Eric Laurent Varios Textos Clínicas

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El lugar del

psicoanálisis en
las instituciones

1. Introducción

por Eric Laurent


El lugar
del psicoanalista en las
instituciones, tema del informe de la
Escuela, ha sido tratado por el grupo
encargado como una reflexión, a par-
tir de instituciones particulares, sobre el
conjunto de las instituciones pri-
vadas o públicas en las que están
presentes psicoanalistas. Ha tenido en
cuenta también la historia del lugar del
psicoanálisis en esas mismas ins
tituciones, especialmente en ltalia.
La postguerra dio su lugar, en ltalia como en otras
partes, a las institu
ciones de prevencióny de atención
surgidas del Welfare state. La origina
lidad italiana se vinçula en los años setenta con el nombre de
Basaglia que
provocó un movimiento de modernización radical de la distribución de la
atención psiquiátrtca al hacer adoptar una ley suprimía los
psiquiátricos, integraba la psiquiatría en la medicina en general,hospitales
que
descen-
tralizaba la financiación de la atención a escala
regional, insistía en la ne
cesidad de la prevención y de la reinserción en todas las otras
institucio
nes. La Escuela integró así un sistema de ayudas psicológicas, distinto al
modelo francés más inspirado en la Child
guidance inglesa.
la Las relaciones
mayor parte
de este movimiento, que influye en oleadas sucesivas a
de las instituciones, con el psicoanálisis son complejas. Por
una parte, Basaglia podía afirmar su hostilidad hacia este último, conside
ado como individualista: por otra, daba su lugar a la prevención ya la psi
coterapia, a condición de que fueran institucionales, así como a todo tipo
de prácticas grupales. Los psicoanalistas han acompañado esta evolución
y las prácticas de grupo de inspiración psicoanaltica se han beneficiado
en Italia de un
interés
especial.
El periodo postbasaglista restauró un interés del Estado por el aborda-

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ESCUELA EUROPEA DE PSCOANALISIS

je individual en psicoterapia, marcado por la adopción de la ley que regla


de grupo inspiradas por el
mente el ejercicio de la profesión. Las prácticas
psicoanálisis han evolucionado, introduciéndose en las instituciones mis

que ofrecen tratamientos


o también insertándose en las asociaciones
mas,
alrededor de un síntoma que tenga de
a publicos precisos, reagrupándose
la anorexia bulimia.
entrada una
dimensión social como
reflexiones de los
se destacan las
Es sobre este fondo contrastado que
institu-
autores de este informe. Abordarn
el lugar del psicoanálisis en la
definido por atención y en el
ción psiquiátrica en el sentido restringido l
clínical El lugar del psi
Sentido amplio de una institución centrada en la instaurar de los diver:
Coanalis1S se espeCifica por la separaciÓn que
sabe
para hacer apare
sos ideales psicoterapéuticos, individuales o colectivOs,
haciendo escuchar ef
cer la particularidad del sujeto. Si la psicosis sigue mas o menos norma
identificacion
ecnazo a la npostura paterna y a la no
exis
lizante, lo hace de manera diterente en la época la que elOtro
en

te del fracaso escolar da oca-


La presentación del traBajo de prevención
el aporte postfreudiano a los tras-
sión a una reflexión de conjunto sobre
tornos de la relación con el saber. Sitúa
la diferencia del abordaje de la

cuestión si se piensa que siempre hay,


funcionalmente como lo piensa la
lo piensan los kleinianos, vías
ego-psychology, o fantasmáticamente como
para decirel sexo; o, si pensamos con Freud lefdo por Lacan, quc algodel
sitúa en ese de
verdadero se punto
sexo se hurta al saber, y que el trauma
encuentro.

La practica de los grupos con sujetos que buscan ayuda, como anorxi
cOs o bulímicos, permite oponer un uso desmasificador del grupo al uso_
La posición del ana
que se dirige a retorzar la identiticación imaginaria.
es cruial para ir contra la ten
ista, lo gque éste hace pasar de su deseo,
dencia a la unitotimiIdad en elgrupo-
Más allá de las instituciones del Estado, la instituciðn pot excelencia
la familia. El inconsciente se capta de
considerada por el psicoanálisis es

entrada como complejo familiar. Una contribución examina_cspecial


de la segregación familiar contemporanea a la
mente las tormas modernas
inexistenciadel Otro. El familiariSmo moderno t+ene cada vez más
difi-
Cultades para conjuntar ideales y goce. A medida que la tamilia_se reduCe
formas del contrato jurídico, se inpone la terrible realidad del mal-
a las
tratode los niños en el sentido más amplio. Sielsujeto moderno se des-
MILLER Con ese titulo.
En el sentido del Seminario 96/97 realizado por JACQUES-ALAIN

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EL LUGAR DEL PSICOANALISIS EN LAS INSTUCIONES

CUDre como un nino generalizado SS porque se encuentra cada vez más


confrontado ala figura devoradora de su goce.
Sea cual sea la institución, el desafío planteado al psicoanálisis es el de
mostrar como hacer un uso más civilizado del significante amo. Un uso
que no empuje ni a la identificación con el padre-amo, el que haría la ley,

ni con la utopía de una realidad psíquica que dejaria de lado a_cualquier


Significante amo E padre que conviene es el que llega a dar una versión_
vivible del goce que persigue con una mujer, un padre-verstón (pere-ve
sion). El uso que conviene de la interpretación analítica en una institu
CIon es el que sabe oponerse al goce segregador que relega, que separa, que
abandona, que ya no escucha las llamadas del sujeto.

Traducción: Miquel Bassols

Deben leerse sobreeste punto los desarrollas en ocasión de la Conversación de París, pri-
nera jornada del S de Oetubre de 1997, documentos publicados por la AMP

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ELLuGAR DEL PSICDANALISIS EN LAS INSTITUCIONES

5. La Función del Pequeño Grupo


en la Lógica del Psicoanálisis

porMassimo Recalcati

1. El Grupo no hace Masa.

En La psi quiatrla ingesa y la guera, Jacques Lacan, reconoce a Bion y


particularmente su experiencia clínica desarrollada en el curso de la se

gunda guerra mundial grupos terapéuticos compuestos por soldados


con

con problemas que les impedía su participación en la guerra- el mèrito


"freudiano" de haber transformado una dificultad (no podían ser tratados
con una terapia individual más de 400 soldados!) en virtud, en ocasión de
una profunda "innovación metodológica".
Ese es el Rubicón franqueado por Bion: "revolución", "innovación",
de las cuales Lacan subraya el carácter de una cierta versión de
"creación
la época ("hará fecha en la historia de la psiquiatría") (1). En la base a es-

ta innovación de la obra bioniana los grupos -que a juicio de Lacan la


con
del
hace digna de interés- está implicada la hipótesis de una aplicación
de la cura analítica.
psicoanálisis e n un campo que sobrepasa aquel
El presupuesto teórico absolutamente decisivo para evaluar la posibili-
dad de un uso clínico del psicoanálisis en el contexto de grupo, o si se pre
sobre el
fiere, de lo_ sfectos analíticos-producidos por el dispositivo grupal
no sea det toda desarrollado en la labor
de Bion, se-.
sujeto -aunque ste
gun Lacan- es, la discTiminación teórica entre gruho ymase Esta discrimina
ción es crucial para entender el trabajo en los pequeños grupos en el mo
la que
en hace cada vez más urgente la
se
mento actual del psicoanálisis
necesidad, para el psicoanálisis inismo, de introducirla propialógica de su
parte, es crucial pa
acción en el interior del campo institucional. Por otra sobre la irreductibi
no de
rlidad cacr en la tormulación de un juicio apresurado
la ética del psicoanálisis y de su práctica respecto de todo trata
el de "un" sujeto. Juicio apresurado que
miento que no sea propiamente
SOlamente se acompaña con aquel por el cual el grupo es el lugar puro y
Simple del pegamiento imaginario, de la dinámica
de
identificatoria, la,
alienación subjetiva.
Entonces, cómo sintetizar la diferencia entre elgrupo y la masa: En la
perspectiva de Freud la masa indica un madaparticular de eclipses del su-
eto bajo una insignia que históricamente han sostenido de modo ejem-
fundamentales
plar la lglesia y el EJército, por citar las dos instituciones
167
ESCLELA EUROPEA DE PSICOANALISIS

consideradas por Freud. La institución que hace masa es, etectivamente


de la jerarquia y cde la
aquella del reglamento por el reglamento; aquellaexaltada del idealpoder
de la identiticación
SCgregación subjetiva; aquella
la masa, segun la cé
del lider. De alli que, la hipótesis freudiana conciba
lebre definición, como el resultado de un producto especitico por unaa
Tdentiicacióncon un objeto una y el mismo, en el lugar del ldeal del yo
(2) En eso consiste la alienación del lazo social bajo la torma de un ape-
go reciproco de carácter especular e hipnótico, donde la diferencia subje
tiva es abolida en una identificación común (""veTtical", como precisa La

can)(3), con el jefe puesto como Ideal.


Enla masa, el punto prvote, es entonces, 1a mirada dei Fadre totemiCO_
por
que se reencarna imaginariamente en la mirada Sugestiva del jete. Es
medio de esa mirada absoluta que la masa se realira en elespejo narcisista
del ser ydel hacer Uno con el Qtro.(4) Mirada absoluta que Freud allí
atri
buye al stuperyo, donde la Ley no acuerda con el deseo pero que se es-

tablece en una relación de pura mortificación. Eso es lo que Freud tiene


en cuenta cuando hace derivar la mirada hipnótica del jefe (la idea del je.
fe como hipnotizedor) de la mirada severa del "remido padre primordial"
hacia el cual, el sujeto -como ilustra el caso de Dostoievski-no puede si-
no ofrecerse como objeto de una "violencia sin lírmite" (5). Lacan obser
va lo mismo en la conclusión de su artículo cuando evoca "los obscuros
poderes del superyó" como la insidia, los peligros y los riesgos que por los
intereses colectivos empajan a> sujeto en la diección fanática de dar e
propio sacrificio como una especie alienada de heroísmo, allí donde, por
el contrario, "todo lo que se presenta como sacrificio no por ello mismo
es heroico". (6)
ELDequen0grupo, contrariamentea la masa-como la experiencia bio-
niana ha tenido el
mérito de demostrar, según Lacan-fpuede garantizar la
existencia de lo particular Su lógica interna no es, en etecto, se tanatis
mo por el Uno del cual se nutre la masa; sino más bien, de aquefjarde la

diferencia, del no-todo, del Uno no sin el Otro, de lo particular en la diai


lécticaabierta con lo universal; pero, al mismo tiempo, irreductible a el.
En ia masa, Cn cambio, lo particular es cancelado, es segregado de lo uni-
versal. Cancelación segregativa que después de Freud ha sido Foucault, en
particular, quien lo ha puesto en evidencia, sino para mostrar como el
mado "individualismo" de la lla
época moderna no es otra, en realidad -co
mo demuestra eticazmente el sistema segregativo- totalitario del Panopti
con-que el efecto de la más pura exaltación de la
universal de la mirada absoluta del Otro.
impersonalidad neutra

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EL LUGAR DEL PSICOANALISIS EN LAS INSTITUCIONES

Si la masa -Y Su tenderncia imaginaria por hacer y por ser Uno- cons-


tituye esta forma alienada del sujeto, esta cancelación de la diferencia
particular bajo la insigrnia universal, la hipótesis de un dispositivo grupal
debe ser siruada como contra-tendencia respecto a tal alienación. En
otras palabras-si tal como Freud nos ha ensefiñado-, el conjunto humano
tiende "espontáneamente" a su masificación-la inclinación a hacer-ma-
sa, para usar una expresión adoptada por Grossman para definir el proble-
ma del hundimiento del capitalismo una "tendencia inmanente" al gru-
po- la dimensión del pequeño grupo parece indicar, para Lacan mismo,
un otro género de identificación posible. Es la hipótesis planteada por
Bion, la de un "grupo-sin-jefe" en lugar de un laz0 social; para decirlo sin-
réticamente, en una identificación horizontal que en una identyjicación verti-
cal. De un grupo que no se cimenta sobre el ldeal del Uno (como el Ejér.
cito o la Iglesia en el célebre análisis freudiano) pero que deja existir el
particular del sujeto promoviendo sobretodo la heterogeneidad inasimila
ble respecto de cualquier fusión identificatoria.
Un grupo que, por estas razones, se opone por principio a la homoge-
neidad de la masa porque no se sostiene bajo la mirada absoluta del ldeal,
ni sobre la semejanza imaginaria que deriva de la identificación a aquel
ldeal, sino de un lazo social reducido al trabajo, a la relación del "objeti.
vo común", como dirfa Bion/ Evaluación del pequeño grupo contra el
gran número de la masa; evaluación del trabajo sobre la ausencia de la
Cosa contra la identificación exaltada del ldeal que se costica por ejem-
plo, en el cultociego de tå personalidad;evaBuacián.de.una:transferencia
simbólica que estråctura, ug lazo socialsustraído al espiral imaginariod e
odio-amor contra la detlagracionesde una transterenciaimaginaria quese
sOstiene de la anulación del Otro y del cociente irreductible de la diferen
Cia que es0 comportaon estas una serie de puntos teóricos que acerca el
programa bioniano (promoción del grupo de trabajo en lugar del grupo de
base) a aquello teorizado
por Lacan en la lógica del cartel casg lógica que
ofrece al pequeño grupo un éxito deferentede aquel imaginario.dela kai-
TLInoration;un éxito en el que siendo el producto de cada uno, por otra
partees elindice de una acción -un efecto- del trabajo det grupo sobre
SJeto
Ante todo, se trata entonces, de mantener distinto el concepto del dis-

positivo grupal, que tal, tiene autonomía los fenómenos rela-


como su en
tivos la
a
imaginaria que cada grupo humarno tiende inevitable
diná1nicaEsta
ente a producir. distinción está muy presente Bion, en la dife-
en
renciación operada entre el "grupo de trabajo" y el "grupo de base" pero

169
ESCLELA EUROPEA DE PSICOANALISIS

como es, en efecto, aquel del


es Lacan, que recaba un dispositivo posible
anima el funcio
"cartel'; pequeio grupo de trabajo en el que la lógica que
namiento simbólico debe poder ser al menos, más fuerte de aquella que
moviliza la erotización agresiva que caracteriza precisamente los fenóme
nos espontáneos de la dinámica imaginaria del grupo0.
Se trata por tanto, de ofrecer un ejemplo de un uso posible del dispo
sitivo grupal en el plano de la clínica. Mi experiencia concierne, en par

ticular, el trabajo en una institución "especializada" en el tratamiento en

de sujetos anoréxico-bulímicos.
pequerios grupos

2. La decadencia del Convivio (7)

Uno de los aspectos que caracterizan el simbólico contemporáneo es el


fenómeno de la decadencia del convivio. Si Lacan había recordado a tra
vés de Apollinaire (8) cómo para los seres humanos no se accede a la me-
sa sino a través del Otro ('Quien come ya no está solo"), una de las formas
actuales en la que se manifiesta la inexistencia del Otro y su progresiva
corrosión imaginaria es, precisamente, la decadencia del Conuivio. Los
hombres comen, cada vez más, solos. El tiempo dedicado a la conviven
cia con el Otro se reduce. La dimensión colectiva del rito de los comen
sales es sustituida por el consumo solitario y sin tiempo, de un alimento
prefabricado. Esta decadencia del Convivio como resultado final de la
transtormacion histórica innegable de los ultimos decenios en la industria
alimentaria, la elección anoréxica-bulímica parece constituir un efecto
particulars la rotura del lazo con el Otro, la afirmación de un goce (de la
imagen o del objeto-alimento) desconectado del Oero, autista, cerrado so
bre sí mismo, fuera de dialéctica.
La muerte del Convivio es una dimensión antropológica de la progresi
va decadenci del Nombre del Padre, es un aspecto social y cultural del
declive del Otro, del cual Lacan ya
prefiguraba ese destino en "Los cóm
plejos familiares" ("La familia") indicando el ocaso de la Imago paterna
nuestra sociedad.
La institución de la comensalia ("commensalità") efecto,
es, en un
pro
ducto del Otro. La ley de la castración impone que el acceso al goce sea
subordinado al pasaje través de la mediación del Otro; sea
a
do por el intercambio simbólico con el Otro. La muert del
condiciona
dica al contrario una decadencia de la función del intercambio simbólico;
Convivio in-
el sujeto abandona la mesa del Otro (como en el rechazo anoréxico) ola
ofende devastándola, consumando al objeto-alimento en una
multiplica
170
EL LuGAR DEL PsCOANALSS EN LAs INSTTUCIONES

ción infinita sin respetar ninguna raio simbólica (como en la devoración


bulímica). El Otro
no es el del intercambio simbólico del
alli lugar Con
vivio sino, más bien, aquel donde se consuma una traición fundamental.
El sujeto anoréxico-bulímico elige traicionar al Otro-al Otro del signifi-
cante, al Otro del lenguaje- y rechaza la ley del intercambio simbálico pa
ra poder preservar la integridad del propio goce, de un goce que recalcitra
de frente a la ley de la castración. En la anorexia, se trata de un goce pu-
ro de la imagen elevada a la condición de fetiche, de un vacío absoluto,
incontaminado, vacío de la Cosa misma. En la bulimia, se trata del goce
infinitizado de la devoración, de la asimilación manfaca del objeto imagi-
nario que debe poder llenar el agujero excavado en el cuerpo de la castra-

cionEnpara negarlo.
la anorexia-bulimia neurótica el tiempo de la separación es jugado
en el sujeto contra aquel de la alienación. Los efectos de esa separación
obtenida solamente por negación de la alienación -y por tanto incompa
tible- son exactamente el rechazo y la otensa en la mesa del Otro, la re

presentación del lazo social con el Otro. la disyunción absoluta de lo par


del Otro
ticular y de lo universal, el abandono del lugar propio en la mesa
principio del cultivado en una economía
para un goce mas alla del placer
cerrada, cortés, fuera de intercambio, en el que el Otro es, como una pa-

ciente mía me decía, "sin derecho".

3. El como tratamiento posible de la identificación


pequeño grupo
En la anorexia la identificación tiende a asumir la forma de una soli."
identificación idealizante
dificación (psicosomática) con el Uno. En esta

de la separación con el OrO. La


el sujeto juega, no obstante, la partida
anoréxica, en la repetición de su rechazo obstinado prueba desenganchar
se del Otro, es decir, prueba responder a la demanda del Otro, exhibien
do ulterioridad extra mundana del deseo respecto de toda posible satistac
ción de la necesidad. En la bulimia, en cambio, en el sujeto opera una se

fallada: su fort-da es defectuoso. Cada


paración del Otro muchas veces
del Otro (Goza!) el que impo-
vez, en efecto, es el imperativo superyoico
del vó-
ne
al sujeto su ley irresponsable (insensata). Solo por el ejercicio una via
en realizar una pseudo-separación pero no por
n i t o consiente
vacío de
Simbolica, Sino más bien, por una vía que deja cada vez al sujeto
lanzarse n u e v a m e n
ser pero sin deseo, vacío en Cuerpo pero solo para
te a la búsqueda de una plenitud imposible.
el carácter serial, standard, del fenó-
En la anorexia-bulimia, coincide

171
ESCUELA EUROPEA DE PSICOANÁLISS

meno enfrentado a la exigencia de particularidad que viene, a menudo,

reivindicada desde el sujeto.


Entonces, /cómo hacer para ser particular que tramita esta homogene

dad de lo universal? Puede el pequeño grupo en la institución ser eficaz


en el tratamiento de esta solíditicación identificatoria: Cuestión que no

implica una sin la otra: puede ser coherente con la ética del psicoanáli
sis una cura que sea igual para todos! Pregunta clave que nos interroga en
nuestra práctica en instituciones con sujetos anoréxico-bulímicos "uniti
cados" por la homogeneidad sintomática, de la "coincidencia histérica'"
para Freud,(9) del síntoma del uno como síntoma del otro.(10)
En mi práctica con el pequeño grupo, el llamado "mono-sintomático"
de los sujetos anoréxico-bulimicos, está inspirada en la idea de base de que
el pequeño grupo -analíticamente orientado- puede ser un tratamiento
posible de la identificación, en la medida en que la identificación tiende
a asumir -como en el caso de l anorexia-bulimia-la forma cristalizada de
una identificación idealizada con un significante-amo. Porque, dicho en
otros términos, si tal identificación es por estructura "ego-sintónica" en
cuanto la anorexia, no hace de por sí síntoma para el sujeto.
Sino que
tiende sobretodo a cubrir la división subjetiva a través una suerte de ob-
turación narcisista.
Una de las finalidades del tratamiento de la identificación holofrásica
de la anerexia-bulimia es promover el carácter no ego-sintónico, sino
di
sarmónico, distónico y sintomático de esa alienación imaginaria respectó
del el pequefio grupo no como
deseo del sujeto. Se trata de utilizar
mento de refuerzo de la identificación (porque, en rigor, y como se ha vis
instru-
to, es la masa quien opera en esa dirección donde los sujetos se reconocen
iguales'a través de la identificación "vertical" al mismo ldeal), sino al con
trario, como tratamiento de la identificación a fin de producir la emer-
de la el vacío
gencia particularidad subjetiva, de producir del particular
la homogeneidad imaginaria de la fusión identificatoria al "Nosotros".
en

La acción del pequeño grupo no es de por sí terapéutica. Criticamos


la idea -bastante difusa entre los gTupoanalistas (gruppoanalisti)- que el
pequeno grupo sea de por sí -espontáneamente- un factor terapéutico (y
esta es, en efecto, la ideología espontánea del grupoanaisis). Sin embargo,

retenemoS.como esencíal, el deseo del analista como aquello que debe po

der sustraer al grupo de la tendencia-aloque esinmanente- a hacer-ma


sa. Sin la dirección del tratamiento no sS produce la extraccion de la PE
pita de lo particular en el humo fangoso de la masa. Esa dirección del tra
amiento tampoco signiticauna dirección del grupo. Ladirección del gri-
172
LLGAR DE PscoaNiLsS EN LAS KSTTUCONES

poes competencia del líder. El acto del analista no es la de dirigir el gru-


po(nose rata de hacer ellíder) sino de dirigir el tratamiento: de hacer
del grupo, 3ubrayo, elhugar de un tatamiento posible de laidentijicación.
Lo específico del uso del dispositivo grupal en el tratamiento del suje
to anoréxico-bulímico es posible establecer, por lo meno5, cuatro manio
bras fundamentales que esclarecen la productividad arnalftica de este mis-
mo dispositivo:

á) institución de la mesa del Otroz el dispositivo grupal rehabilita al su-


jeto anoréxico-bulímico a la conexión con el Otro usufructuando simbó-
licamente, por así decir, la acción sobre el sujeto de la intersubjetividad
imaginaria del grupo. Por lo tanto, en el "ritual" de la sesión opera un
cierto forzamiento que apunta a reinscribiral sujeto en el campo del Otro,
a reencontrar un lugar simbólico en la mesa del Otro. La dimensión del
grupo incita al sujeto a la comensalía, al intercambio simbólico, en el que
el ser del Uno no es-ni puede ser- sin el ser del Otro. Asf, por ejemplo,
en los suefños y en las asociaciones libres que caracterizan las auto-repre
sentaciones del grupo mismo (al nivel "meta-teórico" del grupo que se au-

to-coloca como objeto y que es absolutamente esencial para la constituu


ción del grupo como tal, es decir, del grupo como dispositivo operativo)

aparece, menudo, el significante de la mesa. Es en la mesa del Otro don-


a

de el sujeto parece poder reencontrar, no sin una cierta angustia, un lugar

del Otro como significante del lazo social: san-


la mesa
suyo posible. Es en

ción simbólica de la dinámica identificatoria (narcisista-proyectiva) que


inscribe al otro (el semejante) no sólo como otro del odioenamoramiento
(rimosso). Es.
sino, también, como significante de un significado culposo
ta es, en efecto, la condición dialéctica de base que el dispositivo grupal
puede activar en el sujetö: reconocimiento a través del otro de la propia

verdad culposa (rimossa).


la anoréxica-bulímica co-
b) "reactivación de la alienación significante"j
mo estructura neurótica utiliza el rechazo (anoréxico) o la devoración
separación del Otro. El pro-
evacuación (bulímica) para garantizarse una

blema es que la separción es utilizada para negar la alienación signitican


términos de pérdida del goce, de
para no
pagar
el precio impuesto, en

esta operación de negativización del goce que el tratamiento significante

impone al sujeto. La inscripción en el dispositivo grupal determina, en-

reactivación de esta pérdida de goce originaria.


En el peque
onces, una
no grupo el sujeto está, en efecto, subordinado a una economía del tiem

173
EscUELA EUROPEA DE PsICOANALISS

po, del espacio y de la palabra de tipo colectiva. Debe perder algo para po
der ser admitido en la ley del lazo simbólico con el Otro. En el tratamien
si
to de la anorexia-
bulimia esta
pérdida tanto
es
más significativa conse
sidera que la maniobra anoréxica-buliímica tiende a evitar precisamente la
ley de la castración para revelar la posibilidad de un goce del ser no toca
do por de la acción del significante.

identificación anoréxico-bulímica
(c) metomimia versus identificación:yla
es una identificación cerrada, tigida, inerte, fuera-dialéctica. En la anore
xia, ese carácter idealizante manifiesta la tendencia de este género de
identificación a ontologizarse en una falsa identidad. Respecto a esa osifi-
cación de la identificación, el pequeño grupo puede operar en el sentido
de una refluidificación, por vía metonímica, de la inclinación holofrásica
del discurso anoréxico-bulímico. Metonimizar la fijación del goce ligado a
la identificación anoréxico-bulímica es, en efecto, una operación que el
dispositivo grupal ayuda a promover. El sujeto, una vez inscriro en la me-
sa del Otro, es torzado a haeerse representar por el Otro, para decir el pro-

pio pasando por el Otro. Este pasaje puede asumir la forma de la utili-
ser

zación del otro, del semejante, como superación de la remoción (y gracias


al aporte del otro que el sujeto puede ver aquello que no ve de s1) Pero
asume, sobretodo, el aspecto simbólico de la instalación del sujeto en una
cadena significante de la cual no posce la Ilave de acceso porque esa cade
na se construye a través del Otro, a través del discurso del Otro, en la com-

binaciónsignifiçante. activada del grupo y respecto de la cual, cada sujeto


no puede sino sentirse implicado. Esteusutructo de l acción combinato-
ria de la metonimia que el grupo fortifica tiene un efecto posible de ero
sión del contenido identificatorio. Del Uno al Otro, del todo de la iden-
tificación idealizante al no-todo de la pluralidad metonímica-indica un
trayecto posible del tratamiento. El dispositivo grupal tritura así
la identi-
ficación más que retorzarla, ella trabaja a las leyes del lenguaje, la fragmen
de
ta, pequeño grupo es, así, el lugar plástico del ejercicio
la desmigaja. El
la metonimia. La pluralidad del pequeño grupo se sostiene sobre la com
binación significante en oposición a la rigidez de la identificación ideall
zante. Este es un uso posible del pequeño grupo distinto de aquel que ca
racteriza la esclerotización imaginaria del'grupo estudiado por Freud en sus

efectos generales (el grupo alienado en la masa) y por Bion, en una m


croscopía que pone en relieve los diversos modos de rigidización del gru-
po de base, más bien dominado por la exigencia fantasmática de supervi
vencia cternizante. Por el contrario, el proceso de la metonimización de

174
EL LUGAR DEL PSICOANALISIS EN LAS INSTITUCONES

la identificación promovida por el pequeño grupo se acerca más a la hipó-


tesis que ha sostenido la elaboración lacaniana en cuanto al dispositivo
del "cartel: pequeño grupo de trabajo en el que la histerización promovi-
de la
da por la transferencia de trabajo permite evitar los estancamientos
conducir a cada
transterencia imaginaria, y su efecto de "pegotco" para
uno, siguiendo una lógica colectiva, en un producto subjetivado.

del síntoma es una


d) extracción versus identificaciónD homogeneidad
la
ilusión. El pequeño grupo mono-sintomático se construye, en principio,
sobre esa ilusión. Aquello que da contenido al grupo es un lazo imagina
rio-una reciprocidad identificatoria- que realiza una suerte de espejismo

común. Sin la dirección del tratamiento apunta a deconstruir


embargo,
esta identificación colectiva para producir el nombre propio del sujeto.
En este sentido, éste, sigue una lógica inversa a aquella que inspira el tra

bajo de -ase llamados- los grupos anónimos de auto-ayuda. Mientras estos

(y es lo ca-
últimos dejan el nombre sujeto fuera del grupo
propio deldel los
que
mono
racteriza específicamente el valor anonimato);
en grupos
con orientación analftica, se trata, al revés, de romper la ho-
sintomáticOs la anorexia-bulimia para
mogeneidad de la identificación anónima en

producir el nombre propio del sujeto.


En la práctica de los grupos de auto-ayuda la diferencia subjetiva está,
la única condición para hacer existir al
por principio, abolida. Esta es

de la moral. El Ouo
Otro. El Otro de la garantía. El Oero de lareligióny
del Otro. El Otro del "PoteYe superior. Diversos testimonios de mujeres

anoréxico-bulímicas que han pasado por ests gtupos reconocen, particu


colectiva en un Poder superior colocado en lo ex-
larmente, la-creencia
terno del grupo de semcjantes como una suerte de Dos de la garantia, dec

llavedëvuelta de su "curación" (11). La ligazón compulsiva con el obje-


to se aliviay a s B a r se coloca la voluntad del Otro, del poder absolu-
to del Otro que ordena no ceder, no ceder, no sobre el deseo, sino bajo el

El clavo que saca otro clavo, entonces. La


imperativo moral del superyó.
condición de la reducción del poder de la causa del objeto-alimento está
con el Otro: el re-
constituida por la instalación de una ligazón hipnótica de
cimenta el colectivo pero solo a costa
1Orzamiento del Otro como Ideal
lo particular del deseo del sujeto. El Otro del Poder superior es la
otraca
Ta de la potencia del líder. Ante eso, el grupo de los anónimos, se tdenti

fica haciendo masa.

Por el contrario, el pequeño grupo no se sostiene sobre la porencia del

líder sino sobre el deseo del analista, deseo capaz de mantener abierta la

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EsCUELA EUROPEA DE PSICDANALISIS

falta del Otro. No se trata de alimentar la identificación vertical como


condición de la uniticación imaginaria de los miembros del grupo con el
der sino de sostener el auromatismo inmanente al dispositivo grupal (re
petición, combinación significante, dinámica identificatoria) sobre la ba-
se de la operatividad propia del deseo del analista. Esa operatividad con-
siste en mantener abierto en el lugar del Ideal el agujero particular del ob-
jeto pequeño a. Esa maniobra de sustracción de la operación analtica es
dietinida, por Lacan, como "una hipnosis al revés".(i2) De esta forma, la
"coincidencia" con el otro por la identificación idealizante cae porque en
el lugar de la mirada absoluta del Padre, el deseo del analista, puede ha-
cer surgir la falta del Otro como condición de la subjetivación.

Contrariamente a lasalida del grupo de aut0-ayuda que se caracteriza


por la modalidad de subordinarse al poder supremo del Otro, la operación
queproponemos es la de realizar una extracción gue tienecomo presu
puesto despellejar la identificación universalizante genéticaque es lo
que nos enisena Ta anoréxica-bulímica.
Hemos indicado las condiciones por las cuales este proceso de separa-
ción subjetiva puedeproducirse: institución de la mesa del Otro, reacti-
vación de la alienación significante, metonimia contra identificación. Se
a del dispositivo
trata de condiciones generales del tratarniento través Es,
grupal que reconducen al sujeto a una posible conexión con el Otro.
ta nueva conexión es la condición dialééctica para que pueda prómoverse
el tiempo lógico de la separación. De otro modo -como el gesto extremo
del rechazo anoréxico ilustra dramáticamente- serfa solo una,separación
inversa de la alienación, una separación contra la alienación. El sujeto
elige su lazo social cone l Otro pero solamente para tener alOro bajo eL
toma -como e n la anorexia- la
juegode un coste mortal.La separación obstáculo fun-
què eleva el cuerpo del sujeto un

terrible yía dela muerte


damental. Cuerpo-obstáculo que en la anorexia-bulimia debe poder inci
tar el Otro de la cura -en el límite de la angustia- hacia la falta del Otro;
debe poder agujerear al Otro, abrir en el Oro un agujero para no gober
deseo del cual, en
reencontrarse como la momia de un
nar más el juego y
realidad, no sobrevive nada.

IraduccIón: Lucia D'Angelo


La Transferencia gruDAl
ransterenca central (aanalista), que funciona
como imago paterna en los
arcaicos (como superyo e ideal del niveles
yo, después de la rebelión contra el
jefe de la horda y pacto de los
hermanos), según la naturaleza y los momentos del grupo, se da
por la identificación de unos con
tanto, todos son seres en falta, y buscan otros, en
completarse, primero con el analista o coordinador y
cuando este no responde a dicha luego,
demanda, intentan hacerlo con los otros. Por ello se
habla de una
identificación a un rasgo unario,
rasgo que todos comparten, y que a la vez, los pariculariza
Transferencías laterales (los otros, los compañieros del grupo) que funcionan como imagos fratemas: en
el marco de la familia
(relación primitiva con la madre, luego con el tercero: el
padre, el orden simbólico, la
ley): en el marco de la horda primitiva
(rivalidad, destructividad), luego en el marco societal
hermanos, (pacto de los
competición, organización, coresponsabilidad,
cooperación)
-Transferencla grupal (al grupo como un todo) que funciona
como imago materna (nivel edipico),
una medida aún pero en
mayor, como madre arcaica (relación dual primitiva,
cuerpo de la madre) y como matriz
societal (nivel arcaico: la horda; nivel
edipico-societal: pasaje al estado de cultura del grupo y de asunción
de su historia, de su
organización):
Con respecto a la transferencia central, la
posición del coordinador parece similar a la del analista en una
cura individual, sin embargo, por la presencia de los otros
objetos transferenciales, las proyecciones
efectuadas sobre el coordinador son diferentes.
Algo similar se presenta en el análisis individual donde el
paciente utiliza al mundo externo como resistencia, pero el es el único que "se defiende" de
ese modo
contra la situación; en grupo, cada uno recibe el sostén y las contracatexias de los otros que refuerzan su
defensa. En ambos trabajos, tanto individual como grupal, los otros cobran
importancia y se presentan de
manera diferente. En el trabajo individual los otros son evocados
en la cura manteniéndose
ausentes,
imaginarios y cargados realidad pslquica que el analista no
con una
puede apreciar, contrario a lo
vivenciado en el grupo donde los otros se encuentran
all, presentes, reales hablan, responden,
reaccionan ante las proyecciones que se efectúan
sobre ellos, proyectan y a su vez atacan, se
comprometen entre si en allanzas o confictos "reales" y es aqul donde el
terapeuta puede visualizar, parte
de realidad psiquica y las
proyecciones. Es asi como la presencia de los otros dentro del grupo
permite
movilizar, bajo forma de transferencias laterales, situaciones vividas por los
participantes, lo cual facilita
las proyecclones y éstas a la vez permiten a cada uno utilizar a los otros en el sentido de sus deseo8
defensas, de hablar en su lugar o de hacerlos hablar en lugar de uno.

Dentro del grupo es importante destacar que elsujeto esta en un espacio marcado por la mirada del
otro, esta expuesto a las miradas de los demás, esto permite el que se vea reflejado en esa mirada de
ese otro y vuelva a sentirse completo, pues los otros pasan ser objeto "a"
a
imaginarios para el.
De acuerdo a lo que se vive en un
trabajo grupal es de destacar que dentro del marco de miradas de los
otros se encuentra el sujeto, ve su imagen refejada en la mirada de estos. De
aqul puede desprenderse
la afirmación de que la transferencia lateral es tributaria de la mirada. Por este reconocimiento dado
por
la mirada del otro, el sujeto vuelve a sentirse completo, el otro lo completa en tanto que el coordinador
no lo ha hecho. Asi los otros se convierten en "objeto fantasioso" del sujeto, evitando con esto asumir su

falta, ya que se imagina completo.

Esta transferencia lateral implica una identificación que se da como resultado de compartir un rasgo
común: todos son incompletos, esto precisamente es ko que ha hecho que se establezca una demanda
de "cura" al coordinador por parte de Ilos miembros del grupo.

De esta manera cada uno de los integrantes del grupo será para lo otros, punto de identicaclón
(objeto "a" en tanto imaginario) con la ilusión de oompletarse mutuamente Es por la relación
transferencial en que el analizante ubica al coordinador en el ldeal del Yo, que puede darse un proceso
terapéutico. Es pues, función del coordinador ubicarse en el lugar de objeto causa de deseo u objeto "a",
que presentifica la falta, la carencia del analizante y no la ubicación en el lugar del amo, de gran Otro
omnipotente. A través de la interpretación, el analista logrará que el analizante pase de lo imaginario y
trascienda a un nivel simbolico, dándose un corte abrupto en la compulsión a la repetición. Este nivel

simbólico en la transferencia podrá darse en la medida en que el coordinador ocupe el lugar de sujeto
supuesto-saber y no de identficaclón.

Finalmente se trata de que haya una transición de objeto "a' de completud a "a" real, una identificación
con el propio ser en falta, donde el coordinador aparece como incompleto, castrado y el otro también.

Opera en todo este engranaje un papel fundemental, la mirada, ya que es a esta mirada del Otro
(coordinador)y mirada del otro (miembro del grupo) a quien el sujeto dirige su discuso y por efecto de
ella misma se apresure o se retrase en la conclusión: la de ser en falta, ser castrado.

Esta mirada de que se habla, marca gran diferencia en lo concemiente a Ia transferencia en el

dispositivo analitico y el grupo, pues en este se tiene la mirada del coordinador y de los otros, miada
que es devuelta por ellos. Es una mirada que de alguna foma remite a esa primera mirada de
confimacióno no que busca el niño en el Estadio del Espejo. En el análisis no; la ausencia de mirada
remite a un corte en el goce del sujeto, evita que el sujeto imaginarice y fantasee con la mirada del otro.

En la transferencia central ya no se trata de una identificación al coordinador como tat. Esta


transferencia es sobre el Sujeto-supuesto-saber, ya que este para el sujeto es portador y trasmisor de
un saber. Serà a través de la verbalización del Sujeto y de la interpretación del coordinador que el sujeto
accederá a ese saber sobre si, sin atribuirlo al coordinador, sino a si mismo. Podrà convertirse en el
poseedor de su saber. En el grupo se le supone al coordinador un saber que se presenta en la escucha

del discurso grupal.

Asl como los miembros del grupo promueven la transferencia central y lateral; no puede desconocerse
que el grupo promueve la transferencia en su totalidad.
sobre el grupo como tal, tenlendo en
La transferencia surge por las imagos que se proyectan
grupal
cuenta que una imago es mas que una representación inconsciente, "un esquema imaginario
adquinido, un clisé estático a través del cual el sujeto apunta al otro" (grupo) que puede "objetivarse
tanto en sentimientos y en conductas como en imágenes, siendo cada miembro del grupo portador de

varias imagos inconsclentes del grupo. Por ello en el momento de las representaciones, el grupo puede
reactivar en los participantes, las imagos familiares reales y también imagos familiares ideales, las
cuales se presentan como reales cuando surgen narcisismos defensivos, fantasias conscientes,
ensueños o mitos. También pueden surgir imagos extrafamiliares, las cuales hacen referencia a la
relación primitiva con la madre o el grupo temiliar. También pueden evocar confictos vividos que se
expresan en términos de poder y autoridad, los cuales pueden ser vistos cuando el grupo se ubica en un
eA eu rClàcneu
momento que actualiza lo edipico. /an.

En el grupo todos constituyen espontáneamente el medio familiar e incluso, a través del espacio y del
cuerpo reconstituyen los primeros elementos de sus existencias. Esta heterotopla del grupo costituye
un lugar total.

En él, son posibles todas las construcciones imaginarias, en toda su extensión y, mas precisamente las
que se originen en el Estadio del Espejo, con la deformacióni especifica de cada uno y consecutiva a un
desprendimiento mas o menos completo del cuerpo materno. En el grupo se resumen el vientre materno
y la casa patema.( f {v C e màlrt
Puede decirse que de acuerdo a la regresión que se da en el grupo, la vida grupal reactiva los mitos
idealizantes e imagos que forman parte del patrimonio común de los grupos.

La situackón psicoanalltica grupal suscita


"transferencia" sobre el grupo, inconsclente para sus
una

miembros y se utiliza como objeto de carga pulslonal y fantasmática. El


grupo se convierte en el objeto
pulsional por excelencia, es todo, homogeniza y uniformza. Se vive una fantasmåtica edipica, donde el
coordinador aparece como personaje central, dado su carácter de autoridad.

La situación grupal, a menudo despierta representaciones fantasmaticas, provoca regresiones a


situaciones pasadas que pueden revertir el doble vínculo de
amor-odio presente en la relaciones
transferenciales. Esto es vivenciado fundamentalmente a través de los diferentes
tipos de identificación
que se juegan en los principales fenómenos del
grupo.

"Los humanos en la vida del


grupo, encuentran a veces, su poder creador y a veces tambien,
comparten
una ilusión encantadora o
autodestructiva. En este útimo caso es la de pulsión
inquebrantable y sorda, la que se
muerte, escindida,
proyecta no hacia el exterior, sino sobre el mismo grupo"
En la transferencia grupal se observa que la rivalidad dada en un momento
determinado del grupo, se
juzga en relación con el coordinador y exige ser aclarada como
rivalidad fratema, cuya finalidad es la de
obtener el amor y la preferencia de éste.
el cada miembro se dirigee al
En el grupo se da un primer momento denominado individuación, en que
lo mira y da la espalda a los otros. Es un momento caracterizado por un malestar, agresividad
terapeuta,
conducirse como tal. En el transcurso de ese primer contacto,
y miedo, que el grupo debe superar para
los otros y desea poseer a los padres
cada miembro reconoce al otro, se niega a ser confundido con
se observa que los integrantes del grupo desean
terapeutas exclusivamente para sl. En este momento
identificarse con el haciéndolo asi descender de su lugar, mlentras los integrantes del grupo
terapeuta
al terapeuta que elegido inicialmente como soporte del ideal del yo se
lanzan miradas cómplices
convierte en objeto de identificación.

En psicoanálisis se habla de este primer momento como momento de cadena en un lugar imaginario.

del yo, como amo, si éste acepta asumir este


Los miembros del grupo ubican al coordinador como ideal

lugar se pone como objeto "A" de completud para los miembros del grupo.

la situación de grupo se manifiesta por caracterisbicas que


La regresión del aparato pslquico en

El tiempo sufre igualmente la regresión, no se trata de algo


dependen del terreno espacio-temporal.
unas veces a la repetición y al etemo
cronológico, su ireversibilidad queda abollda, dando paso,
los origemes y de un nuevo comienzo.
retorno, y otras, a la fantasmatización del retormo a

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