Pronóstico Nivel Amputación
Pronóstico Nivel Amputación
Pronóstico Nivel Amputación
NIVELES DE AMPUTACIÓN EN
EXTREMIDADES INFERIORES: REPERCUSIÓN
EN EL FUTURO DEL PACIENTE
AMPUTATION LEVEL IN LOWER LIMBS: IMPACT ON THE PATIENT’S FUTURE PERFORMANCE
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RESUMEN La palabra amputación se deriva del latín, amputare, que quiere decir
La amputación es un acto quirúrgico que provoca un cambio cortar y separar enteramente del cuerpo un miembro o una porción de él
irreversible en la persona sometida a ésta. El nivel al que se (1). Como se desprende de su significado, es una condición de carácter
realiza es determinante en las competencias futuras del pa- permanente, que de no tomarse las acciones de rehabilitación nece-
ciente, siendo de peor pronóstico funcional el hecho de te- sarias, constituirá una causa de severo impedimento en la realización
ner una amputación más proximal. Los niveles transarticula- de actividades cotidianas, laborales, recreacionales y en la participación
res presentan mejor pronóstico funcional que los realizados social de las personas que las adquieren (2).
a través del hueso en un nivel inmediatamente superior. Al
enfrentar un paciente que requiere una amputación es nece- Hay diferentes factores involucrados en el resultado funcional posterior
sario pensar no solo en salvar la vida sino en conservar buenas a la amputación de una extremidad, siendo uno de los que se conside-
posibilidades de independencia y reinserción social. ra más importante el nivel de la misma. En este artículo se analizarán
diferentes datos relacionados con este tópico, con el fin de orientar en
Palabras clave: Amputación, niveles, transfemoral, transtibial, cuanto a la importancia de, al realizar una amputación, hacerla pensan-
desarticulación, rodilla, tobillo. do no solo en tratar un segmento corporal dañado sino en obtener el
mejor pronóstico funcional posible para el paciente.
dos presentan frecuencia cardíacas más elevadas y un mayor consumo En un estudio que compara el resultado funcional a 17 meses de pacientes
de oxígeno para la misma tarea (5, 9). Dentro de este grupo, además amputados disvasculares, se aprecia claramente la traducción funcional de
hay diferencias significativas entre quienes tienen miembros residuales los datos antes mencionados: al comparar transtibiales, con transfemorales,
largos y cortos, resultando los primeros con un menor costo energético destaca que en el primer grupo hay notoriamente más personas que logran
de la marcha (3, 4). caminar de forma extradomiciliaria (38% v/s 10%) y muchos menos indivi-
duos que no logran la deambulación (35% v/s 71%). Otro estudio muestra
El peso de la prótesis no tiene influencia en el costo energético de la que el uso de prótesis es significativamente mayor en quienes presentan
marcha, lo que explicaría que muchas personas se adapten al uso de amputaciones transtibiales versus los transfemorales (52% v/s19%) (10).
prótesis pesadas. Esta información es relevante para que los clínicos no Esto probablemente dice relación no solo con la habilidad de caminar sino
se limiten en la prescripción de elementos accesorios como rotadores con el confort logrado en la confección protésica. También con la facilidad
o adaptadores (3). para instalar y retirar los dispositivos (considerando que las prótesis transfe-
morales son más difíciles de poner y los pacientes de este grupo presentan
La calidad de vida también tiene relación con el nivel de amputación. otras patologías que dificultan su independencia en estas tareas) (2).
Estudios que la analizan mediante la escala SF - 36 han mostrado una
relación inversa del componente físico de la escala (Physical component
score, PCS) con el nivel de amputación (a niveles más altos, peor calidad
de vida) (6, 7).
Figura 1. Personas con amputación transtibial tienen mejores pronóstico funcional que amputados a niveles más altos, con mayor tiempo diario de uso de prótesis y
mejores posibilidades de reintegrarse a actividades laborales y recreativas.
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Todo lo anterior probablemente tenga directa relación con el progresi- en el extremo distal de su extremidad amputada. Esto por un lado, en
vo aumento en el costo energético de la marcha que se produce en la los pacientes no usuarios de prótesis facilita las transferencias y estabi-
medida que analizamos los niveles de amputación desde el más distal lidad en sedente. Y en los usuarios de dispositivos protésicos, permite
hacia el más proximal. Cuando se analiza la marcha y el porcentaje mayor confort en la cavidad protésica en comparación con las cavidades
de la capacidad aeróbica máxima utilizada para lograr una velocidad tradicionales para pacientes con amputación transfemoral (ya que se al
confortable en personas con amputación unilateral, se aprecia lo si- descargar todo el peso a distal, esto se hace en forma perpendicular al
guiente (3,8,9): suelo y se evita la necesidad de aplicar fuerzas estabilizadoras horizonta-
les que incrementan la carga total sobre el miembro residual). Otro factor
sumamente importante para promover el uso de este nivel por sobre el
debajo de la de las personas sin amputación (80 versus 71m/min), con transfemoral es que se conserva toda la potencia de aductores, lo que
un consumo de oxígeno muy similar entre ambos. evita las retracciones en abducción, tan frecuentes y difíciles de manejar.
A pesar de todo lo anterior, es un nivel poco utilizado, en parte porque
originalmente se describió que era difícil lograr una buena cobertura de
la velocidad con mayor costo energético en la marcha. los cóndilos femorales y que el porcentaje de curación de la herida era
menor que en los pacientes transfemorales. Asimismo, se hacía mención
a que el extremo bulboso del miembro residual hacía difícil la confección
velocidad de la marcha en relación a las personas sin amputaciones (80 de la cavidad protésica y a que el largo de la extremidad remanente era
versus 52 m/min) y con un aumento importante en el costo energético. excesivo para poder utilizar una buena rodilla con adecuada simetría en-
Al superarse la capacidad aeróbica del individuo en el acto de caminar, tre las extremidades (18-23). Sin embargo, estos inconvenientes pueden
se utilizará en parte metabolismo anaeróbico para la tarea. Este hecho subsanarse si se utiliza la técnica modificada de Mazet, descrita en 1966
probablemente limitará la duración de la misma. Entonces, si a que estas (24), en la que se realiza remodelación distal con remoción parcial de los
personas caminan más lento que los individuos no amputados, le suma- cóndilos femorales. En una serie de casos de desarticulaciones de rodilla
mos que la actividad de caminar por períodos breves puede llegar a ser realizadas con ésta técnica, publicada en 2008 (17) se analizaron 50 pa-
extenuante, en este nivel aumentan las probabilidades de desistir de ella. cientes con complicaciones de enfermedad arterial oclusiva que requerían
amputación y en los que no era posible la amputación transtibial. En este
A nivel de la reinserción laboral, esta se logra con mayor frecuencia en estudio, el porcentaje de curación de la herida operatoria fue de 80%,
amputados transtibiales y en desarticulados de rodilla en comparación lo cual es comparable al 70 a 100% reportado en las diferentes series
con amputados transfemorales (5). para amputaciones transfemorales. Estos pacientes mantuvieron un uso
protésico a 3 años de un 56% y a 5 años de 41%, lo cual es excelente si lo
Como se ha mencionado previamente, la desarticulación de rodilla tiene comparamos con el 19% reportado para personas con amputación trans-
mejores resultados funcionales que la amputación transfemoral (10-16). femoral. Una de las razones descritas para el éxito actual en el manejo
Las razones más aducidas para ello son, que al ser el miembro residual protésico de estos pacientes son las innovaciones tecnológicas que fueron
más largo, permite una mejor suspensión y hay un mayor brazo de pa- apareciendo a partir de la segunda mitad del siglo XX y que proveen a los
lanca para el manejo de la prótesis. Además el hecho de conservar el clínicos de mayores alternativas terapéuticas que ofrecer a los pacientes
fémur completo hace posible que el paciente descargue todo su peso con este nivel (materiales, cavidades, rodillas, etc.).
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Otro nivel que no cuenta con gran popularidad entre los especialis-
tas de las áreas quirúrgicas, pero que es muy conveniente desde el
punto de vista de la rehabilitación, es la amputación de Syme (des-
articulación de tobillo con conservación de la almohadilla de talón).
Este nivel permite, al igual que de la desarticulación de rodilla e
incluso de manera más eficiente, la descarga de peso distal, lo cual
es sumamente ventajoso a la hora de la confección protésica y hace
que la carga de peso en la extremidad remanente durante la marcha
sea mucho mejor tolerada que en el nivel transtibial (26). Tiene el
inconveniente de presentar extremo distal voluminoso, lo cual pue-
de ser complicado a nivel cosmético, pero las ventajas funcionales
sobrepasan los impedimentos estéticos. Se puede realizar siempre
que haya adecuado flujo sanguíneo hacia la piel de talón por medio
de la arteria tibial posterior, y está por esto contraindicada en casos
en los que el paciente presenta compromiso de este flujo. Otra con-
dición que la contraindica es la imposibilidad de conservar la almo-
hadilla de talón por cualquier causa (trauma, infección, etc.). No es
recomendable ya que en ese caso, el miembro residual perdería su
capacidad de realizar carga distal (que es la principal ventaja de este
nivel) y la posibilidad de presentar complicaciones durante el uso de
prótesis es alta (Figura 4a y b).
Es importante destacar, para todos los niveles, que si bien por lo general
son preferibles las extremidades remanentes más largas, hay que tener b
claro que un miembro que presenta piel de muy mala calidad y/o mala
cobertura de partes blandas no es un resultado de elección. En todo Figura 4a y b. Paciente con amputación tipo Syme
bilateral que logra marcha independiente sin ayudas
esto es muy necesario intentar evitar las reconstrucciones que se prolon-
técnicas, e incluso juega fútbol con sus pares.
gan por meses o años y el encarnizamiento terapéutico.
CONCLUSIONES
De todo lo anteriormente expuesto, se concluye que al momento de en-
frentar a un paciente con un severo compromiso de una o más extremi-
dades, los equipos de salud deben abordar la cirugía no solo pensando
en salvar la vida, sino en el individuo y su proceso futuro de reinserción
familiar, social y laboral. Gran parte del destino del sujeto quedará sella-
do en el pabellón y si las decisiones se toman en forma consensuada,
pensando en el pronóstico funcional y en base a la evidencia actualmen-
te disponible, podemos lograr mejores resultados en todos los ámbitos
a
de la vida de la persona a la que estamos tratando.
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REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
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