Ensayo Investigación - Oral
Ensayo Investigación - Oral
Ensayo Investigación - Oral
Equipo docente:
Camila Masset
DNI: 43413957
Introducción:
Para realizar una breve exposición argumentativa como futura docente, decidí hacer
énfasis en categorías de raza y blanquedad como visiones del mundo que cristalizan y
naturalizan las desigualdades sociales y aporofobia categoría para pensar los
discursos de odio y los procesos de vulneración social. Cuestiones que nos atraviesan
como seres humanos que habitamos el mundo, y diferentes sociedades.
Generalmente, las diversas problemáticas que atraviesan las sociedades tienen que
ver con los productos que genera un determinado sistema mundo, denominado
capitalismo, el cual se ha instaurado en la estructura social, económica, política y
ambiental en la que habitamos actualmente.
Para poder contextualizar las diferentes situaciones que voy a desarrollar, tendré en
cuenta aportes de Quijano, Aníbal. “Colonialidad del poder, eurocentrismo y América
Latina” (2000), Cortina, Adela “Aporofobia, el rechazo al pobre (2017), y Castro-
Gómez, Santiago. “Descolonizar la universidad. La hybris del punto cero y el diálogo
de saberes” (2007). Y de los artículos de “Identidad Marrón”, “El país invisible” y
“Maestras originarias sin escuela”.
Desarrollo:
La identidad marrón no se define en oposición a lo negro o afro, sino como una forma
política de interpelar y distinguir las particularidades de las personas descendientes de
pueblos originarios que sufrieron la esclavitud en la época colonial. Busca visibilizar las
estrategias de exclusión y discriminación que ejerce la supremacía blanca sobre las
personas no blancas. El colectivo identifica la compleja trama y multiplicidad de formas
de maltrato y opresión que forman parte de la hegemonía.
La lucha contra el racismo también requiere una mirada crítica hacia nuestras propias
actitudes y prejuicios. Es importante cuestionar estereotipos, prejuicios y privilegios
que perpetúan la discriminación racial en nuestras sociedades. Promover la empatía,
el diálogo intercultural y la solidaridad entre los diversos grupos étnicos es esencial
para construir una sociedad más justa y equitativa.
Todas estas cuestiones tienen relación a lo que sucede dentro de las sociedades de
los pueblos originarios y ancestrales, tomo algunos aportes de Quijano (2000) en su
texto cuando se refiere acerca de un nuevo patrón de poder, la clasificación social, que
significativamente rige en la mayor parte de la población mundial. Esta clasificación
social engloba diferentes construcciones mentales en relación a la idea de raza, la cual
se encuentra enmarcada por una llamada dominación colonial que se basa en la
codificación que realizaban los conquistadores en relación a las diferencias de las
estructuras biológicas, que justamente posicionaba a los conquistados en una
situación de inferioridad en relación a los que ejercían dicho patrón. .
La idea de raza se fue instalando en toda la población mundial a través de varios
elementos como la procedencia geográfica o país de origen en donde se configuro una
cuestión de nuevas identidades en relación a la connotación racial. Es por ello que
Quijano (2000) sostiene que “de ese modo, raza se convirtió en el primer criterio
fundamental para la distribución de la población mundial en los rangos, lugares y roles
en la estructura de poder de la nueva sociedad” (2000. Pág. 780)
Retomando los argumentos que he descrito, es necesario destacar que aún siguen
vigentes estas situaciones que abarcan el colonialismo del poder, ya sea el
desplazamiento de aquellos pueblos originarios e indígenas, porque si bien existe una
separación en relación a la idea de raza, la superioridad del sujeto eurocéntrico sigue
siendo exacerbada.
Es por ello que es necesario que, como sujetos de derechos, instalemos la idea de
una descolonización de poder, la cual implica diversos procesos, tales como la crítica
de la perspectiva eurocéntrica y el ejercicio de las formas autónomas de construcción
de conocimiento y acción social. Por ello, los movimientos encabezados por indígenas
latinoamericanos son los que pueden orientar las rutas posibles de la lucha social.
Las luchas sociales deben, por lo tanto, encaminarse hacia la descolonización del
poder, pasando por la necesaria ruptura con el eurocentrismo y el reconocimiento de
la diversidad y de luchas de poder dentro de dicho patrón de poder colonial, no como
una forma natural de organización y división mundial, sino reconociendo los elementos
de poder y dominación implícitos en éste.
Otro artículo que seleccioné para seguir trabajando en este ensayo es “el país
invisible”, el cual expone la diversidad de comunidades originarias, donde se
encuentra un Estado presente casi exclusivamente en el sostenimiento de programas
sociales, pero que hay un Estado ausente, en las restantes situaciones que suceden
en las sociedades.
Todavía queda un bosque que integra el Chaco Salteño, este, “Es un monte que está
muy lastimado, destrozado por la influencia de las corporaciones, de ambiciones
egoístas del hombre, sin importar que allí hay vida”, denuncia Fidelina Díaz, vocera de
la comunidad Chorote de Pomis Jiwet.
Considero que la identidad indígena puede estar cargada de susceptibilidades
políticas, ya que el reconocimiento de un grupo determinado puede dar paso a
obligaciones en materia de derechos humanos y a reivindicaciones sobre los recursos.
Esa comunidad no tiene buena higiene y no carece de agua potable, y estas
situaciones pueden desencadenar enfermedades que propician la desnutrición.
Con el tiempo ha ido aumentando la visibilidad y participación política de los pueblos
indígenas. Pero, cuando se los compara con el resto de los latinoamericanos, aún
presentan peores indicadores en cuanto a salud, educación, trabajo y acceso a los
servicios.
Las organizaciones solidarias son indispensables para acabar con la pobreza, y por
eso merecen el mayor reconocimiento y apoyo. En realidad, la humanidad tiene hoy en
día medios para que nadie viva en pobreza y además tiene el deber de erradicar,
porque es un derecho de las personas que se les ayude a salir de la pobreza, pero no
lo hemos conseguido, lo cual significa que somos sociedades injustas, que estamos
bajo mínimos de justicia.
Sin el trabajo de las organizaciones y los ciudadanos solidarios el sufrimiento humano
sería mucho mayor, por eso su existencia y promoción es de primera necesidad. La
autora Adela Cortina (2017), sostiene que “es tarea del Estado proteger a los más
vulnerables de la sociedad, entre los que se encuentran las víctimas de la
discriminación y el odio”. Es por eso que el Estado debería de crear diferentes
programas destinados a familias en situación de extrema vulnerabilidad.
Siguiendo con lo que sostiene Adela Cortina, voy a profundizar en el papel del Estado
con la protección de los más vulnerables y su responsabilidad en la lucha contra la
pobreza y la discriminación.
Sostengo que es muy importante resaltar la importancia de las organizaciones y los
ciudadanos solidarios en la mitigación del sufrimiento humano causado por la pobreza.
Sin embargo, también es necesario reconocer que su labor es complementaria y no
sustituye la responsabilidad del Estado en garantizar el bienestar de todos los
ciudadanos.
Adela Cortina afirma, que el Estado tiene el deber de proteger a los más vulnerables
de la sociedad, lo cual implica adoptar políticas y medidas concretas para combatir la
discriminación y el odio. Esto se debe a que la discriminación y el odio contribuyen a
perpetuar la desigualdad y la exclusión social, aumentando la pobreza y el sufrimiento
de aquellos que son objeto de dichas actitudes.
En este sentido, quiero analizar cómo el Estado puede abordar la discriminación y el
odio a través de la promoción de leyes y políticas inclusivas, así como de programas
de sensibilización y educación que fomenten el respeto, la igualdad y la solidaridad.
Además, considero que es de suma importancia dar cuenta que el Estado debe
garantizar el acceso a la educación, salud y vivienda, especialmente para aquellos que
se encuentran en situación de vulnerabilidad.
Es fundamental establecer mecanismos de protección y apoyo específicos para las
víctimas de discriminación y odio, brindándoles recursos y herramientas para hacer
valer sus derechos y superar las barreras que enfrentan.
Hay que tener en cuenta que la sociedad de prioridad a ciertos valores y pensar seres
conscientes en tomar una decisión respecto a valores como prevenir igualdad de
género, respeto a los mayores, damos un afirmativo apoyo a estas iniciativas pero no
lo cumplimos y allí hay un desfase en las declaraciones y realizaciones. Tomando las
palabras de Adela Cortina (2017), “debemos reflexionar en qué valores vamos apostar
y cuales vamos a dejar”, si descubrimos que tenemos un desfase en nuestros valores
hay que identificarlos, estudiarlos y eliminarlos por la razón de no ser.
Es importante reconocer que los valores son la base de nuestras decisiones y
acciones. Sin embargo, a menudo existe un desfase entre lo que afirmamos valorar y
nuestras acciones concretas. Este desfase puede deberse a diversas razones, como
la influencia de la cultura, las presiones sociales o incluso la falta de conciencia sobre
la importancia de vivir de acuerdo con nuestros valores.
No hay que esperar a que haya una “desgracia rotunda” para darnos cuenta de que la
humanidad viviría mucho más feliz y mucho más contenta, y todos podrían salir
adelante y seguir con sus planes de vida, si en cada ámbito de la vida social se
tratarán de alcanzar los fines por los que existen. A ver si aprendemos que al igual
que el campo hay que cultivarlo día a día para que las plantas crezcan, nosotros
también tenemos que cultivar las buenas costumbres, las buenas aspiraciones y
hábitos y los grandes ideales en cada momento, no solamente cuando aparece una
catástrofe aterradora.
Teniendo en cuenta lo desarrollado hasta aquí es importante abordar el artículo que
relata la situación de “maestras originarias de comunidades indígenas” en Argentina
que se han graduado como maestras de nivel inicial en el Instituto de Educación
Superior 6050 de Santa Victoria, a pesar de su formación, estas maestras enfrentan
dificultades para encontrar trabajo en jardines de infantes y escuelas. Muchas de ellas
no pueden acceder a especializaciones y postítulos debido a la falta de recursos
económicos y la falta de acceso a internet en sus comunidades. Como resultado, las
niñas y los niños de estas comunidades siguen siendo educados por maestros que no
hablan su lengua y no los entienden.
Carolina Andrada, de origen criollo, pero que creció en una comunidad wichí, también
comparte la frustración de no encontrar empleo docente después de cuatro años de
graduarse. Estas maestras enfrentan desafíos económicos, y tecnológicos, ya que
carecen de recursos y tienen una conexión de internet deficiente en sus comunidades.
Destaca la importancia de que los niños de estas comunidades tengan maestros que
hablen su lengua materna para facilitar su aprendizaje del español. Además, señala
las dificultades que enfrentan estas comunidades en términos de acceso a servicios
básicos, como agua potable, atención médica y documentos de identidad.
Como afirma Castro- Gomez (2007)” La globalización neoliberal no ha hecho más que
profundizar las desigualdades económicas, sociales y culturales, generando una
brecha cada vez mayor entre aquellos que tienen acceso a los recursos y aquellos que
son excluidos de ellos".
Esta cita resuena con la realidad que enfrentan las maestras indígenas en Argentina,
quienes se ven confrontadas con dificultades económicas y tecnológicas que limitan su
capacidad de proporcionar una educación de calidad a los estudiantes de
comunidades indígenas. El artículo destaca cómo estas maestras a menudo carecen
de recursos básicos, como materiales didácticos actualizados, conexiones a internet
confiables y capacitación adecuada.
Conclusión:
A modo de cierre, considero que en nuestra región, las víctimas del racismo y la
discriminación son principalmente comunidades y personas con identidades diversas,
forjadas a través de la raza, cultura, nacionalidad, idioma y territorio. Estas
identidades, buscan expresarse libremente, son vistas como diferentes, por la
identidad dominante, es decir, la nación. Aquellas que insisten en su singularidad son
discriminadas de diversas formas, ya que se les desvaloriza mediante estereotipos
raciales. Esta discriminación se basa en la negación del derecho a ser diferente,
socavando así la diversidad multiétnica y multicultural de nuestra sociedad y Estado.
Por las razones anteriormente indicadas, para erradicar la discriminación, es
fundamental implementar políticas estatales que combatan el racismo y la
discriminación racial, a la vez que promuevan la diversidad como un requisito para un
desarrollo equitativo y la plena vigencia de los derechos humanos. Es esencial
priorizar la educación en derechos humanos, el acceso a la justicia, la participación
política de las comunidades afrodescendientes y el goce de los derechos económicos,
sociales y culturales. Además, debemos establecer indicadores objetivos que evalúen
el cumplimiento de estas políticas públicas, implementar mecanismos de monitoreo de
sus avances y abordar las deficiencias que requieran un mayor esfuerzo.
Bibliografía:
Castro-Gómez, Santiago. “Descolonizar la universidad. La hybris del punto cero y el
diálogo de saberes”. En Castro-Gómez y Grosfoguel (comp) (2007) El giro de colonial:
reflexiones para una diversidad epistémica más allá del capitalismo global. Bogotá:
Siglo del Hombre Editores; Universidad Central, Instituto de Estudios Sociales
Contemporáneos y Pontificia Universidad Javeriana, Instituto Pensar.
Cortina, Adela (2017) “Aporofobia, el rechazo al pobre”. Buenos Aires: Paidós.
Capítulos 2 y 3.
Artículos:
“Maestras originarias sin escuela”. Por Silvana Melo y Claudia Rafael - Agencia de
noticias Pelota de trapo
Ejes temáticos:
Raza y blanquedad como visiones del mundo que cristalizan y naturalizan las
desigualdades sociales.
Aporofobia, categoría para pensar los discursos de odio y los procesos de vulneración
social.