchó. En la cita de abajo es posible observar estas dinámicas, cuando la autora describe
las relaciones entre Mimoun, que estaba en Cataluña, y su familia que se quedó en
Marruecos.

Encara no se sap com s’ho van fer perquè el pare decidís d’esperar la nostra
trucada en aquell bar on l’havia dut en Jaume. L’Oncle havia fet d’intermediari,
es veu. Ell, que havia dut al poble cada noticia nova sobre Mimoun (El Hachmi,
2008:163).

En la novela de Guène, las referencias al lugar de origen son inferiores respecto a la


novela de Scego y de El Hachmi, cabe recordar que es la única autora de las tres que

250
cuenta la historia de una joven marroquí que no corresponde con su contexto real de
origen, Argelia. Las referencias a su área cultural de origen, el Magreb, están relacionadas
con la primera generación de inmigrantes, la madre, el padre y la tía Zhora. La
protagonista, al contrario, está conectada con el mundo de la banlieue, donde los orígenes
étnicos se mezclan frente a la gran marginalidad social de la periferia urbana. Respecto a
las otras autoras que construyen un díalogo constante entre sociedad de origen y de
acogida, la narradora desplaza la narración entre los confines de la banlieue y la ciudad.

Il y a quand même une séparation bien marquée entre la cité du Paradis où j’habite
et la zone pavillonaire Rousseau. Des grillages immenses qui sentent la rouille
tellement ils sont vieux et un mur de pierre tout le long. Pire que la ligne Maginot
ou le mur de Berlin (Guène, 2004:90).

La gran separación y el cruce constante donde se mueve el lector es entre el barrio Du


Paradis y la zona residencial Rousseau, donde se representan las marginalidades
espaciales de la novela. De todas formas, en raras ocasiones la autora desplaza la
narración a su lugar de origen. Por ejemplo a través la Tia Thora, una amiga de la madre,
la escritora hace referencia a las relaciones coloniales y a la guerra de independencia
argelina.

En plus, elle a une histoire marrante, parqu’elle est née le 5 juillet 1962, le jour de
l’indépendence de l’Algérie. Dans son village, elle était l’enfant symbole de la
liberté pendant des années (Guène, 2004:30).

A través del personaje de la madre hace referencia a las relaciones entre sociedad de
origen y acogida, a partir de las ilusiones del inmigrado hasta sus padecimientos (Sayad,
2010). Las ilusiones se refieren a la idea que tenía la madre antes de emigrar a Francia.

Ma mère, elle s’imaginait que la France, c’était comme dans les films en noir et
blanc des années soixante. Ceux avec l’acteur beau gosse qui raconte toujour sun
tas de trucs mythos à sa meuf, une cigarette au coin du bec (Guène, 2004:21).

251
La madre, que vive en una posición marginal y poco integrada en la sociedad francesa,
encuentra su momento de solidaridad femenina en los cursos de costura, cuando las
mujeres, casi todas magrebíes, se reúnen come si estuviesen en su pueblo de origen.

Ma mère m’a expliqué qu’elle s’était inscrite au cours de couture parce qu’iln’y
avait pratiquement que des Maghrébines et que ces réunions de femmes le
mercredi après-midi autour de leurs machines à cuudre Singer des années quatre-
vingt, ça lui rapelait un peu le bled (Guène, 2004:33).

Todas estas descripciones citadas hasta hora de las tres escritoras, han sido un elemento
del análisis, necesario para observar y comprender la primera cualidad que importan al
campo literario a partir de la propia experiencia con el mundo de la migración. Las tres
autoras traen consigo una imaginación transnacional que les permite desarrollar la
narración entre dos culturas y dos lugares, una cualidad literaria que junto al
plurilingüismo posiciona a las autoras en un espacio todavía en curso de consagración.
En la tabla de abajo se resume la observación y comprensión de esta cualidad literaria que
se desarrolla en las tres obras de forma diferente. Esta cualidad se puede resumir, como
un recurso literario donde la narración se relaciona con dos lugares y culturas,
acompañando al lector en este movimiento.

252
Cuadro n.16 Imaginacíon transnacional

L’últim patriarca La mia casa è Kiffe Kiffe


dove sono demain

La descripción del lugar Las descripciones del Las descripciones del


de origen y acogida sigue lugar de origen y acogida lugar de origen y acogida
el proceso migratorio de no son narradas de forma no son narradas de forma
los personajes. lineal. lineal.

Hasta la pagina 77 no Las referencias al lugar de El límite espacial de la


aparece la sociedad de origen se intercambian banlieue es más presente
acogida. con la descripción del del confín espacial entre
lugar de acogida y son Magreb y Francia.
presentas a partir de las
primeras páginas hasta la
última.

La línea del tempo de la La autora reconstruye una Las referencias al lugar de


narración se divide en dos Modadiscio imaginaria a origen están relacionadas
partes, proceso migratorio través el recuerdo de la con los inmigrantes de
del padre y reagrupación primera generación pero primera generación, los
familiar. también con la padres.
imaginación de la
segunda.

Cuadro de producción propia.

En el caso de El Hachmi, la relación entre los dos polos se estructura de forma lineal,
donde el ojo de la narradora sigue el proceso migratorio de los personajes. En el caso de
Scego, se estructura a través una constante referencia a los dos lugares. La protagonista
también participa de esta relación, pero pone en evidencia las laceraciones y conflictos
que no han permitido a la narradora de vivir en su lugar de origen. Más cercana a la
burguesía de los intelectuales africanos exiliados que a los autores definidos inmigrantes
aunque confundida por estos últimos, la imaginación transnacional de la autora juega con
el componente literario para recrear una Mogadiscio de la mente, una imaginary
homeland (Rusdhie, 1992: 93). La Mogadiscio de la mente sustituye la Mogadiscio real
que la autora durante toda su infancia no ha podido conocer a causa de la guerra civil y
de la dictadura de Siad Barre.

253
All’inizio la Somalia non me la immaginavo propio. Per me era come Marte o
qualche pianeta sconosciuto agli umani. Mi imaginavo un paese pieno di omini
rossi che camminavano a schiere come i militari durante le parate militari
(Scego,2010: 149).

En el último caso analizado, Faïza Guène aprovecha esta cualidad literaria solo cuando
se refiere a los personajes de la primera generación. La protagonista a diferencia de su
madre y la tía Zhora no está interesada en reconstruir un Magreb imaginario, su
identificación con la banlieue es más fuerte que su identificación como hija de
inmigrantes magrebí.

8.4.2 El plurilingüismo y su función estratégica

Como se analiza en el segundo capítulo, el plurilingüismo en literatura tiene diferentes


funciones. Según Seyhan (2001), el plurilingüismo tiene la función de reconfigurar el
lugar de origen perdido y la memoria cultural, según Yildiz (2013) tiene también una
función subversiva, la de librarse y desafiar el concepto esencialista de lengua materna
asociado al paradigma monolingüe.

Seyhan stresses the recuperative power of literature, where cultural memories of


a lost land can be safeguarded and reconfigured.(…)While multilingualism can
indeed be used to restore and recuperate loss and memory, it can also function to
liberate from and challenge the mother tongue (Yildiz,2012:20).

Este desafío comienza con la ruptura del vínculo orgánico entre lengua y estado nación,
que defiende el paradigma monolingüe, que presupone una relación directa, biológica y
exclusiva entre el sujeto y su lengua materna. Las tres escritoras analizadas se enfrentan
de forma diferente a estas funciones. Najat El Hachmi, no solo defiende la intromisión de
otras lenguas en la literatura catalana, como el tamazich y el árabe, sino que considera
necesario este proceso de contaminación para la supervivencia del catalán en el mundo
literario. La escritora afirma en una entrevista a Ernest Alos en el Periódico (2008,
Febrero 1): “o la literatura catalana se deja contaminar o se muere”. El Hachmi negocia
entonces un conocimiento relacionado con su origen inmigrante, no como estigma sino

254
como un valor convertible en un capital lingüístico literario. Las lenguas que pone en
relación no tienen vínculos coloniales, como en los casos de Scego y Guène; por esta
razón las tomas de posiciones excéntricas de la escritora, cruzan nuevas fronteras
identitarias respecto a las relaciones lingüísticas poscoloniales. El Hacmhi es una autora
de origen amazich, una cultura sin literatura, que escribe en catalán una lengua sin estado.
La relación que hace de las dos lenguas no es de lucha o enfrentamiento, sino de
hermanamiento. Su idioma materno es el tamazich una minoría lingüística respecto a la
lengua oficial, el árabe, en Marruecos. El catalán también responde a esta perspectiva de
idioma subalterno respecto a la historia hegemónica del castellano. La autora compara el
tamazich minoría lingüística en Marruecos con el catalán minoría lingüística en España,
considerando la dos lenguas hermanas (El Hachmi, 1996:84).

En la novela L’últim patriarca el plurilingüismo tiene diferentes funciones: por un lado


recupera la memoria de su contexto étnico cultural, por el otro desterritorializa tanto el
catalán como el tamazich. Es en el proceso de desterritorialización de estas lenguas que
se produce el juego más subversivo de la novela. Con la desterritorialización del catalán
en su contexto de origen, la narradora con su invisibilidad se enfrenta al poder machista
de la mirada (Segarra, 2010). El derecho de la mirada, permite a la voz que narra y a su
ojo invisible de entrar en la intimidad del hombre, es decir despojar el protagonista
masculino, el patriarca Mimun, de su poder machista y espiarlo sin ser vista. La narradora
utiliza una lengua y una forma narrativa desconocida en su contexto de origen, (el Rif
marroquí), para profanar los vínculos patriarcales de esta cultura. Es necesario en este
caso, recordar la observación de Lamri (2003:2), analizada en el cuarto capítulo: “escribir
en una lengua extranjera es un acto pagano, porque si la lengua madre protege, la lengua
extranjera profana y libera”. La estrategia de la autora es volver a su cultura de origen con
una lengua y una forma narrativa desconocida, el catalán literario y la novela, para espiar
en lugares prohibidos. La autora representa además los conflictos generacionales a través
del plurilingüismo como capital estratégico para la comprensión y representación de las
diferentes generaciones de inmigrantes. Un aspecto biográfico de la autora, que se ha
comprendido también gracias a la entrevista realizada para esta investigación, desvela un
dato importante: la lengua catalana separa la escritora de su familia, que no ha leído y no
se ha interesado por sus novelas, en parte porque no lee el catalán. Este aspecto se refracta
con características similares en la obra. En el L’últim patriarca (2008), los personajes
inmigrantes de la primera generación están relacionados con el árabe, el tamazich o

255
castellano, pero solo la protagonista, la segunda generación, encuentra en el catalán una
lengua para espiar y deconstruir los mecanismos de dominación patriarcal de su cultura
de origen sin que los otros personajes puedan controlar este universo lingüístico-literario.

El juego que construye El Hachmi con su plurilingüismo consiste en utilizar el catalán en


un lugar donde esta lengua es desconocida, (Marruecos) y hace el mismo proceso con el
tamzich desterritorializándolo en un contexto europeo. Najat El Hachmi, utiliza el
plurilingüismo de forma estratégica, donde el hecho de utilizar una lengua extranjera para
profanar los vínculos patriarcales de su cultura de origen, añade a este relación lingüística
una doble función. Desterritorializando el tamazich la autora negocia la propia alteridad
en el campo literario catalán, avalando la idea de que el catalán necesita ser contaminado
para sobrevivir como lengua literaria. Desterritoralizando el catalán en el contexto
marroquí rompe el vínculo esencialista del paradigma monolingüe entre lengua y etnia y
aprovecha una lengua desconocida en este contexto para subvertir y profanar los vínculos
patriarcales. Durante la entrevista realizada para esta investigación la autora ha subrayado
la necesidad de vivir lejos de los controles de su comunidad de origen y que el hecho de
ser una novelista es un tema tabú en su familia. La lengua catalana es una barrera
lingüística con su familia pero al mismo tiempo le permite expresarse más libremente sin
los controles familiares.

Este aspecto es el punto de mayor distancia tanto con la trayectoria como con las novelas
de Igiaba Scego, donde la escritora italiana a diferencia de Najat El Hachmi, se acerca a
la lengua de su cultura, desde su nacimiento, considerándola una lengua materna junto al
somalí (Scego, comunicación personal). La relación con esta lengua empieza con el
abuelo, que durante la ocupación fascista en Somalia era un intérprete del jerarca Graziani
y con su padre que era un político somalí que se formó in Italia. El italiano ha sido desde
siempre la lengua de su educación y de la literatura. Es importante también considerar
que Scego nació en Italia y toda su formación académica se realizó en este país y en su
lengua. La autora entonces no encuentra en el italiano una lengua que la separa de su
familia, al revés pretende negociar el capital cultural heredado para distinguirse del
imagen estereotipada del inmigrante en Italia. La autora afirma tener una doble lengua
materna, el somalí y el italiano.

256
Ho un doppio sguardo, una doppia lingua madre. Questo aiuta ad avere una lingua
universale (Igiaba Scego, comunicación personal).

Como su colega catalana, Igiaba Scego negocia también la particularidad de su origen


étnico cultural, afirmando que su doble pertenencia ha llenado el vacío de la literatura
italiana al abrirse a otras lenguas y culturas.

Però la mia doppia appartenenza mi ha avvicinato a tematiche che sono spesso


cercate dai lettori. Mi sono resa conto che io e i miei colleghi di origine migrante
abbiamo colmato un vuoto (Scego, comunicación personal).

Es importante recordar un aspecto mencionado en diferentes ocasiones, que tanto en el


caso de Scego como del El Hachmi, estamos hablando de fenómenos novedosos en los
dos respectivos campos nacionales, no es así en el caso de Guène. Por esta razón, la
primeras dos autoras, negocian la propia alteridad como necesidad del campo literario,
recordando que esta negociación aprovecha referencias ya existentes en otros contextos
europeos, en particular el francés. La particularidad de Scego es que negocia su alteridad
como escritora de origen somalí y el capital cultural heredado por parte de su familia,
considerándose una escritora italiana que reivindica también la alteridad. En la novela,
La mia casa è dove sono (2010) la autora utiliza el somalí para reconstruir la memoria
cultural de su cultura de origen, una función que Seyhan (2001), considera esencial del
plurilingüismo.

Sheeko sheeko sheeko xariir


Storia storia oh storia di seta
Cosi cominciano tutte le fiabe somale (Scego, 2010:9).

Desde las primeras páginas de la novela, la autora introduce este universo y esta relación
tiene como principal función la de recuperar la memoria cultural del mundo nómade y de
su cultura oral. La segunda función, la de romper el vínculo esencialista con la lengua
materna, que Yildiz (2012) considera la función más subversiva del plurilingüismo no
está tan presente en la novela de Scego. El somalí, es entonces necesario más para la
reconstrucción de un recuerdo que para la ruptura del vínculo lengua-nación. La autora
no desterritorrializa el italiano, porque esta lengua estaba presente en su contexto de

257
origen y sobretodo en el contexto de las elites políticos-intelectuales. Cuando la autora
utiliza expresiones en somalí en el campo literario italiano, lo hace para negociar el
elemento exótico de esta cultura. Esta negociación que está presente también en las otras
dos autoras, en el caso de Scego es vivida como un elemento más conflictivo y ambiguo.
La autora, por un lado, quiere distanciarse de las características que se desarrollaron a
partir de la producción de la literatura de la inmigración, demostrando no encajar con la
imagen asignada de escritora inmigrante, pero para existir en este campo se ve obligada
a negociar su origen y a no renunciar a las cualidades literarias necesarias para circular
como autora inmigrante, como por ejemplo el plurilingüismo.

Desconstruir la categoría homogénea de una escritora de origen inmigrante es un paso


fundamental para repensar este sujeto también a partir de su clase social. Esta autora que
se enfrentó a marginalidades similares a Guène y El Hachmi, por ser una mujer de origen
africana, de un país de cultura musulmana, no pone en el centro de su discurso sobre las
lenguas y las culturas el conflicto de clase. Sin embargo, este aspecto será al revés
fundamental en la novela de la escritora francesa, donde el lenguaje de la banlieue quiere
desafiar a las elites dominantes. Scego quiere acercarse a las elites intelectuales italianas
sin desafiarlas, introduciendo pero en su discurso una componente étnico-cultural. Más
abajo se menciona una parte del texto donde la autora introduce una palabra somalí para
repensar irónicamente sobre su origen y sobre cómo es percibida por parte de la sociedad
italiana. En toda la obra, la barrera que separa la narradora de su sociedad de acogida, es
una barrera racial y étnico-cultural, es su color de piel y su origen somalí, pero no es una
barrera relacionada con la clase social, como en los otros dos casos.

Sono nera e italiana.


Ma sono anche somala e nera.
Italoafricana? Meel kale?
(Scego, 2010:31).

La particularidad de la obra de Scego (2010), es aquella de relacionar dos lenguas: el


italiano y el somalí. La primera lengua está legitimada por parte de las clases dominantes
de su cultura de origen, mientras que la segunda no está legitimada por parte de las clases
dominantes de su cultura de acogida. El italiano que utiliza la autora es un capital
lingüístico reconocido por las élites intelectuales somalís mientras que el somalí está

258
aceptado solo como componente exótico de su escritura en el contexto italiano. Para
comprender y desmontar la falsa idea, que el lenguaje es una cualidad innata del escritor,
es necesario enlazar otra vez, esta comprensión a la teoría bourdieusiana del campo y al
concepto de capital lingüístico (Bourdieu, 1984). Bourdieu (1984) en una posición crítica
a la idea de Comte, de que existe una mística adquisición del lenguaje, como se fuera un
tesoro innato accesible para todos, desvela los mecanismos de desigualdad en la
distribución de los capitales lingüísticos. Las normas del mercado lingüístico, según el
sociólogo francés (Bourdieu, 1984:55), imponen un universal reconocimiento del
lenguaje legítimo y dominante. Si por un lado, todos podemos acceder al lenguaje a través
de un herencia biológica, acceder al lenguaje legítimo es posible solo a través una
herencia social y cultural. Esta observación que considera las condiciones económicas y
sociales de la adquisición del lenguaje legítimo, es fundamental para comparar los tres
casos analizados a partir de su cercanía o lejanía respecto al lenguaje legítimo en el campo
de poder (económico y político). Cuando Bourdieu (1984), analiza el mercado lingüístico
y el poder simbólico de la lengua, hace una distinción fundamental entre el campo de
poder y el campo literario. El capital lingüístico en el campo literario para ser reconocido
y legitimado no sigue los mismos procesos que en el campo de poder. En el caso del
campo de poder por ejemplo, el lenguaje responde a un proceso de inculcación de las
normas que dividen los sujetos en quien tienen las habilidades para hablar un lenguaje
legítimo y quien no, a partir de cuestiones de clase que en el caso de los inmigrantes son
también étnicas. En el campo literario el proceso de consagración de una lengua y su
forma de utilizarla no corresponde al lenguaje legítimo del poder político, por ejemplo
Bourdieu (1988:59) menciona Victor Hugo y su consciente oposición al lenguaje legítimo
del poder político a través de una mímesis del lenguaje del pueblo. La literatura de los
inmigrantes, tanto de primera como de segunda generación, se caracteriza propio por esta
contradicción, porque se posicionan en el punto más lejano del lenguaje legítimo y
dominante por no tener ni el derecho ni las herencias culturales para acercarse a él.
Paradojalmente, el lenguaje ilegitimo, devaluado y estigmatizado que utilizan los autores
inmigrantes ha podido a partir de los mecanismos únicos y peculiares del campo literario
convertirse en un valor negociable.

Por esta razón, como vamos a ver enseguida, Faïza Guène, se posiciona en el punto más
lejano del lenguaje legítimo en el campo del poder, por utilizar el francés popular y
mezclarlo al lenguaje juvenil de la banlieu y al árabe. En el campo literario hay un espacio

259
donde existen márgenes de posibilidades para negociar este lenguaje como característica
distintiva. Tenemos que comprender entonces el lenguaje literario como una forma de
expresión y no como un lenguaje ordinario, donde ser distinto y distintivo (Bourdieu,
1984) es imprescindible para ser reconocido. El sistema de devaluación de un lenguaje
en el campo de poder no corresponde completamente a su devaluación en el campo
literario. El lenguaje de Scego en su obra, respecto a los otros dos casos, es el más cercano
al polo legítimo en el campo de poder. El punto de mayor distancia entre la obra de Guène
y la de Scego, es la lejanía respecto al lenguaje legítimo y a los procesos de su adquisición
del lenguaje. Guène utiliza el lenguaje que el discurso dominante se espera de un
inmigrante pero aprovecha este estigma para convertirlo en un recurso expresivo. Scego
lucha contra la posición asignada al sujeto de origen inmigrante que no puede acceder al
lenguaje legítimo y lo hace subrayando sus credenciales heredadas. De todas formas, la
autora italiana revindica su alteridad utilizando el somalí pero como exigencia necesaria
para ser distinta y distintiva. Distinta de los inmigrantes por acceder al universo
lingüístico con un capital cultural heredado y distinta de los escritores italianos por
acceder en el campo con el recurso del plurilingüismo que la posicionan en un sector
donde hay un espacio disponible de consagración. En la obra de Guène, al contrario, se
reivindica un lenguaje que no se puede adquirir en el polo legítimo, especialmente en la
escuela, por esta razón la escritora se pone en una posición totalmente antagónica a este
polo. En la cita más abajo, por ejemplo es posible observar la contraposición entre la
profesora que tiene el rol de inculcar el lenguaje legítimo y la posición estigmatizada de
la protagonista por ser una mujer de origen inmigrante que vive en la banlieue.

Et cette vieille folle de Mme Jacques, elle m’a accusée de souiller notre belle
langue et d’autres trucs aussi débiles (Guène, 200:102).

Según Bourdieu (1984:48) en la canonización de un lenguaje legitimo impuesto para las


clases dominantes, el sistema escolar juega un rol dominante:

In the process which leads to the construction, legitimation and imposition of an


official language, the educational system plays a decisive role. (…)The
educational system, helped to devalue popular modes of expression, dismissing
them as slang and gibberish (Bourdieu, 1984:48).

260
Otro ejemplo significativo, lo encontramos en la primera parte de la novela, cuando un
amigo de Doria, Hamoudi, recita un poema de Rimbaud, pero lo hace con un acento
magrebí que ofrece otro valor a estos versos, revindicando un estigma como peculiaridad
expresiva. La autora se opone a los policías del lenguaje dominante y legítimo, donde la
figura de la profesora encarna el personaje emblemático de esta lucha. La escritora juega
con esta contradicción, es decir, entre un lenguaje lejano al polo legítimo en el campo del
poder y las posibilidades de trasformar esta devaluación en un recurso expresivo en el
campo literario. En una entrevista para el The Guardian del 10 de mayo del 2006, la
autora subraya las potencialidades expresivas del verlan banlieusard.

He made us realise that it was an interesting language, that it was creative and
rich, and that we should use it instead of trying to change the way we speak. It
could be our strength (Guène en una entrevista de Sarah Adams en el The
guardian, 10 mayo 2006).

Para resumir, en esta sección se han analizados tres aspectos fundamentales del capital
lingüístico de estas autoras de origen inmigrante: la función del plurilingüismo, la
identificación de las autoras con las lenguas que utilizan y la cercanía o lejanía con el
lenguaje legítimo. En el caso de El Hachmi la lejanía respecto al lenguaje legítimo está
presente tanto en relación con la sociedad de origen como con la sociedad de acogida. Se
posiciona lejos del lenguaje legítimo en la sociedad de acogida para romper el vínculo
lengua-nación, donde el tamazich y el catalán conviven en el mismo espacio social. Se
posiciona lejos del polo legítimo de su sociedad de origen, utilizando una lengua
extranjera para profanar y subvertir los vínculos patriarcales de la cultura marroquí.

Igiaba Scego es la autora que más se acerca al lenguaje legítimo, reivindicando su


herencia cultural que la distingue de los otros autores inmigrantes y de su posición
asignada, pero también la distingue de los escritores italianos por la posibilidad de
negociar el elemento exótico de su cultura y lengua de origen. Es importante recordar en
este caso que el italiano como lengua colonial, está vinculado a su país de origen, de modo
particular a las elites políticas e intelectuales de Somalia. En la novela de Scego, el somalí
está más relacionado con la memoria cultural que a la convivencia de esta lengua con el
italiano en el espacio social de su sociedad de acogida.

261
En el último caso analizado, Guène es la autora que más se aleja del polo legítimo en el
campo del poder, pero aprovecha esta lejanía para convertirla en un recurso expresivo. El
lenguaje que propone la autora no busca como en el caso de Scego, un movimiento entre
los dos polos, la lengua del país de origen y de acogida, porque propone una mezcla de
los dos, a través el lenguaje de la banlieue, donde árabe, slang juvenil, argots y francés,
conviven en el mismo espacio social. En la tabla más abajo, se resumen estos aspectos en
cinco puntos: la relación entre las dos lenguas, la identificación de las autoras con estas
lenguas, la relación que tienen las autoras atreves de estas lenguas con la familia, la
función esencial del plurilingüismo y finalmente, la cercanía o lejanía respecto al lenguaje
legítimo.

Cuadro n. 17 Características, funciones, adquisición y negociación del capital


lingüístico

El Hachmi Scego Guène

1. No hay una relación 1. Relación colonial entre 1. Relación colonial entre el


colonial entre árabe-tamazich italiano y somalí. árabe y el francés.
y catalán.

2 El tamazich y el catalán, 2. Las dos son consideradas 2. La autora reivindica la


son consideradas dos maternas. fuerza expresiva e identitaria
lenguas hermanas. del verlan.

3. El catalán es una barrera 3. El italiano es la lengua de 3. A través del verlan se pone


lingüística que la separa de las elites culturales y políticas en una posición intermedia
su familia y comunidad de de Somalia, como en el caso entre su lugar de origen y de
origen y le permite escribir de su familia. acogida.
con más libertad.

4. La función del 4. La función del 4. La función del


plurilingüismo está plurilingüismo está plurilingüismo está
relacionada con un proceso relacionada principalmente la relacionada principalmente
de desterritorialización de las recuperación de la memoria con un proceso subversivo en
lenguas. cultural. contra del modelo
monolingüe francés.

5. Posición lejana al polo 5. Posición más cercana al 5. Posición más lejana al polo
legitimo en su contexto de polo legítimo respecto a los legítimo respecto a los otros
origen y de acogida, otros dos casos. dos casos.
intermedia respeto los otros
dos casos.

Cuadro de producción propia.

262
8.5 Relaciones entre género, etnia y clase en las representaciones literarias de
las tres autoras

En el análisis comparativo de los tres casos, se han observado algunas similitudes


relacionadas con la condición del sujeto inmigrante, que ha caracterizado el habitus de
estas escritoras (Bourdieu, 1995). La experiencia migratoria determina un principio
generador de prácticas distintas y distintivas que podemos resumir con esta observación:
estas autoras se posicionan en el campo en un espacio englobante y circunscrito por ser
de origen inmigrante, negocian un determinado capital lingüístico literario relacionado
con esta condición que después produce prácticas distintivas necesarias para ser visibles,
reconocidas y aceptadas en el campo literario. Esta última parte de la observación
comparativa, enfoca la comprensión entre habitus, posición y prácticas, dentro de un
esquema clasificatorio como principio de visión y división que engloba a estas autoras no
solo en su condición de inmigrantes, sino también debido al hecho que son mujeres
originarias de una cultura no europea y no occidental (Marruecos, Somalia, Argelia). La
condición de género entonces, se analiza a partir del paradigma de la interseccionalidad,
sin separar la pertenencia de estas escritoras tanto a la categoría de mujer como a una
clase y cultura particular. Para superar el reduccionismo mecanicista que explica la
práctica de un autor, su elección estilística y temática a partir de una sola condición social,
esta tesis pretende reconstruir y observar las fuerzas internas del campo literario que han
orquestado la elección de estas escritoras a partir de sus condiciones sociales específicas
que cruzan el género, la clase, la etnia y la generación. El hecho que se analicen tres
escritoras, ha permitido enfocar el estudio a la apuesta simbólica en juego en la
representación del sujeto mujer inmigrante en las tres novelas. Según Floya Anthias
(2006), las mujeres inmigrantes son la “piedra angular de la trasmisión étnica y de la
trasmisión y reproducción cultural”.

Hemos defendido que las mujeres se hacían cargo de los discursos sobre la
reproducción nacional, de las imágenes y también de las prácticas (Anthias
,2006:49).

La novela se convierte entonces, para estas mujeres inmigrantes, en un espacio estratégico


de resistencia o reproducción de los vínculos culturales, comunitarios y familiares. Por
un lado, las tres escritoras se convierten en sujetos simbólicos de una alteridad no europea

263
y no occidental, por el otro, se convierten en agentes de cambio de los roles asignados a
estos sujetos. El solo hecho de escribir, tener un punto de vista particular, entrar en el
campo literario a través de una novela, obliga y al mismo tiempo permite a las autoras
romper el vínculo de reproductoras de la preservación de la cultura de origen. El género
según Anthias (2006:50) es un elemento central de la cultura y un elemento definitorio
de la diferencia cultural. Como se ha analizado en los capítulos empíricos y se analiza en
esta última parte de la tesis, estas tres novelas se convierten en un espacio de luchas y
resistencia para cuestionar el rol de la mujer inmigrante como reproductora de estas
diferencias. Estas escritoras entran en el campo literario como el punto más lejano de la
alteridad, trasformando y negociando esta alteridad pero también poniéndola en cuestión
a través de un punto de vista personal que rompe el vínculo con su comunidad de origen.
En esta fase de la investigación, es fundamental la comprensión de estas obras como
laboratorio sociológico, donde se comunican diferentes enfoques teóricos. Por un lado, el
enfoque bourdieusiano permite comprender las fuerzas específicas en juego dentro del
espacio donde se mueven las tres autoras, por otro lado el enfoque de la interseccionalidad
permite analizar la intersección de las diferentes marginalidades estratégicas que han
determinado la resistencia o sumisión a estas fuerzas.

En este caso específico es importante no analizar de forma acumulativa, ni separar las


diferentes condiciones de clase y etnia con el género, sino analizarlas desde una mirada
relacional observando cómo se estructuran y posicionan jerárquicamente. En las tres
novelas se representan diferentes marginalidades estratégicas relacionadas con el género
y cada autora pone en una posición jerárquicamente más marcada una marginalidad
específica. La novela es utilizada como instrumento de auto representación de una
determinada marginalidad y alteridad. Estas novelas ocupan un espacio vacío en otros
campos del poder. Ocupar estos espacios, significa trasformar la alteridad representada
en una alteridad que se auto representa (Spivak, 1990). El poder simbólico y estratégico
intrínseco en el lenguaje novelesco ha permitido convertir a la mujer inmigrante de objeto
de la mirada a sujeto, invirtiendo el poder voyeuristico de la narración. Esta inversión se
ha desarrollado de forma diferente en las tres obras porque son diferentes las relaciones
de poder entre los diferentes objetos y sujetos de la mirada. Si en todos los casos el eje de
la cuestión es la condición de sujeto migrante, donde este sujeto obtiene un espacio de
representación, en cada caso específico este eje se interseciona de forma diferente con
cuestiones de género, de clase y generacionales. Las tres escritoras obtienen un espacio

264
para auto-representarse que en otros campos no sería posible adquirir para una mujer de
origen inmigrante, pero también se aprovechan del poder voyeuristico de la mirada para
espiar a los sujetos que son sus dominadores. La feminista afroamericana Patricia Hill
Collins, subraya como las mujeres de minorías étnicas, nunca han tenido el privilegio de
ser las voyeurs de la vida de los privilegiados, en este caso de los dominantes.

Racial/Ethnic groups, women, and the poor have never had the luxury of being
voyeurs of the lives of the privileged (Hill Collins, 2013: 225).

En las tres novelas, cada escritora se convierte en el voyeur de su dominador, buscando


una solución imaginada a su dominación. Lahcen Haddad (2005), observa y analiza la
función de los artificios culturales, en este caso la novela, para buscar soluciones
imaginadas a problemas específicos de la vivencia, que en las obras analizadas son las
marginalidades relacionadas con el poder patriarcal, colonial y de clase.

Pero, ¿qué entendemos por solución imaginaria y cómo se entrecruza con el gesto
identitario? El aspecto imaginario remite a una situación vivida mucho más, en tanto que
cambio potencial y deseado de una situación real. Los artificios culturales, ya sean
procedentes de una cultura erudita y canonizada o de una versión popular, abarcan
bastantes motivos y gestos que son tanto comentarios en relación a una vivencia
controvertida, como soluciones imaginadas a los problemas de esta vivencia (Haddad,
2005:73).

Una obra ejemplar donde la mujer busca a través del relato una solución imaginada a la
rabia patriarcal, según Haddad (2005) es Las Mil y una noches.

Esta solución provisional se presenta bajo forma de amenaza al orden social, y se


supera cuando Shéhérazade aprende a utilizar la magia de los relatos, y narra
incluso la perfidia de las mujeres con el fin de curar al rey de su rabia patriarcal
(Haddad, 2005:75).

La primera novela analizada L’últim patriarca (2008), se relaciona con esta obra ejemplar
para la cultura feminista árabe, para buscar una solución imaginada a la rabia patriarcal a
través del poder de la narración. Najat El Hachmi obtiene un espacio de representación

265
que en su cultura de origen, una mujer amazich con su clase social, no hubiera podido
alcanzar, pero también aprovecha este espacio para espiar y despojar de su poder el sujeto
masculino. El Hachmi no solo no es objeto de la mirada machista y patriarcal, sino que
además se convierte en sujeto que mira su dominador para buscar una solución imaginada
tanto al machismo como al patriarcado. Gracias a una lengua desconocida (el catalán) y
la novela, la narradora entra a través del poder voyeuristico de la narración en lugares
prohibidos, espiando a la figura clave de sus dominaciones, el personaje de Mimoun, el
padre, el último patriarca.

Aquell dia va naixer Mimoum, l’afortunat, el que tindria l’honor de cloure les
generacions i generacions de patriarques destinats a fer del món un lloc ordenat i
decent. Amb ell s’acabaria per sempre la condemna del patriarcat. (El Hachmi:
2008: 14).

El fet és que Mimoun marca la finalització abrupta d’aquesta línia successoria.


Cap més fill seu no s’identificarà amb l’autoritat que el precedia ni intentarà
reproduir els mateixos esquemes discriminatoris i dictatorials (El Hachmi:
2008:12).

Estas dos citas de la novela, son significativas para observar e interpretar la solución
imaginada por la autora contra el patriarcado: la relación simbólica entre la narración y
emancipación femenina en el mundo árabe, la función de la lengua extranjera para
profanar vínculos patriarcales de la cultura árabe/amazich/musulmana y finalmente, la
subversión de la mirada machista que trasforma la mujer de objeto a sujeto de la mirada.
El segundo caso analizado, la escritora Igiaba Scego, representa en una posición
jerárquicamente más importante, la marginalidad étnico-racial, como motivo principal de
su novela. A diferencia de las otras autoras, la escritora de origen somalí, no pone en el
centro de su discurso la marginalidad de clase, sino que busca reivindicar su herencia
cultural y social paterna para desafiar los prejuicios de la sociedad italiana hacia los
inmigrantes. El plurilingüismo, la relación entre la cultura oral africana y la tradición
novelística italiana, son sus soluciones imaginadas contra el racismo, trasformando la
novela en un instrumento de diálogo y convivencia entre dos lenguas y tradiciones
culturales. Scego como en los otros dos casos, también se convierte en el voyeur de los
dominantes, no solo no es el objeto de la mirada del poder colonial, sino que espía y

266
observa los mecanismos de este poder. Scego va buscando a través de la novela, una
solución imaginada contra el colonialismo y el poscolonialismo enlazándose con una
larga tradición de mujeres africanas con alto capital cultural como Mernissi y Djebar. En
la cita de abajo, es posible observar como la autora denuncia que la historia colonial, ha
sido ignorada por completo por parte de la sociedad italiana y busca con su obra una
solución imaginada a esta ignorancia.

Vivono in via Migiurtinia o si baciano in viale Somalia. Peró ignorano la storia


coloniale. Non è colpa loro a scuola mica le impari queste cose. Siamo stati bravi,
ti dicono, abbiamo fatto i ponti e le fontane. Il resto lo si ignora, perche non lo si
insegna (Scego,2010: 27).

El último caso analizado, Faïza Guène pone en el centro de su discurso la marginalidad


de clase. La autora a diferencia de la novela de El Hachmi donde se contrapone las
relaciones de poderes entre el personaje masculino y femenino, contrapone dos personajes
femeninos, una joven de origen inmigrante de la banlieue y una profesora francesa. En
este caso la principal marginalidad que la autora subraya es el racismo de clase hacia los
sujetos marginales y marginalizados de las periferias urbanas, buscando una solución
imaginada a través del mismo lenguaje de la banlieue, convirtiéndolo de un estigma a un
recurso literario. Guène, como las otras dos escritoras, trasforma la mujer inmigrante de
objeto de la mirada a sujeto que mira, convirtiéndose en el voyeur de las clases
privilegiadas que en otros campos del poder tienen el dominio absoluto de la observación,
descripción y clasificación. En la cita de abajo es posible observar como en las últimas
páginas de la novela, la solución imaginada necesaria para representar a los habitantes de
la periferia, los banlieusard, es un lenguaje que no contrapone dos culturas, dos lenguas,
que no es ni el árabe, ni el francés legítimo, sino una mezcla entre las dos lenguas en su
registro popular e ilegitimo.

Moi, je mènerai la révolte de la cité du Paridis. Les journaux titreront “Doria enflamme
la cité” ou encore “La pasionaria des banlieues met le feu aux poudres”. Mais ce será pas
une révolte violente comme dans le film La Haine où ça se finit pas hiper bien. Ce sera
une révolte intelligente, sans aucune violence, où on se soulèvera pour être reconnus,
tous.Y a pas que le rap et le foot dans la vie. Comme Rimbaud, on portera en nous “le
sanglot des Infames, la clameur des Maudits” (Guène, 2004: 188).

267
Yo encabezaré la rebelión del suburbio Du paradis. Los titulares de los periódicos rezaran:
“Doria incendia el arrabal”; o incluso “La pasionaria de la periferia hace saltar el
polvorín”. Pero la mía no será una rebelión violenta, como la de la película El odio, que
no acaba demasiado bien. Será una rebelión inteligente, sin violencia, en la que nos
alzaremos para que se nos reconozca a todos. En la vida no solo están el rap y el fútbol.
Al igual que Rimbaud, llevaremos dentro el grito de los Infames, el clamor de los
Malditos (Guène, 2006: 158).

En esta primera observación se ha subrayado como cada autora ha representado una


dominación más marcada que otra: El Hachmi la patriarcal, Scego la racial y Guéne el
racismo de clase. De todas formas, cada una de estas dominaciones y sus respectivas
marginalidades y subalternidades se interconectan con otras, sin producir una
acumulación sino una intersección. Un aspecto central del enfoque interseccional es la
comprensión de la discriminación de género no de forma adicional sino relacional, porque
no se confunde con la discriminación de clase y de etnia, pero está inevitablemente
conectada con éstas. Según Anthias (2006:65) “hay que pensar el género siempre como
etnizado, siempre racializado, siempre influido por la clase y así sucesivamente.”

En el primer caso analizado, El Hachmi representa un conflicto de género entre el padre


y su hija, pero este conflicto de género es también etnizado porque se refiere a una cultura
patriarcal específica, la amazich y también está influido por la clase social, porque se
refiere a una clase trabajadora con pocos recursos sociales y culturales. La protagonista
no encuentra ningún recurso cultural en el seno de su familia, por esta razón la figura de
la profesora representa el punto de máxima distancia entre los capitales que va buscando
la narradora para emanciparse y los vínculos familiares y patriarcales. La lengua catalana
será un instrumento y un recurso no solo para romper estos vínculos sino también para
distanciarse de la figura paterna.

En este caso las observaciones de Anthias mencionadas antes, sobre el género como
elemento central de la cultura y de la trasmisión cultural, aumentan aún más la apuesta
simbólica de la novela escrita por una mujer de origen inmigrante de una cultura
musulmana pero que ha crecido en Europa. En este caso, los aspectos de género,
culturales y raciales se relacionan a los aspectos generacionales. Como se analiza en el
capítulo empírico sobre la novela de El Hachmi, la representación de la segunda

268
generación inmigrante, introduce en el discurso simbólico de la narradora, no solo los
conflictos entre padre e hija sino también entre primera y segunda generación.

El aspecto generacional es también determinante en la representación que realiza Scego


en su novela La mia casa è dove sono (2010). Esta novela, a diferencia de la de El Hachmi,
se construye a través el diálogo y la convivencia de dos lenguas y culturas que la autora
considera maternas. Como se analiza en el capítulo empírico sobre esta obra, la narradora
representa dos mundos distintos y necesarios, el mundo de la escritura, del lenguaje culto
y legítimo heredado a través de la figura paterna y el mundo oral y exótico heredado a
través de la figura materna. De todas formas, la autora no quiere quedarse en el terreno
de la oralidad como elemento ligado a la posibilidad de resistencia de la mujer africana,
sino que quiere, a diferencia de su madre, entrar en la cultura letrada. La autora traslada
a un mundo que para la generación de su madre era exclusivamente masculino, es decir
el de la escritura y del análisis (Mernissi, 1991), el patrimonio de la cultura nómada oral.
Scego en su representación pone en juego no solo un aspecto de género, sino su inevitable
relación a aspectos culturales y generacionales. El habitus familiar (Sayad, 1994) se
trasforma en el momento en que la narradora, a diferencia de su madre, accede al mundo
de la escritura y del análisis, heredando y reivindicando el patrimonio cultural paterno.

En la última novela, Kiffe kiffe demain (2004) también los aspectos de género se
relacionan con aspectos generacionales. La narradora, a diferencia de su madre, va
buscando una solución a las dos dominaciones que la engloban en una posición
subalterna, la dominación patriarcal por parte de su cultura de origen y la dominación de
clase por parte de su cultura de acogida. La madre es un personaje dominado por la cultura
patriarcal marroquí, por ejemplo ha sido abandonada por su marido por no haber parido
ningún hijo varón, pero también es dominada por los hombres y mujeres de la sociedad
francesa. La protagonista a diferencia de su madre, no busca una solución en ninguna de
las dos culturas pero tampoco se puede considerar doblemente ausente (Sayad, 2010). A
diferencia de Scego que va posicionándose en un lugar que Bhabha (1994) define,
between space, para buscar un reconocimiento entre las dos culturas y los dos polos,
Guène rechaza los dos polos y busca una solución imaginada en una zona franca desde el
punto de vista cultural y social, la banlieue, donde hay elementos de la cultura francesa y
magrebí, pero al mismo tiempo no se identifica en ningún momento con una de estas dos,
sino con un mestizaje subversivo que las desafía.

269
La comprensión de las relaciones e intercesiones de las diferentes marginalidades que las
autoras representan en la obra, puede ser comprendida en el contexto específico del
campo literario solo analizado estas representaciones en función de las reglas y fuerzas
internas a él. En la sección anterior se ha observado este aspecto en relación al capital
lingüístico literario. Cada autora ha utilizado de forma diferente sus instrumentos
estratégicos para adquirir una voz y acceder a un espacio de visibilidad y consagración.
Estos instrumentos están relacionados con un capital cultural que no ha sido adquirido de
forma similar en los tres casos. Es emblemático que Najat El Hachmi busca una solución
imaginada al patriarcado con una lengua casi desconocida por parte de su familia,
mientras que Scego defiende la lucha poscolonial tanto con el italiano, lengua colonial
heredada por parte de su padre y la tradición oral somalí heredada por parte de su madre.
En el último caso, Guène busca con el lenguaje de la banlieue, un instrumento estratégico
que no pertenece ni a la cultura legítima francesa, ni a la cultura legítima árabe/magrebí.
En el esquema de abajo se resumen todos estos elementos analizados en esta última
sección. Por un lado, se subrayan las tres marginalidades que se dividen en las tres novelas
en posiciones jerárquicamente más marcadas, por el otro se subrayan las relaciones de
estas marginalidades con otras, observando el cruce entre género, clase, etnia y
generación.

270
Cuadro n.18 Las representaciones de la mujer inmigrante: 1- marginalidades más
marcadas, 2- subversión de la mirada hacia el poder dominante, 3- relación entre
generación, clase, etnia

El Hachmi Scego Guène

1. La marginalidad 1. La marginalidad 1. La marginalidad


jerárquicamente más jerárquicamente más jerárquicamente más
marcada es la de género. marcada es la racial. marcada es la de clase.

2. La narradora se 2. La narradora se 2. La narradora se


convierte en sujeto que convierte en sujeto que convierte en sujeto que
mira, la hija observa y mira, una joven de origen mira, una joven de la
espía el poder patriarcal. somalí observa el poder banlieue observa el poder
colonial y poscolonial de las clases dominantes
italiano. francesas.

3. Aspectos de género, 3. Aspectos de género, 3. Aspectos de género,


generacionales y generacionales y generacionales y sociales
culturales se relacionan culturales se relacionan se relacionan cuando la
cuando la narradora, cuando la narradora, a narradora, a diferencia de
quiere distanciarse de los diferencia de su madre, su madre, va buscando
valores no solo de los accede al mundo de la una solución a su
hombres de su familia sino escritura y del análisis, marginalidad de clase y
también de las mujeres, heredando y reivindicando de género que no
creando un conflicto el patrimonio cultural corresponde ni a la cultura
generacional. paterno. magrebí ni francesa sino a
una mezcla subversiva de
las dos que al mismo
tiempo las desafía.

Cuadro de producción propia.

271
272
CAPÍTULO 9. Conclusiones

A lo largo de esta tesis, se ha puesto de manifiesto la compleja pero productiva relación


entre la literatura y la sociología. Desde las primeras fases de la investigación se ha
considerado la migración como un objeto de estudio estratégico para una reflexión
sociológica sobre la literatura. Y la literatura, a través de las tres novelas analizadas, un
instrumento de imaginación sociológica sobre la auto-representación de la alteridad
femenina inmigrante. El objetivo principal de esta tesis, ha sido desde el principio la
comprensión del campo literario, en el cual la mujer inmigrante de cultura musulmana
puede adquirir un espacio de auto-representación. Para comprender este espacio ha sido
necesario subrayar las características internas de este universo social y las potencialidades
de la literatura para representar una singularidad relacionada con la alteridad. Durante la
investigación se ha analizado: la relación simbólica de la alteridad con las reglas del
campo literario, la novela como espacio de representación de la alteridad femenina
inmigrante y las relaciones antagónicas entre la representación de una determinada
singularidad femenina con los procesos heterónomos que la homogenizan y la engloban
en un marco específico. Estas ideas síntesis de la tesis se resumen a continuación en tres
puntos: la alteridad como necesidad y como signo de distinción, la novela como
herramienta de cambio y ruptura, la apuesta simbólica de la diversidad.

Ideas síntesis de la tesis

1. La alteridad como necesidad y como signo de distinción

La alteridad relacionada con la forma de representarse de las escritoras inmigrantes de cultura


musulmana, se convierte en el pasaporte necesario para entrar en el campo literario y en el
signo distintivo para ser reconocidas, publicadas y consagradas.

2. La novela como herramienta de cambio y ruptura

La novela con sus herramientas estratégicas se convierte en un instrumento de cambio y


ruptura de los discursos dominantes que silencian la mujer inmigrante de cultura musulmana.

3. La apuesta simbólica de la diversidad

La novela a través de sus características propias y autónomas, permite representar una


singularidad femenina que se enfrenta a la homogeneización cultural y que impide el
reconocimiento de su enorme heterogeneidad.

273
9.1 La alteridad como necesidad y como signo de distinción

El enfoque marxista de la sociología de la literatura ha analizado el mundo de las letras


en relación a los mecanismos de reproducción de las clases sociales, relacionando este
sistema con el control de la base económica. Bourdieu (1995), alejándose de este enfoque,
afirmó que la clase social no se define solo por la economía, considerando el mundo de
las letras un campo con sus dominados y dominantes, en el cual el capital cultural juega
un papel fundamental en los equilibrios de estas dominaciones. A lo largo de este estudio,
se ha puesto de manifiesto la importancia de analizar la literatura, no como una finalidad
sin fin, sino como un espacio de dialéctica constante con el mundo social, donde las
relaciones de dominación pueden estar vinculadas también con las elecciones estilísticas
y lingüísticas. En La distinción (Bourdieu, 1979) el sociólogo francés, desvela dos
conjuntos de prácticas opuestas relacionadas con un determinado habitus: el sentido de la
distinción propio de la clase dominante y la elección de la necesidad propia de la clase
popular. Esta observación se ha traducido en esta investigación, en las prácticas en
materia de elecciones estéticas y lingüísticas de las tres novelas de las escritoras
analizadas. Las escritoras, por ser inmigrantes, introducen en la oposición binaria entre
alta y baja cultura múltiples matices. Estas autoras cruzan diferentes fronteras, de clase
pero también étnico-culturales, introduciendo en las literaturas nacionales cualidades
externas y una mezcla simmeliana entre cercanía y lejanía cultural (Simmel, 1977).

Estas autoras, por ser mujeres inmigrantes y sufrir las marginalidades de este sujeto social,
se encuentran en una determinada posición en el campo donde la alteridad se convierte
en una necesidad para existir. La representación de la alteridad se ha trasformado también
en un signo de distinción artístico. Este signo son las particularidades estéticas y
lingüísticas que las autoras aportan al campo. Por esta razón, se puede afirmar que la
alteridad relacionada con la forma de representarse de las escritoras inmigrantes de
cultura musulmana se convierte en el pasaporte necesario para entrar en el campo literario
y en el signo distintivo para ser reconocidas, publicadas y consagradas. Esta observación
se ha realizado considerando la novela no como un caso aislado, sino en relación con
todas las obras de una misma autora y con un enfoque comparativo entre las tres autoras.
En este enfoque se han utilizado también las entrevistas o comunicaciones personales
como material complementario. Al final introduzco algunas entrevistas y comunicaciones
personales, que se han analizado en los tres capítulos empíricos. Este material

274
complementario ha sido útil para reflexionar sobre la posición de las autoras. Las
respuestas, en los tres casos, se enfocaban en las relaciones que las escritoras tenían con
la literatura de la migración como fenómeno editorial y de crítica literaria. Podemos
observar como las tres escritoras están vinculadas con los componentes extranjeros que
aportan a las respectivas literaturas nacionales. El Hachmi valora estos componentes,
subrayando la “resistencia al extraño y al extranjero” presente en el mundo literario.
Scego subraya la resistencia que hay para considerar a los autores inmigrantes parte de la
literatura italiana. Finalmente, Guène subraya que aunque nació en Francia, nunca ha
podido tener una verdadera relación con el mundo cultural francés (el mundo de las élites
culturales).

El sociólogo argelino Sayad (2010:16) afirma que “el inmigrante deja de serlo cuando ya
no lo denominan así, y como una cosa implica la otra, cuando él mismo ya no se denomina
ni se percibe así”. La paradoja de la alteridad según Sayad (2010) es que aunque un
inmigrante creció y vivió toda su vida en un país, para este país sigue siendo algo
diferente, extranjero, otro. La paradoja de la alteridad en el campo literario, observada a
partir de estos casos, se puede resumir con esta interpretación: estas autoras, aunque
crecieron y escriben en los respectivos idiomas de la sociedades de instalación, entran en
el campo gracias a la negociación de la alteridad, son el otro cercano de una literatura
nacional, son el francés con acento magrebí, son la huella colonial del italiano en Somalia,
son el catalán que convive con el tamazich.

Este contexto social (la migración) me sigue interesando junto a otras cuestiones,
la condición de la mujer, la sexualidad. Yo creo que también el compromiso está
en no renunciar, también hay presiones para que te normalices, deja ya estos temas
y te dedicas a otras cosas y sé una escritora normal. Porque hay una cierta
resistencia al extraño, extranjero, hay un sector que tiene una cierta tendencia a
que eso sea algo puntual y que no forme parte de la literatura (Entrevista El
Hachmi).

Io mi sento e sono letteratura italiana e anche gli scrittori cosiddetti migranti sono
letteratura italiana. Mi ha dato sempre un po' fastidio questo considerarci altro, ma
se scriviamo in italiano? Quindi rivendico l'alterità, ma anche l'italianità
(Comunicación personal con Igiaba Scego).

275
C’est une question difficile car j’ai toujours le syndrome de l’étrangère, je n’ai pas
vraiment l’impression d’avoir un rapport avec le monde culturel français. Plutôt
un rapport avec des éditeurs qui me font confiance, d’autres auteurs qui sont
proches de mon univers et surtout mes lecteurs qui me font l’honneur de me suivre
depuis dix ans maintenant (Comunicación personal Faïza Guène).

9.2. La novela como herramienta de cambio y ruptura

En el primer capítulo se subraya un objetivo de esta investigación que está relacionado


con todos los demás: trasformar la literatura en un instrumento de imaginación
sociológica. Este objetivo hace referencia a la herencia teórica de Bourdieu, no solo
presente en sus estudios de sociología de la literatura. Por ejemplo, tanto en La distinción
(1979) como en La dominación masculina (2000) el sociólogo utiliza novelas para sus
reflexiones sociológicas. En lo específico, Virginia Woolf es la novelista a la cual
Bourdieu hace referencia para reflexionar sobre su teoría de la dominación masculina.
Según Farge (2013,33), ha sido un signo de indisciplina típico de este sociólogo marcar
sus conceptos con el sello de tres obras literarias (El Faro, Tres mujeres, Un cuarto
propio). Estas novelas de la escritora inglesa se trasformaron en laboratorios sociológicos
para desvelar el proceso de historización de las violencias de género aceptadas como
naturales y eternas. La escritora desvela y desconstruye todo lo que le habían inculcado
como eterno y natural, las divisiones de género que eran el fruto de un largo proceso
histórico de eternización de tres grandes instituciones sociales: la familia, el estado y la
escuela.

Las tres escritoras analizadas a lo largo de esta tesis, El Hachmi, Scego, Guène, con sus
tres novelas, se enfrentan a través de las herramientas literarias al proceso histórico de
eternización de estas instituciones. El Hachmi, desde el título de la obra, se enfrenta al
proceso de eternización del poder patriarcal en la sociedad amazich, desafiando la
institución familiar. Scego se enfrenta al proceso de eternización del poder colonial y
poscolonial italiano respecto a la mujer somalí, desafiando la institución estatal. Guéne,
se enfrenta al proceso monolingüe que marginaliza y excluye las diferentes formas de
utilizar la lengua y cultura francesas por parte de los hijos de inmigrantes, desafiando a la
institución escolar. Estas novelas han despertado la imaginación sociológica, a través de
la comprensión de las relaciones simbólicas entre las herramientas estratégicas de la

276
literatura necesarias para expresarse y las dominaciones que silencian a estos sujetos. A
diferencia de las novelas de Woolf que analiza Bourdieu (2000) para su reflexión
sociológica, a lo largo de esta tesis se han observado tres obras que se refieren a una
violencia simbólica hacia la mujer con características sociales, culturales y étnicas
específicas. Por esta razón, se ha introducido el paradigma de la interseccionalidad, que
respecto al enfoque bourdiuesiano permite considerar el habitus de las escritoras a partir
de sus múltiples condiciones. Las condiciones de estas escritoras inmigrantes se han
analizado sin separar las pertenencias tanto a la categoría de mujer, así como a una clase
y cultura particular. Este enfoque ha sido necesario para comprender el uso estratégico de
la literatura para enfrentarse a las dominaciones que silencian a este sujeto social. En las
tres escritoras, un determinado capital lingüístico literario ha permitido utilizar, por un
lado, las marginalidades estratégicas para ser visibles en el universo literario y, por otro
lado, trasformar aquellas marginalidades en recursos.

Estas marginalidades han sido la condición de género, la condición de migrante, la


condición de representantes de una alteridad cultural. La condición de género se ha
trasformado en recurso al trasformar el yo narrativo en el voyeur que observa a sus
dominadores, en el sujeto que mira al último patriarca, al nuevo colonizador, a la actitud
racista de la escuela francesa. La mujer inmigrante se convierte de objeto del discurso en
sujeto, aportando a la literatura herramientas expresivas externas a los campos nacionales,
como por ejemplo la relación entre las distintas tradiciones orales del universo femenino
(amazich, somalí y árabe) con la escritura novelística. La condición de inmigrantes se ha
trasformado en recurso también, por aportar cualidades externas al campo, cualidades
literarias como la imaginación transnacional y el plurilingüismo. La condición de
representantes de una alteridad cultural, se ha trasformado en recurso negociando la
misma alteridad como valor distintivo. Estas escritoras entran en el campo literario como
el punto más lejano de la alteridad, transformando y negociando esta alteridad, pero
también poniéndola en cuestión a través de un punto de vista personal que rompe el
vínculo con su comunidad de origen y con los procesos de dominación cultural de la
sociedad de instalación.

Las tres escritoras analizadas no encarnan una élite cultural, aunque se ha subrayado como
Igiaba Scego ha adquirido, a diferencia de El Hachmi y Guène, el conocimiento y código
compartido de las élites intelectuales de Somalia, por haber heredado un alto capital

277
cultural de su familia. Ser originariamente de clase trabajadora es la condición social que
caracteriza a El Hachmi y Guène respecto a Scego. La oposición binaria entre culturas
dominantes y dominadas se trasforma en un análisis del campo literario en el cual la
adquisición de un capital cultural se relaciona también con la clase social. Scego entra en
el campo literario a partir del fenómeno editorial y de crítica de los años 90 y 2000 como
autora de la inmigración, negociando una marginalidad estratégica que llamó la atención
del mercado editorial en aquellos años. La autora, que creció en el seno de una familia
que perdió todos los privilegios políticos y económicos durante la dictadura y durante el
proceso migratorio hacia Italia, aun así no perdió los capitales culturales, el conocimiento
del italiano, los libros heredados y el habitus de clase. A partir de esta distinción ha sido
posible comprender todas estas prácticas literarias a través de múltiples matices,
superando los límites de los estudios poscoloniales que no consideran en el análisis de las
dinámicas de poder, los aspectos de clase dentro de una misma cultura y del enfoque
marxista, que no considera la adquisición del capital cultural como aspecto fundamental
en las divisiones sociales.

9.3. La apuesta simbólica de la diversidad

Durante el proyecto de investigación, las novelas analizadas y las trayectorias de las


escritoras se han observado en la globalidad de los fenómenos tanto internos al campo
literario como externos, tanto autónomos como heterónomos. La primera inquietud que
despertó esta investigación fue si la literatura era un espacio de representación para la
alteridad fémenina inmigrante, la segunda si este espacio autónomo de la representación
femenina estaba limitado por las imposiciones heterónomas, tanto del polo político como
del mercado editorial. A partir de esta segunda inquietud se han investigado los procesos
heterónomos que han condicionado este espacio, promoviendo la mercantilización de una
alteridad exótica y orientalizada. En su punto más lejano del polo autónomo, el mercado
editorial ha intentado posicionar en un enclave literario las novelas de las escritoras de
origen inmigrante. Las autoras, analizadas a partir de sus prácticas y fuerzas de
resistencia, han podido enfrentarse a estos procesos heterónomos. En ninguno de los tres
casos las autoras han representado una diversidad cultural homogénea y una identidad
inmigrante asignada. Enfrentándose constantemente a los procesos heterónomos que las
homogenizan, las escritoras han trasformado en parte y con intensidades diferentes una

278
diversidad étnico-cultural que mueve los intereses del mercado con una diversificación
de la alteridad lingüístico-literaria.

Retomando el concepto de súper-diversidad de Vertovec (2007), alejándose de los


modelos culturalmente esencialistas, este análisis sociológico de la literatura ha
observado como la novela contemporánea de la migración se caracteriza por una creciente
complejización de la diversidad lingüístico-literaria. La noción de súper-diversidad de
Vertovec (2007) que va más allá de la clásica comprensión etno-focal, ha cambiado la
lente de observación hacia el estudio de una compleja articulación de variables para
comprender la migración contemporánea. La diversidad lingüístico-literaria, en este caso
relacionada con la novela de la migración, hace referencia a la estratificación del capital
lingüístico literario que no está relacionada solo con la diversidad étnico-cultural, porque
está presente una diversificación de la alteridad (Casanova, 2001, Vertovec, 2007). Esta
diversificación en las novelas analizadas, es diferente respecto a la literatura poscolonial
o a las primeras fases de la literatura de la migración, por evidenciar una gran variedad
lingüística, nuevos imaginarios, nuevas relaciones transnacionales entre diferentes
literaturas, nuevas y diversas trayectorias literarias. En el margen de una posición
autónoma, la heterogeneidad lingüístico-literaria de estas autoras desafía las etiquetas
incómodas de la literatura de la migración. El texto literario permite a la auto-
representación de una singularidad inmigrante enfrentarse a la imagen homogénea que el
discurso dominante constituye de su colectivo. En estos casos concretos, no es suficiente
considerar la diversidad exclusivamente en términos de etnicidad (como suele hacer el
mercado editorial en su posición más heterónoma, o las instituciones políticas que
defienden la relación orgánica entre lengua y nación). Este aspecto es evidente sobre todo
cuando se consideran las trayectorias migratorias y literarias, es decir, la entrada en el
campo literario a partir de una determinada alteridad cultural, que las escritoras desafían
con una diversificación de la alteridad donde entra en juego un perfil generacional, de
género, de clase y espacial (centro, periferia, capital, pequeña ciudad, mundo rural). La
representación de la mujer inmigrante como sujeto monolítico, con sus identidades
asignadas por el sistema diferencial del discurso dominante occidental, está desplazada
por las representaciones de estas autoras.

El Hachmi desplaza la imagen homogénea de la diversidad inmigrante marroquí,


representando una diversificación de la alteridad literaria, vinculada a la estratificación

279
de diferentes componentes. Un componente es la relación que hace la autora del tamazich,
lengua minoritaria en Marruecos sin una literatura oficial escrita, y el catalán, lengua
literaria sin estado. El catalán es un capital lingüístico literario necesario para profanar
vínculos patriarcales, es una lengua que en su contexto de origen y familiar le permite
espiar sin ser vista. Otro componente es el aspecto generacional, una generación
sociológica por ser la autora hija de inmigrantes, crecer y formarse en Catalunya y una
generación literaria por ser una de las primeras escritoras de la inmigración en lengua
catalana. A diferencia de las novelas de Scego y Guène, L’ùltim patriarca no está
ambientada en una capital o en una gran ciudad, sino en un contexto provinciano,
probablemente la pequeña ciudad de Vic. Describiendo dos contextos, uno rural y el otro
provinciano, respecto a los polos centrales de la literatura magrebí y catalana, en concreto
un pueblo del Rif y una pequeña ciudad en la provincia de Barcelona, la autora representa
la diversidad lingüístico-literaria de dos periferias culturales. Este componente periférico
está relacionado con una condición social, la clase trabajadora de la autora y su familia y
la representación literaria de esta clase social tanto en el contexto de origen, como en la
sociedad de instalación.

La segunda autora, Igiaba Scego empieza su trayectoria sin tener todavía los capitales
necesarios para tomar distancia de la imagen homogénea y exótica que el mercado
editorial imponía a los autores que contribuyeron a crear un fenómeno de venta en los
años 2000. Con la novela analizada, La mia casa è dove sono (2010), su cuarta novela, la
escritora consigue representar una diversificación de la alteridad lingüístico-literaria,
defendiendo la lucha poscolonial tanto con el italiano, lengua aprendida en la escuela y
heredada por parte de su padre y la tradición oral somalí heredada por parte de su madre.
La autora reivindica su herencia cultural y social, con un italiano que supera el vínculo
esencialista entre lengua y nación, para desafiar una parte de la sociedad italiana que
ignora la enorme súper-diversidad de los colectivos inmigrantes y las diferentes
diversidades literarias de los escritores y escritoras inmigrantes (Vertovec, 2007).

La última autora analizada, Guène, trasforma la banlieue en un espacio simbólico de la


diversidad, utilizando el lenguaje banlieusard, en la cual árabe, slang juvenil, argot y
francés, conviven en la misma representación literaria. La autora replantea la distribución
espacial de la república de las letras, posicionándose en la periferia del centro. Escribe
desde la capital mundial de las letras, pero desde la banlieue, su periferia más

280
estigmatizada. Con esta posición la autora desafía a las instituciones que consideran el
francés literario un bien estable e inmutable, un valor fijado de una vez para siempre,
enfrentándose a las fuerzas que desigualmente distribuyen y atribuyen un valor a este
capital, luchando para cambiarlo. Esta lucha no puede estar vinculada con la relación
entre dos culturas antagónicas en su relación poscolonial, porque su lenguaje literario
pone en cuestión la esencialización que entraña la puesta en circulación y reproducción
de categorías étnicas y nacionales e, incluso, la propia existencia de fronteras lingüísticas
entre el francés de los franceses y el francés de los inmigrantes. La escuela representada
en la novela como centro de control del mercado lingüístico se enfrenta al espacio social
de la banlieue, donde se desafía el binomio “una lengua-un estado” y sobretodo “una
lengua-una etnia”.

9.4. Aportaciones teóricas y metodológicas de las tesis

Las principales aportaciones teóricas y metodológicas de la tesis se refieren a tres puntos,


como se muestra en la siguiente tabla: el replanteamiento del habitus bourdieusiano, la
comprensión transnacional del capital lingüístico literario y el enfoque de género en
relación con la autonomía artística.

Aportaciones teóricas y metodológicas de las tesis

 Replanteamiento del habitus bourdieusiano

Replantear el habitus a partir de una dimensión más plural, dentro del contexto de las
migraciones donde las orientaciones son transnacionales y no están enraizadas a una sola
condición sino a múltiples condiciones: culturales, generacionales, sociales y de género.

 Comprensión transnacional del capital lingüístico literario

Estas autoras inmigrantes han apuntado a una visión del transnacionalismo literario no sólo
en la circulación, sino en la producción, a través de unas novelas donde entran en contacto
diferentes herencias culturales, imaginarios, representaciones y lenguas.

 Enfoque interseccional a la autonomía artística

Comprensión de las condiciones internas y externas al campo que permiten o limitan a la mujer
inmigrante de expresarse, representarse, publicar y posicionarse en el campo literario.

281
Si, según Bourdieu (1979), el habitus es la sociedad inscrita en el cuerpo, con esta
investigación podemos añadir que el habitus de los/las escritores/as son las múltiples
condiciones sociales que a través del efecto de refracción que ejerce el campo de
producción cultural se inscriben en la palabra. En los tres casos analizados, estas
múltiples condiciones se refractan tanto en el capital lingüístico literario como en las
reglas del campo que aceptan y consagran este capital. La migración de la mujer
inmigrante de cultura musulmana no es simplemente el tema de las tres novelas analizadas
sino, sobre todo, la experiencia social traducida en el lenguaje. Esta experiencia traducida
es el resultado entre la interiorización de unas determinadas condiciones económicas,
sociales, de género, generacionales y étnico-culturales y el horizonte de recepción de las
novelas. El habitus de las escritoras no se puede observar solo a partir de los
condicionamientos asociados a un determinado tipo de condición, sino sobre todo a partir
de cómo las escritoras se posicionan respecto a estos condicionamientos dentro del campo
literario. Ser mujer, inmigrante, de clase trabajadora, de cultura musulmana, son unos
conjuntos de disposiciones interiorizadas que informan las percepciones, los sentimientos
y las prácticas de estos sujetos. Estos conjuntos representan el habitus que se reproduce y
evoluciona con la interacción de una estructura social específica, el campo literario. El
habitus de estas escritoras no puede referirse al concepto de habitus homogéneo de
Bourdieu. El habitus de estas escritoras es plural y transnacional. Ha sido necesario
replantear este concepto dentro del contexto de las migraciones, donde las orientaciones
son transnacionales y no están enraizadas a una sola condición, sino a múltiples
condiciones: culturales, generacionales, sociales y de género. El habitus transnacional
orienta una mirada doble o con más orientaciones, del lugar de origen (lengua y cultura),
del lugar de llegada (lengua y literatura), o de un contexto más global (plurilingüismo y
literatura mundial).

Respecto a Las reglas del arte, en esta tesis se superan las fronteras nacionales que
delimitan la unidad de análisis, comparando los tres casos y sus relaciones sin limitar la
observación y el estudio de las prácticas literarias de estas autoras inmigrantes dentro de
las fronteras de un estado-nación. Estas novelas se han convertido en laboratorios
sociológicos útiles para reflexionar sobre el concepto de campo y de capital lingüístico
literario. Además del análisis externo de las condiciones materiales de producción, este
estudio ha investigado la lógica propia del universo de producción simbólico del valor
literario que en este caso, se ha alimentado a través de relaciones transnacionales. Estas

282
autoras inmigrantes han apuntado a una visión del transnacionalismo literario, no sólo en
la circulación, sino en la producción, a través de unas novelas en las que entran en
contacto diferentes herencias culturales, imaginarios, representaciones y lenguas. A partir
de estas cuestiones, ha sido necesario cambiar la lente de observación, replanteando la
teoría del campo literario a través de una comprensión transnacional del capital
lingüístico-literario.

Además de este replanteamiento, se ha introducido en la caja de herramientas teóricas


bourdieusiana un enfoque de género interseccional en la interpretación de las estrategias
de las autoras, es decir, en la comprensión de las condiciones internas y externas al campo
que permiten a la mujer inmigrante expresarse, representarse, publicar y posicionarse en
el campo literario. Así, se han considerado los múltiples factores que han permitido a
estas escritoras inmigrantes enfrentarse a los procesos heterónomos como los vínculos
familiares, comunitarios, el racismo de clase respecto al polo político o las imposiciones
del mercado editorial hacia un exotismo fácilmente reconocible respecto al polo
económico. Estas autoras han podido moverse entre el polo autónomo y heterónomo del
campo a partir de los capitales disponibles en el campo y de sus estrategias. En el polo
autónomo han encontrado un espacio para recrear nuevos lenguajes. En el polo
heterónomo han encontrado un espacio donde se ha promulgado una alteridad homogénea
limitando la representación de una alteridad diversificada.

Relaciones entre polo autónomo y heterónomo

POLO
POLO
HETERÓNOMO
AUTÓNOMO

Nuevas aportaciones Representación de Representación de una Identidad


lingüístico-literarias la diversidad cultura homogénea asignada

Esquema de producción propia.

283
9.5. Nuevas líneas de investigación

Un buen escritor no debería emular a los grandes personajes de la literatura; si quiere ser
como Flaubert no debería seguir las huellas de Frederic, si quiere ser como García
Márquez no debería seguir las huellas de José Arcadio Buendía porque Macondo está
demasiado lejos de París. El sociólogo de la literatura, por su parte, debería antes de
analizar Cien años de soledad comprender la distancia simbólica entre Macondo y París,
es decir, entre el mapa de la imaginación literaria y el mapa real del campo literario. En
este trabajo se ha analizado, por un lado, la geografía poblada de palabras que ha
caracterizado a estas novelas, los lugares representados, las patrias imaginadas, las huellas
que la experiencia migratoria ha dejado en cada palabra. Por otro lado, fuera de los mapas
representados en las novelas, se ha observado el mapa de la república mundial de las
letras, donde estas autoras se han posicionado, los canales donde han circulado sus
novelas, los festivales y premios recibidos. En el estudio del transnacionalismo literario
se desvela la necesidad de estudiar las relaciones entre el campo de producción y el campo
de circulación. Por ejemplo, si pensamos en la literatura del boom latinoamericano, el
campo de producción estaba caracterizado por las localidades sudamericanas
representadas en las novelas que entran en el mundo editorial europeo, aun y así, han sido
París y Barcelona, las dos capitales literarias que han permitido a escritores como
Márquez ser visibles y consagrados. El mismo proceso lo han vivido los escritores
caribeños Cesaire y Walcott, la literatura de estos autores, circulando fuera del contexto
de producción, ha migrado hacia los polos de consagración.

La presente tesis ha permitido abrir nuevas líneas de investigación respecto al


transnacionalismo literario para estudiar las relaciones entre campo de producción y
circulación, subrayando la necesidad de enfocar el estudio hacia los mecanismos que han
determinado la circulación de las novelas analizadas. Aunque este trabajo se ha enfocado
sobre todo en la producción más que en la circulación, ha dejado algunas aportaciones
que pueden ser heredadas por estudios únicamente enfocados a la circulación de las
novelas de las autoras inmigrantes en el campo literario. Las escritoras analizadas en esta
tesis se relacionan con la world literature con algunas características específicas, porque
estas novelas de la segunda generación inmigrante aportan elementos externos a los
contextos nacionales, circulando fuera de estos contextos sin mantener un verdadero
movimiento de circulación transnacional con su cultura de origen. Estas novelas circulan

284
en Europa aportando elementos de la cultura tamazich, somalí o magrebí, pero sin después
circular en los contextos culturales originarios. Así, las relaciones transnacionales entre
lugar de origen y de acogida están más presentes en la producción que en la circulación.
En una comunicación personal realizada para esta investigación, Scego subraya las
dificultades para que sus novelas puedan circular en el contexto editorial somalí y que su
interés ha sido sobretodo llegar a los somalís que viven en Italia, a los inmigrantes y a los
hijos de los inmigrantes. Esta comunicación desvela la necesidad de un estudio sobre el
impacto que las novelas relacionadas con la experiencia migratoria como experiencia
personal han tenido entre la comunidad inmigrante y, por otro lado, las dificultades que
no han permitido a estas obras circular en el contexto cultural originario, como en el caso
de Scego, en Somalia.

Otro canal importante en el estudio de la circulación es la traducción, que no se ha


abarcado en esta investigación. De todas formas, se han observado algunas relaciones
importantes entre la identidad literaria de las autoras y los procesos transnacionales de la
circulación de sus novelas. Por ejemplo, en el caso de Guène (2004), la autora ha
considerado importante la traducción y publicación de su novela, Kiffe kiffe demain, tanto
al inglés como al sueco, para otorgar a su representación literaria de la banlieue un aspecto
universal, superando la imagen estigmatizada que una parte de la crítica francesa le había
puesto.

C’était un immense honneur, et certains éditeurs étrangers, en particulier les pays


scandinaves ou l’Angleterre continuent de me traduire et de suivre mon travail
avec intérêt. Cela m’a réconforté sur l’aspect universel du roman. Et sur le fait,
comme je l’ai dit auparavant, que la banlieue et ses problématiques franco
francaises, ce n’est pas le sujet (Guène, comunicación personal).

En este caso se ha creado una contradicción, casi una paradoja respecto a la teoría de
Casanova (2001), que considera París el meridiano literario que todos los escritores
tendrían que cruzar para ser consagrados en la república mundial de las letras. En el caso
de Guène, la escritora necesita escapar de este polo para trasformar la banlieue en una
metáfora universal, no un espacio estigmatizado por la crítica literaria francesa.

285
Otro nuevo camino que se ha abierto en esta investigación abarca el estudio de las
relaciones entre trayectoria migratoria y trayectoria literaria. La experiencia migratoria
de estas escritoras ha condicionado la escritura y la entrada en el mundo literario, aunque
el mismo éxito y consagración ha condicionado las relaciones creadas por las migraciones
y las maneras de ver estas relaciones. La relación entre migración y literatura se convierte
en una triple relación: experiencia migratoria - novela - cambios en la identificación con
esta experiencia. Por ejemplo, en el caso de El Hachmi, la escritora relaciona sus novelas
con la experiencia migratoria, al tiempo que la entrada en el campo literario cambia su
forma de ver esta experiencia y sus relaciones tanto con su cultura de origen como de su
colectivo inmigrante. El fragmento de entrevista citado más abajo permite comprender
esta relación. La escritora establece un ambiguo proceso de negociación con su origen
inmigrante, se aleja de su comunidad de origen y de la comunidad del lugar donde creció
(Vic), es decir, intenta dejar de ser inmigrante para convertirse en la referente local de la
migración en el campo literario:

La experiencia migratoria en mis novelas es algo más literario que presente, mi mundo
de infancia en Nador o en Vic ya forma parte más del mundo literario que del presente,
esta realidad literaria te da una distancia necesaria para escribir. (...) El problema de esta
comunidad pequeña (Vic) es que establece círculos de relaciones con la comunidad de tu
lugar de origen y con la sociedad de acogida y depende de qué situaciones puede ser muy
limitado. Te da seguridad porque es un lugar muy concreto donde tienes una red de apoyo,
pero te condiciona porque no deja de ser una comunidad pequeña trasladada a un lugar
pequeño y vives con un doble control. (...) Barcelona es el lugar donde ir para dejar de
ser inmigrante, hay una búsqueda universal del anonimato necesario para una hija de
inmigrantes (El Hachmi, entrevista).

Esta aportación podría ser heredada también por un estudio de sociología de la literatura
enfocado exclusivamente a las trayectorias literarias. Se ha observado durante la
investigación, la necesidad de relacionar la experiencia migratoria con la realización de
una novela por parte de las autoras de origen inmigrante y los cambios que la realización,
publicación, circulación y consagración de esta obra determinan en la identidad cultural
y literaria de una escritora.

286
Otra aportación que se puede heredar de esta investigación es la relación privilegiada
entre la literatura de la migración y la observación sociológica. El marco teórico y la
metodología propuestos permiten aprovechar tanto la migración, un objeto de estudio que
permite una reflexión sobre la misma sociología, como la novela, un laboratorio
sociológico que permite despertar una imaginación sociológica sobre la migración. A
estas aportaciones es posible añadir una reflexión más amplia sobre la teoría del campo,
que permite a través de la literatura desmontar las falsas creencias del creador increado,
tanto en el mundo de las letras, como de las ciencias sociales (Bourdieu, 1995). Las
posiciones y la toma de posición tanto de los escritores que se acercan al tema de la
migración como experiencia personal, como de los sociólogos que enfocan sus
investigaciones sobre este tema, están condicionadas socialmente por los procesos
autónomos y heterónomos de los respectivos campos. A lo largo de la investigación se ha
subrayado la diferencia entre las motivaciones y enfoques de un escritor y de un sociólogo
sobre el tema de la migración. Esta diferencia no se caracteriza solo por dos diferentes
enfoques y lenguajes, sino también por las estrategias que permiten a un escritor y a un
sociólogo posicionarse en su respectivo campo. En el campo de las letras, las escritoras
inmigrantes se enfrentan a los procesos heterónomos que orientan a sus prácticas, por
ejemplo escribir sobre un determinado tema exotizado u orientalizado, seguir una
determinada trayectoria editorial. La producción científica en las ciencias sociales,
también se enfrenta a procesos heterónomos al campo, que orientan las investigaciones
hacia determinados objetos de estudio y marcos teóricos a partir de imposiciones externas
al campo de la ciencia, como el campo político, o respecto las nuevas estrategias de
marketing de las academias.

La sociología respecto el tema de la migración necesita siempre más de una reflexión


sobre si misma, tal y como deseaba Sayad (2010), también sobre la autonomía del
investigador y de los procesos heterónomos que lo dominan. En esta investigación se han
desvelado las fuerzas que dominan a las escritoras de origen inmigrante, respecto a una
producción literaria relacionada con la experiencia migratoria. Estas dominaciones son
diferentes a las que podrían orientar a un investigador, de todas formas, el campo literario,
como ha sido en el estudio de Bourdieu (1995), puede despertar una imaginación
sociológica para reflexionar sobre otros campos, como el campo científico. Un objeto
estratégico como la migración, en particular modo sobre la mujer inmigrante, explotado
en el mundo político, científico y artístico, debería ser observado a partir de una reflexión

287
sobre cada campo. Este estudio sobre el campo literario, no permite ser trasladado
completamente a otras observaciones científicas sobre las relaciones simbólicas entre la
migración y por ejemplo, el campo científico o político, pero permite no ignorar las
especificidades de cada campo y como un objeto tan polisémico como la migración ha
podido convertirse en un instrumento de luchas y transformaciones de diferentes
capitales: el capital lingüístico en el campo literario, el capital cultural en el campo
científico y el capital económico y social en el campo de poder.

288
Bibliografía

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300
Anexo

Guion de la entrevista y cuestionarios

Durante la realización de la tesis pude conocer a las tres escritoras en tres contextos
diferentes: en el caso de Guène en el festival de literatura árabe de Londres y en el caso
de El Hachmi y Scego en presentaciones de sus libros. Solo en el caso de El Hachmi, ha
sido posible realizar una entrevista semiestructurada. En los otros dos casos, a un primer
encuentro donde hemos podido empezar una conversación sobre sus actividades como
escritoras, ha seguido un cuestionario, enviado por correo electrónico. Se consideran estas
comunicaciones personales (cuestionarios, conversaciones) o entrevista, un material
complementario a la tesis que se añade a las entrevistas de prensa, tanto para la
reconstrucción de los datos biográficos como de la trayectoria literaria de las autoras. La
entrevista y los dos cuestionarios se adaptaron a las necesidades de la investigación en la
reconstrucción de estos dos datos. Por este motivo, aunque tienen una estructura similar,
hay preguntas específicas para cada autora. La guía ha sido esta: una serie de preguntas
sobre las relaciones entre la trayectoria migratoria y literaria, sobre la autonomía y
heteronomía artística y otras sobre transculturación y transnacionalismo literario.

1. Guion de la entrevista a Najat El Hachmi

Relación trayectoria migratoria – trayectoria literaria

 ¿Qué importancia ha tenido en tu escritura tu experiencia personal con el tema de


la migración?
 ¿La literatura y la escritura, te ayudaron a comprender y relacionarte con la
complejidad de esta experiencia?
 De tus cuatro novelas solo una no habla de temas relacionados con la migración,
La cazadora de cuerpos, ¿más allá del éxito de crítica y de público, como viviste
este cambio?

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Autonomía y Heteronomía

 ¿Has percibido alguna vez presión por parte de tus lectores, editores o críticos
para seguir escribiendo novelas sobre temas de migrantes?
 ¿Has recibido o percibido algún comportamiento racista en el mundo literario,
por ejemplo, por parte de colegas, editores o críticos?
 ¿Crees que una escritora de origen inmigrante hoy en España tiene suficientes
oportunidades para escribir y publicar una novela?
 ¿Crees que una joven que quisiera ser escritora en Marruecos, tendría las mismas
oportunidades que has tenido tú en España?

Família, capital cultural y formas de adquisición

 ¿Cómo reaccionaron tus padres cuando empezaste a escribir novelas?


 ¿Leyeron algunas de tus novelas?
 ¿Qué herencia tienen tus obras de la experiencia migratoria de tus padres?
 ¿En la novela Yo también soy catalana, hablas de dos lenguas hermanas, el
tamazich y el catalán, como conviven estas dos lenguas en tus obras?
 ¿Qué autores, escritores o poetas de la tradición oral marroquíes han sido
importantes en tu formación como escritora?

Transculturación y transnacionalismo literario

 ¿Tienes contactos con el mundo cultural marroquí, has presentado tus novelas en
algún festival en este país?
 La novela El último patriarca, ha sido traducida a diferentes lenguas, ¿qué
importancia tiene para ti ser leída fuera de España?
 Como mencionaste en nuestro primero encuentro, la traducción al italiano de tu
novela L’últim patriarca, ha cambiado totalmente el título y la portada, dándole
una fuerte connotación orientalista. ¿Qué margen de poder tiene el escritor para
enfrentarse a este fenómeno editorial que tiende a segmentar una obra como
orientalista solo por la condición de origen de su autor?

302
 ¿Cómo imaginas a tus lectores, por ejemplo, escribes pensando en un lector
catalán, español, o más un lector europeo?

2. Cuestionario a Igiaba Scego

Relación trayectoria migratoria – trayectoria literaria

 Quale necessità o impulso ti ha spinto a scrivere romanzi?


 Come la tua esperienza migratoria ha condizionato il tuo rapporto con le lingue e le
sue relazioni fra loro?
 Come ha condizionato il tuo rapporto con il lettore?
 Scrivere, pubblicare e ottenere un certo riconoscimento attraverso opere che hanno
toccato il tema dell’immigrazione, hanno cambiato il tuo punto di vista sulla tua
personale esperienza come figlia di inmigranti?
 Molti dei tuoi romanzi ci aiutano a riflettere sulla questione dell’identità, sopratutto
in relazione a una esperienza complessa come le migrazioni contemporanee. La
esperienza che hanno fatto i tuoi genitori e la tua come figlia di immigranti somali,
in che modo credi ha condizionato i tuoi romanzi?
 Dal tuo primo romanzo fino a oggi, come è cambiato il tuo rapporto con la scrittura?

Autonomía y heteronomía

 La letteratura della migrazione è stata associata molto spesso a un fenomeno


letterario emergente durante gli anni 2000, che rapporto hai avuto con questa
categoria/etichetta?
 Credi che il mercato editoriale oggi consente a una donna di esprimersi liberamente
attraverso il romanzo?
 Credi che esistono condizionamenti o limitazioni particolari per le donne di origine
immigrante?
 Quale è stata la tua esperienza personale?

303
Transculturación y transnacionalismo literario

 Secondo te oggi in Europa per un autore di origine somale, è possibile mantenere un


rapporto culturale costante con il suo paese d’origine (per esempio presentare i suoi
libri, organizzare o partecipare a incontri letterari in Somalia)?
 Ti sei mai interessata a questo tipo di rapporti, ne hai mai avuto le possibilità?
 Credi che i tuoi libri siano sufficientemente tradotti in altre lingue?
 Quanto è importante per te questo aspetto?

3. Cuestionario a Faïza Guène.

Relación trayectoria migratoria – trayectoria literaria

 La question de la migration est-elle au cœur de votre travail ?


 Quelle est l'importance de la barrière de la langue dans vos livres ?
 Pourquoi dans tour première livre tu as choisi l’histoire d’une fille marocaine ?

La relación de la autora y su novela con la banlieue

 Just après ton première libre publié, L’International Herald Tribune, t’a appelée.
La Segan de la Banlieue. Quel effet a produit sur toi cette définition ?
 Qu’est-ce que c’était pour toi la banlieue quand as écrit Kiffe kiffe demain ?
 Que-est que ce aujourd’hui ?

Relación de la autora con el mundo cultural francés

 Penses-que qu’il y ait un intérêt particulier des français envers les écrivains
d’origine immigrés, surtout ceux du Maghreb ?
 De Kiffe kiffe demain à Un homme, ça ne pleure pas, dix ans se sont écoules, at-
il y un changement dans tous rapport avec le monde culturel français ?

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Transnacionalismo y transculturación

 As-tu des rapports culturels avec les intellectuels et les écrivains du Maghreb ?
 Dans quels pays du Maghreb as-tu présenté tes livres ?
 Quelle importance a eu pour toi la traduction de tes livres en plusieurs langues ?
 L’accès à une marche international a influencé ta façon d’écrire et de te rapporter
aux lecteurs ?

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