Tesis Anibal Aguayo

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PREVALENCIA DEL SÍNDROME METABÓLICO EN

UNA POBLACIÓN DE NIÑOS OBESOS EN EL PAÍS


VASCO, SU RELACIÓN CON LA RESISTENCIA A LA
INSULINA, LAS ADIPOQUINAS Y GHRELINA

TESIS DOCTORAL

Aníbal Agustín Aguayo Calcena

2011

Esta obra está bajo una licencia Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 3.0 Unported
A mi familia
Este proyecto fue financiado con ayudas del:
Proyecto TRIGR (Trial to Reduce IDDM in Genetically at Risk) National Institut
of Health 5UO1- HD040364-10
CIBERDEM. (Ciber de Diabetes y enfermedades metabólicas asociadas)
Proyecto: Evaluación del síndrome metabólico en niños obesos, estudio genético y
su relación con la enfermedad. Departamento de Sanidad del Gobierno Vasco
(2005111059)
Beca del Departamento de Educación, Universidad e Investigación de la
Universidad del País Vasco IT-472-07
Fundación IKERTU
Hay que destacar la contínua y generosa ayuda económica de PFIZER. S.A.
Agradecimientos

Agradecimientos

Al final de este proyecto, me detengo a pensar en el esfuerzo que ha


representado y veo a las personas que han colaborado para la realización del mismo.
Aunque lleve mi nombre, en realidad es de todas las personas que de una u otra manera
han participado. A todas ellas quiero agradecerles de todo corazón su ayuda y apoyo.
Cuando se citan nombres, siempre se corre el riesgo de olvidar a algunas de ellas, si eso
ocurre por favor disculpen...

En primer lugar a mis dos directores, al Profesor Luis Castaño y la Dra. Amaia
Vela, por sus consejos y sus enseñanzas en el campo de la Endocrinología Infantil y la
Investigación. Por su paciencia, amistad y preocupación por mi bienestar.

Al Profesor Pedro Martul por haberme permitido cumplir el sueño de estar aquí
y acogerme en el Hospital de Cruces para formarme en Endocrinología Infantil e
Investigación, además de su trato siempre amable, su amistad y su preocupación
constante hasta el día de hoy.

A la Dra. Itxaso Rica Jefa de la Sección de Endocrinología Infantil en el


Hospital de Cruces por su amistad, apoyo y consejos. Además de permitirme continuar
en la sección, sin el cual no hubiera sido posible la finalización de este proyecto.

A la Profesora Sonia Gaztambide Jefa del Servicio de Endocrinología y


Nutrición del Hospital de Cruces por su apoyo y aliento constante para llevar a cabo
este proyecto.

A mis compañeras/os de la Sección de Endocrinología Pediátrica del Hospital de


Cruces con las cuales siempre me sentí muy cómodo, como si fuera mi segunda familia.

A Gema Grau por su amistad y su colaboración en el control de los niños que


acudieron a las consulta.

A las enfermeras Paloma Jiménez y Amaia Palmero por su amistad y su


colaboración para la realización de este proyecto. Aunque fue una carga mas a sus
Agradecimientos

múltiples responsabilidades, en todo momento presentaron la mejor predisposición para


ayudarme.

A Chus Sánchez que siempre tenia un café a mano para invitar y a quien recurría
cuando necesitaba las historias clínicas.

A Federico Vazquez por su predisposición para ayudarme con los problemas que
se presentaban para la edición del texto.

A los compañeros de otros centros hospitalarios que han participado aportando


los pacientes las Dras. Concepción Fernández (Hospital de Basurto), Elizabeth Blarduni
(Hospital de Zumárraga) y el Dr. Javier Núñez (Hospital de Mendaro)

Al Hospital de Cruces, al Laboratorio de Hormonas, a su Jefa la Dra. María


Ángeles Busturia y en especial a la Dra. Angelines Aniel-Quiroga, a la enfermera Ana
Isabel Villanueva y Charo Reparaz, a las auxiliares Lucia Rodiño e Isabel Francés por
su ayuda para la determinación de las adipoquinas y su colaboración en otros proyectos
que hemos realizado de forma conjunta.

A todo los compañeros de la Unidad de Investigación del Hospital de Cruces. A


Ana Sanz quien me ayudo desde el primer día para el manejo dentro del laboratorio y
que junto con Ana Quintanilla colaboraron para el almacenamiento de las muestras.

A Ramón Bilbao por su ayuda cuando daba los primeros pasos en el manejo de
las bases de datos y a quien recurría cuando tenia alguna duda sobre ellas.

A la Dra. Guiomar Pérez de Nanclares y a Intza Garín por ayudarme a entender


la genética de la obesidad y por la realización del estudio de las mismas.

A Teba González Frutos por su ayuda para la educación de los niños obesos y
sus familias, además de su predisposición permanente en todo lo referente a la obesidad
en los niños.
Agradecimientos

A Javier de las Heras por su colaboración para el manejo de los datos


estadísticos.

A Lorea Martínez Indart por su ayuda y enseñanza en el manejo del programa


estadístico sin cuya paciencia hubiera sido muy difícil la realización de los análisis
estadísticos más complejos, que me han permitido enriquecer un más este trabajo.

A los pacientes y sus familias, por su desinteresada colaboración para participar


en este proyecto.

Por último a Gladys Reyes, Gorka Miranda, Nelson Quiñonez, Ana Araujo, mis
amigos y a toda mi familia por su apoyo, y comprensión para la realización de este
proyecto.
Índice

ÍNDICE..................................................................................................................... i
GLOSARIO ............................................................................................................. v
RESUMEN ........................................................................................................... viii
1. INTRODUCCIÓN ............................................................................................... 1
1.1. VALORACIÓN DEL ESTADO NUTRICIONAL ........................................ 2
1.1.1. MÉTODOS INDIRECTOS ...................................................................... 2
1.1.1.1. Antropometría..................................................................................... 2
1.1.1.1.1. Índice de masa corporal ................................................................ 2
1.1.1.1.2. Perímetro de cintura ..................................................................... 3
1.1.1.1.3. Pliegues cutáneos.......................................................................... 4
1.1.2. MÉTODOS DIRECTOS .......................................................................... 5
1.1.2.1. DEXA ................................................................................................. 5
1.1.2.2. Imagen de resonancia magnética ........................................................ 5
1.1.2.3. Análisis por bioimpedancia eléctrica .................................................. 5
1.1.2.4. Plestimografía por desplazamiento de aire ......................................... 6
1.2. LA OBESIDAD.............................................................................................. 6
1.2.1. Definición de la obesidad ......................................................................... 6
1.2.2. Epidemiología de la obesidad infantil ...................................................... 8
1.2.3. Etiología de la obesidad.......................................................................... 10
1.2.3.1. Factores genéticos............................................................................. 10
1.2.3.1.1. Genes de la vía de la señalización de la leptina.......................... 11
1.2.3.1.2. Variaciones alélicas comunes que pueden afectar el
balance energético ...................................................................... 13
1.2.3.1.3. Síndromes genéticos asociados con obesidad ........................... 15
1.2.3.2. Factores ambientales ........................................................................ 16
1.2.4. El Tejido adiposo como órgano endocrino ............................................ 18
1.2.4.1. Adiponectina..................................................................................... 19
1.2.4.2. Leptina .............................................................................................. 20
1.2.4.3. Resistina ........................................................................................... 23
1.2.5. El tejido adiposo y la inflamación .......................................................... 24
1.2.5.1. Proteína quimiotáxica de monocitos ................................................ 25
1.2.5.2. Factor de necrosis tumoral α............................................................. 25
1.2.5.3. Interleukina 6 .................................................................................... 25
1.2.5.4. Proteína C reactiva .......................................................................... 26

i
Índice

1.2.5.5. Proteína de unión al retinol............................................................... 27


1.2.5.6. Inhibidor del activador del plasminogeno-1 ..................................... 27
1.2.6. Mecanismos de regulación del apetito y la saciedad .............................. 28
1.2.7. Complicaciones de la obesidad en la edad pediátrica............................. 38
1.3. LA INSULINA ............................................................................................. 47
1.3.1. Síntesis de insulina. ................................................................................ 47
1.3.2. Acción de la insulina .............................................................................. 47
1.3.3. El receptor de la insulina y sus sustratos ................................................ 49
1.3.4. Principales vías de señalización de la insulina ....................................... 50
1.3.5. Resistencia a la insulina.......................................................................... 52
1.3.5.1. Determinación de la resistencia a la insulina................................... 53
1.4. EL SÍNDROME METABÓLICO ................................................................ 57
1.4.1. Definición ............................................................................................... 57
1.4.2. El síndrome metabólico en la población adulta ...................................... 57
1.4.3. El síndrome metabólico en la población pediátrica ................................ 62
1.4.4. Fisiopatología del síndrome metabólico ................................................. 66
1.4.4.1. La obesidad y la resistencia a la insulina......................................... 66
1.4.4.2. El estrés del retículo endoplasmático y la resistencia a
la insulina en el adipocito ................................................................. 67
1.4.4.3. Estrés oxidativo mitocondrial y la resistencia a la insulina .............. 68
1.4.4.4. Los ácidos grasos libres y la resistencia a la insulina ....................... 69
1.4.4.5. Los ácidos grasos libres y la inflamación ......................................... 71
1.4.4.6. La resistencia a la insulina en el tejido adiposo................................ 71
1.4.4.7. La resistencia a la insulina en hígado ............................................... 72
1.4.4.8. La resistencia a la insulina en músculo ............................................ 73
1.4.5. Criterios del síndrome metabólico.......................................................... 73
1.4.5.1. El síndrome metabólico y la obesidad abdominal ........................... 73
1.4.5.2. El síndrome metabólico y la hipertensión arterial ............................ 74
1.4.5.3. El síndrome metabólico y la dislipidemias ....................................... 76
1.4.5.4. El síndrome metabólico y la alteración del metabolismo
hidrocarbonado. ................................................................................ 77
1.4.5.5. El síndrome metabólico y el ácido úrico ......................................... 78
1.4.5.5.1. La resistencia a la insulina y la hiperuricemia........................... 78
1.4.5.5.2. La hipertensión arterial y la hiperuricemia ................................. 79

ii
Índice

1.4.6 Implicaciones clínicas del síndrome metabólico. .................................... 79


1.4.6.1. Riesgo de enfermedad cardiovascular ............................................. 79
1.4.6.2. Riesgo de diabetes mellitus tipo 2. ................................................... 81
2. OBJETIVOS ...................................................................................................... 83
3. POBLACIÓN, DISEÑO Y MÉTODOS ........................................................... 85
3.1. Población ...................................................................................................... 86
3.2. Diseño ........................................................................................................... 87
3.2.1. Protocolo de estudio .................................................................................. 87
3.3. Métodos ........................................................................................................ 88
3.3.1. Antropometría......................................................................................... 88
3.3.2. Valoración clínica ................................................................................... 89
3.3.3. Determinaciones analíticas .................................................................... 89
3.3.3.1. Estudio del metabolismo hidrocarbonado ........................................ 91
3.3.4. Determinación del índice de resistencia a la insulina ............................. 91
3.3.5. Determinación del índice de sensibilidad a la insulina........................... 91
3.3.6. Definición del síndrome metabólico....................................................... 92
3.3.7. Variación del IMC en el control anual ................................................... 93
3.4. Análisis estadístico ....................................................................................... 93
4. RESULTADOS ................................................................................................. 95
4.1. Resultados al inicio del estudio .................................................................... 96
4.1.1. Distribución de la población según la severidad de la obesidad ........... 96
4.1.2. Comparación de los parámetros clínicos y analíticos según el sexo… .. 97
4.1.2.1. Parámetros clínicos ........................................................................... 97
4.1.2.2. Parámetros bioquímicos y hormonales ............................................. 98
4.1.3. Comparación de los parámetros clínicos y analíticos según el
estadio puberal ........................................................................................ 99
4.1.3.1. Parámetros clínicos ........................................................................... 99
4.1.3.2. Parámetros bioquímicos y hormonales ........................................... 100
4.1.4. Prevalencia del síndrome metabólico y sus criterios ............................ 102
4.1.4.1. Prevalencia de los criterios del síndrome metabólico según
sexo y estadio puberal .................................................................... 103
4.1.4.2. Prevalencia de los criterios del síndrome metabólico según
la edad ............................................................................................. 104
4.1.4.3. Descripción de la población con SM y sin SM ........................... 105

iii
Índice

4.1.5. Acción de la insulina ............................................................................ 107


4.1.5.1. Prevalencia de la resistencia a la insulina según el índice
HOMA- IR y de sensibilidad según el índice QUICKI-IS ............ 107
4.1.5.2. Parámetros clínicos y analíticos en las poblaciones con y sin
resistencia a la insulina ................................................................... 108
4.1.6. Relación de los criterios del síndrome metabólico, con las
adipoquinas, ghrelina e insulina .......................................................... 110
4.2. Resultados del seguimiento de los niños obesos ..................................... 115
4.2.1. Evolución del IMC de los niños a los seis meses y en el control
anual ..................................................................................................... 115
4.2.2. Evolución del síndrome metabólico y sus criterios en el control
anual. ................................................................................................... 117
4.2.3. Variación de los criterios del síndrome metabólico, las
adipoquinas, ghrelina e insulina en el control anual............................ 118
4.2.4. Variación de los criterios del síndrome metabólico, las
adipoquinas, ghrelina e insulina tras disminución del IMC.. ............ .119
5. DISCUSIÓN .................................................................................................... 122
6. CONCLUSIONES ........................................................................................... 150
7. BIBLIOGRAFÍA ............................................................................................. 152
8. ANEXO ........................................................................................................... 198

iv
Glosario

Glosario de abreviaturas y símbolos

AACE: American Association of Clinical Endocrinology


ADA: American Diabetes Association
AEP: Asociación Española de Pediatría
AGA: Alteración de la glucemia en ayunas
AGL: Ácidos grasos libres
AgRP: Péptido relacionado con Agouti
AKT: Protein Kinasa B
AMG: Alteración del metabolismo de la glucosa
APO A: Apolipoproteína A
APO B: Apolipoproteína B
ARC: Núcleo arcuato del hipotálamo
ATGL: Adipose triglyceride lipase
MSH-α: Hormona estimulante de los melanocitos
BIA: Análisis por bioimpedancia electrica
BDNF: Factor neurotrópico derivado del cerebro
CAP: Proteína adaptadora
CART: Transcriptor relacionado con la anfetamina y
cocaína
CETP: Cholesteryl ester protein transfer
CCK: Colescitoquinina
CRF: Factor hipotalámico liberador de ACTH
CT: Colesterol total
DAG: Diacilglicerol
DM1: Diabetes mellitus Tipo 1
DM2: Diabetes mellitus Tipo 2
DEXA: Dual-energy X ray absorptionatry
EEUU: Estados Unidos de América
EGIR: European Group for the study of Insulin Resistance
ECV: Enfermedad cardiovascular
ELISA: Enzimoinmunoanálisis
FSIVGTT: Frequently sampled intravenous glucose tolerance

v
Glosario

GIP: Polipéptido inhibidor gástrico


GLP-1: Glucagon like peptide-1
GOT: Glutámico oxalacético transaminasa
GPT: Glutámico pirúvico transaminasa
HTA: Hipertensión arterial
HSL: Lipase hormone sensitive
HDL-c: Lipoproteína de elevada densidad
HOMA: Homeostatic Model Assessment
IDF: International Diabetes Federation
ITG: Intolerancia a la glucosa
IMC: Índice de masa corporal
IMC-z: Índice de masa corporal en z-score
IOTF: International Obesity Task Force
IGF-1: Factor de crecimiento insulínico tipo 1
IL-2: Interleukina 2
IL-6: Interleukina 6
IL-8: Interleukina 8
IRS: Sustrato del receptor de la insulina
IR: Insulino resistencia
IS: Insulino sensibilidad
JNK: c-Jun N-terminal Kinasas
LHA: Área lateral del hipotálamo
LDL-c: Lipoproteína de baja densidad
LPL: Liprotein lipase
MCP-1: Proteína quimiotáxica de los monocitos
MC3R: Receptor de melanocortina 3
MC4R: Receptor de melanocortina 4
NADPH: Nicotinamida Adenina Dinucleótido
Fosfato
NCP-ATP III: Adult Panel Treatment Panel III National
Cholesterol Education Program
NFKB: Factor nuclear de transcription Kappa
NHBPEP: Nacional High Blood Pressure Education Program

vi
Glosario

NHANES III: Third National Health and Nutrition Examination


Survey
NPV: Núcleo paraventricular del hipotálamo
NPY: Neuropéptido Y
MHC: Hormona de concentración de melanina
OMS: Organización Mundial de la Salud
ONS: Óxido nítrico
PAI-1: Inhibidor 1 del activador del plasminógeno
PYY: Péptido YY
PC: Perímetro de cintura
PCR: Proteína C reactiva
PKC: Proteína kinasa C
PPAR-γ: Peroxisome proliferator activated receptors γ
POMC: Proopiomelacortina
QUICKI-IS: Quantitative insulin sensitivity check index
RBP4: Retinol binding protein 4
RE: Retículo endoplasmático
RI: Resistencia insulínica
RMN: Resonancia magnética nuclear
ROS: Especies reactivas de oxigeno
SENC: Sociedad Española de Nutrición Comunitaria
SEEDO: Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad
SM: Síndrome metabólico
SNC: Sistema nervioso central
TAC: Tomografía axial computarizada
TAD: Tensión arterial diastólica
TAS: Tensión arterial sistólica
TG: Triglicéridos
TNF-α: Factor de necrosis tumoral alfa
TTOG: Test de tolerancia oral a la glucosa
VLDL: Lipoproteínas de muy baja densidad

vii
Resumen

RESUMEN

El síndrome metabólico es un conjunto de alteraciones antropométricas, clínicas


y bioquímicas que predisponen al desarrollo de la enfermedad cardiovascular
arterioesclerótica y a la diabetes mellitus tipo 2 a lo largo de la vida. En la asociación
entre la obesidad y el síndrome metabólico, la resistencia a la insulina es clave porque
constituye el sustrato fisiopatológico sobre el cual se desarrolla el síndrome. También
las adipoquinas y citoquinas pueden influir para el desarrollo del mismo.

Este trabajo tiene como objetivo conocer la prevalencia del síndrome metabólico
y observar la relación que existe entre los componentes del síndrome con la resistencia a
la insulina, las adipoquinas y la ghrelina en una población de niños obesos del País
Vasco y observar si tras la disminución del IMC existen diferencias en la prevalencia
del SM y en los niveles plasmáticos de las adipoquinas, ghrelina e insulina.

Se han estudiado 136 pacientes con edades comprendidas entre los 6-15 años
con el diagnóstico de obesidad. El criterio de inclusión fue la presencia de una obesidad
primaria definida como un índice de masa corporal (IMC) ≥ 2 SDS expresado en Z-
score para la edad y el sexo, utilizando como referencia las tablas para la población del
País Vasco de la Fundación Orbegozo. La obesidad además se clasificó en obesidad
leve (≥ 2 y <3 SDS), obesidad moderada (≥ 3y <4 SDS) y obesidad severa (≥ 4SDS). Se
excluyeron los niños que presentaban una obesidad de causa secundaria. Para la
definición del síndrome metabólico se utilizaron los criterios propuestos por la
International Diabetes Federation (IDF) para la población pediátrica.

La edad media de los niños participantes fue de 10,3 ± 2,3 años (r: 6,2-14,5).
Con un IMC de 3,8 ± 1,4 SDS (r: 2-11,9). La distribución de los niños según la
severidad de la obesidad fue obesidad leve 31%, obesidad moderada 37% y obesidad
severa 32%. La distribución por sexo fue 57% varones (77 pacientes) con una edad
media de 10,5 ± 2,3 años (r: 6,2-14,2) y 43% mujeres (59 pacientes) con una edad
media de 10,1 ± 2,3 años (r: 6,2-14,5). No se observaron diferencias en la edad según el
sexo. La prevalencia del síndrome metabólico en la población estudiada fue del 2,9%
(cuatro pacientes). Aunque observamos que el 24,3% de los niños presentaron dos
criterios del SM, el 70% un criterio y el 2,9% ningún criterio. Cuando consideramos

viii
Resumen

exclusivamente la población de niños mayores de 10 años (n= 77), la prevalencia del


SM fue del 5,2%.

En el análisis de los criterios que componen el síndrome metabólico


encontramos que el HDL-c estaba disminuido en el 14% de los pacientes y estaban
aumentados, la glucemia en ayunas en un paciente, los triglicéridos en el 4,4% de los
pacientes, la tensión arterial sistólica en el 11,8% de los pacientes y la tensión arterial
diastólica en 2 pacientes. Igualmente el 96,3% de los pacientes presentaron un perímetro
abdominal igual o mayor al percentil 90. Tras la realización de un TTOG que
consideramos como un criterio adicional, encontramos alteración del metabolismo
hidrocarbonado en el 9,6% de los pacientes (13 niños) presentando todos ellos
intolerancia a la glucosa (ITG), sólo un niño presentó además alteración de la glucemia
en ayunas (AGA). Cuando comparamos la frecuencia de los criterios del SM según el
sexo, no se observaron diferencias. En cambio los niños prepuberales presentaron una
menor frecuencia de HDL-c bajo y los puberales una mayor frecuencia de tensión
arterial sistólica elevada

La prevalencia de la resistencia a la insulina fue 13,5% (18 niños). Con una


frecuencia mayor en los puberales (72%) frente a los prepuberales (28%). Así mismo el
índice de resistencia a la insulina realizado por medio del índice HOMA aumentó según
la severidad de la obesidad. Además los niños con resistencia a la insulina fueron
mayores, con un mayor IMC-z, con una tensión sistólica y diastólica aumentada. Con
niveles más elevado de la glucemia basal y en el minuto 120 en un TTOG y de los
triglicéridos. Igualmente los niños con resistencia a la insulina tenían disminuidos los
niveles de adiponectina y ghrelina y estaban aumentados los niveles de leptina, insulina,
IGF-1 y IGF-BP3 y no había diferencias significativas con la resistina. También
observamos las múltiples correlaciones que existían entre los criterios que componen el
síndrome metabólico, las adipoquinas y la insulina con los índices de insulinoresistencia
HOMA-IR y de insulinosensibilidad QUICKI-IS.

La evolución de los niños en conjunto fue favorable. En el control anual se


objetivó una disminución del IMC-z en 0,95 ± 1 SDS (r: -1,12 a 4,4 SDS) y el 30% de
los niños que seguían en el estudio presentaron un peso adecuado o sobrepeso. Entre los
niños obesos la severidad de la obesidad también había disminuido, así el 32%

ix
Resumen

presentaron obesidad leve, el 18% obesidad moderada y el 20% seguía con una
obesidad severa. Cuando existió una disminución del IMC ≥ 0,5 SDS observamos que
se modificaron favorablemente los criterios del SM. Así el número de niños con dos
criterios para el diagnostico disminuyó y aumentó el numero de niños sin criterios para
el SM. Además aumentaron los niveles plasmáticos de la adiponectina y disminuyeron
la leptina, ghrelina e insulina y no se observó diferencia con la resistina. En síntesis con
la modificación del estilo de vida en los niños se consigue la disminución del IMC-z y
la mejoría metabólica de los mismos.

x
Introducción

1. INTRODUCCIÓN

1
Introducción

1.1 VALORACIÓN DEL ESTADO NUTRICIONAL

El criterio más exacto para el diagnóstico de la obesidad es la determinación del


porcentaje de grasa que contiene el organismo y la cuantificación del exceso en relación
a un valor esperado. Existen diversas técnicas de medición para estimar el contenido
graso del organismo. Las que utilizan métodos de medición directo (isotópicos,
químicos y físicos) tienen la ventaja que son más precisos y se pueden utilizar como
patrones de referencia para la validación de las medidas antropométricas del contenido
graso, pero son poco accesibles en la práctica clínica habitual1.

Los métodos indirectos corresponden a las medidas antropométricas como el


índice de masa corporal (IMC), pliegues cutáneos, perímetros de cintura y cadera que
son de fácil realización y de bajo costo. Los índices que derivan a partir de estas
medidas antropométricas son preferibles en la práctica clínica, aunque su precisión debe
ser validada con el método que se use como patrón de referencia2.

1.1.1. MÉTODOS INDIRECTOS

1.1.1.1. Antropometría

1.1.1.1.1. Índice de masa corporal

El índice de masa corporal (IMC) es un parámetro que relaciona el peso con la


altura, está definido por la fórmula: Peso (kg)/talla2 (m). Originalmente fue descrito por
Adolphe Quetelet en el siglo XIX y fue redescubierto en los años 50 del siglo XX por
A. Key quien lo denominó “Índice de masa corporal” y En el año 1979, T.Cole fue el
primero que propuso usar el IMC en la población infantil3. El índice masa corporal es el
método indirecto más aceptado de forma universal para la estimación de la obesidad
tanto en la práctica clínica como en los estudios epidemiológicos en la población de 2 a
18 años. Tiene una sensibilidad 95-100% (baja tasa de falsos positivos) para identificar
a los niños con obesidad, aunque su especificidad es menor 36-66% (moderada tasa de
falso negativo)4.

2
Introducción

El índice de masa corporal presenta buena correlación con el porcentaje de la


masa grasa corporal medido por DEXA (dual-energy X ray absorptionatry) en niños y
adolescentes. Así Freedman y col.5 encontraron una correlación entre 0,85-0,90 en una
población de niños y adolescentes entre 5-18 años de edad, de manera similar Pietrobelli
y col.6 en una población de niños y adolescentes italianos de 5 a 19 años de edad
encontraron una correlación de (r: 0,85) en los niños y de (r: 0,89) en las niñas.

El valor del IMC durante la infancia y adolescencia no es constante y cambia


con la edad, por lo que debe ser referido en Z-score o en percentiles para compararlos
con tablas específicas para edad y sexo. Dichas tablas deben ser preferentemente de
origen local para minimizar así las posibles diferencias de la composición corporal entre
razas y etnias2, 4. Considerando que el índice de masa corporal refleja cambios globales
en la composición corporal puede tener limitaciones en la evaluación de la masa grasa
en niños y adolescentes con talla muy alta o muy baja o que presenten una distribución
atípica del tejido adiposo o un desarrollo muscular aumentado7.

1.1.1.1.2. Perímetro de cintura

El perímetro de la cintura es una medición indirecta de la obesidad central. Su


realización es fácil y reproducible aunque existe el inconveniente del punto exacto
donde se debe realizar la medición. Los perímetros más utilizados son los que se
realizan a nivel umbilical y a nivel del punto medio de la distancia entre el borde
inferior de la última costilla y la cresta iliaca. Presenta el inconveniente que los puntos
de corte para clasificar una población en sobrepeso u obesidad no están establecidos2. El
perímetro de cintura presenta una buena correlación con el porcentaje de masa grasa
medido por DEXA, (r: 0,83 en las mujeres y r: 0,84 en los varones). También presenta
buena correlación con la masa grasa abdominal medida por tomografía computarizada
(TAC), con el tejido subcutáneo abdominal (r: 0,93) y el tejido adiposo intraabdominal
(r: 0,84) respectivamente8.

El perímetro de cintura está fuertemente correlacionado con el riesgo de


enfermedad cardiovascular en la vida adulta9, también se considera un predictor
independiente de la alteración del perfil lipídico, de la resistencia a la insulina, de la
hiperinsulinemia y del aumento de la tensión arterial en los niños10-13. La Federación

3
Introducción

Internacional de Diabetes (IDF) considera además el perímetro de cintura como un


criterio indispensable para la definición de síndrome metabólico en los niños y
adolescentes y estableció el punto de corte en el percentil 90 de dicho perímetro14.

La utilización del perímetro de cintura presenta dificultad en muchos países por


la falta de tablas con los percentiles para la población de referencia, aunque se está
trabajando en ello15-18. En España actualmente existen dos tablas de referencia, una
propuesta por el grupo colaborativo de la AEP-SENC-SEEDO19, 20 y la segunda basada
en un estudio longitudinal español de niños sanos que considera la medición a nivel del
ombligo21. Teniendo en cuenta que la circunferencia de la cintura aumenta con la edad y
varía según el sexo, deben existir gráficos específicos para cada sexo22, 23.

El índice cintura/cadera es ampliamente utilizado en la población adulta para


identificar las personas con una gran obesidad central. El perímetro de cadera se mide
considerando la máxima protuberancia de la cadera pero no está recomendado su uso en
la población infantil y claramente está cayendo en desuso24.

1.1.1.1.3. Pliegues cutáneos

Los pliegues cutáneos se pueden medir en distintas localizaciones (bicipital,


tricipital, subescapular, suprailíaco, pectoral, axilar, abdominal y en el muslo), los más
utilizados son el tricipital y el subescapular. Estas mediciones requieren de dos personas
bien entrenadas y deben repetirse por lo menos dos veces para cada uno de ellos
tomando en consideración la media de las medidas. Los valores de los pliegues se
emplean en ecuaciones predictivas para estimar la masa corporal de forma indirecta.
Pero se ha demostrado que estas mediciones del tejido subcutáneo no se correlacionan
con la grasa total25, 26. Además los pliegues varían con la edad, sexo y grupo étnico. Por
tanto las ecuaciones que relacionan los pliegues con la masa de tejido graso total deben
ser validadas para cada población25. Las tablas para los valores de los pliegues en
percentiles o en SDS no están actualizadas y no hay puntos de corte específicos para
definir sobrepeso u obesidad25, 27.

4
Introducción

1.1.2. MÉTODOS DIRECTOS

1.1.2.1. DEXA (Dual-Energy X-ray Absorptiometry)

La técnica está basada en el principio de la trasmisión de los Rayos X, que


presentan diferentes grados de atenuación según sea tejido mineral óseo o tejido de las
partes blandas (adiposo y magro) lo que permite valorar la masa ósea, magra y
visceral28. El DEXA tiene una alta correlación con la TAC para determinar la masa
grasa total, aunque no puede distinguir entre la grasa intraabdominal y la grasa
subcutánea29. Frente a la TAC tiene la ventaja que genera menos exposición a los rayos
X, pero necesita personal especializado para su realización. La duración de la prueba es
de 20 minutos aproximadamente, por lo que requiere la cooperación de los niños y hace
difícil su realización en niños menores de 6 años2.

1.1.2.2. Imagen de resonancia magnética

La imagen de resonancia magnética nuclear (RMN) permite visualizar el tejido


adiposo y no adiposo. Además puede distinguir entre el tejido adiposo subcutáneo y el
intraabdominal para estimar el volumen y el porcentaje de grasa total. Sin embargo la
resonancia magnética nuclear convencional presenta algunos inconvenientes porque no
puede determinar la presencia de lípidos o agua en el músculo esquelético, tiene un alto
costo, requiere tiempo y supone un problema para las personas con claustrofobia, o en
niños pequeños. Además no se puede realizar en adultos con un IMC ≥ 40 kg/m2 porque
exceden la capacidad del equipo30.

1.1.2.3. Análisis por impedancia bioeléctrica (BIA)

La bioimpedancia eléctrica no es estrictamente un método directo de medición


de la composición corporal. Su principio está basado en la capacidad de conducir la
corriente eléctrica que tiene el cuerpo. El tejido graso ofrece mayor resistencia debido a
su escaso contenido de agua y por medio de ecuaciones de predicción se puede calcular
la masa grasa2, 31. Tiene la ventaja de ser un método rápido, poco costoso, escasamente
invasivo y reproducible inter e intraobservador. Sin embargo se debe regular según la
población estudiada ya que puede existir variación según el nivel de hidratación y grupo

5
Introducción

étnico32. Además puede ser utilizado tanto en la clínica como en estudios de


poblaciones33, 34.

1.1.2.4. Plestimografía por desplazamiento de aire

El principio del sistema es la medición indirecta de un volumen que se determina


por el aire desplazado por una persona sentada en una cámara cerrada realizando un
ajuste por el volumen de gas torácico y aplicando los principios de la densitometría para
estimar el porcentaje de tejido graso2, 30.

La plestimografía es una medición cómoda, no invasiva para el paciente. Es de


fácil realización pero requiere la cooperación del individuo por lo que puede resultar
difícil su uso en niños35. Aunque el método tiene una tendencia a sobreestimar la masa
grasa cuando se compara con la DEXA, es considerado como un método de medición
válido para la población adulta36.

1.2. LA OBESIDAD

1.2.1. DEFINICIÓN DE LA OBESIDAD

La obesidad se define como un incremento de la grasa corporal37. También se


puede definir desde un punto de vista teórico como un exceso de la grasa en el
organismo en relación a un valor esperado según edad, sexo y talla38.

El método ideal utilizado para valorar la obesidad debe reunir ciertas


características: 1) Debe ser un método que estime el contenido graso corporal y sea
tolerable para el individuo; 2) Debe tener precisión con poco error de medición, con
valores de referencia bien documentados y publicados; 3) Debe ser fácil de realizar,
además tener un costo accesible. Actualmente no existe un método que cumpla con
todas estas condiciones24.

Considerando que no existe un método ideal para cuantificar la obesidad el IMC


es el método indirecto más aceptado de manera universal para la estimación de la
obesidad tanto en la práctica clínica como en los estudios epidemiológicos en la

6
Introducción

población de 2 a 18 años. En la población adulta la Organización Mundial de la Salud


(OMS) recomienda la definición de sobrepeso a partir de un IMC ≥ 25 y de obesidad a
partir de un IMC ≥ 30 que están universalmente aceptados39. Aunque hoy en día existe
un debate sobre la necesidad de puntos de corte específicos en determinados grupos
étnicos y razas40, 41.

En pediatría teniendo en cuenta que el IMC varía con el sexo y la edad no se


pueden utilizar valores absolutos. El punto de corte utilizado para definir la obesidad
también varía según las regiones. En los Estados Unidos se considera obesos a los niños
con un IMC ≥ percentil 95 y sobrepeso (riesgo de obesidad) los que se encuentran entre
el percentil 85 y 95 valorados en las tablas preferentemente de origen local, porque
minimizan las posibles diferencias de la composición corporal entre razas y etnias4. Los
expertos también reconocen la necesidad de una tercera categoría para definir la
obesidad severa y proponen para ello el percentil 99, ya que los factores de riesgo para
las enfermedades cardiovasculares están aún más incrementadas en esta población42.

La International Obesity Task Force (IOTF) para la población pediátrica, acordó


que el punto de corte para la definición de sobrepeso y obesidad pediátrica fueran los
percentiles correspondiente al IMC de 25 y 30 a la edad de 18 años en las gráficas
basadas en una población de diferentes lugares del mundo y son aceptadas a nivel
internacional43.

La forma más adecuada para valorar el IMC en la edad pediátrica es calcular en


desviaciones estándar de la media y los valores expresados en Z-score. Tiene la ventaja
frente a las tablas de percentiles porque permite categorizar el grado de obesidad y
además se pueden realizar asociaciones con otros parámetros metabólicos. El Z-score se
calcula por medio de la siguiente formula.

(valor observado) – (valor de la media de la población de referencia)


Z-SCORE:
DE de la población de referencia.

El punto de corte utilizado a partir del cual se considera la existencia de la


obesidad fue un Z-score ≥ 2 DE que equivale aproximadamente al percentil 97 y los

7
Introducción

valores ≥ 1,5 DE podrían considerarse como sobrepeso37. Tambien existe un tercer


punto de corte de 2,33 DE que equivale aproximadamente al percentil 99. En España
actualmente existen tablas de referencia para la población en varias comunidades
autónomas como las realizadas por Sobradillo y col.44 en Bilbao; Ferrández y col.21 en
Zaragoza; Carrascosa y col.45 en Barcelona, además están disponibles las tablas de
referencia del estudio transversal para la población española46.

1.2.2. EPIDEMIOLOGÍA DE LA OBESIDAD INFANTIL

La OMS considera que la obesidad y el sobrepeso en la edad pediátrica es una


epidemia a nivel mundial. Estima que en la población de niños menores de 5 años
existen 22 millones de niños con sobrepeso u obesidad. En la población entre 5 y 17
años de edad el 10% de ellos presentan sobrepeso u obesidad47. La distribución de la
población de niños con sobrepeso no es homogénea y varía ampliamente de una región
a otra con rangos que van desde aproximadamente el 30% en el continente americano
hasta menos del 5% en África Subsahariana.

En los Estados Unidos de Norteamérica la prevalencia de la obesidad infantil en


edades comprendidas entre 2 y 19 años se ha triplicado en las últimas tres décadas
pasando desde 5,1% en 1971 hasta el 17,1% en los registros del año 200448. Los datos
más recientes, entre los años 2003-2006 presentan una prevalencia del 16,3%49.

Los estudios realizados en Europa utilizando los criterios de la IOTF, sugieren


que el sobrepeso y la obesidad infantil se han incrementado a un ritmo contante en las
últimas dos a tres décadas. Se observa una distribución bimodal con una alta prevalencia
en los países del sur de Europa con un rango que varía entre el 20-40% de niños con
sobrepeso u obesidad. En cambio, en los países del norte de Europa, se observa una
menor prevalencia con rangos que varían entre el 10-20%. Esta tendencia bimodal
también se repite en una misma región o país y la prevalencia siempre es menor hacia el
norte50.

En España se han realizado diferentes estudios para evaluar la prevalencia de la


obesidad con las limitaciones que puedan tener según los parámetros antropométricos
utilizados y el punto de corte considerado. En el estudio PAIDOS' 84 que abarcó 4321

8
Introducción

niños (1960 mujeres y 2277 varones) con edades comprendidas entre 6 y 13 años donde
se consideró como obesidad el espesor del pliegue tricipital izquierdo ≥ 2 DE
encontraron una prevalencia de 4,9% en niños de ambos sexos con variaciones entre
2,9-7,2% según el área geográfica estudiada51.

En el estudio EnKid desarrollado de forma multicéntrica entre los años 1998 y


2000 se obtuvo el IMC de 3534 niños y adolescentes con edades comprendidas entre los
2-24 años y se definió sobrepeso ≥ percentil 85 y obesidad ≥ percentil 97, considerando
las tablas de referencia españolas de Hernández y col. La prevalencia de sobrepeso fue
de 12,4% y de obesidad 13,9% siendo mayor en las islas Canarias 18% y en Andalucía
15,6%20.

En el estudio AVENA (alimentación y valoración del estado nutricional en


adolescentes) desarrollado de forma multicéntrica entre los años 2000 y 2002, en una
población de 2320 adolescentes con edades comprendidas entre 13,5 y 18 años, se
encontró una prevalencia de obesidad y sobrepeso del 25,7% en niños y 19,13% en
niñas respectivamente52.

En el País Vasco en la encuesta de nutrición del año 2005 sobre los hábitos
alimentarios y estado de salud de la población vasca de 4 a 18 años realizado por el
departamento de sanidad del Gobierno Vasco, se encontró que la prevalencia de la
obesidad fue del 12,2% cuando se considero el percentil 97 como punto de corte53. Sin
embargo cuando se utilizaron los criterios de IOTF la prevalencia fue 5,4% para la
obesidad y de 22,9% para el sobrepeso en la población entre 4-18 años54. En Vizcaya en
una población de 188 niños entre 6-7 años de 1º y 2º grado de primaria que participaron
en el estudio Plan de intervención en la prevención de obesidad infantil “Erosotasuna
Zainduz” encontramos una prevalencia del 4,3%55.

En los distintos estudios realizados en España, aún considerando que la


metodología utilizada pueda ser diferente, se observa cómo el IMC fue aumentando.
Así, en 1984, los niños de 10 años tenían un IMC de 18,1 kg/m2 y en los años 1998-
2000 pasaron a un IMC de 18,8 kg/m2. Cuando se comparan a la edad de 13 años han
pasado desde 18,4 kg/m2 a 21,1 kg/m2 entre los años 1998-200056.

9
Introducción

1.2.3. ETIOLOGÍA DE LA OBESIDAD

La obesidad infantil tradicionalmente se ha clasificado en:

a) Obesidad nutricional (simple o exógena): corresponde al 95% de los casos de


obesidad infantil y en la mayoría de los casos se produce por una ingesta de energía
excesiva y/o un gasto calórico disminuido.

b) Obesidad orgánica (intrínseca o endógena): corresponde al 5% restante y


comprende los síndromes dismórficos, endocrinopatías, lesiones del sistema nervioso
central y causas iatrogénicas producidas por medicaciones.

La obesidad se puede considerar como una enfermedad genética, ya que entre el


60% al 80% de la variación IMC observada en el ser humano puede ser explicada por
factores hereditarios57. Sin embargo está claro que el aumento de la prevalencia de la
obesidad fundamentalmente está condicionado por los trastornos ambientales, ya que
nuestra dotación genética ha tenido un mínimo cambio durante las últimas décadas58.

1.2.3.1. FACTORES GENÉTICOS

La existencia de familias donde varios de sus miembros son obesos,


independientemente de los factores ambientales, hábitos nutricionales y estilo de vida,
han hecho sospechar la existencia de factores genéticos en el desarrollo de la obesidad.
También se ha demostrado que los hijos de padres obesos, son obesos en mayor
proporción que los hijos de padres no obesos. Además el peso y la distribución de la
grasa corporal en los niños adoptados se correlacionan mejor con el peso y la
distribución de grasa de sus padres biológicos59, 60.

Igualmente se ha propuesto la teoría del ahorro energético “Thifty gene


hypothesis” según la cual durante su evolución el hombre ha vivido situaciones donde
el alimento no estuvo siempre disponible, lo que ha propiciado la adaptación genética
hacia un fenotipo ahorrador, es decir la existencia de genes en un individuo que le
dotaron de una gran capacidad para la ingesta, almacenamiento energético y para la
disminución del gasto energético en la época de escasez61. Sin embargo lo que fue una

10
Introducción

gran ventaja evolutiva, en la actualidad provoca el aumento de peso en sociedades


donde la alimentación está garantizada y donde el gasto energético ha disminuido.

En la búsqueda de los genes implicados en la obesidad, se han identificado


cientos de locus genéticos potencialmente involucrados en la regulación del peso
corporal en los seres humanos y en roedores62. Se piensa que la gran mayoría de los
factores genéticos que afectan al peso corporal pueden causar obesidad sólo cuando las
condiciones ambientales específicas están relacionadas. Aunque hay algunas variantes
genéticas muy raras que afectan la función y el comportamiento del gen que lleva a la
obesidad incluso sin un entorno propicio para la misma58. Está claro que la mayoría de
las obesidades son de causa poligénica, siendo muy poco frecuente la obesidad
monogénica.

1.2.3.1.1. Genes de la vía de la señalización de la leptina

En los últimos años se han producido grandes avances en el estudio de los genes
de la vía de la señalización de la leptina y las mutaciones que afectan a estos genes
pueden ser responsables de hasta un 3% o 4% de las obesidades severas de aparición
precoz58.

a) Leptina

La leptina es producida por el tejido adiposo y se une a los receptores de la


leptina en el núcleo arcuato y en otras localizaciones cerebrales. Las concentraciones de
leptina se encuentran en relación a la masa de tejido adiposo y la ausencia o
disminución de la leptina es un estímulo potente para la ingestión de alimento, además
la leptina promueve la disminución del gasto energético58. Las mutaciones inactivadoras
que afectan a los dos alelos del gen de la leptina cuando las concentraciones de leptina
son muy bajas (< 5 ng / mL) estimulan la ingesta excesiva de alimentos que llevan al
inicio precoz de una obesidad severa58, 63. Además, en la deficiencia de la leptina por
una mutación heterocigota puede existir una concentración anormalmente baja en
proporción a la masa de tejido adiposo64. Los individuos con mutaciones inactivadoras
de ambos alelos del gen del receptor de leptina también pueden presentar hipotiroidismo
central, exceso de cortisol y retraso en el desarrollo sexual65. Los pacientes con

11
Introducción

mutaciones del receptor de leptina en muchas ocasiones presentan niveles de leptina que
se superponen con la población general y las mediciones no permiten identificar a los
pacientes portadores de anomalías del receptor de la leptina66.

b) Proopiomelanocortina

La leptina estimula la producción en algunas neuronas hipotalámicas, de la


proopiomelanocortina (POMC) que es una preprohormona precursora de la
corticotropina (ACTH), de la hormona estimulante de melanocitos α, β, γ (MSH) y de la
β-endorfina58. Su gen está localizado en el cromosoma 2p23.3. La α-MSH se une a los
receptores de la melanocortina MC3R y MC4R en el núcleo arcuato para regular el
apetito y el gasto energético58. Las mutaciones inactivadoras de la POMC se han
descrito en pocos pacientes e impiden su escisión en α-MSH o ACTH. Estos pacientes
presentan un peso normal al nacimiento y después una ganancia ponderal intensa en los
primeros seis meses de vida por hiperfagia probablemente secundaria a la ausencia de
señalización en MC3R y MC4R, pelo rojo por falta de α-MSH periférica para unirse a
los receptores de la melanocortina 1 e insuficiencia suprarrenal por déficit de ACTH
para unirse a los receptores de melanocortina 2 suprarrenal67-70.

c) Proconvertasa tipo 1

La prohormona convertasa 1 (PC1) es una enzima que se expresa en el


hipotálamo y en el páncreas. Está implicada en numerosos procesos hormonales es una
endoproteasa que procesa precursores hormonales inactivos en péptidos biológicamente
activos. Su función es fragmentar la POMC, la proinsulina y el proglucagón. Su gen
está localizado en el cromosoma 5q15-q21 y se han encontrado mutaciones en algunos
pacientes pediátricos58. La deficiencia de PC1 se presenta con obesidad de comienzo
temprano, deficiencia de ACTH, hipoglucemia postprandial, hipogonadismo
58 68, 71, 72
hipogonadotrópico y malabsorción intestinal .

d) Receptores de la melanocortina

La α-MSH para ejercer sus efectos en la regulación del peso debe unirse a los
receptores MC3R y MC4R73. En los seres humanos, las mutaciones de MC4R tanto

12
Introducción

heterocigotas y homocigotas causan hiperfagia, obesidad, hiperinsulinismo y aumento


del crecimiento durante la infancia74. Las mutaciones inactivadoras de MC4R son la
causa más conocida de obesidad severa de inicio precoz58. El MC4R también ha sido
implicado en la regulación de la presión arterial a través de sus efectos sobre el sistema
nervioso simpático75.

e) Factor neurotrófico derivado del cerebro.

El BDNF (Brain derived neurotrophic factor) se piensa que actúa más allá de
MC4R en la vía de señalización de la leptina58. La haploinsuficiencia de BDNF se ha
sugerido como la causa de la obesidad infantil en pacientes con el síndrome WAGR
(tumor Wilms, aniridia, malformaciones genitourinarias y retraso mental) que resulta de
la deleción en heterozigosis de genes continuos 11p76. En un paciente que presentaba
obesidad, convulsiones, y retraso mental, se ha encontrado una mutación inactivadora
heterocigota en el gen que codifica para TrkB que es el receptor de BDN58, 77. También
se ha observado que la infusión cerebral de BDNF corrige la hiperfagia en los ratones
deficientes de MCR4.

1.2.3.1.2. Variaciones alélicas comunes que pueden afectar el balance


energético

Los polimorfismos de nucleótidos únicos (SNPs) de muchos genes y regiones


cromosómicas se han asociado con mayor o menor predisposición a la obesidad. Los
mecanismos que explican cómo los SNPs podrían cambiar el equilibrio de energía a
menudo no se conocen plenamente y se pueden relacionar con el IMC cuando son
relativamente comunes en la población58, 78, 79.

a) Gen FTO

Los estudios de asociación han encontrado que existen SNPs comunes, en el


locus del gen FTO localizado en el cromosoma 16 que se asocian con un mayor IMC y
obesidad en los niños y adultos80-82. También se ha encontrado asociación con otros
rasgos de la obesidad como el peso, nivel de leptina, tejido graso subcutáneo, tejido
adiposo, perímetro de cintura y cadera82. En relación al alelo más común rs 9939609,

13
Introducción

los niños con dos copias de la variante A de un alelo tienen un mayor índice de masa
corporal y masa grasa58. Algunos datos también sugieren que estos niños pueden tener
una mayor ingesta de alimentos y disminución de la saciedad pero no hay diferencias
con el gasto energético83-85.

b) Receptor activador del proliferador de peroxisomas

Peroxisome proliferator activated receptors γ (PPAR-γ) es un receptor nuclear


que tras su activación por ligandos sintéticos o naturales estimula la transcripción de los
genes responsables del crecimiento y diferenciación de los adipocitos ayudando a
regular el metabolismo y el almacenamiento de grasa. La mutación inactivadora del gen
que codifica para PPAR-γ se asocia con resistencia a la insulina, diabetes tipo 2 e
hipertensión arterial, mientras que una rara mutación activadora se asocia con la
obesidad extrema58, 86.

c) Receptor beta adrenérgico

La activación de los receptores β2 adrenérgicos estimulan la lipólisis en los


adipocitos 87. Los polimorfismos rs1042713 (Arg16) y rs1042714 (Glu27) han mostrado
asociaciones con la obesidad, aunque existen diferencias entre los estudios58. Un
reciente metaanálisis describe un mayor riesgo de obesidad con la variante Glu27 entre
las poblaciones asiáticas, habitantes de las islas del pacífico y en los indios
americanos58. Sin embargo, no se encontró para estos polimorfismos alguna
significación en otras poblaciones87. También se ha implicado a los polimorfismos del
receptor β3 adrenérgico en el desarrollo de la obesidad y el síndrome metabólico88, 89.

d) Genes de las proteínas de desacoplamiento

Las proteínas de desacoplamiento (UCP) pertenecen a la familia de proteínas de


transporte mitocondrial y pueden tener un papel muy importante en la homeostasis
energética y en la regulación de la termogénesis a través del desacoplamiento de la
fosforilación oxidativa en la cadena respiratoria mitocondrial, disipando la energía en
forma de calor en lugar de la formación de ATP90. También se ha demostrado
recientemente que polimorfismos de los genes de las UCP principalmente UCP2 y

14
Introducción

UCP3 están asociados con el metabolismo graso, la obesidad y diabetes tipo 2, aunque
son necesarias aún más investigaciones en esas líneas91.

1.2.3.1.3. Síndromes genéticos asociados con obesidad

La obesidad forma parte del cuadro clínico de muchos síndromes genéticos


aunque no es la causa principal de consulta, porque estos síndromes presentan rasgos
dismórficos y otros problemas médicos, suponen el 5% de la obesidad58 (tabla 1).

Tabla 1. Síndromes genéticos asociados con la obesidad


Obesidad, sordera, retinitis pigmentosa, diabetes
Sx. Alström
mellitus tipo 2
Macrocefalia, alteraciones oculares, hipotonía,
Sx. Bannayan-Riley-Ruvalcaba
retraso del desarrollo, pólipos
Sx. Bardet-Biedl Degeneración retiniana, retraso mental, sordera,
Sx. Lawrence Moon polidactilia, hipogonadismo, diabetes mellitus
Macrosomia, macroglosia, visceromegalia,
Sx. Beckwith-Wiedemann
hipoglucemias
Sx. Borjeson-Forssman- Microcefalia, orejas grandes, cardiopatías
Lehmann hipogonadismo
Craneosinóstosis, polisindactilia, cardiopatía,
Sx. Carpenter
hipogonadismo, retraso mental
Hipotonía, microcefalia, hipoplasia maxilar,
Sx. Cohen
hendidura del paladar, retraso mental,
Retraso mental, falta de atención tono muscular
Sx. X Frágil
disminuido, testículos aumentado,
Hipotonía intensa, hipogonadismo, talla baja,
Sx. Prader-Willi
labilidad emocional
Pseudohipoparatiroidismo 1a Cara redonda, talla baja, 4º metacarpiano corto,
(Osteodistrofia de Albright) calcificaciones subcutáneas
Macrosomia, retraso mental, hipotonía, manos
Sx. Simpson-Golabi-Behmel
grandes y cuadradas, cardiopatías
Braquicefalia, hipoplasia mesofacial, paladar
Sx. Smith-Magenis Sotos
hendido, estatura corta, retaso mental
Macrosomia, retraso mental, retraso psicomotor,
Sx. Weaver
camptodactilia
Microcefalia, retraso mental, ginecomastia,
Sx. Wilson-Turner
dislalia, labilidad emocional
58
Modificado de Crocker y col.

Dentro de los síndromes genéticos asociados con la obesidad, la hiperfagia


intensa es característica, del síndrome de Prader-Willi, síndrome de Bardet-Biedl, o el

15
Introducción

síndromes de Alström58. El síndrome de Prader Willi es el más frecuente su prevalencia


varía entre 1 por cada 5.000-25.000 individuos. Se produce por alteraciones en la región
q11-13 del cromosoma 15 sometidos al fenómeno de imprinting y en más del 70% de
los casos se produce delección del fragmento heredado del padre. El síndrome presenta
en el periodo neonatal hipotonía con dificultad para la alimentación por la succión débil,
en la primera infancia el retraso del desarrollo es global. En la infancia presentan
hiperfagia con obsesión por la comida, desarrollan obesidad y en la adolescencia es
frecuente la presencia de hipogonadismo y trastornos del comportamiento. Los niveles
de ghrelina están aumentados en estos niños en comparación con otros obesos donde los
niveles se encuentran disminuidos. Se piensa que la alteración genética lleva a una
disfunción de varias áreas hipotalámicas entre ellas las que regulan el apetito92, 93.

1.2.3.2. FACTORES AMBIENTALES

a) Factores prenatales y postnatal precoz

La respuesta de las personas a los factores ambientales puede deberse a


variaciones genéticas, pero la expresión genética puede ser modificada por el ambiente
durante el desarrollo58. Este fenómeno de la variación genética se ha denominado
cambio epigenético e incluye metilaciones y alteraciones en las proteínas (histonas) que
trascribirán los genes específicos. Estos cambios epigenéticos en relación con la
obesidad ocurren fundamentalmente durante el desarrollo prenatal y en el período
postnatal precoz y se piensa que la nutrición materna es clave58. Se ha descrito una
mayor incidencia de obesidad en los individuos que nacieron con bajo peso y tuvieron
una recuperación rápida en el primer año de vida. Muchos de los cuales presentan
posteriormente obesidad e hiperinsulinemia. Las posibles alteraciones metabólicas
condicionadas por una malnutrición intrauterina pueden ser los factores que en un
ambiente propicio favorecerán el desarrollo de la obesidad37, 94.

La ganancia de peso materna durante el primer trimestre de gestación también


predispone a la obesidad infantil. Los mecanismos a través de los cuales durante el
período de embriogénesis se pueda condicionar la obesidad en la infancia se
desconocen. Existe la hipótesis de que la obesidad materna aumenta la transferencia de
nutrientes a través de la placenta e induce cambios permanentes en el mecanismo

16
Introducción

neuroendocrino o en el metabolismo energético. Estas implicaciones son muy


importantes ya que la prevalencia de la obesidad seguiría aumentando a través de las
generaciones95, 96. Por otra parte se ha demostrado que los niños con elevado peso al
nacer también tienen una mayor predisposición para desarrollar obesidad97.

b) Lactancia materna

Los lactantes alimentados con leche materna tienen menos riesgo de presentar
obesidad en la infancia y adolescencia en comparación con los alimentados con
fórmulas adaptadas en la mayoría de los estudios98. El efecto protector de la lactancia
materna es más importante cuanto mayor sea la duración de la misma. Se piensa que
está relacionado con el aporte más bajo de energía y proteínas, la secreción de insulina,
la presencia de factores bioactivos en la leche materna que modulan el depósito de
lípidos y la diferenciación de los adipocitos, que influirán en el crecimiento y desarrollo
de los lactantes95, 99, 100. Se ha atribuido principalmente a la leptina presente en la leche
materna, los efectos beneficiosos en la regulación del peso en los lactantes101. Sin
embargo otros estudios no han confirmado estos hallazgos102.

c) Ambiente familiar

El ambiente familiar es muy importante para la aparición y prevención de la


obesidad pediátrica. Los padres y cuidadores son responsables que los niños adquieran
hábitos saludables de alimentación y un estilo de vida sano103. Un niño con
predisposición a la obesidad en un ambiente familiar donde predominan los alimentos
hipercalóricos y hábitos de vida sedentarios tendrá un mayor riesgo de presentar
obesidad en comparación con otros niños con igual predisposición genética pero en un
entorno más saludable97.

El factor más importante para el desarrollo de la obesidad en la infancia y en la


vida adulta, en niños menores de 10 años, es la obesidad de los padres104. En los niños
la adquisición de la preferencia por las comidas estará influenciada por los hábitos
alimentarios familiares, en el caso de los padres obesos generalmente esos alimentos
tendrán un alto contenido calórico (dulces, bollería, bebidas azucaradas, alimentos
precocinados). Además los niños aprenderán a ser activos o sedentarios según el

17
Introducción

ejemplo de sus padres y estos hábitos aprendidos en la infancia persistirán en la vida


adulta.

El estatus socioeconómico familiar también incide en el desarrollo de la


obesidad infantil. En los países desarrollados, existe una clara relación inversa entre la
obesidad pediátrica y el estatus socioeconómico105, mientras que en los países en vías de
desarrollo la obesidad pediátrica es más frecuentes en los niños que presentan un
estatus socioeconómico más alto95.

La inestabilidad emocional en el entorno familiar también está asociada con el


desarrollo de la obesidad, porque conduce a una ingesta excesiva de alimentos que lleva
a la obesidad que a su vez aumenta la inestabilidad creándose un círculo vicioso. La
prevalencia de la obesidad es mayor en los hijos de padres divorciados especialmente si
son hijos únicos, en las familias monoparentales o numerosas, cuando los niños quedan
al cuidado de otras personas y entre los adolescentes con problemas de depresión o de
conducta95, 106-108.

d) Medicamentos asociados con la obesidad

La obesidad también puede ser el resultado de la administración de diferentes


fármacos como la insulina o secretagogo de la insulina; glucocorticoides; sustancias
psicotrópicas, antipsicóticos como la olanzapina y clozapina; estabilizadores del ánimo
como el litio, antidepresivos tricíclicos; anticonvulsivantes como el valproato y la
carbamacepina; antihipertensivos como el propranolol, nifedipina y la clonidina;
agentes quimioterápicos y antihistamínicos58, 109.

1.2.4. EL TEJIDO ADIPOSO COMO ÓRGANO ENDOCRINO

El concepto del tejido adiposo como un tejido inerte que servía como depósito
de energía ha cambiado a lo largo de los últimos años. Los diversos estudios realizados
en los años 80 han demostrado que los adipocitos pueden secretar una serie de factores.
Sin embargo el concepto del adipocito como órgano endocrino ha sido aceptado
fundamentalmente con el descubrimiento de diferentes hormonas, principalmente la
leptina y la adiponectina110. Estos factores que derivan del tejido adiposo se denominan

18
Introducción

de forma genérica adipoquinas y pueden actuar de forma local (interacciones


paracrinas) o estar implicados en una serie de fenómenos sistémicos (función
endocrina).

1.2.4.1. Adiponectina

La adiponectina también denominada AdipoQ, GBP28, apM1 es una proteína de


30 kDa descrita por primera vez en 1995110. El gen de la adiponectina se encuentra en el
brazo largo del cromosoma 3q27, tiene una extensión de 17 kb, esta compuesto por tres
exones y dos intrones111. La proteína consta de 247 aminoácidos y está compuesta por
una secuencia señal en el extremo amino terminal, un dominio hipervariable, un
dominio colágeno y un dominio globular en el extremo carboxiterminal. Además
presenta una alta homología estructural con el colágeno tipo VIII, X y con el
componente C1q del complemento, y el dominio globular tiene una homología muy
estrecha con la molécula del TNF-α112.

La adiponectina es producida exclusivamente en el adipocito y forma diferentes


complejos antes de ser secretado al plasma. La forma más básica secretada por el
adipocito es el trímero, pero puede formar hexámeros por medio de uniones no
covalentes de dos trímeros y son de bajo peso molecular o formar uniones de seis
trímeros que son de alto peso molecular y es la forma bioactiva de la adiponectina. La
función de las formas de bajo peso molecular no se conoce113. La adiponectina ejerce su
función a través de sus receptores homólogos adipoR1 y adipoR2. El gen que codifica
para adipoR1 se encuentra ubicado en el cromosoma 1p36.13-q41 y el que codifica para
adipoR2 en el cromosoma 12p13.31 respectivamente114. Los receptores se expresan en
varios tejidos y el receptor adipoR1 es más abundante en el músculo esquelético, se une
preferentemente a la forma globular de la adiponectina, mientras que el receptor
adipoR2 es más abundante en el hígado y se une preferentemente a la forma completa
de la adiponectina. Estos receptores presentan siete hélices que abarcan la membrana
citoplasmática y presentan una región aminoterminal citoplasmática y una región
carboxiterminal extracelular115.

La adiponectina presenta diversas funciones en diferentes lugares y la


administración de adiponectina recombinante disminuye la glucosa, los ácidos grasos

19
Introducción

libres y los triglicéridos in vivo. In vitro a nivel muscular se consigue aumento de la


captación de glucosa y la oxidación de los ácidos grasos116-118. A nivel hepático
aumenta la sensibilidad a la insulina, disminuye el flujo de ácidos grasos libres, reduce
la producción de glucosa e inhibe la expresión de enzimas hepáticas neoglucogénicas119-
121
. A nivel cardiovascular ejerce efecto cardioprotectores y disminuye el tamaño del
infarto de miocardio en un modelo de isquemia-repercusión cardiaca122, 123.

La adiponectina también presenta un rol esencial en los mecanismos de


respuesta inflamatoria a nivel vascular, inhibiendo la adhesión monocitaria mediante la
disminución de la expresión de moléculas de adhesión y la transformación de
macrófagos en células espumosas bloqueando la expresión de receptores scavenger.
Además disminuye la proliferación de células del músculo liso y aumenta la producción
de óxido nítrico en células endoteliales y estimula la angiogénesis116.

Los niveles séricos de la adiponectina están correlacionados de forma negativa


con el peso corporal, con el perímetro de cintura y los componentes del SM124-126. Los
niveles bajos de adiponectina también presentan correlación con las enfermedades
cardiovasculares116, 127, 128 y están correlacionados inversamente con la dislipidemia un
factor de riesgo cardiovascular, pero existe una asociación positiva con el HDL-c129.
Además los niveles elevados de adiponectina disminuyen el riesgo de infarto de
miocardio130.

Los niveles disminuidos de adiponectina también se han relacionado con la


resistencia a la insulina y la hiperinsulinemia independientemente de la obesidad131. Sin
embargo estos niveles aumentan cuando la sensibilidad a la insulina mejora, ya sea por
una disminución del peso corporal o por el tratamiento con drogas sensibilizadoras de la
insulina132-136. Por lo tanto los tratamientos terapéuticos que pueden incrementar la
sensibilidad de la insulina y mejorar niveles de adiponectina tendrán además un efecto
cardioprotector.

1.2.4.2. Leptina

El gen de la leptina en los humanos se encuentra localizado en el cromosoma


7q31.3 y consta de tres exones y dos intrones con una extensión de 20 kilobases de

20
Introducción

DNA. La región que codifica la síntesis de la leptina se localiza en los exones 2 y 3 y


codifica para una proteína de 167 aminoácidos y 16 kDa. El gen se denomina ob y se
clonó por primera vez en ratones ob/ob137. La leptina es sintetizada y secretada
principalmente por el tejido adiposo blanco subcutáneo, aunque también se ha detectado
producción de leptina a nivel de la placenta138-140 y estómago141, 142
, aunque no se
conoce la contribución real de estos últimos.

La leptina está compuesta por 4 α-hélices en anti-paralelo (A, B, C, D) unidas


por dos bucles largos (AB y CD) y uno corto (BC). La estructura presenta numerosos
residuos hidrofóbicos expuestos que podrían jugar un importante papel como receptor
de unión. A pesar de la ausencia de similitudes en la secuencia primaria con otras
citoquinas de cadena largas, la leptina presenta una estructura similar muy llamativa con
la hormona de crecimiento (GH), con el factor inhibidor de leucemia (LIF), con el factor
estimulador de las colonias de granulocitos (G-CSF) y la interleukina 6 (IL6)143.

La síntesis y secreción de la leptina puede ser estimulada por una serie de


factores u hormonas como insulina, hormonas esteroideas y noradrenalina144. Los
glucocorticoides actúan sobre el tejido adiposo y tienen un efecto directo en la
estimulación de la síntesis y secreción de la leptina145. La prostaglandina E2 (PGE2) y
el ácido araquidónico también actúan en la estimulación de la secreción de leptina.
Entre los inhibidores se encuentran los niveles elevados de AMP cíclico146, la
melatonina147, y el ácido valproico que se acompaña de ganancia de peso148.

El gen del receptor de la leptina se ha identificado en el cromosoma 1p31 en los


seres humanos. El receptor pertenece a la clase I de la superfamilia de receptores de
citoquinas. El dominio unión extracelular posee una fuerte homología con la subunidad
gp130 del receptor para IL6, G-CFS, LIF. Existen al menos cinco isoformas del
receptor de leptina (OBRa, OBRb, OBRc, OBRd, OBRe). Todas ellas presentan un
dominio extracelular N terminal idéntico pero varían en la región carboxiterminal. Las
isoformas (OBRa, OBRb, OBRc, OBRd) presentan una simple región transmembrana
mientras el OBRe está truncado próximo al dominio de membrana complementario, este
último receptor sin un anclaje a la membrana actúa como una proteína de unión soluble
en la circulación149.

21
Introducción

La función de los receptores que tienen dominio citoplasmático corto (OBRa,


OBRc, OBRd) aún falta por determinar. Se piensa que participan en el aclaramiento de
la leptina o el transporte hacia el compartimiento central, tienen escasa concentración a
nivel hipotalámico, pero se expresan a nivel de las microvellosidades del plexo coroideo
y en otros tejidos149, 150. El receptor largo (OBRb) contiene un dominio citoplasmático
de 302 Aa con una secuencia específica y es capaz de actuar como transductor de la
señal y es conocido como el receptor funcional de la leptina esencial para la
homeostasis normal de la energía y la regulación del peso corporal143, 149. El receptor
OBRb se expresa en el hipotálamo y principalmente en áreas relacionadas con la
regulación del balance energético como los núcleos arcuato, paraventricular,
dorsomedial y ventromedial. Lo que demuestra que el hipotálamo es el lugar donde la
leptina ejerce su acción151. También se expresa en una serie de tejidos periféricos
aunque su concentración es mucho menor e incluyen el músculo esquelético, corazón,
glándulas suprarrenales, riñones, adipocitos, células inmunes, hígado y células beta
pancreática, por lo que la leptina puede tener un amplio espectro de funciones152-154. La
leptina informa al cerebro del estado de los depósitos grasos del cuerpo principalmente
de los depósitos subcutáneos, ya que los adipocitos secretan leptina en proporción
directa a la masa de tejido adiposo y del estado nutricional y actúa como un factor para
la saciedad155-157.

Los estudios realizados en ratones ob/ob demuestran que la leptina está


implicada en los procesos de regulación de la ingesta de alimentos, del peso corporal y
en la homeostasis energética. La deficiencia de esta hormona provoca hiperfagia,
obesidad, disminución de la tasa metabólica y se ha demostrado que la administración
posterior de la misma revierte las alteraciones158. En niños con deficiencia de leptina, la
administración de la misma redujo de forma muy importante la ingesta de alimentos159.

La deficiencia o resistencia a la leptina en los seres humanos, puede resultar en


una obesidad severa, diabetes e infertilidad. Pero la leptina también tiene efectos sobre
la presión arterial, la reproducción, la hematopoyesis, la angiogénesis, la masa ósea, los
órganos linfoides y sobre el sistema de los linfocitos T143. Los niveles de leptina
también aumentan progresivamente con la edad y existe un dimorfismo sexual a partir
del desarrollo puberal, siendo mayor los niveles en el sexo femenino con respecto al
sexo masculino de la misma edad e índice de masa corporal, que se puede atribuir a una

22
Introducción

relativa resistencia en las mujeres160-163. También presenta un patrón de secreción


nocturna, siendo la secreción durante la noche entre un 20-40% mayor con respecto al
día y está regulado a nivel del núcleo supraquiasmático164-166.

La leptina también está implicada en el inicio de la pubertad y el mecanismo


propuesto es a nivel hipotalámico como un factor permisivo para la generación de
pulsos de LHRH que estimularán la síntesis y liberación de las gonadotrofinas a nivel
hipofisario167-169. Por otra parte la deficiencia de leptina se asocia con hipogonadismo
hipogonadotrópico y ausencia de inicio del desarrollo puberal170. La administración de
leptina permite el inicio y la progresión de la pubertad a la edad adecuada sin causar
pubertad precoz en los niños. Lo que sugiere que actúa como un factor permisivo para el
desarrollo de la pubertad en los seres humanos159, 171.

1.2.4.3. Resistina

La resistina es un péptido rico en cisteína de 12,5 kDa y pertenece a una familia


de moléculas parecidas que tienen distintos patrones de expresión y efectos biológicos
diferentes172. En los seres humanos el gen que codifica este péptido se encuentra en el
cromosoma 19. La resistina contiene 108 aminoácidos que incluyen un péptido señal de
17 aminoácidos, una región variable de 37 aminoácidos y una región carbono terminal
conservada173.

La cadena de aminoácidos de la resistina humana, comparada con la del ratón,


tiene una homología estructural del 59% sin embargo la expresión que presenta cada
uno es muy diferente. Así en el ratón la resistina se expresa principalmente en el tejido
adiposo blanco en proporción directa a la diferenciación de adipocitos174, En cambio en
los seres humanos hay un bajo nivel de expresión de la resistina en los adipocitos, pero
está aumentada en la médula ósea y en las células mononucleares periféricas175.

La resistina está regulada por las condiciones nutricionales y hormonales, de


forma que los niveles son bajos en ayunas, como ocurre con la glucosa e insulina y
aumentan después de la ingesta. El papel de la resistina en la fisiopatología de la
obesidad y la insulinoresistencia es aún controvertido hasta el día de hoy. Porque la
expresión del RNAm de la resistina es baja en el tejido adiposo aislado y no se

23
Introducción

correlaciona consistentemente con la IR y la obesidad176, 177


. En algunos estudios
clínicos han encontrado correlación de la resistina con el IMC178 179 o de la resistina con
la IR180, 181. Sin embargo otros autores no encuentran relación entre la resistina y el IMC
o la IR182-184. Estos resultados conflictivos podrían reflejar variación en el método del
estudio, carencia en el ajuste de los factores de confusión o que la resistina sea un
marcador que contribuya a la resistencia insulínica en poblaciones específicas185. En los
niños los niveles de resistina se correlacionan con el desarrollo puberal pero no con los
parámetros metabólicos186. También se encontraron diferencias con respecto al sexo187.

La resistina también se ha asociado principalmente con los marcadores


inflamatorios y con diferentes factores de riesgo cardiovascular aparentemente
independiente del IMC188. Por lo tanto la resistina podría ser la molécula que relacione
las señales metabólicas, la inflamación y la arterioesclerosis189.

1.2.5. EL TEJIDO ADIPOSO Y LA INFLAMACIÓN

El tamaño del adipocito es un predictor independiente de la resistencia a la


insulina, además es un factor de riesgo para la diabetes tipo 2 y se ha correlacionado con
los diferentes criterios del síndrome metabólico190, 191. El adipocito es la única célula
que puede aumentar más de 10 veces su diámetro y por lo tanto hasta mil veces su
volumen. El tamaño del adipocito tendrá influencia en el grado de la inflamación del
tejido adiposo, en la tasa de movilización de los lípidos y en el patrón de secreción de
las adipoquinas192.

Los adipocitos liberan una variedad de factores que incluyen citoquinas, y otras
moléculas biológicas llamadas comúnmente adipoquinas. La secreción de estas
moléculas puede estar implicada en el desarrollo de un estado inflamatorio de bajo
grado que puede representar el terreno común para la patogénesis de las complicaciones
metabólicas y cardiovasculares de la obesidad. Los individuos obesos presentan niveles
elevados de marcadores inflamatorios.

24
Introducción

1.2.5.1. Proteína quimiotáxica de monocitos

La proteína quimiotáxica de los monocitos (MCP-1) es una quimiocina


producida principalmente por los macrófagos y las células endoteliales. Está implicada
en la patogénesis de la arteriosclerosis in vitro y asociada con la enfermedad
cardiovascular in vivo193. También se ha demostrado que es producida y liberada en los
preadipocitos y adipocitos maduros en los seres humanos194. Por lo tanto se puede
considerar una adipoquina y está elevada en los pacientes con diabetes tipo 2195. La
MCP-1 también media la infiltración del tejido adiposo blanco por macrófagos en la
obesidad y puede jugar un papel importante en el establecimiento y mantenimiento del
estado proinflamatorio que predispone al desarrollo de la IR y el SM. La MCP-1 que
está aumentada en los obesos disminuye con la pérdida de peso. Los niveles circulantes
de MCP-1 e IL-8 están relacionados con los parámetros de la obesidad como el
perímetro de la cintura, IMC, PCR, IL-6, HOMA-IR y HDL-c respectivamente196.

1.2.5.2. Factor de necrosis tumoral α

El factor de necrosis tumoral α (TNF-α) es una molécula inflamatoria asociada


con la obesidad y la resistencia a la insulina. Se expresa y es secretado por los
adipocitos in vitro y está elevado en los sujetos obesos197, 198. El aumento del nivel de
TNF-α en el tejido adiposo se atribuye a la infiltración por macrófago. Es un potente
inductor de la expresión y secreción de citoquinas y quimocinas. Además aumenta la
lipolisis, la secreción de leptina y disminuye la secreción de adiponectina y la expresión
del trasportador de glucosa. El TNF-α y la IL6 producen alteración de la señal de la
insulina a través de diferentes mecanismos que incluyen la disminución de la
fosforilación de la tirosina de las señales moleculares claves, el aumento de la
fosforilación inhibitoria de la serina y la disminución de la expresión de varias proteínas
en la vía de señalización de la insulina que llevan a la insulinoresistencia, al aumento de
la lipolisis y la disminución de la utilización de la glucosa199, 200.

1.2.5.3. Interleukina 6

La Interleukina-6 (IL-6) es secretada por el tejido adiposo e ingresa a la


circulación general201. Se produce en el hígado, tejido muscular, pero a nivel del tejido

25
Introducción

adiposo la producción es un tercio aproximadamente y está más relacionado con la


grasa visceral que con la subcutánea202. La IL-6 al igual que TNF-α se sobrexpresa en el
tejido adiposo en la obesidad y en la diabetes mellitus tipo 2203. En el tejido adiposo es
producida predominantemente por las células del estroma vascular y puede producir
efectos paracrinos en el adipocito. La IL-6 también produce alteración de la señal de la
insulina a través de diferentes mecanismos, en los adipocitos y hepatocitos inhibe la vía
de señalización de la insulina aumentando la regulación de la expresión de SOCS3 que
altera la fosforilación de IRS-1204.

En el cultivo de tejido adiposo humano la interleukina aumenta la leptina y


disminuye la actividad de la LPL205. La IL-6 presenta asociación positiva con el IMC, la
insulina en ayunas, triglicéridos, VLDL-c y ácidos grasos libres postprandiales206,
mientras que presenta una asociación negativa con el HDL-c. Estos datos sugieren que
el aumento de la IL-6 en el tejido adiposo contribuye a los cambios metabólicos y
endocrinos asociados a la obesidad. También se ha observado que los ratones adultos
knockout para IL-6 presentan obesidad, aunque estos hallazgos son contradictorios
porque otros investigadores no han encontrado207, 208. La IL-6 también se ha asociado
con el desarrollo de la HTA aunque los resultados son contradictorios. El mecanismo
podría estar relacionado con el aumento de angiotensinógeno y la producción posterior
de angiotensina II, aumento del colágeno de la pared vascular, también se ha implicado
el sistema simpático y el SNC209.

1.2.5.4. Proteína C reactiva

La PCR es un marcador inflamatorio circulante producido principalmente por el


hígado en respuesta a la interleukina IL-6. Los niveles elevados de la PCR pueden verse
en los procesos infecciosos agudos y en los estados inflamatorios sistémicos. En cambio
en la obesidad su elevación es menor y forma parte de un proceso inflamatorio de bajo
grado que puede durar meses o años. La concentración de PCR circulante está
aumentada en el síndrome metabólico y su aumento es un factor de riesgo independiente
para la diabetes tipo 2 y la enfermedad cardiovascular210. En los niños también se ha
visto la asociación entre la obesidad y la PCR sugiriendo que esta relación es uno de los
primeros pasos de la enfermedad crónica211. El proceso inflamatorio es complejo y

26
Introducción

existen múltiples vías que interaccionan entre los marcadores inflamatorios. La PCR
además tiene una buena correlación con la IL-6 pero no con el TNF-α212.

1.2.5.5. Proteína de unión al retinol

El Retinol binding protein 4 (RBP4) se identificó en primer lugar por su papel en


el trasporte de retinol. Es una citoquina de aproximadamente 21 Dalton secretado por el
hígado y los adipocitos que se encuentra aumentado en diferentes modelos animales de
resistencia a la insulina213. La RBP4 aumenta la expresión hepática de la enzima
gluconeogénica fosfoenolpiruvato carboxiquinasa (PEPCK) y altera la señal de acción
de la insulina en el músculo esquelético. También se ha observado con el clamp
euglicémico-hiperinsulinémico que los niveles plasmáticos de sRBP4 se correlacionan
inversamente con la sensibilidad de la insulina y existe relación entre el RBP4 y la
obesidad, especialmente con el tejido adiposo visceral214. En los estudios pediátricos
han encontrado asociación entre la concentración de RBP4, la prevalencia de la
obesidad y el síndrome metabólico215, 216. Sin embargo en estudios donde se comparan
mujeres delgadas con mujeres con sobrepeso u obesas no encontraron diferencias en la
concentración de RBP4 y con una pérdida de peso del 5% no hay cambios importantes
en su concentración plasmática217.

1.2.5.6. Inhibidor del activador del plasminógeno-1

El Plasminogen activator inhibitor (PAI-1), es un inhibidor endógeno del


sistema fibrinolítico y sus niveles plasmáticos están elevados en los estados
inflamatorios de bajo grado como son la obesidad y el síndrome metabólico, además
contribuye a la patogénesis de la aterotrombosis y de la enfermedad cardiovascular218.
Aunque deriva primariamente de las plaquetas y las células endoteliales, se ha
demostrado que el aumento del PAI-1 en los obesos se puede atribuir a un aumento en
la producción por el tejido adiposo visceral más que subcutáneo, además la pérdida de
peso se asocia con la disminución de la actividad del PAI-1218. La producción del PAI-1
es estimulado principalmente por TNF-α, TNF-β, interleuquina-1, insulina y leptina, así
mismo el aumento de los niveles de PAI-1 forma parte del síndrome de resistencia a la
insulina219.

27
Introducción

1.2.6. MECANISMO DE REGULACIÓN DEL APETITO Y LA SACIEDAD

A lo largo de su evolución la supervivencia de los seres humanos dependió de su


capacidad para obtener alimentos para las necesidades inmediatas del metabolismo y
almacenar el exceso de energía en forma de grasa, con el fin de satisfacer las demandas
metabólicas durante el ayuno. Sin embargo en la actualidad, la conducta alimentaria no
está exclusivamente estimulada por el hambre, también influyen las sensaciones
hedónicas y los procesos homeostáticos, etc.

Las señales que surgen en la periferia, que influyen en la ingesta de alimentos y


en el gasto de energía se pueden dividir en dos grandes categorías220, 221. La primera
comprende las señales generadas durante las comidas que causan saciación
(sentimientos de plenitud que contribuyen a la decisión de dejar de comer) y/o saciedad
(prolongación del intervalo hasta que vuelve a aparecer el hambre o un impulso de
comer)222. La segunda comprende señales que informan al cerebro en proporción a la
cantidad de tejido adiposo presente. Estás señales de adiposidad interactúan con los
circuitos neuronales anabólicos y catabólicos, provocando un cambio en la sensibilidad
del cerebro a las señales de saciedad222.

I) Señales de saciedad.

Las señales de saciedad son secretadas por las células enteroendocrinas especializadas
en la pared del tracto gastrointestinal en respuesta a la digestión y absorción de las
comidas. En el modelo clásico de saciedad los péptidos intestinales por medio de las
señales neuronales informan al cerebro del contenido nutricional de la comida222.

a) Colescistoquinina

La colescitoquinina (CCK) fue el primer compuesto identificado como factor de


saciedad222. Es secretada por las células intestinales tipo l y ejerce su función endocrina
sobre el vaciado gástrico, la secreción de ácido gástrico, la motilidad intestinal, la
contracción de la vesícula biliar y la secreción de enzimas pancreáticas223, 224. Su efecto
biológico esta mediado por dos tipos de receptores acoplados a proteína G que son
CCK-1 y CCK-2. La CCK también ejerce una acción paracrina sobre los receptores

28
Introducción

CCK-1 próximos a las ramas sensoriales del nervio vago225, 226. La información sobre
los lípidos y proteínas ingeridas llega a la región posterior del cerebro e hipotálamo
donde se integra con el conjunto de señales sobre la homeostasis energética227, 228. En
los estudios clínicos sobre la acción de la CCK exógena, se ha visto que la
administración de la misma en las personas y animales disminuye el tamaño de la
ingesta que es dosis dependiente y cuando se administra un antagonista del receptor
CCK-1 antes de la visualización de la comida se produce una ingestión mayor que lo
habitual siendo también dosis dependiente229. Sin embargo la administración crónica de
la CCK no tiene efectos sobre el peso corporal, porque su acción a largo plazo se anula
por el balance energético global. Es decir, cuando existe menor cantidad de tejido
adiposo las señales de leptina e insulina en el cerebro disminuyen y los factores de la
saciedad, como la CCK, tienen menos efecto para restringir el tamaño de la comida222.

b) Péptido 1 parecido al glucagón

El Glucagón like Péptide-1 (GLP-1) deriva del proglucagón, es secretado por las
células L intestinales más frecuentes en íleon y colón. La secreción se produce como
respuesta a la ingestión de comida222. El mecanismo exacto por el cual las células L son
estimuladas parece requerir de señales neurohumorales que se inician en la región
proximal del intestino delgado230. El GLP-1 también presenta varias acciones en el
metabolismo de la glucosa: participa en la estimulación de la secreción de insulina que
es su acción más importante, inhibe la liberación de glucagón, inhibe la motilidad y las
secreciones gastrointestinales231. El GLP-1 es metabolizado en la circulación por la
proteasa dipeptidil peptidasa IV y su vida media en el plasma es de 1-2 minutos. El
producto de la acción de la DPP-IV es una GLP-1 truncada que es inactiva232.

El receptor de GLP-1 (GLP-1R) se expresa en las células de los islotes


pancreáticos y del tracto gastrointestinal así como en las neuronas del sistema nervioso
central y periférico233, 234. La administración continua de GLP-1 provoca saciedad en las
personas sanas, obesas y en los diabéticos tipo 2234-238. La reducción de la ingesta de
alimentos puede deberse a los efectos inhibidores del GLP-1 sobre el tránsito
gastrointestinal y la reducción del vaciado gástrico222. A nivel central GLP-1 cruza la
barrera hematoencefálica y puede actuar con el receptor GLP-1R a nivel cerebral239, 240.
También se ha localizado una población de neuronas que sintetizan y secretan GLP-1 a

29
Introducción

nivel del tallo cerebral y cuyas proyecciones llegan al hipotálamo y otras áreas del tallo
cerebral que son importantes en el control de la homeostasis energética241, 242. Dado que
GLP-1 reduce la ingesta de los alimentos y estimula la secreción de insulina ha sido
adaptada para el tratamiento de la diabetes tipo 2243-245.

c) Péptido YY

El peptide tyrosine-tyrosine (PYY) es un miembro de la familia de péptidos


homólogos que incluyen el polipéptido pancreático y el neuropéptido Y (NPY)222. El
PYY es sintetizado y secretado por las células L en el íleon distal y colon como PYY1-36
y es metabolizado a PYY3-36246, 247. Los receptores de los efectos del PYY pertenecen a
la familia del receptor de NPY e incluyen Y1, Y2, Y4 y Y5248. El péptido PYY (3-36)
tiene predilección por el receptor Y2, actúa reduciendo la ingesta de alimentos en las
personas y animales222. La secreción del PYY es estimulada por la ingesta de alimentos
de forma proporcional a las calorías ingeridas, también por la presencia de nutrientes en
el íleon donde los lípidos parecen ser un estímulo muy importante249. No está claro si la
liberación PYY requiere el contacto directo de los nutrientes con las células L o de
señales neurohumorales originadas en el tracto gastrointestinal proximal, porque la
liberación del péptido se inicia antes que la comida llegue al intestino distal250. El PYY
también parece actuar a nivel del hipotálamo como una señal de saciedad a través de su
interacción con los receptores Y2 en el núcleo arcuato y también podría actuar en el
pedúnculo cerebral, la eminencia media y el área postrema251. El PYY reduce la
expresión del neuropéptido orexígeno NPY y sobrerregula la expresión de la
proopiomelanocortina (POMC) dentro del núcleo arcuato252, 253
. Por lo tanto el PYY
inhibe la ingesta por medio de la modulación del circuito hipotalámico de control del
apetito y la disminución del tránsito intestinal de la comida.

La señal de PYY que reduce la ingesta de alimentos y las alteraciones en la


liberación del mismo, parece jugar un papel en el desarrollo de la obesidad222. Se ha
observado que los niveles de PYY en ayunas y post-ingesta son más bajos en los adultos
obesos en comparación con los controles delgados, también se ha observado en los
adolecentes obesos la disminución del pico del PYY después de la ingesta254-256.
Además existen evidencias de variaciones genéticas en la secuencia del PYY e Y2 que
están asociadas con el peso corporal y se han descritos polimorfismos genéticos que se

30
Introducción

asocian con un riesgo disminuido para la obesidad257. En conjunto, los estudios en los
seres humanos apoyan el papel del PYY en la regulación de la ingesta de alimentos y es
un factor de la saciedad implicada en la patogénesis de la obesidad222.

d) Oxintomodulina

La oxintomodulina es un péptido de 37 aminoácidos que contiene la secuencia


entera del glucagón con la adición de un octapéptido C-terminal258. Se libera
conjuntamente con GLP-1 y PYY por las células L en la parte más distal del tubo
gastrointestinal y presenta muchas similitudes con GLP-1 en su síntesis y acción. No se
ha identificado un receptor único para ella aunque se conoce que ejerce sus efectos
anoréxicos a través del receptor de GLP-1259. Se piensa que la oxintomodulina cruza la
barrera hematoencefálica y estimula las neuronas que expresan el receptor de GLP-1 en
el núcleo arquato (ARC) y participa en el control de la homeostasis energética260, 261. El
tratamiento a largo plazo con oxintomodulina produce una disminución persistente de la
ingesta de alimentos y disminución del peso en las ratas262. La pérdida de peso en los
animales que recibieron oxintomodulina crónica es mayor de lo que cabría esperar por
una ingesta calórica reducida lo que sugiere que tiene efectos adicionales sobre el gasto
de energía222, 263.

g) Ghrelina

La ghrelina es un péptido acilado y el orexígeno circulante más potente


conocido222. El gen que codifica la ghrelina se localiza en el cromosoma 3p25-26 y
comprende 5 exones, el péptido de la ghrelina es sintetizado en el exón 2 y 3264. Se aisló
por primera vez en el estómago de las ratas y es secretado en su mayor parte por las
células oxínticas del fundus gástrico265, en respuesta al hambre o la privación de
alimento sirviendo como una eficaz señal periférica. Su regulación se opone a los
péptidos relacionados con la saciedad, aumenta la motilidad gastrointestinal y
disminuye la secreción de la insulina266, 267, también es secretada en menor proporción
en el intestino delgado y grueso, páncreas, placenta, riñón y a nivel del núcleo arcuato
en el hipotálamo268.

31
Introducción

El péptido de 28 Aa que se une al receptor para estimular la liberación de GH


(GHS-R). Contiene un residuo 3 de serina que es un n-octanoyl (ácido graso de 8
carbonos unidos covalentemente) fundamental para su bioactividad ya que le permite
atravesar la barrera hematoencefálica y unirse a su receptor específico269. Ejerce su
actividad a nivel del núcleo arcuato en el hipotálamo estimulando la producción y
secreción de neuropéptidos Y y el péptido relacionado con Agouti (AgRP) por parte de
las neuronas hipotalámicas270. También ha sido identificado un segundo tipo de ghrelina
llamada des-Gln14-ghrelin que es idéntica, excepto por la deleción de la Gl14; tiene la
misma potencia y actividad que la ghrelina pero se produce en menor cantidad en el
estómago, por lo que se supone que la ghrelina es la forma más activa271.

El receptor de la ghrelina (GHS-R) es un receptor acoplado a proteína G y se han


aislado dos tipos GHS-R tipo 1a con siete dominio trasmembrana, que cumple
específicamente el rol de receptor de la ghrelina y el GHS-R tipo 1b que es sintetizado
por un mecanismo alternativo de splicing y que contiene sólo 5 dominios
transmembrana y es inactivo.

La ghrelina es un potente estimulador de la liberación de GH tanto in vitro como


in vivo en los seres humanos y en otras especies269. La liberación es dosis dependiente y
la inyección intraventricular produce una mayor liberación272. La administración
conjunta de ghrelina con GHRH tiene un efecto sinérgico en la liberación de GH, lo que
implica que es necesaria para que la liberación de GH sea máxima270, 273. La ghrelina
esta aumentada en el plasma en ayunas y disminuye con la ingesta de nutrientes. La
disminución varía según los alimentos ingeridos y es más efectiva con los carbohidratos
en comparación con las proteínas y lípidos. La supresión postprandial no requiere la
exposición a los nutrientes a nivel de estómago o intestino donde ocurre la producción
del 80-90% de ghrelina266, 274
. Está vinculada con la anticipación de la ingesta de
alimentos y presenta picos antes de las comidas programadas, tanto en los seres
humanos como en las ratas, y cae poco después del final de la comida275. Cuando se
administra de forma exógena por vía central o periférica aumenta la ingesta de
comida276, 277. La ghrelina contribuye a la regulación del peso a largo plazo, ya que los
niveles circulantes responden de manera compensatoria a variaciones del peso logrado
por diferentes medios266.

32
Introducción

Asimismo influye en la actividad neuronal a través de su receptor en varias áreas


del cerebro que regulan la homeostasis energética a largo plazo, incluyendo el
hipotálamo, el tronco encefálico y el centro de recompensa mesolímbico. La
administración crónica de ghrelina aumenta el peso corporal a través de numerosos
efectos anabólicos en el consumo de alimentos y el gasto de energía y el bloqueo
farmacológico en los animales adultos disminuye la ingesta de alimentos, y los ratones
que carecen de ghrelina no ganan peso a pesar de una dieta para inducir obesidad278, 279.

También está relacionada con los trastornos de la conducta alimentaria


encontrándose elevada en los pacientes con anorexia nervosa aunque retorna a los
niveles normales después de la ganancia de peso280. Además estos pacientes presentan
niveles elevados de GH, ACTH, prolactina y cortisol como consecuencia del estímulo
producido por la ghrelina, lo que podría explicar en parte la amenorrea y los cambios de
conducta270, 281. En el síndrome de Prader-Willi en contra de lo que podría esperarse por
la obesidad de los mismos, los pacientes presentan niveles elevados de ghrelina como si
existiera una resistencia a la misma92, 93. La disminución de los niveles de ghrelina que
se observa después de la cirugía de bypass gástrico produce, pérdida de la regulación
ayuno/alimentación y en el ritmo circadiano de la ghrelina disminuyendo la hiperfagia
lo cual puede contribuir a la pérdida de peso tras la intervención270.

A nivel cardiovascular la ghrelina produce vasodilatación, aumenta el gasto


cardiaco e inhibe la actividad simpática282. Se ha comprobado que la administración
intravenosa disminuye la tensión arterial y mejora la postcarga cardiaca283. El efecto
vasodilatador se produce directamente sobre el músculo liso284, además mejora la
función endotelial e inhibe los cambios proaterogénicos285. Asimismo los niveles bajos
de ghrelina que se observa en los obesos puede tener efectos negativos sobre la función
vascular y promover el desarrollo de la enfermedad cardiovascular.

II) Señales del tejido adiposo

Existe un consenso general que la insulina secretada por las células β


pancreáticas y la leptina producida principalmente por el tejido adiposo blanco, el
estómago y otros tejidos son reguladores importante de la ingesta de alimentos y del
balance energético222. Ambas son secretadas en proporción directa al tejido adiposo

33
Introducción

corporal, atraviesan la barrera hematoencefálica y tienen acceso a las neuronas


hipotalámicas y de otras regiones cerebrales que influyen en la homeostasis energética.
Por lo tanto las neuronas sensibles a la insulina y/o leptina reciben una señal
directamente proporcional a la cantidad de tejido adiposo en el organismo220-222, 286.

a) Leptina

Las concentraciones de leptina en el tejido adiposo y el plasma se correlacionan


con la masa de tejido adiposo y el contenido de triglicéridos226. Es decir, aumenta con la
obesidad y disminuye con la pérdida de peso, cambios que están mediados en parte por
la insulina. La leptina atraviesa la barrera hematoencefálica mas permeable a nivel del
núcleo arcuato287. Como hemos comentado previamente se han identificado diferentes
receptores de leptina (desde el receptor LRa hasta el receptor LRe)288. Aunque el
receptor corto de la leptina LRa es el más abundante, carece de dominio citoplasmático
necesario para que la familia de tirosina quinasas Janus (JAK) pueda activar la señal del
transductor y activador de la transcripción (STAT)226. En cambio el receptor largo de la
leptina LRb que se expresa de forma abundante en el hipotálamo, el tronco y en otras
regiones cerebrales relacionadas con el control de la alimentación, el gasto energético y
de diferentes hormonas sí presenta dominio citoplamatico para JAK287.

La leptina se une a sus receptores neuronales localizados en el núcleo arcuato


que está situado por encima de la eminencia media. En el núcleo se encuentran en
sentido medial las neuronas que expresan el neuropéptido Y (NPY) y el péptido
relacionado con Agouti (AgRP), lateralmente se encuentran las neuronas que expresan
proopiomelanocortina (POMC) y el transcriptor regulador de cocaína y anfetamina
(CART)226. Estas neuronas presentan proyecciones al núcleo paraventricular (NPV) que
controla la alimentación y también presentan proyección autonómica preganglionar con
el tronco encefálico226. El NPV es la fuente de las hormona liberadora de tirotropina
(TRH), hormona liberadora de corticotropina (CRH) y la oxitocina que regulan la
glándula pituitaria y están involucrados en el metabolismo energético287. La
disminución de la leptina durante el ayuno induce hiperfagia y disminuye el gasto de
energía mediante el aumento de NPY/AGRP y la supresión de α-MSH y CART287, 288,
además estimula MHC y las orexinas en la zona del hipotálamo lateral. Por el contrario

34
Introducción

el aumento del nivel de la leptina inhibe la ingesta de alimentos, por la supresión de


NPY/AGRP y el aumento de péptidos anorexígenos (α-MSH y CRH)226, 287 (figura 1).

Figura 1. Esquema del mecanismo de acción de la leptina


Modificado de Ahima y col. 226

b) Insulina

La insulina es secretada de forma basal y presenta incrementos fásicos en


respuesta a las comidas. En los tejidos periféricos se une al receptor de la insulina y
lleva a la activación del sistema enzimático del sustrato del receptor de la insulina
(IRS)-fosfatidilinositol-3-cinasa (PI3cinasa) como parte de la vía de señalización de la
insulina226. A nivel central las moléculas de señalización de la insulina se expresan en
los principales núcleos del hipotálamo implicados en el metabolismo energético289. En
el núcleo arcuato la activación de la PI3-cinasa por la insulina se produce en las
neuronas que expresan IRS-2. La inhibición farmacológica de la PI3-cinasa evita el
efecto de saciedad de la insulina a nivel central289. También se ha demostrado que existe
un cruce en la vía de la señalización de la leptina y la señalización de la insulina a nivel
de PI3-cinasa en el hipotálamo289. La leptina y la insulina actúan en paralelo para
estimular a la PI3-cinasa en las neuronas que producen POMC, independientemente de
la señalización JAK-STAT3226. La insulina también activa la PI3-cinasa en las neuronas
que producen AgRP290. Sin embargo la deficiencia de los receptores de insulina o PI3-
cinasa en las neuronas que producen POMC y AgRP no afecta a la alimentación, o al

35
Introducción

peso. Esto sugiere que la insulina, a nivel central, no juega un papel crítico en la
regulación a largo plazo de la homeostasis energética290-292.

III) Integración de los circuitos centrales de la regulación de la alimentación

Como hemos comentado previamente los receptores para la insulina y la leptina


se encuentran en distintas áreas del cerebro, pero los más importantes para controlar la
homeostasis energética se localizan en el núcleo arcuato del hipotálamo (ARC). Donde
existe como hemos comentado una mayor permeabilidad relativa de la barrera
hematoencefálica que facilita el acceso de diferentes hormonas para actuar sobre sus
receptores allí presentes222. En el núcleo arcuato existen dos grupos de neuronas bien
diferenciadas muy importantes para la regulación del metabolismo energético222. El
primer grupo sintetiza el prepropéptido proopiomelanocortina (POMC) que se escinde
en la hormona estimulante de melanocitos-α (α-MSH) en el mismo núcleo y que actúa
como un neurotransmisor a nivel del receptor de melanocortina 3 y 4 (MC3R y MC4R)
en las neuronas y en otras áreas del hipotálamo y del cerebro para reducir la ingesta de
alimentos222. La acción catabólica de la leptina e insulina actúa sobre la señal de la α-
MSH y la administración de antagonistas de los receptores MC3R/MC4R bloquea sus
acciones a nivel cerebral293, 294. El segundo grupo de neuronas del ARC cuyos axones se
proyectan a muchas de las mismas regiones que los axones de las neuronas de la
POMC, sintetizan y secretan dos neuropéptidos muy importante que son el péptido
relacionado con Agouti (AgRP) un antagonista de MC3R y MC4R, por lo tanto las
acciones de estas neuronas es contrarrestar la actividad de las neuronas POMC73. El
segundo es el NPY que actúa en los receptores Y para estimular la ingesta de
alimentos295. Cuando el AgRP o el NPY se administran de forma crónica en el cerebro,
aumenta el peso corporal296, 297. La insulina y la leptina pueden suprimir la actividad de
las neuronas NPY/AgRP en el núcleo arcuato222.

Los tractos nerviosos originados en las neuronas productoras de POMC poseen


un efecto catabólico de tal manera que cuando más activo esté, disminuye la ingesta de
alimentos, aumenta el gasto energético y se produce pérdida de la grasa corporal. Por el
contrario los tractos originados en las neuronas productoras de NPY/AgRP son
anabólicos, lo que aumenta la ingesta de alimentos y la grasa corporal222. En
condiciones normales, ambos circuitos están activos y según la señal sea estimuladora o

36
Introducción

inhibidora se producirá la variación en los parámetros energéticos226. También se


expresan en el núcleo arcuato o en áreas próximas del hipotálamo, los receptores de
muchas señales de saciedad, entre ellas la ghrelina que interactúa directamente con las
neuronas del ARC que también son sensibles directa o indirectamente a los cambios de
CCK, GLP-1, NMB y apo A-IV298. La mayoría de estos péptidos se producen
igualmente en el cerebro y por tanto las moléculas que alteran la actividad de ARC
pueden ser directamente de origen cerebral, en lugar de procedencia plasmática, como
ocurre con la insulina, la leptina y la ghrelina222. Numerosos circuitos relacionados con
la saciedad procedentes de la zona posterior y de otras partes del cerebro se proyectan a
la región de la ARC. Las neuronas del ARC también son sensibles a los niveles locales
de nutrientes ricos en energía, incluyendo la glucosa, ácidos grasos de cadena larga
como el ácido oleico y algunos aminoácidos como la leucina299-301 (figura 2).

Es decir que el ARC puede considerarse clave en la relación entre las áreas
aferentes y eferentes de la regulación de la homeostasis energética, es sensible a una
amplia variedad de señales en la regulación energética, como son la leptina e insulina y
recibe información sobre las comidas en curso, ya sea directa o indirectamente222. Los
circuitos neuronales también interconectan el núcleo arcuato y las áreas cercanas del
hipotálamo con el núcleo del tracto solitario y permiten al área hipotalámica estar
constantemente al tanto de la actividad gastrointestinal en curso y al mismo tiempo
influyen en las zonas autónomas del tronco cerebral que se proyectan hacia el tracto
gastrointestinal, el hígado, páncreas y otros tejidos227, 228, 302, 303. Aunque las neuronas
del ARC se proyectan por todo el cerebro, existen dos zonas de concentración próximas
especialmente importantes que son el núcleo paraventricular (PVN) y el área lateral del
hipotálamo (LHA)222. El PVN expresan MC3R/MC4R y receptores Y, además las
neuronas del PVN también sintetizan y secretan neuropéptidos que tienen acción
catabólica como la CRH y oxitocina304, 305
. Por lo tanto existe un circuito catabólico
donde el aumento de la grasa corporal está asociado con aumento de leptina, insulina, α-
MSH y disminución de la actividad del NPY y la AgRP. Como consecuencia se produce
mayor actividad de la CRH, oxitocina y otras señales catabólicas que llevan a disminuir
la ingesta de alimentos y aumentar el gasto energetico222.

El área lateral del hipotálamo (LHA), en cambio, tiene un perfil opuesto, recibe
proyecciones del núcleo arcuato y contiene las neuronas que sintetizan y secretan

37
Introducción

péptidos anabólicos, incluyendo la hormona de concentración de melanina (MCH) y las


orexinas, que aumentan la ingesta de alimentos y el peso corporal306-308. Por tanto la
arquitectura y el funcionamiento de estos circuitos opuestos del hipotálamo permiten un
fino ajuste sobre la homeostasis energética, porque el cerebro puede simultáneamente,
activar una vía (catabólica o anabólica) mientras rechaza la otra222. Cuando existe
restricción de alimentos y se pierde peso, disminuye la secreción de leptina e insulina y
por lo tanto la señal a nivel del núcleo arcuato disminuye. Esto hace que la sensibilidad
a las señales de saciedad como la CCK sea menor y se ingiera una mayor cantidad de
comida antes que se produzca saciedad o la sensación de plenitud. Por el contrario, las
personas que comen en exceso, aumentan de peso y tienen niveles elevados de leptina e
insulina y por lo tanto una mayor sensibilidad a las señales de saciedad, con lo cual
disminuye la ingesta de alimentos y el aumento de peso222.

Figura 2. Integración de las señales para la regulación de la alimentación


Modificado de Woods y col.222

1.2.7. COMPLICACIONES DE LA OBESIDAD EN LA EDAD PEDIÁTRICA

Durante años las complicaciones relacionadas con la obesidad no han llamado


suficientemente la atención de los pediatras, principalmente por la creencia de aparecen
muchos años después del inicio de la misma. Sin embargo los estudios realizados en las

38
Introducción

poblaciones de niños obesos, han demostrado que los niños ya presentan un elevado
riesgo de desarrollar diversas patologías a lo largo de la infancia (tabla 2).

Tabla 2. Morbilidades asociadas a la obesidad infantil


Hipertensión arterial
Hipertrofia ventricular izquierda
Cardiovasculares
Placas ateromatosas
Disfunción endotelial
Síndrome de hipoventilación
Respiratorias Apnea obstructiva del sueño
Asma
Litiasis biliar
Pancreatitis
Digestivas
Esteatosis hepática no alcohólica
Reflujo gastroesofágico
Síndrome metabólico
Resistencia a la insulina
Diabetes mellitus tipo 2
Endocrinológicas y metabólicas Dislipidemias
Síndrome de ovario poliquístico
Pubertad temprana
Hipovitaminosis D
Tibia vara
Enfermedad de Perthes
Genu valgo
Esqueléticas
Epifisiólisis de la cabeza femoral
Torsion tibial
Riesgo de fractura aumentada
Intertrigos
Dermatológicas Acantosis nigricans
Procesos infecciosos

Hipertensión intracraneal idiopática


Neurológicas
(pseudo tumor cerebri)

Trastornos adaptativos
Psicológicas
Enfermedad depresiva

39
Introducción

a) Trastornos cardiovasculares.

En la patogenia de los trastornos cardiovasculares de la obesidad están


implicados una amplia red de hormonas, factores de crecimiento, agentes vasoactivos,
citoquinas, adipoquinas, radicales de oxígeno y moléculas de adhesión celular. En
condiciones normales la insulina estimula la vasodilatación a través de la inducción del
óxido nítrico sintasa (ONS) y la generación de óxido nítrico en células endoteliales
vasculares. En la obesidad y en otros estados asociados con resistencia a la insulina, la
producción de óxido nítrico disminuye, y lleva a la vasoconstricción e isquemia tisular.
La hiperglucemia por su parte contribuye a la disfunción endotelial y la insuficiencia
vascular a través de la producción de radicales superóxido y especies reactivas de
oxígeno que causan daño endotelial directo y agotan el óxido nítrico endotelial
reduciendo la reactividad endotelial. Los radicales de oxígeno también activan
polimerasas que inhiben la actividad del gliceraldehído fosfato deshidrogenasa y por lo
tanto promueven la formación de polioles, glucosamina y los productos finales de la
glicación avanzada.

Estos productos finales promueven el desarrollo de enfermedades


microvasculares y macrovasculares. La expresión de factores de crecimiento
dependientes de la glucosa y citocinas inflamatorias como IL-1, IL-6, y TNF-α junto
con la reducción de las concentraciones plasmáticas de adiponectina, agravan estos
efectos mediante la estimulación de la migración y proliferación de células musculares
lisas y el aumento de la adhesión de leucocitos a la superficie endotelial116. La
reducción de la disponibilidad de óxido nítrico también aumenta la agregación
plaquetaria y limita la fibrinólisis, promoviendo la progresión de la formación de
coágulos de ateroma. El aumento de las concentraciones del activador del
plasminógeno, que también se sobreexpresa en el tejido adiposo en la obesidad, puede
contribuir al depósito de fibrina en las paredes de la luz arterial. La producción de
endotelina-1 en los vasos sanguíneos terminales es mayor, promoviendo la
vasoconstricción. Estos efectos se ven agravados por la dislipidemia y por la
hipertensión arterial309. Además la reducción en la perfusión tisular puede limitar la
disponibilidad de la insulina y por lo tanto aumentar las concentraciones de glucosa
circulante, creando un círculo vicioso310. Por otra parte la obesidad es la principal causa
de hipertensión arterial en la edad pediátrica que es predominantemente sistólica

40
Introducción

(aproximadamente el 13% de los niños tienen hipertensión sistólica). En esta HTA


pueden estar implicados factores genéticos, metabólicos y hormonales.

La obesidad que ya esta presente en la infancia y adolescencia aumenta la


morbilidad y la mortalidad para la enfermedad cardiovascular y tiene un gran
significado pronóstico en la vida adulta311. Porque los factores de riesgo ya existen en la
infancia. En el Bogalusa Heart Study entre los niños de 5-17 años se observó que con
un IMC por debajo del percentil 85 los niveles de lípidos, insulina o la tensión arterial
no se modificaron significativamente. En cambio cuando se compararon con los niños
con un IMC ≥ p95 el riesgo relativo para tener colesterol total elevado aumentaba 2,4
veces, para la presión sistólica 4,5 veces (definido como > p95), para la presión
diastólica 2,4 veces (definido como > p95), para el LDL-c 3 veces (> 130 mg/dl), para
los triglicéridos 7,1 veces (> 130 mg/dl), para el HDL-c bajo 3,4 veces (< 35 mg/dl) y
para la insulina 12,1 veces. Así mismo se demostro entre los 813 niños con obesidad,
que el 58% presentaba un factor de riesgo y el 25% presentaba dos o más factores de
riesgo. De manera similar a la población adulta, la presencia de lesión arteriosclerótica
podía ser predecidas por el número de factores de riesgo coronario312, 313
.De forma
similar, el estudio Muscatine reveló que la obesidad en la adolescencia se asociaba con
niveles elevados de colesterol total y LDL-c en la vida adulta (especialmente en los
varones). Los niños obesos también tienen una predisposición a la disfunción endotelial,
engrosamiento de la íntima, de la media y desarrollo temprano de depósitos de estrías
grasas y placas fibróticas en la arteria coronaria314.

b) Alteraciones respiratorias relacionadas al sueño

Una consecuencia bien conocida de la obesidad son los trastornos del sueño
asociados con alteraciones respiratorias que abarcan un amplio espectro incluyendo el
aumento de la resistencia en las vías aéreas, fuertes ronquidos, reducción del flujo aéreo
y apneas obstructivas del sueño que pueden producir hipertrofia ventricular derecha e
hipertensión pulmonar, y en la obesidad mórbida estas alteraciones pueden llevar al
desarrollo de miocardiopatias muy importante315. Estos disturbios del sueño pueden
desencadenar enuresis y además llevan a una disminución de la atención con un peor
rendimiento académico316. La apnea obstructiva del sueño es el problema más frecuente
que presentan los niños con obesidad severa y entre los adolescentes puede tener incluso

41
Introducción

una prevalencia mayor del 50%. Para el diagnóstico se requiere la realización de una
polisomnografia317, 318. Además si presentan hipertrofia adenoamigdalar, el tratamiento
de elección es la adenoamigdalectomía acompañado de control y disminución del peso.
Los niños con obesidad muy severa y síndrome de Pickwick tienen riesgo de sufrir
embolia pulmonar y muerte súbita en la infancia.

c) Trastornos respiratorios

Aunque hay estudios que observan un incremento de la prevalencia del asma en


niños con IMC ≥ p85 independientemente del sexo, edad y grupos étnicos2, la
asociación entre la obesidad y asma aún está en debate. Lo que está demostrado es que
el aumento de peso empeora la evolución de la enfermedad. Se han postulado varios
mecanismos biológicos para explicar la relación entre la obesidad y el asma como
pueden ser: a) El trastorno de la mecánica ventilatoria por alteración de la compliance y
la elasticidad pulmonar b) Cambios en la respuesta inmunológica e inflamatoria c) La
activación de genes comunes para ambas enfermedades d) La influencia hormonal y del
sexo e) La influencia de la dieta, la actividad física y la programación fetal. La relación
entre ambas patologías es compleja y probablemente estee implicado más de un
mecanismo319, 320.

d) Trastornos gastrointestinales

La esteatosis hepática no alcohólica es un espectro de alteraciones que abarcan


desde la infiltración del hígado por tejido graso relativamente benigno, hasta la
infiltración grasa con inflamación conocida como esteatohepatitis no alcohólica que
puede progresar hacia la fibrosis. La prevalencia varía entre el 8-80% en los niños con
sobrepeso y obesidad, dependiendo de los métodos utilizados para su diagnóstico. El
diagnóstico se debe realizar por medio de una biopsia hepática, aunque muchos estudios
utilizan la elevación de la alanina aminotransaminasa (ALT) y la ultrasonografía para el
diagnóstico321.

Los hallazgos bioquímicos característicos son la elevación de la transaminasa


hepática a 4-5 veces sobre su valor normal, siendo la elevación de la alanina
aminotrasferasa (ALT) mayor que la elevación de la aspartato aminotrasferasa (AST), la

42
Introducción

elevación de la fosfatasa alcalina y de la gama glutamil transpeptidasa de 2-3 veces322.


La bilirrubina, la protrombina y la albúmina también se pueden alterar en fases muy
tardías. La ultrasonografía y otros métodos de imagen pueden mostrar cambios
compatibles con la esteatosis hepática pero no pueden orientar sobre el grado de la
inflamación o fibrosis323, 324
. El mecanismo que lleva a la esteatosis hepática y sus
secuelas no son completamente conocidos, probablemente implique una resistencia a la
insulina con la acumulación de grasa en el hepatocito, que desencadena la peroxidación
de lípidos hepáticos, la generación de oxidantes, la disfunción mitocondrial y a la
presencia de las citoquinas inflamatorias que llevan al daño hepático. Existen grupos
étnicos donde la severidad de la enfermedad puede ser mayor. La severidad de la
obesidad, la presencia de diabetes o hiperlipidemia son predictores del avance de la
enfermedad hepática325. También entre los niños obesos son mas frecuentes los cálculos
biliares, la colecistitis y la pancreatitis que afecta preferentemente a las adolescentes y
puede estar causada en parte por la hipertrigliceridemia310, 326. La obesidad por su parte
puede exacerbar otras enfermedades gastrointestinales que son más frecuentes como el
reflujo o la constipación.

e) Trastornos endocrinológicos y metabólicos

La complicación metabólica más grave de la obesidad infantil es la diabetes


mellitus tipo 2. La enfermedad se presenta con más frecuencia en determinados grupos
étnicos como pueden ser los nativos americanos, afroamericanos, hispanoamericanos,
asiáticoamericanos y entre los habitantes de las islas del Pacífico, es más frecuente entre
los individuos con antecedentes familiares de diabetes mellitus tipo 2327, 328. El factor de
riesgo modificable mas importante para el desarrollo de la diabetes mellitus tipo 2 en
los niños es la obesidad. La inmensa mayoría de los pacientes pediátricos con diabetes
tipo 2 son obesos, además la sensibilidad a la insulina en niños prepúberes y púberes se
correlacionan inversamente con el IMC y con el porcentaje de grasa corporal327, 328. Sin
embargo el riesgo para desarrollar intolerancia a la glucosa no sólo depende de la
acumulación de grasa corporal, sino también de la distribución de la misma. La
acumulación de grasa en la parte superior del cuerpo ya sea visceral o subcutánea
abdominal se asocia con resistencia a la insulina e intolerancia a la glucosa más que los
depósitos de grasa subcutánea femoral y glútea310.

43
Introducción

También debemos tener en cuenta que los niños con diabetes mellitus tipo 2 al
debut pueden no presentar síntomas como poliuria, polidipsia o polifagia. Por lo tanto la
American Academy of Pediatrics y la American Diabetes Association recomiendan el
estudio del metabolismo hidrocarbonado en aquellos niños que presenten un IMC ≥ p85
y otros dos factores de riesgos como: historia familiar de diabetes mellitus tipo 2 en
primer o segundo grado; pertenecer a determinado grupo étnico; presentar signos
asociados con resistencia a la insulina considerado factor de riesgo para el desarrollo de
DM tipo 2 (hipertensión arterial, dislipidemias, acantosis nigricans, síndrome de ovario
poliquístico)329. El screening se debe realizar a los 10 años o al inicio de la pubertad y
se debe repetir cada 2 años. Una glucemia en ayunas ≥ 126 mg/dl o un nivel casual ≥
200 mg/dl es diagnóstico de diabetes. El test de tolerancia oral a la glucosa es más
sensible que la glucemia en ayunas pero tiene el inconveniente de ser más invasivo,
ocasionar molestias y tener un costo mayor329.

El crecimiento está afectado en la obesidad, que suele estar aumentado y los


niños obesos prepúberes presentan una maduración ósea mayor. Sin embargo los
niveles en plasma de la hormona de crecimiento (GH), tanto basal y tras estímulo están
disminuidos330. No está claro el mecanismo por el cual la GH esta disminuida en los
niños obesos y se atribuyen a cambios a nivel central y periférico de los efectos
metabólicos de la GH. La disminución podría deberse a mayor sensibilidad de los
tejidos diana a la GH, una mejor retroalimentación negativa de IGF-1, disminución de la
acción de la ghrelina, cambios en el tono somatostaminérgico, acción de la insulina a
nivel central y el aumento de los ácidos grasos libres331. La concentración total de IGF-1
y la proteína de unión a IGFBP-3 en los niños obesos está normal o ligeramente
elevada, pero los niveles de IGF-1 libre están aumentados lo que puede reflejar la
disminución en la circulación de IGFBP-1 y IGFBP-2 suprimidos por la insulina y se
correlacionan inversamente con la sensibilidad de la insulina332. También los efectos de
la IGF-1 en el crecimiento y maduración ósea pueden ser potenciados por la
hiperleptinemia.

La obesidad central o abdominal en las adolescentes y las mujeres jóvenes está


asociada con hiperandrogenismo y alrededor del 50% de la testosterona circulante
puede derivar de la aromatización en el tejido graso lo que contribuye a la aceleración
del crecimiento y la maduración ósea333. Además la IGF-1 y la hiperinsulinemia en

44
Introducción

sinergia con la ACTH y la hormona luteinizante (LH) estimulan la producción de


andrógeno por las células adrenocorticales y las células de la teca ovárica
respectivamente. La disponibilidad biológica de los andrógenos ováricos y suprarrenales
esta aumentada, porque la insulina suprime la expresión de los genes de la globulina
transportadora de hormona sexual (SHBG) y disminuye las concentraciones plasmáticas
de SHBG. Los andrógenos libres aumentan la frecuencia de pulsos de GnRH y el ratio
LH/FSH, exacerbando así la producción de andrógenos en la teca. El aumento de los
andrógenos libres puede inducir adrenarquia precoz en niñas y en niños prepúberes. En
las adolescentes y mujeres jóvenes puede causar hirsutismo y anovulación. La
aromatización de la androstenediona en el tejido adiposo aumenta las concentraciones
plasmáticas de estrona ocasionando ginecomastia en varones adolescentes310.

Las niñas obesas tienen además una mayor predisposición al inicio temprano de
la pubertad y el examen clínico requiere especial atención porque la acumulación del
tejido adiposo en la región mamaria hace difícil distinguir la presencia de la glándula
verdadera. En cambio los niños tienen predisposición a un inicio más tardío de la
pubertad, y la presencia de tejido graso en la región suprapúbica puede producir una
apariencia de falso micropene42.

La obesidad también está asociada con las alteraciones del metabolismo de la


vitamina D. Los niveles séricos de PTH y 1,25 (OH) 2D están elevados en los pacientes
con obesidad mórbida, en quienes se encuentra disminuido la 25(OH) D. La causa de
esta asociación se ha atribuido a varios factores, con la menor exposición solar por la
poca movilidad de estos pacientes, la retroalimentación negativa que existe entre los
valores elevados de PTH y de 1-25 (OH) 2D sobre la síntesis de de 25(OH) D en el
hígado, pero el factor más importante parece ser la grasa corporal. Porque la vitamina D
después de su absorción es secuestrada y almacenada en el tejido graso y muscular
siendo liberada posteriormente a la circulación, aunque no está claro aun cual es el
mecanismo exacto.

f) Trastornos ortopédicos

La enfermedad de Blount (tibia vara) es más frecuente entre los niños obesos y
se caracteriza por el crecimiento anormal de la epífisis tibial proximal con progresiva

45
Introducción

angulación en varo de la pierna por debajo de la rodilla generalmente bilateral, su inicio


se produce habitualmente después de los ocho años de edad, a menudo es indoloro y
presenta un arqueamiento de los miembros inferiores334. El desplazamiento de la epífisis
de la cabeza femoral ocurre entre los 9 y 16 años de edad, también es más frecuente en
los niños obesos en comparación con los de peso normal335. Los adolescentes obesos
presentan un peor control del equilibrio en comparación con los sanos que incrementa el
riesgo para sufrir caídas y fracturas. La presencia de estas lesiones musculoesqueléticas
y fracturas vuelven a limitar aun más la actividad física, lo cual facilita una nueva
ganancia de peso generando un círculo vicioso336, 337.

g) Trastornos psiquiátricos

El impacto de la obesidad en la calidad de vida puede ser muy importante por la


estigmatización y los prejuicios que la sociedad actual tiene contra los obesos. Esto
afecta todas las áreas de la vida de los niños desde muy temprana edad, tanto en el
ámbito educativo, afectivo y familiar generando una serie de desventajas y alteraciones
psicológicas significativas como son: bajos niveles de autoestima, abandono de sí
mismo, mayores niveles de ansiedad y de depresión338-340.

h) Trastornos neurológicos

El pseudotumor cerebral produce aumento de la presión intracraneal en ausencia


de una masa que ocupa espacio. La patogénesis de la obesidad en el seudotumor
cerebral es poco conocida. Se piensa que el aumento de la presión intra-abdominal
puede aumentar la presión venosa central y la intratorácica produciendo un aumento de
la presión intracraneal310, 341. La prevalencia de la obesidad en la hipertensión craneal
idiopática aumenta con la edad342.

i) Alteraciones dermatológicas

Los niños obesos son más susceptibles para presentar alteraciones a nivel
cutáneo en comparacion con los niños con peso normal La acantosis nigricans está
presente en el 10% de los niños obesos caucásicos y llega hasta el 50% en los negros.
Esta acantosis se asocia con la hiperinsulinemia, está fuertemente relacionada con el

46
Introducción

índice de masa corporal y disminuye con la pérdida de peso343. Es frecuente además la


irritación crónica y los procesos infecciosos en las zonas de pliegues,especialmente en
el abdomen inferior y las axilas.

1.3. LA INSULINA

1.3.1. Síntesis de la insulina

La insulina que es el principal regulador del metabolismo de la glucosa, fue


aislada por primera vez en el tejido pancreático por Frederik Banting y Charles Best en
1921. El gen INS que codifica la proinsulina se encuentra localizado en el cromosoma
11p15.5. En los mamíferos la síntesis, el almacenamiento y la secreción de la insulina
está limitada a las células β del páncreas344.

La insulina humana es un monómero que consta de una cadena A con 21


aminoácidos y una cadena B con 30 aminoácidos y están unidos por dos puentes
disulfuros en los residuos de cisteína en la posición CysA7-CysB7 y CysA20-CysB19
respectivamente, un puente disulfuro adicional intracatenario conecta la cisteína A6 y
A11. La síntesis se inicia con un precursor proteico la preproinsulina donde los
primeros 24 aminoácidos forman un péptido señal. que en el retículo endoplasmático
(RE) es separado por una peptidasa y da lugar a la proinsulina intacta345. La proinsulina
sufre un plegamiento donde se alinean los puentes disulfuros entre las cadenas A y B de
la insulina y son transportados al aparato de Golgi pasos que requieren la utilización de
ATP. La proinsulina es almacenado en gránulos de secreción inmaduros que están
revestidos de una proteína denominada clatrina346. La maduración del gránulo
comprende diferentes pasos que se desarrollan en paralelo y son la pérdida de la
proteína clatrina, la acidificación progresiva y la conversión de la proinsulina en
insulina y péptido C, que se almacenan en gránulos de secreción maduros hasta su
liberación por exocitosis344, 347 o la fusión de los gránulos con el lisosoma348.

1.3.2. Acción de la insulina

La insulina directa o indirectamente afecta virtualmente a la función de todo los


tejidos del cuerpo y sus efectos metabólicos están presente en los tres tejidos

47
Introducción

responsables del almacenamiento de la mayor parte de la energía como son el hígado,


músculo y tejido adiposo. Mientras carece de una acción evidente en el metabolismo de
la glucosa en otros tejidos como cerebro, riñón o eritrocitos. En el metabolismo de los
hidratos de carbono, la insulina inhibe la glucogenolisis a través de la inhibición de la
enzima responsable la glicógeno fosforilasa. Inhibe la gluconeogénesis por la
disminución de los precursores gluconeogénicos de los ácidos grasos libres y de la
secreción de glucagón349, 350. Estimula el transporte de glucosa que es mediado por el
transportador GLU-4 a nivel muscular y del tejido graso351, incrementa la glucolisis en
ambos tejidos por medio de dos enzimas claves de la vía glucolítica, la hexoquinasa y la
6-fosfofructoquinasa352, estimula la síntesis de glucógeno en el hígado, músculo y tejido
adiposo. Dicho estímulo se produce incrementando la enzima glucógeno sintasa y por
medio de la inhibición de la enzima glucógeno fosforilasa.

A nivel del metabolismo de la grasa la insulina aumenta el aclaramiento de


triglicéridos ricos en quilomicrones de la circulación por medio de la estimulación de la
lipoproteína lipasa, que hidroliza triglicéridos en lipoproteínas circulantes y ácidos
grasos que pueden ser oxidados o almacenados en el músculo y en el tejido adiposo.
Dentro de las células grasas la insulina estimula la reesterificación de los ácidos grasos
libres a triglicéridos y el metabolismo de la glucosa para formar glicerol-3-fosfato que
son utilizados para la esterificación de ácidos grasos en triglicéridos. La insulina inhibe
la lipolisis de los triglicéridos almacenados por inhibición de la lipasa hormona sensible
que es la enzima que cataliza el paso limitante de la lipolisis353, 354. En conjunto el efecto
de la insulina en el almacenamiento de los triglicéridos y la disminución de la lipolisis
es disminuir el flujo de ácidos grasos libres que son los sustratos para la
gluconeogénesis a nivel hepático355. A nivel del metabolismo proteico la insulina
facilita el transporte de aminoácidos hacia el hepatocito, músculo esquelético y
fibroblastos, incrementa el número y la eficiencia de los ribosoma, disminuye la
proteólisis al inhibir la gluconeogénesis, mantiene la disponibilidad de los aminoácidos
como sustratos. Es decir la acción de la insulina es fundamentalmente anabólica y
aumenta la síntesis proteica por mecanismos directos o indirectos.

La insulina además presenta propiedades vasodilatadoras que se ejercen a través


de la activación de la producción de óxido nítrico por el endotelio356. La acción de la
insulina también es crítica para el crecimiento normal por sus efectos anabólicos en el

48
Introducción

metabolismo de las proteínas y lípidos así como por su interacción con otros factores
del crecimiento (factor de crecimiento insulinoide tipo 1/2) y su receptor. Aunque
también hay evidencias que la insulina puede contribuir al desarrollo de varios tipos de
cáncer, como el de mama357 y el colorectal358, 359.

1.3.3. El receptor de la insulina y sus sustratos

El receptor de la insulina es una glucoproteina que pertenece a la subfamilia de


receptores tirosina cinasa, entre los cuales se encuentra el receptor del factor de
crecimiento insulinoide tipo 1 (IGF-1) y un receptor huérfano relacionado con el
receptor de la insulina (RRI). El gen que codifica para el receptor transmembrana se
encuentra localizado en el cromosoma 19p13.2-13.3360. El receptor de la insulina consta
de dos subunidades extracelulares α y dos subunidades transmembranas β, que derivan
de un precursor monocatenario o prereceptor, que genera un complejo único entre las
subunidades α y β, además los dímeros α y β se unen por un puente disulfuro para
formar un tetrámero361, 362
. El receptor de la insulina se comporta como una enzima
alostérica clásica, es decir que una subunidad fosforila a la otra produciendo cambios en
la conformación que incrementan la actividad del dominio cinasa363.

Una vez activado el receptor de la insulina fosforila a varios sustratos


intracelulares que pertenecen a la familia de proteínas IRS/IGF-1 y que son IRS (1, 2, 3,
4). Aunque recientemente se han identificado IRS-5/DOK4 e IRS-6/DOK5. Igualmente
existen otros sustratos directos de las cinasas como Gab-1364, p62dok365, Cbl366, las
diversas isoformas de Shc367, APS (proteína asociada al sustrato) y los miembros de las
proteínas reguladoras de señal. El receptor fosforila a la mayor parte de estos sustratos
en varios residuos de tirosina que actúan como lugares para el acoplamiento de
moléculas intracelulares. Las proteínas del sustrato del receptor de la insulina presentan
mucha homología estructural y los sitios de fosforilación de tirosina son semejantes,
pero sus funciones son complementarias en la trasmisión de la señal de la insulina. Es
decir que son intermediarios fundamentales en la transducción de las señales de la
insulina368.

Por otra parte el receptor de la insulina y las proteínas del sustrato del receptor
de la insulina también pueden presentar fosforilación de la serina, que parecen actuar

49
Introducción

como reguladores negativos en la transmisión de las señales de la insulina al disminuir


la fosforilación de la tirosina de las proteínas IRS369. Otras enzimas intracelulares
implicadas en las vías de señalización de la insulina participan en la fosforilación de la
serina como Akt370, JNK cinasa371 y PI3-cinasa que también presentan actividad serina
cinasa372. Además otras enzimas también median los efectos de algunos inhibidores de
la acción de la insulina como kappa cinasa β inhibidora (IKKβ)373.

1.3.4. Principales vías de señalización de la insulina

a) Vía del fosfatidilinositol-3- cinasa

La enzima fosfatidilinositol-3-cinasa (PI3-cinasa) tiene un papel fundamental en


las acciones metabólicas y mitógenas de la insulina e IGF-1, entre ellas la estimulación
del transporte de glucosa, la síntesis de glucógeno y de lípidos374. La enzima consta de
una subunidad reguladora p85 y una subunidad catalítica p110, la activación de la
subunidad catalítica depende de la interacción de los dos dominios SH2 de la subunidad
reguladora con motivos de tirosina fosforilado de IRS375, 376. Los mecanismos por los
cuales el fosfatilinositol-3-cinasa transmite la señal de la insulina parecen ser
múltiples374. El fosfatidilinositol-3-cinasa cataliza la fosforilación de fosfoinosítidos
especialmente PI-(3,4,5)P3 (conocido como PIP3) que se unen a una variedad de
moléculas de señalización alterando así su actividad o la localización subcelular377,
además posee actividad de serina cinasa y por lo tanto pueden interactuar con otras
proteínas de señalización. El fosfatidilinositol-3-fosfato (PIP3) regula varias clases de
moléculas de señalización. En la vía mejor caracterizada interviene la AGC cinasa que
es un fosfoinosítido-quinasa dependiente de 1 (PDK1). Esta enzima es una de las dos
serina kinasas que fosforila y activa la serina/treonina cinasa Akt, conocida como
proteína cinasa B (PKB)378. La otra serina/treonina quinasa fosforilada por PDK1 es la
proteína cinasa C con sus isoformas atípicas ζ y λ (PKC ζ/λ). Ambas, la PKC ζ/λ atípica
y Akt, parecen ser importantes para la mediación de los efectos del transporte de
glucosa estimulada por la insulina en el músculo y el tejido adiposo. Por otra parte Akt
más que PKC ζ/λ, parece ser importante para estimular la síntesis de glucógeno, la
promoción de almacenamiento de la glucosa en el músculo, tejido adiposo e hígado, la
disminución de la gluconeogénesis y la producción de glucosa por el hígado (fig. 3).

50
Introducción

Por otra parte la inactivación de la señal de la insulina, se puede conseguir por


medio de la reducción de la concentración de PIP3 en la célula que se puede producir
por acción de PTEN que es una PIP3 fosfatasa, que desfosforila fosfoinosítidos en la
posición 3` que disminuye la concentración del segundo mensajero y por medio de
SHIP2 que es un 5`fosfoinosítido fosfatasa379.

b) Vías de las proteínas asociadas a c-Cbl/Cbl y la balsa lipídica

La actividad del PI3-cinasa es necesaria para la captación de la glucosa, pero


existen otras vías independientes que intervienen en la fosforilación de la tirosina del
protooncogén Cbl y que requieren la presencia de una proteína adaptadora366. En la
mayoría de las células insulinosensibles la proteína adaptadora CAP (Proteína asociada
a c-Cbl) se une a una secuencia rica en prolina en Cbl a través de su dominio SH3
carboxilo terminal366. La proteína adaptadora CAP se expresa en los tejidos sensibles a
la insulina y su expresión aumenta marcadamente durante la diferenciación de los
adipocitos cuando se estimula con un agonista del receptor activador del proliferador del
peroxisona gamma (PPARγ) como es la tiazolidindiona366. La Proteína CAP se une a la
proteína flotilina, uno de los componentes del dominio de la balsa lipídica de la
membrana plasmática. La traslocación de Cbl fosforilado recluta también la proteína
adaptadora CrkII de la balsa lipídica que interacciona con la proteína de intercambio de
nucleótidos guanílicos C3G que cataliza el intercambio de GTP por GDP en TC10
provocando la activación de esta proteína G, que es la segunda señal de traslocación
para GLUT 4380.

c) Vía de señalización RAS y mTOR

La insulina también estimula la vía de las proteínas cinasa activadas por el


mitógeno Ras (Ras-MAP). La activación plena de Ras por la insulina requiere la
estimulación de la tirosina fosfatasa SHP2 que también interacciona con sustrato del
receptor de la insulina tales como Gab-1 o IRS1/2381. Una vez activado RAS funciona
como un interruptor molecular que convierte las fosforilaciones de tirosina en una
segunda cascada de serina cinasas a través de la activación gradual de la serina/treonina
cinasa Raf, iniciando un programa de transcripción que conduce a la proliferación
celular o a la diferenciación382. El bloqueo de esta vía impide la estimulación del

51
Introducción

crecimiento celular, pero no tiene efecto en las acciones metabólicas de la insulina383.


La activación de la vía PI3-cinasa-Akt también regula la vía de la proteína cinasa
mTOR (mammalian target of rapamycin) que participa en la síntesis y degradación
proteica y regula el crecimiento384. Aunque el mecanismo de activación de mTOR no
está claro, parece requerir de la presencia de aminoácidos en el medio para la activación
plena de los factores de crecimiento, por lo tanto también puede representar un sensor
de nutrientes385.

Figura 3. Vías de señalización de la insulina


Modificado de Sesti G386.

1.3.5. Resistencia a la insulina

La resistencia a la insulina se define como la disminución de la capacidad de la


insulina para promover la utilización adecuada de la glucosa periférica, la supresión de
la producción hepática de glucosa y la inhibición de la producción de lipoproteínas de
muy baja densidad387. La etiopatogenia de la resistencia a la insulina con frecuencia es
multifactorial, coexistiendo una predisposición genética con la interacción de algún
factor ambiental. Las personas con un mismo IMC pueden presentar diferentes
expresiones fenotípicas y metabólicas de la resistencia a la insulina, aunque es mucho
más frecuente en las personas obesas o con sobrepeso. La resistencia a la insulina en los
niños y adolescentes puede sospecharse por la historia clínica y por hallazgos en el

52
Introducción

examen clínico (acantosis nigricans, estrías, hipertensión arterial, acné, hirsutismo, etc.)
pero su confirmación necesita la presencia de marcadores bioquímicos388.

1.3.5.1. Determinación de la resistencia a la insulina

Existen diversos métodos para evaluar la sensibilidad periférica a la insulina y


estos se dividen en métodos directos o indirectos. De los métodos directos, o de asa
abierta, el más aceptado es el “clamp euglicémico-hiperglucémico” donde el clamp
euglicémico permite evaluar la sensibilidad de la insulina en el tejido periférico,
mientras el clamp hiperglucémico permite evaluar la secreción de insulina389, 390
. El
clamp ha sido ampliamente utilizado en estudios experimentales y es considerado el
patrón de referencia para los otros métodos de medición. Aunque presenta
inconvenientes para su realización porque es un método complejo y costoso que
requiere tiempo y necesita de personal bien entrenado. Por ello está limitado a los
estudios de investigación.

Otro método ideado para permitir la medición de la resistencia a la insulina en la


práctica clínica es el modelo mínimo de Bergman donde se realiza un test de tolerancia
a la glucosa intravenosa (IVGTT) con múltiples extracciones para determinar la glucosa
y la insulina. Posteriormente, por medio de un modelo matemático se puede calcular el
índice de sensibilidad a la insulina y los índices de secreción de insulina en las fases
temprana y tardía. Igualmente presenta inconvenientes porque necesita de un personal
entrenado para su realización, deben tomarse con frecuencia las muestras de sangre (22
veces en el protocolo original) durante períodos de tiempo relativamente largos (4 h) y
la simplificación del modelo puede introducir sesgos389.

En la última década se han propuesto varios índices para determinar la


sensibilidad de la insulina a partir de un TTOG391-393. Su realización es más fácil,
aunque son menos sensibles. Se correlacionan con los índices de sensibilidad a la
insulina obtenidos en los estudios de clamp de glucosa y el análisis del modelo
mínimo394. Debido a su menor complicación han sido validados para los estudios
epidemiológicos395, 396
. Aunque siguen siendo costosos, requieren tiempo y personal
entrenado para su realización, lo que dificultan su aplicación en estudios con gran
número de individuos.

53
Introducción

Ante los incovenientes de las diferentes pruebas se ha intentado simplificar los


análisis bioquímicos y el punto de corte a partir del cual ante la presencia de una
hiperinsulinemia, se pueda considerar resistencia a la insulina. Se ha propuesto un valor
de insulina en ayunas por encima de 15 μU/ml o un pico de secreción de insulina > 150
μU/ml después de un test de tolerancia oral a la glucosa (TTOG) y/o de 75 μU/ml a los
120 minutos de un TTOG para considerar la presencia de resistencia a la insulina en la
población adulta397. En cambio en población de niños y sobre todo en los adolescentes
no hay acuerdo para definir un punto de corte específico a partir del cual se considera
resistencia a la insulina, fundamentalmente debido a que la pubertad es un estado en el
que puede considerarse fisiológico la resistencia a la insulina. Aunque también se han
establecido punto de corte específicos para el diagnóstico basados en el estadio puberal:
En prepuberales ≥ 15 u/ml, puberales (estadios II-IV de Tanner) ≥ 30 μU/ml y en
postpuberales niveles ≥ 20 μU/ml8.

También Mattews y col.398 propusieron un modelo matemático denominado


HOMA (Homeostasis model assessment) que presentaba ventajas evidentes con
respecto a otros métodos conocidos. Porque a partir de los valores de glucosa e insulina
en ayunas permitía realizar las estimaciones de la resistencia a la insulina y la función
de las células β. El HOMA-IR presentaba buena correlación con el clamp euglicémico-
hiperglucémico y con el test de tolerancia a la glucosa intravenosa (IVGTT)399, 400
.
Mattews y col. utilizando una población adulta originalmente establecieron un valor de
HOMA-IR > 2 a partir del cual se considero que existía resistencia a la insulina.
Aunque aun no existe un consenso sobre el punto de corte a partir del cual se considera
la presencia de resistencia a la insulina.

La fórmula matemática para el cálculo del índice es:

Glucemia en ayunas (mol/L)


HOMA-IR: Insulina en ayunas (uI/ml) x
22,5

HOMA-B%: 20 x (insulina/glucemia) - 3,5

Otro índice ampliamente utilizado propuesto por Katz y col.401 fue el índice
QUICKI (Quantitative insulin sensitivity check index) que refleja la sensibilidad de la

54
Introducción

insulina y al igual que el índice HOMA-IR puede realizarse con la glucosa e insulina en
ayunas. Ademas presentaba una buena correlación con el “clamp euglicémico-
hiperglucémico” y con el FSIVGTT y se podía utilizar en los estudios epidemiológicos.

La fórmula para el cálculo del índice de sensibilidad es:

1
Índice QUICKI-IS:
[log (Insulina en ayunas) + log (Glucosa en ayunas)]

El índice de QUICKI-IS originalmente fue descrito en la población adulta y la


media en la población no obesa fue de 0,382 ± 0,007, en cambio en los obesos fue de
0,33 ± 0,01 y en los diabéticos fue de 0,304 ± 0,007. En la población infantil García
Cuartero y col.402 en una población de 372 niños encontró un índice QUICKI de 0,72 ±
0,29. El percentil 90 de esta población fue de 1,10. En cambio Hebricek y col.403 en una
población de niños preadolescentes sanos encontraron un índice de QUICKI de 0,339 ±
0,02 y en los preadolescentes obesos fue de 0,331 ± 0,019. Por lo cual también debemos
ser cautos al considerar un punto de corte desde el cual consideramos que la sensibilidad
a la insulina está disminuida. Otro índice ampliamente utilizado para la evaluación de la
sensibilidad de la insulina es el denominado índice insulogénico que es el cociente entre
la glucemia y la insulina en ayunas.

Aunque estos índices originalmente fueron descritos en población adulta, en los


últimos años se han utilizado en los estudios epidemiológicos y clínicos en la población
infantil con buena correlación. Gungor y col.404 comparon los distintos métodos y
encontraron que la sensibilidad de la insulina por medio del clamp euglicémico
presentaba una fuerte correlación (p<0,01) con la insulina en ayunas (r: -0,92), con el
índice insulogénico (r: 0,92), con el HOMA-IR (r: 0,91) y el QUICKI-IS (r: -0,91). La
primera fase de la secreción de insulina se correlacionó con la insulina en ayunas (r:
0,76), el índice insulinogénico (r: 0,79) y el HOMA-B% (r: 0,82). La secreción de
insulina en la segunda fase se correlacionó con la insulina en ayunas (r: 0,83), el índice
insulogénico (r: 0,86) y el HOMA%-B (r: 0,86) (p<0,01). Es decir que la utilización de
la glucemia y la insulina en ayunas fue un buen indicador para evaluar la sensibilidad y
la secreción de insulina en los jóvenes no diabéticos.

55
Introducción

También Conwell y col.405 en una población de 18 niños obesos compararon la


sensibilidad de la insulina determinada por model analysis of a frecuent“minimal ly
sampled iv glucose tolerance test” (FSIVGTT) con otros métodos para medir la
sensibilidad de insulina que utilizan la glucosa e insulina en ayunas. La prueba se
realizó en tres ocasiones y encontraron correlación negativa con el índice HOMA-IR de
(r: -0,89), (r: -0,90) y (r: -0,81) (p<0,01) y correlación positiva con el índice QUICKI-IS
de (r: 0,89), (r: 0,90) y (r: 0,81) (p<0,01) en cada tiempo respectivamente. También hay
correlación positiva con el cociente glucosa e insulina en ayunas (r: 0,91), (r: 0,91) y (r:
0,82) (p<0,01). Estos métodos que son menos complejos y que están basados en la
glucosa e insulina en ayunas. se podrían utilizar en los estudios epidemiológicos

El problema que persiste en la edad pediátrica es la necesidad de establecer los


puntos de corte para determinar la resistencia a la insulina. En los diferentes estudios
realizados en la población pediátrica se han utilizado distintos puntos de corte. Así
Reinehr y col.406 en 130 niños obesos con un IMC entre 2-4 SDS y con una edad media
de 10,7 años, establecieron como punto de corte para la IR un HOMA-IR de 4. Por su
parte Allard y col.407 en una población de niños y adolescentes canadienses encontraron
que el percentil 95 del índice HOMA-IR para niños de 9 años de edad fue de 1,88 en los
niños y de 2,07 en las niñas y el mismo aumentaba con la edad. Keskin y col.408 basados
en un estudio con una población de 57 niños turcos, sugirieron en que el punto de corte
del HOMA-IR fuera 3,16 (sensibilidad del 76% y especificidad del 66%). Por su parte
D’Annunzio y col.409 en 142 niños italianos con edades entre 2,7-19 años y peso
adecuado encontraron que el percentil 95 del HOMA-IR fue de 2,2 en los prepuberales
y 3,61 en puberales.

En los estudios realizados en España, García Cuartero y col.402 en una población


de 372 niños de ambos sexos y diferentes estadios puberales con un IMC normal
encontraron que el percentil 90 para el HOMA-IR fue de 3,43. Por su parte Tresaco y
col.410 estudiaron la utilidad del índice HOMA-IR en la valoración del síndrome
metabólico y sugirieron un valor alrededor de 3 como punto de corte para el diagnóstico
del mismo; En cambio Tapia Ceballo y col. en una población niños obesos con edades
entre 6-14 años sugirieron un índice HOMA-IR más restrictivo a partir de 3,8.

56
Introducción

1.4. El SÍNDROME METABÓLICO.

1.4.1 DEFINICIÓN

El síndrome metabólico es un conjunto de alteraciones antropométricas, clinicas


y bioquímicas que predisponen al desarrollo de la enfermedad cardiovascular
arterioesclerótica y la diabetes mellitus tipo 2 a lo largo de la vida411.

La existencia de una serie de factores de riesgo que predisponen a la enfermedad


cardiovascular y la diabetes mellitus no es reciente, ya había llamado la atención a
diferentes investigadores en los años 20 del siglo pasado. Así Eskil Kylin en Suecia,
propuso la existencia de un síndrome que abarcaba hipertensión arterial, hiperglucemia
e hiperuricemia que se considero como la primera descripción sobre este síndrome en el
siglo XX412. Por su parte Pietro Avogaro y col. 413 a finales de los años 60 hicieron una
descripción sistemática de los componentes de este síndrome, además incluyeron la
hiperlipemia como uno de los componentes claves (obesidad, diabetes mellitus,
hipertensión e hiperlipemia).

Sin embargo fue Gerald Reaven414 en 1988 el primero que llamó la atención
suficientemente a los investigadores sobre la relación que existía entre la resistencia
insulínica, la intolerancia a la glucosa, el aumento de los triglicéridos, la disminución de
las lipoproteínas de alta densidad (HDL-c) y la hipertensión arterial. Todas estas
alteraciones actualmente están asociadas con el síndrome metabólico y lo denominó
entonces "síndrome X". Originalmente la obesidad no estaba incluida porque existían
individuos con IR que no eran obesos

1.4.2. EL SÍNDROME METABÓLICO EN LA POBLACIÓN ADULTA

A partir de la publicacion de Gerald Reaven, numerosos investigadores hicieron


referencia al mismo síndrome utilizando diferentes denominaciones o introduciendo
nuevos criterios para el SM en la población adulta. La Organización Mundial de la
Salud (OMS) en 1998, fue la primera organización que propuso en forma provisoria y
luego definitivamente en 1999 la definición del síndrome metabólico y los criterios para
su diagnostico en la población adulta415, 416
(tabla 3). Esta definición tenía algunos

57
Introducción

inconvenientes porque exigía la presencia de resistencia a la insulina o alteración del


metabolismo hidrocarbonado mas otros criterios y por lo tanto presentaba un mayor
poder predictivo para la posibilidad de padecer diabete mellitus tipo 2. Además
contemplaba el uso del índice cintura/cadera en lugar de la circunferencia abdominal
que esta mas relacionado con el depósito de grasa visceral y por último la inclusión de
la microalbuminuria como criterio para el diagnóstico del síndrome.

Tabla 3. Definición del síndrome metabólico según la OMS


Debe existir: resistencia a la insulina o glucemia basal alterada, intolerancia a la
glucosa o diabetes mellitus tipo 2.
Más dos de los siguientes criterios:
1. Obesidad: IMC ≥ 30 kg/m2 o un índice cintura/cadera > 0,9 ( varones) o > 0,8
(mujeres)
2. Dislipidemia: triglicéridos ≥ 150 mg/dl y/o HDL-c < 35 mg/dl (varones) o
< 40 mg/dl (mujeres)
3. Hipertensión arterial: tensión arterial ≥ 140/90 mmHg o tratamiento
farmacológico
4. Microalbuminuria: excreción ≥ 20 ug/min o relación albúmina/creatinina >
30 mg/g

En respuesta a los criterios propuestos por la Organización Mundial de la Salud,


el European Group for the Study of Insulin Resistance (EGIR) modificó los nuevos
criterios propuestos por la OMS principalmente en relación con los puntos de corte que
habían considerados. Además se sustituyó la determinación de la microalbuminuria por
la medición de la glucemia basal y propuso la utilización de la definición de síndrome
de resistencia a la insulina en lugar de la denominación de síndrome metabólico417
(tabla 4).

En el año 2001 el National Cholesterol Education Program (NCEP) presentó el


Panel de Tratamiento del Adulto (ATP III) con nuevos criterios del síndrome
metabólico como parte de un programa educativo para la prevención de las
enfermedades coronarias418. Esta clasificación más simple dejó de considerar la
alteración del metabolismo glucídico como criterio indispensable para el diagnostico del

58
Introducción

síndrome metabólico y asigno a cada componente del síndrome el mismo valor


equiparable. El NCEP-ATPIII, también reconoció que el síndrome se acompañaba de un
estado proinflamatorio y protrombótico. Esta clasificación más sencilla permitió que
fuera usada ampliamente tanto en los trabajos epidemiológicos como en la práctica
clínica diaria (tabla 5).

Tabla 4. Definición del síndrome metabólico según el EGIR


Resistencia a la insulina* más dos de los siguientes criterios:
1. Obesidad central: cintura ≥ 94 cm (varones) o ≥ 80 cm ( mujeres)
2. Dislipidemia: triglicéridos > 180 mg/dl y/o colesterol HDL-c < 40 mg/dl o
tratamiento por dislipidemia
3. Hipertensión arterial: tensión arterial ≥ 140/90 mmHg o tratamiento
farmacológico
4. Glucemia basal: ≥ 110 mg/dl
* Valores de insulina basal > p 75 de la población no diabética

Tabla 5. Definición del síndrome metabólico según el NCEP-ATP III


Tres o más de los siguientes criterios:
1. Obesidad central: cintura > 102 cm (varones) o > 88 cm ( mujeres)
2. Hipertrigliceridemia: triglicéridos ≥ 150 mg/dl
3. Descensos del colesterol: HDL < 40 mg/dl (varones) o < 50 mg/dl (mujeres)
4. Hipertensión arterial: tensión arterial ≥ 130/85 mmHg o tratamiento
farmacológico.
5. Glucemia basal: ≥ 110 mg/dl

En el año 2003 The American Association of Clinical Endocrinology (AACE)


publicó su posición oficial sobre el síndrome metabólico. Aunque sin proponer una
definición específica, dejando el diagnóstico al juicio clínico419. Además proponía una
modificación de los criterios del NCEP-ATP III, e insistía en la sugerencia de utilizar el
término de síndrome de resistencia a la insulina y excluía la diabetes como uno de los
componentes del síndrome por considerarlo una consecuencia propia del síndrome y
también excluía la obesidad como un criterio propiamente dicho (tabla 6).

59
Introducción

Tabla 6. Definición del síndrome metabólico según la AACE


Presencia de al menos uno de los siguientes factores de riesgo:
1. Diagnóstico de enfermedad cardiovascular, hipertensión arterial, síndrome de
ovario poliquístico, esteatosis hepática no alcohólica o acantosis nigricans.
2. Historia familiar de diabetes mellitus tipo 2, hipertensión arterial o enfermedad
cardiovascular.
3. Historia de diabetes gestacional o intolerancia a la glucosa.
4. Raza no caucásica.
5. Estilo de vida sedentario.
6. IMC > 25 kg/m2 y/o cintura > 101,5 cm (varones) o > 89 cm (mujeres).
7. Edad > 40 años.
Más dos o más de los siguientes criterios:
1. Triglicéridos > 150 mg/dl
2. Colesterol HDL < 40 mg/dl (varones) o < 50 mg/dl (mujeres)
3. Tensión arterial > 130/85 mph o tratamiento farmacológico.
4. Glucemia basal 110-125 mg/dl o glucosa 2 horas después de sobrecarga
oral entre 140 y 200 mg/dl

La existencia de múltiples definiciones para el síndrome metabólico ha generado


una gran confusión. Con el fin de poder realizar comparaciones entre poblaciones de
diferentes países sobre la prevalencia del síndrome metabólico The International
Diabetes Federación (IDF) reunió entre sus miembros un grupo de expertos con el
objetico de consensuar los criterios para el SM. Este nuevo consenso puso énfasis en la
obesidad abdominal como un componente clave del síndrome, que presentaba una
excelente correlación con la resistencia a la insulina y consideró su medición como un
requisito imprescindible para el diagnóstico del síndrome420 (tabla 7). Además teniendo
en cuenta que el grado de obesidad a partir del cual aumentan los riesgos para las
complicaciones metabolicas y cardiovasculares eran diferentes en las distintas razas, se
establecieron para la circunferencia abdominal puntos de corte específicos según los
grupos étnicos (tabla 8).

60
Introducción

Tabla 7. Definición del síndrome metabólico según la IDF


Obesidad central: incremento del perímetro de cintura según grupo étnico específico*
más dos de los siguientes criterios:
1. Hipertrigliceridemia: triglicéridos > 150 mg/dl o tratamiento para alteración
lipídica.
2. Descenso de colesterol HDL: < 40 mg/dl (varones) o < 50 mg/dl (mujeres) o
tratamiento por alteración lipídica.
3. Hipertensión arterial: tensión arterial sistólica ≥ 130 y/o tensión arterial
diastólica ≥ 85 mmHg o tratamiento farmacológico.
4. Alteración del metabolismo de la glucosa: glucemia basal ≥ 100 mg/dl o
diabetes mellitus tipo 2 previamente diagnosticado.
*Si el índice de masa corporal es > de 30 kg/m2 se puede asumir que hay una obesidad
central y no es necesario medir el perímetro de la cintura

Tabla 8. Criterio diagnóstico de obesidad abdominal según grupo étnico de


acuerdo a la definición de la IDF.
Grupo étnico Perímetro de cintura
Varones ≥ 94 cm
Europeos
Mujeres ≥ 80 cm
Varones ≥ 90 cm
Sur de Asia
Mujeres ≥ 80 cm
Varones ≥ 90 cm
Chinos
Mujeres ≥ 80 cm
Varones ≥ 85cm
Japoneses
Mujeres ≥ 90 cm

Sudamericanos y centroamericanos Criterios para el sur de Asia

Subsaharianos y Africanos Criterios para Europeos

Europa central y mediterráneo Criterios para Europeos

61
Introducción

1.4.3. EL SÍNDROME METABÓLICO EN LA POBLACIÓN PEDIÁTRICA

El síndrome metabólico en la población pediátrica también se define como un


conjunto de alteraciones antropométricas, clínicas y bioquímicas que predisponen al
desarrollo de la enfermedad cardiovascular arterioesclerótica y la diabetes mellitus tipo
2 a lo largo de la vida.

En la población infantil no existía una definición estándar de los criterios para


identificar el SM. Con el aumento de la prevalencia de la obesidad en los últimos años
se han realizado numerosos estudios sobre la prevalencia del SM en la población
infantil. El problema que surgió fue la proliferación de definiciones y criterios derivados
en general de la población adulta411. En algunos casos los investigadores propusieron
incluso sus propios criterios que fueron bastante aproximados a los existentes421-424. Sin
embargo en la mayoría de los trabajos publicados se utilizaron los criterios derivados de
la clasificación de la NCEP-ATP III para la población adulta y que habían sido
modificados por Cook y col. para la utilización en la edad pediátrica425-429. Aunque los
criterios considerados en general fueron similares, el punto de corte utilizado fue
diferente (tabla 9a, 9b, 9c).

Tabla 9a. Definición del síndrome metabólico en la edad pediátrica derivado


del NCEP-ATP III propuesto por Cook y col429.
Tres o más de los siguientes criterios:
1. Obesidad central: PC ≥ p90 para edad y sexo a partir del NHANES III
2. Hipertrigliceridemia: triglicéridos ≥ 110 mg/dl para edad y sexo
(Lipid research clinic)
3. Descensos del colesterol HDL: ≤ 40 mg/dl
4. Hipertensión arterial: PA ≥ p90 para edad, sexo y talla
(3er report NHBPEP)
5. Glucemia basal: ≥ 110 mg/dl (ADA)
PC: perímetro de cintura; PA: presión arterial; ADA: American Diabetes Association;
NHANES III: Third National Health and Nutrition Examination Survey; NHBPEP:
Nacional High Blood Pressure Education; Lipid research clinic (Estudios del cual
derivan los puntos de corte)

62
Introducción

Tabla 9b. Definición del síndrome metabólico en la edad pediátrica derivado


del NCEP-ATP III propuesto por de Ferrantis y col.426
Tres o más de los siguientes criterios:
1. Obesidad central: PC ≥ p75 para edad, sexo a partir del NHANES III
2. Hipertrigliceridemia: triglicéridos ≥ 100 mg/dl para edad y sexo y talla
(Lipid research clinic)
3. Descensos del colesterol HDL: ≤ 50 mg/dl
4. Hipertensión arterial: PA ≥ p90 para edad, sexo y talla
(3er report NHBPEP)
5. Glucemia basal: ≥ 110 mg/dl (ADA)
PC: perímetro de cintura; PA: presión arterial; ADA: American Diabetes Association;
NHANES III: Third National Health and Nutrition Examination Survey; NHBPEP:
Nacional High Blood Pressure Education Program; Lipid research clinic (Estudios del
cual derivan los puntos de corte)

Tabla 9c. Definición del síndrome metabólico en la edad pediátrica derivado


del NCEP-ATP III propuesto por Weiss y col.427
Tres o más de los siguientes criterios:
1. Obesidad central: IMC ≥ p97 gráficas CDC o Z score ≥ 2
2. Hipertrigliceridemia: ≥ p95 para edad, sexo y talla (Lipid research clinic)
3. Descensos del colesterol HDL-c: ≤ p5 para edad, sexo y raza
4. Hipertensión arterial: PA ≥ p90 para edad, sexo y talla
(3er report NHBPEP)
5. Glucemia: tras TTOG ≥140 y < 200 mg/dl
IMC: índice de masa corporal; PA: presión arterial; TTOG: test de tolerancia oral a la
glucosa; ADA: American Diabetes Association; NHANES III; Third National Health
and Nutrition Examination Survey; NHBPEP: Nacional High Blood Pressure
Education; Lipid research clinic (Estudios del cual derivan los puntos de corte)

Otros investigadores utilizaron criterios modificados a partir de la definición de


la OMS430-432 (tabla10a,10b,10c). Que son parecidos a los derivados del NCEP-ATPIII,
pero incorporan como un criterio mas la insulinemia. Además como hemos mencionado
los puntos de corte utilizados son diferentes y dificultan las comparaciones entre
distintos trabajos porque la prevalencia del síndrome metabólico varía ampliamente
según los puntos de corte considerados.

63
Introducción

Tabla 10a. Criterios del síndrome metabólico en la edad pediátrica derivado


de la OMS propuesto por Viner y col.430
Tres o más de los siguientes criterios:
1. Obesidad central: IMC ≥ p95 para edad y sexo
2. Hipertrigliceridemia: ≥ 155 mg/dl
3. Colesterol total: ≥ 200 mg/dl y descensos del colesterol HDL-c: ≤ 35 mg/dl
4. Hipertensión arterial: PA ≥ p95 para edad, sexo y talla
5. Glucemial basal: ≥ 110 mg/dl (ADA) o TTOG ≥ 140 a las dos horas
6. IR: prepuberal > 15 UI/ml; puberal > 30 UI/ml; postpuberal > 20 UI/ml
IMC: índice de masa corporal; PA: presión arterial; ADA: American Diabetes
Association; TTOG: test de tolerancia oral a la glucosa

Tabla 10b. Criterios del síndrome metabólico en la edad pediátrica derivado


de la OMS propuesto por Goodman y col.431
IR o Diabetes mellitus tipo 2 más dos criterios:
1. Obesidad central: PC ≥ 102 cm (varones) o ≥ 88 cm (mujeres)
2. Hipertrigliceridemia: ≥ 150 mg/dl
3. Descensos del colesterol HDL: ≤ 35 mg/dl (mujeres); ≤ 39 mg/dl (varones)
4. Hipertensión arterial: PA ≥ 130/85 mmHg
5. Glucemial basal: ≥ 110 mg/dl (ADA) o Diabetes mellitus tipo 2
6. IR: insulina > p75 (cohorte propia)
PC: perímetro de cintura; PA: presión arterial; ADA: American Diabetes Association;
TTOG: test de tolerancia oral a la glucosa; IR: resistencia a la insulina

Tabla 10c. Criterios del síndrome metabólico en la edad pediátrica derivado


de la OMS propuesto por Lambert y col.432
IR o Diabetes mellitus tipo 2 más dos criterios:
1. Obesidad central: IMC ≥ p85 cm para edad y sexo (percentiles propios)
2. Hipertrigliceridemia: ≥ p75
3. Descensos del colesterol HDL-c: ≤ p25 para edad y sexo (cohorte propia)
4. Hipertensión arterial: PA ≥ p75 para edad y sexo (cohorte propia)
5. Glucemial basal: ≥ 110 mg/dl
6. IR: insulina > p75 para edad y sexo (cohorte propia)
IMC: índice de masa corporal; PA: presión arterial; IR: resistencia a la insulina

64
Introducción

La IDF ante la falta de criterios a nivel mundial y la necesidad de identificar a


los niños con riesgo de presentar SM, propuso en el año 2007 un nuevo consenso. Los
criterios estaban inspirados en la definición para los adultos y consideraron el perímetro
abdominal imprescindible para definir el síndrome. Aunque existen inconvenientes por
la falta de percentiles para el perimetro abdominal en muchos países. Además se
consideró la población en tres grupos: entre 6 y 10 años donde no se puede diagnosticar
el síndrome pero se debe investigar la historia familiar del niño, entre 10 y 16 años que
es la población considerada para estos nuevos criterios y a partir de 16 años que
utilizarán los criterios para la población adulta433 (tabla 11).

Tabla 11. Criterios del síndrome metabólico en la edad pediátrica (IDF).


Edad 6 < 10 añosa 10 - 16 años ≥ 16 años
PC ≥ 94 cm para varones y ≥ 80 cm para
Obesidad PC ≥ p90 PC ≥ p90 mujeres europeas. (valores específicos
según grupos étnicos)b
Triglicé ≥ 150 mg/dl o tratamiento por valores
≥ 150 mg/dl
ridos elevados de TGL.
< 40 mg/dl ( varones) y < 50mg/dl
HDL - c < 40 mg/dl
(mujeres) o tratamiento para HDL-c.
TAS ≥ 130 mmHg o
Tensión TAS ≥ 130 mmHg y/o TAD ≥ 85 mmHg
TAD ≥ 85 mmHg o
arterial o dx previo de HTA.
dx. previo de HTA
AGA ≥ 100 o Dx de Glucemia en ayunas ≥ 100 o diagnóstico
Glucemia
DM tipo 2 DM tipo 2.

AGA: alteración de la glucemia en ayunas; PC: perímetro de cintura; TGL: triglicéridos;


DM: diabetes mellitus; HTA: hipertensión arterial; TAS: tensión arterial sistólica; TAD:
tensión arterial diastólica.
a)
No se puede realizar el diagnóstico del síndrome metabólico en esta edad. Se debe
investigar si existe una historia familiar de SM, diabetes mellitus tipo 2, dislipidemias,
enfermedad cardiovascular, hipertensión arterial u obesidad.

b)
Para las personas procedentes del sur o sudeste asiático, japoneses o grupos étnicos de
América Central y América del Sur se debe considerar, el perímetro de cintura ≥ 90 para
varones y ≥ 80 en mujeres.

65
Introducción

1.4.4. FISIOPATOLOGÍA DEL SÍNDROME METABÓLICO

La resistencia a la insulina es clave en la asociación entre la obesidad y los


componentes del síndrome metabólico, porque constituye el sustrato fisiopatológico
sobre el cual se desarrolla el síndrome metabólico.

1.4.4.1. La obesidad y la resistencia a la insulina

La etiología de la obesidad es multifactorial. Existe una susceptibilidad genética


sobre la cual inciden los diferentes factores ambientales que llevan a un desequilibrio
energético (aumento de la ingesta frente al gasto energético). El disbalance lleva al
almacenamiento del exceso de energía en el tejido adiposo. El adipocito para almacenar
el exceso de energia, sufre hipertrofia e hiperplasia que produciran alteraciones en su
función intracelular a nivel del retículo endoplasmático y mitocondrial
principalmente434. Esta disfunción celular desencadena un estado proinflamatorio,con
alteración de las adipoquinas y liberación de ácidos grasos que a nivel del músculo
esquelético promoveran la resistencia a la insulina (fig. 3).

Figura 3. Las consecuencias de la alteración del balance energético


Modificado de Ferrantis y col.434

66
Introducción

1.4.4.2. El estrés del retículo endoplasmático y la resistencia a la insulina en el


adipocito

El retículo endoplasmático es un organelo citoplasmático donde se integran las


vías y señales para regular el metabolismo de glucosa, lípidos y proteínas. El RE es el
principal lugar de síntesis proteica que junto con el aparato de Golgi, facilita el
plegamiento y envasado de las proteínas, su transporte y liberación para su utilización
en los procesos metabólicos celulares y de regulación. Dentro de este proceso las
proteínas chaperonas guían a las proteínas recién sintetizadas y son esenciales para la
síntesis, plegado y empaquetado correcto de las mismas434. El RE también participa en
la regulación y almacenamiento de los ácidos grasos como triglicéridos y la agrupación
de los mismos en gotitas de lípidos como reserva de energía o para la síntesis de
fosfolípidos. Una tercera función relevante es que actúa en la detección y regulación del
nivel de colesterol celular a través de la proteína de unión del elemento regulador del
colesterol (SREBP). Esta se libera en respuesta a la insulina o en respuesta a niveles
bajos de esteroles y activa la síntesis de colesterol y lípidos y se ha visto que tiene una
actividad disminuida en los estados de IR435, 436.

Cuando existe un balance energético positivo e hipertrofia del adipocito por el


exceso de nutrientes, se produce una excesiva demanda a nivel del RE que lleva a las
alteraciones funcionales que se denominan “estrés del RE”434. En esta situación de
estrés, el RE no puede realizar de forma correcta su función. Es decir que, no hay
creación de gotitas de lípidos, el sensor del colesterol puede estar inhibido, existe
aumento en las concentraciones de lactato y en la producción de proteína homóloga
c/EBP (CHOP)434. Otra manifestación muy importante del estrés celular del RE es la
"respuesta a proteínas desplegadas" (UPR) que consiste en la alteración de las vías de
regulación del RE para inhibir la síntesis de proteínas y eliminar las proteínas anormales
que se acumulan en el citosol y pueden alterar la función celular. Si no se consigue la
homeostasis del RE y de las células por el exceso de proteínas anormales, la UPR puede
inducir la apoptosis (muerte celular programada). Este estado de estrés del RE, que se
manifiesta por aumento de lactato, la producción de CHOP y la activación de la UPR,
puede resultar en la liberación sistémica de los ácidos grasos libres y mediadores
inflamatorios434, 436.

67
Introducción

El exceso de tejido adiposo, el aumento de lípidos y glucosa circulantes que se


observa en la obesidad y la diabetes mellitus tipo 2 pueden causar estrés del RE y llevar
a una UPR que puede inducir resistencia a la insulina y por lo tanto a aumentar la
concentración de lípidos y glucosa que generará más estrés produciendo un círculo
vicioso, y aumento de la resistencia a la insulina436. Un mediador intracelular crucial de
este proceso parece ser las cinasas c-Jun-NH2-terminal (JNK), que se activan en el
músculo, hígado y adipocitos de los ratones por el exceso de ácidos grasos libres y
citoquinas inflamatorias liberados en los estados de estrés del RE371. En el adipocito, la
activación de JNK produce disminución de la sensibilidad a la insulina, por reducción
de la acción del sustrato del receptor de insulina (IRS), que son importantes en la vía de
señalización de la misma. También la activación de JNK1 por TNF-α produce la
fosforilación de la serina en IRS-1 que disminuye la respuesta celular a la insulina y
produce resistencia a la misma434.

El papel del estrés del RE en la inducción de resistencia a la insulina parece


extenderse más allá de los adipocitos. En la obesidad JNK también se activa en células
musculares y hepáticas y parece promover la IR en estos tejidos371, 436. Los estudios en
animales sugieren que la lipotoxicidad y glucotoxicidad también reducen la masa de las
células β pancreáticas, un proceso que está mediado en parte por el estrés no
compensado del RE en las células β que conduce a la apoptosis y contribuye a la
homeostasis anormal de la insulina y glucosa437. En las células de los islotes
pancreáticos el estrés del RE asociado con la activación de JNK llevan a una
disminución en la producción y en la sensibilidad a la insulina de las células β438.

1.4.4.3. Estrés oxidativo mitocondrial y la resistencia a la insulina

El procesamiento del exceso de ácidos grasos libres por la mitocondria causa


desacoplamiento mitocondrial y liberación de especies reactivas de oxígeno (ROS).
Aunque el mecanismo exacto de este proceso aún no está bien definido439, 440
. Esta
producción de ROS genera un estrés oxidativo, que puede ser definido como el
desequilibrio entre los niveles de las especies reactivas de oxígeno (ROS) frente a las
sustancias reductoras que protegen contra los radicales libres y peróxidos que son
dañinos. El estrés oxidativo mitocondrial se suma a los efectos del estrés del RE en la
obesidad. En el tejido adiposo de los individuos obesos se ha encontrado un aumento

68
Introducción

evidente de las especies reactivas de oxígeno incluyendo malondialdehido y dienos


conjugados441. Las especies reactivas parecen influir negativamente en la producción de
insulina por el páncreas y pueden conducir a la apoptosis de las células β442. Además, la
hiperglucemia que se produce como consecuencia de la alteración de la homeostasis de
la glucosa periférica por la resistencia a la insulina en el músculo esquelético puede
llevar a una mayor producción de ROS mitocondrial tanto en las células β pancreáticas
como en las células endoteliales vasculares434. La disfunción mitocondrial en el hígado
y el músculo esquelético puede causar la acumulación de lípidos en estos tejidos y
aumentar, aún más el círculo vicioso de la resistencia a la insulina443. Las citocinas
inflamatorias también pueden inducir y agravar el estrés oxidativo, así el TNF-α
estimula la producción de ROS en las células hepáticas humanas444.

1.4.4.4. Los ácidos grasos libres y la resistencia a la insulina

Los niveles de los ácidos grasos libres están habitualmente elevados en la


obesidad porque el tejido adiposo libera mayor cantidad y su aclaramiento está
disminuido, además los niveles elevados de ácidos grasos inhiben la acción
antilipolítica de la insulina445. También producen alteraciones en el transporte de la
glucosa y/o fosforilación por un defecto en la señalización de la insulina446, 447
. Los
ácidos grasos libres ingresan fácilmente a las células donde son oxidados, para generar
energía en forma de ATP o para ser reesterificados y almacenados en forma de
triglicéridos448. Cuando existe un aumento en el nivel plasmático de los ácidos grasos
libres a nivel intracelular (intramiocelulares o intrahepatocitaria) también se produce un
aumento de los triglicéridos y de varios metabolitos que participan en la reesterificación
de los ácidos grasos libres, como acil-coenzima A de cadena larga y diacilglicerol
(DAG)449, 450
. El DAG también es un potente activador de las nuevas isoformas
convencionales de la proteína cinasa C (PKC)451.

El aumento de los niveles plasmáticos de ácidos grasos libres también pueden


activar otras serina/treonina kinasa como la cinasa IKβ (IKK-β) y c-Jun-NH2-terminal
cinasa (JNK)452, 453. Aunque no está claro el mecanismo por el cual los ácidos grasos
libres activan estas cinasas, pero parece que pueden estar implicados la generación de
especies reactivas de oxígeno (ROS), la activación de la vía de los receptores tipo Toll 4
(TLR4) o bien el estrés del retículo endoplásmico. Una vez activadas las serina/treonina

69
Introducción

cinasa pueden interrumpir las señales de la insulina disminuyendo la fosforilación de la


tirosina de IRS 1/2454. Esta interrupción inhibe la actividad de la vía IRS/Fosfatidil
inositol-3-cinasa/Akt, que controla la mayoría de las acciones metabólicas de la insulina
como la captación de glucosa, la síntesis de glucógeno, la glucogenólisis y la
lipólisis368. La vía IRS/Fosfatidil inositol-3-cinasa/Akt también es importante para la
activación de la óxido nítrico sintasa endotelial (NOS) y la producción de óxido nítrico.
Además los ácidos grasos libres pueden disminuir la producción de oxido nítrico a
través de un segundo mecanismo como es la estimulación de NAD(P)H oxidasa448. Esta
estimulación se puede producir de manera dependiente de la PKC y conducirá a una
mayor producción de especies reactivas de oxígeno (ROS) y una disminución del oxido
nítrico. Los ácidos grasos también puede interferir con la estimulación de la insulina en
el transporte de glucosa mediante la modulación de la transcripción de genes y la
estabilidad del ARNm del transportador de glucosa (Glut)455 (figura. 4).

Las concentraciones elevadas de ácidos grasos y triglicéridos se acumularan en


múltiples tejidos como el hígado, músculo esquelético, corazón, y en las células β
pancreáticas que presentan menos capacidad de almacenar lípidos y por lo tanto van a
presentar alteraciones como esteatohepatitis, resistencia a la insulina en el músculo
esquelético y disfunción de las células β pancreáticas.

Figura 4. Los ácidos grasos libres y la resistencia a la insulina


Modificado de Boden G448.

70
Introducción

1.4.4.5. Los ácidos grasos libres y la inflamación

La elevación aguda de los ácidos grasos libres en plasma, además de producir


resistencia a la insulina a nivel hepático y periférico, activa la vía del factor nuclear
proinflamatorio (NF)KB que aumenta a nivel hepático la expresión de varias citoquinas
proinflamatorias como TNF-α, IL-1β y IL-6448. Igualmente aumenta la proteína
quimiotáctica de los monocitos en la circulación452. Los mecanismos por medio de los
cuales los ácidos grasos activan la vía de (NF) KB no están claros. Se barajan varias
hipótesis448:1) El aumento del DAG media la activación de PKC que es un efector para
la activación de (NF)KB por medio de la cinasa IKK; 2) La activación a través de los
ácidos grasos de IKK y (NF) KB puede ser mediada en parte por el receptor de TLR4
que es una vía esencial para el desarrollo de la inmunidad frente a patógenos y
desencadena la producción de citoquinas inflamatorias456. 3) Los ácidos grasos libres
inducen estrés en el retículo endoplasmático que puede llevar a la activación de IKK y
JNK para producir la respuesta inflamatoria448, 457 (figura 4).

1.4.4.6. La resistencia a la insulina en el tejido adiposo

La resistencia a la insulina en el tejido adiposo es importante en la fisiopatología


del síndrome metabólico414, 458. En condiciones normales la insulina inhibe la lipólisis
del tejido adiposo, sin embargo cuando existe IR la lipolisis no se puede suprimir y
aumenta el volumen de ácido graso libre (AGL) liberado al plasma. Este proceso está
mediado por la enzima lipase hormone sensitive (HSL) que junto con el adipose
triglycéride lipase (ATGL) son responsables del 95% de la hidrólisis de los
triglicéridos459, 460. En los sujetos obesos la hiperinsulinemia y la IR están fuertemente
asociados con el ARNm y la expresión de la proteína de HSL y ATGL
independientemente de la masa grasa461.

La resistencia a la insulina aumenta los niveles de AGL que producen a su vez


aumento de la IR448. Asimismo el depósito de tejido adiposo visceral contribuye al
aumento del volumen de AGL porque los adipocitos viscerales a diferencia de los
subcutáneos son más sensibles a las catecolaminas que estimulan la lipólisis. Por otra
parte el drenaje venoso del tejido adiposo visceral va directamente al sistema porta y se
ha hipotetizado que en la obesidad visceral el hígado recibe una sobrecarga de ácidos

71
Introducción

grasos y por consiguiente se vuelve resistente a la insulina (teoría portal)458. El tejido


adiposo también contribuye a la fisiopatología del síndrome metabólico a través de la
liberación excesiva de citoquinas proinflamatorias. Dichas citoquinas parecen proceder
de los adipocitos y/o de los macrófagos derivados de los monocitos y pueden modificar
la acción de la insulina de forma paracrina en el tejido adiposo o de forma endocrina a
nivel de otros tejidos, como el hígado o músculo esquelético462.

1.4.4.7. La resistencia a la insulina en hígado

La insulina inhibe la producción y liberación de glucosa por bloqueo de la


glucogénesis y la glucogenolisis a través de mecanismos que implican la regulación de
la expresión de numerosos genes que codifican las enzimas hepáticas como la
fosfoenolpiruvato carboxilasa (PEPCK) un paso limitante en la gluconeogénesis463.
También aumenta la expresión de genes de las enzimas esenciales para la biosíntesis de
triglicéridos y reduce la producción y la secreción de los triglicéridos VLDL y
apolipoproteína B (apo B) y aumenta la degradación de esta apolipoproteína464, 465.

El aumento del flujo de AGL a nivel hepático altera la acción de la insulina,


incluyendo aumentos en la producción hepática de glucosa, síntesis de citoquinas
proinflamatorias y cambios en el metabolismo de las lipoproteínas. En los pacientes con
resistencia a la insulina, a nivel hepático el flujo de AGL es elevado, la síntesis y
almacenamiento de triglicéridos está aumentado y se secretan como VLDL466. La
dislipidemia, asociada con resistencia a la insulina, es una consecuencia directa del
aumento de la secreción de VLDL en el hígado y puede explicar por qué el aumento en
el plasma de la apo B se asocia de modo variable con el síndrome metabólico en
ausencia de incrementos en las concentraciones de LDL-c.

La hipertrigliceridemia está asociada con la disminución del HDL-c, esto en


parte está relacionado con la transferencia de ester de colesterol del núcleo de las
lipoproteínas ricas en triglicéridos al HDL-c catalizado por la cholesteryl ester protein
transfer (CETP)458, 467, lo que genera triglicéridos ricos en HDL-c más pequeños que
son sustrato para la lipasa hepática que producen partículas mas pequeñas que son
aclaradas por el riñón468. En el contexto de la hipertrigliceridemia, las partículas de
LDL-c son también enriquecidas con partículas de triglicéridos pequeñas y densas.

72
Introducción

Estas partículas pequeñas y densas de LDL-c se asocian con las enfermedades


cardiovasculares469.

Como hemos descrito, la esteatosis hepática está relacionada con la resistencia a


la insulina y el síndrome metabólico, abarcando desde el depósito del exceso de ácidos
grasos en el hígado como triglicéridos, hasta un estadio más avanzado de lesión
inflamatoria y esteatohepatitis no alcohólica (EHNA). También están implicados en el
desarrollo de la EHNA el estrés oxidativo, la peroxidación lipídica y las citocinas. En la
actualidad las terapias de la esteatosis hepática se centran en la mejora de la acción de la
insulina470.

1.4.4.8. La resistencia a la insulina en el músculo

En los seres humanos, el músculo esquelético en condiciones normales es el


principal lugar donde se produce la captación de la glucosa estimulada por la insulina.
Después de entrar en la célula, la glucosa es fosforilada por la hexoquinasa y puede
seguir dos caminos ser oxidada para generar ATP o almacenarse como glucógeno a
través de la activación de la enzima glucógeno sintasa. En el músculo el aumento de las
concentraciones de ácidos grasos libres altera el ciclo de la glucosa471. El aumento de
ácidos grasos libres inhibe el transporte de la glucosa mediado por la insulina472. La
acumulación de triglicéridos en el músculo esquelético también jugaría un papel directo
en la etiología de la resistencia a la insulina y dicho acúmulo está inversamente
correlacionado con la sensibilidad a la insulina473. Sin embargo, también se ha visto que
cuando mejora la sensibilidad a la insulina por el ejercicio o la reducción de peso, los
cambios en el contenido de triglicérido muscular son muy escasos o no cambia474.

1.4.5. CRITERIOS DEL SÍNDROME METABÓLICO

1.4.5.1. El síndrome metabólico y la obesidad abdominal

En la población adulta la obesidad abdominal y la resistencia a la insulina son


considerados factores importantes en el desarrollo del síndrome metabólico458, 475
. La
obesidad central es un componente de las diferentes definiciones del síndrome
metabólico y para la IDF es un criterio imprescindible para el diagnóstico, tiene una

73
Introducción

fuerte correlación con los componentes del síndrome y la resistencia a la insulina420. La


prevalencia e incidencia de la diabetes tipo 2 y la enfermedad cardiovascular aumenta
en relación directa con el índice de masa corporal, pero existen individuos con IMC
similar que presentan una gran heterogeneidad clínica. Los pacientes con sobrepeso u
obesidad que presentan una mayor acumulación de grasa intraabdominal, es decir con
aumento del perímetro de la cintura, tienen un mayor riesgo para diabetes mellitus tipo
2 y la enfermedad cardiovascular476-478.

También en la población infantil, se ha observado la relación que existe entre la


obesidad, la resistencia a la insulina y el riesgo para desarrollar S.M431, 479. La obesidad
abdominal puede determinarse por la medición del perímetro de cintura, que es un
método efectivo para evaluar el tejido graso abdominal480. Además el perímetro de
cintura presenta buena correlación con el tejido adiposo visceral481 y es un buen
predictor de los factores de riesgo cardiovascular en la infancia y en la vida adulta482, 483.
Igualmente se ha demostrado en la población infantil, que el perímetro de cintura es un
predictor independiente de la resistencia a la insulina11 y se correlaciona con el perfil
lipídico484 y con la tensión arterial483, que son componentes del SM. Sin embargo aún
no existe consenso para la utilización del perímetro de cintura en el manejo clínico
diario de los niño niños obesos, a pesar de la evidencias que existen sobre la
distribución grasa corporal y el riesgo cardiovascular42.

1.4.5.2. El síndrome metabólico y la hipertensión arterial

La hipertensión arterial es un componente del síndrome metabólico y su


asociación con la obesidad es conocida y ha sido descrita en numerosos estudios
epidemiológicos en distintas razas y grupos étnicos. En dichos estudios se observó que
los niños obesos tenían niveles más elevados de tensión arterial o mayor prevalencia de
hipertensión arterial en comparación con niños más delgados313, 485
. Está HTA fue
predominantemente sistólica. Además el aumento de la tensión arterial fue proporcional
al incremento del IMC486.

La etiología de la hipertensión arterial en la obesidad, parece que no es única y


se han propuesto diferentes mecanismos fisiopatológicos como la alteración de la
función autonómica, la insulinoresistencia y las alteraciones en la estructura y función

74
Introducción

vascular. En la alteración de la función autonómica puede estar implicada la


hiperactividad del sistema nervioso simpático, con aumento de la liberación de
catecolaminas en plasma y aumento de la frecuencia cardiaca486. En el Bogalusa Heart
Study se observó que la frecuencia cardíaca en reposo presentó correlación positiva con
la tensión arterial y el pliegue cutáneo subescapular487. También se ha observado en un
screening realizado para descartar obesidad e HTA en los adolescentes, que los obesos
con HTA presentaron una frecuencia cardíaca en reposo más elevada con relación a los
normotensos no obesos488. Igualmente los niños obesos presentan una mayor
variabilidad en la frecuencia cardíaca y la tensión arterial cuando se comparan con niños
con peso adecuado, y este aumento podría deberse a la alteración del equilibrio entre la
actividad simpática y parasimpática486

La resistencia a la insulina también se ha relacionado con la hipertensión arterial


en los niños obesos y varios estudios han encontrado asociación entre la insulina en
ayunas con la tensión arterial en reposo489, 490. Los mecanismos de acción de la insulina
son diferentes por una parte actúa como un vasodilatador cuando se administra por vía
intravenosa en las personas con peso adecuado y también produce un aumento de la
reabsorción renal de sodio491. En presencia de la resistencia a la insulina los efectos
vasodilatadores de la insulina pueden perderse, pero su acción sobre la reabsorción renal
de sodio se conserva, lo que producirá un aumento del volumen intravascular y de la
tensión arterial492. Sin embargo este aumento de la reabsorción renal de sodio sólo se ha
observado en las personas de raza blanca, no así en africanos o asiáticos con síndrome
metabólico493. Aunque Csabi y col.494 en una población de niños obesos, no encontraron
relación entre la hiperinsulinemia y la excreción de sodio. Por otra parte la
hiperinsulinemia y la leptina también aumentan la actividad del sistema nervioso
simpático, que puede incrementar la resistencia vascular y producir hipertensión
arterial495. La resistencia a la insulina también se asocia con la disfunción endotelial y
con la disminución de la vasodilatación como hemos comentado, porque en condiciones
normales la insulina estimula la vasodilatación por medio de la inducción de la óxido
nítrico sintasa y la generación de óxido nítrico en las células endoteliales496,497.

También existen discrepancias sobre la relación que existe entre la resistencia a


la insulina, la hipertensión arterial y el síndrome metabólico. Kanai y col.489 sugieren
que la hiperinsulinemia tendría un papel fundamental en la patogénesis de la

75
Introducción

hipertensión arterial independientemente del grado de obesidad. Sin embargo para


Hanley y col.498 la insulina en ayunas o el índice HOMA-IR sólo contribuyeron
modestamente a la prevalencia de la hipertensión arterial en el SM. Por su parte Sinaiko
y col no encontraron una relación significativa entre la hipertensión arterial y la
insulinoresistencia, sin embargo cuando consideraron los factores de riesgo
cardiovascular en conjunto agrupados según la tensión sistólica, observaron diferencias
significativas en el grupo con hipertensión arterial499, 500
. También se ha visto que la
hipertensión arterial en la infancia puede predecir la hipertensión arterial y el síndrome
metabólico en la vida adulta501.

1.4.5.3. El síndrome metabólico y la dislipidemia

Las alteraciones lipídicas, especialmente los niveles elevados de triglicéridos y


disminuidos de HDL-c, están asociados con la resistencia a la insulina y son criterios
para el diagnóstico del síndrome metabólico14, 502. Una de las acciones más importantes
de la insulina como habíamos comentado es la inhibición de la lipólisis, porque los
ácidos grasos libres derivan principalmente de los triglicéridos almacenados en el tejido
adiposo458, 503. Los ácidos grasos libres liberados, en el hígado inducen un aumento de la
producción de glucosa, triglicéridos y secreción de lipoproteína de muy baja densidad
(VLDL). También producen disminución en la lipoproteína de alta densidad (HDL-c) y
aumento de la lipoproteína de baja densidad (LDL-c). A nivel muscular los ácidos
grasos reducen la sensibilidad a la insulina, que lleva a la inhibición del aporte de
glucosa y facilita la acumulación intramuscular de triglicéridos, que junto con la glucosa
estimulan la secreción pancreática de insulina y por lo tanto la hiperinsulinemia.

Las anomalías en el perfil lipídico que se observan en las personas adultas con
síndrome metabólico, que abarcan niveles elevados de colesterol total y LDL-c,
triglicéridos elevados y niveles bajos de HDL-c ya se pueden observar en los niños y
adolescentes con obesidad, en comparación con niños de peso adecuado313.Además se
ha observado que los adolescentes con niveles de triglicéridos ≥ 110 mg/dl y un
perímetro de cintura ≥ p90 según los criterios del APT-III modificado para la edad
pediátrica ya presentaron alteraciones metabólicas que se observan en el síndrome
metabólico504.

76
Introducción

1.4.5.4. El síndrome metabólico y la alteración del metabolismo hidrocarbonado

La progresión de la IR y la disminución del metabolismo de los hidratos de


carbono hasta la diabetes mellitus tipo 2 en la población obesa adulta es bien conocida y
está demostrado que la disminución de peso revierte esta progresión, con la regresión de
la diabetes o la resistencia a la insulina505.

La diabetes mellitus tipo 2 según la ADA se define como niveles de glucosa en


ayunas ≥ 126 mg/dl o ≥ 200 mg/dl dos horas después de un TTOG. Mientras que la
alteración de glucosa en ayunas se define como niveles de glucosa entre 100 mg/dl y
125 mg/dl e intolerancia a la glucosa cuando los niveles en plasma son ≥ 140 mg/dl dos
horas después de un TTOG. Además los pacientes que presentan alteracion de la
glucosa en ayunas o intolerancia a la glucosa tienen un alto riesgo para el desarrollo de
diabetes506. También debemos considerar que las personas con alteración de la
glucemia en ayunas o intolerancia a la glucosa pertenecen a dos grupos distintos y en
sólo en una parte de ellas están presente las dos alteraciones507.

En la población infantil también se ha demostrado esta progresión hacia la


diabetes mellitus tipo 2508, 509. El constante aumento de la prevalencia de la obesidad en
los niños y adolescentes, hace que sea importante identificar a los niños con alteración
de la glucosa en ayunas o intolerancia a la glucosa para que el manejo adecuado de los
mismos pueda evitar su progresión hacia la diabetes tipo 2. Ademas de la alteración de
la glucemia en ayunas, la intolerancia a la glucosa deberían estar incluidos entre las
alteraciones del metabolismo de los hidratos de carbono en el síndrome metabólico. Sin
embargo no todos los niños con intolerancia a la glucosa progresan hasta la diabetes
mellitus tipo 2 como ha quedado demostrado en el trabajo de Weiss y col, donde en un
seguimiento de más de un año a niños obesos con intolerancia a la glucosa encontraron
que sólo un tercio se hizo diabético, un tercio siguió presentando intolerancia a la
glucosa y en el resto se había normalizado la intolerancia a la glucosa510.

Las personas obesas e inclusive las que tienen el mismo IMC, pueden presentar
diversos grados de resistencia a la insulina. Sin embargo no todos los obesos van a
desarrollar intolerancia a la glucosa. Aún no están claros los factores que predisponen a

77
Introducción

una persona para desarrollar DM tipo 2, pero indudablemente existe una predisposición
familiar500.

1.4.5.5. El síndrome metabólico y el ácido úrico

El ácido úrico, es un producto de la actividad de la xantino oxidasa una enzima


implicada en el mecanismo del estrés oxidativo y la enfermedad cardiovascular. La
actividad de esta enzima se incrementa durante la isquemia y el fallo cardiaco, y los
inhibidores de la misma tienen un efecto favorable en el consumo miocárdico de
oxígeno y en la función vascular endotelial511. La hiperuricemia también ha sido
implicada en múltiples procesos proaterogénicos que incluyen, el aumento del estrés
oxidativo, la proliferación de la célula del músculo liso vascular, la formación de
cristales en las placas arterioescleróticas coronarias512-514. Además se ha asociado con el
SM y con el aumento de la incidencia y mortalidad de las enfermedades
cardiovasculares en las personas con antecedentes previos515, 516. Aunque también se ha
visto en personas sin enfermedad cardiovascular previa517. Los niveles de ácido úrico ≥
4 mg/dl se han considerado de riesgo para las personas que ya presentan otros factores
de riesgo cardiovascular518. Los mecanismos implicados podrían ser el desarrollo de
hipertensión arterial y el estrés oxidativo. Aunque no está claro aún si la hiperuricemia
es la que produce el efecto causal o es simplemente un marcador mas de otros factores
de riesgo como la hipertensión arterial, dislipidemia y diabetes519.

1.4.5.5.1 La resistencia a la insulina y la hiperuricemia

La hiperinsulinemia estimula la reabsorción de urato a nivel del túbulo


contorneado proximal. Además los niveles de ácido úrico se correlacionan con el
incremento de la resistencia a la insulina y con la presencia del síndrome metabólico520.
La hiperuricemia se encuentra asociada con la obesidad y aumenta paralelamente al
IMC, también se ha propuesto que la leptina podría estar implicada en la regulación de
la concentración de ácido úrico521.

78
Introducción

1.4.5.5.2. La hipertensión arterial y la hiperuricemia

También la hipertensión arterial está asociada con la hiperuricemia, aunque no


todos los pacientes hipertensos presentan cifras elevadas de ácido úrico. Los
mecanismos implicados en la elevación del ácido úrico en los hipertensos son la
reducción del flujo sanguíneo renal, la estimulación de la reabsorción de urato y la
isquemia microvascular local con bloqueo secundario de la secreción de urato en el tubo
contorneado proximal. Esto lleva al aumento de la producción de especies reactivas de
oxígeno que neutralizan el óxido nítrico endotelial y ocasionan disfunción del endotelio
vascular. Además se ha demostrado en las ratas que la administración del ácido oxónico
un inhibidor de la uricasa, provoca aumento del ácido úrico e induce hipertensión
arterial que remite posteriormente cuando reciben tratamiento con IECA y alopurinol, lo
que revela la relación que existe entre la angiotensina, el ácido úrico y la hipertensión
arterial522.

1.4.6. IMPLICACIONES CLÍNICAS DEL SÍNDROME METABÓLICO

El síndrome metabólico puede ser diagnosticado en la infancia según las


diferentes clasificaciones existentes. Pero el hecho más importante que debemos
considerar, es si el diagnóstico del SM o de sus componentes en la infancia puede ser un
factor de riesgo para el desarrollo de la enfermedad cardiovascular y la diabetes mellitus
en la vida adulta.

1.4.6.1. Riesgo de enfermedad cardiovascular

La capacidad del síndrome metabólico en la infancia para predecir el riesgo de


enfermedad cardiovascular en la vida adulta, fue demostrado en el estudio The
Princeton Lipid Research Clinics Follow-up Study. Realizado en una población de 771
adultos (edad media de 38 años) procedentes de una cohorte inicial de niños que habían
participado en un estudio sobre el nivel de lípidos en los niños escolares con una edad
media 12,9 años. En el estudio inicial la prevalencia del síndrome metabólico fue del
4% (31 niños). En la vida adulta el 68% (21 niños) de los niños que habían presentado
SM en edad pediátrica presentaron SM. La incidencia de enfermedad cardiovascular
durante los años de intervención fue del 19,4% (n:6) en los pacientes con SM en la edad

79
Introducción

pediátrica y del 1,5% en los niños sin SM. Además los niños con síndrome metabólico
tenían un riesgo de 14,6 veces (4,8-45) para presentar enfermedad cardiovascular en la
vida adulta523. Igualmente en el Princeton Lipid Research Clinics Follow-up Study se
demostró que para el desarrollo de SM en la edad adulta fueron predictores en la
infancia, el diagnóstico del SM, el aumento del IMC, la presencia de diabetes en los
padres y los años de seguimiento, ademas cuando se consideró la raza blanca también
fueron predictores para la DM tipo 2 en la vida adulta524.

Igualmente en el Bogalusa Heart Study se demostró la influencia que presentaba


la obesidad sobre los factores de riesgo cardiovasculares. En este estudio con una
población de 9167 niños con edades entre 5-17 años, examinados a lo largo de siete
estudios trasversales entre los años 1973 - 1994, donde la prevalencia de la obesidad
que fue del 11%. Se observó que en la población con un IMC menor al p85 no existían
diferencias significativas en relación con los factores de riesgo cardiovascular. Sin
embargo en los niños que presentaron un IMC ≥ p95 los riesgos aumentaban desde 2,4
veces para el colesterol total elevado hasta 12,6 veces para la insulina en ayunas
elevada. Algunas de estas asociaciones varían según la raza y la edad313. También en el
Bogalusa Heart Study se demostró que los factores de riesgo individuales de la
enfermedad cardiovascular que se pueden identificar en los niños, pueden predecir el
desarrollo de enfermedad cardiovascular en la vida adulta. Así en una cohorte de 486
adultos con edades entre 24-39 años, encontraron que los niveles de LDL-colesterol y el
IMC en la infancia pueden predecir en los adultos jóvenes el espesor de la íntima-media
de la arteria carótida un importante predictor de eventos coronarios arterioescleróticos
en la vida adulta y en los ancianos525.

También en The Cardiovascular Risk in Young Finns Study, en una población de


2229 adultos con edades entre 24-39 años (entre los años 2001-2002) que habían sido
examinados entre los 3-18 años de edad (1980), después de 21 años encontraron que el
espesor de la íntima-media de la carótida estaba asociado con el IMC, los niveles de
LDL-c y la tensión arterial sistólica que presentaban en la infancia además del tabaco526.

En el “Muscatine Study”, el SM fue diagnosticado en el 33% de una población


(edad media de 37 años) que había participado en el estudio en la edad escolar,. Estas
personas en la infancia ya presentaban, mayor IMC, tensión arterial sistólica más

80
Introducción

elevada y los triglicéridos más elevados. Se demostró que el IMC es un fuerte predictor
en la niñez para el desarrollo del SM en la vida adulta. Por lo tanto la identificación de
los factores de riesgo en la niñez puede reducir el riesgo para el desarrollo de la
enfermedad cardiovascular arterioesclerótica en la vida adulta527.

1.4.6.2. Riesgo de diabetes mellitus tipo 2

En la población adulta se ha encontrado una fuerte asociación entre el SM y el


riesgo de desarrollar diabetes mellitus tipo 2. En un metaanálisis de 16 estudios con una
población multiétnica, el riesgo relativo para desarrollar diabetes mellitus tipo 2 variaba
en un rango (3,5-5,2) según la definición del SM considerado. Siendo mayor el riesgo
cuando la definición contemplaba la presencia de la resistencia a la insulina528.
Igualmente en un estudio realizado en 890 indios Pimas no diabéticos seguidos durante
cuatro años. La DM tipo 2 se diagnósticó en 144 de ellos. La presencia del SM en esta
población aumentó el riesgo para desarrollar diabetes mellitus que fue 2,1 veces cuando
se utilizó la definición ATP-III y aumentó hasta 3,6 veces cuando se utilizó la definición
de la OMS. Se demostró claramente que la utilización de la IR dentro de los criterios
modificaba el riesgo529.

Sin embargo en la población infantil, aun no esta claro si la agrupación de los


componentes del síndrome metabólico puede predisponer al desarrollo de la diabetes
mellitus tipo 2 en la vida adulta. Aunque en algunos estudios han demostrado que la
presencia de factores de riesgo individuales en la infancia puede persistir a lo largo de la
vida530, 531
. En el Princeton Lipid Research Clinics Follow-up Study (PFS) en una
cohorte de 814 adultos se demostró que el riesgo para DM tipo 2 fue 11,5 veces mayor
sí presentaron SM en la infancia, 5 veces si presentaron historia parental de diabetes. En
cambio la edad y los años de seguimiento tenían un riesgo de 1,2 veces y la raza negra
2,2 veces. Por lo tanto en un seguimiento a largo plazo la presencia del síndrome
metabólico y la historia familiar de diabetes mellitus tipo 2 podrían identificar a los
niños con mayor riesgo de presentar síndrome metabólico y diabetes mellitus tipo 2532.
También en el Bogalusa Heart Study en una población de 1619 adultos
normoglicémicos, 78 prediabéticos y 50 diabéticos que fueron seguidos desde la
infancia (durante 22 años) donde se conocía la historia familiar de diabetes mellitus se
observó que el riesgo para desarrollar prediabetes y diabetes en la vida adulta

81
Introducción

aumentaba entre aquellos que presentaron una historia familiar de diabetes, aumento del
IMC, alteración de la glucosa y de las lipoproteínas todos componentes del síndrome
metabólico533.

En la misma línea en un reciente estudio de Magnussen y col.534 utilizando los


datos provenientes de los trabajos citados previamente, el Bogalusa Heart Study y The
Cardiovascular Risk in Young Finns Study, observaron que los niños con SM en la
infancia tenían un mayor riesgo para presentar el síndrome metabólico y diabetes
mellitus tipo 2 en la vida adulta. Otro hallazgo muy importante de este trabajo fue que el
IMC elevado tenía la misma capacidad para identificar a los niños y adolescentes con
riesgo para presentar el síndrome metabólico y diabetes mellitus tipo 2 en la vida adulta.
Lo que puede permitir identificar más fácilmente a los niños y adolescentes con riesgo
para presentar este síndrome.

82
Objetivos

2. OBJETIVOS

83
Objetivos

2.1. OBJETIVO GENERAL

El presente trabajo tiene como objetivo general

a) Evaluar la prevalencia del síndrome metabólico y observar la relación que


existe entre los componentes del mismo, con la resistencia a la insulina, las
adipoquinas y la ghrelina en una población de niños obesos del País Vasco.

b) Observar si existen diferencias en la prevalencia del sindrome metabólico y


en los niveles plasmáticos de las adipoquinas y ghrelina tras la disminución
del IMC.

2.2. OBJETIVOS CONCRETOS

1. Evaluar la prevalencia del síndrome metabólico y de sus componentes en una


población de niños obesos del País Vasco.

2. Determinar la resistencia a la insulina y su prevalencia en una población de


niños obesos.

3. Objetivar la relación que existe entre los componentes del SM, la resistencia a
la insulina, las adipoquinas y la ghrelina.

4. Observar si existen diferencias en la prevalencia de los criterios del síndrome


metabólico y en los niveles plasmáticos de la adipoquinas, ghrelina e insulina
tras una disminución del IMC ≥ 0,5 SDS.

84
Población, diseño y métodos

3. POBLACIÓN, DISEÑO Y MÉTODOS

85
Población, diseño y métodos

3.1. POBLACIÓN

En el presente trabajo se han estudiado 136 pacientes con edades comprendidas


entre los 6-15 años con el diagnóstico de obesidad, referidos a la consulta externa de la
Sección de Endocrinología Pediátrica de cuatro hospitales públicos del País Vasco:
Hospital de Cruces (Barakaldo), Hospital de Basurto (Bilbao), Hospital de Zumárraga y
Hospital de Mendaro ambos en Guipúzcoa (tabla 12).

El criterio de inclusión fue la presencia de una obesidad primaria definida como


un índice de masa corporal (IMC) ≥ 2 SDS expresado en Z-score para edad y sexo,
considerando como referencia las tablas para la población del País Vasco de la
Fundación Orbegozo44. La obesidad se clasificó en obesidad leve (≥ 2 SDS y < 3 SDS),
obesidad moderada (≥ 3 SDS y < 4 SDS) y obesidad severa (≥ 4 SDS). Se excluyeron
los niños que presentaban obesidad secundaria (causas genéticas, endocrinas o
metabólicas, etc..)

Los padres de los pacientes recibieron toda la información necesaria sobre el


estudio cuando se observó que cumplían los criterios auxológicos de inclusión
señalados y firmaron el consentimiento informado. El estudio fue aprobado por el
comité ético de estudios clínicos del Hospital de Cruces.

Tabla 12. Hospitales que aportaron casos de niños con obesidad exógena
Hospital Número de casos %
Cruces 108 79,4
Zumárraga 12 8,8
Basurto 8 5,8
Mendaro 8 5,8
Total 136 100

86
Población, diseño y métodos

3.2. DISEÑO

3.2.1. Protocolo de estudio

Es un estudio prospectivo y longitudinal, con recogida de datos entre agosto del


año 2005 y abril del año 2009. El protocolo de estudio de los niños abarcó dos etapas.

En la etapa inicial del estudio se realizó una anamnesis detallada, exploración


física completa y exploraciones complementarias que incluyeron una analítica basal
para la bioquímica y hormonas, el estudio del metabolismo hidrocarbonado y el estudio
radiológico para determinar la edad ósea. En esta etapa además los niños y sus padres
recibieron toda la información sobre las normas para modificar el estilo de vida, con
hábito de vida saludable (higiene dietética y actividad física).

En la segunda etapa se realizó a los niños un control clínico y antropométrico


periódico cada 3 meses aproximadamente, donde se insistió en las normas de higiene
dietética y la realización de actividad física. Tras un año de seguimiento se realizó
analítica de control con bioquímica y hormonas. Con el objetivo de evaluar las
variaciones que se presentaron con relación al síndrome metabólico y las adipoquinas.

En la anamnesis de los niños se consideraron: los antecedentes obstétricos y del


parto (edad gestacional, peso y longitud al nacimiento), el periodo neonatal, las
enfermedades propias de la infancia u otras patologías endocrinológicas, historia
dietética habitual y la presencia de posibles conflictos escolares.

La exploración física comprendió un examen general por aparatos y sistemas


con la medición de parámetros clínicos como la tensión arterial y antropométricos como
el peso, la talla, el perímetro abdominal y perímetro de la cadera.

Las exploraciones complementarias consistieron en la extracción sanguínea al


inicio del estudio y tras un año de seguimiento para determinar los niveles de glucosa,
perfil lipídico, ácido úrico, triglicéridos, transaminasas hepáticas, función tiroidea y
estudio del eje somatótropo (IGF-I, IGF-BP3), adiponectina, leptina, resistina, ghrelina

87
Población, diseño y métodos

y para el estudio del metabolismo hidrocarbonado. Además la realización de una


radiografía de mano y muñeca izquierda para la valoración de la maduración ósea.

3.3. MÉTODOS

3.3.1 Antropometría

La talla se determinó en las consultas de endocrinología pediátrica por personas


entrenadas utilizando un estadiómetro tipo Harpender (Holtain Limited. Crymych-
England). Para la valoración del peso se utilizó una báscula de precisión homologada
marca AGI-INSA (Valencia-España) con precisión de ± 100 grs.

El IMC se calculó utilizando la formula conocida y se expresó en Z-score o


Standar Desviation Score (SDS) utilizando las tablas para crecimiento del País Vasco de
la fundación Obergozo del año 2004 como referencia para el cálculo que se realizó por
medio de la fórmula:

X - X`
Z:
DE

Donde:
Z: Standar Desviation Score
X: IMC del paciente
X`: IMC en el percentil 50 para sexo y edad cronológica
DE: Desviación típica o estándar para edad y sexo

El perímetro de la cintura se midió utilizando una cinta métrica con precisión de


1mm, tomando como punto de referencia el ombligo, se estratificó por percentiles,
además se expresó en Z-score utilizando las gráficas del estudio longitudinal de niños
españoles normales del Dr. Angel Ferrández Longás21.

El perímetro de la cadera se midió utilizando una cinta métrica con precisión de


1 mm, tomando como punto de referencia el diámetro mayor de la cadera y se estratificó

88
Población, diseño y métodos

por percentiles utilizando las tablas de consenso del grupo colaborador de la AEP-
SENC-SEEDO19.

3.3.2. Valoración clínica

La tensión arterial se midió por método oscilométrico utilizando un Monitor


Critikon 8100 Dinamapap con manguito adecuado a la edad, con el niño sentado, en
reposo y se estratificó por percentiles utilizando las guías de la National High Blood
Pressure Education Program Working535.

El estadio puberal se determinó según los caracteres sexuales secundarios y


fueron comparados con los estándares de Tanner536, 537. La edad de maduración ósea se
determinó a partir de una radiografía de mano y muñeca izquierda, comparada con el
atlas de referencia de Greulich y Pile538.

La diferencia en años que existía entre la edad cronológica y la edad ósea se


determinó por medio de la diferencia entre la edad ósea - edad cronológica (EO-EC).

3.3.3. Determinaciones analíticas

Las determinaciones bioquímicas en suero se realizaron en un auto-analizador


modular P/D Roche/Hitachi por espectrofotometría, glucosa por el método de
hexoquinasa, ácido úrico por el método enzimático colorimétrico de uricasa peroxidasa,
colesterol total por método enzimático colorimétrico CHOD-PAP, colesterol-HDL por
método directo sin pretratamiento, los triglicéridos método enzimático colorimétrico
lipoprotein lipasa-peroxidasa, GPT método enzimático ultra violeta conforme a la IFCC
(Federación internacional de química clínica) sin activación de fosfato de piridoxal,
GOT método enzimático ultra violeta conforme a la IFCC (Federación internacional de
química clínica) sin activación de fosfato de piridoxal.

Las determinaciones hormonales se realizaron en el Laboratorio de Hormonas


del Hospital de Cruces y las metodologías utilizadas para la determinación cuantitativa
fueron: Quimioluminiscencia para la insulina, IGF-1, IGF-BP3, T4 libre y TSH; por

89
Población, diseño y métodos

medio de radioinmunoanálisis (RIA) para la adiponectina, ghrelina, leptina.y de ELISA


para la resistina.

La insulina por medio de un ensayo inmunológico tipo sándwich (LIAISON


Insulin) basado en el principio de la quimioluminiscencia con una sensibilidad analítica
que oscila entre 0,17 µUI/ml y 0,5 µUI/ml, con un coeficiente de variación intraensayo
que oscila entre 3,9 - 4,3% e interensayos entre 0.8 y 3,7% respectivamente.

La IGF-1 por medio de un ensayo inmunométrico quimioluminiscente marcado


enzimáticamente de fase sólida, con anticuerpo altamente específico para IGF 1 (IGF 1
INMULITE 2000), la sensibilidad analítica es de 20 ng/ml, con un coeficiente de
variación intraensayo de 3,8% e interensayos de 3,7% para una concentración de 240
ng/ml.

Para el análisis de la IGF-BP3 se utilizó un ensayo inmunométrico


quimioluminiscente marcado enzimáticamente de fase sólida, con anticuerpo altamente
específico para IGF-BP3 (IGF-BP3 INMULITE 2000), la sensibilidad analítica fue de
0.1 µg/ml, con un coeficiente de variación intraensayo del 4,2% e interensayos de 4,9%
para una concentración de 3,7 µg/ml.

La adiponectina por medio de un RIA (Human adiponectin RIA KIT-LINCO


Research) con una sensibilidad de 1ng/ml y con un coeficiente de variación intraensayo
de 6,2% e interensayo de 6,9% para una concentración de 3 µg/ml.

Igualmente la leptina se determinó por medio de un RIA (Human leptin RIA KIT
-LINCO Research) con una sensibilidad de 0,5 ng/ml y un coeficiente de variación
intraensayo de 4,7% e interensayo de 3% para una concentración de 25,6 ng/ml.

La ghrelina se determinó por medio de un RIA (Ghrelin Total RIA KIT-LINCO


Research) con una sensibilidad de 93 pg/ml y con un coeficiente de variación
intraensayo de 10% e interensayo de 14,7% para una concentración de 1000 pg/ml.

La resistina mediante un ELISA basado en un inmunoensayo enzimático tipo


sándwich (Human resitin ELISA - Biovendor GMBH), con sensibilidad de 0.1 ng/ml y

90
Población, diseño y métodos

un coeficiente de variación intraensayo de 2,8% para una concentración media de 7,5


ng/ml e interensayo de 5,1% para una concentración media de 6,5 ng/ml.

3.3.3.1. Estudio del metabolismo hidrocarbonado

El estudio del metabolismo hidrocarbonado consistió en una prueba de


tolerancia oral a la glucosa (TTOG) con un ayuno previo de 12 horas. Se realizó la
cateterización de una vena periférica y la extracción sanguínea para la analítica basal
que se describió previamente. Seguidamente se administró por vía oral un concentrado
de glucosa a una dosis 1,75 gramos de glucosa por kilogramo de peso (dosis máxima de
75 gramos), se realizó extracción sanguínea en los tiempos 0, 30, 60, 90, 120 minutos
para medición de glucosa e insulina. Los resultados se evaluaron siguiendo los criterios
de la American Diabetes Association que considera: la presencia de intolerancia a la
glucosa (si la glucemia en el minuto 120 se encuentra entre 140-199 mg/dl) y diabetes
mellitus (si la glucemia en el minuto 120 es ≥ 200 mg/dl). El TTOG se volvió a repetir
al año, en los niños que habían presentado intolerancia a la glucosa y/o diabetes mellitus
tipo 2.

3.3.4. Determinación del índice de resistencia a la insulina

Para la determinación de la resistencia a la insulina se calculó el índice HOMA-


IR (Homeostasis model assesment index) por medio de la fórmula:
Glucemia en ayunas (mmol/L)
HOMA-IR: Insulina en ayunas (μU/ml) x
22,5

Se consideró la existencia de resistencia a la insulina cuando el índice HOMA-


IR fue igual o mayor a 3,8539.

3.3.5. Determinación del índice de sensibilidad a la insulina

Para la determinación de la sensibilidad a la insulina se calculó el índice


QUICKI-IS (Quantitative insulin sensitivity check index)401. Por medio de la siguiente
fórmula:

91
Población, diseño y métodos

1
QUICKI-IS:
[log insulina basal (µU/ml) + log glucemia basal (mg/dl)]

Se consideró que la sensibilidad a la insulina estaba disminuida cuando el índice


QUICKI-IS fue menor a 0,339403.

3.3.6. Definición del síndrome metabólico

Para la definición del síndrome metabólico se utilizaron los criterios propuestos


por la IDF (tabla 11b). Además consideramos como un criterio adicional la presencia de
intolerancia a la glucosa o DM tipo 2 en el TTOG.

Tabla 11b. Criterios del síndrome metabólico en la edad pediátrica (IDF)


Edad 6 < 10 añosa 10 - 16 años ≥ 16 años

PC ≥ 94 cm para varones y ≥ 80 cm para


Obesidad PC ≥ p90 PC ≥ p90 mujeres europeas. (valores específicos
según grupos étnicos)b
Triglicé- ≥ 150 mg/dl o tratamiento por valores
≥ 150 mg/dl
ridos elevados de TGL.
< 40 mg/dl ( varones) y < 50mg/dl
HDL-c < 40 mg/dl
(mujeres) o tratamiento para HDL-c.
TAS ≥ 130 mmHg o
Tensión TAS ≥ 130 mmHg y/o TAD ≥ 85 mmHg o
TAD ≥ 85 mmHg o
arterial dx previo de HTA.
dx. previo de HTA
AGA ≥ 100 o Dx de Glucemia en ayunas ≥ 100 o diagnóstico
Glucemia
DM tipo 2 DM tipo 2.

AGA: alteración de la glucemia en ayunas; PC: perímetro de cintura; TGL: triglicéridos;


DM: diabetes mellitus; HTA: hipertensión arterial; TAS: tensión arterial sistólica; TAD:
tensión arterial diastólica.
a)
No se puede realizar el diagnóstico de síndrome metabólico en esta edad. Se debe
investigar si existe historia familiar de SM, diabetes mellitus tipo 2, dislipidemias,
enfermedad cardiovascular, hipertensión arterial u obesidad.

b)
Para las personas procedentes del sur o sudeste asiático, japoneses o grupos étnicos de
América Central y América del Sur se debe considerar, el perímetro de cintura ≥ 90 cm
para los varones y ≥ 80 cm para las mujeres.

92
Población, diseño y métodos

3.3.7. Variación del IMC en el control anual

En el seguimiento anual de los niños se consideró significativo una variación del


IMC igual o mayor de 0,5 SDS. Basados en estudios previos, donde se observaron
diferencias en los factores de riesgo cardiovascular, las adipoquinas, ghrelina e insulina
a partir de una disminución igual o mayor del IMC en 0,5 SDS406, 540.

3.4. Análisis estadístico

La información procedente de cada paciente se introdujo en una base de datos


creada con el programa ACCESS (Windows 2003), posteriormente se transfirieron para
el análisis estadístico a una base de datos del programa estadístico SPSS® versión 18.0
para Windows (Statistical Package for Social Science, Chicago, IL, USA), utilizado
para realizar el tratamiento estadístico de los mismos. Para las variables cualitativas se
utilizaron las distribuciones de frecuencia y porcentajes. Para las variables cuantitativas
se utilizaron los estadísticos de tendencia central como la media y de variabilidad como
la desviación estándar y los percentiles, en función de las características de su
distribución. Es decir la media y la desviación estándar si no fueron muy asimétricas y
la mediana si fueron muy asimétricas.

Para la realización de las comparaciones entre las variables cuantitativas en


primer lugar se comprobó si presentaban una distribución normal por medio del test de
normalidad de Kolmogorov-Smirnov. Para después elegir entre las pruebas paramétricas
y no paramétricas. La comparación entre variables cuantitativas y variables categóricas
dicotómicas se ha realizado mediante el t de Student para las variables que presentaban
una distribución normal y el test U de Mann-Whitney para las variables que no
presentaban una distribución normal. La comparación entre variables cuantitativas y
variables categóricas de más de 2 categorías se realizó por medio de ANOVA o Kruskal
Wallis dependiendo de las características de distribución. La comparación de las
proporciones entre variables cualitativas se ha realizado mediante el estadístico del χ2 ó
sus correspondientes correcciones, como la corrección de Fisher cuando las frecuencias
esperadas son menores de 5. Se estableció como significación estadística cuando la p ≤
0,05.

93
Población, diseño y métodos

La comparación entre las variables cuantitativas relacionadas se ha realizado


mediante el t de Student para las variables que presentaban una distribución normal y el
test de Wilcoxon para las que no presentaban una distribución normal. La comparación
de las proporciones entre variables cualitativas relacionadas se ha realizado mediante el
Test de McNemar y tambien se estableció como significación estadística la p ≤ 0,05.

Para realizar las correlaciones entre las distintas variables, en aquellas que no
presentaban una distribución normal o gaussiana se realizó la transformación al
logaritmo neperiano y se comprobó nuevamente si estas variables presentaban una
distribución normal para la utilización del coeficiente Pearson. Las variables que no
presentaban distribución normal antes de la transformación fueron la resistina, ghrelina,
insulina, índice de HOMA-IR, índice de QUICKI-IS, IMC-z, triglicéridos, glucosa en el
minuto 120 del TTOG. Entre las variables que presentaron correlación, se realizó el
análisis de regresión lineal simple para las variables resultados y aquellas variables que
tenían una p < 0,200 en la regresión lineal univariante se incluyeron en un modelo de
regresión lineal multivalente para explicar el comportamiento en función de dichas
variables. En el modelo se fueron repitiendo sucesivamente los pasos, descartando las
variables que presentaron una p > 0,05 hasta que permanecieron sólo las que fueron
significativas (p < 0,05).

94
Resultados

4. RESULTADOS

95
Resultados

4.1. RESULTADOS AL INICIO DEL ESTUDIO

4.1.1. Distribución de la población según la severidad de la obesidad

Se estudiaron 136 niños con una edad media de 10,3 ± 2,3 años (r: 6,2-14,5). El
IMC fue de 3,8 ± 1,4 SDS (r: 2-11,9). La distribución de la población según la severidad
de la obesidad fue obesidad leve (≥ 2 y < 3 SDS) 30,8%, obesidad moderada (≥ 3 y < 4
SDS) 36,8% y obesidad severa (≥ 4 SDS) 32,4% (fig. 5).

(44) (42)
32% 31%

(50)
37%

Obesidad leve Obesidad moderada Obesidad severa

Fig. 5. Distribución de la población según la severidad de la obesidad


*( ) número de pacientes

En 102 niños obtuvimos el IMC de ambos padres. Cuando comparamos el IMC


de ambos padres con la severidad de la obesidad en los niños encontramos que: cuando
ambos padres fueron obesos (n= 16) el 6,3% de los niños presentaron una obesidad
leve, el 50% de ellos una obesidad moderada y el 43,7% una obesidad severa; cuando
uno de los padres fue obeso (n= 50) se observó que el 22% de los niños presentaron una
obesidad leve, el 40% de ellos una obesidad moderada y el 38% restante una obesidad
severa; cuando ambos padres presentaron sobrepeso (n= 36) se observó que el 52,8% de
los niños presentaron obesidad leve, el 33,3% obesidad moderada y sólo el 13,9% de los
niños obesidad severa (p<0,01) (tabla13).

96
Resultados

Tabla 13. Severidad de la obesidad según el IMC de los padres


SEVERIDAD DE LA OBESIDAD p
IMC DE LOS PADRES (n= 102)
Leve Moderada Severa
Padres obesos (n= 16) 6% 50% 44%
p<0,01
Uno de los padres obeso (n= 50) 22% 40% 38%
Padres con sobrepeso (n= 36) 53% 33% 14%
*Porcentajes de la frecuencia de la severidad de la obesidad

4.1.2. Comparación de los parámetros clínicos y analíticos según el sexo

La distribución de la población por sexo fue de 77 varones (56,6%) con una edad
media de 10,5 ± 2,3 años (r: 6,2-14,2) y de 59 mujeres (43,4%) con una edad media de
10,1 ± 2,3 años (r: 6,2-14,5). Entre ambos sexos no hubo diferencias en la edad.

4.1.2.1. Parámetros clínicos

En la tabla 14 se pueden observar los parámetros clínicos comparados según el


sexo. No existen diferencias en relación con el IMC y la talla en SDS, mientras que se
observaron diferencias significativas en relación al perímetro de cintura que fue mayor
en los varones 4,1 ± 1,5 SDS vs 3,5 ± 1,5 SDS en las mujeres (p<0,05). Además el 86%
de los pacientes presentó un perímetro de cintura igual o superior al percentil 97, en las
tablas correspondientes para edad y sexo.

Cuando se comparó la diferencia que existe entre la edad ósea y cronológica


entre ambos sexos, se observó que las mujeres presentaron una mayor diferencia 1,1 ± 1
años en comparación con los varones que fue de 0,6 ± 1 años, diferencias
estadísticamente significativas (p<0,001).

Asimismo no se observaron diferencias significativas en ambos sexo en relación


con la tensión sistólica y diastólica. El 30% de los pacientes presentaron una tensión
arterial sistólica igual o superior al percentil 95 para edad y sexo. Con respecto a la
tensión arterial diastólica sólo el 3% de los niños presentaron una tensión igual o
superior al percentil 95.

97
Resultados

Tabla 14. Características clínicas de la población estudiada según sexo


TOTAL VARONES MUJERES p
Población 136 77 59
Edad (años) 10,3 ± 2,3 10,5 ± 2,3 10,1 ± 2,3 ns
Talla (SDS) 0,8 ± 1 0,7 ± 1 0,9 ± 1 ns
IMC (kg/m2) 28,4 ± 3,7 28,5 ± 3,2 28,2 ± 4,2 ns
IMC (SDS) 3,8 ± 1,4 3,7 ± 1,1 4,1 ± 1,6 ns
Perímetro de cintura (SDS) 3,8 ± 1,5 4,1 ± 1,5 3,5 ± 1,5 <0,05
T. Arterial sistólica (mmHg) 113 ± 12,7 113 ± 11,9 112 ± 13,8 ns
T. Arterial diastólica (mmHg) 61,2 ± 9,3 62,5 ± 9,6 59,7 ± 8,8 ns
Dif edad (ósea-cronol) (años) 0,8 ± 1 0,6 ± 1 1,1 ± 1 < 0,01
* Los valores están expresados como media ± desviaciones estándar

4.1.2.2. Parámetros bioquímicos y hormonales

Tabla 15. Características bioquímicas de la población estudiada según sexo


TOTAL VARONES MUJERES p
Población 136 77 59
Glucemia basal ( mg/dl) 75 ± 9,8 77,2 ± 9,9 72,1 ± 8,8 <0,01
Glucemia min 120a 109,1 ± 20,3 110 ± 21,2 108 ± 19,2 ns
Colesterol total (mg/dl) 156,2 ± 26,6 155,9 ± 24,7 156,6 ± 29 ns
LDL-c (mg/dl) 88,8 ± 23,3 88,3 ± 22,3 89,4 ± 24,7 ns
HDL-c (mg/dl) 52,4 ± 10,8 52,9 ± 9,7 51,7 ± 12 ns
Triglicéridos (mg/dl) 73,9 ± 35,9 71 ± 34,9 77,6 ± 37,1 ns
Ácido úrico ( mg/dl) 4,7 ± 0,9 4,7 ± 0,9 4,8 ± 0,9 ns
Apo A (mg/dl) 139,3 ± 21,3 140,7 ± 22,5 137,5 ± 19,6 ns
Apo B (mg/dl) 73,8 ± 17 73,8 ± 6,6 73,9 ± 17,6 ns
GOT (U/L) 23,7 ± 5 24,4 ± 5,2 22,9 ± 4,8 ns
GPT (U/L) 21,1 ± 8,1 21,8 ± 9,9 20,2 ± 4,9 ns
Gamma GT(U/L) 12,5 ± 5,3 13,1 ± 6,1 11,76 ± 4 ns
* Los valores están expresados como media ± desviaciones estándar
a
Test de tolerancia oral a la glucosa (TTOG)

En la tabla 15 se describen los parámetros bioquímicos relacionados con la


obesidad y el síndrome metabólico. Sólo se observaron diferencias significativas entre

98
Resultados

ambos sexos con respecto a la glucemia basal, que en los varones fue de 77,2 ± 9,9
mg/dl y en las mujeres fue de 72,1 ± 8,8 (p<0,01). Sin embargo estos valores se
encuentran dentro del rango de normalidad

En el estudio además se midieron las adipoquinas, insulina y ghrelina en


133/136 pacientes. Las diferencias según el sexo sólo fueron significativas con la IGF-1
(p<0,001) y con la IGF- BP3 (p<0,01) respectivamente (tabla 16).

Tabla 16. Características de las hormonas en la población estudiada según sexo


TOTAL VARONES MUJERES p
Población 133 74 59
Adiponectina (ng/ml) 13,9 ± 5,6 14,1 ± 5,5 13,4 ± 5,8 ns
Leptina (ng/ml) 18,5 ± 8,5 17,5 ± 8 19,3 ± 9 ns
Ghrelina (pg/ml) 898 ± 356 914 ± 318 867 ± 388 ns
Resistina (ng/ml) 7,5 ± 3,7 7 ± 3,1 8 ± 4,3 ns
Insulina (µUI/ml) 15 ± 11,5 14 ± 11,3 16,5 ± 11,7 ns
TSH (μU/ml) 2,6 ± 1,6 2,5 ± 1 2,8 ± 2,1 ns
T4L (ng/dl) 1,3 ± 0,2 1,3 ± 0,2 1,3 ± 0,2 ns
IGF-1 (ng/ml) 248 ± 125 211 ± 93,4 299 ± 141 <0,001
IGF-BP3 (µg/ml) 4,7 ± 0,9 4,5 ± 0,7 5 ± 0,9 <0,01
* Los valores están expresados como media ± desviaciones estándar

4.1.3. Comparación de los parámetros clínicos y analíticos según el estadio puberal

La distribución de la población estudiada, según el estadio puberal fue de 72


niños (53%) prepuberales (estadio I de Tanner) y de 64 niños (47%) puberales (estadio
II-V de Tanner). La edad media en los niños prepuberales fue de 8,7 ± 1,7 años (r: 6,2-
14,2) vs 12,1 ± 1,4 años (r: 7,9-14,5) en los niños puberales.

4.1.3.1. Parámetros clínicos

En la tabla 17 se puede observar la distribución de los parámetros clínicos según


el estadio puberal. No se observan diferencias significativas en relación al IMC y la talla
en z-score. En cambio sí encontramos diferencias en relación con el perímetro de la

99
Resultados

cintura, en los niños prepuberales fue de 4,2 ± 1,6 SDS y en los puberales fue de 3,4 ±
1,2 (p<0,001) diferencias significativas. Cuando consideramos la población con un
perímetro de cintura igual o mayor a p97, encontramos que presentaron el 89% de los
niños prepuberales y el 84% de los puberales no existiendo diferencias significativas.

Tabla 17. Características clínicas de la población estudiada según estadio puberal


TOTAL PREPUBERAL PUBERAL p
Población 136 72 64
Edad (años) 10,3 ± 2,3 8,7 ± 1,7 12,1 ± 1,4 < 0,001
Talla (SDS) 0,8 ± 1 0,8 ± 1,1 0,7 ± 1 ns
IMC (SDS) 3,8 ± 1,4 3,9 ± 1,4 3,7 ± 1,4 ns
Perímetro de cintura (SDS) 3,8 ± 1,5 4,2 ± 1,6 3,4 ± 1,2 <0,001
T. Arterial sistólica ≥ p95 (%)a 113 ± 12,7 26 34 ns
T. Arterial diastólica ≥ p95 (%)a 61,2 ± 9,3 1,4 5 ns
Dif edad (ósea-cronol) (años) 0,8 ± 1 0,8 ± 1 0,9 ± 0,9 ns
* Los valores están expresados como media ± desviaciones estándar
a
Frecuencia de tensión arterial ≥ p95

4.1.3.2. Parámetros bioquímicos y hormonales

En la tabla 18 se describen los parámetros bioquímicos relacionados con la


obesidad y el SM considerando el estadio puberal. En relación al perfil lipídico se
observaron diferencias significativas con el colesterol total (p<0,05), el LDL-c (p<0,01)
y con la apolipoproteína B (p<0,05) siendo los niveles más elevados en los
prepuberales. En cambio el ácido úrico estaba aumentado en los pacientes puberales
(p<0,001). Los niveles de la GOT también estaban aumentados en los pacientes
prepuberales (p<0,05) aunque dentro de los límites normales. No se observaron
diferencias significativas con la GPT que es más específica a nivel hepático.

En la tabla 19 se describen los valores medios de las hormonas según el estadio


puberal, donde se observaron diferencias significativas con respecto a la adiponectina
(p<0,05) y ghrelina (p<0,01) que presentaron niveles más elevados en los niños
prepuberales en comparación con los puberales. Sin embargo, la insulina basal estaba
significativamente elevada en los niños puberales (p<0,05), de manera similar la IGF-I

100
Resultados

(p<0,001) y la IGF-BP3 (p<0,001) respectivamente. En cambio no se observaron


diferencias en relación con la leptina y la resistina.

Tabla 18. Características bioquímicas de la población estudiada según estadio puberal


TOTAL PREPUBERAL PUBERAL p
Población 136 72 64
Glucemia basal ( mg/dl) 75 ± 9,8 73,5 ± 9,6 76,7 ± 9,7 ns
Glucemia min 120 109,1 ± 20,3 107,5 ± 20,9 111 ± 19,6 ns
Colesterol total (mg/dl) 156,2 ± 26,6 161,4 ± 24,7 150,4 ± 27,5 <0,05
LDL-c (mg/dl) 88,8 ± 23,3 94 ± 21,6 83 ± 23,9 <0,01
HDL-c (mg/dl) 52,4 ± 10,8 52,8 ± 10,7 51,9 ± 10,8 ns
Triglicéridos (mg/dl) 73,9 ± 35,9 71 ± 36,4 77,3 ± 35,4 ns
Ácido úrico ( mg/dl) 4,7 ± 0,9 4,5 ± 0,9 5,1 ± 0,9 <0,001
Apo A (mg/dl) 139,3 ± 21,3 142 ± 20 135,7 ± 22,5 ns
Apo B (mg/dl) 73,8 ± 17 77,3 ± 17,4 69,4 ± 15,5 <0,05
GOT (U/L) 23,7 ± 5 24,8 ± 5,1 22,6 ± 4,8 <0,05
GPT (U/L) 21,1 ± 8,1 21,8 ± 9,7 20,3 ± 5,7 ns
Gamma GT(U/L) 12,5 ± 5,3 13,2 ± 5,6 11,7 ± 4,8 <0,05
* Los valores están expresados como media ± desviaciones estándar

Tabla 19. Caracteristicas de las hormonas en la población estudiada según estadio


puberal.
TOTAL PREPUBERAL PUBERAL P
Población 133 70 63
Adiponectina (ng/ml) 13,9 ± 5,6 14,8 ± 6 12,6 ± 5 <0,05
Leptina (ng/ml) 18,5 ± 8,5 17,1 ± 8 19,7± 8,9 ns
Ghrelina (pg/ml) 898 ± 356 998 ± 385 793 ± 288 <0,01
Resistina (ng/ml) 7,5 ± 3,7 7,6 ± 3,9 7,4 ± 3,6 ns
Insulina (µUI/ml) 15 ± 11,5 13,8 ± 11,7 16,5 ± 11,2 <0,05
TSH (μU/ml) 2,6 ± 1,6 2,6 ± 1,2 2,7 ± 1,9 ns
T4L (ng/dl) 1,3 ± 0,2 1,4 ± 0,2 1,3 ± 0,2 <0,001
IGF1 (ng/ml) 248 ± 125 184 ± 69 329 ±130 <0,001
IGFBP3 (µg/ml) 4,7 ± 0,9 4,5 ± 0,7 5 ± 0,9 <0,001
* Los valores están expresados como media ± desviaciones estándar

101
Resultados

4.1.4. Prevalencia del síndrome metabólico y sus criterios

La prevalencia del síndrome metabólico en la población estudiada utilizando los


criterios de la IDF fue del 2,9% (cuatro pacientes). Asimismo observamos que el 24,3%
de los niños presentan dos criterios del SM, el 69,9% presenta un criterio y el 2,9% no
presenta ningún criterio (fig 6). Cuando utilizamos como un criterio adicional del SM la
presencia de intolerancia a la glucosa tras un TTOG la prevalencia del síndrome en
nuestra población fue del 4,4%. En cambio cuando consideramos exclusivamente la
población de niños mayores de 10 años (n= 77), la prevalencia del SM fue del 5,2%.

n:136
3% 3%
24%

70%

SM DOS CRITERIOS UN CRITERIO NINGUN CRITERIO

Figura 6. Prevalencia del síndrome metabólico

El análisis de la prevalencia de los criterios que componen el síndrome


metabólico en nuestra población de niños, mostró que el HDL-c estaba disminuido en el
14% de los pacientes (19 niños), y estaban aumentados la glucemia en ayunas en un
niño, los triglicéridos en el 4,4% de los pacientes (6 niños), la tensión arterial sistólica
en el 11,8 % de los pacientes (16 niños) y la tensión arterial diastólica en el 1,5% de los
pacientes (2 niños). El 96,3% de los pacientes (131 niños) tenían un perímetro
abdominal igual o mayor al percentil 90 (fig 7).

Asimismo, en nuestra población tras la realización de un TTOG, encontramos


alteración del metabolismo hidrocarbonado en el 9,6% de los pacientes (13 niños),
presentando todos ellos intolerancia a la glucosa (ITG). Sólo uno de ellos presentó
además alteración de la glucemia en ayunas (AGA). No se observaron diferencias
significativas en la prevalencia de la intolerancia a la glucosa según la severidad de la

102
Resultados

obesidad, la distribución fue 2,4% en los niños con obesidad leve, 16% en los niños con
obesidad moderada y 9,1% en los niños con obesidad severa. Considerando el escaso
número de niños con intolerancia a la glucosa, cuando agrupamos la severidad de la
obesidad en dos categorías, obesidad leve (≤ 3 SDS) y severa (> 3 SDS) observamos
que existe mayor prevalencia de la ITG en el grupo con obesidad severa 12,8% frente al
2,4% en el grupo con obesidad leve (p<0,05) diferencias estadísticamente significativas.

14%
12%
10%
8%
HDL‐c
6% TAS
TRIGLICERIDOS
4%
TAD
2% AGA

0%
L‐c

D
S

OS

A
TA

AG
TA
HD

RID
ICE
IGL
TR

Figura 7. Prevalencia de los criterios del síndrome metabólico


*TAS: tensión arterial sistólica; TAD: tensión arterial diastólica;
AGA: alteración de la glucemia en ayunas.
*No se grafica el perímetro de cintura.

4.1.4.1. Prevalencia de los criterios del síndrome metabólico según el sexo y estadio
puberal.

Cuando comparamos la frecuencia de los criterios del SM según el sexo, en


nuestra población no se observaron diferencias significativas entre varones y mujeres
(tabla 20).

En cambio cuando consideramos la frecuencia de los componentes del


síndrome metabólico según el estadio puberal observamos que los pacientes
prepuberales presentan una frecuencia de HDL-c menor de 40 mg/dl del 8,5% frente al

103
Resultados

20,3% en los puberales (p<0,05). Con respecto a la tensión arterial como era de esperar,
la frecuencia de TAS mayor o igual a 130 mmHg fue mayor en los pacientes puberales
23,4% frente al 1,4% en los prepuberales (p<0,001), siendo estas diferencias propias del
estadio puberal (tabla 21).

Tabla 20. Prevalencia de los componentes del SM según sexo


VARONES MUJERES p
a
AGA (≥ 100 mg/dl) 1,3% 0% ns
ITGb 10,4% 8,5% ns
HDL-c (< 40 mg/dl) 9,2% 20,3% ns
Triglicéridos (≥ 150 mg/dl) 2,6% 6,8% ns
TASc (> 130 mmHg) 13% 10,2% ns
TADd (> 85 mmHg) 2,6% 0% ns
P. cinturae (≥ percentil 90) 97,4% 94,9% ns
a b
AGA: alteración de la glucemia en ayunas; ITG: intolerancia a los hidratos de
carbono; cTAS: tensión arterial sistólica; dTAD: tensión arterial diastólica;

Tabla 21. Prevalencia de los componentes del SM según estadio puberal


PREPUBERAL PUBERAL p
AGAa (≥ 100 mg/dl) 1,4% 0% ns
b
ITG 12,5% 6,3% ns
HDL-c (< 40 mg/dl) 8,5% 20,3% <0,05
Triglicéridos (≥ 150 mg/dl) 4,2% 4,7% ns
c
TAS (> 130 mph) 1,4% 23,4% < 0,001
d
TAD (> 85 mmHg) 1,4% 1,6% ns
e
P. cintura (≥ percentil 90) 95,8% 96,9% ns
a b
AGA: alteración de la glucemia en ayunas; ITG: intolerancia a los hidratos de
carbono; cTAS: tensión arterial sistólica; dTAD: tensión arterial diastólica; eP. cintura:
perímetro cintura.

4.1.4.2. Prevalencia de los criterios del síndrome metabólico según la edad

Según los criterios propuestos por la IDF en los niños menores de 10 años no se
deberia diagnosticar el SM. Sin embargo cuando agrupamos los pacientes en mayores y
menores de 10 años. No observamos diferencias salvo con la tensión arterial sistólica,

104
Resultados

que se puede explicar porque los niños con mayor edad, fisiológicamente presentan una
mayor tensión arterial (tabla 22).

Tabla 22: Prevalencia de los componentes del SM según la edad


< 10 AÑOS > 10 AÑOS
AGAa (≥ 100 mg/dl) 1,7% 0% ns
ITGb 11,9% 7,8% ns
HDL-c (< 40 mg/dl) 8,5% 18,4% ns
Triglicéridos (≥ 150 mg/dl) 3,4% 5,3% ns
TASc (> 130 mph) 1,7% 19,5% < 0,01
TADd (> 85 mmHg) 0% 2,6% ns
P.cinturae (≥ percentil 90) 98,3% 94,8% ns
a
AGA: alteración de la glucemia en ayunas; bITG (+): intolerancia a los hidratos de
carbono; cTAS: tensión arterial sistólica; dTAD: tensión arterial diastólica; eP. cintura:
perímetro cintura

4.1.4.3. Descripción de la población con SM y sin SM

En la tabla 23 y tabla 24 describimos las variables clínicas y analíticas de los


pacientes que presentaron los criterios para el diagnóstico del síndrome metabólico en
comparación con los pacientes que no presentaron los criterios para el diagnostico en la
edad pediátrica.

En la descripción de la población que presenta síndrome metabólico incluimos


como un criterio adicional la presencia de la intolerancia a la glucosa o diabetes mellitus
tipo 2 tras la realización de un test de tolerancia oral a la glucosa. Considerando que
nuestra prevalencia es muy baja no incluimos la significación estadística de los
parámetros que componen los criterios del síndrome metabólico, porque por la propia
definición las diferencias serán significativas. Sin embargo los niños con síndrome
metabólico además presentaron un mayor IMC (p<0,05), un mayor perímetro de cadera
(p<0,01), niveles más elevados de ácido úrico (p<0,05), de apolipoproteína B (p<0,05) y
de GPT (p<0,05). En cambio los niveles de la adiponectina estaban disminuidos
(p<0,05) y no se observaron diferencias en relacion con la leptina, resistina y la
ghrelina.

105
Resultados

Tabla 23. Características clínicas de la población con y sin SM


con S.M sin S.M p
Población 4 132
Edad (años) 12,3 ± 1,1 10,2 ± 2,3 ns
Talla (SDS) 1,8 ± 1,6 0,7 ± 1 ns
2
IMC (kg/m ) 36,5 ± 10,1 28,2 ± 3,1 < 0,05
IMC (SDS) 6,1 ± 3,4 3,8 ± 1,2 <0,05
Perímetro de cintura (SDS) 5,2 ± 2,7 3,8 ± 1,5 -
Perímetro de cadera (cm) 117,7 ± 14 95,3 ± 10,4 <0,01
T. Arterial sistólica (mmHg) 137 ± 4,8 112 ± 12,2 -
T. Arterial diastólica (mmHg) 73,7 ± 11,1 60,9 ± 9,1 -
Dif edad (ósea- cronol) 1,4 ± 1 0,8 ± 1 ns
* Los valores están expresados como media ± desviaciones estándar.

Tabla 24: Características bioquímicas y hormonales de la población con SM y


sin SM
con S.M sin S.M p
Glucemia ( mg/dl) 82,5 ± 7,5 74,9 ± 9,7 -
Glucemia min 120a 126,5 ± 34,1 108,6 ± 19,7 -
Colesterol total (mg/dl) 160,7 ± 15,9 156,1 ± 26,7 ns
LDL-c (mg/dl) 92,6 ± 22,9 88,7 ± 23,4 ns
HDL-c (mg/dl) 41,5 ± 5 52,7 ± 10,7 -
Triglicéridos (mg/dl) 133,7 ± 33,7 72,1 ± 34,5 -
Ácido úrico ( mg/dl) 6 ± 0,6 4,7 ± 0,9 < 0,05
Apo A (mg/dl) 122,6 ± 13,3 139,7 ± 21,3 ns
Apo B (mg/dl) 90 ± 6 73,4 ± 17 < 0,05
GOT (U/L) 24,3 ± 4,3 23,7 ± 5,1 ns
GPT (U/L) 26,2 ± 3,6 20,9 ± 8,1 < 0,05
Adiponectina (ng/ml) 8,2 ± 2,3 14 ± 5,6 <0,05
Leptina (ng/ml) 23,4 ± 14,4 18 ± 8,2 ns
Ghrelina (pg/ml) 650 ± 319 901 ± 350 ns
Resistina (ng/ml) 7,62 ± 4,5 7,5 ± 3,7 ns
Insulina (µUI/ml)a 24 ± 20 14,8 ± 11,2 ns
HOMA-IR 4,9 ± 3,9 2,7 ± 2,2 ns
QUICKI-IS 0,32 ± 0,04 0,34 ± 0,03 ns
a
Test de tolerancia oral a la glucosa (TTOG)

106
Resultados

4.1.5. ACCIÓN DE LA INSULINA

4.1.5.1. Prevalencia de la resistencia a la insulina según el índice HOMA-IR y


de sensibilidad según el índice QUICKI-IS

En nuestra población de niños presentaron resistencia a la insulina el 13,5% de


los pacientes (18 niños). La frecuencia fue mayor en los niños puberales (72%) frente a
los niños prepuberales (28%) (p <0,05). Cuando utilizamos el índice de sensibilidad
QUICKI-IS, la sensibilidad a la insulina estaba disminuida en el 52,6% de ellos (70
niños). La frecuencia fue mayor entre los niños puberales (55,7%) frente a los niños
prepuberales (44,3%) (p<0,05).

El índice HOMA-IR y el índice de sensibilidad QUICKI-IS no presentan


diferencias significativas cuando se comparan según el sexo. La media del HOMA-IR
en varones fue de 2,7 ± 2,3 y la mediana de 2,07 (r: 0,48-16,1), en las mujeres la media
fue de 3 ± 2,2 y la mediana de 2,55 (r: 0,42-13,3). El índice QUICKI-IS en varones fue
de 0,34 ± 0,03 y la mediana de 0,34 (r: 0,26-0,44), en las mujeres la media fue de 0,33 ±
0,04 y la mediana de 0,33 (r: 0,27-0,45).

Encontramos diferencias significativas con índice HOMA-IR y el índice de


sensibilidad QUICKI-IS en relación con el estadio puberal. En los prepuberales la
media del índice HOMA-IR fue de 2,5 ± 2,3 y la mediana fue de 2,03 (r: 0,42-16,1) y
entre los niños puberales la media fue de 3,1 ± 2,2 y la mediana de 2,67 (r: 0,56-13,3)
(p<0,01). Para el índice de sensibilidad QUICKI-IS la media en los niños prepuberales
fue de 0,34 ± 0,04 y la mediana de 0,34 (r: 0,26-0,45) y en los niños puberales fue de
0,33 ± 0,03 y la mediana 0,32 (r: 0,27-0,42) (p<0,01).

El índice HOMA-IR también aumentó con la severidad de la obesidad. Así en


los niños con obesidad leve la media del índice HOMA-IR fue de 2,4 ± 2,5, en los niños
con obesidad moderada fue de 2,8 ± 1,5 y en los niños con obesidad severa fue de 3,2 ±
2,7 (p<0,05). Igualmente el índice de sensibilidad QUICKI-IS disminuyó con la
severidad de la obesidad. De forma que en los niños con obesidad leve la media fue de
0,35 ± 0,037, en los niños con obesidad moderada fue de 0,33 ± 0,03 y en los niños con
obesidad severa fue de 0,33 ± 0,031 (p<0,05).

107
Resultados

4.1.5.2. Parámetros clínicos y analíticos en la población con y sin resistencia a la


insulina

Con relación a las variables clínicas en la tabla 24 describimos los parámetros


relacionados con la obesidad y el SM. Entre los niños que presentaron IR frente a los
niños que no presentaron IR. Observamos que los niños con resistencia a la insulina
(HOMA-IR ≥ 3,8) fueron mayores (11,4 ± 2,2 años vs. 10,2 ± 2,3 años) (p<0,05), tenían
un mayor IMC-z (4,4 ± 2,1 vs. 3,8 ± 1,2) (p<0,05), un mayor perímetro de cintura (99,3 ±
13,9 cm vs. 90,4 ± 10,4 cm) (p<0,01) y una tensión sistólica (121,4 mmHg ± 12,1
mmHg vs. 112,2 ± 12,6 mmHg) (p<0,01) y diastólica aumentada (65,4 ± 9 mmHg vs. 60
± 9,4 mmHg) (p<0,05) respectivamente.

Tabla 24. Características de la población con y sin resistencia a la insulina


HOMA-IR < 3,8 HOMA-IR ≥ 3,8 p
Población 115 18
Edad (años) 10,2 ± 2,3 11,4 ± 2,2 < 0,05
Talla (SDS) 0,73 ± 1 1,1 ± 1 ns
IMC (kg/m2) 28,1 ± 3,2 30,7 ± 5,7 < 0,01
IMC (SDS) 3,8 ± 1,2 4,4 ± 2,1 < 0,05
Perímetro de cintura (cm) 90,4 ± 10,4 99,3 ± 13,9 < 0,01
T. Arterial sistólica(mmHg) 112,2 ± 12,6 121,4 ± 12,1 < 0,01
T. Arterial diastólica(mmHg) 60,6 ± 9,4 65,4± 9 < 0,05
Dif edad (ósea- cronol) 0,79 ± 1 1,2 ± 1,2 ns
* Los valores están expresados como media ± desviaciones estándar

En relación a los parámetros bioquímicos observamos que los niños con


resistencia a la insulina presentaban una glucemia más elevada tanto basal (p<0,01),
como en el minuto 120 de un TTOG (p<0,01). También los triglicéridos (p<0,001), la
GOT (p<0,05) y el ácido úrico (p<0,01) estaban aumentados aunque dentro de los
límites normales (tabla 25).

También observamos diferencias con los parámetros hormonales. Así en los


niños con resistencia a la insulina encontramos que tenían disminuidos, los niveles de
adiponectina (11,3 ± 3,3 ng/ml vs. 14,2 ± 5,8 ng/ml) (p<0,05) y de ghrelina (638 ± 162

108
Resultados

pg/ml vs. 934 ± 356 pg/ml) y aumentados los niveles de leptina (21,8 ± 9,2 ng/ml vs.
17,8 ± 8,4 ng/ml) (p< 0,05), de IGF-1 (352 ± 119 ng/ml vs. 236 ± 118 ng/ml) (p<0,001),
de IGF-BP3 (5,4 ± 0,9 μg/ml vs. 4,6 ± 0,9 μg/ml) (p<0,01) y de insulina (35,7 ± 19,2
μUI/ml vs. 11,6 ± 4,7 μUI/ml) (p<0,01). Sin embargo no había diferencias significativas
en relación con la resistina (7,6 ± 2,4 ng/ml vs. 7,5 ± 3,9 ng/ml) (tabla 26).

Tabla 25. Características de la población con y sin resistencia a la insulina


HOMA-IR < 3,8 HOMA-IR ≥ 3,8 p
Glucemia ( mg/dl) 73,8 ± 9,8 80,8 ± 6,9 < 0,01
Glucemia minuto 120 107,1 ± 18,6 122,4 ± 26,6 < 0,05
Colesterol total (mg/dl) 156,4 ± 26,3 156,9 ± 29,4 ns
LDL-c (mg/dl) 89,1 ± 23,6 88,5 ± 23,2 ns
HDL-c (mg/dl) 53,1 ± 10,5 48,1 ± 12,3 ns
Triglicéridos (mg/dl) 69,4 ± 33,9 101,3 ± 36,1 < 0,001
Ácido úrico ( mg/dl) 4,6 ± 0,8 5,1 ± 1,1 < 0,01
Apo A (mg/dl) 140,9 ± 21,4 129,9 ± 19,6 ns
Apo B (mg/dl) 74 ± 17,3 74,4 ± 16,3 ns
GOT (U/L) 24,1 ± 4,7 21,7 ± 6,7 < 0,05
GPT (U/L) 21,2 ± 8,2 21,9 ± 7,7 ns
* Los valores están expresados como media ± desviaciones estándar

Tabla 26. Características de la población con y sin resistencia a la insulina


HOMA-IR < 3,8 HOMA-IR ≥ 3,8 p
Población 115 18
Adiponectina (ng/ml) 14,2 ± 5,8 11,3 ± 3,3 <0,05
Leptina (ng/ml) 17,8 ± 8,4 21,8 ± 9,2 <0,05
Ghrelina (pg/ml) 934± 356 638 ± 162 <0,001
Resistina (ng/ml) 7,5 ± 3,9 7,6 ± 2,4 ns
Insulina (µUI/ml) 11,6 ± 4,7 35,7 ± 19,2 <0,001
IGF-1 (ng/ml) 236 ± 118 352 ± 119 <0,01
IGF-BP3 (μg/ml) 4,6 ± 0,8 5,4 ± 0,9 <0,01
* Los valores están expresados como media ± desviaciones estándar

109
Resultados

4.1.6. Relación de los criterios del síndrome metabólico con las adipoquinas,
ghrelina e insulina.

En las tablas 27, 28 y 29 se pueden observar las múltiples correlaciones que


presentaron entre sí los parámetros que componen los criterios del síndrome metabólico
(perímetro de cintura, glucemia basal, HDL-colesterol, triglicéridos, tensión sistólica y
diastólica, ademas la glucemia en el minuto 120 de un TTOG como un criterio
adicional), con las adipoquinas (adiponectina, leptina y resistina) y la ghrelina.
Igualmente observamos las correlaciones que presentaron los mismos con la insulina y
los índices de insulinoresistencia HOMA-IR y de insulinosensibilidad QUICKI-IS y el
ácido úrico

Teniendo en cuenta el número de variables y para facilitar la presentación de los


mismos separamos los datos en tres tablas de manera artificial. En la primera
consideramos las relaciones que existen entre los criterios clínicos del SM, las
adipoquinas, ghrelina e insulina (tabla 27), en la segunda las relaciones con los criterios
bioquímicos (tabla 28) y en la tercera describimos las correlaciones que presentaron
entre si los criterios del SM, el ácido úrico y los índice HOMA-IR y QUICKI-IS (tabla
29).

En la tabla 30 observamos el análisis de los modelos de regresión lineal


multivariante donde consideramos la relación que presentaron la adiponectina, leptina y
ghrelina en tres modelos diferentes con los criterios del SM y el índice HOMA-IR
ajustado por sexo y estadio puberal. Las variables que presentaron mayor influencia
sobre la adiponectina fueron el índice HOMA-IR (p<0,05), el HDL-c (p<0,001) y la
tensión sistólica (p<0,01). Cuando en el modelo se sustituyó el índice QUICKI-IR en
lugar del índice HOMA-IR, las variables que presentaron mayor influencia fueron el
índice QUICKI-IS (p<0,05), el HDL-c (p<0,001) y la tensión sistólica (p<0,01). Sobre
la leptina las variables con más influencia fueron el índice HOMA-IR (p<0,01), el IMC-
z (p<0,05) y el perímetro de cintura (p<0,05). Sobre la ghrelina tuvieron una mayor
influencia el índice HOMA-IR (p<0,01), el HDL-c (p<0,05), la tensión sistólica
(p<0,05) y el estadio puberal (p<0,05). En cambio sobre la resistina sólo tuvo
influencia el IMC-z (p<0,05).

110
Resultados

Tabla 27. Correlaciones entre los parámetros clínicos del SM con las adipoquinas, ghrelina, insulina y el ácido úrico
IMC-z IMC PC TS TD ADIPO LEPTINA RESISTIN GHRELIN INSULINA HOMA QUICKI A. ÚRICO

IMC-z Corr. 1 0,662c 0,389c 0,372c 0,236a 0,276c 0,245b 0,242b 0,197a

IMC Corr. 1 0,834c 0,315c 0,351c -0,262b 0,476c 0,202a -0,194a 0,372c 0.392c -0,391c 0,344c
Perímetro
Corr. 1 0,370c 0,409c -0,193a 0,374c -0,217a 0,375c 0,389c -0,383c 0,397c
cintura
Tensión
Corr. 1 0,503c -0,275b -0,286b 0,231a 0,257a -0,261b 0,186a
sistólica
Tensión
Corr. 1 -0,186a
diastólica
Adipo
Corr. 1 0,241b -0,291b -0,291b 0,298b -0,241c
nectina

Leptina Corr. 1 -0,193b 0,368c 0,362c -0,362c 0,238c

Resistina Corr. 1 -0,191a

Ghrelina Corr. 1 -0,361c -0,378c 0,375c -0,305c

Insulina Corr. 1 0,978c -0,951c 0,315b

HOMA Corr. 1 -0,997c 0,329c

QUICKI Corr. 1 -0,327c

Á. úrico Corr. 1
IMC-z: índice de masa corporal en z-score; PC: perímetro de cintura; TS: tensión sistólica; TD: tensión diastólica; ADIPO: adiponectina;
Significación estadística: a: p<0,05; b: p<0,01; c: p<0,001

111
Resultados

Tabla 28. Correlaciones entre los parámetros bioquímicos del SM con las adipoquinas, ghrelina, insulina y el ácido úrico
GLUCOSA HDL-c TG TTOG ADIPO LEPTINA RESISTIN GHRELIN INSULINA HOMA QUICKI A. ÚRICO

Glucosa Corr. 1 0,265b -0,172b 0,362c -0,367c

HDL-c Corr. 1 -0,410c 0,354c 0,206a -0,226a -0,223b -0,228c -0,244c

Triglicé
Corr. 1 0,294c -0,252b 0,212a -0,202a 0,388c 0,377c -0,375c 0,205a
ridos

TTOG Corr. 1 -0,203a 0,234b 0,274c -0,267b 0,252a

Adipo
Corr. 1 0,241b -0,291b -0,291b 0,298c -0,241b
nectina

Leptina Corr. 1 -0,193a 0,368c 0,362c -0,362c 0,238b

Resistina Corr. 1 -0,191a

Ghrelina Corr. 1 -0,361c 0,378b -0,375c -0,305b

Insulina Corr. 1 0,978c -0,974c 0,315c

HOMA Corr. 1 -0,997c 0,329c

QUICKI Corr. 1 -0,327c

Á. úrico Corr. 1

TG: triglicéridos; TTOG: test de tolerancia oral a la glucosa en el minuto 120; ADIPO: adiponectina
Significación estadística: a: p<0,05; b: p<0,01; c: p<0,001

112
Resultados

Tabla 29: Correlaciones entre los componentes del SM, insulina, índice de insulinoresistencia y el ácido úrico
IMC-z IMC PC TS TD GLUC TTOG HDL-c TG INSULINA HOMA QUICKI A. URICO

IMC-z Corr. 1 0,662c 0,389c -0,227b O,170a 0,276c 0,245b -0,242b 0,197a

IMC Corr. 1 0,834c 0,315c 0,351c 0,174a -0,220a 0,250b 0,372c 0,372c -0,391c 0,344c

Perímetro
Corr. 1 0,370c 0,409c 0,165a 0,171a -0,183a 0,274b 0,375c 0,389c -0,383c 0,397c
cintura
Tensión
Corr. 1 0,503c 0,173a 0,180a 0,267c 0,231b 0,257b 0,261b 0,186a
sistólica
Tensión
Corr. 1 0,224b
diastólica

Glucosa Corr. 1 0,265b 0,362c -0,367c

TTOG-120´
Corr. 1 0,294b 0,234b 0,274b -0,267b 0,252b

HDL-c Corr. 1 -0,410c -0,226b -0,223b 0,228b -0,244b

Triglicé
Corr. 1 0,388c 0,377c -0,375c 0,205a
ridos

Insulina Corr. 1 0,978c -0,974c 0,315C

HOMA Corr. 1 -0,997C 0,329C

QUICKI Corr. 1 -0,327C

Ácido úrico Corr. 1

IMC-z: índice de masa corporal en z-score; PC: perímetro de cintura; TS: tensión sistólica; TD: tensión diastólica; GLUC: glucosa; TG: triglicéridos
TTOG: test de tolerancia oral a la glucosa minuto 120
Significación estadística: a: p<0,05; b: p<0,01; c: p<0,001

113
Resultados

Tabla 30. Modelos de regresión lineal en función de las adipoquinas y ghrelina


Variable abeta error típico pp
dependiente
HOMA-IR -1,453 0,7 <0,05
Adiponectina
HDL-c 0,160 0,042 <0,001
R2= 0,22
TS -0,096 0,035 <0,01
HOMA-IR 3,07 1,1 <0,01
Leptina
IMC-z 5,58 2,25 <0,05
R2= 0,23
Perimetro de cintura 3,07 1,11 <0,05
HOMA-IR -,154 0,048 <0,01
Ghrelina HDL-c 0,006 0,003 <0,05
R2= 0,24 TS -0,005 0,02 <0,05
Estadio puberal -0,133 -0,062 <0,05
Resistina
IMC-z 0,290 0,16 <0,05
R2= 0,047
TS: tensión sistólica; HOMA-IR: índice de insulinoresistencia

En el análisis multivariante también observamos que entre las variables que


componen los criterios del SM, el IMC-z, las adipoquinas, ghrelina y el ácido úrico
ajustados por sexo y estadio puberal, las que presentaron mayor influencia sobre el
índice HOMA-IR fueron el perímetro de cintura (p<0,05), los triglicéridos (p<0,01), la
ghrelina (p<0,01) y la leptina (p<0,001) (tabla 31).

Tabla 31. Modelo de regresión lineal en función del índice HOMA-IR


Variable
abeta error típico pp
dependiente
P de cintura 0,011 0,005 <0,05
HOMA-IR Triglicéridos 0,327 0,108 <0,01
R2= 0,33 Ghrelina -0,427 0,131 <0,01
Leptina 0,015 0,06 <0,001
P de cintura: perímetro de cintura

Cuando solamente consideramos la relación entre las adipoquinas y la ghrelina


con el índice de insulino resistencia HOMA-IR observamos que las variables que

114
Resultados

presentaron mayor influencia sobre el índice HOMA-IR fueron la adiponectina


(p<0,05), la ghrelina (p<0,01) y la leptina (p<0,001) (tabla 32).

Tabla 32. Modelo de regresión lineal en función del índice HOMA-IR


Variable
abeta error típico pp
dependiente
Adiponectina 0,021 0,009 <0,05
HOMA-IR
Ghrelina -0,473 0,137 <0,01
R2= 0,26
Leptina 0,023 0,06 <0,001

4.2. RESULTADOS DEL SEGUIMIENTO DE LOS NIÑOS OBESOS

4.2.1. Evolución del IMC de los niños a los seis meses y en el control anual

En cada control determinamos el IMC y comprobamos una evolución del IMC-z


favorable en conjunto al inicio fue de 3,82 ± 1,4 SDS y a los seis meses del seguimiento
fue de 3,11 ± 1,6 SDS, con una disminución de 0,7 ± 0,8 SDS (r: -0,92 a 4,5 SDS)
(p<0,001). En el control anual el IMC-z fue de 2,85 ± 1,5 SDS (p<0,001) con una
disminución de 0,95 ± 1 SDS (r: -1,12 a 4,4 SDS) (p<0,001) (figura 8).

5
3,82 ± 1,4
4
3,11 ± 1,6
2,85 ± 1,5
IMC ‐ SDS

0
Basal Seis meses Doce meses

IMC ‐ SDS

Figura 8 Evolución del IMC-z en los controles periódicos

115
Resultados

Cuando observamos en la población total la distribución del IMC-z según la


severidad de la obesidad a los seis meses se observó que el 13% de los niños tenía un
peso adecuado, el 11,4% presentaba sobrepeso, el 29,3% obesidad leve, el 26%
obesidad moderada y el 20,3% obesidad severa. En el control anual se comprobó que la
población de niños con peso adecuado fue del 13,9% y los niño con sobrepeso del
15,7%. Entre los niños que presentaron obesidad, el 32,2% tenían obesidad leve, el
18,3% obesidad moderada y sólo el 20% seguía con obesidad severa.

100%
90%
80%
70%
60%
50%
40%
30%
20%
10%
0%
Basal Seis meses Doce meses
Peso adecuado Sobrepeso Obesidad leve
Obesidad moderada Obesidad severa

Figura. 9. Variación de la severidad de la obesidad durante el seguimiento

Cuando sólo consideramos el seguimiento de los niños que asisten a lo largo del
año (n:115) en el control de los seis meses encontramos que el 14,2% de los niños tenía
un peso adecuado y el 11,5% presentaba sobrepeso. En los niños con obesidad, el
29,2% seguía con obesidad leve, el 24,8% con obesidad moderada y el 20,4% con
obesidad severa. En el control anual comprobamos que la población de niños con peso
adecuado fue del 13,9%, el 15,7% presentaba sobrepeso, el 32,2% obesidad leve, el
18,3% obesidad moderada, y sólo el 20% seguía con obesidad severa. Cuando
comparamos la frecuencia de la severidad de la obesidad al inicio con el control anual
observamos que las diferencias son significativas con relación a la obesidad moderada
(p<001) y la obesidad severa (p<0,05) (figura. 9).

Cuando definimos una variación del IMC ≥ 0,5 SDS para considerar una
disminución significativa del IMC, observamos que en los primeros seis meses el 62%
de los niños disminuyó su IMC, el 30% de los niños mantuvo y sólo en el 8% de ellos

116
Resultados

aumentó. En los seis primeros meses se produjo el abandono del 9,6% de los niños,
cuando se analizó el IMC al inicio del estudio no se encontraron diferencias
significativas entre los niños que siguen en el estudio 3,82 ± 1,35 vs. 3,89 ± 1,53 SDS
en los niños que abandonaron.

En el control anual de los niños observamos que el 69% de ellos disminuyó su


IMC, el 23% mantuvo su IMC y sólo el 8% de ellos aumentó su IMC en relación al
inicio del estudio. Los niños que abandonaron al año de seguimiento habían perdido en
los primeros seis meses como media 0,12 ± 0,6 SDS vs. 0,74 ± 0,9 SDS entre los que
siguen (p<0,05).

4.2.2. Evolución del síndrome metabólico y sus criterios en el control anual

En nuestra población al inicio del estudio encontramos una prevalencia del SM


del 2,9% (4 niños), además el 24,3% de los niños (33 niños) presentó dos criterios, el
69,9% de ellos (95 niños) presentó un criterio y sólo el 2,9% de ellos (4 niños) no
presentó ningún criterio. Entre los niños con SM tres presentaron obesidad severa y uno
obesidad moderada.

En el seguimiento a los doce meses en una población de 111 niños, encontramos


que la prevalencia del SM fue del 4,5% (5 niños). Además el 13,5% (15 niños)
presentaron dos criterios, el 71,2% (79 niños) un criterio y el 10,8% (12 niños) no
presentaron ningún criterio. Cuando observamos los niños que presentaron SM vemos
que en dos de ellos el síndrome persistía desde el inicio del estudio. Además entre los
niños con SM cuatro de ellos presentaron una obesidad severa y uno obesidad leve.

Cuando consideramos exclusivamente los niños que siguen en el estudio a lo


largo del año (n= 111), se excluyeron cuatro niños (falta de algunos de los criterios del
síndrome metabólico). Observamos que no existen diferencias significativas en la
prevalencia del SM. Sin embargo aumentó el número de niños que no presentaron
ningún criterio del SM (tabla 33).

117
Resultados

Tabla 33. Evolución del síndrome metabólico


n= 111 BASAL DOCE MESES p
Síndrome metabólico 2,7% 4,5% ns
Dos criterios 20,7% 13,5% ns
Un criterio 73,9% 71,2% ns
Ningún criterio 2,7% 10,8% <0,05

4.2.3. Variación de los criterios del SM, las adipoquinas, ghrelina e insulina en
el control anual

En la Tabla 34 describimos los componentes del síndrome metabólico después


de un año de seguimiento tras la modificación del estilo de vida. Sólo se observaron
disminución del IMC-z (p<0,001) y de la glucemia en el minuto 120 de un TTOG
(p<0,01) y aumento en los niveles de HDL-c (p<0,05) y de la glucemia en ayunas
(p<0,001)

En el control anual de los niños, las determinaciones de la adipoquinas se


realizaron en 100 niños (se excluyó una paciente por enfermedad) donde observamos un
aumento significativo de la adiponectina (p<0,001) y disminución de la insulina
(p<0,01) y la ghrelina.(p<0,01) En cambio no hay diferencias con la leptina y resistina
(tabla 35).

Tabla 34. Comparación de los criterios del SM tras un año de seguimiento


n= 111 BASAL ANUAL p
IMC (SDS) 3,8 ± 1,4 2,9 ± 1,5 <0,001
Perímetro cintura (cm) 91 ± 11,5 89,8 ± 12,4 ns
T. Arterial sistólica(mmHg) 112,5 ± 13 114 ± 12,6 ns
T. Arterial diastólica(mmHg) 60,3 ± 9,5 60,7 ± 8,7 ns
Glucemia basal ( mg/dl) 74,3 ± 9,7 84,5 ± 8,8 < 0,001
Glucemia min 120a (n= 17) 141 ± 24,4 111,8 ± 27,2 < 0,01
HDL-c (mg/dl) 53 ± 10,7 55 ± 10,7 <0,05
Triglicéridos (mg/dl) 71,9 ± 32,9 70 ± 34,1 ns
* Los valores están expresados como media ± desviaciones estándar
a
Test de tolerancia oral a la glucosa (TTOG)

118
Resultados

Tabla 35. Niveles plasmáticos de las adipoquinas, ghrelina e insulina tras un


año de seguimiento
n= 100 BASAL ANUAL p
Adiponectina (ng/ml) 13,6 ± 5,4 15,3 ± 6,1 <0,001
Leptina (ng/ml) 17,9 ± 8,7 17,7 ± 9,1 ns
Ghrelina (pg/ml) (n= 92) 883,5 ± 330,6 784,9 ± 219,6 <0,01
Resistina (ng/ml) (n= 73) 7,4 ± 3,6 7,6 ± 4,3 ns
Insulina (µUI/ml) 15,1 ± 11,8 12,8 ± 8,4 <0,01
* Los valores están expresados como media ± desviaciones estándar

Igualmente en el control anual de los niños, observamos la variación que


presenta el índice HOMA-IR según la modificación y distribución del IMC-z. Así los
niños con peso normal presentaron un HOMA-IR de 1,78 ± 0,97, en los niños con
sobrepeso fue de 1,97 ± 0,87, en los que seguían con obesidad leve fue 2,31 ± 1,03, con
obesidad moderada fue 3,15 ± 2,72 y con obesidad severa fue 3,78 ± 2,65 diferencias
estadísticamente significativas (p<0,05).

4.2.4. Variación de los criterios del SM, las adipoquinas, ghrelina e insulina tras la
disminución del IMC

En el control anual en una población de 111 niños observamos cómo se


modificaron los criterios del SM cuando existió una variación del IMC ≥ 0,5 SDS. Entre
los niños donde el IMC disminuyó (75 pacientes) en el 96% (72 pacientes) los criterios
del SM disminuyeron o se mantuvieron y sólo aumentaron en el 4% (3 pacientes). En el
grupo donde el IMC se mantuvo (26 pacientes) en el 81% (21 pacientes) los criterios del
SM disminuyeron o se mantuvieron y sólo aumentaron en el 19% (5 pacientes). Por
último en el grupo donde el IMC aumentó (10 pacientes), en el 60% (6 paciente) los
criterios se mantuvieron y en el 40% (3 pacientes) aumentaron (p<0,01) (tabla 36).

También se observó en la población que disminuyó su IMC cómo se


modificaron la prevalencia de los criterios del SM. Por una parte se produjo una
disminución del número de niños que presentaron dos criterios al inicio del estudio
(p<0,01) y aumentó el número de niños que no presentaron ningún criterio (p<0,05)
(tabla 37).

119
Resultados

Tabla 36. Variación de los factores de riesgo del SM según la modificación


del IMC-SDS ≥ 0,5 SDS
Pierden Mantienen
n= 111 Ganan criterios p
criterios criterios
Disminuye
24% 72% 4%
IMC-SDS
Mantiene 27% <0,01
54% 19%
IMC-SDS
Aumenta
0% 60% 40%
IMC-SDS

Tabla 37. Variación de los criterios del síndrome metabólico tras la


disminución del IMC ≥ 0,5 SDS
n= 75 BASAL DOCE MESES p

Síndrome metabólico 1,3% 2,7% ns

Dos criterios 20% 6,7% <0,01

Un criterio 76,3% 77% ns

Ningún criterio 2,7% 13,3% <0,05

Asimismo observamos diferencias en la media de los criterios del síndrome


metabólico cuando el IMC presentó una disminución ≥ 0,5 SDS. El perímetro de cintura
disminuyó 3,2 ± 7,4 cm (p<0,001), la glucemia basal aumentó 9,9 ± 10,4 mg/dl (p
<0,001) y el HDL-c 2,8 ± 9,4 mg/dl (p<0,01). Igualmente disminuyó la glucemia en el
minuto 120 de un TTOG 29,4 ± 32,1 (p<0,05) aunque en el control anual sólo se realizó
en los niños que presentaron ITG al inicio del estudio. No se observaron diferencias
significativas en los niveles de la tensión arterial sistólica y diastólica y con los
triglicéridos. (tabla 38).

Igualmente se observaron diferencias significativas en los niveles de las


adipoquinas, ghrelina e insulina en el control anual que se realizaron en 69 niños. La
adiponectina presentó un aumento de 2,4 ± 4,9 ng/ml (p<0,001), mientras se observó
una disminución de la leptina en 2,1 ± 8,6 ng/ml (p<0,05), la ghrelina en 110,4 ± 300,5
pg/ml (p<0,01) y la insulina en 2,9 ± 8,2 µUI/ml (p<0,01) diferencias significativas
(tabla 39).

120
Resultados

Tabla 38. Comparación de los criterios clínicos y analíticos del SM tras la


disminución del IMC ≥ 0,5 SDS
n= 75 BASAL ANUAL p
IMC (SDS) 3,8 ± 1,2 2,3 ± 1 <0,001
Perímetro cintura (cm) 89,1 ± 11 85,9 ± 9,6 <0,001
T. Arterial sistólica(mmHg) 112,3 ± 12,7 111,2 ± 12,4 ns
T. Arterial diastólica(mmHg) 60,3 ± 9,4 59,7 ± 8,1 ns
Glucemia basal ( mg/dl) 73,8 ± 9,5 83,8 ± 7,7 <0,001
Glucemia a 120 mina (n= 10) 137,4 ± 21,8 116,7 ± 34,3 <0,05
HDL-c (mg/dl) 54,1 ± 10,8 56,8 ± 10,3 <0,01
Triglicéridos (mg/dl) 67,5 ± 30 63,6 ± 30 ns
* Los valores están expresados como media ± desviaciones estándar
a
Test de tolerancia oral a la glucosa (TTOG)

Tabla 39. Comparación de los niveles plasmáticos de las adipoquinas,


ghrelina e insulina tras la disminución del IMC ≥ 0,5 SDS
n= 69 BASAL ANUAL p
Adiponectina (ng/ml) 14,2 ± 5,5 16,6 ± 6,2 < 0,001
Leptina (ng/ml) 16,9 ± 8,3 14,8 ± 7,4 <0,05
Ghrelina (pg/ml) 925,4 ± 346,8 815 ± 225,3 <0,01
Resistina (ng/ml) (n= 49) 6,9 ± 2,7 7,1 ± 3,6 ns
Insulina (µUI/ml) 13,2 ± 9,5 10,3 ± 5,8 <0,01
* Los valores están expresados como media ± desviaciones estándar

121
Discusión

5. DISCUSIÓN

122
Discusión

Como hemos comentado para definir la presencia de obesidad se consideró un


IMC ≥ 2 DE. Actualmente el IMC es el método indirecto con mayor aceptación para la
estimación de la obesidad en la práctica clínica habitual y en los estudios
epidemiológicos. Sin embargo aún persiste el debate sobre el punto de corte más
adecuado a partir del cuál se considera sobrepeso u obesidad en la población pediátrica.
Estos límites de manera similar a la población adulta se deben determinar en base a los
riesgos que representan para la salud. Sin embargo en la actualidad no se conoce cuál es
el nivel a partir del que aumentan estos riesgos. Por ello se han considerado puntos de
corte específicos en los percentiles de la población de referencia. Es decir se ha
utilizado una definición de estadística.

Actualmente se considera el percentil 85 del IMC para definir sobrepeso y el


percentil 95 para la obesidad, basados en las tablas del Center for Diseases Control and
Prevention (CDC) que han demostrado tener una alta sensibilidad y una moderada
especificidad para dicha población de referencia541. Estos puntos de corte también se
han extrapolado a otras poblaciones utilizando preferentemente las tablas de origen
local. También se utilizan las tablas de Cole y col.43 propuestas por la IOFT que han
tenido gran aceptación para su utilización en los estudios epidemiológicos. Estas tablas
tienen la ventaja de que permiten realizar las comparaciones con diferentes poblaciones,
aunque pueden subestimar la obesidad. En Europa también se utiliza el percentil 97 para
definir la obesidad. En cambio nosotros preferimos considerar el IMC en desviaciones
estándar y calcular el valor Z-score porque permite categorizar el grado de obesidad y
asociar con otros parámetros metabólicos y hormonales teniendo en cuenta que las
repercusiones metabólicas dependen de la severidad de la obesidad542. Los puntos de
corte considerados fueron sobrepeso a partir de 1,5 DE y obesidad a partir de 2 DE37, 427.

Como la obesidad en la población infantil no es homogénea, también es


necesario clasificarla según la severidad de la misma. Así en los Estados Unidos se ha
propuesto definir la obesidad como severa a partir del percentil 99 según las tablas del
CDC. Porque consideran que a partir de dicho percentil el riesgo está aún más
incrementado42. Sin embargo existen pocos trabajos que hayan clasificado la obesidad
según la severidad de la misma y los puntos de cortes considerados son diferentes. Por
ejemplo Yeste y col.543 en Cataluña clasificaron los niños obesos de manera similar a
nuestro trabajo y la prevalencia en su población fue, obesidad leve 31%, obesidad

123
Discusión

moderada 22% y obesidad severa 46,9%. Es decir aproximadamente la mitad de los


niños presentó una obesidad severa. Por su parte Weiss y col.427 en niños americanos
clasificaron los niños en dos categorías obesidad moderada (2-2,5 SDS) y obesidad
severa (>2,5 SDS) y la prevalencia en su población fue de obesidad moderada 56% y
severa 45%. En cambio Invitti y col.520 en una población de niños italianos agruparon
por tertiles, tertil I (2-3,5 SDS), tertil II (3,6-4 SDS) y tertil III (4,2-6,2 SDS) aunque no
describieron la frecuencia de cada grupo. Llama la atención que la mayoría de los
trabajos realizados en la edad pediátrica que revisamos no contemplan la severidad de la
obesidad. Sólo se limitaron a considerarlos globalmente como niños obesos a partir de
un punto de corte determinado408, 429, 539, 544-547. Esto puede dificultar las comparaciones
entre los distintos trabajos porque comprende niños con distintos grados de obesidad.

Es necesario consensuar los puntos de corte para los distintos grados de


severidad de la obesidad y como hemos comentado previamente, dichos puntos
deberían estar en relación al riesgo que representan para la salud. En ese sentido parece
interesante la clasificación propuesta por Yeste y col.543 que separararon la severidad de
la obesidad en tres categorías según el IMC, Entre 2-3 SDS, entre 3-4 SDS y mayor a 4
SDS. Basado en dicha clasificación la intolerancia a la glucosa en su población casi se
triplicó a partir de un IMC ≥ 3 SDS. Igualmente en nuestro trabajo observamos que
existen diferencias significativas en la prevalencia de la intolerancia a la glucosa cuando
agrupamos los pacientes en dos categorías < 3 SDS Y ≥ 3 SDS. Aunque son necesarios
más trabajos con criterios parecidos para poder sacar conclusiones válidas.

En nuestra población también observamos cómo el IMC de los padres influye


sobre la severidad de la obesidad de los niños. Así cuando ambos padres fueron obesos
el 94% de los niños presentaron una obesidad moderada o severa. Si sólo uno de los
padres fue obeso la presentaron el 78% de los niños. En cambio cuando ambos padres o
uno de ellos tenía sobrepeso sólo el 47% de los niños presentaron obesidad moderada o
severa. Igualmente observamos que el IMC de la madre influye en el IMC de los niños.
Estos resultados están en la misma línea de otros trabajos donde se ha demostrado la
influencia de la obesidad de los padres sobre el peso del niño. Es decir que los padres
obesos tienen mayor probabilidad de tener niños obesos. Whitaker y col.548 habían
observado que los niños por debajo de 10 años de edad tenían mayor riesgo de ser
obesos en la vida adulta si sus padres eran obesos. Este riesgo variaba en función de si

124
Discusión

uno de ellos o ambos eran obesos, Malindretos y col.549 encontraron una fuerte
correlación entre el IMC de los niños y de sus padres, además el 40% de los padres
obesos tenían niños obesos. Igualmente Broedsgaard y col.550 observaron que si uno de
los padres era obeso el niño tenía 40% más de probabilidad de ser obeso y en el caso de
que ambos padres fueran obesos el riesgo aumentaba hasta el 80%.

La obesidad de los padres y la severidad de la obesidad de los niños también


condicionan la respuesta al tratamiento y tienen un peor resultado en los programas de
intervención para disminuir el peso551. La influencia de la obesidad de los progenitores
es global y comprende los hábitos alimentarios y la conducta de ellos frente a la
actividad física porque condicionan la actitud del niño. Si los padres son sedentarios y/o
permisivos con las transgresiones alimentarias el niño no perderá peso. Por ello los
programas que buscan la modificación del estilo de vida de los niños deben implicar a la
familia para obtener éxito552, 553. En ese sentido nosotros insistimos a los padres sobre la
necesidad de la asistencia de ambos a la sesión de educación y/o del familiar encargado
de la elaboración de los alimentos en el núcleo familiar cuando los padres no podían
asistir.

Cuando agrupamos los niños según el género encontramos que el 57% son
varones y el 43% mujeres. Observamos diferencias significativas con respecto al avance
de la edad ósea, de la IGF-1 e IGF-BP3 siendo superior en las mujeres con respecto a
los varones. El avance de la edad ósea puede deberse a la conjunción de varios factores
como son: el crecimiento más intenso que presentan las mujeres en los estadios
tempranos de la pubertad, la influencia de los andrógenos libres tanto de origen adrenal
como gonadal que están aumentados en la obesidad, la presencia de resistencia a la
insulina y los niveles aumentados de IGF-1 que podría ser la principal causa del avance
de la maduración ósea310, 554. El efecto de la IGF-1 en el crecimiento y la maduración
ósea también puede ser potenciados por la leptina310. La leptina habitualmente presenta
un dimorfismo sexual y se encuentra más elevada en las mujeres inclusive antes del
inicio de la pubertad según algunos investigadores555, 556. Nosotros no encontramos una
diferencias significativas en relación al sexo, otros investigadores sólo han encontrado
diferencias en los estadios IV y V de la clasificación de Tanner557, 558
. En nuestra
población de niños puberales, la mayor parte de ellos se encontraban en una etapa
puberal temprana que dificulta las comparaciones, considerando que las diferencias se

125
Discusión

observaron habitualmente en los estadios finales del desarrollo puberal (Tanner IV y V)


por las influencias hormonales.

Tampoco encontramos diferencias significativas con el IMC expresado en SDS.


Sin embargo el perímetro de cintura en los varones es mayor en relacion con las
mujeres, cuando consideramos sólo los niños prepuberales no existen diferencias
significativas con respecto al perímetro de cintura según el sexo. Estas diferencias se
pueden atribuir a las influencias hormonales y están relacionadas con el fenotipo de
obesidad que predomina en los varones denominado androide o en forma de “manzana”,
donde el tejido graso se acumula en la región abdominal de forma preferente y se
relaciona con el aumento del estimulo de la lipolisis, disminución de la síntesis de
triglicéridos y aumento de la actividad de la LPL. Este fenotipo se ha asociado con
trastornos metabólicos como la insulinoresistencia, tendencia a diabetes mellitus tipo 2,
y una mayor morbilidad y mortalidad en la vida adulta. En cambio en las mujeres
predomina el fenotipo ginecoide o en forma de “pera”, donde el tejido graso se acumula
fundamentalmente en la cadera y miembros inferiores. Se relaciona con las células
grasas de mayor tamaño, con una menor lipolisis y síntesis de triglicéridos en esos
depósitos, por lo que este fenotipo no está asociado con la insulinoresistencia. Además
se ha descrito un tercer fenotipo donde la distribución de la grasa es generalizada37.

Asimismo cuando analizamos el perfil lipídico según el sexo no observamos


diferencias significativas en el mismo de manera similar a otros investigadores como
Tapia Ceballos y col.539, Sei y col.559, Shalitin y col.560, Invitti y col.520 que realizaron en
distintos grupos étnicos. En cambio cuando analizamos según el estadio puberal
observamos que existen una disminución del colesterol total y LDL-c en los niños
puberales. En los trabajos citados previamente Tapia Ceballos y col no encontraron
diferencias con respecto al CT y LDL-c, sí observaron disminución del HDL-c en los
puberales. Igualmente Invitti y col observaron una disminución del HDL-c y del CT,
pero no encontraron diferencias con respecto del LDL-c. Estas diferencias están en
relación con los cambios en las concentraciones de lípidos que ocurren a lo largo de la
vida. Los niveles de lípidos empiezan a aumentar desde el nacimiento, a partir de los
dos años se alcanzan los niveles que presenta un adulto joven. Sin embargo se produce
una disminución de los niveles de colesterol total y LDL-c durante los primeros estadios
de la pubertad que vuelven a ascender hacia el final de la adolescencia en ambos

126
Discusión

sexos561-563. En nuestra población llama la atención que el LDL-c se encuentra


disminuido entre los niños puberales y esto se puede atribuir a que la mayor parte de los
niños puberales se encuentran en una pubertad temprana.

La variación del colesterol total en los varones se produce por el descenso del
HDL-c que es mayor en las etapas intermedias de la pubertad y por el aumento del
VLDL-c ambos influenciados por la testosterona. En las mujeres se produce
principalmente por la variación del LDL-c y en menor medida del VLDL-c, además de
la fluctuación del HDL-c por acción de los estrógenos564. Por lo tanto en la pubertad se
inician cambios que en el sexo masculino favorecen la aterogénesis, mientras en el sexo
femenino son antiaterogénicos. Además la dislipidemia asociada con la obesidad puede
presentar características diferentes en relación a la elevación del LDL-c. Cuando existe
especialmente insulinoresistencia, los niños obesos tienden a presentar niveles de HDL-
c disminuidos, triglicéridos aumentados, pero con frecuencia no se observan elevaciones
del LDL-c565.

Las adipoquinas y la ghrelina también presentan modificaciones según el estadio


puberal. Así en los niños puberales la adiponectina y la ghrelina disminuyeron, en
cambio la insulina aumentó y no se encontraron diferencias significativas con la leptina
y resistina con respecto a los niños prepuberales. Esto podría deberse a la distribución
de nuestra población puberal, donde la mayor parte de los varones se encuentran en el
estadio II y las mujeres en el estadio II y III de Tanner. Al igual que nuestro trabajo
Cambuli y col.566 en una población de 104 niños italianos que presentaban sobrepeso
(35 niños) y obesidad (69 niños) observaron que los niños puberales tenían los niveles
de adiponectina disminuida y los niveles de leptina e insulina aumentados. Sin embargo
como hemos comentado previamente, nosotros no encontramos diferencias en relación
con la leptina, aunque sí una tendencia a niveles más elevado en la pubertad y esta
diferencia pueden deberse a la distribución del estadio puberal de nuestra población.

Brufani y col.567 con su trabajo en una población de 309 niños italianos obesos
entre 4-19 años nos ilustra claramente sobre las variaciones que se producen con las
adipoquinas según el estadio puberal. Ellos no encontraron diferencias significativas
entre los niños prepuberales y puberales. Sin embargo cuando agruparon los niños
según los estadios de Tanner observaron que los niños puberales presentaron una

127
Discusión

disminución de la adiponectina en los estadios de Tanner III-IV y en cambio las niñas


presentaron aumento de la leptina en el estadio V. Asímismo los niveles de insulina
estuvieron aumentados en los estadios de Tanner II en las niñas y III-IV en los niños
con respecto a los prepuberales. De manera similar Horlick y col.558, en una población
de 102 niños no encontraron diferencias entre los niños prepuberales y puberales en los
estadios tempranos. En cambio en los estadios IV y V de Tanner los niveles de leptina
estaban aumentados en las niñas y disminuidos en los niños. Estas diferencias en los
niveles de la leptina se deben posiblemente en parte al efecto de la testosterona que
inhibe la síntesis y secreción de la leptina mientras que en las mujeres los estrógenos
estimulan la secreción de la leptina. También por el tamaño de los depósitos de tejido
adiposo especialmente subcutáneo, teniendo en cuenta que en la pubertad el incremento
del IMC en las mujeres se debe principalmente al tejido adiposo y en cambio en los
varones es por el incremento de la masa muscular557, 568.

Cuando comparamos la ghrelina según el sexo, no se observaron diferencias


significativas. En cambio sí encontramos diferencias con relación al estadio puberal
donde los pacientes prepuberales presentaron un mayor nivel de ghrelina con respecto a
los puberales. Además en un modelo de regresión lineal multivariante el estadio puberal
influye sobre los niveles de ghrelina. Nuestros resultados son similares a los hallazgos
de Soriano-Guillen y col.569 que igualmente no observaron diferencias en relación al
sexo y sí con la variación del estadio puberal. También Whatmore y col.570 en una
población de 121 niños y adolescentes sanos con edades entre 5-18 años no observaron
diferencias con relación al sexo, en cambio existían diferencias significativas con
respecto al estadio puberal. Sin embargo no hay uniformidad en los resultados de los
trabajos publicados. Porque hay investigadores que encontraron diferencias con respecto
al sexo571, 572
. Mientras otros no observaron diferencias en relacion con el sexo y el
estadio puberal573, 574.

Aunque existen trabajos donde no encuentran relación con el estadio puberal,


creemos que la ghrelina si presenta diferencias entre prepuberales y puberales. Este
comportamiento podría estar en relación con su participación en el control y liberación
de la hormona de crecimiento, porque aumenta en una etapa donde el crecimiento y la
ganancia ponderal son muy intensos y luego va disminuyendo progresivamente en el
estadio V de Tanner, coincidiendo con una etapa donde el crecimiento ya no es intenso.

128
Discusión

Sin embargo también debemos considerar la presencia de resistencia a la insulina en


esta etapa porque la misma influye en los niveles de la ghrelina. Además no presenta un
dimorfismo sexual, lo que sugiere que las hormonas sexuales no están implicadas en los
niveles de ghrelina, aunque son necesarios más estudios en esta dirección.

No encontramos diferencias de la resistina en relación al sexo y estadio puberal.


Igualmente en la literatura los datos son contradictorios, de manera similar a nuestro
trabajo Reinehr y col.187 no encontraron diferencias según el estadio puberal, pero si
observaron niveles mas elevados en las mujeres. Como Gerber y col.186 que observaron
niveles más elevados de resistina en las mujeres cuando compararon con varones de la
misma edad y estadio puberal. Estos niveles de resistina se correlacionaban con la
testosterona en los niños y con el estradiol en las niñas. El hecho que nosotros no
encontremos diferencias en los valores podría deberse a la distribución de nuestra
población. Considerando que la mayoría de los pacientes puberales están en una
pubertad temprana y los esteroides sexuales podrían estar implicados en la respuesta,
como lo demuestran los trabajos realizados en la población adulta donde la resistina
estaba aumentada en las mujeres.

En relación con la prevalencia del síndrome metabólico, los criterios de la IDF


que hemos utilizados son relativamente recientes y aún existen pocos estudios a nivel
nacional e internacional con estos criterios en la población infantil. En nuestra
población la prevalencia global del SM fue muy baja en comparación a otros trabajos.
En el “Studies To Treat or Prevent Pediatric Type 2 Diabetes” (STOPP-T2D)575.
realizado en una población de 1453 adolescentes en los Estados Unidos encontraron una
prevalencia global del 9,5%. Entre los niños con sobrepeso u obesidad fue del 50%, una
prevalencia muy alta. Aunque se debe tener en cuenta que abarca una población
multiétnica de adolescentes por lo cual no sería extrapolable a nuestra población en la
que todos son caucásicos. Sin embargo Pirkola y col.576 en una población de 5665
adolescentes finlandeses de 16 años de edad provenientes de un estudio prospectivo de
población (Northern Finland Birth Cohort 1986), también encontraron entre los niños
obesos una prevalencia muy alta del 44,2% en los varones y del 17,1% en las mujeres.
Por otra parte Cizmecioglu y col.546 en una población de 2491 escolares y adolescentes
turcos con edades entre 10-19 años encontraron una prevalencia global baja del SM del
2,3%, pero cuando consideraron sólo la población de niños obesos (IMC ≥ p95) con una

129
Discusión

edad media de 14,2 ± 1,8 años (r: 11-18) la prevalencia fue del 28,1%. En otros trabajos
la prevalencia fue menor a los citados, aunque siguen siendo más elevada en
comparación con nuestra población. Así Braga y col.545 en Portugal en una población de
237 niños y adolescentes con rango de edad entre 10-20 años (89% obesos y 11% con
sobrepeso) encontraron una prevalencia del SM del 8,9% a pesar de que un 13% de la
poblacion considerada eran de raza negra. Por su parte Mesa y col.577 en Cataluña en
345 pacientes obesos de raza caucásica entre 6-20 años, encontraron una prevalencia del
SM del 10,7% según los criterios de la IDF.

Como hemos comentado la prevalencia del SM en nuestra población es baja en


relación a los estudios considerados y puede atribuirse a distintos factores. La severidad
de la obesidad es uno de ellos, porque el riesgo de las complicaciones metabólicas
aumenta en proporción directa con la severidad de la misma578. También el origen
étnico influye claramente. En el estudio STOPP-T2D y en el realizado por Cizmecioglu
y col. las poblaciones fueron multiétnicas lo que puede llevar a un aumento de las
alteraciones metabólicas en comparación a los niños incluidos en nuestro estudio que
son todos de origen caucásico. Un ejemplo clásico de la importancia del grupo étnico
como un factor de riesgo, son los indios pimas americanos y otros grupos autóctonos,
donde la predisposición de los individuos sumado a los factores ambientales ha llevado
a un aumento de la prevalencia de la obesidad y al desarrollo de diabetes mellitus tipo 2
que ha aumentado dramáticamente en los niños y adolescentes579, 580. También la IDF
para la población adulta ha definido los puntos de corte específicos para el perímetro de
cintura según el grupo étnico considerando que los riesgos para el SM varían según el
grupo al cual se pertenezca.

Otro factor que debemos considerar es la edad en las poblaciones analizadas. En


el trabajo de Pirkola y col, la población estaba compuesta exclusivamente por
adolescentes de 16 años de edad. En cambio en la muestra de Braga y col el rango de
edad fue entre 10-20 años, donde el 20% de ellos estaba entre 15-20 años y la
prevalencia del SM fue mayor en este grupo etario. Igualmente Meza y col en una
muestra que abarcaba un rango de edad entre 6-20 años encontraron que la prevalencia
del SM fue mucho mayor en la población con edad superior a 16 años. A pesar de lo
anteriormente publicado Cizmecioglu y col no encontraron diferencias con respecto a la
edad. En nuestra población la prevalencia del SM aumentó al 5,2% cuando

130
Discusión

consideramos exclusivamente los niños mayores de 10 años aunque nuestro rango de


edad sólo abarca hasta 14,5 años.

La influencia de la edad en la frecuencia del SM consideramos que es muy


importante, porque la insulinoresistencia que es fundamental en la génesis del SM
aumenta durante la adolescencia. Además los puntos de corte de los criterios como la
tensión arterial y los triglicéridos están extrapolados de la población adulta. Igualmente
la IDF en su definición de los criterios del SM, comenta que no se debería diagnosticar
por debajo de los 10 años de edad y que a partir de los 16 años se debe utilizar los
criterios para la población adulta14, 420. Sin embargo el diagnóstico del SM en los niños
menores de 10 años es una cuestión que se debería considerar, teniendo en cuenta que
también presentan criterios y en nuestra población no se diferencian de los niños
mayores excepto con la tensión sistólica. Además de la identificación del síndrome
metabólico como tal, es muy importante la identificación precoz de los componentes
porque permitirá el abordaje temprano del problema. Considerando que la existencia de
un sólo criterio ya puede modificar el riesgo para la enfermedad cardiovascular
arterioesclerótica y diabetes mellitus tipo 2 en la vida adulta581.

Los criterios que componen el SM presentan múltiples correlaciones con la


insulinoresistencia, las adipoquinas, la ghrelina y entre ellos mismos dentro de las
complejas interacciones en la homeostasis metabólica. Sin embargo con el objetivo de
tratar de clarificar la discusión y para mantener un orden las consideremos por separado.

La IDF considera el perímetro de cintura como el parámetro fundamental en la


definición del síndrome. En nuestra población la medición se realizó tomando como
referencia el ombligo y encontramos que el 97% de los niños presentaron un perímetro
igual o mayor al percentil 90. De manera similar otros investigadores como Tapia
Ceballos y col.539, en una población de 97 niños obesos en Andalucía (IMC ≥ p95)
observaron que el 98% de los niños tenían un perímetro de cintura igual o mayor al
percentil 90. Yoshinaga y col.423, en 499 niños japoneses, encontraron que el 97% de
ellos presentaron un perímetro de cintura igual o mayor al percentil 90. En cambio,
Cook y col.429, en 338 niños y adolescentes (IMC ≥ p95) procedentes del NHANES III,
observaron que sólo el 74,5% de ellos presentó un perímetro de cintura igual o mayor al
percentil 90 y Cruz y col.428, en 128 jóvenes hispanos con un IMC igual o mayor al

131
Discusión

percentil 85 (82% con un IMC ≥ p95) encontraron que sólo el 62% de ellos tenía un
perímetro de cintura igual o mayor al percentil 90.

La variación en la prevalencia del percentil 90 del perímetro de cintura en las


poblaciones de niños obesos es interesante. Porque si consideramos sólo el IMC como
un criterio del SM podríamos incluir niños con un perímetro de cintura menor del
percentil 90. Considerando que el PC es una medición indirecta del depósito graso
perivisceral, que está relacionado con el riesgo de complicaciones metabólicas,
podríamos incluir niños que no presentan un riesgo aumentado y por lo tanto llevar a
una infravaloración de las complicaciones del SM.

El perímetro de la cintura tiene la ventaja que es una medición fácil de realizar y


reproducible, pero el inconveniente de que no existen en muchos lugares tablas de
referencias locales para los percentiles de la cintura. Además no existe un consenso
basado en la evidencia de cuál es el lugar exacto para la medición. Mientras algunos
autores como nosotros realizan la medición a nivel del ombligo423, 520, otros consideran
el punto medio entre el borde inferior de la última costilla y la cresta ilíaca539, 546
,e
inclusive el extremo superior de la cresta ilíaca545. Como hemos comentado, valoramos
el perímetro de cintura a nivel de ombligo porque consideramos que es más
reproducible y fácil de realizar en dicho punto, además en España existen tablas de
referencia para los percentiles del perímetro abdominal realizadas por Ferrández y col.21
que toman como referencia el ombligo. Sin embargo, en un trabajo muy reciente
Johnson y col.582, compararon el perímetro de la cintura realizado en cuatro lugares
comúnmente recomendados y encontraron que el riesgo metabólico variaba según el
lugar y sugirieron que los perímetros medidos a nivel del punto medio entre la cresta
ilíaca y borde inferior de la última costilla y el perímetro mínimo entre el apéndice
xifoide y la cresta ilíaca estaban más claramente asociados con el riesgo metabólico.
Aunque son necesarios más trabajos en este aspecto ya que de confirmarse estos
resultados se deberían realizar las mediciones en dichos puntos a pesar de su mayor
complicación.

También en nuestro trabajo encontramos que el perímetro de cintura puede ser


un buen predictor del riesgo de la enfermedad cardiovascular ya que presentó múltiples
correlaciones con todos los criterios que componen el síndrome metabólico y el índice

132
Discusión

HOMA-IR. En cambio fue negativa con el HDL-c y el índice QUICKI-IS que están
asociados con un menor riesgo metabólico. Estas relaciones fueron descritas en
diferentes trabajos. Así Lee y col.11 encontraron que el perímetro de cintura es un
predictor independiente de la insulinoresistencia y permite identificar los niños obesos
con riesgo metabólico aumentado por el exceso de tejido adiposo a nivel abdominal y
por lo tanto se debería incluir en la evaluación clínica de los niños obesos. Savva y
col.483 demostraron que el perímetro de cintura se correlaciona mejor con los factores de
riesgos metabólicos como la tensión arterial, HDL-c, LDL-c en comparación con el
IMC. Flodmark y col.484 de manera similar a nuestro trabajo ha encontrado relación
entre el perímetro de la cintura con los triglicéridos y negativa con el HDL-c es decir
con un perfil lipídico desfavorable. Por su parte Maffeis y col.23 en niños prepuberales
demostraron que el perímetro de cintura también se asocia con la tensión arterial
sistólica y diastólica. Igualmente Hirschler y col.10 describieron que la sensibilidad a la
insulina está disminuida en los niños obesos que presentaron un aumento del perímetro
abdominal. Es decir que en múltiples trabajos, se ha demostrado que el perímetro de
cintura es un factor de riesgo para la hipertensión arterial, la disminución del HDL-c y
la insulinoresistencia en los niños obesos.

La medición de la tensión arterial, otro componente clave del síndrome


metabólico, presenta el inconveniente de que el punto de corte considerado para la
hipertensión es un valor único. Para la tensión arterial sistólica 130 mmHg y para la
diastólica 85 mmHg. Estos valores fueron extrapolados de los criterios para la población
adulta que están basados en los estudios sobre riesgos para la salud583. En cambio, en la
población pediátrica el límite considerado para la hipertensión arterial es el percentil 95
según el National Health Blood Pressure Education Program (NHBPEP)535, que
contempla los percentiles de tensión arterial según edad, sexo y talla. Cuando
consideramos un punto de corte fijo en este caso 130/85 mmHg, estamos subestimando
la hipertensión en los niños de menor edad y en aquellos cuyas tallas se encuentran en
los percentiles más bajos. Esto se visualiza claramente cuando observamos la
prevalencia global de la hipertensión arterial en nuestra población que según los
criterios de la IDF fue del 12%, con predominio de la hipertensión sistólica que es
habitual en los obesos. Sin embargo, cuando consideramos el percentil 95 de las tablas
del NHBPEP la prevalencia casi se triplicó (30%). Por lo tanto se debería utilizar las

133
Discusión

tablas específicas para la población infantil en lugar de extrapolarlos de la población


adulta.

La prevalencia de la hipertensión en nuestra población se encuentra en un punto


intermedio en relación a otros trabajos con criterios similares, Braga y col.545
encontraron una prevalencia del 19,4%; en el estudio STOPP-T2D575 la prevalencia de
la hipertensión fue del 9% y Goodman y col.431 en una población multiétnica de
adolescentes encontraron una prevalencia del 19,8%. Estas diferencias observadas con
respecto a nuestro trabajo también se pueden atribuir a la edad de las poblaciones
consideradas, porque la tensión arterial aumenta con la edad y según el estadio puberal.

Sin embargo cuando consideramos para el diagnóstico el percentil 95 las


prevalencias son parecidas. Viner y col.430 en Inglaterra con una población entre 2-18
años, encontraron una prevalencia del 32% siendo más frecuente en la población de raza
blanca. En España, López-Capape y col.547 en niños entre 4-18 años con un IMC ≥ 2
SDS, encontraron una prevalencia del 23% (22,8% sistólica y 0,6% diastólica). Tapia
Ceballos y col.539 encontraron una prevalencia global de 45,4% (40% sistólica y 22%
diastólica) la más alta descrita, con una frecuencia muy alta para la hipertensión
diastólica en comparación a nuestro trabajo donde la prevalencia de la hipertensión
diastólica sólo fue del 2,9%.

La HTA en nuestro trabajo fue predominantemente sistólica y presentó una


correlación positiva con los criterios del SM, además con el IMC, la insulina basal y el
índice HOMA-IR. La HTA es un componente integral del síndrome metabólico y su
asociación con la obesidad fue descrita en varios trabajos. Rosner y col.485 y Sorof y
col.486 encontraron que el riesgo de la HTA aumentaba proporcionalmente al IMC. En
cambio Kanai y col.489 sugieren que independientemente del grado de obesidad la
hiperinsulinemia tendría un papel fundamental en la patogénesis de la HTA. Sin
embargo existen discrepancias sobre el rol de la insulina en la hipertensión arterial. Así
Sinaiko y col.499 en su trabajo no encontraron una relación entre la HTA y la
insulinoresistencia después de ajustar por el IMC. También hay que tener en cuenta que
la tensión arterial secundaria a la obesidad en la infancia habitualmente es asintomática,
pero su presencia puede predecir la hipertensión arterial en etapas posteriores de la vida,

134
Discusión

que contribuiría al desarrollo de las enfermedades cardiovasculares, insuficiencia


cardiaca e insuficiencia renal584.

El síndrome metabólico y la insulinoresistencia igualmente están asociados con


las alteraciones lipídicas, especialmente con los niveles elevados de triglicéridos y bajo
HDL-c que son criterios para el diagnóstico del SM502. Sin embargo, la comparación de
las alteraciones lipídicas en los distintos trabajos es dificultosa, porque los valores
considerados como punto de corte en la edad pediátrica son muy diferentes. Como
hemos citado en los trabajos que utilizaron los criterios del NCEP-ATPIII adaptados
para la edad pediátrica, el punto de corte para los triglicéridos fue de 110 mg/dl y el
HDL-c menor o igual a 40 mg/dl, en cambio en los criterios de la IDF el punto de corte
utilizado para los triglicéridos fue 150 mg/dl similar al utilizado en la población adulta
(OMS, NCEP, AACE) y para el HDL-c fue menor de 40 mg/dl. No está claro cuál es el
punto de corte más adecuado para los lípidos en la edad pediátrica.

En nuestra población la prevalencia de los triglicéridos alterados es muy baja


4,4% en relación a otros estudios con criterios similares, sin embargo la prevalencia del
HDL-c disminuido fue del 14%, que es parecida a otros grupos. Los resultados de Braga
y col.545 coinciden con nuestra prevalencia de HDL-c pero los niveles de triglicéridos
elevados son el doble del nuestro. Viner y col.430 en cambio observaron una prevalencia
de triglicéridos mucho más elevada (20%) y más baja de HDL-c disminuido (10%),
aunque su población fue multiétnica, lo que influye en la presencia de estas variaciones.
La mayoría de los estudios incluidos presentaron prevalencias de HDL-c disminuidos
muy superiores.

Lógicamente los trabajos que utilizaron los criterios NCEP-ATP III adaptados
para la edad pediátrica encontraron una prevalencia más elevada de triglicéridos. Tapia
Ceballos y col.539 y López-Capape y col.547 por su parte encontraron los triglicéridos
aumentados aproximadamente en el 16% de los casos, aunque con el HDL-c disminuido
había diferencias 15,5% y 27% respectivamente. Sin embargo, Cook y col.429
encontraron los triglicéridos elevados 52% y el HDL-c disminuido en el 50% más del
doble que otros estudios, donde se utilizaron criterios similares. Estas diferencias
pueden estar relacionadas con la población considerada. En nuestra población si
utilizamos los criterios del NCEP-ATP III encontramos los triglicéridos aumentados en

135
Discusión

el 15% de los casos y el HDL-c disminuido en el 15%, muy parecidos a los hallazgos de
Tapia Ceballos y col539.

Los triglicéridos y el HDL-c también presentaron correlaciones con otros


criterios del síndrome metabólico y con la insulinoresistencia que es clave en la génesis
de su alteración. Al igual que nuestro trabajo, Weiss y col.427 encontraron correlación
positiva de los triglicéridos con el HOMA-IR, la glucosa en el minuto 120 de un TTOG
y negativa con el HDL-c que es un factor de protección, sin embargo no encontraron
relación con la tensión arterial. También Sei y col.585 en una población de niños
japoneses obesos encontraron correlación positiva de los triglicéridos con la insulina, la
tensión arterial sistólica, el ácido úrico y negativa con el HDL-c. Por su parte el HDL-c
presentó correlación negativa con la tensión sistólica y el ácido úrico. Estos resultados
también coinciden con el trabajo de Zou y col.586 en una población de niños chinos
obesos. Estos hallazgos en relación con la dislipidemia están asociados con la
resistencia a la insulina, por el aumento del flujo de ácidos grasos libres con niveles
elevados de triglicéridos y disminuidos de HDL-c en los distintos grupos étnicos.

En nuestro trabajo como hemos citado previamente, además de la alteración de


la glucemia en ayunas, hemos considerado la presencia de intolerancia a la glucosa o
diabetes mellitus tipo 2 tras un TTOG como un criterio adicional. Sin embargo en las
distintas definiciones del SM en la edad pediátrica no figura como un criterio, excepto
para la IDF donde se puede utilizar en los trabajos de investigación420. La prevalencia
de la intolerancia a la glucosa en nuestra población fue mayor en comparación con otros
estudios realizados en España. Donde Tapias Ceballos y col.539 observaron una
prevalencia del 5,4% para la ITG y del 8,2% para el AGA. Por su parte López-Capape y
col.547 observaron una prevalencia mayor para la AGA que fue del 4,6% mientras la
ITG fue del 2,4%. Así mismo Tresaco y col.587 en Zaragoza, encontraron ITG en el
7,4% de los niños. En cambio Yeste y col.543 en Cataluña, observaron una prevalencia
del 19,2% para la ITG que fue muy superior a la nuestra y a otros estudios considerados
y se atribuyó a la severidad de la obesidad en la población considerada.

En el ámbito internacional, nuestra prevalencia también fue superior a los


resultados de Invitti y col.520 en niños italianos caucásicos donde fue del 4,5% para la
ITG y del 0,4% para la AGA y a los resultados de Mazza y col.588 en una población con

136
Discusión

predominio de origen caucásico en Argentina, donde encontraron ITG en el 7% de los


niños. En cambio cuando comparamos los trabajos realizados en población multiétnica,
nuestra prevalencia en general fue menor. Así Weiss y col.427 encontraron que la ITG
variaba entre el 14 – 20% según la severidad de la obesidad. Shalitin y col.560, en Israel
observaron una frecuencia de ITG del 13,5%. Igualmente Atabek y col.544 en niños
turcos encontraron ITG en el 18% de los casos. Las diferencias en la frecuencia de la
ITG se podrían explicar por la diversidad del origen étnico de las poblaciones, el estadio
puberal y por las diferencias en la severidad de la obesidad. En la mayoría de los
trabajos citados no está descrita la alteración del metabolismo hidrocarbonado en
función de la severidad de la obesidad. En nuestro trabajo al igual que el de Yeste y col
y Weiss y col, observamos que la intolerancia a la glucosa varía con la severidad de la
obesidad y con el estadio puberal de los niños.

Aunque algunos trabajos encontraron que la AGA fue más frecuente que la ITG,
en general observamos que la prevalencia de la alteración de la glucemia en ayunas y la
diabetes mellitus tipo 2 en la población de niños obesos es baja. Sin embargo ya existe
una población de niños obesos que presentan AGA y principalmente ITG y por lo tanto
tienen un mayor riesgo para desarrollar diabetes mellitus tipo 2506. Además las personas
con alteración de la glucemia en ayunas o con intolerancia a la glucosa, pertenecen a
dos grupos distintos y sólo una parte de ellas presentan ambas características507. Por lo
tanto sería muy importante la realización de un TTOG en los niños obesos con factores
de riesgos ya que la detección de la AGA sólo puede identificar una pequeña parte de
los niños. Aunque las limitaciones para la realización del mismo siguen siendo
principalmente logísticas y económicas.

También entre los múltiples parámetros metabólicos que se han relacionado con
el síndrome metabólico se encuentra el ácido úrico que habitualmente está elevado en
los pacientes con SM, aunque no forma parte de los criterios propuesto por las
diferentes organizaciones. En nuestra población el ácido úrico presentó niveles más
elevado, en los niños con SM y con IR. Además se observó correlación con la insulina,
el índice HOMA-IR y con algunos componentes del SM.

De manera similar a nuestros resultados Ford y col.589 en niños y adolescentes


americanos observaron que los niños con SM presentaron niveles más elevados de ácido

137
Discusión

úrico. Además los niveles de ácido úrico estaban asociados con la prevalencia del SM y
con algunos de los criterios, fundamentalmente con el perímetro de cintura. Sin
embargo en nuestro caso como la frecuencia es muy baja, no podemos observar si los
niveles de ácido úrico están asociados con una mayor prevalencia del SM. Igualmente
Yeste y col.590 observaron que los niños obesos con SM tenían niveles más elevados de
ácido úrico. Además presentó correlación con los componentes del SM.También
observaron que los niveles plasmáticos mayores de 5,39 mg/dl podían identificar los
niños con SM (sensibilidad del 57% y especificidad del 75%). La relación que une el
SM y el ácido úrico podría ser la IR, ya que es el sustrato fisiopatológico para el
desarrollo del mismo y está asociada a la elevación del ácido úrico en los niños, ya sea
por el aumento de la producción y/o por la disminución del aclaramiento de los uratos a
nivel renal.

La insulinoresistencia es fundamental en la patogénesis del síndrome metabólico


que se presenta principalmente en los sujetos obesos. Como hemos comentado su valor
numérico se puede determinar por medio del índice HOMA-IR que presenta una buena
correlación con el clamp euglicémico que es considerado el “Gold standard”. En
nuestro trabajo consideramos como punto de corte el valor del HOMA-IR ≥ 3,8 más
restrictivo y que nos permite abarcar nuestra población de niños (prepuberales y
puberales). Igualmente otros investigadores han considerado el mismo punto de corte o
muy próximo, en poblaciones similares a la nuestra402, 406, 409, 539.

La prevalencia de la IR en nuestra población fue muy baja (13,5%) siendo más


frecuente en los niños puberales. En otros trabajos que utilizaron criterios similares,
como el de Tapia Ceballos y col.539 encontraron IR en el 45% de los niños, aunque no
existían diferencias según el estadio puberal. En cambio Garcia-Garcia y col.591
observaron IR en el 66% de los niños siendo mayor en los niños puberales.
Lógicamente la prevalencia de la IR está condicionada por el criterio establecido para su
diagnóstico. Sin embargo llama la atención que López-Capape y col.547 y Atabek y
col.592 utilizando un punto de corte más bajo observaron IR en el 35% y en el 43% de
los casos respectivamente. Estas diferencias podrían explicarse en parte por la severidad
de la obesidad y el grupo étnico de los niños. En nuestra población es interesante
destacar que la frecuencia de la IR es baja de manera similar a la prevalencia del SM

138
Discusión

Como otras publicaciones520, 539, 543, 592 no observamos diferencias significativas


del índice HOMA-IR con respecto al sexo. En cambio cuando analizamos con relación
al estadio puberal observamos que el índice HOMA-IR fue mayor en los niños
puberales, de manera similar a lo observado por Shalitin y col.560 y García-García y
col.591. Esto podría deberse al estado transitorio de resistencia a la insulina que
presentan los niños durante la pubertad. El pico máximo se encuentra alrededor del
estadio III de Tanner; después la IR disminuye progresivamente hasta el final de la
pubertad donde los valores vuelven a ser parecidos a la etapa prepuberal. También la
hormona de crecimiento puede contribuir a la IR por el aumento de la lipolisis y la
concentración de ácidos grasos libres593-595.

En nuestros resultados observamos que los niños con resistencia insulínica


presentaron diferencias estadísticamente significativas con respecto a los criterios que
componen el síndrome metabólico con excepción del HDL-c. Sin embargo otros
investigadores, como Atabek y col.592 sólo encontraron diferencias significativas con
respecto a la tensión sistólica y diastólica, la insulina basal y en el minuto 120 del
TTOG y García y col.591 que consideraron un índice HOMA-IR ≥ 3,8, como nosotros,
sólo encontraron diferencias con respecto al HDL-c.

Por otra parte el índice HOMA-IR presentó correlación positiva con los
componentes del síndrome metabólico y con el IMC-z. Además en un modelo de
regresión lineal múltiple se observó que las variables que más influencia tuvieron sobre
el índice HOMA-IR fueron el perímetro de cintura, los triglicéridos, la ghrelina y la
leptina. Estos hallazgos están en relación con otros trabajos donde observaron que en
los niños obesos, el perímetro de la cintura es más preciso que el IMC para predecir el
síndrome metabólico y además es un predictor independiente de la IR en la edad
pediátrica11. Por otra parte el aumento de la IR hace que el riesgo de aparición del SM
en los niños y adolescentes obesos sea mayor427.

Al igual que nuestro trabajo la IR también se ha relacionado con la hipertensión


arterial en los niños obesos. Así Bao y col.596 observaron que los niveles de insulina en
el cuartil superior aumentaban los factores de riesgo cardiovascular, entre ellos la
tensión arterial. Como habíamos citado previamente Kanai H y col.489 sugieren que la
hiperinsulinemia tendría un papel fundamental en la patogénesis de la HTA

139
Discusión

independientemente del grado de obesidad. Los mecanismos son múltiples y parecen


estar relacionados con la actividad del sistema nervioso simpático, la retención de sodio
a nivel renal y la estimulación del crecimiento del músculo liso vascular597. Asimismo
encontramos correlación de la IR con las alteraciones lipídicas, especialmente con los
niveles elevados de triglicéridos y disminuidos de HDL-c de manera similar a otros
trabajos502, 598.

La IR además está estrechamente relacionada con la respuesta de las células β


pancreáticas en niños y adolescentes obesos. En este sentido las células β responden
produciendo una intensa hiperinsulinemia que mantendrá los niveles de glucosa dentro
de los límites normales. Sin embargo en algunos pacientes con IR la función de células
β puede deteriorarse a largo plazo y la secreción de insulina no será suficiente para
mantener los niveles de glucosa dentro del rango normal y aparecerán las alteraciones
del metabolismo hidrocarbonado599.

En relación con las adipoquinas y la ghrelina, observamos que la adiponectina se


encuentra disminuida en los niños con IR y presenta una correlación negativa con la
insulina y con el índice HOMA-IR. Además en un modelo de regresión lineal múltiple
se observó que las variables que presentaban mayor influencia sobre la adiponectina
fueron el índice HOMA-IR, el HDL-c y la tensión sistólica. Cuando en el modelo se
consideró el índice de sensibilidad QUICKI-IS en lugar del HOMA-IR, persistía la
influencia del índice QUICKI-IS sobre la misma. Por otra parte se observo en un
modelo de análisis multivariante que la adiponectina también influye sobre el HOMA-
IR. Lo que sugiere que la relación puede ser bidireccional a diferencia de lo que se
había planteado en algún momento, que los niveles bajos de adiponectina se debían a la
obesidad.

De manera similar a nuestro trabajo otros investigadores como Zou y col.586,


Reinehr y col.600 y Cambuli y col.566, observaron la existencia de una correlación
negativa entre la adiponectina y el índice HOMA-IR. En la población adulta Altinova y
col.129 y Bahia y col.601 también observaron la existencia de correlación negativa entre
la adiponectina, el índice HOMA-IR y la insulina en ayunas. Por el contrario Calcaterra
y col.602 no encontraron correlación entre la adiponectina, el índice HOMA-IR y la
insulina en una población de niños obesos.

140
Discusión

La adiponectina también presenta correlación con los componentes del SM. Al


igual que nuestros resultados Bacha y col.603 encontraron correlación positiva entre la
adiponectina, con el HDL-c y negativa con los triglicéridos, la tensión arterial y el IMC,
y concluyeron que la hipoadiponectinemia está fuertemente correlacionado con la IR, la
disfunción de la células β, el tejido adiposo visceral y con el SM en los jóvenes. Weiss y
col.604 igualmente observaron que el IMC-z, presentó una correlación negativa con la
adiponectina y Lee y col.605 encontraron correlación negativa de la adiponectina con la
HTA y sugirieron que los niveles disminuidos de adiponectina puede ser un factor de
riesgo independiente para el desarrollo de la misma. Esta asociación negativa de la
adiponectina con los factores de riesgo metabólico como la IR, la tensión arterial, los
triglicéridos y en cambio positiva con el HDL-c un factor de protección están en
relación con los efecto antiaterogénico y de protección cardiovascular que presentan.
Además la adiponectina mejora la sensibilidad a la insulina aumentando la transducción
de las señales del receptor de la insulina, a nivel hepático disminuye la producción de
glucosa y a nivel muscular aumentan la captación de la glucosa y la oxidación de ácidos
grasos. Este efecto se produce por activación de PPAR-α y de otras vías de AMP cíclico
activadas por proteína cinasa que tambien contribuyen para el incremento en la
producción de HDL-c.

La leptina por su parte se encontraba elevada en los niños con IR y además


presentó correlación positiva con la insulina y el índice HOMA-IR. En un modelo de
regresión múltiple se observó que las variables que presentaron mayor influencia sobre
la leptina fueron HOMA-IR, el IMC-z y el perímetro de cintura. La leptina influye en la
sensibilidad a la insulina y puede incrementar la respuesta de la insulina por la
estimulación del sustrato del receptor de la insulina. La exposición del receptor a niveles
elevados de leptina como se observa en la obesidad produce una disminución de la
respuesta contribuyendo a la aparición de la resistencia a la insulina. Estas
observaciones coinciden con los hallazgos de Chu y col.606 que observaron la
correlación positiva que existía entre la leptina y el índice HOMA-IR. Sin embargo
Ikezaki y col.607 en niños y adolescentes japoneses no encontraron esta correlación y la
falta de la misma se atribuyó a que la leptina está relacionada principalmente con la
grasa corporal total y con el IMC-z en lugar de la grasa abdominal más relacionada con
la IR. También Gil-Campos y col.571 en niños prepuberales españoles observaron la
correlación positiva entre la leptina, con el índice HOMA-IR, el perímetro de cintura, el

141
Discusión

IMC, la tensión sistólica, el ácido úrico y negativa con la ghrelina y el HDL-c.


Igualmente Schoppen y col.608 encontraron en niños puberales españoles correlación
positiva con el perímetro de cintura y el IMC. Sin embargo entre los parámetros
antropométricos el IMC es el mejor predictor de los niveles de leptina en la obesidad
que depende principalmente del tejido adiposo subcutáneo.

El papel de la resistina en la insulinoresistencia y en la obesidad no está claro.


Nosotros sólo encontramos correlación positiva con el IMC-z y negativa con la
ghrelina. De manera similar a nuestro trabajo Li y col.609, encontraron correlación
positiva con el IMC y otros parámetros del síndrome metabólico, aunque con estas
últimas la correlación es muy pequeña. Igualmente Zou y col.586 encontraron una
correlación positiva con el IMC. En cambio otros como Reinehr y col.187 y Gerber y
col.186 no encontraron correlación de la resistina con el IMC-z o con el índice HOMA-
IR en niños caucásicos. También los estudios realizados en adultos presentaron las
mismas contradicciones. Degawa-Yamauchi y col.610, Heilbronn y col.611 y Lee y col.612
en poblaciones de adultos obesos no encontraron correlación entre la resistina, el IMC y
la insulinoresistencia. Sin embargo otros como Hivert y col.613 y Silha y col.180 sí
observaron correlación con el índice HOMA-IR. Estos resultados en niños y adultos, a
pesar de las diferencias que se observaron, ponen de manifiesto que la resistina no
parece ser la adipoquina que relaciona la obesidad con la IR como se planteó en las
primeras investigaciones174. Es decir que la resistina a diferencia de lo que ocurre en las
ratas no parece ser un predictor de la IR en los seres humanos.

La ghrelina se encuentra disminuida en los pacientes con IR y presenta


correlación negativa con los parámetros antropométricos como el IMC y el perímetro de
cintura, la tensión sistólica, el índice HOMA-IR, el ácido úrico, la adiponectina y la
leptina. En un modelo de regresión lineal múltiple los criterios que más influyeron sobre
la ghrelina fueron el HDL-c, el índice HOMA-IR, la tensión sistólica y el estadio
puberal. Estos hallazgos son similares a los resultados de Gil-Campos y col.571 pero en
su trabajo todos los niños fueron prepuberales. Park y col.572 observaron que la ghrelina
presentaba correlación negativa con el IMC, el perímetro de cintura y en los varones
con los triglicéridos e insulina. La etiología de la disminución de la ghrelina en la
obesidad se ha relacionado con la severidad de la misma como parte de un mecanismo
compensador, aunque también se ha planteado que la disminución es una consecuencia

142
Discusión

de la IR. Mclaughlin y col.614 sugirieron que la IR y la hiperinsulinemia que se produce


como consecuencia contribuyen directamente a la disminución de la concentración de la
ghrelina y forman parte del complejo sistema de feedback que regula el peso corporal y
el apetito. En la misma línea Bacha y col.615 observaron que la ghrelina en ayunas y la
supresión de la ghrelina después de un TTOG fue modulada por la sensibilidad de la
insulina independientemente del IMC. Igualmente Ikezaki y col.607 sugirieron que la
regulación negativa de la secreción de la ghrelina es consecuencia de la resistencia a la
insulina que esta asociada a una mayor acumulación de grasa visceral.

También observamos que la ghrelina presentó correlación negativa con la


leptina, sin embargo en un modelo de regresión múltiple esa relación no persistió. Se ha
sugerido que la leptina influye en los niveles circulantes de la ghrelina como parte de
sus efectos para inducir la saciedad, pero los resultados son contradictorios. Así Tschop
y col.616 encontraron correlación negativa entre ellos, sin embargo Ikezaki y col.607 no
observaron correlación alguna y Chan y col.617 en voluntarios sanos comprobaron que la
administración de leptina no modifico los niveles de la ghrelina. Estos resultados
sugieren que la leptina no regula los niveles circulantes de ghrelina. Por tanto, es
posible que los sistemas de la leptina y la ghrelina funcionen de forma independiente en
el control de la homeostasis energética. También la correlación negativa entre la
ghrelina y la tensión sistólica puede deberse a la acción de la ghrelina a nivel
cardiovascular, donde produce vasodilatación actuando directamente sobre el musculo
liso, además de inhibir la actividad simpática. La respuesta efectiva para esta acción
vasodilatadora puede estar relacionada con la densidad de los receptores para la ghrelina
presente.

En el seguimiento de nuestra población de niños a lo largo del año observamos


con la modificación del estilo de vida una disminución del IMC-z. Esta disminución no
es homogénea, de forma que hubo niños que mantuvieron e incluso aumentaron su
IMC. Pero en conjunto se observó una buena evolución y en el control anual la
disminución del IMC fue de 0,95 ± 1 SDS y la frecuencia de la severidad de la obesidad
se modificó favorablemente. Al inicio de nuestro estudio todos los niños fueron obesos
según los criterios de selección. Sin embargo, aproximadamente el 30% de los niños
presentaron sobrepeso o peso adecuado al año de seguimiento. Aunque la mayor parte
de los niños siguen siendo obesos observamos diferencias significativas en la

143
Discusión

prevalencia de la obesidad moderada y severa. Es decir que algunos niños que


presentaron al inicio una obesidad moderada o severa han mejorado y en el control
anual pasaron a presentar una obesidad leve. En conjunto la severidad de la obesidad ha
disminuido y esto es muy importante, porque también disminuye el riesgo de las
complicaciones metabólicas. Sin embargo el tratamiento de la obesidad constituye una
de las prácticas más frustrantes para el pediatra, porque ninguna medida terapéutica de
forma individual parece ser efectiva. Entre todas las medidas que se han propuesto, se
ha visto que las intervenciones sobre el estilo de vida que modifican la conducta, los
hábitos dietéticos y que estimulan la realización de actividad física son las medidas más
importantes.

El comité de expertos de la Endocrine Society618, recomienda que se deben


sugerir y apoyar intensivamente las modificaciones en el estilo de vida (modificaciones
de la conducta, hábitos dietéticos y la actividad física) en toda la familia y en el niño de
manera adecuada para su edad, como un requisito para el tratamiento de los niños y
adolescentes con sobrepeso y obesidad. Con las modificaciones en el estilo de vida, se
ha conseguido disminuir la obesidad y con ello los riesgos metabólicos, incluso cuando
las intervenciones fueron durante un periodo corto de tiempo619,620. Además
comprobaron que los efectos beneficiosos de las modificaciones del estilo de vida se
mantienen en el tiempo.621 Igualmente Roberts y col.622 observaron que los beneficios
de la actividad física y la pérdida de peso se habían asociado con una disminución en los
niveles de las citoquinas inflamatorias, de los marcadores del estrés oxidativo y de los
lípidos aterogénicos. Schmitz y col.623 por su parte observaron que la actividad física
mejoraba la sensibilidad de la insulina. Estos efectos beneficiosos de la actividad física
se han visto incluso sin pérdida de peso. Sin embargo en la mayoría de los trabajos
donde se han observado mejoría en las adipoquinas y en los marcadores del estrés
oxidativo también existió una disminución del peso o del IMC. Sin embargo Marcell y
col.624 no observaron mejoría en la adiponectina y en marcadores inflamatorios como la
proteína C reactiva cuando la pérdida de peso fue pequeña.

Cuando evaluamos la eficacia de las intervenciones en los tratamientos de la


obesidad en los niños y adolecentes en los diferentes metaanálisis, los resultados no
parecen claros de forma unánime. Por ejemplo, McGovern y col.625 que buscaban
evaluar la eficacia de las intervenciones (dieta, actividad física, fármacos) en la pérdida

144
Discusión

de peso en niños y adolescentes obesos, concluyeron que la evidencia que apoyaba la


eficacia a corto plazo de las modificaciones en el estilo de vida y las medicaciones era
limitada. Además no estaba claro su eficacia y seguridad a largo plazo. En cambio Oude
y col.626, en un metaanálisis realizado sobre las intervenciones para el tratamiento de la
obesidad en niños donde evaluaron la eficacia de las intervenciones (estilo de vida,
drogas y cirugía) para el tratamiento de la obesidad en niños concluyeron que las
modificaciones en el estilo de vida y en la conducta son más efectivos para la reducción
del peso, que la atención habitual o de autoayuda en los niños y adolescentes obesos.
Además en los adolescentes se podría considerar el uso de medicaciones como
complemento a las intervenciones, pero debe ser sopesado muy cuidadosamente
considerando los riesgos. Igualmente Whitlock y col.627, en una revisión sobre la
efectividad de las intervenciones para el manejo del pèso en los niños observaron que
las intervenciones que modifican la conducta fueron las mas efectivas.

En el control anual de nuestro estudio siguen 115 pacientes es decir que han
abandonado a lo largo del año el 15% de los niños que es superior a los resultados de
Reinehr y col.628. donde el abandono fue del 10% y de Kelishadi y col.629 donde fue del
13%. Consideramos que el abandono se produjo entre los niños que no han conseguido
una buena respuesta a las modificaciones del estilo de vida. Porque en nuestro trabajo
no observamos diferencias en el IMC de los niños que abandonaron en los primeros seis
meses, aunque en la mayoría de los casos solo asistieron a una consulta, en cambio los
niños que abandonaron en el segundo semestre presentaron una menor disminución en
el IMC-z en comparación con los que siguen.

Aunque siguen en el estudio 115 niños, la prevalencia del SM en el control anual


se realizó sobre un total de 111 pacientes, en cuatro de ellos faltaron datos de los
criterios del SM. Cuando comparamos en conjunto la población que sigue en el estudio
no existen diferencias en la prevalencia del SM al inicio y en el control anual, solamente
aumentaron los niños que no presentan ningún criterio. Sin embargo cuando existe una
disminución del IMC igual o mayor a 0,5 SDS que consideramos significativa,
disminuyó el numero de niños con dos criterios y aumentó el numero de niños que no
presentaban ningún criterio, es decir que existió una mejoría metabólica en la evolución
de los niños.

145
Discusión

Como habíamos comentado, la escasa prevalencia del SM en nuestra población


es una limitación para sacar conclusiones en relación a los niños que a pesar de
disminuir su IMC-z, aún presentan criterios para el SM. También debemos tener en
cuenta que estos criterios son variables fisiológicas continuas y por lo tanto están
sujetos a su propia variabilidad. Además pueden estar afectados por factores como el
momento del día de la extracción, enfermedades concurrentes, la ingestión de alimentos
u otro estrés. Estos factores se pueden evitar o minimizar en los estudios
experimentales, pero pueden influir en la identificación del SM en la práctica clínica
habitual.

Otro hecho que debemos considerar es la estabilidad del diagnóstico del SM en


la población infantil. Es decir la persistencia del mismo en un nuevo control. En la
población adulta, Balkau y col.630 en un seguimiento a tres años observaron que el
diagnóstico persistía en el 70% de los casos. En cambio en la población pediátrica la
estabilidad fue menor. Así Goodman y col.631 utilizando diferentes clasificaciones en
una población de adolescentes, observaron que el SM fue estable aproximadamente en
el 50% de los casos, aunque se debe tener en cuenta que la adolescencia es una etapa
muy dinámica del desarrollo. Sin embargo Gustafson y col.632 en una población de
niños y adolescentes observaron que el SM fue estable en el 68% de los casos en un
seguimiento a corto plazo y en el 46% cuando el seguimiento fue a largo plazo. Por lo
tanto en la población infantil debemos ser cautos en el diagnóstico individual del SM en
los niños en el contexto clínico.

También debemos considerar que debe existir una variación en el IMC, tras la
intervención para que se puedan observar los efectos beneficiosos de las medidas sobre
los criterios del SM628. Así Monzavi y col.620 encontraron que los factores de riesgo del
SM se modificaron favorablemente con la disminución de IMC. De la misma forma
Chen y col.619 observaron la modificación de los criterios del SM. Incluso con la
pérdida de peso en un período de dos semanas después de una dieta rigurosa y actividad
física intensa. Sin embargo este tipo de intervenciones en los niños es difícil que se
pueda sostener en el tiempo. Reinehr y col406, 540 por su parte encontraron que existía
una mejoría en la sensibilidad a la insulina y de otros criterios del SM metabólico
cuando el IMC presentó una disminución ≥ 0,5 SDS. En la población infantil todavía

146
Discusión

existen pocos estudios que evalúen los cambios metabólicos y las variaciones en las
adipoquinas, que se producen después de la disminución del IMC.

De manera similar a Reinehr y col hemos consideramos significativo una


diminución del IMC ≥ 0,5 SDS en el control anual de los niños. En nuestra población
encontramos que 79 niños presentaron una disminución del IMC igual o mayor a 0,5
SDS, de ellos se excluyó una paciente por recibir otros tratamientos. Las adipoquinas se
determinaron en 69 niños. Nuestros resultados en relación con las adipoquinas y los
criterios del SM son similares a los hallazgos de otros investigadores donde existió una
mejoría en los parámetros metabólicos cuando disminuyó el IMC. Sin embargo de
manera llamativa la ghrelina también habia disminuido. Así Reinehr y col.600 en una
población de 42 niños alemanes obesos, entre los que disminuyeron su IMC ≥ 0,5 SDS
en el control anual encontraron, un aumento de los niveles de adiponectina, disminución
de la insulina y del índice HOMA-IR. En cambio entre los niños donde la variación del
IMC fue menor de 0,5 SDS no existieron diferencias significativas. El aumento de los
niveles de adiponectina cuando se produce una disminución del IMC se puede atribuir a
la pérdida de peso. Considerando que los niños tienen un año más de edad y además
algunos de ellos han iniciado la pubertad en comparación con el inicio del estudio, dos
situaciones fisiológicas que están mas relacionadas con la disminución de los niveles de
la adiponectina. También Cambuli y col.566 en 48 niños y adolescentes italianos
observaron una disminución significativa de la insulina, del porcentaje de masa grasa,
de la leptina y un aumento de la adiponectina en el control anual. Sin embargo no
encontraron diferencias con los lípidos en especial los triglicéridos y el HDL-c. Aunque
ellos consideraron una pérdida de peso sustancial si los niños con obesidad presentaban
en el control sobrepeso o peso normal.

En otro trabajo el mismo investigador Reinehr y col187. En una población de 63


niños obesos y 36 controles con un IMC normal. Al igual que nosotros no encontraron
diferencias en los niveles plasmáticos de la resistina entre los niños que disminuyeron
su IMC ≥ 0,5 SDS, por su parte Torres y col.633 no encontraron diferencias en relación a
la resistina cuando compararon niños obesos vs niños con peso normal.

Con relación a la ghrelina Reinehr y col574, en 37 niños obesos tras una dieta con
bajo contenido en grasa y alta en hidratos de carbono, en el control anual de la

147
Discusión

población que disminuyó su IMC ≥ 0,5 SDS, no encontraron un aumentó en los niveles
de la ghrelina. Sí observaron disminución de la insulina, del índice HOMA-IR, de la
leptina y un aumentó de la adiponectina. En cambio Zou y col.634 en 45 niños obesos en
un campamento de verano de un mes de duración, observaron que la ghrelina aumentó
cuando se produjo una disminución del IMC. Igualmente Kelishadi y col.629 en 92 niños
iraníes obesos que disminuyeron su IMC encontraron un aumento significativo de la
ghrelina, disminución de la leptina y del índice HOMA-IR en los primeros seis meses,
sin embargo cuando el peso se mantuvo o aumentó en el segundo semestre la ghrelina
fue disminuyendo nuevamente.

La ghrelina habitualmente se encuentra disminuída en la obesidad, como parte


de los mecanismos para mantener el peso y/o por la IR569, 607, 616. Cuando existe una
disminución del peso ya sea por la dieta, aumento de la actividad física o por la acción
de fármacos se produce un aumento de los niveles de ghrelina como observaron
Soriano-Guillén y col.569, Zou y col.634 y Kelishadi y col629. La ghrelina entonces
ejercerá su acción orexígena a nivel de las neuronas NPY/AgRP en el núcleo arcuato del
hipotálamo y producirá cambios en el apetito y en el gasto energético. Este
comportamiento de la ghrelina, hace que sea difícil mantener la pérdida de peso a largo
plazo

En el control anual de los niños que habían perdido más de 0,5 SDS la ghrelina
disminuyó. Este hallazgo en nuestra población podría deberse, a la suma de varios
factores: por una parte a las normas de alimentación de los niños, donde se restringió los
alimentos con alto contenido de grasa e indirectamente aumentó el aporte de hidratos de
carbono aunque no hemos cuantificado específicamente el porcentaje de este aporte. De
manera similar Reinehr y col.635 habían observado en los niños obesos que
disminuyeron su IMC ≥ 0,5 SDS que no existían diferencias significativas con relación
a la ghrelina, en cambio si disminuyeron la insulina y la leptina cuando la dieta tenía un
mayor contenido de hidratos de carbono. En otro trabajo parecido el mismo autor había
observado un comportamiento similar de la ghrelina y se atribuyó a que la dieta tenía un
alto contenido de hidratos de carbono y bajo en grasa574. Otro factor a tener en cuenta en
nuestro trabajo, fue que la disminución más importante del IMC se produjo en los
primeros seis meses del seguimiento, siendo menor en el segundo semestre lo que
podría llevar a una disminución de los niveles de ghrelina en la fase de mantenimiento

148
Discusión

de manera similar a lo observado por Garcia y col.636 y Kelishadi y col.629Esto sugiere


que el balance energético juega un papel muy importante en el nivel de la ghrelina a
corto plazo, pero no parece que la ghrelina sea un regulador del balance energético a
más largo plazo. Así cuando el balance energético es negativo durante la pérdida de
peso el nivel de la ghrelina. aumenta pero cuando este se estabiliza o se vuelve positivo
retorna a su nivel basal.También contemplamos la posibilidad de una disminución
insuficiente del IMC. Porque estas diferencias en los niveles de la ghrelina entre la
población al inicio del estudio y en el control anual no se observaron cuando la
disminución fue mayor (≥ 1 SDS).

Para finalizar debemos destacar que este estudio a pesar de ser prospectivo
presenta limitaciones, algunas propias del estudio en sí mismo. Una limitación puede
ser la falta de homogeneidad en el numero de niños puberales que se encontraban en los
distintos estadios de la clasificación de Tanner, a pesar de los intentos que los grupos
fueran lo más homogéneo posible. La ausencia de algunos datos recogidos en forma
estructurada en la historia clínica de los niños y en algunos casos la falta de material
para las determinaciones analíticas principalmente en el seguimiento y por ultimo la
utilización del índice HOMA para la determinación de la resistencia a la insulina en
lugar de la realización de un clamp de glucosa para determinar la sensibilidad y/o
resistencia a la insulina in vivo. También encontramos limitaciones que son propias de
los resultados por la imposibilidad de sacar conclusiones epidemiológicas, considerando
la prevalencia muy baja del síndrome metabólico en nuestra población de niños obesos.

149
Conclusiones

6. CONCLUSIONES

150
Conclusiones

El análisis de los resultados del presente trabajo conduce a las siguientes conclusiones:

1. La prevalencia del síndrome metabólico en nuestra población pediátrica con


obesidad es baja.

2. Existe una población de niños con riesgo para desarrollar el síndrome metabólico si
no se implantan las medidas preventivas adecuadas.

3. La prevalencia de la resistencia a la insulina en nuestra población de niños obesos es


escasa.

4. Los niños con resistencia a la insulina presentan diferencias en los niveles


plasmáticos de los criterios del síndrome metabólico, de las adipoquinas y la
ghrelina.

5. Con la modificación del estilo de vida en los niños se consigue la disminución del
IMC-z y la mejoría en los criterios del síndrome metabólico.

6. Con la disminución del IMC-z observamos que disminuyen los niveles de la leptina
e insulina y aumentan los niveles de la adiponectina, lo que indican la mejoría
metabólica de estos pacientes.

151
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7. BIBLIOGRAFÍA

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197
Anexo

8. ANEXO

198
Anexo

Anexo A. Tabla con los datos individuales de los pacientes


Identidad Identidad Fecha Edad Per. cintura Per. cintura Perc. cintura Per. cadera Perc. cadera IMC basal IMC-z Glucosa basal HDL-c
paciente familia nacimiento (años) basal (cm) basal (SDS) basal Basal (cm) basal Kg/m2 basal (mg/dl) basal (mg/dl)
8.657 OB0344 24-oct-1997 10,25 90,0 3,60 97 94,0 95 28,41 2,67 86 56
11.795 OB0056 07-ago-1996 9,00 94,5 5,39 97 94,0 97 30,79 4,57 73 55
11.875 OB0062 09-dic-1992 12,83 94,0 2,52 97 96,5 85 28,09 3,05 74 55
11.950 OB0067 12-abr-1999 6,50 67,5 2,32 90 80,5 95 27,74 5,65 81 54
11.983 OB0072 05-jun-1994 11,42 78,0 1,10 75 88,0 75 25,04 2,18 62 49
12.030 OB0074 16-nov-1996 9,00 90,0 4,13 97 102,0 97 31,86 6,40 70 71
12.040 OB0075 28-abr-1999 6,58 79,0 4,50 97 77,0 90 22,43 2,97 65 61
12.092 OB0080 10-jun-1998 7,58 84,0 4,22 97 91,5 99 27,19 4,00 83 41
12.099 OB0081 10-mar-1992 13,83 90,0 2,07 90 98,0 85 27,06 2,49 50 33
12.103 OB0083 10-jul-1992 13,50 112,0 4,71 97 108,0 97 32,26 3,86 82 40
12.144 OB0085 16-nov-1993 12,17 93,0 2,29 90 105,0 99 28,87 3,72 76 51
12.151 OB0086 07-abr-1999 7,58 78,0 4,07 97 81,5 95 23,42 2,87 73 53
12.201 OB0088 13-ago-1999 6,50 94,0 9,14 97 91,0 99 28,15 6,66 82 44
12.221 OB0089 20-abr-1998 7,83 82,0 4,24 97 78,0 85 24,99 3,47 61 45
12.244 OB0091 29-sep-1996 9,42 76,5 2,02 90 98,5 99 27,29 3,23 101 61
12.247 OB0092 23-ago-1994 11,50 99,5 3,79 97 95,0 90 27,26 2,99 95 70
12.252 OB0093 15-oct-1993 12,42 93,0 2,40 99 103,0 97 29,44 3,63 78 67
12.255 OB0094 21-sep-1992 13,42 102,2 3,51 97 101,0 85 29,28 2,90 75 40
12.287 OB0097 23-ago-1992 13,50 143,0 8,80 97 138,0 99 51,24 11,00 79 39
12.308 OB0098 28-feb-1997 9,08 97,5 5,88 97 95,5 97 31,48 4,84 75 45
12.317 OB0060 19-nov-1992 13,42 100,0 3,24 97 110,0 97 32,06 3,79 90 66
12.388 OB0103 07-may-1993 12,83 97,0 2,87 97 95,0 75 27,82 2,95 64 42
12.389 OB0103 23-sep-1994 11,50 101,0 3,98 97 98,8 90 28,45 3,42 83 75
12.390 OB0104 11-feb-1992 14,17 95,5 2,69 97 101,0 75 27,16 2,00 89 42
12.402 OB0105 19-ene-1994 12,17 120,0 5,91 97 109,0 97 37,54 6,22 67 63
12.413 OB0106 13-abr-1992 14,00 107,0 4,28 97 112,0 99 33,54 4,97 73 57
12.416 OB0107 05-ene-2000 6,33 79,0 5,23 97 90,5 99 29,87 7,18 67 45
12.422 OB0109 04-dic-1992 13,42 82,0 1,10 75 107,0 97 27,63 2,62 74 63
12.426 OB0110 23-jun-1993 12,75 90,0 2,04 90 108,0 97 26,86 2,42 92 61
12.432 OB0111 24-jul-1998 7,75 93,0 5,12 97 97,0 97 27,38 4,08 65 55
12.454 OB0112 25-ene-1994 12,17 110,0 4,70 97 116,0 99 36,90 6,00 68 53
Per: perímetro; Perc: percentil; IMC-z: índice de masa corporal

199
Anexo

Anexo A. Tabla con los datos individuales de los pacientes


Identidad Identidad Fecha Edad Per. cintura Per. cintura Perc. cintura Per. cadera Perc. cadera IMC basal IMC-z Glucosa basal HDL-c
paciente familia nacimiento (años) basal (cm) basal (SDS) basal basal (cm) basal Kg/m2 basal (mg/dl) basal (mg/dl)
12.496 OB0113 29-may-1994 11,92 86,0 1,81 90 95,0 85 27,30 2,40 88 49
12.508 OB0114 06-nov-1992 13,50 97,0 2,88 97 104,0 90 29,50 2,97 78 49
12.539 OB0115 12-ene-2000 6,42 75,0 4,63 97 73,5 85 26,15 5,40 62 50
12.552 OB0116 19-jul-1992 13,83 92,5 2,31 97 109,5 95 30,19 3,29 85 48
12.611 OB0121 02-abr-1998 8,33 88,0 4,34 97 89,0 97 25,47 3,50 66 74
12.621 OB0122 05-jun-2000 6,25 77,0 5,76 97 80,0 97 24,72 4,73 76 50
12.625 OB0123 21-ago-1996 9,67 81,0 2,71 97 94,0 97 27,88 3,44 81 41
12.701 OB0125 20-may-1997 9,17 87,0 3,68 97 91,0 97 26,87 3,78 62 54
12.705 OB0126 06-mar-1994 12,33 89,0 1,87 90 110,0 99 30,32 4,27 78 56
12.714 OB0128 14-mar-1995 11,42 105,0 3,99 97 101,0 99 29,86 4,51 88 36
12.727 OB0130 13-oct-1993 12,75 90,0 2,14 90 98,0 90 27,18 2,72 67 39
12.742 OB0133 28-may-1996 10,33 93,0 3,17 97 102,0 99 30,79 4,25 68 40
12.745 OB0134 29-ago-1995 11,00 78,5 1,27 75 95,0 95 25,97 2,32 74 81
12.752 OB0136 10-jun-1996 10,25 96,0 3,53 97 91,0 95 26,95 3,23 48 48
12.831 OB0138 09-nov-1996 9,83 92,0 3,89 97 89,0 90 27,57 3,29 78 51
12.834 OB0139 30-jun-1996 10,25 89,0 2,70 97 86,0 75 27,56 3,43 78 55
12.847 OB0140 02-jul-1996 10,25 98,0 4,76 99 96,0 95 30,96 3,89 78 44
12.849 OB0142 21-abr-1997 9,42 83,0 3,02 97 95,0 97 25,74 2,65 81 50
12.868 OB0144 12-oct-1998 8,00 92,0 6,12 97 91,5 99 26,69 4,21 70 62
12.871 OB0145 31-mar-1995 11,58 94,0 3,10 97 95,0 85 27,34 2,69 78 33
12.894 OB0149 14-jul-1995 11,33 90,0 2,65 97 108,0 99 30,36 4,21 91 49
12.912 OB0150 22-mar-1993 13,67 116,0 5,20 97 113,0 97 32,90 4,15 63 52
12.913 OB0150 27-feb-1995 11,67 103,0 4,23 97 99,0 90 31,04 3,93 73 51
12.917 OB0151 17-ago-2000 6,17 70,0 3,35 97 73,0 85 22,26 3,20 69 34
12.925 OB0153 22-jul-1998 8,25 98,5 5,97 97 107,0 99 32,51 6,57 61 50
12.933 OB0155 23-ago-2000 6,17 76,0 5,50 97 82,5 99 23,22 3,88 67 65
12.937 OB0156 24-ago-2000 6,17 84,0 6,28 97 91,0 99 29,53 7,00 72 57
12.989 OB0159 17-ene-2000 6,92 79,0 3,90 97 78,0 90 23,79 3,67 71 66
12.998 OB0160 04-abr-1999 7,67 98,0 6,51 97 92,0 99 30,91 5,52 71 59
13.019 OB0162 16-may-1993 13,50 102,0 3,49 97 97,0 75 27,41 2,29 85 66
13.046 OB0164 09-nov-1998 8,17 87,5 5,28 97 84,0 95 26,97 3,98 72 53
Per: perímetro; Perc: percentil; IMC-z: indice de masa corporal en SDS

200
Anexo

Anexo A. Tabla con los datos individuales de los pacientes


Identidad Identidad Fecha Edad Per. cintura Per. cintura Perc. cintura Per. cadera Perc. cadera IMC basal Glucosa basal HDL-c
IMC-z basal
paciente Familiar nacimiento (años) basal (cm) basal (SDS) basal basal(cm) basal Kg/m2 (mg/dl) basal (mg/dl)
13.049 OB0165 11-mar-1995 11,83 91,0 2,08 97 95,0 90 27,40 3,49 64 51
13.077 OB0168 14-jul-1997 9,42 84,0 3,17 97 93,0 97 28,68 3,76 76 59
13.094 OB0171 26-sep-1995 11,42 114,0 5,61 97 116,0 99 34,71 5,70 86 39
13.095 OB0172 04-may-1995 11,67 93,5 3,04 97 98,0 90 28,00 2,91 55 78
13.110 OB0173 09-jun-1997 9,58 86,0 2,87 97 81,0 75 24,48 2,55 69 81
13.111 OB0174 21-sep-1993 13,42 110,0 4,47 97 80,0 95 29,25 2,89 88 52
13.123 OB0176 20-sep-1996 10,33 93,0 3,17 97 97,0 97 29,52 4,17 79 41
13.126 OB0177 13-dic-1995 11,08 97,0 3,49 97 112,5 99 32,05 4,84 82 39
13.136 OB0178 12-jul-1999 7,50 84,5 5,39 97 83,5 97 28,00 5,00 76 54
13.143 OB0179 20-sep-1995 11,33 83,0 1,72 90 103,0 97 25,73 2,43 84
13.145 OB0180 28-feb-1994 12,92 93,0 2,51 99 105,0 97 29,79 3,52 93 62
13.147 OB0181 09-feb-1997 10,00 85,0 2,88 97 93,0 97 26,59 2,94 89 57
13.151 OB0182 04-dic-1997 9,17 77,0 2,53 97 86,0 90 24,87 2,35 81 48
13.154 OB0183 08-mar-1995 11,92 101,0 3,62 97 114,0 99 34,70 4,72 85 57
13.157 OB0184 22-jun-1999 7,67 80,0 4,48 97 85,0 97 25,23 3,67 84 43
13.177 OB0185 18-jul-1998 8,58 76,0 2,26 97 82,0 85 24,39 3,13 84 43
13.219 OB0190 22-nov-1999 7,25 85,0 6,31 97 82,0 95 25,63 4,63 64 72
13.257 OB0195 04-sep-1993 13,50 99,5 3,18 97 96,5 75 27,39 2,28 85 55
13.261 OB0196 26-dic-1998 8,17 86,0 5,00 97 92,0 99 26,40 3,75 89 68
13.274 OB0198 28-nov-1998 8,33 91,0 4,81 97 96,0 99 28,50 4,25 77 36
13.277 OB0199 11-ago-1997 9,50 96,0 4,19 97 94,0 97 27,48 3,74 69 54
13.280 OB0200 28-jun-1994 12,67 94,0 2,65 97 105,2 95 30,41 3,91 75 63
13.282 OB0201 01-oct-1996 10,50 87,5 2,91 97 102,5 99 27,24 2,34 96 62
13.291 OB0202 08-sep-1995 11,50 103,0 4,23 97 99,0 95 28,49 3,43 77 53
13.308 OB0203 18-sep-1993 13,50 92,0 2,36 97 106,0 97 30,00 3,50 68 49
13.328 OB0205 17-ene-1994 13,17 90,5 2,20 97 114,5 99 30,37 3,69 78 53
13.346 OB0207 05-nov-1997 9,33 85,0 3,39 97 91,0 97 27,15 3,62 65 69
13.358 OB0208 24-jun-1998 8,75 77,0 2,20 97 85,0 90 26,21 3,98 70 53
13.362 OB0209 29-ene-1997 10,17 87,0 2,46 97 88,0 90 26,50 3,31 73 66
13.374 OB0210 16-ene-1998 9,00 91,0 4,82 97 87,0 90 25,58 2,61 79 56
13.378 OB0211 04-feb-1998 9,17 80,0 3,02 97 87,0 90 23,94 2,00 69 76
Per: Perímetro; Perc: Percentil; IMC-z: Índice de masa corporal en SDS

201
Anexo

Anexo A. Tabla con los datos individuales de los pacientes


Identidad Identidad Fecha Edad Per. cintura Per. cintura Perc. cintura Per. cadera Perc. cadera IMC basal Glucosa basal HDL-c
IMC-z basal
paciente Familiar nacimiento (años) basal (cm) basal (SDS) basal basal( cm) basal Kg/m2 (mg/dl) basal (mg/dl)
13.385 OB0212 27-abr-1995 11,92 83,0 1,45 75 82,0 25 26,88 2,27 71 56
13.404 OB0214 19-abr-1994 13,00 113,0 4,78 97 110,0 97 32,53 4,42 70 45
13.408 OB0215 19-sep-1996 10,58 98,0 3,69 97 100,0 99 27,00 2,93 65 65
13.426 OB0218 05-ene-1998 9,33 104,0 6,15 97 112,0 99 32,89 5,37 77 57
13.454 OB0219 24-ago-1998 8,75 90,0 4,13 97 95,0 99 25,54 3,67 76 51
13.458 OB0220 06-sep-1996 10,50 94,0 3,80 97 102,0 97 28,73 3,10 71 51
13.502 OB0222 19-oct-1995 11,67 90,0 2,29 90 92,0 75 25,46 2,70 66 45
13.550 OB0228 05-nov-1999 7,67 95,0 7,53 97 30,21 5,89 82 44
13.551 OB0228 10-sep-1994 12,83 108,0 4,32 99 110,0 97 30,15 3,58 95 37
13.581 OB0230 09-may-1999 8,17 71,5 2,26 90 75,0 50 22,00 2,18 67 47
13.609 OB0234 10-ene-2000 7,50 79,0 3,40 97 78,0 85 22,16 2,04 68 53
13.632 OB0237 22-may-1995 12,17 98,0 3,26 97 103,0 90 27,03 2,56 82 58
13.640 OB0240 07-oct-1993 13,83 110,0 4,51 97 112,0 97 31,55 3,70 78 53
13.642 OB0235 09-feb-2001 6,50 87,0 7,48 97 83,0 99 25,55 5,07 68 44
13.654 OB0242 18-jul-1999 8,08 68,5 1,32 75 83,0 90 22,72 2,31 73 64
13.668 OB0239 06-mar-2001 6,50 78,0 5,34 97 79,0 97 24,69 4,59 42 68
13.669 OB0244 02-ene-1996 11,67 97,0 3,09 97 107,0 99 30,73 4,84 76 49
13.675 OB0245 04-mar-1996 11,50 105,0 4,48 97 109,0 99 34,38 5,57 72 55
13.682 OB0248 16-ene-1996 11,67 94,1 3,12 97 96,5 90 28,86 3,20 69 50
13.762 OB0253 07-mar-1999 8,50 84,5 4,20 97 91,0 97 27,07 3,69 73 60
13.770 OB0254 13-feb-1998 9,67 94,3 3,97 97 103,0 99 31,86 5,48 69 36
13.772 OB0255 20-ene-1997 10,75 94,0 3,13 97 105,0 99 30,06 3,84 82 50
13.782 OB0256 07-nov-1995 11,83 106,5 4,28 97 111,0 99 33,82 4,44 82 49
13.783 OB0257 29-oct-1997 9,92 83,5 2,66 97 88,0 85 26,21 2,81 69 54
13.800 OB0258 24-ene-1997 10,67 95,0 3,33 97 102,0 99 29,93 3,80 70 44
13.801 OB0259 11-mar-1993 14,50 91,0 2,32 90 95,0 50 26,89 2,15 71 62
13.820 OB0264 27-feb-2000 7,58 79,0 3,40 97 85,0 97 22,92 2,28 71 54
13.823 OB0265 19-ene-1999 8,67 76,0 2,26 97 83,0 90 22,29 2,16 77 65
13.839 OB0269 13-mar-1996 11,67 101,0 3,98 97 109,0 99 32,58 4,45 85 49
13.851 OB0271 01-jul-1999 8,33 87,0 5,18 97 93,0 90 29,35 4,97 81 42
13.864 OB0277 29-nov-1994 12,83 103,0 3,59 97 109,0 97 29,58 3,60 74 39
Per: perímetro; Perc: percentil; IMC-z: índice de masa corporal en SDS

202
Anexo

Anexo A. Tabla con los datos individuales de los pacientes


Identidad Identidad Fecha Edad Per. cintura Per. cintura Perc. cintura Per. cadera Perc. cadera IMC basal Glucosa basal HDL-c
IMC-z basal
paciente Familiar nacimiento (años) basal (cm) basal (SDS) basal basal( cm) basal Kg/m2 (mg/dl) basal (mg/dl)
13.877 OB0279 23-ago-1998 9,17 75,4 2,26 90 84,2 85 25,22 2,49 76 54
13.897 OB0285 15-jun-2000 7,42 84,6 5,41 97 88,5 99 25,68 3,98 74 47
13.932 OB0294 01-jun-1994 13,50 90,0 2,11 97 105,0 97 30,27 3,60 87 35
14.025 OB0307 11-jun-1998 9,42 94,5 3,99 97 99,2 99 29,50 4,51 75 29
14.071 OB0312 12-feb-1997 9,92 92,0 3,89 97 88,0 75 26,31 2,66 75 39
14.106 OB0313 13-nov-1997 10,00 86,0 2,34 97 88,0 90 24,64 2,53 79 48
14.140 OB0316 24-oct-2001 6,17 75,0 4,39 97 74,0 90 23,38 3,79 58 44
14.167 OB0318 28-jul-1999 8,50 102,0 7,26 97 96,0 99 33,35 5,83 82 41
14.186 OB0320 05-feb-1997 10,92 97,0 3,49 97 98,0 97 30,00 3,66 61 46
14.220 OB0321 11-jul-1994 13,58 106,0 3,98 97 110,0 99 32,64 3,90 87 60
14.241 OB0325 04-jul-2001 6,58 94,5 7,45 97 101,8 99 31,87 7,74 58 33
14.255 OB0327 17-jul-1994 13,58 105,0 4,00 97 106,0 97 31,05 3,89 76 47
Per: perímetro; Perc: percentil; IMC-z: índice de masa corporal en SDS

203
Anexo

Anexo A. Tabla con los datos individuales de los pacientes


Identidad Identidad Triglicéridos Colesterol LDL-c basal Apo A basal Apo B basal GOT GPT Gamma GT IGF-1 IGF-BP3 T.S basal
paciente Familia basal (mg/dl) basal (mg/dl) (mg/dl) (mg/dl) (mg/dl) basal (U/L) basal (U/L) basal (U/L) basal (ng/ml) basal (µg/ml) (mmHg)
8.657 OB0344 66 185 116 138 79 24 21 13 175 6,10 106
11.795 OB0056 75 142 72 39 48 11 149 4,70 111
11.875 OB0062 127 155 75 21 17 11 145 4,30 120
11.950 OB0067 48 155 91 29 31 12 144 4,20 96
11.983 OB0072 50 123 64 18 16 13 189 4,70 90
12.030 OB0074 54 178 96 127
12.040 OB0075 42 181 112 22 17 13 176 3,40 100
12.092 OB0080 54 117 65 86 3,50 117
12.099 OB0081 103 132 78 21 25 7 295 4,50 110
12.103 OB0083 138 138 70 25 48 33 463 6,30 120
12.144 OB0085 101 190 119 21 18 14 595 6,80 122
12.151 OB0086 72 142 75 149 58 28 27 15 215 6,10 113
12.201 OB0088 54 153 98 24 21 11 115
12.221 OB0089 58 191 134 34 22 8 179 4,80 88
12.244 OB0091 116 160 76 153 61 20 18 13 131 3,80 118
12.247 OB0092 46 150 71 180 53 23 24 12 223 4,10 115
12.252 OB0093 48 99 22 168 29 24 28 8 385 5,60 106
12.255 OB0094 112 154 92 99 74 16 19 11 388 5,60 121
12.287 OB0097 152 179 109 138 93 21 27 213 6,10 138
12.308 OB0098 163 166 88 170 74 21 22 18 94 4,00 127
12.317 OB0060 55 135 58 25 15 130
12.388 OB0103 63 132 77 132 69 141 5,00 105
12.389 OB0103 55 190 104 191 87 133 4,50 114
12.390 OB0104 129 208 140 115 125 27 22 109 3,24 120
12.402 OB0105 57 181 107 165 94 21 22 18 97 3,50 124
12.413 OB0106 74 134 62 142 62 20 15 8 288 3,40 125
12.416 OB0107 146 147 73 129 80 22 17 25 168 4,90 93
12.422 OB0109 47 159 87 119 100 19 15 295 3,88 100
12.426 OB0110 38 126 57 100 100 21 22 124 3,41 110
12.432 OB0111 81 130 59 167 65 24 15 11 250 5,70 103
12.454 OB0112 44 116 54 153 62 25 22 13 190 4,30 135
Apo A: apolipoproteína A; Apo B: apolipoproteína B; T.S: tensión sistólica.

204
Anexo

Anexo A. Tabla con los datos individuales de los pacientes


Identidad Identidad Triglicéridos Colesterol LDL-c basal Apo A basal Apo B basal GOT GPT Gamma GT IGF-1 IGF-BP3 T.S basal
paciente familia basal (mg/dl) basal (mg/dl) (mg/dl) (mg/dl) (mg/dl) basal( U/L) basal (U/L) basal (U/L) basal (ng/ml) basal (µg/dl) (mmHg)
12.496 OB0113 36 117 61 103 64 19 9 10 345 5,10 114
12.508 OB0114 59 122 61 23 14 133
12.539 OB0115 74 132 67 137 72 20 23 13 97 3,70 115
12.552 OB0116 64 144 83 177 70 25 22 12 279 5,10 137
12.611 OB0121 41 214 132 175 105 21 22 11 190 4,30 111
12.621 OB0122 60 180 85 27 15 9 85 3,07 110
12.625 OB0123 76 133 77 113 75 16 20 266 3,55 120
12.701 OB0125 160 180 94 152 90 29 20 20 115
12.705 OB0126 86 186 113 147 84 17 15 9 398 6,00 102
12.714 OB0128 75 119 68 111 60 16 19 13 482 5,90 111
12.727 OB0130 39 125 78 97 59 18 14 8 300 5,50 106
12.742 OB0133 61 109 57 29 24 14 120
12.745 OB0134 80 192 95 165 79 19 14 9 432 5,50 134
12.752 OB0136 68 191 129 137 106 22 26 13 181 5,80 93
12.831 OB0138 35 148 90 124 74 19 11 9 130 3,30 104
12.834 OB0139 64 167 99 131 67 23 18 12 437 6,50 137
12.847 OB0140 212 163 77 133 91 26 23 14 217 5,00 120
12.849 OB0142 59 169 108 140 84 22 18 15 110 5,10 130
12.868 OB0144 72 198 122 165 100 27 17 10 197 5,10 126
12.871 OB0145 141 144 83 120
12.894 OB0149 171 142 59 30 24 140
12.912 OB0150 98 189 117 21 19 130
12.913 OB0150 59 163 100 23 22 120
12.917 OB0151 103 141 90 129 74 24 19 15 158 4,30 80
12.925 OB0153 80 177 111 124 89 30 35 16 245 5,30 123
12.933 OB0155 51 174 99 141 73 27 24 14 115 3,90 107
12.937 OB0156 66 145 75 117 66 21 14 10 145 3,40 90
12.989 OB0159 56 196 119 151 108 26 15 5 172 4,60 106
12.998 OB0160 72 155 82 158 70 28 23 25 117 4,20 122
13.019 OB0162 65 161 82 151 67 25 22 9 276 5,40 112
13.046 OB0164 29 119 60 142 56 22 21 13 97 3,90 108
Apo A: apolipoproteína A; Apo B: apolipoproteína B; T.S: tensión sistólica.

205
Anexo

Anexo A. Tabla con los datos individuales de los pacientes


Identidad Identidad Triglicéridos Colesterol LDL-c basal Apo A basal Apo B basal GOT GPT Gamma GT IGF-1 IGF-BP3 T.S basal
paciente familia basal (mg/dl) basal (mg/dl) (mg/dl) (mg/dl) (mg/dl) basal( U/L) basal (U/L) basal (U/L) basal (ng/ml) basal (µg/dl) (mmHg)
13.049 OB0165 54 114 52 146 51 25 20 9 407 5,30 126
13.077 OB0168 47 190 122 147 88 25 17 10 200 4,50 105
13.094 OB0171 97 155 98 115 83 21 23 165 3,85 140
13.095 OB0172 39 182 96 167 71 29 10 8 131 4,70 104
13.110 OB0173 31 157 70 172 60 26 15 11 115 3,60 105
13.111 OB0174 132 151 73 139 65 22 20 120
13.123 OB0176 89 150 91 128 65 21 18 9 383 4,60 115
13.126 OB0177 39 99 51 121 46 18 15 8 438 6,00 107
13.136 OB0178 38 142 80 152 60 23 20 13 198 5,20 108
13.143 OB0179 124 76 8 178 4,30 110
13.145 OB0180 73 190 113 118 83 41 19 7 363 5,39 120
13.147 OB0181 44 94 29 104 35 22 23 15 166 3,12 100
13.151 OB0182 22 122 69 126 56 26 21 11 231 3,73 95
13.154 OB0183 35 137 74 145 59 12 15 12 196 4,65 100
13.157 OB0184 44 128 76 115 59 25 12 8 104 4,15 110
13.177 OB0185 71 146 89 146 78 19 19 12 154 4,60 118
13.219 OB0190 54 172 89 181 81 26 25 8 152 4,40 84
13.257 OB0195 62 157 90 140 61 20 17 10 432 4,50 113
13.261 OB0196 91 165 79 164 63 28 27 15 186 4,00 110
13.274 OB0198 125 164 103 27 25 100
13.277 OB0199 40 162 100 141 74 22 22 14 239 4,30 110
13.280 OB0200 57 169 95 154 60 17 12 9 214 4,60 121
13.282 OB0201 42 173 103 118 59 23 20 382 5,00 110
13.291 OB0202 89 168 97 128 69 25 27 10 196 3,60 116
13.308 OB0203 70 182 119 119 84 19 19 10 722 6,70 120
13.328 OB0205 87 164 94 116 69 17 18 8 449 4,40 116
13.346 OB0207 55 191 111 156 84 27 19 11 192 3,80 114
13.358 OB0208 43 148 86 135 58 21 19 11 216 5,00 94
13.362 OB0209 52 222 146 29 20 16 277 6,20 120
13.374 OB0210 115 188 109 157 99 22 26 19 228 5,10 120
13.378 OB0211 74 176 85 177 71 31 23 11 272 5,20 104
Apo A: apolipoproteína A; Apo B: apolipoproteína B; T.S: tensión sistólica.

206
Anexo

Anexo A. Tabla con los datos individuales de los pacientes


Identidad Identidad Triglicéridos Colesterol LDL-c basal Apo A basal Apo B basal GOT GPT Gamma GT IGF-1 IGF-BP3 T.S basal
paciente familia basal (mg/dl) basal (mg/dl) (mg/dl) (mg/dl) (mg/dl) basal (U/L) basal (U/L) basal (U/L) basal (ng/ml) basal (µg/dl) (mmHg)
13.385 OB0212 72 150 80 134 71 23 18 10 281 4,20 108
13.404 OB0214 52 162 107 94 81 31 22 16 489 5,30 94
13.408 OB0215 97 199 115 117 65 22 22 18 361 6,10 104
13.426 OB0218 36 156 92 124 77 28 33 7 132 3,30 118
13.454 OB0219 128 192 115 126 95 17 27 13 215 4,70 114
13.458 OB0220 86 195 127 131 97 46 84 46 291 5,30 108
13.502 OB0222 196 166 82 161 85 13 18 10 388 5,60 122
13.550 OB0228 70 160 102 139 80 19 22 172 4,23 95
13.551 OB0228 132 132 69 130 64 16 17 367 4,58 110
13.581 OB0230 81 208 145 127 110 26 22 10 216 4,90 126
13.609 OB0234 56 169 105 141 79 23 18 12 305 4,60 120
13.632 OB0237 33 171 106 154 82 24 21 14 320 4,50 112
13.640 OB0240 78 163 94 152 77 20 19 16 320 4,20 107
13.642 OB0235 59 135 79 127 65 25 14 8 268 4,90 106
13.654 OB0242 34 144 73 174 57 30 14 11 235 4,60 90
13.668 OB0239 22 137 65 128 41 30 20 9 106 3,10 104
13.669 OB0244 81 144 79 134 68 17 17 9 604 5,70 102
13.675 OB0245 66 156 88 20 19 10 348 5,00 137
13.682 OB0248 76 180 115 152 85 31 26 12 322 5,50 126
13.762 OB0253 47 165 96 180 80 23 19 14 226 4,30 112
13.770 OB0254 98 188 132 115 110 23 31 16 299 5,30 102
13.772 OB0255 37 150 93 143 75 21 21 173 4,02 110
13.782 OB0256 37 98 42 158 45 20 24 9 212 4,40 105
13.783 OB0257 82 205 135 154 106 31 26 16 168 4,70 119
13.800 OB0258 93 145 82 150 80 24 19 9 557 5,60 127
13.801 OB0259 50 113 41 163 46 20 14 7 460 6,60 116
13.820 OB0264 39 161 99 143 78 21 16 11 212 4,70 117
13.823 OB0265 44 160 86 153 60 29 23 14 440 5,80 113
13.839 OB0269 34 142 86 152 64 25 25 12 254 4,68 110
13.851 OB0271 72 157 101 130 81 27 21 12 156 5,00 108
13.864 OB0277 115 167 105 115 94 25 31 28 290 5,30 130
Apo A: apolipoproteína A; Apo B: apolipoproteína B; T.S: tensión sistólica.

207
Anexo

Anexo A. Tabla con los datos individuales de los pacientes


Identidad Identidad Triglicéridos Colesterol LDL-c basal Apo A basal Apo B basal GOT GPT Gamma GT IGF-1 IGF-BP3 T.S basal
paciente familia basal (mg/dl) basal (mg/dl) (mg/dl) (mg/dl) (mg/dl) basal (U/L) basal (U/L) basal (U/L) basal (ng/ml) basal (µg/dl) (mmHg)
13.877 OB0279 50 139 75 144 58 25 14 10 218 5,20 111
13.897 OB0285 86 140 76 172 64 30 24 14 119 4,60 120
13.932 OB0294 99 152 97 112 86 21 24 298 5,10 90
14.025 OB0307 104 88 38 104 46 15 22 11 233 5,60 122
14.071 OB0312 48 162 112 117 85 24 13 10 189 4,30 126
14.106 OB0313 44 150 93 137 72 26 18 10 133 3,70 137
14.140 OB0316 47 144 91 146 60 27 29 11 112
14.167 OB0318 106 152 89 119 81 28 18 14 111 4,20 90
14.186 OB0320 102 136 70 112 54 27 21 9 308 4,00 93
14.220 OB0321 73 141 66 145 56 30 31 17 262 4,30 136
14.241 OB0325 137 146 86 127 82 21 17 16 147 3,70 127
14.255 OB0327 91 166 101 123 86 25 21 9 390 4,60 136
Apo A: apolipoproteína A; Apo B: apolipoproteína B; T.S: tensión sistólica.

208
Anexo

Anexo A. Tabla con los datos individuales de los pacientes


Identidad Identidad T.S Perc. T.D T.D Perc. Glucosa-120 Ácido úrico Adiponectina Leptina Resistina Ghrelina Insulina HOMA-IR
paciente familia basal basal basal basal (mg/dl) basal (mg/dl) basal (ng/ml) basal (ng/ml) basal (ng/ml) basal (pg/ml) basal (µUI/ml) basal
8.657 OB0344 50 60 -50 100 3,6 13,50 10,50 15,3 3,25
11.795 OB0056 50 58 -50 93 4,9 10,55 23,90 13,10 715 18,0 3,24
11.875 OB0062 90 70 50 105 3,9 11,65 20,20 6,00 1.421 6,6 1,20
11.950 OB0067 -50 51 -50 125 5,3 12,05 22,60 3,80 1.197 11,8 2,36
11.983 OB0072 -50 50 -50 88 3,9 15,40 7,80 5,40 1.425 6,0 0,92
12.030 OB0074 99 54 -50 98 5,3 22,95 26,10 11,60 569 15,4 2,66
12.040 OB0075 50 50 -50 110 3,7 22,60 7,70 5,20 792 2,6 0,42
12.092 OB0080 95 75 0 95 4,1 18,45 16,90 9,90 1.365 12,5 2,56
12.099 OB0081 50 60 -50 127 3,9 5,90 11,60 16,60 770 5,4 0,67
12.103 OB0083 50 60 -50 186 6,5 7,70 22,40 9,80 603 45,8 9,27
12.144 OB0085 90 69 50 102 5,5 12,80 22,30 8,20 611 38,0 7,13
12.151 OB0086 50 62 50 110 3,9 15,00 16,70 11,70 1.092 11,5 2,07
12.201 OB0088 90 65 50 145 6,5 11,75 19,30 8,10 740 53,7 10,86
12.221 OB0089 -50 58 50 140 4,6 17,95 5,40 5,00 963 3,2 0,48
12.244 OB0091 95 64 50 141 4,0 8,25 16,20 6,40 1.550 6,6 1,64
12.247 OB0092 50 49 -50 110 4,3 10,50 25,40 7,70 1.082 15,4 3,61
12.252 OB0093 50 63 50 128 5,3 7,85 38,40 6,00 944 18,9 3,64
12.255 OB0094 50 70 50 95 6,7 11,85 14,10 6,40 669 27,6 5,11
12.287 OB0097 99 70 50 128 6,8 7,20 51,90 13,20 759 50,7 9,88
12.308 OB0098 95 61 50 102 3,8 23,70 27,10 4,70 734 15,5 2,87
12.317 OB0060 95 70 95 117 19,65 27,30 6,90 1.125 9,3 2,06
12.388 OB0103 -50 47 -50 101 5,5 17,15 20,20 12,90 931 12,7 2,01
12.389 OB0103 50 52 -50 157 5,9 14,50 21,90 9,90 870 14,9 3,05
12.390 OB0104 50 75 50 132 4,7 13,05 21,40 5,40 1.494 11,5 2,53
12.402 OB0105 95 93 99 96 3,6 11,95 27,60 7,90 881 22,4 3,70
12.413 OB0106 90 78 50 86 5,1 12,95 35,60 518 73,7 13,27
12.416 OB0107 -50 63 -50 123 3,7 17,00 16,10 6,20 1.362 10,9 1,80
12.422 OB0109 -50 60 -50 109 4,4 16,15 34,30 4,70 481 4,6 0,84
12.426 OB0110 50 70 50 119 4,9 12,15 23,90 3,20 1.138 15,7 3,56
12.432 OB0111 50 53 -50 111 5,6 18,95 22,20 5,90 731 11,9 1,91
12.454 OB0112 95 80 90 100 4,2 5,05 21,50 14,90 800 15,0 2,52
TS. Perc: percentil de tensión sistólica; TD: tensión diastólica; TD. Perc: percentil de tensión diastólica

209
Anexo

Anexo A. Tabla con los datos individuales de los pacientes


Identidad Identidad T.S Perc. T.D T.D Perc. Glucosa-120 Ácido úrico Adiponectina Leptina Resistina Ghrelina Insulina HOMA-IR
paciente familia basal basal basal basal (mg/dl) basal (mg/dl) basal (ng/ml) basal (ng/ml) basal( ng/ml) basal (pg/ml) basal (µUI/ml) basal
12.496 OB0113 50 49 -50 114 3,9 11,15 8,90 9,00 498 5,3 1,15
12.508 OB0114 95 69 50 107 6,0 7,70 17,50 5,90 575 14,0 2,69
12.539 OB0115 95 49 -50 98 3,9 8,25 16,00 11,20 626 9,1 1,39
12.552 OB0116 99 71 50 128 6,2 3,55 37,00 9,60 341 9,4 1,97
12.611 OB0121 50 65 50 93 3,8 34,90 22,60 5,50 2.283 3,0 0,49
12.621 OB0122 50 60 50 86 4,2 7,25 9,00 3,50 1.199 3,1 0,58
12.625 OB0123 90 70 50 117 4,7 14,25 52,90 3,10 1.399 12,4 2,48
12.701 OB0125 90 64 50 109 4,9 11,85 20,00 7,50 646 16,6 2,54
12.705 OB0126 -50 51 -50 122 3,9 9,00 9,88 7,10 718 14,5 2,79
12.714 OB0128 50 70 50 135 6,2 10,20 19,10 6,50 469 25,7 5,58
12.727 OB0130 50 61 -50 100 3,5 7,55 11,00 6,80 1.122 9,4 1,55
12.742 OB0133 95 60 50 129 5,4 6,70 17,30 4,80 770 12,1 2,03
12.745 OB0134 99 77 90 106 4,9 10,20 20,60 6,90 826 23,2 4,24
12.752 OB0136 -50 54 -50 86 4,0 7,10 18,10 16,60 1.034 18,6 2,20
12.831 OB0138 -50 54 -50 111 4,1 9,35 12,20 6,90 1.011 10,3 1,98
12.834 OB0139 99 72 50 134 5,4 10,50 11,10 5,60 892 21,8 4,20
12.847 OB0140 90 70 50 106 4,5 6,20 20,90 5,10 1.158 19,7 3,79
12.849 OB0142 99 75 50 106 5,6 6,65 7,80 5,70 963 8,2 1,64
12.868 OB0144 99 61 50 119 3,9 8,40 8,50 2,20 455 12,1 2,09
12.871 OB0145 90 60 -50 119 4,8 5,50 22,20 3,20 734 13,9 2,67
12.894 OB0149 99 60 -50 165 5,8 10,00 20,70 5,70 200 27,6 6,20
12.912 OB0150 95 60 -50 118 6,2 13,55 26,00 7,00 1.921 11,3 1,76
12.913 OB0150 90 70 50 90 4,4 15,20 19,90 5,00 1.370 15,5 2,79
12.917 OB0151 -50 50 -50 102 4,9 16,45 11,20 5,90 980 15,7 2,67
12.925 OB0153 95 51 -50 104 5,7 11,60 16,40 6,50 571 13,3 2,00
12.933 OB0155 50 63 50 102 4,7 22,40 16,60 8,40 1.084 16,6 2,74
12.937 OB0156 -50 40 -50 105 4,9 20,45 26,00 11,30 1.382 10,9 1,94
12.989 OB0159 50 67 50 104 5,2 13,65 6,30 12,40 1.521 3,6 0,63
12.998 OB0160 95 66 50 111 3,6 11,60 20,50 6,50 941 9,4 1,65
13.019 OB0162 50 65 50 103 5,1 24,90 15,10 4,40 548 9,1 1,91
13.046 OB0164 50 78 90 96 4,0 12,20 10,40 3,70 1.692 8,3 1,47
TS. Perc: percentil de tensión sistólica; TD: tensión diastólica; TD. Perc: percentil de tensión diastólica

210
Anexo

Anexo A. Tabla con los datos individuales de los pacientes


Identidad Identidad T.S Perc. T.D T.D Perc. Glucosa-120 Ácido úrico Adiponectina Leptina Resistina Ghrelina Insulina HOMA-IR
paciente familia basal basal basal basal (mg/dl) basal (mg/dl) basal (ng/ml) basal (ng/ml) basal (ng/ml) basal (pg/ml) basal (µUI/ml) basal
13.049 OB0165 95 51 -50 66 5,7 10,20 13,70 5,60 645 9,9 1,56
13.077 OB0168 50 50 -50 101 4,3 15,60 12,50 5,20 699 16,4 3,08
13.094 OB0171 99 85 95 131 5,3 10,95 16,10 2,60 951 6,5 1,38
13.095 OB0172 50 62 50 84 4,8 21,65 5,50 1.255 4,1 0,56
13.110 OB0173 50 55 -50 90 4,4 12,50 10,40 5,50 1.983 3,6 0,61
13.111 OB0174 50 70 50 127
13.123 OB0176 90 70 50 94 5,2 9,45 42,60 484 8,8 1,72
13.126 OB0177 50 54 -50 99 4,1 12,75 32,50 647 16,9 3,42
13.136 OB0178 50 56 -50 77 4,4 22,30 6,90 1.591 5,5 1,03
13.143 OB0179 50 60 50 100 4,6
13.145 OB0180 50 80 95 100 6,1 11,20 11,40 807 17,8 4,08
13.147 OB0181 -50 60 -50 102 4,6 16,95 7,70 789 13,9 3,05
13.151 OB0182 -50 50 -50 86 4,0 16,40 8,30 7,00 908 3,8 0,76
13.154 OB0183 -50 65 50 104 4,2 13,40 18,50 8,80 819 19,5 4,09
13.157 OB0184 50 60 50 96 4,0
13.177 OB0185 95 59 50 121 4,1 16,35 9,00 6,20 579 13,0 2,69
13.219 OB0190 -50 52 -50 79 3,7 27,15 18,30 5,02 4,5 0,71
13.257 OB0195 50 64 50 105 3,9 20,25 18,50 4,23 782 16,9 3,54
13.261 OB0196 50 50 -50 83 3,5 19,45 15,60 8,34 1.067 12,7 2,79
13.274 OB0198 -50 45 -50 112 5,7 15,30 23,00 3,82 691 21,9 4,16
13.277 OB0199 50 60 50 94 4,9 27,45 34,60 6,26 877 11,1 1,89
13.280 OB0200 90 56 -50 95 2,6 11,35 32,20 720 8,0 1,48
13.282 OB0201 50 65 50 112 4,5 25,45 19,50 650 7,3 1,73
13.291 OB0202 50 63 50 99 4,8 15,40 12,80 4,00 828 12,3 2,34
13.308 OB0203 90 50 -50 100 5,0 16,30 20,70 5,00 866 18,2 3,05
13.328 OB0205 50 61 -50 95 4,0 12,55 15,50 5,70 743 12,5 2,41
13.346 OB0207 90 73 90 142 3,2 21,95 19,20 6,98 950 9,9 1,59
13.358 OB0208 -50 64 50 78 3,9 8,85 14,60 5,97 1.899 18,3 3,16
13.362 OB0209 95 60 50 92 4,2 8,30 11,70 5,60 1.058 14,8 2,67
13.374 OB0210 95 60 50 123 4,0 13,55 17,60 535 82,6 16,10
13.378 OB0211 50 50 -50 136 4,2 21,85 13,30 4,22 909 12,2 2,08
TS. Perc: percentil de tensión sistólica; TD: tensión diastólica; TD. Perc: percentil de tensión diastólica

211
Anexo

Anexo A. Tabla con los datos individuales de los pacientes


Identidad Identidad T.S Perc. T.D T.D Perc. Glucosa-120 Ácido úrico Adiponectina Leptina Resistina Ghrelina Insulina HOMA-IR
paciente familia basal basal basal basal (mg/dl) basal (mg/dl) basal (ng/ml) Basal (ng/ml) basal(ng/ml) basal (pg/ml) basal (µUI/ml) basal
13.385 OB0212 50 68 50 102 3,6 9,25 13,20 812 13,1 2,29
13.404 OB0214 -50 48 -50 117 5,7 14,00 16,10 647 11,6 2,00
13.408 OB0215 50 54 -50 103 6,2 19,50 25,50 5,30 822 20,8 3,34
13.426 OB0218 90 80 90 99 3,9 15,75 9,90 5,50 1.087 6,2 1,18
13.454 OB0219 90 56 -50 148 2,5 4,55 20,20 8,50 621 30,5 5,72
13.458 OB0220 50 56 -50 108 4,9 22,65 14,60 4,10 1.375 8,9 1,56
13.502 OB0222 95 60 -50 120 3,2 18,85 21,50 5,70 759 14,3 2,33
13.550 OB0228 -50 60 50 110 6,1 11,90 23,70 11,02 755 17,9 3,62
13.551 OB0228 -50 65 50 131 6,5 13,85 21,80 4,98 561 19,0 4,45
13.581 OB0230 99 44 -50 118 5,6 15,55 11,80 5,47 1.218 9,5 1,57
13.609 OB0234 95 60 50 86 5,1 6,65 16,60 6,13 9,8 1,64
13.632 OB0237 50 60 -50 109 5,3 16,10 13,90 4,38 551 14,8 2,99
13.640 OB0240 -50 67 50 95 5,8 13,25 25,70 545 18,5 3,56
13.642 OB0235 50 61 50 79 4,1 18,85 10,10 979 9,8 1,64
13.654 OB0242 -50 40 -50 102 4,1 18,80 13,00 981 8,7 1,57
13.668 OB0239 50 56 50 121 4,5 14,95 36,10 769 18,4 1,91
13.669 OB0244 -50 61 -50 142 4,2 18,45 5,20 1.439 17,0 3,19
13.675 OB0245 99 68 50 118 3,8 14,10 16,30 933 11,7 2,08
13.682 OB0248 95 62 50 90 5,0 19,50 12,60 773 11,4 1,94
13.762 OB0253 50 50 -50 88 4,0 15,25 9,00 983 16,4 2,95
13.770 OB0254 50 53 -50 102 6,2 3,35 25,00 25,71 574 17,4 2,96
13.772 OB0255 50 65 50 151 6,9 16,10 16,00 9,64 521 16,2 3,28
13.782 OB0256 -50 61 -50 115 5,5 7,20 23,30 8,54 681 18,0 3,64
13.783 OB0257 95 62 50 109 3,7 11,55 9,80 6,26 775 5,4 0,92
13.800 OB0258 95 65 50 105 6,4 11,55 20,20 10,82 415 14,0 2,42
13.801 OB0259 50 58 -50 97 4,6 16,75 8,80 6,80 816 7,0 1,23
13.820 OB0264 95 65 50 79 4,2 15,30 12,70 7,87 864 6,5 1,14
13.823 OB0265 50 55 -50 88 4,4 16,15 12,00 6,18 738 14,8 2,81
13.839 OB0269 50 65 50 86 4,0 19,00 16,70 9,94 879 9,3 1,95
13.851 OB0271 50 65 50 144 6,3 7,05 20,90 8,15 917 17,1 3,42
13.864 OB0277 95 80 90 82 6,0 4,70 12,70 9,00 690 11,1 2,03
TS. Perc: percentil de tensión sistólica; TD: tensión diastólica; TD. Perc: percentil de tensión diastólica

212
Anexo

Anexo A. Tabla con los datos individuales de los pacientes


Identidad Identidad T.S Perc. T.D T.D Perc. Glucosa-120 Ácido úrico Adiponectina Leptina Resistina Ghrelina Insulina HOMA-IR
paciente familia basal basal basal basal (mg/dl) basal (mg/dl) basal (ng/ml) basal (ng/ml) basal (ng/ml) basal (pg/ml) basal (µUI/ml) basal
13.877 OB0279 50 49 -50 92 3,6 21,45 13,80 6,70 709 8,5 1,59
13.897 OB0285 95 56 -50 141 3,1 13,25 16,70 9,00 871 17,9 3,27
13.932 OB0294 -50 45 -50 99 8,05 19,70 10,22 842 16,3 3,50
14.025 OB0307 95 54 -50 99 3,8 18,70 22,80 9,68 563 42,4 7,85
14.071 OB0312 95 80 90 181 4,9 22,30 17,10 12,91 825 6,2 1,15
14.106 OB0313 95 63 50 111 4,5 9,70 11,50 21,20 500 8,0 1,56
14.140 OB0316 90 50 -50 89 4,0 14,95 10,60 8,08 817 13,2 1,89
14.167 OB0318 -50 65 -50 104 5,4 13,25 26,60 15,62 544 6,9 1,40
14.186 OB0320 -50 60 -50 115 5,8 9,60 19,70 4,17 1.088 17,8 2,68
14.220 OB0321 99 67 50 133 6,9 6,80 9,70 667 14,4 3,09
14.241 OB0325 99 60 50 103 6,0 8,00 23,70 680 18,6 2,66
14.255 OB0327 99 61 -50 105 4,8 8,10 20,30 602 20,3 3,81
TS. Perc: percentil de tensión sistólica; TD: tensión diastólica; TD. Perc: percentil de tensión diastólica

213
Anexo

Anexo A. Tabla con los datos individuales de los pacientes


Identidad Identidad QUICKI Dif. años Estadio IMC- Pad IMC- Mad Progenitores Obesidad S.M S.M. Criterios HOMA
Sexo
paciente familia basal (EO-EC) Tanner Kg/m2 Kg/m2 Obesos basal Basal basal basal
8.657 OB0344 0,321 0,58 VARÓN PREPUBERAL 26,22 39,31 PADRE O MADRE OBESO LEVE NO UN CRITERIO NORMAL
11.795 OB0056 0,321 1,92 VARÓN PREPUBERAL 32,84 39,06 PADRES OBESOS SEVERA NO UN CRITERIO NORMAL
11.875 OB0062 0,372 0,67 VARÓN PUBERAL 36,80 20,75 PADRE O MADRE OBESO MODERADA NO UN CRITERIO NORMAL
11.950 OB0067 0,336 1,08 MUJER PREPUBERAL 26,78 24,46 PADRES CON SOBREPESO SEVERA NO UN CRITERIO NORMAL
11.983 OB0072 0,389 1,25 VARÓN PREPUBERAL 21,94 24,32 PADRES CON SOBREPESO LEVE NO SIN CRITERIO NORMAL
12.030 OB0074 0,330 2,67 MUJER PUBERAL 29,81 SEVERA NO UN CRITERIO NORMAL
12.040 OB0075 0,449 1,13 MUJER PREPUBERAL 24,06 33,05 PADRE O MADRE OBESO LEVE NO UN CRITERIO NORMAL
12.092 OB0080 0,332 0,33 MUJER PREPUBERAL 42,15 SEVERA NO UN CRITERIO NORMAL
12.099 OB0081 0,411 2,08 MUJER PUBERAL 25,04 18,75 PADRES CON SOBREPESO LEVE NO DOS CRITERIOS NORMAL
12.103 OB0083 0,280 3,42 VARÓN PUBERAL 26,45 34,02 PADRE O MADRE OBESO MODERADA NO DOS CRITERIOS ALTERADO
12.144 OB0085 0,289 1,75 MUJER PUBERAL 33,15 37,64 PADRES OBESOS MODERADA NO UN CRITERIO ALTERADO
12.151 OB0086 0,342 VARÓN PREPUBERAL 27,39 27,75 PADRES CON SOBREPESO LEVE NO UN CRITERIO NORMAL
12.201 OB0088 0,274 0,92 VARÓN PREPUBERAL 36,80 28,85 PADRE O MADRE OBESO SEVERA NO UN CRITERIO ALTERADO
12.221 OB0089 0,437 -0,59 VARÓN PREPUBERAL 31,95 27,90 PADRE O MADRE OBESO MODERADA NO UN CRITERIO NORMAL
12.244 OB0091 0,354 2,00 VARÓN PREPUBERAL 45,21 26,16 PADRE O MADRE OBESO MODERADA NO DOS CRITERIOS NORMAL
12.247 OB0092 0,316 -0,08 VARÓN PUBERAL 22,54 LEVE NO UN CRITERIO NORMAL
12.252 OB0093 0,316 -0,42 MUJER PUBERAL 33,65 36,60 PADRES OBESOS MODERADA NO UN CRITERIO NORMAL
12.255 OB0094 0,302 1,00 VARÓN PUBERAL 29,40 LEVE NO DOS CRITERIOS ALTERADO
12.287 OB0097 0,278 0,33 MUJER PUBERAL 30,67 24,43 PADRE O MADRE OBESO SEVERA SI TRES CRITERIOS ALTERADO
12.308 OB0098 0,326 0,33 VARÓN PREPUBERAL 30,18 19,40 PADRE O MADRE OBESO SEVERA NO DOS CRITERIOS NORMAL
12.317 OB0060 0,342 0,18 VARÓN PUBERAL 28,00 37,83 PADRE O MADRE OBESO MODERADA NO DOS CRITERIOS NORMAL
12.388 OB0103 0,344 0,50 VARÓN PUBERAL 29,24 28,17 PADRES CON SOBREPESO LEVE NO UN CRITERIO NORMAL
12.389 OB0103 0,323 -0,08 VARÓN PREPUBERAL 29,24 28,17 PADRES CON SOBREPESO MODERADA NO UN CRITERIO NORMAL
12.390 OB0104 0,332 -1,25 VARÓN PREPUBERAL 28,73 21,42 PADRES CON SOBREPESO LEVE NO UN CRITERIO NORMAL
12.402 OB0105 0,315 0,67 VARÓN PREPUBERAL 25,59 50,23 PADRE O MADRE OBESO SEVERA NO DOS CRITERIOS NORMAL
12.413 OB0106 0,268 -0,08 MUJER PUBERAL 29,35 31,60 PADRE O MADRE OBESO SEVERA NO UN CRITERIO ALTERADO
12.416 OB0107 0,349 1,67 MUJER PREPUBERAL 37,87 24,87 PADRE O MADRE OBESO SEVERA NO UN CRITERIO NORMAL
12.422 OB0109 0,395 -0,42 MUJER PUBERAL 27,28 27,26 PADRES CON SOBREPESO LEVE NO SIN CRITERIO NORMAL
12.426 OB0110 0,316 -0,17 VARÓN PUBERAL 28,59 LEVE NO UN CRITERIO NORMAL
12.432 OB0111 0,346 2,67 MUJER PUBERAL 33,96 37,89 PADRES OBESOS SEVERA NO UN CRITERIO NORMAL
12.454 OB0112 0,332 1,58 VARÓN PUBERAL 27,40 SEVERA NO DOS CRITERIOS NORMAL
SM: síndrome metabólico; IMC-Pad: índice masa corporal padre; IMC-Mad: índice masa corporal madre

214
Anexo

Anexo A. Tabla con los datos individuales de los pacientes


Identidad Identidad QUICKI Dif. años Estadio IMC- Pad IMC- Mad Progenitores Obesidad S.M S.M. Criterios HOMA
Sexo
paciente familia basal (EO-EC) Tanner Kg/m2 Kg/m2 Obesos basal Basal basal basal
12.496 OB0113 0,375 2,00 VARÓN PUBERAL 23,73 32,59 PADRE O MADRE OBESO LEVE NO UN CRITERIO NORMAL
12.508 OB0114 0,329 0,42 VARÓN PUBERAL 27,73 28,66 PADRES CON SOBREPESO LEVE NO DOS CRITERIOS NORMAL
12.539 OB0115 0,363 -0,50 VARÓN PREPUBERAL 20,76 42,00 PADRE O MADRE OBESO SEVERA NO UN CRITERIO NORMAL
12.552 OB0116 0,345 0,58 VARÓN PUBERAL 35,50 MODERADA NO DOS CRITERIOS NORMAL
12.611 OB0121 0,435 1,58 MUJER PREPUBERAL 29,10 21,00 PADRES CON SOBREPESO MODERADA NO UN CRITERIO NORMAL
12.621 OB0122 0,422 0,35 VARÓN PREPUBERAL 26,11 27,63 PADRES CON SOBREPESO SEVERA NO UN CRITERIO NORMAL
12.625 OB0123 0,333 2,85 VARÓN PREPUBERAL 27,30 27,76 PADRES CON SOBREPESO MODERADA NO UN CRITERIO NORMAL
12.701 OB0125 0,332 1,67 MUJER PREPUBERAL 28,14 28,00 PADRES CON SOBREPESO MODERADA NO DOS CRITERIOS NORMAL
12.705 OB0126 0,327 1,00 MUJER PUBERAL 31,25 30,48 PADRES OBESOS SEVERA NO UN CRITERIO NORMAL
12.714 OB0128 0,298 1,50 MUJER PUBERAL 28,88 25,31 PADRES CON SOBREPESO SEVERA NO DOS CRITERIOS ALTERADO
12.727 OB0130 0,357 2,58 MUJER PUBERAL 32,39 29,77 PADRE O MADRE OBESO LEVE NO DOS CRITERIOS NORMAL
12.742 OB0133 0,343 1,37 MUJER PUBERAL 28,67 44,97 PADRE O MADRE OBESO SEVERA NO DOS CRITERIOS NORMAL
12.745 OB0134 0,309 0,42 MUJER PUBERAL 29,23 23,95 PADRES CON SOBREPESO LEVE NO UN CRITERIO ALTERADO
12.752 OB0136 0,339 2,67 MUJER PREPUBERAL 27,30 36,29 PADRE O MADRE OBESO MODERADA NO UN CRITERIO NORMAL
12.831 OB0138 0,344 -1,00 VARÓN PREPUBERAL 29,30 28,42 PADRES CON SOBREPESO MODERADA NO UN CRITERIO NORMAL
12.834 OB0139 0,310 MUJER PUBERAL 37,96 MODERADA NO DOS CRITERIOS ALTERADO
12.847 OB0140 0,314 1,17 VARÓN PREPUBERAL MODERADA NO DOS CRITERIOS NORMAL
12.849 OB0142 0,354 -0,58 VARÓN PREPUBERAL 24,92 26,73 PADRES CON SOBREPESO LEVE NO DOS CRITERIOS NORMAL
12.868 OB0144 0,342 1,42 VARÓN PREPUBERAL 39,41 SEVERA NO UN CRITERIO NORMAL
12.871 OB0145 0,329 0,83 VARÓN PUBERAL 24,92 LEVE NO DOS CRITERIOS NORMAL
12.894 OB0149 0,294 2,58 MUJER PUBERAL 29,15 41,87 PADRE O MADRE OBESO SEVERA SI TRES CRITERIOS ALTERADO
12.912 OB0150 0,351 -0,75 VARÓN PUBERAL 26,49 30,57 PADRE O MADRE OBESO SEVERA NO DOS CRITERIOS NORMAL
12.913 OB0150 0,327 -0,33 VARÓN PUBERAL 26,49 30,57 PADRE O MADRE OBESO MODERADA NO UN CRITERIO NORMAL
12.917 OB0151 0,330 0,67 MUJER PREPUBERAL 37,40 24,41 PADRE O MADRE OBESO MODERADA NO DOS CRITERIOS NORMAL
12.925 OB0153 0,344 2,58 MUJER PREPUBERAL 40,39 31,25 PADRES OBESOS SEVERA NO UN CRITERIO NORMAL
12.933 OB0155 0,328 1,17 VARÓN PREPUBERAL 27,47 23,72 PADRES CON SOBREPESO MODERADA NO UN CRITERIO NORMAL
12.937 OB0156 0,345 1,17 MUJER PREPUBERAL 33,44 49,63 PADRES OBESOS SEVERA NO UN CRITERIO NORMAL
12.989 OB0159 0,415 1,00 MUJER PREPUBERAL 24,00 27,68 PADRES CON SOBREPESO MODERADA NO UN CRITERIO NORMAL
12.998 OB0160 0,354 2,67 MUJER PREPUBERAL 27,83 39,25 PADRE O MADRE OBESO SEVERA NO UN CRITERIO NORMAL
13.019 OB0162 0,346 -0,25 VARÓN PUBERAL 27,65 38,37 PADRE O MADRE OBESO LEVE NO UN CRITERIO NORMAL
13.046 OB0164 0,360 -1,25 VARÓN PREPUBERAL 24,73 40,12 PADRE O MADRE OBESO MODERADA NO UN CRITERIO NORMAL
SM: síndrome metabólico; IMC-Pad: índice masa corporal padre; IMC-Mad: índice masa corporal madre

215
Anexo

Anexo A. Tabla con los datos individuales de los pacientes


Identidad Identidad QUICKI Dif. años Estadio IMC- Pad IMC- Mad Progenitores Obesidad S.M S.M. Criterios HOMA
Sexo
paciente familia basal (EO-EC) Tanner Kg/m2 Kg/m2 Obesos basal Basal basal basal
13.049 OB0165 0,357 0,08 MUJER PUBERAL 34,65 30,42 PADRES OBESOS MODERADA NO UN CRITERIO NORMAL
13.077 OB0168 0,323 0,92 VARÓN PREPUBERAL 34,36 46,76 PADRES OBESOS MODERADA NO UN CRITERIO NORMAL
13.094 OB0171 0,364 0,58 VARÓN PUBERAL 22,66 SEVERA SI TRES CRITERIOS NORMAL
13.095 OB0172 0,425 -1,25 VARÓN PUBERAL 29,03 28,83 PADRES CON SOBREPESO LEVE NO UN CRITERIO NORMAL
13.110 OB0173 0,418 -0,17 MUJER PREPUBERAL 28,61 36,33 PADRE O MADRE OBESO LEVE NO UN CRITERIO NORMAL
13.111 OB0174 0,58 VARÓN PUBERAL 28,41 23,71 PADRES CON SOBREPESO LEVE NO UN CRITERIO
13.123 OB0176 0,352 0,58 MUJER PUBERAL 26,74 SEVERA NO UN CRITERIO NORMAL
13.126 OB0177 0,318 0,75 MUJER PUBERAL 48,63 SEVERA NO DOS CRITERIOS NORMAL
13.136 OB0178 0,382 0,33 VARÓN PREPUBERAL 27,11 35,23 PADRE O MADRE OBESO SEVERA NO UN CRITERIO NORMAL
13.143 OB0179 0,58 VARÓN PREPUBERAL 22,00 LEVE NO UN CRITERIO
13.145 OB0180 0,311 0,00 MUJER PUBERAL 25,64 MODERADA NO UN CRITERIO ALTERADO
13.147 OB0181 0,323 2,00 VARÓN PUBERAL 26,62 24,97 PADRES CON SOBREPESO LEVE NO UN CRITERIO NORMAL
13.151 OB0182 0,402 -0,25 VARÓN PREPUBERAL 31,11 26,67 PADRE O MADRE OBESO LEVE NO UN CRITERIO NORMAL
13.154 OB0183 0,311 1,60 VARÓN PUBERAL 30,60 23,83 PADRE O MADRE OBESO SEVERA NO UN CRITERIO ALTERADO
13.157 OB0184 0,33 VARÓN PREPUBERAL 28,70 25,30 PADRES CON SOBREPESO MODERADA NO UN CRITERIO
13.177 OB0185 0,329 0,33 MUJER PREPUBERAL 25,83 MODERADA NO UN CRITERIO NORMAL
13.219 OB0190 0,407 1,17 VARÓN PREPUBERAL 27,75 34,68 PADRE O MADRE OBESO SEVERA NO UN CRITERIO NORMAL
13.257 OB0195 0,317 -0,08 VARÓN PUBERAL 25,16 25,31 PADRES CON SOBREPESO LEVE NO UN CRITERIO NORMAL
13.261 OB0196 0,328 1,25 VARÓN PREPUBERAL 30,71 28,25 PADRE O MADRE OBESO MODERADA NO UN CRITERIO NORMAL
13.274 OB0198 0,310 3,67 MUJER PREPUBERAL 30,00 25,81 PADRE O MADRE OBESO SEVERA NO DOS CRITERIOS ALTERADO
13.277 OB0199 0,347 -0,17 MUJER PREPUBERAL 29,43 23,41 PADRES CON SOBREPESO MODERADA NO UN CRITERIO NORMAL
13.280 OB0200 0,360 0,75 VARÓN PREPUBERAL 25,35 MODERADA NO UN CRITERIO NORMAL
13.282 OB0201 0,351 -0,50 VARÓN PREPUBERAL 40,85 36,13 PADRES OBESOS LEVE NO UN CRITERIO NORMAL
13.291 OB0202 0,336 1,42 VARÓN PUBERAL 23,12 40,12 PADRE O MADRE OBESO MODERADA NO UN CRITERIO NORMAL
13.308 OB0203 0,323 1,42 MUJER PUBERAL 28,79 23,75 PADRES CON SOBREPESO MODERADA NO UN CRITERIO NORMAL
13.328 OB0205 0,335 0,75 MUJER PUBERAL 36,09 20,89 PADRE O MADRE OBESO MODERADA NO UN CRITERIO NORMAL
13.346 OB0207 0,356 0,00 MUJER PUBERAL 30,18 MODERADA NO UN CRITERIO NORMAL
13.358 OB0208 0,322 1,08 MUJER PREPUBERAL 29,10 43,69 PADRE O MADRE OBESO MODERADA NO UN CRITERIO NORMAL
13.362 OB0209 0,330 0,75 MUJER PUBERAL 21,48 MODERADA NO UN CRITERIO NORMAL
13.374 OB0210 0,262 0,17 VARÓN PREPUBERAL 24,72 27,70 PADRES CON SOBREPESO LEVE NO UN CRITERIO ALTERADO
13.378 OB0211 0,342 0,75 VARÓN PREPUBERAL 30,42 24,32 PADRE O MADRE OBESO LEVE NO UN CRITERIO NORMAL
SM: síndrome metabólico; IMC-Pad: índice masa corporal padre; IMC-Mad: índice masa corporal madre

216
Anexo

Anexo A. Tabla con los datos individuales de los pacientes


Identidad Identidad QUICKI Dif. años Estadio IMC- Pad IMC- Mad Progenitores Obesidad S.M S.M. Criterios HOMA
Sexo
paciente familia basal (EO-EC) Tanner Kg/m2 Kg/m2 Obesos basal Basal basal basal
13.385 OB0212 0,337 0,92 VARÓN PREPUBERAL 22,73 27,76 PADRES CON SOBREPESO LEVE NO SIN CRITERIO NORMAL
13.404 OB0214 0,344 1,92 VARÓN PUBERAL 27,68 30,29 PADRE O MADRE OBESO SEVERA NO UN CRITERIO NORMAL
13.408 OB0215 0,319 1,33 MUJER PUBERAL 27,33 LEVE NO UN CRITERIO NORMAL
13.426 OB0218 0,373 2,08 VARÓN PREPUBERAL SEVERA NO UN CRITERIO NORMAL
13.454 OB0219 0,297 2,17 MUJER PREPUBERAL 28,52 21,75 PADRES CON SOBREPESO MODERADA NO UN CRITERIO ALTERADO
13.458 OB0220 0,357 0,85 VARÓN PREPUBERAL 33,08 28,51 PADRE O MADRE OBESO MODERADA NO UN CRITERIO NORMAL
13.502 OB0222 0,336 1,93 MUJER PUBERAL 22,96 LEVE NO DOS CRITERIOS NORMAL
13.550 OB0228 0,316 0,16 VARÓN PREPUBERAL 25,77 31,00 PADRE O MADRE OBESO SEVERA NO UN CRITERIO NORMAL
13.551 OB0228 0,307 0,00 VARÓN PUBERAL 25,77 31,00 PADRE O MADRE OBESO MODERADA NO DOS CRITERIOS ALTERADO
13.581 OB0230 0,357 -2,25 VARÓN PREPUBERAL 25,27 25,02 PADRES CON SOBREPESO LEVE NO UN CRITERIO NORMAL
13.609 OB0234 0,354 0,67 MUJER PREPUBERAL 26,41 28,79 PADRES CON SOBREPESO LEVE NO UN CRITERIO NORMAL
13.632 OB0237 0,324 0,75 VARÓN PUBERAL 20,59 LEVE NO UN CRITERIO NORMAL
13.640 OB0240 0,317 0,58 VARÓN PUBERAL 33,84 35,41 PADRES OBESOS MODERADA NO UN CRITERIO NORMAL
13.642 OB0235 0,354 0,42 VARÓN PREPUBERAL 24,50 23,84 PADRES CON SOBREPESO SEVERA NO UN CRITERIO NORMAL
13.654 OB0242 0,357 0,33 MUJER PREPUBERAL 21,73 23,08 LEVE NO SIN CRITERIO NORMAL
13.668 OB0239 0,346 0,50 VARÓN PREPUBERAL 25,25 23,61 PADRES CON SOBREPESO SEVERA NO UN CRITERIO NORMAL
13.669 OB0244 0,321 1,75 MUJER PUBERAL 24,83 40,67 PADRE O MADRE OBESO SEVERA NO UN CRITERIO NORMAL
13.675 OB0245 0,342 1,42 VARÓN PUBERAL 22,98 SEVERA NO DOS CRITERIOS NORMAL
13.682 OB0248 0,345 1,33 VARÓN PUBERAL 32,31 31,67 PADRES OBESOS MODERADA NO UN CRITERIO NORMAL
13.762 OB0253 0,325 0,42 VARÓN PREPUBERAL 33,86 23,93 PADRE O MADRE OBESO MODERADA NO UN CRITERIO NORMAL
13.770 OB0254 0,325 1,33 MUJER PREPUBERAL 30,14 33,30 PADRES OBESOS SEVERA NO DOS CRITERIOS NORMAL
13.772 OB0255 0,320 -0,75 MUJER PREPUBERAL 35,48 32,40 PADRES OBESOS MODERADA NO UN CRITERIO NORMAL
13.782 OB0256 0,316 2,00 VARÓN PUBERAL 25,51 SEVERA NO UN CRITERIO NORMAL
13.783 OB0257 0,389 -0,50 VARÓN PREPUBERAL 25,00 31,79 PADRE O MADRE OBESO LEVE NO UN CRITERIO NORMAL
13.800 OB0258 0,334 0,75 MUJER PUBERAL 25,81 35,28 PADRE O MADRE OBESO MODERADA NO UN CRITERIO NORMAL
13.801 OB0259 0,371 1,33 MUJER PUBERAL 35,10 29,26 PADRE O MADRE OBESO LEVE NO UN CRITERIO NORMAL
13.820 OB0264 0,375 2,33 MUJER PREPUBERAL 38,89 LEVE NO UN CRITERIO NORMAL
13.823 OB0265 0,327 0,00 MUJER PREPUBERAL 28,37 24,65 PADRES CON SOBREPESO LEVE NO UN CRITERIO NORMAL
13.839 OB0269 0,345 1,13 VARÓN PUBERAL 34,52 30,07 PADRES OBESOS SEVERA NO UN CRITERIO NORMAL
13.851 OB0271 0,318 0,67 VARÓN PREPUBERAL SEVERA NO UN CRITERIO NORMAL
13.864 OB0277 0,343 2,00 VARÓN PUBERAL 32,27 45,84 PADRES OBESOS MODERADA SI TRES CRITERIOS NORMAL
SM: síndrome metabólico; IMC-Pad: índice masa corporal padre; IMC-Mad: índice masa corporal madre

217
Anexo

Anexo A. Tabla con los datos individuales de los pacientes


Identidad Identidad QUICKI Dif. años Estadio IMC- Pad IMC- Mad Progenitores Obesidad S.M S.M. Criterios HOMA
Sexo
paciente familia basal (EO-EC) Tanner Kg/m2 Kg/m2 Obesos basal Basal basal basal
13.877 OB0279 0,356 VARÓN PREPUBERAL 31,17 27,98 PADRE O MADRE OBESO LEVE NO UN CRITERIO NORMAL
13.897 OB0285 0,320 1,58 VARÓN PREPUBERAL 25,34 MODERADA NO UN CRITERIO NORMAL
13.932 OB0294 0,317 1,50 MUJER PUBERAL MODERADA NO DOS CRITERIOS NORMAL
14.025 OB0307 0,286 1,58 MUJER PREPUBERAL 27,24 SEVERA NO DOS CRITERIOS ALTERADO
14.071 OB0312 0,375 0,08 VARÓN PREPUBERAL 28,31 27,58 PADRES CON SOBREPESO LEVE NO DOS CRITERIOS NORMAL
14.106 OB0313 0,357 -0,17 MUJER PUBERAL 22,61 LEVE NO DOS CRITERIOS NORMAL
14.140 OB0316 0,347 1,58 MUJER PREPUBERAL 25,46 42,33 PADRE O MADRE OBESO MODERADA NO UN CRITERIO NORMAL
14.167 OB0318 0,363 2,10 VARÓN PREPUBERAL SEVERA NO UN CRITERIO NORMAL
14.186 OB0320 0,329 0,50 MUJER PUBERAL 35,94 27,92 PADRE O MADRE OBESO MODERADA NO UN CRITERIO NORMAL
14.220 OB0321 0,323 -0,08 VARÓN PUBERAL 24,42 33,55 PADRE O MADRE OBESO MODERADA NO DOS CRITERIOS NORMAL
14.241 OB0325 0,330 1,33 MUJER PREPUBERAL 32,74 24,90 PADRE O MADRE OBESO SEVERA NO DOS CRITERIOS NORMAL
14.255 OB0327 0,314 -0,08 MUJER PUBERAL 26,31 25,69 PADRES CON SOBREPESO MODERADA NO DOS CRITERIOS ALTERADO
SM: síndrome metabólico; IMC-Pad: índice masa corporal padre; IMC-Mad: índice masa corporal madre

218
Anexo

Anexo A. Tabla con los datos individuales de los pacientes


Identidad Identidad QUICKI Glucosa HDL-C Triglicérido TTOG-120 cintura percentil T.S. T.D T.S percentil 95 T.D percentil 95
paciente Familia basal basal basal basal basal 90 basal basal basal basal basal
8.657 OB0344 ALTERADO NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL ALTERADO NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL
11.795 OB0056 ALTERADO NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL ALTERADO NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL
11.875 OB0062 NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL ALTERADO NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL
11.950 OB0067 ALTERADO NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL ALTERADO NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL
11.983 OB0072 NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL
12.030 OB0074 ALTERADO NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL ALTERADO NORMAL NORMAL ALTERADO NORMAL
12.040 OB0075 NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL ALTERADO NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL
12.092 OB0080 ALTERADO NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL ALTERADO NORMAL NORMAL ALTERADO NORMAL
12.099 OB0081 NORMAL NORMAL ALTERADO NORMAL NORMAL ALTERADO NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL
12.103 OB0083 ALTERADO NORMAL ALTERADO NORMAL ALTERADO ALTERADO NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL
12.144 OB0085 ALTERADO NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL ALTERADO NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL
12.151 OB0086 NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL ALTERADO NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL
12.201 OB0088 ALTERADO NORMAL NORMAL NORMAL ALTERADO ALTERADO NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL
12.221 OB0089 NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL ALTERADO ALTERADO NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL
12.244 OB0091 NORMAL ALTERADO NORMAL NORMAL ALTERADO ALTERADO NORMAL NORMAL ALTERADO NORMAL
12.247 OB0092 ALTERADO NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL ALTERADO NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL
12.252 OB0093 ALTERADO NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL ALTERADO NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL
12.255 OB0094 ALTERADO NORMAL ALTERADO NORMAL NORMAL ALTERADO NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL
12.287 OB0097 ALTERADO NORMAL ALTERADO ALTERADO NORMAL ALTERADO ALTERADO NORMAL ALTERADO NORMAL
12.308 OB0098 ALTERADO NORMAL NORMAL ALTERADO NORMAL ALTERADO NORMAL NORMAL ALTERADO NORMAL
12.317 OB0060 NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL ALTERADO ALTERADO NORMAL ALTERADO ALTERADO
12.388 OB0103 NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL ALTERADO NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL
12.389 OB0103 ALTERADO NORMAL NORMAL NORMAL ALTERADO ALTERADO NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL
12.390 OB0104 ALTERADO NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL ALTERADO NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL
12.402 OB0105 ALTERADO NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL ALTERADO NORMAL ALTERADO ALTERADO ALTERADO
12.413 OB0106 ALTERADO NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL ALTERADO NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL
12.416 OB0107 NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL ALTERADO NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL
12.422 OB0109 NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL
12.426 OB0110 ALTERADO NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL ALTERADO NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL
12.432 OB0111 NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL ALTERADO NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL
12.454 OB0112 ALTERADO NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL ALTERADO ALTERADO NORMAL ALTERADO NORMAL
TTOG-120: glucemia minuto 120; TS: tensión sistólica; TD: tensión diastólica

219
Anexo

Anexo A. Tabla con los datos individuales de los pacientes


Identidad Identidad QUICKI Glucosa HDL-C Triglicérido TTOG-120 cintura percentil T.S. T.D T.S percentil 95 T.D percentil 95
paciente Familia basal basal basal basal basal 90 basal basal basal basal basal
12.496 OB0113 NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL ALTERADO NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL
12.508 OB0114 ALTERADO NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL ALTERADO ALTERADO NORMAL ALTERADO NORMAL
12.539 OB0115 NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL ALTERADO NORMAL NORMAL ALTERADO NORMAL
12.552 OB0116 NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL ALTERADO ALTERADO NORMAL ALTERADO NORMAL
12.611 OB0121 NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL ALTERADO NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL
12.621 OB0122 NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL ALTERADO NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL
12.625 OB0123 ALTERADO NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL ALTERADO NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL
12.701 OB0125 ALTERADO NORMAL NORMAL ALTERADO NORMAL ALTERADO NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL
12.705 OB0126 ALTERADO NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL ALTERADO NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL
12.714 OB0128 ALTERADO NORMAL ALTERADO NORMAL NORMAL ALTERADO NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL
12.727 OB0130 NORMAL NORMAL ALTERADO NORMAL NORMAL ALTERADO NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL
12.742 OB0133 NORMAL NORMAL ALTERADO NORMAL NORMAL ALTERADO NORMAL NORMAL ALTERADO NORMAL
12.745 OB0134 ALTERADO NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL ALTERADO NORMAL ALTERADO NORMAL
12.752 OB0136 NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL ALTERADO NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL
12.831 OB0138 NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL ALTERADO NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL
12.834 OB0139 ALTERADO NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL ALTERADO ALTERADO NORMAL ALTERADO NORMAL
12.847 OB0140 ALTERADO NORMAL NORMAL ALTERADO NORMAL ALTERADO NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL
12.849 OB0142 NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL ALTERADO ALTERADO NORMAL ALTERADO NORMAL
12.868 OB0144 NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL ALTERADO NORMAL NORMAL ALTERADO NORMAL
12.871 OB0145 ALTERADO NORMAL ALTERADO NORMAL NORMAL ALTERADO NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL
12.894 OB0149 ALTERADO NORMAL NORMAL ALTERADO ALTERADO ALTERADO ALTERADO NORMAL ALTERADO NORMAL
12.912 OB0150 NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL ALTERADO ALTERADO NORMAL ALTERADO NORMAL
12.913 OB0150 ALTERADO NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL ALTERADO NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL
12.917 OB0151 ALTERADO NORMAL ALTERADO NORMAL NORMAL ALTERADO NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL
12.925 OB0153 NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL ALTERADO NORMAL NORMAL ALTERADO NORMAL
12.933 OB0155 ALTERADO NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL ALTERADO NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL
12.937 OB0156 NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL ALTERADO NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL
12.989 OB0159 NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL ALTERADO NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL
12.998 OB0160 NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL ALTERADO NORMAL NORMAL ALTERADO NORMAL
13.019 OB0162 NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL ALTERADO NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL
13.046 OB0164 NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL ALTERADO NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL
TTOG-120: glucemia minuto 120; TS: tensión sistólica; TD: tensión diastólica

220
Anexo

Anexo A. Tabla con los datos individuales de los pacientes


Identidad Identidad QUICKI Glucosa HDL-C Triglicérido TTOG-120 cintura percentil T.S. T.D T.S percentil 95 T.D percentil 95
paciente Familia basal basal basal basal basal 90 basal basal basal basal basal
13.049 OB0165 NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL ALTERADO NORMAL NORMAL ALTERADO NORMAL
13.077 OB0168 ALTERADO NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL ALTERADO NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL
13.094 OB0171 NORMAL NORMAL ALTERADO NORMAL NORMAL ALTERADO ALTERADO ALTERADO ALTERADO ALTERADO
13.095 OB0172 NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL ALTERADO NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL
13.110 OB0173 NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL ALTERADO NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL
13.111 OB0174 NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL ALTERADO NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL
13.123 OB0176 NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL ALTERADO NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL
13.126 OB0177 ALTERADO NORMAL ALTERADO NORMAL NORMAL ALTERADO NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL
13.136 OB0178 NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL ALTERADO NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL
13.143 OB0179 NORMAL NORMAL ALTERADO NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL
13.145 OB0180 ALTERADO NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL ALTERADO NORMAL NORMAL NORMAL ALTERADO
13.147 OB0181 ALTERADO NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL ALTERADO NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL
13.151 OB0182 NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL ALTERADO NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL
13.154 OB0183 ALTERADO NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL ALTERADO NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL
13.157 OB0184 NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL ALTERADO NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL
13.177 OB0185 ALTERADO NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL ALTERADO NORMAL NORMAL ALTERADO NORMAL
13.219 OB0190 NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL ALTERADO NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL
13.257 OB0195 ALTERADO NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL ALTERADO NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL
13.261 OB0196 ALTERADO NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL ALTERADO NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL
13.274 OB0198 ALTERADO NORMAL ALTERADO NORMAL NORMAL ALTERADO NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL
13.277 OB0199 NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL ALTERADO NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL
13.280 OB0200 NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL ALTERADO NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL
13.282 OB0201 NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL ALTERADO NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL
13.291 OB0202 ALTERADO NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL ALTERADO NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL
13.308 OB0203 ALTERADO NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL ALTERADO NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL
13.328 OB0205 ALTERADO NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL ALTERADO NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL
13.346 OB0207 NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL ALTERADO ALTERADO NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL
13.358 OB0208 ALTERADO NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL ALTERADO NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL
13.362 OB0209 ALTERADO NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL ALTERADO NORMAL NORMAL ALTERADO NORMAL
13.374 OB0210 ALTERADO NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL ALTERADO NORMAL NORMAL ALTERADO NORMAL
13.378 OB0211 NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL ALTERADO NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL
TTOG-120: glucemia minuto 120; TS: tensión sistólica; TD: tensión diastólica

221
Anexo

Anexo A. Tabla con los datos individuales de los pacientes


Identidad Identidad QUICKI Glucosa HDL-C Triglicérido TTOG-120 cintura percentil T.S. T.D T.S percentil 95 T.D percentil 95
paciente Familia basal basal basal basal basal 90 basal basal basal basal basal
13.385 OB0212 ALTERADO NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL
13.404 OB0214 NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL ALTERADO NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL
13.408 OB0215 ALTERADO NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL ALTERADO NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL
13.426 OB0218 NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL ALTERADO NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL
13.454 OB0219 ALTERADO NORMAL NORMAL NORMAL ALTERADO ALTERADO NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL
13.458 OB0220 NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL ALTERADO NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL
13.502 OB0222 ALTERADO NORMAL NORMAL ALTERADO NORMAL ALTERADO NORMAL NORMAL ALTERADO NORMAL
13.550 OB0228 ALTERADO NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL ALTERADO NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL
13.551 OB0228 ALTERADO NORMAL ALTERADO NORMAL NORMAL ALTERADO NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL
13.581 OB0230 NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL ALTERADO NORMAL NORMAL ALTERADO NORMAL
13.609 OB0234 NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL ALTERADO NORMAL NORMAL ALTERADO NORMAL
13.632 OB0237 ALTERADO NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL ALTERADO NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL
13.640 OB0240 ALTERADO NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL ALTERADO NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL
13.642 OB0235 NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL ALTERADO NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL
13.654 OB0242 NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL
13.668 OB0239 NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL ALTERADO NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL
13.669 OB0244 ALTERADO NORMAL NORMAL NORMAL ALTERADO ALTERADO NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL
13.675 OB0245 NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL ALTERADO ALTERADO NORMAL ALTERADO NORMAL
13.682 OB0248 NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL ALTERADO NORMAL NORMAL ALTERADO NORMAL
13.762 OB0253 ALTERADO NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL ALTERADO NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL
13.770 OB0254 ALTERADO NORMAL ALTERADO NORMAL NORMAL ALTERADO NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL
13.772 OB0255 ALTERADO NORMAL NORMAL NORMAL ALTERADO ALTERADO NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL
13.782 OB0256 ALTERADO NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL ALTERADO NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL
13.783 OB0257 NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL ALTERADO NORMAL NORMAL ALTERADO NORMAL
13.800 OB0258 ALTERADO NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL ALTERADO NORMAL NORMAL ALTERADO NORMAL
13.801 OB0259 NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL ALTERADO NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL
13.820 OB0264 NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL ALTERADO NORMAL NORMAL ALTERADO NORMAL
13.823 OB0265 ALTERADO NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL ALTERADO NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL
13.839 OB0269 NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL ALTERADO NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL
13.851 OB0271 ALTERADO NORMAL NORMAL NORMAL ALTERADO ALTERADO NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL
13.864 OB0277 NORMAL NORMAL ALTERADO NORMAL NORMAL ALTERADO ALTERADO NORMAL ALTERADO NORMAL
TTOG-120: glucemia minuto 120; T.S: tensión sistólica; T.D: tensión diastólica

222
Anexo

Anexo A. Tabla con los datos individuales de los pacientes


Identidad Identidad QUICKI Glucosa HDL-C Triglicérido TTOG-120 cintura percentil T.S. T.D T.S percentil 95 T.D percentil 95
paciente Familia basal basal basal basal basal 90 basal basal basal basal basal
13.877 OB0279 NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL ALTERADO NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL
13.897 OB0285 ALTERADO NORMAL NORMAL NORMAL ALTERADO ALTERADO NORMAL NORMAL ALTERADO NORMAL
13.932 OB0294 ALTERADO NORMAL ALTERADO NORMAL NORMAL ALTERADO NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL
14.025 OB0307 ALTERADO NORMAL ALTERADO NORMAL NORMAL ALTERADO NORMAL NORMAL ALTERADO NORMAL
14.071 OB0312 NORMAL NORMAL ALTERADO NORMAL ALTERADO ALTERADO NORMAL NORMAL ALTERADO NORMAL
14.106 OB0313 NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL ALTERADO ALTERADO NORMAL ALTERADO NORMAL
14.140 OB0316 NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL ALTERADO NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL
14.167 OB0318 NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL ALTERADO NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL
14.186 OB0320 ALTERADO NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL ALTERADO NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL
14.220 OB0321 ALTERADO NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL ALTERADO ALTERADO NORMAL ALTERADO NORMAL
14.241 OB0325 ALTERADO NORMAL ALTERADO NORMAL NORMAL ALTERADO NORMAL NORMAL ALTERADO NORMAL
14.255 OB0327 ALTERADO NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL ALTERADO ALTERADO NORMAL ALTERADO NORMAL
TTOG-120: glucemia minuto 120; TS: tensión sistólica; TD: tensión diastólica

223
Anexo

Anexo A. Tabla con los datos individuales de los pacientes


Identidad Identidad Edad ≥ IMC -z Variación IMC-z Variación IMC-z IMC al año IMC-z
Obesidad seis meses Obesidad al año
paciente familia 10 años seis meses seis meses seis meses Kg/m2 al año
8.657 OB0344 MAYOR 3,51 OBESIDAD MODERADA -0,84 AUMENTA 29,10 3,65 OBESIDAD MODERADA
11.795 OB0056 MENOR 5,12 OBESIDAD SEVERA -0,55 AUMENTA 32,53 5,07 OBESIDAD SEVERA
11.875 OB0062 MAYOR
11.950 OB0067 MENOR 3,64 OBESIDAD MODERADA 2,64 DISMINUYE 23,16 2,43 OBESIDAD LEVE
11.983 OB0072 MAYOR 0,47 PESO ADECUADO 1,71 DISMINUYE 23,23 1,25 PESO ADECUADO
12.030 OB0074 MENOR
12.040 OB0075 MENOR 0,59 PESO ADECUADO 2,38 DISMINUYE 17,79 0,13 PESO ADECUADO
12.092 OB0080 MENOR 3,30 OBESIDAD MODERADA 0,70 DISMINUYE 25,48 3,64 OBESIDAD MODERADA
12.099 OB0081 MAYOR
12.103 OB0083 MAYOR 4,56 OBESIDAD SEVERA -0,70 AUMENTA 34,82 4,41 OBESIDAD SEVERA
12.144 OB0085 MAYOR 2,89 OBESIDAD LEVE 0,83 DISMINUYE 27,02 2,47 OBESIDAD LEVE
12.151 OB0086 MENOR 2,25 OBESIDAD LEVE 0,62 DISMINUYE 22,36 1,62 SOBREPESO
12.201 OB0088 MENOR
12.221 OB0089 MENOR 1,88 SOBREPESO 1,59 DISMINUYE 22,55 1,48 PESO ADECUADO
12.244 OB0091 MENOR 3,61 OBESIDAD MODERADA -0,38 MANTIENE 26,65 2,44 OBESIDAD LEVE
12.247 OB0092 MAYOR 27,08 2,58 OBESIDAD LEVE
12.252 OB0093 MAYOR 3,64 OBESIDAD MODERADA -0,01 MANTIENE 29,23 3,19 OBESIDAD MODERADA
12.255 OB0094 MAYOR 2,61 OBESIDAD LEVE 0,29 MANTIENE
12.287 OB0097 MAYOR 12,73 OBESIDAD SEVERA -0,87 AUMENTA 54,30 11,07 OBESIDAD SEVERA
12.308 OB0098 MENOR 4,91 OBESIDAD SEVERA -0,07 MANTIENE 30,67 3,81 OBESIDAD MODERADA
12.317 OB0060 MAYOR 3,76 OBESIDAD MODERADA 0,03 MANTIENE 28,78 2,26 OBESIDAD LEVE
12.388 OB0103 MAYOR 2,54 OBESIDAD LEVE 0,41 MANTIENE 27,93 2,51 OBESIDAD LEVE
12.389 OB0103 MAYOR 2,86 OBESIDAD LEVE 0,56 DISMINUYE 29,80 3,68 OBESIDAD MODERADA
12.390 OB0104 MAYOR 1,81 SOBREPESO 0,19 MANTIENE 26,22 1,54 SOBREPESO
12.402 OB0105 MAYOR 6,68 OBESIDAD SEVERA -0,46 MANTIENE 39,68 6,26 OBESIDAD SEVERA
12.413 OB0106 MAYOR 4,16 OBESIDAD SEVERA 0,81 DISMINUYE 32,30 4,15 OBESIDAD SEVERA
12.416 OB0107 MENOR 5,78 OBESIDAD SEVERA 1,40 DISMINUYE 27,08 4,00 OBESIDAD SEVERA
12.422 OB0109 MAYOR 1,97 SOBREPESO 0,65 DISMINUYE 25,35 1,63 SOBREPESO
12.426 OB0110 MAYOR 1,63 SOBREPESO 0,79 DISMINUYE 24,89 1,46 PESO ADECUADO
12.432 OB0111 MENOR 3,44 OBESIDAD MODERADA 0,64 DISMINUYE 24,52 3,19 OBESIDAD MODERADA
12.454 OB0112 MAYOR
IMC-z: índice masa corporal en SDS

224
Anexo

190Anexo A. Tabla con los datos individuales de los pacientes


Identidad Identidad Edad ≥ IMC -z Variación IMC-z Variación IMC-z IMC al año IMC-z
Obesidad seis meses Obesidad al año
paciente familia 10 años seis meses seis meses seis meses Kg/m2 al año
12.496 OB0113 MAYOR 0,96 PESO ADECUADO 1,44 DISMINUYE 22,08 0,74 PESO ADECUADO
12.508 OB0114 MAYOR 2,16 OBESIDAD LEVE 0,81 DISMINUYE 28,01 2,23 OBESIDAD LEVE
12.539 OB0115 MENOR 5,53 OBESIDAD SEVERA -0,13 MANTIENE 27,08 4,61 OBESIDAD SEVERA
12.552 OB0116 MAYOR 3,27 OBESIDAD MODERADA 0,02 MANTIENE 32,66 4,07 OBESIDAD SEVERA
12.611 OB0121 MENOR 2,71 OBESIDAD LEVE 0,79 DISMINUYE 24,31 2,55 OBESIDAD LEVE
12.621 OB0122 MENOR 2,97 OBESIDAD LEVE 1,76 DISMINUYE 22,39 2,93 OBESIDAD LEVE
12.625 OB0123 MENOR 2,94 OBESIDAD LEVE 0,50 DISMINUYE 27,48 2,71 OBESIDAD LEVE
12.701 OB0125 MENOR 3,89 OBESIDAD MODERADA -0,11 MANTIENE 29,44 4,15 OBESIDAD SEVERA
12.705 OB0126 MAYOR 3,78 OBESIDAD MODERADA 0,49 MANTIENE 32,17 4,39 OBESIDAD SEVERA
12.714 OB0128 MAYOR 3,84 OBESIDAD MODERADA 0,67 DISMINUYE
12.727 OB0130 MAYOR 1,56 SOBREPESO 1,16 DISMINUYE 24,16 1,49 PESO ADECUADO
12.742 OB0133 MAYOR 4,04 OBESIDAD SEVERA 0,21 MANTIENE 32,04 5,37 OBESIDAD SEVERA
12.745 OB0134 MAYOR 2,54 OBESIDAD LEVE -0,25 MANTIENE 23,81 1,82 SOBREPESO
12.752 OB0136 MAYOR 2,46 OBESIDAD LEVE 0,77 DISMINUYE 27,60 3,60 OBESIDAD MODERADA
12.831 OB0138 MAYOR 1,77 SOBREPESO 1,52 DISMINUYE 25,89 2,51 OBESIDAD LEVE
12.834 OB0139 MAYOR
12.847 OB0140 MAYOR
12.849 OB0142 MENOR 1,76 SOBREPESO 0,89 DISMINUYE 24,45 1,74 SOBREPESO
12.868 OB0144 MENOR 3,01 OBESIDAD MODERADA 1,20 DISMINUYE 25,28 2,50 OBESIDAD LEVE
12.871 OB0145 MAYOR 3,26 OBESIDAD MODERADA -0,57 AUMENTA 29,98 3,75 OBESIDAD MODERADA
12.894 OB0149 MAYOR 4,83 OBESIDAD SEVERA -0,62 AUMENTA 29,98 4,14 OBESIDAD SEVERA
12.912 OB0150 MAYOR 2,25 OBESIDAD LEVE 1,90 DISMINUYE 26,65 1,80 SOBREPESO
12.913 OB0150 MAYOR 3,28 OBESIDAD MODERADA 0,65 DISMINUYE 28,60 3,24 OBESIDAD MODERADA
12.917 OB0151 MENOR 2,97 OBESIDAD LEVE 0,23 MANTIENE 24,01 2,77 OBESIDAD LEVE
12.925 OB0153 MENOR 6,15 OBESIDAD SEVERA 0,42 MANTIENE 34,02 6,20 OBESIDAD SEVERA
12.933 OB0155 MENOR 3,86 OBESIDAD MODERADA 0,02 MANTIENE
12.937 OB0156 MENOR 5,25 OBESIDAD SEVERA 1,75 DISMINUYE 28,06 4,39 OBESIDAD SEVERA
12.989 OB0159 MENOR 2,00 OBESIDAD LEVE 1,67 DISMINUYE 23,66 2,52 OBESIDAD LEVE
12.998 OB0160 MENOR 5,92 OBESIDAD SEVERA -0,40 MANTIENE 31,69 6,51 OBESIDAD SEVERA
13.019 OB0162 MAYOR 1,68 SOBREPESO 0,61 DISMINUYE 25,18 1,33 PESO ADECUADO
13.046 OB0164 MENOR 2,31 OBESIDAD LEVE 1,67 DISMINUYE 25,05 2,41 OBESIDAD LEVE

IMC-z: índice masa corporal en SDS

225
Anexo

Anexo A. Tabla con los datos individuales de los pacientes


Identidad Identidad Edad ≥ IMC -z Variación IMC-z Variación IMC-z IMC al año IMC-z
Obesidad seis meses Obesidad al año
paciente familia 10 años seis meses seis meses seis meses Kg/m2 al año
13.049 OB0165 MAYOR 2,77 OBESIDAD LEVE 0,72 DISMINUYE 26,11 2,35 OBESIDAD LEVE
13.077 OB0168 MENOR 2,83 OBESIDAD LEVE 0,93 DISMINUYE 27,21 2,32 OBESIDAD LEVE
13.094 OB0171 MAYOR 3,70 OBESIDAD MODERADA 2,00 DISMINUYE 31,30 4,05 OBESIDAD SEVERA
13.095 OB0172 MAYOR 1,32 PESO ADECUADO 1,59 DISMINUYE 24,56 1,74 SOBREPESO
13.110 OB0173 MENOR 2,01 OBESIDAD LEVE 0,61 DISMINUYE 23,49 1,58 SOBREPESO
13.111 OB0174 MAYOR
13.123 OB0176 MAYOR 3,21 OBESIDAD MODERADA 0,96 DISMINUYE
13.126 OB0177 MAYOR 5,23 OBESIDAD SEVERA -0,39 MANTIENE
13.136 OB0178 MENOR 4,24 OBESIDAD SEVERA 0,76 DISMINUYE 26,59 3,50 OBESIDAD MODERADA
13.143 OB0179 MAYOR 0,93 PESO ADECUADO 1,50 DISMINUYE 23,82 1,60 SOBREPESO
13.145 OB0180 MAYOR 2,91 OBESIDAD LEVE 0,61 DISMINUYE 28,89 3,24 OBESIDAD MODERADA
13.147 OB0181 MAYOR 1,36 PESO ADECUADO 1,58 DISMINUYE 23,43 1,63 SOBREPESO
13.151 OB0182 MENOR 2,69 OBESIDAD LEVE -0,34 MANTIENE 25,41 2,13 OBESIDAD LEVE
13.154 OB0183 MAYOR 5,47 OBESIDAD SEVERA -0,75 AUMENTA
13.157 OB0184 MENOR 1,48 PESO ADECUADO 2,19 DISMINUYE 19,97 0,53 PESO ADECUADO
13.177 OB0185 MENOR 2,47 OBESIDAD LEVE 0,66 DISMINUYE
13.219 OB0190 MENOR 3,85 OBESIDAD MODERADA 0,78 DISMINUYE 25,55 3,40 OBESIDAD MODERADA
13.257 OB0195 MAYOR 1,92 SOBREPESO 0,36 MANTIENE 27,53 1,89 SOBREPESO
13.261 OB0196 MENOR 1,95 SOBREPESO 1,80 DISMINUYE 22,76 1,51 SOBREPESO
13.274 OB0198 MENOR 3,12 OBESIDAD MODERADA 1,13 DISMINUYE 26,12 3,19 OBESIDAD MODERADA
13.277 OB0199 MENOR 4,14 OBESIDAD SEVERA -0,40 MANTIENE 27,14 2,84 OBESIDAD LEVE
13.280 OB0200 MAYOR 3,01 OBESIDAD MODERADA 0,90 DISMINUYE 28,52 2,72 OBESIDAD LEVE
13.282 OB0201 MAYOR 1,73 SOBREPESO 0,61 DISMINUYE
13.291 OB0202 MAYOR 2,47 OBESIDAD LEVE 0,96 DISMINUYE 25,96 2,44 OBESIDAD LEVE
13.308 OB0203 MAYOR 3,64 OBESIDAD MODERADA -0,14 MANTIENE 30,17 3,02 OBESIDAD MODERADA
13.328 OB0205 MAYOR 3,59 OBESIDAD MODERADA 0,10 MANTIENE 28,41 2,85 OBESIDAD LEVE
13.346 OB0207 MENOR 2,93 OBESIDAD LEVE 0,69 DISMINUYE 26,79 2,86 OBESIDAD LEVE
13.358 OB0208 MENOR 3,23 OBESIDAD MODERADA 0,75 DISMINUYE 24,21 2,34 OBESIDAD LEVE
13.362 OB0209 MAYOR 2,16 OBESIDAD LEVE 1,15 DISMINUYE 24,65 2,10 OBESIDAD LEVE
13.374 OB0210 MENOR 2,58 OBESIDAD LEVE 0,03 MANTIENE 27,18 2,32 OBESIDAD LEVE
13.378 OB0211 MENOR 0,92 PESO ADECUADO 1,08 DISMINUYE 22,20 1,10 PESO ADECUADO

IMC-z: índice masa corporal en SDS

226
Anexo

Anexo A. Tabla con los datos individuales de los pacientes


Identidad Identidad Edad ≥ IMC -z Variación IMC-z Variación IMC-z IMC al año IMC-z
Obesidad seis meses Obesidad al año
paciente familia 10 años seis meses seis meses seis meses Kg/m2 al año
13.385 OB0212 MAYOR 2,30 OBESIDAD LEVE -0,03 MANTIENE 25,37 1,76 SOBREPESO
13.404 OB0214 MAYOR 3,01 OBESIDAD MODERADA 1,41 DISMINUYE 28,08 2,29 OBESIDAD LEVE
13.408 OB0215 MAYOR 2,88 OBESIDAD LEVE 0,05 MANTIENE 26,29 3,04 OBESIDAD MODERADA
13.426 OB0218 MENOR 4,88 OBESIDAD SEVERA 0,49 MANTIENE 29,68 3,07 OBESIDAD MODERADA
13.454 OB0219 MENOR 2,81 OBESIDAD LEVE 0,86 DISMINUYE 24,88 2,70 OBESIDAD LEVE
13.458 OB0220 MAYOR 3,97 OBESIDAD MODERADA -0,87 AUMENTA
13.502 OB0222 MAYOR 2,64 OBESIDAD LEVE 0,06 MANTIENE
13.550 OB0228 MENOR 1,42 PESO ADECUADO 4,47 DISMINUYE 22,05 1,50 SOBREPESO
13.551 OB0228 MAYOR 0,88 PESO ADECUADO 2,70 DISMINUYE 22,77 0,72 PESO ADECUADO
13.581 OB0230 MENOR 0,67 PESO ADECUADO 1,51 DISMINUYE 22,23 1,35 PESO ADECUADO
13.609 OB0234 MENOR 0,61 PESO ADECUADO 1,43 DISMINUYE 19,46 0,86 PESO ADECUADO
13.632 OB0237 MAYOR 1,34 PESO ADECUADO 1,22 DISMINUYE 22,59 0,73 PESO ADECUADO
13.640 OB0240 MAYOR
13.642 OB0235 MENOR 3,77 OBESIDAD MODERADA 1,30 DISMINUYE 25,42 3,86 OBESIDAD MODERADA
13.654 OB0242 MENOR 1,79 SOBREPESO 0,52 DISMINUYE 22,12 1,82 SOBREPESO
13.668 OB0239 MENOR 3,26 OBESIDAD MODERADA 1,33 DISMINUYE 24,00 3,21 OBESIDAD MODERADA
13.669 OB0244 MAYOR 4,51 OBESIDAD SEVERA 0,33 MANTIENE 32,46 4,59 OBESIDAD SEVERA
13.675 OB0245 MAYOR 2,94 OBESIDAD LEVE 2,63 DISMINUYE 27,58 3,07 OBESIDAD MODERADA
13.682 OB0248 MAYOR 2,84 OBESIDAD LEVE 0,36 MANTIENE 29,65 3,63 OBESIDAD MODERADA
13.762 OB0253 MENOR 2,92 OBESIDAD LEVE 0,77 DISMINUYE 26,00 2,75 OBESIDAD LEVE
13.770 OB0254 MENOR 5,48 OBESIDAD SEVERA 0,00 MANTIENE 34,01 5,21 OBESIDAD SEVERA
13.772 OB0255 MAYOR 4,76 OBESIDAD SEVERA -0,92 AUMENTA 30,53 4,74 OBESIDAD SEVERA
13.782 OB0256 MAYOR 4,80 OBESIDAD SEVERA -0,36 MANTIENE 33,71 4,83 OBESIDAD SEVERA
13.783 OB0257 MAYOR 0,69 PESO ADECUADO 2,12 DISMINUYE 21,93 1,08 PESO ADECUADO
13.800 OB0258 MAYOR 4,58 OBESIDAD SEVERA -0,78 AUMENTA 30,15 4,58 OBESIDAD SEVERA
13.801 OB0259 MAYOR 1,00 PESO ADECUADO 1,15 DISMINUYE 25,00 1,47 PESO ADECUADO
13.820 OB0264 MENOR 1,91 SOBREPESO 0,37 MANTIENE 22,74 2,37 OBESIDAD LEVE
13.823 OB0265 MENOR 1,36 PESO ADECUADO 0,80 DISMINUYE 20,35 0,90 PESO ADECUADO
13.839 OB0269 MAYOR 2,88 OBESIDAD LEVE 1,57 DISMINUYE 27,28 2,75 OBESIDAD LEVE
13.851 OB0271 MENOR 3,63 OBESIDAD MODERADA 1,34 DISMINUYE 28,77 3,81 OBESIDAD MODERADA
13.864 OB0277 MAYOR 2,14 OBESIDAD LEVE 1,46 DISMINUYE 27,06 2,21 OBESIDAD LEVE

IMC-z: índice masa corporal en SDS

227
Anexo

Anexo A. Tabla con los datos individuales de los pacientes


Identidad Identidad Edad ≥ IMC -z Variación IMC-z Variación IMC-z IMC al año IMC-z
Obesidad seis meses Obesidad al año
paciente familia 10 años seis meses seis meses seis meses Kg/m2 al año
13.877 OB0279 MENOR 1,76 SOBREPESO 0,73 DISMINUYE 24,02 1,69 SOBREPESO
13.897 OB0285 MENOR 3,40 OBESIDAD MODERADA 0,58 DISMINUYE 23,94 2,46 OBESIDAD LEVE
13.932 OB0294 MAYOR 26,21 2,17 OBESIDAD LEVE
14.025 OB0307 MENOR
14.071 OB0312 MAYOR 2,54 OBESIDAD LEVE 0,12 MANTIENE 25,56 1,85 SOBREPESO
14.106 OB0313 MAYOR
14.140 OB0316 MENOR 3,77 OBESIDAD MODERADA 0,02 MANTIENE 22,02 2,33 OBESIDAD LEVE
14.167 OB0318 MENOR 4,58 OBESIDAD SEVERA 1,25 DISMINUYE 25,47 2,55 OBESIDAD LEVE
14.186 OB0320 MAYOR 3,96 OBESIDAD MODERADA -0,30 MANTIENE 29,93 4,49 OBESIDAD SEVERA
14.220 OB0321 MAYOR 3,20 OBESIDAD MODERADA 0,70 DISMINUYE 27,29 1,82 SOBREPESO
14.241 OB0325 MENOR 6,87 OBESIDAD SEVERA 0,87 DISMINUYE 31,11 5,60 OBESIDAD SEVERA
14.255 OB0327 MAYOR 2,80 OBESIDAD LEVE 1,09 DISMINUYE 28,42 2,67 OBESIDAD LEVE
IMC-z: índice masa corporal en SDS

228
Anexo

Anexo A. Tabla con los datos individuales de los pacientes


Identidad Identidad Variación IMC-z Variación IMC Per. Cintura Perc. de cintura Per. cadera Perc.de cadera Glucosa al HDL-c anual Triglicéridos Glucosa-120 al
paciente familia al año al año al año al año al año al año año (mg/dl) (mg/dl) (mg/dl) año (mg/dl)
8.657 OB0344 -0,98 AUMENTA 98,0 97 97,0 90 90 76 56
11.795 OB0056 -0,50 AUMENTA 98,0 97 102,0 97 89 51 55
11.875 OB0062
11.950 OB0067 3,22 DISMINUYE 75,0 97 76,0 75 72 67 50 93
11.983 OB0072 0,93 DISMINUYE 83,0 75 94,0 75 81 49 67
12.030 OB0074
12.040 OB0075 2,84 DISMINUYE 74,0 90 74,0 75 65 56 45 93
12.092 OB0080 0,36 MANTIENE 89,0 97 89,0 97 93 62 46
12.099 OB0081
12.103 OB0083 -0,55 AUMENTA 112,0 97 114,0 97 74 39 116 90
12.144 OB0085 1,25 DISMINUYE 90,0 90 100,0 90 69 61 92 98
12.151 OB0086 1,25 DISMINUYE 80,5 97 81,5 75 86 58 46
12.201 OB0088
12.221 OB0089 1,99 DISMINUYE 77,0 90 79,0 50 78 46 80 80
12.244 OB0091 0,79 DISMINUYE 86,0 90 96,0 95 90 46 186 121
12.247 OB0092 0,41 MANTIENE 102,0 97 96,0 85 95 59 45
12.252 OB0093 0,44 MANTIENE 92,0 99 102,0 90 111 67 101
12.255 OB0094
12.287 OB0097 0,00 MANTIENE 150,0 97 145,0 99 66 37 108 103
12.308 OB0098 1,03 DISMINUYE 105,0 97 99,2 97 93 38 123
12.317 OB0060 1,53 DISMINUYE 90,0 90 106,5 90 95 64 52
12.388 OB0103 0,44 MANTIENE 104,0 97 106,0 90 85 40 60
12.389 OB0103 -0,26 MANTIENE 103,0 97 105,0 95 80 72 69 100
12.390 OB0104 0,46 MANTIENE 96,0 97 101,0 75 98 35 142
12.402 OB0105 -0,04 MANTIENE 126,4 97 112,0 97 62 48 64 102
12.413 OB0106 0,82 DISMINUYE 108,0 97 116,0 99 79 81 92
12.416 OB0107 3,18 DISMINUYE 89,0 99 86,0 97 84 56 129
12.422 OB0109 0,99 DISMINUYE 75,0 50 100,0 85
12.426 OB0110 0,96 DISMINUYE 86,0 75 95,0 5
12.432 OB0111 0,89 DISMINUYE 85,0 97 91,0 97 87 62 74
12.454 OB0112
IMC-z: índice masa corporal en SDS; Perc: percentil: Per: perímetro

229
Anexo

Anexo A. Tabla con los datos individuales de los pacientes


Identidad Identidad Variación IMC-z Variación IMC Per. Cintura Perc. de cintura Per. cadera Perc. de cadera Glucosa al HDL-c anual Triglicéridos Glucosa-120 al
paciente familia al año al año al año al año al año al año año (mg/dl) (mg/dl) (mg/dl) año (mg/dl)
12.496 OB0113 1,66 DISMINUYE 72,5 25 83,5 25 77 61 44
12.508 OB0114 0,74 DISMINUYE 96,0 97 106,5 90 85 60 44
12.539 OB0115 0,79 DISMINUYE 84,0 97 87,5 97 84 62 71
12.552 OB0116 -0,78 AUMENTA 101,0 97 113,0 97 84 45 59
12.611 OB0121 0,95 DISMINUYE 82,0 97 90,0 95 90 65 42
12.621 OB0122 1,80 DISMINUYE 71,5 97 77,0 85 83 55 58
12.625 OB0123 0,73 DISMINUYE 82,0 90 101,0 97 90 41 43
12.701 OB0125 -0,37 MANTIENE 91,0 99 100,0 99 77 51 122
12.705 OB0126 -0,12 MANTIENE 100,0 97 116,0 99 94 41 87
12.714 OB0128
12.727 OB0130 1,23 DISMINUYE 86,0 90 103,0 90 92 60 75
12.742 OB0133 -1,12 AUMENTA 94,0 97 107,0 99 110 38 175
12.745 OB0134 0,50 DISMINUYE 81,0 75 100,0 95 86 83 40
12.752 OB0136 -0,37 MANTIENE 102,0 97 100,0 97 71 72 63
12.831 OB0138 0,78 DISMINUYE 88,7 97 94,0 90 84 56 26
12.834 OB0139
12.847 OB0140
12.849 OB0142 0,91 DISMINUYE 85,5 90 85,5 85 93 50 71
12.868 OB0144 1,71 DISMINUYE 91,0 97 90,0 95 83 43 96
12.871 OB0145 -1,06 AUMENTA 102,0 97 104,0 95 88 48 108
12.894 OB0149 0,07 MANTIENE 91,0 97 115,0 99 90 51 143 124
12.912 OB0150 2,35 DISMINUYE 106,0 97 107,0 90 89 59 43
12.913 OB0150 0,69 DISMINUYE 101,0 97 99,0 85 81 58 34
12.917 OB0151 0,43 MANTIENE 77,0 97 79,0 90 92 30 86
12.925 OB0153 0,37 MANTIENE 107,0 97 111,0 99 81 48 125
12.933 OB0155
12.937 OB0156 2,61 DISMINUYE 83,0 97 96,0 99 71 45 68
12.989 OB0159 1,15 DISMINUYE 76,5 97 80,5 90 85 61 49
12.998 OB0160 -0,99 AUMENTA 105,0 97 101,0 99 66 39 48
13.019 OB0162 0,96 DISMINUYE 99,0 97 102,0 85 91 58 80
13.046 OB0164 1,57 DISMINUYE 85,0 97 83,0 85 87 60 35
IMC-z: índice masa corporal en SDS; Perc: percentil: Per: perímetro

230
Anexo

Anexo A. Tabla con los datos individuales de los pacientes


Identidad Identidad Variación IMC-z Variación IMC Per. Cintura Perc. de cintura Per. cadera Perc.de cadera Glucosa al HDL-c anual Triglicéridos Glucosa-120 al
paciente familia al año al año al año al año al año al año año (mg/dl) (mg/dl) (mg/dl) año (mg/dl)
13.049 OB0165 1,14 DISMINUYE 91,0 97 99,0 95 78 54 97
13.077 OB0168 1,44 DISMINUYE 96,0 97 94,0 90 90 66 55
13.094 OB0171 1,65 DISMINUYE 112,0 97 116,0 99
13.095 OB0172 1,17 DISMINUYE 87,5 97 88,0 50 86 62 55
13.110 OB0173 0,97 DISMINUYE 81,0 90 85,0 75 85 63 31
13.111 OB0174
13.123 OB0176
13.126 OB0177
13.136 OB0178 1,50 DISMINUYE 85,6 97 89,0 97 89 61 61
13.143 OB0179 0,83 DISMINUYE 76,0 50 94,0 75 91 70 105
13.145 OB0180 0,28 MANTIENE 89,0 90 108,0 97 89 49 95
13.147 OB0181 1,31 DISMINUYE 76,0 75 88,0 95 88 74 24
13.151 OB0182 0,22 MANTIENE 76,0 75 92,0 90 87 56 40
13.154 OB0183
13.157 OB0184 3,14 DISMINUYE 62,0 50 73,0 25 83 46 45
13.177 OB0185
13.219 OB0190 1,23 DISMINUYE 86,0 97 87,0 95 83 51 64
13.257 OB0195 0,39 MANTIENE 97,9 97 101,6 85 86 50 56
13.261 OB0196 2,24 DISMINUYE 76,2 90 83,5 80 93 69 52
13.274 OB0198 1,06 DISMINUYE 82,0 97 92,0 97 77 41 98
13.277 OB0199 0,90 DISMINUYE 93,6 97 95,8 90 82 59 52
13.280 OB0200 1,19 DISMINUYE 95,8 97 103,0 90 88 54 83
13.282 OB0201
13.291 OB0202 0,99 DISMINUYE 98,0 97 94,0 75 78 52 60
13.308 OB0203 0,48 MANTIENE 91,0 97 97,0 75 84 47 64
13.328 OB0205 0,84 DISMINUYE 88,0 90 113,0 99 86 52 45
13.346 OB0207 0,76 DISMINUYE 91,5 97 91,0 90 63 60 50 132
13.358 OB0208 1,64 DISMINUYE 77,3 90 85,4 75 85 54 44
13.362 OB0209 1,21 DISMINUYE 85,0 90 90,0 75 89 60 62
13.374 OB0210 0,29 MANTIENE 93,8 97 92,0 90 97 57 126
13.378 OB0211 0,90 DISMINUYE 73,2 75 84,5 50 82 88 69
IMC-z: índice masa corporal en SDS; Perc: percentil: Per: perímetro

231
Anexo

Anexo A. Tabla con los datos individuales de los pacientes


Identidad Identidad Variación Variación IMC al Per. Cintura Perc. de cintura Per. cadera Perc.de cadera Glucosa al HDL-c anual Triglicéridos Glucosa-120 al
paciente familia IMC-z al año año al año al año al año al año año (mg/dl) (mg/dl) (mg/dl) año (mg/dl)
13.385 OB0212 0,51 DISMINUYE 89,2 90 87,8 50 90 47 85
13.404 OB0214 2,13 DISMINUYE 101,8 97 104,6 90 78 42 71
13.408 OB0215 -0,11 MANTIENE 101,5 97 105,4 99 84 63 144
13.426 OB0218 2,30 DISMINUYE 104,0 97 106,0 99 91 67 51
13.454 OB0219 0,97 DISMINUYE 85,7 90 94,3 97 68 59 66 135
13.458 OB0220
13.502 OB0222
13.550 OB0228 4,39 DISMINUYE 74,0 97 78,0 50 82 58 35
13.551 OB0228 2,86 DISMINUYE 92,5 90 90,0 25 90 47 40
13.581 OB0230 0,83 DISMINUYE 75,8 90 78,3 50 77 50 61
13.609 OB0234 1,18 DISMINUYE 71,0 90 77,0 75 87 52 40
13.632 OB0237 1,83 DISMINUYE 75,0 50 86,0 25 85 68 48
13.640 OB0240
13.642 OB0235 1,21 DISMINUYE 87,5 97 81,5 95 99 50 61
13.654 OB0242 0,49 MANTIENE 75,0 90 81,5 75 87 61 126
13.668 OB0239 1,38 DISMINUYE 79,6 97 80,4 90 73 75 34
13.669 OB0244 0,25 MANTIENE 101,5 97 114,0 99 78 48 56 105
13.675 OB0245 2,50 DISMINUYE 95,0 97 99,0 90 92 63 75
13.682 OB0248 -0,43 MANTIENE 92,2 97 99,5 90 95 48 76
13.762 OB0253 0,94 DISMINUYE 90,0 97 90,0 90 84 54 70
13.770 OB0254 0,27 MANTIENE 98,0 97 109,0 99 90 53 81
13.772 OB0255 -0,90 AUMENTA 87,0 90 108,0 99 92 59 30 109
13.782 OB0256 -0,39 MANTIENE 111,0 97 114,0 99 87 49 42
13.783 OB0257 1,73 DISMINUYE 75,0 75 82,0 50 86 52 77
13.800 OB0258 -0,78 AUMENTA 95,2 97 103,6 97 85 44 145
13.801 OB0259 0,68 DISMINUYE 89,0 90 103,0 85 85 67 52
13.820 OB0264 -0,09 MANTIENE 79,0 97 89,0 97 77 57 52
13.823 OB0265 1,26 DISMINUYE 72,5 90 81,5 50 95 59 55
13.839 OB0269 1,70 DISMINUYE 83,5 75 103,5 95 94 67 28
13.851 OB0271 1,16 DISMINUYE 88,0 97 94,0 97 85 45 53 134
13.864 OB0277 1,39 DISMINUYE 99,5 97 106,0 90 86 36 75
IMC-z: índice masa corporal en SDS; Perc: percentil: Per: perímetro

232
Anexo

Anexo A. Tabla con los datos individuales de los pacientes


Identidad Identidad Variación Variación IMC al Per. Cintura Perc. de cintura Per. cadera Perc.de cadera Glucosa al HDL-c anual Triglicéridos Glucosa-120 al
paciente familia IMC-z al año año al año al año al año al año año (mg/dl) (mg/dl) (mg/dl) año (mg/dl)
13.877 OB0279 0,80 DISMINUYE 79,0 90 89,0 85 89 63 38
13.897 OB0285 1,52 DISMINUYE 80,0 80 84,0 90 65 66 35 87
13.932 OB0294 1,43 DISMINUYE 78,0 50 102,0 90 83 47 128
14.025 OB0307
14.071 OB0312 0,81 DISMINUYE 94,0 97 97,0 90 63 54 36 134
14.106 OB0313
14.140 OB0316 1,46 DISMINUYE 74,0 90 78,0 90 83 47 77
14.167 OB0318 3,28 DISMINUYE 80,0 90 88,0 97 85 50 64
14.186 OB0320 -0,83 AUMENTA 103,0 97 99,0 95 73 54 86
14.220 OB0321 2,08 DISMINUYE 96,0 97 99,0 97 92 59 60
14.241 OB0325 2,14 DISMINUYE 95,0 97 96,0 99 80 35 179
14.255 OB0327 1,22 DISMINUYE 97,0 97 102,0 90 85 57 76
IMC-z: índice masa corporal en SDS; Perc: percentil: Per: perímetro

233
Anexo

Anexo A. Tabla con los datos individuales de los pacientes


Identidad Identidad T.S. al año T.S Perc T.D Perc Á. úrico al año LDL-c al año Apo A al año Apo B al año GOT al año GPT al año
T.D al año
paciente familia (mmHg) al año al año (mg/dl) (mg/dl) (mg/dl) (mg/dl) (U/L) (U/L)
8.657 OB0344 120 90 60 -50 3,70 124 161 86 25 19
11.795 OB0056 120 95 60 50 6,40 71 134 53 30 37
11.875 OB0062
11.950 OB0067 80 -50 50 -50 4,60 94 119 73 44 31
11.983 OB0072 113 50 48 -50 4,30 73 115 55 23 23
12.030 OB0074
12.040 OB0075 103 50 64 50 3,20 120 151 93 24 21
12.092 OB0080 112 50 48 -50 3,50 73 141 52 20 13
12.099 OB0081
12.103 OB0083 150 99 60 -50 7,20 91 97 77 26 42
12.144 OB0085 130 95 60 50 5,10 105 154 82 21 17
12.151 OB0086 112 50 54 -50 3,80 90 159 64 29 24
12.201 OB0088
12.221 OB0089 93 -50 56 -50 3,70 110 138 81 39 25
12.244 OB0091 104 50 50 -50 4,20 67 126 46 18 20
12.247 OB0092 115 50 52 -50 5,40 69 125 47 19 21
12.252 OB0093 124 95 67 50 6,10 28 149 34 21 22
12.255 OB0094
12.287 OB0097 140 99 60 -50 6,50 97 93 73 42 27
12.308 OB0098 127 95 56 -50 4,60 99 17 15
12.317 OB0060 135 95 80 50 5,70 71 24 15
12.388 OB0103 124 90 50 -50 6,40 71 113 57 23 30
12.389 OB0103 128 95 55 -50 6,00 115 155 81 21 29
12.390 OB0104 112 50 75 50 5,54 160 120 128 30 32
12.402 OB0105 116 50 53 -50 3,70 117 122 93 21 22
12.413 OB0106 126 90 55 -50 5,30 78 186 70 25 15
12.416 OB0107 115 90 55 -50 4,10 94 137 79 29 27
12.422 OB0109 100 -50 60 -50
12.426 OB0110 120 50 75 50
12.432 OB0111 106 50 53 -50 5,80 76 149 58 21 21
12.454 OB0112
TS: tensión sistólica; TD: tensión diastólica; TS Perc: tensión sistólica percentil; TD Perc: tensión diastólica percentil

234
Anexo

Anexo A. Tabla con los datos individuales de los pacientes


Identidad Identidad T.S. al año T.S Perc T.D Perc Á. úrico al año LDL-c al año Apo A al año Apo B al año GOT al año GPT al año
T.D al año
paciente familia (mmHg) al año al año (mg/dl) (mg/dl) (mg/dl) (mg/dl) (U/L) (U/L)
12.496 OB0113 116 50 61 -50 5,10 58 122 56 21 10
12.508 OB0114 125 90 60 -50 6,86 60 25 26
12.539 OB0115 120 95 74 90 4,80 92 185 77 18 29
12.552 OB0116 139 99 70 50 7,20 107 122 83 39 45
12.611 OB0121 115 90 74 90 3,70 96 155 77 23 36
12.621 OB0122 90 -50 55 -50 3,20 74 158 65 25 15
12.625 OB0123 110 50 60 -50 4,50 80 105 62 23
12.701 OB0125 120 95 69 50 5,60 109 172 97 29 22
12.705 OB0126 124 95 67 50 4,10 104 139 85 14 12
12.714 OB0128
12.727 OB0130 112 50 58 -50 3,70 106 154 79 17 9
12.742 OB0133 106 50 59 -50 4,39 66 24 24
12.745 OB0134 130 95 70 50 5,00 94 177 71 20 14
12.752 OB0136 121 95 60 -50 3,90 148 172 101 15 26
12.831 OB0138 104 50 49 -50 4,50 75 151 58 22 16
12.834 OB0139
12.847 OB0140
12.849 OB0142 125 95 60 50 5,10 106 143 78 22 20
12.868 OB0144 102 50 60 50 4,10 94 137 82 31 19
12.871 OB0145 132 90 78 50 6,12 104
12.894 OB0149 130 95 90 99 6,07 66 24 23
12.912 OB0150 130 95 60 -50 6,51 89 22 14
12.913 OB0150 120 90 70 50 4,83 76 24
12.917 OB0151 97 50 53 -50 5,70 90 127 70 25 27
12.925 OB0153 116 90 65 50 6,10 117 158 86 25 28
12.933 OB0155
12.937 OB0156 105 50 53 -50 5,20 76 143 61 19 13
12.989 OB0159 97 -50 60 50 5,20 139 160 86 22 15
12.998 OB0160 113 50 70 50 6,30 87 114 69 31 23
13.019 OB0162 117 50 64 50 5,20 77 157 64 28 17
13.046 OB0164 121 95 71 50 3,90 76 186 61 25 22
TS: tensión sistólica; TD: tensión diastólica; TS Perc: tensión sistólica percentil; TD Perc: tensión diastólica percentil

235
Anexo

Anexo A. Tabla con los datos individuales de los pacientes


Identidad Identidad T.S. al año T.S Perc T.D Perc Á. úrico al año LDL-c al año Apo A al año Apo B al año GOT al año GPT al año
T.D al año
paciente familia (mmHg) al año al año (mg/dl) (mg/dl) (mg/dl) (mg/dl) (U/L) (U/L)
13.049 OB0165 110 50 50 -50 6,00 53 165 56 23 12
13.077 OB0168 120 90 70 50 4,20 114 160 91 23 21
13.094 OB0171 130 99 70 50
13.095 OB0172 107 -50 55 -50 4,70 100 163 71 35 15
13.110 OB0173 112 50 70 50 3,80 76 145 61 22 18
13.111 OB0174
13.123 OB0176
13.126 OB0177
13.136 OB0178 90 -50 50 -50 3,80 84 166 65 27 22
13.143 OB0179 115 50 60 -50 4,70 141 134 107 25 30
13.145 OB0180 123 90 79 90 6,00 104 143 91 35 15
13.147 OB0181 120 -50 60 -50 5,00 47 136 53 22 30
13.151 OB0182 100 -50 50 -50 3,80 98 156 74 25 20
13.154 OB0183
13.157 OB0184 100 50 50 -50 4,30 86 96 65 25 14
13.177 OB0185
13.219 OB0190 86 -50 48 -50 3,10 81 171 65 29 27
13.257 OB0195 115 50 54 -50 4,70 80 115 54 20 16
13.261 OB0196 124 95 54 -50 3,40 82 32 33
13.274 OB0198 115 50 60 -50 5,51 95
13.277 OB0199 116 90 64 50 5,00 100 176 83 28 23
13.280 OB0200 102 -50 52 -50 3,40 78 153 57 16 17
13.282 OB0201
13.291 OB0202 114 50 62 -50 5,30 83 142 69 25 31
13.308 OB0203 106 -50 60 -50 5,20 124 149 102 17 11
13.328 OB0205 113 50 57 -50 3,80 95 153 66 18 15
13.346 OB0207 119 95 57 -50 4,30 110 167 76 29 25
13.358 OB0208 90 -50 60 50 4,10 74 154 56 24 22
13.362 OB0209 109 50 48 -50 3,90 138 192 95 22 16
13.374 OB0210 111 50 60 50 4,30 116 169 92 22 21
13.378 OB0211 98 -50 64 50 3,50 76 219 65 28 20
TS: tensión sistólica; TD: tensión diastólica; TS Perc: tensión sistólica percentil; TD Perc: tensión diastólica percentil

236
Anexo

Anexo A. Tabla con los datos individuales de los pacientes


Identidad Identidad T.S. al año T.S Perc T.D Perc Á. úrico al año LDL-c al año Apo A al año Apo B al año GOT al año GPT al año
T.D al año
paciente familia (mmHg) al año al año (mg/dl) (mg/dl) (mg/dl) (mg/dl) (U/L) (U/L)
13.385 OB0212 115 50 60 -50 3,60 77 142 59 22 19
13.404 OB0214 117 50 60 -50 6,10 85 116 64 28 22
13.408 OB0215 125 95 60 -50 5,70 83 186 63 20 20
13.426 OB0218 118 50 53 -50 2,70 87 171 65 25 25
13.454 OB0219 117 90 57 -50 3,10 105 137 89 20 28
13.458 OB0220
13.502 OB0222
13.550 OB0228 100 -50 50 -50 4,64 78 145 66 22 15
13.551 OB0228 110 -50 60 -50 6,71 84 94 70 18 14
13.581 OB0230 123 95 70 50 4,90 109 131 83 26 22
13.609 OB0234 109 50 66 50 4,50 87 130 63 27 19
13.632 OB0237 108 -50 52 -50 6,50 125 146 89 28 15
13.640 OB0240
13.642 OB0235 96 -50 44 -50 4,30 116 112 90 25 27
13.654 OB0242 100 50 62 50 4,40 57 140 49 26 13
13.668 OB0239 105 50 60 50 5,10 86 157 60 31 23
13.669 OB0244 130 95 80 90 4,70 85 117 60 17 11
13.675 OB0245 104 -50 59 -50 4,70 116 122 96 19 19
13.682 OB0248 116 95 51 -50 5,10 109 138 67 33 27
13.762 OB0253 127 95 67 50 3,90 103 145 68 20 21
13.770 OB0254 119 95 63 50 5,20 119 137 84 28 26
13.772 OB0255 120 50 60 50 6,36 73 118 60 16 16
13.782 OB0256 116 50 70 50 7,00 52 141 49 15 16
13.783 OB0257 107 50 70 50 4,00 111 146 80 33 31
13.800 OB0258 132 95 70 50 6,40 87 129 68 18 17
13.801 OB0259 120 50 70 50 5,00 48 140 40 16 11
13.820 OB0264 120 95 60 50 4,80 107 143 75 23 17
13.823 OB0265 114 90 70 50 4,20 56 156 45 29 22
13.839 OB0269 100 -50 50 -50 4,80 71 135 67 23 22
13.851 OB0271 118 90 70 50 5,70 94 124 66 24 22
13.864 OB0277 130 90 70 50 7,00 95 91 82 28 36
TS: tensión sistólica; TD: tensión diastólica; TS Perc: tensión sistólica percentil; TD Perc: tensión diastólica percentil

237
Anexo

Anexo A. Tabla con los datos individuales de los pacientes


Identidad Identidad T.S. al año T.S Perc T.D Perc Á. úrico al año LDL-c al año Apo A al año Apo B al año GOT al año GPT al año
T.D al año
paciente familia (mmHg) al año al año (mg/dl) (mg/dl) (mg/dl) (mg/dl) (U/L) (U/L)
13.877 OB0279 103 75 75 50 3,90 90 133 25 15
13.897 OB0285 107 50 70 50 3,00 82 159 57 30 14
13.932 OB0294 90 -50 50 -50 4,29 84 117 74 11 12
14.025 OB0307
14.071 OB0312 118 50 60 -50 6,00 84 115 66 27 22
14.106 OB0313
14.140 OB0316 90 -50 50 -50 3,30 57 125 56 24 23
14.167 OB0318 90 -50 50 -50 4,91 62 130 58 19 15
14.186 OB0320 121 90 56 -50 5,00 92 162 78 22 17
14.220 OB0321 118 50 64 50 7,00 64 140 62 23 21
14.241 OB0325 135 99 70 95 5,00 121 128 101 21
14.255 OB0327 126 95 60 -50 4,00 105 142 82 18 16
TS: tensión sistólica; TD: tensión diastólica; TS Perc: tensión sistólica percentil; TD Perc: tensión diastólica percentil

238
Anexo

Anexo A. Tabla con los datos individuales de los pacientes


Identidad Identidad Colesterol al Gamma GT IGF-1 al año IGF-BP3 al Insulina al año HOMA QUICKI Adiponectina Leptina al año Ghrelina al año
paciente familia año (mg/dl) al año (U/L) (ng/ml) año (μg/ml) (µUI/ml) al año al año al año (ng/ml) (ng/ml) (pg/ml)
8.657 OB0344 211 16 235 6,30 14,50 3,22 0,32 14,50 19,5 711
11.795 OB0056 133 11 172 4,60
11.875 OB0062
11.950 OB0067 171 9 208 4,40 9,60 1,71 0,35 24,30 15,1 956
11.983 OB0072 135 18 272 5,60
12.030 OB0074
12.040 OB0075 185 11 221 4,80 3,70 0,59 0,42 30,85 9,4 898
12.092 OB0080 144 12 230 5,30 11,50 2,64 0,33 19,45 29,4 907
12.099 OB0081
12.103 OB0083 153 40 518 6,50 23,10 4,22 0,31 5,00 18,4
12.144 OB0085 184 8 413 6,20 25,60 4,36 0,31 14,15 22,9 449
12.151 OB0086 157 14 350 6,20 5,80 1,23 0,37 12,00 12,3 1.050
12.201 OB0088
12.221 OB0089 172 12 260 6,50
12.244 OB0091 150 12 250 4,40 15,60 3,46 0,32 11,95 28,5 853
12.247 OB0092 137 11 319 4,30
12.252 OB0093 115 9 516 5,10 46,30 12,68 0,27 8,05 46,3
12.255 OB0094
12.287 OB0097 156 11 137 4,30 40,20 6,55 0,29 6,35 47,7 547
12.308 OB0098 162 17 147 4,00 7,60 1,74 0,35 21,70 17,8 785
12.317 OB0060 145 9,40 2,20 0,34 22,05 18,5 814
12.388 OB0103 123 15 303 6,60
12.389 OB0103 201 14 172 3,80 6,80 1,34 0,37 13,65 20,1 512
12.390 OB0104 223
12.402 OB0105 178 19 120 3,20 17,60 2,69 0,33 7,95 36,1 690
12.413 OB0106 177 9 441 4,10 19,00 3,70 0,31 20,45 44,7 467
12.416 OB0107 176 25 206 5,70 6,80 1,41 0,36 12,60 22,5 755
12.422 OB0109
12.426 OB0110
12.432 OB0111 153 9 340 5,50 11,00 2,36 0,34
12.454 OB0112

239
Anexo

Anexo A. Tabla con los datos individuales de los pacientes


Identidad Identidad Colesterol al Gamma GT IGF-1 al año IGF-BP3 al Insulina al año HOMA QUICKI Adiponectina Leptina al año Ghrelina al año
paciente familia año (mg/dl) al año (U/L) (ng/ml) año (μg/ml) (µUI/ml) al año al año al año (ng/ml) (ng/ml) (pg/ml)
12.496 OB0113 128 11 438 5,10 0,90 0,17 0,54 16,40 1,6 782
12.508 OB0114 129 11,20 2,35 0,34 9,25 11,4 362
12.539 OB0115 168 19 81 4,00 7,90 1,64 0,35 14,05 24,9 842
12.552 OB0116 164 17 388 5,70 9,70 2,01 0,34 7,56 16,1 433
12.611 OB0121 169 12 283 3,80 4,20 0,93 0,39 26,65 13,5 1.218
12.621 OB0122 140
12.625 OB0123 132 320 3,95 10,90 2,42 0,33 12,00 20,4 701
12.701 OB0125 184 22 329 6,90 17,00 3,23 0,32 10,75 20,9 688
12.705 OB0126 162 9 429 5,10 14,10 3,27 0,32 11,15 27,7 683
12.714 OB0128
12.727 OB0130 181 12 461 6,10 12,10 2,75 0,33 15,10 14,6 1.155
12.742 OB0133 139 11 47,30 12,84 0,27 10,10 18,3 557
12.745 OB0134 185 8 442 4,70 10,50 2,23 0,34 15,55 13,6 1.097
12.752 OB0136 233 13 323 5,30 26,10 4,57 0,31 11,45 32,1 730
12.831 OB0138 136 12 207 4,50 12,20 2,53 0,33 12,90 14,8 893
12.834 OB0139
12.847 OB0140
12.849 OB0142 170 16 162 6,10 7,60 1,74 0,35 11,30 11,9 859
12.868 OB0144 156 14 176 5,20 8,50 1,74 0,35 13,40 14,5 679
12.871 OB0145 174 12,60 2,74 0,33 10,05 31,4 735
12.894 OB0149 146 27,00 6,00 0,30 11,30 28,6 652
12.912 OB0150 157
12.913 OB0150 141 4,40 0,88 0,39 16,40 6,0 780
12.917 OB0151 137 17 168 4,20 11,60 2,63 0,33 11,0 1.000
12.925 OB0153 190 14 265 5,40 18,50 3,70 0,31 10,75 22,8 1.011
12.933 OB0155
12.937 OB0156 135 10 215 4,10 3,40 0,60 0,42 12,45 12,4 1.010
12.989 OB0159 210 7 204 4,80 5,00 1,05 0,38 13,20 11,7 891
12.998 OB0160 136 20 113 3,90 3,30 0,54 0,43 14,30 15,0 1.053
13.019 OB0162 151 10 513 6,10 7,10 1,59 0,36 15,80 9,4 634
13.046 OB0164 143 13 170 3,80 3,00 0,64 0,41 9,20 10,0 1.071

240
Anexo

Anexo A. Tabla con los datos individuales de los pacientes


Identidad Identidad Colesterol al Gamma GT IGF-1 al año IGF-BP3 al Insulina al año HOMA QUICKI Adiponectina Leptina al año Ghrelina al año
paciente familia año (mg/dl) al año (U/L) (ng/ml) año (μg/ml) (µUI/ml) al año al año al año (ng/ml) (ng/ml) (pg/ml)
13.049 OB0165 126 7 556 6,30 8,30 1,60 0,36 7,50 11,8 458
13.077 OB0168 191 11 270 5,80 10,30 2,29 0,34 18,15 13,8 769
13.094 OB0171
13.095 OB0172 173 8 406 5,10 3,60 0,76 0,40 11,35 4,6 598
13.110 OB0173 145 10 215 4,60 7,60 1,59 0,36 16,80 10,3 1.332
13.111 OB0174
13.123 OB0176
13.126 OB0177
13.136 OB0178 157 4 242 5,30 2,50 0,55 0,43 15,25 16,2 917
13.143 OB0179 232 15 9,80 2,20 0,34 13,85 14,8 422
13.145 OB0180 172
13.147 OB0181 126 12 307 4,38 8,90 1,93 0,35 25,60 10,8 1.218
13.151 OB0182 162 12 245 5,67 6,70 1,44 0,36 18,00 20,6 769
13.154 OB0183
13.157 OB0184 141 8 4,20 0,86 0,39 30,10 5,1 983
13.177 OB0185
13.219 OB0190 145 6 133 4,40 4,00 0,82 0,40 33,10 14,9 1.435
13.257 OB0195 141 7 455 4,50 14,20 3,01 0,32 24,30 14,8 674
13.261 OB0196 161 14 157 3,50 13,70 3,14 0,32 27,50 17,8 1.042
13.274 OB0198 156 13,90 2,64 0,33 18,00 17,4 882
13.277 OB0199 169 11 218 5,20 13,90 2,81 0,33 31,10 31,0 899
13.280 OB0200 149 9 457 5,70 11,20 2,43 0,33 11,45 19,3 571
13.282 OB0201
13.291 OB0202 147 9 309 4,30 22,50 4,33 0,31 19,75 12,8 673
13.308 OB0203 184 8 671 6,40 15,70 3,25 0,32 14,45 20,8 775
13.328 OB0205 156 5 480 4,10 9,80 2,08 0,34 11,80 16,2 646
13.346 OB0207 181 11 217 4,70 6,30 0,98 0,38 18,20 15,5 891
13.358 OB0208 137 9 269 6,00 12,40 2,60 0,33 15,60 15,4 1.321
13.362 OB0209 210 16 293 7,10 12,40 2,72 0,33 10,25 16,6 700
13.374 OB0210 198 20 172 4,80 14,40 3,45 0,32 8,10 19,4 463
13.378 OB0211 178 10 271 4,90 10,80 2,18 0,34 26,15 18,5 819

241
Anexo

Anexo A. Tabla con los datos individuales de los pacientes


Identidad Identidad Colesterol al Gamma GT IGF-1 al año IGF-BP3 al Insulina al año HOMA QUICKI Adiponectina Leptina al año Ghrelina al año
paciente familia año (mg/dl) al año (U/L) (ng/ml) año (μg/ml) (µUI/ml) al año al año al año (ng/ml) (ng/ml) (pg/ml)
13.385 OB0212 141 9 365 3,90 18,40 4,09 0,31 9,90 16,8 726
13.404 OB0214 141 17 501 5,70 6,60 1,27 0,37 13,60 11,8 608
13.408 OB0215 177 16 441 6,00 20,20 4,19 0,31 17,20 36,3 650
13.426 OB0218 164 9 188 3,90 7,70 1,73 0,35 18,50 20,3 559
13.454 OB0219 177 12 378 5,00 25,40 4,26 0,31 6,65 21,2 606
13.458 OB0220
13.502 OB0222
13.550 OB0228 143 14 178 3,92 5,70 1,15 0,37 24,35 6,5 900
13.551 OB0228 139 12 548 4,28 12,30 2,73 0,33 27,05 5,9 633
13.581 OB0230 154 9 169 4,10 7,70 1,46 0,36 22,55 21,8 1.116
13.609 OB0234 147 13 406 6,00 9,80 2,10 0,34 12,30 11,6 958
13.632 OB0237 203 12 590 5,60 12,80 2,68 0,33 21,70 7,1 558
13.640 OB0240
13.642 OB0235 178 9 188 4,60 11,30 2,76 0,33 24,35 15,8 1.039
13.654 OB0242 126 18 240 4,90 8,50 1,82 0,35 19,30 11,8 857
13.668 OB0239 168 13 134 3,90 4,10 0,74 0,40 26,80 7,3 1.226
13.669 OB0244 144 9 551 6,00 20,50 3,94 0,31 12,68 23,9 827
13.675 OB0245 194 9 720 6,30 13,40 3,04 0,32 14,80 8,3 740
13.682 OB0248 172 13 548 6,50 18,50 4,34 0,31 16,95 11,9 726
13.762 OB0253 171 11 208 4,80 9,40 1,95 0,35 11,15 16,6 819
13.770 OB0254 188 18 444 5,50 26,30 5,84 0,30 5,45 34,6 546
13.772 OB0255 138 12 426 3,99 17,30 3,93 0,31 18,00 17,1 559
13.782 OB0256 109 8 389 5,10 15,60 3,35 0,32 6,05 20,1 680
13.783 OB0257 178 20 189 5,20 7,70 1,63 0,35 13,05 7,6 829
13.800 OB0258 160 9 590 6,00 24,80 5,20 0,30 13,45 33,2 313
13.801 OB0259 125 7 514 6,30 4,70 0,99 0,38 13,15 10,5 679
13.820 OB0264 174 10 208 5,30 10,80 2,05 0,34 12,40 14,1 965
13.823 OB0265 126 11 628 5,10 14,80 3,47 0,32 18,65 7,6 709
13.839 OB0269 144 10 379 5,96 8,70 2,02 0,34 21,30 10,7 892
13.851 OB0271 150 13 157 4,00 33,00 6,92 0,29 11,00 30,8
13.864 OB0277 146 26 560 5,00 7,80 1,65 0,35 12,00 6,4 496

242
Anexo

Anexo A. Tabla con los datos individuales de los pacientes


Identidad Identidad Colesterol al Gamma GT IGF-1 anual IGF-BP3 al Insulina al año HOMA QUICKI Adiponectina Leptina al año Ghrelina al año
paciente familia año (mg/dl) al año (U/L) (ng/ml) año (μg/ml) (µUI/ml) al año al año al año (ng/ml) (ng/ml) (pg/ml)
13.877 OB0279 161 8 241 5,10 5,40 1,19 0,37 19,95 16,5 573
13.897 OB0285 155 12 170 5,00 6,40 1,03 0,38 17,75 5,7 1.142
13.932 OB0294 157 9 365 4,85 20,30 4,16 0,31 10,65 22,3 1.000
14.025 OB0307
14.071 OB0312 145 11 330 5,40 9,70 1,51 0,36 20,75 15,0 770
14.106 OB0313
14.140 OB0316 119 42 174 11,20 2,29 0,34 13,15 8,6
14.167 OB0318 129 9 189 4,35 6,90 1,45 0,36 17,90 11,6 1.180
14.186 OB0320 163 10 356 4,80 14,10 2,54 0,33 10,90 25,8 1.047
14.220 OB0321 135 15 282 4,20 8,90 2,02 0,34 10,85 3,8 743
14.241 OB0325 192 16 214 3,60 11,40 2,25 0,34 6,85 19,6 486
14.255 OB0327 177 8 332 3,90 18,60 3,90 0,31 10,75 27,6 615

243
Anexo

Anexo A. Tabla con los datos individuales de los pacientes


Identidad Identidad Resistina al Tanner Perdida IMC-z S.M S.M criterios Variación al año HOMA Glucosa
Hospital
paciente familia año (ng/ml) al año ≥ 0,5 SDS al año al año criterios SM Al año alterada
8.657 OB0344 PUBERAL NO CRUCES NO UN CRITERIO MANTIENE NORMAL NORMAL
11.795 OB0056 PREPUBERAL NO CRUCES NO UN CRITERIO MANTIENE NORMAL
11.875 OB0062 CRUCES
11.950 OB0067 6,20 PREPUBERAL SI CRUCES NO UN CRITERIO MANTIENE NORMAL NORMAL
11.983 OB0072 PREPUBERAL SI CRUCES NO NINGÚN CRITERIO MANTIENE NORMAL
12.030 OB0074 CRUCES
12.040 OB0075 5,40 PREPUBERAL SI CRUCES NO UN CRITERIO MANTIENE NORMAL NORMAL
12.092 OB0080 4,30 PREPUBERAL NO CRUCES NO UN CRITERIO MANTIENE NORMAL NORMAL
12.099 OB0081 CRUCES
12.103 OB0083 9,50 PUBERAL NO CRUCES SI TRES CRITERIOS MANTIENE ALTERADO NORMAL
12.144 OB0085 7,95 PUBERAL SI CRUCES NO DOS CRITERIOS AUMENTA ALTERADO NORMAL
12.151 OB0086 6,85 PREPUBERAL SI CRUCES NO UN CRITERIO MANTIENE NORMAL NORMAL
12.201 OB0088 CRUCES
12.221 OB0089 PREPUBERAL SI CRUCES NO UN CRITERIO DISMINUYE NORMAL
12.244 OB0091 7,20 PUBERAL SI CRUCES NO DOS CRITERIOS MANTIENE NORMAL NORMAL
12.247 OB0092 PUBERAL NO CRUCES NO UN CRITERIO MANTIENE NORMAL
12.252 OB0093 5,20 PUBERAL NO CRUCES NO DOS CRITERIOS AUMENTA ALTERADO ALTERADO
12.255 OB0094 CRUCES
12.287 OB0097 25,20 PUBERAL NO CRUCES SI TRES CRITERIOS DISMINUYE ALTERADO NORMAL
12.308 OB0098 4,00 PREPUBERAL SI CRUCES NO DOS CRITERIOS MANTIENE NORMAL NORMAL
12.317 OB0060 4,90 PUBERAL SI BASURTO NO DOS CRITERIOS MANTIENE NORMAL NORMAL
12.388 OB0103 PUBERAL NO CRUCES NO DOS CRITERIOS AUMENTA NORMAL
12.389 OB0103 9,90 PUBERAL NO CRUCES NO UN CRITERIO DISMINUYE NORMAL NORMAL
12.390 OB0104 PUBERAL NO ZUMARRAGA NO DOS CRITERIOS AUMENTA NORMAL
12.402 OB0105 11,50 PUBERAL NO CRUCES NO UN CRITERIO DISMINUYE NORMAL NORMAL
12.413 OB0106 2,50 PUBERAL SI CRUCES NO UN CRITERIO MANTIENE NORMAL NORMAL
12.416 OB0107 6,60 PREPUBERAL SI CRUCES NO UN CRITERIO MANTIENE NORMAL NORMAL
12.422 OB0109 PUBERAL SI ZUMARRAGA NO SIN CRITERIO MANTIENE
12.426 OB0110 PUBERAL SI ZUMARRAGA NO SIN CRITERIO DISMINUYE
12.432 OB0111 PUBERAL SI CRUCES NO UN CRITERIO MANTIENE NORMAL NORMAL
12.454 OB0112 CRUCES
SM: síndrome metabólico; IMC-z: índice de masa corporal SDS

244
Anexo

Anexo A. Tabla con los datos individuales de los pacientes


Identidad Identidad Resistina al Tanner Perdida IMC-z S.M S.M criterios Variación al año HOMA Glucosa
Hospital
paciente familia año (ng/ml) al año ≥ 0,5 SDS al año al año criterios SM Al año alterada
12.496 OB0113 7,40 PUBERAL SI CRUCES NO SIN CRITERIO DISMINUYE NORMAL NORMAL
12.508 OB0114 PUBERAL SI BASURTO NO UN CRITERIO DISMINUYE NORMAL NORMAL
12.539 OB0115 PREPUBERAL SI CRUCES NO UN CRITERIO MANTIENE NORMAL NORMAL
12.552 OB0116 PUBERAL NO CRUCES NO DOS CRITERIOS MANTIENE NORMAL NORMAL
12.611 OB0121 PUBERAL SI CRUCES NO UN CRITERIO MANTIENE NORMAL NORMAL
12.621 OB0122 PREPUBERAL SI MENDARO NO UN CRITERIO MANTIENE NORMAL
12.625 OB0123 PREPUBERAL SI MENDARO NO UN CRITERIO MANTIENE NORMAL NORMAL
12.701 OB0125 5,30 PREPUBERAL NO CRUCES NO UN CRITERIO DISMINUYE NORMAL NORMAL
12.705 OB0126 6,40 PUBERAL NO CRUCES NO UN CRITERIO MANTIENE NORMAL NORMAL
12.714 OB0128 CRUCES
12.727 OB0130 7,20 PUBERAL SI CRUCES NO UN CRITERIO DISMINUYE NORMAL NORMAL
12.742 OB0133 8,50 PUBERAL NO BASURTO SI CUATRO CRITERIOS AUMENTA ALTERADO ALTERADO
12.745 OB0134 6,70 PUBERAL SI CRUCES NO UN CRITERIO MANTIENE NORMAL NORMAL
12.752 OB0136 22,80 PUBERAL NO CRUCES NO UN CRITERIO MANTIENE ALTERADO NORMAL
12.831 OB0138 5,10 PREPUBERAL SI CRUCES NO UN CRITERIO MANTIENE NORMAL NORMAL
12.834 OB0139 CRUCES
12.847 OB0140 CRUCES
12.849 OB0142 3,90 PREPUBERAL SI CRUCES NO UN CRITERIO DISMINUYE NORMAL NORMAL
12.868 OB0144 4,50 PREPUBERAL SI CRUCES NO UN CRITERIO MANTIENE NORMAL NORMAL
12.871 OB0145 6,50 PUBERAL NO BASURTO NO DOS CRITERIOS MANTIENE NORMAL NORMAL
12.894 OB0149 PUBERAL NO BASURTO NO DOS CRITERIOS DISMINUYE ALTERADO NORMAL
12.912 OB0150 PUBERAL SI BASURTO NO DOS CRITERIOS MANTIENE NORMAL
12.913 OB0150 2,80 PUBERAL SI BASURTO NO UN CRITERIO MANTIENE NORMAL NORMAL
12.917 OB0151 4,30 PREPUBERAL NO CRUCES NO DOS CRITERIOS MANTIENE NORMAL NORMAL
12.925 OB0153 5,70 PUBERAL NO CRUCES NO UN CRITERIO MANTIENE NORMAL NORMAL
12.933 OB0155 CRUCES
12.937 OB0156 14,00 PREPUBERAL SI CRUCES NO UN CRITERIO MANTIENE NORMAL NORMAL
12.989 OB0159 7,90 PREPUBERAL SI CRUCES NO UN CRITERIO MANTIENE NORMAL NORMAL
12.998 OB0160 6,50 PUBERAL NO CRUCES NO DOS CRITERIOS AUMENTA NORMAL NORMAL
13.019 OB0162 8,30 PUBERAL SI CRUCES NO UN CRITERIO MANTIENE NORMAL NORMAL
13.046 OB0164 4,00 PREPUBERAL SI CRUCES NO UN CRITERIO MANTIENE NORMAL NORMAL
S.M: síndrome metabólico: IMC-z: índice de masa corporal SDS

245
Anexo

Anexo A. Tabla con los datos individuales de los pacientes


Identidad Identidad Resistina al Tanner Perdida IMC-z S.M S.M criterios Variación al año HOMA Glucosa
Hospital
paciente familia año (ng/ml) al año ≥ 0,5 SDS al año al año criterios SM Al año alterada
13.049 OB0165 3,90 PUBERAL SI CRUCES NO UN CRITERIO MANTIENE NORMAL NORMAL
13.077 OB0168 PREPUBERAL SI CRUCES NO UN CRITERIO MANTIENE NORMAL NORMAL
13.094 OB0171 PUBERAL SI ZUMARRAGA NO DOS CRITERIOS DISMINUYE
13.095 OB0172 PUBERAL SI CRUCES NO UN CRITERIO MANTIENE NORMAL NORMAL
13.110 OB0173 5,03 PUBERAL SI CRUCES NO UN CRITERIO MANTIENE NORMAL NORMAL
13.111 OB0174 ZUMARRAGA
13.123 OB0176 CRUCES
13.126 OB0177 CRUCES
13.136 OB0178 3,57 PREPUBERAL SI CRUCES NO UN CRITERIO MANTIENE NORMAL NORMAL
13.143 OB0179 2,65 PUBERAL SI MENDARO NO NINGÚN CRITERIO DISMINUYE NORMAL NORMAL
13.145 OB0180 PUBERAL NO MENDARO NO UN CRITERIO MANTIENE NORMAL
13.147 OB0181 2,35 PUBERAL SI MENDARO NO NINGÚN CRITERIO DISMINUYE NORMAL NORMAL
13.151 OB0182 10,64 PREPUBERAL NO MENDARO NO NINGÚN CRITERIO DISMINUYE NORMAL NORMAL
13.154 OB0183 MENDARO
13.157 OB0184 2,81 PREPUBERAL SI MENDARO NO NINGÚN CRITERIO DISMINUYE NORMAL NORMAL
13.177 OB0185 CRUCES DISMINUYE
13.219 OB0190 5,92 PREPUBERAL SI CRUCES NO UN CRITERIO MANTIENE NORMAL NORMAL
13.257 OB0195 4,39 PUBERAL NO CRUCES NO UN CRITERIO MANTIENE NORMAL NORMAL
13.261 OB0196 8,35 PREPUBERAL SI CRUCES NO UN CRITERIO MANTIENE NORMAL NORMAL
13.274 OB0198 4,02 PREPUBERAL SI BASURTO NO UN CRITERIO DISMINUYE NORMAL NORMAL
13.277 OB0199 12,72 PUBERAL SI CRUCES NO UN CRITERIO MANTIENE NORMAL NORMAL
13.280 OB0200 PUBERAL SI CRUCES NO UN CRITERIO MANTIENE NORMAL NORMAL
13.282 OB0201 ZUMARRAGA
13.291 OB0202 14,35 PUBERAL SI CRUCES NO UN CRITERIO MANTIENE ALTERADO NORMAL
13.308 OB0203 6,15 PUBERAL NO CRUCES NO UN CRITERIO MANTIENE NORMAL NORMAL
13.328 OB0205 6,84 PUBERAL SI CRUCES NO UN CRITERIO MANTIENE NORMAL NORMAL
13.346 OB0207 6,77 PUBERAL SI CRUCES NO UN CRITERIO DISMINUYE NORMAL NORMAL
13.358 OB0208 5,83 PUBERAL SI CRUCES NO UN CRITERIO MANTIENE NORMAL NORMAL
13.362 OB0209 7,87 PUBERAL SI CRUCES NO UN CRITERIO MANTIENE NORMAL NORMAL
13.374 OB0210 6,43 PREPUBERAL NO CRUCES NO NINGÚN CRITERIO DISMINUYE NORMAL NORMAL
13.378 OB0211 6,55 PREPUBERAL SI CRUCES NO NINGÚN CRITERIO DISMINUYE NORMAL NORMAL
S.M: síndrome metabólico: IMC-z: índice de masa corporal SDS

246
Anexo

Anexo A. Tabla con los datos individuales de los pacientes


Identidad Identidad Resistina al Tanner Perdida IMC-z S.M S.M criterios Variación al año HOMA Glucosa
Hospital
paciente familia año (ng/ml) al año ≥ 0,5 SDS al año al año criterios SM Al año alterada
13.385 OB0212 4,55 PUBERAL SI CRUCES NO UN CRITERIO AUMENTA ALTERADO NORMAL
13.404 OB0214 7,52 PUBERAL SI CRUCES NO UN CRITERIO MANTIENE NORMAL NORMAL
13.408 OB0215 6,47 PUBERAL NO CRUCES NO UN CRITERIO MANTIENE ALTERADO NORMAL
13.426 OB0218 6,86 PREPUBERAL SI CRUCES NO UN CRITERIO MANTIENE NORMAL NORMAL
13.454 OB0219 10,69 PUBERAL SI CRUCES NO UN CRITERIO DISMINUYE ALTERADO NORMAL
13.458 OB0220 CRUCES
13.502 OB0222 CRUCES
13.550 OB0228 4,20 PREPUBERAL SI ZUMARRAGA NO UN CRITERIO MANTIENE NORMAL NORMAL
13.551 OB0228 3,84 PUBERAL SI ZUMARRAGA NO UN CRITERIO DISMINUYE NORMAL NORMAL
13.581 OB0230 10,70 PREPUBERAL SI CRUCES NO UN CRITERIO MANTIENE NORMAL NORMAL
13.609 OB0234 5,81 PUBERAL SI CRUCES NO UN CRITERIO MANTIENE NORMAL NORMAL
13.632 OB0237 4,74 PUBERAL SI CRUCES NO NINGÚN CRITERIO DISMINUYE NORMAL NORMAL
13.640 OB0240 CRUCES
13.642 OB0235 PREPUBERAL SI CRUCES NO UN CRITERIO MANTIENE NORMAL NORMAL
13.654 OB0242 PREPUBERAL NO CRUCES NO UN CRITERIO AUMENTA NORMAL NORMAL
13.668 OB0239 PREPUBERAL SI CRUCES NO UN CRITERIO MANTIENE NORMAL NORMAL
13.669 OB0244 PUBERAL NO CRUCES NO DOS CRITERIOS MANTIENE ALTERADO NORMAL
13.675 OB0245 PUBERAL SI CRUCES NO UN CRITERIO DISMINUYE NORMAL NORMAL
13.682 OB0248 PUBERAL NO CRUCES NO UN CRITERIO MANTIENE ALTERADO NORMAL
13.762 OB0253 PREPUBERAL SI CRUCES NO UN CRITERIO MANTIENE NORMAL NORMAL
13.770 OB0254 9,25 PUBERAL NO CRUCES NO UN CRITERIO DISMINUYE ALTERADO NORMAL
13.772 OB0255 3,68 PUBERAL NO ZUMARRAGA NO UN CRITERIO DISMINUYE ALTERADO NORMAL
13.782 OB0256 13,63 PUBERAL NO CRUCES NO UN CRITERIO MANTIENE NORMAL NORMAL
13.783 OB0257 6,10 PREPUBERAL SI CRUCES NO NINGÚN CRITERIO DISMINUYE NORMAL NORMAL
13.800 OB0258 9,79 PUBERAL NO CRUCES NO DOS CRITERIOS AUMENTA ALTERADO NORMAL
13.801 OB0259 8,15 PUBERAL SI CRUCES NO UN CRITERIO MANTIENE NORMAL NORMAL
13.820 OB0264 4,15 PUBERAL NO CRUCES NO UN CRITERIO MANTIENE NORMAL NORMAL
13.823 OB0265 4,55 PUBERAL SI CRUCES NO UN CRITERIO MANTIENE NORMAL NORMAL
13.839 OB0269 3,45 PUBERAL SI ZUMARRAGA NO NINGÚN CRITERIO DISMINUYE NORMAL NORMAL
13.851 OB0271 24,10 PREPUBERAL SI CRUCES NO UN CRITERIO DISMINUYE ALTERADO NORMAL
13.864 OB0277 PUBERAL SI CRUCES SI TRES CRITERIOS MANTIENE NORMAL NORMAL
S.M: síndrome metabólico: IMC-z: índice de masa corporal SDS

247
Anexo

Anexo A. Tabla con los datos individuales de los pacientes


Identidad Identidad Resistina al Tanner Perdida IMC-z S.M S.M criterios Variación al año HOMA Glucosa
Hospital
paciente familia año (ng/ml) al año ≥ 0,5 SDS al año al año criterios SM Al año alterada
13.877 OB0279 6,74 PREPUBERAL SI CRUCES NO UN CRITERIO MANTIENE NORMAL NORMAL
13.897 OB0285 10,91 PREPUBERAL SI CRUCES NO NINGÚN CRITERIO DISMINUYE NORMAL NORMAL
13.932 OB0294 10,34 PUBERAL SI ZUMARRAGA NO NINGÚN CRITERIO DISMINUYE ALTERADO NORMAL
14.025 OB0307 CRUCES
14.071 OB0312 7,17 PUBERAL SI CRUCES NO UN CRITERIO DISMINUYE NORMAL NORMAL
14.106 OB0313 CRUCES
14.140 OB0316 5,72 PREPUBERAL SI CRUCES NO UN CRITERIO MANTIENE NORMAL NORMAL
14.167 OB0318 6,89 PREPUBERAL SI ZUMARRAGA NO UN CRITERIO MANTIENE NORMAL NORMAL
14.186 OB0320 7,99 PUBERAL NO CRUCES NO UN CRITERIO MANTIENE NORMAL NORMAL
14.220 OB0321 PUBERAL SI CRUCES NO UN CRITERIO DISMINUYE NORMAL NORMAL
14.241 OB0325 PREPUBERAL SI CRUCES SI CUATRO CRITERIOS AUMENTA NORMAL NORMAL
14.255 OB0327 PUBERAL SI CRUCES NO UN CRITERIO DISMINUYE ALTERADO NORMAL
S.M: síndrome metabólico: IMC-z: índice de masa corporal SDS

248
Anexo

Anexo A. Tabla con los datos individuales de los pacientes


Identidad Identidad HDL-c Cintura percentil 90
Triglicéridos al año T.S al año T.D al año Abandono Excluidos
paciente familia al año al año
8.657 OB0344 NORMAL NORMAL ALTERADO NORMAL NORMAL SIGUEN NO
11.795 OB0056 NORMAL NORMAL ALTERADO NORMAL NORMAL SIGUEN NO
11.875 OB0062 1º SEMESTRE SI
11.950 OB0067 NORMAL NORMAL ALTERADO NORMAL NORMAL SIGUEN NO
11.983 OB0072 NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL SIGUEN NO
12.030 OB0074 1º SEMESTRE SI
12.040 OB0075 NORMAL NORMAL ALTERADO NORMAL NORMAL SIGUEN NO
12.092 OB0080 NORMAL NORMAL ALTERADO NORMAL NORMAL SIGUEN NO
12.099 OB0081 1º SEMESTRE SI
12.103 OB0083 ALTERADO NORMAL ALTERADO ALTERADO NORMAL SIGUEN NO
12.144 OB0085 NORMAL NORMAL ALTERADO ALTERADO NORMAL SIGUEN NO
12.151 OB0086 NORMAL NORMAL ALTERADO NORMAL NORMAL SIGUEN NO
12.201 OB0088 1º SEMESTRE SI
12.221 OB0089 NORMAL NORMAL ALTERADO NORMAL NORMAL SIGUEN NO
12.244 OB0091 NORMAL ALTERADO ALTERADO NORMAL NORMAL SIGUEN NO
12.247 OB0092 NORMAL NORMAL ALTERADO NORMAL NORMAL SIGUEN NO
12.252 OB0093 NORMAL NORMAL ALTERADO NORMAL NORMAL SIGUEN NO
12.255 OB0094 2º SEMESTRE SI
12.287 OB0097 ALTERADO NORMAL ALTERADO ALTERADO NORMAL SIGUEN NO
12.308 OB0098 ALTERADO NORMAL ALTERADO NORMAL NORMAL SIGUEN NO
12.317 OB0060 NORMAL NORMAL ALTERADO ALTERADO NORMAL SIGUEN NO
12.388 OB0103 ALTERADO NORMAL ALTERADO NORMAL NORMAL SIGUEN NO
12.389 OB0103 NORMAL NORMAL ALTERADO NORMAL NORMAL SIGUEN NO
12.390 OB0104 ALTERADO NORMAL ALTERADO NORMAL NORMAL SIGUEN NO
12.402 OB0105 NORMAL NORMAL ALTERADO NORMAL NORMAL SIGUEN NO
12.413 OB0106 NORMAL NORMAL ALTERADO NORMAL NORMAL SIGUEN NO
12.416 OB0107 NORMAL NORMAL ALTERADO NORMAL NORMAL SIGUEN NO
12.422 OB0109 NORMAL NORMAL NORMAL SIGUEN SI
12.426 OB0110 NORMAL NORMAL NORMAL SIGUEN SI
12.432 OB0111 NORMAL NORMAL ALTERADO NORMAL NORMAL SIGUEN NO
12.454 OB0112 1º SEMESTRE SI
TS: tensión sistólica; TD: tensión diastólica

249
Anexo

Anexo A. Tabla con los datos individuales de los pacientes


Identidad Identidad HDL-c Cintura percentil 90
Triglicéridos al año T.S al año T.D al año Abandono Excluidos
paciente familia al año al año
12.496 OB0113 NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL SIGUEN NO
12.508 OB0114 NORMAL NORMAL ALTERADO NORMAL NORMAL SIGUEN NO
12.539 OB0115 NORMAL NORMAL ALTERADO NORMAL NORMAL SIGUEN NO
12.552 OB0116 NORMAL NORMAL ALTERADO ALTERADO NORMAL SIGUEN NO
12.611 OB0121 NORMAL NORMAL ALTERADO NORMAL NORMAL SIGUEN NO
12.621 OB0122 NORMAL NORMAL ALTERADO NORMAL NORMAL SIGUEN NO
12.625 OB0123 NORMAL NORMAL ALTERADO NORMAL NORMAL SIGUEN NO
12.701 OB0125 NORMAL NORMAL ALTERADO NORMAL NORMAL SIGUEN NO
12.705 OB0126 NORMAL NORMAL ALTERADO NORMAL NORMAL SIGUEN NO
12.714 OB0128 2º SEMESTRE SI
12.727 OB0130 NORMAL NORMAL ALTERADO NORMAL NORMAL SIGUEN NO
12.742 OB0133 ALTERADO ALTERADO ALTERADO NORMAL NORMAL SIGUEN NO
12.745 OB0134 NORMAL NORMAL NORMAL ALTERADO NORMAL SIGUEN NO
12.752 OB0136 NORMAL NORMAL ALTERADO NORMAL NORMAL SIGUEN NO
12.831 OB0138 NORMAL NORMAL ALTERADO NORMAL NORMAL SIGUEN NO
12.834 OB0139 1º SEMESTRE SI
12.847 OB0140 1º SEMESTRE SI
12.849 OB0142 NORMAL NORMAL ALTERADO NORMAL NORMAL SIGUEN NO
12.868 OB0144 NORMAL NORMAL ALTERADO NORMAL NORMAL SIGUEN NO
12.871 OB0145 NORMAL NORMAL ALTERADO ALTERADO NORMAL SIGUEN NO
12.894 OB0149 NORMAL NORMAL ALTERADO ALTERADO ALTERADO SIGUEN NO
12.912 OB0150 NORMAL NORMAL ALTERADO ALTERADO NORMAL SIGUEN NO
12.913 OB0150 NORMAL NORMAL ALTERADO NORMAL NORMAL SIGUEN NO
12.917 OB0151 ALTERADO NORMAL ALTERADO NORMAL NORMAL SIGUEN NO
12.925 OB0153 NORMAL NORMAL ALTERADO NORMAL NORMAL SIGUEN NO
12.933 OB0155 2º SEMESTRE SI
12.937 OB0156 NORMAL NORMAL ALTERADO NORMAL NORMAL SIGUEN NO
12.989 OB0159 NORMAL NORMAL ALTERADO NORMAL NORMAL SIGUEN NO
12.998 OB0160 ALTERADO NORMAL ALTERADO NORMAL NORMAL SIGUEN NO
13.019 OB0162 NORMAL NORMAL ALTERADO NORMAL NORMAL SIGUEN NO
13.046 OB0164 NORMAL NORMAL ALTERADO NORMAL NORMAL SIGUEN NO
TS: tensión sistólica; TD: tensión diastólica

250
Anexo

Anexo A. Tabla con los datos individuales de los pacientes


Identidad Identidad HDL-c Cintura percentil 90
Triglicéridos al año T.S al año T.D al año Abandono Excluidos
paciente familia al año al año
13.049 OB0165 NORMAL NORMAL ALTERADO NORMAL NORMAL SIGUEN NO
13.077 OB0168 NORMAL NORMAL ALTERADO NORMAL NORMAL SIGUEN NO
13.094 OB0171 ALTERADO ALTERADO NORMAL SIGUEN SI
13.095 OB0172 NORMAL NORMAL ALTERADO NORMAL NORMAL SIGUEN NO
13.110 OB0173 NORMAL NORMAL ALTERADO NORMAL NORMAL SIGUEN NO
13.111 OB0174 1º SEMESTRE SI
13.123 OB0176 2º SEMESTRE SI
13.126 OB0177 2º SEMESTRE SI
13.136 OB0178 NORMAL NORMAL ALTERADO NORMAL NORMAL SIGUEN NO
13.143 OB0179 NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL SIGUEN SI
13.145 OB0180 NORMAL NORMAL ALTERADO NORMAL NORMAL SIGUEN NO
13.147 OB0181 NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL SIGUEN NO
13.151 OB0182 NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL SIGUEN NO
13.154 OB0183 2º SEMESTRE SI
13.157 OB0184 NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL SIGUEN NO
13.177 OB0185 2º SEMESTRE SI
13.219 OB0190 NORMAL NORMAL ALTERADO NORMAL NORMAL SIGUEN NO
13.257 OB0195 NORMAL NORMAL ALTERADO NORMAL NORMAL SIGUEN NO
13.261 OB0196 NORMAL NORMAL ALTERADO NORMAL NORMAL SIGUEN NO
13.274 OB0198 NORMAL NORMAL ALTERADO NORMAL NORMAL SIGUEN NO
13.277 OB0199 NORMAL NORMAL ALTERADO NORMAL NORMAL SIGUEN NO
13.280 OB0200 NORMAL NORMAL ALTERADO NORMAL NORMAL SIGUEN NO
13.282 OB0201 2º SEMESTRE SI
13.291 OB0202 NORMAL NORMAL ALTERADO NORMAL NORMAL SIGUEN NO
13.308 OB0203 NORMAL NORMAL ALTERADO NORMAL NORMAL SIGUEN NO
13.328 OB0205 NORMAL NORMAL ALTERADO NORMAL NORMAL SIGUEN NO
13.346 OB0207 NORMAL NORMAL ALTERADO NORMAL NORMAL SIGUEN NO
13.358 OB0208 NORMAL NORMAL ALTERADO NORMAL NORMAL SIGUEN NO
13.362 OB0209 NORMAL NORMAL ALTERADO NORMAL NORMAL SIGUEN NO
13.374 OB0210 NORMAL NORMAL ALTERADO NORMAL NORMAL SIGUEN NO
13.378 OB0211 NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL SIGUEN NO
TS: tensión sistólica; TD: tensión diastólica

251
Anexo

Anexo A. Tabla con los datos individuales de los pacientes


Identidad Identidad HDL-c Cintura percentil 90
Triglicéridos al año T.S al año T.D al año Abandono Excluidos
paciente familia al año al año
13.385 OB0212 NORMAL NORMAL ALTERADO NORMAL NORMAL SIGUEN NO
13.404 OB0214 NORMAL NORMAL ALTERADO NORMAL NORMAL SIGUEN NO
13.408 OB0215 NORMAL NORMAL ALTERADO NORMAL NORMAL SIGUEN NO
13.426 OB0218 NORMAL NORMAL ALTERADO NORMAL NORMAL SIGUEN NO
13.454 OB0219 NORMAL NORMAL ALTERADO NORMAL NORMAL SIGUEN NO
13.458 OB0220 2º SEMESTRE SI
13.502 OB0222 2º SEMESTRE SI
13.550 OB0228 NORMAL NORMAL ALTERADO NORMAL NORMAL SIGUEN NO
13.551 OB0228 NORMAL NORMAL ALTERADO NORMAL NORMAL SIGUEN NO
13.581 OB0230 NORMAL NORMAL ALTERADO NORMAL NORMAL SIGUEN NO
13.609 OB0234 NORMAL NORMAL ALTERADO NORMAL NORMAL SIGUEN NO
13.632 OB0237 NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL SIGUEN NO
13.640 OB0240 1º SEMESTRE SI
13.642 OB0235 NORMAL NORMAL ALTERADO NORMAL NORMAL SIGUEN NO
13.654 OB0242 NORMAL NORMAL ALTERADO NORMAL NORMAL SIGUEN NO
13.668 OB0239 NORMAL NORMAL ALTERADO NORMAL NORMAL SIGUEN NO
13.669 OB0244 NORMAL NORMAL ALTERADO ALTERADO NORMAL SIGUEN NO
13.675 OB0245 NORMAL NORMAL ALTERADO NORMAL NORMAL SIGUEN NO
13.682 OB0248 NORMAL NORMAL ALTERADO NORMAL NORMAL SIGUEN NO
13.762 OB0253 NORMAL NORMAL ALTERADO NORMAL NORMAL SIGUEN NO
13.770 OB0254 NORMAL NORMAL ALTERADO NORMAL NORMAL SIGUEN NO
13.772 OB0255 NORMAL NORMAL ALTERADO NORMAL NORMAL SIGUEN NO
13.782 OB0256 NORMAL NORMAL ALTERADO NORMAL NORMAL SIGUEN NO
13.783 OB0257 NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL SIGUEN NO
13.800 OB0258 NORMAL NORMAL ALTERADO ALTERADO NORMAL SIGUEN NO
13.801 OB0259 NORMAL NORMAL ALTERADO NORMAL NORMAL SIGUEN NO
13.820 OB0264 NORMAL NORMAL ALTERADO NORMAL NORMAL SIGUEN NO
13.823 OB0265 NORMAL NORMAL ALTERADO NORMAL NORMAL SIGUEN NO
13.839 OB0269 NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL SIGUEN NO
13.851 OB0271 NORMAL NORMAL ALTERADO NORMAL NORMAL SIGUEN NO
13.864 OB0277 ALTERADO NORMAL ALTERADO ALTERADO NORMAL SIGUEN NO
TS: tensión sistólica; TD: tensión diastólica

252
Anexo

Anexo A. Tabla con los datos individuales de los pacientes


Identidad Identidad HDL-c Cintura percentil 90
Triglicéridos al año T.S al año T.D al año Abandono Excluidos
paciente familia al año al año
13.877 OB0279 NORMAL NORMAL ALTERADO NORMAL NORMAL SIGUEN NO
13.897 OB0285 NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL SIGUEN NO
13.932 OB0294 NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL NORMAL SIGUEN NO
14.025 OB0307 1º SEMESTRE SI
14.071 OB0312 NORMAL NORMAL ALTERADO NORMAL NORMAL SIGUEN NO
14.106 OB0313 1º SEMESTRE SI
14.140 OB0316 NORMAL NORMAL ALTERADO NORMAL NORMAL SIGUEN NO
14.167 OB0318 NORMAL NORMAL ALTERADO NORMAL NORMAL SIGUEN NO
14.186 OB0320 NORMAL NORMAL ALTERADO NORMAL NORMAL SIGUEN NO
14.220 OB0321 NORMAL NORMAL ALTERADO NORMAL NORMAL SIGUEN NO
14.241 OB0325 ALTERADO ALTERADO ALTERADO ALTERADO NORMAL SIGUEN NO
14.255 OB0327 NORMAL NORMAL ALTERADO NORMAL NORMAL SIGUEN NO
TS: tensión sistólica; TD: tensión diastólica

253
Anexo

Anexo A. Tabla con los datos individuales de los pacientes


Identidad Identidad Log. IMC-z Log. Glucosa 120 Log. Triglicéridos Log. HOMA-IR Log. QUICKI_IR Log. Ghrelina Log. Insulina Log. Resistina
paciente familia basal basal basal basal basal basal basal basal
8.657 OB0344 0,98 4,61 4,19 1,18 -1,14 2,73
11.795 OB0056 1,52 4,53 4,32 1,18 6,57 -1,14 2,89 2,57
11.875 OB0062 1,12 4,65 4,84 0,19 7,26 -0,99 1,89 1,79
11.950 OB0067 1,73 4,83 3,87 0,86 7,09 -1,09 2,47 1,34
11.983 OB0072 0,78 4,48 3,91 -0,09 7,26 -0,94 1,79 1,69
12.030 OB0074 1,86 4,58 3,99 0,98 6,34 -1,11 2,73 2,45
12.040 OB0075 1,09 4,70 3,74 -0,87 6,67 -0,80 0,96 1,65
12.092 OB0080 1,39 4,55 3,99 0,94 7,22 -1,10 2,53 2,29
12.099 OB0081 0,91 4,84 4,63 -0,41 6,65 -0,89 1,69 2,81
12.103 OB0083 1,35 5,23 4,93 2,23 6,40 -1,27 3,82 2,28
12.144 OB0085 1,31 4,62 4,62 1,96 6,42 -1,24 3,64 2,10
12.151 OB0086 1,05 4,70 4,28 0,73 7,00 -1,07 2,44 2,46
12.201 OB0088 1,90 4,98 3,99 2,39 6,61 -1,29 3,98 2,09
12.221 OB0089 1,24 4,94 4,06 -0,73 6,87 -0,83 1,16 1,61
12.244 OB0091 1,17 4,95 4,75 0,50 7,35 -1,04 1,89 1,86
12.247 OB0092 1,10 4,70 3,83 1,28 6,99 -1,15 2,73 2,04
12.252 OB0093 1,29 4,85 3,87 1,29 6,85 -1,15 2,94 1,79
12.255 OB0094 1,06 4,55 4,72 1,63 6,51 -1,20 3,32 1,86
12.287 OB0097 2,40 4,85 5,02 2,29 6,63 -1,28 3,93 2,58
12.308 OB0098 1,58 4,62 5,09 1,05 6,60 -1,12 2,74 1,55
12.317 OB0060 1,33 4,76 4,01 0,73 7,03 -1,07 2,23 1,93
12.388 OB0103 1,08 4,62 4,14 0,70 6,84 -1,07 2,54 2,56
12.389 OB0103 1,23 5,06 4,01 1,12 6,77 -1,13 2,70 2,29
12.390 OB0104 0,69 4,88 4,86 0,93 7,31 -1,10 2,44 1,69
12.402 OB0105 1,83 4,56 4,04 1,31 6,78 -1,16 3,11 2,07
12.413 OB0106 1,60 4,45 4,30 2,59 6,25 -1,32 4,30
12.416 OB0107 1,97 4,81 4,98 0,59 7,22 -1,05 2,39 1,82
12.422 OB0109 0,96 4,69 3,85 -0,17 6,18 -0,93 1,53 1,55
12.426 OB0110 0,88 4,78 3,64 1,27 7,04 -1,15 2,75 1,16
12.432 OB0111 1,41 4,71 4,39 0,65 6,59 -1,06 2,48 1,77
12.454 OB0112 1,79 4,61 3,78 0,92 6,68 -1,10 2,71 2,70

254
Anexo

Anexo A. Tabla con los datos individuales de los pacientes


Identidad Identidad Log. IMC-z Log. Glucosa 120 Log. Triglicéridos Log. HOMA-IR Log. QUICKI_IR Log. Ghrelina Log. Insulina Log. Resistina
paciente familia basal basal basal basal basal basal basal basal
12.496 OB0113 0,88 4,74 3,58 0,14 6,21 -0,98 1,67 2,20
12.508 OB0114 1,09 4,67 4,08 0,99 6,35 -1,11 2,64 1,77
12.539 OB0115 1,69 4,58 4,30 0,33 6,44 -1,01 2,21 2,42
12.552 OB0116 1,19 4,85 4,16 0,68 5,83 -1,07 2,24 2,26
12.611 OB0121 1,25 4,53 3,71 -0,72 7,73 -0,83 1,10 1,70
12.621 OB0122 1,55 4,45 4,09 -0,54 7,09 -0,86 1,13 1,25
12.625 OB0123 1,24 4,76 4,33 0,91 7,24 -1,10 2,52 1,13
12.701 OB0125 1,33 4,69 5,08 0,93 6,47 -1,10 2,81 2,01
12.705 OB0126 1,45 4,80 4,45 1,03 6,58 -1,12 2,67 1,96
12.714 OB0128 1,51 4,91 4,32 1,72 6,15 -1,21 3,25 1,87
12.727 OB0130 1,00 4,61 3,66 0,44 7,02 -1,03 2,24 1,92
12.742 OB0133 1,45 4,86 4,11 0,71 6,65 -1,07 2,49 1,57
12.745 OB0134 0,84 4,66 4,38 1,44 6,72 -1,17 3,14 1,93
12.752 OB0136 1,17 4,45 4,22 0,79 6,94 -1,08 2,92 2,81
12.831 OB0138 1,19 4,71 3,56 0,68 6,92 -1,07 2,33 1,93
12.834 OB0139 1,23 4,90 4,16 1,43 6,79 -1,17 3,08 1,72
12.847 OB0140 1,36 4,66 5,36 1,33 7,05 -1,16 2,98 1,63
12.849 OB0142 0,97 4,66 4,08 0,49 6,87 -1,04 2,10 1,74
12.868 OB0144 1,44 4,78 4,28 0,74 6,12 -1,07 2,49 0,79
12.871 OB0145 0,99 4,78 4,95 0,98 6,60 -1,11 2,63 1,16
12.894 OB0149 1,44 5,11 5,14 1,82 5,30 -1,22 3,32 1,74
12.912 OB0150 1,42 4,77 4,58 0,56 7,56 -1,05 2,42 1,95
12.913 OB0150 1,37 4,50 4,08 1,03 7,22 -1,12 2,74 1,61
12.917 OB0151 1,16 4,62 4,63 0,98 6,89 -1,11 2,75 1,77
12.925 OB0153 1,88 4,64 4,38 0,69 6,35 -1,07 2,59 1,87
12.933 OB0155 1,36 4,62 3,93 1,01 6,99 -1,11 2,81 2,13
12.937 OB0156 1,95 4,65 4,19 0,66 7,23 -1,06 2,39 2,42
12.989 OB0159 1,30 4,64 4,03 -0,46 7,33 -0,88 1,28 2,52
12.998 OB0160 1,71 4,71 4,28 0,50 6,85 -1,04 2,24 1,87
13.019 OB0162 0,83 4,63 4,17 0,65 6,31 -1,06 2,21 1,48
13.046 OB0164 1,38 4,56 3,37 0,39 7,43 -1,02 2,12 1,31

255
Anexo

Anexo A. Tabla con los datos individuales de los pacientes


Identidad Identidad Log. IMC-z Log. Glucosa 120 Log. Triglicéridos Log. HOMA-IR Log. QUICKI_IR Log. Ghrelina Log. Insulina Log. Resistina
paciente familia basal basal basal basal basal basal basal basal
13.049 OB0165 1,25 4,19 3,99 0,45 6,47 -1,03 2,29 1,72
13.077 OB0168 1,32 4,62 3,85 1,12 6,55 -1,13 2,80 1,65
13.094 OB0171 1,74 4,88 4,57 0,32 6,86 -1,01 1,87 0,96
13.095 OB0172 1,07 4,43 3,66 -0,59 7,13 -0,86 1,41
13.110 OB0173 0,94 4,50 3,43 -0,49 7,59 -0,87 1,28 1,70
13.111 OB0174 1,06 4,84 4,88
13.123 OB0176 1,43 4,54 4,49 0,54 6,18 -1,04 2,17
13.126 OB0177 1,58 4,60 3,66 1,23 6,47 -1,14 2,83
13.136 OB0178 1,61 4,34 3,64 0,03 7,37 -0,96 1,70
13.143 OB0179 0,89 4,61
13.145 OB0180 1,26 4,61 4,29 1,41 6,69 -1,17 2,88
13.147 OB0181 1,08 4,62 3,78 1,12 6,67 -1,13 2,63
13.151 OB0182 0,85 4,45 3,09 -0,28 6,81 -0,91 1,34 1,95
13.154 OB0183 1,55 4,64 3,56 1,41 6,71 -1,17 2,97 2,17
13.157 OB0184 1,30 4,56 3,78
13.177 OB0185 1,14 4,80 4,26 0,99 6,36 -1,11 2,56 1,82
13.219 OB0190 1,53 4,37 3,99 -0,34 -0,90 1,50 1,61
13.257 OB0195 0,82 4,65 4,13 1,27 6,66 -1,15 2,83 1,44
13.261 OB0196 1,32 4,42 4,51 1,03 6,97 -1,12 2,54 2,12
13.274 OB0198 1,45 4,72 4,83 1,43 6,54 -1,17 3,09 1,34
13.277 OB0199 1,32 4,54 3,69 0,64 6,78 -1,06 2,41 1,83
13.280 OB0200 1,36 4,55 4,04 0,39 6,58 -1,02 2,08
13.282 OB0201 0,85 4,72 3,74 0,55 6,48 -1,05 1,99
13.291 OB0202 1,23 4,60 4,49 0,85 6,72 -1,09 2,51 1,39
13.308 OB0203 1,25 4,61 4,25 1,12 6,76 -1,13 2,90 1,61
13.328 OB0205 1,31 4,55 4,47 0,88 6,61 -1,09 2,53 1,74
13.346 OB0207 1,29 4,96 4,01 0,46 6,86 -1,03 2,29 1,94
13.358 OB0208 1,38 4,36 3,76 1,15 7,55 -1,13 2,91 1,79
13.362 OB0209 1,20 4,52 3,95 0,98 6,96 -1,11 2,69 1,72
13.374 OB0210 0,96 4,81 4,74 2,78 6,28 -1,34 4,41
13.378 OB0211 0,69 4,91 4,30 0,73 6,81 -1,07 2,50 1,44

256
Anexo

Anexo A. Tabla con los datos individuales de los pacientes


Identidad Identidad Log. IMC-z Log. Glucosa 120 Log. Triglicéridos Log. HOMA-IR Log. QUICKI_IR Log. Ghrelina Log. Insulina Log. Resistina
paciente familia basal basal basal basal basal basal basal basal
13.385 OB0212 0,82 4,62 4,28 0,83 6,70 -1,09 2,57
13.404 OB0214 1,49 4,76 3,95 0,69 6,47 -1,07 2,45
13.408 OB0215 1,08 4,63 4,57 1,20 6,71 -1,14 3,03 1,67
13.426 OB0218 1,68 4,60 3,58 0,16 6,99 -0,99 1,82 1,70
13.454 OB0219 1,30 5,00 4,85 1,74 6,43 -1,21 3,42 2,14
13.458 OB0220 1,13 4,68 4,45 0,44 7,23 -1,03 2,19 1,41
13.502 OB0222 0,99 4,79 5,28 0,85 6,63 -1,09 2,66 1,74
13.550 OB0228 1,77 4,70 4,25 1,29 6,63 -1,15 2,88 2,40
13.551 OB0228 1,28 4,88 4,88 1,49 6,33 -1,18 2,94 1,61
13.581 OB0230 0,78 4,77 4,39 0,45 7,10 -1,03 2,25 1,70
13.609 OB0234 0,71 4,45 4,03 0,50 -1,04 2,28 1,81
13.632 OB0237 0,94 4,69 3,50 1,10 6,31 -1,13 2,69 1,48
13.640 OB0240 1,31 4,55 4,36 1,27 6,30 -1,15 2,92
13.642 OB0235 1,62 4,37 4,08 0,50 6,89 -1,04 2,28
13.654 OB0242 0,84 4,62 3,53 0,45 6,89 -1,03 2,16
13.668 OB0239 1,52 4,80 3,09 0,65 6,65 -1,06 2,91
13.669 OB0244 1,58 4,96 4,39 1,16 7,27 -1,14 2,83
13.675 OB0245 1,72 4,77 4,19 0,73 6,84 -1,07 2,46
13.682 OB0248 1,16 4,50 4,33 0,66 6,65 -1,06 2,43
13.762 OB0253 1,31 4,48 3,85 1,08 6,89 -1,12 2,80
13.770 OB0254 1,70 4,62 4,58 1,09 6,35 -1,12 2,86 3,25
13.772 OB0255 1,35 5,02 3,61 1,19 6,26 -1,14 2,79 2,27
13.782 OB0256 1,49 4,74 3,61 1,29 6,52 -1,15 2,89 2,14
13.783 OB0257 1,03 4,69 4,41 -0,08 6,65 -0,94 1,69 1,83
13.800 OB0258 1,34 4,65 4,53 0,88 6,03 -1,10 2,64 2,38
13.801 OB0259 0,77 4,57 3,91 0,20 6,70 -0,99 1,95 1,92
13.820 OB0264 0,82 4,37 3,66 0,13 6,76 -0,98 1,87 2,06
13.823 OB0265 0,77 4,48 3,78 1,03 6,60 -1,12 2,69 1,82
13.839 OB0269 1,49 4,45 3,53 0,67 6,78 -1,06 2,23 2,30
13.851 OB0271 1,60 4,97 4,28 1,23 6,82 -1,14 2,84 2,10
13.864 OB0277 1,28 4,41 4,74 0,71 6,54 -1,07 2,41 2,20

257
Anexo

Anexo A. Tabla con los datos individuales de los pacientes


Identidad Identidad Log. IMC-z Log. Glucosa 120 Log. Triglicéridos Log. HOMA-IR Log. QUICKI_IR Log. Ghrelina Log. Insulina Log. Resistina
paciente familia basal basal basal basal basal basal basal basal
13.877 OB0279 0,91 4,52 3,91 0,47 6,56 -1,03 2,14 1,90
13.897 OB0285 1,38 4,95 4,45 1,18 6,77 -1,14 2,88 2,20
13.932 OB0294 1,28 4,60 4,60 1,25 6,74 -1,15 2,79 2,32
14.025 OB0307 1,51 4,60 4,64 2,06 6,33 -1,25 3,75 2,27
14.071 OB0312 0,98 5,20 3,87 0,14 6,72 -0,98 1,82 2,56
14.106 OB0313 0,93 4,71 3,78 0,44 6,21 -1,03 2,08 3,05
14.140 OB0316 1,33 4,49 3,85 0,64 6,71 -1,06 2,58 2,09
14.167 OB0318 1,76 4,64 4,66 0,33 6,30 -1,01 1,93 2,75
14.186 OB0320 1,30 4,74 4,62 0,99 6,99 -1,11 2,88 1,43
14.220 OB0321 1,36 4,89 4,29 1,13 6,50 -1,13 2,67
14.241 OB0325 2,05 4,63 4,92 0,98 6,52 -1,11 2,92
14.255 OB0327 1,36 4,65 4,51 1,34 6,40 -1,16 3,01

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