Epd 3 Fuentes
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- Concepto
El Decreto-Ley se puede definir como una norma con rango de ley que emana del Gobierno
el cual carece originariamente de poder legislativo. Se trata por tanto de la atribución de
poder legislativo, es decir la transferencia de la facultad de legislar, al Ejecutivo. Según el
art. 86.1 CE, el Decreto Ley es una disposición legislativa provisional
El Decreto Ley se aplica en casos de extrema y urgente necesidad.
Históricamente, sólo el poder ejecutivo central tenía la potestad de emitir Decretos Leyes,
pero debido a las reformas recientes en los estatutos de Autonomía de diversas CCAA,
estas pueden también promulgar Decretos Ley.
Queda excluido del ámbito de actuación del Decreto Ley todas las materias reguladas
por el derecho electoral general, es decir, todos los procesos electorales a lo largo y
ancho de la nación.
5. Reserva de ley
Asimismo, todo lo que la Constitución exija que se regule por ley (reserva de ley) no
podrá ser regulado mediante Decreto Ley
1. Convalidación Parlamentaria
Dicho acuerdo será publicado en el BOE. Cabe destacar que habrá un número muy limitado
de días en los que el decreto ley esté vigente todavía sin aprobación parlamentaria
Asimismo, un decreto Ley podrá pasar a integrar el ordenamiento jurídico como ley, si este
es tramitado como proyecto de ley por el procedimiento de urgencia. En este caso, dicho
decreto Ley verá modificado su naturaleza jurídica y pasará de ser una norma con rango de
ley a una ley.
Esta diferencia en el procedimiento es importante a efectos prácticos ya que las normas que
podrían ser inconstitucionales ( no por ir en contra de la Constitución sino por el hecho de
estar contenidas en un Decreto-Ley) en un Decreto-Ley dejarían de serlo si este pasara a
ser una Ley, mientras que continuaría siéndolo si solo se hubiera producido la convalidación
de dicho Decreto-Ley.
El Decreto Legislativo viene regulado por los art. 82-85 CE. Se trata de una norma, que a
pesar de emanar del Ejecutivo, posee rango de ley como consecuencia de la colaboración
entre el Parlamento y el Gobierno.Se trata por tanto de una excepción al monopolio
legislativo de las Cortes, las cuales habilitan al poder ejecutivo (ya sea autonómico o central
a dictar disposiciones con fuerza de ley). Según el art.85, los decretos Legislativos son la
consecuencia práctica del fenómeno jurídico conocido como legislación delegada.
Cuando es el Gobierno de la Nación el que hace uso de la delegación sus normas se llaman
Reales Decretos Legislativos mientras que cuando son las CCAA, las que lo hacen sus
normas reciben el nombre de Decretos Legislativos.
Aparecen en esta materia dos términos de vital importancia: la ley de delegación (lo que
ha de hacer el Parlamento para habilitar al Gobierno) y la ley delegada (uso del Gobierno
de la habilitación Parlamentaria).
De la Leyes de delegación se nos dice en el constituyente que no cabe la subdelegación y
que dicho acto está sometido como mínimo al control de los Tribunales de Justicia
(extralimitación delegación) y del TC (inconstitucionalidad decreto). Asimismo, también
podrán contener fórmulas adicionales de control, concretadas por el Reglamento del
Congreso.
Las leyes de bases tendrán que contener la delimitación precisa del objeto y alcance de la
delegación legislativa, así como los principios y criterios que han de seguirse en su ejercicio.
No cabe una delegación abierta. Asimismo, no podrán ni autorizar la modificación de la
propia ley de bases ni facultar para la emisión de normas de carácter retroactivo.
El Decreto Legislativo se trata de una norma que pese a emanar del Ejecutivo, está dotada
de fuerza de ley por lo que posee la misma fuerza y rango que si emanara del Poder
Legislativo. Se tratan así de normas que se encuentran en el ámbito legal. Por tanto, no
están directamente subordinadas a la ley en la escala de la jerarquía normativa sino que
participan de su rango y vigor. Asimismo, la relación entre los Decretos Legislativos y las
leyes se rigen por el principio de competencia, especialidad y cronología.
Consecuentemente, una ley ordinaria podría derogar un Decreto Legislativo y viceversa.
En definitiva, tanto el Decreto Ley como el Decreto Legislativo son dos instrumentos
normativos fundamentales y su uso es cada vez más frecuente, sobre todo en los últimos
tiempos debido a la necesidad de frenar el avance de la pandemia del COVID-19. Sin
embargo, el uso abusivo de los Reales Decretos es un peligro más que realista, motivo por
el cual el TC se ha visto obligado a derogar varios de ellos recientemente.