Neoliberalismo, Multiactividad y Agricultura Familiar en Carapan Michoacán - Luis-Mendoza

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Neoliberalismo, Multiactividad y Agricultura Familiar en una Comunidad P’urhépecha.

El
Caso de Carapan, Michoacán.1

Neoliberalism, Multi-activity and Family Farming in a P'urhépecha Community. The Case


of Carapan, Michoacán.

Luis José Mendoza Magallón2

Resumen

La agricultura familiar se enfrenta a procesos globales de transformación del campo y de las


relaciones capitalistas en torno a la agroindustria, las cuales impactan de diversas maneras en las
comunidades y los grupos domésticos. En este trabajo se aborda el impacto de las políticas
neoliberales sobre la agricultura familiar en Carapan, Michoacán, así como la conformación de la
multiactividad y su papel en las estrategias de supervivencia y reproducción de los grupos
domésticos. Esto ha derivado en una transformación de las actividades tradicionales y la
multiactividad como estrategia de reproducción, así como una dependencia del mercado laboral
regional.

Abstract

Family farming faces global processes of transformation of the countryside and capitalist
relations around agribussines, which impact in different ways on communities and domestic
groups. This paper addresses the impact of neoliberal policies on family farming in Carapan,
Michoacán, as well as the conformation of multiactivity and its role in the survival and
reproduction strategies of domestic groups. This has led to a transformation of traditional
activities and multi-activity as a reproduction strategy, as well as a dependence on the regional
labor market.

1
Ponencia presentada en el Eje Temático 5, Medio ambiente, sustentabilidad y vulnerabilidad social, del VI
Congreso Nacional de Ciencias Sociales Las ciencias sociales y la agenda nacional organizado por el Consejo
Mexicano de Ciencias Sociales, A.C, la Universidad Autónoma de San Luis Potosí y El Colegio de San Luis, A.C.
Centro Cultural Universitario Bicentenario, San Luis Potosí, SLP, del 19 al 23 de marzo de 2018. [Agricultura
familiar; multiactividad; agroindustria; movilidad laboral.]
2
Maestro en Ciencias en Producción Agrícola Sustentable, Centro Interdisciplinario de Investigación para el
Desarrollo Integral Regional Unidad Michoacán (CIIDIR-IPN-MICH), Pueblos indígenas ante el Estado,
[email protected]

1
1. La región de estudio

Carapan es una comunidad indígena p’urhépecha enclavada en La Cañada de los Once Pueblos,
cuya cabecera municipal y centro comercial es el pueblo de Chilchota. Se ubica en una pequeña
porción de terreno, rodeado de cerros que colinda con la Meseta p’urhépecha, su extensión es de
unos doce kilómetros de largo y aproximadamente dos de ancho en dirección oriente – poniente
y una superficie de 289 kilómetros (Franco, 1997), tal como se esquematiza en la siguiente
figura.

Figura 1: Localización de la región de estudio. Elaboración propia con datos de INEGI (2010)

La Cañada es una de las cuatro regiones donde se asienta la población p’urhépecha de


Michoacán, también llamada Eraxamani por sus habitantes. La Relación de Chilchota nos da
noticia de esta región desde el siglo XVI, en la cual se describe de manera general sus pueblos:

El primero y cabecera es Zirapo en lengua tarasca que en lengua mexicana quiere decir
Chilchota […] está fundado en un valle que en lengua de los naturales, que son tarascos,
se llama el valle Charaperaqueo […] es el valle pequeño que terna de largo legua y media
y de ancho en lo más ancho un cuarto de legua , en otras partes menos: es tierra fértil y de
muchos montes (Ochoa y Sánchez, 1985).

2
En la actualidad Chilchota sigue siendo cabecera y centro comercial. La conformación
del paisaje antes descrito se ha transformado debido a la deforestación, la erosión y la diversidad
de cultivos frutales que cubren su superficie. De oriente a poniente, la distribución de los pueblos
se da de la siguiente manera: Carapan, Tacuro, Ichán, Huáncito, Zopoco, Santo Tomás,
Acachuén, Tanaquillo, Urén y Chilchota. Cabe resaltar que varios de estos pueblos se encuentran
geográficamente unidos, tal es el caso de Tacuro e Ichán o de Urén y Chilchota.

2. Cultura y campo social

No podemos entender a la cultura p’urhépecha como una entidad aislada, desconectada y en


confrontación con otras. Incluso al abordar un estudio histórico de esta región es preciso notar
que ésta tuvo fuertes contactos con otras (Albiez-wieck, 2011). La globalización del proceso
capitalista no conduce necesariamente a la asimilación sin resistencia de las comunidades
indígenas y rurales, sino que estos son espacios donde el capitalismo se desarrolla de maneras
particulares dadas las características propias del lugar, lo que lleva a comprender, dentro del
marco de referencia, la posición y las relaciones entre el centro y su periferia. En el caso
carapense, la agricultura familiar se incorpora a esta estructura en condiciones desfavorables
pues el grupo doméstico tiene que enfrentar muchos retos al momento de emprender la labor
agrícola, tales como el acceso a la tierra, la carencia de mano de obra, la degradación ambiental,
el recurso hídrico, la expansión de cultivos no tradicionales, la mercantilización de la agricultura,
entre otras.

Los procesos de transformación suceden en el marco de una estructura de campos


sociales. Roseberry (2002) los ubica como como un concepto mediador, una manera de acercarse
a lo local sin dejar de considerar los aspectos globales que tienen incidencia en un territorio
particular. De esta manera, el énfasis en las relaciones sociales nos ayuda a explicar el cambio y
su complejidad a lo largo del tiempo. Esto es útil para explicar la práctica de la agricultura
familiar en Carapan en medio de una transformación profunda del campo, en el marco del
capitalismo neoliberal. Dentro de esta estructura, existen una serie de relaciones al interior y al
exterior que moldean el sistema agrícola carapense, que continúa proveyendo una parte
importante del sustento de las familias para su reproducción. Estas contradicciones internas en
ocasiones se resuelven volcando más compromiso hacia el mercado y menos hacia el grupo

3
doméstico (Binford y Churchill, 2007). El proceso de globalización económica y productiva
tiene como unos de sus efectos el proceso de proletarización de las poblaciones rurales.

3. Globalidad y proletarización

Para entender los procesos globales y su relación con los de carácter local es preciso estudiar los
fenómenos desde una perspectiva histórica, esto permite entender el desarrollo del capitalismo
desde el ámbito temporal y espacial, aunado a un acercamiento etnográfico que analiza dichos
procesos en un tiempo y lugar particulares (Roseberry, 2002). Así es posible entender la relación
entre los procesos de desarrollo capitalistas y la construcción de campos sociales particulares
donde la importancia de la agricultura como de diversas actividades remuneradas se reconfigura
a través del tiempo. Particularmente en Carapan, existe una creciente importancia de estas
últimas.

El trabajo agrícola pasa a ser una actividad complementaria y esto abona a la


proletarización de los hogares rurales. Es así que el relativo éxito en la inserción en los mercados
laborales y el hecho de que el recurso monetario es cada vez más necesario para asegurar la
reproducción familiar, el acceso a servicios, educación, salud, etc. implica seguramente un
menor compromiso hacia la agricultura local y, por ende, a la comunidad de origen.

Roseberry menciona que la proletarización desigual, como hecho histórico global,


característico del capitalismo, resulta en una variedad de formas de relaciones laborales, de
acuerdo a una estructura previa de clases y el intento de reformarlas mediante el conflicto
(Roseberry, 1983b). Con ello se transforman las relaciones económicas y de clase en nuestro
país, tal como previamente documentó Roseberry en sus estudios de caso (1983a y 1998). Lo
desigual del proceso de proletarización no resulta solamente de las fuerzas externas del mercado
y la manera en que los actores locales reaccionan a ellas, sino que influye de manera
determinante la posición de estos actores locales con respecto a otros y a las fuerzas del mercado
(Cook y Binford, 1986; Loritz, 2013).

4. Tierra y agricultura en Carapan

Dado que la mayoría de los campesinos de Carapan reconocen distintos tipos de tierras de
acuerdo a su composición física, capacidad de retener el agua y los cultivos que pueden

4
prosperar en cada una de estas, tanto los cultivos como las prácticas que se realizan sobre las
parcelas deben ser adecuadas para conservar los suelos y realizar una práctica continuada de la
agricultura, con la menor pérdida posible de fertilidad. Por otro lado, estas tierras se reconocen
también por sus nombres prehispánicos y los cultivos y prácticas tradicionalmente asociadas a
ellas (López et al., 2014).

Las tierras comunales de Carapan se dividen en terrenos de temporal, de humedad y una


pequeña extensión de riego. El tupuri es una clase de tierra local y es la más productiva en
Carapan. La parte alta de sus tierras comunales cuenta con este tipo de suelo, su textura
superficial es una capa fina de arcilla, misma que, al secarse, previene la evaporación de las
capas inferiores, manteniendo niveles de humedad favorables para el desarrollo de la agricultura
a lo largo del año (West, 2013). Los agricultores aprovechan la retención de humedad para
comenzar a sembrar maíz tan temprano como febrero o incluso enero. De esta manera, al iniciar
el periodo de lluvias, las plantas de maíz llevan ventaja ante la aparición de malezas, lo que
facilita su manejo.

En las tierras de temporal y de riego predomina el suelo conocido localmente como


“charanda”. Dado que este tipo de suelo no es capaz de retener humedad y tiende al
agrietamiento durante la temporada seca, los agricultores destinan estas tierras al cultivo de
milpa, mientras que aquellas con acceso a riego son utilizadas para la siembra de frutales, como
el aguacate. Este tipo de suelo suele erosionarse con rapidez, dejando abarrancamientos en las
partes desmontadas, los cuales pueden apreciarse incluso a la distancia.

Las tierras de temporal y humedad se cultivan bajo el sistema de "año y vez" y las de
riego de manera permanente. Maíz, trigo, janamargo, frijol y aguacate son los principales
productos. También se observan, en menor proporción, calabaza, chilacayote, habas, flores y
hortalizas. Las tierras de temporal y humedad consisten en planos de extensión variable, laderas
y lomeríos suaves, cráteres de volcanes y áreas pedregosas conocidas como ecuaro.3 Las tierras
de riego son de limo, de profundidad superior a dos metros (Campos, 2012), pero hay áreas
dentro del riego que son de inferior calidad e incluso zonas pedregosas. 4 Las áreas de humedad

3
Ekuarhu: Palabra de origen p’urhépecha que significa “espacio abierto”. Generalmente son pequeñas parcelas
pedregosas de cultivo familiar (Paredes, 1998). Para profundizar al respecto de este tipo de terreno y sus sistemas
agrícolas asociados, véase (Franco-gaona, et al, 2016).
4
Información recabada en trabajo de campo, 2016

5
se llaman Pirechan-terunin, Pirechan-uanastácurin, La Troje, Ordaz, Cruz-anapio, La Mesa de
Pinzurio, Ciapó (Penagos, 1995). Allí se siembra el maíz marceño, de color blanco y destinado
principalmente al mercado. La siembra se efectúa desde mediados de marzo, coincidente con la
festividad de San José, hasta fines de abril. Existen unos pocos agricultores que cuentan con
tractores y hacen uso de ellos para todas las labores de cultivo. La mayoría de los que no poseen
tractor suelen contratar las labores de rastreo y barbecho, y usan el arado, el azadón y el machete
para los trabajos de siembra, chaponeo y escarda, respectivamente. La cosecha se hace en
diciembre. La extensión cultivada es variable año con año debido al "año y vez", aunque algunas
zonas del territorio se cultivan año tras año, mediante la rotación de trigo, milpa y janamargo.

Se siembra una vez que las lluvias han humedecido bien los campos, como menciona un
campesino: “…ya cuando se empieza a venir más seguido el agua, que esté bien mojada la tierra
empezamos a sembrar, pero antes preparamos, ya cuando hay suficiente agua así sembramos”. 5
Esto se lleva a cabo generalmente a fines de mayo e inicios de junio. La variedad de maíz en este
caso es de color amarillo, rojo o negro, destinados, principalmente, al autoconsumo y ganado.

5. Modos de producción locales

Dentro de la comunidad destacan algunos cultivos por su importancia social, cultural y


económica, que son resultado de la apropiación histórica del medio ambiente por los agentes
locales y la adaptación a diversas condiciones, tales como pendientes, falta o exceso de agua,
plagas y enfermedades erosión de los suelos, etc. de aquí se destacan tres tipos principales de
producción al interior de la comunidad, mismos que se detallan a continuación.

5.1. Milpa

La milpa se basa en la domesticación de diversas plantas: maíz, frijol, chile, tomate y calabaza,
principalmente, que se siembran entreveradas en parcelas donde también crecen plantas
espontáneas que son aprovechadas por los campesinos (Bartra, 2008). La milpa es un espacio de
conocimiento, de relación con la tierra, de interacción entre plantas, animales y seres humanos.
Este sistema agrícola se acompaña, además, de formas de trabajo en comunidad donde se crean
espacios potenciales de soberanía alimentaria pues se sustenta en la diversidad de productos que

5
Información recabada en trabajo de campo, 2016

6
de ella se pueden obtener, tanto para el consumo familiar como para la comercialización.
(Álvarez, Carreón y San Vicente, 2011).

Tal como se ha observado en Carapan, la milpa local es principalmente un cultivo de


subsistencia, se compone principalmente de maíz y frijol, a veces agregando calabaza o
chilacayote, además de los quelites que son bien apreciados en la cocina local. Aunque es un
elemento de la agricultura familiar, la milpa y el terreno donde se practica generalmente son
espacios masculinos. El trabajo femenino en este modo de producción se deja para los momentos
de más demanda de trabajo y, en ocasiones excepcionales, se contrata mano de obra.

5.2. Traspatio
El cuidado del traspatio o solar es labor casi exclusivamente de la mujer, como una extensión
más del espacio doméstico, privado, que en la cultura p’urhépecha generalmente le es asignado.
Aquí la mujer establece contactos y redes sociales y de intercambio de productos y saberes con
otras personas dedicadas a la misma actividad dentro de la comunidad (Vieyra, 2004).

Socialmente, la producción de traspatio es una manera de expresar y mantener la cultura


local ligada al conocimiento agrícola, ya que se encuentra arraigada al grupo doméstico, al igual
que la parcela. Ambientalmente contribuye al reciclaje de desperdicios de origen doméstico y,
por sí mismo, no genera desechos (Vieyra, 2004). El traspatio además es reservorio de animales
y plantas locales, cultivadas y toleradas, su cuidado contribuye al mantenimiento de una
diversidad de flora y fauna propias del lugar. Además, en estos sistemas, los animales son vistos
como una caja de ahorros, de la que se puede echar mano para enfrentar imprevistos tales como
una enfermedad, el pago de una deuda o el cumplir con un cargo comunitario.

Las mujeres dedicadas a la producción de traspatio, además desempeñan otras actividades


en distintos ámbitos, tanto familiares, sociales y laborales (Vieyra, 2004). En el mercado laboral,
la mujer también se agrega en condición de jornalera u obrera en el cultivo de fresa y las
empresas empacadoras y congeladoras. Al cuestionar sobre la importancia de las labores de
traspatio en la reproducción familiar, comentan que

7
…lo que de aquí se saca es para ir comiendo, para algún remedio o las flores una las
puede vender… el desperdicio lo aviento así nomás, también la caca de las gallinas, eso
le da fuerza a la tierrita y se dan bien bonitas las plantas.6

Es preciso señalar que el trabajo de la mujer en este espacio favorece la consecución de


diversos satisfactores tales como: alimento, comercio en pequeña escala, venta de animales para
enfrentar una emergencia económica, socialización, entre otros (Rodríguez, Perezgrovas y
Zaragoza, 2011).

5.3. Aguacate

México se ubica como líder en superficie plantada de aguacate, la cual se estima de 106 000 ha,
con una producción de 1 140 000 toneladas. Aunque el cultivo de aguacate se da en
prácticamente todo el territorio nacional, Michoacán es el principal productor, la superficie
cultivada representa el 84.5% del total nacional (Campos, 2012).

Los frutos pueden cosecharse durante todo el año y tener una gran apreciación en el
mercado, aunado a que las tierras de Carapan son aptas para este cultivo (Campos, 2012). Sin
embargo, los manantiales ubicados en Carapan, que dan origen al Rio Duero han visto mermados
sus caudales, tal como comenta un miembro del Comité de Agua Potable del lugar: “…hay ojos
de agua que ya hace como seis o siete años que no brota la misma agua, aparte hay mucha basura
… el de ‘agua chiquita’ ya está secándose”.

Dentro de esta estructura productiva existen dinámicas de los grupos domésticos, que en
mayor o menor medida contribuyen a su continuación, se adaptan a los cambios sociales,
culturales, económicos y políticos recomponiéndose y encontrando fuentes de ingreso, espacios
de trabajo y maneras de seguir haciendo de la agricultura una labor importante en la economía
orientada a la supervivencia y reproducción familiar.

6. Estructura y economía doméstica

El concepto de economía campesina ha sido abordado por numerosos autores, aquellos de


orientación marxista han concebido al campesino como parte de una estructura social que consta
de una articulación de modos de producción capitalistas y no capitalistas (Chayanov, 1975 y

6
Información recabada en trabajo de campo, 2015

8
Liendo, 2013). Esta estructura estaría dominada por el capitalismo y daría al campesino la
condición de clase social, que a su vez podría dividirse en varias subclases, tales como:
“campesinos, farmers7, proletarios rurales y capitalistas (Hocsman, 2014, p. 14)”. El problema de
esta concepción es que desvincula al sujeto de su experiencia, restando importancia a las
cuestiones socio-históricas, culturales y políticas, (Roseberry, 1998).

El producto obtenido de la parcela familiar se destina en primer lugar a la reproducción


de la fuerza de trabajo y de los integrantes del grupo doméstico. De existir un excedente, éste se
destina al intercambio o comercialización en el mercado, con el fin de adquirir bienes y servicios
también básicos para la reproducción familiar. Skerritt (1998) comenta que este destino de la
producción campesina se puede considerar como

…un sistema de autosuficiencia en donde la producción cubre las necesidades de


reproducción de la unidad sin que exista un proceso que conduzca a la acumulación de
excedentes o de ahorro… las cuentas de los gastos e ingresos se equilibran (p. 5).

Chayanov (1925) describía esta estructura sistémica al comentar que

…la familia campesina [es] una familia que no contrata fuerza de trabajo exterior, que
tiene una cierta extensión de tierra disponible, sus propios medios de producción y que a
veces se ve obligada a emplear parte de su fuerza de trabajo en oficios rurales no
agrícolas (p. 44).

Sin embargo ¿qué tan pertinente es usar el término campesino o familia campesina en el
contexto actual de Carapan? Por un lado existe una visión propia de la generación anterior, la
cual concibe la tierra y los movimientos y luchas agraristas como los principales medios para
acceder a una mejor calidad de vida personal y familiar y, en consecuencia, mejores condiciones
de reproducción social. Por otro lado, la generación actual se ve motivada por el trabajo
asalariado, la migración, el estudio o el oficio propio no agrícola, como maneras de hacer frente
a las nuevas necesidades en el panorama complejo de lo rural (Salas y González, 2014), los
cuales en la generación anterior no solían ser importantes, dado que la mayor parte de los bienes
se producían en las mismas unidades domésticas o eran adquiridos a través del intercambio o
truque dentro o fuera de la comunidad (García-Barrios, 2008, 1992).

7
Cursivas propias.

9
Al aumentar la proletarización, también disminuyen los salarios dado que la inversión
capitalista se da en el sentido de aumentar tanto la productividad del trabajo como la
tecnificación de los cultivos. Esto genera una especialización de distintas regiones agrícolas, tal
como en el valle de Zamora, y un debilitamiento de la agricultura local, como en el caso de
Carapan, deprimiendo los salarios al tiempo que genera dependencia de los campesinos locales
por la tecnificación y cambio en los modos de cultivo (Léonard y Mollard, s. f.).

Autores como Stavenhagen (1996) y Bartra (1974), tuvieron como objeto de estudio la
estructura agraria del país. Consideraban que aquellos campesinos que se mantenían pobres, así
como aquéllos sin acceso a la tierra, debían ser considerados jornaleros o proletarios, pues la
venta de su fuerza de trabajo es el medio principal de subsistencia, ya no la agricultura por sí
misma. Por otro lado, de Grammont (2010) comenta que este proceso no necesariamente
conduce a una proletarización del campesinado, sino que “los agricultores que producen sólo
para el autoconsumo no están forzosamente en un proceso de transición hacia su proletarización,
… sino que se reproducen como unidad pluriactiva en donde el trabajo asalariado … es
fundamental” (p. 114).

La cercanía de la zona de atracción del valle de Zamora impone una fuerte movilidad y
dependencia del trabajo asalariado jornalero como fuente importante de ingreso familiar, lo que
influye en la reconfiguración de las familias carapenses. A pesar de ello, la agricultura conserva
su importancia en la economía y cultura locales. Al preguntar a algunos campesinos sobre la
importancia de la agricultura local, coinciden en que ésta se basa en la seguridad alimentaria que
provee el trabajo en la parcela familiar. En palabras de un carapense:

…por ejemplo, si uno junta 6 anegas o 7 anegas [de maíz], 8 con eso ya aguanta un buen
rato para estar comiendo, de ahí va saliendo. Cuando no hay trabajo pues ahí nomás
agarra uno y va comiendo, aunque sea una tortilla con pura sal, ya por lo menos está eso.
9

Como se observa, la agricultura conserva el carácter de una caja de ahorros, de donde se


obtiene alimento aun en los momentos de crisis y mantiene el trabajo en la parcela como de gran
importancia pensando en la reproducción del grupo doméstico.

8
Una anega equivale a setenta kilogramos.
9
Información recabada en trabajo de campo, 2016.

10
6.1. Dinámicas laborales familiares

El crecimiento de la zona de atracción agroindustrial del valle de Zamora también ha promovido


cambios en el espacio y en el movimiento de las familias. La mayoría de los entrevistados jefes
de familia mencionan que sus padres se dedicaban primordialmente al campo alrededor de la
década de los 60 y 70, mientras que los actuales jefes de los hogares ayudaron desde muy
pequeños en las actividades agrícolas de sus padres, lo que determina que posean el
conocimiento sobre suelos, cultivos y clima local, acceso a la tierra por herencia, matrimonios o
compraventa (Monterde, 2012), así lo manifiesta un carapense: “cuando me casé, por ahí del 75,
ya se había muerto mi jefe y me dejó un pedazo, luego el padre de mi esposa me pasó otro por
allá, con eso me mantenía”.10

En el siguiente cuadro se observa un panorama general de esta situación.

EXTENSIÓ
TIPO DE N ORIENTACIÓN DE
NOMBRE EDAD CULTIVOS TERRENO (Hectáreas) LA COSECHA
Enrique Santos 35 Maíz temporal 0.5 Autoconsumo
Enrique Pulido 42 Maíz, Frijol, Calabaza temporal 0.5 Autoconsumo
riego y
Juan Carlos Santos 49 aguacate, maíz temporal 1 Autoconsumo y venta

María Guadalupe Santos 68 Flores, Calabacita, Maíz riego 1 Autoconsumo y venta


Juan de la Cruz Madrigal maíz, frijol, calabaza, humedad y
Pulido 61 janamargo temporal 1.5 Autoconsumo
Agustín Arias Santos 50 maíz, frijol temporal 2 Autoconsumo
Domingo Pulido 45 maíz, frijol, calabacita temporal 2 Autoconsumo
humedad y
Samuel Madrigal 62 maíz, haba, trigo, janamargo temporal 3.5 Autoconsumo
temporal y
Martín Madrigal 63 aguacate, maíz, frijol riego 3.5 Autoconsumo y venta
Ruperto Santos Ramírez 76 maíz, trigo, janamargo temporal 4 Autoconsumo y venta
José Santos 39 Maíz, janamargo temporal 4.5 Autoconsumo y venta
Salomé Santos Apolonio 88 maíz, janamargo humedad 5 Autoconsumo y venta
riego, humedad
Maximino Herape Carlos 66 aguacate, maíz, frijol, calabaza y temporal 5 Autoconsumo y venta
Maíz, Calabacita, Rábano, Temporal y
Primitivo Alejo 60 Trigo, Frijol, Chile humedad 9.5 Autoconsumo y venta
humedad y
Jacinto Arias 64 Maíz, Brócoli, Trigo temporal 10 Venta
Elena Herape Arias 47 Flores y plantas ornamentales traspatio n.d. Venta
Marco Antonio Pulido 18 Sin acceso a la tierra
10
Testimonio obtenido en trabajo de campo, 2015

11
Guadalupe Pulido 23 Sin acceso a la tierra
Juan de Dios Alejo 32 Sin acceso a la tierra

Cuadro 1: Cultivos y acceso a la tierra de los entrevistados (Elaboración propia con datos de trabajo de campo)
Entre otras cosas, esta información da cuenta de la excesiva parcelación de la tierra,
debido a la herencia de padres a hijos y al mercado de tierras que, como se mencionó antes,
existe a pesar del carácter comunal de las mismas. También se observa que los terrenos más
pequeños son destinados principalmente a producir para el autoconsumo.

Existe también una relación positiva entre la edad y el número de hectáreas a que cada
entrevistado tiene acceso. Esto en parte se explica en que los más jóvenes han recibido menos en
herencia que sus padres, mientras que aquellos que rebasan los sesenta años por otro lado, han
tenido mayor experiencia laboral y migratoria y facilidad para adquirir nuevos terrenos. Esto se
da a la par de la individualización y desorganización de los agricultores, expresada en el
siguiente testimonio:

Yo recuerdo que antes, cuando iban a sembrar, la gente andaba como una fiesta, o sea que
andaban muchos, en cada pedazo a trabajar, por decir, aquí trabajamos hoy y acá mañana
y así nos vamos pedazo por pedazo … y ahora ya no, haz de cuenta, como un pedazo está
sembrado y otro pedazo se siembra otra cosa, hay partes que siembran maíz, otras con
papa, otras brócoli, así en seguida y ahí como que ya ahorita como que cada quien
siembra lo que quiere y antes todos se ponían de acuerdo. 11

Los cambios ocupacionales también se expresan al comparar las labores principales de


los jefes de familia, según sus edades. Por ejemplo, se observa que aquellos que tienen más de 60
años se dedican casi exclusivamente al campo y, además, tienen acceso a terrenos de mayor
extensión. Quienes se encuentran en un rango de 40 a 59 años trabajan más en actividades extra
parcelarias y como jornaleros que en la agricultura de carácter familiar, mientras que los que
están entre los 21 y 39 años se dedican al jornalerismo, construcción, etc. aunque también se da
el comercio en pequeña escala, entre otros en menor medida, este grupo de edad casi no se
dedica al campo y muestran un escaso conocimiento de la agricultura local, a diferencia de los
otros dos grupos. Esto brinda otra dimensión del alcance de los cambios regionales y su impacto
en una comunidad tradicionalmente agrícola como Carapan, donde la multiactividad laboral es
11
Testimonio obtenido en trabajo de campo, 2016

12
ahora un rasgo común de los grupos domésticos y una fuente importante de ingresos para el
gasto familiar y las diversas necesidades.

6.2 Multiactividad

Los grupos domésticos llevan a cabo estrategias de diversificación de las actividades de sus
miembros, quienes se ocupan en trabajos asalariados que poco o nada tienen que ver con la
agricultura, de Grammont y Martínez Valle (2009), aseguran que este tipo de actividades
siempre han formado parte en la composición de la economía campesina, particularmente en
trabajo asalariado, aunque anteriormente era la agricultura la que se ubicaba como la labor
central familiar, quedando las demás ocupaciones supeditadas a la lógica de trabajo agrícola.
Esta misma lógica familiar se reproducía a nivel de comunidad, en donde además las fiestas
cívico religiosas giraban en torno de la agricultura. Así, familia, comunidad y campo quedaban
ligadas mediante el trabajo agrícola como elemento de cohesión.

Actualmente, la evidencia empírica apunta a conceptualizar la multiactividad en Carapan


de la siguiente manera: el mismo individuo se emplea en dos o más actividades correspondientes
a diferentes sectores productivos. Al mismo tiempo, una misma actividad puede hacerla en
diferentes ámbitos, sea como patrón, asalariado o por cuenta propia, siempre con el objetivo de
obtener un ingreso monetario. Así pues, este mecanismo de reproducción ha pasado de tener un
carácter excepcional a consolidarse e instituirse dentro de los grupos familiares (Díaz, et. al.,
2012). En la siguiente figura se muestran las principales actividades y mercados donde las
familias de Carapan encuentran dichos espacios de reproducción.

13
Autoconsumo
Productos de la parcela
Traspatio
Recolección
Mercados regionales
Mercado Local
y agroindustria
Producción excedente
Compraventa de
ganado Renta de tractor
Comercio a pequeña Comercio a pequeña
escala escala
Construcción Compraventa de
ganado
Jornaleros
Construcción
Obreros

Figura 2: fuentes de ingresos de las familias carapenses y su vínculo con mercados locales y regionales. (Trabajo
de campo, 2015-2016)

Lo anterior se puede resumir mediante el caso particular de una familia, donde el padre se
desarrolla como jornalero y “enganchador” en el valle de Zamora, en Carapan cultiva una
parcela de media hectárea destinada al consumo familiar y eventualmente realiza fletes; La
madre trabaja en el hogar y atiende el traspatio de donde se obtienen algunas hortalizas, plantas
medicinales y ornamentales, así como algunas gallinas y huevos. Algunas veces acude junto a su
marido a trabajar a Zamora, sobre todo cuando es alta la demanda de mano de obra o cuando la
necesidad de dinero al hogar es apremiante; el hijo mayor, de 19 años, casado y con un hijo,
trabaja también como jornalero y ayuda a su padre en la parcela los fines de semana; este
matrimonio tiene dos hijos más, hombres de 16 y 14 años que actualmente se encuentran
estudiando y, al igual que el hijo mayor, ayudan a su padre los fines de semana en las labores de
la pequeña parcela familiar.

Estos modos de organización de las familias para el intercambio de productos y servicios


forman parte de un sistema de mercado, esta participación también afecta a la tierra y la
autonomía para trabajarla de acuerdo con una lógica de reproducción y en un contexto de
relaciones desiguales, dentro de los ámbitos económico, social, político y cultural (Sánchez,
2011).

14
A partir del caso arriba citado es posible ubicar que existe un tránsito cotidiano entre el
ser propietario y asalariado, vendedor de fuerza de trabajo y dueño de los medios de producción,
se pasa de ser un engranaje de la maquinaria capitalista agroindustrial a controlador de los
procesos de producción en la agricultura familiar. Lo anterior da pie a la construcción social de
los mercados de trabajo, particularmente el caso de Zamora, cuya influencia ha crecido hasta
regiones que hasta hace unos años no dependían de las fuentes de empleo disponibles, como
sucede ahora en Carapan. Regionalmente, la agroindustria capitalista impone normas que tienden
a flexibilizar el empleo jornalero, tales como la ausencia de contratos, seguridad social y demás
prestaciones, creando un ejército de reserva sujeto a los vaivenes del mercado. Esto se acompaña
del incremento de los jornaleros agrícolas a nivel municipal, así como en general los trabajadores
agropecuarios12, que pasaron de 352 en 1980, a 626 en 1990 y 745 en 2000, 13 aumento que
representa el 47%, tal como lo señalan datos del INEGI (1980, 1990, 2000).

Sin duda el incremento en la población jornalera obedece a diversas causas, por ejemplo,
la presión impuesta por la baja productividad agrícola local que lleva a los miembros de las
familias rurales a buscar alternativas de trabajo remunerado; Otra situación es la que se
representa por la complementariedad entre el trabajo agrícola local de tipo familiar y el
jornalerismo.

La actual dinámica agrícola orientada al impulso de cultivos modernos de exportación,


guiada por indicadores macroeconómicos, es un atrayente de mano de obra rural de bajo costo
para la clase patronal (Flores, 2015). El incremento de jornaleros podría explicarse por la
correlación de todos estos factores y su efecto, dadas las particularidades propias de la región de
estudio.

En palabras de Díaz (2012), la multiactividad se fundamenta en “…el cambio en la


estructura del subsistema de Actividades Económicas […], las actividades del comercio y la de
los servicios (p. 96)”, a lo que hay que añadir el principal motivador para incurrir en la
movilidad, el hecho de enfrentar la crisis económica y del campo en nuestro país, aspecto que
impacta con particular fuerza en las regiones rurales (Appendini y De Luca, 2006).

12
El INEGI engloba en esta categoría tanto a jornaleros como a agricultores con acceso a la tierra.
13
El INEGI no arroja esta información para el año 2010.

15
7. La sucesión y reproducción social y familiar de la agricultura

Los grupos domésticos enfrentan el dilema de la sucesión (Kischener, Kiyota y Perondi, 2015)
en medio de una profunda crisis del campo, originada por la depreciación de los granos básicos y
la paulatina desestructuración y privatización de la estructura agraria heredada de la revolución
mexicana, lo que marca el fin del reparto agrario, fundamentalmente tras el gobierno de Salinas
de Gortari (Salinas, 2004, 2008). El relevo generacional implica la participación de dos actores
sociales: “el que releva o trata de relevar al otro y el que es relevado, resulta desplazado o lucha
para no serlo (Dirven, 2002, p. 33)”. Las estrategias de reproducción social, desde la perspectiva
de Pierre Bourdieu, son un conjunto de

…prácticas fenomenalmente muy diferentes, por medio de las cuales los individuos y las
familias tienden, de manera consciente o inconsciente, a conservar o aumentar su
patrimonio, y correlativamente a mantener o mejorar su posición en la estructura de
relaciones de clase (Bordieu, 1980, p. 122).

En la agricultura familiar la reproducción social está determinada por la capacidad de


inserción que desde la infancia se presenta, mediante tareas asignadas de acuerdo con la edad.
Sin embargo ¿Qué sucede cuando es la cabeza del grupo familiar quien desincentiva esta
inserción? Sucede que en muchas ocasiones los padres conciben el trabajo agrícola como una
actividad muy demandante en el aspecto físico y poco remunerada económicamente. De esta
manera, desde pequeños se inculca a los hijos la necesidad de ir a estudiar como alternativa a la
vida campesina. Uno de los entrevistados, viejo agricultor y profesor de Carapan que a sus casi
noventa años continúa trabajando sus tierras con maíz de humedad, comenta que todos sus hijos
son profesionistas y ninguno de ellos se interesó en el campo, actividad que desde pequeños
abandonaron para estudiar fuera de La Cañada y convertirse en profesionistas. “…tengo ya puros
profesionistas, mis hijos son maestras y maestros, uno es ingeniero, están en Jalisco, cerca de
14
Guadalajara y ya no tienen esperanzas de regresar, hacen su vida solos.” Este hombre comenta
que heredará su patrimonio a sus hijos por partes iguales, aunque es consciente que ninguno de
ellos trabajará estas tierras y que posiblemente las vendan o las renten.

Para otro de los entrevistados, también ha sido un problema encontrar que sus hijos
continúen con la agricultura, en su caso ha dejado sus tierras a uno de ellos, quien anteriormente
14
Información recabada en trabajo de campo (2015)

16
trabajó en Estados Unidos y que actualmente es el que se encarga de la parcela familiar. Del
resto de sus hijos, algunos se encuentran en Estados Unidos, otros se dedican a la zapatería en
Guanajuato y otros son profesores.

El siguiente entrevistado es comerciante de ida y vuelta entre Carapan y Yurécuaro, los


martes sale desde temprano a sus huertas para cortar aguacate, su producto principal. También
cosecha guayaba y nopales. Pasa el resto de la semana en Yurécuaro, comerciando su producto.
Se da tiempo de sembrar maíz y frijol de temporal para el autoconsumo. Su esposa se encarga de
cuidar el huerto de traspatio. Tienen dos hijas y dos hijos: una de sus ellas es ingeniera industrial
y la otra es profesora. En cuanto a sus hijos, uno trabaja en Estados Unidos y el otro es sacerdote.
Este habitante comenta que sus hijos han hecho su vida y no les interesa ocuparse en el campo.
Aunque su hijo que vive del otro lado trabaja como jornalero, comenta que sus aspiraciones son
regresar y establecer un pequeño negocio en el pueblo, por lo que espera que alguno de sus
nietos se quede al cuidado de las huertas que ha trabajado desde hace muchos años.

Otro poblador comenta que para él fue prioridad que sus hijos tuvieran acceso al estudio
antes que a la tierra, se dedicó a inculcarles la importancia de tener una profesión y un buen
trabajo pues, en su experiencia, el trabajo en el campo es muy duro y siempre deseó una vida
más desahogada para sus hijos.

…a mis muchachos siempre les dije "échenle ganas de estudiar", así es en el campo, si
ustedes no tienen ganas de echar pal estudio van a seguir como me están viendo, y por
eso me hace acordar eso. Digo pos si ustedes tienen deseos de superarse y lograr algo
pues adelante. Sería otro cantar, sería otra vivencia de ustedes, otro conocimiento, así fue.
15

En este caso se aprecia que es el mismo padre quien desincentiva la sucesión familiar en
la agricultura, pues es una actividad desgastante y poco remunerada, considera que una profesión
es un medio ideal para que sus hijos consigan empleos que no supongan un desgaste físico. Es
claro en el semblante de este hombre que tiene una vida de duro trabajo a cuestas y que desea
que sus hijos de llegar a su edad se encuentren en mejores condiciones, lo expresa de la siguiente
manera:

15
Información recabada en trabajo de campo (2016)

17
yo por tener interés gracias a dios que les di estudio a mi familia, yo tenía deseo que
superaran y casi no los puse al campo, porque sería muy triste en la forma que yo tuve de
mi niñez y ya en la juventud después de casado parece que anda uno como ciego de no
conocer nada. 16

Sin embargo, este testimonio se inscribe en el contexto del desarrollo histórico del campo
mexicano, que actualmente ha llevado a ligar el concepto de campesino con el de pobreza. El
primero pasó de ser agente protagónico en torno del cual giraban las políticas públicas y la
estructura productiva estatal, a convertirse en sujeto del asistencialismo estatal (Desmarais,
2007). Uno de los efectos de la reorientación económica es que se relega el papel de los
campesinos a las lógicas mercantiles al tiempo que se hacen dependientes de insumos y
tecnologías externos, del control que tienen las agroindustrias sobre todos los procesos de
producción, distribución, industrialización y comercialización de los alimentos.

La producción se ha desvinculado del consumo, en este proceso los campesinos pierden


su autonomía y se empobrecen, quedando al margen de una agricultura controlada por empresas
transnacionales (Desmarais, 2007). Es necesario que los campesinos mantengan el control sobre
sus semillas, las cuales conocen y están adaptadas a su entorno, recobrar el sentido natural de la
agricultura, pensada para alimentar a la población. En este sentido, los campesinos no son pobres
por falta de dinero y conocimiento, sino que el discurso y la estructura hegemónica los pone en
el extremo opuesto de la agricultura tecnificada y comercial.

El trabajo agrícola en su comunidad no es una prioridad para la mayoría de los hijos.


Estudiar, trabajar como jornaleros, comerciantes, albañiles, migrar al norte, parecen ser sus
principales alternativas. Al respecto, un joven de 18 años, recién casado y nacido en Carapan
comenta:

A los 16 años me salí de la escuela, se me hacía muy difícil y me iba mal, entonces
empecé a pensar que si trabajo aquí, con mi papá o rentando una tierra o mejor me voy al
otro lado. Luego mi papá me empezó a llevar a la pizca (fresa) y ahí me gustó… en un
principio, como no sabía, estaba muy lento en la pizca y salía ganando muy poco…
ahorita estoy ganando entre 200 y 250 [pesos al día].17

16
Información recabada en trabajo de campo (2016)
17
Información recabada en trabajo de campo, 2016.

18
Éste habitante trabaja solamente en la pizca de fresa, aunque también ha trabajado en la
cosecha de maíz en Carapan. No considera que su trabajo sea muy pesado, dado que es muy
joven. Dos años de trabajo duro aún no pasan factura en su cuerpo, sin embargo, para aquellos
por encima de los 40 años de edad la experiencia jornalera se expresa en cuerpos agotados y
dolientes, tal como documentaron Madrid et al (2010) para el caso de los jornaleros migrantes en
Yurécuaro.

En el valle de Zamora, las condiciones laborales son similares a Yurécuaro, la diferencia


para la mayoría de jornaleros carapenses es que estos tienen la posibilidad de regresar todos los
días a sus hogares y, de alguna manera, mantener sus vínculos sociales y un cierto arraigo con la
tierra de su comunidad, a diferencia del caso de los jornaleros en Yurécuaro que viven, además,
el dilema de encontrar un espacio digno donde habitar en las temporadas de trabajo (Echeverría,
2009).

8. Conclusión

La multiactividad laboral de los individuos en el ámbito rural es un resultado de diversos


fenómenos de carácter histórico, social, político y económico. A lo largo del tiempo convergen
distintas formas de trabajo y apropiación de la tierra y del medio ambiente, generando un mapa
complejo de la realidad rural, que actualmente es espacio de tensión entre distintas formas y
niveles de trabajo y cosmovisión, ya que coinciden la extracción de recursos naturales para
beneficio privado, la sobre explotación del recurso forestal, tanto por la comunidad como por
agentes externos.

Los efectos más visibles en esta región son: la transformación paulatina de la actividad
agrícola en los tres tipos de tierras que existen en Carapan, la sustitución de cultivos básicos y
tradicionales por aquellos que son económicamente más rentables, un mercado de tierras de
facto, la aparición de la movilidad laboral y la multiactividad como formas de supervivencia de
los grupos domésticos locales, así como la gradual modificación en la conformación de
identidades y proyectos de vida sobre todo de los jóvenes menores de 30 años.

En Carapan, la multiactividad laboral es un fenómeno que se evidencia en los miembros


del grupo doméstico al ocuparse en dos o más actividades y obtener un ingreso monetario de
ellas. Esta es una herramienta de reproducción social que coincide con la formación de mercados

19
de trabajo regionales que a su vez incentivan las transformaciones productivas y las posiciones
laborales en las que se insertan los jornaleros, así como las distintas otras ocupaciones que se
están llevando a cabo y que están relacionadas con la propiedad, disponibilidad y acceso a la
tierra y los recursos locales. Es entonces la construcción social de la multiactividad una serie de
mecanismos usados por las familias y los individuos para su supervivencia y reproducción y son
parte de esta problemática compleja.

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