Politica Crecer Juntos 2020-2030
Politica Crecer Juntos 2020-2030
Politica Crecer Juntos 2020-2030
Asistencia Técnica
• Banco Mundial
• Banco Interamericano de Desarrollo
• Unión Europea
• UNICEF El Salvador
Metodología y facilitación
• Unión Europea
Validación
Siglas y acrónimos 4
Glosario 6
Presentación 14
1. Introducción 15
2. Justificación 17
3. Marco de referencia 24
4. Metodología 32
5. Análisis de situación 35
6. Resultados, productos y proyectos 47
7. Gobernanza 76
8. Monitoreo y evaluación 84
9. Financiamiento e inversión en la primera infancia 90
10. Fases y estrategias de implementación 93
Referencias 98
Anexo 1. Red de causalidad 103
Anexo 2. Matriz de indicadores de resultados de crecer juntos 119
Anexo 3. Lineamientos para el funcionamiento de la Mesa Técnica Intersectorial
de Primera infancia Crecer Juntos 127
3
Siglas y acrónimos
4
ISDEMU Instituto Salvadoreño para el Desarrollo de la Mujer
ISSS Instituto Salvadoreño del Seguro Social
ISBM Instituto Salvadoreño de Bienestar Magisteria
ISRI Instituto Salvadoreño de Rehabilitación Integral
LEPINA Ley de Proteccion Integral de la Niñez y la Adolescencia
MINEDUCYT Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología
MINSAL Ministerio de Salud
MTPS Ministerio de Trabajo y Previsión Social de El Salvador
MINEC Ministerio de Economía
MARN Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales
MINDEL Ministerio de Desarrollo Local
OMS Organización Mundial de la Salud
OPS Organización Panamericana de la Salud
ODS Objetivos de Desarrollo Sostenible
OEI Organización de Estados Iberoamericanos
PIB Producto Interno Bruto
PNPNA Política Nacional de Protección Integral de la Niñez y la Adolescencia
PNC Policia Nacional Civil
RAC Red de Atención Compartida
SNPI Sistema Nacional de Proteccion Integral de la Niñez y Adolescencia
SNIS Sistema Nacional Integrado de Salud
SIMMOW Sistema de Estadísticas de Morbimortalidad en línea
SICA Sistema de la Integración Centroamericana
UNICEF Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia
UNESCO Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura
UNFPA Fondo de Población de las Naciones Unidas
VIGEPES Sistema de Vigilancia Epidemiológica de El Salvador
5
Glosario
Término Definición
6
Término Definición
7
Término Definición
8
Término Definición
9
Término Definición
10
Término Definición
11
Término Definición
Medidasqueseorientanaatendersituacionesocircunstancias especiales
en que se encuentran involucradas niñas y niños de forma
Protección especial
individual o colectiva, que han sido vulnerados o están
amenazados en sus derechos.
12
Término Definición
13
Presentación
En la gestión del Presidente de la República, Nayib Bukele, estamos marcando un antes y después en la historia del
país, con una política de Estado que trascenderá las tradicionales gestiones gubernamentales, poniendo como
protagonistas a los miles de niñas y niños, así como las generaciones por venir.
Esta política nos asegura un trabajo enfocado en fortalecer el desarrollo de nuestro país para prevenir la
pobreza, la violencia, la desigualdad, falta de oportunidades y de innovación.
Crecer Juntos busca propiciar que nuestra niñez alcance su máximo potencial de desarrollo, abarcando desde su
gestación hasta cumplir los 8 años, con atenciones de calidad en salud, nutrición, educación, aprendizaje, cuidados y
protección, a través de estrategias, programas y acciones interinstitucionales e intersectoriales para impactar en los
objetivos económicos y sociales a largo plazo, y que todos puedan gozar de oportunidades equitativas y,
finalmente, tener una mejor calidad de vida.
La primera infancia es una de las etapas más importantes de la vida. Es en este momento en que el ser humano
desarrolla las habilidades que facilitarán el aprendizaje futuro. Los estudios neurológicos afirman que en la
primera infancia se sientan las bases de la salud y el bienestar, por lo que el Estado salvadoreño asume como
compromiso la garantía de todos los derechos de las niñas y los niños, enfocándose en fortalecer los servicios
y atenciones para la Primera infancia con el objetivo de incidir positivamente en todas las esferas de su vida.
El trabajo por la primera infancia ha sido, ha sido, una prioridad desde el inicio de esta gestión. Hemos
avanzando en aspectos estratégicos como la elaboración del Reglamento a la Ley Especial para la Regulación e
Instalación de Salas Cunas y una propuesta de lineamientos para estandarizar su funcionamiento, convirtiéndola
en una intervención efectiva para poder ayudar a miles de familias de nuestro país.
Hemos trabajado hasta lograr ser pioneros en la alianza global contra la violencia. Nos incorporamos en el proyecto
de capital humano junto al Banco Mundial, y seguimos trabajando para generar un consenso sobre lo que espera que
la niñez logre a lo largo de sus primeros años de vida. Estas expectativas compartidas sobre el desarrollo infantil se
conocen como Estándares de Desarrollo y Aprendizaje, y permitirán orientar el quehacer de la política y orientar el
trabajo con niños, niñas desde los diferentes sectores: salud, educación, desarrollo social y protección.
Hoy reafirmamos nuestro compromiso fiel con las niñas y niños de nuestro país, nuestra más grande apuesta. Por
eso no vamos a descansar hasta facilitar, articular, coordinar y supervisar que estas acciones y programas se hayan
cumplido. No vamos a seguir perdiendo generaciones. Estamos trabajando por convertir a El Salvador en el país que
los salvadoreños se merecen, y por eso nuestra inversión histórica en nuestra niñez.
14
1. Introducción
La evidencia científica demuestra que “Las habilidades que se desarrollan a lo largo de la vida, se basan en
capacidades adquiridas en la primera infancia” (UNICEF, 2016), por lo que generar las condiciones para que las
niñas y los niños alcancen su máximo potencial de desarrollo durante su primera infancia, es una prioridad para la
actual gestión de gobierno y en especial de la Primera Dama de la República, Gabriela de Bukele, que reconoce
el compromiso que debe asumir el Estado, la familia y la sociedad en la implementación de acciones concretas y
pertinentes para su desarrollo integral y el cumplimiento de sus derechos.
En El Salvador, con la firma y ratificación de la Convención de los Derechos del Niño en 1990, se adquirió como
compromiso nacional garantizar el desarrollo integral de la niñez y adolescencia. En este contexto y con
posterior entrada en vigencia de la LEPINA en el 2012, el Estado ha desarrollado diversos instrumentos de política
pública como: Política Nacional de Protección Integral de la Niñez y de la Adolescencia, la Política Nacional de
Educación y Desarrollo Integral para la Primera infancia; la Política de Protección, Promoción y Apoyo a Lactancia
Materna; y la Ley Especial para la Regulación e Instalación de Salas Cunas.
Cada uno de estos esfuerzos sentaron las bases para avanzar en temas relevantes para la primera infancia; sin
embargo, no consideran como eje central el desarrollo integral de niñas y niños. Crecer Juntos retoma el
mandato establecido en la línea de acción 3.4.4 de la Política Nacional de Protección Integral de la Niñez y de la
Adolescencia, constituyéndose como en un instrumento especializado de gestión pública cuyo objetivo es
propiciar que la niñez salvadoreña alcance al máximo su potencial de desarrollo durante laprimera infancia.
Crecer Juntos surge como la respuesta del Estado al desafío de garantizar las condiciones necesarias para brindar a
niñas y niños servicios de calidad, apropiados a sus particularidades y fundamentados en el enfoque de
derechos, la visión multidimensional del desarrollo y la responsabilidad compartida de todos los sectores en la
provisión de cuidados, estimulación, educación, salud, nutrición, entornos protectores de sus derechos y protección
especial.
Crecer Juntos retoma el marco de actuación del cuidado cariñoso y sensible para el desarrollo en la Primera
infancia, que enfatiza la importancia de garantizar para cada niña y cada niño un entorno seguro y protector
que propicie la buena salud, nutrición óptima, oportunidades para el aprendizaje temprano, atención receptiva,
interacción propicia, protección y seguridad.
La política toma en consideración que son las familias y otros cuidadores primarios los mejores proveedores
del cuidado cariñoso y sensible que se requiere para garantizar un desarrollo integral (UNICEF - OMS, 2018).
15
Crecer Juntos se sitúa como la herramienta integral e intersectorial de alcance nacional, que apoyará la
trayectoria del desarrollo de las niñas y los niños desde la gestación hasta antes de cumplir los 8 años, a través de
servicios universales, diferenciados y especializados, de calidad, organizados en cuatro ejes de intervención:
1. Salud y nutrición
2. Educación y cuidados
3. Ambientes y entornos protectores
4. Protección a derechos
Esta alianza entre Estado, familia y sociedad es indispensable para impulsar Crecer Juntos, y se fundamenta en la
visión inclusiva en la que “Todo niño cuenta y cada niña importa”, en que todos las niñas y todos los niños son
titulares de derechos, en la relevancia que tiene la evidencia científica en la toma de decisiones, en la
importancia de reconocer la discriminación que enfrentan las niñas para superarla desde la más temprana edad y en
la consideración de la diversidad de requerimientos que será necesario proveer en su curso de vida para alcanzar su
máximo potencial de desarrollo.
En este contexto, han surgido múltiples iniciativas que buscan asegurar la continuidad del aprendizaje y desarrollo
infantil, con énfasis de acciones a implementar durante la crisis del COVID-19. La enseñanza desde el hogar se ha
vuelto imprescindible, al igual que los materiales y recursos que buscan apoyar a las familias. Muchos países
de la región ya se preparan para la reapertura de los centros escolares, de cuidado y desarrollo infantil y para
lograr un retorno seguro, han desarrollado protocolos para que familias y docentes estén informados sobre las
medidas de seguridad necesarias para asegurar el bienestar en las escuelas y centros de atención infantil.
(Dialogue, 2020)
Garantizar el sustento económico familiar, eliminar restricciones en la oferta de servicios, mejorar las capacidades
de los hogares para enfrentar la crisis, reducir posibles brechas educativas y tecnológicas, potenciar nuevas
modalidades para promover el desarrollo infantil temprano y garantizar atenciones de calidad relacionadas con
el cuidado, aprendizaje, salud, alimentación y protección de niñas y niños de 0 a 7 años, constituyen una prioridad
y una responsabilidad compartida entre el Estado, la familia y la sociedad.
16
2. Justificación
2.1 El desarrollo integral en la primera infancia como un derecho de las niñas y los niños
Los derechos de la niñez están plenamente reconocidos en diferentes instrumentos normativos nacionales e
internacionales que definen las obligaciones del Estado en respeto, protección y garantía que se concretan en las
políticas, planes, programas y servicios que deben implementarse bajo los principios estipulados en la
Convención sobre los Derechos del Niño. La apuesta del país por implementar una política que impacte en la vida
de las niñas y los niños, parte de la premisa de que esta etapa de la vida es el periodo fundamental para realizar
intervenciones positivas que garanticen su desarrollo integral a través de un conjunto de servicios y atenciones
enfocados en su salud y nutrición, educación y cuidados, ambientes y entornos protectores y protección frente a
amenazas y vulneraciones a sus derechos.
Al respecto, el Comité de los Derechos del Niño en su Observación General número 7, reconoce que durante
la primera infancia, niñas y niños atraviesan el periodo de más rápido crecimiento y cambio en su ciclo vital;
crean vínculos emocionales fuertes, establecen importantes relaciones con sus pares, aprenden a negociar y
coordinar actividades comunes y a resolver conflictos, captando activamente las dimensiones físicas, sociales y
culturales del mundo en que viven.
Por ello, el Comité recomienda priorizar a la primera infancia y destinar recursos para ejecutar acciones concretas
que den cumplimiento a sus derechos. En concreto, hace un llamado a los Estados a desarrollar estrategias
coordinadas y multisectoriales donde el interés superior de la niña y el niño sea siempre el punto de partida en la
planificación y prestación de servicios, priorizando a la niñez que por las circunstancia sociales y personales
requieren de un abordaje apropiado a sus particularidades (discapacidad, pobreza, violencia, desplazamiento, entre
otros), con el objetivo de cerrar brechas e inequidades y garantizar una adecuada trayectoria en su desarrollo.
En resumen, se apuesta por garantizar el pleno goce de los derechos humanos de la niñez a partir de una
intervención integral en la primera infancia como clave para asegurar el desarrollo humano de las personas en
todos los ámbitos. Crecer Juntos pretende fortalecer las competencias parentales de las familias y adultos
responsables para cumplir su rol primario de educar, formar y guiar a las niñas y los niños, propiciar un
entorno protector y brindar servicios de apoyo efectivos, a fin de posibilitar mejores condiciones para el
desarrollo integral en la primera infancia.
17
2.2 Primera infancia como una ventana de oportunidades para garantizar un desarrollo
integral
Diferentes campos del conocimiento como la biología, psicología, economía, medicina y las neurociencias
concluyen que los primeros años de vida representan un momento excepcional e irrepetible en el ser humano,
en el cual se han identificado ventanas de oportunidad para garantizar el desarrollo de determinadas competencias
(UNICEF), 2012). La trascendencia de este periodo radica en los cambios madurativos acelerados y procesos de
participación social significativos que permitirán consolidar y perfeccionar las habilidades y capacidades que se
requerirán a lo largo de la vida.
El desarrollo y fortalecimiento de la arquitectura cerebral dependerá de las interacciones que establezcan las
niñas y niños con sus cuidadores y de los estímulos positivos y negativos de su entorno (IIPE UNESCO, OEI -
UNICEF, 2015). Es por esta razón, que el Estado debe garantizar la calidad de las intervenciones en esta
etapa, principalmente aquellas relacionadas con aspectos como salud, nutrición y estimulación oportuna, pues
tendrán efectos de largo plazo en el desarrollo de habilidades y capacidades, y por tanto en el aprendizaje
(UNICEF, 2018).
Es una etapa crucial del desarrollo, en la que se evidencian procesos psicoafectivos, sociales y culturales que
derivan en la generación progresiva de capacidades lingüísticas, la adquisición de autonomía, la
autorregulación de la conducta, el manejo de las emociones, la construcción de la identidad, el aprendizaje de
principios, valores, costumbres y tradiciones y la consolidación de hábitos que permanecerán a lo largo de la
vida.
2.3 Cuidado cariñoso y sensible en la primera infancia como base para potenciar el desarrollo
humano
El cuidado cariñoso y sensible es un marco de acción que proporciona una línea de trabajo para que los Estados
desarrollen políticas y servicios para facilitar a las madres, padres y cuidadores; herramientas orientadas a que
todas las niñas y los niños alcancen su máximo potencial de desarrollo. Asimismo, promueve el desarrollo
físico, emocional, social y cognitivo, además de la protección a los peores efectos de la adversidad a través de
5 componentes básicos: salud, nutrición óptima, protección y seguridad, atención receptiva y oportunidades
para el aprendizaje temprano (UNICEF - OMS, 2018).
El modelo se basa en prácticas que han demostrado ser óptimas para el desarrollo de las capacidades de las niñas y
los niños a más temprana edad, impulsadas por compromisos políticos firmes y sostenidos en vías de reducir la
injusticia social, la inequidad y la pobreza.
18
Ilustración 1: Componentes del Cuidado Cariñoso y Sensible
El cuidado cariñoso y sensible constituye un llamado a todos los gobiernos y a los diversos actores directos a
apropiarse de la meta de propiciar el desarrollo integral de todas las niñas y niños, fortalecer la inversión en el
futuro sostenible y poner énfasis en las comunidades y familias que no tienen medios para una vida digna,
donde las niñas y los niños no tienen garantizados sus derechos. Para su implementación se requiere la
articulación intersectorial e intervenciones pertinentes y oportunas, que respondan al contexto y a las
condiciones de las familias y personas cuidadoras, posibilitando que cuenten con sistemas de apoyo integrados,
especialmente los vinculados a la salud, la nutrición, el cuidado, el aprendizaje y su protección.
19
2.4 Invertir en la primera infancia para avanzar en el desarrollo humano
Para alcanzar el desarrollo individual y social se requiere de una inversión a corto, mediano y largo plazo,
puesto que el subdesarrollo tiene un costo que se debe pagar en el tiempo. Cuando el Estado invierte en el
desarrollo integral de las niñas y niños de la primera infancia, se cimientan las bases para su salud, su
aprendizaje, sus relaciones interpers onales y la toma de decisiones responsables, ampliando la posibilidad de
tener generaciones saludables, personas asertivas, plenas y realizadas, comunidades con convivencia solidaria y
pacífica, mujeres y hombres relacionándose con respeto, consideración e igualdad; razones suficientes para
invertir en la en correspondencia con el mandato de la Convención sobre los Derechos del Niño que establece
que los Estados partes adoptarán todas las medidas hasta el máximo de los recursos disponibles, cuando sea
necesario, dentro del marco de la cooperación internacional.
La inversión en la primera infancia además de representar una obligación para los Estados, es una inversión
que retorna a la sociedad a través de la formación de capacidades y destrezas humanas. Un estudio realizado
por el Premio Nobel de Economía, James Heckman, estima que el retorno de la inversión en primera
infancia varía entre el 6% al 10% anual por dólar invertido. No invertir en el momento adecuado representa
un costo social alto para toda la sociedad que se traduce en la pérdida de oportunidades de las personas para
alcanzar su pleno desarrollo y el goce de sus derechos, quedando como opción hacer intervenciones de alivio
que, si bien pueden contribuir a una mejora, no conducen a un desarrollo óptimo (UNICEF, 2018).
Por su importancia la inversión en primera infancia quedó establecida en la Agenda 2030 de los Objetivos de
Desarrollo Sostenible, específicamente en la meta 4.2 del Objetivo 4, que plantea: “De aquí a 2030, asegurar
que todas las niñas y todos los niños tengan acceso a servicios de atención y desarrollo en la primera infancia
y educación preescolar de calidad, en coherencia con el marco referencial de los derechos humanos”.
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Por sobre toda racionalidad técnica o económica hay una racionalidad ética detrás de la inversión en la
Primera infancia: el bienestar de los niños y niñas es un derecho que debe ser garantizado (SIPI UNESCO-IIPE
OEI UNICEF, 2015).
La inversión en primera infancia que se asume a través de esta política responde al compromiso ético que
vincula al Estado como titular de obligaciones, con las niñas y los niños como titulares de derechos; por tanto, se
valora el retorno para el país, pero sobre todo la máxima realización de los derechos y las aspiraciones de todas
las niñas y los niños en El Salvador.
…“Las intervenciones en favor de la primera infancia no solo beneficiarán a los niños de hoy;
también repercutirán directamente en la futura estabilidad y prosperidad de los países”
(Chan, 2016)
2.5 Respuesta ante eventos emergentes que impactan en la primera infancia: pandemia por
COVID-19
La pandemia por COVID-19 se reconoce como una crisis sanitaria y humanitaria sin precedentes en el último siglo
a nivel global.
En El Salvador, la gestión gubernamental ante la pandemia se caracterizó por una respuesta integral, temprana
y coordinada con la OPS, iniciando con la restricción y monitoreo de viajeros de las zonas más afectadas,
establecimiento inmediato de cuarentenas y medidas de contención, controles sanitarios, cierre y monitoreo
de fronteras, funcionamiento de centros de contención, cierre de espacios públicos, se promovió el teletrabajo
y horarios flexibles con distanciamiento social; adicionalmente se garantizo el ingreso y cadena de suministros
e insumos médicos y de la industria farmacéutica.
Para proteger la fuerza laboral y los ingresos se facilitaron medidas de apoyo salarial para compensar pérdidas de
ingresos mediante pagos, subsidios salariales para la microempresa, reducción de los pagos de contribuciones
de servicios de telefonía móvil, medidas de alivio para los pagos de servicios, entrega de canasta alimenticia a
todos los hogares salvadoreños para garantizar seguridad alimentaria, entre otros. Paralelamente se establecieron
coordinaciones con organismos multinacionales de cooperación para gestionar préstamos a bajo interés,
desarrollar iniciativas fiscales para el apoyo de diferentes sectores, especialmente aquellos afectados por la
pandemia y preservar la capacidad productiva.
Con el fin de garantizar la continuidad educativa, el Ministerio de Educación desplegó una estrategia multimodal
que no requiere la coincidencia en tiempo ni la presencialidad, es flexible, no presencial, abierta con diversos
formatos y modalidades de aprendizaje, para mejorar el acceso a las familias aplicando diversos mecanismos para
reducir la brecha de acceso digital y asimetrías en conectividad, poniendo a disposición múltiples plataformas
virtuales, radio, televisión e interpretes en lengua de señas salvadoreña (LESSA) en la franja televisiva para todos
los niveles educativos. La mediación con las familias y estudiantes se realizó por parte de docentes haciendo uso
de las redes sociales y poniendo a disposición programas educativos, contenidos, proyectos y recursos
bibliográficos. Para tal fin se certificó en competencias digitales a la planta docente a nivel nacional para facilitar el
proceso de mediación pedagógica y el aprendizaje significativo en el marco de la pandemia.
21
Asímismo, fue necesario ajustar la estrategia del aprendizaje a distancia y monitorear el impacto psicosocial
para su abordaje oportuno, asi como la entrega domiciliar de alimentos para los estudiantes con mayor desventaja
social. La franja televisiva y radial para la primera infancia tuvo un abordaje diferenciado para fortalecer las
competencias parentales desde el enfoque del cuidado cariñoso y sensible dado que un entorno con
interacciones socioemocionales de calidad van a desarrollar factores protectores que contribuyen a la
resiliencia y la reducción de los efectos de la pandemia en niñas y niños.
Los hogares con presencia de niñas y niños demandan una atención prioritaria ya que desde la perspectiva
monetaria como de la pobreza multidimensional son los más desfavorecidos respecto del resto, que supera en
15.5 puntos porcentuales a la incidencia en hogares sin niñas y niños, por lo que se constituyen como un grupo
particularmente vulnerable. Es previsible que las privaciones más sentidas previo a la pandemia: la falta de acceso
a la seguridad social, subempleo o la inestabilidad laboral, las restricciones debidas a la inseguridad y el
hacinamiento puedan mostrar un comportamiento al alza.
Por otro lado, durante la pandemia del COVID-19 se han evidenciado afectaciones directas sobre las niñas o
niños, pues el confinamiento ha provocado que se presenten de manera aguda: rabietas, pesadillas, insomnio,
miedo, problemas de alimentación, entre otros. La Organización de las Naciones Unidas, expresó su
preocupación por la particular afectación del bienestar que tienen las niñas y niños, pues ante esta situación
han tenido que activar en poco tiempo todos sus mecanismos de adaptación y resiliencia para poder
sobrellevar de la mejor manera esta difícil prueba, por eso es de mucha importancia que comprendamos cómo
la pandemia ha afectado a la infancia y así ayudarlos a gestionar sus preocupaciones o limitaciones (Naciones
Unidas, 2020).
22
Es necesario comprender que se han afectado tres pilares fundamentales para la vida y el desarrollo pleno de
los niños y niñas; comenzando por el ámbito educativo, pues con el cierre de los centros de cuidos,
preescolares o programas de acompañamiento familiar, se pierde un mecanismo importante de alerta
temprana para identificar rezagos o riesgos del desarrollo (BID, 2020). La existente brecha digital genera un
acceso limitado a recursos para que familia, cuidadoras y docentes se continúen empapando del tema, esto ha
motivado al Estado a realizar una fuerte inversión para superarla, pero es innegable que se ha perdido la valiosa
oportunidad de establecer vínculos afectivos y aprendizajes fuera del círculo familiar, así como la adquisición de
conocimientos basados en el juego libre e interactivo.
Otro pilar importante es la alimentación, por eso ha sido un objetivo fundamental del Estado, establecer mecanismo
efectivos y eficientes para garantizar el acceso a una canasta básica, fomentar la lactancia materna y desarrollar
guías de alimentación saludable, permitiendo contrarrestar el aparecimiento o incremento de la malnutrición,
ya que estas condiciones afectan de manera sensible y directa al neurodesarrollo; un niño que presenta desnutrición
está demostrado que tiene una disminución del crecimiento cerebral y de la producción de neurotransmisores, al
igual un bebé que no logre una lactancia materna exclusiva.
La salud mental es un pilar afectado que puede ser desapercibido en sus primeras etapas, tal es el caso que la
noticia de no ir a clases se pudo haber recibido con mucha alegría, pero con el transcurrir del tiempo esta
desaparece y comienza a generar sentimientos de ansiedad y depresión, de no identificarse tempranamente puede
generar inclusive situaciones de maltrato o violencia intradomiciliar, pues el adulto o cuidador puede mal
interpretarlo como aburrimiento o rabietas injustificadas.
Es importante destacar la importancia que tiene la tecnología para acercarnos, sin embargo, un efecto negativo es
que no existe por parte de las empresas distribuidoras de medios sociales un control permanente del contenido
potencialmente dañino y violento, anudado a los largos períodos de tiempo de navegación, así como de no
realizarlo de manera estructurada y supervisada por un adulto responsable, incentivando muchas veces a
sufrir ciberacoso (UNICEF España, 2020).
La atención a los efectos multidimensionales del COVID-19, se requiere de soluciones que impacten en el
plano social intergeneracional de las familias. La pandemia por COVID-19, ha puesto a prueba a todos los
actores de nuestro país y ha generado el aparecimiento de respuestas no solo desde el enfoque curativo sino
desde la prevención, por eso el cuidar de nuestras niñas y niños en la Primera infancia es un objetivo
estratégico para frenar los efectos negativos que tiene en el presente como para el futuro que ellos representan.
La Política Crecer Juntos reconoce la problemática de la primera infancia para lo cual el Estado en su conjunto
contribuirá con el bienestar de la niñez, así como el fortalecimiento de competencias parentales, como medio
para asegurar una nueva ciudadanía social que contribuya al desarrollo sustentable, la paz y cohesión social.
En síntesis, la Política Crecer Juntos abre una ventana de oportunidades para iniciar una nueva página en la historia
de El Salvador que será escrita por las niñas y niños de 0 a 7 años, quienes serán cuidados, estimulados y educados
en un ambiente favorable que asegura el desarrollo de todas sus capacidades, atendiendo a sus características
específicas y procurando garantizar todos sus derechos. La primera infancia de hoy, es la oportunidad que tiene el
país para asegurar una generación con mejores condiciones de salud, mayor nivel educativo, mejor adaptación a las
condiciones de su entorno y mayores niveles de productividad.
23
3. Marco de referencia
El Salvador dispone de un marco normativo amplio para la garantía de los derechos de las niñas y los niños,
que toma como base las disposiciones establecidas en la Convención sobre los Derechos del Niño (CDN)
ratificada por el país en abril de 19901, así como las recomendaciones generales y de país emitidas por el
Comité de los Derechos del Niño (por sus siglas en inglés CRC), órgano derivado de la misma CDN con la
finalidad de examinar los progresos en el cumplimiento de las obligaciones contraídas por los Estados partes. A
partir de la ratificación de esta Convención, el Estado salvadoreño reconoce a niñas y niños como sujetos plenos
de derechos, con capacidad para ejercerlos en forma directa y asume el compromiso de respetar los derechos
contenidos en esta y asegurar su aplicación, sin distinción alguna por la raza, el color, el sexo, el idioma, la
religión, opinión política o de otra índole, ya sea de las niñas y los niños, de sus padres o responsables.
La Observación General número 72, del CRC reconoce la importancia de garantizar los derechos de la niñez en
su Primera infancia, que constituye una de las etapas de la vida para el desarrollo pleno de las potencialidades
de las personas, instando a los Estados partes a desarrollar estrategias basadas en derechos, coordinadas y
multisectoriales, a fin de que el interés superior de la niña y el niño sea siempre el punto de partida en la
planificación y prestación de servicios.
De igual forma, en las Observaciones Finales al informe V y VI combinados 3, el CRC teniendo en cuenta el
Objetivo de Desarrollo Sostenible 4, particularmente la meta 4.1 que indica el deber de asegurar que todas las niñas
y todos los niños terminen la enseñanza primaria y secundaria, que ha de ser gratuita, equitativa y de calidad, insta a
El Salvador a asignar los recursos humanos, técnicos y financieros necesarios para garantizar una mejor atención del
sistema educativo; y de conformidad con la meta 4.2 que se refiere a asegurar que todas las niñas y todos los niños
tengan acceso a servicios de atención y desarrollo en la Primera infancia y Educación Preescolar de calidad,
recomienda que aumente el acceso a servicios de atención para los niños de menos de 2 años y a educación
preescolar para los niños menores de 6 años de edad.
La Agenda 2030 aprobada en 2015 y conformada por los 17 ODS, incorpora las 10 prioridades nacionales a través
de resultados y metas que se vinculan con el desarrollo integral de niñas y niños en la Primera infancia y que
orientan el accionar de los ejes de la Política Crecer Juntos, como se observa en el diagrama siguiente:
1 Ratificada mediante Decreto Legislativo 487, emitido el 27 de abril de 1990. Publicado en el Diario Oficial número 108, Tomo
307, del 09 de mayo de 1990.
2 OBSERVACIÓN GENERAL Nº 7 (2005) Realización de los derechos del niño en la primera infancia. 40º
período de sesiones Ginebra, 12 a 30 de septiembre de 2005
3 Aprobadas por el Comité en su 79º período de sesiones (17 de septiembre a 5 de octubre de 2018).
24
Ilustración 2: Vinculación de los ODS con los ejes de la Política Crecer Juntos.
25
Por otra parte, El Salvador ratificó en 2007 la Convención sobre los derechos de las personas con discapacidad
(CDPC por sus siglas en inglés) en sintonía con la CDN, en la que se establece que todas las niñas y niños con
discapacidad tienen derecho a desarrollarse en la mayor medida posible; para lograrlo, orienta a los Estados a
cambiar de paradigma pasando de un enfoque médico/biológico y segregado (que clasifica como
“enfermedad” o deficiencia física, mental, sensorial o intelectual), a un enfoque de derechos humanos que
implica actuar en la prevención y atención de la dimensión biológica y genética, reforzar las atenciones en
torno a la estimulación temprana y desarrollo integral, conducentes a generar la máxima funcionalidad,
autonomía y participación plena de las personas con discapacidad para erradicar su exclusión y discriminación.
Tanto el Comité de los Derechos del Niño (2018) como el Comité de las Personas con Discapacidad (2019),
han recomendado al país: mejorar la producción de datos desglosados que visualicen a la población con
discapacidad en el diseño de políticas públicas; que invierta en medidas para asegurar el acceso a la atención
de la salud, incluidos los programas de detección e intervención tempranas, y a la educación inclusiva; combatir
la estigmatización y los prejuicios contra los niños con discapacidad; y evitar el internamiento o
institucionalización en razón de la discapacidad.
Los compromisos internacionales adquiridos por el Estado salvadoreño han sido incorporados en una serie de
instrumentos normativos que se enfocan en la protección integral de las niñas y los niños, a fin de garantizar el
pleno goce de sus derechos, entre ellos destacan:
Ley Especial de Migración y Extranjería Salas Cunas para los Hijos de los Trabajadores
Ley Especial de Inclusión de las Personas con
Discapacidad
26
Como norma primaria la Constitución de la República en el Capítulo II sobre Derechos Sociales, establece en su
Art. 32 que el Estado brindará la protección de la familia, dictará la legislación necesaria que determine los deberes
del Estado y la creación de las entidades para la protección de la maternidad y de la infancia; por su parte, el Art.
34 estipula la garantía a todas las niñas y niños de vivir en condiciones familiares y ambientales que les permitan su
desarrollo integral.
Es indudable que previo a 1990, existía una amplia legislación en el país que trataba de regular y proteger los
derechos de la niñez, pero sin duda, los primeros intentos de trasladar la filosofía y los principios que
inspiraron la CDN a la legislación salvadoreña han sido aquellos procesos normativos surgidos justo después
de su ratificación.
En mayo de 2013 se aprobó la Política Nacional de Protección Integral de la Niñez y de la Adolescencia (PNPNA),
la cual es el conjunto sistemático de objetivos y directrices de naturaleza pública cuya finalidad es garantizar el
pleno goce de los derechos de las niñas, niños y adolescentes. En ella se establecen las directrices para la acción y
coordinación de todos los integrantes del Sistema Nacional de Protección, orientando la actuación estatal y privada
que tenga vinculación con la garantía de los derechos de la primera infancia, la niñez y la adolescencia.
Es prioritario actualizar las intervenciones contenidas en la PNPNA de forma que respondan a los intereses y
demandas actuales de las niñas y los niños, así como a los compromisos internacionales y nacionales respecto del
cumplimiento a sus derechos; por tanto, es importante realizar el proceso de evaluación de la PNPNA,
señalado en el Art. 135 numeral 3, de la LEPINA.
27
Una de las principales deudas del Estado con las niñas y los niños en su primera infancia, es la regulación de los
centros de cuido a funcionar en los lugares de trabajo de sus padres, madres o personas responsables de su cuidado;
con la aprobación de la Ley Especial para la Regulación e Instalación de Salas Cunas para los Hijos de los
Trabajadores próxima a entrar en vigencia, se cumple el mandato consagrado en 1983 en el Art. 43 de la
Constitución. La Presidencia de la República, consciente de su responsabilidad de dar cumplimiento al mandato
constitucional, y siendo la Primera infancia una población prioritaria, elaboró el reglamento para la aplicación de la
referida Ley que conlleva asegurar los estándares de calidad en la atención a las niñas y los niños, el cual se
implementará una vez entre en vigencia la ley.
En ese marco de prioridades y en virtud del Art. 16 de la Ley General de Educación, que establece que la
educación inicial comienza desde el instante de la concepción del niño y la niña hasta antes de que cumpla los
cuatro años de edad, esta Administración ha potenciado el rol de la Dirección de Educación de Primera Infancia
del Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología (MINEDUCYT), con el objetivo de garantizar el
desarrollo psicomotriz, sensoperceptivo, socio afectivo, de lenguaje y cognitivo, por medio de una atención
adecuada y oportuna orientada al desarrollo integral de la persona.
Las acciones tomadas por la Presidencia de la República responden a las obligaciones dadas por el marco legal
antes relacionado para fortalecer las instituciones, actualizar las normativas y los instrumentos programáticos,
formular e implementar políticas, estrategias, programas, planes e instalar capacidades en el funcionariado y
prestadores de servicios, entre otras iniciativas encaminadas a garantizar el ejercicio y el goce pleno de
derechos a las niñas y los niños en su primera infancia.
La Política retoma los principios de la Convención sobre los Derechos del Niño y de la LEPINA como fundamento
para asegurar el sentido y el alcance de sus intervenciones programáticas, estos son:
• Rol primario y fundamental de la familia. Este reconoce a la familia como el entorno apropiado para que
las niñas y los niños alcancen el máximo potencial de desarrollo y en el que se asegura la protección integral a
sus derechos.
La política se orienta a fortalecer a las familias para cumplir su rol protector y su papel primario y
predominante en la educación y formación de las niñas y los niños en su primera infancia.
28
• Igualdad, no discriminación y equidad. Ante cualquier circunstancia que vincule a las niñas y los
niños se reconoce la igualdad ante la Ley, por tanto, en la interpretación de las leyes y en la
implementación de las directrices de la política, sus programas y servicios no admitirán ninguna
distinción, exclusión, restricción o preferencia basada en criterios como la raza, sexo, religión, color,
edad, idioma, culto, opinión, filiación, origen nacional étnico o social, posición económica, condición de
discapacidad, nacimiento o cualquier otra condición de la niñez o de sus padres o responsables, que
menoscaben o anulen el reconocimiento, goce o ejercicio de sus derechos fundamentales.
• Interés superior de la niña y el niño. Este principio orientará que ante cualquier situación que involucre
a las niñas y niños siempre se tomará las medidas y decisiones que más propicien su desarrollo físico,
espiritual, psicológico, moral y social. Este criterio primará en la prestación y en los servicios universales
que a través de la Política se brindarán a las niñas y los niños para el cumplimiento de sus derechos a la salud y
nutrición, a educación y cuidados, a gozar de ambientes y entornos protectores y a ser protegidos cuando sus
derechos son vulnerados o amenazados. En la toma de decisiones judiciales y administrativas, así como en la
implementación y evaluación de políticas públicas este principio es de obligatorio cumplimiento.
• Ejercicio progresivo de las facultades. Las niñas y niños como sujetos de derechos, ejercerán sus
derechos de manera progresiva con base en el desarrollo evolutivo de sus facultades, la dirección y
orientación de sus madres, padres, representantes o cuidadores y las disposiciones establecidas en la LEPINA.
Para ello, las entidades públicas y privadas ejecutarán proyectos, actividades, planes o programas educativos
que apoyen a facilitar el ejercicio de los derechos.
• Prioridad absoluta. Este principio rector motiva el adoptar la Política Crecer Juntos como compromiso del
Estado para que las niñas y los niños en la primera infancia alcancen su máximo potencial de desarrollo a
través de priorizar intervenciones claves, asignar los recursos, facilitar el acceso a servicios, prestar auxilio y
atención en situaciones de riesgo y vulnerabilidad.
• Derecho a la participación: implica el reconocer a las niñas y los niños como personas con
ciudadanía activa e interlocutores legítimos para relacionarse con el Estado, sus familias y la sociedad.
Con base en este principio, las intervenciones de la Política generarán condiciones para asegurar que las
niñas y los niños de acuerdo a su grado de madurez y desarrollo, expresen abiertamente sus opiniones, se
les escuche y se les atienda oportunamente en sus demandas familiares, educativas, comunitarias e
institucionales y participen e influyan en las decisiones de su interés o que les afecten. Crecer Juntos asume
con prioridad el derecho de participación de las niñas y los niños, porque contribuye al desarrollo de su
personalidad, fomenta su comprensión de los derechos humanos, fortalece la habilidad para relacionarse con
respeto, promueve la resolución de los conflictos a través del diálogo y aporta a la construcción de un país
en democracia.
29
Respecto a los enfoques que armonizan la política se han considerado los siguientes:
• Enfoque de Derechos: Implica reconocer que las niñas y niños son sujetos de derechos y estos a su vez,
representan obligaciones para la familia, el Estado y la sociedad a fin de brindar condiciones que garanticen su
cumplimiento. La aplicación de este enfoque en la Política Crecer Juntos, en los programas y servicios
públicos que de esta se deriven se inscriben en las responsabilidades del Estado como titular de obligaciones
de orientar la política pública, priorizar la inversión y brindar las herramientas para que las familias
cumplan su papel de garantes primarios de derechos y que la sociedad contribuya como corresponsable en
asegurar a las niñas y los niños el goce pleno de sus derechos.
• Enfoque de Género: Esta perspectiva permite reconocer que las niñas enfrentan en el curso de su vida
barreras para ejercer sus derechos en igualdad de condiciones, fruto de los procesos de socialización
desigual que las familias, las comunidades e instituciones reproducen al concebir lo femenino
subordinado a lo masculino; por tanto, el contenido de la Política Crecer Juntos asume esta realidad de
discriminación que se origina desde la más temprana edad y orienta intervenciones enfocadas a lograr la
igualdad en el ejercicio de derechos, promueve la eliminación de los estereotipos sexistas, fomenta la
corresponsabilidad entre hombres y mujeres en las actividades de cuidado y el ejercicio de una paternidad
presente, activa y afectuosa.
• Enfoque de Inclusión: Consiste en diseñar, implementar y fortalecer los servicios y atenciones apropiadas
a las particularidades de las niñas y los niños. Bajo este enfoque la Política tendrá en cuenta las barreras
simbólicas, sociales y culturales que impiden el goce de derechos a las personas por criterios de género,
discapacidad, etnia, orientación sexual, entre otros motivos. Al mismo tiempo, asegurará a las niñas y los niños
el acceso a servicios en igualdad de oportunidades y tomará en consideración sus particularidades en la
protección a sus derechos cuando son vulnerados o amenazados.
• Enfoque de Desarrollo Integral. Implica que las directrices de la política y los programas a
implementarse a través de las prestaciones y servicios, deberán reflejar la integralidad en las
intervenciones, es decir, que articulará y potenciará todas las áreas del desarrollo: perceptivo, lingüístico,
físico, mental, emocional y social, considerando que el desarrollo integral en la Primera infancia es un
proceso multidimensional que está influenciado por factores biológicos, psicológicos, sociales, históricos
y culturales.
• Enfoque de Curso de Vida. Este enfoque permite analizar y diseñar políticas públicas que reconozcan el
proceso evolutivo de las personas a lo largo de la vida. La Política Crecer Juntos adopta esta perspectiva, por
lo que todas sus intervenciones se centrarán en las particularidades del desarrollo integral de la Primera
infancia y en la valoración de los riesgos específicos atendiendo a los periodos prenatal, perinatal y de niñez
con el fin de asegurar la plena realización de las personas y el goce de sus derechos.
30
4. Metodología
El proceso de formulación de la Política Nacional de Apoyo al Desarrollo Infantil Temprano Crecer Juntos se basó
en dos enfoques: el enfoque de gestión basada en resultados para el desarrollo y el enfoque participativo. En
julio de 2019 el Despacho de la Primera Dama de la República asumió el liderazgo en la coordinación de esfuerzos
interinstitucionales dirigidos a potenciar el desarrollo infantil temprano, con el apoyo de un equipo
multidisciplinario de diversas instituciones del Estado que integraron el espacio de articulación denominado
Mesa Técnica Intersectorial de Primera infancia Crecer Juntos, que fue responsable de definir la ruta para la
formulación de ésta política.
Durante el periodo comprendido entre julio 2019 y diciembre 2020, la Mesa Técnica Crecer Juntos, delegó en un
Petit Comité la tarea de centrar sus esfuerzos en el análisis del marco normativo internacional y nacional
vinculado a primera infancia, la recopilación de evidencia científica sobre intervenciones efectivas en
diferentes partes del mundo (no solo América Latina y el Caribe) que promueven el desarrollo infantil
temprano, el análisis situacional de la primera infancia frente al cumplimiento de sus derechos; así como la
identificación de servicios y atenciones ofrecidas por instituciones del Estado vinculadas a salud y nutrición,
educación, cuidados y protección.
Dicho proceso contó con la asistencia técnica del Banco Mundial, Unión Europea, Banco Interamericano de
Desarrollo y Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia. A nivel metodológico, la aplicación del enfoque
de gestión basada en resultados retomó uno de los problemas identificados en el Plan de Desarrollo Social
2019-2024, que plantea que en El Salvador las niñas y los niños tienen limitadas oportunidades para su
desarrollo integral. Dicho análisis, constituye el punto de partida para la Politica Crecer Juntos, que bajo una
mirada de integralidad y multidimensionalidad, propone resultados y productos orientados a generar condiciones
para favorecer el desarrollo integral de niñas y niños en un plazo estimado de 10 años, en coherencia con el marco
de intervenciones plasmadas en los ODS 2030.
La Gestión para Resultados de Desarrollo (GpRD) es un enfoque que busca aumentar el valor que la
administración pública aporta a la sociedad, orientando a las instituciones al logro de resultados. Su aplicación
exige el desarrollo progresivo de algunos elementos dentro de la cultura organizacional de la administración
pública, especialmente un liderazgo proactivo, que fomente la responsabilidad en todos los niveles de gestión, el
reconocimiento de la naturaleza política de este enfoque y su incidencia en la planificación y el presupuesto, la
delegación de poder y desconcentración de las decisiones a las unidades de gestión y los equipos territoriales,
el trabajo interinstitucional, el reconocimiento del desempeño, la evaluación, la transparencia y la rendición de
cuentas.
Atendiendo a estos aspectos, la Politica Crecer Juntos retoma los compromisos plasmados en el Plan de
Desarrollo Social 2019-2024 y enfoca sus intervenciones para garantizar que a 2030 habrá incrementado la
proporción de niñas y niños de 0-7 años con desarrollo infantil temprano adecuado para su edad. Parte de un
análisis de situación y la descripción de una red de causalidad basada en evidencias que demuestra que en El
Salvador las niñas y niños ven limitadas sus oportunidades para un desarrollo integral. A partir de este análisis, se
define un marco de resultados que se materializan a través de productos y proyectos que las instituciones
ejecutoras entregaran para el logro de estos resultados.
31
Ilustración 3: Enfoque de Gestión para resultados de desarrollo.
Un producto, es un conjunto estandarizado de bienes y/o servicios que una institución pública entrega a una
población previamente determinada para contribuir a lograr un resultado. La entrega de productos y la asignación
presupuestaria para llevarla a cabo es responsabilidad de las instituciones ejecutoras y dará lugar a cambios
positivos en la calidad de vida de las niñas y los niños, transformando su situación inicial para llegar a otra mejor.
32
Atendiendo al derecho de participación de niñas y niños, de expresar su opinión en todos los asuntos que les
afecten y ser escuchados, Crecer Juntos retomó los resultados de la consulta realizada por el CONNA a niñas y
niños de 4 a 7 años provenientes de zonas rurales y urbanas 4 en el marco de la construcción de la Política
Nacional de Protección Integral de la Niñez y Adolescencia 2013-2023. Los resultados de este ejercicio
fueron analizados comprobándose que las necesidades, inquietudes y requerimientos que la niñez expresó,
siguen siendo válidas en la realidad nacional actual. Las niñas y niños expresaron su deseo de mejores servicios
de salud, espacios amigables y accesibles, servicios especializados para niñas y niños con discapacidad, mejorar las
escuelas, asi como espacios seguros para jugar, aprender y compartir con sus familias.
Además, a partir de un esfuerzo conjunto entre el Despacho de la Primera Dama, World Vision El Salvador y
CONNA, se realizó un taller de validación de la política con un total de 19 adolescentes procedentes de áreas
urbanas y rurales de los 14 departamentos del país, que integran el Consejo Consultivo de la Niñez y de la
Adolescencia (CCNA). Este espacio logró recopilar la voz de las y los adolescentes con respecto a las
intervenciones que propone la política, a partir de reflexionar sobre la pertinencia del rol de la familia, el
Estado y la sociedad, factores que favorecen la implementación de los paquetes de atenciones, situaciones que
puedan dificultar su implementación y acciones que puedan contribuir a la ejecución de las diferentes
intervenciones planteadas.
El Consejo Consultivo de la Niñez y la Adolescencia valoró positivamente las propuestas contenidas en la política
y consideró que su implementación tendrá efectos inmediatos y a largo plazo en las niñas y niños, ya que
promueve el compromiso de diversos actores para generar cambios en las condiciones de vida y transformar la
realidad social en la que actualmente crecen y se desarrollan. Dentro de las opiniones recopiladas por ejes
destacan:
• “En esta política el rol de la familia es uno de los más importantes…, la estimulación que recibí de mis padres
en mi infancia me ayudó a aprender muchas cosas”.
• “Para construir ambientes saludables y entornos protectores el rol de la familia es el más importante (…) es
importante educar no solo a los adultos sino también a los jóvenes; las familias deben aprovechar las
oportunidades que se piensan brindar con la política”.
• “Es importante considerar el trabajo con las familias indígenas, las familias que son de bajos recursos y
las más vulnerables. Es necesario brindarles una mejor alimentación, educación y un mejor ambiente, ya
que son derechos primordiales que no le deben faltar a un niño”.
• “Creo que una dificultad para implementar esta política sería llegar a todos los departamentos,
municipios y cantones, sería algo difícil de abarcar, pero si todos nos unimos se puede realizar”.
• “Esta política va a crear un espacio para que los niños y niñas de primera infancia puedan opinar y a que sus
opiniones se tomen en cuenta, sin el temor a no ser escuchados o ignorados”.
• “Esta politica va traer cosas positivas en el momento que se implemente y muchos cambios en el futuro de la
niñez”.
• “Creo que con esta nueva politica estamos impulsando a una nueva generación, preparada
psicológicamente y mentalmente. Una generación renovada a la que se le respetan sus derechos”.
• “Yo me atrevería a decir que vamos a cambiar la vida no solo de niñas y niños sino de todo un país”.
4 Los municipios consultados por departamento son los siguientes: San Salvador (Soyapango y Mejicanos); La Libertad (Nuevo
Cuscatlán); La Paz (San Antonio Masahuat); Morazán (Perquín); y Santa Ana (El Congo).
33
Las y los participantes coincidieron en que uno de los retos de esta política es que la niñez sea verdaderamente
escuchada, es por eso que el Consejo Consultivo considera oportuno y pertinente el rol que la política les
propone al incorporarlos como un mecanismo de consulta y de apoyo a la implementación, permitiendo de esta
manera promover y hacer efectivo su derecho de participación en los espacios de toma de decisiones
relacionadas con el cumplimiento de sus derechos.
Finalmente, la Política Crecer Juntos retoma los desafios derivados de la crisis mundial producto de la
expansión del coronavirus (COVID-19), que trajo consigo efectos negativos sobre el desarrollo integral de la
primera infancia.
34
5. Análisis de situación
Para la Política Nacional de Apoyo al Desarrollo Infantil Temprano Crecer Juntos, la población objetivo esta
constituida por las niñas y los niños desde su gestación hasta cumplir los 8 años.
A través del número de inscripciones en la atención prenatal y de los partos atendidos en los establecimientos
de salud de la red pública, es posible inferir un dato aproximado sobre las mujeres en periodo gestacional. Para
2019, la cantidad de inscripciones maternas de mujeres de 10 a 49 años registradas fue de 62,499; cifra que
representa un 4.7% menos de mujeres inscritas al control prenatal respecto del año anterior (65,614). Asímismo,
la cantidad de partos atendidos en dicha red en el mismo periodo fue de 85,456; un 5.6% menos que en 2018
(90,492).
En relación al número de niñas y niños entre 0 y 7 años, según la Encuesta de Hogares de Propósitos Múltiples
2019 (EHPM), se registra un total de 841,428 niñas y niños, representando el 12.5% de la población total. Cabe
destacar que existe una diferencia de 47,846 niñas y niños, en relación al total de niñas y niños en ese rango etario
(889,276) proyectados para ese mismo año según la DIGESTYC.
Fuente: Elaboración propia con base en datos proporcionados por DIGESTYC, 2019.
35
Las desagregaciones por sexo (EHPM 2019) reportan que el 51.2% (430,706) corresponde a niños y el 48.8%
(410,722) a niñas. Los 3 departamentos donde se concentra la mayor cantidad de niñas y niños menores de 7
años son: San Salvador (25.3%), La Libertad (11.3%) y San Miguel (8.3%), en los que se concentra el 44.9%
(378,644) de todos los niños y niñas de El Salvador. Aquellos departamentos con menor cantidad de niñas y
niños en el país son Chalatenango, Cabañas, Cuscatlán, San Vicente, Morazán y La Unión, sumando un total de
21% (176,588) de niñas y niños de 0 a 7 años a nivel nacional. El resto de departamentos tienen una menor
concentración de población en este rango etario (entre 5.8% y 8.1%).
La siguiente gráfica muestra la desagregación de las niñas y los niños de 0 a 7 años por sexo y edades simples. Las
niñas y niños entre 0 a 3 años representan el 46.7% (392,772) del total (841,429), y el segmento de 4 a 7 años, el
53.3% (443,657).
Fuente: Elaboración propia con base en datos proporcionados por la EHPM (2019)
En 2019, EHPM muestra un crecimiento diferenciado entre niñas y niños, el cual tienen la explicación con el
bono demográfico, cuya naturaleza es el decrecimiento de la población de niñez y adultos mayores.
36
5.2 Descripción del problema
Problema de desarrollo social: Niños y niñas de 0 a 7 años con limitadas oportunidades para su desarrollo integral.
En América Latina y el Caribe solo uno de cada tres niñas y niños menores de 6 meses de edad recibe lactancia
materna exclusiva; y para el caso de niñas y niños menores de cinco años hay otros datos que resultan preocupantes:
5,9 millones todavía sufren de malnutrición crónica, sólo seis de cada 10 asisten a programas educativos para
primera infancia, uno de cada 20 está expuesto a cuidado inadecuado y 2 de cada 3 regularmente son víctimas de
disciplina violenta en el hogar (UNICEF, 2019).
En el 2009, UNICEF desarrolló un Índice de Desarrollo Infantil Temprano (ECDI, por sus siglas en inglés)
con el objetivo de generar datos estandarizados y comparables a escala internacional sobre el desarrollo de
niñas y niños de 3 y 4 años, mediante el uso de las encuestas de hogares. El índice se calcula midiendo el
desarrollo en cuatro ámbitos: alfabetización-conocimientos numéricos, físico, socio-emocional y aprendizaje.
A partir de mediciones realizadas entre el 2010 y el 2016 en 17 países de América Latina y el Caribe, sobre
una muestra de casi 35,000 niñas y niños, se estimó que ocho de cada 10 niñas y niños entre 3 y 4 años tienen
un desarrollo infantil adecuado para su edad (83%); solo uno de cada cuatro niñas y niños entre 3 y 4 años
tienen un desarrollo adecuado en el ámbito de alfabetización y conocimientos numéricos (27%), y que
aproximadamente 3.6 millones de niñas y niños entre 3 y 4 años están rezagados y en riesgo de no alcanzar su
máximo potencial (UNICEF, 2019).
En 2014 El Salvador incluyó la medición de este índice dentro de la Encuesta Nacional de Salud (ENS) y
concluyó que el 81% de las niñas y niños de 36 a 59 meses a nivel nacional se están desarrollando
adecuadamente, dos puntos porcentuales por debajo del promedio estimado para los países que fueron sujetos de
comparación en el periodo antes mencionado; sin embargo, al examinar individualmente los dominios muestran
resultados diferentes que impactan en su pleno desarrollo. Aunque el índice global se sitúa en el 81%, el dominio
relacionado a la alfabetización y conocimientos numéricos registra un 18.90%, lo que significa que sólo 2 de
cada 10 niñas y niños pueden identificar o nombrar al menos diez letras del alfabeto, leer al menos cuatro
palabras sencillas y conocidas, y saber el nombre y reconocer el símbolo de todos los números del 1 al 10.
37
Al realizar el cálculo aproximado para todas las niñas y niños de 3 a 5 años, solo el 23.3% alcanza los
resultados esperados para este dominio. El resto de dominios del índice muestran resultados aceptables, aunque es
importante considerar que la evaluación de cada dominio puede ser subjetiva y poco apegada a la realidad, porque
se valora con base en hitos alcanzados según la percepción de la madre o persona cuidadora principal y no están
exentos del sesgo de quien informa.
Otros factores que afectan el desarrollo infantil están relacionados con el entorno familiar adverso y la pobreza
en la que crecen y se desarrollan las niñas y niños. La EHPM 2019, reportó que 222,296 niñas y niños de 0 a 7
años vivían sin alguno de sus padres por razones de abandono y 32,884 por motivos de migración. Además,
317,520 niñas y niños viven en hogares en situación de pobreza, de quienes 71,645 estaban en situación de
pobreza extrema.
38
En estas circunstancias de pobreza las niñas y niños están más expuestos a factores ambientales estresantes,
menores experiencias cognitivamente estimulantes y niveles más altos de estrés familiar que también afectan sus
resultados cognitivos y académicos.
Las brechas en términos de acceso y cobertura a los servicios básicos de salud y de educación, relacionadas con la
dispersión geográfica, las limitaciones económicas y la creciente demanda de servicios integrales y de calidad,
también impactan en el desarrollo integral. Para 2018, la tasa neta de matrícula de educación inicial cubría el 6.4%
de niñas y niños de 0 a 3 años y la tasa neta de matrícula en parvularia fue de 57.4% de quienes tenían de 4 a 6 años.
En 2019, la tasa de mortalidad en niñas y niños menores de 1 año fue de 8.7 por cada 1,000 nacidos vivos y la
tasa de mortalidad en quienes tenían menos de 5 años se ubicó en 10.2 por cada 1,000 nacidos vivos; el 7.83%
de niñas y niños nació prematuramente, el 11.7% tuvo bajo peso al nacer y aproximadamente 1 de cada 5
embarazos correspondió niñas y mujeres jóvenes entre 10 y 19 años. La OMS sostiene que los partos en estas
edades además de impactar en el ejercicio de derechos derivan en partos prematuros, niñas y niños con bajo peso
y complicaciones obstétricas al momento de dar a luz.
Otro factor que impide un desarrollo social adecuado es la violencia. Según UNICEF, “La exposición temprana y
prolongada a la violencia puede tener efectos duraderos y adversos para las niñas y niños, debido a que afecta a la
subsiguiente cadena de desarrollo. Como resultado de la violencia, las niñas y niños de más temprana edad
presentan niveles más altos de angustia psicológica y emocional. Según datos de la Fiscalía General de la
República (FGR) en 2019 se registró un promedio diario de 6 niñas y niños víctimas de algún delito, siendo el de
mayor recurrencia el incumplimiento de los deberes de asistencia económica por parte de sus padres, madres o
responsables; no obstante, al desagregar por sexo, el 60% incluye a las niñas víctimas de un delito en contra de su
integridad sexual.
El Sistema de Información de Denuncias del CONNA (2019) registró que, en promedio, cada 2 horas una niña
o niño de menos de 8 años, se le ha vulnerado o amenazado presuntamente algún derecho, siendo la integridad
personal el de mayor recurrencia.
El modelo conceptual que a continuación se detalla ofrece la posibilidad de visualizar de manera global los factores
que limitan las oportunidades para el desarrollo integral de niñas y niños. Dicho modelo parte de un problema
de desarrollo que se desagrega en causas directas y causas indirectas.
La situación descrita evidencia que oportunidades para el desarrollo integral de las niñas y niños se ven limitadas
por las siguientes causas:
39
Ilustración 8: Modelo conceptual del problema y causas principales.
40
5.4 Análisis de la red de causalidad
El desarrollo del sistema nervioso es un proceso complejo y dinámico que implica la maduración de las
estructuras, la adquisición de habilidades y, finalmente, la formación del ser humano como persona única. En este
sentido, el neurodesarrollo adquiere relevancia en las primeras etapas de la vida, que a su vez está influenciado
por factores genéticos y la interacción entre la niña y el niño con el medio que lo rodea, hasta alcanzar la
maduración cerebral, la adquisición de funciones superiores (lenguaje, memoria, atención, emociones entre
otros) y la formación de la personalidad. La importancia de intervenir en dicho proceso se relaciona con la
existencia de periodos tanto críticos como sensibles para el neurodesarrollo, destacando la ventana de los
primeros mil días de vida, que abarca desde la gestación hasta los dos años. No son etapas consecutivas, se van
superponiendo y pueden ser afectadas simultáneamente si existe algún agente externo o interno presente en el
medio (Volpe, 2008).
Estudios realizados también evidencian las secuelas neurológicas que derivan del maltrato infantil, siendo la
forma física la que más secuelas neurológicas produce. Estas investigaciones reflejan que las principales secuelas
se relacionan con diferentes tipos de déficit cognitivo o de lenguaje, trastornos de aprendizaje, déficit de
atención y trastornos de conducta, problemas emocionales y comportamientos autodestructivos (Pérez-Arjona,
2002). Además de los factores antes mencionados es importante considerar que las condiciones que se generan
en el momento del parto también puden incidir en el neurodesarrollo.
Es por esta razón que los esfuerzos deben centrarse en la implementación del modelo de parto respetado, que
parte de la humanización de la atención obstétrica y perinatal y toma en cuenta, de manera explícita y directa,
las opiniones, necesidades y valoraciones emocionales de las mujeres y sus familias con el objetivo
fundamental que se viva la experiencia del parto y nacimiento como un proceso fisiológico y natural con
intervenciones técnico-medicalizadas solo en respuesta a situaciones de riesgo y la presencia de complicaciones.
41
5.4.2. Escasa estimulación y limitadas oportunidades para el aprendizaje temprano.
La niñez en sus primeros años de vida, precisa de una persona adulta que garantice una estimulación oportuna, con
amor, juegos, comunicación, canciones y lecturas. Sin embargo, cuando la respuesta adulta es dudosa o nula, puede
causar un impacto negativo en su desarrollo, manifestándose en dificultades para la consolidación de habilidades
intelectuales, problemas para integrarse a la sociedad o deficiente autocontrol y manejo asertivo de las emociones;
estas últimas generalmente son consecuencia de la frustración causada por la ausencia de atención, motivación y
estimulación temprana. En el caso de las niñas y niños nacidos en hogares desfavorecidos, las privaciones son aún
mayores.
La ENS de 2014, proporcionó datos que sugieren que en el país existe una escasa estimulación de niñas y niños.
Solo el 24.8% de las niñas y niños de 36 a 59 meses asiste a un programa educativo organizado para la Primera
infancia, con notables diferencias por área geográfica con un 28.7% de acceso en el área urbana, frente al 19.8% en
áreas rurales. Adicionalmente, el 18.7% de las niñas y niños que viven en los hogares más pobres asisten a esos
programas.
Dicha encuesta también refleja que en El Salvador, una parte de las niñas y niños nacen en familias que no ofrecen
un entorno protector y en algunos casos ejercen violencia o son disfuncionales por abandono del padre, la
madre y otros motivos. El 52% de las niñas y niños de 1 a 14 años de edad fueron sometidos al menos a una forma
de castigo psicológico o físico por miembros del hogar en el mes anterior a la encuesta, mientras que un 32%
fueron sometidos a agresión psicológica y aproximadamente un 39% experimentó cualquier tipo de castigo
físico.
En momentos críticos cuando el 80% del cerebro humano se desarrolla y forma las funciones sensorial, lingüística y
ejecutiva, cada bebé disfruta únicamente 112 días de convivencia exclusiva con su madre y 3 días con su padre,
hasta que ambos se incorporan de nuevo a la vida laboral (UNICEF - OMS, 2018).
El 97.8% de niñas y niños entre 0 a 3 años no recibe ningún servicio de cuidado público o privado. Más de la mitad
de los hogares (50.3%) con niñas y niños en este mismo rango de edad se encuentra en situación de pobreza
multidimensional y el 32.1% de los hogares con niñas y niños entre 0 a 4 años no conviven con su padre,
madre o ambos (UNICEF, 2018).
En 2017, la Encuesta de Hogares de Propósitos Múltiples reflejó que a nivel nacional solo el 2.2% de niñas y
niños de 0 a 3 años asistía a un centro de atención inicial, cifra que refleja la urgente necesidad de generar
condiciones y oportunidades que favorezcan el desarrollo de aprendizajes (DIGESTYC - MINEC, 2018).
En relación a las coberturas educativas, se ha incrementado la tasa neta de educación inicial de 1.4% (8,663) en
2014, hasta 5.1% (29,009) en 2017; mientras que la cobertura en educación parvularia alcanzó el 56.3% (225,431)
(MINED, 2017-2018). Pese a estos avances, existe el desafío de potenciar aún más la construcción de las
habilidades y destrezas humanas en las niñas y los niños entre el nacimiento y el ingreso al centro educativo.
Además, se ha responsabilizado casi de manera exclusiva a las familias del cuidado de las niñas y niños, y sobre
todo recae sobre las niñas y las mujeres, sin recibir servicios de cuidado. A lo que debe sumarse las limitaciones de
tiempo y recursos, la distribución desigual de responsabilidades, la violencia, la debilidad en las regulaciones para la
provisión de servicios de cuidado y protección, y ahora la combinación del estrés derivado de otros factores sociales
y ambientales que afectan el estado socioemocional de las familias, las dificultades para la crianza para las familias
son enormes (UNICEF, 2018).
42
En El Salvador existe una oferta educativa amplia para Primer Grado de Educación Básica tanto en centros
educativos públicos como privados. Sin embargo, a pesar de que la tasa bruta de ingreso al primer grado fue de
99.1% para 2018, la tasa neta de cobertura de Educación Primaria, específicamente para el Primer Grado de
Educación Básica fue de 58.8% para 2018 y es la tasa más alta de todos los grados.
Las niñas y los niños crecen y se desarrollan en espacios físicos, sociales y culturales en los que se produce
una intensa y continua interacción con el medio ambiente que les rodea, ya sean en los espacios públicos mas
cercanos al lugar de su vivienda o en los escenarios comunitarios que permiten el desarrollo de actividades
artísticas, de recreación y de esparcimiento.
Toda persona tiene derecho a un medio ambiente sano, el cual puede definirse como el derecho de las
personas a desarrollarse en un medio adecuado, saludable y propicio para la vida humana; el cumplimiento de este
derecho también se considera como una condición previa para la realización de otros derechos humanos, incluidos
los derechos a la vida, la alimentación, la salud y un nivel de vida adecuado (Unidas, 2018).
El enfoque del análisis de las determinantes sociales de la salud considera que las condiciones en que las personas
viven afectan su salud y que las desigualdades sociales y las inequidades en el acceso a los servicios impactan
negativamente la salud y su desarrollo integral. Datos de la OMS reflejan que más de una cuarta parte de las
defunciones de niñas y niños menores de cinco años son consecuencia de la contaminación ambiental y las
condiciones insalubres del entorno en el que viven. Factores como la contaminación del aire, la exposición al
humo de tabaco, insalubridad del agua, falta de saneamiento y la higiene inadecuada causan la muerte de 1.7
millones de niñas y niños menores de cinco años. Debido al cambio climático, están aumentando las temperaturas
y las concentraciones de dióxido de carbono asociadas a un incremento de las tasas de asma en la niñez.
En los hogares que no tienen acceso a servicios básicos como el agua potable y el saneamiento, o en los que se
respira humo de combustibles contaminantes, las niñas y niños corren mayor riesgo de contraer enfermedades
diarreicas y neumonías. Por otro lado, las niñas y niños son más afectados por los impactos derivados de los
desastres.
El Salvador también enfrenta otros problemas sociales que traen como consecuencia que los ambientes y entornos
en los que crecen y se desarrollan las niñas y los niños se vean limitados; entre ellos la violencia delincuencial
ejercida por maras o pandillas, violencia familiar hacia la niñez, pobreza extrema, hacinamiento, bajos niveles
educativos, problemas ambientales generados por la contaminación, deforestación y sobrepoblación.
La vulneración de los derechos de las niñas y los niños es el resultado de múltiples factores sociales, económicos,
culturales, políticos y ambientales que se manifiestan en el nivel individual, colectivo, familiar y
comunitario; las situaciones que amenazan o vulneran derechos pueden estar bajo la responsabilidad del Estado, la
familia y la sociedad en su conjunto.
43
Existen una serie de comportamientos, conductas o situaciones individuales o colectivas que pueden limitar el
ejercicio de los derechos; entre ellas, las situaciones sociales, culturales, económicas, políticas y personales que
colocan a las personas en condiciones de mayor riesgo de vulneración a sus derechos: niñas o niños con
discapacidad, víctimas de algún delito, en situación de abandono, en conexión con la calle, desplazados de su
lugar de origen a raíz de las amenazas de personas pertenecientes a grupos criminales, maras o pandillas, entre
otros.
Dado las relaciones de jerarquía adultocentristas, las niñas y los niños también son vulnerados en sus derechos
por la discriminación, los conflictos armados, la xenofobia, la migración y el refugio, la crisis climática, la
desaceleración de las tasas de cobertura de vacunación y el acceso limitado a la educación. También las dificultades
para garantizar a las niñas y niños el derecho a la identificación a través de su inscripción en forma sencilla, rápida
y gratuita, ausencia de regulación para prohibir expresamente el castigo corporal, entre otras. Asimismo, existe
todavía un imaginario social que concibe a las niñas y los niños como personas incompletas y carentes de
facultades para comprender, opinar y actuar.
Adicionalmente, existen otras situaciones que impiden que las niñas y los niños ejerzan sus derechos, entre ellas los
limitados esfuerzos de adecuación al enfoque de derechos y a las disposiciones de la LEPINA en la normativa, los
servicios, los procesos y los procedimientos institucionales, dificultades para aplicar el principio de interés superior
en la legislación, las decisiones administrativas y judiciales y en las políticas públicas, así como la incoherencia
de los marcos legales a los estándares de la Convención sobre los Derechos del Niño.
Las amenazas y vulneraciones a sus derechos se reflejan en los avisos y denuncias realizadas en las Juntas de
Protección de la Niñez y de la Adolescencia. Al respecto, en 2019 se atendieron 4,559 niñas y niños (0–7 años)
presuntas víctimas; siendo los derechos vulnerados: la integridad personal (56%), la salud (16%) y el nivel de vida
digno y adecuado (7%), entre otros derechos (CONNA, 2019).
El desarrollo infantil definido como un proceso multidimensionalidad en el que niñas y niños transitan por
diferentes etapas y en esta transición se desarrollan las diferentes habilidades integrales que permiten fortalecer su
autonomía, integrarse en su ambiente familiar y social, y desarrollar habilidades en diversas áreas. Este proceso de
desarrollo está directamente influenciado por variables que intervienen en la crianza, entre ellas el soporte
social, familiar y comunitario, la maternidad y paternidad, la relación de pareja y bienestar personal, la
percepción de bienestar de la madre en la crianza y la calidad de estimulación. En ese sentido, las niñas y niños
que gozan de aceptación social tienden a responder con mayor sensibilidad a las interacciones comenzadas por
otro; son atentos a las verbalizaciones, siguen sugerencias, aprueban, imitan, toman iniciativas y comunican lo
que quieren (Jaramillo, Díaz Ortiz, Niño, Tavera, & Velandia Ortíz, 2006).
Existen varios modelos que intentan explicar la influencia de la crianza en el desarrollo de niñas y niños (Noriega,
Ávila, Carvajal, & Aguilera, 2010), y basan sus propuestas teóricas en un modelo cultural que integra las
percepciones, opiniones, creencias, actitudes, valores y expectativas de las madres, padres, abuelos y cuidadores
involucrados con la niñez en la comunidad.
44
Estos modelos suponen que las condiciones estresantes tales como los eventos extra familiares, estresores entre los
padres y estresores debido a la niña y niño son acontecimientos que impactan en el desarrollo infantil; que las
fuentes de estrés van desde eventos, como la muerte de un familiar, hasta sentimientos subjetivos de las madres por
sus responsabilidades de crianza, que algunas características de personalidad de los padres como el autoconcepto,
depresión, apoyo percibido, la estimulación en el hogar y el estrés paterno, influyen de manera directa en la
calidad de la alimentación, desarrollo psicológico, salud e higiene y que son necesarias condiciones familiares y
personales para que pueda ejercerse con éxito la maternidad y la paternidad, ya que la interacción madre-hija/hijo-
padre es vista como inmediata a la promoción del desarrollo integral de niñas y niños.|
Por muchos años el desarrollo integral de niñas y niños estuvo solamente en manos de las madres y la familia
extendida. Actualmente la pobreza, enfermedades, mala nutrición, falta de registro de nacimiento, violencia, falta de
servicios de calidad, rompimiento de las estructuras familiares tradicionales, entre otros, obstaculizan la
posibilidad de que los padres puedan proveer el cuidado, afecto y atención necesaria para que la niñez
desarrolle todas sus potencialidades. Estudios realizados evidencian que los padres de áreas rurales con pobreza
extrema, limitan su educación, decidiendo las inversiones de capital familiar tanto monetarias, como de recursos de
tiempo y afectivo-emocional a la búsqueda de alimentos, vestido y techo (Vera, 2003).
Estudios neurocientificos han puesto de manifiesto el impacto de la pobreza en el desarrollo infantil. El estrés
y la incertidumbre generados por las condiciones de privación económica incrementan la probabilidad de
ocurrencia de estados emocionales negativos, ansiedad, depresión e ira. La pobreza infantil y la salud mental
materna modulan la respuesta de regulación al estrés. Amenazas, exposición a peligros ambientales, violencia
familiar y comunitaria, cambios en la dinámica de la vida familiar, pérdida de empleo, inestabilidad y
deprivación económica son todos fenómenos que activan de diferente manera a los sistemas de regulación del
estrés y que tienen mayor probabilidad de ocurrir bajo condiciones de pobreza (Segretin, 2015).
Las niñas y niños constituyen el grupo poblacional más vulnerable a la pobreza y tienen más probabilidades
que los adultos de ser pobres multidimensionales y presentar carencias en todos los indicadores. Los hogares
con niñas y niños muestran tasas de pobreza sustancialmente mayores a los hogares conformados solo por adultos,
y la brecha se amplía a medida que aumenta la cantidad de niñas y niños que integran el hogar.
El Índice de Pobreza Multidimensional (IPM) mira más allá del ingreso monetario y muestra cómo la
pobreza es la experiencia de enfrentar carencias múltiples y simultáneas. El IPM analiza cómo las personas
están quedando rezagadas en el ámbito de la salud, la educación y el nivel de vida, con carencias tales como la
falta de acceso a agua potable, a saneamiento, a una nutrición adecuada o a la educación primaria. Aquellos que se
ven privados de al menos un tercio de los componentes de este índice se clasifican como
multidimensionalmente pobres.
El Indice de Pobreza Multidimensional Global (IPM) de 2019 mostró que la mitad de las personas pobres
multidimensionales son niños. Mientras que el 17,5% de los adultos en los países analizados por el IPM son pobres
multidimensionales, la incidencia de pobreza multidimensional en la niñez es del 33,8%, lo que equivale a 663
millones de niñas y niños, y de ellos, 428 millones son menores de 10 años (OPHI Oxford, 2019).
45
En El Salvador según datos de la EHPM 2019, un 22.8 % de los hogares se encuentran en pobreza; de éstos, el
4.5 % está en pobreza extrema, mientras que el 18.3 % en pobreza relativa. Analizando la situación de los
hogares con niñas y niños en primera infancia las dimensiones más afectadas por la pobreza multidimensional
son:
Fuente: Despacho de la Comisionada Presidencial de Operaciones y Gabinete de Gobierno, con base en datos proporcionados por la EHPM (2019).
46
6. Resultados, productos y proyectos
La Política Nacional de Apoyo al Desarrollo Infantil Temprano de Niñas y Niños en El Salvador Crecer
Juntos, pone de manifiesto el compromiso del Gobierno en asegurar que la niñez en su primera infancia cuente
con las oportunidades para ser protagonistas en un mundo cambiante desde una visión integradora de las
dimensiones del crecimiento y desarrollo, enfocando sus intervenciones en alcanzar el siguiente resultado de
desarrollo:
“Al 2030 habrá incrementado la proporción de niñas y niños de 0-7 años con desarrollo infantil
temprano adecuado para su edad”
Para medir este resultado se priorizó como indicador el Indice de Desarrollo Infantil Temprano, definiendo para
este las siguientes metas.
La Política Crecer Juntos agrupa sus principales intervenciones por curso de vida en paquetes de atenciones
para primera infancia distribuidos en 4 ejes:
• Salud y nutrición.
• Educación y cuidados.
• Ambiente y entornos protectores.
• Protección de derechos.
Las atenciones que lo integran se materializan a través de resultados y productos que son entregados por las
instituciones ejecutoras.
47
Eje salud y nutrición
Resultado 1: Al 2030 se ha reducido la proporción de niñas y niños de 0 a 7 años con alteraciones del
neurodesarrollo.
8 Meta calculada utilizando como denominador del indicador de población ajustada a 2020 elaborada por
DIGESTYC.
48
49
Resultados intermedios:
R1.2 A 2030 se han reducido las principales complicaciones obstétricas como hemorragia obstétrica severa,
infecciones graves, trastornos hipertensivos del embarazo y muerte materna durante el embarazo y parto.
50
R1.3 A 2027 se ha eliminado el embarazo en niñas y adolescentes.
Atendiendo al impacto que un embarazo en la niñez y la adolescencia puede tener en el neurodesarrollo infantil y
en las oportunidades para el desarrollo integral de niñas y niños, Crecer Juntos establece sinergias para la
ejecución de las acciones contenidas en la Estrategia Nacional Intersectorial para la Prevención del Embarazo
en Niñas y Adolescentes 2017-2027, para enfocar los esfuerzos en la prevención de nuevos embarazos,
garantizar la atención especializada de las adolescentes gestantes y generar las condiciones necesarias para
favorecer un desarrollo óptimo de sus hijos e hijas en un entorno protector de sus derechos.
51
R1.4 A 2030 se ha disminuido la letalidad por prematurez y bajo peso.
52
R1.5 A 2030 se ha reducido la incidencia de diarrea y neumonía en la primera infancia.
R1.6 A 2030 se ha incrementado la proporción de niñas y niños con discapacidades que tienen oportunidades para
lograr el máximo desarrollo esperado.
53
54
R1.7 A 2030 ha disminuido la proporción de niñas y niños con malnutrición en la Primera infancia.
55
Eje educación y cuidados
Resultado 2: A 2030 se ha disminuido la proporción de niñas y niños de 0-7 años con rezago en el
desarrollo.
9 Metas calculada utilizando como denominador la proyección de población ajustada a 2020 elaborada por
DIGESTYC
56
57
Resultados intermedios:
R2.1 A 2030 se habrá incrementado la corresponsabilidad en el trabajo de cuidados de niñas y niños entre 0-7
años.
58
59
R.2.2 A 2030 se habrá incrementado la proporción de niñas y niños de 0 a 7 años que alcanzan un
desarrollo/aprendizaje adecuado para su edad.
60
61
62
R2.3 A 2030 habrá incrementado la proporción de niñas y niños de 0 a 7 años que reciben estimulación adecuada en el
hogar.
Indicador R 2.3
Habilitación y equipamiento de
26 bebetecas y ludotecas en espacios de uso MICULTURA-MINEDUCYT
público
63
Eje ambientes y entornos protectores
Resultado 3: A 2030 las niñas y niños tienen acceso a espacios públicos para el esparcimiento y/o el desarrollo de
actividades lúdicas, deportivas y culturales.
Tabla No. 4: Indicador priorizado para el resultado 3. Eje ambientes y entornos protectores.
10 Indicador retomado del bloque de indicadores de pobreza multidimensional que evalúan la calidad del habitad como parte del
análisis de privaciones en hogares con niñas y niños de 0-7 años.realizado a partir de la información contenida en la EHPM 2019.
11 Linea de base construida a partir de los datos reflejados por la EHPM 2019 para hogares con niñas y niños de 0-7 años.
64
65
66
Eje protección de derechos
Resultado 4: A 2030 habrá incrementado el número de niñas y niños de 0-7 años que son protegidos ante
situaciones que amenazan o vulneran sus derechos.
12 Indicador que reflejará la respuesta de las instituciones que integran el Sistema Nacional de Protección Integral de la Niñez y
de la Adolescencia frente a situaciones que amenazan o vulneran los derechos de niñas y niños de 0-7 años.
67
68
69
70
71
Resultados intermedios:
R.4.1 A 2030 todas las niñas y niños de 0-7 cuentan con registro de su nacimiento e inscripción al Registro
del Estado Familiar.
72
R.4.2 A 2030 se habrá erradicado el trabajo infantil en niñas y niños de 5-7 años
73
R.4.3 A 2030 habrán disminuido las niñas y niños de 0-7 años que son víctimas de maltrato infantil,
disciplina violenta y violencia sexual.
74
Es importante destacar que muchos de los productos considerados como parte de los ejes de la política ya se
entregan desde las instituciones ejecutoras; no obstante, la política decide retomarlos bajo el sello Crecer
Juntos, con la intención de garantizar que su entrega se realice con la calidad y cobertura necesaria para
impactar en el desarrollo integral de niñas y niños.
Para garantizar la implementación coordinada y articulada de todos los productos y proyectos considerados en
la política, se diseñará un plan de acción que indique el camino a seguir para alcanzar los resultados esperados.
Este plan será formulado, monitoreado, evaluado y actualizado por la Mesa Técnica Crecer Juntos y definirá las
prioridades en términos de atenciones, productos y territorios para cada periodo y los lineamientos técnicos para
su institucionalización. Dicho plan de acción, incluirá indicadores específicos para monitorear los avances en
la entrega de productos por parte de las instituciones ejecutoras.
Para Crecer Juntos es determinante la identificación de brechas de exclusión, inequidades y deudas sociales
que afectan de manera sensible, profunda, histórica y sistemática a la niñez que vive en condición de pobreza
multidimensional. A partir de estos criterios, la implementación a nivel territorial considerará como punto de
partida una priorización de municipios y un escalonamiento progresivo hasta lograr la cobertura nacional.
75
7. Gobernanza
En este marco, la Política Nacional de Apoyo al Desarrollo Infantil Temprano de Niñas y Niños en El
Salvador propone el Modelo de Gestión Crecer Juntos que se estructura a partir de un engranaje dinámico entre
el marco normativo, los mecanismos de participación, el ordenamiento de las estructuras territoriales, la gestión de
incentivos y la generación de información.
El modelo de gestión Crecer Juntos se organiza en niveles integrados por estructuras de coordinación, con roles y
atribuciones concretas y mecanismos consultivos de apoyo a la implementación.
76
Ilustración 10: Modelo de gestión para la Política Crecer Juntos.
77
Nivel Estratégico/ Nacional:
Es la instancia responsable de definir y dar cumplimiento a la Agenda de Desarrollo Social del país, para brindar
mejores condiciones de vida a la población. Lo integran:
Su funcionamiento está normado por el Decreto Ejecutivo No.14 del 26 de julio de 2019 publicado en el Diario
Oficial No. 140, Tomo 424, de la misma fecha. La instancia coordinadora de dicho gabinete es la Comisionada
Presidencial para Operaciones y Gabinete de Gobierno y cuenta con el apoyo estratégico del Despacho de la
Primera Dama de la República para desarrollar la agenda nacional de Primera infancia.
El Gabinete de Bienestar Social es la máxima instancia de coordinación política y de toma de decisiones para la
implementación, monitoreo y evaluación de la Política Crecer Juntos.
78
Mesa técnica intersectorial de Primera infancia Crecer Juntos
Mecanismo de coordinación intersectorial que define y da seguimiento a la agenda nacional de Primera infancia.
Está integrado por personal del nivel gerencial delegado por los titulares de las siguientes instituciones:
El liderazgo político estratégico de la Mesa Técnica está bajo la responsabilidad del Despacho de la Primera Dama
de la República, instancia que en coordinación con el Consejo Nacional de la Niñez y de la Adolescencia, asumen
como parte de sus responsabilidades la articulación del trabajo interinstitucional relacionado con desarrollo infantil
temprano.
La Mesa Técnica Crecer Juntos es la instancia del nivel nacional que facilita la coordinación técnica para la
implementación, monitoreo y evaluación de la Política y su plan de acción. Su forma de organización y
funcionamiento serán definidos en sus lineamientos internos.
• Dar seguimiento a las decisiones tomadas por el Gabinete de Bienestar Social para garantizar su
cumplimiento.
• Brindar lineamientos para la incorporación de los resultados y productos de la política en las
planificaciones estratégicas y operativas de las instituciones ejecutoras.
• Facilitar la armonización de instrumentos normativos y programáticos con la Política Crecer Juntos.
• Formular y evaluar el plan de acción de la política.
• Definir lineamientos generales para los equipos gestores de la política.
• Revisar los informes técnicos y financieros sobre la implementación de la política.
• Conducir los procesos de levantamiento de línea de base, evaluación de procesos y evaluación de impacto de
la política.
• Informar periódicamente al Gabinete de Bienestar Social los avances y dificultades en la implementación
de la política.
• Elaborar recomendaciones técnicas dirigidas al Gabinete de Bienestar Social que faciliten la toma de
decisiones.
• Generar espacios de diálogo y retroalimentación con los mecanismos consultivos y de apoyo a la
implementación de la política ubicados en el nivel nacional.
• Propiciar la participación de niñas, niños y adolescentes en las acciones relacionadas con el desarrollo integral
de la primera infancia.
• Establecer alianzas estrategias con los socios para el desarrollo.
79
Nivel Táctico de Coordinación / Departamental:
Equipo interinstitucional de nivel territorial cuya función central es la gestión intersectorial para la
implementación y monitoreo de la política y su plan de acción. Está integrado por los siguienes actores:
El Equipo Gestor será conducido por el CONNA desde cada una de sus sedes departamentales. Su
funcionamiento será definido en sus lineamientos internos.
80
Nivel Operativo Territorial / Municipal:
Equipo intersectorial cuya función primordial es la coordinación a nivel municipal para la implementación y
monitoreo de la política y su plan de acción; estará integrado por al menos un enlace de salud, educación, la
municipalidad y la comunidad.
El rol de Equipo Facilitador debe ser retomado por el Comité Local de Derechos de cada municipio, bajo la
conducción técnica del CONNA, atendiendo a su mandato de desarrollar políticas y planes locales en materia
de derechos de niñez, evaluar la implementación de las políticas locales en materia de niñez y adolescencia, asi
como vigilar en el ámbito local la calidad de los servicios públicos que se prestan a niñas y niños (Art. 153 y 155
LEPINA).
En aquellos municipios que no se cuente con estos comités, el rol será asumido por la instancia intersectorial
que aborde el tema de primera infancia, mientras se concreta la instalación y funcionamiento del respectivo Comité
Local de Derechos.
• Facilitar la coordinación intersectorial a nivel municipal entre las instituciones ejecutoras de la politica
y otros actores.
• Difundir la política y su plan de acción en cada municipio.
• Incluir en su plan anual de trabajo acciones de coordinación para alcanzar los resultados y productos de la
política.
• Aplicar los lineamientos para la implementación de la política a nivel municipal.
• Monitorear la calidad de los productos entregados por las instituciones ejecutoras.
• Proponer al gobierno local la adopción de medidas necesarias para la implementación de la política en el
marco de la garantía de los derechos de niñas y niños en su primera infancia.
• Monitorear progresos en la implementación de la política, identificar oportunidades de mejora y tomar
decisiones para dar salida a dificultades que puedan ser resueltas en el nivel municipal.
• Generar espacios de diálogo y retroalimentación con los mecanismos consultivos y de apoyo a la
implementación ubicados en el nivel municipal.
• Promover el trabajo en red y la generación de alianzas estratégicas con otros actores presentes en territorio.
81
Instituciones ejecutoras
Incluye a los organismos públicos del órgano ejecutivo e instituciones autónomas de los ramos de salud,
educación, protección y otros relacionados con la implementación de la Política Crecer Juntos. Su rol
fundamental es la entrega de paquetes de atenciones para primera infancia.
• Divulgar la Politica Crecer Juntos a nivel institucional y en todos los espacios de su competencia.
• Incorporar los resultados y productos bajo su responsabilidad en sus planificaciones estratégicas y
operativas.
• Elaborar directrices o lineamientos internos que faciliten la ejecución de la política.
• Promover en su personal la generación de competencias para la atención integral de niñas y niños en
su primera infancia.
• Asegurar los recursos necesarios para la entrega de productos que dan salida a los paquetes de atenciones
para la primera infancia.
• Propiciar la comunicación efectiva y la articulación de esfuerzos con otras instituciones
ejecutoras.
• Cumplir con las funciones relacionadas con el monitoreo y evaluación de la política y su plan de acción.
• Identificar oportunidades de mejora y tomar decisiones para dar salida a dificultades que puedan ser
resueltas al interior de cada institución.
82
Mecanismos consultivos y de apoyo a la implementación
Consejo Consultivo de Niñez y Adolescencia: Es el mecanismo nacional integrado por niñas, niños y
adolescentes que representan a la niñez y adolescencia de El Salvador, que tiene como finalidad promover y hacer
efectivo su derecho de participación en los espacios de toma de decisiones relacionadas con el cumplimiento de sus
derechos.
Equipos de personas expertas en primera infancia y otros temas afines: Integrados por profesionales
de diferentes disciplinas de las ciencias, que por su compromiso, especialización, experiencia, formación y/o
trayectoria, son referentes en el desarrollo integral de la Primera infancia y otras temáticas relacionadas.
Gobernaciones Departamentales: Son dependencias del Ministerio de Gobernación que funcionan como
la instancia intermedia entre el Gobierno central, los gobiernos locales y la población, teniendo como objetivo
articular políticas, programas y proyectos entre las diferentes dependencias de Gobierno a nivel deparamental.
83
8. Monitoreo y evaluación
Dichos procesos tiene como objetivo generar información sobre los avances y resultados de la implementación
de la política y su plan de acción, asi como proporcionar evidencia que respalde que los efectos observados
son resultado de la ejecución de la política.
La evaluación es una actividad periódica de análisis y valoración del logro de los resultados que implica emitir
juicios de valor sobre la base de evidencia, incorporar los aprendizajes en la toma de decisiones y ajustar el
diseño de lo planificado, mediante la aplicación de uno o más de los siguientes criterios (OECD):
• Pertinencia: Medida en que los resultados de la política son congruentes con las necesidades de la
población objetivo y las prioridades de país.
• Eficacia: Medida en que se lograron o se espera lograr los objetivos de la intervención para el desarrollo,
tomando en cuenta su importancia relativa.
• Eficiencia: Medida en que los recursos/insumos (fondos, tiempo, otros) se han convertido en resultados.
• Impacto: Efectos o consecuencias de largo plazo positivos y negativos, primarios y secundarios, directos
o indirectos que se derivan de la implementación de la política a nivel nacional, departamental y
municipal.
• Sostenibilidad: Mecanismos existentes o planificados para el alcance de los resultados que permiten la
continuidad de los procesos, productos y resultados generados durante la ejecución de la politica, después
de concluida.
La capacidad de obtener información que propicie el análisis es una de las características más valiosas del sistema.
Este sistema hace uso de las tecnologías de la información para apoyar la ejecución eficiente de la politica y su plan
de acción.
84
Ilustración 11: Procesos del Monitoreo y Evaluación.
85
1. Elaboración de fichas metodológicas de los indicadores. En este proceso se documenta la
definición del indicador y la metodología a seguir para su estimación, como parte de la cual se
identifica la fuente de información primaria de las variables que conforman el indicador y la institución
responsable de su cálculo.
3. Procesamiento de datos. En este proceso las instituciones ejecutoras estiman el valor del indicador a partir
de las variables que lo conforman y se presenta en reportes que servirán de insumo para la elaboración de
informe de monitoreo.
4. Análisis de información. Este proceso lo realizan los equipos técnicos institucionales una vez que
disponen de la medición de avance de los indicadores de su institución, identificando las variaciones
respecto a la tendencia esperada y las causas que expliquen la misma, para brindar recomendaciones
pertinentes para la toma de decisiones que conduzcan al logro de resultados. El informe que elaboran las
instituciones tendrá un apartado que analice los avances en términos de calidad.
5. Verificación de calidad de datos e información. consiste en un proceso continuo que valora si los datos
cumplen con los siguientes criterios: exactitud, fiabilidad, precisión, oportunidad, integridad, suficiencia,
confidencialidad y consistencia. Los criterios de la información son: veracidad, variedad, velocidad, volumen
y valor (Conocidos generalmente para fuentes de información o bigdata).
6. Toma de decisiones. Sobre la base del informe de avance de indicadores, los tomadores de decisiones
orientan las acciones a realizar para mejorar el alcance de los resultados y retroalimentar el ciclo de la mejora
continua.
Todos estos procesos son soportados por sistemas de información que permiten conocer lo que sucede en el
territorio para hacer más eficiente la prestación de servicios y el análisis de los resultados obtenidos para mejorar las
condiciones de la niñez salvadoreña.
El monitoreo y evaluación será realizado en función de indicadores de resultados y productos que incluirán
indicadores de cobertura, eficacia, desempeño institucional y de calidad. Para tal fin, la política cuenta con una
herramienta de gestión denominada Matriz de Indicadores de Resultados. En el plan de acción, se incluirán
indicadores de desempeño institucional, de cobertura y de calidad de los productos, definidos por las instituciones
responsables de la entrega de los mismos.
86
Las instituciones responsables de reportar los indicadores Crecer Juntos deberán:
Para realizar estas funciones se requiere de la participación de los equipos tanto del nivel operativo como del
nivel gerencial, garantizando la calidad de la información y un mayor aprendizaje.
• Coordinar con las instituciones ejecutoras el registro de avances de los indicadores en el Sistema de
Monitoreo Crecer Juntos.
• Procesar los reportes consolidados de indicadores por ejes y resultados.
• Elaborar un informe de avances de los resultados para la toma de decisiones.
• Elaborar en coordinación con las instituciones ejecutoras,un informe de monitoreo y evaluación
consolidado sobre la implementación de la política.
87
La evaluación considera dos ámbitos:
1. El desarrollo y aprendizaje de niñas y niños mediante la aplicación de estándares de pais para la primera
infancia.
2. Alcance de los resultados, productos y estrategias de implementación de la política.
La evaluación de la política será conducida por la Mesa Técnica Crecer Juntos. Se han considerado 3
momentos:
• Evaluación inicial: tiene como finalidad describir la situación inicial del modelo de atención a la niñez
en su primera infancia , con el objetivo de establecer comparaciones posteriores y evaluar los cambios
logrados a partir de la implementación de la Política Crecer Juntos.
• Evaluación de impacto: se realiza al final de la ejecución de la política para determinar en qué medida se
produjeron los resultados previstos.
El sistema de informático de Monitoreo Crecer Juntos, que forma parte del sistema BUHO (acrónimo de Big
Data, Ubicación, Hallazgo y Oportunidad) es clave para obtener datos e información oportuna y de calidad,
facilitando la recolección sistemática y periódica de los datos, el registro de los avances, la generación de
evidencia y sistematización de los riesgos en cada una de las intervenciones de la política. El diseño del
sistema supone utilizar al máximo las potencialidades de las tecnologías de la información y comunicación a
fin de facilitar y agilizar de todos los procesos de la política.
El desarrollo y soporte de los instrumentos informáticos serán conducidos por la Secretaría de Innovación, en
el marco de la visión de Gobierno expresada en la Agenda Digital de El Salvador 2020- 2030.
88
Todas las instituciones ejecutoras son las responsables de proveer la información necesaria para el monitoreo de la
política.
El sistema de monitoreo de indicadores generará tableros gerenciales con enfoque territorial, que permitirán
mostrar el avance en el logro de las metas y consecución de los resultados.
El monitoreo de los productos se realizará de manera sistemática y periódica.
Al completar un ciclo anual, la Mesa Técnica Crecer Juntos realizará un análisis holístico de la información
contenida en el informe de monitoreo y evaluación consolidado sobre la implementación de la política y
retroalimentará al gabinete de Bienestar Social, al Equipo Gestor y las instituciones ejecutoras, identificando
propuestas de mejora de las intervenciones.
Todos los productos de Crecer Juntos buscan mejorar la calidad de la entrega, asegurar que los mismos se entregan
a la población que corresponde, en el momento que corresponde, con la calidad técnica adecuada.
La gestión de la calidad es un pilar fundamental y la misma está bajo la responsabilidad de las instituciones
ejecutoras. Cada institución desarrollará mecanismos e instrumentos que permitan el mejoramiento continuo de la
calidad, con el involucramiento de los prestadores directos de los servicios. Esto a su vez incidirá en cambios
en el proceso de entrega y formación en el personal encargado, sensibilizando al mismo para que se alcancen las
metas tanto en la entrega de productos como en el alcance de los resultados.
Además, cada institución deberá definir estándares e indicadores de calidad; a partir de esto, la oficina de
monitoreo del Despacho de Comisionada Presidencial para Operaciones y Gabinete de Gobierno seleccionará
aquellos indicadores de calidad considerados estratégicos, de los productos insignia para dar seguimiento desde el
sistema de seguimiento.
Como se señaló antes, en los informes de avance de cada institución debe precisarse los avances en términos de la
calidad de la entrega de productos Crecer Juntos.
89
9. Financiamiento e inversión
en la Primera infancia
Para poner en marcha de manera efectiva la política y sus intervenciones se requiere de una visión que va más allá
de la identificación de recursos para su implementación; Crecer Juntos es un acuerdo nacional que permite
fortalecer la capacidad instalada de todas las instituciones del Estado que implementarán acciones.
9.1 Incorporación de los productos de la Política Crecer Juntos en los presupuestos por
programas con enfoque de resultados.
Atendiendo a la Observación General No.19 y a las Observaciones derivadas del V y VI Informe combinado de El
Salvador, emitidas por el Comité de los Derechos del Niño, la política impulsa la adopción de presupuestos por
programas con enfoque de resultados, que permitirán un mejor seguimiento a la asignación y uso de los recursos
destinados a la Primera infancia, así como la armonización entre la planificación y la presupuestación, logrando
contar con información oportuna y pertinente para la toma de decisiones de forma efectiva.
Este cambio de paradigma en la presupuestación ha sido considerado por la politica desde su formulación para la
identificación de ejes, la definición de paquetes de atención y la priorización de productos, asi como en su proceso
de estandarización. Crecer Juntos contará con el costeo de cada uno de sus productos y permitirá una
presupuestación que no sólo tendrá como eje central a la Primera infancia, sino que estará fundamentada en
evidencia científica sólida que respalda las acciones propuestas y su efectividad para alcanzar los resultados
propuestos, con la flexibilidad necesaria para adaptarse a los requerimientos de fondos en función del contexto y
otras condiciones específicas en las que cada uno de las niñas y niños se desarrollan. Estos elementos contribuirán
a:
• Mejorar la calidad del gasto, ya que se fortalecerá la relación entre el presupuesto y los
resultados.
• Un mejor seguimiento al destino y uso de los recursos, identificando aquellos donde se
requieran más recursos para lograr los resultados.
• Información oportuna para la toma de decisiones.
Por otro lado, se han identificado las brechas de capacidades y competencias con las que cuentan las
instituciones ejecutoras para lograr mayor efectividad en su implementación y seguimiento, definiendo un grupo
de competencias centrales a fortalecer en un plan maestro de capacitación, lo que agilizará y mejorará el
análisis de información, presentación de recomendaciones innovadoras en tiempo, y un flujo de la información
crítica en todos los niveles de gobernanza asociadas a la política.
90
9.2 Fuentes tradicionales y no tradicionales de financiamiento para una política de Estado
de Inversión en la Primera infancia.
Algunas de las fuentes de financiamiento combinado identificadas que pueden considerarse para la política
son:
• Asignaciones de los presupuestos ordinarios: se busca que cada institución ejecutora de la política complete su
proceso de estandarización de productos y entregables necesarios para el logro de los objetivos de la
política. Esto permitirá hacer un análisis interno y asignar los fondos necesarios a las acciones priorizadas
en la política, logrando aprovechar al máximo los recursos con los que ya se cuentan, costos de
implementación más eficientes, mayor alcance de las acciones y un apalancamiento desde los recursos ya
asignados.
• Porcentaje de los ingresos corrientes del Estado: una posible fuente de financiamiento sería la búsqueda
de una asignación porcentual de los recursos con los que ya cuenta el Estado dirigido y enfocado al
financiamiento de las acciones clave de la política.
2. Deuda Externa: el enfoque hacia la Primera infancia como prioridad del Estado permitirá y facilitará el
acceso a los canales y mecanismos establecidos por la Banca Multilateral, tomando como punto de partida las
experiencias exitosas de país en el manejo de este tipo de fondos.
• Organizaciones de la sociedad civil: tomando en cuenta sus experiencias exitosas y lecciones aprendidas,
se conformarán mesas de trabajo para potenciar esfuerzos integrados en el territorio que puedan facilitar la
implementación de las acciones de la política alineadas con sus respectivas planificaciones, buscando además
su acompañamiento activo en el monitoreo y evaluación de los resultados obtenidos.
• Cooperación Internacional: siendo uno de los socios prioritarios para el diseño de la política, constituyen
un socio fundamental para su implementación, buscando aquellos proyectos e iniciativas que puedan
apalancarse desde las diferentes iniciativas que cada uno de los mecanismos disponibles de cooperación.
• Sector Privado: desde estrategias de impacto colectivo, se busca contar con el acompañamiento del sector
privado en aquellos objetivos comunes entre la política, sus acciones de filantropía y responsabilidad social.
91
Se han considerado además dos posibles fuentes de incentivos que permitan que la política y sus acciones
propuestas sean una plataforma innovadora de convergencia entre los diferentes actores públicos y privados
sensibles a la primera infancia, y que han comprobado ser exitosas en otros países de la región:
• Asignación de recursos adicionales a gobiernos regionales que cumplan con compromisos de mejora en
gestión y logren determinadas metas de cobertura de servicios.
• Paquetes integrados: servicios o intervenciones mediante los cuales se exija el cumplimiento de metas de
cobertura, no de productos individuales, sino en paquete, como un todo.
El marco de actuación de la política comprende un periodo multianual que finaliza en el 2030, contando con un
primer Plan de Acción que concluirá en el 2024. En cada periodo se identificará por año la proporción que
cada fuente de financiamiento representará del presupuesto multi anual, identificando las diferentes gestiones y
estrategias clave a realizar para garantizar que cada año la política cuente con un financiamiento de calidad y
sostenible.
Los indicadores establecidos para dar seguimiento a la buena ejecución presupuestaria, la respectiva rendición de
cuentas de cada uno de los fondos recibidos, su uso y su impacto en relación con los objetivos propuestos,
formando parte junto a otros indicadores el reporte de resultados de la política.
92
10. Fases y
estrategias de
implementación
Para alcanzar los resultados esperados, la Politica Crecer Juntos ha definido 3 fases de implementación a
desarrollarse en el periodo 2020-2030:
93
Estrategias de implementación.
La Política Crecer Juntos le apuesta a la efectiva articulación entre instituciones del Estado y gobiernos locales,
mediante el desarrollo de canales o sinergias interinstitucionales e intersectoriales a diferentes niveles. Tambien le
apuesta a las relaciones de coordinación, cooperación y apoyo mutuo, en forma permanente y continua, dentro
del ejercicio de su autonomía y competencias, vinculando el interés nacional con el de las municipalidades.
En este marco la política promoverá el fortalecimiento de los espacios de coordinación interinstitucional para
la articulación de intervenciones, recursos y capacidades institucionales. Además, promoverá relaciones de
cooperación para mejorar el desarrollo de capacidades intersectoriales en el marco de la corresponsabilidad y
relaciones de colaboración para facilitar una actuación en complementariedad.
Para garantizar que la Política Crecer Juntos alcance los resultados esperados, se requiere de un proceso de
apropiación de la misma por parte de las personas, instituciones y entidades que radican en un territorio
específico; quienes además comparten como interés colectivo la preocupación por el bienestar de las niñas y
niños, y establecen para tal fin objetivos comunes que trascienden los intereses particulares o sectoriales, sin
anularlos, en un marco de relaciones de cooperación flexibles. La territorialización de la Politica Crecer Juntos
implica la adaptación y adecuación de sus intervenciones a las particularidades de la población objetivo que derivan
de su contexto, permitiendo la implementación de acciones que garanticen una atención integral, pertinente y
oportuna. En este sentido, para generar las condiciones que propicien un desarrollo integral, Crecer Juntos
centrará sus esfuerzos en el fortalecimiento institucional a nivel local, la generación de compromisos desde los
gobiernos municipales y la instalación de capacidades en los actores territoriales. Dentro de los mecanismos
para hacer efectiva la territorialización destacan las asesorías y acompañamiento especializado a las
municipalidades e instituciones ejecutoras, la asistencia técnica en temas específicos, la cooperación técnica
con organizaciones de la sociedad civil y el diálogo intersectorial a nivel local.
La Política Crecer Juntos contará con una estrategia de comunicación para posicionar la corresponsabilidad de
la familia, la comunidad, las instituciones de Gobierno, la sociedad civil y la cooperación internacional con el
desarrollo integral de las niñas y niños.
Dicha estrategia tiene como finalidad la divulgación de los contenidos de la política y los resultados esperados
a través de planes de prensa, relaciones públicas, estrategias web y un completo plan de promoción apoyado por
todas las instituciones del Estado que integran la Mesa Técnica Crecer Juntos. Basándose en el concepto de
desarrollo integral en la Primera infancia y su aplicación en el marco comunicacional, se pretende posicionar
la política a nivel institucional y poblacional, a través de un trabajo coordinado interna y externamente, que
garantice la difusión a nivel nacional, departamental y municipal.
94
• Servicios y atenciones universales, diferenciados y especializados:
La Politica Crecer Juntos le apuesta a una atención humanizada y de calidad, que considere las
particularidades de cada niña, niño y familia atendiendo a su realidad, su cultura y su comunidad; a través de
servicios universales, diferenciados y especializados que aseguren acceso y cobertura en todo el territorio
nacional, superando barreas geográficas y tecnológicas, garantizando un contacto permanente con los
prestadores de servicios y una retroalimentación local para que cada niña y niño cuente con las oportunidades para
alcanzar su máximo potencial de desarrollo.
Existe una relación directa entre el éxito de los programas y proyectos sociales y la participación de la
comunidad. Esto tiene que ver como un elemento de sostenibilidad que trasciende de considerar a las personas
como simples receptores de caridad a ser participantes activos y protagonistas de su propio desarrollo directo,
devolviéndoles su capacidad de mejorar su vida y la de sus familias. La Politica Crecer Juntos facilitará las
condiciones para la participación comunitaria y promoverá la autonomía de las personas en la gestión de su
desarrollo y en la solución de sus problemas, así como en la toma de decisiones que afectan a su vida, lo que
influirá positivamente en la cobertura, eficiencia, efectividad y equidad, generando condiciones de resiliencia
comunitaria al fortalecer sus capacidades de análisis, gestión y trabajo comunitario.
Con el objetivo de generar las condiciones institucionales para la implementación de la Política Crecer Juntos,
será necesario impulsar procesos de formación de personal gerencial y técnico de las áreas de planificación,
ejecución, monitoreo y evaluación de programas y servicios a nivel territorial. Se garantizará asistencia técnica
pertinente a través de equipos interinstitucionales que facilitarán la formación especializada, capacitación,
asesoría personalizada, revisión técnica documental y acompañamiento a los procesos de adecuación de planes,
programas y proyectos con los lineamientos del Plan de Acción de la Política.
95
• Gestión de incentivos (Sello Crecer Juntos)
Se establecerá el concepto de un sello Crecer Juntos con el fin de involucrar a la población en general, las
instituciones de Gobierno y las organizaciones de la sociedad civil en la implementación de la política,
promoviendo incentivos para acelerar la apropiación y consolidación de Crecer Juntos, buscando siempre la
calidad y calidez de la atención hacia nuestra niñez.
• Alianzas estratégicas
Para potenciar la velocidad de ejecución del Plan de Acción de la Politica Crecer Juntos, se trabajará
estrechamente con la Agencia de El Salvador para la Cooperación Internacional (ESCO). Dicha agencia tendrá
la misión de optimizar las oportunidades y posibilidades de cooperación internacional, a través de una estrecha
coordinación que permita articular y canalizar las necesidades de las diferentes instituciones de Gobierno para
implementar la política. ESCO acompañará a Crecer Juntos coordinando y brindando apoyo técnico en todas
sus fases desde la gestión de recursos, promoviendo el fortalecimiento de las relaciones con los socios
cooperantes de manera eficiente, transparente y acorde a los estándares exigidos por la cooperación
internacional, fortaleciendo vínculos y creando nuevos, con actores y aliados de cooperación internacional
promoviendo propuestas innovadoras de cooperación que contribuyan a facilitar, así como a hacer más
expeditos y eficientes los esfuerzos de cooperación; lo anterior a través de diversos instrumentos técnicos
como: espacios de formación para el fortalecimiento de las capacidades y promoción del conocimiento,
investigación e innovación, cooperación técnica (bilateral y triangular) con el objeto de brindar apoyo a Crecer
Juntos de acuerdo con las competencias, asumiendo paulatinamente un rol dual como país receptor y como
socio oferente de cooperación, gestión y formulación de iniciativas bajo la modalidad de Asocio Público Privado
(APP) y Asistencia Humanitaria.
Así también se buscará fortalecer las alianzas con los organismos no gubernamentales y las iglesias nacionales
e internacionales, empresa privada y sociedad civil con el fin de trabajar con la metodología de Vehículos de
Impacto Colectivo, que nos permita articular con actores públicos y privados estratégicos, construir y trabajar una
visión y agenda conjunta, sistemas de medición y recursos compartidos y el desarrollo de actividades de
refuerzo mutuo que permitan llevar cabo una inversión social más pertinente, sostenible y de impacto en el
mediano y largo plazo.
96
• Gestión de conocimiento para la toma de decisiones
La gestión del conocimiento es útil para contar con información sistematizada, generar oportunidad de
aprovechar adecuadamente el conocimiento, mejorar los productos y servicios existentes, ofrecer nuevos productos
y mejorar la gestión de implementación. Los elementos claves para organizar la gestión de conocimiento que retoma
Crecer Juntos son: la identificación, adaptación, empaquetado de información para compartir y adopción de nuevas
prácticas. Desde el Instituto Nacional de Salud (INS), se apoyará el empaquetado de las experiencias exitosas y
buenas prácticas desde la Biblioteca Virtual en Salud (BVS).
La transformación digital del país avanza de la mano de la innovación, la colaboración entre instituciones, el
emprendimiento privado, la generación de oportunidades, la inclusión y el acceso a los servicios públicos; y de
manera más amplia, en la construcción de una nueva sociedad del conocimiento. En este contexto, la
Secretaría de Innovación de la Presidencia impulsará medidas de modernización, innovación y soluciones
tecnológicas que contribuyen a los resultados de la Política Crecer Juntos, entre ellas la asignación del Código
Único de Nacimiento (CUN), la asignación del Número Único de identidad (NUI), el fortalecimiento del sistema
REVFA, la integración de los expedientes electrónicos de salud y educación, portales web relacionados con las
temáticas de Crecer Juntos, entre otros.
97
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102
Anexo 1. Red de causalidad
Problema de desarrollo social: niños y niñas de 0 a 7 años con limitadas oportunidades para su desarrollo integral.
Según la OMS, existen múltiples razones para evitar que un embarazo ocurra en etapas tempranas o tardías de la
vida. El desarrollo óseo incompleto, relativa inmadurez del canal del parto, la aparición de complicaciones
como la ruptura prematura de membrana, anemia, preeclampsia y eclampsia, la incidencia de patologías crónicas
y la mayor asociación con patologías dependientes del embarazo como hipertensión arterial crónica
descompensada, diabetes gestacional, retraso en el crecimiento intrauterino, anomalías congénitas, trastornos
tromboembólicos, parto pretérmino, aborto, sepsis urinaria, anemia, hemorragia postparto y otras complicaciones
obstétricas son sólo parte de la lista.
Las enfermedades crónicas son cada vez más frecuentes en las mujeres en etapas reproductivas. Una revisión
sistemática de 12 estudios en países de ingresos bajos y medios encontró que dentro de los riesgos
reproductivos, una gran carga lo representa las Enfermedades No Transmisible (ENT) como hipertensión
arterial crónica y trastornos hipertensivos del embarazo, diabetes mellitus (DM), diabetes gestacional, cáncer
cérvico uterino y de mamas, enfermedad renal crónica (ERC), obesidad, entre otras.
Estas enfermedades crónicas están asociadas a complicaciones durante el embarazo entre las que destacan el
polihidramnios, el parto prematuro, la hipertensión inducida por el embarazo y afecciones neonatales como la
macrosomia, la ictericia, la hipoglucemia y el bajo peso al nacer. Para 2019 se diagnosticaron en los
establecimientos del MINSAL 23,048 mujeres entre 20 a 49 años con hipertensión arterial, diabetes mellitus,
enfermedad renal crónica, cáncer de cérvix y mama.
La preparación para un embarazo y la identificación de factores de riesgo reproductivo sigue siendo un desafío.
Para el 2019 se inscribieron en la atención preconcepcional 19,361 mujeres en edad fértil, y se brindó controles al
98% (19,049). El 53% (10,355) de mujeres inscritas presentaba un factor de alto riesgo para el embarazo.
Otros gran desafío para el Sistema de Salud, además de potenciar la atención preconcepcional, es promover el
papel activo de los padres en el proceso de embarazo, parto y nacimiento; con el objetivo de reducir
complicaciones y posibles repercusiones sobre el neurodesarrollo, ya que está demostrado científicamente que
la paternidad activa constituye un factor de protección para potenciar conductas positivas en la niñez y permite
cambiar los roles tradicionales de género que trasladan el mandato de socialización maternal con exclusividad
a las madres.
103
• Anomalías congénitas.
A nivel internacional, las anomalías congénitas afectan a 1 de cada 33 niñas y niños ocasionando un promedio de
3,2 millones de discapacidades. En América son la segunda causa de mortalidad en los niños menores de 28 días y
menores de 5 años (Organización Panamericana de la Salud, 2015). Las secuelas que se presentan en quienes
sobreviven pueden ser a largo plazo, generando un impacto en su vida y desarrollo, en el entorno familiar, en los
sistemas de salud y las sociedades. Dichas anomalías pueden tener un origen genético, infeccioso o ambiental,
aunque en la mayoría de los casos resulta difícil identificarlo.
En el 2019, el MINSAL registró que aproximadamente el 2% de los nacimientos (1,687 niñas y niños) fueron
diagnosticados con anomalías congénitas, siendo las de mayor frecuencia: las cardíacas, del sistema nervioso
central y el Síndrome de Down. Además, las anomalías congénitas representan la segunda causa de
fallecimientos en el periodo neonatal con un valor de 28% (156), del total (565) de las registradas en dicho
periodo.
Para el 2019, el Sistema Nacional de Vigilancia de Malformaciones Congénitas de El Salvador registró como
causas asociadas a la aparición de anomalías congénitas las condiciones maternas como: diabetes mellitus (104
casos), obesidad (46 casos), epilepsia y la hipertensión arterial (10 casos). También identificó el riesgo paterno y
materno relacionado con la exposición a solventes inorgánicos, metales y energía ionizante, con la incidencia
de anomalías cardíacas, Síndrome de Down y malformaciones en el sistema nervioso central.
Se ha identificado otros factores de riesgo que podrían vincularse a la incidencia de estas anomalías, tales como el
consumo de sustancias psicoactivas (alcohol, cocaína y tabaco), un deficiente consumo de ácido fólico más hierro
en el periodo preconcepcional y durante el embarazo, así como infecciones materno fetales como la sífilis y la
rubéola, que son causa importante de anomalías congénitas, especialmente en países de bajos a medianos
ingresos. Para el 2019 el Sistema de Vigilancia Epidemiológica(VIGEPES) reportó 20 casos de sífilis congénita a
nivel nacional.
Si bien la mayoría de embarazos y partos transcurren sin incidentes, todos representan un riesgo; alrededor del
15% del total de las mujeres en condición de embarazo presentan alguna complicación potencialmente mortal
que requiere atención calificada y, en algunos casos, una intervención obstétrica importante para que sobrevivan
(OMS, FNUAP, UNICEF, Banco Mundial, 2002). El momento del nacimiento es crítico para la sobrevida de las
mujeres y bebés, ya que el riesgo de morbimortalidad puede aumentar considerablemente si surgen
complicaciones (Organización Mundial de la Salud, 2018). Las complicaciones obstétricas durante el embarazo y
el parto, también se asocian a trastornos del espectro autista (TEA) y trastornos de la motricidad.
Dentro de esas complicaciones están las infecciones que pueden ocurrir durante el embarazo, parto y
nacimiento; y la transmisión de madre a hijo e hija puede ocurrir en el útero (congénita), durante el parto
(perinatal) o posterior al nacimiento (posnatal).
104
“Las infecciones durante el embarazo son una de las causas principales de morbilidad y
mortalidad fetal y neonatal. Aunque las anomalías congénitas son raras, las infecciones in-útero
pueden provocar abortos o muertes fetales. Las infecciones asintomáticas al nacer pueden tener
manifestaciones clínicas tardías que se hacen evidentes sólo en etapas posteriores de la vida,
principalmente, en los primeros años de niñez. El feto puede ser afectado no solo mediante
la transmisión directa del agente, sino también indirectamente por las consecuencias de
infección materna, tales como nacimiento de pretérmino o retraso del crecimiento intrauterino”
(Organización Panamericana de la Salud, 2008).
Según MINSAL en 2019, los diagnósticos más frecuentes en mujeres que en el embarazo o el post parto requirieron
ingreso hospitalario se encuentran la infección genital y la infección de la bolsa amniótica o de las membranas.
Las enfermedades endocrinometabólicas, las relacionadas con la nutrición y los trastornos hipertensivos pueden
tener repercusiones sobre la salud materna y del recién nacido. Para 2019, el Sistema de Información de
Morbimortalidad y Estadísticas Vitales (SIMMOW) reportó 1,275 mujeres en condición de embarazo con
diagnóstico de diabetes mellitus y 130 con otras enfermedades endocrinas, de la nutrición y del metabolismo.
También se identificaron 233 mujeres con diagnóstico de hipertensión preexistente y 189 con hipertensión
gestacional o inducida por el embarazo con proteinuria significativa.
Otro aspecto importante son las alteraciones en la salud mental por sus efectos sobre la salud materna e infantil;
las mujeres tienen mayor riesgo de enfrentar dichas alteraciones durante el embarazo, el parto y puerperio. En
2019 el SIMMOW reportó 221 mujeres en condición de embarazo que consultaron por afectaciones en la salud
psíquica y emocional, destacando los estados ansiosos con el 36.32% (80 casos), por episodios depresivos el 16.3%
(36 casos) y otras afectaciones a la salud mental con 11.8% (26 casos). Asímismo, se reportaron 136 mujeres con
afectaciones a la salud psíquica que complican el parto y el puerperio.
Dentro de los factores de riesgo perinatal asociados a alteraciones del desarrollo están las anomalías del trabajo de
parto, la edad de las mujeres mayor de 30 años, el trabajo de parto prolongado o por cesárea de emergencia, la
ganancia de peso materno durante el embarazo mayor a 15 kg y un peso de las niñas y los niños mayor a 4,000
gramos al nacer, que pueden asociarse a trastornos del desarrollo infantil. En ese sentido, el MINSAL en 2019
reportó que el 20% (12,943) de las mujeres que se inscribieron a control prenatal tenían más de 30 años, 454
egresaron con un diagnóstico de trabajo de parto prolongado, 1,570 tuvieron un parto por cesárea de emergencia,
428 experimentaron un aumento excesivo de peso en el embarazo (mayor a los 15 kg), 2,081 mujeres con
diagnóstico de preeclampsia y 1,722 diagnósticos de trabajo de parto y parto complicado por sufrimiento fetal.
105
• Embarazo en niñas y en adolescentes.
Los embarazos en las niñas y adolescentes representan un problema que vulnera derechos en El Salvador. En 2019,
MINSAL reportó 62,306 inscripciones prenatales de las que el 24.5% (15,260) corresponden a niñas y mujeres
jóvenes en el rango de 10 a 19 años. Es alarmante que de estas el 3.6% (545) de inscripciones corresponde a niñas
de 10 a 14 años.
Igualmente los embarazos y las uniones tempranas (Ministerio de Salud, ICPD25, UNFPA, 2019) afectan el
proyecto de vida de las niñas y las adolescentes (UNFPA, 2017) y constituyen un factor de riesgo para el
cumplimiento de otros derechos, sobre todo porque son formas de violencia tipificadas como delitos13 que
vulneran su derecho a una vida libre de violencia. La violencia genera estrés materno que juega un papel
importante en la afectación del neurodesarrollo de las niñas y niños recién nacidos causando autismo y
síndromes asociados, entre otros.
Diversos estudios a nivel internacional evidencian que las niñas y las adolescentes que están fuera del sistema
educativo están en mayor riesgo frente al embarazo y las uniones. Una revisión de datos de encuestas familiares de
salud y de indicadores múltiples en 79 países en desarrollo entre 1998 y 2011, muestra que las tasas de natalidad
adolescente son más altas en zonas rurales, entre adolescentes sin acceso a educación y en quienes pertenecen a
hogares en condición de pobreza. Según (UNFPA, 2013, pág. 8) las variaciones en un mismo país pueden originarse
no solo en las diferencias en los ingresos, sino también en el acceso desigual a la educación y a los servicios de
salud sexual y reproductiva, incluida la anticoncepción, la prevalencia de matrimonio infantil, costumbres locales
y presiones sociales, y leyes y políticas inadecuadas o mal implementadas.
En 2014, la Encuesta Nacional de Salud reportó, que el grupo de mujeres salvadoreñas de 20 a 24 años que habían
tenido un hijo o una hija antes de los 18 años, el 54% no estaba escolarizada; el 38% había cursado primaria; el
28.2% tercer ciclo; el 7.5% bachillerato; y el 2% son universitaria. Dicha encuesta concluyó que las jóvenes de 15 a
19 años que tienen un nivel educativo de primaria tienen casi 25 veces más probabilidad de tener un hijo o hija en
relación con las universitarias (MINSAL - INS, 2014, pág. 189).
13 En el Código Penal se define una serie de delitos contra la libertad sexual, estableciendo sanción al hecho de tener relaciones
sexuales con o sin violencia con personas entre 15 a 18 años (estupro Art. 163); con menores de 15 años (violación en menor o
incapaz Art. 159); la agresión sexual en menor de 15 años (Art. 161); entre otros.
106
• Condiciones y problemas de salud en la primera infancia.
Se estima que a nivel mundial nacen alrededor de 15 millones de niñas y niños con prematurez (antes de las 37
semanas de gestación) y la tasa de nacimientos prematuros oscila entre el 5% y el 18% según la OMS. La
prematurez continúa afectando el crecimiento y desarrollo adecuado desde etapas tempranas y, constituye la
primera causa de mortalidad en el periodo neonatal. Está relacionada con eventos en el momento del parto,
causas infecciosas y aquellas condiciones genéticas como las malformaciones congénitas (Li Liu+, 2012). En
2019 el MINSAL registró 6,982 niñas y niños que nacieron antes de las 37 semanas, para un índice de prematurez
del 8.17%.
Por otro lado, el peso al nacer es un indicador no solo de la salud materna y de su estado nutricional, sino también
de las posibilidades de supervivencia, crecimiento, salud en el largo plazo y desarrollo psicosocial. En 2019
MINSAL reportó, 8,451 niñas y niños con bajo peso al nacer, con un índice de 9.89%. Las niñas y niños con bajo
peso al nacer tuvieron una nutrición deficiente en el útero materno y enfrentan un riesgo mayor de morir durante
los primeros meses de vida; quienes sobreviven pueden tener la función inmunológica alterada, mayor riesgo de
contraer enfermedades, sufrir malnutrición y mayor incidencia de diabetes y enfermedades cardíacas en su etapa
adulta. También suelen tener un coeficiente intelectual más bajo y discapacidades cognitivas que afectan su
rendimiento en la escuela y sus oportunidades de empleo en la vida adulta.
Según (UNICEF , 2009) las enfermedades diarreicas son consideradas una de las causas principales de mortalidad
infantil a nivel mundial. En El Salvador entre los factores que contribuyen a la ocurrencia de estos casos están
las condiciones higiénicas, especialmente, en la zona rural del país que posee tasas más bajas en acceso al servicio
de agua por cañería, tenencia de servicio sanitario con conexión al alcantarillado y no contando con una adecuada
eliminación de aguas residuales según la EHPM (DIGESTYC - MINEC, 2018).
Según MINSAL en 2019, se brindaron 110,241 consultas de primera vez por un cuadro de diarrea en niñas y
niños de menos de 5 años, esto representa el 31% del total en todas las edades, siendo San Salvador, La
Libertad y San Miguel los departamentos con las tasas más altas. Durante el mismo año fallecieron 23 niñas y
niños por esta causa.
Otro problema de salud en la infancia con impacto directo en el neurodesarrollo, capaz de producir deficiencias
funcionales, son los trastornos mentales y del comportamiento; se calcula que uno de cada 160 niñas y niños tiene
un Trastorno del Espectro Autista (TEA) afirma la OPS (OPS, 2020).
107
Según el Perfil de Salud Mental de El Salvador (OPS, 2020), hasta los 5 años la carga de enfermedad asociada
a trastornos mentales, neurológicos, por consumo de sustancias y el suicido (MNSS), se debe principalmente a
dos causas: la epilepsia (56%) y autismo (39%). Entre los 5 y 15 años la carga de trastornos MNSS tiene como
causa principal los trastornos de la conducta (20%), dolores de cabeza (17%) incluyendo migraña y tipo
tensional, y trastornos de ansiedad (13%).
Asimismo, SIMMOW14 reportó que las causas de consulta por trastornos del neurodesarrollo durante el 2019
señalan que de las 3,642 niñas y niños de 0 a 7 años evaluados en consulta externa: el 32.54% (1,185) tuvieron un
diagnóstico de trastornos específicos del lenguaje y del habla, el 25.86% (942) diagnósticos relativos al trastornos
de desarrollo específicos de habilidades académicas, el 21.30% (775) a trastorno generalizado del desarrollo, el
19.08% (695) a trastornos de desarrollo específicos de funciones motoras y el 1.23% (45) a los tics.
Otra condición de interés es la discapacidad; según la Encuesta Nacional de Personas con Discapacidad 2015 en El
Salvador existen 463,075 personas con discapacidad. De estas, 343,131 son adultos y 119,944 son niñas, niños y
adolescentes. Al analizar los datos por rango de edad 12,709 son niñas y niños entre 2 y 4 años y 107,235 tienen
entre 5 y 17 años. La prevalencia de discapacidad es de 3.5% entre niñas y niños de 2 a 4 años, y de 6.6% para el
grupo de 5 a 17 años, lo que produce una tasa combinada de 6.0% de niñas, niños y adolescentes con discapacidad.
Esta tasa es significativamente mayor en niños (7.3%) que en niñas (4.7%). El tipo de discapacidad con mayor
prevalencia es de tipo mental o psicosocial, que alcanza un 4.7% de la población de 2 a 17 años; seguida de la
discapacidad intelectual con 1.3%. Las discapacidades visual y auditiva son las que mostraron una prevalencia
menor con 0.3% y 0.2%, respectivamente.
En cuanto a los servicios de servicios de habilitación y rehabilitación, los hospitales nacionales son los
principales proveedores de estos servicios. Sin embargo las estadísticas muestran que solo un 33.8% de las
personas con discapacidad hacen uso de los mismos, la mayoría (14.6%) de la atención a traves de consulta externa
y un 2.3% declara no necesitarlos, lo que implica que 63.9% de la población con discapacidad requiere dichos
servicios y no los usa. Los hospitales nacionales son los principales proveedores de esos servicios (36.3% de
los usuarios).15
El neurodesarrollo además de tener un sustento biológico y ambiental, influyen factores como la nutrición, si
esta es inadecuada ejerce un efecto negativo en el crecimiento corporal y el sistema nervioso central. Un
déficit proteico-energético a temprana edad incide en la manifestación de alteraciones permanentes de las
funciones cerebrales y su plasticidad, lo que impacta directamente en el desarrollo intelectual y conductual de
niñas y niños. Además, existe una asociación entre las alteraciones del estado nutricional (desnutrición,
deficiencia de micronutrientes, sobrepeso y obesidad) y las alteraciones de neurodesarrollo.
108
Se ha demostrado en estudios realizados que el sobrepeso, la obesidad, la desnutrición, y otras deficiencias
nutricionales maternas, están directamente relacionadas con el retardo del crecimiento intrauterino (CIUR), y
bajo peso al nacer; ambas condiciones resultan en alteraciones estructurales y funcionales del sistema nervioso y
de áreas específicas vinculadas con las funciones cognitivas.
La anemia nutricional causada por deficiencia de hierro continúa siendo un problema de salud pública que
afecta a la Primera infancia, el 21% de niñas y niños de 6 a 59 meses presentan cualquier tipo de anemia
(Hemoglobina menor de 11 mg/dl, según la edad del niño el porcentaje es mayor entre los 10 a 11 meses por
la fluctuación normal de la hemoglobina en ese grupo de edad en comparación con el 16% entre los niños y
niñas de 48 a 59 meses). Sin embargo, la anemia afecta mayormente a la niñez de 6 a 23 meses con un 26.1%.
Por área de residencia son más afectados quienes viven en el área rural (30%) en comparación con la urbana (27%)
según la Encuesta Nacional de Salud (MINSAL - INS, 2014).
Sobre el estado nutricional de niñas y niños menores de 5 años, la ENS 2014, muestra que 1 de cada 20 tenía una
desnutrición moderada o grave, el 14% baja talla moderada y grave para la edad; y 6 de cada 100 niñas y niños
tenían sobrepeso. En el IV Censo Nacional de Talla y el I Censo Nacional de Peso en Escolares de Primer Grado en
edades de 6 a 9 años realizados en 2016, revelan que la prevalencia de obesidad y sobrepeso fue de 30.74%,
(sobrepeso 17.10% y obesidad 13.64%).
Las estadísticas indican que se ha reducido la prevalencia de la desnutrición crónica en la niñez menor de 5 años,
sin embargo, se ha incrementado el sobrepeso y la obesidad en todos los grupos de edad, lo que ha dado origen
a un fenómeno denominado “Doble carga de la malnutrición: desnutrición- obesidad”.
De acuerdo con el reciente estudio en 2019 del Gobierno de El Salvador por medio del Ministerio de Salud y con el
apoyo del Instituto de Nutrición de Centro América y Panamá (INCAP), la Comisión Económica para América
Latina y el Caribe (CEPAL) y Programa Mundial de Alimentos (PMA): “El costo de la doble carga de la
malnutrición en El Salvador”, dentro de unos 25 años la población de 0 a 4 años disminuirá cerca de un 27% y los
adultos mayores duplicarán la cantidad actual. Con esto se puede esperar entonces un importante cambio en la
demanda por servicios de salud en el país. De acuerdo con Encuesta Nacional de Enfermedades No Transmisibles
de 2015, la población mayor de 20 años de El Salvador tiene una prevalencia de un 65.2% de sobrepeso y
obesidad; esta condición premórbida está asociada principalmente a la diabetes mellitus tipo 2 (DM2) y la
hipertensión (HTA), así como a enfermedades cardiovasculares, cáncer de mama, endometrio, colon y osteoartritis,
entre otras.
Los efectos de la doble carga de la malnutrición se pueden agrupar en 3 ámbitos de acuerdo con el estudio:
morbimortalidad, ausentismo laboral y productividad. Los efectos sobre la morbilidad se traducen en gastos
relacionados a las atenciones en salud; de seguir la tendencia de incremento del fenómeno, como efecto, es
probable que las personas no lleguen a formar parte de la población adulta económicamente activa debido a la
desnutrición o la obesidad.
109
La alimentación adecuada de los lactantes puede aumentar sus posibilidades de supervivencia; también promueve el
crecimiento y desarrollo óptimo. Cuando el acceso a la provisión de alimentos es suficiente, tienen menos
posibilidad de exponerse a enfermedades a repetición y alcanzar su potencial de crecimiento. Según los resultados
de la ENS 2014, el 47% de niñas y niños de 0 a 6 meses estaban con lactancia materna exclusiva. En cuanto a la
alimentación de las niñas y niños de 6 a 23 meses, la frecuencia mínima de comida fue de 86.4%; en relación a la
diversidad alimentaria mínima o alimentos de al menos cuatro grupos de alimentos fue de 78.3% y la alimentación
mínima aceptable fue de 67.3% y un 66.3%. Lo anterior se interpreta que aún existen dificultades para garantizar el
derecho a una alimentación adecuada a las niñas y los niños.
Por otra parte, un análisis de consumo aparente realizado por el Instituto de Nutrición de Centroamérica y Panamá
(INCAP) en 2007, reflejó que los patrones alimentarios de la población salvadoreña han cambiado en los
últimos años, incrementándose la ingesta de bebidas azucaradas y de carbohidratos simples, así como el
consumo de alimentos preparados fuera del hogar, los cuales generalmente contienen altas cantidades de grasa
y sodio.
Se encontró un bajo consumo de vegetales, frutas y de productos de origen animal. Lo que significa una dieta
alta en carbohidratos y limitada en proteínas; asímismo, los cereales, el pan francés, la tortilla y el pan dulce, son
los productos más consumidos, así como las bebidas azucaradas (CONASAN, 2018
- 2028).
Estos resultados reflejan la disponibilidad insuficiente de alimentos, la baja capacidad adquisitiva, los patrones
alimentarios inadecuados y las condiciones sanitarias adversas (enfermedades a repetición como la diarrea,
neumonías y otras) que inciden en las manifestaciones de la malnutrición. Adicionalmente la disminución de la
actividad física, se ha manifestado en el incremento de la obesidad, el sobrepeso y en la aparición de
enfermedades crónicas no transmisibles (ECNT), tales como las cardiovasculares, diabetes, hipertensión e
hiperlipidemias (OMS, 2018)
En los primeros años de vida la provisión de cuidados dentro y fuera del hogar y la estimulación cognitiva son de
vital importancia ya que inciden de manera directa en el desarrollo de niñas y niños. Por tanto, la ausencia de
cuidados familiares y de servicios de cuidado de calidad se convierten en situaciones adversas que vulneran
derechos y limitan el desarrollo integral.
En el país las prácticas sociales y culturales asignan con exclusividad a las mujeres el cuidado de niñas, niños y
otras personas que por sus condiciones personales requieren de asistencia, sobrecargandolas y restando espacio
para su desarrollo personal; Según la DIGESTYC en 2013, la persona que asume el cuidado de niñas y niños de 0 a
3 años, es la madre (82%), las abuelas y abuelos (11%), empleadas del servicio doméstico (3%), finalmente las
hermanas / hermanos y padres (1%). Esta dinámica se profundiza por factores como el machismo que propicia la
división sexual del trabajo y la migración dificulta lograr el reparto equitativo entre hombres y mujeres de las
responsabilidades del ámbito reproductivo.
110
En El Salvador, Honduras y Guatemala una quinta y cuarta parte de niños entre 3 y 6 años son criados por sus
abuelos y abuelas. También un estudio BID-IPA, dice que esta población bajo el contexto de hogares de salto
generacional refleja un estatus socioeconómico más bajo, falta de habilidades parentales y de información sobre
servicios. El 37% de estos hogares también tienen a su padre, madre o ambos ausentes y reflejan una menor
calidad del cuidado debido al perfil del cuidador, a las expectativas y creencias en poblaciones adultas (menos
lectura, cantos, juegos, juguetes) que resultan en una reducción del alcance de hitos del desarrollo.
La corresponsabilidad social conlleva visibilizar, reorganizar y valorizar los cuidados buscando el asumir de los
hombres y la participación activa de las instituciones en particular el Estado y las empresas y las
organizaciones laborales. Un estudio de UNICEF, advierte que el Estado y el mercado no han logrado proveer
servicios de apoyo efectivo que alivie la carga doméstica, baje los costos de su crianza y cuidado, y fortalezca la
labor de las familias (UNICEF, 2017).
En 2017 se realizó la primera Encuesta Nacional de Uso del Tiempo en El Salvador, con el objetivo de
visibilizar las brechas en cuanto al tiempo destinado al trabajo remunerado y no remunerado entre hombres y
mujeres. Los datos reflejan que las mujeres dedican un tiempo promedio semanal de 08:52 horas al cuido de
todos los miembros del hogar y los hombres solo 04:51 horas semanales. En relación al cuido de personas con
dependencia permanente o potencialmente dependientes, dentro de las que se consideraron a niñas y niños de 0 a
5 años de edad y personas de 6 a 14 años de edad, las mujeres dedican en promedio 18:34 horas, mientras que los
hombres dedican solo un promedio de 09:40 horas semanales.
Aunque en los últimos años hubo avances en materia de atención educativa a niñez en la Primera infancia, se
requiere incrementar las acciones dirigidas a garantizar una mayor cobertura con plena equidad y calidad. Uno
de los desafíos es mejorar el acceso y la calidad en la atención educativa, garantizar una escuela inclusiva y no
sexista, respetuosa de la diversidad, libre de violencia, con personal docente con las competencias para la calidad
educativa, con infraestructura acorde a la educación integral, entre otros.
El panorama en materia de atención educativa es un reto, los datos de la EHPM 2018 reflejan que el 97.8% de niñas
y niños entre 0 a 3 años no recibió ningún servicio de cuidado público o privado, el 35.8% de quienes tenía entre 4 y
6 años no asistió a parvularia, y más de la mitad de estos (52.4%) no lo hizo por decisión de sus padres (DIGESTYC
- MINEC, 2018).
Las estadísticas oficiales sobre matrícula inicial reportada por el MINED para 2018 muestran una cobertura de
la educación inicial del 6.4% y de educación parvularia del 57.4%, con un estimado de 558,277 niñas y niños
entre 0 y 7 años fuera del sistema educativo. Otro dato de interés es que a pesar que el 58.3% de las niñas y
niños matriculados en Primer Grado tenían la edad apropiada (siete años), un 32.9% tenían ocho años, un 4.3%
con nueve años y un 3.2% tenían 10 años o más
111
• Escasa o inadecuada estimulación en el hogar.
Los resultados de la ENS 2014 nos muestran que el 59% de niñas y niños habían sido estimulados por un adulto con
actividades para promover su aprendizaje y prepararlos para la escuela, que apenas el 18% disponían de 3 o más
libros infantiles y que 6 de cada 10 niñas y niños tienen a su disposición 2 o más juguetes.
Existen diferentes patrones o prácticas de crianza (basadas en creencias y tradiciones), que se vinculan con el
cuidado, el control, los patrones de conducta socialmente aceptados y la aplicación de métodos de disciplina
violenta capaces de producir efectos negativos sobre el desarrollo, con un impacto aún mayor si ocurren en la etapa
primera infancia.
Según UNICEF, en la política social salvadoreña aún no existe un pilar orientado a fortalecer la capacidad de las
familias para conciliar sus tareas de cuidado con los compromisos laborales de los padres, madres o cuidadores que
oriente a las familias sobre cómo realizar un cuidado cariñoso, respetuoso y sensible de acuerdo a las
necesidades de los niños, y que apoye la creación de entornos favorables para el desarrollo infantil temprano
en el cuidado de niñas y niños (UNICEF - OMS, 2018).
Las condiciones socioeconómicas negativas impactan el desarrollo infantil, dada la ausencia de recursos y
oportunidades; esto puede contrarrestarse si se fortalecen los factores que fomentan el desarrollo positivo, tales
como la implicación de la madre, el padre y las familias, las organizaciones comunitarias activas y los espacios en
los que se puede jugar y pasear sin riesgos (OMS, 2017).
Para 2018 un total de 840,409 niñas, niños y adolescentes vivían en hogares en situación de pobreza
multidimensional, es decir, bajo condiciones o limitaciones para su bienestar contemplados desde cinco
dimensiones que incluyen educación, condiciones de la vivienda, trabajo y seguridad social, salud, servicios
básicos, seguridad alimentaria y calidad del hábitat. En 2019 el 28.1% de los hogares sufría de pobreza
multidimensional (es decir, 543,875 hogares, en los que residen 2,146,595 personas), 17.5% para el área urbana y
46.0% para el área rural. En el caso de la niñez estas privaciones constituyen una condición crítica, en tanto ponen
en riesgo el desarrollo de sus capacidades (OMS, 2017).
El hacinamiento está asociado al riesgo de sufrir violencia doméstica, desintegración familiar, abusos y
violencia sexual, bajo rendimiento escolar, entre otras situaciones. A nivel nacional el 40.5% de los hogares
viven en condición de hacinamiento, esta situación es mayor en los hogares del área rural el 55.2%
(DIGESTYC - MINEC, 2019) .
112
La desigualdad de género y las masculinidades violentas propician que las niñas y las adolescentes enfrenten
violencia en los hogares, en su mayoría ejercida por personas que tienen la responsabilidad de protegerlos en sus
derechos.
La evidencia muestra que los agresores reportados en hechos de violencia contra las mujeres ejercida durante la
etapa de su niñez fueron familiares tales como: padres (74.3%), abuelos (7.7%) hermanos (7.2%) otros familiares o
personas allegadas a la familia (7.6%), padrastros (2.5%) y madrastra (0.7%) (UNFPA, INJUVE, CONNA,
ISDEMU, INS, 2016).
También el estudio Maternidad y Unión en Niñas y en Adolescentes revela situaciones del entorno familiar donde
se omite las responsabilidades de protección a los derechos de las niñas, al contrario representan amenazas para su
integridad, dignidad y estima; de tal forma que el 13 % de las niñas y adolescentes que se entrevistó en el referido
estudio, reportó haber sido víctimas de violencia sexual en algún momento de su vida, proporción que
aumentaba al 38% en el rango de edad de 10 a 12 años, siendo la edad promedio del inicio de la violencia a los
11 años. En el 52 % de los hechos estas violaciones ocurrieron dentro de la familia (en la vivienda donde vivía la
niña o adolescente) siendo perpetradas por padres, padrastros, tíos y primos. (UNFPA, INJUVE, CONNA,
ISDEMU, INS, 2016)
Lo anterior, muestra que la violencia sexual ocurre en el círculo familiar de las niñas, siendo generada por
personas conocidas y de su confianza, lo que agrava la situación para iniciar un proceso de denuncia por las
presiones familiares y los deberes simbólicos que se les imponen a las mujeres de mantener la unión familiar aún a
costa de sus propios derechos.
Pese a las iniciativas de los gobiernos municipales, organizaciones de la sociedad civil, asociaciones deportivas,
culturales y religiosas que promueven acciones recreativas y de esparcimiento, los espacios públicos para el derecho
al juego y a la recreación aún son insuficientes; y los que existen no están en condiciones idóneas para los intereses
y especificidades de las niñas y niños según su edad, organización de los espacios, adecuada ornamentación,
iluminación y seguridad perimetral para el disfrute seguro de la niñez.
La ausencia o el mal estado de espacios públicos, como parques o lugares de esparcimiento para la recreación
y el deporte, dificulta el ejercicio efectivo de este derecho. Asímismo, las niñas, niños y adolescentes que
participaron en la consulta para la elaboración de la Política de Niñez, expusieron que la inseguridad y la violencia
que existe en sus comunidades por la presencia de pandillas no les permitía salir a jugar, a divertirse, por lo que
deben quedarse encerrados en sus casas (CONNA, 2013 - 2023). .
• Contaminación ambiental.
Cada año en el mundo mueren más de tres millones de niñas y niños menores de cinco años por causas y
afecciones relacionadas con el daño ambiental. El aire y el agua contaminados, la ausencia de saneamiento
adecuado, los riesgos de toxicidad, los vectores de enfermedades, la radiación ultravioleta y los ecosistemas
degradados son factores de riesgo que influyen en la mortalidad, la morbilidad por afecciones respiratorias y
digestivas, traumatismos físicos, intoxicaciones, enfermedades transmitidas por insectos e infecciones perinatales.
113
La exposición a riesgos ambientales puede comenzar desde antes del nacimiento. El plomo aire, el mercurio en los
alimentos, así como otras sustancias químicas, pueden tener efectos a largo plazo, a menudo irreversibles, como
infertilidad, abortos espontáneos y defectos de nacimiento (OMS, 2002).
El Salvador es vulnerable al cambio climático, su ambiente es insalubre y hay inseguridad hídrica. Es uno de los
países del mundo con mayor vulnerabilidad a los fenómenos naturales. El 88.7% del territorio se considera zona de
riesgo y sobre esa superficie se asienta el 95.4% de la población. Un total de 115 de los 262 municipios del país se
encuentran en situación de vulnerabilidad media, alta y extrema. En estos municipios habita el 63.3% de la
población del país.. (MARN, Octubre, 2017).
El hogar, la escuela y la comunidad son proclives a convertirse en entornos donde los derechos de las niñas y
niños son vulnerados, producto de la violencia. El maltrato infantil, abandono, violencia y explotación sexual,
y reclutamiento por parte de maras y pandillas son algunas de las expresiones de violencia cuyas
consecuencias se traducen en deserción escolar, migración irregular, desplazamiento forzado, embarazos en
niñas y adolescentes, desintegración familiar, entre otros efectos (UNICEF, 2018).
Según la DIGESTYC en 2018, al consultar sobre el uso y percepción de seguridad en los espacios públicos, el
51.5% de las personas encuestadas expresaron sentirse “algo seguros” al transitar en la calle/pasaje/vía pública; el
51.2% al utilizar la casa comunal y el 50.2% al utilizar casa de la cultura; sin embargo, donde se sentían “muy
seguros” fue en las plazas públicas (46.9 %) y en los parques o zonas verdes (42.7 %) (DIGESTYC - MINEC,
2018).
114
La percepción de inseguridad en los espacios públicos afecta a las niñas y los niños.También por los patrones
socioculturales en estos espacios las niñas enfrentan violencia sexista del tipo simbólica y sexual, provocando
que las familias por protegerlos limiten su derecho a la recreación, esparcimiento, deporte, juego y acceder a la
ciudad, por lo que es esencial que las instituciones del Estado articulen esfuerzos para la protección a sus
derechos frente a la violencia.
Según datos de ENS 2014, el subregistro de los nacimientos podría oscilar entre 1% y 2%. Sin embargo, datos
aportados por la DIGESTYC a través del Informe de monitoreo y seguimiento de los ODS, informan para 2019 que
el porcentaje de niñas y niños menores de 5 años cuyo nacimiento fue registrado ante una autoridad civil
asciende al 95.8% , cifra que sugiere que el subregistro de los nacimientos pudiera elevarse a más del 4%.
• Trabajo Infantil.
La pobreza está asociada a las causas que generán trabajo infantil debido a que la niñez trabajadora, por lo
general, pertenece a hogares con privaciones económicas, a familias disfuncionales y a diversas formas de
abandono. También ejercen una influencia directa los sistemas educativos y de cuidado de baja calidad o poco
accesibles y los patrones culturales asociados a la permisibilidad social del trabajo infantil (CONNA, 2015).
La EHPM 2019, muestra que el número de niñas y niños entre 5 a 17 años, que se encuentran en situación de trabajo
infantil es de 93,283, sin embargo se estima la existencia de subregistro dado las características que presenta esta
práctica donde se reproduce el orden de género; en consecuencia, en su mayoría son los niños (70.2) que realizan
trabajo infantil con base en el rol de provisión que socialmente se asigna desde la más temprana edad, con el
agravante que el 40% de toda la población de niñez en esta situación, no asistía a la escuela.
Por su parte el MINED en 2018 reportó un total 47,649 estudiantes en situación de trabajo que realizan 14 tipos de
actividades, siendo tres las destacadas: el trabajo agrícola 28% (13,341), otras actividades remuneradas o no el
22.6% (10,787), ventas (ambulantes y mercados) un 11.8% (5,614) y el restante 38% se distribuye en los otros tipos
de actividades.
115
• Violencia física y psicológica ejercida desde la familia o el entorno.
La violencia contra la niñez es compleja y se deriva de las relaciones de poder donde concurre el género, la edad,
discapacidades y otros motivos de exclusión. Esta se usa como mecanismo de dominación, por tanto transita
entre quien tiene ventaja frente a quien está en subordinación. También se deriva de la creencia de que las
niñas y niños son propiedad de personas adultas (Gaborit, 2020). Asímismo, la creencia de que la niñez no tienen
derechos pero sí obligaciones, lo que genera condiciones para ejercer el maltrato y el uso discrecional de la
violencia como método de disciplina (Morales, 2013). .
La ENS 2014 identificó dentro de sus datos que un 52% de las niñas y niños entre 1 y 14 años habían
experimentado agresión psicológica o castigo físico durante el último mes anterior a la encuesta. Por su parte,
la Fiscalía General de la República (FGR) en 2019 registró 261 niñas y niños en el rango de edad de 0 a 7 años
que fueron víctimas del delito de maltrato infantil. En estas vulneraciones también el subregistro está presente
debido a la limitada denuncia que se realiza por considerarlo disciplina.
La violencia sexual contra niñas y niños constituye una grave violación a sus derechos humanos y se
manifiesta en violación, acoso, agresión sexual, explotación sexual y pornografía, entre otras formas. Se ejerce en
los hogares, instituciones, escuelas, lugares de trabajo, comunidades y aún en contextos de emergencia.
Por la discriminación relacionada con el género y la edad, son las niñas y las mujeres quienes integran la mayoría
de los hechos denunciados. Para 2019 las Juntas de Protección recibieron 13,746 casos por presuntas amenazas y
vulneraciones a derechos, de los cuales 3,478 se relacionan con afectaciones a la integridad sexual; estos casos
implican 3,567 niñas, niños y adolescentes presuntas víctimas, de las cuales el 91.34% son niñas y adolescentes
mujeres y el 8.63% son niñas y niños entre 0 y 7 años. Por su parte, en 2019 la FGR registró 529 niñas y niños de 0
a 7 años victimas de violencia sexual y según tipos de delitos; las agresiones sexuales configuraron el 79% de los
hechos (417), las violaciones sexuales el 18.5% (98), acoso sexual el 2% (11) y la trata el 0.5% (3).
Los patrones culturales que prevalecen en el país evidencian que la participación de las niñas y niños
generalmente se invisibiliza, porque no se les considera capaces de emitir opiniones y mucho menos participar
en la toma de decisiones en temas de su interés, aunado a ello, existen pocos espacios o mecanismos para
garantizar el cumplimiento de este derecho (CONNA, 2019).
La información sobre la participación de las niñas y los niños es limitada, así como los esfuerzos realizados por las
instituciones para garantizar este derecho. Destaca la experiencia del CONNA en las consultas efectuadas para la
elaborar los Lineamientos para la participación de niñez y adolescencia y que en atención a su desarrollo
evolutivo, se adaptó la metodología de trabajo a las características propias de esta etapa de la vida.
116
• Niñez en conexión con la calle y víctimas de trata.
Esta problemática de carácter multicausal y estructural se ve agravada ante la ausencia de datos nacionales que
permitan conocer con mayor profundidad la magnitud del problema y la realidad de las niñas y niños en conexión
con la calle. Según los registros administrativos del Sistema de Información para la Infancia del ISNA en 2019, se
reporta 28 niñas niños y adolescentes (7 niñas y adolescentes mujeres y 21 niños y adolescentes hombres) que
fueron atendidos por encontrarse en situación de calle.
Este fenómeno impacta negativamente en el desarrollo de la niñez dadas las condiciones que limitan su
derecho a salud, nutrición, cuidados, estimulación y educación principalmente. Al mismo tiempo, las múltiples
vulneraciones a sus derechos por parte de cuidadores, autoridades, transeúntes y pares; por ejemplo, el delito
de trata tiene mucha vinculación con la forma de explotación sexual y/o mendicidad forzada a la que es
sometida la niñez.
Entre 2018 y 2019 la FGR registró 10 niñas y niños en el rango de edad de 0-7 años víctimas de trata. Cabe
destacar que la PNC ha manifestado preocupación por niñas y niños en su primera infancia que son utilizados
o explotados por maras y pandillas como vigías en las comunidades.
En todo el mundo las niñas y niños viven en los centros penitenciarios sin haber delinquido y llegan junto a sus
progenitoras o nacen en estos lugares que no son apropiados para su crecimiento y desarrollo. La Ley Penitenciaria
de El Salvador (Artículo 70) establece que las mujeres podrán tener en su compañía a sus hijos que tienen menos
de cinco años y además que los centros penales deben contar con dependencias especiales para la atención de las
mujeres que se encuentran internas y en condición de embarazo y de quienes han dado a luz (Ley penitenciaria de El
Salvador, 1997).
La Dirección General de Centros Penales registra una leve disminución de niñas y niños viviendo con sus
madres en el Centro Penitenciario Granja de Izalco, pasando de 135 niñas y niños en 2014 a un total de 125 (64
niñas y 61 niños) en 2019. Adicionalmente se documentó 19 mujeres en estado de embarazo.
En 2014 las autoridades migratorias declararon la existencia de una Crisis Humanitaria frente a la incesante
llegada de niñas y niños provenientes de Centroamérica (CONNA, 2019), quienes habían migrado de manera
irregular, exponiéndose durante su trayecto a riesgos que atentan contra la vida, integridad personal y otros
derechos. La Dirección General de Migración y Extranjería de enero a julio de 2019 registró 2,025
repatriaciones aéreas y terrestres de niñas y niños entre los 0 a 9 años.
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La dinámica de las caravanas de migrantes ha modificado la naturaleza de la travesía y se ha adoptado en algunos
de los casos la migración de grupos familiares, en donde son mayoría las mujeres, las niñas y niños. Los
principales motivos de migración manifestados por niñas, niños y adolescentes migrantes retornados son factores
económicos, la reunificación familiar y la inseguridad en el país.
• Insuficiente aplicación del enfoque de derechos por parte de las instituciones garantes
de derechos.
Las deficiencias en la aplicación del enfoque de derechos en los programas, servicios, asignación de recursos e
instrumentos de gestión relacionada con niñas y niños; se evidencia a través de la poca participación de la niñez en
la toma de decisiones, en la insuficiente coordinación para la implementación de políticas públicas, procesos de
protección que vulneran otros derechos, limitaciones relacionadas con servicios inclusivos y de atención a niñas
y niños con discapacidad, entre otras (CONNA, 2019).
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Anexo 2. Matriz de indicadores de resultados de crecer juntos
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Anexo 3. Lineamientos para el funcionamiento de la Mesa Técnica Intersectorial de
primera infancia Crecer Juntos.
Definición e intregrantes:
Funciones:
• Dar seguimiento a las decisiones tomadas por el Gabinete de Bienestar Social para garantizar su
cumplimiento.
• Brindar lineamientos para la incorporación de los resultados y productos de la política en las
planificaciones estratégicas y operativas de las instituciones ejecutoras.
• Facilitar la armonización de instrumentos normativos y programáticos en materia de Primera infancia
con la Política Crecer Juntos.
• Formular y evaluar el Plan de Acción de la política.
• Definir lineamientos generales para los Equipos Gestores de la política.
• Revisar los informes técnicos y financieros sobre la implementación de la política, periódicamente.
• Conducir los procesos de levantamiento de línea de base, evaluación de procesos y evaluación de impacto de
la política.
• Informar al menos 3 veces al año al Gabinete de Bienestar Social los avances y dificultades en la
implementación de la Política.
• Elaborar recomendaciones técnicas dirigidas al Gabinete de Bienestar Social que faciliten la toma de
decisiones.
• Generar espacios de diálogo y retroalimentación con los mecanismos consultivos y de apoyo a la
implementación de la política ubicados en el nivel nacional.
• Propiciar la participación de niñas, niños y adolescentes en las acciones relacionadas con el desarrollo integral
de la Primera infancia.
• Establecer alianzas estratégicas con los socios para el desarrollo.
• Revisar y aprobar las propuestas de proyectos en materia de Primera infancia que formulen las entidades
del órgano ejecutivo o adscritas a él de cara a la búsqueda de cooperación internacional, técnica o financiera,
de manera que se asegure la coherencia y unidad de dichos proyectos o acciones, evitándose duplicidad
de esfuerzos y propiciando la optimización de recursos tanto nacionales como internacionales.
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Funcionamiento:
• La coordinación de la Mesa Técnica está bajo la responsabilidad del Despacho de la Primera Dama de la
República, con el apoyo técnico del Consejo Nacional de la Niñez y de la Adolescencia, atendiendo a su rol
rector en la vigilancia del cumplimiento de derechos.
• El titular de cada institución, nombrará un representante propietario y un suplemente, y notificará por la
vía oficial el nombre, cargo y datos de contacto de la persona delegada.
• Las personas delegadas deberán ser de nivel gerencial, con capacidad de toma de decisiones y con línea directa
de comunicación con los titulares de la institución, para facilitar su retroalimentación.
• La mesa sesionará una vez al mes previa calendarización y extraordinariamente a solicitud, cuando se estime
necesario.
• Las sesiones podrán desarrollarse en modalidad presencial o virtual.
• Se adoptarán acuerdos por consenso de los presentes, en caso de que fuese imposible llegar al mismo, se
realizará a través de mayoría simple.
• A las sesiones de trabajo podrán ser convocados representantes de entidades públicas o privadas, expertos y
otras personas naturales o jurídicas, cuyo aporte se estime conveniente para el desarrollo de la Agenda
Nacional de Primera infancia.
• La Mesa Técnica desarrollará 2 sesiones informativas anuales con todas las instituciones vinculadas a la
implementación de la política (en anexo el listado de instituciones), las cuales deberán designar un enlace.
• El Despacho de la Primera Dama, con el apoyo técnico del CONNA, asumirá el rol de secretaría técnica
de la mesa y será responsable de las convocatorias, la elaboración de las memorias, el seguimiento de
acuerdos, las comunicaciones oficiales, las relaciones directas con los espacios y mecanismos de apoyo a
la implementación y otros insumos que se consideren pertinentes.
• Los acuerdos de cada sesión serán comunicados a los integrantes de la mesa vía correo electrónico, a más
tardar 3 días después de efectuada la sesión.
• La persona representante propietaria deberá informar de los acuerdos a los titulares de cada institución.
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