EDUCACIÓN SOCIEDAD Y DESARROLLO - Hugo Díaz - pdf1211
EDUCACIÓN SOCIEDAD Y DESARROLLO - Hugo Díaz - pdf1211
EDUCACIÓN SOCIEDAD Y DESARROLLO - Hugo Díaz - pdf1211
caso de la posibilidad que las personas vivan más años; que vivan mejor y con
más lucidez; que continúen comprendiendo y creando; que se incremente y
acelere la migración de las personas; y que crezcan exponencialmente el
conocimiento, las comunicaciones y las interdependencias. Por otro lado,
aumentan las investigaciones que relacionan el aprendizaje con la potencialidad
del cerebro humano. Hay abundante evidencia respecto a que la capacidad de
aprender del cerebro es durante toda la vida; que se aprende mejor cuanto
más se continúa aprendiendo; que los aprendizajes de nuevos conceptos
abstractos y la exigencia de pensar en la solución de problemas postergan la
pérdida de la memoria; y que casi no existen periodos críticos que repercutan
en la eficacia de un aprendizaje, lo que no quiere decir que no puedan
optimizarse momentos de aprendizaje. Está desechada la teoría de que solo los
niños son capaces de aprender bien las lenguas extranjeras. La adquisición de
vocabulario no conoce de períodos sensibles y puede lograrse óptimamente a lo
largo de toda la vida. Lo importante es estimular y desarrollar en el niño, desde
los primeros meses, bases sólidas y competencias para el aprendizaje
permanente. En un futuro no muy lejano, la esperanza de vida de los adultos
podría llegar a los cien años o más. Los adultos, ahora en edad de retiro,
podrán seguir trabajando, pues sus condiciones físicas y mentales serán
mejores que las actuales. El aprendizaje para el dominio de un oficio, un arte o
desarrollar una actividad social les brindará muchas oportunidades económicas,
les retardará la aparición o el desarrollo de enfermedades neurodegenerativas,
como la demencia senil y, sobre todo, les ayudará a declinar el envejecimiento
cerebral. En cambio, la práctica de rutinas y automatismos ya adquiridos en el
desarrollo de tareas prolongadas en el tiempo reducen el nivel de actividad
cerebral.
niveles de productividad buscan una educación de alta calidad. Para ello, tratan
de refundar las instituciones de enseñanza desde sus cimientos, corregir sus
carencias, prevenir, afrontar riesgos con soluciones creativas, asumiendo el
fracaso como una experiencia temporal. Lo hacen porque el modelo vigente de
institución educativa, ideado con el objetivo de atender a las minorías, no sirve
más. Está basado en esquemas uniformes de enseñanza, donde los estudiantes
siguen una pauta única, aprenden lo mismo, y de la misma manera, y ponen
excesivo énfasis en las humanidades y la formación general tradicional o en la
especialización precoz. Por el contrario, se requieren respuestas educativas
audaces y eficaces que den alta flexibilidad a las dimensiones y contenidos del
qué y cómo enseñar, al mismo tiempo que crean los ambientes de aprendizaje
que permiten el aumento de las capacidades de análisis y síntesis de los
estudiantes y una activa participación en su formación. Todo ello en un
contexto de real autonomía para la gestión institucional; el reconocimiento y
aumento de las redes y comunidades virtuales de aprendizaje, colaboración y
creación; así como el fortalecimiento de las relaciones con la comunidad. Sin
una reingeniería, la institución de enseñanza no podrá atender a cabalidad el
derecho de los alumnos a recibir una atención diferenciada, personalizada y
flexible, que asegure unas bases comunes de aprendizaje, donde se diferencien
sujetos, saberes y prácticas. Es decir, que cada estudiante desarrol le sus
fortalezas y talentos, corrija sus debilidades, forme su personalidad, su
individualidad, su carácter; adquiera y asuma valores y sentidos colectivos.
Caminos de la transformación
Los sistemas educativos caminan hacia transformaciones que van paralelas al
desarrollo científico y tecnológico y a la mutación de los procesos económicos y
de la sociedad en su conjunto. Deben responder a las nuevas demandas de
formación básica y de formación durante toda la vida, implementar nuevas
formas de enseñar y de aprender, de concebir los espacios y los recursos de
aprendizaje, así como las nuevas formas de organizar los servicios educativos.
Cualquier ciudadano del mundo, sin importar su edad, debe tener aseguradas
las oportunidades de permanecer en el circuito del cono- cimiento y el
aprendizaje, es decir, de seguir aprendiendo, de acceder a las diversas
modalidades de educación y formación –formales, no formales o informales;
presenciales, semipresenciales o a distancia–, así como de transitar sin
dificultad de una opción educativa o de ocupación a otra. La elasticidad de los
modelos de enseñanza, combinada con sus atractivos diseños y adaptación a
las necesidades y aspiraciones personales y grupales, aportará decididamente a
la construcción de una ciudadanía activa, a la igualdad de oportunidades, a la
cohesión social duradera, y por tanto, a una estabilidad de las sociedades
basada en la paz y la justicia en todos los ámbitos.
4
Educación, sociedad y trabajo
Competencias indispensables
Las competencias necesarias para actuar y adaptarse permanente- mente a la
sociedad del conocimiento y el avance tecnológico son objeto de estudio por
múltiples organismos y especialistas del mundo de la educación. El consenso
mayoritario sostiene que la formación debe asegurar el dominio de una base
común de competencias, conocimientos, valores, reglas de comportamiento y
actitudes que permitan adaptarse a la diversidad. Ningún estudiante debería ser
promovido de ciclo sin demostrar el dominio de esas habilidades y destrezas;
hacerlo solo significa postergar el alcance de logros formativos y poner en
riesgo la escolaridad futura de los educandos. Las competencias básicas
comunicativas, matemáticas y científicas. La competencia más ansiada por las
naciones es que todos sus ciudadanos puedan, sepan y quieran leer y escribir.
La lectura y la escritura, como instrumentos privilegiados de acceso a la
información y el saber, son un derecho ciudadano, una condición para aprender
y seguir aprendiendo, para pensar ordenadamente, y para insertarse y
participar en democracia en el competitivo mundo laboral. Respecto de las
competencias comunicativas, el español García Garrido destaca la capital
transcendencia de la formación básica al señalar que “la calidad atribuible a los
periodos fundamentales del aprendizaje adulto en sus diversas formas,
comenzando por el aprendizaje propedéutico para estudios superiores y
profesionales, siguiendo por el aprendizaje superior y universitario y terminando
por el conjunto de acciones de aprendizaje permanente, está íntimamente
relacionada con el progreso alcanzado por las competencias comunicativas al
término de la escolaridad obligatoria”. Desarrollar las competencias de lectura y
escritura no basta para la sociedad del conocimiento. Manejar las herramientas
matemáticas y científicas, expresión de los rasgos del pensamiento matemático
y científico, es indispensable para alcanzar una formación académica suficiente
que propicie que los adultos del mañana sean capaces de comprender y aplicar
conceptos, modelos y procesos científicos a los problemas que vayan
encontrando a lo largo de sus vidas. También permite entender toda clase de
asuntos que dan forma a las sociedades modernas, las cuales se basan en gran
medida en los avances tecnológicos y científicos. Competencias para el mundo
laboral. La dinámica de la producción y de la renovación de los empleos será
intensa en los años que vienen. Se estima que más de las dos ter- ceras partes
de las carreras profesionales desaparecerán, mientras que surgirán otras
derivadas del más alto desarrollo tecnológico; por ejemplo, de las ciencias
genómicas, la nanotecnología, los nuevos materiales, la inteligencia artificial y
las que tienen que ver con el conocimiento de formas de vida en otros planetas.
El acercamiento de las instituciones de enseñanza a las empresas favorecerá el
des- cubrimiento de esas nuevas profesiones, la construcción de vías de
5
Educación, sociedad y trabajo
6
Educación, sociedad y trabajo
8
Educación, sociedad y trabajo
9
Educación, sociedad y trabajo
10
Educación, sociedad y trabajo
impunidad y sin reglas; que existen diferencias entre el bien y el mal, entre lo
legal y lo prohibido, entre los derechos y los deberes.
12
Educación, sociedad y trabajo
El punto de partida
Frente a los cambios impresionantes que se viven en todo orden de
dimensiones la pregunta que se plantea es si los sistemas educativos en
Iberoamérica siguen el ritmo de los cambios. Por un lado se observan progresos
notorios en la escolarización de la población respecto de lo que era hace pocas
décadas, lo que ha permitido una elevación del nivel educativo de la población.
Sin embargo, el nudo crítico continúa siendo la calidad y pertinencia de la
educación. Es cierto, los resultados de las pruebas nacionales e internacionales
que meden el rendimiento de los estudiantes no nos dejan bien parados. En
pruebas como PISA los países latinoamericanos que participan se ubican
mayoritariamente en el tercio inferior, con muy bajos porcentajes de
estudiantes que superan los niveles de rendimiento mínimos indispensables. La
preocupación persiste cuando se analizan los resultados de las pruebas
nacionales que generalmente miden las competencias lectoras, matemáticas y
de ciencias. Tan grave como esta deficiencia de aprendizaje es la que
encuentran los empresarios que reclutan demandantes de empleo. Ellos
renuevan constantemente sus tecnologías de producción y tienden con más
intensidad al uso de tecnologías como la robótica para aumentar sus
rendimientos y productividad. En segundo lugar, es creciente el número de
actividades ocupacionales que transita de actividades rutinarias, manuales y
que demandan poco ejercicio del intelecto hacia actividades no rutinarias,
interactivas e intelectuales. Aumenta la demanda de capital humano con
formación de nivel superior. Frente a estos cambios la capacidad de reacción de
los sistemas educativos es lenta. Der allí la queja de los empresarios de recibir
postulantes a un empleo con déficit de formación en habilidades
socioemocionales y de comportamiento interpersonal.
14