Victor Korman 4 PDF
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Vctor Korman
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Tercer grupo: son los pacientes en tratamientos de larga duracin que slo
entran muy espordicamente en el circuito . Pueden estar frente a
frente o bien en el divn, a veces durante aos, ya sea con una, dos o
(raro hoy en da!) tres sesiones semanales. Sin embargo, falta
productividad psicoanaltica; no terminan de configurarse como pacientes
en anlisis. Considero que son psicoterapias de larga duracin. Esto
viene a confirmar un hecho: la sola intencin de llevar a cabo un
psicoanlisis no basta, ni an con varias sesiones semanales. Slo cuando
finaliza o se interrumpe una cura puede determinarse, retroactivamente,
cual ha sido la tarea realizada: o bien psicoterapia o bien psicoanlisis.
Cuarto grupo: con uno de cada veinte o veinticinco consultantes, se suele
dar la rara conjuncin de una indicacin y aceptacin de un psicoanlisis.
Despus de una larga etapa inicial, entran en aquello que Freud,
utilizando la metfora del ajedrez, consideraba como perodo medio de
un anlisis, que puede conducir a su final. Subrayo puede; no todos
llegan a la terminacin. Esto exige que el analizante vaya realizando
pasajes mltiples y sinrgicos por y que estos ciclos sucesivos acaben
constituyendo una larga serie. Se produce, entonces, un trabajo de mayor
calado sobre la organizacin psquica. El final del anlisis supondr un
cambio de la posicin subjetiva respecto de CDFG con una clnica del fin
de anlisis singular para cada caso.
Paso a la segunda parte de mi exposicin: las consideraciones sobre el
inconsciente, la repeticin y la interpretacin.
Precisiones sobre el concepto de inconsciente con que opero en la
clnica.
El inconsciente es, para m, una hiptesis. No es un objeto, ni una cosa,
ni un recipiente en el que bullen contenidos, ni un diablillo oculto
productor de efectos. No tiene lugar ni espacialidad. Lo promovemos
nosotros y lo hacemos objeto de una praxis, al postularlo como causa de
ciertos avatares psquicos o al utilizarlo como adjetivo, para calificar
aquello que escapa a la conciencia del sujeto. Por lo tanto, ni est
escondido ni tiene una vida anterior al momento en que se suscita su
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Sobre la interpretacin
Considero imprescindible estrechar el hiato entre la capacidad de la teora
psicoanaltica para explicar la dinmica psquica de un paciente (que es
muy grande) y su aptitud -bastante limitada- para transformarla. Por lo
tanto, es necesario renovar y perfeccionar las modalidades de
intervencin del analista; las interpretaciones trilladas pierden su filo.
Comentar los cambios que introduje en mi prctica interpretativa, a
partir de mis diferencias con las maneras clsicas de entenderla. Centrar
mis crticas en cuatro aspectos:
1) La idea de interpretacin como remocin de las causas.
2) Los efectos interpretativos y el factor tiempo.
3) La tarea sobre las repeticiones transferenciales.
4) El trabajo con la compulsin repetitiva.
Una moneda corriente quiere que los efectos teraputicos se deban a que
la interpretacin remueve o modifica las causas de un sntoma. A mi
modo de ver, la resolucin de un sntoma no suele darse por recorrer, en
sentido inverso, los caminos que llevaron a su surgimiento. El modelo
ofrecido por La interpretacin de los sueos [Freud, S. (1900)] ha incidido
mucho en esta forma de pensar. No creo en la reversibilidad causa-efecto.
No hay retorno posible a un tiempo anterior ni se puede volver desde los
efectos producidos a las causas que los han motivado. La vista tiene que
estar puesta en el futuro. La creencia contraria alent durante dcadas -y
sigue alentando- interpretaciones favorecedoras de supuestas regresiones,
para reparar lo habido en exceso o defecto en la infancia. La idea-eje de
esta manera de pensar es: si descubrimos cmo y qu ha generado un
problema, podremos resolverlo: se tratar entonces de rememorar el
pasado, haciendo conscientes los recuerdos reprimidos (el famoso relleno
de las lagunas mnsicas). Luego, cuando se vio que esto slo no era
suficiente y que la capacidad de recordar tena lmites, se agreg el trabajo
sobre las resistencias y la elaboracin. Estas ideas se trasladaron tambin a
las psicoterapias psicoanalticas aunque se recomendaba que en ellas no se
indujeran regresiones profundas. Se deca -y se sigue sosteniendo en
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Resumen
El texto se inicia con un breve estudio comparativo de la psicoterapia
psicoanaltica y el psicoanlisis clnico; en ese cotejo se especifican los
elementos compartidos y los aspectos diferenciales de ambos. Se
expone a continuacin una serie de precisiones sobre el inconsciente y
la repeticin para enfocar, finalmente, la interpretacin en el seno de la
psicoterapia psicoanaltica. Se plantean las diferencias con algunas
formas tradicionales de entender la interpretacin y se propugna la
renovacin de las modalidades de intervencin del analista. Se indican
dos posibles vas de incidencia de la interpretacin: 1) creando o
ahondando algunas turbulencias psquicas; 2) conduciendo ese
desorden a una nueva organizacin.
Summary
The text starts with a brief comparative study of psychoanalytic
psychotherapy and clinical psychoanalysis, in wich the common and
the differential elements between both are high ligthed. Next, a series
of clarifications about the inconcius and about repetion are exposed, to
focus finally on interpretation in the context of psychoanalytic
psychotherapy. Some differences with the traditional ways of
understanding interpretation are presented, and an advocation is made
for a renovation of the modalities of analyst intervention. Two possible
ways through wich interpretations act are indicated: 1) creating or
deepening some psychic turbulences; 2) conducting this disorder into a
new organisation.
BIBLIOGRAFA
Freud, S. (1900). La interpretacin de los sueos. Vols. IV y V. Buenos
Aires: Amorrortu Editores.
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