Pedagogía Unidad 1, 2 y 3
Pedagogía Unidad 1, 2 y 3
Pedagogía Unidad 1, 2 y 3
RESUMEN
- Pedagogía y Seguridad e Higiene.
- Capítulo 1.
- Capítulo 2.
- Capítulo 3.
¿QUÉ ES ENSEÑAR?
Se puede definir la enseñanza como una actividad intencional, diseñada y orientada por el
docente para dar lugar al aprendizaje de los alumnos dentro de un contexto institucional.
Implica una situación inicial en la que se da una asimetría entre docente y alumnos con
respecto al saber que se pretende enseñar, o a las capacidades a desarrollar.
Tiene lugar dentro de un marco socio-institucional (centro de formación profesional,
empresa, sindicato, taller).
Posee una intencionalidad; procura alcanzar los objetivos previamente formulados.
Implica organizar situaciones de aprendizaje (contenidos, actividades, materiales
curriculares) adecuadas a los distintos objetivos, sujetos y contextos.
Requiere el compromiso de los participantes, dado que la sola presentación de los
contenidos por parte del docente, no alcanza para promover el aprendizaje.
Es una actividad de cooperación, en la que el docente aplica estrategias de enseñanza
para estimular y orientar el proceso de cambio del alumno.
Supone la utilización de procedimientos de revisión y de control del proceso, que
permiten su retroalimentación.
En primer lugar, al enseñar se establece una relación peculiar entre los docentes y el saber que
enseñan.
En segundo lugar, la enseñanza implica una relación interactiva mediante la cual, el docente
orienta al alumno en el desarrollo de un saber-hacer fundamentado.
En tercer lugar, el proceso de enseñanza genera relaciones entre el alumno y aquellos saberes
que el docente pretende enseñar.
La enseñanza comprende múltiples relaciones entre el docente, los alumnos y el saber a ser
enseñado, con el propósito de promover el desarrollo de las capacidades previstas en los
objetivos. Constituye un proceso que se desenvuelve dentro de un entramado de relaciones
(aula, taller, laboratorio, empresa) y que está inserto, a su vez, en un contexto institucional y
social más amplio que condiciona la situación de aprendizaje.
Primera perspectiva
El propósito, sentido y forma de realizar la evaluación, deberán ser coherentes con el enfoque,
los objetivos y las estrategias de enseñanza desarrollada.
Segunda perspectiva
La evaluación del desempeño del rol docente constituye un requisito indispensable para el
desarrollo profesional en el marco del autoperfeccionamiento y la mejora continua.
En la Formación Profesional, por lo general, los alumnos son adultos con saberes y experiencias
previas, que participan o han participado del mundo del trabajo.
Sin embargo, hay otras características de los adultos que pueden obstaculizar el aprendizaje.
Las experiencias negativas vividas en la educación formal o en determinados trabajos, por
ejemplo, pueden haber provocado frustraciones y afectado la imagen que tienen de ellos
mismos, su seguridad y su confianza para iniciar nuevos aprendizajes.
Los responsables de la Formación Profesional son actores sociales ligados al mundo del trabajo
que diseñan y desarrollan un conjunto de dispositivos para posibilitar y orientar la Formación
Profesional en cada contexto.
Podemos sintetizar su rol diciendo que el docente en Formación Profesional interviene,
acompaña, ayuda a formar; es un formador.
La Formación Profesional, sea cual fuere el ámbito en el que se concrete, implica el desarrollo
y la puesta en práctica de un diseño curricular previamente elaborado, cuyo marco de
referencia está constituido por las características del desempeño del rol ocupacional que se
pretende formar.
Esta concepción de aprendizaje, aún vigente en la práctica, sirvió de base a una metodología
de enseñanza que considera al educando un receptor y al docente un transmisor de los
conocimientos que el alumno debe grabar.
SE APRENDE HACIENDO
Esta concepción de aprendizaje dio lugar, durante la década del 40, al surgimiento de una
metodología de enseñanza basada en la actividad, el interés y la libertad del alumno. Este
nuevo enfoque pedagógico se denominó escuela nueva.
El enfoque Asociacionista surge a fines del siglo XIX (Watson, 1878-1958) y se prolonga
durante todo el siglo XX mediante distintas investigaciones (Thorndike, Skinner). Sostiene que
el aprendizaje es un proceso cuyos resultados son las nuevas conductas del alumno que se
pueden observar. Por ejemplo, el alumno aprende a ejecutar los pasos de una técnica, a
enumerar verbalmente los nombres de las partes de un equipo, etc.
El nombre de este enfoque se debe a que considera que el proceso de aprendizaje, se produce
mediante asociaciones de estímulos y respuestas. El sujeto recibe un estímulo, ensaya distintas
respuestas, descarta las que considera erróneas y, mediante la acumulación de tentativas, se
produce gradualmente la asociación entre el estímulo y la respuesta correcta.
Podríamos resumir esta postura diciendo que se aprende respondiendo ante estímulos
mediante la ejercitación, la práctica y el refuerzo que permite afianzar las respuestas correctas,
corregir errores y llegar al resultado esperado.
CONTRUCTIVISMO
Asimilación: Los esquemas mentales de los que dispone el sujeto en cada etapa de su
desarrollo, le permiten asimilar los objetos externos del medio.
COGNITIVISMO
Los enfoques cognitivos sostienen que el sujeto aprende cuando comprende. Es decir, cuando
puede percibir relaciones en una situación, puede entender un problema como un todo
integrado y puede relacionar, en una tarea, los medios con los fines. Asimismo, aprende
cuando esa comprensión se expresa en la resolución de problemas, en la toma de decisiones,
en el diseño y en la gestión de proyectos.
Uno de los aportes de J. Bruner2 desde el punto de vista de la enseñanza, es su teoría de que
el aprendizaje tiene lugar mediante un proceso de descubrimiento que el alumno realiza -con
la orientación del docente- y que está basado en la resolución de problemas.
Al igual que Piaget, Bruner sostiene que el verdadero aprendizaje se produce cuando el
alumno descubre nuevos conceptos o nuevas formas de hacer. Pero difiere de él en que
considera que no es un descubrimiento libre del sujeto que aprende. En la enseñanza formal,
los conceptos que permiten comprender las distintas situaciones son descubiertos mediante
el diálogo docente-alumno-pares.
El docente orienta el proceso de descubrimiento, plantea problemas que los alumnos deben
resolver, ayuda y guía durante la resolución. Bruner denominó andamiaje a esta
intervención del docente.
Las investigaciones de Ausubel, dentro de los enfoques cognitivos, tienen gran importancia
para la tarea docente pues se refieren específicamente al aprendizaje realizado en un contexto
educativo, en el marco de una situación de enseñanza.
Ausubel dio gran importancia a los procesos por los cuales los saberes previos del sujeto que
aprende, cambian y se reestructuran al integrarse con los nuevos conocimientos. “De todos los
factores que influyen en el aprendizaje, el más importante consiste en lo que el alumno ya
sabe” (D. Ausubel, 1976).
El aprendizaje significativo es una construcción intencional por la cual el sujeto que aprende,
establece relaciones sustantivas y no arbitrarias entre los nuevos conocimientos y los que ya
posee.
El estilo cognitivo es la forma particular que usa cada sujeto para pensar y relacionarse con la
realidad. Por ejemplo, algunas personas son más detallistas; otras buscan comprender; otras
son curiosas; otras son más lógicas. Estas características dependen de disposiciones naturales,
pero también de experiencias de aprendizaje vividas por el sujeto.
L. ViGOTSKY
Cuando la organización social del aprendizaje favorece la interacción y cooperación entre los
aprendices para fijar metas conjuntas y buscar en común medios para alcanzarlas, se
obtienen mejores resultados que con actividades de aprendizaje individual. Pozo, Ignacio.
(2000).
ALGUNOS DE LOS PRINCIPIOS QUE PUEDEN SERVIR DE BASE PARA LA ENSEÑANZA SON LOS
SIGUIENTES:
El proceso de aprendizaje tiene lugar cuando el sujeto percibe un conflicto cognitivo, los
esquemas de los que dispone no le permiten comprender la realidad y lo motivan a proponer
otras explicaciones y a comenzar un proceso gradual de cambio de estructuras.
El docente puede promover el aprendizaje detectando el nivel de desarrollo real del alumno al
inicio del proceso y orientándolo para que pueda construir estructuras de pensamiento, acción
y decisión cada vez más complejas, de acuerdo con sus potencialidades.
Eric Eriksson (1981) estableció ocho períodos evolutivos, de los cuales los tres últimos
corresponden a la etapa adulta: juventud, adultez y madurez. El valor de estos estudios
consiste en que rompen con una concepción estática de la adultez, reconocen y analizan una
evolución, y distinguen períodos con características propias y diferenciadas de la niñez y de la
adolescencia.
La nueva concepción del adulto sirve de base para implementar la formación profesional como
un proceso continuo mediante el cual, el sujeto, en un esfuerzo de superación permanente,
desarrolla y se compromete con la mejora en todas sus dimensiones: humana, social, laboral.
El concepto de inteligencia, según este nuevo enfoque, se amplía: no consiste sólo en procesos
cognitivos generales, sino que incluye conocimientos sociales y mecánicos, visualización y
razonamiento espacial, certeza en la percepción y realización motora, capacidad de resolver
problemas en un medio sociocultural concreto.
EL ADULTO PUEDE APRENDER DURANTE TODA SU VIDA, POR ELLO ES IMPORTANTE QUE
APRENDA A APRENDER
“El aprendizaje adulto no se refiere sólo al conocimiento, abarca otras dimensiones de la vida
personal. Comprende la adquisición y práctica de nuevas metodologías, nuevas destrezas,
nuevas actitudes y nuevos valores, necesarios para vivir en un mundo en constante cambio. El
aprendizaje es el proceso por el que el hombre se prepara para hacer frente a nuevas
situaciones". Botkin, Elmandjra y Malitza (1979).
En coherencia con los enfoques sociohistóricos, existen teorías que profundizaron el estudio de
la influencia que tienen los antecedentes personales y laborales, así como la historia de vida -o
biograficidad- en la motivación, en el proceso y en los resultados del aprendizaje del adulto. El
aprendizaje será significativo para el adulto en la medida en que responda a su historia, a sus
intereses, sus saberes, sus experiencias, sus patrones de interpretación, sus concepciones
personales. Por ello, el docente deberá vincular los nuevos aprendizajes con estos
antecedentes.
La autonomía es uno de los factores que caracteriza el aprendizaje de los adultos. Implica que
la persona adulta:
El docente deberá considerar este rasgo del adulto y ofrecer la posibilidad de que sea él mismo
quien proponga y organice sus tiempos y modos de aprender, dentro de criterios establecidos.
B. Holmberg (1985) define la educación como una conversación didáctica guiada, orientada
hacia el aprendizaje.
La relación positiva entre alumnos y profesores promueve placer en el estudio y
motivación, que favorecen el logro de metas.
El diálogo favorece que los mensajes se recuerden con mayor facilidad.
Cuanto mayor es el sentimiento de relación personal con el docente y de participación
en el tema, mayor es la motivación y el compromiso de los alumnos.
Cuanto mayor es el interés del docente en que el aprendizaje sea relevante para el
alumno, mayor es su participación personal.