El Derecho Societario. Su Ámbito Y Características Ambito E Importancia Del Derecho Societario Impacto de La Ley 26.994

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 72

EL DERECHO SOCIETARIO.

SU ÁMBITO Y CARACTERÍSTICAS

AMBITO E IMPORTANCIA DEL DERECHO SOCIETARIO

Impacto de la ley 26.994

Modificaciones:

- Sociedades unipersonales.
- Sociedades irregulares y, de hecho.
- Atipicidad societaria: hoy es un vicio menor.

Los cambios normativos no manifestaran plenamente sus efectos hasta que sean masticados por la jurisprudencia. Actualmente
paso un poco de tiempo, pero sabemos que los cambios en el derecho son un poco lentos.

El derecho societario y su ámbito

El derecho societario es una rama jurídica con conceptos e instrumentos característicos y propios cuyo alcance y contenido fueron
modificados por la ley 26.994, bajo el régimen anterior se contaba con una figura general de sociedad comercial que convivía con
una figura amplia de sociedad civil y con otros tipos societarios incluidos en la ley de sociedades y leyes especiales. Las
sociedades no incluidas en alguno de los tipos establecidos eran atípicas y se las consideraba nulas.

Hoy hay una figura general única de sociedad (art. 1 LGS). Las sociedades atípicas no son nulas y ahora engloban las sociedades
de la sección 4ta. Siguen existiendo múltiples tipos específicos de sociedades algunos previstos en la LGS y otros en otras leyes.

Una característica perdurable es la distinción entre disposiciones generales (aplicables para todas las sociedades) y normas
especiales (aplicables a cada tipo de sociedad), esta estructura normativa se aplica inclusive a las figuras societarias no incluidas
en la LGS.

Función e importancia del derecho societario

La sociedad es el principal instrumento jurídico para la organización empresarial, la cual supone una relación estable entre
factores de producción (están sujetos a una estructura única de control que dirige su funcionamiento y su inserción al sistema
productivo).

La mayor parte de las organizaciones empresarias se conforman societariamente, tan pronto pasen un mínimo tamaño. El derecho
societario nos da un marco jurídico de las organizaciones societarias, este marco jurídico rige su formación y funcionamiento; en
materia de formación por ej. la regla general es que la constitución de sociedades y la participación tiene un origen contractual, sin
embargo, mediante la modificación de la ley 26.994 ahora es posible conformar sociedades unilaterales; en ambos casos el
derecho societario nos provee de reglas que van a gobernar la forma de estos actos.

Las sociedades general un patrimonio y flujo de ingresos, el derecho societario sienta el marco sobre el cual se ejercen los
derechos del socio y acreedores sobre tales patrimonios e ingresos.

Ubicación en el orden jurídico

Las reformas introducidas por la ley 26.994 alteraron la ubicación del derecho societario dentro del orden jurídico.

Ámbito unificado basado en la ley 19.550 LSG, tiene una parte general y una parte especial.

El derecho societario al ser del ámbito privado, le son aplicables las reglas del CCyCN. También forman parte las normas relativas
a tipos societarios que no están incluidas en la LSG.

La ley 26.994 permitió dar una conformación más racionar a la inserción del derecho societario en el derecho argentino. Se
elimino la principal distinción entre sociedades civiles y sociedades comerciales. Posibilito destacar la posición del derecho
societario como una rama del derecho privado con características propias.

Normas aplicables

El art. 150 del CCyCN establece una jerarquía de normas aplicables a las personas jurídicas privadas, esta jerarquía esta ordenada
por: 1. Normas imperativas de la ley especial supletoriamente el CCyCN, 2. Normas del acto constitutivo y 3. Normas supletorias
de leyes especiales o en su defecto las del CCyCN. Por encima de las normas del acto constitutivo encontramos a las costumbres y
a las demás fuentes no legislativas en tanto tengan carácter imperativo, como así también podemos detectar los decretos y/o
normas reglamentarias imperativas.

Este conjunto normativo es aplicado utilizando los principios generales del derecho societario y del propio derecho privado.
El derecho societario argentino se caracteriza por el desarrollo de una parte general relativamente importante, a sus normas
aplicables generales se le suman las especiales de los tipos.

Las aplicaciones analógicas se utilizan en el marco del derecho societario por el disparejo desarrollo normativo de los tipos
previstos en la LGS. SRL analógicamente normas de la SA.

Metodología de la ley 19.550 y del derecho societario argentino

La LGS incluye en su art. 1 una figura general de sociedad que funciona como fundamento de todo el régimen, las sociedades que
encuadran en esa figura pueden comprenderse en un tipo de sociedad, cuando las sociedades encuadran en algunos de estos tipos
se rigen por las normas generales y especiales; cuando no encuadran son atípicas y se rigen por la sección 4ta cap. 1 de la LGS,
también rigen por esta sección las sociedades que son de hecho porque carecen de una instrumentación contractual escrita, las que
omiten los caracteres esenciales y las que incumplen con los requisitos formales que son propios de su tipo.

La inclusión de una parte general es una particularidad de la legislación argentina porque hay otras legislaciones que o bien no
incluyen la parte general o dan una extensión mucho menor a las disposiciones generales.

Hay determinadas cuestiones que no están establecidas en la parte general y por ej. si en la parte especial de la SA, con lo cual
obliga a aplicar analógicamente las reglas de la SA a los distintos tipos societarios.

CARACTERISTICAS DEL DERECHO SOCIETARIO

El derecho societario como parte del derecho de la economía

El derecho societario se encuentra dirigido a la formación de organizaciones empresarias destinadas a llevar a cabo actividades
productivas, su sentido es esencialmente económico y esto incide en su interpretación.

La función económica lleva a que deba ser aplicado con las restantes normas que gobiernan la actividad económica, la aplicación
concreta del derecho societario está determinada por la relación con esas normas.

Lineamientos básicos de la ley 19.550

Una característica muy llamativa de la ley es que pese a haber modificado pocos artículos ha cambiado mucho el paradigma y
luego de esta reforma los principales lineamientos son:

- Inclusión de una parte general detallada y extensa


- Distinción entre sociedades por interés, por cuotas y por acciones: esta distinción esta utilizada en diversos artículos
de la LGS.
- Eliminación de la distinción entre sociedades civiles y sociedades comerciales.
- Constitución de la sociedad mediante contratos o mediante actos unilaterales.
- Requisitos formales especiales para la constitución de sociedades regulares, especialmente en materia de
inscripción y publicidad. Se baja la intensidad de regulación de las sociedades irregulares y se saca la nulidad sobre las
sociedades atípicas.
- Régimen especial para las sociedades que no reúnen los requisitos formales exigidos para su constitución regular.
- Aplicación del concepto de “interés societario”, el interés social es el interés común en un momento determinado en
razón del fin social y no un interés de la sociedad propio e independiente del interés de los socios.
- Control/intervención estatal, esta característica se manifiesta en múltiples niveles, en la constitución, en el control de la
sociedad, en la disolución y liquidación + requisitos de regímenes especiales.
- Aplicación del principio de conservación de la empresa.
- La implantación de un régimen contable especial.
- Amparo de las minorías
- Amparo de terceros

LOS TIPOS SOCIETARIOS

Concepto de tipo societario

Juega un papel importante en el régimen argentino de sociedades porque ese régimen tipifica ciertas especies de sociedades y la
inclusión en las categorías así creadas implican que las sociedades que quedan encuadradas de ese modo van a estar sujetas a
ciertas reglas imperativas o supletorias a ese tipo societario.

Las sociedades que no estén incluidas en algunos de los tipos legales se las llaman atípicas y quedan sujetas a la sección 4ta.
Hay que distinguir a los elementos que caracterizan a los tipos societarios como aquellos que aparecen como antecedente del tipo
societario (estructura del órgano de la sociedad, características de las participaciones de los socios y responsabilidad de los socios)
y aquellos que son consecuencia del tipo. Una vez que se eligió un tipo la ley aplica imperativamente cuestiones.

Para cumplir los requisitos de tipicidad la sociedad tiene que encuadrar en alguno de los tipos que la ley establece, el problema es
que la ley ha desarrollado subtipos (ej. SA art. 299).

Importancia de los tipos societarios

La elección del tipo en que va a quedar comprendida una sociedad determina el régimen de normas imperativas y de normas
supletorias, pero esto tiene importancia no solo para los socios sino también para los terceros quienes hacen negocios con la
sociedad.

Tipos societarios

Los tipos societarios regidos en argentina son:

- Sociedad en Comandita Simple (SCS)


- Sociedad Colectiva (SC)
- Sociedad en Comandita x Acciones (SCA)
- Sociedad Capital Industria (SCI)
- Sociedad Anónima (SA) - Sociedad Anónima Unilateral (SAU)
- Sociedad por Acciones Simplificada (SAS) - Sociedad por Acciones Simplificadas Unilateral (SASU)
- Sociedades Anónimas x intervención estatal (SAIE)

Importante: la ley 26.994 expresamente suprimió a las sociedades accidentales o en participación.

Requisitos de las sociedades

- Requisitos esenciales tipificantes: son aquellos que su incumplimiento tiene consecuencia que no se produzcan los
efectos jurídicos esperados de ese tipo societario a adoptar (ej. constituir una S.A. por cuotas o constituirla sin escritura
pública). El incumplimiento de dichos requisitos derivan a la sociedad a la sección IV.
- Requisitos esenciales no tipificantes: son los que comparten en general todos los tipos societarios. Están regulados por
el art. 11 de la LGS y su incumplimiento deriva a la sociedad a la sección IV.
- Requisitos ad solemnitatem: son requisitos en donde las solemnidades que exige la ley son indispensables para que el
acto produzca plenos efectos jurídicos.
- Requisitos ad probationem: son aquellos que la ley los dispone al simple efecto de la prueba, la ley las ejemplifica al
simple efecto probatorio. Se le dice requisitos, pero realmente no lo son.
-

Clasificación de las sociedades

- Sociedades de personas: SC, SCS, SCI. Me importa quien es el socio. Son sociedades intuito personae, debe tener
afectio societatis. Su elemento característico es que las participación de los socios están representadas por partes de
interés, esto tiene como consecuencia limitaciones sobre la transmisibilidad de estas participaciones, varían de acuerdo al
tipo adoptado.
Estas requieren una participación más activa y personal de los socios, implica una responsabilidad ilimitada de los socios.
No siempre es necesario ya que pueden presentar cláusulas contrarias. Ciertos socios de la sociedades de interés, como
los comanditados tienen injerencia limitada en las actividades de la sociedad pueden carecer de responsabilidad más allá
de sus aportes.
- Sociedades de capital: SA y SCA. El afectio societatis esta totalmente desdibujado. Solamente se quienes son los
societarios originarios. El aporte está integrado por acciones.
- Sociedades mixtas: SRL. Mezclan las reglas de las anteriores sociedades. El capital esta conformado por cuotas. Puedo
o no tener afectio societatis.

Afectio societatis: Vitolo dice que es una voluntad de colaboración del socio jurídicamente igualitaria e interesada.

CONCEPTO DE SOCIEDAD

La LGS nos define que habrá sociedad si una o más personas conforme a uno de los tipos previstos por esta ley se obliguen a
realizar un aporte para aplicarlo a la producción o intercambio de bienes y servicios, participando de los beneficios y soportando
las pérdidas. La sociedad unipersonal sólo se podrá constituir como sociedad anónima, la sociedad unipersonal no puede
constituirse por una sociedad unipersonal. (art 1)
El hecho de realizar este contrato da vida a una nueva persona. La aptitud que otorga la ley de generar un sujeto distinto de esos
otorgantes le da al contrato una potencialidad mayúscula.

Pluralidad de socios

Al menos debe mantenerse una persona que brinde su consentimiento para constituir a este nuevo ente que se dará vida.

En si no es una exigencia legal, es una idea de que la sociedad era un contrato plurilateral para configurar varias hipótesis la
pluralidad de socios parecía que era algo esencial. Fue desdibujado con la reforma del nuevo código.

Autoriza que se dé vida a sociedad unipersonales bajo la sociedad anónima la cual se llama SAU esta tendencia de la
unilateralidad inicial, se intensificó de la ley 27.349 (apoyo del capital emprendedor). A su vez también incorporó a las SAS son
pasibles de ser constituidas por un solo sujeto (SASU).

Aportes comunes

Los celebrantes del contrato realizan aportes de naturaleza patrimonial. Con esto se forma un fondo común que será la herramienta
para procurar el objetivo económico y lucrativo que se configuraron los contratantes a celebrar el acuerdo de constitución. Este
fondo común recibe el nombre de capital social. El 100% de la suma de los aportes, y un importe surge de la proporción de cada
socio.

ORIGEN Y EVOLUCIÓN DE LA SOCIEDAD

El derecho comercial comienza en la edad media, mientras que la sociedad en el derecho romano carecía de un cuerpo de normas
que regulará los comercios y comerciantes. Las relaciones mercantiles se regían por el derecho civil.

Se conforma como un derecho de clase, nacimiento en la época de las corporaciones y las decisiones de los cónsules basada en el
principio de equidad.

Pero en la revolución francesa, dejo de ser un derecho de los comerciantes y paso a ser un derecho de actos de comercio; restando
importancia a el sujeto que lo realiza. Las características particulares que poseen este tipo de sociedades ya se puede vislumbrar en
las compañías coloniales, la división del capital en acciones, la división de acciones surge la participación de cada socio,
limitación de cada socio de acuerdo a su tenencia accionaria y la posibilidad de que los títulos representativos de las acciones sean
fácilmente transferibles.

En concreto la compañía colonial y su vinculación con el dominio naval, permiten inferir que la responsabilidad limitada en
contraria su origen en la responsabilidad en el derecho mercantil (relacionado con el derecho marítimo)

Las compañías coloniales fueron fundadas por actos de la autoridad pública que realizó su estructura los reyes, que impulsan la
expansión y asociarse con la actividad privada. Se presentaban con rasgos públicos y privados de formación asociativa, como
mezcla de expansión colonial. A menudo con participación del estado con sus beneficios, como personas jurídicas y que su
patrimonio era diverso, contra quien los acreedores en principio no tenían una acción.

La emulsión de la economía de los últimos tiempos a nivel mundial muestra la necesidad de la confluencia de los capitales y
esfuerzos para dar respuesta a los mayores requerimientos de la población que crece exponencialmente. La propia comunidad
solicita que las prestaciones se realicen de manera eficaz, necesitan que las comunidades se conviertan en imprescindibles fuentes
de riqueza y de generación de empleo. En estos tiempos es impensable proveer bienes y servicios sin asociarse, en conjunto,
mancomunada y organizadamente para el consumo masivo.

Sociedad y empresa

La ley de sociedades incorpora la noción de empresa en su artículo 1, al indicar la producción e intercambio de bienes y servicios.
Es un texto en el que aparecen las ideas contemporáneas de las empresas, que impacta en la evolución histórica ya que surge como
contraste de la actividad simple de la persona.

Es así que la empresa es un objeto no un sujeto de derechos, no hay que confundir el objeto con el sujeto. Este concepto es único y
amplio, la organización de los factores de la producción y el intercambio con el propósito de obtener un resultado económico. La
empresa según su concepto económico es el organismo que realiza la coordinación de los factores económicos de la producción.
Es evidente que la introducción del criterio distintivo de empresa para la comercialización de ciertos actos civiles se debió a la
evolución social.

El término empresa en el art 320 del CC, es tomado con criterio económico. La ley alude a la empresa ya sea por su forma o como
su organización o su estructura. Dentro de la concepción objetiva o mixta empresa o comerciante expresan significados distintos
uno es la organización y el otro es el sujeto. Por otro lado, la concepción subjetiva es absolutamente opuesta por que el comercio o
el empresario se asimilan o se identifican.
Por eso hay que identificar de manera distinta las empresas que la subjetividad del empresario, ya que no responden de manera
igualitaria.

Descentralización

Esta refiere a la expansión de las empresas en mayor o menor descentralización por tal motivo hay dos maneras de encuadrar esta
temática. Una es vinculándola con la nacionalidad de las sociedades o sino con distintas modalidades de descentralización de una
sociedad matriz (habitual en el caso de los bancos)

La sucursal es la dependencia con cierto o limitada autonomía jurídica frente a la cual se celebran negocios, tiene domicilio
especial, puede ser llevada a juicio por el cumplimiento de estas obligaciones, no tiene personalidad jurídica por más que dependa
de una sociedad.

La agencia es una mera oficina administrativa, sin atribuciones para celebrar negocios de forma directa sino para administrar los
negocios ya celebrados o para facilitar la celebración del contrato.

El establecimiento es algo impreciso, genera polémica debido que no debe identificarse al establecimiento con la empresa ya que
son solo un factor de la empresa, suele llamarse así a la planta fabril o comercial donde está instalada esa unidad productiva; este
puede contar con varios establecimientos paralelos que conforman la totalidad.

La filial plantea problemas jurídicos esenciales, ya que se constituye con independencia jurídica y se presenta con capital propio
una persona jurídica autónoma, para sí misma y suele tener un objeto propio cuando actúa en la sede de la entidad madre.
También uno común o todo comparte cuando lo hace en otro país, teniendo una independencia formal más marcada cuando
funciona como sociedad independiente, generalmente se reconoce que aparece como una sociedad controlada.

La subsidiaria además de plantearse doctrinariamente como una denominación genérica derivada de una sociedad madre
susceptible de agrupar a todo lo anterior, aparte de las relaciones clásicas de la sociedad matriz o las filiales, es posible que los
lazos entre los distintos componente tengan la naturaleza meramente contractual (agencias/ franquicias). También se puede crear
sociedades de capital que pongan en manifiesto los vínculos de diferentes empresas entonces podemos encontrar instrumentos
asociativos filiales compartidos generados por empresas independientes o el control se puede ejercer mediante licencias o
prestación de avales

CONSTITUCIÓN DE SOCIEDADES

CARACTERÍSTICAS DE LA CONSTITUCIÓN DE SOCIEDADES

El régimen societario se conforma mediante normas dirigidas a dos momentos diferentes. El primero es el de constitución de la
sociedad y el segundo la sociedad funciona a través de distintos órganos y de sus representantes y empleados.

La constitución de sociedades se efectúa a través de un conjunto de actos que se conoce como “iter constitutivo”. Si se completa
ese conjunto de actos, generalmente a través de la inscripción en el Registro Público, la sociedad pasa a existir como sociedad
regular y se rige por las normas del tipo societario que a tal efecto se haya elegido. Pero, si se ha configurado el acto constitutivo
de la sociedad, pero no se completa el iter constitutivo, particularmente por no inscribirse la sociedad en el Registro Público, la
sociedad pasa a ser una sociedad irregular y se rige por las reglas que gobiernan a estas. El iter comienza con el perfeccionamiento
del consentimiento de los socios (en caso de la sociedad como contrato) o manifestación de la voluntad (en caso de los
unilaterales) y culmina con la inscripción. En el inter HAY sociedad, pero en formación. El plazo para concretar el trámite de
inscripción es de 20 días + 30 adicionales x prorroga (res. 7/2015 IGJ establece que son días hábiles administrativos), una vez
culminado el plazo, si no se ha inscripto, la sociedad cae en sección 4ta. Las sociedades en formación pueden llevar a cabo
actividades económicas, pero solamente lo que autoriza el instrumento constitutivo. Completar el iter es una condición de
regularidad de la sociedad, pero no de su existencia como tal.

La constitución de sociedad mediante contrato

La regla general es que la sociedad se constituye mediante un contrato. El contrato de sociedad es un contrato plurilateral de
organización con intereses yuxtapuestos.

Se debe distinguir entre:

- Contrato constitutivo: reúne todos los requisitos tipificantes y no tipificantes que sean necesarios para cada sociedad.
Hace nacer el ente societario, es decir, la nueva sociedad. Tiene elementos generales y específicos del contrato de
sociedad, los primeros son los propios del contrato: objeto, causa, forma, etc.
- Instrumento constitutivo: es el documento que da origen a la sociedad, incluye al contrato constitutivo, pero también
puede regular otras cuestiones ej.: integración de aportes. Puede existir como no, debido a que es una elección de las
sociedades para poder modificarla más fácilmente.
- Contrato social: es el contrato constitutivo más todas sus modificaciones, es decir, el contrato constitutivo + el
instrumento constitutivo. Se va actualizando, excepto en las SRL.

Constitución de sociedad mediante declaración unilateral de voluntad

Las reformas introducidas por la ley 26.994 permiten la constitución de sociedades unipersonales. No existe en este caso un
contrato constitutivo, sino una declaración unilateral de voluntad.

Dado que se aplican al caso las reglas de la sociedad anónima, también rigen para esta sociedad las normas sobre sociedades
anónimas en formación.

No pueden existir sociedades unipersonales de hecho, atípicas y la declaración de voluntad debe tener elementos que la hagan
explicita y clara.

CONSENTIMIENTO EN EL CONTRATO DE SOCIEDAD

Introducción

el consentimiento presenta particularidades características en el caso del contrato de sociedad, derivadas del carácter plurilateral
de este contrato.

Consentimiento y contrato plurilateral

El art. 977 del CCyCN dispone que no hay contrato sin el consentimiento de todos los interesados, excepto que la convención o la
ley autoricen a la mayoría para celebrarlo en nombre de todos o permitan su conclusión solo entre quienes lo han consentido.

Un caso es aquel que dos o más partes convienen formar una sociedad, emitiendo luego, ofertas dirigidas a terceros, a fin de que
estos acepten su incorporación a la sociedad propuesta. En tales casos, tres hipótesis: que la oferta indique que la sociedad se
formara cualquiera sea el número de aceptaciones; que indiquen que la sociedad no se formara si no se llega a cierto número o que
no indique nada respecto de estos actos.

Si la oferta indica que la sociedad se formara con cualquier número de aceptaciones, se ha creado un marco contractual previo, la
falta de aceptaciones adicionales no invalida al contrato original ni afecta el cumplimiento. Las propias partes oferentes han
determinado que la incorporación de nuevos socios no es esencial para la formación de la sociedad.

Si la oferta señala que la sociedad no se formara si no se recibe cierto número de aceptaciones, la falta de tales aceptaciones dará
lugar a que no se perfeccione el contrato de sociedad.

Si la oferta nada indica respecto del número de aceptaciones, le régimen del art. 977 CCyCN no permite llegar a un resultado
preciso, pues la oferta no indica si autoriza o no el perfeccionamiento del contrato con la participación de una porción de los
destinatarios de la oferta. Debe concurrirse en analogía al art. 16 de la ley 19.550. deberá así determinarse si, a la luz del objeto y
propósitos de la sociedad que se intenta constituir, el número de aceptaciones es suficiente para que la misma sea viable.

Vicios del consentimiento

- Error: el vicio de error es invalidante del consentimiento en materia societaria, conforme el régimen general de los
vicios de la voluntad. El error de hecho esencial vicia la voluntad y causa la nulidad del acto. Si el acto es bilateral o
unilateral recepticio, el error debe ser reconocible por el destinatario para causar la nulidad. El error es reconocible
cuando el destinatario de la declaración lo pudo conocer según la naturaleza del acto y las circunstancias de persona,
tiempo y lugar.
En el ámbito societario, si el error vicia la voluntad, causa en principio la nulidad del vínculo del socio cuyo
consentimiento esta así viciado, y la de la sociedad si se dan las condiciones para el efecto adicional.
La parte que incurre en error no puede solicitar la nulidad del acto si la otra ofrece ejecutarlo con las modalidades y el
contenido que aquella entendió celebrar.
- Dolo: el dolo esencial causa la nulidad del consentimiento así viciado.
El régimen general del dolo se basa, implícitamente, en la existencia de ciertas obligaciones en materia de suministro de
información a la contraparte.
El efecto inmediato del dolo, en materia societaria, es similar al del error; el vínculo del socio que lo sufre queda afectado
por una nulidad relativa, que tendrá como efecto la nulidad del contrato en su conjunto si se reúnen los extremos
previstos en el art. 16 de la LGS.
- Violencia: la fuerza irresistible y las amenazas que generen el temor de sufrir un mal grave e inminente que no se puedan
contrarrestar o evitar en la persona o bienes de la parte o de un tercero, causan la nulidad del acto.
En el ámbito societario, los principales casos de amenazas relevantes son los que inciden sobre aspectos económicos de
la persona presionada.
Un grupo de casos esta dado por supuestos en que una empresa utiliza su poder negociador frente al Estado para obligar a
otras a asociarse. Por ejemplo, al quedar estas fuera de un sistema de subsidios u otros beneficios necesarios para
operaren el mercado, el ingreso a cierta sociedad puede ser el único medio para llevar a cabo ciertas actividades.
- Lesión: debe existir explotación de la necesidad, debilidad psíquica o inexperiencia de una parte por otra, y de ello debe
resultar una ventaja patrimonial evidentemente desproporcionada y sin justificación.
Buena parte de los casos potencialmente constitutivos de lesión se encuentran comprendidos, en materia societaria, en la
figura de sociedad leonina.
La ventaja patrimonial evidentemente desproporcionada y sin justificación consistirá en un desequilibrio en la relación de
aportes y otras obligaciones, por una parte, y participación en los beneficios y otros derechos, por otra. La teoría de la
lesión no busca castigar a quien se beneficia desproporcionadamente, sino resarcir a quien se perjudica sin justificación.
- Simulación: será ilícita cuando 1. Afecte los derechos de un tercero y 2. Cuando nada tenga de verdadero (art. 333
CCyCN). Ej. sociedades extranjeras que compraron inmuebles en el 2001, en el 2003 se hizo un relevamiento de los
inmuebles y eran de sociedades extranjeras que venían a hacer actos aislados.

EL OBJETO DE LA SOCIEDAD

Concepto

A efectos de analizar el concepto de objeto, en el contexto societario, deben distinguirse varios conceptos básicos:

- Actividad de la sociedad: se trata de los actos de personas humanas imputables a la sociedad. El objeto societario esta
constituido por un posible campo de actividades, ese campo, determinado por el contrato social o los estatutos, pueden o
no dar lugar a una actividad efectiva. Objeto y actividad difieren entre si no solo conceptualmente (pues uno es un
elemento normativo que fija los limites dentro de los que deben desarrollarse las actividades de la sociedad, y el otro es
un elemento factico, cuyos límites dependen del concepto de objeto) sino también en cuanto a su extensión. Puede haber
actividades de la sociedad que estén fuera de su objeto y actividades previstas en el objeto que no se materializan en los
hechos. No obstante, existen relaciones estrechas entre estos dos conceptos. El objeto social fija el ámbito dentro del cual
debe desarrollarse la actividad societaria. Asimismo, la actividad de una sociedad es tal porque los actos de sus órganos y
representantes le son imputables; para que juegue tal imputación es preciso, que la actividad de los órganos no sea
notoriamente extraña al objeto social.
- Finalidad de la sociedad: el propósito inmediato de una sociedad es desarrollar actividades que se desenvolverán dentro
de la esfera fijada por su objeto societario. No es ese, sin embargo, su propósito mediato. Los socios que constituyen una
sociedad lo hacen teniendo un objetivo común. Ese objetivo consiste en la obtención de beneficios. Pueden, sin embargo,
tener otras metas. El propósito de los socios de una sociedad cuyo objeto es la construcción de navíos no es la
construcción en sí, sino la obtención de utilidades derivadas de tal actividad. Entre el objeto societario y la finalidad de la
sociedad hay una relación de medio a fin; la realización del objeto es el medio para lograr las utilidades que constituyen
el fin de los socios. Además, los fines deben ser perseguidos dentro del campo de actividades que fija el correspondiente
objeto societario.
- Objeto del contrato de sociedad: objeto de un contrato son las prestaciones de dar, hacer o no hacer que constituyen a
su vez objeto de las obligaciones emergentes del correspondiente contrato. El objeto del contrato de sociedad es un
elemento contractual referido al contenido de ese contrato. Por el contrario, el objeto societario, si bien se encuentra
también incluido en el contrato de sociedad, esta destinado a regir la actividad de la sociedad con posterioridad a tal
contrato, en cuanto ente u organización.
- OBJETO SOCIETARIO: se trata de una figura prevista en el art. 11 inc. 3 de la LGS. Su función es precisar el marco
de actividades que desarrollara la sociedad durante su existencia como tal. El objeto esta constituido por los actos o
categorías de actos que por el contrato constitutivo podrá realizar la sociedad, para lograr su fin mediante su ejercicio o
actividad. El objeto no es un acto ni una actividad ni una categoría de actos, sino un elemento normativo que fija los
limites dentro de los cuales deben desenvolverse los órganos societarios.

El objeto del contrato de sociedad

No pueden formar parte de las obligaciones asumidas en el contrato de sociedad:

- Los hechos imposibles


- Los hechos prohibidos por las leyes
- Los hechos contrarios a la moral, al orden público, a la dignidad de la persona humana o lesivos de los derechos ajenos.
- Los bienes sobre los que se ha prohibido la posibilidad de que sean objeto de contratos, en general o de cierto tipo.
- Los bienes indeterminables.
El objeto societario

El art. 11 inc. 3 LGS establece que el instrumento de constitución contenga la designación del objeto de la sociedad, que debe ser
preciso y determinado.

Funciones del objeto societario

- Delimitación de la conducta de los órganos societarios: la consecuencia principal de esta obligación es hacer
responsables a los integrantes de los órganos societarios que en ella incurran por la consecuencia de su accionar.
- Imputación de los actos de los miembros de los órganos a la sociedad: la existencia de una persona jurídica plantea
necesariamente la cuestión de determinar que actos de personas humanas le serán atribuidos. El objeto societario
contribuye a resolver esta cuestión. No todos los actos del representante de una sociedad inmobiliaria que tengan que ver
con el rubro inmobiliario serán imputables a tal sociedad; si el representante compra con su dinero una casa para su uso
personal el acto le será imputable personalmente y no a la sociedad.
- Protección de los intereses de los socios.
- Protección de los intereses de los acreedores.

Omisión de la designación del objeto

El art. 11 inc. 3 LGS exige que el instrumento constitutivo incluya el objeto societario y lo constituye como elemento esencial. Si
bien no es un elemento definitorio del contrato de sociedad, si es necesario para que la sociedad funcione como persona jurídica u
organización.

Dado que el objeto no es requisito tipificante, su omisión coloca a la sociedad en la sección IV.

Objeto preciso y determinado

Por una parte, el objeto debe ser indicado con términos que indiquen con claridad cuales son los limites fijados para las
actividades de la sociedad el objeto no seria preciso si consistiera en “actividades que permitan una adecuada rentabilidad” o
“actividades compatible con el desarrollo económico de la empresa”. La delimitación del objeto debe ser tal que permita decidir
con facilidad si una conducta encuadra o no en este, sin requerir complejas averiguaciones de hecho o de derecho.

El objeto no debe ser de tal amplitud que pierda su función delimitativa de las actividades de la sociedad. No sería así aceptable un
objeto que comprendiera actividades comerciales o industriales de todo tipo, sin especificar cuáles de ellas constituirán el marco
de actuación de la sociedad.

Objeto único y objeto plural: la LGS no establece nada sobre si se puede o no tener objetos plurales, la res. 7/2015 IGJ
estableció el funcionamiento de la inspección art. 67. Establece que no puede existir la pluralidad de objetos. Res. 8/2016 IGJ
deroga art. 67 1 mes después de la ley 26.994 y se podían llevar a cabo objetos plurales. La res 8/2016 se deroga con la res.
5/2020, es decir, que volvimos a la res. 7/2015 en el ámbito de CABA se deben constituir sociedades con objeto único salvo que
los objetos sean conexos.

Objeto posible

El objeto de los actos jurídicos deberá estar formado por hechos posibles.

La imposibilidad puede ser material o jurídica. La primera es la que tiene lugar cuando el objeto determinado por las partes es
licito, pero físicamente imposible de realizar. La segunda, cuando el objeto es físicamente posible, pero ilícito o prohibido. En el
segundo caso estamos ante una situación regida por las reglas especificas aplicables a las sociedades de objeto ilícito o prohibido.

Objeto ilícito

El art. 18 LGS establece que las sociedades que tengan objeto ilícito son nulas de nulidad absoluta. Los terceros de buena fe
pueden alegar contra los socios la existencia de la sociedad, sin que estos puedan oponer la nulidad. Los socios no pueden alegar
la existencia de la sociedad, ni aun para demandar a terceros o para reclamar la restitución de los aportes, la división de ganancias
o la contribución a las perdidas.

Sociedades de objeto licito con actividad ilícita

Puede suceder que la sociedad, dentro de las actividades previstas abstractamente en su objeto, opte por su realización de manera
ilícita; por ejemplo, una sociedad importadora puede operar por vía de contrabando. Puede también ocurrir que la sociedad realice
actividades que, por no ser manifiestamente ajenas al objeto, le sean imputables conforme al art. 58 de la LSG; si las actividades
son ilícitas caerán dentro del marco del art. 19.
Las hipótesis precedentes deben distinguirse de aquellas en que los socios o administradores de una sociedad, realizan actividades
ilícitas ajenas al objeto societario y que son manifiestamente ajenas a tal objeto. Los actos no serian imputables a la sociedad, y no
pesarían sobre ella los efectos previstos en el art. 19.

Una cuestión de importancia practica se plantea cuando varias personas se asocian para realizar una actividad ilícita y dividirse las
ganancias derivadas de esta, sin instrumentar tal relación. En principio, se estaría ante una sociedad de hecho con objeto ilícito, y
como tal, comprendida en el art. 18. Pero es también posible que una sociedad de hecho tenga un objeto licito y que, como sucede
con las restantes sociedades, por un desvío respecto del objeto acordado o por optarse por una alternativa ilícita dentro de las
posibles formas de realización del objeto, se configure una actividad ilícita imputable a tal sociedad, la que quedara así
comprendida en el art. 19.

Sociedades de objeto prohibido

Estas sociedades son nulas de nulidad absoluta y las rige el art. 20 LSG. Se trata de hipótesis en que la actividad en si misma es
lícita, habiéndose sin embargo adoptado un tipo legal prohibido para realizar tal actividad.

Es incompatible cierto objeto con cierto tipo. Pero el motivo de tal incompatibilidad no es el evitar que cierto objeto se lleve a
cabo, sino impedir que se lo realice por sociedades cuya estructura se considera inconciliable con la organización requerida para la
realización de las actividades incluidas en el marco de tales leyes.

LA FORMA EN EL CONTRATO DE SOCIEDAD

En materia de requisitos de forma deben distinguirse los que hacen al régimen general de contratos, los exigidos para todas las
sociedades y los específicos de casa tipo societario. Estos requisitos se refieren al acto constitutivo en si como el procedimiento
posterior, que culmina con la inscripción de la sociedad en el Registro Público. Este particular procedimiento lleva a que se
identifique un iter constitutivo; solo cumplido este se tendrán por cumplidos los requisitos formales de la sociedad.

La sociedad que incumpla con esos requisitos queda sujeta al régimen de las sociedades de sección IV.

Requisitos formales y sustanciales

Requisitos sustanciales de un acto son los que hacen a su contenido jurídico, o sea a las relaciones jurídicas que son objeto de ese
acto, mientras que requisitos formales son los que hacen a la expresión del acto y a las solemnidades que deben observarse con
relación al mismo.

Los requisitos formales dan lugar, en caso de inobservancia, a la irregularidad de la sociedad, y secundariamente a limitaciones
probatorias o en la oponibilidad del acto. En cambio, los requisitos sustanciales dan lugar en caso de incumplimiento a efectos tan
heterogéneos como la nulidad o anulabilidad de la sociedad, la nulidad de un vinculo o de una cláusula, entre otras.

También es de importancia la distinción en razón de que la figura de sociedad en sección IV, que junto con la de sociedad de
hecho engloba a las sociedades que no han cumplido con los requisitos formales exigidos respecto del acto constitutivo, supone la
existencia de una sociedad valida desde el punto de vista sustantivo.

Requisitos formales y de tipicidad

El incumplimiento de los requisitos formales acarrean a la sociedad a la sección IV, normalmente, pudiendo la misma
regularizarse satisfaciendo los mismos. En cambio, el incumplimiento de los requisitos de tipicidad lleva a que la sociedad no se
rija por las reglas del tipo elegido, sino directamente por las de la sección IV.

Requisitos formales e inter constitutivo

Las formas en el derecho societario se caracterizan por su complejidad. En ese ámbito, el concepto de aquella no se limita a las
exigidas por el acto constitutivo, sino que abarca también al conjunto de exigencias necesarias para que, una vez otorgado el acto,
la sociedad quede regularmente constituida como tal. Ese conjunto de exigencias configura el llamado “inter constitutivo”.

Presupuesto de la existencia del iter constitutivo es la configuración de un contrato que reúna todos los requisitos no formales
exigidos para su validez. Si faltan tales elementos, no habrá siquiera sociedad de hecho, dándose a lo sumo una sociedad nula o
anulable, según sean los elementos faltantes o viciados.

Instrumentación de la sociedad

El contrato por el cual se constituya o modifique una sociedad se otorgará por instrumento público o privado.

- La sociedad no instrumentada es una sociedad de hecho.


- Salvo en los casos en que la ley 19.550 exige una forma especial, las partes tienen libertad para decidir que
instrumentación adoptar.

Falta de instrumentación

Las sociedades carentes de instrumentación son llamadas “sociedades de hecho” y quedan sujetas al régimen de las sociedades de
sección IV.

Modificaciones del contrato

Están sujetas al régimen especial del art. 12 LGS. Si no se inscriben, obligan a los socios otorgantes, pero son inoponibles a
terceros, quienes pueden, no obstante alegarlas contra la sociedad y los socios, salvo en las S.A. y S.R.L.

Las modificaciones del contrato social deben distinguirse de los contratos parasociales, o sea aquellos que son accesorios del
contrato social, pero sin formar parte de él. Estos contratos parasociales no están sujetos a requisitos de inscripción, y su
oponibilidad entre las partes y frente a terceros se rige por las normas comunes en materia de contratos.

Instrumentación e inter constitutivo

En las sociedades que no son de hecho, la instrumentación del contrato de sociedad pone en marcha el iter constitutivo.

Iter constitutivo y configuración de sociedad

En el sistema societario argentino, la existencia de la sociedad no esta condicionada a su inscripción registral; tal inscripción es
tan solo un requisito para que la sociedad no caiga en sección IV. Tanto las sociedades en formación como las de la sección IV
tienen personalidad jurídica.

Configurado el contrato de sociedad en alguna de sus variantes, aun sin instrumentación, surge la persona jurídica societaria.
Desde este ángulo, es el contrato de sociedad, en cuanto acto constitutivo, lo que tiene “efectos constitutivos” sobre la entidad
societaria, y no la inscripción registral.

La sociedad en formación

Durante el iter constitutivo, la sociedad aun no inscripta configura una llamada “sociedad en formación”. Esta está sujeta a un
régimen especial en materia de su actividad, su organización y la responsabilidad de los socios.

- La sociedad en formación es tal desde que se configura el contrato de sociedad correspondiente, y hasta que la sociedad
se inscriba en el Registro Público. Pasados los 50 días que dispone la IGJ (20 + 30 de prorroga) si no se inscribió, pasa a
ser una sociedad de sección IV.
- Los socios responden por los actos realizados por cuenta o en nombre de la sociedad, por quienes hayan tenido su
representación y administración hasta el momento de iniciación de derechos y obligaciones de los socios fijados en el
contrato de sociedad.
- Los representantes de la sociedad tienen facultades para obligar a la sociedad respecto de los actos necesarios para su
constitución y los relativos al objeto social cuya ejecución durante el periodo fundacional haya sido expresamente
autorizada en el acto constitutivo. Los administradores, los fundadores y la propia sociedad son solidaria e
ilimitadamente responsables mientras la sociedad no este inscripta. Por los demás actos cumplidos antes de la inscripción
serán responsables ilimitada y solidariamente las personas que los hubieren realizado y los directores y fundadores que
los hubieran consentido.
- Inscripto el contrato constitutivo, los actos necesarios para la constitución y los realizados en virtud de expresa facultad
conferida en el acto constitutivo, se tendrán como originariamente cumplidos por la sociedad, aplicándose el régimen de
responsabilidad propio de su tipo. Los promotores, fundadores y administradores quedaran liberados frente a terceros de
las obligaciones emergentes de estos actos.
- La sociedad en formación es susceptible de adquirir derechos; los aportes societarios pueden ser inscriptos
preventivamente a nombre de la sociedad en formación.

EL CONTENIDO DEL CONTRATO DE SOCIEDAD

El contrato de sociedad tiene un contenido mínimo que establece el art. 11 de esta ley. Las partes pueden agregar otros elementos
a los allí previstos.

Las normas societarias, como sucede en otros ámbitos contractuales, frecuentemente determinan supletoriamente el contenido del
contrato, por ejemplo, de la distribución de utilidades entre los socios.
La LGS incluye ciertas categorías relevantes aplicables a los elementos del contrato de sociedad. Por una parte, estos elementos
pueden ser esenciales o no esenciales. La falta de “requisitos esenciales” no anula la sociedad, pero la coloca bajo el régimen de
las sociedades de sección IV.

Los elementos esenciales pueden ser tipificantes o no tipificantes. Tipificantes son los que distinguen un tipo societario de otro y
se vinculan fundamentalmente con la estructura de órganos, la instrumentación de las participaciones de los socios y la
responsabilidad de estos. Así, la organización de una gerencia es un elemento tipificante de la sociedad S.R.L. en cambio, la
determinación de un domicilio es propia de todo tipo societario y es así, un elemento no tipificante.

Identificación de los socios

El instrumento de constitución de una sociedad debe contener el nombre, estado civil nacionalidad, profesión, domicilio y numero
de documento de identidad de los socios. También aplica para los directores y síndicos.

Si faltan elementos identificatorios exigidos por la LGS, la autoridad de contralor o la de registro podrán negar la conformación
del acto o su inscripción. La sociedad quedara, así como sociedad en formación hasta que se cumplan con tales requisitos, o hasta
que el incumplimiento (50 días) la lleve a convertirse en sociedad de sección IV.

Si, no obstante, la falta de elementos identificatorios, la sociedad se inscribe en el Registro Público. Si los elementos
identificatorios son insuficientes para que los terceros puedan determinar sin necesidad de una investigación compleja quienes son
los socios, estaríamos ante un vicio relativo a elementos esenciales del contrato. Sin embargo, ese vicio no afectaría a la sociedad
en su conjunto, sino que incidiría inicialmente sobre el vinculo del socio cuya identificación es insuficiente y que daría lugar a la
aplicación del art. 16 de la LGS, es decir, la sociedad será nula si ese socio se considera esencial o si la sociedad es unipersonal.

Nombre de la sociedad

El instrumento constitutivo debe incluir la razón social o la denominación de la sociedad. El nombre social, que abarca tanto a la
denominación como a la razón social, constituye un signo verbal identificatorio de la sociedad en cuanto persona jurídica.

El nombre social debe reunir diversos requisitos para ser licito: no sebe ser violatorio de derecho de terceros, no debe ser contrario
a la ley, el orden publico y las buenas costumbres; no debe ser igual a otros preexistentes; no debe inducir a error o implicar
falsedad y debe tener aptitud distintiva.

Domicilio social

También debe incluirse en el contrato constitutivo el domicilio de la sociedad.

El domicilio corresponde a la jurisdicción de la autoridad registral correspondiente a la inscripción de la sociedad, mientras que la
sede es el lugar concreto, dentro de ese domicilio, donde la sociedad se considera ubicada a los fines legales.

El contrato social puede limitarse a expresar la ciudad o población en que la sociedad tiene su domicilio. Pero el juez solo
ordenara la inscripción en el Registro si la dirección precisa del domicilio social figura en el contrato o instrumento separado que
se presenta al tiempo de inscribir la sociedad.

Objeto social

El contrato constitutivo debe indicar el objeto de la sociedad que debe ser preciso y determinado.

Capital social

Se debe también incluir el capital social, que deberá ser expresado en moneda argentina.

El capital social debe distinguirse de otros conceptos afines:

- Fondo común: se distingue por cuanto este está constituido por los aportes comprometidos por los socios. El capital no
puede ser superior a esos aportes, pero si puede ser inferior.
- Patrimonio: el capital se distingue dado que incluye la totalidad de activos y pasivos de la sociedad, mientras que el
patrimonio solo comprende una porción del patrimonio neto de la sociedad.
- Patrimonio neto: el capital incluye no solo el valor del capital, sino todos los demás rubros que reflejan la diferencia
entre el activo total y pasivo debido a terceros de la sociedad.

Aportes de los socios

Pueden constituir en obligaciones de dar o de hacer, pero en las S.R.L. y por acciones deben ser de bienes determinados,
susceptibles de ejecución forzada.
Puede también suceder que se determine el capital social, en su conjunto, pero no los aportes concretos de los diferentes socios.
En tal caso, puede presumirse que todos contribuyen en partes iguales.

Plazo de duración

Debe ser determinado. Normalmente, la falta de inclusión de este elemento conducirá a que la sociedad no sea inscripta, quedando
como sociedad de sección IV o en formación. Pero la sociedad no será nula.

Clausulas leoninas

El art. 13 declara nulas las siguientes clausulas:

- Que alguno o algunos de los socios reciban todos los beneficios o se les excluya de ellos, o que sean liberados de
contribuir a las perdidas.
- Que al socio o socios capitalistas se le restituyan los aportes con un premio designado o con sus frutos, o con una
cantidad adicional, haya o no ganancias.
- Que aseguren al socio su capital o las ganancias eventuales.
- Que la totalidad de las ganancias y aun de las prestaciones a la sociedad, pertenezcan al socio o socios sobrevivientes.
- Que permitan la determinación de un precio para la adquisición de la parte de un socio por otro, que se aparte
notablemente de su valor real al tiempo de hacerla efectiva.

Otras inclusiones

El contrato, además, debe incluir:

- Organización de la administración, fiscalización y gobierno de la sociedad.


- Distribución de resultados.
- Clausulas sobre derechos y obligaciones de los socios
- Clausulas atinentes al funcionamiento, disolución y liquidación de la sociedad.
- Estipulaciones nulas

NULIDADES SOCIETARIAS

Nulidad de los vínculos

El contrato de sociedad es un contrato plurilateral, conformado mediante los vínculos que unen a cada uno de los socios con el
conjunto de los restantes. La relación entre los socios es distinta de la bilateral común a los restantes contratos. El contrato de
sociedad puede existir como tal y ser operativamente eficaz, aunque uno o más de los vínculos de cada socio sea anulado. Esto
esta dispuesto en el art. 16 LGS.

Nulidad del contrato de sociedad

El régimen de la LGS en materia de nulidades no prevé como una categoría especifica la de nulidad del contrato en su conjunto.
Ello refleja el hecho de que tal régimen utiliza una metodología especifica, en el contacto de la cual los casos de nulidad del
contrato de sociedad en su conjunto se ven absorbidos por los restantes casos específicos de nulidades societarias.

Los vicios de los vínculos de los distintos socios con el conjunto societario afectan, a tales vínculos, y solo si se dan ciertas
condiciones dan lugar a la anulación del contrato en su conjunto. Esta metodología lleva a que los vicios en el consentimiento y en
la capacidad de los socios constituyentes de la sociedad no incidan inmediatamente sobre el contrato de sociedad en su conjunto,
sino a través de los vínculos de cada uno de los socios.

Otra manifestación de la mencionada metodología se encuentra en relación con los vicios de forma del contrato de sociedad. En
lugar de dar lugar a la anulación del contrato la LGS establece un régimen especial (sección IV).

En cuanto a los vicios en los elementos esenciales no tipificantes, en el sistema actual la LGS establece que las sociedades que
recaigan en ellos serán sociedades de la sección IV.

Efecto de la nulidad de los vínculos

La nulidad que afecte el vinculo de alguno de los socios no producirá la nulidad o resolución del contrato, excepto que la
participación de ese socio deba considerarse esencial, habida cuenta de las circunstancias o de que se trate de una sociedad
unipersonal.
El régimen de nulidad vincular responde a la estructura plurilateral del contrato de sociedad. Este puede operar como tal pese a la
“caída” de alguno de los vínculos que le da origen, en tanto permanezcan elementos suficientes, sobre la base de los restantes
vínculos subsistentes.

Corresponde así determinar que se entenderán por una participación o prestación “esencial”. Debe entenderse como tal la que hace
imposible el cumplimiento del objeto social o los fines de la sociedad.

La nulidad del vinculo puede ser absoluta o relativa.

SOCIEDADES DE LA SECCION IV

UN NUEVO RÉGIMEN DE SOCIEDADES NO CONSTITUIDAS REGULARMENTE

Una de las principales reformas introducidas por la ley 26.994 unifica las reglas aplicables a distintas especies de figuras
societarias imperfectas.

Dado que el concepto de sociedad irregular cuenta ya con una larga tradición en el derecho argentino, no consideramos
conveniente utilizarlo para el conjunto de las sociedades de la sección IV. Preferimos la denominación “sociedad imperfecta”.

Ámbito de aplicación

El art. 21 LGS dispone que la sociedad que no se constituya con sujeción a los tipos previstos por esta, que omita requisitos
esenciales o que incumpla con las formalidades exigidas, se regirán por lo dispuesto sobre las sociedades de la sección IV.

Quedan así comprendidas:

- Sociedades atípicas.
- Sociedades irregulares.
- Sociedades de hecho.
- Sociedades respecto de las cuales se hayan omitido requisitos esenciales.

No son así sociedades imperfectas los actos nulos en virtud de las reglas generales en materia de actos jurídicos; en especial, no lo
son las sociedades nulas conforme a las normas del art. 16. Tampoco lo son los actos calificables como de constitución de
sociedades.

Régimen legal de las sociedades imperfectas

Efectos del contrato social

Los socios podrán reclamar a la sociedad el respeto y cumplimiento de sus derechos y exigirse, entre si y a sus administradores, el
cumplimiento de las obligaciones que impone toda relación asociativa.

Personalidad jurídica

Las sociedades imperfectas tienen personalidad jurídica, en virtud de las reglas generales aplicables a todas las sociedades.

Organización

El art. 23 dispone que las clausulas relativas a la representación, la administración y las demás que disponen sobre la organización
y gobierno de la sociedad pueden ser invocadas entre los socios.

Representación

En las relaciones con terceros cualquiera de los socios representa a la sociedad exhibiendo el contrato, pero la disposición del
contrato social le pueden ser opuesta si se prueba que los terceros la conocieron efectivamente al tiempo del nacimiento de la
relación jurídica.

Las disposiciones sobre representación organiza de la sociedad solo son oponibles a terceros si se prueba que los terceros las
conocieron efectivamente l tiempo del nacimiento de la relación jurídica. La sociedad queda obligada frente a terceros mediante la
actuación de un solo socio. Si un socio obliga así a la sociedad por si mismo, en violación a lo dispuesto por el contrato social,
particularmente cuando este requiere pluralidad de socios para representar a la sociedad, tal socio será responsable frente a los
restantes por el daño que así causa a la sociedad.

Si un socio invoca la representación de la sociedad, y no exhibe el correspondiente contrato, obligara sin embargo a la sociedad,
en virtud de la apariencia creada.
El objeto societario sigue cumpliendo la función delimitativa, de la imputación de los actos de los representantes a la sociedad.
Pero si el tercero con el que contrata la sociedad no conocía el contrato social, y particularmente el objeto allí incluido, los limites
derivados de tal objeto no le serian oponibles, salvo cuando deban resultar aparentes como consecuencia del propio accionar de la
sociedad.

Si los terceros tienen conocimiento tales requisitos les serán oponibles y la sociedad solo quedara obligada en la medida en que se
hayan cumplido las reglas contractuales en materia de representación.

Bienes registrables

Para adquirir bienes registrables, la sociedad debe acreditar ante el Registro su existencia y las facultades de su representante de
todos quienes afirman ser sus socios. Este acto debe ser instrumentado en escritura publica o instrumento privado con firma
autenticada por escribano. El bien se inscribirá a nombre de la sociedad, debiéndose indicar la proporción en que participan los
socios en tal sociedad.

Asimismo, debe determinarse que se entenderá por “proporción en que participan los socios, la misma hace referencia a la
participación en las utilidades en el capital, pero no siempre es de sencilla determinación en las sociedades imperfectas,
especialmente en las de hecho.

Prueba

La sociedad puede acreditarse por cualquier medio de prueba.

Responsabilidad de los socios

Los socios responden frente a los terceros como obligados simplemente mancomunados y por partes iguales, salvo que la
solidaridad con la sociedad o entre ellos, o una distinta proporción resulten de una estipulación expresa respecto de una relación o
un conjunto de relaciones.

La posibilidad de modificar la proporción de responsabilidad de los socios requiere de una “estipulación expresa”, donde se
adopte tal modificación.

En cuanto a la responsabilidad que surja de las reglas del tipo, surge cuando este se ha adoptado expresamente, como será el caso
en las sociedades atípicas que no incluyen los elementos tipificantes propios del tipo elegido, en las sociedades a las que falten
elementos esenciales y en las sociedades irregulares. En cambio, las sociedades de hecho no están sujetas a esta regla pues no
implican la adopción manifiesta de un tipo.

Cuando existe una responsabilidad determinada conforme a las reglas del tipo, la responsabilidad no podría ser modificada
mediante una estipulación del contrato social.

Subsanación

En el caso de sociedades incluidas en la sección IV pueden subsanarse a iniciativa de la sociedad o de los socios en cualquier
tiempo o durante el plazo de duración previsto en el contrato. A falta de acuerdo unánime de los socios, la subsanación puede ser
ordenada judicialmente en procedimiento sumarísimo. El socio disconforme podrá ejercer el derecho de receso. La solución
judicial puede basarse en una propuesta previa de los socios, que no haya alcanzado apoyo unánime, los socios que oportunamente
impulsaron y aprobaron la propuesta no pueden incluirse entre los posibles “socios disconformes”.

Disolución y liquidación de las sociedades imperfectas

Cualquiera de los socios pueden provocar la disolución de la sociedad cuando no media estipulación escrita del pacto de duración,
notificando fehacientemente. Los socios que deseen permanecer en la sociedad deben pagar a los salientes su parte social.

Las mencionadas normas implican que, si el contrato social prevé por escrito la duración de la sociedad, no es posible recurrir a la
disolución por decisión de uno de los socios.

SOCIEDADES ATIPICAS

La primera de esas especies está constituida por las sociedades atípicas. Estas son las que no se constituyen con sujeción a los
tipos del Capítulo II de la LGS, sea porque se han omitido requisitos esenciales tipificantes o porque hay elementos incompatibles
con el tipo legal elegido. Es decir, que no constituyen un tipo que este vigente en la LGS.

El contrato social en las sociedades atípicas

Los socios pueden establecer un marco contractual para sus relaciones, en cuestiones tan diversas como la determinación de los
derechos y obligaciones de los socios, la organización de la sociedad y su disolución y liquidación. Si las partes han elegido un
tipo, las reglas propias de ese tipo serán aplicables por corresponder a la intención expresa de las partes, salvo que sean
incompatibles con la conformación de la sociedad bajo el contrato social. Si las partes no han elegido un tipo, se aplicarán
supletoriamente las reglas del tipo más a fin a la sociedad de que se trate, siendo posible inclusiva aplicar a distintos tipos de
relaciones jurídicas normas societarias correspondientes a distintos tipos.

La organización en las sociedades atípicas

Tratándose de sociedades atípicas, no existe en principio un tipo cuyas reglas sean directamente aplicables, por lo que deberán
aplicarse las reglas de los tipos definidos conforme se expuso en relación con el régimen contractual.

Derechos, obligaciones y responsabilidades de los socios

Los socios determinaran sus derechos, obligaciones y responsabilidades.

Si se han elegido expresamente un tipo, los socios responden frente a los terceros como obligados simplemente mancomunados y
por partes iguales, salvo que la solidaridad o una distinta proporción resulten de las reglas generales del tipo así elegido. Pero
puede también configurarse sin que se alija expresamente tipo alguno, en tales casos, los socios responden como obligados
simplemente mancomunados y por partes iguales, salvo que exista una estipulación expresa respecto de una relación o conjunto de
relaciones, o una cláusula del contrato social, que establezcan la solidaridad de los socios o una distinta proporción en la
responsabilidad de los obligados mancomunadamente.

SOCIEDADES IRREGULARES

Las sociedades irregulares son las que, conformadas mediante un contrato por escrito bajo uno de los tipos societarios previstos
por la ley, han incumplido con las formalidades exigibles respeto de ese tipo.

Hay que hacer una distinción entre sociedades irregulares y en formación. Las primeras son las que presentan un incumplimiento
definitivo de las formalidades exigidas, mientras que las segundas todavía no han cumplido plenamente esas formalidades, pero se
encuentran en vías de hacerlo.

El contrato social en las sociedades irregulares

Los socios podrán establecer en el contrato social el marco de sus relaciones societarias, incluyendo reglas relativas a la
organización de la sociedad y la conformación de sus órgano. Suponen un encuadramiento en uno de los tipos societarios
regulares, las reglas del tipo al que corresponda la sociedad irregular serán aplicables a la interpretación y aplicación del contrato.

La organización en las sociedades irregulares

Se aplican las reglas correspondientes al tipo elegido en el contrato social.

Derechos, obligaciones y responsabilidades de los socios

Se encuentran en principio determinados por el contrato social, en conjunto con las normas del tipo al que corresponda, las reglas
del tipo pueden ser aplicables para determinar la responsabilidad de los socios, si tales reglas imponen la solidaridad de los socios
o modifican la proporción en que incide sobre ellos la responsabilidad mancomunada que prevé la LGS.

SOCIEDADES DE HECHO

Se caracterizan por carecer de instrumentación. El contrato se celebra verbalmente, o mediante la propia conducta de los
interesados, inclusive conforme a esta se manifiesta a lo largo de la existencia de la sociedad. Ese contrato no instrumentado
puede acreditarse por cualquier medio de prueba.

Las sociedades de hecho son una especie de sociedad atípica.

Unión convivencial y sociedad de hecho

La unión convivencial no supone necesariamente la colaboración con fines económicos propia de las sociedades ni la
participación en beneficios económicos logrados conjuntamente. Los participantes en una unión convivencial pueden formar una
sociedad de hecho, si se reúnen los elementos propios de esta, lo mismo que pueden formar otras especies de sociedades
imperfectas o regulares.

El contrato social

El contenido del contrato social resulta por lo general del propio comportamiento de sus socios a lo largo de la vida de la sociedad.
Las modificaciones son posibles, pero resultan generalmente no de una decisión explicita de los socios, sino, nuevamente, de la
modificación en el comportamiento de los mismos.
La organización

Es el propio comportamiento de la sociedad de hecho lo que permite determinar lo convenido por sus socios en materia de
organización. Pero la conducta de los socios es generalmente demasiado imprecisa, deberá recurrirse al marco de las sociedades
en general y al de las colectivas para poder en su contexto atribuir un sentido jurídico preciso a las conductas de los socios y
demás participantes en la organización de la sociedad de hecho.

Derechos, obligaciones y responsabilidades de los socios

Los aportes surgen de la propia realización del aporte o bien de compromisos de efectuar tales aportes, sin que tales compromisos
lleguen a configurar la instrumentación de un contrato social.

Es de aplicación la regla general de la responsabilidad mancomunada e igual entre los socios.

LA PERSONALIDAD JURÍDICA SOCIETARIA


REGLA GENERAL
Bajo el derecho argentino actual, es que las sociedades tienen personalidad jurídica. La personalidad jurídica societaria es un
instrumento para organizar las relaciones jurídicas emergentes de las organizaciones societarias. La falta de personalidad jurídica
societaria implica atribuir las relaciones emergentes de las actividades societarias a sus socios, creando estructuras jurídicas
inmanejables cuando el número de estos es elevado. De allí que en las sociedades abiertas sea prácticamente universal a diferencia
de lo que sucede en tipos jurídicos personalistas.

Implica que las sociedades son una figura ideal susceptible de adquirir derechos y contraer obligaciones. La sociedad actúa en el
ámbito jurídico a través de sus órganos y representantes, y traba mediante ellos relaciones jurídicas con otras personas. El sujeto
de esas relaciones, desde el punto de vista de la sociedad, es la persona jurídica societaria. Es esta, y no los socios directamente.

Por otra parte, el art 148 inc a del Código Civil y Comercial reconoce expresamente como personas jurídicas, lo que coincide con
la amplitud del régimen de la ley 19.550 en la materia.

ART 148 del CCy CN: Son personas jurídicas privadas:


a) las sociedades;
b) las asociaciones civiles;
c) las simples asociaciones;
d) las fundaciones;
e) las iglesias, confesiones, comunidades o entidades religiosas;
f) las mutuales;
g) las cooperativas;
h) el consorcio de propiedad horizontal;
i) toda otra contemplada en disposiciones de este Código o en otras leyes y cuyo carácter de tal se establece o resulta de su
finalidad y normas de funcionamiento.

ALCANCE DE LA PERSONALIDAD JURIDICA SOCIETARIA


Desde el punto de vista de los entes dotados de personalidad jurídica, todas las sociedades tienen tal personalidad. La generalidad
de esta regla es adoptada por el art 2° de la ley 19.550 y por el art 148, inc a del Código Civil y Comercial. Tienen así
personalidad jurídica las sociedades irregulares y, de hecho. Si bien era común manifestar que la personalidad de las sociedades
irregulares y de hecho era precaria o limitada. La aptitud para adquirir derechos y contraer obligaciones, como es el caso de las
sociedades incluidas. Sección IV

SUJETO DE DERECHO.

ARTICULO 2º — La sociedad es un sujeto de derecho con el alcance fijado en esta Ley.

También la sociedad en formación tiene personalidad jurídica. Ciertamente, como en otras categorías societarias, existen reglas y
límites para determinar el alcance de esa personalidad.
Las sociedades en liquidación tienen personalidad jurídica. Durante ese período esas sociedades tienen un patrimonio, objeto de
realización mediante el proceso de liquidación, que recién se extingue al no quedar derechos u obligaciones atribuibles a la
sociedad.

Es común sostener que la personalidad jurídica societaria es limitada o condicionada. Por una parte, encontramos a la personalidad
jurídica en abstracto, esta es una aptitud para adquirir y contraer obligaciones que se tiene o no se tiene, y que da lugar a un
patrimonio conformado por los derechos y obligaciones atribuibles a una persona. Pero esa personalidad jurídica tiene límites.

FUNDAMENTOS NORMATIVO DE LA PERSONALIDAD JURÍDICA


El artículo 2° de la ley 19.550 establece que la sociedad es sujeto de derecho con alcance fijado en esa ley. De allí se ha inferido
que la personalidad jurídica societaria es limitada, toda persona -física o jurídica- está sujeta a reglas que gobiernan su
funcionamiento como tal, respecto de cuestiones tales como los límites temporales de la personalidad y la determinación de los
actos y conductas imputables a las personas en cuestión, especialmente en virtud de relaciones de representación.

También se ha sostenido que el art 141 del Código Civil y Comercial, al disponer que la personalidad jurídica de los entes ideales
se confiere “para el cumplimiento de su objeto y los fines de su creación”, la doctrina de ultra vires, limitando la aptitud jurídica
de las sociedades a los actos incluidos en su objeto. El art 141 no exige que los actos atribuibles a la sociedad sean los incluidos en
el objeto, sino que deben guardar cierta relación funcional con el cumplimiento de tal objeto y los fines de la sociedad.
Depende del tipo de persona jurídica de que se trate, de las particularidades de su organización y de la clase de relación jurídicas
cuya atribución se busque determinar.

ARTÍCULO 141: Son personas jurídicas todos los entes a los cuales el ordenamiento jurídico les confiere aptitud para adquirir
derechos y contraer obligaciones para el cumplimiento de su objeto y los fines de su creación.

ARTÍCULO 58. — El administrador o el representante que de acuerdo con el contrato o por disposición de la ley tenga la
representación de la sociedad, obliga a ésta por todos los actos que no sean notoriamente extraños al objeto social. Este régimen se
aplica aun en infracción de la organización plural, si se tratare de obligaciones contraídas mediante títulos valores, por contratos
entre ausentes, de adhesión o concluidos mediante formularios, salvo cuando el tercero tuviere conocimiento efectivo de que el
acto se celebra en infracción de la representación plural.

EFICACIA INTERNA DE LAS LIMITACIONES.

Estas facultades legales de los administradores o representantes respecto de los terceros no afectan la validez interna de las
restricciones contractuales y la responsabilidad por su infracción.

El art 58 de la ley 19.550, tomó al objeto societario como uno entre muchos otros elementos para determinar las relaciones
jurídicas imputables a la sociedad. Por ejemplo, se tienen también en cuenta elementos tales como la coincidencia de
ciertos actos con la actividad de la sociedad- y no ya con su objeto-

También se encuentra una pluralidad de niveles normativos en materia de inoponibilidad de la personalidad jurídica. El art 54 de
la ley 19.550 dispone que la actuación de la sociedad que encubra la consecución de fines extrasocietarios, constituya un mer o
recurso para violar la ley, el orden público o la buena fe o para frustrar derechos de terceros, se imputara directamente a los socios
o a los controlantes que la hicieron posible, quienes responderán solidaria e ilimitadamente por los perjuicios causados.
ARTICULO 54. — El daño ocurrido a la sociedad por dolo o culpa de socios o de quienes no siéndolo la controlen constituye a
sus autores en la obligación solidaria de indemnizar sin que puedan alegar compensación con el lucro que su actuación haya
proporcionado en otros negocios.

El socio o controlante que aplicará los fondos o efectos de la sociedad a uso o negocio de cuenta propia o de tercero está
obligado a traer a la sociedad las ganancias resultantes siendo las pérdidas de su cuenta exclusiva.

INOPONIBILIDAD DE LA PERSONALIDAD JURÍDICA.

La actuación de la sociedad que encubra la consecución de fines extrasocietarios constituya un mero recurso para violar la
ley, el orden público o la buena fe o para frustrar derechos de terceros, se imputará directamente a los socios o a los
controlantes que la hicieron posible, quienes responderán solidaria e ilimitadamente por los perjuicios causados.
INICIO DE LA PERSONALIDAD JURIDICA SOCIETARIA
El art 142 del Código Civil y Comercial dispone que la existencia de la persona jurídico privada comienza desde su constitución.
Esta comienza con el contrato o acto constitutivo y culmina en la inscripción registral de la sociedad. No lo es para que la
sociedad exista; mientras el iter constitutivo está en curso, la sociedad es en formación y tiene personalidad jurídica y también la
tiene si el iter se frustra y la sociedad finaliza siendo irregular. Es el contrato constitutivo, y no la conformación de una sociedad
regular, lo que da inicio a la personalidad jurídica societaria. El cambio de sociedad en formación a sociedad regular no implica la
creación de una nueva persona jurídica, sino la constitución, de la misma persona jurídica nacida con la constitución de la
sociedad.

Artículo 142: La existencia de la persona jurídica privada comienza desde su constitución. No necesita autorización legal para
funcionar, excepto disposición legal en contrario. En los casos en que se requiere autorización estatal, la persona jurídica no puede
funcionar antes de obtenerla.

El elemento determinante para el comienzo de la personalidad jurídica es asi la configuración de un contrato de sociedad o de un
acto unilateral. El elemento dinámico de esa configuración es el consentimiento. El momento de perfeccionamiento de tal contrato
depende del mecanismo utilizado para dar y recibir los correspondientes conocimientos, así como del marco precontractual que se
haya establecido a los fines de la formación del contrato. A partir de que exista contrato de sociedad, conforme a esta regla,
existirá la correspondiente persona jurídica societaria.

En el caso de las sociedades anónimas unipersonales, será la declaración unilateral de voluntad constitutiva de la sociedad lo que
dará origen al inicio de la personalidad jurídica societaria, como en otros casos, la culminación del trámite registral.

SOCIEDAD UNIPERSONAL Y PERSONALIDAD JURIDICA SOCIETARIA

Las sociedades así formadas tienen personalidad jurídica. El sentido de la personalidad jurídica, en estos casos, es puesto de
manifiesto en el artículo 143 del Código Civil y Comercial. La sociedad anónima unipersonal tiene una personalidad distinta a la
de su único socio, y este responde por las deudas de la sociedad limitadamente y conforme a las reglas del tipo adoptado, la
sociedad anónima.

Sin embargo, el carácter unipersonal de una sociedad puede incidir sobre diversos aspectos de sus relaciones jurídicas. En
particular, puede ser fundamento de la extensión de la quiebra.

Artículo 143: La persona jurídica tiene una personalidad distinta de la de sus miembros.

Los miembros no responden por las obligaciones de la persona jurídica, excepto en los supuestos que expresamente se prevén en
este Título y lo que disponga la ley especial.

CONSECUENCIAS DE LA PERSONALIDAD JURÍDICA


La consecuencia primaria es la conformación de un ente, distinto de sus miembros, con aptitud propia para adquirir derechos y
contraer obligaciones.

ÓRGANOS
Actúa través de personas físicas, conformadas en órganos de esa persona jurídica, son calificados, tradicionalmente, como de
gobierno, administración, representación y fiscalización. La conformación y atribución de los distintos órganos varían en función
de los tipos societarios.

CAPACIDAD
En consecuencia, toda sociedad que tenga personalidad jurídica, tiene un mínimo de capacidad de derechos. Principio de
especialidad conforme a este principio, la persona jurídica sólo tiene capacidad para adquirir derechos y contraer obligaciones que
guarden una relación adecuada con su objeto.

La capacidad de derecho de las personas jurídicas estas también limitada en razón de que existen ciertas relaciones jurídicas que,
por su contenido, quedan excluidas a tales personas, las relaciones de familia, particularmente, son parte de las así excluidas.
Mayores son las diferencias existentes entre personas jurídicas y físicas en lo que hace a la capacidad de hecho. Las personas
jurídicas, estas deben necesariamente actuar por vía de sus representantes, sean estos orgánicos o voluntarios. Siempre cumplir
con los requisitos de las representación orgánica o de la representación voluntaria de que aquélla se derive.
El art 58 de la ley 19.559 fija reglas en materia de la posibilidad de los representantes orgánicos de obligar a la sociedad.
PATRIMONIO
La persona jurídica tiene un patrimonio propio, es una consecuencia necesaria de la personalidad de jurídica de aquella, ciertos
derechos y obligaciones de contenido patrimonial se imputan a la sociedad y forman su patrimonio.

El régimen de responsabilidad de los socios está construido sobre la base de esta distinción patrimonial entre la sociedad y sus
socios. En los casos en que existe responsabilidad de los socios por las deudas de la sociedad, esta responsabilidad no es directa ni
incide directamente sobre el patrimonio de los socios, sino que está sujeta a reglas que la diferencian de la responsabilidad de la
propia sociedad deudora. UN

DIFERENCIACIÓN RESPECTO DE LA PERSONALIDAD DE LOS SOCIOS


La personalidad jurídica societaria, para que esta sea tal es preciso que la sociedad tenga una existencia jurídica distinta de la de
sus socios. Los socios se benefician de los derechos de la sociedad en razón de los derechos que a su vez tienen en contra la
persona jurídica societaria, derechos que son posibles justamente por la diferente personalidad.
Las obligaciones de la sociedad inciden sobre los socios sea porque disminuyen el contenido económico de sus derechos frente a
la sociedad o por la responsabilidad subsidiaria o solidaria de los socios por las obligaciones sociales, responsabilidad que implica
un vínculo jurídico adicional y distinto al de la obligación contraida por la sociedad.
La personalidad diferenciada de la sociedad no equivale a responsabilidad limitada de sus socios

LEGITIMACIÓN PROCESAL
Las personas jurídicas y entre ellas las sociedades, tienen legitimación procesal activa y pasiva. La legitimación pasiva alcanza
inclusive a acciones por responsabilidad civil y a las derivadas de regímenes penales especiales.

RELACIONES ENTRE LA SOCIEDAD Y SUS SOCIOS


La diferenciación respecto de la personalidad de sus socios implica que en la sociedad, en cuanto persona jurídica, puede tener
derechos y obligaciones respecto de su socio.
La diferente personalidad de la sociedad y de sus socios hace que, como regla general, puede existir toda tipo de relación jurídica
entre una y otros, salvo cuando una regla específica prohiba o limite tal relación- como en el caso de las participaciones
recíprocas, reguladas por el art 32 de la ley 19.559 o, cuando esta sea imposible en razón de su naturaleza- como sucede con las
relaciones jurídicas familiares-.

ARTICULO 32. — Es nula la constitución de sociedades o el aumento de su capital mediante participaciones recíprocas, aún por
persona interpuesta. La infracción a esta prohibición hará responsable en forma ilimitada y solidaria a los fundadores,
administradores, directores y síndicos. Dentro del término de tres (3) meses deberá procederse a la reducción del capital
indebidamente integrado, quedando la sociedad en caso contrario, disuelta de pleno derecho.

Tampoco puede una sociedad controlada participar en la controlante ni en sociedad controlada por esta por un monto superior,
según balance, ni de sus reservas, excluida la legal.

Las partes de interés, cuotas o acciones que excedan los límites fijados deberán ser enajenadas dentro de los seis (6) meses
siguientes a la fecha de aprobación del balance del que resulte la infracción. El incumplimiento será sancionado conforme al
artículo 31

Los socios no tienen un derecho o legitimación inmediatos para ejercer los derechos y atribuciones de la sociedad, inicialmente
corresponde a quienes ocupen el órgano de representación de la sociedad, que puede ser integrado por personas que no sean
socios, o por algunos socios y no por otros, dependiendo del tipo societario y de las disposiciones del contrato social.

El socio puede así ser acreedor privilegiado de la sociedad, o ser deudor en un concurso en el que la sociedad es acreedora, entre
otras posibles relaciones creditorias entre la sociedad y sus socios. Esta posición, puede verse alterada en los casos de
desestimación de la personalidad societaria, a ser examinados infra.

Adicionalmente, el socio puede ser acreedor de la sociedad como consecuencia directa de su carácter de tal. También estos
créditos son susceptibles de verse afectados por la desestimación de la personalidad societaria.

ATRIBUTOS DE LA PERSONALIDAD
Las personas jurídicas, y entre ellas las societarias, gozan de ciertos atributos de la personalidad. Tienen así domicilio, nombre,
patrimonio y capacidad, todo ello con las particularidades que han sido examinadas precedentemente. Pero ciertos atributos de las
personas físicas no pueden extenderse a las personas jurídicas, o sufren modificaciones sustanciales cuando se produce tal
extensión.
LA DESESTIMACIÓN DE LA PERSONALIDAD
Uno de los instrumentos desarrollados para restringir los efectos de la personería jurídica, frente a las normas y principios del
orden jurídico, es la desestimación de la personería societaria. En ciertos casos el orden público no reconoce la personalidad
jurídica de la sociedad, y atribuye las relaciones jurídicas a las personas físicas o de existencia ideal, como pueden ser los socios u
otras personas que ejercen el control de la sociedad. Esta no desaparece ni se extingue, sino que se pierde parte de los efectos
jurídicos respecto de ciertas relaciones. La desestimación de la personalidad societaria está determinada por el artículo 144 del
CCYC; Inoponibilidad de la personalidad jurídica. La actuación que esté destinada a la consecución de fines ajenos a la persona
jurídica constituya un recurso para violar la ley, el orden público o la buena fe o para frustrar derechos de cualquier persona, se
imputa a quienes, a título de socios, asociados, miembros o controlantes directos o indirectos, la hicieron posible, quienes
responderán solidaria e ilimitadamente por los perjuicios causados.
Lo dispuesto se aplica sin afectar los derechos de los terceros de buena fe y sin perjuicio de las responsabilidades personales de
que puedan ser pasibles los participantes en los hechos por los perjuicios causados y el 54 el daño ocurrido a la sociedad por dolo
o culpa de socios o de quienes no siéndolo la controlen constituye a sus autores en la obligación solidaria de indemnizar sin que
puedan alegar compensación con el lucro que su actuación haya proporcionado en otros negocios. El socio o controlante que
aplicará los fondos o efectos de la sociedad a uso o negocio de cuenta propia o de tercero está obligado a traer a la sociedad las
ganancias resultantes siendo las pérdidas de su cuenta exclusiva.

Inoponibilidad de la personalidad jurídica. La actuación de la sociedad que encubra la consecución de fines


extrasocietarios constituya un mero recurso para violar la ley, el orden público o la buena fe o para frustrar derechos de
terceros, se imputará directamente a los socios o a los controlantes que la hicieron posible, quienes responderán solidaria e
ilimitadamente por los perjuicios causados.

La desestimación de la personalidad societaria debe distinguirse de ciertas figuras afines. No equivale a la extensión de la
quiebra, pues tal extensión puede tener lugar como sanción respeto de los controlantes o de otras personas vinculadas con
una sociedad quebrada, o por otros motivos tales como la responsabilidad solidaria de ciertos socios, sin necesidad de
recurrir al marco conceptual de la desestimación de la personalidad societaria. Tampoco equivale a la responsabilidad de
los socios o controlantes por las obligaciones de la sociedad, aunque esa responsabilidad suele ser una de las
consecuencias de la desestimación de la personalidad societaria puede tener muy diferentes motivos jurídicos como las
reglas sobre responsabilidad de los socios aplicables a ciertas sociedades como las colectivas.

ART 144 CCYCN: La actuación que esté destinada a la consecución de fines ajenos a la persona jurídica, constituya un recurso para vio
ley, el orden público o la buena fe o para frustrar derechos de cualquier persona, se imputa a quienes, a título de socios, asociados, miemb
controlantes directos o indirectos, la hicieron posible quienes responderán solidaria e ilimitadamente por los perjuicios causados.

Lo dispuesto se aplica sin afectar los derechos de los terceros de buena fe y sin perjuicio de las responsabilidades personales de que pueda
pasibles los participantes en los hechos por los perjuicios causados.

NORMAS APLICABLES A LA DESESTIMACIÓN DE LA PERSONALIDAD SOCIETARIA

NORMAS CUYO ÁMBITO DE APLICACIÓN ES MÁS AMPLIO QUE LA DESESTIMACIÓN SOCIETARIA

La desestimación societaria nace cuando surge un conflicto entre las normas que dan efecto a ficha personal, por una parte y a las restantes d
orden jurídico. Pueden ser reglas generales de derecho privado que el marco de aplicación es más amplio que la sola delimitación de la
personalidad societaria. Entre las utilizadas se puede hacer mención a las siguientes:

 ABUSO DEL DERECHO: Ha sido una de las más utilizadas, tal desestimación sería la consecuencia del ejercicio
abusivo de los derechos emanada de la mencionada personalidad. Dicha desestimación no surge del abuso de ciertos
derechos, sino de la inexistencia de los mismos. Cómo desprende el art 54 el cual, frente a la utilización irregular de
normativa societaria, no aplica los criterios propios del abuso del derecho, sino que elimina ciertas consecuencias de
dichas normas, atribuyendo ciertas conductas directamente a los socios.
 BUENA FE: La desestimación puede tener lugar con base en factores puramente objetivos, totalmente independientes de
la buena o mala fe que caracterice al accionar de los socios o controlantes, como en el caso de la desestimación extendida
a las sociedades unipersonales. En la regla general incluida en el art 4 de la ley 19550, la violacion de la buena fe es uno
entre diversos elementos a ser tenidos en cuenta para disponer la inoponibilidad de la personalidad jurídica.
 OBJETO DE LOS ACTOS JURÍDICOS: La desestimación puede darse a que esa personalidad es un elemento
instrumental de un acto jurídico cuyo objeto es ilícito. Ej. Un socio controlante de una sociedad puede utilizar la
personalidad para eludir acreedores, transfiriendo bienes a tal sociedad. Pero el régimen de personalidad societaria
cuenta con elementos más precisos, que hacen generalmente innecesarios recurrir a las amplias normas generales en
materia de contenido y licitud del objeto de los actos jurídicos.

NORMAS CUYO ÁMBITO DE APLICACIÓN ES LA DESESTIMACIÓN DE PERSONALIDAD SOCIETARIA EN


GENERAL
Diversas normas se encuentran expresamente dirigidas a limitar los efectos de la personalidad jurídica en casos. Cabe destacar:
 INOPONIBILIDAD DE LAS PERSONALIDAD JURÍDICA. Art 54; La actuación de la sociedad que encubra la
consecución de fines extrasocietarios constituya un mero recurso para violar la ley, el orden público o la buena fe o
para frustrar derechos de terceros, se imputará directamente a los socios o a los controlantes que la hicieron posible,
quienes responderán solidaria e ilimitadamente por los perjuicios causados.
y una norma similar se encuentra en el artículo 144 del ccyc: Inoponibilidad de la personalidad jurídica. La actuación que esté
destinada a la consecución de fines ajenos a la persona jurídica, constituya un recurso para violar la ley, el orden público o la
buena fe o para frustrar derechos de cualquier persona, se imputa a quienes a título de socios, asociados, miembros o
controlantes directos o indirectos, la hicieron posible, quienes responderán solidaria e ilimitadamente por los perjuicios
causados.
Lo dispuesto se aplica sin afectar los derechos de los terceros de buena fe y sin perjuicio de las responsabilidades personales de
que puedan ser pasibles los participantes en los hechos por los perjuicios causados.
Ambas normas tienen un ámbito de aplicación distinto ya que el 144 rige para las personas jurídicas y el 54 solo para las
sociedades contempladas en la LGS. -
 LÍMITES DE LA PERSONALIDAD SOCIETARIA: La Soc. es un sujeto de derecho con alcance fijado en esta ley. La
norma es carente de contenido pues es evidente el alcance de la personalidad societaria está fijado por la ley. Asimismo,
la norma puede crear errores de interpretación, pues da a entender que se puede ser más o menos persona, cuando en
realidad personalidad jurídica es un atributo del que gozan o no, en absoluto, y que todos los casos se trate de personas
físicas o jurídicas, queda sujeto a las limitaciones que en materia de capacidad, legitimación, poderes y atribuciones
resulten aplicables.
No obstante, el art. 2 intenta transmitir un mensaje jurídico, en el cual se establece que existen limitaciones sobre la capacidad de
las sociedades que son características de estas. SE DA UN SUSTENTO LEGAL A LA DESESTIMACIÓN DE LA
PERSONALIDAD societaria, AL DEJAR SENTADO QUE ESA PERSONALIDAD ESTÁ LEGALMENTE CONDICIONADA.

NORMAS CUYO ÁMBITO DE APLICACIÓN ES LA DESESTIMACIÓN DE LA PERSONALIDAD SOCIETARIA EN


CASOS ESPECÍFICOS:
La creciente aplicación de la figura de desestimación de la personalidad societaria ha llevado a sanciones legislativas destinadas a
precisar las causas y efectos. Cabe mencionar:
 NORMAS CONCURSALES: ES EL MARCO EN EL CUAL SE MANIFIESTAN LOS CONFLICTOS RELATIVOS a
la desestimación de la personalidad societaria. La insuficiencia del patrimonio de las sociedades insolventes lleva a los
acreedores a intentar hacer efectivos sus créditos contra socios, directivos y controlantes, imputando las obligaciones de
la sociedad a las personas subyacentes a tal organización.
Las principales normas concursales están dirigidas a la extensión de la quiebra, figura relacionada como estrictamente no idéntica
a la desestimación de la personalidad jurídica societaria. Es cierto que, si se desestima la personalidad jurídica de una entidad, sus
obligaciones resultan inmutables a sus socios u otras personas subyacentes. y que esa imputación puede resultar en la insolvencia
y quiebra de tales socios a personas. Según la norma concursal el 161 determina lo siguiente: Actuación en interés personal.
Controlantes. Confusión patrimonial. La quiebra se extiende: 1) A toda persona que, bajo la apariencia de la actuación de la
fallida, ha efectuado los actos en su interés personal y dispuesto de los bienes como si fueran propios, en fraude a sus acreedores;
2) A toda persona controlante de la sociedad fallida, cuando ha desviado indebidamente el interés social de la controlada,
sometiéndose a una dirección unificada en interés de la controlante o del grupo económico del que forma parte. A los fines de esta
sección, se entiende por persona controlante: a) aquella que en forma directa o por intermedio de una sociedad a su vez
controlada, posee participación por cualquier título, que otorgue los votos necesarios para formar la voluntad social; b) cada una
de las personas que, actuando conjuntamente, poseen participación en la proporción indicada en el párrafo a) precedente y sean
responsables de la conducta descrita en el primer párrafo de este inciso. 3) A toda persona respecto de la cual existe confusión
patrimonial inescindible, que impida la clara delimitación de sus activos y pasivos o de la mayor parte de ellos.

 Normas en materia de inversiones extranjeras. Esta norma no establece la desestimación de la personalidad sino,
contrariamente, asís en que tal desestimación no se aplica. Se busca crear así un grado mayor de certidumbre en la
materia habida cuenta que los aspecto impositivos de los pagos de empresas locales de capital extranjeros a sus
controlantes han sido uno de los ámbitos de mayores dificultades han creado respecto de la desestimación de la
personalidad societaria.
 Legislación laboral: La desestimación de la personalidad societaria responde frecuentemente a motivos basados en el
derecho laboral, y es en consecuencia prevista expresamente en varias disposiciones de la legislación respectiva. El
artículo 14 de la ley de contratos de trabajo dispone que será nulo todo contrato por el cual las partes hayan procedido
con simulación o fraude a la ley laboral. Además, EL ART 31 de la misma ley prevé la responsabilidad solidaria de
empresas vinculadas o relacionadas, cuando existan maniobras fraudulentas o conducción temeraria.
 NORMAS IMPOSITIVAS: El ámbito tributario ha sido uno de los compases de desestimación de la personalidad
societaria ha presentado mayor aplicación. El art 2 de la ley 11.683, de procedimiento tributario, recoge el principio de la
realidad económica, y al requerir la consideración situación económica real encuadra en la situación del derecho privado,
da a lugar a conceptos e instrumentos de la desestimación de la personalidad jurídica.
 NORMAS DE DERECHO ECONÓMICO; En el derecho económico es de aplicación predominante el principio de la
realidad económica, o sea de la interpretación de las relaciones jurídicas sobre la base de su contenido fáctico económico
y no en función de la forma normativa que adoptan. Este principio conduce a la utilización de la desestimación de la
personalidad societaria.

SUPUESTO DE APLICACIÓN DE LA DESESTIMACIÓN DE LA PERSONALIDAD SOCIETARIA en el art 54 de la


ley 19.550

1. ACTUACIÓN DE LA SOCIEDAD SON FINES EXTRASOCIETARIOS:


Una de las principales causales de desestimación de la personalidad societaria es la actuación de la sociedad que encubre fin es
extra societarios.
Solo el desvío oculto de la actuación llevada a la desestimación de las personalidad, explícito en el 144, en el mismo se determina
que se elimine tal encubrimiento, teniéndose como simplemente en cuenta el hecho de la actuación de la persona jurídica se dirige
a fines ajenos a la misma.
Si bien podría tornarse difícil de comprender, dado que todas las sociedades cuentan con un fin oculto que está determinado por
los intereses particulares de cada uno de los socios.

2. RECURSO PARA VIOLAR LA LEY, EL ORDEN PUEBLICO O LA BUENA FE:


Este segundo grupo de causales de inoponibilidad de la personalidad societaria es de tal amplitud que engloba a todos los casos
posibles de desestimación. Pero la amplitud y abstracción de este grupo obra en contra de su precisión. En todos los casos se
dirige quien deba aplicar la norma a elementos de enorme amplitud con los que la personalidad societaria pueda entrar en
conflicto.

3. FRUSTRACIÓN DE DERECHOS DE TERCEROS


Otra de las causales es la frustración de derechos de terceros. Esta es de tal amplitud que carece de valor operativo, pues no
determina en qué casos los derechos de terceros, afectados por las conductas evaluadas, son de entidad suficiente como para
desplazar a las reglas generales sobre la personalidad societaria.

SUPUESTOS ESPECÍFICOS DE APLICACIÓN DE LA DESESTIMACIÓN DE LA PERSONALIDADSOCIETARIA

1. Utilización de la personalidad societaria en perjuicio de los derechos de cónyuge:


Las estructuras societarias han sido frecuentemente utilizadas para desviar activos de la sociedad conyugal, en detrimento de los
derechos del cónyuge. Las sociedades impugnadas son meros instrumentos para frustrar los derechos de los cónyuges,
permaneciendo los bienes transferidos a tales sociedades –como aportes o en otro carácter-bajo el control del cónyuge que busca
defraudar los derechos del otro. En estos casos los motivos de la personalidad societaria desaparecen y ceden frente a los derechos
del cónyuge ilícitamente perjudicado. La desestimación lleva a ubicar los bienes de la sociedad afectada al patrimonio de la
comunidad conyugal.
2. Utilización de la personalidad societaria en perjuicio de los derechos de los herederos forzosos:
Un mecanismo utilizado para la evasión de los requisitos imperativos del régimen sucesorio es la disminución aparente del
patrimonio del causante mediante la transferencia de bienes a sociedades. Esta sola transferencia, y el hecho de que los bienes
aportados sean sustituidos por participaciones en la sociedad que los recibe, no implica lesión a la legítima, pues implica tan solo
una modificación cualitativa en el patrimonio del causante. La violación de los derechos de los herederos forzosos tiene lugar
mediante maniobra más complejas, como la transferencia de las particiones recibidas por el causante a cambio de activos líquidos
que se distraen del patrimonio de dicho causante. La desestimación de la personalidad societaria permite frustrar estas maniobras
demostrando la realidad patrimonial.
3. Imputación a la sociedad de los actos efectuados a título individual por los socios:
La desestimación de la personalidad societaria opera para atribuir a la sociedad efectos primariamente imputables al patrimonio de
los socios. Los actos de un controlante pueden ser imputados a la sociedad controlada, quién NO podrá ampararse en la distinta
personalidad formal de tal controlante eludir sus efectos.
4. Extensión de la quiebra:
Uno de los aspectos más visibles de la desestimación de la personalidad societaria es la extensión de la quiebra como
consecuencia de tal desestimación.
La legislación prevé casos específicos de extensión de la quiebra debido a las relaciones de ciertas personas con la sociedad
quebrada. Por otro lado pone límites a la extensión de la quiebra basada en relaciones entre la sociedad. El artículo 172 de la ley
24522 prevé que cuando dos o más personas formen grupos económicos, aun manifestados por relaciones de control, pero sin las
características previstas en el 161, la quiebra de una de ellas no se extiende a las restantes.
El art 161 prevé tres casos de extensión de la quiebra. 1) A toda persona que, bajo la apariencia de la actuación de la fallida, ha
efectuado los actos en su interés personal y dispuesto de los bienes como si fueran propios, en fraude a sus acreedores; Se trata de
un caso en que la sociedad es dirigida de como que no actúa sobre la base del interés societario, amparando su patrimonio en
beneficio del conjunto de los socios, sino que desviando bienes en interés personal, perjudicando así a los acreedores de la
sociedad.
2) A toda persona controlante de la sociedad fallida, cuando ha desviado indebidamente el interés social de la controlada,
sometiéndose a una dirección unificada en interés de la controlante o del grupo económico del que forma parte. A los fines de esta
sección, se entiende por persona controlante: a) aquella que en forma directa o por intermedio de una sociedad a su vez
controlada, posee participación por cualquier título, que otorgue los votos necesarios para formar la voluntad social; b) cada una
de las personas que, actuando conjuntamente, poseen participación en la proporción indicada en el párrafo a) precedente y sean
responsables de la conducta descrita en el primer párrafo de este inciso.
3) A toda persona respecto de la cual existe confusión patrimonial inescindible, que impida la clara delimitación de sus activos y
pasivos o de la mayor parte de ellos.
Em todos estos casos se violan las condiciones de reconocimiento de la personalidad societaria, actividad dirigida a la
consecución del interés de la sociedad, identidad patrimonial de la sociedad, y la consecuencia es la extensión de la quiebra a una
persona que en principio no estaba sujeta a esta, ni necesariamente en cesación de pagos. La desestimación de la personalidad
societaria tiene un efecto limitado, que no implica la desaparición o desconocimiento total de la personalidad de la persona a la
que se extiende la quiebra.

EJERCICIO DE DERECHOS CREDITORIOS


La regla general es que la mera relación del control no destruye o altera la relación creditoria. Sin embargo, como en otros casos
de desestimación de la personalidad societaria, si la diferencia de personalidad e identidad jurídica entre deudor y acreedor es
utilizada para lograr un resultado contrario a la ley, esa diferencia puede ser desconocida total o parcialmente, a fin de evitar los
efectos antijurídicos mencionados. Cuando las relaciones crediticias surgen de operaciones ficticias destinadas a crear esas
obligaciones, en detrimento de otros acreedores. Los efectos de la desestimación de la personalidad societaria pueden ser de muy
distintos tipos: negativa a verificar los créditos, restricciones a la participación en el procedimiento concursal, subordinación de
créditos.
SOCIEDADES UNIPERSONALES
El mero carácter unipersonal de una sociedad no es fundamento suficiente para desestimar su personalidad. Las sociedades
unipersonales, y reconoce su carácter de sujetos de derechos.
El mero carácter unipersonal de una sociedad puede, sin embargo, incidir - junto con otros elementos- en la desestimación de la
personalidad societaria. La sociedad unipersonal carece de una posible conjunción de esfuerzos de varias personas para la
formación de una organización productiva común, por definición falta esa pluralidad de personas, y el propósito típico de estas
sociedades es crear un patrimonio diferenciado sujeto a un régimen especial de protección para el único accionista.
DOCTRINA DE ACTOS PROPIOS
La doctrina de los actos propios puede obrar como fundamento de la desestimación de la personalidad societaria. Una conducta
mediante la cual un socio niega la existencia patrimonial de una sociedad o manifiesta que es responsable personalmente por
ciertas obligaciones puede impedir la pretensión posterior de que tal sociedad tiene una personalidad jurídica.
CAPITALIZACION INSUFICIENTE
La mera insuficiencia de la capitalización de una sociedad , frente a las prácticas usuales o profesionalmente correctas, no es
motivo suficiente para desestimar la personalidad societarias. Sin embargo puede ser un elemento para llevar a cabo tal
desestimación, como en los casos en que un préstamo a una sociedad insuficientemente capitalizada es calificado, bajo la doctrina
de la realidad económica, como aporte de capital, por ajustarse a las prácticas usuales entre agentes independientes.
CONSECUENCIA DE LA DESESTIMACIÓN DE LA PERSONALIDAD SOCIETARIA:
1. Imputación a socios controlantes
Esta consensual del art 54 y 144, que la imputan a quienes hicieron posible, en carácter de socios y controlantes, la conducta que
da lugar a la desestimación. Este tipo de consecuencia apunta a generar efectos ulteriores, particularmente la responsabilidad de
esos socios de esos socios controlantes por las obligaciones nacidas de esa conducta.
2. Responsabilidad por los perjuicios causados
Como consecuencia del anterior punto, estos pasan a ser responsables por los daños atribuibles a tales conductas.

3. Modificación de relaciones jurídicas


La desestimación de la personalidad societaria puede a su vez redundar en perjuicios de terceros, particularmente los adquirentes
de los bienes transferidos. Prevé expresamente que en estos casos deben protegerse los derechos de los terceros de buena fe.

Cuando las condiciones económicas de las operaciones son alteradas para ajustarlas a la realidad económica y a los términos que
se aplican en operaciones entre partes independientes.

4. Extensión de la quiebra:
La legislación concursal prevé expresamente la extensión de la quiebra a los controlantes y otras personas cuya conducta ha sido
primariamente imputada a la sociedad quebrada. Se trata de una causal de quiebra anómala. Le ley 24522 disponer reglas
especiales.

5. Otros efectos
No es posible agotar los efectos atribuibles a la desestimación de la personalidad societaria, dada la enorme heterogeneidad de los
ámbitos en que pueden tener lugar. A título ilustrativo, la posibilidad de anular los actos entre la sociedad y quienes la controlan, a
eliminarse la diferencia de personalidad de una y otros.

SOCIOS

INTRODUCCIÓN
Las relaciones jurídicas derivadas del contrato de sociedad y las que se generan a partir del funcionamiento de la sociedad como
organización y persona jurídica tienen como uno de sus principales sujetos a los socios. Estos adquieren derechos frente a la
sociedad- como persona jurídica con identidad propia- frente a otros socios y frente a terceros, y tienen obligaciones y
responsabilidades derivadas de su carácter de socios. La figura del socio y el contenido de sus derechos, obligaciones y
responsabilidades, sean centrales para la elaboración del régimen jurídico societario.

Hay diferentes obligaciones y derechos, unas nacidas con origen legal y otras con origen contractual, la primera es por ej. la
responsabilidad que tienen los socios por pertenecer a un tipo social, en cambio, la segunda tiene que ver con las relaciones
contractuales que existen por ej. las prestaciones accesorias que no forman parte del aporte como el know how.

EL ESTADO DE SOCIO
El estado de socio se compone de relaciones jurídicas con la sociedad, con los restantes socios y con terceros. La obligación de
integrar los aportes comprometidos constituye al socio en deudor de la sociedad. Las acciones de exclusión, por su parte, pueden
ser dirigidas por uno de los socios contra otro de ellos, indicando que existe un derecho subjetivo de los socios, individualmente,
en esa materia. En cuanto a la responsabilidad que corresponde a los socios, según los tipos societarios, es un típico ejemplo de
una relación jurídica con terceros.
Cuando se transfieren participaciones sociales, se transmiten conjuntamente los derechos, obligaciones y responsabilidades
correspondientes al estado de socio, sin necesidad de cumplir otros requisitos que los correspondientes a la transmisión de
participaciones conforme al tipo societario que se trate.
El estado de socio puede tener distinto origen, por exigencia legal como consecuencia de la condición de socio, ejemplo la
responsabilidad frente a terceros derivada de la participación en ciertos tipos societarios. O por el contrario, los derechos,
obligaciones o responsabilidades de los socios surgen de cláusulas contractuales específicas dirigidas a hacer surgir tales
relaciones jurídicas, ejemplo cuando determinados socios se comprometen a efectuar ciertos aportes.

ADQUISICIÓN DE LA CONDICIÓN DE SOCIO


INTRODUCCIÓN
Para que existan las relaciones jurídicas que componen el estado de socio es lógicamente necesario tener la condición de socio. De
esa condición resultan, en función del tipo societario de que se trate. diversos derechos, obligaciones y responsabilidades.
PARTICIPACIÓN EN EL ACTO CONSTITUTIVO
La condición de socio presenta dos etapas:
La primera, es socio quien participa como tal en el acto constitutivo; sin tal participación la sociedad no se forma como tal. Una
vez constituida la sociedad, quienes participaron en su creación siguen revistiendo el carácter de socios, con los derechos,
obligaciones y responsabilidades propios del estado de socio. El acto constitutivo es la forma por excelencia de convertirse en
socio.
Una vez constituida la sociedad, las obligaciones de los socios son exigibles, por regla general, por la sociedad y no por los
restantes socios. Las obligaciones constituidas en contratos parasociales, que aunque dependen y son función de la condición de
socios, no son exigibles por la sociedad.
Ley 19.550 ARTÍCULO 36. — Los derechos y obligaciones de los socios empiezan desde la fecha fijada en el contrato de
sociedad. Sin perjuicio de ello responden también de los actos realizados, en nombre o por cuenta de la sociedad, por quienes
hayan tenido hasta entonces su representación y administración, de acuerdo con lo que se dispone para cada tipo de sociedad”.

Halperín sostiene que “los derechos y obligaciones (de los socios) nacen con la constitución de la sociedad, pudiendo tener en
algún supuesto un momento posterior para hacerse efectivos”, ejemplo: el caso de la liquidación.
La mera formación de la sociedad da origen a derechos, obligaciones y responsabilidades para quienes participan en este contrato.
Por ejemplo, los socios tienen derecho a exigir una actitud de cooperación de los restantes socios, respecto de los actos tendientes
a la constitución regular de la sociedad, particularmente en lo que hace a su inscripción. Una vez constituida la sociedad mediante
el correspondiente contrato- y aunque la sociedad no esté inscripta- la realización de operaciones dará lugar a obligaciones y
responsabilidades para los socios, de conformidad con las reglas que rigen a las sociedades en formación. Estas obligaciones y
responsabilidades nacen con independencia de lo que los socios puedan acordar entre sí. En otros casos, será la inscripción en el
Registro Público lo que dará nacimiento a relaciones jurídicas constitutivas del estado de socio, al quedar plenamente configurada
una sociedad de uno de los tipos regulares previstos por la ley. Otras relaciones jurídicas podrán nacer al pasar la sociedad por
determinada evolución, como en los derechos que correspondan a los socios respecto de la liquidación de la sociedad. Otros- los
menos- quedarán condicionados en su nacimiento a lo que disponga el contrato de sociedad, como sucederá allí se fije fecha para
el cumplimiento de los aportes. Por último, existirán relaciones jurídicas que conforman el estado de socio. que nacerán a lo largo
de la vida de la sociedad como consecuencia de las operaciones de esta y de los actos de sus órganos, en forma totalmente
desligada del proceso de constitución de la sociedad.
En el caso de adquisición del carácter de socio por la participación en la constitución de la sociedad, la condición de socio se
adquirirá al perfeccionarse el contrato de sociedad, sin necesidad de que éste se encuentre inscripto. La inscripción incidirá sobre
la conformación de los derechos, obligaciones y responsabilidades de las partes, sólo con tal inscripción podrá existir una sociedad
regular plenamente constituida, y no una sociedad en formación o imperfecta. Sin embargo, el socio será tal en una sociedad en
formación o imperfecta, según el caso- aunque el iter constitutivo no haya llegado aún a su fin.
Desde el perfeccionamiento del contrato de sociedad, derechos patrimoniales y relativos al gobierno y administración de la
sociedad, obligaciones y responsabilidades, todos ellos derivados de su posición de socio.
ADQUISICIÓN DE PARTICIPACIONES SOCIETARIAS
Las participaciones representan una forma de fragmentación cuantitativa del estado de socio y de los derechos, obligaciones y
responsabilidades que lo integran. La adquisición de participaciones societarias equivale a la condición de socio.
Tipo de adquisiciones societarias:
En primer lugar, un socio puede como tal sin participar en el acto constitutivo y sin adquirir las participaciones de un anterior
socio- en estos actos, dentro de la función que cumple el concepto de capital en sistemas societarios como el argentino, estaremos
ante un aumento del monto atribuible a ese concepto. En el caso de las sociedades por acciones no será preciso, para tal aumento,
la modificación expresa del contrato social; sí lo es en las restantes sociedades.
En cuanto al momento en que se adquiere la condición de socio en otros supuestos:
Sociedades anónimas: la existencia de nuevas participaciones requiere de un aumento de capital, aprobado con las condiciones
que correspondan conforme a la sociedad de que se trate y de un contrato de suscripción de acciones. Una vez que existen estos
elementos, y que se han cumplido las condiciones exigidas por el contrato de suscripción para adquirir las participaciones allí
previstas no es necesario para ser socio ni la emisión de los títulos correspondientes ni que el socio cumpla con las prestaciones a
su cargo, sin perjuicio de de que el incumplimiento de estas prestaciones dé eventualmente lugar a la pérdida de la condición de
socio-
En los restantes tipos societarios, el aumento de capital requiere la modificación del contrato social.
Un socio puede constituirse como tal, sin participar en el acto constitutivo, adquiriendo participaciones de un anterior socio.
 Tal adquisición puede ser a título oneroso, a título gratuito o por sucesión mortis causa.
En las sociedades por acciones, el ingreso de nuevos socios por adquisición de acciones no requiere la modificación del contrato
social. Entre el transmisor y el adquirente, la transmisión de los derechos tiene lugar desde que se produce el hecho generador de
la transmisión, salvo los plazos o condiciones que allí se dispongan. Sin embargo, para determinar los efectos de la transmisión
frente a la sociedad y terceros, se aplican las reglas del régimen de transmisión de acciones. Ese régimen permite actualmente
acciones nominativas no endosables, acciones escriturales y acciones sometidas a regímenes de depósito colectivo. En todos estos
casos, la oponibilidad de la transferencia frente a la sociedad y frente a terceros depende de la inscripción de tal transferencia en
los registros, correspondientes al tipo de acción de que se trate, que lleva a la sociedad emisora o la entidad a cargo del régimen de
depósito colectivo pertinente.
En las sociedades de responsabilidad limitada, la transmisión de cuotas importa la modificación del contrato social; a ello se
suman reglas específicas respecto de tales transmisiones.
En las transmisiones mortis causa, la transmisión es efectiva contra la sociedad desde que se acredite frente a esta la condición de
socio, ello mediante la declaratoria de herederos o el testamento aprobado judicialmente. Sin embargo, ya antes de este momento
la transmisión tiene ciertos efectos frente a la sociedad, pues, acreditada la muerte del socio, actúa en representación de los
sucesores el administrador de la sucesión.
Frente a terceros la transmisión sólo será plenamente oponible una vez que se haya inscripto debidamente.
Las transferencias inter vivos tendrá efectos entre las partes desde que se perfeccione el acto que da origen a la transmisión, con
los plazos y condiciones que allí se fijen.
Frente a la sociedad, la transmisión de la cuota tiene efecto desde que el transmisor o el adquirente entreguen a la gerencia un
ejemplar o copia del título de la cesión o transferencia, con autenticación de las firmas si obra en instrumento privado.
Frente a terceros la transmisión de las cuotas es oponible desde su inscripción en el Registro Público, la que puede ser pedida por
la sociedad, o ser peticionada por el transmisor o por el adquirente exhibiendo el título de la transferencia y constancia fehaciente
de su comunicación a la gerencia.
En las sociedades de personas, las reglas en esta materia se conforman sobre la base de que la transmisión de partes sociales
implica la modificación del contrato social. Tratándose de la transmisión mortis causa, la misma tendrá efectos frente a la
sociedad y terceros una vez que se inscriba, modificando el contrato social, la transferencia emergente de la correspondiente
declaratoria de herederos o del testamento aprobado; por analogía con las reglas previstas para las sociedades de responsabilidad
limitada, actuará el administrador de la sucesión. En las transferencias entre vivos sus efectos entre las partes serán inmediatos,
con las modalidades que surjan del correspondiente acto y las participaciones. La transferencia tendrá efectos frente a la sociedad
una vez que se modifica el contrato social, y frente a terceros cuando la modificación queda debidamente inscripta.
La transmisión de participaciones societarias puede ser consecuencia de la ejecución forzada o de la expropiación, en tales casos
se aplican las reglas indicadas precedentemente para las transmisiones de participaciones entre vivos, pues no se trata sino de
distintas hipótesis de esa especie de transmisiones.
RESOLUCIÓN JUDICIAL
La participación como socio puede surgir de una resolución judicial que la ordene. Tal es el caso de los concursos, en que un
acreedor puede ser convertido en socio de la sociedad deudora, como consecuencia de un acuerdo aprobado judicialmente.
Para que la participación sea oponible a terceros, deberán cumplirse las reglas en materia de inscripciones descriptas
precedentemente.
LAS PARTICIPACIONES SOCIETARIAS
Las participaciones societarias son unidades cuantificadas mediante las que se representa el estado jurídico derivado de la
condición de socio.
Esta descripción de sociedades puede ser desde dos perspectivas:
1. Parte del conjunto de derechos, obligaciones y responsabilidades que configura el estado de socio. Algunos de estos derechos,
obligaciones y responsabilidades son independientes de toda cuantificación. Tal es el caso del derecho de información del socio o
del derecho a solicitar la intervención de la sociedad, o de la responsabilidad por las deudas sociales que en abstracto corresponde
á los socios de las colectivas. Otras obligaciones, responsabilidades y derechos por el contrario pueden depender de la
cuantificación de las participaciones del socio. Por ejemplo el derecho a voto en las distintas reuniones y asambleas de socios. La
cuantificación de las participaciones necesarias está así vinculada con la cuantificación de los derechos, obligaciones y
responsabilidades de los socios, y no es en realidad sino una forma de cuantificar esas relaciones jurídicas.
Segunda perspectiva; ver a las participaciones societarias como fracciones del capital social. Este enfoque tiene el grave defecto
de su circularidad. El capital social no tiene un valor propio independiente de las participaciones que lo componen, pues, aunque
existen reglas y límites para cuantificar ese capital, este no equivale al valor de los aportes, sino al de las participaciones
societarias generadas a partir de esos aportes.
La sustancia jurídica de los conceptos de participaciones y capital societarios está dada por los derechos, obligaciones y
responsabilidades que corresponden a los socios en función del contrato social y de las normas societarias pertinentes. Estos
derechos, obligaciones y responsabilidades constituyen, al ser cuantificados, participaciones societarias, y el conjunto de estas
participaciones societarias constituye el capital social.
Las participaciones societarias presentan características según el tipo societario de que se trate, lo cual es una consecuencia lógica
del hecho que en cada tipo societario son distintos los derechos, obligaciones y responsabilidades de los socios, englobados en las
participaciones societarias. La especie de participación societaria empleada es uno de los elementos que distingue a cada tipo
societario.
Las participaciones societarias se clasifican en tres categorías:
 Partes de interés
 Cuotas
 Acciones
Partes de interés, existen en sociedades tales como la colectiva, la comanditaria y la sociedad de capital e industria. La parte de
interés representa la participación de un socio en la sociedad, de forma que cada socio cuenta con una parte de interés. Las partes
de interés son susceptibles de cuantificación y tal cuantificación es relevante para determinar los derechos del socio; así, en las
sociedades colectivas, la votación para la adopción de resoluciones sociales se toma en función de la proporción que cada parte de
interés representa en el capital de la sociedad. Además las partes de interés son susceptibles de fraccionamiento, como sucede en
el caso en que se transfiere una participación a un nuevo socio. En tales casos, el anterior valor imputable a la parte de interés se
divide entre el valor restante imputable a la parte de interés del socio preexistente y el valor correspondiente a la parte de interés
del nuevo socio.La transferencia de las partes de interés requiere la modificación del contrato social y generalmente, el
consentimiento de los restantes socios.
Las cuotas son características de las sociedades de responsabilidad limitada. A diferencia de las partes de interés, cada socio
puede tener una pluralidad de cuotas: cada cuota tiene el mismo valor nominal y es en virtud de la cantidad de cuotas
correspondientes a cada socio que se determinan sus derechos políticos y económicos.
Las cuotas son, en principio, libremente transmisibles, pero pueden estar sujetas a restricciones en cuanto a su transmisibilidad. Su
transmisión se perfecciona mediante la modificación del contrato social e inscripción registral de la misma.
Las acciones son propias de las sociedades por acciones; en las sociedades en comandita por acciones solo la participación de los
comanditarios se representa por acciones Las acciones emitidas por cada sociedad tienen el mismo valor unitario, y los derechos
políticos y económicos de los socios son función del número de acciones de las que son titulares. Las acciones pueden o no
representarse por títulos; su transferencia es plenamente oponible a terceros y a la sociedad mediante la inscripción en el registro
que corresponda según el tipo de acción, que será el registro de acciones que lleva a la sociedad cuando se trate de acciones
nominativas no endosables, el registro de acciones escriturales- que lleva a la sociedad o una entidad autorizada a tal fin-o, el que
lleve la entidad a cargo del registro de acciones sometidas a un régimen de depósito colectivo. Aunque las acciones no constituyen
estrictamente títulos valores, están sujetas supletoriamente al régimen correspondiente a esos títulos. Las acciones son, en
principio, libremente transmisibles, pero se las puede someter a restricciones estatutarias o no estatutarias que pesen sobre su
transferencia.
LA TRANSMISIÓN DE LA CONDICIÓN DE SOCIO
Dado que el estado de socio comprende un conjunto de derechos, obligaciones y responsabilidades, se infiere que la transmisión
de la condición de socio implica la de los derechos, obligaciones y responsabilidades que integran esa condición. Pero esta
conclusión está sujeta a diversos condicionamientos.
En ciertos casos y partícula cuando la transmisión tenga por causa un contrato, pueden especificarse cuáles son los derechos,
obligaciones y responsabilidades que se transfieren. Aun en estos normalmente no se efectuará una delimitación exhaustiva de los
derechos, obligaciones y responsabilidades que transmiten, lo que requerirá determinar cuáles son las consecuencias inherentes a
las transferencias de participaciones societarias, respecto de cada uno de los derechos, obligaciones y responsabilidades que no
hayan sido objeto de un tratamiento explícito. También en los casos en que exista una explicitación de los efectos de la
transmisión de la condición de socio, será preciso determinar cuáles son los efectos de esa transmisión respecto de terceros, por
ser estos, ajenos al contrato que da origen a la transmisión.
A fin de determinar las relaciones jurídicas que se transfieren como consecuencia de la transmisión de participaciones societarias,
el contenido de esas participaciones está fundado en el contrato social de la sociedad correspondiente. Las obligaciones derechos y
responsabilidades que pertenecen al socio como consecuencia inmediata del contrato social- en contraposición a las que requieren
la existencia de tal contrato pero que no resultan inmediatamente de este- se transmiten al adquirente de las participaciones.
Existirán ciertas relaciones jurídicas que, por su naturaleza, no serán transmisibles al adquirente.
El contrato social puede incluir disposiciones específicamente referidas a determinadas personas, en su carácter individual y no en
su condición de socios. El ejemplo típico está constituido por los casos en que el contrato social se designa gerente o
administrador. Si esta designación se formula a título individual, la transferencia de las participaciones societarias no legitimaría
al adquirente para ocupar el cargo de gerente o administrador que correspondía al enajenante; ello, a diferencia de los casos en que
se ocupa el cargo de gerente o administrador porque el contrato social prevé expresa o implícitamente que la condición de socio
da el derecho a ocupar esos cargos.
En segundo lugar, existen obligaciones que son intuitivas conforme al régimen general de derecho privado, las cuales tampoco
pueden ser transferidas, en virtud de ese régimen, a los nuevos socios.
En tercer lugar, el propio contrato social puede prever que ciertas relaciones jurídicas no pueden ser transmitidas; tal el caso, por
ejemplo, de las obligaciones relativas a las prestaciones accesorias, que contempla el art. 50 de la ley 19.550.
Existe un segundo grupo de relaciones jurídicas que no se derivan inmediatamente del contrato social, sino que son la
consecuencia de la participación como socio, a lo largo de la vida de la sociedad. Los socios verán nacer a su favor derechos
respecto de los dividendos, obligaciones frente a terceros emergentes de la responsabilidad solidaria que corresponde a los socios
bajo diversos tipos societarios, responsabilidades resultantes del accionar doloso o culposo de los socios, etc. La relación jurídica
se constituye en virtud de la preexistencia del contrato de sociedad, pero este no es autosuficiente para que nazca de la relación
Los socios verán nacer a su favor derechos respecto de los dividendos, obligaciones frente a terceros emergentes de la
responsabilidad solidaria que corresponde a los socios bajo diversos tipos societarios, responsabilidades resultantes del accionar
doloso o culposo de los socios, etc. En todos estos casos, la relación jurídica se constituye en virtud de la preexistencia del
contrato de sociedad, pero este no es autosuficiente para que nazca la relación jurídica. En todos estos casos, las relaciones
jurídicas que corresponden al transmisor no se transferirán al adquirente, salvo que el acto del cual surja la transferencia de las
participaciones societarias disponga tal transferencia. Podría decirse que en estos casos las relaciones jurídicas se desprenden del
estado de socio que les ha dado origen, y se incorporan al patrimonio personal de quien haya ocupado la posición de socio, en
forma escindida respecto de las relaciones jurídicas que componen el estado de socio, tal como este surge del contrato social. De
esta forma, si se ha declarado un dividendo, la venta de las acciones respecto de las cuales se haya producido tal declaración no
implicará no implicará la transferencia del crédito que como consecuencia de esa declaración haya ya nacido a favor del anterior
accionista, salvo que se acuerde lo contrario en el acto que da origen a la transmisión de las acciones.
Si un socio en las sociedades en que se es solidariamente responsable con la sociedad por las obligaciones de esta, transfiere sus
participaciones, a partir de que se perfeccione tal transferencia queda liberado de la responsabilidad que nazca con posterioridad a
dicho perfeccionamiento, pero el socio no podrá transmitir la responsabilidad que haya nacido antes del perfeccionamiento de la
transferencia, a diferencia de la posibilidad de liberarse, por medio de la transferencia de sus participaciones, de toda la
responsabilidad respecto de las obligaciones que contraiga la sociedad después de la transferencia. Si un socio tiene determinadas
obligaciones frente a la sociedad, como consecuencia de su actuación como tal, por ejemplo, las derivadas del art 54 de la ley
19.550, esas obligaciones no son asumidas por el adquirente de las participaciones societarias, salvo disposición en contrario del
acto mediante el que se transfieran las participaciones.
El socio que transfiere sus participaciones no quedará liberado de las obligaciones nacidas bajo el art 54, frente a los acreedores de
las mismas.
Las relaciones jurídicas que componen este segundo grupo tienen la particularidad que dejan de generarse al transmitirse la
condición de socio. Esas relaciones tienen como antecedente necesario a la citada condición, y quedan totalmente determinadas al
dejar de prolongarse en el tiempo la posición del socio en la sociedad.
Un tercer grupo de relaciones jurídicas está constituido por los vínculos que se constituyen fuera del marco del contrato social,
aunque teniéndolo como antecedente o causa. Se trata de un conjunto de gran amplitud, pues comprende desde los contratos
parasociales hasta aquellos contratos no societarios que los socios suscriben con la sociedad como un contrato de suministro, o
entre ellos mismos como consecuencia de la participación en la sociedad. La accesibilidad de las relaciones jurídicas respecto de
la participación societaria puede hacer, bajo ciertas circunstancias, que aquellas desaparezcan junto con la participación de que se
trate. Ejemplo contratos parasociales como los acuerdos de accionistas-, la extinción de la condición de socio hace que cesen las
obligaciones del socio, en su carácter de tal, bajo el acuerdo de accionistas. Las relaciones jurídicas que presenten esta
accesoriedad quedan normalmente extinguidas junto con la relación del socio con la sociedad, no transfiriendo al nuevo socio,
salvo que ello fuera expresamente acordado al transferirse las participaciones societarias y compatible con las relaciones jurídicas
que componen el segundo grupo antes descrito, el socio original no quedará liberado de las obligaciones s por la transmisión
acordada, aunque se obligue el nuevo socio, salvo que el acreedor de su consentimiento o que esas obligaciones pierdan su
contenido o función, como en el caso de los acuerdos de accionistas.
La transmisión de la condición de socio implica la transferencia de derechos y obligaciones, según resulta de la exposición
precedente, liberando al transmisor respecto de las obligaciones transferidas. En los casos incluidos en el primero de los grupos de
relaciones jurídicas antes descritas, se trata de vínculos que nacen inmediatamente del contrato social; los acreedores, que son los
restantes socios y la sociedad han dado ya su consentimiento implícito a las modalidades de transferencia de participaciones
societarias propias del tipo. Cuando se pasa a formar parte de una sociedad- participación que mediata o inmediatamente tiene un
origen contractual- se aceptan, entre los restantes elementos que rigen el funcionamiento de la sociedad la posibilidad de transferir
las participaciones societarias, conforme a las reglas de tipo y las que se deriven del contrato social.
FRAGMENTACIÓN DE PARTICIPACIONES SOCIETARIAS
Desde el punto de vista cuantitativo, las participaciones societarias están sujetas a limitaciones en cuanto a su fragmentación. No
es posible ejercer frente a la sociedad los derechos de titular de media acción o media cuota. Las participaciones societarias
representan conjuntos de derechos, y es posible dividir esos derechos entre distintos titulares, de modo que se produce una
fragmentación de los mencionados conjuntos, desde el punto de vista cualitativo.
CONDOMINIO
El condominio de participaciones societarias es reconocido por la ley 19.550 expresamente en relación con diversos tipos
societarios. Tal condominio puede tener lugar en relación con
Tal condominio puede tener lugar en relación con todo tipo de participación societaria. No existe respecto de las participaciones
societarias un derecho de condominio, por ser este un derecho relativo a cosas; mientras que las participaciones constituyen bienes
configurados por una serie de relaciones jurídicas no identificables como cosas.
La copropiedad de participaciones societarias implica que los distintos copropietarios revisten el carácter de socios de la sociedad.
La participación implica un conjunto de derechos, obligaciones y responsabilidades de los socios, que en virtud de la copropiedad
se comparten conforme a las reglas de esta. Los arts 156 y 209 de la ley 19.550, los copropietarios pueden verse sujetos a la carga
de unificar su representación para ejercer sus derechos y cumplir sus obligaciones sociales. En estos casos, no obstante, los socios
son los copropietarios, pues será en representación de ellos que actuará el representante.
PRENDA
La ley 19550 prevé la posibilidad de constituir prenda respecto a la participación societaria. Lo hace en el art 156 respecto a la
participación de responsabilidad limitada y en el 219 respecto de las acciones de sociedades anónimas. La prenda es incompatible
con el régimen de las participaciones de las sociedades de personas. El efecto principal de la prenda es dar al acreedor el derecho
a hacer vender la cosa prendada, ejerciendo su privilegio sobre el precio que se obtenga por tal venta. Pero el art 57 de la ley
19.550 establece que los acreedores del socio no pueden hacer vender la parte de interés, limitándose su derecho a cobrarse sobre
las utilidades y la cuota de liquidación. Esta disposición responde a la regla general de que la transmisión de participaciones de
sociedades de personas requiere consentimiento de todos los socios, salvo las disposiciones en contrario que presente el contrato
social.
La prenda no implica transferir la condición de socio, que permanece en cabeza del deudor. La constitución de prenda sobre
participaciones societarias tiene diversos efectos sobre las relaciones jurídicas entre el socio, la sociedad y los restantes socios. La
prenda implica que la condición de socio se ve sujeta a la posibilidad de que las participaciones que la representan sean
transferidas por la venta forzada que exija el acreedor prendario. El contrato de prenda puede prever expresamente la transferencia
de ciertos derechos a favor del acreedor prendario, por ejemplo, respecto de los dividendos que en principio corresponden al socio.
Por último, la constitución de prenda puede implicar que el ejercicio de ciertos derechos requiera la colaboración del acreedor
prendario.
Las acciones, estas prendas se constituyen mediante inscripciones registrales, que varían según sea el tipo de sociedad y de
participación. Se trata así de una especie de prenda con registro, con las particularidades en cuanto a su constitución y efecto que
prevé la legislación societaria.
USUFRUCTO - TOMA
La legislación prevé expresamente la posibilidad de que se constituya usufructo respecto de diversos tipos de participaciones
societarias. Esta previsión satisface los requisitos del artículo 2130, inc b del Código civil y comercial.
También es posible la constitución de usufructos respecto de partes de interés, por aplicación analógica de las reglas de la
sociedad de responsabilidad limitada. En las sociedades de personas, como en las de responsabilidad limitada, el usufructo se
constituye mediante inscripción en el Registro Público. El ejercicio de los derechos del socio por el usufructuario no es
contradictorio con la posición del socio en las sociedades de personas, ni está sujeto a las restricciones que pesan sobre los
acreedores prendarios.
El usufructo de participaciones societarias implica una fragmentación de tales participaciones. El nudo propietario retiene la
calidad de socio, pero el usufructuario recibe ciertos derechos inherentes a tal calidad, particularmente el de percibir las ganancias
atribuibles a las participaciones objeto del usufructo.

FIDEICOMISO
Las participaciones societarias son susceptibles de ser objeto de fideicomiso; ello es frecuente en materia de acciones, inclusive
como instrumento para la implementación de acuerdos de accionistas.
El fideicomiso implica que el fiduciario ejerce la titularidad de las participaciones frente a la sociedad, mientras que los
beneficiarios y fideicomisarios tienen respecto de esas participaciones los derechos resultantes de las respectivas relaciones
fiduciarias. Esto supone por lo general que los derechos económicos correspondientes al estado de socio redundaron en provecho
de esos beneficiarios y fideicomisarios y que estos podrán ejercer derechos políticos en la sociedad, a través del fiduciario,
conforme a los mecanismos que establezca la correspondiente relación fiduciaria.
EXTINCIÓN DE LA CONDICIÓN DE SOCIO
FORMAS DE EXTINCIÓN
EXTINCIÓN DE LA SOCIEDAD; Finaliza la sociedad con ella el estado de socio. Debe observarse que la disolución de la
sociedad no extingue su existencia ni el estado de socio y que la extinción de la sociedad recién se produce al finalizar la
liquidación de la sociedad; los socios tienen derechos, obligaciones y responsabilidades durante el período de liquidación de la
sociedad. La disolución de la sociedad modifica la posición jurídica de los socios, al cambiar el objeto y organización de la
sociedad durante el período liquidatorio.
TRANSMISIÓN DE LA CONDICIÓN DE SOCIO: la transmisión de participaciones societarias implica, correlativamente con la
adquisición de de la condición de socio incorporada a tales participaciones, su pérdida por quien las transfiere, quedando
desprovisto de participación en la sociedad.
Frente a terceros la transmisión se perfecciona como consecuencia de su inscripción en el Registro Público de Comercio, salvo en
el caso de acciones, en que se perfecciona frente a terceros y la sociedad al inscribirse en el registro de acciones o en los registros
que lleven las entidades a cargo de depósito colectivo
FALLECIMIENTO DEL SOCIO: La defunción de las personas físicas que tengan carácter de socias tienen diferentes efectos
según el tipo societario de que se trate.
En las sociedades anónimas pueden imponerse restricciones estatutarias a la transmisibilidad mortis causa de las acciones. Si no
existen tales restricciones o estas no impide nen un caso concreto la transmisión mortis causa de las acciones, la transferencia de
éstas, conforme a las reglas sucesorias aplicables al caso, es oponible a terceros desde la inscripción en los registros
correspondientes a las acciones transferidas; hasta esa inscripción las acciones correspondien a la sucesión en forma indivisa.
En las sociedades de responsabilidad limitada, los sucesores mortis causa del socio fallecido ingresarán a la sociedad como socios,
modificándose el contrato social, una vez que acrediten, mediante los instrumentos sucesorios correspondientes, el carácter de
tales; la adquisición de las cuotas es oponible a terceros desde su inscripción en el Registro Público. Pero el ingreso de los
sucesores puede estar limitado por el contrato social, para cuyo caso el art 155 de la ley 19550 prevé las reglas aplicables. El
contrato social puede también prever la incorporación de los herederos del socio; en tal caso el pacto será obligatorio para los
herederos y los socios.
En las sociedades colectivas, en comandita simple y de capital e industria, la muerte de un socio resuelve parcialmente el
contrato.
El efecto de esta resolución parcial es que los sucesores tienen derecho a percibir una suma de dinero que represente el valor de
las participaciones del socio fallecido, calculada en términos del valor real de esas participaciones a la fecha de deceso del
causante.
En las sociedades colectivas y en comandita simple puede pactarse que la sociedad continúe con los herederos. Tal pacto es
obligatorio para los herederos sin necesidad de nuevo contrato, pero los herederos pueden condicionar su incorporación a la
transformación de su parte en comanditaria,
En las sociedades de personas, la adquisición de las partes de interés por los sucesores es oponible a terceros desde su inscripción
en el Registro Público.

OTROS CASOS DE RESOLUCIÓN PARCIAL


La resolución parcial implica que la relación contractual propia de una sociedad se extingue respecto de uno o alguno de los
socios, subsistiendo pra los demás y persistiendo en ente como persona jurídica.
EXTINCIÓN DE LA PERSONA JURÍDICA SOCIA
Una causal de extinción de la posición de socio no prevista por la legislación societaria es la que resulta de la extinción de la
persona jurídica que actúa como socia.
Disuelta la persona jurídica social, ello no produce, en principio, la resolución parcial del contrato de sociedad. Los efectos
inmediatos de la disolución consistirán en la distribución de las participaciones societarias que correspondieren a la persona
jurídica disuelta, a favor de sus socios o de quien tuviere derecho a esas participaciones como parte del proceso liquidatario.
LOS DERECHOS DE LOS SOCIOS
INTRODUCCIÓN
La condición de socio implica una pluralidad de derechos de muy distinto género.
Los sujetos pasivos de los derechos de los socios son otros socios o la misma sociedad, en cuanto sobre unos u otra recaen
obligaciones derivadas del contrato social o de la estructura jurídica que rige a la sociedad en cuanto organización.
CLASIFICACIÓN DE LOS DERECHOS DE LOS SOCIOS
Los derechos patrimoniales tienen un contenido económico inmediato y sus dos especies fundamentales consisten en los derechos
a la participación en los beneficios de la sociedad y los derechos de participación en el producido de la liquidación de la sociedad,
sin perjuicio de otros derechos.
El derecho del socio a votar en las asambleas o reuniones de socios no tiene valor económico, sino que cumple una función
instrumental para asegurar la efectividad de los derechos patrimoniales.
Derechos políticos o parapolíticos: el derecho a la información, el derecho a participar y votar en los órganos de gobierno, el
derecho a controlar la actuación de los administradores.
Aún los llamados derechos políticos o parapolíticos son derechos patrimoniales. No son derechos vinculados al derecho público,
sino derechos con un valor y contenido económico indirecto, que integran el patrimonio del socio. Como tales son en general
susceptibles de ser cedidos o renunciados, si bien tal cesión o renuncia está sujeta a restricciones específicas, particularmente en el
caso del derecho a participar y votar en las asambleas y otros órganos de gobierno.

EL DERECHO A PARTICIPAR EN LOS BENEFICIOS

El fin típico y exigido por la ley para las figuras societarias es la participación en los beneficiarios de parte de sus socios.
Exige que el contrato social no excluya totalmente a algún socio de la participación en los beneficios. En el contrato social, en
consecuencia, la participación en los beneficios constituye un derecho irrenunciable de los socios.
Un “socio” que participa como tal sin tener derecho sobre los beneficios que obtenga la sociedad se encuentra vinculado a esta por
razones que no son las propias de la participación societaria en sentido estricto: animus donandi, por ejemplo, en favor de otros
socios; contraprestaciones externas al contrato de sociedad; participaciones ocultas en los beneficios, etc.
Pese al carácter esencial que la participación de todos los socios en los beneficios tiene al constituirse la sociedad y acor dar el
contrato social. Durante la vida de la sociedad, los socios pueden disponer total o parcialmente de su derecho sobre los beneficios,
sin perder su condición de socios y sin que tal escisión sea nula bajo el art 13 de la ley 19.550.
El artículo 35 de la ley 19550 permite dar participación a terceros en los beneficios que corresponden al socio, y los arts. 156 y
218 de la misma ley admite el usufructo de cuotas o acciones, que implica transferir al usufructuario la participación en las
ganancias obtenidas durante el usufructo.
La regla incluida en el art 11, ic 7°, de la ley 19.550 en el sentido de que en caso de silencio del contrato social las utilidades se
distribuirán en proporción a los aportes, es de difícil o imposible aplicación cuando los beneficios de la sociedad no consisten en
utilidades líquidas sino en otro tipo de ventajas patrimoniales, por ejemplo, el desarrollo de tecnología que será compartida luego
entre los socios.
El derecho de los socios respecto de los beneficios no es un derecho inmediato sobre el patrimonio de la sociedad; no da derecho a
que el socio inmediatamente se apropie de los incrementos patrimoniales que supone la obtención de beneficios por la sociedad.
Los socios solo tienen derecho respecto de tales incrementos a través de los mecanismos de distribución de beneficios que en cada
caso correspondan según la sociedad de que se trate.

EL CONCEPTO DE BENEFICIOS
Los beneficios deben ser distinguidos de las utilidades líquidas y realizadas. En todos los casos en que hay utilidades o ganancias
líquidas y realizadas existen también beneficios, pero no a la inversa, existen beneficios que no constituyen ese tipo de utilidades.
Las utilidades líquidas y realizadas suponen una expansión en el patrimonio societario, determinable en dinero y definida sobre la
base de operaciones que, conforme a las reglas contables utilizadas, han dado lugar a la incorporación definitiva del incremento
patrimonial a la sociedad.
Existen beneficios que constituyen incrementos patrimoniales que no reúnen las condiciones propias de las utilidades líquidas y
realizadas. Los beneficios pueden consistir en ventajas patrimoniales que inciden directamente sobre los socios, como en el caso
en que la sociedad realiza una actividad de investigación cuyos resultados son apropiados directamente por los socios, o de una
obra, realizada por la sociedad, que implica un aumento en el valor de las propiedades inmuebles de los socios.
Cuando los beneficios no consisten en utilidades líquidas y realizadas; tal el caso, por ejemplo, cuando una sociedad realiza obras
que implican un aumento en el valor de sus inmuebles, valor que puede quedar en situación de no ser computable contablemente
hasta que se produzca la venta del correspondiente bien.
Cuando los beneficios no consisten en utilidades líquidas y realizadas no es posible aplicar a los mismos las reglas que rigen a
estas últimas. Ejemplo: las utilidades líquidas y realizadas sólo pueden ser distribuidas a los socios mediante dividendos basados
en las ganancias realizadas y líquidas resultantes de un balance confeccionado de acuerdo con la ley y demás normas vigentes.
Esta norma NO es aplicable a los beneficios que no consisten en utilidades líquidas y realizadas. Cuando, por ejemplo, los
beneficios derivados de una sociedad consisten en que esta suministra a sus socios electricidad en determinadas condiciones, los
beneficios resultantes de tal abastecimiento se producen a lo largo de la vida económica de la sociedad y mediante un
procedimiento completamente distinto al aplicable a la distribución de utilidades líquidas y realizadas.

MECANISMOS DE EJERCICIO DE LOS DERECHOS DE LOS SOCIOS SOBRE LOS BENEFICIOS


En la medida en que los beneficios consisten en la expansión del patrimonio neto de la sociedad, los socios no tienen un derecho
inmediato sobre los mismos. Debe determinarse cuáles son los mecanismos en virtud de los cuales los socios ejercen los derechos
que la ley y los contratos sociales les reconocen respecto de tales beneficios.
Los mecanismos son:
 Distribución de dividendos: como regla general la participación de los socios en los beneficios se produce a través de la
distribución de dividendos. La ley 19550 no es explícita en tal sentido, pero esa es la solución que se desprende de su art
68. Es necesario este mecanismo como el de los dividendos para que los beneficios puedan llegar a los socios.
 Liquidación de la sociedad: los beneficios que han ingresado al patrimonio y que no han sido distribuidos durante la vida
de la sociedad, se distribuyen a los socios al producirse la liquidación de la sociedad. La liquidación implica la
determinación definitiva de los beneficios distribuibles entre los socios.
 Por hipótesis: los beneficios que inciden directamente sobre el patrimonio de los socios llegan a ellos, por hipótesis sin
necesidad de una acto de la sociedad que expresamente los asigne. En ciertos casos, la asignación de estos beneficios
resulta de lo dispuesto directamente por el propio contrato de sociedad.

REGLAS APLICABLES A LA DISTRIBUCIÓN DE BENEFICIOS

El art 11, inc 7 de la ley 19.550, dispone que el contrato constitutivo incluirá las reglas para distribuir las utilidades de la sociedad
y que, en caso de silencio, la distribución será en proporción de los aportes.

En primer lugar, la distribución de beneficios mediante mecanismos distintos de la proporcionalidad en relación con los aportes
requeridos de algún elemento en el contrato que la fundamente. En segundo lugar cuando los beneficios no se incorporan
directamente al patrimonio de los socios, los mecanismos pueden constituir en la declaración de dividendos o en la distribución al
producirse la liquidación de la sociedad. En ambos casos, en supuesto de silencio, la distribución es la basada en la proporción
respecto de los aportes.

Por lo tanto, para que nazca el derecho a percibir distribuciones de utilidades en caso de silencio del contrato social, no será
preciso que los aportes estén integrados, siendo suficientes como tales o sea como obligaciones asumidas por los socios.

Debe entonces determinarse que valor se adjudica a los aportes para cuantificar las utilidades que se distribuirán en proporción a
los mismos. En principio, se distribuirán en proporción a los mismos. En principio, el valor atribuible será el que las propias partes
hayan previsto en el contrato social o el que resulte de las normas supletorias pertinentes.
Por lo tanto, cuando se emiten por ejemplo acciones con distintas primas de emisión, todas ellas tendrán los mismos derechos en
cuanto a la participación en las utilidades, aunque las distintas primas de emisión implican que los montos aportados varían en
función de esas primas. Las condiciones de emisión implican la adopción de una solución concreta en cuanto a la distribución de
utilidades, dejando sin efecto de los art 11 inc 7.

Aunque en las sociedades de interés lo común es que se asigne un aportación de capital a cada parte de interés, y que se incluyan
cláusulas estableciendo la proporcionalidad entre el capital y el derecho a las utilidades. A ellos se suman las reglas especiales en
materia de sociedades de capital e industria y cooperativas. Solo en las sociedades imperfectas queda un ámbito operativo de el art
11 inc 7.

LOS DIVIDENDOS
La participación en los dividendos viene determinada por el contrato social y por los instrumentos mediante los cuales se emiten
acciones establecen los derechos de estas. Se aplica el art 11 de la ley 19550.
Los dividendos son un mecanismo de distribución de utilidades. LA EXISTENCIAS DE ESTAS ES UN PRESUPUESTO DE
ESA distribución. En tal sentido, los dividendos no pueden ser aprobados ni distribuidos a los socios sino por ganancias realizadas
y líquidas resultantes de un balance confeccionado de acuerdo con la ley y el estatuto o contrato social, y aprobado por el órgano
social competente, salvo en caso de dividendos profesionales. Todo esto está previsto en el art 224 y en el 299 donde se determina
que son los directores miembros del consejo de vigilancia y síndicos, responsables ilimitadamente y solidariamente por tales
pagos y distribuciones.
Las utilidades disponibles para el pago de dividendos están sujetos a restricciones adicionales. Parte de las utilidades deben
destinarse para reservas, o cuestiones previstas en el contrato.
Las ganancias no pueden distribuirse hasta que se cancelen las pérdidas de ejercicios anteriores. No existen limitaciones en cuanto
a los bienes que pueden ser utilizados para el pago de dividendos. El pago puede ser en dinero o en especie.
ÓRGANO COMPETENTE PARA DECIDIR LA DISTRIBUCIONES DE UTILIDADES

ARTÍCULO 234. — Corresponde a la asamblea ordinaria considerar y resolver los siguientes asuntos: 1) Balance general,
estado de los resultados, distribución de ganancias, memoria e informe del síndico y toda otra medida relativa a la gestión
de la sociedad que le competa resolver conforme a la ley y el estatuto o que sometan a su decisión el directorio, el consejo
de vigilancia o los síndicos; 2) Designación y remoción de directores y síndicos miembros del consejo de vigilancia y
fijación de su retribución; 3) Responsabilidad de los directores y síndicos y miembros del consejo de vigilancia; 4)
Aumentos del capital conforme al artículo 188. Para considerar los puntos 1) y 2) será convocada dentro de los cuatro (4)
meses del cierre del ejercicio.

EFECTOS DE LA DISTRIBUCIÓN DE UTILIDADES

Una vez que el órgano social competente decide la distribución de dividendos, ello hace nacer un derecho creditorio, por el
monto de los dividendos, en favor de los socios. Se reducen las utilidades acumuladas de la sociedad, y nace un crédito
contra ella. Una vez pagado el dividendo, se reduce el activo y se cancela la deuda de la sociedad respecto de ese pago.

El derecho de los socios es irrevocable. Ese derecho puede desaparecer, sin embargo, si se demuestra que no han existido
los extremos necesarios para la distribución de dividendos. Si se constata, luego de declarado el dividendo, pero antes de
su pago, que el dividendo ha sido declarado ilegalmente, desaparecerá el derecho del socio respecto de tal dividendo.

EL DERECHO A PARTICIPAR EN EL PRODUCIDO DE LA LIQUIDACIÓN

REGLA GENERAL

Producida la disolución de la sociedad, el resultado de la liquidación del activo de la sociedad se destina a extinguir el
pasivo social, utilizando el remanente para reembolsar las partes de capital, y luego para ser distribuido entre los socios, en
proporción a su participación en las utilidades, salvo que el contrato social disponga una proporción diferente. Los socios
tienen así un derecho, de contenido netamente económico, a participar en el producido de la liquidación.

REGLAS APLICABLES A LA PARTICIPACIÓN EN EL PRODUCIDO DE LA LIQUIDACIÓN

El art. 109 de la ley 19.550 establece que, extinguido el pasivo social, los liquidadores confeccionarán el balance final y el
proyecto de distribución, debiendo este prever el reembolso de las partes de capital. Además, establece una escala mínima
de prioridades respecto de la distribución del producido de la realización del activo social. La prioridad la tendrán los
acreedores de la sociedad. Desinteresados estos, se reembolsarán las partes de capital, y solo una vez satisfecho tal
reembolso podrá procederse a la distribución de ganancias.

Satisfecha esta escala mínima, las partes tienen libertad para determinar contractualmente sus derechos sobre el producido
de la liquidación.

Si las partes nada establecen, en caso de que el producido de la liquidación no alcanzará para el reembolso de todas las
partes de capital, el reembolso se producirá a prorrata.

Las partes pueden acordar preferencias, tales preferencias no pueden extenderse, respecto de reembolso de las partes de
capital.

LÍMITES AL DERECHO A PARTICIPAR EN LA PRODUCIDOS DE LA LIQUIDACIÓN


El contrato social puede incluir reglas relativas al derecho a participar en el producido de la liquidación, sin embargo, existen
límites imperativos a la libertad contractual en este ámbito.
Son inaceptables las cláusulas que le aseguran a un socio la devolución del capital. Tal devolución debe estar siempre sujeta a la
condición que, una vez pagadas las deudas de la sociedad, reste activos suficientes para atender el reembolso de las partes del
capital del modo establecido en el 109.
 NO SERÍA ACEPTABLE UNA DE LAS CLÁUSULAS QUE LIBERE A UNO DE LOS SOCIOS DE las
contribuciones en las pérdidas. Si se cancelan las obligaciones, es lícito que a uno de los socios le permita evitar
pérdidas.
 No será admisible que un socio se reservará todas las ganancias que resulten en caso de liquidación. En una liquidación
determinada, le lleven a absorber todas las ganancias

EL DERECHO A RETIRARSE DE LA SOCIEDAD


INTRODUCCIÓN
El retiro del socio implica:
 Retirarse de la sociedad permite al socio dar un nuevo destino a los bienes resultantes de su anterior inversión,
proporcionando a ésta un grado adicional de liquidez.
 Permite al socio disconforme con la orientación dada a la sociedad apartarse de ella, proporcionándole un cierto nivel de
protección frente al accionar de las mayorías.
 El retiro del socio implica generalmente una reducción en el patrimonio de la sociedad, perjudicando potencialmente a
sus acreedores. Por esto es que ese retiro esté sujeto a un complejo conjunto de límites y que una de las ventajas de las
sociedades por acciones sea la posibilidad de dar liquidez a las participaciones mediante su transferencia, en sustitución
de los limitados mecanismos de retiro del socio.
El derecho a retirarse de la sociedad tiene dos modalidades fundamentales; una consiste en el retiro voluntario del socio y la otra
en el receso. La segunda variante, el receso, es una modalidad de la primera, cuyo ejercicio está condicionado a que se den ciertas
circunstancias, particularmente las que prevén el art 245 de la ley 19550 y las restantes disposiciones legales que prevén el
derecho de receso.
EL RETIRO VOLUNTARIO DEL SOCIO
El retiro voluntario del socio es una modalidad de resolución parcial de la sociedad, en la que el socio deja de pertenecer a esta
por su propia voluntad, sea porque cuenta con ese derecho en forma irrestricta o porque se ha dado una condición que autoriza su
ejercicio.
El derecho al retiro voluntario no está otorgado, en el derecho argentino, por la ley; debe surgir de disposiciones contractuales.
Tales disposiciones son posibles y lícitas si se encuentran autorizadas por el art 89 de la ley 19550.
También pueden surgir de la declaración unilateral de voluntad del socio, aceptando la sociedad la solicitud de retiro. En tal caso
deben reunirse los extremos propios de la modificación del contrato social, pues tal es la consecuencia de tal retiro.
El retiro voluntario del socio puede tener lugar mediante la simple manifestación de voluntad en tal sentido, o bien estar
condicionado a que se den determinadas circunstancias, por ejemplo, que la sociedad no obtenga determinado nivel de utilidades,
que cierta materia prima no llegue a determinado precio en los mercados, etc.
El retiro del socio no implica el abandono de los derechos del socio derivados de su participación en la sociedad; el socio tiene
ciertos derechos derivados de su pretérita participación en la sociedad. El contrato social puede prever cuáles serán los derechos
del socio al producirse su retiro voluntario, particularmente cuál será la suma de dinero que tendrá derecho a recibir coo
consecuencia de tal retiro. Esta suma no puede apartarse sustancialmente del valor real de las participaciones del socio que se
retira, al tiempo de hacerse efectivo el retiro por aplicación analógica del art 13 inc 5 de la ley 19.550.
DERECHOS DE LOS ACREEDORES FRENTE AL RETIRO DE LOS SOCIOS
La posibilidad de retiro voluntario se aplicó tanto en sociedades de personas como de capital.
En el caso de las sociedades de personas, los acreedores no tienen derecho a oponerse a el retiro voluntario de los socios. Mientras
que el socio responda frente a tercero respondiendo por las deudas de la sociedad.
El retiro del socio puede dar cese a la responsabilidad, el cual tendrá efecto frente a terceros a partir de la inscripción de la
resolución parcial
La ley prevé que la causa de la exclusión del socio en caso de que sea así tiene que ser justa, y la muerte del socio puede resolver
parcialmente el contrato social sin que los acreedores de la sociedad tengan derechos a oponerse
En las SRL deben tenerse en cuenta que el retiro de un socio implica la reducción del capital social. esa reducción de capital da
derecho a los acreedores a formular oposición. En estos casos la salida de uno de los socios determina una disminución del capital
social generando una caída en la garantía de los acreedores sociales. Permitir la salida de unos de los socios, sin ninguna oposición
generaría en los acreedores un perjuicio.
En las SA, también son aplicables el retiro de los socios las reglas sobre reducción del capital. Podría considerarse que el derecho
de oposición de los acreedores sociales tendría lugar, en caso de retiro de los socios, sólo en los supuesto en que el retiro da lugar
a la reducción de capital. No hay posibilidad de que se produzca un retiro del socio sin reducción de capital. 220. — La sociedad
puede adquirir acciones que emitió, sólo en las siguientes condiciones. 1º) Para cancelarlas y previo acuerdo de reducción del
capital; 2º) Excepcionalmente, con ganancias realizadas y líquidas o reservas libres, cuando estuvieren completamente integradas
y para evitar un daño grave, lo que será justificado en la próxima asamblea ordinaria; 3º) Por integrar el haber de un
establecimiento que adquiere o de una sociedad que incorpore.
EL RETIRO DE LAS SOCIEDADES DE DOS SOCIOS
El art. 94 bis de la LGS prevé la reducción a uno del número de socios no es causal de disolución, imponiendo la transformación
de pleno derecho de las sociedades en comandita, simple o por acciones y de capital e industria, en sociedad anónima unipersonal.
Esta norma sería aplicable en caso de retiro en sociedades de dos socios. Estas pueden continuar funcionando bajo el mismo tipo,
mediante la incorporación de uno o más socios.
EL DERECHO DE RECESO
Este derecho tiene relación con el derecho voluntario. A diferencia este se caracteriza por ejercer bajo condiciones expresamente
regladas por la ley y por otorgar al socio ciertos derechos mínimos, como consecuencia de su ejercicio.
Puede ser definido como el derecho a retirarse de una sociedad que corresponde a los socios que no han aprobado determinada
resolución de la sociedad, Este puede ejercerse en los casos que en expresamente en otorgado por la ley o lo prevea válidamente el
contrato social.
Está destinado a conciliar el interés de los socios controlantes con el de los minoritarios. Las SA y de SRL, se basan en la
atribución de facultades amplias a los socios para modificar el contrato social. Estas facultades, a su vez, son ejercidas por los
socios controlantes, pues su control se extenderá a la modificación del contrato social. Ello implica alterar las bases normativas en
función de las cuales los socios minoritarios se han integrado a la sociedad.

El derecho de receso permite operar sobre la base de la imposibilidad en que se encontraran las minorías para impedir la reforma
de elementos fundamentales de la organización societaria, pero dando esas minorías, en caso de considerar inconveniente su
permanencia en la sociedad, el derecho a retirarse.
CONTENIDO Y CARACTERES DEL DERECHO DE RECESO
El derecho de receso permite a los socios disidentes dejar de pertenecer a una sociedad, obteniendo una contraprestación
equivalente al valor de sus participaciones.
El derecho de receso implica una solución al conflicto entre tres grupos de interés: los socios mayoritarios, los socios minoritarios
y los acreedores. Quienes ponen en funcionamiento el ejercicio del derecho de receso son los socios mayoritarios, al adoptar una
resolución que implica una modificación sustancial en la estructura jurídica de la sociedad. Sobre esa premisa, los socios
minoritarios pueden tener interés en no continuar perteneciendo a una sociedad. Pero el receso de los socios minoritarios implicará
disminuir el capital y el patrimonio, ello en detrimento de los acreedores.
Frente al conflicto entre estos intereses, la ley se inclina por los de los socios minoritarios, permitiendo su receso de la sociedad.
CASOS EN QUE ES APLICABLE EL DERECHO DE RECESO
Solo bajo ciertas condiciones la ley da prioridad a los socios disidentes, respecto de los intereses de los socios mayoritarios y de
los acreedores, permitiéndoles el ejercicio del derecho de receso. El marco de ese ejercicio no puede ser ampliado por el
contrario social, y si este permite el retiro voluntario de los socios lo será bajo el régimen general de tal retiro, o sea debiendo
cumplirse los requisitos en materia de reducción de capital. Tampoco es admisible la limitación contractual del derecho de receso
o de su contenido.
El derecho de receso se encuentra expresamente previsto por la ley 19550 en relación con las sociedad anónimas y de
responsabilidad limitada.
En las sociedades de personas tienen derecho de receso los socios disconformes con la remoción del administrador cuyo
nombramiento fue condición expresa de la constitución de la sociedad.
RECESO Y REDUCCIÓN DE CAPITAL
El receso implica un pago de la sociedad al recedente, que obliga a determinar a qué partidas del patrimonio se imputará tal pago.
La sociedad no tiene libertad en tal sentido, pues el receso supone el retiro de un socio y la consiguiente eliminación de las
participaciones societarias correspondientes al socio saliente; se configura, por lo tanto, una reducción de capital, sin perjuicio de
que además se castiguen otras partidas del patrimonio neto en función de la magnitud de los pagos que se efectúen a favor del
recedente.
La reducción de capital por receso no da derecho a la oposición de los acreedores, por razones que se derivan de la función y
encuadre sistemático del derecho de receso. El art 89 de la ley 19550 prevé la posibilidad de que el contrato social autorice
causales de resolución parcial no establecidas por la ley. En estos casos, sin embargo, la sociedad opta por un mecanismo
preestablecido de resolución parcial y de consiguiente reducción de capital, no puede evitar en tal caso la oposición de los
acreedores, conforme al régimen de reducción de capital. Pero en el caso del receso es la propia ley la que exige la posibilidad de
resolución parcial, estableciendo un procedimiento que no deja lugar para la oposición de los acreedores. Es esta restricción
implícita en los derechos de los acreedores lo que impide extender contractualmente las causales de receso; si se las extiende es en
el marco del art 89 y rige entonces el derecho de oposición de los acreedores.
Otorgado el derecho de receso para asegurar un mínimo de protección a los socios minoritarios, la sociedad no tiene posibilidad
de evitarlo una vez configurados sus causales. No estamos, por lo tanto, ante una reducción voluntaria de capital, sino ante una de
las múltiples hipótesis en que el capital se reduce con independencia de la voluntad de la sociedad y sin que los acreedores tengan
derecho alguno de oposición-
Los acreedores se ven perjudicados por la reducción del patrimonio de la sociedad implícita en el receso, pero el equilibrio entre
sus derechos y los de los socios recedentes está dado por las limitaciones de las causales de receso y de la posibilidad de receder a
partir de la cesación de pagos de la sociedad.
Desde el punto de vista de la efectividad del derecho de receso, sería incongruente con el ejercicio de ese derecho que el mismo se
viera subordinado a una decisión adicional del órgano de gobierno de la sociedad de la que se recede, determinando la reducción
del capital social. Esta decisión haría, en los hechos, imposible toda la mecánica del art 245 de la ley 19550.
El art 245 y las demás normas de la ley 19550 en la materia crean un sistema autosuficiente de receso que quedaría
sustancialmente alterado en caso de incorporársele los mecanismos de oposición aplicables en las reducciones voluntarias de
capital.
EL DERECHO DE PREFERENCIA RESPECTO DE LA SUSCRIPCIÓN DE ACCIONES U OTRAS
PARTICIPACIONES SOCIETARIAS
El derecho de preferencia respecto de la suscripción de acciones u otras participaciones societarias se manifiesta al aumentar la
sociedad su capital. De no poder participar los socios preexistentes en tal aumentó, su participación proporcional en el capital se
verá disminuida, y así también su participación en las utilidades y en el poder de voto. en ciertos tipos societarios, los socios
minoritarios se ven protegidos de esta dilución de su participación en virtud de sus derechos a oponerse a modificaciones del
contrato social y del capital. pero en las sociedades por acciones y por cuotas, el poder de los socios minoritarios, respecto de esas
modificaciones, es limitado, y la ley les ha otorgado un derecho de preferencia respecto de la suscripción de nuevas acciones y
cuotas. Solo una vez que se ha agotado el plazo para el ejercicio del derecho de preferencia puede la sociedad ofrecer las nuevas
acciones o cuotas a otros socios o terceros.
CONTENIDO DEL DERECHO DE PREFERENCIA
El derecho de preferencia tiene un contenido complejo. Implica un derecho inicial a suscribir las acciones o cuotas integrantes de
un aumento de capital, y a continuación un derecho de acrecer, respecto de las acciones no suscriptas en el periodo inicial de
ejercicio del derecho de preferencia.
El derecho de preferencia otorgado por la ley no puede ser eliminado o restringido por el contrato social. Sin embargo, una vez
nacido el derecho de preferencia respecto de un aumento de capital concreto, puede ser transferido a otros socios o a terceros, o
ser objeto de renuncia, o desaparecer por su no ejercicio dentro de los plazos legales.

ÁMBITO DE APLICACIÓN DEL DERECHO DE PREFERENCIA


El derecho aquí analizado se aplica respecto de las sociedades anónimas y las de responsabilidad limitada.
No se prevé legalmente el derecho de preferencia en las sociedades de personas. Se relaciona con las existencia de otros
mecanismos para la protección de los socios minoritarios, particularmente el requisito de su consentimiento para los aumentos de
capital.
EL DERECHO DE VOTO EN LAS ASAMBLEAS Y OTROS ÓRGANOS DE GOBIERNO
El derecho aquí considerado permite a los socios constituir el órgano de gobierno de la sociedad y tomar decisiones en su seno.
Aunque el derecho de voto no puede ser objeto de “venta”, o sea de transferencia a cambio de una contraprestación, es posible
realizar actos relativos a su ejercicio, particularmente acuerdo de accionistas. También es posible escindirlo de los restantes
derechos del socio, en operaciones tales como el usufructo de acciones y otras participaciones.
El derecho de voto tiene una relación inmediata con la condición de socio. No es posible privar a los socios de tal derecho. El caso
más extremo de esa limitación son las acciones preferidas, pero aun estas tienen un mínimo de derechos de voto, que puede ser
extendido por sus condiciones de emisión; las acciones sin derecho de voto son inadmisibles bajo la ley 19.550. El derecho a voto
está reservado a los socios. Quienes no son socios pueden votar en el contexto de asambleas relativas a sus derechos, pero no
como integrantes del órgano de gobierno.
EL DERECHO DE VOTO EN LOS DISTINTOS TIPOS SOCIETARIOS
Las participaciones societarias son un medio para cuantificar y calificar el derecho a voto. Estas reglas serán examinadas en esta
obra en el contexto del estudio de los distintos tipos societarios.
EL DERECHO A VOTO FRENTE A LA FRAGMENTACIÓN DE LOS DERECHOS DEL SOCIO
El art. 218 de la LGS prevé expresamente el caso de usufructo de acciones, disponiendo que el ejercicio de los derechos derivados
de la calidad de socio corresponden al nudo propietario, salvo pacto en contrario.
En materia de prenda, los derechos corresponden al propietario de las acciones, aunque sería posible establecer mecanismos para
transferir el derecho de voto al acreedor prendario.
El derecho de voto de las acciones embargadas corresponde al titular de esas acciones y el acreedor embargante deberá efectuar
los actos necesarios para permitir al titular de las acciones ejercer su derecho de voto.
En los casos de condominio, la sociedad puede exigir la unificación de la representación para ejercer los derechos sociales. Si la
sociedad exige la unificación de la representación, el representante designado ejercerá el derecho de voto; si existe un acuerdo
entre los copropietarios respecto del ejercicio del voto, el representante estará obligado a implementarlo. Si no existe tal acuerdo,
los condóminos, por mayoría, decidirán el sentido del voto. Los condóminos pueden acordar mecanismos especiales para la
designación del representante y para la adopción de instrucciones que incidirán sobre este.
En los casos de fideicomiso, el fiduciario actúa ante la sociedad, ejerciendo los derechos del socio. El fiduciario estará obligado
frente a los fideicomisarios o beneficiarios a votar conforme a las obligaciones que le son impuestas en el marco del fideicomiso.
LÍMITES DEL EJERCICIO DEL DERECHO DEL VOTO
Ese voto debe reunir las condiciones propias de tales actos en cuanto a capacidad, objeto y causa. Adicionalmente, los socios, al
ejercer su derecho de voto, deben satisfacer los requisitos de la affectio societatis y del interés societario; no puede dirigir a la
sociedad de un modo que sea incompatible con las finalidades legítimas de esta y de la participación en los socios en la misma,
sino que el voto debe estar orientado a la obtención de los beneficios comunes perseguidos por la organización societaria,
mediante la realización del objeto societario y para su distribución entre los socios del modo convenido.
LOS CONVENIOS RELATIVOS AL VOTO EN LAS ASAMBLEAS Y OTRAS REUNIONES DE SOCIOS
Desde el punto de vista práctico, en las sociedades por acciones con un contenido asociativo real, es comúnmente necesario
complementar las reglas del contrato social mediante contratos parasociales dirigidos a sentar un marco para el ejercicio de los
derechos de voto. Entre otros motivos, estos acuerdos responden a la de los abusos en el ejercicio del derecho de voto y a la
inconveniencia del voto en los contratos sociales inscriptos.
La legislación societaria guardó silencio sobre la validez de estos acuerdos.
Instrumentación de los convenios relativos al voto
Los convenios relativos al voto suelen ser parte de acuerdo de accionistas cuyo contenido excede de la mera regulación del voto
en las asambleas. Esos acuerdos tienden a normar la totalidad de las relaciones de ciertos accionistas en determinado marco
societario, rigiendo cuestiones tan variadas como la realización de aportes, los objetivos de la sociedad y los mecanismos
mediante los cuales los accionistas pueden dejar de serlo.
Los convenios pueden ser explícitos o bien utilizar mecanismos indirectos. Así, por ejemplo, para facilitar la instrumentación del
ejercicio del derecho de voto conforme a lo convenido, puede conformarse un usufructo de acciones, en el marco del cual se
prevea quién y cómo ejercerá el derecho de voto correspondiente a las acciones colocadas en el usufructo.
Una especie de convenio de voto es el acuerdo de sindicación de acciones, en virtud del cual un conjunto de accionistas se obliga
a decidir, en reuniones u otros actos anteriores a las asambleas, la forma en que ejercerán el voto en el seno de estas.
Los convenios de voto suelen estar acompañados por convenios de bloqueo, o sea actos que restringen la transmisibilidad de las
acciones objeto de los convenios de voto, de modo de asegurar la efectividad de estos; la obligación de votar de cierta forma solo
tiene contenido práctico si el obligado es accionista de la sociedad a que se refiere el convenido de voto.
La validez de los convenios relativos al voto
Existe hoy consenso respecto de la validez de los convenios relativos al voto, en tanto respeten los requisitos generales de los
actos jurídicos y el marco imperativo derivado del ordenamiento societario.
El fallo “Sanchez, Carlos J. c. Banco de Avellaneda S.A.” estableció que el acuerdo sería inválido si tuviera objeto ilícito, violara
la causa de la sociedad, constituyera un agravio al interés social, afectará derechos indisponibles o vulnerara de otro modo al
orden público, causando perjuicios antijurídicos a los socios, la sociedad o terceros. Respetados tales límites, los convenios
relativos al voto serían válidos inclusive en casos de que su alcance llegará a la administración societaria.
PROHIBICIONES Y LIMITACIONES AL VOTO
 Conforme al art. 192 de la ley 19.550, la mora en la integración suspende automáticamente el ejercicio de los derechos
inherentes a las acciones en mora, lo cual se extiende al derecho de voto; esta regla se aplica en las sociedades por
acciones. En los restantes tipos societarios, la mora autoriza a que el socio sea excluido de la sociedad.
 El art. 241 de la ley 19.550 establece una serie de limitaciones sobre el derecho de voto de los accionistas que sean
también integrantes de otros órganos societarios.
Los directores, síndicos, miembros del consejo de vigilancia y gerentes generales no pueden votar en las decisiones
vinculadas con la aprobación de sus actos de gestión; tampoco pueden hacerlo respecto de las resoluciones atinentes a su
responsabilidad o remoción con causa.
 El art. 248 de la ley 19.550 dispone que el accionista o su representante que en una operación determinada tenga por
cuenta propia o ajena un interés contrario al de la sociedad, tiene obligación de abstenerse de votar los acuerdos relativos
a tal operación.
RESPONSABILIDAD POR EL EJERCICIO DEL VOTO
La votación dentro de los órganos de gobierno es susceptible de producir daños y perjuicios que crearán una obligación de
resarcimiento.
El ejercicio ilícito del voto puede configurarse en diferentes contextos. Puede ser que el voto esté viciado, pero que la decisión del
órgano de gobierno sea válida, como en el caso en que la decisión se hubiera podido adoptar válidamente, sin el concurso del voto
viciado; en tal caso, el voto no tendrá efecto dañoso y no generará responsabilidad. En una segunda hipótesis, el voto es válido,
dentro de una decisión del organo de gobierno que se encuentra viciada, como en los casos en que la mayoría de los votos se emite
en violación a una disposición legal; quien emite un voto no viciado no ha actuado ilícitamente, y por lo tanto no debe ser
responsable de los daños causados. Finalmente, encontramos los casos en que el voto se encuentra viciado, siendo inválida la
decisión del órgano de gobierno, quienes así votaron la decisión inválida responderán por los daños que esta cause.
EL DERECHO DE INFORMACIÓN DEL SOCIO
El ejercicio de los derechos del socio requiere que este cuente con información sobre los distintos aspectos de la sociedad en que
participa. La organización societaria, sólo puede ser dirigida por los socios, en cuento integrantes del órgano de gobierno, si
cuentan información sobre la sociedad. El derecho de voto queda vacío de contenido si el socio no cuenta con información
respecto de las cuestiones sobre las que debe decidir.
El régimen societario otorga un derecho de información al socio. En las sociedades de personas, de responsabilidad limitada no
comprendidas en el segundo párrafo del art. 158 de la ley 19.550, y en las sociedades por acciones carecen de sindicatura, el
derecho de información es ejercido directamente por el socio frente a la sociedad. En las sociedades de responsabilidad limitada
comprendidas en el segundo párrafo del art. 158 y en las sociedades por acciones que no hayan prescindido de sindicatura, el
derecho de información se ejerce generalmente a través de la sindicatura.
RÉGIMEN LEGAL EN MATERIA DE DERECHO DE INFORMACIÓN
El art. 55 establece que los socios pueden examinar los libros y papeles sociales, y recaba del administrador los informes que
estimen pertinentes.
Esta regla señala dos caminos de obtención de información. Uno, a través del administrador, implica que este dará a los socios
información respecto de las cuestiones que hagan al patrimonio y actividad de la sociedad, que estén al alcance del administrador.
El segundo camino es a través del examen de los libros y papeles sociales. La contabilidad y los papeles sociales son elementos
dirigidos a dar información sobre el patrimonio y la actividad de la sociedad.
Dispone, asimismo, que el contralor individual de los socios no puede ser ejercido en las sociedades de responsabilidad limitada
incluidas en el segundo párrafo del art. 158 de la ley 19.550, salvo pacto en contrario. Estas sociedades tienen obligación de tener
sindicatura o consejo de vigilancia, lo que permite aplicarles el régimen de información propio de las sociedades por acciones.
Por último, dispone que el contralor individual de los socios tampoco corresponde en la sociedades por acciones, salvo en las
previstas en el último párrafo del art. 284 de la ley 19.550, o ase las que, no estando comprendidas en ninguno de los supuestos del
art. 299, han prescindido de sindicatura.
Todas las normas en materia de contabilidad y memorias están dirigidas a la organización y suministro de información, bien que
no solo a favor de los socios.
ACCIONES RELATIVAS AL DERECHO DE INFORMACIÓN
La efectividad del derecho de información del socio se sustenta en un conjunto de acciones judiciales y administrativas que dan
respaldo a su ejercicio. Cabe mencionar las siguientes:
 Impugnación de las asambleas y reuniones de socios en relación con las cuales se violó el derecho de información.
 Denuncia ante los órganos administrativos de control. Conforme a lo dispuesto por el art. 6 de la ley 22.315, la IGJ puede
recibir y sustanciar denuncias de los interesados que promuevan el ejercicio de sus funciones de fiscalización; estas
denuncias pueden referirse a la violación de los derechos de información de tales interesados.
 Acciones de responsabilidad. Los socios cuyos derechos de información sean vulnerados pueden accionar contra los
administradores, miembros de los órganos de fiscalización y demás causantes de daño por tal violación, conforme a las
reglas aplicables para los casos de infracción a los deberes que pesan sobre tales personas.
 Obtención de información por vía judicial. Puede requerirse judicialmente que la sociedad facilite la información a cuyo
acceso tiene derecho el socio; cuando esa información debe obtenerse a través del síndico, debe requerirse de este tal
información, y en caso de inacción puede ordenarse judicialmente que se facilite la información directamente al socio.
 Intervención Judicial. El incumplimiento de los deberes de información de los órganos societarios puede llevar a la
designación de un interventor informante, si se dan extremos necesarios para ese tipo de intervención judicial de la
sociedad.
LAS OBLIGACIONES DE LOS SOCIOS
Los socios asumen obligaciones frente a la sociedad y frente a los restantes socios como consecuencia del contrato social y de su
participación en la organización societaria.
En el contexto del contrato social, las obligaciones características de los socios son las consistentes en aportes.
El contrato social puede prever otras obligaciones, como la de participar en la administración de la sociedad y la de abstenerse de
competir con ésta. Pero esas obligaciones no son consustanciales con la condición de socio.
Otras obligaciones son impuestas por la ley. Tal es el caso de la obligación de lealtad, entre las que se destaca la de actuar
teniendo en miras el interés societario.
Adicionalmente, los socios pueden asumir obligaciones frente a la sociedad, no derivadas del contrato de sociedad ni vinculadas al
estado de socio, como cualquier otro tercero.
EL CONCEPTO DE APORTE
Estos pueden consistir en obligaciones de dar o de hacer. El aporte constituye una obligación.
Tanto desde el punto de vista jurídico como económico, consistente en que ciertos bienes o prestaciones tienen el carácter de
aportes cuando ingresan a la estructura productiva de la sociedad, siendo dirigida su asignación productiva por los órganos de tal
sociedad. El mecanismo usual de ese ingreso es la transferencia de la propiedad de un bien a la sociedad.
El concepto de aporte presupone así la existencia de una organización bajo cuya dirección se colocan los bienes o prestaciones
objeto del aporte, siendo característico de esas organizaciones societarias su dirección por los socios, en cuanto integrantes del
órgano de gobierno de la sociedad. En los aportes, la contraprestación por la transferencia de bienes o servicios al acervo de la
sociedad consiste en la participación como socio y no en derechos crediticios, particularmente, de los préstamos.
PRESTACIONES ACCESORIAS
Tales prestaciones, a ser efectuadas por los socios, no integran el capital, debiendo resultar del contrato, que precisará su
contenido, duración, modalidad, retribución y sanciones en caso de incumplimiento. Deben ser claramente diferenciadas a los
aportes, no pudiendo ser en dinero. Solo pueden modificarse de acuerdo con lo convenido o, con la conformidad de los obligados
y de la mayoría requerida para la reforma del contrato.
La característica de las prestaciones accesorias es que la contraprestación recibida por el socio no consiste en participaciones de
capital. En las prestaciones accesorias no se imputa participación societaria alguna a las mismas, como contraprestación, no
variando, en consecuencia, el capital social conformado por la sumatoria de esas participaciones.
LOS APORTES IRREVOCABLES A CUENTA DE FUTURAS SUSCRIPCIONES
Una variante de los aportes consiste en los aportes irrevocables a cuenta de futuras suscripciones. Se trata de operaciones en las
que la sociedad acuerda con otra persona que ésta realice aportes, sin concretarse, en tal etapa, la suscripción de acciones u otras
participaciones mediante la que se instrumente la contraprestación; la suscripción y el correspondiente aumento de capital forman
parte de etapas posteriores, cuya concreción dependerá del accionar de distintos órganos de la sociedad.
EL POSIBLE OBJETO DE LOS APORTES
Los aportes pueden consistir en obligaciones de dar o de hacer, salvo para los tipos de sociedad en los que se exige que consistan
en obligaciones de dar. Estos tipos son las sociedades de responsabilidad limitada y por acciones, en las que, los aportes deben ser
bienes determinados susceptibles de ejecución forzada.
OBLIGACIONES DE HACER
Los aportes consistentes en obligaciones de hacer son posibles en las sociedades de personas. El aporte consiste en conductas
económicamente valiosas que el socio se obliga a realizar en beneficio de la sociedad.
Las prestaciones de hacer admisibles como aportes no deben ser identificadas con el aporte del trabajo personal; esta configura
uno de los posibles tipos de prestaciones de hacer, pero también las hay con otras características, como las de llevar a cabo una
obra.
No constituyen obligaciones de hacer las que pesan sobre los socios en su carácter de tales o de administradores, por ejemplo, las
obligaciones derivadas de la affectio societatis o las que son consecuencia de integrar el órgano de administración de la sociedad.
OBLIGACIONES DE DAR
Los aportes consistentes en obligaciones de dar tienen por objeto la puesta a disposición de la sociedad de un bien, sea mediante la
transferencia de la propiedad de ese bien a la sociedad o por otros medios.
Estos aportes pueden ser de bienes determinados o de bienes no determinados. La distinción es de importancia, pues en la
sociedades de responsabilidad limitada y por acciones, el aporte debe ser de bienes determinados.
En los casos reglados por el art. 39 de la ley 19.550, deben individualizarse los bienes que serán aportados a la sociedad. Así, sería
factible en una sociedad de personas acordar que se aportarán bienes de cierto tipo, por un valor determinado, sin dar elementos
suficientes como para permitir una determinación precisa de su género y especie.
Los aportes pueden ser de bienes susceptibles de ejecución forzada o de bienes que no reúnen tal condición. En las sociedades de
responsabilidad limitada y por acciones, deben reunirla, por exigencia del art. 39.
Los aportes pueden ser de cosas, muebles o inmuebles, y de bienes inmateriales, inclusive de bienes derivados de la propiedad
intelectual, créditos y otros derechos de contenido patrimonial. Estos derechos pueden ser aportados cuando debidamente
instrumentados se refieran a bienes susceptibles de ser aportados y no sean litigiosos.
Los aportes de obligaciones de dar pueden ser dinerarios o no dinerarios. El aporte en bienes no dinerarios requiere un acuerdo
expreso de los socios para aceptarlo y evaluarlo, o un procedimiento especial de valuación en las sociedades por acciones.
Las obligaciones de dar, acordadas como aporte, pueden satisfacerse mediante la transferencia de la propiedad de un bien, o
mediante la transferencia de otros derechos reales, o consistir en posibilitar el uso y goce de un bien por la sociedad.
APORTE DE BIENES GRAVADOS
El art. 43 de la ley 19.550 admite expresamente el aporte de bienes gravados, estableciendo que se hará por su valor con
deducción del gravamen, el cual debe ser especificado por el aportante. Pero cuando se trate de bienes embargados o sujetos a
derecho de retención o prenda, la ejecución forzada se ve limitada, por lo que el aporte sería inaceptable en las sociedades de
responsabilidad limitada y por acciones.
VALUACIÓN DE LOS APORTES
Los aportes en especie se valuarán en la forma prevenida en el contrato social o, en su defecto, según los precios de plaza o por
uno o más peritos que designará el juez de la inscripción.
En las sociedades de responsabilidad limitada y en comandita simple para los aportes de los socios comanditarios, se indicarán en
el contrato los antecedentes justificativos de la valuación, y en caso de insolvencia o quiebra de la sociedad, los acreedores pueden
impugnarla en el plazo de cinco años de realizado el aporte, impugnación que no será procedente si la valuación se realizó
judicialmente.
En las sociedades por acciones, la valuación debe ser aprobada por la autoridad de contralor, y se hará por valor de mercado,
cuando se trate de bienes con valor corriente, y por valuación pericial cuando a juicio de la autoridad de contralor no pueda ser
reemplazada por informes de reparticiones estatales o bancos oficiales; se admitirán los aportes cuando se efectúen por un valor
inferior a la valuación, pero se exigirá la integración de la diferencia cuando fuere superior, teniendo el aportante derecho de
solicitar la reducción del aporte al valor resultante de la valuación siempre que socios que representen tres cuartos del capital, no
computado el del interesado, acepten esa reducción.
EFECTOS DEL INCUMPLIMIENTO DE LOS APORTES
El socio que incurre en mora debe resarcir daños e intereses. La sociedad puede optar por excluir al moroso o bien exigir el
cumplimiento del aporte.
En las sociedades por acciones. La mora suspende automáticamente los derechos inherentes a las acciones respecto de las cuales
existía; la suspensión no afecta, a las restantes acciones del mismo socio. La mora da lugar a que se deban daños e intereses,
pudiendo también el contrato social prever cláusulas penales, aplicables contra el moroso. La sociedad puede optar por el
cumplimiento del contrato de suscripción. Sin embargo, el estatuto puede disponer que los derechos de suscripción
correspondientes a las acciones en mora sean vendidos en remate público o por medio de un agente de bolsa si se tratare de
acciones cotizables, siendo de cuenta del suscriptor moroso los gastos de remate y los intereses moratorios.
La caducidad de los derechos del suscriptor produce una reducción de capital.
El socio moroso no puede alegar el incumplimiento de otros socios, como defensa contra las acciones que se le planteen sobre la
base de su mora. Pero en las sociedades que no sean de capital sería válido pactar el condicionamiento del aporte al cumplimiento
del comprometido por otros socios.
EVICCIÓN Y VICIOS REDHIBITORIOS
La evicción autoriza la exclusión del socio, sin perjuicio de su responsabilidad por los daños ocasionados, agregando que si el
socio no es excluido deberá el valor del bien y la indemnización de los daños ocasionados.
La exclusión es decidida y efectuada por la sociedad, a través de sus órganos, y corresponderá luego al moroso disconforme
accionar judicialmente para impedir la exclusión.
Cuando la sociedad opta por no excluir al socio cuyos aportes han sido objeto de evicción, nace en cabeza de este socio la
obligación de integrar al valor del bien, que será en principio el atribuido en el contrato, o en su defecto el que surja del régimen
del art. 52 de la ley 19.550.
Respecto de los vicios redhibitorios, el aportante da garantías a la sociedad. En las sociedades por acciones será de aplicación el
régimen de los arts. 192 y 193 de la ley 19.550, mientras que en los restantes tipos societarios serían aplicables las reglas de los
arts. 46 a 48 de la ley 19.550, relativas a evicción, por razones de analogía.
LA RESPONSABILIDAD DE LOS SOCIOS
La responsabilidad de los socios es función del tipo societario adoptado.
Corresponde respecto de obligaciones atribuibles a la sociedad. Esa responsabilidad de los socios se suma a la que corresponde a
la propia sociedad en cuanto obligada.
Esta responsabilidad, es una consecuencia necesaria del estado de socio. No requiere de declaración o consentimiento alguno del
responsable, ni puede ser dejada sin efecto por acuerdo entre los socios o por declaración de alguno de ellos. Se trata de una
responsabilidad de origen legal.
La responsabilidad puede extenderse o hacerse más severa con el consentimiento de los socios que asuman esa mayor
responsabilidad. Pero esta será consecuencia de obligaciones contractuales, por lo que deberán reunirse los requisitos de estas en
cuanto a la conformación de un contrato vinculante.
FORMAS ATÍPICAS DE PARTICIPACIÓN SOCIETARIA
SOCIO APARENTE
El que presentare su nombre como socio no será reputado como tal respecto de los verdaderos socios, tenga o no parte en las
ganancias; pero con relación a terceros, será considerado con las obligaciones y responsabilidades de un socio, salvo su acción
contra los socios para ser indemnizado de lo que pagaré.
El decreto de necesidad y urgencia número 27 de 2018 ha establecido que queda prohibida la actuación societaria del socio
aparente o presta nombre y la del socio oculto.
La figura de socio aparente constituye una forma de simulación, esta simulación queda catalogada como ilícita.
SOCIO OCULTO
“La infracción de lo establecido en el artículo anterior, hará al socio aparente o prestanombre y al socio oculto, responsables en
forma subsidiaria, solidaria e ilimitada de conformidad con lo establecido por el art. 125 de esta Ley”.
La configuración del estado de socio oculto solo implica simulación en un sentido amplio y no técnico de esta. Por ejemplo,
pueden existir varios contratos mediante los que se forman una sociedad de los cuales uno, del que surge la participación de cierto
socio, se oculta a terceros. Este ocultamiento no constituye simulación. Pero el estado de socio oculto puede resultar de una
simulación, como en el caso en que existe un socio aparente que oculta al socio verdadero.
SOCIO DEL SOCIO
El decreto número 27 de 2018 eliminó las mencionadas disposiciones de la ley 19550. Con ello no ha desaparecido la figura del
socio del socio, sino que esta ha pasado a regirse directamente por las disposiciones del CCyCN. Particularmente, las
correspondientes a los negocios en participación.
En el primer caso, el socio que figura como tal ante la sociedad es realmente tal, y su socio no tiene relación de tal frente a la
sociedad, sino que integra un negocio en participación cuyo objeto es obtener beneficios de ciertas participaciones en la
mencionada sociedad.
Para que el socio del socio sea tal, es preciso que el socio de la sociedad primera retenga su participación como socio. Si se
desprende totalmente del contenido de sus participaciones, ya no será socio de la sociedad en cuestión, sino socio aparente,
pasando el cesionario a ser socio oculto, si la cesión no se hace explícita.
SOCIEDADES SOCIAS
La personalidad de las sociedades les permite ser socias de otras sociedades.

LOS ORGANOS SOCIETARIOS, GOBIERNO, ADMINISTRACION, REPRESENTACION Y FISCALIZACION


LA SOCIEDAD COMO ESTRUCTURA DE ORGANOS
La personalidad jurídica societaria implica que la sociedad actúa a través de otras personas o conjuntos de personas cuyas
conductas son imputables a tal sociedad. La persona societaria es una construcción jurídica.
Un instrumento central de esta es la figura de órgano. El órgano esta conformado por personas cuyas conductas son atribuibles a la
persona jurídica. La sociedad actúa a través de sus órganos; estos, a su vez, en materia de representación, pueden crear otras
relaciones jurídicas atribuibles a la sociedad.
ENCUADRAMIENTO JURÍDICO DE LA FIGURA DE ÓRGANO
La característica específica de los órganos societarios es la atribución de sus conductas a la sociedad de que son parte. Esta
atribución se extiende todos los órganos.
La relación del órgano con la sociedad no puede identificarse ni con un mandato ni con un poder.
La persona que otorga el mandato o poder puede actuar a través de la representación así creada o por sí misma; en cambio, el
órgano es un instrumento necesario para la actuación imputable a la persona a la que corresponde tal órgano, y su existencia y
atribuciones resultan primariamente de la ley.
Típicamente, la conformación de un órgano surge de normas legales que lo prevén, de un contrato social que puede o no tener
características o elementos calificables como estatutos y de actos jurídicos mediante los que se determinan la integración y otros
elementos del órgano.
EL ÓRGANO SOCIETARIO Y SUS INTEGRANTES
El órgano societario debe distinguirse de sus integrantes. Ciertas reglas determinan la relación de cada órgano con la sociedad, y
otras definen la relación entre el órgano y sus integrantes.
La distinción precedente implica que la alteración de la composición de un órgano no modifica, en principio, la identidad jurídica
de este. El que cambien los socios que integraran una asamblea, en nada altera la estructura normativa que define las obligaciones,
derechos, atribuciones y responsabilidades del órgano. Permite, además, diferenciar entre las conductas imputable a los
integrantes d ellos órganos, personalmente y las que son atribuibles a la sociedad. La pertenencia a un órgano societario no
absorbe o anula la personalidad propia de quienes lo integran.
La determinación de quienes serán los integrantes de un órgano societario resulta de reglas de muy distinta naturaleza. En primer
lugar, ciertas personas son integrantes de determinados órganos por las reglas del tipo societario al que pertenece la
correspondiente sociedad.
CLASIFICACIÓN DE LOS ÓRGANOS SOCIETARIOS
Se trata de órganos de gobierno, administración, representación y fiscalización.
Las estructuras de los órganos societarios son también clasificadas mediante las categorías de autoorganicismo y organicismo
diferenciado. En la autoorganicismo, el carácter de integrante de un órgano corresponde a cualquiera de los socios o a uno
cualquiera de cierta clase de socios. En el organicismo diferenciado, el carácter de integrante de un órgano no se asume en forma
directa, en razón de ser socio, sino como resultado de un acto societario previo, particularmente la designación para formar parte
de un órgano, como los directores que elige la asamblea de la SA.
FUNCIONES DE LOS ÓRGANOS SOCIETARIOS
Funciones del órgano de gobierno
Zaldivar: “al lado de la función de administración, existe otra, que consiste en fijar las grandes pautas a as que se ajustara la
primera. La actividad cotidiana de la sociedad no es el resultado de improvisaciones es preciso que existan directivas generales.
Todo ello encuadra en términos generales, la función de gobierno”.
El enfoque de Zaldivar refleja la posición del régimen societario argentino acorde a los órganos de gobierno.
Las funciones características de los órganos de gobierno pueden ser:
- Funciones dirigidas a la fijación del contenido del contrato social y de los elementos básicos de la estructura jurídica
societaria.
- Funciones dirigidas a fijar la integración de los restantes órganos societarios y a controlar su acción. La asamblea elige y
remueve a directores, síndicos y miembros del consejo de vigilancia, y resuelve respecto de la responsabilidad de estos
integrantes de órganos societarios. Particularmente, el directorio puede ser designado tanto por la asamblea como por el
consejo de vigilancia, el control de las actividades de los restantes órganos es compartido por la asamblea con la
sindicatura y el consejo de vigilancia.
- Funciones dirigidas a asegurar el ejercicio de los derechos de los socios.
- Funciones cuyo ejercicio suponga una modificación sustancial en la estructura de la organización económica.
Debe tenerse en cuenta que el directorio, el consejo de vigilancia, o los síndicos pueden someter cuestiones concretas a la decisión
de la asamblea, y que ello podría incluir aspectos de la gestión societaria que no impliquen modificaciones sustanciales a la
estructura societaria. Las acciones que se sometan no pueden ser desviadas de modo tal que alguno de esos órganos quede privado
de las funciones.
Funciones del órgano de administración
Las funciones del órgano de administración se manifiestan en los aspectos dinámicos de la sociedad. Zaldivar: “La sociedad en el
punto en que se constituye, tiene todos los elementos personales reunidos. Se hace necesario ahora, pasar del estado estático al
dinámico: los socios deben efectuar los aportes no integrados, deben comenzar la actividad para cumplir con el objeto propuesto,
los bienes patrimoniales empezarán a ser utilizados, se establecerán relaciones con terceros, etc. Al cabo de un tiempo aparecerán
los frutos, se adquirirán bienes, se enajenarán otros, etc. Todo ellos requiere ser decidido y ejecutado por el órgano de
administración.
La función básica del órgano es tomar decisiones respecto de las actividades productivas de la sociedad. Tiene también a su cargo
las funciones necesarias para la preservación y adecuación de la estructura jurídica de la sociedad y para el cumplimiento de las
cargas jurídicas que pesan sobre tal sociedad. Pero deben distinguirse y desplazarse aquellas funciones que corresponden a otros
órganos.
Tal es el caso, de las decisiones y actos que apliquen modificaciones en la estructura productiva de la sociedad o que la ley
adjudica expresamente a los órganos de gobierno, como la designación de los integrantes de otros órganos.
Existe, sin embargo, una cierta zona de superposición. En especial, el órgano de gobierno puede adoptar decisiones aisladas en
materia de administración, por someterlas a tal órgano los administradores de la sociedad; este desplazamiento es valido en tanto
no tenga la amplitud y frecuencia.
También deben detraerse de las funciones del órgano de administración las propias de la representación de la sociedad. Las
funciones de representación no se focalizan en la adopción de decisiones.
El órgano de administración es parte de una red organizativa marcadamente mas amplia, especialmente en relación con las
sociedades anónimas. Encontramos así el comité ejecutivo, integrado por directores de la sociedad, el cual puede tener a su cargo
la gestión de los negocios ordinarios de la sociedad; y a gerencia, en la que pueden delegarse las funciones ejecutivas de la
administración. Además, la administración de la sociedad puede ser llevada a cabo por personal en relación de dependencia o
vinculado contractualmente de otra forma por la sociedad.
Funciones del órgano de representación
La representación implica vincular a la sociedad con otras personas, creando relaciones jurídicas atribuibles a esa sociedad. Tal
representación esta primariamente a cargo de un órgano. Pero la sociedad puede también estar representada por representantes
voluntarios, con atribuciones para vincular a la sociedad en virtud de poderes, relaciones laborales y representación aparente.
La administración implica la adopción de decisiones, y si el órgano de administración es colegiado será preciso utilizar un sistema
de mayorías para adoptar las decisiones en caso de disenso, o bien asignar las decisiones respecto de distintos temas en diferentes
miembros del órgano de administración.
En cambio, las representación puede llevarse a cabo por uno o más miembros del órgano de representación, en cumplimiento de
decisiones propias o de otros órganos de la sociedad que actúen dentro del marco de su competencia. Los miembros del órgano de
representación vinculan a la sociedad conforme a las reglas del art. 58.
ARTICULO 58. — El administrador o el representante que de acuerdo con el contrato o por disposición de la ley tenga la
representación de la sociedad, obliga a ésta por todos los actos que no sean notoriamente extraños al objeto social. Este régimen se
aplica aun en infracción de la organización plural, si se tratare de obligaciones contraídas mediante títulos valores, por contratos
entre ausentes, de adhesión o concluidos mediante formularios, salvo cuando el tercero tuviere conocimiento efectivo de que el
acto se celebra en infracción de la representación plural.
Las funciones del órgano de representación se desarrollan no solo en relación con las decisiones del órgano de administración sino
también en relación con decisiones de otros órganos, particularmente el de gobierno, e inclusive en cumplimiento de requisitos
estatutarios o legales.
El órgano de representación tiene ciertas atribuciones de decisión. Las decisiones que implemente el órgano de representación
pueden dejar niveles de indefinición que deben ser superados cuando la representación se manifiesta en un acto concreto. por
ejemplo, si el órgano de administración ordena que se otorgue una escritura de compraventa, será en definitiva el representante de
la sociedad que otorgue la escritura quien determine si el contenido de la escritura es correcto, actuando en su caso con el debido
asesoramiento que requieran las obligaciones de diligencia.
Funciones del órgano de fiscalización
Corresponde al órgano de fiscalización la función de control. Esta función se cumple, mediante el llamado autoorganicismo en el
control, en el que cualquiera de los socios, o uno cualquiera de cierta clase de socios, se encuentra facultado para ejercerla.
También puede cumplirse mediante el llamado organicismo diferenciado en el control, que consiste, precisamente en la
designación de los individuos que investirán la función de control.
Los órganos de fiscalización son los que, en el sistema societario, se encuentran delimitados en menor medida. En las sociedades
de responsabilidad limitada, el establecimiento de una sindicatura o de un consejo de vigilancia es obligatoria únicamente cuando
el capital alcanza el importe fijado por el art. 299 inc. 2
ARTICULO 299. — Las sociedades anónimas, además del control de constitución, quedan sujetas a la fiscalización de la
autoridad de contralor de su domicilio, durante su funcionamiento, disolución y liquidación, en cualquiera de los siguientes casos:
2º) Tengan capital social superior a pesos argentinos quinientos ($a 500), monto éste que podrá ser actualizado por el
Poder Ejecutivo, cada vez que lo estime necesario; (Nota Infoleg: por art. 1° de la Resolución N° 529/2018 del
Ministerio de Justicia y Derechos Humanos, B.O. 13/07/2018, se fija en PESOS CINCUENTA MILLONES ($
50.000.000.-) el monto a que se refiere este inciso)
En la sociedad anónima, el consejo de vigilancia es optativo y la sindicatura solamente es obligatoria en el caso de sociedades
comprendidas en el art. 299.
En tipos sociales como la sociedad colectiva no se prevé un órgano específico de fiscalización. Esto no significa que no exista tal
órgano, sino que sus funciones corresponden a órgano que también desempeñan otras funciones o a los socios individualmente.
Examinando las atribuciones concedidas a la sindicatura, se advierte que pueden ser reducidas a funciones de examen, inspección,
vigilancia y verificación respecto de las conductas de otros órganos o de personas subordinadas a estos.
En general, el órgano de fiscalización efectúa un control de legitimidad y no de gestión u oportunidad.
LAS RELACIONES ENTRE LOS ORGANOS SOCIETARIOS
Los órganos societarios no actúan aislados entre sí, sino en forma coordinada, sobre la base de los fines comunes a la sociedad.
La regla básica es que cada órgano tiene un ámbito de atribuciones que le son exclusivas y dentro del cual sus decisiones y actos
desplazan a las de los restantes órganos. Los socios no pueden sustituir a la sindicatura, donde esta exista; la asamblea no puede
asumir la administración de la sociedad. Pero existen áreas en la que ciertos órganos están sujetos a las instrucciones, ordenes y
limites que fijen otros integrantes de la estructura organiza de la sociedad.
La responsabilidad de los órganos y de sus integrantes
Los integrantes de los órganos no son responsables por las obligaciones de la sociedad. No existen tipos societarios en los que los
mencionados integrantes sean solidaria o mancomunadamente responsables por las deudas de la sociedad por el solo hecho de
ocupar puestos en los órganos societarios; para que exista tal responsabilidad debe haber alguna conducta antijurídica que lo haga
responsable por las obligaciones de la sociedad, como sucede en los casos previstos en el art. 59.
ARTICULO 59. — Los administradores y los representantes de la sociedad deben obrar con lealtad y con la diligencia de un buen
hombre de negocios. Los que faltaren a sus obligaciones son responsables, ilimitada y solidariamente, por los daños y perjuicios
que resultaren de su acción u omisión.
Otro aspecto de la responsabilidad se refiere a sus relaciones jurídicas con terceros en forma directa. Estos integrantes pueden ser
responsables no como consecuencia de una obligación que incida primariamente sobre la sociedad, sino en forma personal e
inmediata, ello, aunque se trate de conductas que se hayan realizado en el ejercicio de funciones orgánicas y que por lo tanto sean
imputables a la sociedad. Cuando hechos ilícitos imputables a la sociedad den lugar a la responsabilidad de esta, ello no liberará a
las personas físicas culpables de esos hechos de la responsabilidad personal que les corresponda por los daños y perjuicios así
causados.
Un tercer aspecto de la responsabilidad de los integrantes se refiere a sus relaciones con la sociedad y con los socios. Esa
responsabilidad es consecuencia de la aplicación de los principios generales en materia de responsabilidad extracontractual.
Así, el art. 54 prevé la responsabilidad de los socios y controlantes por el daño causado a la sociedad por dolo o culpa; el art. 59
contempla en forma genérica la responsabilidad de los administradores y representantes por los daños y perjuicios que resultaren
de su acción u omisión violatoria de sus deberes en el ejercicio de esos cargos.
LOS ACTOS DE LOS ÓRGANOS SOCIETARIOS
A fin de encuadrar los actos de los órganos societarios, se ha desarrollado la figura de acto colectivo. El acto colectivo se
configura en virtud de la confluencia de actos de los miembros del órgano que satisfacen los requisitos en materia de quorum,
mayorías y procedimientos establecidos por el marco jurídico que rige tal acto. A diferencia de los actos contractuales, no se
requiere el consentimiento de todas las partes que conforman el acto colectivo, y este inclusive puede tener efecto respecto de
personas que no han sido parte de tal acto, que no podrían serlo e incluso que se han opuesto al ato, como ocurre con las
decisiones del directorio de una sociedad anónima.
Otra figura para analizar y evaluar a los actos es la de actos complejos. El elemento definitorio de estos actos es el estar
conformados por un conjunto de elementos de naturaleza heterogénea. Los actos de los órganos societarios, aunque no encuadran
generalmente en la figura de actos complejos, pueden ser parte de actos que, si participan de esta categoría, como sucede con las
fusiones, que solo se perfeccionan mediante un conjunto de actos contractuales y de órganos societarios.
LOS ORGANOS DE GOBIERNO
La característica común en la participación de los socios en los mismos. Esta participación presenta diferentes características, pero
su variabilidad encuentra limites en la necesidad de que todos los socios tengan al menos cierto grado de participación en la toma
de decisiones en el órgano de gobierno y de que las personas que participan en carácter distinto al de socios en dicho órgano
carezcan de derecho de voto.
El órgano de gobierno adopta distintas denominaciones. En las sociedades que no son por acciones, la ley 19.550 se limita a
determinar ciertas reglas mínimas respecto de la adopción de “resoluciones sociales”, sin establecer si estas se tomarán en
reuniones de socios o mediante otras formas de expresión de voluntad de los socios. En las sociedades de responsabilidad limitada
es necesaria la reunión de una asamblea para la aprobación de los balances, siendo posible en los demás casos que el contrato
social determine como se adoptarán las decisiones. En las sociedades de personas, el contrato social determina el procedimiento
para el funcionamiento del órgano de gobierno, particularmente para la adopción de las “resoluciones sociales”.
En la sociedades anónimas no solo existe un desarrollo marcadamente más detallado del ámbito de actuación de la asamblea de
accionistas, sino que el órgano es mas complejo, con la distinción entre asambleas ordinarias y extraordinarias y la posibilidad de
asambleas especiales, cuando existen acciones de diversas clases.
FUNCIONES DIRIGIDAS A LA FIJACION DEL CONTENIDO DEL CONTRATO SOCIAL Y DE LOS ELEMENTOS
BASICOS DE LA ESTRUCTURA JURIDICA SOCIETARIA
Dentro de las funciones que corresponden al órgano de gobierno se destaca la de establecer el contenido del contrato social y otros
aspectos fundamentales de la estructura jurídica societaria.
La sociedad se crea a partir de un contrato constitutivo, conformado y consentido por los socios conforme a las reglas de
formación del contrato plurilateral de sociedad. Pero luego de su creación el contrato que rige a la sociedad puede ser objeto de
modificaciones que no requieren unanimidad ni el consentimiento contractual de los socios, sino que son adoptadas por el órgano
de gobierno, con las mayorías.
La modificación del contrato social no queda librada totalmente al libre albedrío de los integrantes de esos órganos. Esa
modificación debe ajustarse a los requisitos jurídicos generales, y en particular a los que resulten del tipo societario adoptado.
FUNCIONES DEL ORGANO DE GOBIERNO DIRIGIDAS A FIJAR LA INTEGRACION DE LOS RESTANTES ORGANOS
SOCIETARIOS Y A CONTROLAR SU ACCION
Estas funciones son normalmente de competencia exclusiva de los órganos de gobierno. Se ejercen tanto mediante la designación
de integrantes de otros órganos societarios, como mediante su remoción o reemplazo.
El contrato social puede incluir la designación de integrantes del órgano societario y limitaciones en cuanto al reemplazo de esos
integrantes. Asimismo, el consejo de vigilancia puede tener a su cargo la elección de los integrantes de directorio, cuando lo
establezca el estatuto, sin perjuicio de su revocabilidad por la asamblea.
El órgano de gobierno puede imponer su posición respecto del manejo de la sociedad, sea removiendo a los integrantes de otros
órganos que se opongan al de gobierno, sea designando integrantes que estén acordes con la posición de los socios mayoritarios, al
producirse el vencimiento de las designaciones de los actuales.
FUNCIONES DIRIGIDAS A ASEGURAR EL EJERCICIO DE LOS DERECHOS DE LOS SOCIOS
Tal es el caso, por ejemplo, de la aprobación de balances, que cumple funciones instrumentales respecto de diversos derechos del
socio, como los relativos a la distribución de utilidades, disolver la sociedad, etc.
Estas atribuciones pueden ser extendidas por el contrato social en tanto no desvíen hacia el órgano de gobierno atribuciones
inherentes a otros órganos.
FUNCIONES CUYO EJERCICIO SUPONE UNA MODIFICACION SUSTANCIAL EN LA ORGANIZACIÓN
ECONOMICA DE LA SOCIEDAD
Algunos actos comprendidos bajo ellas, como las escisiones, funciones y transformaciones, requieren expresamente la aprobación
del órgano de gobierno.
LOS ORGANOS DE ADMINISTRACIÓN
Las funciones de administración consisten en la toma de decisiones relativas a las operaciones de la sociedad. Son escasas las
reglas explicitas que determinan al órgano administrativo. La delimitación de ese contenido debe formularse excluyendo del
ámbito de la administración societaria las atribuciones que corresponden a otros órganos.
Las funciones se desarrollan principalmente en el plano interno de la sociedad. El órgano de administración toma decisiones que
son implementadas por el personal y por quienes integran su organización como apoderados o con otras vinculaciones
contractuales.
Algunas de las funciones del órgano de administración llevan a que se exterioricen las decisiones de tal órgano, y que tales
decisiones sean imprescindibles para que se configuren ciertos efectos jurídicos frente a terceros; tal es el caso de la designación
del presidente de la SA, por su directorio.
Una particularidad de las funciones de administración es su ejercicio a través de una red de personas que en virtud de la
delegación expresa o implícita llevada a cabo por el órgano de administración, ejercen tales funciones. Esta delegación se puede
hacer frente a gerentes o el comité ejecutivo (SA) o bien puede hacerse a empleados, apoderados y otras personas vinculadas
contractualmente a la sociedad. En la practica todas las decisiones que sean tomadas por los delegados requieren aprobación del
órgano de administración. En las sociedades pequeñas quienes ejercen la administración también ejercen la representación y en
ejercicio de esta última adoptan las decisiones necesarias para la conducción de la empresa, salvo en los casos que se requiere
aprobación del órgano de gobierno o del órgano de administración. En las sociedades de mayor dimensión, existirá una
organización gerencial que adoptará las decisiones necesarias para el manejo de la sociedad, y que solo ocasionalmente requerirá
la aprobación del órgano de administración.
El órgano de administración no puede delegar o transferir el conjunto de sus atribuciones. Pero sí puede efectuar delegaciones de
funciones determinadas. Como las relativas a los negocios ordinarios de la sociedad, a favor del comité ejecutivo y las relativas a
funciones ejecutivas de la administración, a favor de gerentes.
LOS ÓRGANOS DE LA ADMINISTRACIÓN EN LOS DISTINTOS TIPOS SOCIETARIOS
En las sociedades colectivas, la administración se organiza de modo que determine el contrato social, pudiendo así estar integrada
o no por los socios. Si el contrato social guarda silencio, la administración estará a cargo de los socios indistintamente.
En las sociedades en comandita simple, la administración corresponde a los socios comanditados o a los terceros que se
designen; el socio comanditario no puede inmiscuirse en la administración, siento ilimitada y solidariamente responsable si lo
hiciese. Si existe una pluralidad de socios comanditarios y el contrato social no determinare de que forma ejerce la
administración, se entiende que actuaran por mayoría.
En las sociedades de capital e industria la administración puede ejercerse por cualquiera de los socios.
En las sociedades de responsabilidad limitada, la administración corresponde a uno o mas gerentes, socios o no, designados por
tiempo determinado o indeterminado, en el contrato constitutivo o posteriormente. Si la gerencia es plural, el contrato puede
establecer las funciones que a cada gerente competen en la administración o imponer la administración conjunta o colegiada. En
casos de silencio, se entiende que pueden realizar indistintamente cualquier acto de administración.
En la sociedad anónima, la administración estará a cargo de un directorio compuesto por uno o más directores designados por la
asamblea de accionistas o por el consejo de vigilancia, según resulte del estatuto. Adicionalmente, el estatuto puede organizar un
comité ejecutivo integrado por directores que tengan a su cargo únicamente la gestión de los negocios ordinarios; la organización
de este comité da lugar a que el directorio vigile su actuación. También puede la sociedad anónima contar con gerentes generales
o especiales, sean directores o no.
En las sociedades en comandita por acciones, la administración puede ser ejercida por los socios comanditados o por terceros,
según lo determinado en el contrato social.
FUNCIONES NECESARIAS PARA LA PRESERVACION Y ADECUACION DE LA ESTRUCTURA JURIDICA DE
LA SOCIEDAD Y PARA EL CUMPLIMIENTO DE LAS CARGAS JURÍDICAS QUE PESAN SOBRE ESTA
La estructura jurídica de las sociedades exige la constante realización de actos tendientes a ajustar tal estructura jurídica a las
necesidades de la empresa. Estos actos están a cargo del órgano de administración, si la ley o el contrato social no los ha colocado
en cabeza de otros órganos.
INSCRIPCION Y PUBLICACION DE LOS NOMBRAMIENTOS Y CESACION DE LOS ADMINISTRADORES
El art. 60 dispone que toda designación o cesación de administradores debe ser inscripta en los registros correspondientes e
incorporada el respectivo legajo de la sociedad; también debe publicarse cuando se tratare de sociedad de responsabilidad
limitada.
LOS ORGANOS DE REPRESENTACIÓN
Dado que las sociedades constituyen personas jurídicas, su actuación requiere de otras personas que actúen en su representación.
Tal actuación tendrá lugar a través de otras personas físicas.
El mecanismo básico es la representación orgánica. La ley establece la conformación del órgano de representación que conforme
al tipo societario que se trate, actuará por la sociedad.
La representación orgánica es necesaria, no se puede prescindir de ella ni en el contrato social ni mediante otros actos, y es
imprescindible para que la sociedad pueda existir jurídicamente.
En las representaciones orgánicas no hay estrictamente una persona que otorgue voluntariamente la representación, sino que esta
es consecuencia de un acto jurídico de mayor amplitud, como es la constitución de una sociedad con personalidad jurídica.
La representación puede también ser voluntaria, por vía de poderes. Las atribuciones de tal poder no pueden exceder de las que
corresponden a los representantes orgánicos de la sociedad.
RELACION DEL OBJETO SOCIETARIO CON LA REPRESENTACIÓN
El objeto societario crea ciertos limites a las atribuciones del órgano y a los representantes mediata o inmediatamente designados
por tal órgano. El administrador o el representante que tenga la representación de la sociedad obliga a esta por todos los actos que
no sean notoriamente extraños al objeto social.
Las funciones que cumple el objeto societario en relación con la imputación sufre una alteración sustancial cuando se trate de la
emisión de títulos valores. No será posible oponer a terceros la falta de relación suficiente entre el titulo y el objeto societario. Esta
regla general cede en los casos en que el accionante tuviere conocimiento de que el acto del que resulta la obligación de la
sociedad estaba fuera de los limites fijados por el objeto societario.

LOS ORGANOS DE REPRESENTACION EN LOS DISTINTOS TIPOS SOCIETARIOS


En la sociedad colectiva, la representación de la sociedad es ejercida por quienes determine el contrato social; el contrato puede
prever que obren uno o más representantes quienes actuaran conjunta o indistintamente, sean o no socios. Si el contrato nada
prevé los socios, actuando indistintamente, pueden representarla.

En las sociedades en comandita simple, la representación es ejercida por los socios comanditados o por los terceros que se
designe a tal fin. Dado que se aplican supletoriamente las reglas de las sociedades colectivas, en caso de silencio actúan como
representantes, indistintamente, los socios comanditarios.
En las sociedades de capital e industria, la representación puede ejercerse por cualquiera de los socios, en el contrato social
puede disponerse otra composición del órgano de representación y que si se prevé una pluralidad de representantes se aplican las
reglas expuestas en relación con las sociedades colectivas.

En las sociedades de responsabilidad limitada, la representación corresponde a uno o mas gerentes, socios o no, designados por
tiempo determinado o indeterminado en el contrato constitutivo o posteriormente. Cuando el contrato prevé una gerencia plural,
puede establecer las funciones que a cada gerente competen en la administración o imponer la administración conjunta o
colegiada.

En las sociedades anónimas la representación corresponde al presidente del directorio, pudiendo el estatuto autorizar la actuación
de uno o mas directores. Los estatutos no pueden limitar las atribuciones del presidente para obligar a la sociedad actuando por si
solo. El vicepresidente puede ejercer las funciones de representación que le corresponden al presidente.
En las sociedades en comandita por acciones, el contratos social puede designar un representante único, sea un socio
comanditado o un tercero. Si se han designado varios administradores y el contrato social no especifica cuales son sus
atribuciones, cabe entender que todos ellos pueden representar a la sociedad.
MARCO JURIDICO PARA EL EJERCICIO DE LAS ATRIBUCIONES DEL ORGANO DE REPRESENTACION
Normalmente, el órgano tiene cierto ámbito de libertad para el ejercicio de sus funciones, y el poder de decisión que ello implica
debe ejercerse atendiendo el interés de la sociedad y actuando con la diligencia de un buen hombre de negocios.
El órgano está obligado a instrumentar las decisiones que, dentro de sus respectivas orbitas de competencia, emiten los distintos
órganos de la sociedad.

LOS ORGANOS DE FISCALIZACION


La complejidad de las estructuras empresarias ha llevado a instrumentar diversos mecanismos de control, destinado a asegurar el
cumplimiento de las reglas que rigen su accionar.
Estos mecanismos pueden instrumentarse mediante órganos especializados o bien llevarse a la practica mediante el accionar
directo de los socios o a través de las funciones de fiscalización que pueden ejercer otros órganos, como los de gobierno o
administración.

Las funciones de fiscalización se orientan a detectar las irregularidades que presenta el accionar societario y a poner en marca los
mecanismos destinados a prevenirlas o sancionarlas.

LOS ORGANOS DE FISCALIZACION EN LOS DISTINTOS TIPOS SOCIETARIOS


La legislación societaria prevé expresamente órganos de fiscalización solamente en el ámbito de ciertos tipos, particularmente las
sociedades por acciones y de responsabilidad limitada. En los restantes tipos societarios las funciones de fiscalización son las que
corresponden a los socios individual o colectivamente. Sin embargo, los socios pueden establecer en el contrato social
mecanismos permanentes de fiscalización.
En la sociedad colectiva no existe un órgano permanente de fiscalización, salvo que el contrato social lo prevea expresamente. La
fiscalización se ejercerá directamente por los socios, actuando individualmente o a través de su actuación colectiva.

En las sociedades en comandita simple tampoco existe un órgano permanente de fiscalización, salvo previsión expresa en el
contrato social. Todos los socios ejercen las funciones de fiscalización que corresponden a su carácter de tales.

En las sociedades de capital e industria no existe un órgano permanente de fiscalización.


En las sociedades de responsabilidad limitada, es obligatoria la constitución de la sindicatura o de un consejo de vigilancia,
cuando el capital alcance el importe fijado por el art. 299 inc. 2. Si no llega a ese importe es optativa. En ambos casos el órgano de
fiscalización se rige por las reglas de las SA.

Las sociedades anónimas deben contar con una sindicatura, si reúnen los extremos del art. 299, salvo que se opte por organizar
un consejo de vigilancia. En los restantes casos, se puede optar por prescindir de la sindicatura, si el estatuto así lo autoriza. La
sindicatura puede ser individual o colegiada, salvo en las sociedades comprendidas en el art. 299.

En las sociedades en comandita por acciones, son aplicables las reglas de la SA.

EL CONTENIDO DE LA FUNCION DE FISCALIZACION


Está básicamente dirigida a determinar el cumplimiento de las reglas. El órgano de fiscalización no tiene a su cargo el tomar
decisiones o medidas respecto de las determinaciones que efectúe como parte de sus funciones; dicho órgano se limita a
comunicar los resultados de sus investigaciones y determinaciones a otras personas que son las que tendrán a su cargo adoptar las
medidas que consideren convenientes. Esas personas serán los socios o los integrantes de otros órganos societarios.
Tratándose de la sindicatura, el ámbito de su fiscalización se extiende al control de legitimidad, y no de mérito de la gestión de
otros órganos, que si forma parte de las atribuciones del consejo de vigilancia.
Los órganos de fiscalización tienen también atribuciones complementarias, como la participación, con voz, pero sin voto, en las
asambleas, la convocatoria de asambleas, etc.

INTERVENCION JUDICIAL
El órgano de administración se encuentra dotado de las facultades inherentes a sus funciones, prendiendo un doble aspecto: la
gestión y la representación.

Del acierto o desacierto de esas funciones dependerá el cumplimiento o no del fin social previsto.
Peri este régimen de administración, en la practica, llevar al abuso, la negligencia y la violación de las normas que guiaron su
concepción, mediante la realización de actos o incurrencia en omisiones que pongan en peligro grave a la sociedad, son un
significativo perjuicio, potencial o efectivo, para ella y los socios.
Es así que, la ley ha conocido un régimen que consiste en la intromisión de un tercero en la esfera de actividad ese órgano a fin de
que informe sobre las pretendidas irregularidades concurra a la administración o lo sustituya por decisión judicial.

LA INTERVENCION JUDICIAL EN LA LEY 19.550


La ley 19.550 ha legislado esta figura como complementaria de la acción de remoción.

Sin embargo, no pueden ignorarse otros casos en donde la medida en estudio resulta viable como sucedería en el caso de total
vacancia en la administración y fiscalización de la sociedad, por fallecimiento o ausencia de sus integrantes, situación que define
un supuesto de extrema gravedad para el ente societario y sus órganos, que solo puede ser remediada por vía jurisdiccional.
La medida, tal como fuera señalado anteriormente, reviste el carácter de cautelar, por lo que su procedencia deberá ser acreditada
inaudita parte, es decir, sin necesidad de oír a la sociedad sobre el particular.

SUJETOS LEGITIMADOS PARA SOLICITAR LA MEDIDA

LOS SOCIOS
El art. 114 exige la acreditación, por el peticionante, de su calidad de socio, pues no se encuentra habilitado para pedir una
intervención judicial, quien carece de un interés legitimo en la remoción de los administradores.

La prueba de la calidad de socio variará confirme al tipo, resultando sumamente difícil en las sociedades de hecho.

LA SINDICATURA
Al respecto, se ha afirmado, negándole legitimación activa que ese funcionario solo puede vigilar que los órganos sociales den
acabado cumplimiento de las disposiciones legales o estatutarias, o las decisiones asamblearias correspondientes, e incluso
efectuar denuncias ante el órgano de contralor.
Pero no existe alguna que autorice a presumir facultades del órgano de contralor para pedir medidas cautelares como las aquí
consideradas.

Dichos argumentos, deben dejarse de lado, en caso de vacancia en la administración de la sociedad, cuando el órgano de gobierno
no adopte decisiones al respecto para corregir esa anomalía.

No podría cuestionarse la facultad del sindico o consejo de vigilancia para solicitar la intervención judicial, aunque más no sea al
solo efecto de solicitar la disolución y posterior liquidación de la sociedad intervenida.

Adviértase que no puede sostenerse, que la posibilidad que la ley otorga a la sindicatura de efectuar las denuncias a la autoridad de
contralor pueda suplir los efectos de intervención judicial.

LA INSPECCION GENERAL DE JUSTICIA


Este organismo puede también solicitar al juez del domicilio de la sociedad competente en materia comercial la intervención de su
administración. La autoridad de contralor deberá fundar las causales que motivaran la presentación judicial, y su intervención
tendrá por objeto remediar las causa que la motivaron, y si ello no fuere posible, su disolución y liquidación.

CONDICIONES OBJETIVAS DE PROCEDIBILIDAD


En segundo lugar, la ley 19.550 exige la prueba de la existencia del peligro y su gravedad, ocasionada, por actos u omisiones de el
o los administradores, así como también la existencia de peligro de la demora.

PRUEBA DE HABER AGOTADO LOS RECURSOS PREVISTOS EN EL CONTRATO SOCIAL


Tanto la ley en su articulado como las partes en las clausulas del contrato prevén mecanismos de contralor y potestades
emplazatorias para el ejercicio del derecho a exigir el cumplimiento de las disposiciones que rigen la vida societaria. La
intervención actúa como el último resorte actúa como el último resorte a disposición del socio, para evitar un daño inminente. Es
el recurso que la ley asigna al socio que, habiendo agotado los medios previstos, no ha logrado detener la ejecución del acto ni
rectificar la conducta de los administradores.

La ley exige que se acredite el haber agotado los recursos acordados por el contrato social.

PROMOCION DE LA ACCION DE REMOCION


La intervención judicial no puede concebirse sin una acción de fondo que sustente su implantación; de allí que el legislador ha
colocado como condición que el interesado haya promovido la acción de remoción de los administradores.

La accesoriedad deriva de la imposibilidad de solicitar la intervención judicial sin haber accionado por remoción.

Nos encontramos frente a una accesoriedad originaria, pero no frente a una accesoriedad sustancial.
DIVERSAS CLASES DE INTERVENCION JUDICIAL

INTERVENTOR ADMINISTRADOR
La primera de las formas es la más grave y procede cuando el patrimonio de la sociedad corre inmediato peligro y es el supuesto
en el cual los administradores han realizado maniobras fraudulentas o cometido delitos en perjuicio del ente, en cuyo caso el
interventor judicial pasa a ejercer idénticas funciones que las desempeñadas por aquellos.

COADMINISTRADOR
La designación de un coadministrador es procedente cuando la urgencia en la suspensión del administrador no resulta tan
claramente de la presentación judicial, o cuando se han menoscabado los derechos de los socios minoritarios sin afectarse el
patrimonio de la sociedad. En este caso el coadministrador lleva adelante la administración en forma conjunta con los
administradores naturales del ente.

Cuando se trata de una sociedad en la cual el órgano de administración es un cuerpo colegiado, como en el caso de los directorios
de sociedades anónimas, el voto del coadministrador judicial tiene el mismo valor que el voto del resto de los directores en su
conjunto. En estos casos la coadministración funciona como mecanismo de veto.

VEEDOR
La tarea del veedor consiste en observar y fiscalizar las tareas del órgano administrador; para ello tiene indudablemente el derecho
de asistir a las reuniones correspondientes y el deber de pedir todas las informaciones que sean necesarias para llevar a cabo su
cometido. El veedor no desplaza a los integrantes del órgano de administración ni suple los derechos de las partes, así como
tampoco realiza pericias contables, en cuanto a los hechos invocados.

ACTUACION DEL INTERVENTOR JUDICIAL


El interventor judicial debe desempeñar personalmente el cargo, no pudiendo delegar sus funciones y cumplir la presentación de
informes periódicos en la forma dispuesta por el juzgado, y uno final, al concluir el termino de duración por el cual fue designado.

Las funciones del interventor judicial no pueden ser mayores a las concedidas por el contrato social a los administradores
naturales. Tratándose de gastos extraordinarios, deben ser autorizados por el juez, previo traslado a las partes, salvo cuando la
demora pudiera causar perjuicios, en cuyo caso el interventor deberá informar al juzgado, dentro del tercer día de realizados.

FUCION Y ESCISIÓN

FUSION DE SOCIEDADES

La fusión existe cuando dos o más sociedades se disuelven sin liquidarse, para constituir una nueva; o cuando una ya existente
incorpora a otra u otras que, sin liquidarse, son disueltas. Nissen la define como “el instrumento jurídico más idóneo para la
concentración empresarial”.

La fusión supone así, una pluralidad de sociedades preexistentes, que combinan sus patrimonios formando una única sociedad.

Cuando mediante la fusión se constituye una nueva sociedad, se habla de fusión propia, por creación, por constitución o por
amalgama. Cuando en la fusión una sociedad preexistente absorbe a otra, se habla de fusión por absorción y también de fusión
impropia o por incorporación.

DISTINCION RESPECTO DE OTRAS FIGURAS

Debe distinguirse de la transferencia de fondos porque esta no implica una alteración en las identidades de las personalidad
societarias, también de la constitución original de una sociedad, ya que, siempre la fusión es consecuencia de la disolución de
una o mas sociedades preexistentes y de la formación de grupos societarios, por la misma razón que la transferencia de fondos.

FUSIÓN IMPROPIA Y, DE HECHO

La fusión impropia son aquellas operaciones que tienen efectos empresariales similares a las fusiones sin ser jurídicamente tales.
Ej. una sociedad adquiere el patrimonio de otra, y entrega a cambio, a los socios de esta, dinero u otros bienes.

En la fusión de hecho, dos o mas sociedades combinan sus actividades o bienes, sin llevar a cabo los actos y procedimientos
propios de una fusión. Jurídicamente no hay fusión.
EL PROCEDIMIENTO DE FUSIÓN
Para concretar la fusión, las sociedades deben cumplir con las siguientes etapas (o requisitos):
1. Compromiso Previo de fusión: los representantes de las sociedades que quieran fusionarse deben suscribir un
“compromiso previo” de fusión, el cual deberá contener:
a. Los motivos y finalidades de la fusión;
b. Los balances especiales de fusión de cada sociedad (con idénticos criterios de valuación y cerrados con
no más de 3 meses de anticipación al “compromiso previo”).
c. La relación de cambio de las participaciones sociales, cuotas o acciones (para que cada socio conozca
cuál será su futura participación).
d. El proyecto de contrato de la nueva sociedad- en la fusión propiamente dicha- o las modificaciones
proyectadas en el contrato de la sociedad incorporante- en la fusión por absorción-.
e. Las limitaciones en los negocios de cada una de las sociedades, durante el lapso que transcurra hasta
que la fusión se inscriba.
Este compromiso sienta formalmente las bases de la operación. A partir de este acto, la fusión solo puede ser dejada sin
efecto unilateralmente cumpliendo ciertas condiciones.
2. Resoluciones aprobatorias: el compromiso previo de fusión y los balances especiales deben ser aprobados por las
sociedades participantes (a través de sus órganos de gobierno).
3. Publicidad: deberán publicar por 3 días un aviso (edicto) en el diario de publicaciones legales- en la jurisdicción de cada
sociedad- y en uno de los diarios de mayor circulación del país. El aviso debe contener:
a. Los datos de cada sociedad, inscriptos en el Registro Público (razón social o denominación, sede
social, etc.).
b. El capital de la nueva sociedad, o el aumento de capital de la sociedad incorporante- según el caso-.
c. La valuación del activo y pasivo de las sociedades que se fusionan,
d. La razón social o denominación, el tipo social y el domicilio de la sociedad a constituirse,
e. Las fechas del compromiso previo y de las resoluciones aprobatorias.
4. Oposición de acreedores: la publicidad (punto anterior) tiene como principal objetivo informar sobre la fusión a los
acreedores de cada una de las sociedades intervinientes. Es por eso por lo que, a partir del último día de publicación, los
acreedores contarán con 15 días para ejercer su “derecho de oposición” a la fusión. La oposición del acreedor tiene por
finalidad:
a. Que las sociedades fusionantes le satisfagan su crédito, o
b. Que, al menos, le garanticen el pago del crédito.
Si no logra ninguno de estos supuestos, tendrá 20 días más (que se suman a los 15) para obtener un embargo judicial sobre los
bienes de la sociedad deudora. Por lo tanto, la oposición del acreedor no impide el progreso de la fusión, pero las sociedades
recién podrán firmar el acuerdo definitivo de fusión una vez transcurridos esos 35 días desde la publicación (15 más 20).
5. Acuerdo definitivo de fusión: en caso de que no hayan acreedores oponentes (o transcurrido el plazo de 20 días), los
representantes de las sociedades podrán suscribir el acuerdo definitivo de fusión. Este deberá contener:
a. Las resoluciones sociales aprobatorias de la fusión,
b. La lista de socios que hayan ejercido el derecho de receso y el capital que representaban en cada
sociedad.
c. La nómina de acreedores que se hayan opuesto. tanto los garantizados como los que hubieran obtenido
embargo judicial,
d. Los balances especiales y un balance consolidado de las sociedades que se fusionan.
6. Inscripción: debe inscribirse el acuerdo definitivo de fusión en el Registro Público. Sólo a partir de ese momento, la
fusión será oponible para la sociedad, sus socios y frente a terceros.
ADMINISTRACIÓN
En principio, la administración de las sociedades intervinientes se regirá de acuerdo a lo estipulado en el compromiso previo.
Si no hubieran convenido nada al respecto, el art 84 da una solución: a partir del acuerdo definitivo, la administración y
representación de las sociedades disueltas estará a cargo de los administradores de la nueva sociedad o de la sociedad
incorporante. Quienes hasta entonces las administraban, quedan suspendidos en sus funciones.
EFECTOS
La fusión de sociedades produce los siguientes efectos:
1. La nueva sociedad o la sociedad incorporante -depende de la clase de fusión- adquiere la titularidad de los derechos y
obligaciones de las sociedades disueltas, produciéndose la transferencia total de sus patrimonios. Para ello deberán
inscribir en el Registro Público:
2. El acuerdo definitivo de fusión, y
3. El contrato o estatuto de la nueva sociedad- fusión propiamente dicha; o el aumento de capital de la sociedad
incorporante- fusión por absorción.
En base a esta transferencia, gran parte de la doctrina considera que la fusión implica una sucesión a título universal.
2. Quienes eran socios en las sociedades disueltas adquieren la calidad de socios en la nueva sociedad o sociedad
incorporante.
Derecho de receso
Los socios que han votado en contra de la fusión, o han estado ausenten en la reunión, tienen derecho de receso.
Derecho de preferencia
Los derechos de preferencia de los socios de las sociedades fusionantes se mantienen en la entidad resultante de la fusión.
Revocación del compromiso previo de fusión y de las resoluciones sociales
El art. 86 otorga a las sociedades intervinientes la posibilidad de dejar sin efecto su decisión de fusionarse, siempre y cuando no
hayan celebrado todavía el acuerdo definitivo. Las oportunidades para hacerlos son 2:
a. Antes de las resoluciones aprobatorias: el compromiso previo de fusión puede ser dejado sin efecto
por cualquiera de las partes, si no se han obtenido todas las resoluciones aprobatorias en el término de 3
meses.
b. Después de las resoluciones aprobatorias: las resoluciones sociales pueden ser revocadas, mientras
no se haya otorgado el acuerdo definitivo (siempre que no causen perjuicios a las sociedades, los socios
y los terceros).
Rescisión del acuerdo definitivo de fusión
El acuerdo definitivo de fusión es obligatorio y vinculante para las sociedades fusionantes, sin embargo, cualquiera de las
sociedades interesadas puede demandar la rescisión de ese acuerdo por justos motivos, hasta el momento de su inscripción
registral.

ESCISIÓN DE SOCIEDADES
CONCEPTO
La escisión es “una forma de organización de la actividad económica de una o varias sociedades, mediante la adopción de
una nueva organización jurídica, que supone un desprendimiento patrimonial”.
Nissen la define como un “supuesto de agrupación de empresaria”.
En general, los autores no dan una definición de “escisión”. Esto se debe a que existen diversas clases de “escisión”, como
veremos a continuación.
CLASES DE ESCISIÓN
El Art 88 establece:
“Hay escisión cuando:
i. Una sociedad sin disolverse destina parte de su patrimonio para fusionarse con sociedades existentes o para
participar con ellas en la creación de una nueva sociedad; sociedades existentes o para participar con ellas en
la creación de una nueva sociedad;
ii. Una sociedad sin disolverse destina parte de su patrimonio para constituir una o varias sociedades nuevas;
iii. Una sociedad se disuelve sin liquidarse para constituir con la totalidad de su patrimonio nuevas sociedades”.
En base a este artículo, podemos distinguir 4 clases de escisión:
1. Escisión con absorción. Se produce cuando una sociedad sin disolverse (sociedad escindente) destina parte de
su patrimonio para fusionarse con otra sociedad ya existente (“sociedad escisionaria”) Art 88, inc. primera
parte.
De esta forma, la sociedad escisionaria absorbe (o incorpora) una porción del patrimonio de la sociedad
escindente. Como consecuencia, aumentará su capital social, y deberá atribuirles participantes a los socios de la
sociedad escindente. Por su parte, la sociedad escindente no se disuelve, sino que sigue existiendo con un
patrimonio menor al que tenía.
2. Escisión- fusión: se produce cuando dos o más sociedades (“sociedades escindentes”) destinan parte de sus
respectivos patrimonios para crear una nueva sociedad (“sociedad escisionaria”)- Art 88, inc. I segunda parte-.
De esta forma, las sociedades escindentes no se disuelven, sino que siguen funcionando con un patrimonio
menor. Los socios de éstas adquieren la calidad de socios en la nueva sociedad (escisionaria).
3. Escisión propiamente dicha. Se produce cuando una sociedad (“sociedad escindente”), sin disolverse, destina
parte de su patrimonio para la creación de una o varias sociedades nuevas (“sociedades escisionarias”)- Art 88,
inc. I.
Este tipo de escisión es decidida en forma unilateral por la sociedad escindente, la cual deberá confeccionar el
contrato constitutivo de la nueva o nuevas sociedades (escisionarias). Por su parte, las sociedades escisionarias
tendrán su propio capital, pero sus socios serán los mismos que en la escindente.
4. Escisión división. En este caso, una sociedad se disuelve sin liquidarse (“sociedad escindente”), para destinar
todo su patrimonio a la creación de nuevas sociedades (“sociedades escisionarias”). Art 88, inc. III.
Al igual que en la escisión propiamente dicha, la decisión será adoptada en forma unilateral por la sociedad
escindente. Las sociedades escisionarias están integradas por los mismos socios que la escindente; y tendrán su
propio capital social.
Sin embargo, esta clase de escisión se diferencia de las anteriores por el hecho de que la sociedad escindente se
disuelve, transfiriendo la totalidad de su patrimonio a las nuevas sociedades (escisionarias).
EFECTOS
La escisión, por lo general, produce los siguientes efectos:
1. A diferencia de la fusión, las sociedades escindentes no transfieren todo su patrimonio a las sociedades escisionarias, sino
parte de él (exceptuando el caso de la escisión división).
2. Los socios de la sociedad o sociedades escindentes pasan también a ser socios de la sociedad o sociedades
escisionarias.
Requisitos
La escisión, exige el cumplimiento de los siguientes requisitos:
1. Resolución aprobatoria: las sociedades involucradas deben aprobar:
a. La escisión,
b. El contrato social de la escisionaria,
c. La reforma del contrato social de la escindente- en su caso-, y
d. El balance social de escisión.
Esta resolución social aprobatoria también debe incluir la atribución de las partes sociales- o acciones de la sociedad
escisionaria a los socios de la sociedad escindente. Será en proporción a la participación que tengan en esta última.
Balance especial
Deberán confeccionar un balance especial de escisión, el cual no podrá ser anterior a 3 meses de la resolución que lo apruebe
(puto 1).
Publicidad
Deberán publicar por 3 días un aviso (edicto) en el diario de publicaciones legales - en la jurisdicción de la sociedad escindente- y
en uno de los diarios de mayor circulación del país. El aviso debe contener:
a. los datos de la sociedad que se escinde, inscriptos en el Registro Público (razón social o denominación.
sede social, etc.).
b. La valuación del activo y pasivo de la sociedad- indicando la fecha-,
c. La valuación del activo y pasivo que componen el patrimonio destinado a la nueva sociedad;
d. La razón social o denominación, el tipo social y el domicilio que tendrá la sociedad escisionaria.
Oposición de acreedores
De acuerdo al régimen de la fusión (remitimos).
Instrumentación
Vencidos los plazos correspondientes al derecho de receso, y la oposición y embargo de los acreedores, se confeccionarán:
 el instrumento de constitución de la sociedad escisionaria, y
 el instrumento de modificación de la sociedad escindente.
Inscripción
Los instrumentos a los que nos referimos en el punto anterior deben ser inscriptos en el Registro Público. Con respecto a la
inscripción son aplicables- en su caso- las disposiciones del Art 84.
SOCIEDADES EXTRANJERAS
Las sociedades pueden actuar de manera ocasionar o permanente fuera del ámbito geográfico del Estado donde fueron
constituidas. Tal actuación requiere de la aceptación por parte de un tercer Estado de la personalidad esgrimida por el ente
constituido en el extranjero, o al menos de alguna forma de imputación diferenciada de sus actos respecto de los de sus socios y
representantes.

TEORIAS QUE ACEPTAN LA NACIONALIDAD DE LAS SOCIEDADES


Las teorías denominadas “realistas” otorgan nacionalidad a las sociedades, asimilando sus características particulares con las de
las personas humanas, determinando así la ley a las que la sociedad extranjera debe sujetarse.
La doctrina distingue cuatro criterios de atribución de nacionalidad para personas jurídicas privadas constituidas en el extranjero,
la que decidan otorgarle los fundadores (autonomía de la voluntad), la de su lugar de constitución (incorporation), la de la
ubicación de la sede social (sége) o la de nacionalidad de las personas que aportan su capital o administran al sujeto (control).

AUTONOMÍA DE LA VOLUNTAD
Basadas en la idea de la autonomía de la voluntad, ciertas doctrinas reconocen a los contratantes la libertad de elegir como punto
de conexión normativo el lugar que deseen, lo que equivale tanto como otorgarles la facultad de atribuir nacionalidad al ente que
conforman.

LUGAR DE CONSTITUCION
Según la teoría de la incorporation, a cada sociedad le corresponde la nacionalidad del Estado donde se constituye o incorpora. La
Corte Suprema de los Estados, resolvió que “la existencia legal, el hogar, la casa, el domicilio, el hábitat, la residencia, la
ciudadanía de una sociedad, solo puede estar en el Estado donde fue creada, aunque tengan alguna sede en otro Estado”.

UBICACIÓN DE SEDE SOCIAL O EXPLOTACIÓN DE LOS NEGOCIOS


Según esta teoría, se le otorga al ente la nacionalidad de la ubicación de su sede social; este es uno de los criterios mas aceptados.
Es en su sede social donde la ley presume que está situada su dirección y administración.
El criterio de determinación de la sede se fue complementando con otros elementos como el del lugar “donde sesiona la asamblea”
o donde “funciona el directorio”, o donde se tomarán las principales decisiones para el funcionamiento de la sociedad.

DOCTRINA DEL CONTROL ECONOMICO


Esta doctrina toma en cuenta la de las personas titulares de su capital o la de aquellos que detentan una porción suficiente del
mismo como para controlar las decisiones del ente.
Esta doctrina fue ampliamente utilizada durante la primera GM. Un antecedente directo es el caso Daimler Co. Vs Continental
Tyre and Rubber Co., de Londres, en que se intento resolver si una compañía incorporada en Inglaterra, pero cuyas acciones
pertenecían a extranjeros enemigos, podía también ser considerada enemiga de la nación incorporante, la respuesta fue SI.

Aun Argentina procedió por primera vez a vigilar e incluso confiscar sociedades lisa y llanamente calificadas como Alemanas,
Japonesas o Italianas. Creo la “Junta de Vigilancia y Disposición Final de la Propiedad Enemiga, con facultades para intervenir y
liquidar sociedades.

TEORIAS QUE NIEGAN LA NACIONALIDAD DE LAS SOCIEDADES


Quienes apoyan esta posición entienden que la nacionalidad es un lazo que une una persona a un estado, la nacionalidad da
derechos políticos los cuales no le son dados pretender a una sociedad. Se trata solamente para las compañías de determinar la ley
aplicable a su constitución y el goce de ciertos derechos privados.

EXITENCIA Y FORMA DE LA SOCIEDAD EXTRANJERA


El art. 118 dispone que la sociedad constituida en el extranjero se rige en cuanto a su existencia y formas por las leyes del lugar de
constitución.
Por lugar de constitución debe tenerse al país donde la sociedad ha obtenido de los poderes públicos el reconocimiento de su
personalidad.
Podría afirmarse que, tanto la existencia del ente como su forma a las leyes del lugar de constitución, en realidad reduce la
cuestión no a un tema de ley aplicable, sino de reconocimiento. La sociedad constituida en un país extranjero existe en ese país, y
para existir también en otro que necesita un reconocimiento puede ser especial o general. Por eso cuando el art. 118 somete su
existencia a las leyes del lugar de constitución, lo que esta diciendo es que la Republica reconoce la existencia de las sociedades
constituidas en los demás países, siempre que se hayan sometido a las disposiciones y formalidades que sus propias legislaciones
les imponen.

LA SOCIEDAD DE TIPO DESCONOCIDO


La LGS reconoce personalidad a las sociedades constituidas en el extranjero aun cuando aquellas correspondan a un tipo
desconocido por las leyes de la República. El juez de inscripción debe cumplir el criterio de “máximo rigor previsto”, que se
corresponde con el del régimen de las sociedades anónimas. El máximo rigor debe entenderse del control al que el ente se sujeta y
no a la responsabilidad de socios y administradores
FORMAS DE ACTUACIÓN

ACTO AISLADO
Las sociedades constituidas en el extranjero se encuentran habilitadas para realizar en el país actos aislados, sin que para ello se
requiera su inscripción ni el cumplimiento de previsiones especiales, quien contrata con la sociedad extranjera que realiza actos
aislados se halla mayormente desprotegido, debiendo confiar en su propia diligencia para cercionarse acerca de su existencia,
condiciones organizas y responsabilidad.

Acto aislado sería el que no requiere para su ejecución la asignación de un representante permanente, y consiste en una actuación
ocasional en el sentido de que no es habitual o permanente, sin fijación de asiento o sucursal.
En cuanto a la adquisición de inmuebles en la República por parte de una sociedad extranjera la Camara Civil resolvió que no
constituye un acto aislado.

El registro de actos aislados


Por resolución 8/2003, la IGJ dispuso la creación de un Registro de Actos Aislados de Sociedades Constituidas en el Extranjero,
circunscripto a actos sobre bienes inmuebles.

Mediante el Registro se procura posibilitar la correcta calificación de sus actos (aislados o habituales) y en salvaguarda del interés
general del tráfico, dando mayor seguridad y eficacia a las inversiones. El registro de Actos Aislados también se orienta a evitar la
evasión de impuestos, entre otras cosas. Cuando la IGJ constatara la inscripción de más de un acto en los que hubiera participado
la misma sociedad habiendo denunciado estos como aislados, podrá solicitar judicialmente 1) la liquidación de los bienes
involucrados o 2) para el caso de tratarse de actos que revelen que el objeto principal de la sociedad se cumple en el país, su
disolución y liquidación por considerar local a la sociedad.
Para el caso de que la IGJ determinara que la sociedad debe ser encuadrada dentro de los arts. 118 tercer párrafo o art. 124, debe
intimarla para que inscriba dentro de los 180 días corridos. Incluso peticionar la declaración de la inoponibilidad de la
personalidad jurídica.

EJERCICIO HABITUAL
Para la práctica habitual de los actos comprendidos en su objeto, la sociedad constituida en el extranjero debe registrarse. La
habitualidad se mire con la actividad profesional y cuyo propósito es obtener beneficios mediante el ejercicio constante, normal,
regular, reiterado y frecuente de actos de comercio suficientemente ligados entre sí.

La habitualidad cabe tenerla como la actividad permanente, no ocasional, continuada y no interrumpida del ente, que se manifiesta
a través de la participación originaria o derivada en sociedades locales; la contratación de agrupaciones o reuniones transitorias; la
adquisición de inmuebles para conservarlos, alquilarlos o, explotarlos; la participación en concesiones de obras públicas; etc.

Contabilidad separada obligatoria

Las sociedades que hagan ejercicio habitual de actos comprendidos en su objeto social o establezcan sucursal deben llevar en la
República contabilidad separada y someterse al contralor que le corresponda según el tipo.

CONSTITUCION DE SOCIEDADES EN LA REPÚBLICA ARGENTINA

Para el caso de que se requiera la constitución de sociedad filial en la República, se deberán cumplir estos extremo:

1) Acreditar ante el juez de Registro la existencia del ente extranjero con arreglo a las leyes de su país, acompañando para
ello la documentación pertinente debidamente traducida y legalizada.
2) Inscribir su contrato social, reformas y demás documentación habilitante.
3) Inscribir la documentación relativa a sus representantes legales. No se trata de la designación de un representante a cargo
por lo que tal tramite no causa establecimiento de representación permanente.
4) Fijar domicilio en la República cumpliendo con la publicación e inscripción exigida a las sociedades nacionales.
5) Justificar la decisión de crear una representación designando personas a cargo.
Sin perjuicio de que el art. 123 alude exclusivamente a la constitución de sociedades, omitiendo toda referencia a la adquisición de
participaciones en sociedades locales, esta forma de concurrencia también debe considerar:

1) Si se incurre en las previsiones de los arts. 31 a 33 grupo y control.


2) Si el conjunto de acciones involucradas resulta significativo, lo que excluye las inversiones meramente especulativas.
Incluso, en alguna oportunidad se ha considerado necesaria la previa inscripción en los términos del art. 123 el ente extranjero
socio para solicitar el traslado de la sociedad local a otra jurisdicción.
ESTABLECIMIENTO DE SUCURSALES Y TRAS FORMAS DE REPRESENTACIÓN
La sociedad constituida en el extranjero también puede establecer sucursales en la República. Por “sucursal” debe entenderse todo
establecimiento secundario, de carácter permanente, dotado de una relativa autonomía y destinado a colaborar en la explotación
realizada por el establecimiento principal. No se trata de un sujeto de derecho distinto de la sociedad a la que se subordina. Esa
dependencia económica si hace responsable al titular de la empresa extranjera por las obligaciones contraídas en la sucursal
establecida en el país. La apuntada falta de personalidad jurídica propia de la sucursal configura el elemento negativo que la
diferencia de la filial y hace que sea en realidad la misma sociedad constituida en el extranjero la que ejerce habitualmente los
actos comprendidos en el objeto social en el país.

La filial es una sociedad que guarda independencia jurídica respecto de otra a cuyo control eventualmente se someta.
La agencia es una mera oficina administrativa, que no cuenta con atribuciones para celebrar negocios directamente, sino que se
establece para administrar los ya celebrados o para facilitar su celebración.

En todos los casos, la IGJ se ha reservado el derecho de requerir a las sociedades inscriptas la adecuación de sus estatutos o
contratos a las disposiciones de la ley 19.550, si en virtud de los elementos presentados o de otra información obtenida en el
ejercicio de sus atribuciones o recibida de tribunales de justicia y organismos administrativos resultare al menos uno de los
siguientes supuestos: 1) que la sociedad careciera de activos en el exterior; 2) que el valor de sus activos no corrientes en el
exterior careciera comparativamente de significación respecto del valor de su participación en la sociedad o sociedades locales, de
los bienes existentes en el país o respecto de la magnitud de las operaciones informadas; 3) que a partid de verificaciones en la
sede social, la misma resultara ser el centro efectivo de dirección o administración general de la sociedad.

SOCIEDAD CON SEDE O PRINCIPAL OBJETO EN LA REPUBLICA


La sociedad constituida en el extranjero que tenga su sede en la República o su principal objeto esté destinado a cumplirse en la
misma será considerada como sociedad local a los efectos del cumplimiento de las formalidades de constitución o de su forma y
contralor de funcionamiento.

El termino sede debe interpretarse como el lugar donde se encuentra el asiento efectivo de la administración social, o sea, el centro
de su dirección general y que se corresponde con el domicilio estatutario.

ACTUACION Y RESPONSABILIDAD DEL REPRESENTANTE

DEBERES Y ATRIBUCIONES
La dinámica del tráfico mercantil exige la existencia en la Republica de un representante permanente de la sociedad constituida en
el extranjero. Al efecto, la LGS regula la responsabilidad y facultades de tales representantes.
Estos representantes contraen las mismas responsabilidades que para los administradores de las sociedades locales. Cuando se
tratara de sociedades de tipos no reglamentados, su responsabilidad es igual a la prevista para los de sociedades anónimas, es
decir, solidaria e ilimitada, en razón del daño que ocasionaran por culpa o dolo en su accionar.

En cambio, no resulta claro que tal responsabilidad sea, además, orgánica. Ello por cuanto la remisión que efectúa la LGS a las
responsabilidades de los administradores societarios no habilita la aplicación plena de su régimen, los que se asemejan mas a
mandatarios convencionales cuya función es ejercida en nombre y en representación de la sociedad que a órganos sociales.
Pero aun cuando mayormente se dé al representante permanente el carácter de un mandatario, que no reviste carácter orgánico, le
cabe la atribución de una responsabilidad análoga a la de estos en relación con los terceros, lo que lo hace sujeto pasivo de la
acción individua de responsabilidad en los supuesto de daño directo sufridos por causa de su gestión.

En cuanto a la renuncia del representante legal de la sociedad extranjera, es improcedente, la IGJ ha denegado su inscripción
frente a la ausencia de reemplazante. En todo caso, la renuncia solo surtirá efectos frente a terceros desde su registración.

CAPACIDAD PARA ESTAR EN JUICIO Y EMPLAZAMIENTO


La ley autoriza a la sociedad constituida en el extranjero, aun a la no registrada, a estar en juicio.
Tal “estar en juicio” no equivale a ser emplazado a juicio ante los tribunales de la República, sino que se circunscribe a los dos
supuestos de actos aislados y ejercicio habitual de actos comprendidos en el objeto. La norma tiene como finalidad garantizar que
quien contrate con la sociedad extranjera evite recurrir a gravosos, lentos y por lo general ineficaces tramites notificatorios.

En cuanto al modo de emplazamiento de la sociedad constituida en el extranjero, debe hacerse del modo siguiente:

1) Si se origina en un acto aislado, en la persona del apoderado que intervino en el acto o contrato que motive el litigio, el
emplazamiento deja de ser posible cuando el representante fallece. Tampoco es posible si el apoderado se ausenta de la
Argentina. Es irrelevante que el apoderado contestar la demandada, pues no se trata de que efectúe tal contestación, sino
de que comunicarlo a los responsables dentro de la organización societaria correspondiente.
2) Si la sociedad contara con sucursal, asiento o cualquier otra especie de representación, en la persona de su representante.
La norma privilegia el domicilio del representante, dejando de lado el del ente constituido en el extranjero, lo que apunta
a la seguridad del trafico mercantil en general, por cuanto siempre podrá requerirse y emplazar a la sociedad facilitando
además el ejercicio por el Estado de sus funciones de fiscalización y control.

REGISTRACION DE LA SOCIEDAD EXTRANJERA


El problema de la registración de las sociedades constituidas en el extranjero se remonta al tiempo de la sanción del Código de
Comercio este disponía que aquellas, en tanto no tuviera asiento, sucursal o cualquier especie de representación en la República,
solo podrían practicar actos que no fueran contrarios a la ley, mientras que, si pretendían ejercer su comercio principal, serían
consideradas sociedades nacionales. La CCom., Capital falló que resultaba necesaria la inscripción de los estatutos de la sociedad
extranjera si se trata de la constitución de una sociedad en el país. Con posterioridad la sala A del tribunal de alzada comercial
manifestó que las sociedades extranjeras que integran la sociedad cuya inscripción se solicita y que no se propusieran realizar
actos aislados sino incorporarse a una nueva sociedad están obligadas al cumplimiento previo de la inscripción de sus estatutos.

Frente a tales antecedentes, no es de extrañar que la LGS impusiera la registración de las sociedades extranjeras, a fin de ponerlas
en paridad con aquellas constituidas en la República y respetar la igualdad ante la ley.

INSCRIPCIÓN EN LOS SUPUESTOS DEL TERCER PÁRRAFO DEL ART. 118

Para la inscripción prevista por el art. 118, la IGJ establece que la sociedad extranjera debe:

1) Acreditar su existencia con arreglo a las leyes de su país mediante la entrega al Registro Publico de constancias
documentales debidamente traducidas y autenticadas.
2) Fijar un domicilio en la República, cumpliendo con la publicación e inscripción.
3) Acompañar constancia de la resolución del órgano social competente de la sociedad que decidió crear el asiento, sucursal
o representación permanente en la República Argentina.
4) Acompañar documento proveniente del extranjero suscripto por un funcionario social, cuyas facultades representativas
consten en ella, justificadas ante notario o funcionario público.
5) Escrito con firma del representante designado, con certificación notarial o si fuese profesional abogado o contador con su
firma y sello profesional previo a la inscripción.

INSCRIPCION DE SOCIEDADES DEL ART. 123


La IGJ ha impuesto, además de los requisitos comunes a toda sociedad, otros especiales para aquellas sociedades extranjeras
comprendidas en el art. 123 LGS. Estas normas particulares procuran, entre otros fines, limitar el giro comercial en el país de
sociedades constituidas en el extranjero cuya principal o única finalidad sea desarrollar sus actividades en el ámbito local.

La res. 7/2015 de IGJ dispone que, una sociedad constituida en el extranjero en los términos del art. 123 debe presentarse

1) Certificado original que acredite la inscripción de la sociedad.


2) Contrato o acto constitutivo de la sociedad y sus reformas.
3) Resolución del órgano social que decidió la inscripción del estatuto al solo efecto de participar en sociedad.
4) Documento proveniente del extranjero suscripto por funcionario de la misma.
5) Escrito con firma del representante designado, con certificación notarial de firma.

REQUISITOS PARA LA INSCRIPCION REGISTRAL CONFORME AL ART. 124 EN EL AMBITO DE CABA

1) Escritura pública de adecuación y sujeción de la sociedad a la ley argentina a todos sus efectos.
2) Balance especial de adecuación cerrado a una fecha que no excesa los tres meses anteriores a la fecha de la escritura de
adecuación, confeccionando en moneda nacional y conforme a las disposiciones reglamentarias y técnicas aplicables en
ámbito de CABA.
3) Informe de contador público independiente.
4) Elementos que acrediten la realización de su aporte de capital por parte del socio o socios que se incorporen como tales a
la sociedad.

FALTA DE REGISTRACIÓN
La LGS no prevé que sucede cuando la sociedad constituida en el extranjero actúa de manera habitual en la República sin cumplir
los recaudos impuestos por el art. 118, o si omite registrarse.
Mayormente se aplica la postura de que lo actuado por las sociedades extranjeras que no estén registradas o no cumplan con el art.
118 son inoponibles.

EL CAPITAL SOCIAL

Tendrá en cuenta para la sociedad anónima


 La adecuación y suficiencia originaria del capital como requisito de cumplimiento del objeto social no debe llevar a la
confusión de este con la finalidad que a través de consecución se procura, la que se resume en la obtención de beneficios.
 En cuanto a la pretendida relación del objeto con el social, la misma no se ajusta a las previsiones legales en tanto
equipara los efectos económicos de la cuenta capital con el patrimonio social.
 El capital social (su distribución entre los accionistas) refleja de manera directa la intensidad con que los derechos
emanados del estado de socio se ejercen.

SUSCRIPCION E INTEGRACION

La LGS dispone que el capital social suscripto en las SA no puede ser inferior a la suma que el Poder Ejecutivo determina para el
tipo. Este importe, que es regularmente actualizado según la política económica imperante, mayormente se relacionan con la
intención de restringir el uso de la SA exclusivamente para negocios de envergadura.

El capital debe suscribirse totalmente al tiempo de la celebración del contrato constitutivo. En cambio, cuando se tratara de dinero
en efectivo, su integración puede hacerse de manera diferida y siempre que se inicial el 25% del total suscripto. El cumplimiento
de la integración restante debe hacerse en un plazo de 2 años.

De todos modos, en el caso de las SAU, el capital debe ser suscripto e integrado en su totalidad al tiempo de la constitución.

Cuando se trata de aportes no dinerarios, estos deben integrarse totalmente al tiempo de su suscripción. Solo pueden consistir en
obligaciones de dar y su cumplimiento debe justificarse al tiempo de presentarse el contrato a la autoridad de controlar la
verificación del cumplimiento de los requisitos legales y fiscales.

Mora en la integración

El socio que no cumple con el aporte en las condiciones estipuladas:

 incurre en mora por el mero vencimiento del plazo convenido o en defecto del mismo, desde la inscripción de la sociedad
 debe resarcir los daños e intereses que su cumplimiento genere
 sufre la suspensión automática del ejercicio de los derechos inherentes a las acciones en mora

La suspensión consiste en la imposibilidad de asistir a asambleas, percibir dividendos, suscribir preferentemente u obtener su
cuota al tiempo de liquidación. Esta opera exclusivamente respecto de las acciones en mora, por lo que el accionista continúa en
ejercicio de los derechos que le otorga aquellas efectivamente integradas.

Frente a la mora la sociedad puede optar:

 Procurar la ejecución del contrato de suscripción, intimando por un plazo no mayor de 30 días al moroso e integrar el
saldo, con más sus intereses y la reparación de los daños y perjuicios ocasionados al ente.
 En los casos en que el estatuto lo prevea, el accionista puede ser sancionado, de lo contrario, la única penalidad que le
cabe es la de la suspensión de los derechos de las acciones en cuestión. En tal supuesto el art 193 de la LGS, prescribe
que la sociedad puede disponer que los derechos de suscripción correspondientes a las acciones en mora sean vendidos
en remate público o si se trata de acciones cotizables, por medio de un agente de bolsa.
 El estatuto también puede establecer que se produzca la caducidad de los derechos del moroso (políticos y económicos)
transcurrido un plazo no mayor de treinta días desde que hubiera sido intimado a integrar sus aportes, con la pérdida de
las sumas abonadas

AUMENTO DE CAPITAL
Consideraciones generales

La expresión no refiere a un supuesto único sino a distintos y funcionalmente independientes, como:

 razones de índole económica, financiamiento a baja tasa mediante aportes dinerarios de los socios
 garantía indirecta, impedir la distribución de beneficios que no correspondan a utilidades realizadas y líquidas
 de disminución de pasivos, incorporación de acreedores
 recomposición de deudas fiscales
 recaudos reglamentarios
 la necesidad del pago de dividendos en acciones

Todo aumento no consentido genera un riesgo para el accionista, no solo porque puede afectar su derecho a la integridad
patrimonial de su participación sino también la importancia de los derechos políticos. Por tal motivo es que le corresponde a la
Asamblea Extraordinaria, salvo el supuesto excepcional en que el estatuto revela su aumento dentro del quíntuplo en que es
competente la Asamblea Ordinaria. En ambos casos el aumento debe inscribirse en el Registro Público.
Aumento de capital dentro del quíntuplo

El estatuto puede prever la posibilidad de aumentar el capital social hasta su quíntuplo, decisión que corresponde a la Asamblea
Ordinaria, no requiere de conformidad administrativa y no es necesaria la modificación del estatuto.

ART 188 LJS

Se debe realizar en concordancia con el art 245 que sanciona la nulidad la decisión que excluya el derecho de receso de los
accionistas disconformes o agrave las condiciones de su ejercicio. El receso sólo podrá invocarse en el caso de que una asamblea
Extraordinaria resolvió modificar el estatuto social introduciendo la posibilidad de aumentar el capital social hasta el quíntuplo, lo
que difiere en caso de que ya existiera tal previsión estatutaria.

Aumento de capital sin previsión estatutaria del quíntuplo o por encima del quíntuplo

En ausencia de la cláusula del quíntuplo o en caso de aumento por sobre este, corresponde a la Asamblea Extraordinaria disponer
el aumento del capital. La asamblea también debe resolver sobre su conveniencia, magnitud, clases de acciones a emitirse y modo
de integración, pudiendo delegar en el directorio únicamente la época de emisión, forma y condiciones de pago.

La decisión de aumentarlo es una decisión político empresaria reservada al directorio, por tanto, no es justiciable.

Así no resulta lícito:

 el aumento de capital que oculte la intención principal y licuación de las participaciones accionarias minoritarias
 el aumento que, en apariencia justificado, luego se tradujo en un reparto de utilidades por idéntico monto tres meses
después de realizado

Aumento del capital en sociedades que hacen oferta pública

En las SA autorizadas a hacer oferta pública de sus acciones, la asamblea ordinaria puede aumentar el capital sin límite alguno ni
necesidad de modificar el estatuto. El directorio puede efectuar la emoción por delegación de la asamblea, en una o más veces,
dentro de los dos años a contar desde la fecha de su celebración. Debe comunicarlo al Registro Público.

Para el caso de que el aumento se efectúa mediante la oferta pública de acciones la emisión debe ejecutarse, bajo pena de nulidad
absoluta.

Emisión de acciones

La LGS autoriza la emisión de nuevas acciones cuando las anteriores se encuentran suscritas.

Busca que la sociedad haga frente a situaciones económicas o financieras particulares mediante posteriores aumentos de capital,
en caso de emociones destinadas a atender fines económicos ineludibles como el pago de dividendos en acciones, la capitalización
de reservas, revalúo u otros fondos especiales inscriptos en el balance, así como cuando se trate de acciones a integrarse con
aportes en especie o que se den en pago de obligaciones preexistentes.

Suscripción insuficiente del aumento de capital

Aun cuando el aumento del capital puede no ser suscripto en su totalidad en el término previsto en las condiciones de emisión, los
suscriptores y la sociedad no se liberan de las obligaciones asumidas. Empero, la ley prevé la exención de ambos de existir
disposición en contrario de las condiciones de emisión, de los que colige que, de que no haberse suscrito la totalidad del aumento
de capital, la sociedad tiene derecho a renunciar al mismo y restituir a los suscriptores las sumas aportadas, lo que no importa una
reducción de capital.

Otros modos de aumentar el capital

Capitalización de reservas, fondos especiales y pago de dividendos en acciones

La ley obliga a respetar la proporción de cada accionista en la capitalización de reservas y otros fondos especiales inscriptos en el
balance, en el pago de los dividendos con acciones y en todo procedimiento similar por los que deban entregarse acciones
integradas. De esta forma se procura evitar que mecanismos de aumento dispuestos para solvente de manera eficiente y más
económica al desarrollo del ente se transformen en herramientas de dilución de las participaciones sociales

En cuanto a las formas hace referencia a tres:

 La capitalización de las reservas facultativas (constituidas por decisión asamblearia). Este supuesto no implica un
incremento en el patrimonio de la sociedad, sino un engrosamiento de su cuenta capital con cargo en las reservas, es
decir, un movimiento de fondos entre partidas del patrimonio neto con la imposibilidad definitiva de su distribución en
virtud de la capitalización.
 Los fondos especiales son una especie del género reserva, su constitución obedece a necesidades concretas. Por lo que
una vez satisfecha la obligación si hubiera remanentes, esos fondos sin destino específico son de libre disponibilidad.
 A través de la capitalización de utilidades, la sociedad se autofinancia, emitiendo para ello acciones en proporción a las
tenencias ya existentes.

Emisión bajo la par

Emitir bajo a la par es hacer oferta pública de acciones por un precio inferior a su valor nominal. La LGS declara la nulidad de
toda emisión bajo la par, en el caso de sociedades que hacen oferta pública de sus acciones, sociedades cerradas.

Su procedencia en caso de sociedades que cotizan en bolsa obedece a razones de colocación masiva de los títulos a fin de obtener
grandes ingresos de dinero que solventen los proyectos.

Emisión con prima

Cuando la emisión se hace por encima del valor nominal, esta será con prima, denominándose “ prima de emisión” al sobreprecio
entre el valor nominal y el valor de emisión que cada suscriptor debe pagar a la sociedad.

La LGS autoriza la emisión con prima o sobreprecio, de monto tal que el suscriptor pague un valor superior al nominal de los
títulos. Mediante la inclusión de la prima de emisión se procura compensar el mayor valor que hubieran adquirió las acciones,
producto del giro social, confrontando con el valor nominal que consignan los títulos, equiparando la situación de los nuevos
socios con la posición de los antiguos accionistas en relación con las reservas acumuladas y las inversiones beneficiosas hachas
por la sociedad antes del aumento del capital. De caso contrario traería un enriquecimiento gratuito a los nuevos accionistas.

Corresponde a la asamblea extraordinaria fijar el valor de la prima, cuidando de conservar la igualdad en cada emisión. En caso de
sociedades autorizadas para hacer oferta pública, la decisión compete a la asamblea ordinaria, la que puede delegar en el directorio
la facultad de fijar su importe siempre dentro de los límites que aquella establezca.

Reintegro y reducción del capital

El reintegro de capital es el acto por el cual los socios efectúan nuevos aportes, sin aumentar el pasivo social y sin recibir a cambio
nuevas acciones. Mediante este mecanismo se busca sanear el patrimonio social afectado por pérdidas, restableciendo la
integridad de la cuenta capital, concebida esta como una mera cifra contable que no sufre así modificación y continúa siendo
nominalmente lo que era.

Por otra parte, los socios pueden voluntariamente resolver la reducción del capital cuando éste excediera las necesidades del ente
para la consecución de su objeto o cuando como cifra de retención se torne en un impedimento para una distribución racional de
las utilidades, Esta reducción voluntaria es real, por cuanto importa también una disminución patrimonial, lo que no sucede en los
casos de reducción forzosa, en lo que resulta meramente nominal, ya que lo que se reduce es la cifra capital para acompañar
pérdidas ya sufridas.

DERECHO DE SUSCRIPCIÓN PREFERENTE

Introducción

Derecho de preferencia es la facultad o atribución de la que goza el accionista de suscribir en primer término, y dentro de las
categorías a que correspondan sus tenencia, toda emisión de acciones que por aumento de capital, realice la sociedad. Tiene como
finalidad preservar las proporciones en las tenencias anteriores al aumento del capital.

El derecho de suscripción preferente, emper, no rige para las acciones con preferencia patrimonial, salvo que el estatuto o la
asamblea así lo resuelvan, restricción que obedece a la particular naturaleza de esta clase de acciones, a las limitaciones de sus
derechos y a la distinta finalidad que lleva al suscriptor a vincularse con la sociedad independientemente de su desarrollo.

Antecedentes. Régimen vigente

La LGS dispone que las acciones dinerarias, sean de voto simple o plural, otorgan a sus titulares preferencia sobre las nuevas
acciones de la misma clase en proporción a las que posean. Las acciones preferidas también pueden contar con derechos de
preferencia en caso de privación estatutaria. Los socios también tienen derecho preferente a la suscripción de debentures
convertibles en acciones.

Limitación al derecho de preferencia. Condiciones

La preferencia es un derecho individual e indelegable, que no puede ser suprimido estatutariamente ni condicionado. Está previsto
en tutela del interés del acciona, por cuanto resguarda la proporcionalidad de las presentaciones y su consistencia patrimonial.
Empero autoriza en el art 244 a la asamblea extraordinaria, con las mayorías, a resolver en casos particulares y excepcionales, y
cuando el interés de la sociedad lo exija, la limitación o suspensión del derecho de preferencia en la suscripción de nuevas
acciones. Para ellos es necesario su consideración se incluya en el orden del día y que se trate de acciones a integrarse con aportes
en especie o que se den en pago de obligaciones preexistentes.

DERECHO DE ACRECER

Introducción

Se reconoce a los accionistas el derecho de acrecer para el caso de que alguno de los socios no ejerciera su preferencia y por la
cantidad de acciones que se hubieran correspondido.

El derecho de acrecer es la extensión del pedido de suscripción de aquellas acciones que no hayan sido suscriptas por otro
accionistas, de tal forma que, si llegaran a quedar acciones sin suscribir, aquellos accionistas que hubieran ejercido el derecho de
opción podrá suscribir a prorrata el remanente de las nuevas acciones. Este derecho personal del accionista, que es inderogable, no
susceptible de ser limitado ni aun por vía estatutaria, negociable u de prelación, es irrenunciable de forma anticipada.

Procedimiento para el ejercicio del derecho de preferencia

Corresponde a los antiguos accionistas por las acciones ordinarias de nueva emisión, salvo que el estatuto o la asamblea lo
extiendan también a las acciones preferidas. Puede ejercer incluso si las acciones se encontraran prendadas, embargadas o dadas
en usufructo, pero no cuando se hallen en mora su integración. Los bonos de participación no otorgan derechos preferente para la
suscripción de nuevas acciones por no tratarse de acciones y se los emite para participar en las ganancias del ejercicio.

Resuelto el aumento de capital, la sociedad a través del directorio debe ofrecer su suscripción a los accionistas mediante avisos
por tres días en el diario de publicaciones legales. Si se trata de una sociedad comprendida en el art 299, debe anunciarse en
diarios. Estos pueden ejercer su derecho de opción dentro de los 30 días siguientes al de la última publicación si los estatutos no
establecieran un plazo mayor, tratándose de sociedades que hagan oferta pública, la asamblea extraordinaria se encuentra
facultada para reducir este plazo hasta un mínimo de diez días. Vencido el plazo sin que el accionista hubiera ejercido la opción, o
aun antes si este hubiera renunciado a su ejercicio, aquella causa, por lo que la sociedad queda habilitada para dirigir la oferta a
terceros indeterminados o a otros accionistas que pudieran querer suscribir la nueva emisión.

Acción judicial del accionista perjudicado

El derecho de suscripción preferente y aquellos relacionados con su ejercicio no pueden ser suprimidos o condicionados, salvos
los dispuesto en el art 197, y si en cambio extendido por estatuto o resolución asamblearia a la emisión de acciones preferidas.

El accionista a quien se lo privó de su derecho puede exigir judicialmente que se cancelen las suscripciones que le hubieran
correspondido. Tiene por finalidad obtener la declaración de nulidad que conlleve la cancelación de las suscripciones efectuadas
con inobservancia de la preferencia y la atribución al actor de esas acciones para su suscripción. Si son acciones entregadas, el
socio tendrá derecho a que la sociedad y los directores solidariamente lo indemnice por los daños causados. Estas acciones deben
ser promovidas en el término de seis meses a partir del vencimiento del plazo de suscripción.

SOCIEDAD ANONIMA: ASAMBLEA DE ACCIONISTAS


GOBIERNO DE LA SOCIEDAD ANONIMA
La expresión “asamblea de accionistas” se usa en dos sentidos. Por un lado, es el órgano que cumple la función de gobierno en las
sociedades anónimas. Por otro, es el acto del órgano de gobierno mediante el cual toma decisiones.

La normativa establece requisitos para la validez de las asambleas accionistas. Esto lo distingue de otros órganos de gobierno en la
LGS.

NATURALEZA Y EFECTOS DE LOS ACTOS DE LA ASAMBLEA


La categoría del acto colectivo es la que mejor explica el acto jurídico del órgano de gobierno. Los que concurren a formarlo
persiguen un fin común. Surgirá una comunidad de intereses. Sin embargo, la manifestación de voluntad de cada integrante
permanece diferenciada.
Por último, con respecto a los efectos de los actos de la asamblea de accionistas el art. 233 parr. 3, establece que sus resoluciones
son obligatorias para todos los accionistas y deben ser cumplidas por el directorio.

EL DERECHO DE VOTO
El modo previsto para que la asamblea de accionistas decida es a través de votaciones.
El voto es un derecho subjetivo de los accionistas. Consiste en una manifestación de voluntad respecto de una moción que es
puesta a consideración en la asamblea de accionistas. En primer lugar, los accionistas suelen ser los titulares del derecho de voto,
aunque esto no siempre es así. En segundo lugar, hay accionistas que pueden carecer del derecho de voto para la mayoría de las
decisiones o para algunas cuestiones puntuales.

El interés social es un parámetro que se debe considerar para evaluar la validez del voto, pero como límite de la libertad de
ejercicio del derecho. Si el voto es ejercido en cualquier sentido que no transgreda el interés social, no habrá ningún reproche. No
obligación de emitirlo con un contenido en particular.

El titular del derecho de voto no esta obligado a ejercerlo, podrá ausentarse de las asambleas y no será sancionado por ello.

El voto es un acto jurídico al cual se le aplican todas las reglas de estos, pero, por ejemplo, el vicio de la voluntad no anula el acto
si el voto no fue imprescindible para lograr la mayoría.

El titular de más de un voto no podrá ejercerlos en sentido contrario uno con otro, es decir, que no puede fraccionar sus votos.

El titular del derecho puede votar positiva o negativamente. También puede abstenerse de emitir su voto. Las mociones son
aprobadas cuando tienen los votos afirmativos de la mayoría. Esta es computada sobre los votos presentes en el acto. La moción
queda aprobada si, sobre el total, la mayoría vota positivamente. En consecuencia, el voto del socio que se abstiene integra los
votos no positivos. En cambio, los votos de los ausentes no son computados para calcular la mayoría.

PROHIBICIONES Y LIMITACIONES

El titular del derecho de voto no podrá ejercerlo en los siguientes supuestos:

a. Mora en la integración de su aporte.


b. Interés contrario al social.
c. Decisiones vinculadas con la aprobación de los actos de gestión, la responsabilidad o la remoción con causa del
accionista-director.
d. Sociedad titular de sus propias acciones
e. Participación en exceso en otras sociedades

TIPOS DE ASAMBLEAS
Las asambleas de accionistas pueden ser generales o especiales. En las primeras participan todos los accionistas. En las asambleas
especiales solo lo hacen los titulares de acciones de una clase. En consecuencia, para que la asamblea sea especial, tiene que haber
clases de acciones y el tema que debe resolver la asamblea general tiene que afectar los derechos de esas acciones.

Con respecto a las asambleas generales, pueden ser ordinarias o extraordinarias.

ASAMBLEA ORDINARIA
Asamblea ordinaria es la que tiene competencia para resolver aquellas cuestiones relacionadas con la gestión de la sociedad
conforme a lo que se establece en la ley a lo que pudiera incluirse en el estatuto, como así también tiene competencia para resolver
cualquier medida relativa a la gestión de la sociedad que sometan a su consideración el directorio, el consejo de vigilancia o los
síndicos.

En forma específica, el art. 234 señala que es competencia de la asamblea ordinaria:

a. El balance general.
b. El estado de resultados.
c. La distribución de ganancias.
d. La memoria e informe del síndico.
e. La designación de directores, síndicos y miembros del consejo de vigilancia.
f. La fijación de la retribución de estos órganos.
g. La responsabilidad de los directores, síndicos y miembros del consejo de vigilancia.
h. Aumentos de capital conforme art. 188.

ASAMBLEA EXTRAORDINARIA
La asamblea extraordinaria tiene competencia para el tratamiento de aquellos asuntos que no sean de competencia de la asamblea
ordinaria, así como los relativos a la modificación del estatuto social.

Sin perjuicio de ello, el art. 235 establece en forma específica que será competencia de la asamblea extraordinaria resolver:

a. Los aumentos de capital (salvo caso del quíntuplo).


b. Tomar decisiones vinculadas a la reducción y reintegro del capital social, y al rescate, reembolso y amortización de
acciones.
c. Fusión, transformación, escisión y disolución de la sociedad.
d. Nombramiento, remoción y retribución de los liquidadores sociales.
e. Consideraciones de las cuentas y los demás asuntos relacionados con la gestión de los liquidadores que deban ser objeto
de resolución aprobatoria de carácter definitivo.
f. La limitación o suspensión del derecho de preferencia en la suscripción de nuevas acciones conforme el art. 197.
g. La emisión de debentures y su conversión en acciones y la emisión de bonos.
A través de la asamblea extraordinaria, la sociedad puede dejar sin efecto la disolución por la sanción firme de cancelación de
oferta pública o de la cotización de sus acciones.
En casos particulares y excepciones, cuando el interés de la sociedad así lo exija, la limitación o suspensión del derecho de
preferencia en las acciones puede ser materia de la asamblea extraordinaria.

La asamblea extraordinaria puede resolver la reducción del capital en razón de pérdidas sufridas por la sociedad, para restablecer
el equilibrio entre el capital y el patrimonio social.

CONVOCATORIA
LEGITIMACION

Directorio
La convocatoria al órgano de gobierno de la sociedad es una típica tarea de gestión encomendada al órgano de administración del
ente. El directorio lo puede hacer siempre que lo juzgue necesario. Por otra parte, puede ser instado a realizar la convocatoria por
los socios.
En todos los casos debe haber una resolución del directorio que ordene la convocatoria. No obstante, cualquier director podría
convocar al órgano para decidir la convocatoria al órgano de gobierno. De ser plural el directorio, ya resuelta la convocatoria, el
presidente es el que la formaliza y cumple los actos materiales para producirla.

Sindicatura y consejo de vigilancia


La sindicatura también esta facultada para convocar a asamblea, lo que podrá hacer de un modo originario cuando la ley así le
asigna la atribución, o en forma supletoria en aquellos casos en los cuales hubiera omitido hacerlo el directorio. La asamblea
extraordinaria solamente la podrá convocar cuando lo juzgue necesario y la ordinaria cuando omita hacerlo el directorio.

El consejo de vigilancia tiene la atribución de convocar a asamblea cuando lo estime conveniente o cuando lo requieran
accionistas que representen por lo menos el 5% del capital social, si es que los estatutos no fijaran un porcentaje menor.

Accionistas
Los accionistas no pueden convocar a las asambleas; lo que si pueden hacer es solicitar a los órganos de administración y
fiscalización que hagan la convocatoria. Los requisitos son los siguientes:

a. Deben presentar no menos del 5% del capital social. Este mínimo puede ser reducido en el estatuto.
b. Tienen que indicar los temas a tratar.

Parece razonable que la solicitud sea dirigida al directorio en primera instancia. Sin embargo, el pedido puede ser simultaneo o
incluso realizado solo al órgano de fiscalización (salvo que se considere que este órgano solo podrá intervenir ante omisión del
órgano de gobierno).
¿los órganos requeridos están obligados a realizar la convocatoria? De la literalidad de la norma podría concluirse que sí. No
obstante, es irrazonable creer que, sea cual sea el pedido realizado, el directorio tendría la obligación de hacer la convocatoria.
Llevado al absurdo, podría tener que convocar constantemente a asambleas si un socio cuenta con el mínimo de acciones exigido.
O si le hacen pedidos reiterados distintos socios. También estaría obligado a convocar para considerar temas ajenos a la sociedad
o incontundentes para esta.

El órgano tiene el deber de analizar la validez del requerimiento y en su caso, denegar el pedido fundamentadamente.
En el caso de que ambos órganos omitan cumplir con la petición, la asamblea podrá ser convocada por la autoridad de contralor y
aun judicialmente.

Convocatoria judicial
Cuando los accionistas no logran que los órganos convoquen a la asamblea, pueden dirigir su pretensión a la autoridad
administrativa o judicial.

El accionista que insta la convocatoria judicial tiene que demostrar que su requerimiento en la sociedad fue valido. Para ello, debe
acreditar:
a. Que es socio y representa no menos del 5% del capital social.
b. Que dirigió una notificación al órgano habilitado para hacer la convocatoria.
c. Que en la notificación indico los puntos del orden del día de la asamblea.
El tribunal tiene que decidir si hace la convocatoria, el mismo debe evaluarla y eventualmente si tiene motivos fundados y así lo
considera, podrá denegarla. Si la aprueba, designará a quien presidirá la asamblea.

Convocatoria por la autoridad de contralor

El art. 65 de las normas de la IGJ señalan que el organismo podrá convocar a asambleas de accionistas en los siguientes casos:

a. De oficio, cuando constatare graves irregularidades y estimare conducente la medida de resguardo del interés público.
b. A solicitud de accionistas que acrediten ser titulares de al menos 5% del capital social o del porcentaje fijado por los
estatutos. Quienes, además, deberán demostrar que citaron fehacientemente a la administración y a la sindicatura sin
respuesta alguna.
c. A pedido de uno o más directores de la sociedad.

NOTIFICACION
La notificación de la asamblea es un requisito elemental para que el accionista pueda ejercer debidamente sus derechos. La
normativa establece disposiciones imperativas al respecto:

a. Las notificaciones tienen que practicarse a través del diario de publicaciones legales
b. La publicación debe ser hecha durante cinco días
c. La última publicación tiene que ser hecha, como mínimo, diez días antes de la asamblea y, como máximo, treinta días
antes de la asamblea.
d. Si es una sociedad anónima prevista en el art. 299, además de la publicación en el diario de publicaciones legales, debe
haber otra en uno de los diarios de mayor circulación general de nuestro país.
e. En la publicación debe constar el carácter de la asamblea; la fecha, hora y lugar de reunión; el orden del día, y los
recaudos especiales exigidos por el estatuto para la concurrencia de los accionistas.
Estos recaudos son los mínimos, el estatuto puede agregar otros a su gusto.

Los días establecidos se computan de corrido. El día de la asamblea no cuenta para calcular la antelación de la publicación.

El carácter de la asamblea hace referencia a si es especial o general y, en este último caso, si es ordinaria o extraordinaria.

SEGUNDA CONVOCATORIA. CONVOCATORIA SIMULTANEA


Las asambleas requieren un quorum para sesionar válidamente. Por distintos motivos, es posible que no haya suficientes titulares
de acciones con derecho a voto para lograr el quorum. La normativa prevé una segunda convocatoria a asamblea. En esta, las
exigencias sobre el quorum disminuyen.

Los requisitos de la segunda convocatoria están previstos en el art. 237 y son:

a. Tiene que haber fracasado la primera convocatoria.


b. Hay que publicar la convocatoria a segunda asamblea en el diario de publicaciones legales por tres días.
c. La publicación tiene que contar con un mínimo de ocho días de anticipación a la celebración de la asamblea.
d. La asamblea en segunda convocatoria no puede celebrarse más allá de los 30 días del fracaso de la primera. Esto,
naturalmente, supone un máximo de antelación de la publicación.
Por otra parte, para simplificar la convocatoria a asambleas, en lugar de aguardar al fracaso de la primera para llamar a la segunda,
el órgano que convoca puede anticiparse y citar a ambas a través de un mismo acto. Para que eso sea factible, tiene que estar
previsto en el estatuto. La convocatoria de ambas asambleas puede ser para el mismo día. Tiene que haber un intervalo mínimo de
una hora entre la primera y la segunda. En las sociedades que hacen oferta publica de sus acciones, el órgano solo puede convocar
simultáneamente a la asamblea ordinaria.

LUGAR DE CELEBRACION. ASAMBLEA A DISTANCIA


El lugar de reunión de la asamblea debe ser la sede o el que corresponda a jurisdicción del domicilio social. Quien convoca tiene
la facultad de fijar el lugar, salvo que haya un lugar indicado en el estatuto.

FECHA DE CELEBRACIÓN
En las sociedades anónimas, hay una asamblea que tiene que desarrollarse anualmente, dentro de cierto lapso; por ej. tratamiento
del balance general, estado de los resultados, la distribución de ganancias, etc. En los otros temas, el directorio puede meritar la
conveniencia de realizar la asamblea en un momento o en otro.

PARTICIPES DEL ACTO ASAMBLEARIO


En la asamblea pueden participar:

a. Los accionistas: son los partícipes principales. Asistir a las asambleas es un derecho con el que cuentan todos ellos,
aunque no tengan derecho de votar o su participación sea mínima. Al ser transmisible el derecho a voto, quien este
habilitado puede ejercerlo.
b. Los directores, síndicos y gerentes generales: de la LGS surge que están obligados a concurrir con voz. Es un derecho
y una obligación. Sin embargo, su ausencia, no es causa suficiente para impugnar una asamblea.
c. Los miembros del consejo de vigilancia
d. Los inspectores de justicia: en las sociedades englobadas en el art. 299.
e. Los funcionarios de la CNV: en el caso de que sea una SA con autorización a hacer oferta pública de sus acciones o
cotizar en bolsa.
f. Otros terceros

REPRESENTACION

Los accionistas de la sociedad pueden ser representados en las asambleas. El mandatario puede ser una persona humana o jurídica.

No pueden ser mandatarios los directores, los síndicos, los integrantes del consejo de vigilancia, los gerentes y demás empleados
de la sociedad. Es suficiente el otorgamiento del mandato en instrumento privado, con la firma certificada en forma judicial,
notarial o bancaria, salvo disposición en contrario del estatuto.

El poder conferido en términos generales solo incluye los actos propios de administración ordinaria y los necesarios para su
ejecución.

El titular del derecho de voto puede otorgar lo que se denomina un “mandato imperativo”. Sabedor del orden del día, el mandante
daría instrucciones precisas sobre el sentido del voto. Si el orden esta expresada en el poder, un voto contrario a ella seria nulo.
Otra posibilidad son los poderes “en blanco” que no contienen ni mandatario ni objeto, los mismos a los fines de ser completados
antes de presentarlos.

Un mismo sujeto puede ser mandatario de más de un titular del derecho de voto.

Mandato irrevocable
El mandante de un mandato irrevocable no puede dejarlo sin efecto con su simple expresión de voluntad. Está obligado a
respetarlo y cumplirlo, salvo que haya alguna causa justificada para extinguirlo.

Vale apuntar que el mandato irrevocable tiene que tener un plazo. Por lo tanto, el socio siempre recuperaría el derecho.

REQUISITOS
El mandato para ser valido tiene que:

a. Ser conferido para actos especialmente determinados.


b. Debe ser otorgado por un plazo cierto.
c. Debe haber un interés legítimo. Este puede ser:
- Solo del representante
- Solo de un tercero
- Común al representante y al representado, al representante y a un tercero o al representado y un tercero.

AVISO DE ASISTENCIA. LIBRO DE ASISTENCIA A ASAMBLEAS


Para ordenar la constitución de la asamblea, los accionistas tienen que informar con cierta antelación que concurrirán.

Deben dar aviso con anticipación no menor a tres días hables de la fecha fijada para hacer la asamblea.

Los accionistas con acciones nominativas o escriturales cuyo registro es llevado por la propia sociedad. No tienen que depositar o
presentar documento alguno; solo deben comunicar que asistirán.

PRESIDENCIA DE LA ASAMBLEA
Las reuniones de los órganos colegiados suelen contar con un presidente que las conduce, y así ocurre con la asamblea. Algunas
de sus atribuciones-deberes mas importantes son las siguientes:

a. Controlar la legalidad de la convocatoria.


b. Verificar la identidad de los concurrentes y que hayan cumplido los requisitos.
c. Controlar que haya quorum para abrir el acto.
d. Poner a consideración de la asamblea la definición del orden en que se trataran los puntos del orden del día.
e. Someter a deliberación cada punto del orden del día.
f. Dirigir la deliberación.
g. Someter a votación los puntos del orden del día.
h. Redactar el acta y suscribirla.
Si bien es el responsable, no tiene que ejecutarlos por si mismo necesariamente, sino que puede ser asistido por otros sujetos que
faciliten sus tareas.

OCUPACIÓN DEL CARGO

Con respecto a quien ocupa el cargo de presidente de la asamblea, el art. 242 de la LGS establece un orden de prelación:

a. El designado por el estatuto.


b. El presidente del directorio.
c. El reemplazante del presidente del directorio.
d. El sujeto elegido por la asamblea, si cualquiera de los anteriores no esta presente para ejercer el cargo.
La asamblea convocada por un magistrado judicial o la autoridad de contralor, quien determina quien presidirá la asamblea será la
autoridad. Esto puede suceder también cuando hay una intervención judicial ordenada en la sociedad, dependiendo de las
atribuciones y funciones dadas al interventor.

ORDEN DEL DÍA


El orden del día es una enumeración de los temas que se deben tratar en una reunión. Por un lado, permite que los accionistas se
preparen para la deliberacion. Pueden requerir información relacionada con los temas incluidos, así como asesorarse
profesionalmente. Por otra parte, el accionista sabe si la asamblea tratara algún tema del que quiere participar. De no ser así, puede
ausentarse. Permite acordar alianzas entre los accionistas para votar en cierto sentido uno o mas de los puntos del orden del día.
Además, los temas definen el tipo de asamblea y esto fija el quorum y las mayorías necesarias para tratar y resolver una cuestión.
El orden del día es útil para que el acto sea exitoso.

El órgano que realiza la convocatoria es el que define el orden del día. La sindicatura tiene una disposición particular en este
sentido, puesto que, aunque no sea el órgano que hace la convocatoria, tiene la facultad de hacer incluir los puntos que considere
procedentes. En el caso en el que los accionistas requieren la convocatoria, si bien tienen que informar los puntos que desean
tratar en la asamblea, el órgano que convoca puede modificarlos, si tiene razones para hacerlo.

Ya en la asamblea, hay que respetar el orden del día. Esto implica que todos los puntos tienen que ser considerados. Para alterarlo,
basta con proponer una moción de orden y que sea aprobada.

Es nula toda decisión sobre materias extrañas a las incluidas en el orden del día. Hay tres excepciones:

a. Decisión tomada cuento está presente la totalidad del capital y por unanimidad de las acciones con derecho a voto.
b. Las excepciones previstas en “este título”: el art. 267 de la LGS establece que la asamblea puede resolver el inicio de la
acción de responsabilidad contra los directores, aunque no figure en el orden del día. No obstante, tiene que ser como
consecuencia directa de la resolución de un asunto incluido en el temario.
c. La elección de los encargados de suscribir el acta.
Finalmente, las mociones de orden son cuestiones puestas a consideración de la asamblea que hacen a un desarrollo correcto y
ordenado del acto. No tienen que estar incluidas en el orden del día. Todo participe del acto puede proponerlas, pero el presidente
es el que define si las somete a consideración del órgano. Un ejemplo es el paso a un cuarto intermedio.

QUORUM
El quorum es el porcentaje o numero de participes necesario para que un órgano se constituya y sesione válidamente.

En las sociedades anónimas, el calculo del quorum es distinto según si la asamblea es ordinaria o extraordinaria, como así también
si es en primera o segunda convocatoria.

a. Asamblea ordinaria en primera convocatoria


Es necesaria la presencia de socios que representen la mayoría de las acciones con derecho a voto.

b. Asamblea ordinaria en segunda convocatoria


Es necesaria la presencia de un accionista con derecho a voto, estará válidamente constituida cualquiera sea el número de
accionistas presentes.

c. Asamblea extraordinaria en primera convocatoria


Es necesaria la presencia de accionistas que representen al menos el 60% de las acciones con derecho a voto. El estatuto puede
establecer un quorum diferente, siempre que sea mayor.
d. Asamblea extraordinaria en segunda convocatoria
Es necesaria la presencia de la cantidad de accionistas con acciones con derecho a voto que fije el estatuto. De no haber nada
previsto, se constituye válidamente con accionistas que representen el 30% de las acciones con derecho a voto. El estatuto puede
fijar un quorum mayor o menor.
¿Cuál es la base del calculo del quorum? La ley alude a los accionistas que representan acciones con derecho a voto. Por lo
tanto, no tiene incidencia la cantidad de voto a los que da derecho la acción. Lo que cuenta son las acciones con derecho a voto.
En consecuencia, no se computan las que no tienen derecho a voto. Por ejemplo: a) las acciones de los accionistas en mora de
integración de aportes.
Hay algunos supuestos particulares. El art. 244 establece que algunas resoluciones (ej. la transformación, prorroga o
reconducción) requieren el voto favorable de la mayoría de acciones con derecho a voto. Esto es así tanto en la primera como en la
segunda convocatoria. De lo previsto se deduce que la asamblea no queda constituida válidamente si no están presentes
accionistas con, al menos, la mayoría de las acciones con derecho a voto.

DELIBERACIÓN
Reunido el quorum, el presidente pone a consideración los puntos del orden del día. Los accionistas tienen el derecho de deliberar
respecto de cada uno de ellos.

Aunque es un derecho (y no respetarlo puede dar lugar a la nulidad del acto), deliberar no es obligatoria. De haberlo, debería
constar en el acta.

El presidente de la asamblea es quien ordena la deliberación y quien asigna el tiempo para tratar cada tema. Entre otras, son reglas
elementales para los oradores las siguientes: a) que todos los participes puedan manifestarse; b) que hable uno a la vez; c) que
hablen sobre el tema de punto del orden del día; y d) que usen el tiempo en forma prudente, de acuerdo con la relevancia del tema
y al tiempo asignado a los restante oradores. El presidente cuenta con la facultad de apercibir o, incluso, expulsar a quien impida o
pretenda impedir el desarrollo de la asamblea.

Los partícipes pueden presentar manifestaciones escritas respecto de los punto del orden del día, también podrán hacerlo los
ausentes.

VOTACIÓN
El voto define la aprobación o el rechazo de las mociones consideradas en la asamblea.

El titular de mas de un voto no puede fraccionar su decisión. Todos sus votos deben ser emitidos en el mismo sentido o abstenerse
de emitirlos.
El presidente debe computar los votos, anunciarlos y definir si son suficientes para tener por adoptada la decisión del caso. Por
supuesto, la cuestión no puede ser votada nuevamente por la misma asamblea.

MAYORIAS
Las asambleas de las sociedades anónimas toman decisiones por mayoría, que se computan en función de los votos. En este
sentido, tanto para las asambleas ordinarias como para las extraordinarias, en principio, la mayoría requerida es la mayoría
absoluta de los votos presentes que puedan emitirse en la respectiva decisión. En ambos casos, el estatuto puede establecer una
mayoría que no sea la absoluta, sino una superior. Incluso, puede prever mayorías mas agravadas para ciertas resoluciones.
Algunas decisiones requieren una mayoría que no esta relacionada con los votos presentes, sino con el total de las acciones. La
mayoría exigida para todos estos casos es la de la mayoría de las acciones con derecho a voto. Por consiguiente, todas las acciones
con derecho a voto valen por un voto. Además, votan los titulares de las acciones con preferencia patrimonial que, por disposición
del estatuto, carezcan de voto. ‘cuales son las resoluciones a las que se aplica esta mayoría especial?

a. Transformación
b. Prorroga y reconducción
c. Disolución anticipada de la sociedad
d. Transferencia del domicilio al extranjero
e. Cambio fundamental del objeto
f. Reintegración total o parcial del capital
g. Fusión y escisión
h. Etc.
En estos casos, la mayoría es imperativa y no puede ser reducida.
No cuentan los accionistas que no pueden emitir su voto respecto de una decisión concreta. En cambio, si se computan los
accionistas presentes que deciden abstenerse voluntariamente. Supongamos una asamblea en la que hay 11 accionistas con una
acción con derecho a voto cada uno. De los 11, 5 votan a favor, 4 en contra y 2 se abstienen voluntariamente. En tal supuesto, la
resolución no habría obtenido la mayoría. No porque los abstenidos cuenten como negativos, sino porque la mayoría se computa
sobre el total. En consecuencia, eran necesarios 6 votos afirmativos. En cambio, si las 2 abstenciones no son voluntarias, sino por
una disposición legal o estatutaria, la mayoría se computa sobre 9 acciones presentes. Por consiguiente, la decisión habría sido
aprobada.

Por último, puede suceder que, para cada punto del orden del día, haya dos opciones: aprobar o no. Sin embargo, no todas las
decisiones son de este tipo. En ocasiones, las propuestas son tres o mas. Solo estará aprobada una de esas propuestas si alcanza la
mayoría absoluta. El punto es que, en ocasiones, es necesario tomar una decisión. Quizá la opción menos cuestionable para
resolver esta situación sea que el estatuto prevea una nueva votación entre las propuestas mas votadas. En tal caso, el ganador,
lograría la mayoría. En definitiva, al igual que con otras decisiones, si una moción no encuentra la mayoría, no es aprobada. Y si
la decisión es necesaria para la sociedad, y los socios no pueden llegar a un acuerdo, deberán buscar algún tipo de solución para
evitar la disolución.

SUSPENSIÓN DE LA ASAMBLEA
Distintas circunstancias pueden justificar que se suspenda la reunión para reiniciarla y concluirla posteriormente. El cuarto
intermedio implica solo sus suspensión. De allí que el temario a tratar sea el mismo y que solo puedan concurrir los accionistas
que cumplieron con todos los requisitos del art. 238 LGS.

Depósito de las acciones.

ARTICULO 238. — Para asistir a las asambleas, los accionistas deben depositar en la sociedad sus acciones o un
certificado de depósito o constancia de las cuentas de acciones escriturales, librado al efecto por un banco, caja de
valores u otra institución autorizada, para su registro en el libro de asistencia a las asambleas, con no menos de tres
(3) días hábiles de anticipación al de la fecha fijada. La sociedad les entregará los comprobantes necesarios de
recibo, que servirán para la admisión a la asamblea.

Comunicación de asistencia.

Los titulares de acciones nominativas o escriturales cuyo registro sea llevado por la propia sociedad, quedan
exceptuados de la obligación de depositar sus acciones o presentar certificados o constancias, pero deben cursar
comunicación para que se los inscriba en el libro de asistencia dentro del mismo término.

Libro de asistencia.

Los accionistas o sus representantes que concurran a la asamblea firmarán el libro de asistencia en el que se dejará
constancia de sus domicilios, documentos de identidad y número de votos que les corresponda.

Certificados.

No se podrá disponer de las acciones hasta después de realizada la asamblea, excepto en el caso de cancelación del
depósito. Quien sin ser accionista invoque a los derechos que confiere un certificado o constancia que le atribuye
tal calidad, responderá por los daños y perjuicios que se irroguen a la sociedad emisora, socios y terceros; la
indemnización en ningún caso será inferior al valor real de las acciones que haya invocado, al momento de la
convocatoria de la asamblea. El banco o la institución autorizada responderá por la existencia de las acciones ante
la sociedad emisora, socios o terceros, en la medida de los perjuicios efectivamente irrogados.

Cuando los certificados de depósito o las constancias de las cuentas de acciones escriturales no especifiquen su
numeración y la de los títulos, en su caso, la autoridad de contralor podrá, a petición fundada de cualquier
accionista, requerir del depositario o institución encargada de llevar el registro la comprobación de la existencia de
las acciones.

La suspensión de la asamblea esta regulada bajo la denominación de “cuarto intermedio”. De la norma surgen sus características:

a. Es la asamblea de accionistas la que decide pasar a cuarto intermedio, no el presidente (aunque puede proponerlo).
b. No es necesario justificar la decisión.
c. Solo puede haber una suspensión por asamblea.
d. La reanudación tiene que realizarse dentro de los 30 días corridos siguientes a la suspensión.
e. Los únicos habilitados para participar en la asamblea reanudada son los accionistas que cumplieron con todos los
requisitos del art. 238 LGS.
f. Tanto la primera como la segunda reunión tendrán un acta propia.

La decisión de pasar a cuarto intermedio requiere la mayoría absoluta de los votos presentes.
Dos cuestiones importantes. La primera es que la previsión de labrar un acta para cada reunión apunta a que las definiciones ya
tomadas puedan ser ejecutadas (amen de la función probatoria propia del acta). La segunda, que la forma no prevé un tiempo
mínimo de suspensión para que califique como cuarto intermedio, pero es bastante intuitivo, por ejemplo, es obvio que los
descansos breves o las autorizaciones para conferenciar en privado entre los accionistas no tendrían que se considerados como
cuarto intermedio.

ASAMBLEA UNANIME
Las numerosas reglas previstas para las asambleas de las sociedades anónimas tienden, fundamentalmente, a proteger los derechos
de los accionistas. Sin embargo, en muchas sociedades hay pocos socios o existe entre ellos la familiaridad suficiente como para
no cumplir con todo el trámite típico de estas reuniones. Para atender a estas u otras circunstancias, están previstas las asambleas
unánimes.

La asamblea podrá celebrarse sin publicación de la convocatoria cuando se reúnan accionistas que representen la
totalidad del capital social y las decisiones […] se adopten por unanimidad de las acciones con derecho a voto (art. 237,
último párrafo).
De acuerdo con la norma, para que la resolución sea valida tienen que darse dos condiciones: a) que estén reunidos todos los
accionistas y b) que la decisión sea aprobada por la totalidad de los accionistas titulares de acciones con derecho a voto.

En cuanto al requisito mencionado en a), la norma demanda que estén todos los socios presentes. Eso incluye tanto a los que
carecen de votos, como también los que tienen sus derechos en suspenso.

En una asamblea de la que participan todos los accionistas, estos pueden tratar mas de un punto. No es imprescindible aprobar
cada uno de ellos por unanimidad para la validez del acto.

La asamblea unánime es valida para tomar cualquier tipo de decisión. Por lo tanto, es aplicable a las asambleas ordinarias o
extraordinarias.

La validez de la asamblea unánime no implica que también lo sea la asamblea convocada por la propia asamblea de accionistas.

Si un accionista debe abstenerse de votar, no es computado entre los votos necesarios para obtener la unanimidad. Si cuando la
abstención sea voluntaria.

¿ES NECESARIA LA CONVOCATORIA EN EL CASO DE UNA ASAMBLEA UNÁNIME?

Hay dos tesis sobre este tema:

1. Una sostiene que la convocatoria es necesaria. Literalmente, la norma referida a la asamblea unánime solo exime de
publicar la convocatoria. Por lo tanto, algún órgano habilitado tendría que realizar la convocatoria. Si no, la asamblea
unánime no será válida. Además, hace hincapié en la idea de que la asamblea no es soberana. Por consiguiente, no puede
involucrarse en competencias que la ley asigna a otros órganos de la sociedad.
2. Otra sostiene que la asamblea puede autoconvocarse. La convocatoria en este supuesto seria un excesivo e inútil
formalismo. No tendría sentido invalidar el acto porque no hay perjuicio. Se añade, además, que el art. 158 del ccycn
permite la autoconvocatoria.

Los integrantes de los otros órganos según el art. 240 tienen derecho y obligación de asistir con voz a todas las asambleas.
Nuevamente caeríamos en excesos si invalidásemos la asamblea a pesar de que los mismos accionistas consideraron que podían
prescindir de la presencia de los integrantes de los otros órganos.
Supongamos, que la presencia de estos sujetos es relevante para que puedan cumplir acabadamente sus funciones o por el bien de
la sociedad. Aunque no sea necesario notificarlos, si hay que adecuar sus derecho su obligaciones a esta situación particular. La
otra, es exigir que sean notificados antes de la asamblea. De estar notificados, no parece que pueda haber perjuicio alguno para la
sociedad o cualquiera de sus integrantes.

ASAMBLEAS ESPECIALES
El estatuto puede prever acciones con derechos diferentes (por ejemplo, que algunas tengan una preferencia patrimonial, otras un
privilegio en el voto y otras ninguna de estas características particulares), siempre que confieran los mismos derechos dentro de la
misma clase. El medio por el cual los accionistas titulares de las acciones de una determinada clase dan la conformidad es a través
de una asamblea especial. Un supuesto de asamblea especial previsto legalmente es el de la elección de directores por categoría.
No solo hay asambleas especiales cuando una decisión del órgano de gobierno afecta las acciones; algunas tienen por objeto que
los accionistas de la clase puedan ejercer sus derechos, como es el caso de la elección de los directores de clase o para la elección
de síndicos.
El art. 250, se establece que el presupuesto para que proceda una asamblea especial es que una decisión del órgano de gobierno de
la sociedad afecte los derechos de una clase de acciones. Aunque no haga indirecta o mínimamente.
Por otra parte, no es necesario que la conformidad sea previa a la asamblea general de accionistas que tomara la decisión que
afecta a la clase. En su caso, esta resolución quedaría condicionada a la ratificación de la asamblea especial. En todos los casos, la
conformidad de la asamblea especial es esencial para la validez de la decisión de la asamblea general. De allí que un vicio en
aquella anula esta también.

En cuando al procedimiento, rigen las normas de la asamblea ordinaria.

ACTAS
La asamblea de accionistas es un acto presencial y verbal. Por diversos motivos, es conveniente tener una constancia escrita de
ella. Son instrumentos privados, formales, escritos y no solemnes que establecen una relación escrita de las deliberaciones y
resoluciones sociales. De los arts. 73 y 249 de la LGS surgen las siguientes previsiones:

a. La sociedad tiene que tener un libro especial en el que asentar las actas de las deliberaciones de los órganos colegiados.
b. El libro de actas debe contar con las formalidades de los libros de comercio.
c. Las actas tienen que estar confeccionadas y firmadas dentro de los 5 días de terminado el acto asambleario.
d. Las actas deben tener la firma del presidente y de los socios designados a tal efecto.
e. En las actos tienen que constar un resumen de las manifestaciones hechas en la deliberación, las votaciones y sus
resultados, con expresión completa de las decisiones tomadas.
f. Todo accionista puede solicitar una copia firmada del acta, a su costa.
Las actas se incorporarán en orden correlativo según la fecha de celebración y no pueden tener raspaduras, enmiendas o
agregados, a menos que estén expresamente salvados. Además, el libro de actas, pueden sustituirse por ordenadores u otros
medios mecánicos, magnéticos o electrónicos.
En cuanto al contenido del acta, es razonable que no haya una transcripción textual de todo lo hablado, pero si debe estar claro lo
dicho, en esencia, por cada participe del acto. También es posible anexar escritos presentados por los intervinientes o recurrir a
otros mecanismos que constaten lo ocurrido. Estos últimos no suplantan al acta, aunque pueden servir como prueba del acto.

Los responsables de confeccionar y firmar las actas son los accionistas designados al efecto y el presidente de la asamblea. El
tema suele incluirse como primer punto del orden del día. No obstante, no es imprescindible que figure en este para la validez de
la decisión.

DERECHO DE RECESO
El derecho de receso es dado a los accionistas disconformes con una resolución de la asamblea. Mediante una manifestación
unilateral de voluntad, esos accionistas pueden extinguir su vinculo social, con derecho al reembolso del valor de su participación.

Si, por cualquier motivo, el derecho de receso es inconveniente para la sociedad, la decisión que lo provoco puede ser revocada.
Esto conlleva que la manifestación de voluntad de retiro quede sin efecto.

Es nula toda disposición que excluya el derecho de receso o agrave las condiciones de su ejercicio. La renuncia genérica al
derecho de receso es invalida.

SUPUESTOS EN LOS QUE PROCEDE


Los establece el art. 244 último párrafo y 245 párrafo 1.

Supuestos especiales.

Cuando se tratare de la transformación, prórroga o reconducción, excepto en las sociedades que hacen oferta
pública o cotización de sus acciones; de la disolución anticipada de la sociedad; de la transferencia del domicilio al
extranjero, del cambio fundamental del objeto y de la reintegración total o parcial del capital, tanto en la primera
cuanto en segunda convocatoria, las resoluciones se adoptarán por el voto favorable de la mayoría de acciones con
derecho a voto, sin aplicarse la pluralidad de voto. Esta disposición se aplicará para decidir la fusión y la escisión,
salvo respecto de la sociedad incorporante que se regirá por las normas sobre aumento de capital.

Derecho de receso.

ARTICULO 245. — Los accionistas disconformes con las modificaciones incluidas en el último párrafo del
artículo anterior, salvo en el caso de disolución anticipada y en el de los accionistas de la sociedad incorporante en
fusión y en la escisión, pueden separarse de la sociedad con reembolso del valor de sus acciones. También podrán
separarse en los pasos de aumentos de capital que competan a la asamblea extraordinaria y que impliquen
desembolso para el socio, de retiro voluntario de la oferta pública o de la cotización de las acciones y de
continuación de la sociedad en el supuesto del artículo 94 inciso 9).

Limitación por oferta pública.


En las sociedades que hacen ofertas públicas de sus acciones o se hallan autorizadas para la cotización de las
mismas, los accionistas no podrán ejercer el derecho de receso en los casos de fusión o de escisión si las acciones
que deben recibir en su consecuencia estuviesen admitidas a la oferta pública o para la cotización, según el caso.
Podrán ejercerlo si la inscripción bajos dichos regímenes fuese desistida o denegada.

Titulares.

Sin perjuicio de lo dispuesto por el artículo 244 para la determinación de la mayoría, el derecho de receso sólo
podrá ser ejercido por los accionistas presentes que votaron en contra de la decisión, dentro del quinto día y por los
ausentes que acrediten la calidad de accionistas al tiempo de la asamblea, dentro de los quince (15) días de su
clausura. En los supuestos a que se refiere el párrafo anterior, el plazo se contará desde que la sociedad comunique
la denegatoria o el desistimiento mediante avisos por tres (3) días en el diario de publicaciones legales y en uno de
los que tenga mayor circulación en la República.

Caducidad.

El derecho de receso y las acciones emergentes caducan si la resolución que los origina es revocada por asamblea
celebrada dentro de los sesenta (60) días de expirado el plazo para su ejercicio por los ausentes; en este caso, los
recedentes readquieren sin más el ejercicio de sus derechos retrotrayéndose los de naturaleza patrimonial al
momento en que notificaron el receso.

Fijación del valor.

Las acciones se reembolsarán por el valor resultante del último balance realizado o que deba realizarse en
cumplimiento de normas legales o reglamentarias. Su importe deberá ser pagado dentro del año de la clausura de la
asamblea que originó el receso, salvo los casos de retiro voluntario, desistimiento o denegatoria de la oferta pública
o cotización o de continuación de la sociedad en el supuesto del artículo 94, inciso 9), en los que deberá pagarse
dentro de los sesenta (60) días desde la clausura de la asamblea o desde que se publique el desistimiento, la
denegatoria o la aprobación del retiro voluntario.

El valor de la deuda se ajustará a la fecha del efectivo de pago.

Por último, el estatuto puede prever otros motivos que den lugar al derecho de receso.

LEGITIMACION Y FORMA DE LA NOTIFICACIÓN


Tiene derecho de receso: los disconformes. Pueden ser accionistas disconformes tanto los que votaron en contra de la resolución
como los ausentes.

El accionista tiene que realizar una manifestación fehaciente de que ejerce el derecho de receso. Es un acto no solemne. Incluso
podría ser verbal.

Por último, el derecho de receso es indivisible. El accionista, de usarlo, tiene que hacerlo con el total de sus acciones.

PLAZO DE EJERCICIO DEL DERECHO


Hay que distinguir dos situaciones con respecto al plazo de ejercicio del derecho de receso:

1. Para el que votó en contra, es de cinco días.


2. Para el ausente, es de quince días.
En ambos casos, el plazo comienza a correr desde que concluyo la asamblea.

El plazo es de días corridos y empieza a contarse desde el día siguiente al de la clausura de la asamblea.

Una situación particular es la de la asamblea que es suspendida y pasa a un cuarto intermedio. En tal circunstancia, es probable
que la decisión que motiva el receso haya sido tomada en la primera reunión. ¿El plazo corre desde esta o desde que termina la
segunda? La cuestión no esta aclarada en la ley, pero ambos actos son una unidad, con lo cual, el plazo empieza a correr desde la
clausura de la segunda asamblea.

El plazo no puede disminuirse estatutariamente.

STATUS DEL SOCIO QUE EJERCE EL DERECHO DE RECESO. REVOCACIÓN


La comunicación del accionista que ejerce el derecho de receso no termina su relación con la sociedad. Por un lado, porque esta
puede revocar la decisión que dio lugar al derecho de receso y dejarlo sin efecto. Entretanto, la sociedad sigue funcionando y toma
decisiones que afectaran también al accionista. Por otra parte, aun resta el pago de las acciones y la extinción formar del vinculo
como socio.
El accionista pierde su condición de socio cuando notifica que quiere retirarse. El fundamento esta en que, con la revocación de la
resolución asamblearia, los recedentes readquieren sin mas el ejercicio de sus derechos.

La norma prevé que el accionista pierde el ejercicio de sus derechos.

Llevando a un caso concreto, el accionista recedente no tiene derecho de asistir a la asamblea que considerará el balance con el
cual se valuarán sus acciones. Si podrá, en su caso, impugnar la validez de esa resolución.
Una situación particular es la de las resoluciones tomadas por el órgano de gobierno antes de que la sociedad revoque la decisión
que dio lugar al receso. De acuerdo con lo dicho, el accionista no puede participar en ellas. Sin embargo, puede suceder que los
otros accionistas aprovechen esta situación para tomar decisiones que afecten al socio recedente. En su caso, si hubiese una
vinculación entre la revocación de la decisión que dio pie al ejercicio del derecho de receso y la decisión tomada durante el lapso
en el cual el socio recedente no pudo asistir a las asambleas, habría que evaluar la licitud de la primera.

REEMBOLSO DEL VALOR DE LAS ACCIONES

El accionista que ejerce el derecho de receso tiene derecho a que le paguen el valor de sus acciones.
El criterio adoptado por la ley es que hay que reembolsar la participación por el valor resultante del ultimo balance realizado o que
deba realizarse en cumplimiento de normas legales o reglamentarias. La sociedad tiene que pagar dentro del año de la clausura de
la asamblea que origino el receso. Como excepción, en los casos de retiro voluntario, desistimiento o denegatoria de la oferta
pública o cotización o de continuación de la sociedad en el supuesto del art. 94, el pago tiene que ser hecho dentro de los 60 días
desde la clausura de la asamblea o desde que fue publicado el desistimiento.
La forma de valuar las acciones y el pago puede ser regulado de otro modo en el estatuto, pero nunca en detrimento del accionista
que ejerce el derecho de receso.

En principio, el pago tiene que ser en dinero en efectivo, salvo una previsión distinta del estatuto o un acuerdo con el accionista.

Los intereses corren desde que se notifica el ejercicio del derecho de receso.

Hasta vencidos los 60 días para que la sociedad revoque la decisión asamblearia, el accionista no puede reclamar el pago.

La norma descarta la idea de que los accionistas puedan exigir balances especiales para hacer la valuación.

Entonces, el balance realizado es el confeccionado en fecha inmediatamente anterior al ejercicio del derecho de receso, cualquiera
sea su naturaleza. Si los estados contables están al día, de allí surgirá el valor de las acciones. No obstante, es posible que no sea
así. En tal caso, el valor resultara del balance que debe realizarse para regularizar la situación.
La formula actual tiene aspectos positivos. Los estados contables reflejan la situación patrimonial de la persona jurídica y
permiten tener una idea razonable del valor de la empresa. Particularmente, al accionista insatisfecho, que puede analizar la
conveniencia de ejercer su derecho de receso a sabiendas del valor de sus acciones. Otro tanto para el resto de los accionistas, que
pueden evaluar la revocación de la decisión con conocimiento del valor que pagara la sociedad.

IMPUGNACION DE ASAMBLEAS DE ACCIONISTAS


TIPOS DE ACCIONES DE IMPUGNACION

Planteo del tema y aclaración

Las características particulares de este régimen son las siguientes:

a. Los legitimados activos son los accionistas que no votaron favorablemente, los integrantes de otros órgano de la sociedad
y la autoridad de contralor.
b. La legitimada pasiva es la sociedad.
c. La resolución de la asamblea puede ser suspendida preventivamente mediante una medida cautelar si no hay perjuicios a
terceros.
d. Todas las acciones de impugnación tienen que acumularse.
e. Hay un plazo de tres meses para instar la acción de impugnación.
f. Responden por las consecuencias dañosas de la asamblea impugnada los accionistas que votaron favorablemente y los
integrantes de los otros órganos que no hayan obrado debidamente para evitar el perjuicio.
g. La resolución impugnada puede ser revocada por otra asamblea de accionistas.

CAUSAS DE NULIDAD

Literalmente, la acción de impugnación solo procedería cuando hay una resolución que viola la ley, el estatuto o el reglamento.
Las distintas causas de impugnación se pueden ordenar en las siguientes categorías:

a. Vicios en la convocatoria.
b. Vicios en la constitución.
c. Vicios en la deliberación.
d. Vicios en la votación.
e. Vicios en el contenido de la decisión.

LEGITIMACION

Legitimación activa
Los accionistas son los principales interesados en impugnar las asambleas. Sin embargo, no todos ellos están legitimados para
hacerlo. Puntualmente, el accionista que voto a favor de la resolución impugnada no puede iniciar la acción social de
impugnación, salgo que su voto haya sido motivado por un vicio de la voluntad.

Quienes si pueden impugnar son los accionistas que no votaron favorablemente y los ausentes que pueden acreditar la calidad de
socios a la fecha de la decisión impugnada.

El texto legal establece que el derecho de impugnación es personal e intransmisible. Por consiguiente, el sucesor de las acciones
no puede impugnar la asamblea.

Además de los accionistas, pueden impugnar los directores, síndicos y consejeros, y la autoridad de contralor.

Aunque no haya un perjuicio, el incumplimiento de sus deberes puede justificar una remoción con causa.
Los órganos de la sociedad, cuando son plurales, actúan de acuerdo con lo decidido en sus reuniones. No obstante, en la
impugnación, la legitimación es individual.

Es claro, que la acción podría ser iniciada por la minoría de los directores o consejeros.

Legitimación pasiva
La asamblea es un acto de un órgano de la sociedad. Es lógico que la demanda sea dirigida contra esta, el directorio es el que
defenderá la validez del acto. Sin embargo, cuando la acción es promovida por la mayoría de los administradores o miembros del
consejo de vigilancia, los socios que votaron favorablemente deben designar por mayoría un representante ad hoc en una asamblea
especial convocada a tal efecto.

PLAZO
El plazo corre desde la clausura de la asamblea. Cuando hay un cuarto intermedio, la clausura se produce al finalizar la segunda
reunión. Cuentan los días corridos.

PROCEDIMIENTO

El juez competente es el del domicilio de la sociedad y el juicio tramita por el procedimiento sumario.

Ante una asamblea nula, muchos pueden ser los interesados en lograr que así sea declarada. Para unificar el juzgamiento de la
licitud del acto, está prevista una acumulación obligatoria de todas las causas.

SUSPENSIÓN DE LA RESOLUCION
Las resoluciones de las asambleas son obligatorias para todos los accionistas y deben ser cumplidas por el directorio. Dado que la
ejecución de lo resuelto puede provocar perjuicios irreparables la ley societaria establece la medida cautelar de suspensión
preventiva.

Los requisitos son los siguientes:

a. Los legitimados activos, obviamente, son los mismos que están autorizados para iniciar la acción principal de
impugnación.
b. Dos requisitos típicos de las medidas cautelares son la verosimilitud del derecho y el peligro en la demora.
c. Otro aspecto que debe ponderar el tribunal es que la suspensión no produzca perjuicios a terceros.
d. El último requisito previsto en la norma es típico de las medidas cautelares: la prestación de una contracautela para
asegurar el pago de los posibles daños provocados por la suspensión de a asamblea.

EFECTO DE LA NULIDAD
La regla general es que la nulidad vuelve las cosas al mismo estado en que se hallaba antes del acto declarado nulo y obliga a las
partes a restituirse mutuamente lo que han recibido.
La nulidad del acto tiene efecto retroactivo para la sociedad, los socios y todos los integrantes de sus órganos. Sin embargo, la
nulidad no puede efectuar a los terceros de buena fe que adquirieron derechos por la ejecución del acto impugnado. Si no es
posible la restitución por este motivo, solo quedara la posibilidad de la reparación de los daños.
Es posible declarar la nulidad parcial, esto sucede, por ejemplo, cuando un socios con interés contrario voto un punto del orden del
día, y es impugnado solo este y no los restantes.

Responsabilidad por asambleas impugnadas

LEGITIMACION ACTIVA
Los accionistas que votaran favorablemente las resoluciones que se declaren nulas, responden ilimitada y solidariamente de las
consecuencias de las mismas, sin perjuicio de la responsabilidad que corresponda a los directores, síndicos e integrantes del
consejo de vigilancia.

Cuando se ve agravado el accionista que inicia la acción de impugnación el daño puede ser particular o de la sociedad. Si el daño
es de la sociedad puede ir contra los mencionados en el art. 254 parr. 1. Si es particular, contra todos estos y la sociedad, ya que el
acto nulo le es imputado porque fue realizado por su órgano.
Sobre los terceros damnificados por la asamblea nula responden los socios por las consecuencias de la sociedad. El daño a un
tercero es una consecuencia de la resolución nula y la disposición no tiene las limitaciones en materia de legitimación activa del
art. 251 de la LGS.

LEGITIMACION PASIVA
En cuanto a los accionistas, el responsable es el titular del voto. No es la calidad de socio lo que define la responsabilidad, sino el
acto de votar.
Con respecto a los integrantes de otros órganos, la disposición es amplia y permite abarcar cualquier motivo por el cual, sus
acciones u omisiones han colaborado para que la asamblea nula provocase perjuicios.

Las acciones contra los legitimados pasivos pueden acumularse. No obstante, deben estar claramente delimitadas y fundadas en
cada caso.

PRESCRIPCION
El plazo de prescripción de las acciones de responsabilidad es de 3 años.

REVOCACION DE LA RESOLUCION
La sociedad no esta obligada a defender la validez de la asamblea. El paso del tiempo puede agravar los daños de la resolución
nula. A tal efecto, esta puede ser revocada por una resolución posterior del mismo órgano de gobierno. En tal caso, la pretensión
del juicio será abstracta. Por lo tanto, no precedería la iniciación o continuación del proceso.

La revocación de la resolución tiene efecto desde que es dictada. No obstante, todo perjuicio provocado por la resolución nula
tiene que ser reparado. De allí que la disposición establezca que subsiste la responsabilidad por los efectos producidos o que sean
su consecuencia directa.

También podría gustarte