El Pasaje Al Acto en Las Distintas Presentaciones Clínicas - Unlp
El Pasaje Al Acto en Las Distintas Presentaciones Clínicas - Unlp
El Pasaje Al Acto en Las Distintas Presentaciones Clínicas - Unlp
Facultad de Psicología
Universidad de Buenos Aires, Argentina
Introducción
En el pasaje al acto se trata del “momento de mayor embarazo del sujeto, con
el añadido comportamental de la emoción como desorden del movimiento.
Es entonces cuando, desde allí donde se encuentra –a saber, desde el lugar de
la escena en la que, como sujeto fundamentalmente historizado, puede
únicamente mantenerse en su estatuto de sujeto– se precipita y bascula fuera
de la escena. El dejar caer es el correlato esencial del pasaje al acto” (Lacan
1962-63, p. 128). Este dejar caer se produce en la fórmula del fantasma del
lado del sujeto. Pensando el pasaje al acto en la neurosis, dicho concepto se
articula al fantasma y a la angustia, situando que en el fantasma el sujeto
aparece borrado al máximo por la barra y cae de la escena como modo de
arrancarle a la angustia su certeza. Se trata, entonces, del pasaje al acto como
un modo de resolver esa angustia.
El pasaje al acto implica aquí también una acción que introduce un corte en lo
real, donde lo simbólico no puede operar como mediador, ya que no opera la
metáfora paterna. Se trata de un intento de liberación de un goce intrusivo que
se vuelve insoportable. La pregunta que se instala es si el corte en sí mismo es
ya resolutivo y qué es lo que resuelve el pasaje al acto. Lacan ubica que en el
caso Aimée, la lectura del ataque (ella se dará cuenta tiempo después que se
ha dañado a sí misma), como resolutivo del delirio (vale la aclaración que no
cae todo el delirio ya que la idea del daño contra su hijo continúa). El fracaso
de la castración, pensada como operación que separa el goce del cuerpo para
que este se constituya como ilusoria unidad, trae como consecuencia que
goces que no se han perdido, negativizado, irrumpan. Esa irrupción de goce
ubica una historia donde el Otro aparece desafiante o intrusivo bajo la figura del
semejante. Pensando, entonces, el pasaje al acto como un corte en lo real,
inscribe marcas que no harán una historia (esto lo realiza el trabajo de lo
simbólico mediado por la castración), sino que se inscribirá una marca por cada
historia, constituyendo una “resolución” cada vez. El pasaje al acto, implica
caída de la escena del Otro, desde el lugar de objeto es resolutivo de la
Algunas conclusiones
Luego del breve recorrido por la noción de pasaje al acto lacaniano en neurosis
y psicosis, y las conceptualizaciones freudianas realizadas en Psicopatología
de la vida cotidiana, reviste de gran valor clínico el tomar como referencia el
cuadro de las coordenadas de la angustia, como formalización de valor
predictivo para poder localizar las coordenadas que llevarían a un pasaje al
acto. Si en el pasaje al acto, el sujeto no está y hay una caída del Otro donde
no se demanda nada, ¿cómo volver a la escena? ¿De qué manera la
transferencia interviene en el pasaje al acto? Ya que el pasaje al acto implica
actuar sin referencia al análisis y es indicador de la anulación del sujeto con
respecto al Otro, de la pérdida de la función del Otro por parte del sujeto.
A partir de este breve recorrido, nos instala una nueva pregunta: si en el pasaje
al acto es importante el lugar del sujeto con respecto al Otro, y hay caída de la
escena, ya se trate de si funciona a modo de estabilización o no de la
presentación clínica, el pasaje al acto rompe el lazo social y convierte al sujeto
en puro objeto. ¿Cuál es la relación entre pasaje al acto y lazo social?
Interrogante que nos plantea una futura investigación sobre dicha temática.
Referencias