Artículo Marticorena y Palacios

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ICOM 09 Marticorena y Palacios

Actualmente museos regionales y mente en la isla Navarino a orillas


Museos Chilenos, consignando especializados comienzan a acti- del Canal Beagle al sur de Tierra
ausencias, emprediendo caminos. var, por propia iniciativa, sus pro- del Fuego. Fundado durante la

Experiencia en el Fin del Mundo: yectos de investigación de colec- dictadura, en el año 1974, por el
Ministerio de Educación Pública
Museo Antropológico Martín Gusinde. ciones con enfoque de género.
de Chile, tuvo como objetivo ini-
Esta generación de conocimien-
to es el primer eslabón de una ca- cial “contribuir a la preservación
Al inicio del Programa sabíamos
dena de procesos que articulan de los valores históricos-cultura-
que la demandada de paridad
esfuerzos en áreas de educación, les y científicos en la región de
Francisca L. Marticorena Galleguillos cuantitativa no era un desafío
extensión, trabajo comunitario las islas y mares australes y en el
Museo Antropológico Martín Gusinde
real en la Dibam. Los esfuerzos se
[email protected] y coordinaciones institucionales Territorio Antártico, donde Chile
han concentrado entonces, en la
que agregan valor a productos y ejerce soberanía, y la necesidad
Paula F. Palacios Rojas identificación de inequidades de
servicios museográficos-museoló- de conservarlos y exhibirlos para
Dirección de Bibliotecas, género referidas principalmente
gicos. A continuación examinare- fines de investigación científica y
Archivos y Museos (Dibam), Chile
a la forma en que se definen, ela-
[email protected] mos brevemente una experiencia de divulgación cultural”. Bajo tal
boran, reproducen, interpretan y
específica que, si bien se enmar- precepto, latente ya el conflicto
recepcionan los contenidos pa-
ca en la política pública nacional limítrofe con Argentina, el museo
trimoniales. Estas desigualdades
y transnacional de equidad entre se instaló en esta pequeña loca-
Introducción se expresan fundamentalmente
hombres y mujeres, se activa y lidad, habitada por pobladores
Desde el año 2002 la Dirección en la invisibilización de los aportes
recrea a pequeña escala de un yaganes, que habían sido trasla-
de Bibliotecas, Archivos y Museos que las mujeres han realizado en
modo singular, inaugurando nue- dados desde el antiguo asenta-
(Dibam) forma parte de un pro- diversas áreas del conocimiento y
vas preguntas y reflexiones. miento de Bahía Mejillones, junto
grama de modernización del Es- han sido abordadas a través de
a familias estancieras y de la Ar-
tado chileno que se ha propuesto intervenciones focalizadas que, Experiencia en el Museo Antro- mada de Chile.
transversalizar la equidad de gé- de una u otra forma, interrogan pológico Martín Gusinde - Puerto
nero en la gestión pública. Este es los límites de lo patrimonial. Era Williams Aunque la institución ya depen-
el marco institucional en el que imposible estandarizar modelos día de la Dirección de Bibliote-
algunos museos han diseñado de trabajo y requeríamos más El Museo cas, Archivos y Museos, durante
iniciativas en ámbitos de investi- bien hacernos cargo de la com- El Museo Antropológico Martin sus primeros cuatro años fueron
gación, educación, extensión o plejidad en el diseño de interven- Gusinde (en adelante MAMG) se funcionarios navales quienes die-
museografía con perspectiva de ciones adaptadas a contextos encuentra ubicado en la ciudad ron origen a sus colecciones y a
género (patrimonio y género). sociales particulares. de Puerto Williams, específica- la primera exhibición permanen-

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te. Posteriormente, funcionarios reinaugurado con una propues-


civiles se hacen cargo del museo, ta actualizada a los nuevos es-
pasando a ser el Distrito Naval tándares y políticas museísticas
Beagle, sólo un colaborador del (Figura 2). Actualmente el museo
museo (Figura 1). cuenta con tres salas de exhibi-
ción permanente, dos de ellas,
ubicadas en el edificio central, y
la tercera, anexa al Monumento
Histórico “Casa Stirling” (Serrano
et alii, 2012).
Figura 2. Exposición
permanente del MAMG.

La experiencia
“El historiador de los llamados lu- seo es parte de una comunidad ca abordada por el museo: la cul-
gares de memoria enfrenta un pequeña, pero muy diversa. Se tura y el pueblo yagán. De esta
riesgo: sólo puede haber consen- suma a los pobladores más anti- manera, en marco del Programa
timiento con existencias a las que guos, las familias yaganes y colo- de Transversalización de Género
Figura 1. Antigua construcción del Museo,
1974. Archivo Distrito Naval Beagle. les haya sido dado registrar las nos, un gran porcentaje de resi- en los Museos, en el año 2012 se
huellas de acuerdo a unos proto- dentes navales y trabajadores del conformó un equipo de investi-
Una estrecha relación con la co- colos de institución de la memo- Estado. gación participativa, integrado
munidad yagán y la comunidad ria nacional” principalmente por mujeres de la
La misión del museo ha sido ins-
de Puerto Williams en general, Jean Luis Déotte comunidad indígena yagán. El
pirar en la comunidad la conser-
permitió que durante treinta años objetivo fue crear un espacio de
vación del patrimonio natural y
se ampliara la colección, princi- El museo, como lugar de memo- diálogo que permitiera revisar los
cultural del archipiélago fuegui-
palmente etnográfica, y la reco- ria, ha tenido un rol fundamental contenidos de la museografía y
no, con un énfasis, durante los úl-
lección de documentación rela- en la construcción de la memoria las colecciones en exhibición.
timos años, en la valoración del
tiva a la historia local. En el año nacional. En el caso del MAMG
protagonismo de mujeres y hom- Probablemente una de las expe-
2008, en el marco de la renova- vemos que su creación estuvo
bres en la historia, la memoria y riencias más enriquecedoras al
ción nacional de los museos chi- directamente relacionada con
su identidad como habitantes del trabajar en un museo pequeño,
lenos, se llevó a cabo un impor- el posicionamiento chileno en el
extremo austral del país. En este es realizar de manera simultánea
tante proyecto arquitectónico y extremo austral del continente.
sentido, se ha hecho esencial re- la documentación de las colec-
museográfico, siendo el museo Como ya mencionamos, el mu-
flexionar sobre la principal temáti- ciones con la atención de público
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y las actividades educativas. Esto concreto el museo muestra imá- no entendían el origen de estas didad la colección fotográfica
posibilita que el quehacer técni- genes capturadas entre los años fotografías, ya que los indígenas de Martin Gusinde, facilitada por
co del manejo de las colecciones 1882 a 1980 aproximadamente. estaban vestidos con ropas occi- el Anthropos Institute y gestiona-
no permanezca desligado de los En las de más antigua data las es- dentales y a su vez, al parecer por da por Alberto Serrano, director
procesos de recepción de las au- cenas representadas se refieren estar en un ritual, poseían pintu- e investigador del museo. De un
diencias, tanto locales como turis- a una cultura canoera sin mayor ra corporal (Figuras 3 y 4). Extraña- total de 946 fotografías, buscába-
tas. Fue así como, desde el punto contacto con los europeos, cuer- mente ninguno de los elementos, mos documentar gran parte de
de vista del equipo de investiga- pos desnudos sujetando arpones tanto la vinculación con la comu- las que correspondían al pueblo
ción y otras experiencias desarro- y familias en su akar tradicional. nidad actual, como el contexto yagán, más de trescientas. Este
lladas con educadoras de la co- Las siguientes, son fotografías que de la fotografía, estaban presen- registro estaba compuesto por re-
munidad, se determinó que debía han sido objeto de investigacio- tes en la exhibición. tratos individuales, familiares, gru-
ser abordada la exhibición de las nes chilenas y argentinas, las que pales, registros rituales y paisajísti-
Junto al equipo de investigación,
fotografías dentro del museo. han dado cuenta de cómo estas cos.
comenzamos a revisar en profun-
Para el caso de las educadoras, imágenes han sido construidas
éstas constituían uno de los ele- ideológicamente por sus autores,
mentos más valorados, concor- interviniendo en las vestimentas
dante con las opiniones que, en utilizadas por los indígenas, sus
general, los visitantes emitían. Sin posiciones, uso de artefactos, en-
embargo, esta valoración tenía tre otros elementos. Figura 3. Comunidad yagán, 1920. De izquier-
un sustento bastante especial. Las da a derecha (abajo): Benito Sarmiento, Chris,
Dentro del último grupo de foto- Homestead, Charlin y Walter; y (arriba): Juan
primeras preguntas surgían en re- Calderón, Augusto Balfor, Alejandro Torres,
grafías señaladas, existían unas, Santiago y Alfredo. Puerto Remolino. Foto-
lación al origen de las fotografías, grafía Martin Gusinde, Anthropos Institut.
que en particular, concitaban
como el año en que habían sido
la atención de las educadoras y
tomadas y el autor, por supuesto.
de la comunidad yagán: las fo-
Posterior a ello, el cuestionamien-
tografías del antropólogo y sa-
to, sobre éstas tenía que ver con
cerdote Martin Gusinde. Mujeres
lo que representaban, no todas,
y hombres yaganes planteaban
específicamente algunas.
que estas imágenes correspon- Figura 4. Comunidad yagán, 1920.
De izquierda a derecha (abajo):
Las fotografías presentes en la ex- dían a sus familiares directos, pa-
Carmen Harban, Peine, Kertie y Emi-
hibición corresponden al registro dres, madres, abuelos y abuelas. lia; y (arriba): Ethel, Isabel, Adelaide,
Harriette. Puerto Remolino. Fotografía
etnográfico sobre los yaganes. En Las educadoras señalaban que Martin Gusinde, Anthropos Institut.

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En un inicio, el equipo estuvo con- imágenes de las principales ce- Esta experiencia de investiga- res validados y cómo la perspec-
formado sólo por mujeres yaga- remonias y de los sitios más im- ción permitió alcanzar conclusio- tiva de género nos guiaba para
nes, quienes manifestaron gran portantes donde radicaban las nes que generaron, obviamente, dilucidar ese entramado. De esta
entusiasmo, interés y compromiso familias: Puerto Remolino y Bahía nuevas preguntas. En primer lu- manera, regresamos a las colec-
por llevar a cabo la tarea. Mejillones. De la misma forma, gar, la convicción de que debía- ciones centrándonos en cuál era
como gesto reparatorio, se dise- mos abrir las distintas colecciones la importancia que le estába-
Durante ocho meses, y con la
ñaron cédulas para la exhibición a este proceso de producción de mos dando a la cestería yagán,
participación de más miembros
permanente del museo con el fin conocimiento colectivo. Duran- práctica principalmente femeni-
de la comunidad, se sostuvo un
de incluir los nombres de quienes te este proceso, no era posible na y tradición aún vigente en la
trabajo continuado, que consis-
aparecen en las fotografías ex- comprender de manera aislada comunidad, por lo que trabajar
tió en visionados comunitarios de
puestas actualmente y poder es- las fotografías de las colecciones sobre ella nos permitía poner en
las fotografías, durante los cuales,
tablecer un vínculo directo con arqueológica, etnográfica e his- discusión una colección arqueo-
Cristina Calderón, representante
sus descendientes. El desarrollo tórica. Era necesario cartografiar lógica altamente masculinizada
de edad más avanzada, reco-
de este proceso permitió reflexio- en la exhibición el diálogo y/o la y establecer una vinculación del
nocía a gran parte de las muje-
nar sobre el registro fotográfico, tensión que entre los objetos se es- pasado hacia el presente.
res y hombres fotografiados. De
su conocimiento y su valor en el tablecía, al ser éstos soportes del (Figuras 5 y 6)
esta manera, cada participante
contexto actual1. Significó lograr relato que se ha construido sobre De esta manera, en el año 2013
señalaba aspectos sobre las imá-
una precisión en la información la cultura yagán, desde los prime- trabajamos con un grupo de teje-
genes, como el parentesco con
biográfica de sus antepasados ros exploradores europeos hasta doras y tejedores documentando
éstas, reflexiones sobre sus con-
que no se poseía y se democra- las naciones de Chile y Argentina. estos saberes e incrementando la
tenidos y su contexto de produc-
tizó el conocimiento hacia la co- Nos preguntamos por el lugar que colección del museo a partir de
ción.
munidad de este patrimonio foto- cada colección posee, represen- los testimonios sobre la persisten-
Para finalizar la primera etapa, se gráfico ampliamente conocido a tando las jerarquías de los sabe- cia de un oficio cuya práctica
diseñó un álbum fotográfico para nivel mundial.

cada grupo familiar de la comu- (patrimonio y género ).

nidad indígena yagán. El álbum,


reunía una selección de cincuen- 1_Como primera reflexión institucional sobre
esta experiencia en el ámbito académico
ta fotografías, entre las que se cabe destacar la ponencia “Apropiación
encontraban los retratos de las del patrimonio fotográfico e identidad, más
allá de la generalidad” impartida por L.
personas que tienen un paren- Marticorena L. y A. Serrano, en el 2012 en el
marco del simposio Democratización y des-
tesco directo con las familias en plazamiento de lo patrimonial: Usos y rede-
Figura 5. Punta de arpón ya-
gán, Colección MAMG.
finiciones celebrado en Santiago de Chile.
la actualidad; retratos familiares;
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sobre mujeres y hombres yaganes. a través de ciertos gestos de re- papel fundamental al posibilitar
La colección arqueológica y las paración histórica y visibilidad la reconceptualización de las co-
fotografías más antiguas, daban museográfica, la participación lecciones, desestabilizando, de
cuenta del más “puro estilo ca- comunitaria, y especialmente el manera inductiva, ciertos tópicos
noero” y no eran puestas en cues- empoderamiento de las mujeres. arraigados propios de un para-
tionamiento, en base al imagina- Este último, a partir de la valoriza- digma androcéntrico del cono-
rio de este pueblo como extinto. ción de su propia cultura y como cimiento occidental asentado
Nuestras experiencias y pregun- protagonistas de la reconfigura- en binarismos que reproducen
tas, nos llevaban a entender, más ción de sus memorias familiares y asimetrías. No se trata de ideali-
allá de lo teórico, que las diferen- culturales. zar pasados pretéritos, pero sí de
tes colecciones, las fotografías y estar plenamente conscientes de
Las colecciones del museo, des- los alcances de un conocimiento
la estética de la museografía eran
de esta otra óptica, aportan por y sus orígenes asentados en coor-
componentes de un gran discur-
una parte al fortalecimiento de denadas de dominio colonial. Se
so, y la crítica debíamos aplicarla
procesos identitarios de reetnifi- plantea la pregunta compleja
al todo y a cada una de sus par-
Figura 6. Canasto tejido en junco, Úrsula cación, y por otra, al desmonta- sobre la posibilidad de habla del
Calderón Harban, Colección MAMG. tes (museo antropológico ).
je de imaginarios de la otredad sujeto colonizado ¿Puede el mu-
“exótica” que tradicionalmente seo constituirse en facilitador de
Reflexiones preliminares. Todo por
ayudaron a construir. En este sen- procesos contemporáneos de re-
hacer
tido, se retorna a las discusiones articulación cultural? ¿Pueden las
ha sido tradicionalmente mixta, El trabajo iniciado desde el museo
sobre la construcción del “ima- colecciones museales y particu-
y de este modo, también cues- con la comunidad yagán se en-
ginario fueguino” en la sociedad larmente la materialidad asocia-
tionando las matrices etnocéntri- cuentra aún en desarrollo. Contra-
actual, la circulación académica da a trabajos feminizados activar
cas para comprender la división viniendo su origen castrense, reto-
y comercial de las imágenes de esos nuevos/viejos relatos e iden-
sexual del trabajo en los pueblos mamos la concepción de museo
los pueblos indígenas australes y tidades?
indígenas. El museo aun siendo integral (Mesa de Santiago, 1972),
la valoración que pueden hacer
un lugar para promover la valo- para replantear una relación ac-
hoy de éstas, quienes componen Nos atrevemos a decir que en
ración de esta cultura, también tiva con la comunidad local. De
la comunidad yagán. tanto la cultura Yagán ha sido
estaba construido en base a las este modo, el Museo Antropoló-
comprendida como una “cultura
huellas de este “acuerdo” doloro- gico Martín Gusinde se propone En este proceso complejo, la extinta”, la colección museoló-
so, en el cual se basó la discrimi- contribuir a la apertura de una perspectiva de género como gica que documenta su historia
nación, el genocidio y los abusos compuerta donde se articulan, enclave teórico crítico, juega un posee en su totalidad un cierto
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Enlaces
“halo arqueológico” y por ende Bibliografía Americana, Buenos Aires.
la dificultad epistémica de vincu- MATURANA, F. (2006): “El docu- Museo Antropológico Martin
ALVARADO, M., ODONE, C., MA-
lar el pasado con un presente en mental fueguino chileno en el si- Gusinde (MAMG)
TURANA, F., FIORE D. F.. (2007): Fo-
el instante de la representación. glo XXI. Una mirada desde la An- Museo Antropológico
tografías siglos XIX y XX. Imágenes
Al recorrer el museo los visitantes tropología visual”, Magallania, 34
e imaginarios del fin del mundo,
una y otra vez reafirman esta idea (1): 59-75. Campaña Dibam donación de
Santiago, Editores Pehuén.
de que todo lo ahí exhibido res- PALACIOS, P. (2012): “Gestión pa- objetos y documentos “Mujeres en
ponde a una cultura del pasado, trimonial y enfoque de género. el Siglo XX: lo cotidiano se vuelve
BAEZ, Ch. (2005): “Uso y abuso. La
y cualquier evidencia museográfi- Rastreando los cruces posibles”, parte de la historia”
construcción del indígena fuegui-
ca que contradiga dicha certeza en Daniela Marsal (Coord.), He- www.mujeresdelsigloxx.cl
no en los textos escolares a través
disloca el discurso hegemónico. de la imagen fotográfica”, Revista cho en Chile. Reflexiones en torno
Experiencia Museo de Artes Deco-
Chilena de Antropología Visual, 6: al patrimonio cultural, Santiago
El interés por interpelar a las disci- rativas
19-33. de Chile: 255-278.
plinas arqueológica, etnográfica www.artdec.cl
SERRANO, A.; MARTICORENA L. y
y museográfica a partir de este CARVALHO, D. (2014): Represen- Museo artes decorativas
MONGES, H. (2012): La Casa Stir-
pequeño proyecto, se posicio- tación desde la imagen y ma- ling. Misiones anglicanas entre los
na desde el esfuerzo por restituir Experiencia Museo de la Educa-
terialidad de las fotografías de yaganes de Tierra del Fuego, Sub-
sentidos culturales latentes. No ción Gabriela Mistral
yaganes de Martin Gusinde: del secretaría de Desarrollo Regional
obstante la pregunta sobre quién Museo de la educación
archivo fotográfico a “álbum fa- y Administrativo de Chile, Santia-
puede hablar a partir de los vesti- miliar”, Tesis de Antropología, Gabriela Mistral
go de Chile.
gios arqueológicos (fotográficos y Pontificia Universidad Javeriana, Guía para la incorporación del en-
etnográficos) en este museo aus- Bogotá. foque de género en Museos
tral es difícil de responder. Esta vez Recursos/Publicaciones/Cultura
la comunidad debe hablar para COLLINGWOOD-SELBY, E. (2009):
sí misma y no para los otros (el ál- El filo fotográfico de la historia. Publicación Sobre la Mesa de San-

bum entregado a cada grupo fa- Walter Benjamin y el olvido de lo tiago, Chile, 1972.

miliar fue de acceso restringido y inolvidable, Santiago, Ediciones icomchile.org

no para ser exhibido por decisión Metales Pesados.


de la propia comunidad) y en tal
GUSINDE, M. (1986): Los indios de
sentido el silencio se apodera del
Tierra del Fuego, “Los Yámana”,
museo.
Tomo I, Vol 1, Centro de Etnología

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ICOM 09 Autor/a

Museo Antropológico Martin Gusinde

Dirección:

Aragay esq. Gusinde, Puerto Williams, Provincia Antártica Chilena,


Región de Magallanes y Antártica Chilena.

Teléfono/Fax: (56-61) 621043

Correo electrónico: [email protected]

Web: www.museoantropologicomartingusinde.cl/

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