Diagnostico PPR Conpes PP Ruralidad 2023
Diagnostico PPR Conpes PP Ruralidad 2023
Diagnostico PPR Conpes PP Ruralidad 2023
Equipo Técnico
2
Este documento contó con la participación y apoyo institucional de los equipos de las siguientes
entidades:
3
INTRODUCCIÓN 13
7. 268
8. 281
9. BIBLIOGRAFÍA 294
5
TABLA DE CONTENIDO
TABLA DE MAPAS
Mapa 1. Localización de Piezas Rurales y centros poblados 22
Mapa 2. Población por Pieza Rural 25
Mapa 3. Densidad poblacional 28
Mapa 4. Elementos de la EEP Municipios de la Región 86
Mapa 5. Cambios en Bosque - No Bosque en la Región. 2010 Vs 2019 87
Mapa 6. Cambios en la Precipitación en Región 88
Mapa 7. Cambios en la temperatura Media Anual en Región 89
Mapa 8. Áreas Protegidas del SINAP 92
Mapa 9. Áreas de Conservación In Situ 94
Mapa 10. Sistema Distrital de Áreas Protegidas 97
Mapa 11. Áreas de Especial Importancia Ecosistémica. 99
Mapa 12. EEP: Áreas Complementarias para la Conservación. 100
Mapa 13. Coberturas de la Tierra por Pieza Rural 102
Mapa 14. Predios del Programa OAF por Componente Según Pieza Rural. 110
Mapa 15. Densidad de Flora Estimada. 111
Mapa 16. Índice Pobreza Multidimensional – Piezas Rurales 138
Mapa 17. Superficie total huella urbana para Bogotá según pieza rural 143
Mapa 18. Limitantes ambientales del crecimiento urbano 144
Mapa 19. Alertas derivadas del escenario tendencial 145
Mapa 20. Concentración Predial por Piezas Rurales. 150
Mapa 21. Distribución del área sembrada por pieza rural 153
Mapa 22. Porcentaje de unidades de producción pertenecientes a alguna asociación según vereda
156
Mapa 23. Porcentaje de unidades de producción con asistencia técnica según vereda. 159
Mapa 24. Porcentaje de unidades de producción con sistemas de riego según vereda 162
Mapa 25. Piezas Rurales con maquinarias y construcciones.. 164
Mapa 26. Establecimientos por actividad económica en las piezas rurales de Bogotá. 165
Mapa 27. Empleo por unidad económica para las piezas rurales de Bogotá. 168
Mapa 28. Porcentaje de predios con actividades no agropecuarias por Pieza Rural. 171
Mapa 29. Personas en situación de desempleo de larga duración según veredas. 176
Mapa 30. Personas en Situación de Trabajo Informal 177
Mapa 31. Proyección de ingresos mensuales por hogar 179
Mapa 32. Proyección de ingresos mensuales por hogar en la Ruralidad Bogotana 180
Mapa 33. Haciendas antiguas localizadas por pieza rural. 190
Mapa 34. Localización de sitios arqueológicos distritales y nacionales. 191
Mapa 35. Parque arqueológico y del patrimonio cultural-Usme. 193
Mapa 36. Identificación de cuerpos de agua por pieza rural. 196
Mapa 37. Red Vial Integral en la Región. 204
Mapa 38. Red de Vías No Vehiculares por Pieza Rural. 206
Mapa 39. Densidad Vial Rural Vehicular por Pieza Rural. 208
Mapa 40. Hogares según tipo déficit por Pieza Rural. 214
Mapa 41. Cobertura del servicio de Acueducto. 216
Mapa 42. Infraestructura Asociada a Acueductos Comunitarios por Pieza Rural. 218
Mapa 43. Cobertura de Acueductos Comunitarios por Pieza Rural. 220
Mapa 44. Cobertura de Acueductos Comunitarios Vs Densidad de Drenajes por Pieza Rural. 221
Mapa 45. Cobertura del servicio de Alcantarillado. 222
Mapa 46. Cobertura del servicio de Recolección de basuras. 223
Mapa 47. Cobertura del servicio de Energía eléctrica. 224
6
Mapa 48. Cobertura del servicio de gas natural conectado a red pública 225
Mapa 49. Cobertura del servicio de internet. 226
Mapa 50. Espacio público. 228
Mapa 51. Registros de videocámaras zona rural de Usaquén a 31 de diciembre de 2021 300
Mapa 52. Registros de videocámaras en zona rural de Chapinero a 31 de diciembre de 2021 300
Mapa 53. Registros de videocámaras en zona rural de Santa Fe a 31 de diciembre de 2021 301
Mapa 54. Registros de videocámaras en zona rural de San Cristóbal a 31 de diciembre de 2021
301
Mapa 55. Registros de videocámaras en zona rural de Usme a 31 de diciembre de 2021 302
Mapa 56. Registros de videocámaras en zona rural de Suba a 31 de diciembre de 2021 302
Mapa 57. Registros de videocámaras en zona rural de Ciudad Bolívar a 31 de diciembre de 2021
303
TABLA DE ILUSTRACIONES
Ilustración 1. Dimensiones y ejes dinamizadores del desarrollo rural sostenible. 50
Ilustración 2. Objetivos del desarrollo rural sostenible para Bogotá D.C 52
Ilustración 3. Perspectiva integral del desarrollo rural sostenible 52
Ilustración 4. Estrategia de participación 71
Ilustración 5. Ruta para la organización y análisis de información 75
Ilustración 6. Situación problemática como conjunto de limitaciones 256
Ilustración 7. Árbol de problemas. 260
Ilustración 8. . Árbol de objetivos 261
Ilustración 9. Hitos de la historia de Sumapaz relacionados con el conflicto armado 285
TABLA DE GRÁFICOS
Gráfico 1. Población centros poblados y rural disperso 22
Gráfico 2. Porcentaje de población por Pieza Rural 23
Gráfico 3. Crecimiento y Proyección poblacional 25
Gráfico 4. Estructura poblacional: 2022 vs. 2038 26
Gráfico 5. Sociograma localidades de Suba y Cerros Orientales 66
Gráfico 6. Sociograma localidades de Sumapaz y Ciudad Bolívar 67
Gráfico 7. Sociograma localidad de Usme 67
Gráfico 8. Composición de las Estructuras Territoriales 74
Gráfico 9. Distribución Porcentual del Sistema Hídrico por Pieza Rural 97
Gráfico 10. Distribución Porcentual de Páramos por Pieza Rural 98
Gráfico 11. Observación de fauna silvestre 110
Gráfico 12. Cantidad de personas que observaron fauna silvestre en su localidad 110
Gráfico 13. Avistamiento de Fauna Silvestre en Bogotá 111
Gráfico 14. Tipo de fauna silvestre que ha sido vista en la localidad de Sumapaz 112
7
Gráfico 15. Porcentaje de participación de las Actividades Agropecuaria en el PIB de Bogotá 114
Gráfico 16. Número de hectáreas (área) en producción pecuaria y agrícola 115
Gráfico 17. Porcentaje de producción (Toneladas) pecuaria y agrícola 115
Gráfico 19. Producción agrícola en toneladas en áreas de protección vs áreas de producción. 117
Gráfico 20. Tamaño de sistemas de producción de ganadería en Bogotá D.C. 119
Gráfico 21. Tipo de explotación porcina en Bogotá 120
Gráfico 22. Tipo de negocio por localidades 164
Gráfico 23. Volumen anual de alimentos comercializados en las plazas mayoristas de alimentos de
Bogotá. Fuente: Elaboración SDP con base en SIPSA - DANE 122
Gráfico 24. Lugar de procedencia de los alimentos que se comercializan en las plazas de Bogotá
122
Gráfico 25. Establecimientos económicos en las piezas rurales por sector 126
Gráfico 26. Establecimientos económicos en las piezas rurales por tipo de emplazamiento 127
Gráfico 27. Número de ha por rangos de áreas - total 128
Gráfico 28. Establecimientos económicos en las piezas rurales según registro en cámara de comercio
128
Gráfico 29. Operaciones de crédito agropecuario y rural por tamaño del productor, 2022 en Bogotá
129
Gráfico 30. Distribución de créditos agropecuarios y rurales para pequeños productores por líneas
de apalancamiento 2022 en Bogotá. 130
Gráfico 31. Distribución de créditos agropecuarios y rurales para pequeños productores en 2022
según destino de crédito para la producción en Bogotá. 130
Gráfico 32. Seguridad Alimentaria. Algún integrante de su hogar dejo de consumir las tres comidas
uno o más días en la semana anterior. 132
Gráfico 33. Seguridad Alimentaria. Hogares que se han quedado sin alimentos 132
Gráfico 34. Índice de Pobreza Multidimensional por pieza rural 133
Gráfico 35. Evolución de la densidad poblacional en la huella urbana de Bogotá Región (hab/ha)
138
Gráfico 36. Crecimiento 2010-2016 de la huella urbana según clasificación del suelo 139
Gráfico 37. Evolución de la huella urbana (Ha) en prospectiva 2016 a 2050 139
Gráfico 38. Variación absoluta huella urbana 2030 y 2050 por Pieza Rural 140
Gráfico 39. Número de predios por rangos de áreas total 144
Gráfico 40. Número de ha por rangos de áreas - total 145
Gráfico 41. Número de predios, ha y porcentaje de predios por rangos de áreas – Cerros orientales
145
Gráfico 42. Número de predios, ha y porcentaje de predios por rangos de áreas – Cuenca Tunjuelo
146
Gráfico 43. Número de predios, ha y porcentaje de predios por rangos de áreas – Sumapaz 146
Gráfico 44. Número de predios, Ha y porcentaje de predios por rangos de áreas –Norte- Torca .
Fuente: elaboración propia con base en información de la UAECD, 2021. 147
Gráfico 45. Principales actividades agropecuarias por Pieza Rural. 151
Gráfico 46. Destino de la Producción por Pieza Rural. 153
Gráfico 47. Porcentaje de Unidades productivas organizadas en esquemas asociativos, por pieza
rural 154
Gráfico 48. Tipo de organizaciones por pieza rural. 156
Gráfico 49. Porcentaje de unidades productivas con asistencia o asesoría para el desarrollo de las
actividades agropecuarias según Pieza Rural. 156
Gráfico 50. Servicios de asistencia técnica o asesoría por Pieza Rural. 158
Gráfico 51. Porcentaje de unidades productivas con sistemas de riego por Pieza Rural. 159
8
Gráfico 52. Sistemas de riego Utilizados por Pieza Rural. 161
Gráfico 53. Porcentaje de unidades productivas con maquinaria y construcciones según piezas rurales
161
Gráfico 54. Porcentaje de establecimientos agrupados y no agrupados en las piezas rurales 162
Gráfico 55. Número de empleados por establecimiento económico en las piezas rurales de Bogotá
165
Gráfico 56. Actividades no agropecuarias en UPAS por Pieza Rural. 168
Gráfico 57. Otras actividades económicas en las UPAS por Pieza Rural. 170
Gráfico 58. Actividades de apoyo en las unidades de producción agrícola por Pieza Rural. 171
Gráfico 59. Destino de créditos aprobados. 172
Gráfico 60. Fuente de créditos aprobados. 173
Gráfico 61. Incidencia Pobreza Monetaria 177
Gráfico 62. Diagrama de cajas - dispersión de los ingresos estimados por hogar según pieza rural
180
Gráfico 63. Nodos de equipamientos rurales 199
Gráfico 64. Cantidad Diaria de Viajes Totales en la Región 201
Gráfico 65. Estructura determinación déficit vivienda 211
Gráfico 66. Hogares con déficit cualitativo, cuantitativo y sin déficit por Pieza Rural 213
Gráfico 67. Tipo de Tenencia de las viviendas 214
Gráfico 68. Bocatomas de Acueducto por Pieza Rural 217
Gráfico 69. Distribución de Tanques de Almacenamiento de Agua por Pieza Rural 217
Gráfico 70. Porcentajes de Área de Pieza Rural Con Cobertura de Acueductos Comunitarios 218
Gráfico 71. Estudiantes Matriculados por Localidad 230
Gráfico 72. Porcentaje de afiliación al sistema de seguridad Social 232
Gráfico 73. Afiliados al sistema de salud por tipo de régimen 233
Gráfico 74. Acceso a computador portátil o de escritorio. 240
Gráfico 75. Uso del Internet. 240
Gráfico 76. Balance delictivo en clasificación rural entre 2019 - 2021 244
Gráfico 77. Balance delictivo en clasificación urbano entre 2019 - 2021 245
Gráfico 78. Resultados del balance delictivo en clasificación rural entre 2019 – 2021 246
Gráfico 79. Promedio de nivel de satisfacción con: su seguridad en los sitios que frecuenta -
Localidades rural (Centros poblados y rural disperso) 246
Gráfico 80. Comparación en porcentaje de balance delictivo respecto a violencia de género –
Llamadas por maltrato 247
Gráfico 81. Número de delitos por localidad 2019 – 2021 251
Gráfico 82. Número de personas atendidas en comisarías de familia de Sumapaz y Usme entre 2020
y 2021 252
Gráfico 83. Productos en políticas públicas distritales que se relacionan con la Política Pública de
Ruralidad 272
TABLA DE TABLAS
Tabla 1. Área y centros poblados de las Piezas Rurales 19
Tabla 2. Densidad Poblacional por pieza rural 27
Tabla 3. Índices demográficos 29
Tabla 4. Resoluciones de la Asamblea General de la ONU enfocadas a ruralidad 40
Tabla 5. Decretos distritales relevantes para el desarrollo rural 44
Tabla 6. Acuerdos emitidos por el concejo de Bogotá para la ruralidad 44
Tabla 7. Función de los conceptos en la fase de agenda 46
9
Tabla 8. Desafíos, impactos y posibilidades de las actividades de participación. 69
Tabla 9. Alcance de las actividades de participación 71
Tabla 10. Información cuantitativa del proceso de participación 72
Tabla 11. Proporción de Área de EEP por Pieza Rural 89
Tabla 12. Áreas Protegidas de SINAP por Pieza Rural. 90
Tabla 13. Áreas de Conservación In Situ por Pieza Rural. 92
Tabla 14. Paisajes Sostenibles por Pieza Rural. 94
Tabla 15. EEP: Parque Distrital Ecológico de Montaña. 94
Tabla 16. EEP: Reserva Distrital de Humedal. 95
Tabla 17. Áreas de Especial Importancia Ecosistémica. 96
Tabla 18. Área en Bosque Años 2010 y 2019. 101
Tabla 19. Comparativo Bosque IDEAM vs Bosque SDP. 101
Tabla 20. Cambios en Escorrentía a 2040 por Pieza Rural. 103
Tabla 21. Cambios en la Precipitación a 2040 por Pieza Rural 104
Tabla 22. Cambios en la Temperatura a 2040 por Pieza Rural. 104
Tabla 23. Ordenamiento Ambiental de Fincas en Áreas de EEP Restringida. 107
Tabla 24. Programas IDPYBA 112
Tabla 25. Cabezas y predios de ganado Bovino en Bogotá, 2022 118
Tabla 26. Cabezas y predios porcícolas en Bogotá D.C. 119
Tabla 27. Aves y predios avícolas en Bogotá 120
Tabla 28. Grupos de alimentos comercializados en las plazas mayoristas del Distrito, provenientes
de Bogotá.124
Tabla 29. Volumen de alimentos comercializados en centrales mayoristas de Bogotá, provenientes de
la Región Metropolitana. 125
Tabla 30 Índice de Pobreza Multidimensional 133
Tabla 31. Identificación equipamientos culturales en las ruralidades de Bogotá 183
Tabla 32. Descripción de oferta cultural en ruralidades 184
Tabla 33. Longitud (Km) de Vías Vehiculares y Senderos por Pieza Rural 204
Tabla 34. Hogares en déficit 211
Tabla 35. Infraestructura Asociada a Acueductos Comunitarios. 215
Tabla 36. Cobertura de Acueductos Comunitarios por Pieza Rural. 217
Tabla 37. . Espacios Públicos de acuerdo con urbanismo 224
Tabla 38. Uso espacio público de cesión 225
Tabla 39. Uso espacios públicos de no cesión 225
Tabla 40. Estudiantes Matriculados por Localidad, detalle Colegio 227
Tabla 41. Enfermedades Crónicas No Transmisibles Año 2021 Rural Bogotá D.C. 232
Tabla 42. Equipamientos en salud en la zona rural de Bogotá D.C., Año 2021 233
Tabla 43. Equipamientos en salud en la zona rural de Bogotá D.C., Año 2021 234
Tabla 44. Grupo de Servicios de Salud por USS de zona rural de Bogotá D.C. Año 2021 235
Tabla 45. Demanda Ruralidad Consulta Externa por Servicios - SISS SUR E.S.E., por USS. Año 2021
236
Tabla 46. Atención de Crecemos en la Ruralidad por localidad y veredas en 2021. 241
Tabla 47. Espacios Rurales para las niñas y los niños rurales ofrecidos por la Secretaría de Integración
Social, 2021. 242
Tabla 48. Número de casos de delitos sexuales por localidad con suelo rural 246
Tabla 49. Número de casos de asesinato de mujeres por localidad con suelo rural 247
Tabla 50. Número de casos de violencia intrafamiliar por localidad con suelo rural
247
Tabla 51. Número de casos de lesiones personales por localidad con suelo rural 247
Tabla 52. Servicios del SIDICU a prestar por la Unidad Móvil Rural 248
Tabla 53. Resultado de la estrategia móvil 251
10
Tabla 54. Atenciones prestadas por los servicios ofrecidos por la Secretaría Distrital de la Mujer en
Sumapaz 2020-2021 252
Tabla 55. Factores estratégicos, objetivos y resultados esperados 260
Tabla 56. Identificación y descripción de las áreas protegidas del orden nacional 264
Tabla 57. Identificación y descripción de las áreas protegidas del orden nacional 265
Tabla 58. Determinantes ambientales en Bogotá 266
Tabla 59. Zonas y subzonas de la zonificación propuesta en cada uno de los POMCA río Bogotá y
río Guayuriba 267
Tabla 60. Principios de mediano y corto plazo del Decreto 555 de 2021 alrededor de ruralidad
269
Tabla 61. Resoluciones de la asamblea general de la ONU enfocadas a ruralidad 284
Tabla 62. Convenios multilaterales ambientales firmados y/o ratificados por Colombia 286
Tabla 63. Sentencias de la corte constitucional relacionadas con derechos del sujeto campesino 287
Tabla 64. Disposiciones nacionales relevantes para el desarrollo rural 289
Tabla 65. Disposiciones nacionales relevantes sobre asuntos ambientales 291
Tabla 66. Normas relacionadas con el Plan de Ordenamiento y manejo de Cuenca del Rio Bogotá y
los ríos Guayuriba, Negro, Blanco y Tunjuelo 292
Tabla 67. Normas relacionadas con la Reserva Forestal Protectora Productora de la Cuenca Alta del
río Bogotá 293
Tabla 68. Acuerdos emitidos por la CAR e INDERENA 293
Tabla 69. Decretos distritales en materia ambiental 294
Tabla 70. Normatividad relevante rural 274
Tabla 71. Lugares identificados como relevantes para el pueblo Muisca en la localidad de Suba
303
Tabla 72. Pilares y líneas estratégicas del PND 2018-2022 “Pacto por Colombia, pacto por la
Equidad” 329
Tabla 73. Directrices nacionales y su relación con la Política Pública de Ruralidad 329
Tabla 74. Productos de otras políticas públicas relacionados con la PPR, según objetivos
331
Tabla de SIGLAS
Abreviatura Significado
ACNUR Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados
CAL Comisión Ambiental Local
CAR Corporación Autónoma Regional
CEPAL Comisión Económica para América Latina y el Caribe
CLIP Consejos Locales Intersectoriales de Participación
CLOPS Consejo Local de Política Socia
CNA Censo Nacional Agropecuario 2014
CNPV Censo Nacional de Población y Vivienda
CONPES Consejo Nacional de Política Económica y Social
D.C. Distrito Capital
DANE Departamento Administrativo Distrital
DDHH Declaración Universal de Derechos Humanos.
DNP Departamento Nacional de Planeación
11
DRS Dirección de Inspección y Vigilancia
EEP Estructura Ecológica Principal
Has Hectáreas
IDEAM Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales.
IPM Índice de Pobreza Multidimensional
JAL Juntas de Acción Local
MDRS Modelo de Desarrollo Rural Sostenible
MOT Modelo de Ordenamiento Territorial
MVCT Ministerio de Vivienda, Ciudad y Territorio.
ODS Objetivos de Desarrollo Sostenible
ONU Organización de las Naciones Unidas
PAC Política Agrícola Común
PDET Programas de Desarrollo con Enfoque Territorial
PMA Plan de Manejo Ambiental
PNN Parques Nacionales Naturales
POMCA Planes de Ordenación y Manejo de Cuencas Hidrográficas
POT Plan de Ordenamiento Territorial
PPR Política Pública de Ruralidad
PSA Pagos por Servicios Ambientales
RAP-E Región Administrativa y de Planificación Especial
SDA Secretaría Distrital de Ambiente
SDP Secretaría Distrital de Planeación
SIPSA Sistema de Información de Precios y abastecimiento
TIC Tecnologías de la información y la comunicación
UARIV Unidad para la Atención y Reparación Integral a las Víctimas - Mapa víctimas
ULDER Unidad Locales de Desarrollo Rural
UPL Unidad de Planeamiento Local
UPRA Unidad de Planificación Rural Agropecuaria
12
INTRODUCCIÓN
La reformulación de la Política Pública Distrital de Ruralidad del Distrito Capital (D.C.) es un proceso
que adelanta la Secretaría Distrital de Planeación (SDP), en coordinación con otros sectores de la
Administración Distrital, luego de cumplirse más de una década de vigencia del Decreto Distrital 327
de 2007, mediante el cual se adoptó por primera vez en el Distrito una política con enfoque
territorial para la ruralidad a través del Decreto Distrital 042 de 2010, y cuyo Plan de Acción
(conocido como Plan de Gestión del Desarrollo Rural Sostenible –PGDR) se adoptó mediante el
Decreto 042 de 2010.
“esta Política presenta vacíos metodológicos en su formulación que es necesario subsanar para
atender de manera debida a su finalidad. Su pertinencia y el carácter estratégico de la misma
para el desarrollo y la sostenibilidad de Distrito Capital lo exigen. Esto incluye el desarrollo de
los mecanismos para garantizar los instrumentos y el arreglo institucional necesarios para una
adecuada implementación” (Secretaría Distrital de Planeación, 2016, pág. 311)
(…) “alcanzar la congruencia entre la política y el plan de acción que se formule para su
implementación, así como de los proyectos y programas de corto plazo que atañen a sus
objetivos con este último, y el establecimiento de una coordinación capaz de aglutinar de una
manera integral a las distintas entidades con competencias en el tema en torno al propósito,
es fundamental para su desarrollo” (Secretaría Distrital de Planeación, 2016, pág. 311)
Esta Resolución modificó los procedimientos, para que se ajustaran a lo reglado por el Decreto
Distrital 084 de 2022, "Por medio del cual se modifica el artículo 6 del Decreto Distrital 668 de 2017
13
y se dictan otras disposiciones", que permite que las políticas puedan ser adoptadas por Decreto
Distrital.
Sobre estas bases, en 2019 inició el proceso de ajuste a la Política Pública de Ruralidad. Este proceso
empató con la adopción del Plan de Desarrollo Distrital 2020 – 2024 “Un nuevo contrato social y
Ambiental para la Bogotá del siglo XXI” (Acuerdo Distrital 761 de 2020), en el marco del cual se
propuso el Logro de Ciudad No. 10, “Apropiar el territorio rural desde su diversidad étnica y cultural
como parte de Bogotá Región”. Para este logro, la Administración Distrital comprende que la
apropiación del territorio rural parte de armonizar sus valores ambientales y los procesos de
desarrollo rural de las comunidades que lo habitan. En concordancia con este Logro de Ciudad, se
estableció el Programa 23 “Bogotá Rural” y, asociado a éste, se formuló el Proyecto de Inversión
7629 para la “Reglamentación de los instrumentos operacionales para el desarrollo rural sostenible
de Bogotá”, a saber: el Modelo de Desarrollo Rural Sostenible–MDRS, el Sistema de Información
para el Desarrollo Rural –SIPSDER (que dio origen a la plataforma “Bogotá Rural”, la Estructura
Institucional de Desarrollo Rural Sostenible (en desarrollo de la cual se trabaja en la conformación
de la denominada “Gerencia Rural”), y la Política Pública de Ruralidad. Así, la Administración Distrital
busca asegurar una adecuada articulación institucional para la intervención efectiva en el Territorio
Rural del D.C”.
Por su parte, en los relacionamientos ecológicos en las ruralidades, se identifica, como posible
limitante, un aprovechamiento y uso no compatible de las actividades humanas con la oferta de los
ecosistemas, que se traduce en la disminución de la capacidad de soporte de los ecosistemas para
las actividades humanas, es decir, la ocupación no sostenible de estos territorios. Esto plantea un
reto importante para la conciliación de instrumentos como la Zona de Reserva Campesina (adoptada
mediante el Acuerdo 252 de 2011 de la Agencia Nacional de Tierras) con ecosistemas de gran
importancia como el páramo, en donde se deben armonizar las formas de vida campesina con los
objetivos de protección y conservación.
En cuanto a las identidades, el patrimonio y la cultura, con el diagnóstico se identifican que existen
tensiones interculturales e intergeneracionales. Es decir, dificultades en los relacionamientos entre
los tradicionales y nuevos pobladores, así como entre la población joven y la adulta mayor. Sumado
a esto, se encuentra un bajo reconocimiento y significación de la identidad, el patrimonio y la
14
cultura; así como las dificultades para acceder a programas e infraestructura que permitan la
recuperación y el fortalecimiento de la memoria y los procesos culturales.
En cuanto a los factores políticos, se advierten dos elementos fundamentales relacionados con la
gobernanza y la participación. Por un lado, la disposición y las posibilidades que tienen las
comunidades de tomar parte activa, con capacidad de incidencia, en las actividades y decisiones
que afectan al territorio. Y, por otro lado, la necesidad de que la institucionalidad pueda relacionarse
con las comunidades a través de un enfoque territorial y, sobre todo, de manera articulada, desde
los ejercicios de recolección de información y socialización, hasta la ejecución de sus acciones. Esto
indica que la permanencia de las poblaciones en el suelo rural del distrito implica también la
permanencia institucional allí.
Por su parte, el objetivo específico 2, Fortalecer los relacionamientos funcionales para el desarrollo
integral y sostenible de las ruralidades con la Bogotá urbana, la Región y el país, contempla
resultados como la reducción del porcentaje de áreas rurales con conflictos de uso del suelo
conforme a los determinantes ambientales por pieza rural; y la disminución de la Pobreza Monetaria
en las zonas rurales de Bogotá.
Pese a este complejo escenario, el proceso para la priorización de problemáticas (y objetivos) resultó
de la realización de 57 espacios de participación en los cuales contribuyeron más de 500 personas,
entre actores de entidades distritales y regionales, organizaciones externas – con interés en temas
rurales-, sectores académicos y la comunidad campesina, rural y otros actores del área urbana de
Bogotá (en desarrollo de actividades adelantadas para la formulación de un Modelo de Desarrollo
Rural Sostenible para el D.C.; como hoja de ruta principal para orientar las actuaciones en las
ruralidades en un horizonte de largo plazo). Estas actividades de participación incluyeron, entre
otros, grupos poblacionales como niños y niñas, mujeres campesinas y rurales y población adulta.
El objetivo fue identificar e incorporar las diversas miradas sobre los territorios rurales de Bogotá.
15
Uno de los ejes articuladores de esta Política, fue la consideración de diferentes enfoques, de
manera transversal, para la elaboración del diagnóstico; en particular, el enfoque territorial, que
parte de identificar la heterogeneidad de las comunidades y sus territorios. En consecuencia, los
ejercicios de participación se hicieron de manera diferenciada en cada una de las localidades con
suelo y comunidad campesina y/o rural (ver capítulo 5). Adicionalmente, el enfoque territorial
consideró el contexto regional pues, a pesar de la existencia de límites político-administrativos, las
comunidades y la administración distrital reconocen que los modos de vida superan dichas fronteras
y que las dinámicas se envuelven en factores de convivencia regional, por lo que las prácticas
culturales y expresiones artísticas se presentan como relaciones de continuidad identitaria.
16
1 RURALIDAD EN BOGOTÁ D.C.
1.1 DEFINICIÓN DE TERRITORIO RURAL
De acuerdo con la Ley 388 de 1997, en Bogotá se definen tres clases de suelo: suelo urbano, suelo
de expansión urbana y suelo rural1. El suelo rural se compone de terrenos en donde no es apto el uso
urbano por estar destinado a usos agropecuarios, forestales, de explotación de recursos naturales,
entre otros. En Bogotá, el suelo rural corresponde al 75% del área total del D.C., y se encuentra
ordenado en unidades espaciales caracterizadas con base en criterios biofísicos, sociales, económicos
y funcionales las cuales se denominan “Piezas Rurales”, (Alcaldía Mayor de Bogotá, 2021). Así, en el
artículo 395 del Plan de Ordenamiento Territorial (POT) , Decreto 555 de 2021, “Por el cual se adopta
la revisión general del Plan de Ordenamiento Territorial de Bogotá D.C.”, se definieron cuatro (4) piezas
rurales: Sumapaz, Cuenca del Tunjuelo, Cerros Orientales y Norte.
Así mismo, en desarrollo del Modelo de Ocupación Territorial (MOT) definido en el POT, se establecen
Unidades de Planeamiento Local -UPL como un elemento de escala local, a partir del cual “se busca
ordenar territorios con mejor equivalencia poblacional y correspondencia con los determinantes
ambientales, históricas y culturales de su ocupación, al interior de los cuales se garanticen condiciones
mínimas de proximidad, disponibilidad y diversidad de soportes territoriales, servicios del cuidado y
sociales y acceso a empleo (…)”.
Dentro de la definición y delimitación de las 33 UPL que conforman el D.C. en el POT, se encuentran
tres (3) UPLs Rurales: Sumapaz, Cerros Orientales y Cuenca del Tunjuelo, las cuales están
delimitadas como suelo rural; y una cuarta (4) UPL urbano-rural denominada Torca, con
aproximadamente 60% de suelo rural; ámbito espacial que corresponde a la Pieza Rural Norte.
Mediante este elemento orientador de la planificación a escala local se busca:
Con base a lo anterior, las UPL se constituyen como marcos espaciales para la gestión de los territorios,
con base a los cuales se busca trabajar en la definición de oportunidades mediante proyectos
integrales que se asocian a esquemas de proximidad para mejorar la oferta de servicios sociales y
del cuidado. Estás pueden ser 100% rurales, o urbano rurales, como el caso de la UPL Norte-Torca.
Las piezas rurales, por su parte, son unidades espaciales que se agrupan con base a criterios biofísicos,
sociales, económicos, y funcionales que determinan cierta homogeneidad territorial, pensadas como
unidades para el ordenamiento territorial, y que corresponden exclusivamente a suelo rural. Las
piezas rurales son unidades que pueden servir de ámbito para la definición de norma (mediante
Unidades de Planeamiento Rural –UPR, como instrumentos de ordenamiento territorial de escala
intermedia, reconocidas por la norma nacional). En contraste, las UPL tienen la intención de facilitar
acciones de ordenamiento físico espacial, mediante la definición de proyectos integrales de
proximidad, que no definen norma aplicable al suelo en donde se desarrollan. Ambas figuras, en
1 El suelo urbano se conforma de las áreas con usos urbanos dotadas de infraestructura vial y redes de servicios públicos
domiciliarios que permiten su urbanización y edificación. El suelo de expansión urbana corresponde a territorios que podrán
habilitarse para usos urbanos mediante planes parciales durante la vigencia de los planes de ordenamiento territorial (Ley
388 de 1997).
17
todo caso, corresponden a escalas territoriales símiles en cuanto a los límites físico espaciales de los
que se ocupan.
En atención a lo anterior, es necesario precisar que el presente documento de diagnóstico se estructura
a partir de las Piezas Rurales, como unidad de caracterización y análisis de las estructuras territoriales
rurales. Lo anterior implica que esta política dialoga con las UPL, en el entendido de que las apuestas
de gestión que se derivan del Plan de Acción de la Política aportan a la materialización del MOT a
través de las acciones que se definan en desarrollo de la reglamentación de las UPL rurales,
atendiendo a la coherencia entre la delimitación de las UPL con respecto a las piezas rurales. Cabe
recordar, en todo caso, que la Pieza Rural Norte no corresponde fielmente a la cobertura de la UPL
Torca, en la cual se encuentra, ocupando poco más del 60% de su extensión total.
Así las cosas, y en aras de homogeneizar conceptualmente este documento de diagnóstico y el ámbito
general de la política, las piezas rurales corresponden a la denominación de la UPL correspondiente.
Es decir, los dos conceptos dialogan en este documento. Esto es posible porque con excepción de la
Pieza Rural Norte, las piezas rurales Sumapaz, Cerros Orientales y Cuenca del Tunjuelo coinciden
tanto en denominación como en su delimitación espacial con las UPL en que se ubican. Así las cosas,
el presente documento se construye sobre las cuatro (4) piezas rurales del D.C., que podrán ubicarse
bajo las siguientes denominaciones:
Sumapaz: coincide con los límites político-administrativos de la localidad de Sumapaz.
Cuenca del Tunjuelo: engloba el suelo rural de Usme y Ciudad Bolívar, e incluye la Reserva
Forestal Protectora Productora Cuenca alta del Río Bogotá.
Cerros Orientales: conformado por la Reserva Forestal Protectora Bosque Oriental, y el Área
de Ocupación Público Prioritaria de la Franja de Adecuación de los cerros (en suelo rural de
Usaquén, Chapinero, Santa Fe y San Cristóbal).
Norte -Torca: Engloba el suelo rural de Suba, incluida la Reserva Forestal Regional Productora
del Norte de Bogotá D.C. "Thomas Van Der Hammen".
La tabla 1, a continuación, caracteriza las cuatro (4) piezas rurales con respecto a su área de extensión
(km2), localidades que abarcan, centros poblados y veredas que los conforman.
Veredas
Área Cantida Veredas
% de reconoci
de la d de oficiales
área Centros das por
Pieza rural pieza Localidades centros (sectores
del poblados la
rural poblad catastrale
total comunid
(km²) os s)
ad
Usaquén
Altos de
Cerros Chapinero
140,12 11% Serrezuel 1 17 109
Orientales
a
Santa Fe
18
San Cristóbal
Quiba
Bajo,
Usme
Mochuelo
Cuenca del
274,57 22% Alto, 4 43 55
Tunjuelo Ciudad Bolívar
Pasquilla
y El
Destino
Betania,
Nazareth
, San
Sumapaz 780,97 63% Sumapaz Juan, La 5 33 36
Unión y
Nueva
Granada
1.232,
Total 100%
34
A continuación, se caracterizan las piezas rurales, conforme a lo estipulado en el artículo 395 del POT,
de acuerdo con su función principal en el contexto regional y local:
1. Pieza Norte - Torca: Tiene como función principal proteger para la conservación de los
valores del patrimonio natural y cultural y conectar a Bogotá con los municipios de la Sabana
Centro a través de Cota y Chía, de manera que se contrarreste la tendencia a la conurbación
con estos municipios; su elemento más representativo es la Reserva Forestal Productora
Thomas Van der Hammen.
2. Pieza Cerros Orientales: Tiene como función principal la protección para la generación de
servicios ecosistémicos y ambientales, dando conectividad a Bogotá con los municipios de la
Calera, Choachí y Ubaque. Entre sus elementos más representativos, se encuentra la Reserva
Forestal Protectora Bosque Oriental de Bogotá, su Área de Ocupación Pública Prioritaria y el
Parque Ecológico Distrital de Montaña Torca.
3. Pieza Cuenca del Tunjuelo: Tiene como función el manejo del borde urbano-rural para aliviar
la presión de la urbanización, promover la producción agropecuaria sostenible y la
diversificación de actividades productivas rurales tradicionales y no tradicionales y resolver
los conflictos socioambientales referidos a actividades extractivas y de disposición de
residuos sólidos.
4. Pieza Sumapaz: Tiene como función principal la protección para la conservación y
producción sostenible logrando conectar a Bogotá, con el departamento del Meta, el Huila
y otros municipios de Cundinamarca. Este territorio incluye áreas que conforman el Parque
19
Nacional Natural Sumapaz, así como las cuencas hidrográficas del Río Blanco Guayuriba y
del Río Sumapaz.”
Como se desprende de lo anterior, las ruralidades de Bogotá, además de agrupar la mayor extensión
de suelo del D.C., se conforman en su gran mayoría de elementos constitutivos de la Estructura
Ecológica Principal –EEP, entre los que se resaltan ecosistemas de alto valor como páramos,
subpáramos y bosque andino; además de una gran riqueza hídrica de importancia para Bogotá y la
región. La EEP, que constituye la mayor parte del suelo rural (+90%), plantea grandes retos en su
gestión en un territorio en el que también habitan comunidades campesinas que tradicionalmente han
adelantado actividades productivas agrícolas y ganaderas, y que reivindican sus formas de
relacionamiento tradicional-productivo con el territorio. Además del reto que suscita la presión urbana
en las áreas de borde con suelo rural.
En este sentido, no es posible hablar de una sola ruralidad en el D.C., sino de diversas ruralidades,
cada una de las cuales han tenido un proceso de consolidación, estructuración y maduración a través
del tiempo. Es así, como a la largo del presente documento se hablará de ruralidades para hacer
alusión a la naturaleza diversa de los territorios rurales de Bogotá, cuyo reconocimiento supone uno
de los aspectos que mayor valor agregado otorga en la actualización del diagnóstico de la Política
de Ruralidad.
De esta manera, y con la intención de atender las particularidades de las ruralidades de Bogotá, el
presente documento de diagnóstico de la Política Pública de Ruralidad toma como unidad de análisis
para la información cuantitativa y cualitativa las piezas rurales antes descritas, desde un enfoque
territorial integral intersectorial. El mapa 1, a continuación, ilustra la ubicación y delimitación de las
piezas rurales, con sus respectivos centros poblados:
20
Mapa 1. Localización de Piezas Rurales y centros poblados
Fuente: Elaboración propia con base en POT 555/2021
La población que habita en territorios rurales es el eje central de la Política Pública de Ruralidad. Su
análisis busca entender la dinámica del crecimiento poblacional con la identificación de su tamaño,
ritmo de crecimiento, estructura, distribución espacial y su movilidad, entre otros. Y así, de este modo,
orientar las decisiones de la Política hacia la optimización de recursos humanos, ambientales y
económicos.
Cabe resaltar que las políticas, planes, programas o acciones deberán reconocer y valorar a los
distintos grupos poblacionales presentes en el territorio, sus necesidades e intereses, diversidad
cultural, étnica y social, así como la discrepancia de las condiciones sociales, económicas, políticas,
21
ambientales y culturales. A continuación se presentan las principales características demográficas del
territorio rural de Bogotá.
De acuerdo con la información del CNPV del DANE 2018, y que se presenta en el siguiente gráfico,
en suelo rural de Bogotá habitan un total de 25.166 personas, ubicadas entre centros poblados y
territorio rural disperso. Esta cifra se alcanza luego de que las ruralidades experimentaran un
crecimiento poblacional del 55,2% entre el 2005 y el 2018, tras un periodo de crecimiento sostenido
entre 1985 y 2005 (aproximadamente del 40% en promedio).
28.000 60%
55,2%
24.000 44,1% 50%
20.000 36,7% 40%
16.000
30%
12.000 25.166
20%
8.000 16.216
11.256 10%
4.000 8.232
0 0%
Censo 1985 Censo 1993 Censo 2005 Censo 2018*
Población centros poblados y rural disperso Incremento porcentual
Nota: el dato para la población censada en el 2018 es el resultado del cálculo de estimar la omisión en zonas no visitadas o incompletas.
Según la proyección de la población para el año 2022, se estima que los habitantes rurales de Bogotá
son 30.578. El mayor número de éstos se ubica en la pieza rural de la Cuenca Tunjuelo con el 63%
seguido, en menor porcentaje, por las piezas de Norte -Torca (14%), Sumapaz (12%) y Cerros
Orientales (11%) (ver Gráfico).
22
Gráfico 2. Porcentaje de población por Pieza Rural
Fuente: elaboración propia con base información de proyecciones poblacionales (DANE, SDP , 2022)
Sumapaz
12%
Cuenca Tunjuelo
63%
23
Mapa 2. Población por Pieza Rural
Fuente: elaboración propia con base información CNPV (DANE, SDP, 2022)
Las proyecciones de población buscan mostrar los resultados obtenidos de asumir un conjunto de
supuestos sobre las futuras tendencias poblacionales, las cuales muestran que podría pasar con la
población si este conjunto de supuestos se cumple; son procesos que generalmente se basan en
extrapolaciones de resultados obtenidos en períodos anteriores. En Colombia, el conocimiento de las
dinámicas demográficas se hace indispensable para la sustentación de decisiones y actuaciones en
pro de la planificación, en particular, las proyecciones se consideran factores fundamentales para la
evaluación y el seguimiento de planes, políticas, objetivos y programas de corto, mediano y largo
plazo; así mismo, se utilizan como determinantes en indicadores sobre problemas y condiciones de la
población, entre ellos se encuentra el desplazamiento forzado, empleo, la pobreza e indicadores de
mortalidad y fecundidad ( Alcaldía Mayor de Bogotá, 2018). El indicador de la proyección
demográfica creado por el DANE busca resolver información que contenga los cambios esperados en
24
el crecimiento, tamaño, composición y distribución de la población, a partir de supuestos sobre la
probable evolución de las componentes de la dinámica demográfica. Su objeto principal es la
planeación y gestión del desarrollo nacional y territorial.
Las proyecciones consolidadas a partir de la información del Departamento Administrativo Nacional
de Estadística (DANE) y de Estudios Macro de la Secretaría Distrital de Planeación (SDP) muestran
que existe un crecimiento promedio del 2% demográfico constante proyectando en 38.598 habitantes
para el año 2038. Con un crecimiento del 20,7% del 2022 al 2038.
Aunque esta proyección depende de diferentes comportamientos entre los cuales se encuentra el
crecimiento y desarrollo de los centros poblados con usos cada vez más urbanos, esta condición sigue
siendo importante desde una perspectiva de la administración de lo rural.
40000 10%
35000 9%
8%
30000
7%
25000 6%
20000 5%
15000 4%
4% 3%
10000 3%
3% 2%
3% 2%
5000 2% 1%
2% 1%
0 1% 1% 1% 1% 0%
1% 1% 1% 1% 1%
2022
2023
2024
2025
2026
2027
2028
2029
2030
2031
2032
2033
2034
2035
2036
2037
2038
Centros Poblados y Rural Disperso Crecimiento porcentual
25
Gráfico 4. Estructura poblacional: 2022 vs. 2038
Fuente: elaboración propia con base información (DANE, 2018)
El cálculo de densidad poblacional se expresa como el número de personas por kilómetros cuadrados
(km2), y tiene como resultado una densidad poblacional para el territorio rural del D.C de 25
habitantes por km2. Se tiene que la pieza rural más densa poblada es Norte –Torca con 101,3
hab/km2, seguido de Cuenca Tunjuelo con 50,2 hab/km2. Por último, las piezas rurales de Sumapaz
y Cerros Orientales con el 13,2 y 19,8, respectivamente.
Las piezas rurales de Sumapaz y Cerros Orientales son las que cuentan con menores densidades
poblacionales dado que es en donde prevalecen grandes áreas de la EEP en Áreas protegidas SINAP
(Reserva Bosque Oriental – Parques Nacionales Naturales - PNN Sumapaz) y áreas de especial
importancia ecosistémica (Páramo Cruz Verde), en contraste a Norte –Torca, la cual tiene una alta
densidad en porcentajes más cercanos a la densidad de zonas urbanas.
Densidad
Pieza Rural Población Área km2
(hab/km2)
26
Cuenca Tunjuelo 13797 274,57 50,2
Del mismo modo, el mapa que se muestra a continuación permite identificar con mayor detalle la
diferencia de densidad poblacional entre las piezas rurales al presentar de manera gráfica las áreas.
27
1.2.6 Índices demográficos
A continuación, se encuentra la descripción del cambio que ha habido en los principales indicadores
demográficos del territorio rural entre el año 2022 y el año 2038:
28
La tasa de dependencia indica qué aumentará a lo largo de los años (2022-2038) la población
anciana y joven con respecto a la población potencialmente activa con un aumento del 56,7%, esto
aunado a que el índice de envejecimiento va aumentando en por lo menos una tercera parte. En
consecuencia, el índice de juventud va descendiendo. En una población bien estructurada el índice
de juventud debe estar algo por encima del 33% de esta, con lo que el índice de juventud en la
ruralidad de Bogotá es bajo, si se tiene en cuenta también el índice de envejecimiento comentado
anteriormente, que también tenía unos resultados bajos, se puede concluir que Bogotá tiene unos
niveles de población rural adulta altos.
En lo que concierne a la estructura de la población, vemos cómo habrá un mayor número de mujeres
en relación a los hombres, que aumentan según nos muestra la razón entre sexos. La pirámide
poblacional tiene una forma regresiva, es decir se tiende al envejecimiento, ya que la base se va
estrechando, y va aumentando cada vez más la edad en la que hay mayor número de contingentes,
desplazándose el grueso de la población hacia edades más avanzadas.
Del análisis demográfico destaca las siguientes conclusiones claves para los objetivos que se
determinen en la formulación de la Política de la Ruralidad en su horizonte temporal (16 años):
29
2 PERTINENCIA DE UNA POLÍTICA PÚBLICA PARA LA RURALIDAD:
ELEMENTOS RELEVANTES Y MARCO JURÍDICO
En este capítulo, se presentan elementos generales sobre la pertinencia de una política pública para
el territorio rural de Bogotá. Entre estos aspectos, se resalta la pertinencia de la presencia institucional
y la gestión comunitaria; la necesidad del fortalecimiento en los vínculos urbano-rurales, y el rol
preponderante de esta política, como articuladora de acciones públicas dirigidas a la población
víctima del conflicto social y armado, es decir, una política que ayuda a la memoria y la reconciliación.
Sumado a estos aspectos, en este capítulo también se abordan los principales elementos del marco
normativo nacional, regional y distrital, así como a las disposiciones internacionales y al desarrollo
jurisprudencial, relacionados con los territorios rurales y las poblaciones asentadas allí.
30
2.1.1 La pertinencia de la presencia institucional y de la gestión comunitaria
Uno de los principios fundantes de los Estados modernos, tiene que ver con el control sobre los
territorios (Webber, 2009). La debilidad o la intermitencia para llevar a cabo este principio,
principalmente en los territorios rurales, ha sido una de las principales causas del conflicto social y
armado en este país (Patiño, 2010 y Reyes, 2008). De acuerdo con el sociólogo Daniel Pécaut (citado
por Gonzáles et al, 2007), la violencia en Colombia está relacionada más que con excesos de poder
del Estado, con los vacíos que deja.
En este apartado, el acento se marca en la variable “presencia institucional”. No se plantea una
presencia institucional orientada exclusivamente a la confrontación con actores armados; sino que
también pueda generar acuerdos institucionales duraderos, que profundicen el Estado Social de
Derecho y materialicen la construcción de paz territorial (Giraldo, Nieto y Cabrera, 2016).
Si se reduce la escala y nos enfocamos en el suelo rural del Distrito, esta relación entre institucionalidad
y conflicto se expresa en dos factores territoriales: suelos de borde rural-urbano y zonas de ocupación
dispersa con dificultades para el acceso físico de manera inmediata y permanente.
La ausencia o debilidad institucional se ha puesto en evidencia con la baja capacidad de respuesta
ante las presiones sobre los suelos de borde rural-urbano del Distrito, por parte de actores ilegales
que promueven la expansión urbana no controlada2. Esto se relaciona con las características
geográficas y de ocupación dispersa en muchos suelos rurales, que han dificultado una presencia
institucional óptima allí.
Los dos temas antes listados no han sido identificados de forma aleatoria, sino que se relacionan
con lo que acá se denominan puntos críticos en la gestión del desarrollo rural. Es decir, aquellos
factores que expresan las principales falencias en materia de planeación y gestión rural, y que
afectan la consecución del desarrollo rural sostenible en Bogotá.
Lo anterior, resulta, en gran parte, de la debilidad o ausencia institucional que también ha sido
copada, positivamente, por la gestión comunitaria. Es decir, la autogestión y el trabajo colaborativo
de las comunidades ha logrado resolver problemáticas y llenar eventuales vacíos o debilidades
institucionales. Los acueductos comunitarios y veredales son clara muestra de ello (Red Nacional de
Acueducto Comunitarios, 2017)3. Se han identificado 28 acueductos comunitarios que atienden a la
población asentada en el suelo rural de Bogotá.
Los anteriores aspectos se enunciaron, con el propósito de sustentar un argumento central: el
fortalecimiento de la gestión institucional y la gestión comunitaria -un doble fortalecimiento institucional
y comunitario- se reducen las probabilidades de control territorial por parte de actores irregulares,
2 La Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca CAR, identifica en el Plan de Manejo de la Reserva Forestal
Protectora Bosque Oriental de Bogotá, un 18,35% del suelo (equivalente a 2.413 ha), presenta conflicto por sobreutilización
severa.
3 Según información de la Secretaría Distrital de Hábitat, a la fecha de elaboración de este documento, se estiman 28
sistemas de suministro de agua, administrados por las comunidades y que abastecen a las comunidades asentadas en el
suelo rural del distrito.
31
se optimiza la oferta institucional y se generan condiciones para involucrar a las comunidades en la
gestión sostenible de los territorios. Lo estratégico en este sentido, es impulsar arreglos institucionales
que se expresen en acciones coordinadas y continuas, orientadas a fortalecer la presencia institucional
y la gestión comunitaria. Este, es uno de los principales propósitos de la presente política.
Consejo Consultivo de Desarrollo Rural CCDR
En este marco, es importante señalar que, el Consejo Consultivo de Desarrollo Rural (CCDR) es la
instancia de carácter consultivo para el desarrollo de la Política Pública de Ruralidad, que representa
las necesidades e intereses de los habitantes de la ruralidad del Distrito Capital.
Fue creado mediante el Decreto 327 de 2007, reglamentado por el Decreto 21 de 2011.
Actualmente la Presidencia y la Secretaría Técnica se encuentran a cargo de la Secretaría Distrital
de Ambiente, en cabeza de la Subdirección de Ecosistemas y Ruralidad, con representación de
sectores administrativos del Distrito Capital y organizaciones ciudadanas y campesinas de la
ruralidad.
Entre sus funciones directamente relacionadas con la Política Pública de Ruralidad están:
- Asesorar la Administración Distrital para la aplicación de la Política Pública de Ruralidad.
- Revisar y proponer los ajustes necesarios respecto del contenido de la Política Pública de
Ruralidad.
- Hacer seguimiento a la ejecución de la Política Pública de Ruralidad y el Plan de Gestión
para el Desarrollo Rural Sostenible a los sectores administrativos de Coordinación Distrital.
En el fortalecimiento de la presencia institucional, el CCDR es una instancia fundamental para la
ejecución de la Política, que deberá articularse mediante la gestión institucional y comunitaria.
En este apartado, se mencionan aspectos relevantes sobre los vínculos urbanos-rurales y unos
elementos sobre la perspectiva de los habitantes urbanos de Bogotá hacia su territorio rural.
Los principios del desarrollo urbano sostenible responden a la necesidad de “reconectar” los espacios
urbanos y los rurales en donde históricamente lo primero ha primado sobre lo segundo. Mediante una
visión integral entre los ámbitos de planeación, gobernanza y economías del territorio, bajo un
enfoque de integración e interdependencia entre las diferentes vocaciones territoriales.
Se trata de “no dejar a nadie, ni a ningún lugar, atrás” (UN-HÁBITAT, 2019) en el disfrute de los
beneficios del desarrollo urbano y rural, con responsabilidad hacia la biodiversidad, como
fundamento para la convivencia pacífica y el buen vivir, que nos lleve a consolidar ciudades y áreas
rurales más vivibles, integradas y funcionales. Entendiendo la calidad de vida de las ciudades
depende también y cada vez más del bienestar de quienes habitan las zonas rurales y viceversa y
no es posible el desarrollo urbano sin los aportes que hace el área rural, ni es factible el desarrollo
rural sin la oferta de servicios y ventajas que tiene el área urbana.
Las políticas de desarrollo rural que ignoran las interacciones urbano-rurales están perdiendo
oportunidades importantes para promover sus objetivos. La construcción de puentes, en lugar de muros,
4Estos elementos se tomaron del análisis de información recolectada de aportes al Modelo de Desarrollo Rural Sostenible
de Bogotá D.C. (2022) anexo 2. Específicamente de una actividad de encuesta de percepción sobre la ruralidad liderada
por la Dirección de Ambiente y Ruralidad (DAR) de la SDP entre junio y septiembre de 2021.
32
entre lo urbano y lo rural parece ser la mejor estrategia de política pública desde la perspectiva del
desarrollo rural.
En Bogotá se comprende la necesidad de generar un reconocimiento de las ruralidades como
territorios dinámicos con diversos grados de ruralidad y urbanidad, en donde ocurren flujos
territoriales de personas, bienes y servicios económicos / ecosistémicos, y flujos derivados del acceso
a servicios públicos y sociales, para lo que será estratégico avanzar en:
Desde la mirada de la población urbana de Bogotá hacia su ruralidad, se ha señalado que entienden
“lo rural” como lo asociado al campo, al campesinado, a un espacio geográfico en donde hay
naturaleza y en el que se trabaja y cultiva la tierra, hay producción de alimentos y conservación
ambiental. No obstante, hay desconocimiento sobre las diversas localidades que tienen suelo rural.
33
De otra parte, se evidencian relaciones urbano-rurales asociados a lazos familiares, por actividades
de trabajo, o de visitas a la ruralidad. Es decir, hay presencia de conexiones y flujos entre el área
rural y urbana.
También son favorables algunos cambios observados en la ruralidad, como mejoras en las condiciones
de salud y de vivienda y avance en el desarrollo de infraestructuras como pavimentación de vías y
de saneamiento, junto con, cambios desfavorables como la expansión urbana, conflictos ambientales
por la declaración de áreas protegidas, y procesos migratorios, dados por la violencia y
desplazamiento en busca de oportunidades.
Con base en análisis adelantados mediante la recolección de información primaria tanto con población
urbana como rural desde la SDP (en desarrollo del Modelo de Desarrollo Rural Sostenible para el
D.C. –MDRS), los habitantes del área urbana se imaginan la ruralidad en la próxima década con
expectativas negativas y positivas. Respecto de lo negativo, se marca una preocupación por la
urbanización de las áreas rurales, la contaminación y destrucción ambiental, y malas condiciones o
abandono a la población rural y sin oportunidades para estos habitantes. En cuanto a los aspectos
positivos, se imaginan un territorio en donde sus habitantes tienen necesidades básicas cubiertas,
incluyendo el acceso a servicios públicos e internet, que están dotados con equipamientos que incluyen
centros empresariales y lugares recreativos, con oportunidades de educación y en donde la vivienda
es digna y hay vías de acceso a territorios adaptados al cambio climático.
Un territorio organizado se hace más productivo al potenciar capacidades y tecnificación para una
producción sostenible y diversificada, en el que hay asesoría técnica y capacitación para la
producción de alimentos sanos con cultivos sostenibles, así como, apoyo para los procesos de
comercialización sin intermediarios.
Avanzando hacia una ruralidad que crece, se desarrolla y fortalece manteniendo su identidad, pero
reconociendo la interconexión y los vínculos urbano-rurales, en donde no se genere desplazamiento
por urbanización y se controlen los procesos de invasión y expansión urbana.
De este apartado se puede concluir que las comunidades urbanas y rurales no viven aisladas unas de
otras, existen flujos que conectan las áreas urbanas y rurales. Los vínculos urbano-rurales son parte
del análisis y debate sobre el futuro de la ciudad y su ruralidad, debido a que muchos hogares viven,
trabajan y dependen de los ecosistemas tanto rurales como urbanos más allá de la esfera político-
administrativa. Adicionalmente, se observa un sentido de solidaridad y de búsqueda de equidad
social y territorial desde los habitantes urbanos hacia las comunidades rurales, para que sus territorios
se desarrollen y alcancen condiciones de bienestar.
La violencia política y social - traducida en vías de hecho- que ha vivido Colombia a lo largo del Siglo
XX, y hasta la actualidad, se ha caracterizado por una vulneración de los derechos humanos de la
población civil, en particular, en las áreas rurales. Es tal la magnitud de la confrontación que, según
las cifras de la Unidad de víctimas5, a la fecha se contabilizan más de 8.944.137 de víctimas en todo
el territorio colombiano, de las cuales 7.585.536 han sido por desplazamiento forzado, lo que
coincide parcialmente con las cifras de la Agencia de la ONU para los refugiados - ACNUR que pone
la cifra en algo más de 7,7 millones de personas6. Esta confrontación se ha caracterizado por
involucrar múltiples actores e intereses por el territorio, dando lugar a una desestructuración amplia
La Alta Consejería para los Derechos de las Víctimas la Paz y la Reconciliación, con base en los datos
de la UARIV (Alta Consejería para los Derechos de las Víctimas la Paz y la Reconciliación., 2020),
afirma que con corte a 1 de julio de 2020 en Bogotá residen 358.408 víctimas del conflicto armado,
lo que representa el 4% de las 8.944.137 víctimas del país. Asimismo, indica que en Bogotá hay 46
víctimas por cada 1.000 habitantes. De esa manera, Bogotá es la segunda ciudad del país con mayor
número de víctimas del conflicto armado residentes en su territorio después de Medellín con 402.794.
De esa cifra, afirma la Alta Consejería, las víctimas que residen en la ciudad han sufrido 480.825
hechos victimizantes, esto teniendo en cuenta que una víctima pudo haber sufrido uno o más hechos en
diferentes momentos.
De acuerdo a la información disponible de la Alta Consejería para los Derechos de las Víctimas la
Paz y la Reconciliación (2020) con datos de RNI, RUV- UARIV, es posible observar la distribución de
víctimas del conflicto armado para cada una de las localidades de Bogotá que cuentan con suelo
rural. De la información que allí se presenta, se precisa que las localidades más afectadas son Suba
(8.55%) y San Cristóbal (0.0447%) con población desplazada; y las localidades con menor número
de personas desplazadas son Sumapaz (0.0001%) y Chapinero (0.0079%) del total de desplazados
que tiene la capital. No obstante, no es posible identificar de dichas localidades cuánto de ese
porcentaje de población está localizado sobre el suelo sural de la localidad.
Ahora bien, según el Censo Rural de Bogotá del año 2013, “en la ruralidad de Bogotá viven 891
desplazados por la violencia (5,3% del total), siendo la localidad de Ciudad Bolívar la de mayor
proporción de personas en esta situación (421 desplazados)” (Valencia Ramírez, 2015). De igual
manera, en cuanto a la ubicación en las diversas veredas de Bogotá se tiene que:
“en las veredas Pasquilla Rural (Ciudad Bolívar), Taquecitos (Sumapaz) y Laures (San Cristóbal)
los habitantes manifiestan decepción respecto a las acciones de la administración Distrital en
cuanto al tema de los desplazados y reinsertados, puesto que consideran que su llegada a la
zona es cada vez mayor y no se han tomado medidas de control y seguimiento. Del mismo modo,
se observa principalmente en las veredas las Mercedes, Quiba baja, Mochuelo alto, Pasquilla,
7Dadas las particularidades históricas de la localidad de Sumapaz como región estratégica en el marco del conflicto, se
profundiza en los principales hechos que marcaron su historia en el anexo denominado “Sumapaz, una historia de conflicto
armado y reconciliación”.
35
Bella Flor, Lagunitas, Mochuelo tres y Quiba alta, una alta presencia de invasiones y delincuencia
común, situación que genera mayor inseguridad y temores en la población.
De otra parte, en la vereda la Unión en Sumapaz, hay familias numerosas, que tienen en su
núcleo familiar niños y niñas con necesidades especiales o con traumas psicológicos generados por
la violencia propia del desplazamiento, o han sido víctimas de violaciones y manifiestan no tener
ningún tipo de apoyo por parte de la administración que facilite su desarrollo” (Censo Rural de
Bogotá, 2013, citado por Valencia Ramírez et al., 2015)
En cuanto a la tasa de víctimas por cada 1000 habitantes, la Alta Consejería señala que Santa Fe
(59), San Cristóbal (41) y Ciudad Bolívar (50) son las localidades con mayor número de personas,
mientras que Sumapaz (7) y Usaquén (15) tienen la menor tasa de víctimas. No obstante, como se
puede observar en los informes de la Alta Consejería (2020), estos no desagregan la información del
número de víctimas en cuanto a si viven en áreas urbanas o rurales.
Frente a la situación descrita, una de las estrategias implementadas para las víctimas en la ruralidad
entre 2016 y 2019 fueron los Laboratorios de Paz que se desarrollaron en Usme y Sumapaz, pues
estas localidades “han enfrentado de forma particular y diferenciada el conflicto armado, no solo
por la afectación directa a sus territorios y comunidades a causa de la presencia de grupos armados
al margen de la ley, sino también por los retos derivados del contexto geográfico, cultural y relacional
que plantean un desafío en la relación entre lo rural y lo urbano” (Alta Consejería para los Derechos
de las Víctimas la paz y la reconciliación, 2019)
Como se pudo observar en este apartado, las ruralidades en Bogotá son un espacio en constante
disputa y conflicto que ha afectado en gran medida a la población civil, dando lugar a fenómenos
violentos, desplazamiento y ruptura del tejido social. Además, se evidencia que la población víctima
se concentra en localidades donde la pobreza multidimensional y la inseguridad son altas (ver
apartado de seguridad, convivencia y acceso a la justicia de la estructura funcional y del cuidado).
En este contexto se ve la necesidad de articular a las instituciones del orden Distrital y nacional para
poder brindar a las víctimas las garantías para su reparación y no revictimización producto de la
pobreza y la exclusión. Adicionalmente, Bogotá no cuenta con cifras espacializadas que permitan
identificar dentro de las localidades urbano-rurales el número de personas víctimas de conflicto
armado, por lo que una política integral que promueva la paz y la reconciliación debe ser capaz de
actualizar sus datos y caracterizar su población.
En consecuencia, para que estos propósitos se cumplan es indispensable tomar la información
disponible para plantear mejores políticas que se articulen con los Programas de Desarrollo con
Enfoque Territorial-PDET y la política pública de paz y reconciliación del distrito capital. De igual
manera, se ve necesario avanzar en la aplicación armónica del punto de víctimas del acuerdo de paz
con la Ley 1448 de 2011 o Ley de Víctimas y Restitución de Tierras para la garantía del cumplimiento
del derecho de esta población a ser reparada.
El presente apartado hace referencia al compendio normativo nacional, regional y distrital, a las
disposiciones internacionales y al desarrollo jurisprudencial relacionado y su reconocimiento como
sujeto de especial protección, así como a la regulación y reglamentación de las diferentes
disposiciones relacionadas con la actividad agropecuaria de relevancia para la reformulación de la
Política Pública de Ruralidad. Debido a la extensión de dicho compendio, parte de las normas
relacionadas con la ruralidad distrital podrá consultarse en el Anexo capítulo Marco Jurídico
Las normas que se listan en este capítulo se han organizado jerárquicamente partiendo de aquellas
que hacen parte del bloque de constitucionalidad, incluidos allí los convenios y tratados
36
internacionales, para luego descender en los niveles nacional y distrital. De esta manera, el apartado
se organiza en 3 bloques principales: en el primero, se hace referencia a las normas de relevancia
que hacen parte del denominado bloque de constitucionalidad colombiano; en la segunda, la
normatividad del nivel nacional; y, finalmente, en la tercera parte, las normas del nivel distrital.
En la parte final del capítulo, se realiza un análisis respecto a la incidencia de las normas acá
presentadas en la ruralidad del D.C. En particular, se responden las siguientes preguntas: 1) ¿Existen
vacíos o limitaciones legales a los que hay que poner especial atención?; y 2) ¿La normativa muestra
algunos aspectos que no se han contemplado y sería importante hacer explícitos para ser tomados
como potencialidades?
Se hace necesario hacer referencia al reconocimiento del campesinado como un sujeto de especial
protección constitucional. Esta figura ha sido desarrollada por la Corte Constitucional para otorgar
una protección reforzada a aquellos sujetos sociales a los que por diferentes circunstancias se hace
necesario proteger con mayor ahínco y empeño, bien sea por razones de vulnerabilidad intrínseca
como a los menores de edad o a los adultos mayores o, como a los campesinos, por las condiciones
históricas de violencia, marginalidad y discriminación en la que se han visto sumergidos así como a los
cambios profundos que se están produciendo, tanto en materia de producción de alimentos, como en
los usos y la explotación de los recursos naturales.
Así, la Corte Constitucional ha reconocido que
“Teniendo en cuenta la estrecha relación que se entreteje entre el nivel de vulnerabilidad y la
relación de los campesinos con la tierra, nuestro ordenamiento jurídico también reconoce en el
“campo” un bien jurídico de especial protección constitucional, y establece en cabeza de los
campesinos un Corpus iuris orientado a garantizar su subsistencia y promover la realización de su
proyecto de vida. Este Corpus iuris está compuesto por los derechos a la alimentación, al mínimo
vital, al trabajo, y por las libertades para escoger profesión u oficio, el libre desarrollo de la
personalidad, y la participación, los cuales pueden interpretarse como una de las manifestaciones
más claras del postulado de la dignidad humana” (Sentencia C- 077 de 2017).
En tal sentido, se hace imperativo que el actuar del Estado colombiano y sus instituciones públicas esté
orientado a garantizar la materialización de los derechos del campesinado, con el objetivo de superar
las condiciones que llevaron al reconocimiento de sujeto de especial protección, eliminar las brechas
entre el campo y la ciudad, garantizar la materialización de los elementos que componen la dignidad
humana y dar cumplimiento al Estado Social de Derecho instituido en la Constitución Política de 1991.
En esa línea, se debe procurar por la armonización normativa entre las diferentes escalas del Estado
Colombiano. Respecto a la integración regional, que es un factor importante a tener en consideración
en razón a la interacción del Distrito Capital con los municipios y departamentos circunvecinos, se hace
necesario mencionar que el Capítulo II de la Ley 1454 de 2011 contempla, entre otros asuntos, que
“el Estado promoverá procesos asociativos entre entidades territoriales para la libre y voluntaria
conformación de alianzas estratégicas que impulsen el desarrollo autónomo y autosostenible de las
comunidades”. Por su parte, el Acto Legislativo 02 del 22 de julio de 2020 modifica el artículo 325
de la Constitución y crea la Región Metropolitana Bogotá - Cundinamarca “como entidad
administrativa de asociatividad regional de régimen especial, con el objeto de garantizar la ejecución de
planes y programas de desarrollo sostenible y la prestación oportuna y eficiente de los servicios a su
cargo”. Así mismo, el artículo 3 del POT –Decreto 555 de 2021 en el cual se establecen las Políticas
de largo plazo del ordenamiento territorial del D.C., se establece la Política de Integración Regional
la cual “busca consolidar acuerdos regionales para el desarrollo sostenible de la región, mediante
arreglos institucionales apropiados y compromisos bilaterales o multilaterales que garanticen
oportunidades para todos y todas […]”.
37
De esta forma, se sientan las bases mediante las cuales se instituye la integración regional como uno
de los elementos a considerar en la elaboración de la Política Publica de Ruralidad.
Nombre del
Norma colombiana
Convenio / Tema Título del convenio
que lo adopta
asociado
8 La descripción de las resoluciones se encuentra en el anexo titulado “Resoluciones de la Asamblea General de la ONU
enfocadas a la ruralidad”.
38
Nombre del
Norma colombiana
Convenio / Tema Título del convenio
que lo adopta
asociado
Convención sobre
Por medio de la cual se aprueba la "Convención sobre
la eliminación de
la eliminación de todas las formas de discriminación
todas las formas
contra la mujer", adoptada por la Asamblea General Ley 051 de 1981
de discriminación
de las Naciones Unidas el 18 de diciembre de 1979
contra la mujer
y firmado en Copenhague el 17 de julio de 1980.
(CEDAW)
Protocolo
Por medio de la cual se aprueba el "Protocolo
facultativo de la
facultativo de la Convención sobre la eliminación de
convención sobre
todas las formas de discriminación contra la mujer",
la eliminación de Ley 984 de 2005
adoptado por la Asamblea General de las Naciones
todas las formas
Unidas el seis (6) de octubre de mil novecientos
de discriminación
noventa y nueve (1999).
contra la mujer
De los instrumentos internacionales a los que ha hecho mención, se hace necesario resaltar que:
39
- La Declaración Universal de Derechos Humanos (DUDH) establece en su artículo 17 (1) y 17
(2) el derecho de toda persona a la propiedad, sin distinción de sexo, y en su Artículo 25
proclama el derecho a un nivel de vida adecuado, que incluye la vivienda y la seguridad en
caso de pérdida de los medios de subsistencia, mientras que en su Artículo 16 estipula que
toda persona debe disfrutar de iguales derechos en cuanto al matrimonio, durante el
matrimonio y en caso de disolución del matrimonio.
- El artículo 26 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, contiene una cláusula
exhaustiva contra la discriminación, también prohíbe la legislación o las medidas que
discriminen a las mujeres, comprendidos los ámbitos de la propiedad, la vivienda y los
derechos sobre la tierra.
- El Artículo 11 del Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales
garantiza el derecho a una vivienda adecuada.
- En la Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer
(o CEDAW, por sus siglas en inglés) se pide específicamente a los Estados que adopten todas
las medidas apropiadas para erradicar la discriminación contra la mujer en las zonas rurales
y garantizar que goce de condiciones de vida adecuadas, comprendida la vivienda adecuada
(CEDAW Artículo 14.2). En su artículo 16.1 la CEDAW pide a los Estados parte que adopten
todas las medidas adecuadas para eliminar la discriminación contra la mujer en todos los
asuntos relacionados con el matrimonio y las relaciones familiares y, en particular, que
garanticen los mismos derechos a cada uno de los cónyuges en materia de propiedad,
compras, gestión, administración, goce y disposición de los bienes.
- La Declaración y Plataforma de Acción de Beijing contiene el compromiso de los Estados de
“adoptar reformas legislativas y administrativas para proteger el derecho de la mujer al
acceso pleno y equitativo a los recursos económicos, incluido el derecho a la herencia, la
posesión de tierras y otras propiedades, el crédito, los recursos naturales y las tecnologías
apropiadas”.
Mención especial merece la “Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los
Campesinos y de Otras Personas que Trabajan en las Zonas Rurales”, proferida el 17 de diciembre
2018 por la Asamblea General de las Naciones Unidas –ONU. Pese a que esta Declaración no es un
tratado internacional, se erige como una de las principales incorporaciones a las reivindicaciones
políticas del movimiento campesino internacional, que en Colombia está representado por varias
organizaciones campesinas. En este sentido, son múltiples las voces que señalan que ésta juega “un rol
fundamental como herramienta de principios y parámetros de interpretación a la hora de tomar
decisiones judiciales, legislativas y/o comunitarias que afecten a la población campesina” (Dejusticia
y Red Nacional de Agricultura Familiar, 2018).
En cuanto a la normatividad adoptada por Colombia proveniente de Tratados Internacionales sobre
la conservación y preservación de ecosistemas de importancia para la sostenibilidad ambiental,
Colombia ha ratificado convenios multilaterales en materia de mitigación del cambio climático,
gestión del riesgo y otros asuntos ambientales9 que juegan un papel crucial en el ordenamiento de
los territorios rurales del país. Desde la década de los noventa, Colombia ha ratificado cerca de
veinte tratados internacionales, los cuales ya han sido ratificados mediante la expedición de leyes
por parte del Congreso de la República.
Los tratados internacionales relacionados con la protección de los recursos naturales y la biodiversidad
son numerosos y han incorporado elementos importantes para el uso y aprovechamiento de estos. En
9 La descripción de estos se encuentra en el anexo denominado “Convenios multilaterales ambientales firmados y/o
ratificados por Colombia”
40
particular, se resalta lo relacionado con la utilización sostenible de la biodiversidad y la participación
justa y equitativa en los beneficios que se deriven de la utilización de los recursos genéticos, adoptado
por la Ley 165 de 1994, en donde se resalta la disposición que establece que “legislación nacional,
respetará, preservará y mantendrá los conocimientos, las innovaciones y las prácticas de las
comunidades indígenas y locales que entrañen estilos tradicionales de vida pertinentes para la
conservación y la utilización sostenible de la diversidad biológica y promoverá su aplicación más
amplia, con la aprobación y la participación de quienes posean esos conocimientos, innovaciones y
prácticas, y fomentará que los beneficios derivados de la utilización de esos conocimientos,
innovaciones y prácticas se compartan equitativamente”
La Constitución Política de Colombia de 1991 estableció un marco de derechos para los trabajadores
agrarios del país que habitan los territorios rurales, desarrollados por los artículos 64, 65 y 66, a
partir de los cuales se consolidó la obligación de Estado de proteger a los trabajadores agrarios
desde el reconocimiento de sus derechos sociales; y se incorporó el desarrollo agropecuario como
instrumento para garantizar la producción de alimentos en el país; sector para cuyo desarrollo, se
establecieron condiciones especiales para el acceso a créditos agropecuarios por parte de las
comunidades campesinas.
En efecto, estos artículos sientan las bases constitucionales para el tratamiento del campo y sus
habitantes al establecer el deber del Estado de brindar acceso progresivo a la tierra a los
trabajadores agrarios, al instituir deberes especiales del Estado frente a esta población en materia
de derechos sociales, y al consagrar una protección a la producción de alimentos y condiciones
especiales para los créditos agropecuarios. Este contenido normativo, en palabras de la Corte,
“entraña el diseño de una estrategia global del desarrollo rural que el Constituyente configuró como
un cometido estatal destinado a lograr el crecimiento del sector campesino y consecuencialmente, un
mejoramiento sustancial de la calidad de vida de la población rural”.10
Así mismo, la Constitución de 1991 exaltó la relevancia del medio ambiente y los recursos naturales
como garantía y sostén de la Nación y la materialización de otros derechos, como el derecho a la
vida. Los artículos 8, 79, 80 y 95 de la Carta Constitucional de 1991, señalan el deber del Estado, y
de los ciudadanos, de proteger la diversidad e integridad del ambiente para garantizar el derecho
al goce de un ambiente sano y la salvaguarda del patrimonio cultural y natural de la Nación. Estos
desarrollos constitucionales se consolidaron de la mano de la incorporación de derechos colectivos y
de ambiente. De esta manera, se definió el rol del Estado como planificador del manejo y
aprovechamiento de los recursos naturales, con el objetivo de garantizar su desarrollo sostenible,
mediante su conservación, restauración o sustitución.
Por su parte, tras la consolidación de un Marco Jurídico para la Paz, se establecieron los instrumentos
jurídicos de justicia transicional en el marco del artículo 22 de la Constitución Política, con el fin de
adelantar las negociaciones con las FARC-EP. Y, desde este marco, se avanzó en los debates
conceptuales y jurídicos con respecto a una nueva visión del desarrollo rural11 que facilitara la
transición hacia una paz estable y duradera. Este marco normativo surgió dada la necesidad de
responder a las consecuencias de las dinámicas históricas del conflicto armado, y respondiendo al
crecimiento de los centros urbanos, la presión que éstos ejercen en las fronteras rurales y los procesos
migratorios de las comunidades rurales a las ciudades.
Como marco amplio de desarrollos jurisprudenciales para las comunidades en la ruralidad, la Corte
Constitucional ha expedido una serie de sentencias relativas al derecho de campesinos y,
particularmente, de la figura del campesinado como sujeto de especial protección constitucional. Estas
sentencias responden a lo definido en el artículo 64 de la Carta Constitucional, desde el cual se
garantizan todas las condiciones que promuevan el derecho a una vida digna y el proyecto de vida
de los campesinos colombianos. Entre las sentencias relacionadas con la ruralidad y el sujeto
campesino destaca12: Sentencias C-021 de 1995, C -595 de 1995, C -536 de 1997, C -006 de
2002, C -644 de 2012, C -371 – 2014, C -077 de 2017, C -028 de 2018 y CSJ-SCP STP2028-
2018, 13-02- 2018, Radicación n°. 96414.
Como se observa, es nutrido el desarrollo jurisprudencial que se le ha dado a la interpretación de los
derechos constitucionales del campesinado, con especial énfasis al acceso a la tierra, la participación
y el acceso al crédito, ejes fundamentales para la garantía de la dignidad humana.
A partir del contexto presentado en los anteriores apartados, en este numeral se presentará un
inventario de normas del orden nacional, de relevancia en materia de (i) desarrollo rural y de (ii)
asuntos ambientales. Es importante señalar que la aproximación al concepto de “desarrollo rural”, que
se acoge en este capítulo, se diferencia del componente ambiental por motivos de orden
metodológico, con lo cual no se pretende ahondar en una innecesaria dicotomía entre lo ambiental y
lo rural-productivo. Por el contrario, la apuesta de la Política de Ruralidad, dado su carácter
territorial, es orientar un desarrollo rural sostenible en el que tanto los ecosistemas, de alto valor
ambiental, como las comunidades y personas que los habitan, puedan mantener un relacionamiento
más armónico que garantice el goce y disfrute de estos territorios de manera sostenible.
Uno de los puntos más relevantes de este acuerdo, es la necesidad de promover una adjudicación de
tierras para campesinos sin tierra o con tierra insuficiente, para lo cual, mediante el Fondo Nacional
de Tierras, se destinan recursos para la formalización predial de aquellos campesinos que no tengan
propiedad de sus terrenos. En particular, esto se consolidó por medio del Decreto 902 de 2017 sobre
acceso y la formalización de tierras.
Por otro lado, el Acuerdo ha sido crucial al propiciar la creación de instancias como los Planes
Nacionales para la Reforma Rural Integral o Programa de Desarrollo con Enfoque Territorial –PDET,
que actúan como dinamizadores del desarrollo en las regiones priorizadas con el fin de promover el
bienestar en la población rural que allí habita. Ello también se viabiliza con la expedición del Decreto
Nacional 1418 de 2018, por medio del cual se crea la Comisión Intersectorial para la incorporación
del enfoque de género en la implementación del Acuerdo Final para la Terminación del Conflicto y
la Construcción de una Paz Estable y Duradera, la cual se denominará Alta Instancia de Género de
Gobierno.
Otras instituciones nacidas como producto del Acuerdo, fundamentales para el desarrollo rural, han
sido la Agencia Nacional de Tierras, la Agencia de Desarrollo Rural y la Agencia de Renovación del
Territorio. Bajo esta línea, Bogotá avanza actualmente en la formulación de Programas de Desarrollo
con Enfoque Territorial Bogotá-Región PDET-BR15 para dos zonas que fueron significativamente
afectadas por el conflicto armado, el borde entre Soacha-Ciudad Bolívar y Bosa (PDET urbano) y, la
localidad de Sumapaz (PDET Rural).
Dentro del compendio normativo del sector rural, cobra especial importancia el enfoque de género
que se les ha dado a varias de las disposiciones normativas del sector, en particular, las relacionadas
con la adjudicación de tierras y el mejoramiento de la calidad de vida de las mujeres rurales, así
como la adopción de la Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra
la mujer. Estas normas, entre otras, favorecen la participación y el acceso a crédito y a programas
de fomento agropecuario, el acceso a tierras, a educación, a salud y a seguridad social, en procura
de disminuir la brecha entre hombres y mujeres de zonas rurales.
Respecto al componente ambiental y de recursos naturales, cerca del 75% del suelo rural de Bogotá
hace parte de la EEP, correspondiente a áreas protegidas del orden nacional, regional o distrital.
Esta es una de las razones que explica la inevitable interconexión entre el aprovechamiento de los
13 Los principios de bienestar y buen vivir son acogidos en la propuesta del Marco Conceptual de este documento de
Diagnóstico (Capítulo 3), como principios orientadores del desarrollo rural territorio sostenible de Bogotá; y a partir de los
cuales se establecen las apuestas de esta política en reformulación.
14 La descripción de esta normativa nacional se encuentra en el anexo denominado “Disposiciones nacionales relevantes
para el desarrollo rural”.
15 En el Plan de Desarrollo “Un nuevo contrato social y ambiental para la Bogotá del siglo XXI”, sus artículos 9 y 13 dejan
plasmada el propósito de consolidar una Bogotá-Región líder en la implementación de los acuerdos de paz (Alcaldía Mayor
de Bogotá, 2020).
43
recursos naturales y la afectación sobre ecosistemas estratégicos, en contextos en que se reconoce la
presencia de comunidades que han habitado y aprovechado tradicionalmente estos territorios.
A su vez, cobra especial importancia el Decreto 3600 de 2007 “por el cual se reglamentan las
disposiciones de las Leyes 99 de 1993 y 388 de 1997 relativas a las determinantes de ordenamiento
del suelo rural y al desarrollo de actuaciones urbanísticas de parcelación y edificación en este tipo
de suelo y se toman otras disposiciones”, ya que establece las categorías de uso del suelo rural y las
determinantes que le aplican, así como el ordenamiento básico para el desarrollo sostenible del suelo
rural y suburbano, entre otras disposiciones que se instituyen como el modelo de referencia para la
intervención y el tratamiento del suelo rural y suburbano.
Un elemento a tener en cuenta por su relevancia y pertinencia con las ruralidades de Bogotá es el
relacionado con la Frontera Agrícola que, de acuerdo con la Unidad de Planificación Rural
Agropecuaria (UPRA), “se constituye en un referente, a escala nacional para orientar la formulación
de política pública y focalizar la gestión e inversiones del sector agropecuario y de desarrollo rural.
Además, promover el uso eficiente del suelo rural agropecuario, el ordenamiento productivo y social
de la propiedad rural, y el fortalecimiento de la productividad y competitividad de las actividades
agropecuarias. Asimismo, contribuir a estabilizar y disminuir la pérdida de ecosistemas de importancia
ambiental.” La Resolución 000261 de 2018, del Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural, definió
la frontera agrícola y adoptó la metodología para la identificación general.
La frontera agrícola se define como “el límite del suelo rural que separa las áreas donde las
actividades agropecuarias están permitidas, de las áreas protegidas, las de especial importancia
ecológica, y las demás áreas en las que las actividades agropecuarias están excluidas por mandato
de la ley o el reglamento”, (UPRA, MADS, 2017 11). El D.C. ha tenido en cuenta las disposiciones
mencionadas anteriormente, y se han incorporado a través de diferentes instrumentos de planeación,
como el POT y otros instrumentos de soporte y guía para la formulación de las políticas públicas de
Bogotá.
La normatividad que se presenta en este apartado se presenta en el anexo 9.5 “Disposiciones
relevantes sobre asuntos ambientales”, que corresponde al conjunto de leyes, decretos y resoluciones
por medio de los cuales se ha reglamentado el uso y aprovechamiento de los recursos naturales y se
ha establecido lineamientos y políticas para la preservación, restauración y uso sostenible de
ecosistemas estratégicos como los páramos; y para la ordenación y manejo de cuencas hidrográficas
y acuíferos. Así mismo, se incluyen las normas asociadas a la gestión de riesgo de desastres.
Como complemento a la normatividad antes mencionada, en el anexo 9.7 “Acuerdos emitidos por la
Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR) y el Instituto Nacional de los Recursos
Naturales Renovables y del Ambiente (INDERENA)”, se presentan algunos acuerdos emitidos por la
CAR, por medio de los cuales se establecieron la declaración y el Plan de Manejo Ambiental (PMA)
de la Reserva Thomas van der Hammen; se determinó la ronda de protección del Río Bogotá; y,
finalmente, el acuerdo del INDERENA por medio del cual se estableció el alinderamiento y se declaró
el Parque Nacional Natural –PNN de Sumapaz. Todos estos, si bien fueron disposiciones emitidas por
autoridades del orden regional o nacional, se asocian a áreas protegidas dentro de los límites del
suelo rural del D.C.
44
inventario de la normatividad distrital que desarrolla la visión y apuestas del Distrito para el
desarrollo rural, tal y como se presenta en la siguiente tabla.
Norma Descripción
Decreto Distrital 327 de Por medio del cual se adopta la Política de Pública de Ruralidad del
julio 25 de 2007 Distrito Capital
Si bien la CAR es la autoridad ambiental en el suelo rural del D.C., la Administración Distrital es
responsable del ordenamiento y gestión ambiental de todo el Distrito, por lo cual se han adoptado
una serie de Decretos para la protección de ecosistemas estratégicos para la prestación de servicios
ecosistémicos, tales como, Decreto Distrital 122 de abril 04 de 2006, Decreto Distrital 168 de abril
19 de 2013, Decreto 056 de marzo 11 de 2005, Decreto 124 de marzo 30 de 2007, Decreto
Distrital 234 de julio 31 de 2008 y Decreto Distrital 222 de junio 03 de 201416.
Adicionalmente, el Decreto distrital No. 555 del 29 de diciembre 30 del 2021” Por el cual se adopta
la revisión general del Plan de Ordenamiento Territorial de Bogotá”, funge como un marco
determinante de la implementación de la política pública de ruralidad, en tanto delimitó las piezas
rurales e igualmente definió apuestas distritales del desarrollo rural y su gestión efectiva a través de
la figura de la Unidades de Planeamiento Rural.
Norma Descripción
Acuerdo Distrital 455 del 16 Por el cual se promueve la integración regional rural a través de
de diciembre de 2010 mercados temporales campesinos, indígenas afrodescendientes y
demás etnias
Dadas las particularidades de las ruralidades del D.C., en donde más del 90% del suelo rural hace
parte de la EEP, y donde conviven comunidades rurales y campesinas con prácticas tradicionales de
goce y aprovechamiento del territorio, principalmente asociadas a la actividad agropecuaria
(inclusive dentro de las áreas con determinantes ambientales del orden regional y nacional); este
marco jurídico se ha concentrado en un barrido a la normatividad asociada tanto con el ámbito
agropecuario, como con el ambiental.
17 Esta descripción normativa se complementa con el anexo denominado “Normativa relevante rural”.
46
3 ELEMENTOS CONCEPTUALES
Antes que esquemas rígidos sin dinámica ni cambios, los marcos teórico-conceptuales son estructuras
flexibles que se ajustan a las particularidades sociales, en este caso a las realidades rurales del
distrito. También son herramientas útiles para comprender las situaciones problemáticas e incidir sobre
ellas a través de las acciones públicas. Es decir, sirven para interpretar y actuar.
Entendiendo los conceptos como unidades de significación de un discurso científico (Castells, 1975)
estos son, entonces, el resultado de acuerdos y negociaciones dadas bajo normas, prácticas y reglas
no sólo científicas, sino también institucionales18. En este sentido, se propone que el presente marco
teórico-conceptual sea la base para generar un arreglo institucional, en torno a cómo se construyen e
interpretan las situaciones problemáticas y cómo se actúan sobre ellas.
Para hablar de los conceptos en política pública es relevante mencionar que en cada una de las fases
lo conceptual cumple una tarea decisiva; sin embargo, es en la fase de agenda pública donde éstos
resultan fundamentales para el desarrollo de los lineamientos de la política. En esta fase, los conceptos
cumplen funciones específicas: primero en la construcción de los problemas; luego en su inscripción en
la agenda y, finalmente, en las posibles respuestas de las autoridades. Estas funciones son:
El marco teórico conceptual propuesto parte de la definición del Modelo de Desarrollo Rural
Sostenible (MDRS)19. De éste se desprenden los seis ejes temáticos que sostienen la reformulación de
la Política Pública de Ruralidad: estructura ecológica principal y ambiente; productividad y seguridad
18 Desde el enfoque del neoinstitucionalismo sociológico, tanto las instituciones formales como las instituciones informales, sus
integrantes comparten prácticas, normas, valores, reglas, etc.
19 El MDRS corresponde a la consolidación de un marco de referencia conceptual y estratégico, que busca analizar y orientar
el desarrollo rural sostenible del D.C. En el apartado 3.2 se desarrollan estos aspectos del MDRS.
47
alimentaria; movilidad y transporte rural; hábitat rural y bienestar social; identidades culturales y;
seguridad, convivencia y acceso a la justicia, y un eje que resulta transversal: gobernanza,
participación y ámbito regional. Cada uno de estos ejes presenta una serie de dimensiones que
facilitan la operacionalización de cada concepto y la comprensión de las situaciones problemáticas,
de las cuales se ocupará la Política Pública de Ruralidad, a través de su Plan de Acción, que
corresponde a un conjunto de bienes y servicios ofertados a la población asentada en el suelo rural
del Bogotá. En la siguiente ilustración, se sintetiza el marco teórico conceptual, incluyendo las
respectivas dimensiones de cada uno de los ejes temáticos abordados.
La Administración Distrital entiende que sus territorios y las comunidades rurales y campesinas que lo
viven y habitan requieren de un mejor conocimiento, reconocimiento valoración e inclusión en los
procesos de planeación y gestión del desarrollo del D.C. Esto, entre otras acciones, posicionando en
la agenda pública y en el imaginario de los diferentes actores, a la ruralidad en su diversidad y
diferencia como protagonista y aliada del desarrollo integral y holístico de Bogotá.
Bogotá, como planeador y promotor del desarrollo, así como garante del bienestar social y ambiental,
establece nuevas figuras y/o herramientas para fortalecer la planeación, gestión y seguimiento del
desarrollo sostenible e inclusivo de las ruralidades bogotanas; entre las que se incluye la generación
de un Modelo de Desarrollo Rural Sostenible (MDRS) para el D.C.
Este Modelo se concreta en lineamientos que buscan ser incorporados en las diferentes mecanismos o
instrumentos de planeación y gestión del desarrollo rural. Los lineamientos son un conjunto de
orientaciones que operacionalizan las directrices del Modelo para entender, analizar y guiar el
proceso de desarrollo rural sostenible del D.C., cuya finalidad es aportar e intervenir en la formulación
e implementación de estos instrumentos a través de los cuales se materializan las decisiones y acciones
de los diferentes actores.
Es importante mencionar que el proceso desarrollo rural sostenible de Bogotá D.C. es facilitado por
una amplia gama instrumentos de planeación y gestión, entre los que se encuentran políticas públicas,
el plan de ordenamiento territorial, planes de manejo ambiental, planes de desarrollo, entre otros,
que aportan al proceso de desarrollo desde su alcance, contexto territorial y escala específica. Dentro
de ellos, el POT estableció como uno de sus objetivos “alcanzar el desarrollo rural sostenible”, y la
Política Pública de Ruralidad se convierte en el instrumento de gestión territorial que busca abanderar
20Este apartado se obtuvo del documento Modelo de Desarrollo Sostenible para Bogotá D.C, en su versión preliminar de
2021. Este documento aún no se encuentra publicado.
48
el accionar intersectorial en Bogotá, de cara a una gestión territorial integral, que responda a las
necesidades de las poblaciones campesinas y rurales.
Estos instrumentos responden a las orientaciones del MDRS y serán los mecanismos a través de los
cuales se materializa la prestación de bienes y servicios a la población rural y al desarrollo de estos
territorios.
El desarrollo rural sostenible para Bogotá D.C., es un proceso territorial y colectivo que incorpora
acciones integrales y diferenciales de garantía y goce derechos de todas las personas que viven y
habitan sus ruralidades, orientadas a mejorar y mantener sus condiciones de bienestar y buen vivir.
49
Este DRS reconoce la multidimensionalidad del desarrollo en cinco dimensiones ambiental, sociocultural,
económica, institucional y de participación y urbano-rural y regional e involucra tres elementos
esenciales que movilizan y sostienen el proceso territorial y colectivo, denominados ejes dinamizadores
transiciones socioecológicas, cooperación entre actores, cohesión social y territorial.
▪ ¿Cuál es la visión y objetivos del desarrollo rural para Bogotá en el largo plazo?
Para orientar el desarrollo se establece una visión y objetivos de desarrollo rural de largo plazo, de
ese futuro deseado futuro que motiva, inspira e invita a realizar los cambios y las transformaciones
del proceso de desarrollo en beneficio de personas que viven y habitan los territorios rurales de
Bogotá y de su área de influencia regional.
Los objetivos que se listan en la ilustración, a continuación, son grandes ámbitos de trabajo que brindan
direccionalidad y guianza estratégica, en el presente y a lo largo del tiempo, a los instrumentos de
planeación y gestión del DRS.
50
Ilustración 2. Objetivos del desarrollo rural sostenible para Bogotá D.C
A través de esta visión y objetivos, se busca impactar en el desarrollo rural, estableciendo los logros
que se pretende alcanzar y el horizonte hacia donde se deben encaminar los esfuerzos para el
alcance del desarrollo rural de Bogotá. Son la base de la agenda de desarrollo rural de largo plazo
para las ruralidades, y servirán para orientar la producción de datos e información.
Por todo lo anterior, el modelo consolida una perspectiva integral para el desarrollo rural que permite
la complementariedad de los diferentes instrumentos de planeación y gestión que facilitan el proceso
de desarrollo rural como la Política de Ruralidad, el POT, planes sectoriales y otros instrumentos. El
MDRS contextualiza y proporciona una mirada a diferentes escalas y niveles de la planeación,
atendiendo criterios de gobernanza y economías territoriales, en función del bienestar y buen vivir en
las ruralidades para propiciar mejores condiciones para la permanencia en los territorios rurales, en
clave de sostenibilidad, en perspectiva integral como se ilustra a continuación.
51
Ilustración 3. Perspectiva integral del desarrollo rural sostenible
De esta forma, el MDRS ofrece los elementos conceptuales fundamentales que guían el desarrollo de
la PPR, con énfasis en su Plan de Acción, para contribuir al alcance de la visión y objetivos del DRS
que se propone para Bogotá. En los numerales que componen este marco conceptual, y que se
presentan a continuación, se profundiza sobre aspectos de relevancia para atender, en su
integralidad, lo que implica avanzar hacia el DRS, incluyendo elementos como las identidades
culturales rurales, la visión de lo rural más allá de un enfoque agrocéntrico, y la caracterización de lo
que constituiría un sistema del cuidado específico para estos territorios.
La identidad y la cultura son conceptos definidos de diversas formas y para múltiples propósitos.
Discutir y reflexionar sobre ellos no solo compete a los sectores académicos, sino también a las
poblaciones en su cotidianidad y a las entidades públicas en el diseño de políticas. En las poblaciones
rurales estos conceptos se han instalado como herramientas para resistir o mediar las transformaciones
en sus territorios; mientras que en las políticas públicas su incorporación ha permitido focalizar las
intervenciones y configurar enfoques diferenciales, entre ellos el étnico y la diversidad de
interpretaciones relacionadas con la cultura campesina. En este marco teórico y conceptual se entiende
la identidad cultural de una forma estratégica y posicional:
(…) este concepto de identidad no señala ese núcleo estable del yo que, de principio a fin, se
desenvuelve sin cambios a través de todas las vicisitudes de la historia (…) Tampoco es —si
trasladamos esta concepción esencializadora al escenario de la identidad cultural— ese «yo
colectivo o verdadero que se oculta dentro de los muchos otros "yos", más superficiales o
artificialmente impuestos, que un pueblo con una historia y una ascendencia compartidas tiene en
común» (Hall, 1990), y que pueden estabilizar, fijar o garantizar una «unicidad» o pertenencia
cultural sin cambios, subyacente a todas las otras diferencias superficiales (…) Es preciso que
situemos los debates sobre la identidad dentro de todos esos desarrollos y prácticas
52
históricamente específicos que perturbaron el carácter relativamente «estable» de muchas
poblaciones y culturas (…). (Hall, 1996, págs. 15-17).
Según este planteamiento, el abordaje de la identidad permite reconocer los procesos históricos y las
configuraciones de subjetividades situadas, con intereses particulares y en constante transformación.
Aunque a primera vista, parece ser discusiones académicas que no se acercan a la realidad de las
comunidades rurales, es importante señalar que la historia, el arraigo, las transformaciones y los
intercambios son elementos centrales en la configuración de las identidades de estas comunidades.
Como construcción social, la identidad puede verse a nivel micro y macrosocial. A nivel micro, las
identidades se construyen y reconstruyen permanentemente a través del diálogo, la interacción y la
negociación; mientras que a nivel macro las personas configuran su identidad internalizando el
universo simbólico de la sociedad a la que pertenecen (Landini, 2016). En el caso de la identidad
campesina, algunos referentes como Eric Wolf (1971), la han conceptualizado anclada a su papel en
el modo de producción, es decir, vinculada a las actividades principalmente agrícolas. Como una
manera de aportar y superar este anclaje agrocentrista, la definición de actividades rurales amplía
el espectro, pues comprenden:
“(…) desde las actividades tradicionales, tales como las labores agropecuarias, forestales,
pesqueras y mineras, hasta las no tradicionales, como el desarrollo de agroindustrias y
microempresas, además de otras actividades realizadas en el marco de una perspectiva más
amplia de la ruralidad, como son las relacionadas con la integración a cadenas agroproductivas
y comerciales en todas sus expresiones organizativas, el turismo rural y ecológico, las artesanías,
la transformación de metales y piedras preciosas y otros nuevos campos de oportunidad,
incluyendo las actividades de mercadeo, transformación de productos y prestación de servicios
que se realicen en torno a ellas” (Ley 731 de 2002, Art. 3).
Estos aspectos también se ven expresados en la Resolución 73/165, Declaración de las Naciones
Unidas sobre los Derechos de los Campesinos y de Otras Personas que Trabajan en las Zonas Rurales.
En su artículo 1 establece lo siguiente:
“A efectos de la presente Declaración, se entiende por “campesino” toda persona que se dedique
o pretenda dedicarse, ya sea de manera individual o en asociación con otras o como comunidad,
a la producción agrícola en pequeña escala para subsistir o comerciar y que para ello recurra
en gran medida, aunque no necesariamente en exclusiva, a la mano de obra de los miembros de
su familia o su hogar y a otras formas no monetarias de organización del trabajo, a que tenga
un vínculo especial de dependencia y apego a la tierra.
La presente Declaración se aplica también a los pueblos indígenas y las comunidades locales que
trabajan la tierra, a las comunidades trashumantes, nómadas y seminómadas y a las personas
sin tierra que realizan tales actividades.
La presente Declaración se aplica, además, a los trabajadores asalariados, incluidos todos los
trabajadores migrantes, independientemente de su situación migratoria, y los trabajadores de
temporada, que estén empleados en plantaciones, explotaciones agrícolas, bosques y
explotaciones de acuicultura y en empresas agroindustriales”. (Organización de Naciones Unidas,
2018).
53
Siguiendo esta definición, pero marcando el acento en el reconocimiento del campesinado como sujeto
intercultural, la Comisión para la Conceptualización del Campesinado en Colombia, coordinada por
el Instituto Colombiano de Antropología e Historia-ICANH, define al campesino como:
(…) sujeto intercultural, que se identifica como tal, involucrado vitalmente en el trabajo directo
con la tierra y la naturaleza, inmerso en formas de organización social basadas en el trabajo
familiar y comunitario no remunerado o en la venta de su fuerza de trabajo (…). (Acosta, y otros,
2018, pág. 7).
Estas definiciones, permiten reconocer que las identidades culturales también pueden expresarse de
manera particular sobre determinados grupos de personas, por ejemplo, las mujeres y la juventud
rural. Al respecto, la Ley 731 de 2002, en su artículo 2, definió a la mujer rural como aquella mujer
que, “(…) sin distingo de ninguna naturaleza e independientemente del lugar donde viva, su actividad
productiva está relacionada directamente con lo rural (…)”. En este sentido, es importante resaltar el
papel que han cumplido las mujeres campesinas y rurales, para la transformación de la cultura
machista y para garantizar el goce pleno de los derechos.
La lucha constante de las mujeres campesinas ha puesto en evidencia la autoridad masculina en
las distintas prácticas machistas que existen en los escenarios organizativos mixtos en donde se
movilizan y en las relaciones con sus familias, compañeros, compañeras y el estado. Esta
autoridad masculina en los escenarios ha tenido consecuencias en sus vidas, pensamientos y
cuerpos, incluyendo en relación con el limitado acceso a la tierra, la propiedad patrimonial, las
decisiones, las violencias, el trabajo no reconocido y no remunerado, el manejo del dinero y de
autonomía económica, entre otros factores. (González C., 2022, pág. 39)
En cuanto a la juventud rural, si bien no existe una definición oficial o medianamente aceptada,
Absalón Machado (2021), desde una mirada reflexiva, describe algunas de las principales
características de esta juventud, entre ellas: las dificultades y limitaciones para seguir viviendo en el
campo; la percepción de las desigualdades y la desesperanza en el futuro; un mayor manejo y acceso
a información en comparación con sus progenitores/as y; la búsqueda de redes familiares para
migrar a la ciudad. Al respecto, este mismo autor advierte:
(…) El asunto crítico es que si los jóvenes se van, los viejos, ya cansados y sin fuerzas para
mantener una parcela también tienden a abandonar el campo, ubicándose en poblados cercanos,
donde tienen familiares. El avance de la urbanización presiona esas situaciones. (Machado, 2021,
pág. 195)
En este sentido, el relacionamiento urbano-rural desde una aproximación no dicotómica, debe permitir
no solo evidenciar posibles limitaciones a la permanencia de la población en los territorios rurales, en
condiciones dignas, sino también la comprensión hacia el desarrollo territorial, desde una mirada de
integración e interrelacionamiento. Ligado a los elementos históricos y regionales que sirven como
componente del desarrollo territorial sostenible, se debe tener presente que un territorio rural tiene
lazos comunicativos físicos, naturales, sociales, identitarios, culturales y ambientales con las regiones
adyacentes.
Las áreas rurales son fuertemente influenciadas y transformadas de manera recíproca según su
cercanía con el área urbana, de manera tal que, las dinámicas de urbanización y poblamiento
moldean y reestructuran constantemente esta relación. Resulta difícil, un desarrollo territorial sin el
impacto y las interdependencias asociativas y solidarias que se configuran entre territorios y regiones
adyacentes, sean estas rurales o urbanas y con propósitos de alcanzar mejores estándares sociales y
económicos (Landínez, 2015).
En estos relacionamientos la dimensión cultural juega un papel preponderante, pues vincula aquellas
prácticas de expresión asociadas con la memoria, las tradiciones y las formas de identificación
(Acosta, y otros, 2018). Estas formas de expresión permiten no solo la integración regional, sino
54
también la integración de los patrimonios culturales y naturales de los territorios. El hecho de que el
campesinado comparta estas experiencias y hábitos entre su propia comunidad los provee de una
estructura identitaria particular y propia que sirve para reproducir y transmitir dichos conocimientos
a futuras generaciones.
Por su parte, la medición del campesinado desde el diseño de las políticas públicas ha tenido un
desafío importante, relacionado con la articulación entre los datos objetivos como el tamaño de la
tierra o el tipo de vinculación laboral con una actividad productiva, por un lado; y los datos subjetivos
relacionados con el autorreconocimiento campesino de una persona, por otro lado (Acosta, y otros,
2018, pág. 4). En este sentido, es pertinente mencionar que, el documento técnico de
Conceptualización del Campesinado en Colombia antes citado es resultado del Fallo STP2028-2018
de la Corte Suprema de Justicia, y busca visibilizar al campesinado en los instrumentos censales.
Por lo anterior, el conteo o cuantificación estadística a manera de registro único de campesinos/as y
grupos étnicos, que incluya variables de identificación y ubicación, así como de caracterización
demográfica, económica, cultural, organizativa, entre otras, se constituye en información de base para
la toma de decisiones. Es así como, este abordaje conceptual y su necesaria medición permite
reconocer e incorporar en la política pública de ruralidad los desafíos asociados con la pérdida, la
preservación y la transformación de la identidad cultural, a través de la apropiación intercultural del
patrimonio, también permite el diseño de políticas públicas asertivas, pertinentes y efectivas para
estos territorios.
Además de reconocer y dar importancia a los procesos productivos, culturales, sociales y políticos, lo
relevante de esta cita es que señala el vínculo de la nueva ruralidad con los ejercicios de planificación.
De allí la necesidad de medirse y abordarse a través de políticas públicas rurales21, pues “(…) la
posibilidad de introducir mejores criterios para la medición de lo rural pasa necesariamente por un
55
proceso político, dadas las implicaciones en materia de asignación de recursos presupuestarios y de
representación política (…)” (Rodríguez et al, 2010, en Matijasevic y Ruiz, 2013, pág. 37).
En este sentido, podrían señalarse dos trabajos interesados sobre la medición de lo rural. El primero
de ellos es el documento Hacia una nueva definición de “rural” con fines estadísticos en América Latina,
desarrollado por la Comisión Económica Para América Latina y el Caribe (CEPAL); y el segundo,
Definición de Categorías de Ruralidad, elaborado por el Equipo de la Misión para la Transformación
del Campo, del Departamento Nacional de Planeación (DNP), en Colombia.
En cuanto al documento de trabajo de CEPAL, uno de los principales aportes que hace, es que recoge
un consenso en torno a la necesidad de superar la medición dicotómica urbano/rural y plantea, en
cambio, que “la medición por gradiente es la más apropiada, pues lo rural es multidimensional y por
lo tanto ninguna variable per se es suficiente para capturar la complejidad de situaciones que eso
implica” (Rodríguez, 2011, pág. 35).
Por su parte, en el documento del DNP, se definen las categorías de ruralidad con base en tres
criterios: i) la ruralidad dentro del Sistema de Ciudades; ii) densidad poblacional, y; iii) relación de
población urbano-rural (Departamento Nacional de Planeación, 2014). La aplicación de esta
metodología de medición llevó a importantes resultados. Al respecto, Machado (2021) señala que:
“(…) con la metodología del informe Definición de categorías de ruralidad, el 30,4% de la
población se considera rural y está distribuida entre las ciudades y aglomeraciones, las urbes
intermedias y lo rural (incluida la población dispersa). (…) para concluir que lo rural es mayor
de lo que consideran las estadísticas demográficas del DANE y, por lo tanto, el ámbito de las
políticas rurales es más amplio de lo que se pensaba” (pág. 162).
El concepto de cuidado, una de las principales apuestas de la actual Administración Distrital 2020-
2024, puede ser entendido como la producción de bienestar físico y emocional de las personas de
acuerdo con sus necesidades (Mascheroni, 2001). En este sentido, pueden caracterizarse el cuidado
como una construcción social, como un trabajo y como un procedimiento en una relación de
enfermedad.
En cuanto el cuidado como una construcción social, es importante resaltar que las relaciones del
cuidado influyen y tienen significado, según las particularidades culturales y sociales de los contextos
donde ocurran. Es decir, “no hay un cuidado universal, siempre es particular, socialmente construido.
56
Hay una gran diversidad cultural en las formas de cuidar y de distribuir el trabajo de cuidados”
(Amariles & López, 2019, pág. 22).
De otro lado, el cuidado concebido como un trabajo, permite identificar la distribución desigual y
llegar a la categoría analítica de economía del cuidado:
“la cual hace referencia al trabajo no remunerado que se lleva a cabo en el ámbito doméstico,
relacionado con el mantenimiento de la vivienda, los cuidados a otras personas, los cuidados del
hogar y el mantenimiento de la fuerza de trabajo remunerado. Dicho trabajo, generalmente, es
realizado por mujeres, las cuales no reciben una remuneración económica directa y esto lleva a
que se evidencien las inequidades de género”. (Amariles & López, 2019, pág. 23).
A su vez, el cuidado como un proceso en torno a la enfermedad, plantea una diferenciación entre las
personas cuidadoras profesionales y no profesionales (Amariles & López, 2019, pág. 24). En las
ruralidades, esto se expresa como un desbalance entre las demandas y las capacidades de los
cuidadores y como un desequilibrio demográfico. Es decir, como la denominada paradoja del cuidado
informal, en la que aumenta la demanda de cuidados, debido a una población más envejecida, con
mayor esperanza de vida, etc.; “mientras que, por el otro, hay un declive en la disponibilidad de
personas que cuiden (menos personas en el hogar y en muchos casos con trabajo fuera de este)”
(Mascheroni, 2001, págs. 39-40).
Lo relevante de esta paradoja, es que resalta la importancia de focalizar acciones sobre los grupos
de personas cuidadoras no profesionales dado que “se considera que disponen de menos estrategias
de afrontamiento ante estas dificultades (…) y se manifiestan dificultades y diversas renuncias desde
lo económico y social que generan un desbalance entre las demandas y las capacidades de los
cuidadores” (Amariles & López, 2019, pág. 24).
Con base en esto, puede considerarse que el sistema de cuidado propuesto desde la actual
Administración Distrital integre los aspectos antes mencionados, a través del Sistema de Cuidado en
el Distrito. De allí, que el principal objetivo de este sistema sea el de contribuir a la igualdad de
oportunidades para las mujeres a través de la ampliación y cualificación de la oferta institucional de
servicios del cuidado, con el fin de reducir su tiempo total de trabajo; redistribuir el trabajo de cuidado
no remunerado con los hombres; y contar con mecanismos para su valoración y reconocimiento. Todo
esto, articulando programas y servicios existentes y nuevos, para atender las demandas de cuidado
de manera corresponsable entre el Distrito, la Nación, el sector privado, las comunidades y los
hogares.
Si bien la territorialización de este sistema en la ruralidad, a través de redes de cuidado y bajo
criterios de suficiencia y distribución de la presencia institucional, busca responder a las demandas
locales y a los recorridos cotidianos de las personas cuidadoras en Bogotá; este sistema requiere de
acciones estratégicas que lo fortalezcan. Acciones orientadas al bienestar social y la identidad cultural
en las ruralidades del distrito.
En las zonas rurales, la relación entre cuidado y bienestar social se expresa en un aumento en la carga
global del trabajo de las mujeres, pues las mujeres son las principales encargadas de los cuidados y
deben combinar estas actividades con sus trabajos remunerados (Mascheroni, 2001). En cuanto a los
criterios de suficiencia y distribución de la institucionalidad, la dispersión poblacional en las
ruralidades hace que la oferta sea insuficiente y no permita la escala necesaria para la instalación
de servicios del cuidado. Es decir, el acceso a servicios de cuidado presenta limitaciones en función de
que la red es más débil o inexistente (Sampedro, 2008).
Así, para suplir ausencias y limitaciones de los servicios, se requiere traslado a otras zonas, lo cual no
siempre es posible y obliga al despliegue de otras estrategias del cuidado que terminan resolviéndose
con la familia o la comunidad. Es decir, “en la medida en que ni el Estado ni el mercado dan
57
alternativas de cuidado, este pasa a los hogares y, dentro de ellos, a las mujeres” (Mascheroni, 2001,
pág. 39).
En cuanto a la relación entre el cuidado e identidad cultural, para Sampedro (2008), el vínculo entre
domesticidad, feminidad y ruralidad presente en las representaciones sociales explica, en parte, la
persistencia de unos roles de género muy tradicionales, que llevan a la baja o nula implicación de los
hombres en las tareas domésticas y a la resistencia al uso de servicios de cuidado. Por su parte, en
cuanto a la relación entre cuidado y los aspectos productivos y económicos, Halliday y Little (2008),
afirman que las estrategias del cuidado deben analizarse en relación con las oportunidades laborales
que tienen hombres y mujeres y la naturalización de las mujeres como madres y cuidadoras.
“En la ruralidad, la imagen de la mujer trabajadora continúa rodeada de prejuicios, como el
descuido del hogar, la pareja y los hijos, por lo cual se refuerza el rol doméstico de las mujeres
y su participación en el mercado laboral se vive en permanente tensión (…) Las mujeres deben
adaptar su participación en el mercado laboral en actividades y con jornadas que les permitan
conciliar con sus compromisos familiares (…) En los casos en que se produce la incorporación de
las mujeres al mercado de empleo, ello no supone una redistribución de las tareas de cuidado,
sino que las mujeres mantienen su responsabilidad y, por tanto, aumentan su carga global de
trabajo (…) El tiempo dedicado a los cuidados por parte de las mujeres rurales impone fuertes
limitantes a la hora de conciliar la vida laboral con la vida familiar y condiciona la participación
laboral de las mujeres y sus modalidades. De esta forma, la sobrecarga de cuidados limita las
posibilidades de las mujeres de construir un proyecto de vida independiente de las necesidades
de los miembros de sus familias (…)” (Mascheroni, 2001, pág. 41).
Finalmente, es importante señalar que, según Artacker, Santillana y Valencia (2020), durante la
pandemia del COVID-19, las mujeres rurales y campesinas aumentaron su carga de trabajo no
remunerado, al encargarse en mayor medida, de las tareas de cuidado en sus hogares y en la
comunidad.
58
4 ENFOQUES DE LA POLÍTICA
Los enfoques permiten integrar las estructuras de diagnósticos de la política y también identificar la
expresión diferenciada y particular de las problemáticas en las ruralidades del Distrito. Los diferentes
aspectos considerados en este diagnóstico son condicionantes que, directa o indirectamente, afectan
la vida en sí misma; la calidad de vida de los individuos y los colectivos, favoreciendo la salud o la
enfermedad. Por tanto, cada uno de los aspectos considerados en este diagnóstico, con respecto a las
ruralidades de Bogotá, de una forma u otra se relacionan con los denominados determinantes sociales
de salud de la población que habita la zona rural, los cuales se asocian a las circunstancias en que las
personas nacen crecen, trabajan, viven y envejecen, incluido el conjunto más amplio de fuerzas y
sistemas que influyen sobre las condiciones de la vida. Es decir, son factores sociales, económicos,
culturales, nutricionales, ambientales, ocupacionales, habitacionales, de educación y de acceso a los
servicios públicos, entre otros, que determinan la calidad de vida de individuos y colectivos en las
ruralidades.
Complementariamente, la interseccionalidad es una categoría de análisis que nos ayuda a comprender
mejor las problemáticas sociales, al permitir ver las desigualdades que persisten en las ruralidades,
comparado con los entornos de vida urbanos (configurando las brechas urbano-rurales que soportan
gran parte del presente diagnóstico). Además, permite comparar a las ruralidades mismas en su
interior, dada la diversidad de realidades que allí se evidencian. La interseccionalidad se evidencia
cuando “una clase concreta de discriminación interactúa con dos o más grupos de discriminaciones
creando situaciones determinadas y múltiples en sus explicaciones”; situación que permite interrogarse
“sobre la reproducción institucional y estructural de la desigualdad” (Caro, 2016, pág. 127).
Así mismo, el enfoque de género se presenta como enfoque central en el análisis de la política, en
atención a la persistencia en las ruralidades de relaciones de opresión basadas en el género, las
cuales coexisten y se solapan con otros múltiples sistemas de opresión. En este sentido, la Secretaría
Distrital de la Mujer llama la atención sobre la forma en que estas condicionantes sociales, frente a
estas estructuras de género y otros contextos de diversa naturaleza, tienen afectaciones directas sobre
la calidad de vida de individuos o colectivos; lo cual puede gestionarse desde la acción de la política
pública.
En este entendido, una mirada a las relaciones entre la dinámica poblacional y las dinámicas socio-
económicas, educativas y ambientales permite identificar los desequilibrios (tensiones) y las ventajas
comparativas del territorio (oportunidades). La población, y con ésta el territorio, son elementos
ordenadores del quehacer de lo público, enmarcado en el ejercicio de las políticas, desde las cuales
se pueden adelantar acciones para gestionar aquellas desigualdades evitables, teniendo en cuenta
la heterogeneidad de las problemáticas locales.
Por lo anterior, este diagnóstico parte de la premisa de que es necesario que las problemáticas
identificadas en las ruralidades se aborden integralmente, asociando el enfoque territorial, de
género, derechos humanos y poblacional-diferencial en este ejercicio. De manera que, no se limite el
accionar institucional a un simple aseguramiento y prestación de servicios sociales, sino que se
contemple una mirada a las particularidades de las comunidades rurales para atender a aspectos
como aquellos asociados a las determinantes sociales en salud; sobre las cuales el conjunto de la
institucionalidad, en todos los sectores, juega un rol importante. A continuación, se describen los
enfoques que permiten comprender estos ejes temáticos.
Este enfoque permite ubicar al territorio, como soporte o contenedor de los fenómenos y relaciones
sociales. Así:
59
“Los problemas que procuran eliminar o mitigar las políticas públicas ocurren en un territorio
específico de la ciudad, con características propias de diversa índole definidas por su geografía,
por su contexto político, económico y social que le dan una connotación diferente a los proyectos
de la política pública que se van a implementar en cada zona de la ciudad, con el fin de lograr
intervenciones más pertinentes y efectivas que impacten positivamente a los territorios en su
conjunto y poblaciones, acorde a sus necesidades” (Secretaría Distrital de Planeación, 2019, pág.
28)
Aplicado a las ruralidades del D.C., y desde una perspectiva integradora y resiliente, este enfoque
permite integrar los territorios rurales a su interior y con el resto de las dinámicas regionales. Además,
fortalece la resiliencia y la capacidad de adaptación a los riesgos relacionados con el cambio
climático que impactan negativamente la salud humana y ambiental (inseguridad alimentaria y
nutricional, calidad y disponibilidad del agua, calidad del aire, enfermedades transmisibles), teniendo
en cuenta que, por ejemplo, el páramo es un ecosistema de alta fragilidad.
Así mismo, reconoce que la gestión y el desarrollo sostenible del medio rural son fundamentales para
la salud y la calidad de vida de la población, de modo que el trabajo articulado entre autoridades
y comunidad local debe aportar en la planificación del territorio. Este enfoque también permite
evidenciar las diferencias y diversidades que se constituyen a partir de habitar un territorio rural por
parte de las mujeres y propone, a través de esto, acciones diferenciadas según las características
territoriales.
En Colombia los derechos diferenciados para la población rural y el campesinado se han exigido en
un contexto marcado por transformaciones constitucionales; políticas de apertura económica y
privatización; conflicto social y armado y; negociaciones y acuerdo de paz (Montaña, Robledo, & Yie,
2022), hecho que explica, en parte, los desconocimientos y desafíos para incorporar un enfoque de
derechos en la política de ruralidad. En este sentido, este enfoque tiene como objetivo garantizar los
derechos de las poblaciones rurales fortaleciendo la capacidad de los titulares de deberes para
cumplir sus obligaciones y empoderando a los titulares de derechos para la exigibilidad. Este enfoque,
entonces, puede ser entendido como:
60
Estado y de los gobiernos en un marco normativo especificó, como en el constitucionalismo del Estado
Social de Derecho.
Desde el enfoque de derechos, se reconoce las reivindicaciones históricas del campesinado y la
población rural en el Distrito, y resalta la importancia de generar capacidades para la plena garantía
y el pleno ejercicio de los derechos. Esas capacidades centrales, como lo señala Nussbaum, deben ser
elaboradas más a fondo y establecerse umbrales mínimos, por ejemplo, a través de parámetros para
su medición y seguimiento en los distintos planes de acción.
Si bien este documento de diagnóstico permite establecer las principales situaciones problemáticas en
las ruralidades del distrito, es desafío del Plan de Acción de esta política orientar acciones para
desarrollar estas capacidades centrales y establecer parámetros que faciliten su medición,
seguimiento y avance. Es así, como este enfoque de derechos, al igual que los demás abordados en
este apartado, deben ser transversalizados en la formulación de los proyectos. Adicional a esto, es
necesario señalar que lo derechos humanos:
(…) no pueden ser vistos de forma neutral, pues para las mujeres existen brechas entre la
igualdad formal y la real, así como obstáculos económicos, políticos, culturales y sociales que
legitiman la desigualdad de género (…) en el marco de este enfoque, la política reconoce y
trabaja sobre la base del empoderamiento de las mujeres como sujetas políticas para avanzar
hacia el logro de su ciudadanía plena y la transformación de los factores que pueden originar
las diferentes desigualdades que operan en su contra. (CONPES, D.C 14, 2020, pág. 65) .
De esta manera, reconocer a las mujeres y al campesinado colombiano como sujeto de especial
protección constitucional es un punto de partida de esta política. Todo esto, amparado en la
Constitución Política, la Sentencia C-077 de 2017, proferida por la Corte Constitucional, y las Leyes
160 de 1994 y 731 de 2002”, y la Resolución 73/165 de 2018 (Declaración de las Naciones Unidas
sobre los Derechos de las y los Campesinos y de otras personas que trabajan en las zonas rurales).
Por último, con respecto al Enfoque de Derechos es importante mencionar como hecho relevante
recientemente sucedido a nivel nacional y que impacta de manera positiva el sector rural del país, el
Acto Legislativo 01 de 2023, que modificó el artículo 64 de la Constitución Política de Colombia
citado a continuación:
“Es deber del Estado promover el acceso progresivo a la propiedad de la tierra del campesinado y
de los trabajadores agrarios, en forma individual o asociativa.
El campesinado es sujeto de derechos y de espacial protección, tiene un particular relacionamiento
con la tierra basado en la producción de alimentos en garantía de la soberanía alimentaria, sus
formas de territorialidad campesina, condiciones geográficas, demográficas, organizativas y
culturales que lo distinguen de otros grupos sociales.
El Estado reconoce la dimensión económica, social, cultural, política y ambiental del campesinado, así
como aquellas que le sean reconocidas y velará por la protección respeto y garantía de sus derechos
individuales y colectivos, con el objetivo de lograr la igualdad material desde un enfoque de género,
etario y territorial, el acceso a bienes y derechos como a la educación de calidad con pertinencia, la
vivienda, la salud, los servicios públicos domiciliarios, vías terciarias, la tierra, el territorio, un ambiente
sano, el acceso e intercambio de semillas, los recursos naturales y la diversidad biológica, el agua, la
participación reforzada, la conectividad digital, la mejora de la infraestructura rural, la extensión
agropecuaria y empresarial, asistencia técnica y tecnológica para generar valor agregado y medios
de comercialización para sus productos.
61
Los campesinos y campesinas son libres e iguales a todas las demás poblaciones y tienen derecho a
no ser objeto de ningún tipo de discriminación en ejercicio de sus derechos, en particular las fundadas
en su situación económica, social, cultural y política”.
Además, contempló la reglamentación de la institucionalidad para garantizar el cumplimiento de lo
estipulado, así como el trazador presupuestal como mecanismo de seguimiento de las inversiones
rurales realizadas por los sectores y entidades responsables y con competencia en la materia.
De esta manera, lo contemplado en este Acto Legislativo concuerda y se armoniza plenamente con la
Política Pública de Ruralidad, fundamentalmente con su objetivo general, objetivos específicos y
productos incluidos en el plan de acción.
62
relaciones de poder e intereses económicos en la tenencia y apropiación territorial, en los usos del
suelo y las prácticas productivas y de consumo, los mecanismos sociales y culturales tienen
determinantes de género. Es decir, existe una relación diferenciada de hombres y mujeres con el
medio natural. Al respecto, cabe mencionar que, mayoritariamente, son las mujeres las que ejercen el
trabajo del mantenimiento de la vida, a costa de profundizar la división sexual del trabajo, que
establece poderes y tareas jerárquicas, consideradas masculinas y femeninas, relegando a las mujeres
a la esfera de lo privado y lo comunitario- y a las labores reproductivas, e impulsando a los hombres
a la esfera de lo público y a las labores productivas.
Hoy es ampliamente reconocido el aporte de las mujeres a la sustentabilidad, a partir de su relación
con el hábitat y el ambiente: se trata de un vínculo estrecho con los ecosistemas vivos, derivado de la
experiencia directa. Tal como plantea ONU-HÁBITAT (2013), las mujeres de todo el mundo cumplen
funciones claramente definidas en la ordenación de la fauna y la flora, de los bosques, las tierras
áridas, los humedales y la agricultura; en la recolección de agua, combustible y forraje para uso
doméstico y como fuente de ingresos.
Las relaciones con el hábitat y el ambiente no se dan de la misma manera para los diversos grupos
de mujeres: dependen de la ubicación en la estructura social (clase, etnia), la localización espacial
(urbana o rural), los estilos de vida, y las distintas etapas del ciclo vital de las mismas mujeres, entre
otras. Tampoco viven igual los conflictos ambientales ni la degradación de los ecosistemas y del
hábitat, ni reciben por igual sus impactos. Pese a las especificidades, de manera generalizada el
trabajo realizado por las mujeres en la vida doméstica y comunitaria responde a las necesidades
básicas de la existencia humana, la supervivencia, el mantenimiento y la reproducción de la vida y
de la fuerza de trabajo, desarrollando formas de pensamiento y acción recogidas la economía del
cuidado: trabajo del cuidado y ética del cuidado.
Así mismo, se debe tomar en cuenta el trabajo que las mujeres realizan a nivel comunitario, casi
siempre en los ámbitos de la salud, la educación, la cultura, la construcción social del hábitat y el
territorio, así como la defensa, protección de los ecosistemas y sus beneficios, dentro de los cuales se
destacan el trabajo por la seguridad y la soberanía alimentaria de las poblaciones rurales y urbanas.
Este aporte fundamental para el mantenimiento contrasta con el limitado nivel de participación de las
mujeres en la formulación de políticas, en la toma de decisiones y especialmente en la obtención de
ingresos y beneficios.
Por su parte, la sustentabilidad del hábitat y del ambiente urbano-rural en los sectores populares se
refiere principalmente a que con frecuencia las mujeres construyen, individual o colectivamente,
hábitos de ahorro frente al agua y la energía; de reúso de bienes y materiales, de reducción de
generación de desechos, de reciclaje, de regeneración de territorios, de protección y limpieza de
páramos y cuerpos de agua. Además, por su relación permanente con los temas de saneamiento
básico, la defensa y protección de áreas verdes, humedales, quebradas, parques infantiles y zonas
comunales, así como el mejoramiento del espacio público, sin olvidar la incursión de las mujeres en la
construcción de vivienda y en las labores de producción agrícola. Desde luego hay situaciones
particulares: en algunos territorios rurales de Bogotá, carentes de servicios públicos de agua y
energía, las mujeres se ven obligadas a cocinar con leña, con serias implicaciones para su salud,
además del daño paisajístico y ecológico.
Son protagónicas también las mujeres en la defensa de ecosistemas amenazados por la avidez
productivista de las corporaciones: cuencas y subcuencas, páramos y bosques; en la lucha frente a la
construcción de represas que provocan desplazamientos forzados masivos de poblaciones nativas; en
las resistencias al acaparamiento privado y corporativo de tierras para la agroindustria, así como en
los proyectos extractivistas en general, cuyos impactos en la atmósfera, los suelos y subsuelos y en las
aguas superficiales y subterráneas son dramáticos para la salud, la sobrevivencia de poblaciones
humanas enteras y la biodiversidad.
63
Es así como, para contribuir a la reversión de estos impactos negativos, se propone la inclusión de
lineamientos orientados a superar las condiciones de marginalidad histórica que como se ha expuesto,
afectan el ejercicio de derechos de las mujeres rurales. Esto podría verse reflejado dentro del Plan
de Acción de esta política, a través de indicadores con enfoque de género que promuevan mecanismos
para la promoción, la protección y la garantía de los derechos integrales de estas actoras de la
ruralidad, a través de incentivos y acceso a programas con acciones afirmativas que contribuyan
decididamente a su buen vivir y al reconociendo de las labores de cuidado en los programas de
acceso a tierras que se oferten desde el Distrito y la Nación.
En mayo de 2022, la Secretaría Distrital de Ambiente (SDA) actualizó los lineamientos para la inclusión
del enfoque ambiental en las Políticas Públicas Distritales, manteniendo como marco de referencia la
Agenda 2030 de Desarrollo Sostenible adoptada por la Asamblea General de la ONU y los
Objetivos para el Desarrollo Sostenible (ODS), particularmente en lo relativo a ciudades y
comunidades sostenibles que permitan la “promoción, protección, garantía y respeto de los derechos
colectivos y del principio de sostenibilidad ambiental como requisito para garantizar la vida a futuro”
(Secretaría de Ambiente, 2022)
En esta actualización, la SDA define el enfoque ambiental como:
“(…) la dimensión ambiental abarca elementos tanto de las ciencias naturales como de las
ciencias sociales y humanas para entretejer, en un sentido holístico, lo natural con lo sociocultural.
Incluir el enfoque ambiental en políticas públicas implica entonces reconocer la relación de
interdependencia entre los seres humanos, los seres no humanos, el territorio y los recursos, y
comprender que el ambiente es indisociable de la realidad social, económica y cultural. Por lo
tanto, la formulación de toda política pública, independientemente del sector, debe buscar
incorporar este enfoque y hacerlo visible” (Secretaría de Ambiente, 2022)
La Política de Ruralidad requiere de la interacción de múltiples sectores del Distrito para la realización
de acciones -conjuntas o separadas, pero siempre ejercidas- sobre el territorio rural y sus relaciones
con el suelo urbano, la sociedad y la cultura, con el objetivo primordial de contribuir al mejoramiento
del entorno y calidad de vida de sus habitantes.
En este orden de ideas, este documento diagnóstico, principalmente en el apartado de EEP y
Ambiente, pero también en varios apartados a lo largo del documento, recoge los elementos que
conforman el enfoque ambiental, que se evidenciará en la caracterización interdisciplinaria del
territorio rural del Distrito, integrando sistémicamente los aspectos físicos, biológicos, sociales y
culturales desde la particularidad de cada una de las unidades de análisis hasta la ruralidad en su
conjunto.
Adicionalmente, cabe destacar que la política acoge e incorpora los principios de responsabilidad
ambiental, prevención de desastres ecológicos, coherencia en el planteamiento de los objetivos
ambientales y las acciones para alcanzarlos, así como el principio de la cooperación entre los
diferentes actores para disminuir los impactos ambientales negativos.
Este enfoque puede ser definido como una herramienta que busca:
(…) visibilizar las particularidades y necesidades de personas y colectivos, con el fin de generar
acciones diferenciales desde la política pública para cambiar las situaciones de exclusión y
discriminación que evitan el goce efectivo de sus derechos. En este sentido, el principal objetivo
de estos enfoques es reconocer a Bogotá como una ciudad diversa, donde habitan múltiples
64
grupos poblacionales y sectores sociales, que son iguales en derechos al resto de los habitantes
de la ciudad. Su aplicación es necesaria para lograr el desarrollo de políticas públicas que
promuevan la inclusión e integración social, que aporten a la construcción de una Bogotá donde
todos nos reconozcamos, respetemos y vivamos nuestros derechos en armonía en el mismo
territorio” (Secretaría Distrital de Planeación, 2019, pág. 15).
Dicho enfoque se concibe como una herramienta que reconoce que existen grupos y personas que han
sido históricamente discriminados debido a su pertenencia étnica o racial, edad, orientación sexual,
identidad de género, creencia religiosa, ubicación geográfica, discapacidad, situación
socioeconómica, o de la intersección de diversos sistemas de discriminación que, como el racismo, el
capacitismo, el clasismo, la homofobia, la transfobia, la xenofobia y la intolerancia religiosa, impiden
el acceso a las oportunidades en igualdad de condiciones.
Este tipo de discriminación se sustenta en imaginarios, estereotipos, prejuicios y comportamientos
construidos social y culturalmente, que impiden la garantía plena de derechos. De esta manera, este
enfoque permite hacer ajustes a la oferta institucional para garantizar adecuadamente el acceso a
los bienes y servicios reconociendo las particularidades y especificidades de las poblaciones rurales
del Distrito.
El enfoque poblacional-diferencial busca reconocer las particularidades de grupos o colectivos para
generar acciones diferenciales (Secretaría Distrital de Planeación, 2017). Este enfoque visibiliza la
diversidad de la ciudad, y en este caso particular dentro de las áreas rurales, y contempla las
diferencias, necesidades y visiones de mundo propias de grupos étnicos, grupos etarios, situación o
condición, orientación e identidad sexual (Secretaría Distrital de Planeación, 2019).
Gracias a este enfoque poblacional-diferencial, se pueden identificar las particularidades de las
poblaciones rurales, como las características de las personas y grupos sociales para comprender su
construcción sociocultural y situaciones de exclusión y desigualdad. Es decir, este enfoque señala que
la ruralidad del D.C. es plural, de allí la importancia de pasar a hablar de “las ruralidades”. Esto,
muy articulado al enfoque territorial.
De igual manera, con respecto a los derechos humanos de las mujeres y a las desigualdades de
género, y partiendo de la definición que se expresa en el Acuerdo Distrital 584 de 2015 y en la
Resolución de la Secretaría Distrital de la Mujer (SDMujer) 489 de 2013, la aplicación de este enfoque
con respecto a las mujeres involucra:
Cabe resaltar que el enfoque poblacional-diferencial deben responder al cruce de las distintas
formas de discriminación, lo que se ha planteado antes como la interseccionalidad.
65
4.6 LA TRANSVERSALIZACIÓN DE ENFOQUES
▪ (…) una concepción equivocada de que los enfoques son solo un mecanismo para contar los
diferentes grupos poblacionales o sectores sociales, que se totaliza con presupuestos
asignados a ellos. Esta es una visión limitada del tema. Los enfoques dan cuenta de la
necesidad de pensar diferenciadamente grupos poblacionales o sectores sociales de cara a
cómo están involucrados en una situación problemática, y de esta manera, determinar las
estrategias, líneas de acción u acciones diferenciales que permitan brindar solución a su
afectación y hagan que el resultado del proyecto sea exitoso por ser inclusivo y no fracase
por pensar en ciudadanos “genéricos”. Las estadísticas de las poblaciones y de los
presupuestos deben ser el resultado de aplicar rigurosamente el razonamiento de la cadena
valor y de las herramientas entregadas por la DEPP.
▪ Se presentan diversas debilidades de los formuladores en cuanto a la formulación de
proyectos de inversión con cadena de valor y a la definición de los indicadores en cada
etapa de la cadena de valor conforme a las indicaciones del DNP. Es preciso garantizar el
dominio de estas con el fin de converger a las directrices del nivel central, las que facilitan
que la inclusión de los enfoques se haga en ese contexto de análisis.
▪ Los equipos de planeación del nivel local tienden a ser en su mayoría contratistas, lo que
implica que el trabajo de sensibilización, capacitación y asistencia técnica que se realiza en
el año tiene una gran probabilidad de necesitar ser replicado en el siguiente año con un
nuevo grupo de contratistas. Lamentablemente esta es una práctica que continuará en las
Alcaldías Locales, por lo menos en el corto plazo, así que el equipo de la SDP debe estar
preparado para ello. (Secretaría Distrital de Planeación, 2019, pág. 81)
Los aspectos anteriores señalan que la transversalización de los enfoques en esta Política requiere de
un desarrollo y fortalecimiento de capacidades. Por ejemplo, a través de capacitaciones progresivas
a los equipos de planeación, no solo a nivel sectorial sino a nivel local. Estas capacitaciones deben
manejar contenidos teórico-conceptuales sobre cómo las poblaciones rurales se encuentran
involucradas en la situación problemática, y contenidos técnico-operativos sobre cómo puede ser el
actuar institucional frente a esto. La transversalización de los enfoques en esta política, entonces,
requiere de baterías de indicadores, listas de chequeo y demás mecanismos de monitoreo y
seguimiento. Esto sugiere, como escenario ideal, el diseño, ajuste, concertación y aplicación de una
“matriz de lineamientos para la transversalización de enfoques en el plan de acción de la política de
ruralidades”.
66
5 DIAGNÓSTICO TERRITORIAL Y DE PARTICIPACIÓN
5.1 DIAGNÓSTICO DERIVADO DEL PROCESO DE PARTICIPACIÓN Y RESULTADOS
5.1.2 Actores
El diseño de una política pública está influenciado por relacionamientos entre actores y por la
incidencia de actores no estatales. Lo relevante de esta premisa, no radica en su veracidad o no, sino
en las condiciones en las que se da esta influencia, y en su nivel de intensidad e impacto. Estudios
sobre el pluralismo, como los desarrollados por Robert Dahl (2003), pusieron su lente sobre los
denominados grupos de interés, es decir, actores preocupados por los temas de la agenda política.
Estudios posteriores, identificaron la existencia de “triángulos de hierro”, cerrados y conformados por
grupos de interés, tomadores de decisiones electos o no, y equipos técnicos o de asesores (Lowi, 2008).
Interpretaciones más recientes sobre esta interacción entre actores en el diseño de las políticas
públicas, han puesto el interés, más que en la identidad o la pertenencia de estos actores, en los nodos
o tejidos que configuran, es decir, en las redes que inciden en el diseño de las políticas públicas.
Cualquiera sea el marco analítico que se emplee para observar la dinámica de los actores durante
el proceso de las políticas públicas, el punto interesante en estos análisis es que las interacciones entre
actores son influenciadas por los respectivos ámbitos de la política pública de interés, y por las
características de los sistemas políticos. Es decir, los relacionamientos entre actores dependen de los
estilos de gobernanza que se implementen. De allí, que en esta política se parta de plantear la
gobernanza multiactor -junto a la gobernanza multinivel- como herramientas para reconocer la
diversidad de actores; sus intereses y las necesidades particulares o compartidos.
Siguiendo este planteamiento sobre la importancia de los relacionamientos entre actores, se han
configurado tres grupos generales: los actores de los territorios; los actores externos a los territorios
y; los actores de instituciones o entidades públicas.
67
El primer grupo de actores incluye las organizaciones comunitarias, sociales, ambientales, gremiales y
productivas conformadas por habitantes del suelo rural del distrito. En este grupo también se incluyen
aquellas personas que, sin hacer parte de alguna de estas organizaciones, ejercen un liderazgo o
agencia individual. Líderes y lideresas que cualifican la participación ciudadana con su experiencia,
compromiso y propuestas. En el segundo grupo, se incluyen aquellos actores que no habitan las
ruralidades del Distrito, pero que han tejido vínculos con éstas, gracias a sus intereses investigativos,
académicos, asociativos, o solidarios con las problemáticas y oportunidades allí presentes. El tercer
grupo está conformado por instituciones públicas que, según sus funciones y competencias generan
condiciones para la participación ciudadana a través de instancias y mecanismos, y atienden las
problemáticas a través de la oferta de bienes y servicios.
Para precisar las relaciones de poder que cada uno de estos actores tiene, se han ubicado tres niveles
-alto, medio o bajo-, según el poder económico, político, simbólico, y de control de medios de
comunicación, etc. (AAVV, 2015, pág. 74). Además de las relaciones de poder, los actores también
se clasifican según la relación que tienen con el proceso de reformulación de la política de ruralidad,
así:
▪ Afín: actor cercano y que está de acuerdo con el proceso de reformulación de la política
▪ Diferente: que busca algo parecido a la reformulación de la política, pero lo hace por su
propia cuenta. No se opone a la reformulación de la política,
▪ Ajeno: actores que la reformulación les es indiferente o no parece interesarles
▪ Contrarios: actores opuestos a la reformulación de la política.
Esta categorización, resulta muy útil para comprender el dinamismo en las relaciones y los cambios
de posturas que tienen los actores a lo largo del proceso, es decir, evita que la realidad se observe
de manera estática y fotográfica. Un ejercicio preliminar de identificación de actores según las
categorías antes señaladas22, arrojó el siguiente resultado en cada uno de los territorios:
22Una caracterización de los actores que pertenecen a grupos étnicos se presenta en el anexo 9.11.
23Estos sociogramas hacen referencia al suelo rural de la localidad de Suba, y a las localidades de Usaquén, Chapinero,
Santa Fe y San Cristóbal, que conforman la pieza rural de cerros orientales.
68
Gráfico 6. Sociograma localidades de Sumapaz y Ciudad Bolívar
Fuente: Elaboración propia
Cuando se realiza una lectura de estas figuras, no solo con el interés puesto en la participación con
las comunidades, sino también en un estilo de gobernanza multiactor podríamos identificar, al menos,
tres grandes desafíos:
Propiciar la pluralidad de actores: La única localidad con actores comunitarios, externos e
institucionales identificados es Suba (círculos, cuadrados y triángulos). Para los demás casos,
solo se tienen actores comunitarios y externos (círculos y triángulos) en los Cerros; o actores
comunitarios e institucionales (círculos y cuadrados) en Sumapaz, Ciudad Bolívar y Usme.
69
Coordinar acciones conjuntas con actores diferentes: Para la Cuenca del Tunjuelo con formada por
Ciudad Bolívar y Usme, la mayoría de los actores comunitarios e institucionales presentan
mediano nivel de influencia y búsqueda de objetivos diferentes a los de la reformulación, sin
que esto los vuelva opositores o contrarios a este proceso.
Generar canales de diálogo y concertación con actores contrarios: Para las localidades de los
Cerros: San Cristóbal, Santa Fe, Chapinero, Usaquén, se identifica un importante número de
actores con alto nivel de influencia y con una postura contraria frente a la reformulación
(círculos verdes en borde superior del sociograma). Esto vuelve prioritarios los espacios de
diálogo y concertación con estos actores.
70
Ilustración 4. Estrategia de participación
Fuente: Elaboración propia
Es importante resaltar, además, que este proceso participativo ha enfrentado tres grandes momentos,
como se presenta en la siguiente tabla:
71
traducir las demandas particulares de las comunidades rurales, en problemáticas. Estas modulaciones
se vieron reflejadas en la recolección, organización y análisis de la información.
24 Las principales características de la estrategia de comunicación se encuentran resumidas en el anexo 9.12. Para el
cronograma de la fase de agenda, ver el anexo 9.14.
72
rurales con niños/as y con la comunidad en general, así como el diálogo interlocal convocado por la
alcaldía local.
Cada una de estas actividades tiene una característica diferente y complementaria, según sus
alcances: i) onda corta con un alcance personal-grupal; ii) onda media con un alcance de grupal-
comunitario y; iii) onda larga con alcance comunidades-sociedad (AAVV, 2015, págs. 23-24).
Siguiendo esta tipología, las actividades desarrolladas en la fase de agenda, son las siguientes:
73
Tabla 9. Alcance de las actividades de participación
Fuente: Elaboración propia
A continuación, se presenta el número de personas de las comunidades que asistieron a las distintas
actividades relacionadas directamente en la fase de agenda pública (Tabla 10) y la fase de
formulación de la Política Pública de Ruralidad (Tabla 11). La información se encuentra desagregada
74
por pieza rural. Las evidencias de estas actividades de participación se encuentran en el anexo 9.20
del presente documento.
Número de
Pieza Rural Actividades hombres
participantes
Total 588
Número de
Pieza Rural Actividades hombres
participantes
Socialización del
Cuenca Tunjuelo diagnóstico, construcción de 105
árbol de problemas y
objetivos; socialización del
75
estado de avance de la
Política.
Socialización del
diagnóstico, construcción de
árbol de problemas y
Cerros Orientales 140
objetivos; socialización del
estado de avance de la
Política.
Total 607
76
En cuanto a la manera como se organizó la información, en primer lugar, a través de la saturación
categorial25, se lograron ajustar 229 enunciados en 59 problemáticas, que a su vez se clasificaron de
tal forma que se ubicaran entre 11 o 12 por cada territorio (ver anexo 9.13). Posteriormente, se
empleó la metodología del árbol de problemas para establecer relaciones causales e identificar el
problema central percibido por las comunidades26. En la siguiente ilustración, se resumen estos pasos
para la organización y análisis de la información.
Con las actividades de participación realizadas y el complemento entre las distintas herramientas
metodológicas, se logró identificar que los principales problemas percibidos por los actores asentados
e interesados en el suelo rural del Distrito son:
25 Cuando se percibe que no surgen nuevas variaciones entre los datos y que los nuevos enunciados codificados pertenecen
a las mismas categorías y explican relaciones ya desarrolladas, se habla de una saturación categorial (Corbin & Strauss,
2002).
26 Para ver en detalle el árbol de problemas y objetivos, ver el capítulo 6 del presente documento.
77
entidades locales, enlaces territoriales e instancias de participación. Como resultado de estas
actividades se realizó un árbol de problemas y se recibieron aportes para la formulación de objetivos
y del plan de acción27.
Adicionalmente, como insumo del diagnóstico cualitativo, se tuvieron en cuenta los resultados del
trabajo adelantado en el marco de la formulación del Modelo Desarrollo Rural Sostenible (MDRS)
desde la SDP, en el cual se recabó información con comunidad rural, urbana y otros actores
institucionales y de centros de investigación para recoger percepciones sobre el desarrollo rural,
también desde la perspectiva de la comunidad no rural. Todo ello, constituyó un insumo muy valioso
para la formulación de una política que entiende que los territorios rurales son dinámicos y que en
ellos interactúan una amplia gama de actores e intereses; los cuales pueden aportar al alcance de
los objetivos de la política. El Modelo generó dos espacios para la participación de diferentes actores,
una encuesta y un taller. En ambos espacios participó un total de 291 personas, de la academia,
entidades administrativas, población rural y no rural.
Aunque los ejercicios de participación permitieron recoger las problemáticas percibidas por las
comunidades y establecer criterios de clasificación, análisis y generalidad, estas percepciones
requieren un complemento con los datos cuantitativos de la ruralidad. Esto indica que la construcción
de la situación problemática de esta política es un ejercicio de complementariedad entre el sentir y
pensar sobre las problemáticas locales identificadas por las poblaciones campesinas y rurales del
Distrito28, y los datos estadísticos que cuantifican, refuerzan o controvierten estas problemáticas. En el
siguiente apartado se presentan los principales resultados del análisis de datos cuantitativos.
Es de mencionar que, si bien las estructuras territoriales de las que trata el presente diagnóstico son
similares a las estructuras del POT de Bogotá, se diferencian en su alcance, pues la Política abarca
temas específicos de desarrollo rural, asociados a acciones de gestión, más allá del ordenamiento
territorial propiamente dicho.
Siguiendo el artículo 6 del POT -Decreto 555 de 2021, que describe el Modelo de MOT de Bogotá,
y en donde se señala que será un territorio articulado desde las escalas regional, distrital y local, en
el presente capítulo se busca articular los conceptos introducidos a través del POT con los ejercicios
de participación realizados para este diagnóstico entre 2020 y 2022. Por tal motivo, se abordan
cuatro estructuras en este capítulo: (i) estructura ecológica principal y ambiente, (ii) estructura
socioeconómica, creativa y de innovación, (iii) estructura integradora de patrimonios y de memoria,
(iv) estructura funcional y del cuidado. El siguiente gráfico muestra la composición de las cuatro
estructuras:
27 La información detallada sobre estas actividades de participación, se encuentran en el apartado 5.1de este documento
diagnóstico.
28 En las ciencias sociales se ha acuñado el concepto de “Sentipensar”, entendido como un actuar derivado de la unidad
entre el pensamiento y el sentimiento. Acá, lo entendemos como las percepciones, incomodidades, temores, preocupaciones,
propuestas, esperanzas y anhelos de las poblaciones asentadas en las ruralidades del Distrito.
78
Gráfico 8. Composición de las Estructuras Territoriales
Fuente: Elaboración propia
79
Reserva Forestal Protectora Bosque Oriental, con un total de 13.000 Has, se localiza por
completo en la Pieza Rural Cerros Orientales, ocupando el 93% de su extensión total. Las
áreas de Reserva de la Sociedad Civil coinciden espacialmente con la Reserva Forestal
Protectora Bosque Oriental.
▪ Las áreas de especial importancia ecosistémica cubren 115.000 Has, principalmente en
páramos (80%). El páramo Cruz Verde Sumapaz cuenta con un área de 92.000 Has y se
extiende desde la Pieza Rural Sumapaz hasta la Pieza Rural Cerros Orientales.
▪ Dentro de la EEP, se encuentra el Sistema Distrital de Áreas Protegidas, que se compone de
los Parques Distritales Ecológicos de Montaña, la Reserva Distrital De Humedal y los Paisajes
Sostenibles. En estos últimos, se permite actividad agropecuaria con elementos de protección
ambiental, y cabe resaltar que, de las casi 11.000 Has de los Paisajes Sostenibles, cerca de
9.000 Has se localizan en la Pieza Rural Sumapaz, y el área restante se localiza en la Pieza
Rural Cuenca del Tunjuelo.
▪ Las Áreas Complementarias para la Conservación están compuesta por tres (3) elementos
claves para la ciudad y los vínculos urbano – rurales: Parques Urbanos y Rurales, Área De
Resiliencia Climática y Protección por Riesgo, Subzona de Importancia Ambiental del POMCA
Rio Bogotá.
▪ El contraste entre la EEP y el desarrollo de actividades productivas -agropecuarias y no
agropecuarias- no permitidas o restringidas, derivan en la generación de conflictos de uso
del suelo.
▪ Se requiere realizar el seguimiento adecuado a la deforestación en Bogotá, así como a la
localización de la cobertura de la tierra definida como Bosque, así como el monitoreo de las
zonas restauradas ecológicamente, para cuantificar el estado de pérdida o ganancia del
bosque.
▪ Dentro de los próximos 30 años, y por efectos del cambio climático, Bogotá será uno de los
municipios de la región más propensos a fuertes cambios en la disminución de precipitación.
La pieza rural con mejor oferta hídrica es Cuenca del Tunjuelo, pero, asimismo esta pieza
rural es la de mayor susceptibilidad a fenómenos relacionados con riesgos
▪ La Evaluación de Riesgos Climáticos - ERC muestra que es muy probable que, para 2040, la
temperatura en más del 60% del área total de las ruralidades del Distrito Capital y se
afectarían por un incremento de 1.01 a 1.20 °C. Pero que el cambio más alto 1.21 a 1.40
°C se dará principalmente en Sumapaz.
▪ La ruralidad de Bogotá ofrece una importante variedad de flora nativa que atrae y permite
la existencia de fauna silvestre, especialmente aves, que, a su vez, atraen y fomentan un
turismo ecológico especializado en el avistamiento de estos hermosos ejemplares, focalizado
principalmente, en la pieza rural de los cerros orientales.
▪ Existe una concentración de alta densidad de flora en la Pieza Rural Cuenca del Tunjuelo,
seguida por Cerros Orientales en su extremo norte, pero también hacia el centro de esta.
Para la Pieza Rural Sumapaz se observan varios focos de concentración de flora, llamando
especialmente la atención la concentración de flora en áreas circundantes a los Centros
Poblados de San Juan, Nazareth y Betania.
▪ En Sumapaz se realizó la mayor cantidad de avistamientos de fauna silvestre, y, en las
localidades de Ciudad Bolívar -que hoy hace parte de la Pieza Rural Cuenca del Tunjuelo- y
de Usaquén – que hoy conforma parcialmente la Pieza Rural Cerros Orientales- se pueden
encontrar especies de fauna silvestre. La mayor cantidad de avistamiento de fauna silvestre
se realizó sobre pájaros y aves silvestres con un 67% del total, aun cuando también se
observaron búhos y tortugas en un 8%.
Servicios sociales:
80
▪ Existe una amplia oferta social para las comunidades campesinas y rurales distribuidas por
enfoques poblacional-diferencial, como lo son la niñez, población joven, adulta mayor y mujer.
Dentro de los datos se encuentra:
(i)Modalidad crecemos en ruralidad. En el caso de cerros Orientales, Ciudad Bolívar,
Usme y Suba, se visibiliza a través: camino a tu hogar y círculo familiar. En Sumapaz
a través de camino a tu hogar, círculo familiar y espacio rural;
(ii) Estrategia móvil para la prevención y trabajo infantil que se implementa en Sumapaz,
Ciudad Bolívar, Santa Fe y Chapinero;
(iii) La modalidad espacios rurales que se implementa sólo en Sumapaz;
(iv) Distribución de canastas familiares para todas las localidades; y,
(v) servicios para jóvenes como prevención integral, manejo adecuado de tiempo libre,
asesoría jurídica, prácticas organizativas juveniles.
▪ Basados en datos oficiales, como la Encuesta Multipropósito 2021, se estima que 8231
personas realizan labores de cuidadores en la ruralidad. De este grupo, 1049 hace parte
de la pieza rural Norte –Torca, 740 de la pieza Cerros Orientales, 5388 de la pieza Cuenca
del Tunjuelo, y 1054 de la pieza Sumapaz. En consecuencia, a través de las unidades móviles
de cuidado implementadas por la Secretaría Distrital de la Mujer se busca atender de
manera institucional a estas personas cuidadoras. No obstante, a la fecha solo funciona una,
la cual reúne servicios de cuatro secretarías (Secretaría Distrital de la Mujer, Secretaría
Distrital de Cultura, Secretaría de Integración Social, Secretaría Distrital de Salud).
▪ Existe una diferencia entre el delito y el acceso a la justicia en lo urbano frente a los territorios
rurales de Bogotá. Las lesiones a las personas y el hurto son los principales delitos que
acontecen en los territorios rurales y que vienen en aumento a partir de 2020 con la
pandemia. Destaca que la tasa de homicidios en el área rural es tres veces mayor que en el
área urbana, aunque la tendencia -en los últimos dos años- ha disminuido. Con respecto al
hurto, ocurre lo contrario. La tasa en el área urbana duplica la tasa en el área rural, pero va
en aumento el número de actos delictivos en las ruralidades.
▪ De acuerdo con la Encuesta Multipropósito 2021, el promedio de satisfacción con respecto a
los sitios que frecuenta en términos de seguridad señala que San Cristóbal y Usaquén son las
localidades que menor nivel de satisfacción tienen. Por el contrario, Sumapaz y Suba
presentan el promedio más alto de percepción de seguridad.
▪ Los hechos delictivos con mayor recurrencia sobre las mujeres que habitan las áreas rurales
de Bogotá son la violencia intrafamiliar, lesiones personales, los delitos sexuales y las
llamadas por incidentes de maltrato siendo el primero el que mayor número de casos reporta.
Particularmente en el área rural se observa un incremento en las denuncias por violencia
intrafamiliar en comparación con los hechos de 2019; un aumento en el número de hurto de
bicicletas con respecto a 2019, situación generalizada a toda la ciudad, pero con mayor
incidencia en el área rural; y un aumento en el número de denuncias por amenazas en
comparación con 2019 y 2020. En esta línea, las comisarías de familia móviles se plantean
como alternativa de solución que deberá llegar de manera permanente a todas las piezas
rurales de Bogotá.
▪ Dada la extensión de los territorios rurales, el acceso a justicia es difícil y, para ello,
garantizar equipamientos en atención a la cobertura se hace prioritario en las ruralidades.
81
En esa línea, de acuerdo con el resultado de la estrategia móvil de justicia, a 2021 se
atendieron 183 solicitudes siendo Ciudad Bolívar la mayor localidad con número de
atenciones. Adicionalmente, el 58% de las beneficiarias de la estrategia son mujeres.
▪ Finalmente, destaca en este apartado, la necesidad de construcción de confianzas -
comunidad-institucional y viceversa- para promover una seguridad apoyada por una
legitimidad ciudadana.
▪ La pieza Rural Norte –Torca cuenta con dos polígonos clasificados como nodos de
equipamientos con un total de 12,76 Has.
▪ La Pieza Rural Sumapaz cuenta con varios polígonos clasificados como nodos de
equipamiento, ubicados en el Raizal, Las Auras, Ánimas, Concepción, Tunal Alto, Las Vegas,
Santa Ana y Sumapaz con un total de 44 ha.
▪ La Pieza Rural Cuenca del Tunjuelo cuenta con varios polígonos clasificados como nodos de
equipamiento, ubicados en Pasquillita, Quiba Alto, Antonio Nariñon, El Uval y El Carmen con
un total de 167,15 ha, de las cuales 154,96 ha se proyectan de acuerdo con el POT de
Bogotá.
▪ Existe un total de 543 hogares en la Pieza Rural Cerros Orientales de los cuales el 14.5% se
encuentra en déficit cuantitativo y el 64.8% en déficit cualitativo. En este sentido, el 79,4%
de los hogares de la Pieza Cerros Orientales se encuentra en déficit habitacional.
▪ Existe un total de 3077 hogares en la Pieza Rural Cuenca del Tunjuelo de los cuales el 7% se
encuentra en déficit cuantitativo y el 46,8% en déficit cualitativo. En este sentido, el 53,8 %
de los hogares de la Pieza Cuenca Tunjuelo se encuentra en déficit habitacional.
▪ Existe un total de 659 hogares en la Pieza Rural Sumapaz de los cuales el 21,1% se encuentra
en déficit cuantitativo y el 64,6% en déficit cualitativo. En este sentido, el 85,7 % de los
hogares de la Pieza Sumapaz se encuentra en déficit habitacional.
▪ Existe un total de 636 hogares en la Pieza Rural Norte –Torca de los cuales el 5,7% se
encuentra en déficit cuantitativo y el 62,4 % en déficit cualitativo. En este sentido, el 68,1 %
de los hogares de esta Pieza Rural se encuentra en déficit habitacional.
▪ El tipo de tenencia predominante en la Ruralidad es la tenencia propia totalmente pagada,
para las localidades de Sumapaz, Santa Fe, Chapinero, Ciudad Bolívar, Usaquén y Usme con
porcentajes de 47.7% 41.5%, 39.9%, 35.7%, 33.8% 26.2% y 26.2% respectivamente
▪ El tipo de tenencia predominante en la ruralidad es la tenencia en arriendo subarriendo para
las localidades de San Cristóbal, Sumapaz, Santa Fe, Chapinero, Ciudad Bolívar, Suba,
Usaquén y Usme con porcentajes de 45.5%, 23.7%, 8.5%, 22.5%, 38.3%, 34.4%, 46.5% y
35.3% respectivamente
Hábitat
▪ Las localidades de Suba, Ciudad Bolívar, Usme y Sumapaz presentan las mayores coberturas
de servicio público de acueducto con el 100%, 99,2 %, 97.9 % y 82.9 % respectivamente.
Por el contrario, las localidades de menor cobertura en el servicio de acueducto son San
Cristóbal, Usaquén y Chapinero con el 53.4%, 51.9 % y 20% respectivamente.
▪ Las piezas rurales con mayor cobertura de acuerdo con la información por localidades son
Cuenca Tunjuelo, Sumapaz y Norte –Torca con porcentajes muy cercanos al 100%
82
▪ La Pieza Rural con mayor infraestructura en acueductos comunitarios es Cuenca Tunjuelo y
Sumapaz con 83 y 73 equipos disponibles para el servicio respectivamente, lo que
corresponde a su porcentaje de cobertura el cual es muy cercano al 100%.
▪ La cobertura de acueducto comunitario por piezas rurales es mayor para Cuenca del Tunjuelo,
y Norte –Torca con el 51% y 67% respectivamente.
▪ La localidad con mayor cobertura en servicio de alcantarillado es Suba con el 45.3 % de
cobertura; le siguen las localidades de Ciudad Bolívar y Sumapaz con el 21.4% y 14.4 %
de cobertura respectivamente. Por último, las localidades de San Cristóbal, Usaquén, Usme y
Chapinero con porcentajes de cobertura bajos (9.1%, 6.3%, 4.1% y 2.3% respectivamente)
y la localidad de Santa Fe que no cuenta con servicio de alcantarillado.
▪ Las piezas rurales con mayor cobertura del servicio de alcantarillado de acuerdo con la
información por localidades es Norte –Torca con un porcentaje de 45.3%; le sigue la
localidad de Cuenca Tunjuelo y Sumapaz con porcentajes entre el 10% y 30%. Por último, la
pieza Rural de Cerros orientales con porcentajes de cobertura entre el 0% y 9%.
▪ Las localidades de Suba, Usaquén, Chapinero, Ciudad Bolívar y Sumapaz presentan
porcentajes de cobertura en el servicio de recolección de basuras por encima del 60%,
siendo las que brindan una mayor cobertura. Por el contrario, las localidades de Santa Fe,
Usme y San Cristóbal presentan porcentajes menores de cobertura siendo estos de 56.9% ,
55% y 18.2% respectivamente.
▪ Las piezas rurales con mayor cobertura del servicio de recolección de basuras de acuerdo
con la información por localidades son Norte –Torca, Sumapaz y Cuenca Tunjuelo con
porcentajes entre el 80% y 99%; por último, la pieza Rural de Cerros orientales con
porcentajes de cobertura entre el 10% y 18%.
▪ Las localidades presentan un porcentaje de cobertura alto acercándose al 100% de
cobertura en el servicio de energía eléctrica. La localidad de mayor cobertura es San
Cristóbal con un 100% y la menor es Ciudad Bolívar con el 94.6% y Santa Fe con el 94.9%
▪ Las piezas rurales con mayor cobertura del servicio de energía eléctrica de acuerdo con la
información por localidades son Norte –Torca, Cerros Orientales y Cuenca Tunjuelo con
porcentajes entre el 87% y 100%; por último, la pieza Rural de Sumapaz con porcentaje de
cobertura entre el 95% y 97%.
▪ La localidad con mayor cobertura en servicio de gas natural es Suba con el 63.5% de
cobertura; le siguen las localidades de Ciudad Bolívar, Usme y Usaquén con el 18%, 12 % y
3% de cobertura respectivamente. Por último, las localidades de San Cristóbal, Santa Fe,
Sumapaz, Chapinero con porcentajes por debajo del 2%
▪ Las piezas rurales con mayor cobertura del servicio de gas natural, de acuerdo con la
información por localidades, son Torca, con porcentajes entre el 60% y 65 %; seguido de
Cuenca Tunjuelo con porcentajes entre el 5,78 y 30%. Por último, la pieza Rural de Sumapaz
y Cerros Orientales entre el 0.5% y 5% de cobertura.
▪ La localidad con mayor cobertura en servicio de Internet es Suba con el 63% de cobertura;
le siguen las localidades de Chapinero, y Usaquén con el 60% y 52 % respectivamente. Las
localidades de Usme, Santa Fe, Ciudad Bolívar y Sumapaz con porcentajes de 20% a 36% .
Por último, la localidad de San Cristóbal con sólamente el 18% de cobertura.
▪ Las piezas rurales con mayor cobertura del servicio de Internet de acuerdo con la
información por localidades son Norte –Torca y Cerros Orientales, con porcentajes entre el
45% y 80 %; seguido de Cuenca Tunjuelo con porcentajes entre el 20% y 40%.
Educación
83
▪ La pieza rural con mayor número de estudiantes matriculados en Colegios Oficiales es
Cuenca Tunjuelo con un total de 9.105 estudiantes.
▪ La pieza rural con menor número de estudiantes matriculados en Colegios Oficiales es Norte
–Torca con un total de 299 estudiantes.
▪ Cuenca Tunjuelo es la pieza rural con mayor número de afiliados en régimen contributivo y
subfiador (4593 y 6478 personas afiliadas respectivamente). La de menores afiliados es
Torca con 70 en régimen subsidiado y 109 en régimen contributivo.
Salud
▪ El avance propuesto a través del artículo 80 del POT –Decreto 555 de 2021, denominado
Estructura Integradora de Patrimonios, busca materializar soluciones a situaciones
problemáticas planteadas en relación con la cultura e identidad campesina y rural de Bogotá
expuestas en este diagnóstico. En ese sentido, se parte por reconocer que no existe la
suficiente infraestructura para el desarrollo cultural de las comunidades campesinas y
rurales. Existen equipamientos culturales solamente en las piezas rurales Cuenca Tunjuelo
y Sumapaz, a través de bibliotecas públicas y casa de cultura.
▪ No se cuenta con una oferta de servicios específico de formación musical para la ruralidad
-salvo Sumapaz-, por ejemplo, el Proyecto de Formación Musical Vamos a la Filarmónica de
la Orquesta Filarmónica de Bogotá, pues a pesar de que existen Centros Filarmónicos
Locales estos prestan sus servicios en las alcaldías locales.
▪ Dentro de la oferta de servicios culturales se encuentra la estrategia “Territorios Lectores”,
que se ofrece en la actualidad solamente en Sumapaz y Usme.
84
▪ En concordancia con lo anterior, el mayor avance frente al reconocimiento cultural está
presente en Sumapaz. No obstante, los resultados que se presentan en este diagnóstico son
de carácter cualitativo y son presentados en tres puntos: (i) formas organizativas
campesinas, (ii) educación propia y, (iii) salud tradicional.
▪ Finalmente, a excepción de la activación del Parque Arqueológico de Usme, en Cuenca
Tunjuelo, en las demás piezas rurales no hay caracterización ni identificación de patrimonios
culturales (material, inmaterial y natural).
85
▪ Se presentan altos niveles de fraccionamiento de las unidades económicas, dado que el mayor
número de predios rurales son de extensiones menores a 1 Ha con un total de 11,404 predios
en comparación con las áreas mayores a 100 Ha con un total de 194 predios.
▪ Las piezas rurales de Norte-Torca y Cuenta el Tunjuelo presentan los porcentajes más altos
de UPAs con tenencia de infraestructura, con 16% y 12 % respectivamente, mientras que la
pieza rural del Sumapaz registra un 5% de las UPAS con construcciones.
▪ Frente a la existencia de maquinaria para el uso en actividades agropecuarias en la UPAS
de las piezas rurales de Bogotá, se identifica que Norte –Torca cuenta con solo el 11% de
UPAS con maquinaria agrícola, seguida de la pieza rural Cuenta Tunjuelo, que registra un
9%.
▪ La mayor cantidad de personas que presentan situación de empleo informal se identifica
mayoritariamente en pieza rural de Cuenca Tunjuelo. Cerros orientales y Sumapaz se
identifican veredas con una concentración intermedia de desempleo de larga duración.
▪ De acuerdo con la Encuesta Multipropósito 2021, el 38,30% de la población rural presenta
ingresos individuales inferiores a la línea de pobreza monetaria rural.
▪ La pieza rural Norte –Torca, y sus alrededores, tiende a tener los mejores ingresos; mientras
que la pieza rural de Cerros Orientales muestra una concentración importante de hogares
rurales alrededor del centro poblado El Verjón, en la cual la mayoría de los hogares
tenderían a tener ingresos intermedios del orden de ($1.065.000 a $1.597.000 pesos).
▪ La pieza rural de Cuenca Tunjuelo se caracteriza por tener la mayor concentración de hogares
rurales y simultáneamente zonas muy representativas de ingresos que no alcanzan los niveles
mínimos de la línea de pobreza (1.065.000 pesos). En la pieza rural de Sumapaz se
visualizaría una alta probabilidad de pobreza monetaria.
En el presente apartado, se analiza la información sobre la EEP y Ambiente, tanto a escala regional,
como distrital del suelo rural de Bogotá.
Bogotá ha avanzado en dos figuras de asociatividad regional que propenden por esquemas de
integración, a escala supra distrital, como la Región Metropolitana Bogotá-Región, y la Región
29 Son una compleja red de relaciones y procesos ecológicos a diferentes escalas de tiempo y espacio que generan
beneficios importantes para el bienestar de la sociedad
86
Administrativa de Planeación Especial (RAP-E) Región Central. Esquemas estos, en los que las
ruralidades actúan como articuladoras territoriales en los límites del D.C.
En febrero de 2022 se adoptó la Ley Orgánica 2199, "Por medio de la cual se desarrolla el Artículo
325 de la Constitución Política y se expide el régimen especial de la región metropolitana Bogotá -
Cundinamarca", a través de la cual se constituyó la Región Metropolitana Bogotá – Región, como la
entidad administrativa de asociatividad regional, de régimen especial, reglamentada mediante que
tiene la finalidad de: “garantizar la formulación y ejecución de políticas públicas, planes, programas
y proyectos de desarrollo sostenible, así como la prestación oportuna y eficiente de los servicios a su
cargo, promoviendo el desarrollo armónico, la equidad, el cierre de brechas entre los territorios y la
ejecución de obras de interés regional” (Congreso de la República de Colombia, 2022)
La definición e implementación de una estrategia que conduzca a la conformación, institucionalización
y reglamentación de la Región Metropolitana -incluyendo la reglamentación distrital-, a la
armonización de iniciativas de impacto regional, así como el diseño de políticas, programas, planes y
proyectos basados en información y herramientas de calidad que fortalezcan el proceso de
integración regional en sus diferentes escalas es el reto operacional que afronta el Distrito para su
materialización.
Al momento de redacción del presente documento, la SDP se encuentra elaborando el documento:
“Bogotá Región: Un solo territorio” donde, a partir de la información disponible, presentará un
panorama regional, principalmente para los siguientes veinte (20) municipios: Bojacá, Cajicá, Chía,
Cota, El Rosal, Facatativá, Funza, Fusagasugá, Gachancipá, La Calera, Madrid, Mosquera, Sibaté,
Soacha, Sopó, Subachoque, Tabio, Tenjo, Tocancipá, Zipaquirá.
Por otro lado, desde el año 2014 Bogotá hace parte de la Región Central (RAP-E) junto con los
departamentos de Boyacá, Cundinamarca, Huila, Meta y Tolima. La RAP-E conforma una región
estratégica en temas hídricos, productivos y sociales. Tanto la RAP-E como la Región Metropolitana
buscan configurar acciones, desde una perspectiva de gestión territorial, de la que se benefician la
EEP regional, entendida ésta como un soporte fundamental del ordenamiento del territorio a escala
local y regional (CAR, 2021). En el escenario regional, Bogotá y La Calera son los dos (2) municipios
con mayor participación dentro de la EEP definida por la CAR.
En el Artículo 4 de la Resolución CAR 202117000599 del 7 de diciembre de 2021, describe la
agrupación de los elementos priorizados de relacionamiento regional, en los siguientes cuatro (4)
grandes temas:
i. Áreas Núcleo
ii. Nodos
iii. Conectores
iv. Corredores Biogeográficos
Los elementos (Áreas) núcleo, son definidos en la Resolución CAR como “espacio(s) con un alto grado
de conservación y poca intervención antrópica, se determina que esta región sea conformada
mediante la superposición de las siguientes capas de información geográfica: Páramos delimitados
en la jurisdicción CAR, áreas protegidas declaradas, AICA paraíso de aves del Tabor y el Magdalena,
macro corredores (o biocorredores), hábitat potencial del oso andino y las áreas de distribución
potencial de especies sombrilla”. Estas áreas núcleo se presentan principalmente en Bogotá (54.64%)
y La Calera (15.66%), seguidos por Soacha, Zipaquirá y Subachoque, con algo más de 4% cada
uno.
Los Conectores, son aquellos que la Resolución 202117000599 del 7 de diciembre de 2021 de CAR
define como: “elementos de carácter lineal, pero que facilitan la conexión entre las zonas establecidas
como núcleos, nodos, y macro corredores, se determinó que los drenajes sencillos y dobles serían los
87
mejores elementos para representar este criterio, por lo que, acogiéndose a la normatividad vigente,
se constituyen al tomar un área de influencia de 30 metros a cada lado de los drenajes. De igual
manera los cordones ruderales, también cumplen la función de conectores”. Estos conectores se
encuentran principalmente en Bogotá (42.17%) y La Calera (10.86%). Le siguen de lejos, Fusagasugá
(5.89%) y Subachoque (5.49%).
Los nodos son “aquellos espacios naturales que constituyen estructuras importantes del sistema
ambiental de la región, así como también todos esos parches dispersos pero estratégicos y potenciales
en relación con la conservación y preservación (que no hacen parte de ninguna categoría de
protección como las áreas núcleo), se determinó que los mismos estarían conformados por las capas
de información geográfica de: lagunas, jagüey, embalses, humedales, reservas nacionales de la
sociedad civil, resguardos indígenas y los predios comprados para la implementación de estrategias
de conservación por parte de la CAR, el departamento y los municipios”. Estos nodos se localizan
principalmente en Sibaté (18%) y Bogotá (11%)
Los elementos de la EEP de la Región son lo que se muestran en el siguiente mapa30:
30 Las fuentes de información para este mapa se derivan del Marco Geoestadístico Nacional para las capas de municipios
y centros poblados de la región (DANE, 2021), la EEP fuente (CAR, 2021) y los Centros Poblados de Bogotá fuente
(Secretaría Distrital de Planeación, 2021)
88
Mapa 4. Elementos de la EEP Municipios de la Región
Fuente: Elaboración propia a partir de (Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca, 2021)
31 El balance es el resultado aritmético (positivo) de la resta entre ganancia y perdida de bosque. Si el resultado es negativo,
se denomina desbalance
89
Calera (139 Has), Zipaquirá (67 Has) y Sopó (35 Has) reportan el mejor balance de los municipios
estudiados, lo que significa que han recuperado más bosque de lo que han perdido. El mapa, a
continuación, permite observar los cambios en la cobertura bosque no bosque para los años 2010 vs
2019:
90
Mapa 6. Cambios en la Precipitación en Región
Fuente: (Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca, (s. f.))
Por su parte, el IDEAM estima que para el año 2040, el 7.2% del área del municipio de El Rosal
sufrirá un aumento entre 1.41 y 1.60 °C siendo este el mayor impacto. El 51.08% de todos los
municipios de la región aumentará entre 1.01 y 1.20 °C y para toda la extensión de los municipios
de Bojacá, Cajicá y Madrid, y gran parte de los municipios al occidente de la región, la temperatura
se incrementará entre 1.21 y 1.40 °C. El siguiente mapa muestra el incremento de la temperatura
para la región a 2040:
91
Mapa 7. Cambios en la temperatura Media Anual en Región
Fuente: (Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca, (s. f.))
En el POT de Bogotá – Decreto 555 de 2021, se contempla como primer objetivo la protección de la
EEP y de los paisajes bogotanos para lograr la armonía y sostenibilidad de la ciudad con su entorno
rural; y de igual forma determina la EEP del Distrito como un eje ordenador del territorio y garante
de los equilibrios ecosistémicos, que propende por un modelo de ocupación sostenible ambiental a
nivel regional.
La siguiente tabla muestra la cantidad de área total en EEP por cada Pieza Rural:
Cerros
14,012.43 9,076.39 64.8%
Orientales
Cuenca del
27,457.49 23,894.37 87.0%
Tunjuelo
Norte –
3,666.79 2,178.97 59.4%
Torca
De la tabla anterior se puede concluir que, cerca del 70% del total de área en EEP se encuentra en
la Pieza Rural Sumapaz y el 21% en la Pieza Rural Cuenca del Tunjuelo. En total, cerca del 92% del
área rural del Distrito hace parte de la EEP, que allí corresponde a la subcategoría de protección
rural: Áreas de Conservación y Preservación, a partir de lo establecido en el Artículo 41 del Decreto
555 de 2021. Estas son: i) las áreas protegidas por el Sistema Nacional de Áreas protegidas (SINAP),
ii) Áreas de Conservación In Situ, iii) Sistema Distrital de Áreas Protegidas, iv) Áreas de Especial
Importancia Ecosistémica y v) Áreas Complementarias para la Conservación
93
▪ Áreas Protegidas SINAP
Las áreas protegidas por el Sistema Nacional de Áreas protegidas (SINAP), que se encuentran dentro
del territorio rural del Distrito son de índole público (Reserva Forestal Protectora Bosque Oriental de
Bogotá y Parque Nacional Natural Sumapaz) o privado (Reservas de la Sociedad Civil).
Dentro del perímetro del Distrito, el Parque Nacional Natural Sumapaz ocupa un poco más de 46.700
Has, que se localizan casi en su totalidad (99%) en la Pieza Rural Sumapaz, cubriendo el 59% de
toda su extensión. La Reserva Forestal Protectora Bosque Oriental, con un total de 13.000 Has se
localiza por completo en la Pieza Rural Cerros Orientales, ocupando el 93% de su extensión total.
Las áreas de Reserva de la Sociedad Civil coinciden espacialmente con la Reserva Forestal Protectora
Bosque Oriental.
A continuación, se detalla su distribución por cada Pieza Rural, resaltando que, en algunos casos, estas
figuras pueden estar superpuestas entre sí o con otras categorías de áreas protegidas, por lo que la
sumatoria total de área no es procedente:
Área en
Id Nombre Pieza Rural Nombre Área Protegida SINAP Suelo Rural
(Ha)
94
Mapa 8. Áreas Protegidas del SINAP
Fuente: Elaboración propia a partir de POT 2021, (Secretaría Distrital de Planeación, 2021)
95
Por su parte, la Reserva “Thomas van Der Hammen” se localiza en la Pieza Rural Norte-Torca
y cuenta con un total de 1.396 Has.
Área en
Id Nombre Pieza Rural Nombre Áreas de Conservación In Situ Suelo Rural
(Ha)
96
Mapa 9. Áreas de Conservación In Situ
Fuente: Elaboración propia a partir de POT 2021, (Secretaría Distrital de Planeación, 2021)
97
La administración y gestión de los Paisajes Sostenibles está a cargo de la Secretaría Distrital de
Ambiente, la cual implementará mesas permanentes con las comunidades para su gestión. Así mismo,
deberá tener en cuenta los lineamientos de conservación definidos en el POMCA del Río Bogotá,
adoptado por la Resolución 957 de 2019 y Río Blanco - Guayuriba, adoptado por la Resolución
3415 de 2019 de la CAR.
A continuación, se detalla el área que ocupa cada Paisaje Sostenible dentro de las diferentes Piezas
Rurales.
Sumapaz
Agroparque San Juan, Pilar y
6 4.021,15
Sumapaz
En suelo rural, se localizan 5 Parques Distritales Ecológicos de Montaña, cubriendo 426 Has; y 2
humedales (La Conejera, Torca y Guaymaral en la Pieza Rural Torca-Norte) con 27 Has.
98
Nombre Parque Distrital Ecológico de Área en Suelo
Nombre Pieza Rural
Montaña Rural (Ha)
Área en Suelo
Nombre Pieza Rural Nombre Humedal
Rural (Ha)
99
Mapa 10. Sistema Distrital de Áreas Protegidas
Fuente: Elaboración propia a partir de POT 2021, (Secretaría Distrital de Planeación, 2021)
Están conformadas por los Páramos y el Sistema Hídrico. Cubren 115.000 Has, principalmente en
páramos (80%). El páramo de Cruz Verde Sumapaz cuenta con un área de 92.000 Has y se extiende
desde la Pieza Rural Sumapaz hasta la Pieza Rural Cerros Orientales. Gran parte de estas áreas se
superponen entre sí. La tabla a continuación presenta su distribución por Pieza Rural.
Id Nombre Pieza Rural Área Sistema Hídrico (Ha) Área Páramos (Ha)
100
1 Cerros Orientales 4,238.84 6,182.84
El 80% de las 22.000 ha de protección para el Sistema Hídrico se encuentran en las Piezas Rurales
Sumapaz y Cuenca del Tunjuelo. Es de destacar que el sistema hídrico en la Pieza Rural Cuenca del
Tunjuelo ocupa el segundo lugar de importancia, lo que implica que es una zona rica
hidrográficamente.
La siguiente gráfica permite apreciar la distribución porcentual por Pieza Rural del sistema hídrico:
Por su parte, es claro que en la Pieza Rural Sumapaz se encuentra la mayor parte de los páramos
del Distrito Capital. La siguiente gráfica permite apreciar la distribución de páramos, entre piezas
rurales. En el mapa, se puede ver su localización.
101
Gráfico 10. Distribución Porcentual de Páramos por Pieza Rural
Fuente: Elaboración propia a partir de POT 2021, (Secretaría Distrital de Planeación, 2021)
102
▪ Áreas Complementarias para la Conservación
Compuesta por tres (3) elementos claves para la ciudad y los vínculos urbano – rurales: Parques
Urbanos y Rurales, Área De Resiliencia Climática y Protección por Riesgo, y Subzona de Importancia
Ambiental del POMCA Río Bogotá. El mapa, a continuación, muestra la localización de las áreas
complementarias para la conservación:
De acuerdo con IDEAM, la cobertura de la tierra se entiende “como la unidad delimitable que surge
a partir de un análisis de respuestas espectrales determinadas por sus características fisonómicas y
ambientales, diferenciables con respecto a la unidad próxima”. La SDP dispone de una capa
geográfica de vigencia 2017 sobre las coberturas de la tierra, el resumen –en su nivel 3-. Llama la
atención que en las piezas rurales de Cerros Orientales, Cuenca Tunjuelo y Sumapaz, la principal
103
cobertura es Herbazal (con 26.95%, 31.99% y 66.23% respectivamente), mientras que en Norte –
Torca, son los Pastos Limpios (43.39%).
Además de la cobertura Herbazal, en Cerros Orientales predominan los arbustales (19,08%) y la
cobertura de Plantación Forestal (17.33%). En Cuenca del Tunjuelo, también predominan los Pastos
Limpios (19.21%) y los Tubérculos (16.31%); en Sumapaz, el Bosque Denso (8.00%) y los Pastos
Limpios (7.95%). Por su parte, en Norte –Torca, también predominan Otros Cultivos Transitorios
(11.58%) y Cultivos Confinados (8.54%). Lo anterior se observa en el siguiente mapa:
104
5.2.2.4 Deforestación
Nombre
Pieza Rural Bosque
Total Bosque Ganancia Pérdida de Total Bosque
Preservado
(Ha) 2019 Bosque (Ha) Bosque (Ha) (Ha) 2017
(Ha)
Cerros
4.502,64 4.275,50 227,14 627,61 1.406,69
Orientales
105
Cuenca del
457,78 407,01 50,77 50,90 487,00
Tunjuelo
Norte –
0,33 0,14 0,19 0,11 9,73
Torca
Total
9.409,65 8.888,46 521,18 927,49 9.322,19
general
De la tabla anterior, se puede concluir que no hay una diferencia sustancial (cerca del 1%) entre el área
total de bosque, y que el área de bosque en zona rural de Bogotá es de más de 9.300 Has. No obstante,
lo que sí es bien diferente, es la localización específica de los bosques: para el IDEAM, cerca del 48%
del bosque se localiza en la Pieza Rural de Cerros Orientales, y el 47% en la Pieza Rural Sumapaz. Por
su parte, para la SDP, cerca del 15% del bosque se localiza en la Pieza Rural de Cerros Orientales, y
el 80% en la Pieza Rural Sumapaz. Lo anterior indica que existen diferencias significativas en los datos
entre las dos fuentes.
El cambio climático sucede cuando el patrón del clima (comportamiento de la lluvia, el viento y
la temperatura) presenta variaciones atípicas en períodos prolongados de tiempo, como
décadas o siglos, para lo cual se requiere la observación y registro de información por
mínimo 30 años (Instituto Distrital de Gestión de Riesgos y Cambio Climático, S.F.)
Para mitigar los efectos del cambio climático. el Plan de Desarrollo Distrital 2020 – 2024
“Contrato social y ambiental para la Bogotá del siglo XXI”, fijó como meta “Articular,
consolidar e implementar el Plan de Acción Climática Bogotá 2020- 2050, y la gestión
necesaria para lograr una reducción de por lo menos 15% en la emisión de GEI de Bogotá
para 2024”, para lo cual planteó como medidas de adaptación al cambio climático en suelo
rural: i) Gestión del riesgo por incendios forestales, ii) Mitigación y adaptación en áreas
priorizadas de interés hídrico y iii) Proyectos de adaptación basado en ecosistemas
Para reducir o mitigar estos fuertes impactos climáticos, la Alcaldía de Bogotá ha expedido normas
como el Acuerdo 790 de 2020, “Por el cual se declara la emergencia climática en Bogotá D.C., se
reconoce esta emergencia como un asunto prioritario de gestión pública, se definen lineamientos
para la adaptación, mitigación y resiliencia frente al cambio climático y se dictan otras
disposiciones”. También se resalta el Plan de Acción Climática (PAC) de Bogotá (Secretaría Distrital
de Ambiente, 2021), que determinó que, en las ruralidades de Bogotá, el cambio climático traerá
impactos como la reducción del rendimiento de los cultivos por estrés térmico e hídrico y mayor
susceptibilidad de la cobertura vegetal para la ocurrencia de incendios forestales, entre otros. Por
esta razón, definió las zonas, que, por su alta sensibilidad y baja capacidad adaptativa a los efectos
del cambio climático, son prioritarias de intervención: las Piezas Rurales Cerros Orientales y Cuenca
del Tunjuelo.
106
Por otro lado, el Artículo 17 del POT –Decreto 555 de 2021, relaciona Medidas Territoriales para
la Mitigación y Adaptación al Cambio Climático, “que buscan reducir los niveles de emisiones de Gases
de Efecto Invernadero (GEl) en la atmósfera, a través de la limitación o disminución de las fuentes de
emisiones de GEl y el aumento o mejora de los sumideros y reservas de GEl y corresponden a las
contempladas en el Plan de Acción Climática (PAC) o al instrumento que lo modifique o sustituya”
(Alcaldía Mayor de Bogotá, 2021).
Para las ruralidades de Bogotá, estas medidas se ven reflejadas en los Subprogramas: Gestión del
riesgo e impactos ambientales y Ruralidad productiva, sostenible e inclusiva. Asimismo, se propone las
siguientes metas: i) 4.000 ha recuperadas, rehabilitadas o restauradas de elementos de importancia
ambiental, ii) 493 Ha con restauración de cobertura vegetal en la red de parques del Río Bogotá,
585 Ha intervenidas y protegidas en bordes urbano-rurales, 50% de residuos aprovechables
aprovechados, 687 kilómetros (urbanos y rurales) de infraestructura para la bicicleta y la
micromovilidad construidos, construcción sostenible, energía eficiente en centros poblados, 2.838 ha
en ronda hídrica y cauces recuperadas, restauradas y renaturalizadas en humedales, ríos y
quebradas y 1.500 ha priorizadas con estudios detallados para zonas identificadas
▪ Cambios en Escorrentía
De acuerdo con (Secretaría Distrital de Planeación, 2015), la escorrentía superficial se define como:
“la lámina de agua que circula sobre las superficies impermeables de calles, techos y aceras. Normalmente
se considera como la precipitación menos la evapotranspiración real y la infiltración del suelo”. En la
Pieza Rural de Sumapaz se afectará más área (más de 68.000 Has) con un cambio de escorrentía
entre el 2.51 – 5.00 m3, pero el cambio máximo de escorrentía (5.00 – 7.50 m3) se dará en las demás
piezas rurales, afectando unas 49.000 Has aproximadamente. La siguiente tabla muestra los
resultados específicos
Cambio en Escorrentía
Nombre Pieza Rural Área (Ha)
(m3)
107
Cambio en Escorrentía
Nombre Pieza Rural Área (Ha)
(m3)
Sumapaz 4,840.55
● Cambios en Precipitación
De acuerdo con la CAR, se observa que en la Pieza Rural de Sumapaz se pueden dar los mayores
cambios en niveles de precipitación (de más de 4.1 m3) en más de 53.000 Has. A continuación, se
muestran los cambios en precipitación por Pieza Rural.
Sumapaz 22.859,71
▪ Cambios en Temperatura
108
La Evaluación de Riesgos Climáticos - ERC muestra que es muy probable que, para 2040, la
temperatura aumente en más del 60% del área total de las ruralidades del D.C. y se afectarían por
un incremento de 1.01 a 1.20 °C. El cambio más alto 1.21 a 1.40 °C se dará principalmente en
Sumapaz. Los resultados se muestran a continuación
Sumapaz 37.465,21
La normatividad colombiana actual incorpora esta herramienta a través del Decreto 1007 de 2018
que reglamenta “los componentes generales del incentivo de pago por servicios ambientales y la
adquisición y mantenimiento de predios en áreas y ecosistemas estratégicos”, y del Decreto Ley 870
de 2017, “Por el cual se establece el Pago por Servicios Ambientales y otros incentivos a la conservación”,
y en donde se definen los PSA como “el incentivo económico en dinero o en especie que reconocen los
interesados de los servicios ambientales a los propietarios, poseedores u ocupantes de buena fe
exenta de culpa por las acciones de preservación y restauración en áreas y ecosistemas estratégicos,
mediante la celebración de acuerdos voluntarios entre los interesados y beneficiarios de los servicios
ambientales.”
Mediante radicado N° 2022EE41593 de fecha 01 de marzo de 2022, la Secretaría Distrital de
Ambiente remitió a la SDP información relacionada con los avances en el proyecto 7780 “Aportes de
visión ambiental a la construcción del territorio rural distrital en Bogotá”. En este informe se señala lo
siguiente:
“en el marco del Plan Distrital de Desarrollo 2020 – 2024: Un Nuevo Contrato Social y
Ambiental para la Bogotá del Siglo XXI, formuló el proyecto de inversión 7780 “Articular con
una visión ambiental el territorio rural distrital”, el cual establece como una de sus metas la de
109
“Diseñar e implementar un programa de incentivos a la conservación ambiental rural”, a través
de la cual se busca contribuir a que los propietarios, poseedores u ocupantes de predios en áreas
y ecosistemas estratégicos, reconviertan sus actividades productivas y coadyuven a la restauración
y mantenimiento de áreas de especial importancia ambiental”.
En el año 2020, la SDA suscribió el Convenio 20202426 con el Programa de Naciones Unidas para el
Desarrollo (PNUD), donde se obtuvo como producto el “Documento con propuesta de valor del
incentivo PSA, viabilidad jurídica, sistema de monitoreo, estrategias complementarias de
conservación, estructura de acuerdos de conservación y proceso de registro de un Programa de PSA
para el área rural del Distrito Capital V2”, donde se detalla la metodología para la implementación
de los pagos por servicios ambientales.
De acuerdo con esta metodología de la SDA, y para frenar la deforestación, el PSA, promueve sustituir
la actividad convencional, reemplazándola por una actividad “ambientalmente amigable”. En este
cambio de actividad, el propietario de la tierra reduce sus ingresos, por lo que el incentivo debe ser,
como mínimo, este costo de oportunidad32.
Las actividades principales para sustituir son el cultivo de papa y la ganadería de leche, para las
cuales la SDA realizó un análisis económico en 2021, basado en los precios del año 2020. También
se presenta la actividad de cultivo de flores.
El programa contempla su aplicación en tres áreas estratégicas: los Cerros Orientales, la Reserva
Thomas Van der Hammen y Sumapaz, en las Piezas Rurales Cerros Orientales, Toca y Sumapaz,
respectivamente.
Con relación a la equidad en el PSA, la metodología se basa en la calificación Sisben IV y la cantidad
de personas mayores a 5 años que trabajan fuente censo 2018. La gobernanza es expresada como
la pertenencia o no -por parte del propietario- a alguna asociación y le da fuerza según la cantidad
de área del predio. Para todas las variables, la metodología señala asignar porcentajes de
ponderación para su calificación.
Dentro de los instrumentos de financiación y gestión del suelo para el desarrollo territorial establecidos
por el POT –Decreto 555 de 2021, se encuentran los acuerdos para la conservación y restauración
(Artículo 543), así como dentro de los incentivos está el PSA (Artículo 563).
32 El costo de oportunidad entendido como el valor más alto al que se debe renunciar cuando se cuenta con varias
alternativas y se decide por una opción determinada
110
importante tener en cuenta que un mismo lote puede estar inscrito en varias categorías, por lo que la
sumatoria aritmética no procede para calcular el área total beneficiada.
La siguiente tabla y mapa muestran que, si bien en la Pieza Rural Cuenca del Tunjuelo se han
focalizado la mayor cantidad de lotes que participan en las diferentes categorías del programa, es
en la Pieza Rural de Sumapaz se han seleccionado los lotes de mayor extensión, lo que podría
impactar la evaluación y monitoreo general del programa.
Componente de Programa
Cerros
0 0,00 5 77,04 11 343,46 9 293,96
Orientales
Cuenca del
14 101,90 13 133,21 25 203,31 5 37,95
Tunjuelo
Norte –
2 47,19 1 0,46 1 46,73 0 0,00
Torca
Total
23 642,04 26 518,09 43 828,58 24 894,32
general
111
Mapa 14. Predios del Programa OAF por Componente Según Pieza Rural.
Fuente: (Secretaría Distrital de Ambiente, 2022)
5.2.2.8 Flora
Para el análisis de flora, se tomó la información del Jardín Botánico de Bogotá (Jardín Botánico de
Bogotá, 2021), que corresponde a la localización de especies inventariadas en Bogotá y sus
alrededores. Con esta información, se realizó un análisis de densidad que permite observar las zonas
donde existe mayor o menor concentración de las especies nativas que ha encontrado el Jardín
Botánico de Bogotá, sin que ello quiera significar que las de baja concentración carecen de
importancia.
En el siguiente mapa se puede observar una concentración de alta densidad de flora en la Pieza
Rural Cuenca del Tunjuelo, seguida por Cerros Orientales. Para la Pieza Rural Sumapaz se observan
112
varios focos de concentración de flora, llamando especialmente la atención la concentración de flora
en áreas circundantes a los Centros Poblados de San Juan, Nazareth y Betania.
La Secretaría Distrital de Cultura, Recreación y Deporte llevó a cabo la Encuesta de Cultura Ambiental
(ECA 2021)33. entre el 29 de diciembre de 2020 y el 18 de febrero de 2021, para todas las
33 La Encuesta de Cultura Ambiental (ECA) - 2021. La ECA es una medición actualizada de las percepciones, creencias,
actitudes y comportamientos reportados por la ciudadanía en Bogotá en torno a asuntos relacionados con cultura ciudadana
y ambiente en la ciudad. La encuesta incluye resultados sobre cuatro campos temáticos: 1. Gestión integral y sostenible de
residuos sólidos; 2. Relaciones con animales silvestres y domésticos; 3. Elementos de la estructura ecológica principal; y 4.
Cuidado del entorno. Diseñada y desplegada desde la Subsecretaría de Cultura Ciudadana y Gestión del Conocimiento
(SCRD), ámbito de Cultura Ambiental y la Dirección Observatorio y Gestión del Conocimiento Cultural (Secretaría Distrital
de Cultura, Recreación y Deporte, 2021)
113
localidades del D.C. Aun cuando esta encuesta no discriminó claramente la población urbana de la
población rural a la que se aplicó, realizó preguntas interesantes sobre fauna silvestre, que podrían
hacerse extensivas, específicamente, a la zona rural.
A continuación, se mostrarán los resultados34 relacionadas con animales, diferenciando Bogotá total,
de la localidad de Sumapaz.
El Gráfico anterior nos permite concluir que en Sumapaz se observa más del doble de veces fauna
silvestre que en el resto del D.C.
En Bogotá, la mayor cantidad de avistamiento de fauna silvestre se realizó sobre pájaros y aves
silvestres con un 67% del total, aun cuando también se observaron búhos y tortugas en un 8%.
Sumapaz lidera el lugar de mayores avistamientos en el D.C., como se observa en el gráfico a
continuación. Las aves silvestres son el tipo de fauna con mayor avistamiento en la localidad de
Sumapaz, seguidas por los conejos y el soche.
115
Gráfico 14. Tipo de fauna silvestre que ha sido vista en la localidad de Sumapaz
Fuente: Tomado de ECA 2021
El Instituto Distrital de Bienestar y Protección Animal adelanta jornadas rurales exclusivas para los
ciudadanos que habitan con sus perros y gatos en hogares de difícil acceso y que no cuentan con
tecnologías de la información para realizar jornadas de esterilización. Así mismo, adelanta acciones
con relación a atención de casos de maltrato animal, urgencias veterinarias, brigadas médico-
veterinarias, esterilizaciones e implantación de microchips.
N°
Programa
Animales
Urgencias Veterinarias 1
151
caninos
Identificación (Implantación de microchips)
68 felinos
116
N°
Programa
Animales
134
caninos
Esterilizaciones
64 felinos
En paralelo, adelanta la gestión de hogares de paso para animales de granja, con el fin de
garantizar las condiciones de bienestar animal en el momento de la aprehensión. De igual forma,
practica visitas a unidades productivas campesinas, se gestionan intervenciones de atención a la fauna
y se potencian las mismas con acciones de apropiación de la cultura ciudadana.
Con relación a la cultura ciudadana en torno a protección y bienestar animal, el IDPYBA presenta el
programa radial Los Saberes del Campo, que brinda formación en Responsabilidad Ambiental y
Ecosistémica de la Apicultura en las ruralidades de Bogotá, en articulación con la emisora del Ejército
Nacional y en alianza con otras entidades presentes en el territorio, la Universidad Antonio Nariño,
el grupo Búsqueda y Rescate de Animales en Emergencias (BRAE) de Bomberos, la Corporación
Colombiana de Investigación Agropecuaria (AGROSAVIA), y el Instituto Colombiano Agropecuario
(ICA), entre otros.
117
sobre las ruralidades y el fortalecimiento de las cadenas productivas y/o actividades económicas que
aprovechen las sinergias entre el desarrollo rural y urbano de Bogotá.
Así mismo, el análisis de las piezas rurales busca profundizar en el entendimiento territorial de la
producción agropecuaria en términos de la caracterización predial y en el acceso a algunos
determinantes del desarrollo productivo rural, tales como: el acceso a infraestructuras productivas
(sistemas de riego, maquinaria, construcciones de apoyo para la producción), acceso a buenas
prácticas (asistencia técnica, asociatividad) y el acceso a factores productivos (acceso al mercado de
crédito y destinación del crédito). Para brindar una mayor comprensión sobre la producción no
agropecuaria, se identifican patrones espaciales de localización de actividades económicas no agro
y en la generación de empleo en establecimientos económicos en las piezas rurales. De manera
trasversal se analizan las condiciones socioeconómicas y el mercado laboral en los hogares rurales a
partir de la caracterización del desempleo de larga duración, informalidad laboral y la estimación
de los ingresos en los hogares rurales de Bogotá.
Finalmente, entendiendo que la pertinencia de formular acciones para impulsar el desarrollo
productivo de los territorios rurales depende del adecuado conocimiento de sus capacidades de
producción agropecuaria sostenible y su relación con el tejido productivo no agropecuario, así como
con los sistemas económicos de la Bogotá urbana y la región metropolitana, se plantean los siguientes
ejes problemáticos para el desarrollo de posibles acciones: (i) insuficiencia de la información para la
caracterización de los sistemas productivos agropecuarios, (ii) limitaciones en las intervenciones para
el desarrollo económico rural derivadas de un enfoque agrocentrista, (iii) limitaciones para planificar
y promover el acceso a factores productivos y a buenas prácticas y (iv) desarrollo productivo rural
como enfoque accesorio en las políticas públicas.
Las actividades agrícolas y pecuarias de las piezas rurales tienen una importancia significativa en los
sistemas económicos y de abastecimiento locales; no obstante, esta es una importancia relativa, si se
revisa su representación en el PIB distrital, que alcanza el 0,006% del PIB, con un total de valor
agregado de 13.265 millones de pesos para el año 2021.
Gráfico 15. Porcentaje de participación de las Actividades Agropecuaria en el PIB de Bogotá
Fuente: Departamento Administrativo Nacional de Estadística - DANE
De acuerdo con lo anterior, buscando describir la importancia de las dinámicas agrícolas y pecuarias
para la economía distrital, se tomó como referencia para su diagnóstico, el estudio de la secretaría
Distrital de Planeación del año 2017 en el cual se realizó una caracterización de la actividad agrícola
118
y ganadera de la ruralidad de Bogotá a partir de imágenes áreas de alta resolución. En orden de
generar homogeneidad en la unidad de análisis, se consolidaron los principales resultados de dicho
estudio a nivel de pieza rural como se muestra a continuación:
Gráfico 16. Número de hectáreas (área) en producción pecuaria y agrícola
Fuente: elaboración propia con base en información de la DAR, 2019.
La clasificación agrícola y pecuaria del suelo rural de Bogotá, señala que en el distrito se reportó un
total de 36.496 hectáreas dedicadas a la producción agropecuaria. En todas las localidades
predominan las hectáreas destinadas a la producción ganadera o pecuaria con un total de 27.190
hectáreas, siendo la pieza de Sumapaz la de mayor cantidad de ha dedicadas a esta actividad con
14.320 ha. Por otra parte, se encuentra un total de 9.306 ha dedicadas a la producción agrícola, de
lo que se destaca la pieza Cuenca Tunjuelo Usme con la mayor cantidad de ha sembradas con 5.923
ha.
Gráfico 17. Porcentaje de producción (Toneladas) pecuaria y agrícola
Fuente: elaboración propia con base información de la DAR, 2019
119
De otra parte, Sumapaz es la pieza rural con mayor porcentaje de producción pecuaria con el 53%,
y Usme la de mayor porcentaje de producción agrícola con el 47%. Por su parte, la pieza rural de
cerros orientales adelanta actividades agrícolas, pero en menor porcentaje actividades pecuarias, Lo
anterior, teniendo en cuenta que, en estas dos localidades, la mayoría del suelo rural no es apto para
esos usos.
Las actividades productivas agrícolas en Bogotá atienden a determinantes de clima y de inclinación
de los territorios rurales; razón por la cual, predomina la vocación de cultivos de clima frio y de
pequeña escala. De acuerdo con el análisis adelantado por la (SDP, 2017), se identificó que, del total
de 9.306 hectáreas dedicadas a la producción agrícola, 6.506 hectáreas se ubican en zonas en zonas
de protección (69,3%), y las restantes 2.798 hectáreas se ubican en zonas aptas para a la producción
agropecuaria (30,1%).
La papa se destaca como el principal cultivo de producción en la ruralidad bogotana, pues representa
el 72,1% del total de las áreas de producción agrícola, con 6.707 hectáreas dedicadas a esta
actividad. Seguida de la papa criolla (15%), que abarca 1.386 hectáreas, y de la producción de
flores, que participa con 439 hectáreas de la producción agrícola (4,7%).
Se anota que entre los cultivos agrícolas con mayor presencia en las áreas de protección se ubica la
papa, que ocupa 4.630 hectáreas, lo cual representa el 69,9% de las hectáreas dedicadas a la
agricultura en el distrito.
120
Gráfico 19. Producción agrícola en toneladas en áreas de protección vs áreas de producción.
Fuente: Elaboración Propia a partir de cobertura SDP & UTCE, 2017; UDFJC, 2010.
121
del distrito, de los cuales el 52% se desarrolla en las zonas de protección (1.874), y el otro 48%
(1.670 toneladas) se producen en suelo rural apto para la producción.
Tabla 25. Cabezas y predios de ganado Bovino en Bogotá, 2022
Fuente: Censo Bovino Instituto Colombiano Agropecuario ICA, 2022.
Con respecto a las actividades productivas pecuarias, se desarrolló un análisis a partir de los controles
de sanidad para la cría de animales establecidos por la Autoridad Sanitaria Nacional, el Instituto,
Agropecuario – ICA. Para el año 2022 se identificó que la población bovina en Bogotá alcanzó los
35.330 semovientes, concentrados en 1.859 predios dedicados a la producción bovina de carne y/o
leche. Con este volumen, Bogotá representa el 0,12% del inventario bovino del país.
Gráfico 20. Tamaño de sistemas de producción de ganadería en Bogotá D.C.
Fuente: Censo Bovino Instituto Colombiano Agropecuario ICA, 2022
Otra de las características de la actividad pecuaria según esta aproximación es que los sistemas
productivos de ganadería bovina en Bogotá son mayoritariamente pequeños, de fincas de entre 1 y
50 cabezas de ganado; hecho que da cuenta de limitaciones estructurales a la expansión territorial
del sector de ganadería bovina, las cuales están relacionadas con el relieve de los predios productivos
y la condición de protección de los suelos en zonas de la ruralidad bogotana.
Tabla 26. Cabezas y predios porcícola en Bogotá D.C.
Fuente: Censo porcino Instituto Colombiano Agropecuario ICA, 2022.
122
Año 2019 2020 2021 2022
Por otra parte, la población porcícola es considerablemente menor en el distrito, teniendo en cuenta
que, por cada cabeza de cerdo hay 27,5 cabezas de ganado bovino. Este inventario pasó de 1.653
cerdos contabilizados en el 2019 a 1.285 cerdos en el 2022, lo cual representa una reducción del
orden de 22,2%. Por su parte, el 47% de los sistemas productivos se identificaron como explotaciones
de tipo “comercial familiar, el 48% como explotaciones de tipo “comercial industrial, y solo el 4%
correspondió a sistemas productivos de traspatio, confirmando la baja escala de la actividad en la
ruralidad Bogotana.
Gráfico 21. Tipo de explotación porcina en Bogotá
Fuente: Censo porcino Instituto Colombiano Agropecuario ICA, 2022.
En materia de actividad aviaria, el censo de aves del ICA permite dimensionar que estas son aún
menos significativas en el distrito. Para el año 2022 se contabilizan 210.260 aves, ubicadas en solo
36 predios con este sistema productivo.
Tabla 27. Aves y predios avícolas en Bogotá
Fuente. Censo Aviario Instituto Colombiano Agropecuario ICA, 2022
123
AVES 295.186 290.200 210.260
PREDIOS 30 32 36
AVICOLAS
Así mismo, se identificó que el 91% de los predios contabilizados correspondió a explotaciones de
traspatio; lo que indica la predominancia de la producción de aves dirigida al autoconsumo en el
ámbito rural.
Gráfico 22. Tipos de explotaciones aviarias en Bogotá D.C
Fuente: Censo Aviario Instituto Colombiano Agropecuario ICA, 2022.
Se resalta que la actividad productiva pecuaria ocupa una mayor porción del territorio rural de
Bogotá con respecto a la actividad agrícola. No obstante, el análisis de subsectores evidencia que la
cría de porcinos y de aves es limitada, y que para 2022 estas explotaciones se ubicaron en no más
de 50 predios productivos respectivamente. En cambio, la producción bovina, si bien se configura en
explotaciones de pequeña escala, se vislumbra como una actividad productiva con potencial para el
fomento de prácticas, tanto de sostenibilidad, como de agregación de mayor valor a la producción.
Para analizar las dinámicas de comercialización de alimentos en el distrito, a partir de los datos del
mercado de plazas mayoristas de alimentos, se utilizó el Sistema de Información de Precios y
abastecimiento (SIPSA), esta fuente permitió realizar una aproximación a los volúmenes de alimentos
en fresco que configuran circuitos de comercialización desde y hacia las centrales de abastecimiento
mayorista de alimentos de Bogotá.
En términos generales, Bogotá concentra el 35% de los alimentos que se comercializan en el mercado
de abastecimiento mayorista de alimentos del país (2 '363.911 toneladas), fundamentalmente en
cuatro plazas de mercado: Corabastos, Paloquemao, Las Flores y Samper Mendoza.
Gráfico 23. Volumen anual de alimentos comercializados en las plazas mayoristas de alimentos de Bogotá.
Fuente: Elaboración SDP con base en SIPSA - DANE
124
Corabastos, que es la plaza de abastecimiento mayorista más grande del distrito, representa el 95%
del volumen anual de alimentos comercializados con un total de 2 '238.511 millones de toneladas de
alimentos. Las plazas de Paloquemao, Las Flores y Samper Mendoza representan en conjunto el 5%
de los alimentos comercializados, con un total de 125.400 toneladas comercializadas en el mercado
mayorista de abastecimiento para la alimentación de los Bogotanos.
Gráfico 24. Lugar de procedencia de los alimentos que se comercializan en las plazas de Bogotá
Fuente. Elaboración SDP con base en SIPSA-DANE
De acuerdo con el SIPSA, de las 2.363.931 toneladas de alimentos que se comercializaron en el último
año en las plazas de abastecimiento mayorista de alimentos de Bogotá, 989.166 toneladas (42%)
procedieron de Cundinamarca, 390.264 (17%) de Boyacá, 278.302 toneladas (12%) del Meta y
111.468 toneladas (5%) provienen del propio territorio bogotano.
125
El volumen de alimentos provenientes de Bogotá que abasteció las plazas mayoristas de la ciudad en
2022 correspondió principalmente a alimentos procesados (43%) , seguido de carnes (28%), Granos
y cereales (16%) y las verduras y hortalizas representaron el (10%) de los alimentos allí
comercializados. Sin tener en cuenta los alimentos procesados, el volumen de alimentos provenientes
de los subsectores tradicionales agrícola y pecuario que se comercializan en las plazas mayoristas de
Bogotá ascendió a 63.987 toneladas.
Tabla 28. Grupos de alimentos comercializados en las plazas mayoristas del Distrito, provenientes de
Bogotá.
Subtotal
Toneladas subsector
Subsector Grupo de alimentos abastecidas
% %
Toneladas
Los municipios que aportan mayores volúmenes de alimentos desde la región metropolitana hacia las
plazas de abastecimiento mayorista de Bogotá son Zipaquirá, que participa con el 21% y de donde
predomina el abastecimiento de plátanos y tubérculos y raíces; seguido de Mosquera, que participa
con el 18% y de donde es mayoritaria la proveeduría de verduras y hortalizas.
La identificación de flujos comerciales desde la ruralidad de Bogotá hacia sus mercados mayoristas
permite identificar circuitos cortos de comercialización de productos como tubérculos y hortalizas
principalmente, cuya producción es igualmente predominante en el distrito. Por otra parte, las
dinámicas de comercialización desde la región metropolitana de Bogotá permitieron identificar flujos
de abastecimiento de alimentos que arriban al mercado bogotano, especialmente desde el norte y
occidente del distrito; lo que podría suponer potencial para la implantación de infraestructura y
servicios de recepción, en dichos bordes de la ciudad.
127
De acuerdo con la encuesta de establecimientos económicos 2017, en las piezas rurales de Bogotá se
encuentran 1.076 establecimientos, de los cuales el 52% se ubican en Cerros Orientales, el 24% en
la Cuenca Tunjuelo, el 22% en la pieza rural Norte-Torca y el 3% en Sumapaz.
Teniendo en cuenta la actividad económica principal, se determinó que el 38% de los establecimientos
se especializan en labores de comercio, el 37% en servicios, un 9% están en la industria y el restante
pertenecen al sector público, agricultura y construcción. Para el 10% de los establecimientos de las
piezas rurales incluidos en la encuesta no fue posible determinar el sector o actividad económica
(Gráfico 30).
Gráfico 25. Establecimientos económicos en las piezas rurales por sector.
Fuente: Encuesta de establecimientos económicos, 2017
Gráfico 26. Establecimientos económicos en las piezas rurales por tipo de emplazamiento
Fuente: Encuesta de establecimientos económicos, 2017.
128
Los establecimientos económicos en la ruralidad no se encuentran aún consolidados en el mercado,
pues más del 61% de ellos tienen menos de un año de constituidos y apenas un 6% sobrepasan los
10 años de operación.
Así mismo, el porcentaje de negocios que están registrados en cámara de comercio o que cuentan con
registro mercantil es apenas el 15%, lo cual indica un alto grado de informalidad empresarial, en lo
que se refiere a cumplimiento de requisitos de registro.
Gráfico 28. Establecimientos económicos en las piezas rurales según registro en cámara de comercio.
Fuente: Encuesta de establecimientos económicos, 2017
129
5.2.3.2. Acceso a créditos para el desarrollo agropecuario y no agropecuario en Bogotá.
130
alcanzaron apenas el 0,3% del monto total. De estas transacciones, el 32% fue otorgado a mujeres
y el 68% a hombres, con plazos en promedio de 39 meses.
En cuanto a los destinos de financiación, el 61% de los créditos desembolsados a pequeños
productores se destinan a financiar el capital de trabajo, un 36% a la línea de inversión (Gráfico 28)
y el 3% corresponde a normalización de cartera, lo que puede indicar una baja financiación de
proyectos de largo plazo o nuevas inversiones, dando preferencia a cubrir necesidades propias de
la producción.
Gráfico 30. Distribución de créditos agropecuarios y rurales para pequeños productores por líneas de
apalancamiento 2022 en Bogotá.
Fuente: Finagro, Colocaciones de crédito 2022
En la línea de financiamiento de capital de trabajo, los créditos están siendo destinados en un 46%
para la comercialización de los productos agropecuarios, el 25% se destina a la producción de papa,
12% a la producción de fresa y otros cultivos y los demás rubros se destinan en proporciones iguales
para financiar el capital de trabajo, la transformación y para la compra de insumos.
Gráfico 31. Distribución de créditos agropecuarios y rurales, pequeños productores 2022 según destino de
crédito para la producción en Bogotá.
Fuente: Finagro, Colocaciones de crédito 2022
Las cifras de acceso, apalancamiento y distribución de los créditos para el desarrollo productivo de
los pequeños productores muestran que las condiciones son poco favorables para que la población
rural sea incluida en los esquemas financieros formales.
131
Se evidencia un bajo porcentaje de pequeños productores que acceden a créditos y los montos
aprobados son de poca cuantía, este apalancamiento usualmente se destina a la financiación de
costos y gastos operativos de la producción primaria, lo que se denomina capital de trabajo y cuyos
plazos de pago son de máximo tres años. Adicionalmente, la producción que recibe financiación
corresponde a las líneas agrícolas tradicionales y no se identifican inversiones a largo plazo o con
mayor valor agregado en la cadena productiva.
30%
25%
20%
15%
10%
15%
5% 10%
0%
Bogota Rural Bogota Urbano
si no
La encuesta también captura información a partir de la pregunta: ¿En los últimos treinta (30) días, por
falta de dinero u otros recursos, ¿alguna vez en su hogar se quedaron sin alimentos? Con base en esta,
se confirma que en las zonas rurales hay mayores índices de seguridad alimentaria, en tanto en las
zonas urbanas el 21% de los hogares respondió sí, y en la ruralidad solo el 14%.
Gráfico 33. Seguridad Alimentaria. Hogares que se han quedado sin alimentos
Fuente: elaboración propia con base en información de la Encuesta Multipropósito 2021.
132
A pesar de una mayor disponibilidad de alimentos en las zonas rurales, se registran niveles
importantes de inseguridad alimentaria; sin embargo, según (MANÁ-FAO, 2016) este fenómeno
también puede obedecer a las limitaciones monetarias de la población para acceder a los alimentos
necesarios y/o diversos.
El ICAV es un indicador que refleja la privación de los hogares del distrito en dimensiones como la
salud, la educación y la vivienda, entre otras. El ICAV constituye una medición complementaria del
Índice de Pobreza Multidimensional IPM, que incorpora nuevas variables a las ya existentes, para el
análisis más integral de las condiciones de vida de las familias -en este caso- rurales.
El ICAV contabiliza los resultados de la Encuesta Multipropósito-EM en 30 Variables con una nueva
metodología de medición distrital de la pobreza multidimensional. A continuación, se presenta el
alcance de la complementariedad del ICAV frente al IPM:
incorpora dimensiones tradicionalmente no tenidas en cuenta en las mediciones de pobreza nacional
pero que, tanto la población bogotana como la literatura internacional identifica como descriptores
relevantes de la calidad de vida. El ICAV aquí propuesto se construyó en uso de una metodología
mixta secuencial, en donde en primera instancia se identificaron las dimensiones faltantes de la
pobreza para la ciudad desde la visión de la población, y luego esta perspectiva cualitativa se
operacionaliza a través de la información contenida en la Encuesta Multipropósito de Bogotá 2021 y
registros administrativos complementarios.
El IPM del distrito contabiliza los resultados de la Encuesta Multipropósito - EM en 15 variables
generales, que coinciden con la metodología de medición nacional de la pobreza multidimensional;
mientras que el ICAV incorpora 15 nuevas variables, para la medición de un total de 30 privaciones.
Los resultados del índice para el ámbito rural.
Con base en los resultados de la Encuesta Multipropósito 2021, se calculó un IPM de 14,8%; mientras
que, con base en la misma encuesta y fuentes complementarias, el ICAV arrojó que el 29,7% de los
hogares rurales tenían privaciones en la mayoría de las dimensiones.
133
Gráfico 34. Índice de Condiciones Ampliadas de Vida
Fuente: Encuesta Multipropósito, 2021.
35,0%
31,7%
29,3%
30,0%
26,4%
25,0% 23,3%
20,0%
15,0%
10,0%
5,0%
0,0%
Cerros Orientales Cuenca Tunjuelo Sumapaz Torca
El ICAV por piezas rurales, al igual que el IPM tradicional, indica que la población con mayores
privaciones se encuentra en la cuenca del Tunjuelo, con un ICAV de 31,7%, le sigue Cerros Orientales
con 29,3%, Sumapaz con el 26,4% y la pieza rural Norte-Torca con el 23,3% de personas en pobreza
multidimensional.
Tabla 30. Variables del índice de Condiciones Ampliadas de Vida.
Trabajo y Protección Desempleo de larga duración 7,8% 10,2% 9,2% 6,9% 9,4%
Social
134
Precariedad laboral 14,9% 11,3% 6,3% 21,0% 12,4
%
Sin pensión por vejez o invalidez 10,2% 5,1% 3,6% 8,7% 5,9%
Sin acceso a servicios de salud mental 3,6% 2,6% 2,9% 3,2% 2,8%
Vivienda y Servicios
Inseguridad en la tenencia de vivienda 25,8% 44,0% 37,5% 24,9% 39,0
Públicos
%
Entorno
Sin movilidad sostenible 11,4% 15,4% 8,2% 11,7% 13,7
%
Cuidado y uso del Sin actividades culturales 15,6% 15,3% 22,6% 27,9% 17,9
tiempo %
135
Trabajo de cuidado no remunerado 10,2% 13,9% 29,2% 5,1% 14,3
%
En la anterior tabla, se presenta el nivel de hogares de cada pieza rural con privaciones dentro de
los componentes del índice. La descomposición de las dimensiones del índice de Condiciones Ampliadas
de Vida, indica que:
1. Educación: Esta dimensión presenta cinco variables de análisis, 3 del IPM convencional y 2
nuevas integradas por el ICAV. La privación de bajo logro educativo 35se registró en el 74,5% de
los hogares, y se destaca que el rezago escolar se presenta en cerca del 30% del total de hogares
de la ruralidad del distrito.
La variable de Barreras de acceso y uso de TIC's, incluida por el ICAV , señaló que el 55% de las
personas de la ruralidad no sabe usar internet, no utiliza un computador de escritorio, portátil
o Tablet o si el hogar no cuenta con internet; lo cual representa limitaciones en las dinámicas
educativas y de innovación en lo rural.
El ICAV presentó los resultados del análisis de la variable de limitaciones para el acceso a la
educación posmedia en la ruralidad, en que el 17% de los hogares de las piezas rurales de cerros
orientales y Sumapaz no acceden a educación posmedia. Ello evidenció, por una parte, las
brechas en el logro de las trayectorias educativas frente a lo urbano, y por otra, la necesidad de
generar estrategias para facilitar la culminación y avance de los estudiantes rurales a las demás
fases de la educación.
2. Trabajo y Protección Social: En esta dimensión, se resaltó dinámicas del mercado del trabajo
en la ruralidad. El empleo formal corresponde a una privación predominante, del 74% de los
trabajadores rurales. Se encuentra un mayor porcentaje de personas empleadas informalmente
en Sumapaz, mientras que la tasa de informalidad es menor para las personas pertenecientes a
35Aquella persona privada que pertenece a una hogar en donde la menos una persona entre los 15 y 59 años no tienen
como mínimo 11 años de educación o una persona de 60 años en adelante que no cuenta con 5 años mínimo de educación
básica primaria.
136
la pieza rural Norte-Torca. Por otra parte, la precariedad laboral 36constituyó una privación del
21% de los trabajadores rurales. Lo anterior, refleja que, si bien las personas logran generar
ingresos, sus condiciones laborales son precarias, con empleo de baja calidad. Todo en su
conjunto implica que el capital humano para el trabajo no se encuentra debidamente
aprovechado.
El desempleo de larga duración presenta un nivel similar para cada una de las piezas rurales, se
encuentra en un rango del 6% al 10%, siendo en la Cuenca del Tunjuelo donde se presentan los
niveles más altos de desempleo para la ruralidad. Esta privación es reflejo de la baja capacidad
de incorporación de mano de obra para el desarrollo de actividades productivas en la ruralidad
o deficiencias en las capacidades y habilidades para el trabajo.
El ICAV también permitió identificar que la inseguridad alimentaria constituye una privación del
6% de los hogares en la pieza rural de cerros orientales, y del 22% de la pieza de cuenca
Tunjuelo. El análisis de esta dimensión evidencia la pertinencia de implementar estrategias de
alimentación y producción local de alimentos desde el sector salud, según se plantea en la
reformulación de la política pública de ruralidad.
36 Se define en privación por precariedad laboral, a un hogar en el que hay, al menos, una persona ocupada de 15 años
en adelante que señala recibir reiteradas expresiones humillantes, amenazas de despido injustificado, exposición de
intimidades en su trabajo, o que señale trabajar más de 48 horas semanales y que no le hayan pagado horas extra en el
último mes.
137
cualitativa del IPN, la población rural reportó problemáticas relacionadas con la explotación
minera, la cual tiene costos sobre la calidad del suelo, agua y aire.
5. Entorno. Esta variable es incorporada por el ICAV bajo una visión de ciudad que propende por
la oferta de servicios suficientes de movilidad, con un principio de proximidad, y espacios
públicos de calidad que faciliten el desarrollo de procesos culturales y el disfrute de espacios
comunes limpios. La medición de esta dimensión para la ruralidad evidenció las altas
limitaciones en el acceso a equipamientos de servicios sociales próximos, como centros de
salud, escenarios culturales, educación, seguridad, justicia y defensa. Esta privación se presentó
en el 88% de los hogares de la pieza de cerros orientales, y en el 100% de los hogares rurales de
las piezas de cuenca Tunjuelo, Sumapaz y torca – norte.
6. Cuidado y uso del tiempo: El índice de Condiciones Ampliadas facilitó el abordaje de variables
relacionadas con el cuidado y uso del tiempo en espacios deportivos y otros en la ruralidad. En
esta dimensión, se conoció que el 56,7% de los hogares rurales se encuentran privados de
actividades de tiempo libre, en tanto carecen de tiempo para realizar actividades culturales o
propias del tiempo libre y la falta de tiempo para compartir en familia (ir a zonas verdes
gratuitas, visitar parques de diversión o interactivos, pasear o caminar o realizar físico o
recreativas). Las piezas rurales que más registraron esta limitante son Cerros Orientales con
70,4% y Sumapaz con el 65,5%. En esta dimensión, se destaca el rol de la mujer como sujeto de
estas privaciones en el hogar; de lo que se resalta la pertinencia de potenciar la cobertura de
servicios sociales en la ruralidad que contribuyan de manera integral al bienestar y desarrollo
social de la población de las zonas rurales.
37Aborda aspectos como disposición de basuras y residuos hospitalarios, contaminación de cuerpos de agua, abandono
de escombros de residuos hospitalarios.
138
del total de los hogares rurales. Este presentó mayor incidencia en la pieza rural de torce-norte
(59%), seguido de la pieza rural de cerros orientales (47%) y cuenca Tunjuelo (29%).
A continuación, se presenta el mapa general del IPM por piezas rurales. Este mapa permite observar
que a nivel general del IPM, de acuerdo con la ubicación espacial, se identifican mayores privaciones
en el área rural de la Cuenca del Tunjuelo y en Cerros Orientales.
139
5.2.3.5. Caracterización de los sistemas productivos de las piezas rurales del distrito
El estudio sobre el crecimiento de la huella urbana desde el año 1997 al 2016, a nivel regional,
concluye que los municipios aledaños a Bogotá han ocupado el territorio de manera poco eficiente.
Se estima que con una población total de 1.9 millones de habitantes se ocupó un total de 27.309 ha;
en contraste, Bogotá que alberga una población 4 veces mayor (7.9 millones) ocupó un área apenas
1,3 veces más grande que los municipios aledaños. En términos de densidad poblacional, mientras
que en los municipios la densidad es de 72 hab/ha, en Bogotá D.C. es de 221 hab/ha .
Gráfico 35. Evolución de la densidad poblacional en la huella urbana de Bogotá Región (hab/ha).
Fuente: Elaboración SDP a partir de fotointerpretación y proyecciones de población consensuadas en comité técnico.
140
Adicionalmente, el estudio concluye que dadas las presiones inmobiliarias el crecimiento entre 2010
y 2016 estuvo caracterizado por una tendencia en donde el 59% de las ocupaciones recientes se
presentaron en suelos suburbanos y rurales, mientras que solo el 7% se presentó en suelos de
expansión con lo cual se identifican modelos de crecimiento dispersos y poco eficientes en el largo
plazo.
Gráfico 36. Crecimiento 2010-2016 de la huella urbana según clasificación del suelo
Fuente: Secretaría Distrital de Planeación (2019).
Tomando como punto de partida el análisis histórico y actual de la región, el estudio realiza un
ejercicio de prospectiva urbana de largo plazo hasta el año 2050 para brindar insumos para la
construcción de políticas, objetivos y proyectos que permitan adelantar acciones y direccionar las
tendencias hacia los escenarios más deseables de crecimiento.
141
En este sentido, el estudio formula un escenario tendencial de crecimiento urbano para los años 2030
y 2050 el cual reflejaría las tendencias de la huella urbana en el caso que las condiciones actuales
se mantuvieran . En este escenario se proyecta que la huella urbana de la totalidad de municipios
analizados en la Bogotá Región pasaría de 63.451 ha. en el año 2016 a 79.153 ha. en el año 2030,
lo cual representaría un crecimiento del orden de 24,7% (+15.702 ha). En el horizonte del año 2050
la huella urbana llegaría a cubrir 101.628 ha. con lo cual presentaría un crecimiento del orden de
60,2% frente al año 2016 (+38.177 ha).
Gráfico 37. Evolución de la huella urbana (Ha) en prospectiva 2016 a 2050.
Fuente: Cálculos DPDE basados en Estudio crecimiento y evolución de la huella urbana para los municipios que conforman el
área Bogotá Región (SDP, 2019).
Del total de (+38.177 ha) se identifica que el grueso de crecimiento de la huella urbana estaría
concentrado en los 20 municipios de Cundinamarca cubiertos por el estudio los cuales explicarían el
95% de crecimiento para el año 2050 (+36.361 ha) y el restante 5% estaría explicado por el
crecimiento de la huella en el perímetro de Bogotá (+1.816 ha).
Teniendo en cuenta que el diagnóstico de la política Rural se analiza geográficamente por Piezas
rurales, para el caso de Cuenta Tunjuelo, Sumapaz y Cerros Orientales se toma en sentido estricto la
definición geográfica de pieza rural; en el caso de Toca se toma en cuenta la franja urbana con lo
cual no es estrictamente el territorio definido como Pieza Rural Norte. En estos territorios se analiza
prospectivamente el impacto de la huella en un horizonte hasta el año 2050.
Gráfico 41. Distribución del crecimiento de la huella urbana a 2050.
Fuente: Cálculos DPDE basados en Estudio crecimiento y evolución de la huella urbana para los municipios que conforman el
área Bogotá Región (SDP, 2019).
142
Analizando la composición total del crecimiento prospectivo de la huella en el ámbito urbano-rural se
identifica que, de las 1.816 ha. de crecimiento para Bogotá D.C, aproximadamente 955 ha(52%),
Corresponde al impacto de la huella urbana sobre las piezas rurales.
La franja urbana de Torca es en donde se consolidaría más rápidamente este crecimiento, con un total
de 553 ha. en la prospectiva al año 2030. Por su parte, la Pieza Rural de Cuenca Tunjuelo
experimentaría un crecimiento de la huella urbana del orden de 286 ha. consolidándose a 2030 un
total de 60 ha y en el año 2050 alrededor de 225 ha.
En la Pieza rural de Cerros orientales habría un crecimiento del orden de 117 ha de los cuales 65 ha.
se presentarían hasta el año 2030 y las restantes 52 ha. hasta el año 2050.
Gráfico 38. Variación absoluta huella urbana 2030 y 2050 por Pieza Rural.
Fuente: Cálculos DPDE basados en Estudio crecimiento y evolución de la huella urbana para los municipios que conforman el
área Bogotá Región (SP, 2019).
143
Mapa 17. Superficie total huella urbana para Bogotá según pieza rural
Fuente: Cálculos DPDE basados en Estudio crecimiento y evolución de la huella urbana para los municipios que conforman el
área Bogotá Región (SDP, 2019).
144
A través del análisis territorial también se identifican algunos patrones relevantes. Si bien Norte-Torca
es aquella con mayor crecimiento cercano en la huella urbana, también coincide con crecimientos
importantes en la huella urbana de municipios aledaños como Chía y Cota producto de procesos de
ocupación suburbanos.
La pieza rural de Cuenca Tunjuelo revelaría dispersión de grandes polígonos en los bordes urbano-
rural en donde se podría generar un crecimiento de la huella en una perspectiva continua hasta el
año 2050.
Por su parte, la pieza rural de Cerros Orientales es aquella con menores presiones en el crecimiento
absoluto de la huella urbana, también se enmarca en un contexto de crecimiento de la huella dispersa
del municipio de la Calera.
En contraparte, el estudio señala limitaciones al crecimiento urbano relacionadas con criterios
ambientales y suelos de protección, que impiden o condicionan el crecimiento urbano en la región. En
cuanto a los suelos agrológicos se identifican extensiones importantes en la sabana de Bogotá (Suelos
de aptitud agrícola tipo 2 y 3) que comprometen el suelo urbanizable en Bogotá y la región.
Mapa 18. Limitantes ambientales del crecimiento urbano.
Fuente: Secretaría Distrital de Planeación (2019).
145
El crecimiento de la huella urbana y sus limitantes ambientales genera tensiones y posibles conflictos
o alertas derivadas de la ocupación de suelos protegidos o suelos agrológicos. En el escenario
tendencial a 2050 se identifican conflictos por la ocupación de suelos protegidos en los bordes de las
piezas rurales de Cerros Orientales o Cuenca Tunjuelo. En contraparte, se presentaría una mayor
ocupación de suelos agrológicos en la pieza rural de Norte-Torca.
Se estima bajo el escenario tendencial, que se consumirán alrededor de 6.000 ha de suelos
agrológicos innecesariamente, así como 4.000 ha más de suelos de protección, en un escenario
planificado, generando un alto impacto sobre la competitividad agrícola y la sostenibilidad ambiental
de la región. En adición, el escenario tendencial alerta sobre los posibles déficits de espacio público
y dotación de equipamientos a largo plazo, los cuales se estiman en 7.000 ha y 1.000.000 m2
respectivamente.
La caracterización predial rural permite conocer la configuración del territorio a partir de la forma
en cómo se asientan sus habitantes. Ésta da cuenta de las potencialidades, así como de las dificultades
que se puedan tener al subdividirse y fomentar, por esta vía, su fraccionamiento antieconómico,
definido como una forma de distribución desigual de la tierra rural, que se materializa a través de la
adquisición de pequeñas extensiones de tierra, respecto al área total de un territorio, por parte de
muchos propietarios.
En el gráfico de rango de áreas versus el número de predios dentro de todas las piezas rurales se
observa que de los 15.760 predios de la ruralidad, 11.404 predios, que representan el 72%, son
menores a 1 hectárea. En contraste, se registró un total de 194 predios con las áreas mayores a 100
ha, evidenciando que los predios de menores predominan.
Gráfico 39. Número de predios por rangos de áreas total.
Fuente: elaboración propia con base en información de la UAECD, 2021.
Así mismo, al revisar los porcentajes de los predios en comparación con las áreas de estos, como se
observa en el siguiente gráfico, los porcentajes más altos son de aquellos predios que cuentan con
menores ha, por ejemplo, los predios que tienen áreas menores a 1 ha representan el 69.11% del
total de predios, en comparación a los predios con áreas mayores a 100 ha, los cuales representan
tan solo el 1.18%.
Por otro lado, la relación del número de ha total en comparación al rango de ha, muestra que las
áreas más grandes pertenecen a aquellos predios que tienen más de 100 ha con 67.865 ha en total,
en comparación a los predios menores a 1 ha los cuales suman un total de 1.512 ha. Entonces, se
147
evidencia que existe una relación desproporcionada en la configuración predial respecto al número
de ha por predio, de acuerdo con su tamaño.
Gráfico 40. Número de ha por rangos de áreas – total.
Fuente: elaboración propia con base en información de la UAECD, 2021.
A continuación, se hace una revisión para cada pieza rural del número de predios, número de ha y
porcentaje de predios de acuerdo con la configuración predial.
Gráfico 41. Número de predios, ha y porcentaje de predios por rangos de áreas – Cerros orientales.
Fuente: elaboración propia con base en información de la UAECD, 2021.
La pieza rural de Cerros Orientales se caracteriza por una fuerte presencia de predios menores a 1
ha, siendo estos un total de 8.240 o el 91.15% de los predios totales de la pieza rural. Sin embargo,
148
estos son los que cuentan con áreas menores (712.16 ha), en comparación con aquellos predios de
áreas mayores a 100 ha, los cuales cuentan con un área de ocupación total de 5.725 ha pero con
tan solo el 0.23% de los predios.
Gráfico 42. Número de predios, ha y porcentaje de predios por rangos de áreas – Cuenca Tunjuelo
Fuente: elaboración propia con base en información de la UAECD, 2021.
Por su parte, la pieza rural Cuenca Tunjuelo cuenta con un 46.51% de los predios totales en el rango
de área entre 1 a 5 ha, los cuales cuentan con un total de 3593 ha, siendo el rango de menor número
de predios, pero mayor número de ha. En contraposición, se tiene el 0.76% de los predios con un área
de ocupación de 8.486 ha, siendo estos predios los de mayor área de ocupación.
Gráfico 43. Número de predios, ha y porcentaje de predios por rangos de áreas – Sumapaz.
Fuente: elaboración propia con base en información de la UAECD, 2021.
149
La pieza rural de Sumapaz presenta una configuración totalmente distinta a las demás piezas rurales,
ya que como se evidencia en el gráfico anterior, no existe un rango de área que predomine sobre los
demás. El mayor porcentaje de predios lo presenta en rango de predios que se encuentra entre 15.0
1 ha y 50 ha con un área de ocupación de 10.370 ha, adicionalmente se puede observar que los
predios con áreas superiores a 100 ha cuentan con una tendencia a tener las mayores áreas de
ocupación (53.172 ha) y solo el 8.24 % de los predios totales.
Gráfico 44. Número de predios, Ha y porcentaje de predios por rangos de áreas –Norte- Torca.
Fuente: elaboración propia con base en información de la UAECD, 2021.
150
Por último, la pieza rural de Norte-Torca se caracteriza por una fuerte presencia de predios menores
a 1 ha, siendo estos un total de 926 o el 67.84% de los predios totales de la pieza rural. Sin embargo,
estos son los que cuentan con áreas menores (215.34 ha), en comparación con aquellos predios con
áreas mayores a 100 ha, los cuales cuentan con un área de ocupación total de 454 ha, pero con tan
solo el 0.22% de los predios.
En general todas las piezas presentan el mismo compartimento, es decir, los rangos con áreas menores
tienen el mayor número de predios, mientras que los rangos con grandes extensiones de tierra se
encuentran en pocos predios
A su vez, la caracterización predial lleva consigo la identificación de la densidad predial; esta se
refiere a la concentración de predios dentro del territorio la cual puede ser alta, media, o baja. A
continuación, se presenta la concentración predial distribuida en cada una de las piezas rurales. La
pieza rural con mayor concentración predial es la de Cuenca Media y Alta del Río Tunjuelo la cual se
superpone sobre las localidades de Ciudad Bolívar y Usme. El mapa permite identificar que la
localidad de Ciudad Bolívar presenta en su mayoría concentración alta y en menor porcentaje
concentración media. Por otra parte, la localidad de Usme presenta en su mayoría una concentración
media y hacia el sur de la localidad, en menor porcentaje, una concentración media.
En la misma línea, se encuentra la pieza rural Cerros Orientales, comprendida por las localidades de
Usaquén, Chapinero, Santa Fe y San Cristóbal, presenta concentraciones bajas, medias y altas. Sin
embargo, la concentración alta se encuentra en menor porcentaje y se ubica en la localidad de
Chapinero específicamente en los barrios San Isidro, San Luis y La Sureña, en contraste con la
concentración media ubicada a lo largo de la localidad de Usaquén, Santa Fe y una pequeña parte
en San Cristóbal. Por último, la concentración baja que se ubica en su totalidad en una gran parte del
territorio de la localidad de San Cristóbal.
Mapa 20. Concentración Predial por Piezas Rurales.
Fuente: elaboración propia con base información UAECD
151
En el anterior mapa se muestra la densificación predial para cada una de las piezas rurales. Se
evidencia que la mayor densidad se ubica cerca de los centros poblados, lo cual muestra una mayor
subdivisión predial. Esto se refleja en los núcleos de equipamientos que prestan servicios, es importante
que estos centros poblados manejen esta dinámica y que estos no sean trasladados a otras zonas,
sino que desde esta posición se puedan brindar soluciones móviles para aquellos habitantes ubicados
en el territorio rural disperso.
De acuerdo con el Decreto Distrital 555 de 2021, POT, la unidad mínima de subdivisión para las
piezas ruarles en las áreas de producción agrícola y ganadera, son: Sumapaz: 16 ha; Cuenca del
Tunjuelo: 5 ha, Norte 4 ha. Sin embargo, de los predios rurales que se encuentran por fuera de los
centros poblados de las piezas rurales, el 37%, el 15% y el 24%, respectivamente, no cumplen con
estas áreas mínimas de subdivisión, lo que denota una creciente densidad predial y fraccionamiento
152
antieconómico que no permitirá, por esta vía, obtener los ingresos relacionados de una unidad
agropecuaria productiva.
La alta densidad predial incide nuevamente en alertas relacionadas con la ocupación de suelos de
conservación y amenazas al escenario rural concernientes a la pérdida de la vocación agropecuaria
y la propagación de actividades propias de la economía urbana. Por ello, de manera
complementaria, el presente diagnóstico profundiza en la caracterización de las condiciones de
desarrollo productivo agropecuario local, en las diferentes piezas rurales, en aras de establecer la
naturaleza y potencialidades de los sistemas productivos existentes.
En este aparte, el diagnóstico trae a colación los datos del Censo Nacional Agropecuario 2014, para
ahondar en las líneas productivas y las características de la producción agropecuaria en las diferentes
piezas rurales de la ciudad.
De acuerdo con el CNA 2014, las Unidades de Producción Agropecuarias (UPA) , son la medida
utilizada por dicha operación estadística como unidad analítica para contabilizar las tendencias y los
análisis territoriales derivados de las diferentes variables de sus diferentes módulos. Si bien el
concepto Unidades Prediales Productivas Agropecuarias (UPPA) es más adecuado para facilitar la
estabilidad en el tiempo de la producción agropecuaria y el seguimiento por parte de la
administración distrital, se utiliza el concepto de (UPA) a manera de aproximación a la caracterización
local dada su posibilidad de agregación a nivel veredal. Reconociendo el carácter ilustrativo de esta
medición, un primer hallazgo es la falta de fuentes actualizadas que permitieran realizar una
caracterización más contemporánea y fidedigna de las actividades agropecuarias en las piezas
rurales de Bogotá.
En relación con las principales actividades agropecuarias desarrolladas en la ruralidad, se encuentra
que las actividades de cría de animales para autoconsumo o venta se ubican en el 49% de las
unidades productivas de la ruralidad bogotana, siendo más relevantes en la pieza rural de Sumapaz,
en donde se registraron en el 72% de las unidades. Finalmente, se señala que las actividades de
plantaciones forestales o bosques naturales son predominantes en la pieza rural de Sumapaz, en
donde se ubican en el 78% de las UPAS. A su vez, esta es la única pieza rural en que se registró
actividades de pesca, en el 39% de las Upas.
153
5.2.3.9. Distribución del área sembrada en cultivos agrícolas por pieza rural.
En términos de la distribución del área sembrada según las piezas rurales, se identifica que las
veredas con mayor área sembrada se ubican en las piezas de Cuenca Tunjuelo y Sumapaz, en seis
veredas de estas piezas rurales se concentra el 73,6% del área sembrada (Mapa 26). Por su parte,
en Sumapaz las veredas con mayor contribución al área sembrada (53,2%) son: Itsmo (45,5%), Los
Ríos (5%) y San José (2,8%). En el caso de Cuenca Tunjuelo, se identifica que en tres veredas se
concentra el (20,4%) del área sembrada en la ruralidad Bogotana: Olarte (9,8%), Arrayán (8%) y
el Hato (2,6%). En contraste, si bien el aporte en área sembrada de las veredas de Torca respecto
al total de la ruralidad Bogotana es reducido, se destaca el aporte del 1,4% del área sembrada de
la vereda Chorrillos.
Fuente: SDP (2020). Identificación de estrategias para el mayor aprovechamiento económico de la potencialidad de
demanda para bienes y servicios producidos en el área rural de Bogotá. Pág.20.
154
5.2.3.10. Destino final de la producción agropecuaria de Bogotá D.C.
El análisis de los destinos de la producción agropecuaria sembrada en las Piezas Rurales de Bogotá
permitió identificar que el destino final de la producción con mayor frecuencia es la venta a un
comercializador, siendo la pieza rural de cuenca Tunjuelo en la que más identificó este tipo de
intermediación en la cadena de valor. Cuenca Tunjuelo registró que el 25% de las unidades
productivas entregan su cosecha a comercializadores de paso, Norte-Torca un 13%, Sumapaz un 9%
y Cerros orientales 8%.
Por otra parte, el destino de la producción hacia la venta directa a plazas de mercado es
predominante en la pieza rural de Cuenca Tunjuelo (25%), seguida de Norte-Torca (11%), Cerros
orientales (8%) y Sumapaz (7%). Finalmente, anota que la venta a Corabastos es igualmente
preponderante en Cuenca Tunjuelo (20%) siendo la que más aporta a la central de abastos de la
ciudad, seguida de Norte-Torca (9%), Cerros orientales (6%) y Sumapaz (3%).
La pieza rural de Cuenca Tunjuelo presenta un comportamiento diferenciado en el análisis del destino
de su producción agropecuaria, que está relacionado con su densidad poblacional, la cual deriva en
la existencia de más centros o plazas de mercado de alimentos. Tal comportamiento también se
explica en el hecho de que esta es la pieza rural geográficamente más cercana a la plaza de
abastecimiento mayorista de CORABASTOS.
No obstante, la producción para autoconsumo también es relevante en la pieza rural de Cuenca
Tunjuelo, en donde el 25% de las Upas registró este destino de su producción. Norte-Torca reportó
que el 8% de las upas tienen actividades de autoconsumo, Sumapaz (7%) y Cerros orientales (7%).
Gráfico 46. Destino de la Producción por Pieza Rural.
Fuente: Elaboración cálculos DPDE-SDP basados en (CNA 2014).
155
5.2.3.11. Dinámicas de asociatividad productiva agropecuaria por Pieza Rural
Gráfico 47. Porcentaje de Unidades productivas organizadas en esquemas asociativos, por pieza rural.
Fuente: Elaboración cálculos DPDE-SDP basados en (CNA 2014).
156
Por medio de la información del CNA 2014, se identifican bajos niveles de asociatividad en la
ruralidad de Bogotá, dejando en evidencia que en las cuatro (4) Piezas Rurales, se registra que no
más del 10% de las unidades productivas se organizan en esquemas asociativos. De hecho, la pieza
rural de Sumapaz presenta el nivel más alto con tan solo un 6% de su aparato productivo asociado.
Mapa 22. Porcentaje de unidades de producción pertenecientes a alguna asociación según vereda.
Fuente. Cálculos SDP con base en el CNA 2014.
157
A nivel local, se identifica que las veredas con mayores porcentajes de unidades productivas
pertenecientes a algún tipo de asociación tienden a localizarse en la pieza rural de Sumapaz: Tunal
Bajo (30%), Las Palmas (28,6%), Nazareth (20%) y El Raizal (17,6%). En adición, se destaca el
porcentaje de asociatividad en algunas veredas de Cuenca Tunjuelo: Las Margaritas (15%),
Pasquillita (9,4%), Los Arrayanes (8,7%). En contraste, se identifica que las veredas más cercanas al
borde urbano en la pieza rural de Cuenca Tunjuelo experimentan bajos niveles de asociatividad:
Chisacá (0%), El Uval (0,7%), Mochuelo Alto (1%) y La Regadera (1,1%). Del mismo modo, hay
veredas en la pieza de Sumapaz en las cuales no se identifican unidades productivas con
asociatividad: Lagunitas, Las Sopas, Santa Rosa y Tunal Alto.
Así mismo, el CNA 2014 permitió al presente diagnóstico identificar la existencia de 155 UPAS con
esquemas asociativos en la ruralidad de Bogotá. En las piezas rurales de Cerros Orientales y Sumapaz
y Cuenca Tunjuelo se destaca la configuración de organizaciones comunitarias, que representan el
77%, 65% y 50% de las asociaciones respectivamente. Por su parte, en Norte-torca se identifica la
predominancia de gremios de la producción agropecuaria. Este escenario, evidencia mayores niveles
de operación formal y organización empresarial en esta última pieza rural.
158
5.2.3.12. Asistencia técnica o asesoría por Pieza Rural. 38
A nivel local, se identifica que las veredas con mayores porcentajes de unidades productivas con
acceso a asistencia técnica tienden a localizarse en la pieza rural de Norte-Torca: Tuna (13,9%) y
Chorrillos (10,5%). En adición, se destaca el porcentaje de asociatividad en algunas veredas de
Cuenca Tunjuelo: Quiba Alto (24,8%), Los arrayanes (17,4%) Mochuelo II (15,5%) y Las Margaritas
(14%). En contraste, se identifica que hay 18 veredas que no cuentan con asistencia técnica, dichas
veredas tienden a localizarse de manera dispersa en las piezas rurales de Cuenca Tunjuelo y
Sumapaz.
Mapa 23. Porcentaje de unidades de producción con asistencia técnica según vereda
Fuente: Cálculos SDP con base en el CNA 2014.
38 Para efectos de este análisis, la Asistencia Técnica Agropecuaria se entenderá como el Servicio de Extensión
Agropecuaria, dispuesto en la Ley 1876 de 2017, “Por medio de la cual se crea el Sistema Nacional de Innovación
Agropecuaria”.
159
Al categorizar qué tipo de asistencia o asesoría recibida, la mayoría se ha enfocado en Buenas
prácticas Agrícolas y Pecuarias, seguido por prácticas de manejo ambiental y Manejo del suelo. Sin
embargo, en los componentes como desarrollo empresarial, asociatividad, comercialización, crédito y
financiamiento, las asistencia o asesoría es deficiente (0%); lo cual implica un reto para la política
pública de ruralidad considerando que estos son componentes que contribuyen al desarrollo
económico y mejora de ingresos.
La Asistencia Técnica Agropecuaria concebida por el DANE para el levantamiento del Censo Nacional
Agropecuario se define como “la orientación dirigida a los productores en la implementación, manejo
y utilización de técnicas o procedimientos que permitan mejorar la producción agropecuaria y forestal.
Es realizada por un técnico de dependencias oficiales o particulares”39.
Gráfico 50. Servicios de asistencia técnica o asesoría por Pieza Rural.
Fuente: Elaboración cálculos DPDE-SDP basados en (CNA 2014).
39 Esta definición de presenta en el sexto boletín de Sexta entrega de resultados 2014 - Cifras definitivas del DANE
160
5.2.3.13. Sistemas de riego utilizados por Pieza Rural
En el CNA 2014 se identifican los sistemas de riego utilizados por la población rural en las Piezas
Rurales de Bogotá, como son el goteo, la aspersión, gravedad, manual por mateo y de bombeo. Al
respecto se identifica que el sistema más utilizado es el goteo, modalidad propia de los cultivos de
hortalizas, cuya producción es relevante en el distrito. El 10% de las unidades productivas de la
pieza rural Cuenta Tunjuelo registraron la tenencia de algún sistema de riego. Esta fue la pieza rural
con mayor acceso a tecnologías de riego, seguida de Norte-Torca (8%), Sumapaz (7%) y Cerros
Orientales (3,5%).
Gráfico 51. Porcentaje de unidades productivas con sistemas de riego por Pieza Rural.
Fuente: Elaboración cálculos DPDE-SDP basados en (CNA 2014).
161
En términos del acceso a sistemas de riego se identifica que en la pieza rural de Cuenca Tunjuelo se
localizan las veredas con mayor incidencia del indicador: Los Arrayanes (44,7%) y Los Andes (40%).
Del mismo modo, en la pieza rural de Sumapaz se encuentran veredas con un alto porcentaje de
acceso al riego: San José (28,6%), Tabaco (25%), Lasuras (25%) y Betania (22,2%). En la pieza
rural de Norte-Torca se presentan niveles intermedios de acceso en algunas de sus veredas: Tuna
(11,1%) y Chorrillos (9,9%). En último lugar, se encuentra una tendencia de bajo acceso al riego en
la mayoría de las veredas de la pieza rural de Cerros Orientales, en las cuales el porcentaje de
acceso tiende a ser inferior al (5%).
Mapa 24. Porcentaje de unidades de producción con sistemas de riego por veredas.
Fuente. Cálculos SDP con base en el CNA 2014.
Por su parte, el sistema de riego mediante aspersión fue el más registrado en la pieza rural de
Sumapaz, donde el 6% de las UPAs reportaron su uso. Este sistema es coherentemente el más utilizado,
teniendo en cuenta que en la zona se encuentran la mayoría de los pastos y sabanas, así como de los
sistemas productivos de ganadería bovina.
Por otro lado, el sistema de riego por gravedad representa en Cuenca Tunjuelo el (5%) de las UPAS,
y el riego manual representa el (6%) de las UPAs de la pieza rural de Cuenca Tunjuelo. Finalmente,
se anota que el sistema de riego por Bombeo no registra uso en la zona rural de Bogotá.
Gráfico 52. Sistemas de riego Utilizados por Pieza Rural.
Fuente: Elaboración cálculos DPDE-SDP basados en (CNA 2014).
162
5.2.3.14. Maquinaria y construcciones.
A partir del CNA 2014 se identificó que las piezas rurales de Norte-Torca y Cuenta el Tunjuelo
presentan los porcentajes más altos de UPAs con tenencia de infraestructura, con 16% y 12 %
respectivamente, mientras que la pieza rural del Sumapaz registra un 5% de las UPAS con
construcciones.
Frente a la existencia de maquinaria para el uso en actividades agropecuarias en la UPAS de las
Piezas rurales de Bogotá, se identifica que Norte- Torca cuenta con solo el 11% de UPAS con
maquinaria agrícola, seguida de la pieza rural Cuenta Tunjuelo, que registra un 9%.
Gráfico 53. Porcentaje de unidades productivas con maquinaria y construcciones según piezas rurales.
Fuente: Elaboración cálculos DPDE-SDP basados en (CNA 2014).
163
Mapa 25. Piezas Rurales con maquinarias y construcciones.
Fuente: Elaboración cálculos DPDE-SDP basados en (CNA 2014).
164
Por su parte, las construcciones para la producción agropecuaria se concentran en la pieza rural de
Norte-torca, en donde es común el cultivo de flores y otros que requieren infraestructura de
invernadero para la protección ante eventos climáticos como heladas u otros, comunes en la sabana
de Bogotá. Seguida de la pieza cuenca Tunjuelo, en donde hay producción agrícola de pequeña y
mediana escala, en donde es relevante la siembra de papa y hortalizas en pequeña y mediana
escala. Finalmente, se destaca un menor nivel de infraestructura en la pieza de Sumapaz, en que se
reportó como principal actividad la ganadería bovina, la cual, al ser abierta, requiere menores
inversiones en infraestructura para el resguardo de la producción.
165
El desarrollo de actividades económicas de manera asociativa por parte de los establecimientos es
incipiente, pues solamente el 15% de los establecimientos económicos ubicados en las piezas rurales
declaran estar funcionando bajo algún tipo de agrupación o concentración de dos o más unidades
económicas. El escenario de menores condiciones de agrupamiento se encuentra en Sumapaz, pieza
rural en la que ninguno de los establecimientos manifestó conformar una aglomeración, mientras que,
en Norte-Torca, el 25% de los establecimientos se encuentran agrupados.
Gráfico 54. Porcentaje de establecimientos agrupados y no agrupados en las piezas rurales
Fuente: Encuesta de establecimientos económicos, 2017. Cálculos DPDE.
166
En el análisis mediante la metodología de punto caliente, para las áreas de cada una de las piezas
rurales, se observan marcadas en rojo las áreas en Norte-Torca en las cuales existen unidades
productivas con mayor cantidad de empleados que el promedio de la zona y algunas unidades en
azul en las que se esperaría encontrar más empleados que los reportados teniendo en cuenta la
actividad económica desempeñada. Para las demás Piezas Rurales, como se mencionó, la
característica es que el empleo sea bajo y las actividades se desarrollen por menos de 5 personas
empleadas.
Mapa 27. Empleo por unidad económica para las piezas rurales de Bogotá.
Fuente: Encuesta de establecimientos económicos, 2017. Cálculos DPDE
Para aproximarse al análisis del desarrollo no agropecuario de las zonas rurales dispersas de Bogotá,
se utiliza la información del Censo Nacional Agropecuario 2014, teniendo en cuenta que la
información de la Encuesta de Establecimientos Económicos se enfoca en las zonas urbanas, cabeceras
municipales, centros poblados y asentamientos en la ruralidad. Con la información del CNA 2014, se
167
caracterizan las actividades no agropecuarias realizadas en las Unidades Productivas Agropecuarias
(UPAS), es decir aquellas no relacionadas con el cultivo de especies vegetales ni la cría de animales.
Las actividades productivas locales no agropecuarias, en la zona rural dispersa de las Piezas rurales
tienen una baja participación. La pieza rural de Norte-Torca cuenta con un 8% de las UPAS con
actividad no agropecuaria, seguida por Cuenca Tunjuelo con el 6%, Cerros orientales con 4% y
Sumapaz con el 2%.
Mapa 28. Porcentaje de UPAS con actividades no agropecuarias por Pieza Rural.
Fuente: Elaboración cálculos DPDE-SDP basados en (CNA 2014).
Respecto al porcentaje de predios por Pieza Rural con actividades no agropecuarias, la zona de
Cuenca Tunjuelo evidencia el mayor uso de la UPAS con actividades no agropecuarias. Mientras que
la pieza rural de Sumapaz dentro de la UPAS no supera el 5% del UPAs con actividades no
agropecuarias.
168
A nivel local, las veredas de la pieza rural de Cuenca Tunjuelo tienden a ser aquellas en donde
coexiste, en mayor medida, la actividad no agropecuaria en las unidades productivas: Los Arrayanes
(24,1%), Mochuelo II (23,3%), El Hato (15,8%) y Arrayán (12,5%). Seguido a esto, se encuentra el
porcentaje de este tipo de actividades en las veredas de Torca: Chorrillos (8,3%) y Guaymaral (7%).
Las actividades económicas diferentes a la agricultura que se desarrollan en las zonas rurales
dispersas de las Piezas Rurales de Bogotá son principalmente labores de aserraderos y cepillado de
madera, fabricación de muebles, plásticos, metalurgia, productos químicos o farmacéuticos, servicios
turísticos, comercio de diversa naturaleza y ventas de productos alimenticios. La Pieza Rural de Cuenca
Tunjuelo registra un mayor porcentaje de otras actividades como el aserradero o cepillado de madera
con un 2,3% y la fabricación de madera con un 1%, mientras que la Pieza Rural de Norte-Torca
cuenta con un índice mayor en actividades como la fabricación de muebles con el 1,6%, los servicios
turísticos y el comercio de productos de diversa naturaleza.
Gráfico 56. Actividades no agropecuarias en UPAS por Pieza Rural.
Fuente: Elaboración cálculos DPDE-SDP basados en (CNA 2014).
169
plantea ventajas de Bogotá en términos de la cobertura de los senderos ecológicos y la diversidad
de los ecosistemas que alberga su ruralidad para la oferta de servicios como el: senderismo ecológico,
escalada, agroturismo, camping, etc.
Actualmente, la Política Distrital de Turismo plantea el desarrollo de las modalidades de eco y
agroturismo, y también en el Plan Maestro de turismo del Distrito se establece la promoción de estas
en suelo rural del distrito. Con base en ello, este diagnóstico identificó potencialidades relacionadas
con los altos niveles de avistamiento de fauna silvestre, especialmente en la pieza rural de Sumapaz,
para el adelanto de actividades de aviturismo, entre otras. Allí mismo, se concentra el 90% (543 KM)
de los kilómetros en senderos, de la ruralidad bogotana.
Además de actividades asociadas con el comercio y servicios, en el área rural dispersa también es
de destacar las actividades de apoyo a la producción agrícolas, enfocadas en los diferentes
eslabones de la producción principal agropecuaria como lo son: la transformación de productos
derivados de la agricultura, ganadería, artesanías, procesamiento de la leche, transformación de
productos de la flora, producción de alimentos para el consumo humano y el sacrificio de animales.
Teniendo en cuenta lo anterior se evidencia que las principales actividades de apoyo a la producción
agrícola se enfocan en apoyo a la agricultura y ganadería en donde la pieza rural de cuenca Tunjuelo
registra un 2,3%, mientras que la zona de Norte-Torca lidera en tres actividades como lo son: el
apoyo a la ganadería con 1,6%, procesamiento y en la transformación de productos de la flora con
un 0,8%.
Se concluye que las actividades de transformación o de apoyo en las actividades agropecuarias no
generan un gran impacto en las actividades no agropecuarias de la zona rural, evidenciado que las
piezas rurales en las zonas dispersas generan una producción primaria o de insumos de producción
primaria.
Gráfico 58. Actividades de apoyo en las unidades de producción agrícola por Pieza Rural.
Fuente: Elaboración cálculos DPDE-SDP basados en (CNA 2014).
170
Una vez caracterizadas las condiciones de producción agropecuaria y no agropecuaria en las
diferentes piezas rurales de Bogotá, el diagnóstico de la política pública de ruralidad presenta las
condiciones socioeconómicas derivadas de las dinámicas de la producción primaria y secundaria allí
existentes, en aras de evidenciar los efectos de los procesos productivos sobre en el bienestar de la
población rural, y el desarrollo económico de estas zonas en términos de empleo y generación de
ingresos.
Debido a que la información de Finagro no se encuentra geográficamente desagregada más allá del
nivel municipal, para la caracterización de otorgamiento de créditos en las Piezas Rurales de Bogotá,
se utilizó la información del CNA 2014. En términos generales, la configuración de los créditos
entregados por Finagro en 2022 no dista considerablemente de la situación planteada en el CNA
2014, sobre solicitudes, aprobación, destino y fuentes de los créditos.
El 7,2% de unidades productivas de las piezas rurales de Bogotá realizan solicitudes de crédito, cifra
inferior al total nacional (41,3%), no obstante, las aprobaciones de los créditos fueron entre el 79%
al 88%. Los principales destinos de crédito utilizados en la ruralidad (gráfico 61), se enfocan en la
compra de insumos agropecuarios y alimentos para animales. En la Pieza Rural de Norte-Torca el
(71%) de los créditos se van para insumos, situación similar en la cuenca Tunjuelo (60%), Sumapaz
(58%) y cerros orientales (47%).
171
Frente a una baja existencia de maquinaria para el uso de actividades agropecuarias en las piezas
rurales, se encuentra que los créditos otorgados para la compra de estas representaron el 29% en
las unidades productivas de Norte-Torca, 16% en Sumapaz y menos del 5% en las demás Piezas
rurales, lo cual profundiza las condiciones poco favorables para un desarrollo más tecnificado y una
necesidad de fortalecimiento para el desarrollo de infraestructuras tecnológicamente más avanzadas.
Gráfico 59. Destino de créditos aprobados.
Fuente: Elaboración cálculos DPDE-SDP basados en (CNA 2014).
Frente a las fuentes de créditos aprobados, la banca privada es quien lidera las colocaciones de
crédito en la ruralidad de acuerdo con lo reportado en el CNA 2104, seguido por el Banco agrario.
No obstante, los recursos para la financiación desembolsados por Finagro se otorgan también
mediante recursos a los intermediarios financieros: bancos, cooperativas financieras y cooperativas
de ahorro y crédito, institutos de financiamiento territorial y entidades de microfinanzas, para que
estos a su vez otorguen créditos a los productores y microempresarios con mejores condiciones
financieras y en apoyo al desarrollo de su proyecto productivo.
Puede notarse un mayor dinamismo de las entidades intermediarias financieras que está llegando de
manera más directa a los productores y quienes recurren en menor medida a créditos con particulares
y prestamistas, lo cual resulta beneficioso para hacer llegar a los productores las líneas especiales de
crédito para financiar actividades rurales con tasas más favorables, incentivar los créditos de fomento,
y respaldar las obligaciones crediticias mediante el FAG .
172
5.2.3.17. Condiciones de desempleo de larga duración e informalidad laboral.
En relación con la situación del mercado laboral de las zonas rurales, se analizó los resultados a nivel
de sector catastral rural del Índice de Pobreza Multidimensional calculado con el SISBÉN para el año
2021.
En términos generales, el IPM define la pobreza como la ausencia de oportunidades o de acceso a
unos mínimos de “capacidades” necesarios para el desarrollo de cada persona. En este sentido, el
cálculo oficial de este índice está basado en 15 indicadores que son agrupados en 5 dimensiones que
cubren los diferentes aspectos del bienestar de la población : i) condiciones educativas, ii) condiciones
de la niñez y juventud, iii) trabajo, iv) salud y v) condiciones de la vivienda y acceso a servicios
públicos. Las personas de un hogar son consideradas pobres si tienen problemáticas en por lo menos
5 de los 15 indicadores evaluados. Quizás una de las fortalezas de este índice es que sus dimensiones
son susceptibles de ser modificadas de manera directa por las políticas públicas, lo cual en el marco
de la Política Pública de Ruralidad brinda un dimensionamiento de las múltiples necesidades de la
población que podrían ser solucionados total o parcialmente a través de las intervenciones y
articulación de políticas que en este territorio se materialicen.
Específicamente, en la dimensión de trabajo se incorporan los siguientes indicadores dentro de la
medición:
Desempleo de Larga Duración: Este indicador mide el porcentaje de la población económicamente
activa (PEA) del hogar que está desempleado por más de 12 meses. A nivel general, tras analizar la
localización de las personas que presentan situación de desempleo de larga duración se identifica
que las cuatro veredas con mayor peso del fenómeno tienden a localizarse en la pieza rural Cuenca
Tunjuelo: Olarte (13%), Mochuelo Alto (11,9%), Pasquilla (7,1%) y Quiba Bajo (6,7%). En relación
con las piezas rurales Cerros orientales y Sumapaz se identifican veredas con una concentración
173
intermedia de desempleo de larga duración: Verjón Alto-Cerros Orientales (3,7%), San José-
Sumapaz (3,4%) y El Raizal (2,6%). Finalmente, en las veredas de la pieza rural de Norte-Torca no
se identifica una presencia generalizada de personas pertenecientes al Sisbén, con lo cual no es
posible caracterizar en mayor profundidad la situación de desempleo de larga duración.
Mapa 29. Personas en situación de desempleo de larga duración según veredas
Fuente: Elaboración cálculos DPDE-SDP basados en (CNA 2014).
Empleo Informal: El indicador toma la proporción de la Población Económicamente Activa del hogar
que está ocupada con afiliación a pensiones (la afiliación a pensiones se toma como proxy de la
formalidad). Se considera en privación un hogar en donde menos del 100% de la PEA tiene trabajo
formal. A nivel general, tras analizar la localización de las personas que presentan situación de
empleo informal se identifica que las cuatro veredas con mayor peso del fenómeno tienden a
localizarse en la pieza rural Cuenca Tunjuelo: Olarte (13,2%), Mochuelo Alto (11,1%), Quiba Bajo
(9,1%) y Pasquilla (8,4%). En relación con las piezas rurales Cerros orientales y Sumapaz se
identifican veredas con una concentración intermedia de desempleo de larga duración: Verjón Alto-
Cerros Orientales (3,2%), San José-Sumapaz (2,6%) y El Raizal (1,6%). Finalmente, en las veredas
de la pieza rural de Norte-Torca no se identifica una presencia generalizada de personas
pertenecientes al Sisbén, con lo cual no es posible caracterizar en mayor profundidad la situación de
empleo informal.
Mapa 30. Personas en Situación de Trabajo Informal.
Fuente: Elaboración cálculos DPDE-SDP basados en (CNA 2014).
174
5.2.3.18. Pobreza monetaria y Análisis de estimación de los ingresos de los hogares en la
ruralidad bogotana
Según la Encuesta Multipropósito del año 2021 se encontró que el 38% de las personas en la
ruralidad se encuentran en una situación de pobreza monetaria, esta incidencia es del 35% para las
áreas urbanas de la ciudad con lo cual hay una brecha de 3 p.p en el comparativo urbano rural. La
lectura del indicador para la ruralidad permite visibilizar que el ingreso de 11.310 personas en la
ruralidad no superó los 477.221 pesos mensuales en el año 2021.
Este valor que es llamado “línea de pobreza” y representa el costo per cápita mensual mínimo
necesario para adquirir una canasta de bienes (alimentarios y no alimentarios) que se considera
permiten un nivel adecuado de vida. Dado que no existen datos territorializados para profundizar al
interior de las piezas rurales la pobreza monetaria, se propone el siguiente análisis de estimación de
los ingresos utilizando metodologías de Big Data como una aproximación territorial de los ingresos de
los pobladores rurales.
175
De lo anterior, se obtuvo que el 38% de la población rural cuenta con ingresos inferiores a la línea
de pobreza monetaria.
En relación con la estimación del nivel de ingresos de los hogares rurales, el estudio de Machine
Learning del Departamento Nacional de Planeación aprovechó la información proveniente del Censo
Nacional Agropecuario del año 2014 en donde se recopiló información de 5,4 millones de personas
en las áreas rurales a nivel nacional, y la información proveniente de la Gran Encuesta Integrada de
Hogares acumulada entre los años 2010 y 2017 periodo en el cual fueron encuestadas 654 mil
personas localizadas en las áreas rurales a nivel nacional.
A través del análisis conjunto de 12 variables que tienen en común ambas encuestas, fue posible
generar una estimación del ingreso de los hogares rurales utilizando atributos de las viviendas,
hogares y las personas. El resultado principal de este estudio se plasmó en un mapa de alta resolución
que permitió visualizar la distribución de los ingresos en el territorio rural a nivel nacional (Mapa 1).
En términos generales, los resultados del cálculo implementado en 1.495.843 hogares rurales
permitieron corroborar que los mayores ingresos de los hogares rurales se encuentran en zonas
cercanas a ciudades o cabeceras municipales.
176
Tomando este mapa como punto de partida se escaló utilizando herramientas de Sistemas de
Información Geográfica (GIS) para identificar en detalle el nivel de ingresos para los hogares de la
ruralidad bogotana (Mapa 34). Los niveles de ingreso se clasificaron en función de la línea de
pobreza monetaria extrema del año 2018 (434.629 por persona) y suponiendo un tamaño promedio
de 3,2 personas por hogar. Estos cálculos permitieron establecer como umbral de ingreso para tener
una alta probabilidad de pobreza monetaria el no alcanzar $1.390.812 pesos por hogar, esta cifra
fue equivalente a (1,8 SMMLV) para el año 2018. A partir de este punto se clasificaron los niveles
de ingreso utilizando la metodología de cortes naturales de Jenks que ubicaron umbrales en
$2.343.726 pesos (3 SMMLV) y $3.124.968 pesos (4 SMMLV).
177
Los resultados para la ruralidad bogotana muestran algunos patrones interesantes:
● En primer lugar, se identifica que la ruralidad asociada a la pieza rural de Norte-Torca y sus
alrededores tiende a tener los mejores ingresos, si bien hay hogares de bajos ingresos en
promedio las estimaciones muestran una alta probabilidad de ingresos por hogar mayores a
$3.124.968 pesos.
● En segundo lugar, la pieza rural de Cerros Orientales muestra una concentración importante
de hogares rurales alrededor de la vereda Verjón-Alto en la cual la mayoría de los hogares
tenderían a tener ingresos intermedios del orden de ($1.390.812 a $2.343.726 pesos), esta
situación convive con la presencia de hogares de menores ingresos al sur de esta vereda.
● En tercer lugar, la pieza rural de Cuenca Tunjuelo se caracteriza por tener la mayor
concentración de hogares rurales y simultáneamente zonas muy representativas de ingresos
que no alcanzarían los niveles mínimos de la línea de pobreza (<1.390.812 pesos).
● En cuarto lugar, la situación en la pieza rural de Sumapaz muestra una mayor
desconcentración de los hogares en donde la característica común es de zonas con niveles
bajos de ingreso (<1.390.812 pesos) con lo cual también se visualizaría una alta
probabilidad de pobreza monetaria en esta región.
178
Gráfico 62. Diagrama de cajas - dispersión de los ingresos estimados por hogar según pieza rural (Cifras
en pesos corrientes 2014).
Fuente: Elaboración DPDE-SDP basados en (DNP 2018).
Los anteriores hallazgos ponen de manifiesto que hay diferencias significativas en las condiciones de
generación de ingreso entre los habitantes de las cuatro piezas rurales (Gráfico 63). La pieza rural
de Norte-Torca estaría asociada a una mayor generación de ingreso para sus habitantes, el cual se
ve reflejado en mejores condiciones de las viviendas y en mejores indicadores socioeconómicos de sus
habitantes tales como el nivel educativo o afiliación al SGSS. La pieza rural de Cerros Orientales es
la más diversa y coexisten hogares de diferentes tipos de ingreso alrededor de la Verjón-Alto. La
pieza rural de Cuenca Tunjuelo y Sumapaz engloba a la mayor parte de hogares rurales del CNA
los cuales tienden a ser de ingresos bajos en una gran extensión territorial, lo cual mostraría que las
actividades económicas en estas zonas no son lo suficientemente dinámicas para generar mínimos de
ingresos que permitan superar la pobreza monetaria.
5.2.3.20. Ejes problemáticos que inciden en el desarrollo productivo integral de las piezas
rurales.
179
Se evidencia que los datos disponibles en fuentes nacionales y distritales son dispares en cuanto a las
unidades de análisis, en ese sentido, se identificó mediciones en Unidades Productivas Agropecuarias
- UPAs, Unidades prediales, o en hectáreas. También se encontraron análisis a nivel de localidades,
que complejizan la caracterización de las actividades económicas de las zonas rurales
específicamente. Todo esto, dificulta el abordaje institucional de los problemas del ámbito rural y la
identificación de las capacidades endógenas claves para el mejoramiento productivo de cada pieza
rural. Lo anterior, implica contemplar la necesidad de producir información que posibilite la
planificación del desarrollo económico rural a partir de las realidades de cada territorio para
contribuir al bienestar de la comunidad y maximizar su aporte al incremento de la competitividad
distrital, de manera sostenible.
Así mismo, se encuentran vacíos de información en la identificación y valoración de equipamientos e
infraestructura disponible y necesaria para impulsar el desarrollo productivo de cada pieza rural. De
acuerdo con lo anterior, la Política de Ruralidad plantea el adelanto de ejercicios periódicos de
investigación y diagnóstico, que aporten a la consolidación de información sólida que sustente la
formulación de las políticas públicas dirigidas al desarrollo económico de la ruralidad de Bogotá.
El presente diagnóstico evidencia que en cada pieza rural existen condiciones territoriales propias
que, a su vez, evidencian oportunidades para el desarrollo rural mediante estrategias integrales y
diferenciadas. Estas oportunidades están particularmente condicionadas al uso del suelo y la
organización socioespacial del territorio rural con relación a las formas en que se producen,
comercializan y proveen bienes y servicios en las comunidades allí establecidas.
Existe en las piezas rurales, una conjunción de actividades agropecuarias y no agropecuarias que se
desarrollan desde múltiples intereses y necesidades, entre sectores diversos, mayoritariamente
conformados por unidades productivas de tamaño reducido que están conectadas, generalmente, a
mercados locales que son interdependientes con la economía, cultura y relaciones sociales establecidas
dentro de los territorios rurales y con el área urbana de Bogotá D.C y Bogotá Región.
Lo anterior se evidencia en las características diferenciadas de las piezas rurales:
Norte-Torca: i) existencia de mayores niveles de infraestructura productiva y organización gremial de
las actividades agropecuarias como la floricultura; ii) servicios conexos a la comercialización
agropecuaria que cuentan con condiciones de transporte y vías relevantes; iii) mayores niveles de
ingresos de la ruralidad bogotana y altos índices de concentración de predios productivos; iv) mayor
porcentaje de UPAS que reciben asistencia técnica para la producción agropecuaria y mayor número
de unidades no agropecuarias, destacando el turismo y la industria de muebles.
Cuenca Tunjuelo: i) mayores niveles de producción agropecuaria y de unidades productivas con acceso
a riego con destino final en plazas de mercado y Corabastos; ii) mayores niveles de presión de la
huella urbana sobre la ruralidad; iii) predominancia de negocios en los hogares rurales e índices más
altos de empleo informal y mayor número de familias de bajos ingresos.
Sumapaz: i) mayor cantidad de hectáreas dedicadas a la ganadería con mayor proporción de áreas
de pastos y plantaciones forestales o bosques naturales; ii) bajos niveles de acceso a asistencia o
asesoría técnica en materia de desarrollo empresarial, asociatividad, comercialización, crédito y
financiamiento; iii) menores de niveles de uso de maquinarias y construcciones para la producción
agropecuaria; iv) mayor número de solicitudes y desembolsos de crédito en el Banco Agrario.
180
Cerros Orientales: i) mayor proporción de establecimientos económicos formales; ii) mayor proporción
de organizaciones comunitarias en operación; iii) menores presiones derivadas del crecimiento de la
huella urbana.
En tal sentido, se reconoce que, en el marco del Decreto 555 de 2021, por medio del cual se adoptó
el Plan de Ordenamiento Territorial de Bogotá D.C, se proponen una serie de transformaciones de la
dinámica territorial que incluyen intervenciones en las piezas rurales para mejorar las condiciones del
entorno para sus habitantes, en donde las actividades agropecuarias y no agropecuarias, el turismo
y la estructura ecológica principal, son determinantes para la intervención planificada del territorio.
Esta es una realidad que propone la necesidad de formular intervenciones que, en la ruralidad,
trasciendan la atención de unidades productivas agropecuarias – o las fincas-, hacia el fortalecimiento
de los sistemas económicos de cada pieza rural en relación con la economía urbana distrital y las
economías de los municipios de la región metropolitana. En este sentido, desde la política de ruralidad
se plantea la necesidad de “Diseñar e implementar una estrategia de fortalecimiento de sistemas
productivos locales, agropecuarios y no agropecuarios, y su articulación con la Región Metropolitana”.
Teniendo en cuenta que las unidades productivas en las piezas rurales de Bogotá son de pequeña
escala en cuanto a la producción, tienen bajos niveles de empleo, escasa conectividad con redes
productivas y un bajo porcentaje de asociatividad; se evidencia la necesidad de generar estrategias
orientadas a fortalecer de las dinámicas de asociatividad entre diferentes actores y propósitos para
fortalecer la construcción de tejido social y empresarial que incremente las capacidades de las
comunidades rurales para impulsar el desarrollo económico y social.
El fortalecimiento de la asociatividad, en un sentido amplio, favorece el desarrollo de actividades
productivas, pero a su vez fomenta la cohesión social para la construcción de una visión común del
desarrollo económico y social en el territorio rural.
Limitaciones en la extensión de buenas prácticas en las actividades económicas rurales para la
preservación de la estructura ecológica principal y en la asistencia técnica para el desarrollo
productivo.
Resulta evidente la necesidad de implementar prácticas de sostenibilidad en las actividades
agropecuarias para garantizar la preservación de las características de la estructura ecológica
principal que se ve impactada con la actividad de estos sistemas productivos.
Los resultados del análisis de la huella urbana plantean la necesidad de construir alternativas para
garantizar la contención y el crecimiento ordenado del espectro urbano, el cual viene presionando
paulatinamente las zonas rurales y la disponibilidad de los recursos naturales dispuestos en los bordes
de la ciudad, generando riesgos para la existencia del mismo escenario rural, la preservación de la
cultura campesina en Bogotá y el aseguramiento de los paisajes sostenibles como alternativa de
generación de ingresos para los pobladores de la ruralidad.
Complementariamente, el aprovechamiento de las oportunidades y potencialidades locales para el
desarrollo productivo exige la implementación de acciones que desde la oferta programática distrital
permitan la articulación interinstitucional y la confluencia de los actores económicos relevantes en las
zonas de borde, en los suelos de uso agropecuario y en el desarrollo de actividades no agropecuarias,
especialmente aquellas conexas. En tal sentido, se plantea la necesidad de estructurar e implementar
un instrumento de análisis y articulación de la oferta programática distrital para mejorar su diseño y
facilitar el acceso organizado de la población rural.
181
5.2.3.24. Desarrollo productivo para la ruralidad como enfoque complementario
El desarrollo productivo rural es una dimensión que se aborda directamente en la política de ruralidad
como parte de un todo integrador de la dinámica rural. Lo anterior implica que, en otras políticas, el
enfoque de desarrollo productivo de la ruralidad sea planteado de manera complementaria como
ocurre con los enfoques ambientales, de conservación o de seguridad alimentaria. Así mismo, la
política de ruralidad es el escenario para la inclusión de las acciones que complementan los abordajes
propuestos en el Documento CONPES D.C. 25: “Actualización del Plan de Acción de la “POLÍTICA
PÚBLICA DE PRODUCTIVIDAD, COMPETITIVIDAD Y DESARROLLO SOCIOECONÓMICO 2011-2038”.
Respecto a los equipamientos disponibles ofrecidos para el sector cultura, actualmente se cuenta con
los siguientes:
Nombre
Sector Función cultural Tipo Dirección
pieza rural
Sumapaz
Nueva Fomento a la
PPP CL 71P SUR 27B 10
Esperanza lectura
Como es posible observar, la mayoría de las piezas rurales no disponen de un equipamiento cultural
que permita el acceso a actividades asociadas a este sector. De acuerdo con la información
suministrada por la Secretaría de Cultura, Recreación y Deporte40, no se cuenta con una oferta de
servicios específico, por ejemplo, el Proyecto de Formación Musical Vamos a la Filarmónica de la
SCRD - Dirección de
• Punto de encuentro lector: se ubicarán en puntos de intersección
Lectura y Bibliotecas
espacial y/o comunitaria (caminos, tiendas, plazas, etc). En estos puntos
tendríamos unos muebles tipo revistero con libros que consoliden las
prácticas de circulación comunitaria.
184
Entidad Oferta en territorios rurales
Digital:
185
Entidad Oferta en territorios rurales
186
Entidad Oferta en territorios rurales
De la tabla, destaca la estrategia “Territorios Lectores en la Ruralidad de Bogotá”, pues son espacios
alternativos para la lectura con capacidad hasta para 20 usuarios en simultánea, lo que permite que
se materialicen actividades alrededor de la lectura o talleres de escritura creativa con enfoque de
género. Adicionalmente, sobresale el programa “Arte y Memoria sin Fronteras”, pues conforme a los
datos entregados por el Instituto Distrital de las Artes41, dentro del segundo semestre de 2020 y el
primer semestre de 2021 se han identificado 39 iniciativas productivas y artísticas rurales, se ha
promovido el laboratorio de formación en gestión de proyectos artísticos y culturales rurales y del
campesinado, el desarrollo de 6 podcast como resultado de talleres sobre memoria sonora rural y
campesina.
Finalmente, actualmente se trabaja en las iniciativas de arte rural y prácticas culturales campesinas a
través del intercambio de experiencias interveredales y regionales que contribuyan a la formación
como agentes artísticos y culturales de Bogotá y la Ciudad región.
El Patrimonio Cultural Inmaterial (PCI) o patrimonio vivo “son las expresiones, conocimientos, saberes,
costumbres, tradiciones y técnicas que las comunidades, los grupos y en algunos casos, los individuos
identifican como parte fundamental de su identidad. El PCI se transmite de generación en generación,
es recreado constantemente por las comunidades y grupos en función de sus interacciones con otros
grupos humanos, con el entorno y con la historia, y contribuye a promover el respeto por la diversidad
cultural y la creatividad humana” (IDPC, 2021, pág. S.P). En esa línea, el PCI no se refiere únicamente
a elementos del pasado, sino también a prácticas actuales. Como señala el IDPC (2021) “contribuye
a la cohesión social, al fortalecimiento de identidades y la construcción de comunidades. Su valor no
se puede medir en términos económicos, pues va mucho más allá y está definido por los significados
2. Educación propia: Este eje corresponde a las formas propias que han adoptado las
comunidades históricamente en la región para educar a sus niños, niñas y jóvenes. Inmersos
en una relación histórica entre la educación oficial y los mandatos de las organizaciones
sociales, los profesores de la comunidad han creado estrategias educativas que se
amoldan a los contextos históricos y geográficos propios del Sumapaz. Es así que han
nacido estrategias propias como la cátedra de la “Sumapazología”, que reconoce en los
contextos de la comunidad y el territorio, posibles formas de reconstrucción del tejido
social que tanto fue maltratado con las distintas violencias que ha vivido la región.
En el año 2021 el Instituto Distrital de Patrimonio Cultural (IDPC) en articulación con las organizaciones
campesinas del Sumapaz, presidentes de las Juntas de Acción Comunal y la comunidad sumapaceña
en general, inició un proceso participativo de identificación del Patrimonio Cultural Inmaterial (PCI),
este proceso contó también con la participación en diferentes instancias locales y distritales de sectores
culturales, sociales y rurales; además se socializó con distintas entidades del distrito y la localidad.
Sin embargo, dicho proceso aún no se ha terminado. Por tanto, este documento ofrece los avances
sobre dicha caracterización:
Siguiendo al IDPC (2022), se logró identificar un universo de conocimientos, costumbres, prácticas y
concepciones del mundo, entre otros, que han permitido una primera reflexión colectiva sobre el PCI
al interior de la comunidad sumapaceña. De acuerdo con las consideraciones expuestas por los
sumapaceños en cada uno de los encuentros, se ha priorizado la identificación y salvaguarda en
cuatro líneas o componentes del PCI del Sumapaz:
1. Formas organizativas campesinas: Es el eje transversal del proceso de identificación del PCI.
Su historia, sus memorias, y sus dinámicas organizan el territorio, y generan reglas
comunitarias, giran en torno a las diversas y complejas formas organizativas de la región.
Además del trasfondo político e ideológico que existe frente a la forma de afrontar las
problemáticas y situaciones de la vida social en una localidad predominantemente rural.
2. Salud tradicional: Dentro de la larga y profunda relación histórica del campesinado del
Sumapaz con los bosques y el páramo, se han construido significados de territorio propios
de las comunidades del Sumapaz. Dentro de esa relación histórica con la naturaleza, el
campesinado ha creado, reproducido y conservado saberes y prácticas alrededor de la salud
humana y no humana (por ejemplo, en relación con los animales y las plantas). Los baños,
aguas aromáticas, pomadas y tratamientos con plantas tradicionales han motivado la
188
construcción de un patrimonio alrededor de la salud tradicional que en la actualidad
requiere de reconocimiento y difusión entre la juventud del Sumapaz. En este ámbito, un
elemento muy importante destacado por las mujeres es la partería tradicional.
3. Educación propia: Cátedra Sumapazología
4. Organización comunitaria en torno al agua: En el Sumapaz la naturaleza ha sido siempre un
actor no humano que ha influido en la construcción de una comunidad que respeta y valora
su entorno habitándolo, cuidándolo y defendiéndolo. Las sociedades campesinas del
Sumapaz se han forjado en el reconocimiento del ecosistema de páramo como eje de la vida
en el territorio. La naturaleza no se ve como un elemento a explotar sino como una serie de
elementos vivos con los cuales hay que relacionarse para vivir bien. Así, por ejemplo, las
comunidades se han organizado en torno al cuidado, la protección y la defensa del agua
como elemento central de la vida en este territorio.
Finalmente, no es posible identificar otras prácticas asociadas al patrimonio cultural inmaterial para
los demás territorios rurales por lo que se hace necesario un esfuerzo institucional y comunitario para
identificarlos, recuperarlos y visibilizarlos.
Se entiende por Patrimonio Cultural Material aquellos elementos de la naturaleza mueble e inmueble
que son visibles en el paisaje histórico, urbano y rural incluyendo el espacio público con valor
patrimonial.
A partir de lo anterior y, de acuerdo con el mapa que se expone a continuación, varias de las
haciendas antiguas de la Sabana pueden ser observables en la pieza rural Norte-Torca y en el borde
de la pieza de Cerros Orientales, sector Usaquén. Dichas haciendas están geográficamente distantes
de los centros poblados rurales, por lo que las comunidades rurales de estos sectores no las identifican
como parte de su memoria cultural. En el caso de la pieza cuenca Cuenca Tunjuelo, destaca la hacienda
El Carmen que, por su importancia, hace parte de los sitios arqueológicos más importantes de la
ciudad.
189
Mapa 33. Haciendas antiguas localizadas por pieza rural
Fuente: Elaboración propia a partir de información suministrada por el IDPC, 2022
Como es posible observar, la pieza rural Norte-Torca es el espacio geográfico en el que más bienes
nacionales y locales de importancia patrimonial se tienen. En esa línea, destaca el proyecto poliducto
Mansilla-Tocancipá, las excavaciones arqueológicas en las laderas de Monserrate, lo que permite
señalar que las ruralidades son espacios físicos de importancia estratégica para la memoria cultural
bogotana y nacional.
190
Mapa 34. Localización de sitios arqueológicos distritales y nacionales
Fuente: Elaboración propia a partir de información suministrada por el IDPC, 2022
Como fue mencionado anteriormente, se destaca el proyecto Parque Arqueológico y del Patrimonio
Cultural-Usme, que busca ser actualizado mediante Plan de Manejo Arqueológico como instrumento
rector que determina la zonificación y régimen de usos del área arqueológica protegida. Por tanto,
se constituiría como un instrumento de importancia regional y nacional por su carácter patrimonial y
su alcance en la determinación de lineamientos, programas, proyectos realizables en el área. De
acuerdo con el IDPC (2022), “este proceso se ha venido socializando de manera sistemática con la
autoridad nacional que el Instituto Colombiano de Antropología e Historia, a través de mesas
regulares de trabajo” para su adopción. Adicionalmente, como se puede observar en el mapa, por
su importancia arqueológica, cultural e histórica es un símbolo patrimonial no solo para la comunidad
de Usme sino para Bogotá, pues representa nuestra historia indígena en la región andina de
Colombia.
191
Mapa 35. Parque arqueológico y del patrimonio cultural-Usme
Fuente: IDPC, 2022
192
Finalmente, el Decreto Distrital 555 de 2021, a través de su artículo 80, parágrafo 10, señala que
el Distrito Capital propenderá por el reconocimiento y cuidado del sistema de sitios sagrados de la
comunidad Muysca; algunos de los cuales se localizan en el borde sur de la ciudad.
Estos espacios abiertos, tal como lo describe el “Manual del Espacio Público”42, permiten salvaguardar
el patrimonio ancestral del pueblo Muysca, mediante un encuentro intercultural en el que se hace un
reconocimiento a la oralidad y sus nombres originarios, la participación colectiva, la conciencia de ser
parte integral y cohabitar con ciclos de vida de todos los seres humanos y sintientes del territorio.
Para el diseño de estos espacios se propone la implementación de herramientas con las siguientes
especificaciones:
193
de los mejores suelos. La conservación del patrimonio natural va en comunión con la salud ambiental
de ecosistemas y la integración sostenible de patrimonios, con la suma de estos, no con su sustitución.
En el caso de cuerpos y cursos de agua, abundantes en los ecosistemas de alta montaña, las piezas
rurales presentan sus formas de uso y conservación que combinan tecnologías contemporáneas con
usos y tradiciones que regulan el recurso y las fuentes hídricas de abastecimiento para Bogotá y
municipios colindantes de la región. Destaca en el mapa 30 la abundante localización de lagunas en
la pieza de Cuenca del Tunjuelo en un territorio que es menos extenso que la pieza Sumapaz, y que,
por importancia hídrica para la población urbana de Bogotá, es fundamental conservar. Igualmente,
se ve que en la pieza Cerros Orientales también hay lagunas que hacen más parte de elementos de
contemplación, turismo de naturaleza y que como en el caso de todos los demás cuerpos de agua,
deben ser también tratados como lugares sagrados para las comunidades indígenas antiguas,
actuales y para la vida campesina en general. Adicionalmente, por su importancia ecosistémica para
territorios y habitantes de la pieza Sumapaz, la comunidad campesina reconoce la relevancia de los
cuerpos de agua y promueve acciones para el cuidado del mismo. Finalmente, en el mapa se observa
que en la pieza rural Norte –Torca no se evidencian cuerpos de agua significativos en sus suelos
rurales, aunque debe indagarse más por la Laguna de Aguascalientes en Suba y del Humedal El
Conejito y la ronda de inundación de la Quebrada La Salitrosa, así como la conectividad de estos
cuerpos de agua con los humedales de Torca, Guaymaral, La Conejera y Tibabuyes y zonas
inundables de los ríos Torca y Bogotá
194
La identificación, inventario y caracterización del patrimonio natural permitirá un mejor mapeo de
lugares sagrados para comunidades indígenas antiguas y actuales, los elementos de patrimonio
natural sean picos, altos, filos, cuchillas o cuevas, o lagunas, ríos o conjuntos de ecosistemas, son
elementos de origen natural y su protección o transformación antrópica la que mantiene en equilibrio
el ordenamiento territorial y la ocupación y cohabitación con especies animales y vegetales. En todos
los casos, como es posible observar, es en las ruralidades donde el patrimonio natural cobra mayor
importancia desde el enfoque de historia natural de elementos abióticos, bióticos y ecosistémicos que
narran la historia geológica y paleontológica de nuestros territorios, así como el nexo entre prácticas
culturales asociadas a la contemplación y el esparcimiento de la ciudadanía interesada en las
prácticas deportivas y los turismos de naturaleza. Es alrededor de estos elementos naturales y
prácticas culturales asociadas al patrimonio natural donde estos paisajes socioecológicos de
producción y conservación funcionan como patrimonios vivos e integrados y se manifiestan prácticas
culturales para protección, conservación y cuidado de la naturaleza.
El componente de patrimonio natural ha venido rescatando el tema de huertas urbanas como espacios
de aprendizaje e intercambio de saberes, no sólo para temas de seguridad alimentaria y generación
de ingresos, sino particularmente como espacios de cooperación, vida barrial y conexión espiritual y
terapéutica con la naturaleza. En este sentido, se sugiere que elementos relacionados con la
agricultura urbana, periurbana y agroecológica de territorios urbanos (en suelos de uso urbano o de
expansión) puedan generar espacios con las comunidades rurales, donde ejercicios de historia,
arraigo, transformaciones e intercambios pueden ser conocidos, interpelados y enaltecidos en diálogos
195
y procesos de aprendizaje y compartir de experiencias entre comunidades rurales (como las descritas
en esta política) y urbanas interesadas por la agricultura urbana.
La Secretaría Distrital de la Mujer (2022), reseña que el 17% de los hogares obtiene agua de ríos o
nacimientos, lo que implica tareas adicionales de acarreo, almacenamiento y potabilización, que
redundan en una sobrecarga de trabajo para quienes asumen esta labor, que por lo general son las
mujeres y las niñas, así como menor disponibilidad de tiempo para otras tareas y necesidades
personales. Por lo que se hace necesario un esfuerzo por reconocer sus prácticas culturales e
identitarias sobre sus labores en la ruralidad.
El Sistema Distrital de Cuidado busca contribuir a la igualdad de oportunidades para las mujeres a
través de la ampliación y cualificación de la oferta institucional de servicios del cuidado. Entre sus
objetivos se encuentra reducir los tiempos de trabajo de cuidado no remunerado de las personas
cuidadoras; redistribuir el trabajo de cuidado no remunerado con los hombres; y contar con
mecanismos para su valoración y reconocimiento.
Esto a través de la articulación de programas y servicios, existentes y nuevos, para atender las
demandas de cuidado de manera corresponsable entre el Distrito, la Nación, el sector privado, las
comunidades y los hogares, bajo un modelo de corresponsabilidad que tiene tres propósitos:
Fortalecer y ampliar la oferta de servicios de cuidado para la atención a la población con mayores
niveles de dependencia funcional; desarrollar una estrategia que valore y resignifique el trabajo de
cuidado, a través de servicios de reposo y recreación, y espacios de formación y homologación. Por
último, implementar una estrategia de cambio cultural y pedagógico en el Distrito, propendiendo por
el desarrollo de nuevas masculinidades.
Esta estrategia va dirigida a personas que cuidan, personas que requieren altos niveles de apoyo
como, menores de 5 años, personas con discapacidad o personas mayores.
Este programa cuenta con una estrategia territorial vinculada al POT, la cual implementa las manzanas
de cuidado y las unidades móviles de servicios del cuidado, para llevar a las comunidades estos
servicios de manera centralizada en algunos sectores de la ciudad, y de manera itinerante, incluyendo
el sector rural.
Entre los objetivos a largo Plazo del Ordenamiento Territorial en Bogotá, se busca consolidar una
Bogotá - Región cuidadora que acoge, respeta y se ocupa deliberadamente de la distribución de la
prosperidad colectiva, para construir confianza entre los ciudadanos y las instituciones; proteger a las
poblaciones con mayor vulnerabilidad y exclusión; reconocer, redistribuir y reducir el trabajo de
cuidado no remunerado de las mujeres; regular la informalidad y disminuir la afectación a la
convivencia ciudadana de la ilegalidad y la criminalidad.
Así mismo, es importante mencionar que dentro los objetivos del del ordenamiento territorial a largo
plazo se encuentran: reducir los desequilibrios y desigualdades para un territorio más solidario y
cuidador, corregir la inequidad en el acceso a los servicios públicos y sociales de la ciudad y avanzar
hacia la convergencia de la calidad de vida en los diversos territorios que lo conforman, promoviendo
la territorialización del Sistema Distrital de Cuidado, facilitando la localización de equipamientos,
soluciones habitacionales y actividades generadoras de empleo.
Para lograr este objetivo el D.C. establece mecanismos de traslado de cargas urbanísticas a las zonas
más deficitarias de la ciudad para la habilitación de equipamientos y de espacio público, así como
adoptar decisiones y adelantar acciones encaminadas a generar una red de movilidad sostenible,
196
limpia, segura, asequible y eficiente que reduzca las desigualdades en el acceso a las oportunidades
urbanas, especialmente para los hogares más vulnerables.
De igual manera la estructura Funcional y del Cuidado es soporte del territorio y garante del derecho
a la ciudad para todas las personas, ya que de esta depende la accesibilidad a sus servicios, la
conectividad entre los diversos territorios de Bogotá y fuera de Bogotá, la prestación de todos los
servicios de inclusión y cuidado, y el goce y disfrute del espacio público. En esta estructura se incorpora
el Sistema Distrital de Cuidado - SIDICU en el ordenamiento bogotano, reconociendo que para lograr
un equilibrio territorial es necesario involucrar los enfoques de género; de derechos, diferencial y
poblacional en la localización de soportes y servicios sociales, para que estos correspondan o se
prioricen según las necesidades de la población sujeta de cuidados y de las personas cuidadoras;
promoviendo que todas las estrategias y proyectos relacionados con la estructura, garanticen la
accesibilidad universal e inclusión de principios de diseño universal, la perspectiva de género y la
inclusión de todos: mujeres, niñas y niños, personas mayores, personas con discapacidad o
capacidades diversas, habitantes de calle y población vulnerable, según las unidades de
planeamiento local; garantizando una ciudad inclusiva y accesible.
La Estructura Funcional y del Cuidado se identifica en el Mapa CG-5 "Estructura Funcional y del
Cuidado" del Decreto Distrital 555 de 2021y está conformada por los siguientes sistemas: 1.
Sistema de Espacio Público Peatonal para el Encuentro. 2, Sistema de Movilidad. 3. Sistema del
Cuidado y de Servicios Sociales. 4. Sistemas de Servicios Públicos.
A continuación, se describe el área de los equipamientos que se encuentran graficados en el siguiente
mapa.
Los Nodos de equipamientos rurales son áreas donde se desarrolla principalmente el uso dotacional
y, en menor medida, usos residenciales y de comercio y servicios (Al caldía Mayor de Bogotá D.C.,
2021).
197
localidad y la ubicación estratégica para otros equipamientos de bienestar y comerciales. El
Nodo tiene una extensión de 10,43 ha.
o Santa Ana: conformado por un nodo de equipamientos de una extensión de 2,95 ha.
o Sumapaz: conformado por un nodo de equipamientos de una extensión de 6,86 ha.
198
Gráfico 63. Nodos de equipamientos rurales
Fuente: Fuente del Grafico
199
Los equipamientos y servicios del sistema de cuidado están conformados principal, pero no
exclusivamente, por jardines infantiles, colegios, parques, bibliotecas, centros de desarrollo
comunitario, centros de salud, hospitales, casas de igualdad de oportunidades, centros de atención a
personas mayores y con discapacidad y centros felicidad, unidades móviles en zonas rurales y urbanas
o en equipamientos que, aunque dispersos, operan articuladamente.
Para abordar la definición conceptual de la movilidad y el transporte rural, es necesario aclarar que
el sistema nacional de vías cuenta con una red de primer orden constituida por aquella carreteras que
unen a las principales ciudades entre sí, con puertos marítimos, fronteras, etc.; una red de segundo
orden conformada por carreteras de doble calzada bidireccional, con o sin pavimento, y una red
terciaria cuya principal función es la de interconectar a veredas, cabeceras municipales y carreteras
departamentales (Ospina, 2016). En el país, tan solo el 6% de estas vías terciarias se encuentra en
buenas condiciones (Amaya, 2019).
Las principales características de la movilidad y el transporte rural tienen que ver con facilitar las
condiciones para el desplazamiento de las personas que habitan las zonas rurales, así como el
transporte de sus productos hacia los puntos de comercialización. De tal manera, la movilidad y el
transporte rural cumplen una función social y productiva. Al respecto, los caminos rurales:
“(…) muchas veces son vistos como la puerta de entrada de la modernidad y de la acción del
Estado, pues su existencia facilita la entrada de los funcionarios de gobierno, incide fuertemente
en la prestación de otros servicios de infraestructura como los de agua potable, saneamiento,
electricidad y recientemente también telecomunicaciones, que de no existir esta conectividad
sería muy complejo o costoso proveer estos servicios, permitiendo además la generación de
nuevas actividades comerciales, como aquellas ligadas al turismo y la venta de artesanía (…)”.
(Pérez, 2020, pág. 3).
En este sentido, la infraestructura vial guarda una estrecha relación con la pobreza en la ruralidad.
Fedesarrollo, por ejemplo, señala que la baja productividad, los bajos ingresos per cápita y los altos
niveles de pobreza, se explican por las distancias entre áreas rezagadas y áreas con altas
densidades, ya sea por cuestiones geográficas o por deficiencias en la infraestructura. Acortar estas
distancias implica un mejoramiento en la infraestructura, en particular en las vías regionales, tanto
secundarias como terciarias. Desde esta perspectiva, el desarrollo de vías puede ser proporcional a
la reducción de la pobreza (Villar & Ramírez, 2014).
La cantidad y calidad de la infraestructura disponible determina los patrones de producción y
consumo de una economía. La elección del tipo de infraestructura y su diseño, también incide en el
precio, los tiempos y la calidad de los productos que se producen (Pérez, 2020). Así, la infraestructura
vial tiene una característica de integración territorial, lo que facilita la inserción de la producción
agrícola y otras producciones en las escalas regionales, nacionales e internacionales. Además, se hace
necesaria una infraestructura que esté articulada con la actualización del Plan de Movilidad Sostenible
y Segura.
Adicional a esto, la movilidad y el transporte en la ruralidad guarda un estrecho vínculo con el
desarrollo sostenible, el bienestar humano y con lo contenido en la Agenda 2030, pues la
infraestructura vial en estos territorios debe ser resiliente y adaptada al cambio climático, para
garantizar la transitabilidad en todo momento y época del año (Global Mobility for all, 2019, en
Pérez, 2020).
En cuanto a la medición de la movilidad rural, el Índice de Acceso Rural (RAI por sus siglas en inglés),
mide la proporción de personas que viven a no más de 2 kilómetros de una vía transitable en toda
época del año. Este índice usa información tanto de la malla vial existente (cantidad y calidad), como
la información de encuestas de hogares (Pérez, 2020).
200
Finalmente, es necesario mencionar que algunas poblaciones rurales pueden sufrir externalidades
negativas con el desarrollo de proyectos de infraestructura vial, cuando éstos afectan los medios y
condiciones de vida de dichas poblaciones (Ramos y otros, 2018, en Pérez, 2020). Sin embargo, esto
no debe restar la importancia que tiene, pues “(…) Una política efectiva de conectividad debería
buscar resolver la pobreza territorial más que la de hogares individuales” (Fort, 2017, en Pérez,
2020, pág. 16).
Por otro lado, el documento CONPES 4034 diagnosticó la proporción de viajes urbanos e interurbanos
en medios sostenibles (Departamento Nacional de Planeación, 2021), la accesibilidad y asequibilidad
al transporte público, lo relacionado con la dificultad en la financiación de la operación e
infraestructura del sistema de transporte público y la necesidad de proyectos para mejorar la
movilidad a mediano y largo plazo entre los municipios y Bogotá principalmente.
201
Por esta razón, su plan de acción se enfoca en el desarrollo de un sistema integral de movilidad de
pasajeros con el sistema de transporte público como base estructurante, entre lo que cabe destacar
el uso de trenes y redes ferroviarias, así como en la intervención de vías de conexión regional en
todas las entradas de Bogotá: al norte de la ciudad, se contempla la intervención de la Autopista
Norte y Carrera 7ª. En el borde occidental: la nueva conexión de Suba y Cota, la Calle 13 y la Vía
alterna de occidente. En el borde sur: la ALO tramo sur y la intersección de la Autopista Sur con la Av.
Bosa 139. Borde oriental: mejoramiento de la infraestructura de transporte entre los municipios de la
provincia del Guavio 140 y la provincia de Almedias 141.
En este CONPES, también se señala que, para disminuir los desequilibrios en términos de accesos a
soportes urbanos y oportunidades de empleo en la región, son necesarias las vías de conexión
regional (troncales y rurales). No obstante, no se detallan acciones con relación a la movilidad rural
o interconexiones entre centros poblados y sus cabeceras municipales.
Los municipios de la Región cuentan con aproximadamente 217 Km de vías de tipo nacional, 967 Km
de vías de tipo regional43. De igual forma, se cuenta con una importante red férrea que hace parte
de la habilitación y mejoramiento según el documento CONPES. El mapa a continuación muestra la
red vial y férrea de la región
43 Fuente: Cálculos a partir de la capa de malla vial integral (Secretaría Distrital de Planeación, 2021)
202
Mapa 37. Red Vial Integral en la Región
Fuente: (Secretaría Distrital de Planeación, 2021)
Conforme a lo dispuesto en el Artículo 417 del POT –Decreto 555 de 2021, el Sistema de Movilidad
Rural está compuesto por:
i. El espacio público para la movilidad rural
ii. La red de transporte público rural de pasajeras y pasajeros.
iii. La red de transporte de carga y abastecimiento.
iv. La red de transporte aéreo localizado en el suelo rural.
Los artículos siguientes (418 a 426) definen los lineamientos y las especificaciones de las vías
vehiculares y peatonales, así como para los senderos y caminos rurales. También define las acciones
y los plazos y los responsables del inventario de los caminos y senderos de la red de recorrido de
proximidad y cuidado rural.
De manera particular se resaltan los siguientes artículos:
● Artículo 420 sobre intervención del espacio público para la movilidad rural que hace
referencia a: “que el espacio público para la movilidad rural debe ser intervenido a partir del
concepto de la vía completa en el marco del cual, se definen franjas funcionales que permiten la
203
multifuncionalidad y la flexibilidad en la configuración del perfil vial y las zonas para el recorrido
y la permanencia…”
● Artículo 422 referente a la "Red de conexión Rural y Regional Estructurante", el cual incluye
la franja mixta, franja de calidad rural y franja de circulación y permanencia peatonal.
● Artículo 423 sobre “Enlaces y Puentes”, el cual hace referencia a que: “se contemplan los
puentes, pasos a nivel y demás infraestructuras y sistemas de señalización y demarcación que
den prioridad de circulación al peatón y peatona, organicen espacial y operacionalmente las
intersecciones entre las distintas mallas y los distintos sistemas de transporte”
● Artículo 424 sobre "Vías, senderos y caminos rurales", de acuerdo a la Franja de calidad
rural y franja de circulación y permanencia peatonal, donde aplique.
Para efectos del presente diagnóstico, con el fin de comprender la movilidad en las ruralidades del
D.C. se analizan dos (2) factores i) la conectividad territorial tradicional, dada por la red vial que
permita el tránsito permanente de vehículos o ii) la conectividad basada en la vocación de protección
que tiene el territorio y que no permite la adecuación total de la red para vehículos. En este sentido,
esa característica de protección abre paso a formas de ocupación del territorio, como el ecoturismo,
que requiere de una red de caminos y senderos apropiados.
Así las cosas, se analizan tanto las redes viales vehiculares, como la red vial peatonal rural (caminos
y senderos). Cabe anotar que las fuentes para este análisis son: la información geográfica de
diagnóstico de POT de Bogotá 2021 -eminentemente vial vehicular- y la información cartográfica
básica del Instituto Geográfico Agustín Codazzi -IGAC- escala 1:25.00044.
En el siguiente mapa se puede observar la localización de los senderos peatonales en las ruralidades
de Bogotá:
44 Que se utilizó para complementar la red de caminos y senderos, aunque se desconoce la fecha de actualización del
insumo ráster que permite la vectorización.
204
apa 38. Red de Vías No Vehiculares por Pieza Rural.
Fuente: IGAC
En este orden de ideas, se analizó la cantidad de kilómetros de vías vehiculares y peatonales por
Pieza Rural. El resultado se muestra en la siguiente tabla:
Tabla 33. Longitud (Km) de Vías Vehiculares y Senderos por Pieza Rural
Fuente: Elaboración Propia a Partir de SDP e IGAC
Cerros
272.50 14.09
Orientales
Cuenca del
383.04 19.75
Tunjuelo
205
FUENTE POT FUENTE IGAC
Nombre Pieza
Rural
Longitud Vía Vehicular (Km) Longitud Senderos (Km)
Por otro lado, a partir de la información de POT 2021 (Secretaría Distrital de Planeación, 2021) se
realizó un análisis de densidad lineal para determinar si los centros poblados tienen garantizada una
conectividad óptima entre sí y su entorno cercano. El mapa resultante se muestra a continuación:
206
El anterior mapa permite concluir que en algunos centros poblados como Betania y Nazareth se
encuentran en zonas con buena densidad vial, mientras que Nueva Granada se localiza en una zona
de densidad media.
De los dos mapas presentados en este apartado, resulta importante contrastar la alta densidad
vehicular de la Pieza Rural Cuenca del Tunjuelo, con la poca cantidad de red vial no vehicular.
A la fecha, el Distrito se encuentra realizando el diagnóstico de las rutas de transporte público que
tienen cobertura en las ruralidades de Bogotá y que permitirán analizar situaciones de cantidad de
viajes al día y la relación de origen destino. Se espera contar con esta información para la fase de
formulación de la política pública de ruralidades.
El hábitat rural puede ser entendido como las condiciones físicas de la vivienda y la habitabilidad de
los entornos rurales (Modelo de Desarrollo Sostenible, versión preliminar), tal y como se establece en
el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (Secretaría Distrital del Hábitat,
2020). De esta manera, la configuración de las viviendas y sus entornos dependen en gran medida,
“del modo de apropiación y de adaptación del suelo a las necesidades humanas, o lo que es lo mismo,
las características históricas del poblamiento” (Hazak, 1997, en Coronado, 2011, pág. 101). En este
sentido, es importante precisar que en el entorno rural esta dinámica de ocupación también genera
espacio público; aunque con una lógica diferente a lo ocurrido en la ciudad urbana.
La conceptualización del hábitat rural permite comprender el relacionamiento entre las actividades
productivas, las condiciones físicas y las características sociales y culturales de las viviendas,
entendidos como relacionamientos ser humano-naturaleza. Por lo tanto, se abarcan tanto aquellas
condiciones físicas de las viviendas como los entornos que garanticen la habitabilidad y el bienestar
social en los territorios rurales (Modelo de Desarrollo Sostenible, versión preliminar).
A su vez, el hábitat y la vivienda digna debe mantener un enfoque de derechos, diferencial y de
género. En este sentido, es importante señalar que la Administración Distrital, en el marco de sus
competencias, deberá promover que las mujeres desde sus diversidades accedan, en condiciones
adecuadas, en equidad e igualdad de oportunidades, a la tenencia de la vivienda, al uso y goce
sustentable y sostenible del territorio según el contexto, las necesidades, las posibilidades y las
realidades. Para el caso de la ruralidad, en la Declaración y Plataforma de Acción de Beijing (1995)
se hace especial énfasis en servicios públicos y condiciones ambientales y ecológicas, temas que hacen
parte del Derecho al Hábitat y la Vivienda Dignas, como se señala a continuación:
92. “(…) La falta de alimento para las niñas y mujeres y la distribución desigual de los alimentos
en el hogar, el acceso insuficiente al agua potable, al saneamiento y al combustible, sobre todo
en las zonas rurales y en las zonas urbanas pobres, y las condiciones de vivienda deficientes
pesan en exceso sobre la mujer y su familia y repercuten negativamente en su salud. (…)”.
A esta definición también habría que agregar que existe una tipología de vivienda campestre,
destinada al uso residencial y/o recreacional, pero no a actividades productivas. Existe, a su vez, otro
aspecto relevante cuando se habla de vivienda rural: la autoconstrucción. Con las prácticas de
autoconstrucción se han incorporado materiales y técnicas como el adobe, la tapia pisada, entre otras,
además del trabajo colaborativo o la denominada “mano prestada”. Es decir, la vivienda como un
207
resultado de las prácticas culturales. En este sentido, la Ley 2079 de 2021, en su artículo 6, define la
vivienda de interés cultural VIC, como aquella vivienda arraigada e imbricada en su territorio y su
clima.
El diseño de esta vivienda de interés cultural obedece a costumbres, tradiciones, estilos de vida,
materiales y técnicas constructivas y productivas, así como a mano de obra local. Esta definición
responde técnica y normativamente a las realidades territoriales, ambientales y sociales, y amplía el
concepto de arquitectura tradicional en un marco que comprende y resalta la interacción entre
vivienda y ecosistema.
Según estos elementos definitorios, adicional a la incorporación de actividades productivas y prácticas
culturales, la vivienda rural también configura una tipología de asentamientos rurales que, para fines
estadísticos, se han distinguido en dos tipos principales:
“(…) 1. Los centros poblados o población nucleada, concentrada en caseríos o conjuntos de por
lo menos 20 viviendas separadas por paredes, muros, cercas o huertas; y 2. Fincas y viviendas
dispersas (población dispersa) separadas entre otros, por áreas cultivadas, prados, bosques,
potreros, carreteras o caminos” (Ministerio de Ambiente Vivienda y Desarrollo Territorial, 2010,
pág. 15).
Las características concentradas o dispersas de los asentamientos rurales, y el estrecho vínculo entre
la vivienda rural y las actividades productivas, ha facilitado la incorporación en la normativa
relacionada con el acceso al agua y al saneamiento básico, un enfoque diferencial para la prestación
de los servicios en zonas rurales del país. Es así, como el Decreto 1898 de 2016 del Ministerio de
Vivienda, Ciudad y Territorio (MVCT) en su artículo 2.3.7.1.1.3, define los esquemas como el conjunto
de “condiciones técnicas, operativas y de gestión para el aseguramiento del acceso al agua para
consumo humano y doméstico y al saneamiento básico en una zona determinada, atendiendo a sus
condiciones territoriales particulares” (Ministerio de Vivienda, Ciudad y Territorio, 2016)
Esta definición se complementa con las precisiones hechas por la Resolución 844 de 2018 del MVCT
que en su artículo 3 define el agua apta para el consumo humano, como aquella que puede ser
utilizada por los humanos para beber, cocinar, preparar alimentos, la higiene personal y el lavado
de utensilios de cocinas (ollas, cubiertos, vajillas, vasos, entre otros); y el agua para la subsistencia de
la familia rural como el volumen incorporado para desarrollar las formas de vida y la producción del
mínimo de recursos necesarios en la alimentación (Ministerio de Vivienda, Ciudad y Territorio, 2018).
Aunque de manera explícita, estas definiciones reconocen los usos múltiples del agua y las cantidades
y calidades necesarias para la subsistencia, no profundizan sobre la gestión que las comunidades han
hecho para garantizar el acceso de forma autónoma, es decir, no ponen acento en la gestión
comunitaria del agua. Este tipo de gestión resulta fundamental para comprender el papel
desempeñado por los denominados “acueductos comunitarios”, en el abastecimiento de agua en las
zonas rurales:
“Somos acueductos comunitarios, así nos referimos de manera afectiva y coloquial a nuestras
formas de organización y gestión del agua para beneficio de nuestras comunidades. Somos
pequeñas o medianas organizaciones creadas por grupos de vecinos y vecinas que nos unimos
para construir y garantizar el acceso y suministro de agua (…) Somos organizaciones sin ánimo
de lucro que trabajamos bajo los preceptos de la cooperación mutua y la confianza, somos
lugares, espacios y momentos para hacer comunidad y construir colectivamente bienestar en
nuestros territorios (…) Por esta razón, ir al origen de la gestión comunitaria del agua es indagar
la memoria primordial de la relación de las personas, las familias y las comunidades con el
agua”. (Red Nacional de Acueductos Comunitarios, 2017, pág. 22).
Al respecto, el estudio realizado por Roca, Botero y Correa (2020) demuestra que durante la
pandemia del COVID-19, los acueductos comunitarios cumplieron una tarea fundamental para
garantizar el acceso al agua por parte de las comunidades rurales; aunque ello implicara serias
208
dificultades para su sostenibilidad financiera, pues los ingresos de los usuarios disminuyeron y la
demanda y los costos de operación aumentaron. Esto último, debido al incremento en la frecuencia e
intensidad de la limpieza y desinfección de la infraestructura destinada al suministro de agua.
Por su parte, en materia de saneamiento básico, incluyendo aguas residuales y residuos sólidos, la
Resolución MVCT 844 de 2018 en el artículo 37, define dos grandes tipos de sistemas para la
recolección, transporte y tratamiento de aguas residuales domésticas: 1) un sistema centralizado para
el servicio de alcantarillado que incluye componentes de recolección y evacuación de aguas residuales
domésticas, así como su tratamiento y disposición y; 2) soluciones individuales de saneamiento, como
los pozos sépticos.
En cuanto al tipo de manejo de residuos ordinarios en zonas rurales, la misma resolución 844 de 2018
en su artículo 48 señala que la recolección, transporte, aprovechamiento y disposición final de los
residuos sólidos ordinarios puede realizarse en las zonas rurales bajo dos tipos: servicio de aseo y
manejo individual de residuos sólidos a nivel domiciliar. Estas precisiones en materia de gestión y
manejo del agua y el saneamiento básico en las zonas rurales permiten identificar las condiciones
diferenciales colectivas e individuales, así como las barreras de acceso y calidad en la prestación de
estos servicios públicos.
Por su parte, la electrificación rural entendida como aquella que brinda el acceso al servicio de
energía por parte de las familias rurales considera el patrón de asentamiento de las viviendas rurales
-concentrado o disperso-, como un factor definitorio. Existen zonas interconectadas a un sistema
nacional y otras zonas no interconectadas, dispersas y alejadas de las zonas de consumo, como lo
menciona el artículo 1, de la Ley 855 de 2003.
Lo relevante de la electrificación rural es que advierte problemáticas no solo en materia de cobertura
sino también de calidad, pues no todas las zonas rurales conectadas al sistema nacional cuentan con
continuidad en el servicio o respuestas inmediatas ante daños y fallas en la prestación. Además, este
concepto permite comprender aspectos asociados a la generación de energías alternativas como la
eólica, la solar fotovoltaica y aquella que se extrae de materia orgánica (biomasa y biogás); es
decir, abre la posibilidad para reflexionar sobre el desarrollo sostenible de las ruralidades.
En cuanto al acceso a las tecnologías de la información y las comunicaciones (TIC), la conectividad es
la base para toda una serie de beneficios que permiten a la ciudadanía, las empresas y el Estado,
interactuar de una forma inteligente, eficiente y mucho más productiva. Un territorio rural que está en
comunicación con su entorno habilita nuevas oportunidades de desarrollo productivo y el acceso, de
forma remota, a los servicios de los gobiernos, de las empresas privadas, a los contenidos para su
educación, el entretenimiento y la actividad profesional (Secretaría Distrital de Planeación, 2021).
Desde una perspectiva de habitabilidad y bienestar social, los entornos de las viviendas rurales
también involucran aspectos asociados a la salud y a la educación rural. Según (Ganuza, León, &
Sauma, 1999), sumado a los servicios de agua potable y saneamiento básico, se encuentran servicios
sociales como “(…) la educación básica y la atención primaria en salud, incluidos la salud sexual y
reproductiva y los programas de población, los programas de nutrición (…) así como la capacidad
institucional para prestar esos servicios” (pág. 38). Este abordaje de los servicios sociales abre una
reflexión sobre la doble característica de la educación y la salud, como derechos y como servicios.
Al respecto, es importante señalar que el artículo 67 de la Constitución Política de Colombia, concibe
la educación como un derecho de la persona y como un servicio público que tiene una función social.
La misma característica dual de derecho/servicio, se encuentra en la salud. En este sentido, la
Sentencia T-171/18 de la Corte Constitucional, en su numeral 3.1.11, señala lo siguiente:
“En síntesis, el derecho fundamental a la salud integra tanto la obligación del Estado de asegurar
la prestación eficiente y universal de un servicio público de salud que permita a todas las
personas preservar, recuperar o mejorar su salud física y mental, como la posibilidad de hacer
209
exigible por vía de tutela tales prestaciones para garantizar el desarrollo pleno y digno del
proyecto de vida de cada persona”.
Aunque no se cuenta con una definición de la educación y salud rural, este abordaje conceptual
permite comprender cómo las brechas en cuanto a cobertura, acceso diferencial y resultados pueden
expresarse -y deben atenderse-, de manera particular en los territorios rurales, en especial cuando
se trata de los derechos de las mujeres. Esto implica la necesidad de incorporar un enfoque de género
que garantice el derecho a una Vida Libre de Violencias para las mujeres.
5.2.3.6.1. Vivienda
210
Gráfico 65. Estructura determinación déficit vivienda
Fuente: elaboración propia con base información del DANE (2020)
▪ Déficit Vivienda
El análisis que se presenta a continuación se realizó con base en los datos obtenidos por el DANE en
el año 2018 mediante el Censo Nacional de Población y Vivienda, dicho análisis se presenta por
Piezas Rurales constituidas mediante el POT – Decreto 555 de 2021.
A continuación, se muestra el total de hogares, el déficit cuantitativo, el déficit cualitativo y el déficit
habitacional en centros poblados y rural disperso para cada una de las piezas rurales, este resultado
se encuentra asociado a la suma de los valores obtenidos por cada ítem para el déficit cuantitativo
y cualitativo relacionado en el gráfico anterior.
211
Tabla 34. Hogares en déficit
Fuente: elaboración propia con base información CNPV (DANE, 2018)
Cerros 14,5
543 79 352 64,8% 431 79,4%
Orientales %
Cuenca
3077 216 7,0% 1439 46,8% 1655 53,8%
Tunjuelo
21,1
Sumapaz 659 139 426 64,6% 565 85,7%
%
212
Gráfico 66. Hogares con déficit cualitativo, cuantitativo y sin déficit por Pieza Rural
Fuente: Elaboración propia con base información CNPV (DANE, 2018)
0,0% 10,0% 20,0% 30,0% 40,0% 50,0% 60,0% 70,0% 80,0% 90,0% 100,0%
En el siguiente mapa, se observa la distribución espacial de cada déficit por pieza rural, de acuerdo
al porcentaje de déficit de la primera tabla.
5.2.3.7. Hábitat.
El hábitat es definido como lugar de condiciones apropiadas para que viva un organismo, especie o
comunidad. Se puede expresar el hábitat como la reunión de características de la vivienda y del
entorno en la cual se pueda vivir dignamente como se establece en el Pacto Internacional de Derechos
Económicos, Sociales y Culturales. En la ruralidad de Bogotá se presentan carencias para alcanzar
214
mayores niveles de calidad de vida de los habitantes de los territorios rurales (Secretaría Distrital del
Hábitat, 2020).
De acuerdo con el artículo 365 de la Constitución Política de Colombia se le da a los servicios públicos
la calidad de finalidad social del Estado (Constitución política de Colombia, 1991). En este sentido,
se debe garantizar el acceso oportuno, eficiente, equitativo y de calidad de los diferentes servicios
públicos a la población. A partir de estas premisas se establece en Ley 142 de 1994 que la prestación
de los servicios públicos domiciliarios (acueducto, alcantarillado, aseo y energía) se encuentre a cargo
de los municipios.
Para la identificación de coberturas de los servicios públicos domiciliarios en la ruralidad de Bogotá
se tomó la información reportada por la Encuesta Multipropósito 2021.
215
Tabla 35. Infraestructura Asociada a Acueductos Comunitarios.
Fuente: Elaboración propia a partir de (Secretaría Distrital de Planeación, 2021)
En 2015, la SDP generó una guía donde definió que “La temática rural del agua hace referencia al
manejo del recurso hídrico para garantizar el aprovechamiento de otras fuentes de abastecimiento,
la recolección, tratamiento y almacenamiento adecuado de las aguas lluvias, jabonosas y residuales
tratadas, así como la preservación de su ciclo natural y la calidad de los cuerpos de agua” (Secretaría
Distrital de Planeación, 2015), basado en la información de POT 2021 (Secretaría Distrital de
Planeación, 2021), se observa que el abastecimiento de agua a través de bocatomas es
absolutamente relevante en las ruralidades de Bogotá. En la Pieza Rural Cuenca del Tunjuelo se
encuentran concentradas una importante cantidad de estas bocatomas de acueducto comunitario.
A continuación, la figura muestra la distribución de cantidad de bocatomas por Pieza Rural.
Con relación a los tanques de abastecimiento de agua (potable), la distribución por Pieza Rural se
muestra en la siguiente gráfica:
216
Gráfico 69. Distribución de Tanques de Almacenamiento de Agua por Pieza Rural
Fuente: Elaboración propia a partir de (Secretaría Distrital de Planeación, 2021)
Nuevamente, es la Pieza Rural Cuenca del Tunjuelo es la que tiene mayor cantidad de tanques de
almacenamiento. El siguiente mapa informa sobre este tipo de estructura por Pieza Rural:
Mapa 42. Infraestructura Asociada a Acueductos Comunitarios por Pieza Rural.
Fuente: Elaboración propia a partir de (Secretaría Distrital de Planeación, 2021)
217
o Área de Cobertura de Acueductos Comunitarios
El tema de acueductos es propiamente de servicios públicos, pero en este apartado específico, lo que
se va a relacionar es únicamente el área de cobertura que tienen los acueductos comunitarios, fuente
POT (Secretaría Distrital de Planeación, 2021). En promedio, el área de las ruralidades de Bogotá
tiene un 50% de cobertura por parte de los acueductos comunitarios.
Gráfico 70. Porcentajes de Área de Pieza Rural Con Cobertura de Acueductos Comunitarios
Fuente: Elaboración propia a partir de (Secretaría Distrital de Planeación, 2021)
A continuación, el mapa muestra la localización por Pieza Rural de estos acueductos comunitarios:
218
Mapa 43. Cobertura de Acueductos Comunitarios por Pieza Rural.
Fuente: Elaboración propia a partir de (Secretaría Distrital de Planeación, 2021)
Resulta importante comparar la cobertura que tienen estos acueductos comunitarios con la densidad
de los drenajes. El resultado se muestra en el siguiente mapa:
219
Mapa 44. Cobertura de Acueductos Comunitarios Vs Densidad de Drenajes por Pieza Rural.
Fuente: Elaboración Propia a Partir de (Secretaría Distrital de Planeación, 2021)
Se puede observar la coincidencia espacial entre la localización de los centros poblados, que
requieren de la cobertura de los acueductos comunitarios y las altas densidades de drenajes, lo que
indica un potencial de abastecimiento en cuanto a disponibilidad de cantidad de líquido
220
Mapa 45. Cobertura del servicio de Alcantarillado
Fuente: Elaboración Propia con base Encuesta Multipropósito, 2021.
221
Mapa 46. Cobertura del servicio de Recolección de basuras
Fuente: Elaboración Propia con base Encuesta Multipropósito, 2021.
222
o Energía sostenible
Si bien la energía “Se puede aprovechar de manera sostenible a partir de la integración en el diseño
de aprovechamiento de energías renovables, orientación respecto al sol (iluminación y ventilación). De
esta manera se favorecen sistemas pasivos de iluminación y climatización. Se promueven energías
renovables muy importantes en zonas rurales debido a la dispersión de las viviendas y la dificultad
de interconectar todas las veredas a las redes” (Secretaría Distrital de Planeación, 2015), a la fecha
de elaboración de este diagnóstico no se encontró data de información relevante para cuantificar
este aspecto en las ruralidades de Bogotá.
Mapa 48. Cobertura del servicio de gas natural conectado a red pública
Fuente: Elaboración Propia con base Encuesta Multipropósito, 2021.
223
socioespaciales y la evolución de la información donde el acceso al servicio de internet y la
disponibilidad de la información cobra mayor importancia.
La localidad con mayor porcentaje de cobertura es Suba con el 63%, seguida de Chapinero y
Usaquén con el 60.1% y 52.1%. Por otro lado, se encuentran las localidades de Usme, Santa Fe,
Ciudad Bolívar y Sumapaz con el 36.3%, 36.1%, 34.0% y 20.8% respectivamente; por último, siendo
la de menor cobertura se encuentra la localidad de San Cristóbal con el 18.2% de cobertura en el
servicio de internet. Anteriormente el servicio público de internet no contaba con una alta relevancia
en las zonas rurales, sin embargo, actualmente es un servicio que cuenta con un mayor papel esto
debido a la pandemia del COVID y las dinámicas socioespaciales que se han venido desarrollando.
224
El espacio público en la ruralidad está dado por el tipo de urbanismo que se encuentra en sus
alrededores es así como se puede obtener espacios públicos de cesión, de no cesión y fiscales.
Fiscales 86
Públicos de no cesión 5
Total 432
La mayoría del espacio público presente en el suelo rural está dada por las cesiones de los mismos
urbanismos presentes y las cuales se pueden clasificar según el uso. Se resalta que el mayor aporte
al espacio público se concentra en Uso espacio público de cesión, sin embargo, el 43 % de estos son
vía vehiculares y peatonales.
Uso Cantidad
Afectación 3
Cesión tipo a 13
Parque 8
225
Uso Cantidad
Vías vehiculares 89
Zona comunal 7
Zona deportiva 1
Zona verde 73
Total 341
De esta tabla se puede observar que en mayor cantidad los espacios públicos están dados por las
vías tanto vehiculares como peatonales, seguido de las zonas verdes. De similar manera los espacios
públicos de no cesión son los que tienen alguna restricción ambiental o normativa.
Uso Cantidad
Parque 1
226
Zona Verde Y Comunal 1
Total 5
5.2.3.8. Educación.
La educación en Colombia ha sido definida como un derecho constitucional. En la Ley 115 de 1994
(Ley General de Educación), específicamente en el artículo 1, se menciona que: “La educación es un
proceso de formación permanente, personal, cultural y social que se fundamenta en una concepción
integral de la persona humana, de su dignidad, de sus derechos y de sus deberes”; y se realiza la
diferenciación entre educación formal, no formal e informal (Congreso de la República de Colombia,
1994).
227
A lo largo de los años se ha evidenciado una brecha entre la oferta y nivel educativo entre la
población urbana y rural; en el ámbito rural el sector educativo se ha visto influido por las distintas
condiciones socioeconómicas, culturales y de infraestructura de estas poblaciones, por lo cual, se asocia
a una escuela rural como un establecimiento pobre, en mal estado, con poca dotación y mobiliario
poco funcional, condiciones que hacen que sean vistas con poco interés y asimismo el Estado y las
políticas olvidan las zonas rurales (Arango & Rodríguez, 2016).
La educación rural hoy por hoy ha adquirido un papel más importante en la sociedad debido a la
superación de problemas como la baja cobertura, la falta de calidad y la pertinencia de una política
educativa que respondiera a las necesidades sociales del contexto. Por lo tanto, como una herramienta
de solución a dichos problemas el Ministerio de Educación Nacional (MEN) implementó el Proyecto de
Educación Rural.
Es importante que se fortalezca la educación desde todas sus etapas, es decir, desde preescolar hasta
el nivel profesional. Es notorio que se presentan dificultades para el acceso a la educación en
Colombia, y esto se ve reflejado en los porcentajes de los indicadores de acceso y cobertura.
(Ministerio de Educación Nacional de Colombia, 2020).
Para Bogotá, dicho proyecto del MEN se enfocó en el establecimiento de una nueva política de
ruralidad que conociera los problemas de la población rural en el sector educativo para asimismo
brindar una solución gradual y acertada para el fortalecimiento del sector educativo en zonas rurales.
A continuación, se presenta la comparación por localidades de acuerdo con el número de estudiantes
matriculados en cada localidad y a su vez teniendo en cuenta el número de equipamientos educativos
presentes en cada una.
Las localidades con mayor número de equipamientos educativos rurales son Usme y Ciudad Bolívar,
cada una con 13 y 4 equipamientos respectivamente, le siguen Sumapaz, Suba y San Cristóbal con 2
equipamientos cada una y por último Chapinero, Santafé y Usaquén con un equipamiento cada una.
228
Localidad Colegio Estudiantes Matriculados
Sumapaz
Colegio Gimnasio Del Campo Juan De La Cruz
544
Varela (IED)
229
Localidad Colegio Estudiantes Matriculados
Total 13120
En el siguiente gráfico se observa el número de estudiantes matriculados por localidad. Usme y Ciudad
Bolívar son las localidades con mayor número de estudiantes matriculados con 4940 y 4165
estudiantes respectivamente, Chapinero, Usaquén, Sumapaz con 1574, 1055 y 845 estudiantes
matriculados respectivamente y por último Suba, Santafé y San Cristóbal con 299, 268 y 218
estudiantes matriculados cada una. Esta información es consecuente con el número de equipamientos
en la localidad de Usme y Ciudad Bolívar, sin embargo, para Chapinero por ejemplo el número de
estudiantes matriculados es mayor en comparación a localidades como Sumapaz que cuenta con dos
equipamientos educativos.
USME 4940
CHAPINERO 1574
USAQUEN 1055
SUMAPAZ 845
SUBA 299
SANTAFE 268
5.2.3.9. Salud
El derecho a la salud, su garantía o restitución para todos los habitantes del territorio colombiano, son
responsabilidad estatal tal como lo establece la Constitución Política de Colombia (CPC) en el artículo
49, además de la Ley Estatutaria en Salud. (Congreso de la República de Colombia, 2015), que
establece los mecanismos de protección, tanto en lo individual como en lo colectivo, para garantizar
el derecho fundamental a la salud.
230
Es deber del Estado establecer políticas para asegurar la igualdad de trato y oportunidades en el
acceso a las actividades de promoción de la salud, prevención de la enfermedad, diagnóstico,
tratamiento, rehabilitación y paliación para todas las personas. Si bien la CPC lo circunscribe a “…
acceso a servicios de promoción, protección y recuperación”, la salud como derecho trasciende la
prestación de servicios, aunque esto, en el marco del Sistema de Seguridad Social en Salud, se
convierte en un determinante de la salud y la vida de la población, especialmente para los grupos
con mayor vulnerabilidad social y económica que habita la ruralidad del Distrito Capital.
231
Listados Censales de Poblaciones Especiales. Los recursos para el régimen subsidiado provienen del
Sistema General de Participaciones (SGP), del esfuerzo propio de la Entidad Territorial y de otras
fuentes administradas por la ADRES.
A continuación, se presenta una aproximación al estado de afiliación de los habitantes al sistema de
seguridad Social en cada una de las zonas rurales de las localidades de Bogotá. Dichos resultados
están dados por el cruce de información entre la Base de Datos del Sisbén y la Base de Datos Única
de Afiliados (BDUA) tomados del respectivo informe de la Secretaría Distrital de Salud (Secretaría
De Salud, 2022). Se identifica un total de 5592 usuarios afiliados al régimen contributivo y 7509
afiliados al régimen subsidiado, pero se debe tener en cuenta que la cobertura del Sisbén en las
zonas rurales es parcial, por lo tanto, la información presentada no corresponde a la totalidad de la
población rural.
La localidad con mayor número de usuarios es Ciudad Bolívar con un total de 7244 usuarios,
distribuidos entre 3255 afiliados al régimen contributivo y 3989 afiliados al régimen subsidiado, en
contraste se encuentra Chapinero con un total de 256 usuarios afiliados, 40 afiliados al régimen
contributivo y 166 afiliados al régimen subsidiado.
0% 10% 20% 30% 40% 50% 60% 70% 80% 90% 100%
CONTRIBUTIVO SUBSIDIADO
232
Gráfico 73. Afiliados al sistema de salud por tipo de régimen
Fuente: Elaboración propia con base en Cruce SISBEN con BDUA, 2022
TOTAL 7.659
5.592
CHAPINERO 166
40
SUBA 70
109
SANTA FE 126
72
USAQUEN 150
242
SUMAPAZ 669
536
USME 2.489
1.338
SUBSIDIADO CONTRIBUTIVO
1. Muertes Prematuras (30-69 Años) Por Enfermedades Crónicas No Transmisibles Año 2021
Rural Bogotá D.C.
Tabla 41. Enfermedades Crónicas No Transmisibles Año 2021 Rural Bogotá D.C.
Fuente: Elaboración propia con base en Aplicativo RUAF-ND- Sistema de estadísticas Vitales SDS- EEVV-Datos
preliminares 2021p, Base de datos de 30 a 69 años, ODS.
Ca Tot
Co Co Fa Fuerz Sal
pit Co Eco Nu al
mp mp mis as ud
Grupo de enfermedad al osa ops eva Ge
art ens ana Milita Tot
Sal lud os Eps ner
a ar r res al
ud al
Diabetes Mellitus 1 1 1 3
Enfermedad Cardio
3 1 1 5
Cerebro Vascular
Enfermedad Crónica
1 1 2
Respiratoria Baja
Neoplasia Maligna 1 1 2
233
Ca Tot
Co Co Fa Fuerz Sal
pit Co Eco Nu al
mp mp mis as ud
Grupo de enfermedad al osa ops eva Ge
art ens ana Milita Tot
Sal lud os Eps ner
a ar r res al
ud al
Total general 4 1 1 1 1 1 1 1 1 12
Tabla 42. Equipamientos en salud en la zona rural de Bogotá D.C., Año 2021
Fuente: Elaboración propia con Datos de la Secretaría de Salud (Secretaría de Salud, 2022)
USS Nazareth
SUMAPAZ
USS San Juan de Sumapaz
USS Mochuelo
CIUDAD
BOLÍVAR
USS Pasquilla
234
Localidad Unidad De Servicios de Salud-USS
USS Flora
En las seis (6) unidades de servicios de salud (USS), en las localidades rurales del D.C., se cuenta con
31 consultorios para actividades de consulta externa, dos (2) consultorios para atención de urgencias
con cuatro (4) camillas de observación dispuestas en las Unidades de Servicios de Salud-(USS)
Nazareth y San Juan, dos (2) camas de hospitalización, dos (2) salas para atención de partos. No se
cuenta con capacidad instalada para los servicios de salas de legrados ni sala de quirófanos.
Con respecto a la capacidad instalada por cada una de las USS rurales, se observa que la USS con
mayor capacidad es Nazareth con el 31%, seguida de la USS San Juan de Sumapaz con el 22%, las
USS La Flora y Mochuelo cada una con el 13%, la USS Destino con el 11% y la USS Pasquilla con el
9%.
Tabla 43. Capacidad Instalada de las USS Rurales en el Distrito Capital 2021
Fuente: Elaboración propia con base en REPS Descarga Capacidad Instalada 31 de diciembre 2021.
Camas de
hospitalizació 0 0 0 2 0 0 2
n
Camas de
0 0 0 2 0 2 4
observación
Salas 0 0 0 1 0 1 2
Ambulancias 0 0 0 3 0 1 4
Consultorios
Consulta 5 6 6 5 4 5 31
Externa
Consultorios
0 0 0 1 0 1 2
de Urgencias
TOTAL 5 6 6 14 4 10 45
235
USS USS SAN
USS USS LA USS USS
TIPO NAZARET JUAN DE TOTAL
DESTINO FLORA MOCHUELO PASQUIL
H SUMAPAZ
Tabla 44. Grupo de Servicios de Salud por USS de zona rural de Bogotá D.C. Año 2021
Fuente: REPS – Descarga 31 de diciembre de 2021 MSPS
Apoyo Diagnóstico y
Consulta Atención Total
SERVICIOS Complementación Internación
Externa inmediata general
Terapéutica
Unidad De Servicios De
2 4 6
Salud Destino
Unidad De Servicios De
3 4 7
Salud La Flora
Unidad De Servicios De
3 4 7
Salud Mochuelo
Unidad De Servicios De
5 12 1 3 21
Salud Nazareth
Unidad De Servicios De
4 4 8
Salud Pasquilla
Unidad De Servicios De
Salud San Juan De 3 7 3 13
Sumapaz
Total, General 20 35 1 6 62
236
En el análisis por unidades de servicios habilitados en el REPS, se puede observar que la USS Nazareth
cuenta con la mayor oferta de servicios la cual corresponde al 21%, seguida de USS San Juan de
Sumapaz 13%, USS Pasquilla 8%, USS La Flora y Mochuelo con el 7% cada una y USS Destino con
el 6%.
▪ Demanda de Servicios de las USS Rurales de La SISS Sur ese en el Distrito Capital.
La información disponible es la que sistematiza la Subred Integrada de Servicios de Salud Sur (SISS
Sur) en la cual se concentra la totalidad de oferta de servicios de salud en la ruralidad del D.C. Al
realizar el análisis de la demanda de consulta externa en la SISS Sur E.S.E., se observa que las USS
de Nazareth y San Juan de Sumapaz cuentan con servicios de consulta de medicina alternativa,
psicología (individual) y trabajo social (individual).
En relación con la demanda de la SISS Sur ESE, se observa una mayor atención en las USS de La Flora
y Mochuelo con el 35% y 23% respectivamente. (tabla 12).
Tabla 45. Demanda Ruralidad Consulta Externa por Servicios - SISS SUR E.S.E., por USS. Año 2021
Fuente: Construcción AODSS -DPSS con Información reportado en aplicativo CIP – fecha de corte 17-03-2022- DAEPDSS
Enfermería 772
Enfermería 1938
Enfermería 1117
Enfermería 321
237
SEDE USS Servicio Total 2021
Psicología (Individual) 91
Enfermería 482
Unidad De Servicios De Salud
Pasquilla
Medicina General 1947
Enfermería 521
Medicina Alternativa 60
Estrategia de Ciudad, Entorno y Ruralidad Saludable (CERS): Propuesta por el Ministerio de Salud
y Protección Social, aborda de forma amplia los problemas territoriales de salud del campo y la
ciudad, y de sus diferentes entornos.
238
La estrategia CERS, apunta a permitir el cumplimiento de los objetivos, estrategias, metas, entre otros,
del Plan Decenal de Salud Pública 2012-2021, de la Política de Atención Integral en Salud (PAIS) y
Modelo Integral de Atención en Salud (MIAS), definido en el marco de la Ley Estatutaria (Ley 1753
de 2015); así mismo del Plan Nacional de Desarrollo 2014-2018. Tiene como objetivos: 1) Generar
hábitos de vida saludable y mitigar la pérdida de años de vida saludable por condiciones no
transmisibles describe: (…) la promoción de ciudades, entornos urbanos y rurales saludables a partir
de la articulación de la estrategia en los diversos instrumentos de política pública con la que cuentan
los territorios; 2) el desarrollo de nuevos y más efectivos instrumentos de política pública intersectorial,
para la transformación positiva de los entornos, las ciudades y la ruralidad.
En el marco del Plan Decenal de Salud Pública- PDSP- 2012-202145, una de las dimensiones
prioritarias es la Salud ambiental con los siguientes Objetivos:
a) Promover la salud de las poblaciones que por sus condiciones sociales son vulnerables a
procesos ambientales, mediante la modificación positiva de los determinantes sociales,
sanitarios y ambientales, fortaleciendo la gestión intersectorial y la participación
comunitaria y social en el nivel local, regional, nacional e internacional.
b) Promover el desarrollo sostenible a través de tecnologías y modelos de producción limpia y
consumo responsable, articulado a las políticas y procesos de desarrollo social, político y
económico, en el ámbito nacional y territorial.
c) Atender de forma prioritaria las necesidades sanitarias y ambientales de las poblaciones
vulnerables, con enfoque diferencial.
d) Contribuir al mejoramiento de las condiciones de vida de la población colombiana mediante
la prevención, vigilancia y control sanitario.
La Encuesta Multipropósito 2021 permite identificar varias características respecto a las tecnologías
de la información. En primer lugar, se encuentra el acceso o cobertura del servicio de internet
detallado anteriormente en el cual se identifica que la mayoría de las localidades presentan una
cobertura mayor del 50%.
No contar con acceso a Internet, entendida como una de las herramientas de las TIC más relevantes
en el contexto actual, plantea la necesidad de políticas públicas encaminadas a, de manera
focalizada, incrementar el número de habitantes con accesos a la red.
De modo complementario, se construye el siguiente gráfico con base en la información de la Encuesta
Multipropósito 2021; el gráfico muestra el porcentaje de personas encuestadas en la ruralidad que
cuentan o no con un computador de escritorio o portátil por cada una de las localidades. En general,
el porcentaje de personas que no cuenta con un computador de escritorio o portátil es mayor a las
personas que sí cuentan con este.
Las localidades que presentan mayor déficit en cuestión de acceso a un computador de escritorio o
portátil son San Cristóbal, Santa Fe, Chapinero y Usaquén con el 87.8%, 86.9%, 83.3% y el 79.8%;
Las localidades de Suba, Sumapaz, Usme y Ciudad Bolívar también presentan porcentajes altos en
este aspecto, sin embargo, son menores en comparación con los ya mencionados, de esta forma, se
tiene que cuentan con porcentajes de 60.8%, 65.5%, 55.7% y 51.1% respectivamente. En contraste,
el mayor porcentaje que cuentan con computador de escritorio o portátil se encuentra en las
239
localidades de Ciudad Bolívar, Usme y Suba con el 48.9%, 44.3% y 39.2%; las localidades con
menor porcentaje que cuentan con un computador de escritorio o portátil son Santa Fe y San Cristóbal
con el 13.1% y 12.2%
Adicionalmente, se tienen datos sobre el uso que le dan las personas al internet. En el siguiente gráfico
se observa el resultado de dicha pregunta para las áreas rurales de Bogotá. Vemos como, de los
hogares a las personas a las que se les hizo esta pregunta cerca del 58%, respondió que lo usa con
fines de educación y aprendizaje y el 2.1% para trabajar en la localidad de Usaquén en conjunto
con la localidad de Santa Fe son las que presentan un mayor porcentaje en uso de educación y
aprendizaje con el 58.5% cada una, sin embargo, para la localidad de Santa Fe solo el 5% usa el
internet para el trabajo.
En general, todas las localidades presentan un mayor porcentaje en el uso de educación y aprendizaje
siendo el menor el correspondiente a la localidad de San Cristóbal con el 30.8%; los porcentajes de
uso del internet para trabajar son menores en comparación con el uso de educación y aprendizaje
pues su rango oscila entre el 5% y 20%
240
Gráfico 75. Uso del Internet
Fuente: Elaboración Propia con base Encuesta Multipropósito, 2021.
Hacen parte del bienestar social la oferta que busca complementar y mejorar la calidad de vida de
los habitantes rurales de Bogotá. En esa línea, desde la Subdirección para la Infancia de la Secretaría
Distrital de Integración Social se atiende a niñas, niños y adolescentes en las ruralidades a través de
los siguientes servicios sociales:
1. Modalidad Crecemos en la Ruralidad – Espacios rurales:
Para la vigencia 2021 se realizó la transformación de los servicios de la primera infancia. Es así, que
el servicio Creciendo en Familia en la ruralidad fue modificado para consolidar la oferta familiar e
institucional de la zona rural de Bogotá constituyéndose en dos de las modalidades servicio de
educación inicial a la primera infancia en el marco de la atención integral como se expone a
continuación.
La modalidad “Crecemos en la Ruralidad”, atiende gestantes, niñas y niños hasta menores de 6 años
y se implementa en los territorios rurales de Bogotá en cinco localidades: Ciudad Bolívar, Usme,
Sumapaz, Chapinero, Santafé y Suba, entre tanto la modalidad “Espacios Rurales” para la vigencia
2021 se implementó en Ciudad Bolívar y Sumapaz dirigida a niñas y niños menores de 6 años. Estas
modalidades están orientadas a la atención de la primera infancia, respondiendo al cumplimiento de
la Política Pública de Infancia y Adolescencia, PPR, enriquecidas con las prácticas culturales de cada
territorio donde habitan las niñas y los niños rurales de Bogotá.
La Modalidad Familiar busca favorecer el desarrollo integral con enfoque diferencial a través de
procesos pedagógicos e interacciones efectivas orientadas hacia el reconocimiento de prácticas
culturales, comunitarias e identidad rural – campesina, para el potenciamiento de desarrollo, cuidado
calificado, apoyo alimentario con calidad y oportunidad y promoción de la corresponsabilidad de
las familias.
En esa línea, realiza los acompañamientos a gestantes, niñas, niños de los territorios rurales dispersos,
se desarrolla en el contexto del hogar de las familias que habitan en zonas rurales, dado que, por su
ubicación geográfica, se le dificulta el traslado al espacio rural de atención. La modalidad “crecemos
241
en la ruralidad", se desarrolla a través de dos (2) formas de atención: Caminos a tu hogar y círculos
familiares.
Por otro lado, se implementa la estrategia “Los caminos a tu hogar”. La atención se implementa con
las gestantes, lactantes, las niñas y los niños, con un equipo interdisciplinario; un profesional de la
primera infancia profesional o técnica, en dupla de un profesional en nutrición, psicólogo/a o
trabajador/a social, desplazándose por las veredas dispersas con el propósito de realizar atenciones
en el marco de la atención integral, afianzando los conocimientos de las prácticas culturales y
tradicionales de la ruralidad Bogotana, el fortalecimiento del cuidado sensible de las niñas y niños y
personas en gestación; para ello cada contexto rural, se realizó en conjunto con los saberes y prácticas
de las familias un documento denominado Proyecto Pedagógico Comunitario - PEC, el cual orienta el
accionar para la implementación de procesos pedagógicos e interacciones efectivas.
Adicionalmente, se encuentra la estrategia “Círculos familiares”. Estos son encuentros con las familias
y la comunidad rural-campesina donde se realizan acciones para fortalecer el saber cultural
campesino que se moviliza en el marco de la atención integral de las niñas y los niños, así como
ejercicios de empoderamiento en derechos de las mujeres y los hombres, prevención de violencias
basadas en género, derechos sexuales y reproductivos entre otros. En estos escenarios se convocan a
las personas gestantes, niñas, niños y sus familias, líderes y lideresas de la comunidad. Según los
equipamientos con que cuenta cada micro - territorio (vereda) los encuentros se desarrollan en salones
comunales, escuelas o casas de familias, a este escenario llegan familias que residen en veredas
lejanas, pero pueden acceder a estos espacios según las posibilidades en el territorio. Las familias
que residen en zonas dispersas no participan de los mismos, dado a las distancias dentro del territorio.
La modalidad Crecemos en la Ruralidad, cuenta con atención en las siguientes localidades y veredas:
N
Localidad Nombre Número de veredas Formas de atención
o.
Camino a tu hogar
Chorreras, Concepción, Lagunitas,
San Antonio, San Juan Disperso, San
3 Sumapaz La Unión Círculo Familiar
Juan – Centro Poblado, Toldo,
Vegas
Espacio Rural
242
N
Localidad Nombre Número de veredas Formas de atención
o.
Camino a tu hogar
Capitolio, Granada, San José,
Santo Domingo, Tunal Alto, Tunal
4 San Juan- Círculo Familiar
Bajo, Unión – Centro Poblado,
Concepción
Espacio Rural
Camino a tu hogar
Peñalisa, Raizal, Istmo, Nazareth,
5 Nazaret Santa Rosa, Ríos, Auras, Animas Círculo Familiar
Altas Y Bajas, Cedral, Sopas
Espacio Rural
243
acompañamiento nutricional y se suministra alimentación según lo establecido para la edad, tres
tiempos de comida caliente.
Con corte al 31 de diciembre de 2021 se contaba con cuatro (4) espacios rurales ubicados así: en la
localidad de Sumapaz -centro poblado de San Juan-, espacio rural Pequeños Exploradores
Sumapaceños; -centro poblado La Unión- espacio rural Semillitas del Saber Campesino; -centro
poblado Nazaret- Espacio Rural Ruanitas entre Nubes; en la localidad de Ciudad Bolívar, el espacio
rural de Pasquilla Montaña de Colores.
La modalidad de “Espacios Rurales” para las niñas y los niños rurales se encuentra en las siguientes
localidades:
Tabla 47. Espacios Rurales para las niñas y los niños rurales ofrecidos por la Secretaría de Integración
Social, 2021
Fuente: Subdirección para la Infancia - Secretaría de Integración Social /Corte 22 febrero 2022.
Km 8 vía cabrera la
unión
122379 ESRU semillitas
Sumapaz Si Espacio rural
del saber campesino CENTRO POBLADO
SAN JUAN, SALON
COMUNAL
Los “Espacios Rurales” centran su accionar en el fortalecimiento de saberes rurales campesinos para
que perviva la cultura rural campesina. Se estructura en ejes articuladores que son: transmisión cultural,
idiosincrasia y el arraigo con el territorio. Esta modalidad cuenta con huertas pedagógicas adaptadas
para las siembras de hortalizas, plantas medicinales, con el propósito de rescatar saberes en
acompañamiento de las familias quienes al ser parte activa de la comunidad, aportan
significativamente a la transmisión cultural.
Durante este período se logró la apertura y puesta marcha del “Espacio Rural Montaña de Colores”,
para la atención a la primera infancia rural, en el marco de la atención integral en la ruralidad de
244
Ciudad Bolívar, corregimiento de Pasquilla, para atender a 42 niñas y niños del corregimiento, como
opción de acompañamiento a las madres, padres y cuidadoras para que puedan enfocarse en la
búsqueda de oportunidades laborales y académicas.
3. Estrategia Móvil para la prevención del trabajo infantil
La Estrategia Móvil para la Prevención y Erradicación del Trabajo Infantil realiza procesos de atención
itinerantes a través de acciones interdisciplinarias psicosociales, pedagógicas y artísticas a niñas, niños
y adolescentes. Esta Estrategia ha logrado movilizar a las familias y a la sociedad civil en general, a
través de los procesos de sensibilización que tienen como base la corresponsabilidad. De igual forma,
la inclusión de la familia al proceso de atención potencializa la deconstrucción de la connotación de
trabajo infantil para disminuir esta situación de vulneración de derechos. Esta modalidad de atención
garantiza el acceso y promoción de los derechos de niñas, niños y adolescentes en sus propios
territorios, los cuales tienen la connotación de ser generadores de Trabajo Infantil como plazas de
mercado, zonas comerciales, y zonas con alto conflicto social. La Estrategia va dirigida a niñas, niños
y adolescentes entre 6 a 17 años y 11 meses, en riesgo o en situación de trabajo infantil y sus familias,
que habiten en Bogotá.
La Estrategia Móvil ha venido avanzando en la caracterización y abordaje de territorios rurales y de
borde de ciudad en las localidades de Sumapaz, Ciudad Bolívar (Mochuelo Bajo y Quiba Baja), Santa
Fe y Chapinero (Verjón Alto y Verjón Bajo) donde los imaginarios sobre el trabajo infantil varían
según el contexto sea rural o urbano.
A través de los Comités Locales de Política de Infancia y adolescencia se aúnan esfuerzos con las
entidades para priorizar el abordaje de trabajo infantil ampliado en la ruralidad, para la planeación
y desarrollo de acciones de movilización social en dichos territorios. Se avanzó con los abordajes para
la sensibilización del trabajo infantil ampliado y los riesgos asociados con las familias y la comunidad,
para ello se implementó acompañamientos psicosociales y pedagógicos desde el marco de derechos
y el fortalecimiento de lazos familiares y sociales, partiendo desde el enfoque territorial y el enfoque
diferencial.
5.2.3.12.1. Seguridad
La información delictiva de la ciudad, incluidos los hechos que afectan a la población que habita las
áreas rurales de Bogotá, se encuentra reportada a través del Sistema de Información Estadístico,
Delincuencial, Contravencional y Operativo de la Policía Nacional - SIEDCO. Para este balance se
analizan algunos de los delitos de alto impacto que más afectan a las zonas rurales en Bogotá:
homicidios, hurto a personas, lesiones personales, amenazas, hurto a comercio, extorsión, hurto de
bicicletas, hurto de celulares, violencia intrafamiliar, delitos sexuales. Del total de hechos registrados
entre 2019 y 2020 se estima una tasa de 1061 delitos ocurridos en el área urbana, 753 hechos en
el área rural y 647 en el área suburbana, en todos los casos calculado como tasa por 100 mil
habitantes. En este sentido, cobra importancia comparar las cifras entre 2019 y 2021, así como las
altas tasas según el tamaño poblacional desagregadas por 10 mil habitantes tipo de delito como se
observa a continuación.
245
700
600
500
400
300
200
100
0
140000
120000
100000
80000
60000
40000
20000
0
Como se puede observar, aunque las comparaciones entre delitos pueden invisibilizar la gravedad
del homicidio o de los delitos sexuales (delitos de mayor gravedad, pero con menores tasas), destaca
que la tasa de homicidios en el área rural es tres veces mayor que en el área urbana, aunque la
tendencia -en los últimos dos años- ha disminuido. Con respecto al hurto, ocurre lo contrario. La tasa
en el área urbana duplica la tasa en el área rural, pero va en aumento el número de actos delictivos
en las ruralidades.
246
Por otro lado, la tasa de lesiones personales es ligeramente mayor en el área rural.
Gráfico 78. Resultados del balance delictivo en clasificación rural entre 2019 – 2021
Fuente: elaboración propia con base a Oficina de Análisis de Información y Estudios Estratégicos con información de
SIEDCO, consultada en febrero de 2022. Información sujeta a cambios
2500
2000
1500
1000
500
0
2019 2020 2021
Si se observa la gráfica anterior, es posible indicar que, en general, al 2020 el número total de
hechos delictivos disminuyó en comparación con el 2019, aunque aumentó para el 2021. De acuerdo
con la Encuesta Multipropósito 2021, el promedio de satisfacción con respecto a los sitios que
frecuenta en términos de seguridad señala que San Cristóbal y Usaquén son las localidades que
menor nivel de satisfacción tienen. Por el contrario, Sumapaz y Suba presentan el promedio más alto
de percepción de seguridad.
247
Gráfico 79. Promedio de nivel de satisfacción con: su seguridad en los sitios que frecuenta - Localidades
rural (Centros poblados y rural disperso)
Fuente: elaboración propia con base en los resultados de la Encuesta Multipropósito 2021
Usme
San Cristobal
Santa Fe
Sumapaz
Chapinero
Ciudad Bolivar
Suba
Usaquen
Datos importantes para resaltar tienen que ver con conductas delictivas como violencia intrafamiliar
y delitos sexuales donde han venido aumentando, principalmente el primero. Ello debido a que,
durante la pandemia, como ha reseñado la Secretaría Distrital de Mujer, las mujeres estuvieron en
mayores condiciones de vulnerabilidad en sus hogares, pues siguiendo con el Censo de Ruralidad de
Bogotá 2013 (SDDE), cerca de la mitad de las mujeres mayores de 10 años se dedica a realizar
oficios del hogar (45%), lo que hace que en el escenario rural parece haber un mayor arraigo de las
formas de organización familiar que asignan la mayor parte de trabajo doméstico y de cuidado a
las mujeres. En consecuencia, fueron las mujeres las que llevaron más las cargas de cuidado durante
la pandemia e infortunadamente las que más violencia sufrieron al interior de sus casas.
Esta afirmación puede revisarse con los datos de la siguiente gráfica, medida en términos de
porcentaje:
248
Gráfico 80. Comparación en porcentaje de balance delictivo respecto a violencia de género – Llamadas por
maltrato
Fuente: elaboración propia con base información de la Oficina de Análisis de Información y Estudios Estratégicos con
información de NUSE (Número Único de Seguridad y Emergencias), consultada en febrero de 2022. Información sujeta a
cambios46
100%
80%
60%
40%
20%
0%
Urbano Rural Mixto
2021 62379 154 966
2020 79276 155 1172
2019 108050 2484 1084
De acuerdo con lo anterior, los hechos delictivos con mayor recurrencia sobre las mujeres que habitan
las áreas rurales de Bogotá son los homicidios, las lesiones personales, las denuncias por amenazas,
los delitos sexuales y las llamadas por incidentes de maltrato.
Tabla 48. Número de casos de delitos sexuales por localidad con suelo rural
Fuente: Siedco de la Dijin-Ponal. Elaborado por la Oficina de Análisis de Información y Estudios Estratégicos, Secretaría
Distrital de Seguridad, Convivencia y Justicia (28/feb/222) *Datos preliminares sujetos a cambios por la fuente47.
Usaquén 23
Chapinero 14
Santa Fe 10
San Cristóbal 26
Usme 37
Suba 63
249
Localidad Número de casos
Ciudad Bolívar 68
Sumapaz 0
Tabla 49. Número de casos de asesinato de mujeres por localidad con suelo rural
Fuente: Siedco de la Dijin- Ponal. Elaborado por la Oficina de Análisis de Información y Estudios Estratégicos, Secretaría
Distrital de Seguridad, Convivencia y Justicia (28/feb/222) *Datos preliminares sujetos a cambios por la fuente48.
Usaquén 0
Chapinero 0
Santa Fe 1
San Cristóbal 0
Usme 1
Suba 2
Ciudad Bolívar 2
Sumapaz 0
Tabla 50. Número de casos de violencia intrafamiliar por localidad con suelo rural
Fuente: Siedco de la Dijin- Ponal. Elaborado por la Oficina de Análisis de Información y Estudios Estratégicos, Secretaría
Distrital de Seguridad, Convivencia y Justicia (28/feb/222) *Datos preliminares sujetos a cambios por la fuente49.
48 La información contenida en esta tabla no distingue entre población urbano y rural, por lo cual el análisis a nivel territorial
se presenta de manera general.
49 La información contenida en esta tabla no distingue entre población urbano y rural, por lo cual el análisis a nivel territorial
se presenta de manera general.
250
Número de
Localidad
casos
Usaquén 97
Chapinero 25
Santa Fe 86
Usme 213
Suba 336
Ciudad
427
Bolívar
Sumapaz 1
Tabla 51. Número de casos de lesiones personales por localidad con suelo rural
Fuente: Siedco de la Dijin- Ponal. Elaborado por la Oficina de Análisis de Información y Estudios Estratégicos, Secretaría
Distrital de Seguridad, Convivencia y Justicia (28/feb/222) *Datos preliminares sujetos a cambios por la fuente 50.
Número de
Localidad
casos
Usaquén 67
Chapinero 33
Santa Fe 77
San Cristóbal 81
Usme 84
50 La información contenida en esta tabla no distingue entre población urbana y rural, por lo cual el análisis a nivel territorial
se presenta de manera general.
251
Número de
Localidad
casos
Suba 164
Sumapaz 2
La violencia basada en género es un asunto de especial importancia en las zonas rurales del Distrito
Capital teniendo en cuenta que este ha sido un escenario en el cual se enquista una cultura patriarcal
y machista que, a nivel doméstico, normaliza los casos de violencias contra las mujeres, y a nivel
comunitario es causante de omisión de denuncia y penalización de estas conductas, ya sea por
desconocimiento de los tipos de violencias o por ocultamiento social de los eventos (esta es una práctica
generalizada en localidades como Sumapaz).
Adicionalmente, a este fenómeno se añade la desconfianza en las instituciones estatales de justicia
que impera en las mujeres que desean denunciar o buscan un cambio social y justo para la generación
de no tolerancia comunitaria ante las Violencias Basadas en Género (BVG). Esta desconfianza se da
por las dificultades logísticas que ha tenido el aparato de justicia para hacer seguimiento a los casos
en la ruralidad (por distancias, o por ocultamiento social), para proteger efectivamente a las víctimas,
y para judicializar a los responsables.
Paralelo a lo anterior, el Sistema Distrital de Cuidado como programa establecido en el Plan de
Desarrollo Distrital 2020-2024 articula servicios existentes y nuevos, para atender las demandas de
cuidado de manera corresponsable entre el Distrito, el sector privado, las comunidades y los hogares,
con el fin de reducir el tiempo total de trabajo de las mujeres; redistribuir con los hombres el trabajo
de cuidado no remunerado y contar con mecanismos que valoren y reconozcan los trabajos de
cuidado. Con la implementación del Sistema Distrital de Cuidado, donde una de sus formas de
operación consiste en la estrategia territorial a través de las Unidades Móviles de Servicios de
Cuidado, se pretende suplir necesidades de cuidado, en zonas alejadas y de difícil acceso. Las
Unidades Móviles de Servicios de Cuidado tienen una forma operativa correspondiente a las
necesidades de las cuidadoras y a su disponibilidad horaria. Al observar los servicios prestados por
las unidades móviles es posible indicar que, a partir de este equipamiento itinerante, se atienden por
medio de servicios sociales las necesidades de las mujeres cuidadoras.
252
Tabla 52. Servicios del SIDICU a prestar por la Unidad Móvil Rural
Fuente: Anexo técnico unidades móviles de servicios del cuidado para el Sistema Distrital de Cuidado – Secretaría
Distrital de la Mujer, 2022
# personas
(máx. en el
Servicios del SIDICU Población
Sector espacio Espacio
a prestar objetivo
incluido
carpas)
Educación flexible
Secretaría
para finalizar
Distrital de Cuidadoras 12 Aula de clase
educación básica y
Educación
media
Formación
Cuidadoras 12 Aula de clase
complementaria
Orientación y
Secretaría asesoría jurídica y Cuidadoras 2 Espacio privado
Distrital de la psicosocial
mujer
Talleres ¡A cuidar se
aprende! Y
Cuidadoras 15 Exterior
Cuidamos a las que
nos cuidan
Actividad física a
Secretaría Cuidadoras 15 Exterior
personas cuidadoras
Distrital de
Cultura –
Instituto Personas con
de Recreación Actividad física a discapacidad
y personas que y personas 15 Exterior
Deporte requieren cuidado. adultas
mayores.
Secretaría
Arte de Cuidarte –
Distrital de
servicios de Niñas y niños 15 Exterior
Integración
recreación y juego
Social
Secretaría
Atención socio
Distrital de Personas
jurídica a personas 2 Espacio privado
Integración mayores
mayores
Social
253
# personas
(máx. en el
Servicios del SIDICU Población
Sector espacio Espacio
a prestar objetivo
incluido
carpas)
Secretaria Prevención y
Distrital de promoción de Salud Cuidadoras 2 Espacio privado
Salud (a demanda)
No obstante, este tipo de equipamientos no han llegado a todas las piezas rurales, por lo que se hace
necesario ampliar su funcionamiento a todos los territorios rurales.
Por otro lado, es importante mencionar que las variaciones temporales observadas en los datos entre
2019 y 2020 obedecen a diferentes variables de contexto geográfico, histórico y de condiciones
sociales y económicas generadas o en algunos casos incrementadas por cuenta de la pandemia por
COVID-19. Particularmente en el área rural se observa un incremento en las denuncias por violencia
intrafamiliar en comparación con los hechos de 2019; un aumento en el número de hurto de bicicletas
con respecto a 2019, situación generalizada a toda la ciudad, pero con mayor incidencia en el área
rural; y un aumento en el número de denuncias por amenazas en comparación con 2019 y 2020. A
nivel espacial, las localidades más con mayor impacto de los delitos son: Ciudad Bolívar, Santafé y
Suba, como se observa en el siguiente gráfico51.
51 El gráfico no presenta los datos discriminados por suelo rural y urbano, por lo que es difícil identificar el número de casos
en zonas donde las localidades tienen suelo urbano-rural.
254
Gráfico 81. Número de delitos por localidad 2019 – 2021
Fuente: elaboración propia con base a la Oficina de Análisis de Información y Estudios Estratégicos con información de
SIEDCO, consultada en febrero de 2022. Información sujeta a cambios (ver anexo 7)
350
300
250
200
150
100
50
0
Usaquén Chapinero Santa Fe San Cristóbal Usme Suba Ciudad Sumapaz
Bolívar
El Sistema Distrital de Justicia está enfocado mayoritariamente en la población del área urbana de
la ciudad, no obstante, y en respuesta a la estrategia integral de Acceso a la Justicia establecida en
el Plan Integral de Seguridad, Convivencia y Justicia – PISCJ, la Dirección de Acceso a la Justicia ha
apostado por realizar -previo diagnóstico de las necesidades jurídicas de esta población-, acciones
para su atención.
La conflictividad rural incluye elementos o necesidades jurídicas que las áreas urbanas no precisan de
la misma manera: son constantes las vulneraciones al medio ambiente en zonas protegidas, los
255
problemas entre vecinos por tenencia de tierras y linderos, legalización e invasión de predios rurales,
abigeato, entre otros. Sin embargo, si bien son comunes algunas problemáticas, el orden por presencia
o prevalencia no es necesariamente igual para cada una de las áreas rurales.
En esa línea, resultado de ejercicio de participación con las comunidades campesinas y rurales en
2020, la Secretaría Distrital de Seguridad identificó que, en general, hay poca confianza a las
instituciones52 para resolver temas de convivencia. Para resolverlos, las comunidades acceden con los
líderes y lideresas comunales para atenderlos. Esta situación se evidencia en particular en Sumapaz.
Adicionalmente, la ruralidad no cuenta con presencia permanente de operadores de justicia para
garantizar el derecho de acceso a la justicia; el principal obstáculo resulta ser evidentemente las
barreras de acceso geográficas. De igual manera, existe un subregistro de información de
conflictividad rural que da lugar a dinámicas de revictimización e ilegitimidad por parte de la
población rural.
Es a través de la Dirección de Acceso a la Justicia – DAJ que se realiza atención a las áreas rurales
de la ciudad a través de su estrategia de Justicia Móvil. Para el último semestre del año 2021, las
atenciones varían así entre áreas rural y urbana:
Mayoría Mayoría
Atenciones por sexo 58 61
mujeres mujeres
Propieda
Sub-tipología más atendida 2 Alimentos 19
d
Como se observa en tabla, tan solo el 9% del 100% de las atenciones que brinda la estrategia de
justicia móvil son en áreas rurales por lo que se debe hacer un esfuerzo para llegar a través de esta
estrategia a todos los territorios rurales. Señala la información suministrada que la localidad con
mayor número de atenciones en el área rural es Ciudad Bolívar (con el 38% de atenciones en el área
rural) y que el 58% de las beneficiarias de la estrategia son mujeres. Si se compara con el área
52 Las instancias formales para la atención de problemas asociados al Acceso a la justicia, se encuentran en otras instancias
Distritales, como lo son Secretaría Distrital de Gobierno y Secretaría Distrital Integración Social.
256
urbana, es posible indicar que dicha estrategia debe ser revisada para reconocer todos los territorios
de la ruralidad y, por tanto, ampliar su cobertura y atención.
Adicionalmente, según la información entregada por la Secretaría de Integración Social, las cifras de
atención a víctimas de violencia intrafamiliar, adopción de medidas de protección y restablecimiento
de derechos en las Comisarías de Familia de Usme y Sumapaz evidencian que el 2021 ha sido un
año más violento para la localidad de Sumapaz contrario a las cifras presentadas en Usme.
Gráfico 82. Número de personas atendidas en comisarías de familia de Sumapaz y Usme entre 2020 y 2021
Fuente: Secretaría de Integración Social – Subdirección para la familia, 2022
Las cifras muestran un aumento en estas Comisarias de Familia comparando el año 2020 con el 2021
que, aunque no se perciba representativo, lo es, bajo el entendido de la normalización de la violencia
que se mantienen en la ruralidad, lo anterior por el trabajo de acercamiento a la comunidad de estos
territorios. Así como, el reconocimiento de la Comisaría de Sumapaz y sus competencias funcionales
en el ámbito jurisdiccional.
Finalmente, es importante mencionar el trabajo que se realiza a través de la Secretaría Distrital de
la Mujer en sus diferentes servicios. Destaca en particular el trabajo realizado en Sumapaz, pues como
puede observarse fue en el 2020 el mayor número de atenciones prestadas, en razón de la pandemia
y el encerramiento, y afortunadamente dichas cifras cayeron durante el 2021:
Tabla 54. Atenciones prestadas por los servicios ofrecidos por la Secretaría Distrital de la Mujer en Sumapaz
2020-2021
Fuente: Secretaría Distrital de la Mujer, 2021
257
SERVICIO 2020 2021
Hospitales - 2
Casas de igualdad de
oportunidades, orientación 140 19
psicosocial
Casas de igualdad de
oportunidades, orientación o 117 28
asesoría jurídica
Un acercamiento a dichas cifras permite señalar, de acuerdo con la Secretaría Distrital de la Mujer
(2021) que el porcentaje de atenciones en 2021 en esta localidad fue: 35,3% de manera psicológica,
20,6% verbal, 17,6 económica y 17,6 física y 5,9 sexual. En comparación con los datos obtenidos en
el 2020, se incrementó la violencia psicológica, física y sexual lo que coloca el reto institucional para
fortalecer los mecanismos de respuesta rápida ante las vulnerabilidades a las que son expuestas las
mujeres.
258
6. EL PROBLEMA QUE ATENDERÁ LA POLÍTICA
6.1. SITUACIÓN PROBLEMÁTICA IDENTIFICADA
Este capítulo centra su interés en la situación problemática, la cual se entiende como un conjunto de:
“(…) factores o circunstancias contradictorias de vacío cognoscitivos o de obstáculo con existencia
real e independencia del sujeto; pero con afección por el que se interesa en comprenderlo y,
eventualmente, resolverlo. Es el resultado de comparar el comportamiento real con el
comportamiento ideal. Si ambos comportamientos son iguales, no existe contradicción o situación
problemática, si, por el contrario, se presenta un estado de desigualdad, entonces hay situación
problemática (…)” (Aguirre, s/f., pág. 149).
Siguiendo esta definición, la situación problemática está compuesta por factores que entran en
contradicción, y por actores con valores, ideas e intereses de transformación. Además, la situación
problemática está delimitada no solo espacial sino temporalmente, pues se ubica como obstáculo entre
la situación actual y la situación ideal deseada. Los cambios en la situación problemática son
impulsados por variables estratégicas que, tienen el potencial de transformar las condiciones a través
de determinadas relaciones de causalidad (Secretaría Distrital de Planeación, 2022). El siguiente
esquema ilustra estos planteamientos:
Actualmente, Bogotá presenta una confluencia de dinámicas entre la existencia de suelo con
determinantes ambientales, usos inadecuados, y actividades productivas con baja rentabilidad. A esto
se suman, los desequilibrios en la distribución de la oferta institucional y el bajo reconocimiento del
patrimonio cultural e inmaterial, entre otros aspectos. Esta situación se problematiza cuando se le
contrapone una situación ideal, construida a partir de la visión de desarrollo rural sostenible. A
continuación, se describe la situación deseada con base en la visión del Modelo de Desarrollo Rural
Sostenible (MDRS):
259
“Bogotá D.C. a 2052 transforma sus ruralidades de manera concertada desde el empoderamiento
de sus habitantes, quienes, en sus diversidades y diferencias y como agentes y protagonistas del
desarrollo configuran y adaptan sus modos de vida rurales y campesinos, en coexistencia con todas
las formas de vida y su entorno. Esto, en territorios donde es posible el pleno goce de sus derechos,
vivir y pervivir con dignidad, tranquilidad y prosperidad; soportados por la cooperación y cohesión
social que se entretejen con relaciones de confianza, vínculos solidarios y sostenibles con el área
urbana y las regiones e instituciones fortalecidas y articuladas”53
260
▪ Ausencia institucional
▪ Desconocimientos jurídicos
▪ Poca incidencia de comunidad en las decisiones
▪ Oferta laboral con enfoque urbano
▪ Barreras de acceso a servicios sociales
▪ Falta de apropiación territorial
Estas problemáticas pueden organizarse en cinco líneas estratégicas, según las características y
posibilidades de transformación:
Sumado a los aspectos estratégicos antes identificados, están aquellos factores ambientales que, si
bien no fueron enunciados de manera directa por las comunidades, –pues éstas perciben los aspectos
ambientales como restricciones normativas que limitan las actividades productivas–,tendrán su propio
abordaje como factores relacionados con los ecosistemas y las ruralidades.
De esta manera, se han identificado cinco factores sobre los cuales se deben implementar acciones
estratégicas, para lograr superar las condiciones que limitan el desarrollo rural sostenible, el bienestar
de las comunidades y la conservación de la estructura ecológica principal. Es decir, para superar la
situación problemática y alcanzar la situación deseada. Estos factores estratégicos son:
▪ Bienestar y cuidado
▪ Actividades productivas y Económicas
▪ Ecosistemas y ruralidades
▪ Identidades, patrimonios y cultura
▪ Gobernanza y participación54
54 Es importante señalar que, estos factores estratégicos también guardan relación con las líneas de acción establecidas en
la política vigente de ruralidad. De esta manera, se da continuidad en este proceso de reformulación, y se robustece el
accionar público actualizando y validando las problemáticas asociadas a estos factores, y mejorando la oferta de bienes y
servicios para su atención.
261
Como complemento, el árbol de objetivos permitió trazar acciones para atender la problemática
identificada. En las siguientes figuras se presenta el árbol de problemas y el árbol de objetivos.
262
Ilustración 7. Árbol de problemas
Fuente: elaboración propia
263
Ilustración 8. Árbol de objetivos
Fuente: elaboración propia
264
6.1.3 Cómo superar la situación problemática: objetivos estratégicos y resultados esperados
Superar esta situación implica de parte de la presente política alcanzar, en un horizonte de 16 años,
este objetivo: Mejorar las condiciones de bienestar de la población rural promoviendo la sostenibilidad de
los territorios rurales del D.C.. El alcance de este objetivo conlleva a la consecución de tres objetivos
específicos, con sus respectivos resultados esperados:
Factor
Objetivo Resultado esperado
estratégico
265
266
7. INSTRUMENTOS DE PLANEACIÓN VIGENTE
El presente capítulo tiene por objetivo analizar los instrumentos de planeación vigentes, entre estos,
directrices, planes y otras políticas que están directamente relacionados con las ruralidades de
Bogotá, destacando subsidiariedades y articulaciones entre los instrumentos. Para ello, se realiza una
identificación y análisis desde el orden internacional al distrital de dichas directrices.
En el caso de las directrices internacionales se destacan los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
En el orden nacional, se hace una revisión del Plan Nacional de Desarrollo, “Pacto por Colombia –
Pacto por la Equidad”, y políticas públicas nacionales; y a nivel distrital se presenta el Plan Distrital
de Desarrollo de Bogotá 2020 – 2024 “Un nuevo contrato social y ambiental para la Bogotá del Siglo
XIX”, y el POT vigente –Decreto 555 de 2021. Finalmente, se presenta un recuento de los instrumentos
de Política Pública Vigente de orden distrital. Se destacan los aportes de cada política que están
relacionados con los problemas, los planteamientos más importantes que se han impulsado y la
identificación de vacíos en este proceso de reformulación de la Política Pública de Ruralidad.
Colombia ha ratificado diferentes tratados y convenios internacionales. Uno de los principales hitos,
de relevancia para los territorios rurales, es la adopción en 2015 de la Agenda 2030 para el
Desarrollo Sostenible y, con ello, de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible –ODS; que en Colombia
se adoptaron mediante el CONPES 1839 de 2018. A través de los ODS, se reconocen la igualdad y
la sostenibilidad como principios que deben ser compartidos y universalizados para transformar el
desarrollo y para articular las políticas de transformación productiva con el cuidado ambiental.
Se observa el papel relevante de los objetivos de hambre cero; agua limpia y saneamiento; energía
accesible y no contaminante; consumo y producción responsable; acción por el clima y vida de
ecosistemas terrestres. En esa línea, se considera que las metas 1, 3, 4, 5, 8 y 10 deberían considerarse
como de mayor relevancia para lo rural, en la medida en que apuestan a la garantía de derechos
fundamentales que se complejizan en zonas rurales como es el caso de la educación de calidad,
igualdad de género, trabajo decente, entre otros. Por otra parte, aquellos objetivos que son altamente
relevantes para los territorios rurales se relacionan con la industria, la innovación e infraestructura;
ciudades y comunidades sostenibles; paz, justicia e instituciones sólidas. Y, de manera general, todos
los objetivos son de relevancia media o baja para dichos territorios.
Por lo anterior, los gobiernos locales son claves para el logro de una mayor gobernanza en la Agenda
2030 y, entre estos, los territorios rurales deben entendidos como un espacio de oportunidades para
transformar los sistemas alimentarios y energéticos, así como para promoción de los servicios
ecosistémicos, el combate al cambio climático y el manejo sostenible de los recursos naturales
permitiendo todos los modos de vida dentro de los territorios. En esa línea, el territorio se manifiesta
como una construcción social, donde los actores son quienes configuran con sus relaciones el significado
y la apropiación de un determinado espacio físico y social.
Adicionalmente, es importante mencionar otros dos hitos donde se reconoce la importancia de los
territorios rurales y sus comunidades: por un lado, el reconocimiento del campesinado como sujeto de
protección especial y, por otro lado, la estrategia de Carbono Neutralidad que tiene como objetivo
compensar las emisiones generadas. Ello implica generar estrategias de transición y transformación
de todos los sectores, impulsando entre otros, las energías alternativas, la reforestación, la gestión
integral de residuos sólidos y la protección de ecosistemas, entre otros.
Por todo lo anterior, desde los diferentes espacios habitados o no por seres humanos, se requiere
avanzar hacia la comprensión de que el bienestar humano estará directamente relacionado con el
267
bienestar de la naturaleza y que la biodiversidad debe ser asumida y percibida socialmente como
un beneficio irremplazable que mantiene y mejora la calidad de vida en todas las escalas.
El Plan Nacional de Desarrollo 2018-2022, titulado “Pacto por Colombia, pacto por la Equidad” (DNP,
2018), fue adoptado mediante la Ley 1955 del 25 de mayo de 2019, y tiene como objetivo “sentar
las bases de legalidad, emprendimiento y equidad que permitan lograr la igualdad de
oportunidades para todos los colombianos, en concordancia con un proyecto de largo plazo con el
que Colombia alcance los objetivos de Desarrollo Sostenible al 2030”. Está conformado por 3 pilares,
13 pactos transversales y 9 pactos regionales55.
Por otra parte, durante el primer semestre de 2023 se discutió en las plenarias del Congreso de la
República el articulado del Plan Nacional de Desarrollo 2022-2026 “Colombia Potencia Mundial
de la Vida”, que fue aprobado y culminó con la expedición de la Ley 2294 de 2023, " Por medio de
la cual se expide el Plan Nacional de Desarrollo " Colombia Potencia Mundial de Vida".
55La descripción de esta información está contenida en el anexo denominado “Pilares y líneas estratégicas del PND 2018-
2022 “Pacto por Colombia, pacto por la Equidad”
268
se requiere una mirada de articulación con los PDET para lograr activar todas las medidas tendientes
a la superación de brechas, pobreza e inequidad que ha dejado el conflicto armado en las
ruralidades de Bogotá.
Es importante mencionar la articulación que debe generarse entre esta política pública y las políticas
del orden nacional56. Resalta la Política Nacional de Vivienda Rural, pues si bien la ruralidad de
Bogotá no está clasificada con los indicadores más críticos ni con mayor déficit de vivienda rural, lo
que implicaría que no esté priorizada como beneficiaria de esta política, es importante establecer un
diálogo entre entidades para articular la PPR con la Política de Vivienda Rural del orden nacional
(Ministerio de vivienda ciudad y territorio, 2020). Adicionalmente, destacan los lineamientos de la
política nacional de cambio climático y la política agropecuaria y desarrollo rural.
Finalmente es importante mencionar dos instrumento de planeación y gestión relacionado directamente
con el territorio rural del D.C., como son la Zona de Reserva Campesina (ZRC) de Sumapaz, reconocida
recientemente por la Agencia Nacional de Tierras, autoridad nacional en la materia, mediante el
Acuerdo 252 de 2022 del Consejo Directivo y la Unidad Agrícola Familiar que se encuentra en
proceso de cálculo y definición por parte de la Administración Distrital.
Las ZRC fueron establecidas en el capítulo XIII de la Ley 160 de 1994, “Por la cual se crea el Sistema
Nacional de la Reforma Agraria y Desarrollo Rural Campesino”, y reglamentadas en el Decreto 1777
de 1996. Las condiciones que se deben tener en cuenta para la constitución de estas zonas, de acuerdo
con el mencionado Decreto, son que correspondan a regiones donde predominen la existencia de
tierras baldías, y a áreas geográficas cuyas características agroecológicas y socioeconómicas
requieran la regulación, limitación y ordenamiento de la propiedad o tenencia de los predios rurales.
Así, las ZRC tienen por objeto fomentar y estabilizar la economía campesina, superar las causas de
los conflictos sociales que las afecten, y en general, crear las condiciones para el logro de la paz y
justicia social en las áreas respectivas.
Teniendo en cuenta el anterior marco, en la localidad de Sumapaz surgió como iniciativa del
campesinado el proceso de conformación y constitución de la ZRC Sumapaz, en el año de 2011, en
cabeza del Sindicato de Trabajadores Agrícolas de Sumapaz (SINTRAPAZ) y la Asociación de Juntas
de Acción Comunal (ASOJUNTAS). Este proceso inicia con la Resolución 3180 del 25 de noviembre de
2011, la Gerencia General del INCODER dio inicio al trámite administrativo para la constitución de
la Zona de Reserva Campesina en la región del Sumapaz; la ANT en cumplimiento del Decreto 1777
de 1996 y del Acuerdo 024 del mismo año, retomó el proceso conducente a la creación de esta ZRC.
Pasado el tiempo, en vista del poco avance y la falta de resolución de la solicitud, SINTRAPAZ
interpuso una acción de tutela ante a la Agencia Nacional de Tierras, que falló el Juzgado Octavo
de Ejecución de Penas y Medidas de Seguridad de Bogotá, el 8 de enero de 2021.
En el artículo primero del fallo se determinó: “AMPARAR los derechos fundamentales a la igualdad
material, debido proceso y territorialidad campesina de las comunidades interesadas, VULNERADOS
POR LA AGENCIA NACIONAL DE TIERRAS y el CONSEJO DIRECTIVO DE LA AGENCIA NACIONAL de
conformidad a las razones expuestas en la parte motiva de esta providencia”.
A pesar de lo anterior, el Consejo Directivo de la Agencia Nacional de Tierras mediante Acuerdo 188
de 26 de octubre de 2021, decidió no constituir ni delimitar la ZRC de Sumapaz al considerar que el
Plan de Desarrollo Sostenible no reunía los aspectos indicados en el Acuerdo 024 de 1996. Contra
esta decisión SINTRAPAZ interpuso un recurso de reposición ante la Agencia Nacional de Tierras que
56 Para ver las políticas nacionales y sus objetivos revisar el anexo denominado “Directrices nacionales y su relación con la
Política Pública de Ruralidad”.
269
fue resuelto mediante el Acuerdo 219 del 28 de enero de 2022, confirmando la decisión por parte
del Consejo Directivo.
La Resolución 167 del 2 de junio de 2021 de la Agencia Nacional de Tierras adoptó la guía
metodológica para el cálculo de la unidad agrícola familiar por unidades físicas homogéneas a escala
municipal. En esta dispuso que la Agencia Nacional de Tierras tendrá 1 año para implementar de
manera gradual y progresiva la metodología de cálculo de la UAF.
•Promover el desarrollo social y económico de sus habitantes rurales y lograr una ocupación del suelo
rural que reconozca la producción agrícola y pecuaria de sus comunidades, en un marco de respeto
por la Estructura Ecológica Principal.
•Contribuir al desarrollo social y económico de los habitantes de la ruralidad.
•Promover la ocupación del suelo rural acorde con las disposiciones del Plan de Ordenamiento
Territorial distrital.
Los instrumentos de política pública vigente regionales se presentan en dos partes: la primera, sobre
instrumentos y gestión territorial relacionados con los esquemas o figuras de asociación regional en
los cuales participa o hace parte el D.C. La segunda parte, de instrumentos de planificación y gestión
ambiental asociadas a áreas protegidas o de manejo de recursos como las cuencas hidrográficas,
que se encuentran en su totalidad en el D.C., o hacen hace parte de éste, en las cuales la competencia
de la gestión y manejo está en cabeza de la autoridad ambiental regional.
La Tabla, a continuación, presenta algunos puntos clave para la Política de Ruralidad de las áreas
protegidas del orden nacional, registradas en el Registro Único Nacional de Áreas protegidas –
270
RUNAP, que hacen parte de la ruralidad de Bogotá. Por su parte, la Tabla siguiente lista la
identificación y descripción de figuras asociativas a nivel regional con participación de Bogotá.
Tabla 56. Identificación y descripción de las áreas protegidas del orden nacional
Fuente: elaboración propia
Reserva Forestal
Protectora Bosque La reserva cuenta con la delimitación denominada Área de Ocupación
Oriental de Bogotá Público Prioritaria de la Franja de Adecuación, que conforma la franja de
transición urbano-rural de la reserva y, para la cual se expidió el Decreto
Distrital 485 de 2015. Mediante la Resolución 463 de 2005 del Ministerio
de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial, se sustrajeron 973 ha,
creando la Franja de Adecuación. El Consejo de Estado, mediante
sentencia de Acción Popular dejó en firme la mencionada Resolución en
fallo 250002325000200500662 expedido el 5 de noviembre de 2015.
Son una figura de ordenamiento creada por la Ley 160 de 1994, que
surge como resultado de las movilizaciones campesinas durante la década
de los 80. Su objetivo es contribuir al desarrollo sostenible y estabilizar la
población colono-campesina en su territorio. De acuerdo con el Decreto
1777 de 1996, las Zonas de Reserva Campesina contribuyen a facilitar
Zona de Reserva la ejecución integral de las políticas de desarrollo rural, fortalecer los
Campesina-Cabrera espacios de concertación entre el Estado y las comunidades rurales, crear
Las Zonas de Reserva condiciones para la adecuada consolidación y desarrollo sostenible de la
Campesina economía campesina, regular la ocupación y aprovechamiento de las
tierras baldías y controlar la expansión inadecuada de la frontera
agropecuaria.
271
Áreas protegidas del
Descripción y característica
orden nacional
Tabla 57. Identificación y descripción de figuras asociativas a nivel regional con participación de Bogotá
Fuente: elaboración propia con base en el DNP, 2018
272
Figura Reglamentación Concepto Temáticas
dinámicas territoriales, competitividad, el
ambientales, sociales o turismo, el empleo, la
económicas. Requiere el salud y la seguridad.
desarrollo de una ley
orgánica para su
reglamentación.
* A pesar de la ley que permite esta figura de asociatividad, Bogotá no ha hecho su ingreso dado que necesita
previamente la aprobación del concejo municipal.
Para la población campesina y rural que habita el suelo rural de Bogotá, la articulación con la región
es fundamental para estrechar y fortalecer los vínculos funcionales en términos ecosistémicos, así como,
de los flujos sociales y económicos y de generación del conocimiento que son requeridos para la
gestión y manejo de los territorios con miras a la sostenibilidad y la resiliencia. Las ruralidades de
Bogotá deben entenderse como parte de un sistema interdependiente. Asimismo, es importante
mencionar que, en cuanto a los temas ambientales, la jurisdicción y su esquema de financiación de la
CAR Cundinamarca - no fue afectado por el Acto Legislativo 02 de 2020 que creó la ley de Región
Metropolitana Bogotá-Cundinamarca
La posición de las ruralidades capitalinas, en este marco metropolitano, involucra las relaciones
funcionales derivadas de sus dinámicas urbanas y relaciones metropolitanas, las cuales, teniendo en
cuenta la intensidad se pueden dividir en tres categorías. Un primer anillo, conformado por los
municipios de Cajicá, Chía, Cota, Funza, Mosquera, Madrid, Soacha y La Calera. Un segundo anillo:
conformado por los municipios de Gachancipá, Tocancipá, Sopó, Tenjo, Tabio, Subachoque, El Rosal,
Bojacá, Zipacón y Sibaté y, centros subregionales: conformado por los municipios de Zipaquirá,
Facatativá, Fusagasugá.
En consecuencia, al igual que el esquema de la región central, la región metropolitana Bogotá-
Cundinamarca será relevante para la ruralidad, su población y territorios, en términos de permitir
una mejor comprensión de sus dinámicas ambientales, sociales y económicas que soportan los flujos e
intercambios entre las personas y sus territorios, además permite la posibilidad de una gestión
integrada y de responsabilidad compartida.
Por otra parte, se generan otras dinámicas rurales y conservación ambiental con municipios que se
relacionan con Bogotá principalmente por sus áreas ambientales, como son los municipios de Ubaque,
Chipaque, Une, Choachí, Pasca, San Bernardo, Cabrera, Gutiérrez y Arbeláez en el departamento
de Cundinamarca. En esa línea, el suelo rural capitalino se encuentra bajo la jurisdicción de la
autoridad ambiental regional de la CAR; por lo tanto, la ruralidad hace parte de los instrumentos de
planificación y gestión ambiental, así como del control, seguimiento y sanción, que lidera esta
autoridad. La Tabla a seguir presenta los de mayor relevancia son los siguientes:
273
Tabla 58. Determinantes ambientales en Bogotá
Fuente: elaboración propia
Determinante
Descripción
Ambiental
Los dos POMCA reseñados en la tabla se ciñen a lo determinado en la “Guía Técnica para la
Formulación de los Planes de Ordenación y Manejo de Cuencas Hidrográficas –POMCAS” del
Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible” (2014), estableciendo dos grandes categorías de
ordenación: la de conservación y protección ambiental y la de uso múltiple, dentro de la cuales se
desarrollan las zonas y subzonas de uso y manejo, que corresponde a la zonificación ambiental de la
cuenca. En esa medida, la zonificación ambiental tiene como propósito establecer diferentes unidades
homogéneas del territorio y las categorías de uso y manejo para cada una de ellas (Decreto
274
Reglamentario 1076 de 2015)57. En la Tabla siguiente, se muestran las zonas y subzonas de la
zonificación propuesta en cada uno de los POMCA.
Tabla 59. Zonas y subzonas de la zonificación propuesta en cada uno de los POMCA río Bogotá y río
Guayuriba
Fuente: elaboración propia a partir de los documentos de los POMCA, 2021
Áreas urbanas
Por lo anterior, se requiere la armonización de las decisiones de ordenamiento que abarca el plan
de ordenamiento territorial de Bogotá y las directrices impartidas por los POMCA.
57 Documento ajuste y/o actualización del POMCA del Río Bogotá, CAR, 2014.
275
7.4. DIRECTRICES LOCALES
Finalmente se presentan las directrices del municipio destacando el Plan de Ordenamiento Territorial,
el plan de desarrollo vigente y las políticas públicas adoptadas para Bogotá. Lo anterior permitirá
identificar la interrelación entre las políticas con los hallazgos encontrados en este diagnóstico.
7.4.1. Plan de Desarrollo Distrital Bogotá 2020 – 2024 “un nuevo contrato social y ambiental
para la Bogotá del siglo XXI”
El Plan Distrital de Desarrollo Económico, Social, Ambiental y de Obras Públicas y el Plan Plurianual
de Inversiones para Bogotá D.C. para el periodo 2020 – 2024 “Un Nuevo Contrato Social y
Ambiental para la Bogotá del siglo XXI”, aprobado mediante acuerdo No. 761 de 2020, se constituye
en el marco de acción de las políticas, programas, estrategias y proyectos de la administración
distrital, para lograr una redistribución más equitativa de los costos y beneficios de vivir en Bogotá.
En este Plan resalta la Meta Plan que busca: (i) reglamentar los instrumentos operacionales para el
desarrollo rural sostenible de Bogotá: Modelo de Desarrollo Rural Sostenible (MDRS), la Estructura
institucional de Desarrollo Rural, el Sistema de información Bogotá Rural y la Política Pública de
Ruralidad del D.C. En consecuencia, el distrito y, en particular esta administración, apuesta por mejorar
y articular las acciones institucionales que se realizan sobre los territorios rurales de Bogotá.
El componente rural del POT comprende las áreas rurales como constituyentes fundamentales del D.C.
bajo un enfoque diferencial territorial58. En particular, la política de ocupación del suelo rural del POT
busca propiciar las condiciones necesarias para que la población de las ruralidades desarrolle
actividades sociales, culturales y productivas a través de la seguridad y defensa del territorio para
contribuir a la puesta en valor y divulgación de sus valores patrimoniales y ambientales de la siguiente
forma (Alcaldía Mayor de Bogotá, 2021):
Adicionalmente, son principios de mediano y corto plazo del Decreto 555, y sus respectivas estrategias
para las ruralidades, los siguientes (Alcaldía Mayor de Bogotá, 2021):
58Dada la armonización entre los instrumentos de planeación del Distrito, se señala que el proceso de reformulación de la
política pública de ruralidad busca articularse con el Decreto 555 de 2021 principalmente en sus artículos 2, 3, 4 y 394.
276
Tabla 60. Principios de mediano y corto plazo del Decreto 555 de 2021 alrededor de ruralidad
Fuente: elaboración propia
Descripción
Finalmente, reconoce la política del Cuidado para el Ordenamiento Territorial, la cual se orienta a
consolidar una Bogotá -Región cuidadora que acoge, respeta y se ocupa deliberadamente de la
distribución de la prosperidad colectiva, para construir confianza entre los ciudadanos y las
instituciones; ejercer libremente los derechos y cumplir los deberes; proteger a las mujeres, niñas y
niños, y poblaciones con mayor vulnerabilidad y exclusión; reconocer, redistribuir y reducir el trabajo
de cuidado no remunerado de las mujeres; regular la informalidad y disminuir la afectación a la
convivencia ciudadana de la ilegalidad y la criminalidad (Alcaldía Mayor de Bogotá, 2021).
278
8. CONSIDERACIONES FINALES
A lo largo de la caracterización de las estructuras Ecológica Principal; Funcional y del Cuidado;
Socioeconómica, e integradora de patrimonios, el diagnóstico de la Política Pública de Ruralidad ha
evidenciado un territorio con limitaciones en el sentido en que cerca del 90% del suelo rural se ubica
en la estructura ecológica principal; y con oportunidades, relacionadas con la diversificación de las
actividades económicas agropecuarias y no agropecuarias que se desarrollan en lo rural, con
capacidad de generar valor y bienestar a la población local.
También se resalta la identificación de potencialidades para el fomento de la identidad cultural y
patrimonial en las zonas rurales del distrito, que son base para el diseño y administración de los
nuevos esquemas de gobernanza en la ruralidad que plantea la política pública, como mecanismos
de gestión eficiente y corresponsable de los territorios rurales.
Con base en lo anterior, el proceso de reformulación de la Política Pública de Ruralidad incorpora
como apuesta estratégica acciones para promover una vinculación entre lo rural-distrital, y la región,
así como entre los diferentes sectores competentes en la generación de condiciones de desarrollo
integral en la ruralidad, desde sus particularidades y ventajas propias.
279
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10. ANEXOS
290
SUMAPAZ, UNA HISTORIA DE CONFLICTO Y RECONCILIACIÓN
291
10.1. RESOLUCIONES DE LA ASAMBLEA GENERAL DE LA ONU ENFOCADAS A RURALIDAD
Resolución Tema
292
Resolución Tema
293
Resolución Tema
294
Resolución Tema
295
10.2. CONVENIOS MULTILATERALES AMBIENTALES FIRMADOS Y/O RATIFICADOS POR COLOMBIA
Tabla 62. Convenios multilaterales ambientales firmados y/o ratificados por Colombia
Fuente: Elaboración propia
296
Nombre del Convenio Norma colombiana que lo
Título del convenio
/ Tema asociado adopta
Desertificación, en Particular en África
(1994).
297
10.3. SENTENCIAS DE LA CORTE CONSTITUCIONAL RELACIONADAS CON DERECHOS DEL SUJETO
CAMPESINO
Tabla 63. Sentencias de la corte constitucional relacionadas con derechos del sujeto campesino
Fuente: Elaboración propia
298
Sentencia / Artículo Descripción
299
Sentencia / Artículo Descripción
La tabla a continuación resume alguna de la normatividad asociada al citado Marco Jurídico para la
Paz, así como los demás que desarrollan los principios y acciones que orientan el desarrollo rural en
Colombia (incluidas las normas que reglamentan el Plan Nacional de Desarrollo vigente, 2018-2022).
Cabe resaltar que la visión del sector rural en el país aún se asocia al desarrollo productivo
agropecuario; por lo cual este sector tiende a estar supeditado a las entidades sectoriales de
desarrollo económico / productivo. En este sentido, el sector sigue estando muy alineado por las
disposiciones de la Ley 160 de 1994 (de Sistema Nacional de Reforma Agraria y Desarrollo Rural
Campesino); aun cuando, como se mencionó antes, se ha avanzado en nuevos marcos conceptuales y
jurídicos que apuestan por una visión ampliada del desarrollo rural, que se entiende más allá,
únicamente, de las actividades agrícolas y pecuarias. (para ampliar ver: Restrepo & Bernal Morales,
2014).
En este marco nacional para el desarrollo rural, mediante la Directiva de la Procuraduría General de
la Nación No. 007 del 11 de junio de 2019 se establecieron lineamientos dirigidos a los funcionarios
públicos relacionados con la actividad agropecuaria para el reconocimiento, prevención, promoción
y defensa de los derechos del campesinado.
300
NORMA DESCRIPCIÓN CONTENIDO
Decreto 1077 de Por medio del cual se expide el Decreto Único Reglamentario del Sector
2015 Vivienda, Ciudad y Territorio
301
NORMA DESCRIPCIÓN CONTENIDO
Decreto 304 de 2008 Adopta la estratificación de fincas y viviendas dispersas del sector rural.
302
NORMA DESCRIPCIÓN CONTENIDO
Resolución 81 de
2011 Ministerio de Por la cual se reconoce la Organización de la Cadena Agroalimentaria de la
Agricultura y Papa y su Industria.
Desarrollo Rural
Resolución 464 de
2017 del Ministerio Por la cual se adoptan los lineamientos estratégicos de política pública para
de Agricultura y la agricultura campesina, familiar y comunitaria.
Desarrollo Rural
Resolución 262 de 21 Por medio de la cual se define la frontera agrícola nacional y se adopta la
de junio de 2018 metodología para la identificación general.
Resolución 1294 del Por medio de la cual se establecen los lineamientos para el desarrollo de las
7 de diciembre de actividades agropecuarias de bajo impacto y ambientalmente sostenibles n
2021 paramos y se adoptan otras disposiciones.
Circular Conjunta 021 Cumplimiento con lo dispuesto Ratificó su preocupación por la necesidad de
de 2019 en las leyes 51 de 1981, 731 protección de los líderes y lideresas de la
(Procuraduría de 2002 y 1753 de 2015. ruralidad, la recuperación y el
303
NORMA DESCRIPCIÓN CONTENIDO
Decreto 1076 de
Decreto único reglamentario del sector ambiente y desarrollo sostenible
2015
304
NORMA DESCRIPCIÓN CONTENIDO
Normas relacionadas con el Plan de Ordenamiento y manejo de Cuenca del Rio Bogotá y los ríos
Guayuriba, Negro, Blanco y Tunjuelo:
305
Tabla 66. Normas relacionadas con el Plan de Ordenamiento y manejo de Cuenca del Rio Bogotá y los ríos
Guayuriba, Negro, Blanco y Tunjuelo
Fuente: elaboración propia
Norma Descripción
Resolución 2473 de 2005 La CAR declara en ordenación la Cuenca del Río Tunjuelo
Resolución Conjunta No 02 de
2012 (PNN, CORPOGUAVIO, CAR, Por medio de la cual se aprueba y adopta el POMCA del
CORPORIONOQUIA Y Río Blanco – Negro – Guayuriba
CORMACARENA)
Normas relacionadas con la Reserva Forestal Protectora Bosque Oriental de Bogotá y la Reserva
Forestal Protectora Productora de la Cuenca Alta del Río Bogotá:
Tabla 67. Normas relacionadas con la Reserva Forestal Protectora Productora de la Cuenca Alta del río
Bogotá
Fuente: elaboración propia
Norma Descripción
306
Norma Descripción
Norma Descripción
Acuerdo 11 de julio 19 de 2011 Norma que declara la Reserva Forestal productora del Norte
CAR de Bogotá, Thomas van der Hammen
Resolución 032 de septiembre 17 Adopta el Plan de Manejo Ambiental del Parque Nacional
de 2007 Natural de Sumapaz
Obs. El Instituto Nacional de los Recursos Naturales Renovables y del Ambiente - Inderena fue una
entidad ambiental creada en 1968 y con la creación del Ministerio del Medio Ambiente en 1993
fue eliminado al asumir la nueva entidad sus funciones.
307
10.7. DECRETOS DISTRITALES EN MATERIA AMBIENTAL
Norma Descripción
308
10.8. NORMATIVIDAD RELEVANTE RURAL
NORMA DESCRIPCIÓN
Acto legislativo 01 de 2023 Por medio del cual se reconoce al campesinado como sujeto de especial protección constitucional.
309
NORMA DESCRIPCIÓN
Ley 138 de 1994 Se establece la cuota de Fomento Agroindustrial de la Palma de Aceite y se crea el Fondo de Fomento Palmero
Ley 114 de 1994 Se crea la cuota de Fomento y se modifica el Fondo de Fomento Cerealista
Decreto 1829 de 2017 Se crea el Sistema Integrado para la Información del Posconflicto (SIIPO)
Por la cual se reglamenta parcialmente la Ley 811 de 2003 y el Decreto 3800 de 2006 sobre la inscripción de
Resolución 186 de 2008 las organizaciones de cadena en el Sector Agropecuario, Forestal, Acuícola y Pesquero ante el Ministerio de
Agricultura y Desarrollo Rural.
Resolución 00164 de 2004 Creación CONSA/CONSEA Sistema Nacional Regional de Sector Agropecuario
Decreto 4145 de 2011 Se crea la Unidad de Planificación de Tierras Rurales y usos Agropecuarios (UPRA)
Ley 1776 de 2016 Por la cual se crean y se desarrollan las zonas de interés de desarrollo rural, económico y social, ZIDRES.
Ley 117 de 1994 Por la cual se crea la cuota de fomento avícola y se dictan normas sobre su recaudo y administración.
310
NORMA DESCRIPCIÓN
Se crean las Organizaciones de Cadena en el Sector Agropecuario, Pesquero, Forestal, Acuícola, las Sociedades
Ley 811 de 2003
Agrarias de Transformación SAT
Decreto Nacional 1640 de Por medio del cual se reglamentan los instrumentos para la planificación, ordenación y manejo de cuencas
2012 hidrográficas y acuíferos
PEMP Hacienda La Conejera. por la cual se aprueba el Plan Especial de Manejo y Protección (PEMP) del inmueble
Resolución 1021 de 2012 denominado Casa de Hacienda La Conejera, ubicada en el lote Barajas Norte, de la localidad de Suba, zona
rural de Bogotá, D. C., declarada bien de interés cultural del ámbito nacional.
Resolución 1582 de octubre 26 Por la cual se interpreta el parágrafo del artículo 5° de la Resolución 0463 del 14 de abril de 2005, expedida
de 2005 por el Ministerio de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial
311
NORMA DESCRIPCIÓN
El Consejo de Política Económica y Social del Distrito Capital - CONPES D.C. adelantará la articulación en la
Decreto Distrital 668 de 2017 formulación, la implementación y el seguimiento de las políticas públicas distritales, garantizando la unidad de
criterio y la coordinación de las actividades de las distintas unidades ejecutoras de la política económica y social.
Por el cual se adopta un esquema de incentivos para construcciones nuevas que adopten medidas de ecourbanismo
Decreto 613 de diciembre 31
y construcción sostenible aplicables a viviendas de interés social (VIS) e interés prioritario (VIP) y se dictan otras
de 2015
disposiciones
Decreto 566 de diciembre 16 Por el cual se adopta la Política Pública de Ecourbanismo y Construcción Sostenible de Bogotá, Distrito Capital
de 2014 2014-2024
Decreto Distrital 575 de Por medio del cual se reglamenta la organización y conformación de las Comisiones Ambientales Locales Espacios
diciembre 14 de 2011 de participación en los que debe participar la Secretaría Distrital de Planeación
Decreto Distrital 389 de Por el cual se adopta el Programa de Parques Industriales Ecoeficientes en el Distrito Capital Concordado con
octubre 28 de 2003 Política Pública de Ecourbanismo
312
10.9. SEGURIDAD, DISTRIBUCIÓN DE LAS CÁMARAS EN LAS ZONAS RURALES
Como se puede observar en Usaquén las videocámaras se ubican principalmente a partir de la calle
200 sobre la Avenida Carrera 7, la cual delimita la zona urbana de la rural. Sin embargo, no hay
videovigilancia en la zona rural.
313
En Chapinero, las videocámaras están en colindancia de los barrios Siberia y Pardo Rubio.
Para el caso de la localidad de Santa Fe, las videocámaras están sobre la Avenida Circunvalar y las
vías a Choachí y La Calera.
Mapa 54. Registros de videocámaras en zona rural de San Cristóbal a 31 de diciembre de 2021
Fuente: Elaborado por la Oficina de Análisis de Información y Estudios Estratégicos con información de SIEDCO,
consultada en febrero de 2022
314
En San Cristóbal, las pocas que se encuentran están sobre los límites de los barrios Los Alpes y Juan
Rey sobre la antigua vía de salida de Bogotá a Villavicencio.
Para el caso de Usme se tiene de igual manera algunas videocámaras sobre la antigua vía de salida
a Villavicencio, así como sobre la Autopista al Llano y en los límites de los sectores de Villa Diana y
Tibaque Sur.
315
En Suba se encuentran videocámaras en los límites de los barrios Las Mercedes Rural y la vía a
Guaymaral.
Mapa 57. Registros de videocámaras en zona rural de Ciudad Bolívar a 31 de diciembre de 2021
Fuente: Elaborado por la Oficina de Análisis de Información y Estudios Estratégicos con información de SIEDCO,
consultada en febrero de 2022
Finalmente, para el caso de Ciudad Bolívar, las videocámaras están en las zonas limítrofes de los
barrios Nueva Esperanza, Bella Flor, Mochuelo y las vías a Quiba, Pasquilla y Sumapaz.
Los pueblos indígenas existentes y asentados en el área urbana del distrito, se encuentran
configurados en 14 cabildos indígenas: Cabildo Indígena Muisca de Suba, Cabildo Indígena Muisca
de Bosa Bogotá, Cabildo Indígena Kichwa (Ecuador), Cabildo Indígena Ambiká etnia pijao (Tolima),
Cabildo Indígena Nasa (Hiila y Cauca), Cabildo Indígena Inga (Putumayo), Cabildo indígena Uitoto
(Putumayo, Amazonas, Caqueta), Cabildo Indígena yanacona (Cauca), Cabildo Indígena Wounaan
Nonam (Choco, Valle del cauca), Cabildo indígena de los pastos (Nariño), Cabildo Indígena Misak
Misak (Silvia Cauca), Cabildo Indígena Camentsa (Sibundoy, Putumayo), Cabildo indígena Tubu (
Vaupes), Cabildo indígena Eperara Siapede (Cauca).
En cuanto a los sitios sagrados, éstos se ubican en los sentidos y significados que las comunidades
han expresado de diferentes maneras en los territorios, los cuales se exponen de formas materiales
e inmateriales. Por lo tanto, se encuentran reflejados en prácticas culturales, medios de vida,
identidad, cultural, naturaleza y productividad. Es así, como desde la perspectiva las comunidades
Indígenas Muiscas de Bosa, se identifican los siguientes sitios sagrados:
317
Tabla 71. Lugares identificados como relevantes para el pueblo Muisca en la localidad de Suba
Fuente: (IDT-Cabildo Indígena Mhuysqa de Bosa, 2012; INCODER, 2013; Gómez-Montañez y Reyes,2017; Aljure-
Garzón,2020, Cabildo Indígena Muisca de Suba, 2021). Modificado: Autor,2022.
Humedal Torca-Guaymaral- Pieza Rural Santiago Villa, 2012 y IDT-Cabildo Indígena Mhuysqa
5
Norte de Bosa, 2012
Referencias bibliográficas
● Aljure-Garzón S., 2020. Los indígenas muiscas de Suba: La lucha por la conservación de los cerros
de Suba -Santuario A y B o Santuario La Toma. Disponible en:
https://bdigital.uexternado.edu.co/bitstream/handle/001/4113/DAA-spa-2020-
Los_indigenas_muiscas_de_Suba_la_lucha_por_la_conservacion_de_los_cerros_de_Suba?seq
uence=1&isAllowed=y. Consultado en marzo 2022.
318
● DANE, 2018. Visor de pueblos indígenas 2018. Disponible en:
https://www.dane.gov.co/index.php/estadisticas-por-tema/demografia-y-poblacion/grupos-
etnicos/informacion-tecnica. Consultado en marso 2022.
● Instituto Distrital de Turismo-IDT - Cabildo Indígena Mhuysqa de Bosa, 2012. Retornando por el
camino de los antiguos. Disponible en:
https://www.idt.gov.co/sites/default/files/publicaciones/Retornando%20por%20el%20Camin
o%20de%20los%20Antiguos.pdf. Consultado marzo de 2022.
● Santiago-Villa, 2012. Importancia histórica y cultural de los humedales del borde norte de
Bogotá (Colombia) Disponible en:
http://www.scielo.org.co/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0123-42262012000100018.
Consultado en marzo de 2022.
319
▪ Fortalecer el sentido de pertenencia frente a la ruralidad, para que la ciudadanía
beneficiada tanto directa como indirectamente, reconozca su potencial productivo,
su cultura campesina y participe en su protección, conservación y mejoramiento.
▪ Reconocer a la comunidad campesina y rural como principal beneficiario y actor
estratégico en la formulación de la Política Pública de Ruralidad del Distrito Capital.
El sentido o tono en la comunicación que se incorporará dentro del proceso de participación ha tenido
las siguientes características:
▪ Pedagógico cercano: Con una explicación que contenga un lenguaje claro y sencillo
y que motive a las comunidades a involucrar otros actores al proceso.
▪ Inspirador: Transmitir un mensaje que motive a las y los actores estratégicos a una
participación incidente, democrática y continua.
▪ Amable y servicial: Permitir una amplia participación, escuchar y responder siempre
las preguntas de los actores estratégicos.
▪ Incluyente: La comunidad campesina y rural de Bogotá D.C. deben sentir que todos
y todas pueden participar, incentivar continuamente a una activa y continua
participación.
320
conceptual que también se encuentra articulado al proceso de reformulación de la
PPR.
▪ Material impreso: Comunicación a los habitantes de la vivienda rural dispersa a
través de afiches y volantes sobre las actividades y escenarios de participación para
la reformulación de la Política Pública de Ruralidad del D.C.
▪ Mailing correo masivo: Elaboración de piezas gráficas para invitar a la ciudadanía a
inscribirse en la fase de formulación de la Política Pública de Ruralidad del D.C.
▪ Lógicas propias: Basados en las diferentes redes comunitarias existentes en el
territorio, los espacios de representación donde participan actores estratégicos y
transmisión del proceso y motivación a participar a través de “voz a voz”; así como
llamadas telefónicas.
321
Localidad/pieza Enunciado Variable Descripción
rural
322
Localidad/pieza Enunciado Variable Descripción
rural
323
Localidad/pieza Enunciado Variable Descripción
rural
alumbrado público
y ASB)
324
Localidad/pieza Enunciado Variable Descripción
rural
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Localidad/pieza Enunciado Variable Descripción
rural
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Localidad/pieza Enunciado Variable Descripción
rural
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Localidad/pieza Enunciado Variable Descripción
rural
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Localidad/pieza Enunciado Variable Descripción
rural
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Localidad/pieza Enunciado Variable Descripción
rural
330
Localidad/pieza Enunciado Variable Descripción
rural
331
10.13. CRONOGRAMA DE PARTICIPACIÓN
Entre agosto de 2021 y marzo de 2022, se desarrollaron 44 actividades de participación, para un promedio de 6 actividades por mes. En este
aspecto es importante señalar, que todo el proceso de reformulación de la política de ruralidad, incluyendo las actividades de participación, se
ha desarrollado en el marco del proyecto de inversión 7629 de la Secretaría Distrital de Planeación. Los presupuestos generales para el proceso
de reformulación, sin desagregar lo correspondiente a las actividades de participación son: de $177.308.760 en 2021 y $625.000.000 en 2022.
En el siguiente cuadro se describen los meses, las actividades desarrolladas y las localidades.
Cantidad de
Mes Actividades y localidad actividades
332
Cantidad de
Mes Actividades y localidad actividades
▪ Actividad Jornada Complemento Comisión Local para la Política Social (CLOPS): localidad de
Ciudad Bolívar.
Octubre de 2021 ▪ Participación en reunión Pacto por la vida campesina (Decreto local de ruralidad y política
6
pública de ruralidad): localidad de Usme.
333
Cantidad de
Mes Actividades y localidad actividades
▪ Actividad Diálogos rurales con actores externos: virtual con organizaciones sociales.
334
Cantidad de
Mes Actividades y localidad actividades
Marzo de 2022 ▪ Actividad la niñez construye e incide en la transformación de sus territorios (diálogos rurales
con niños/as): localidad de Usme.
335
Cantidad de
Mes Actividades y localidad actividades
Total actividades 44
336
10.14. PROBLEMÁTICAS ENUNCIADAS POR MUJERES RURALES Y CAMPESINAS
Productividad, seguridad y
Suba- Chorrillos El empleo no es informal.
soberanía alimentaria
Suba- Chorrillos ETB no tiene cobertura en todas partes. Hábitat rural y bienestar social
Suba- Chorrillos Afectación de las vías debido a las lluvias Movilidad y transporte rural
337
Localidad Problemática enunciada Eje temático
Suba- Chorrillos Necesidad de un jardín del Bienestar Familiar Hábitat rural y bienestar social
Suba- Chorrillos Necesidad de un parque para los niños/as Hábitat rural y bienestar social
Productividad, seguridad y
Suba- Chorrillos No hay donde cultivar quinua
soberanía alimentaria
Suba- Chorrillos Las calles se vuelven barro cuando llueve Movilidad y transporte rural
338
Localidad Problemática enunciada Eje temático
Suba- Chorrillos No hay un Hospital, solo en Cota o Suba Hábitat rural y bienestar social
339
Localidad Problemática enunciada Eje temático
Hay otros lugares donde no hay servicio de Hábitat rural y bienestar social
Chapinero-Santafé
internet.
No hay espacio público por lo que sus puntos Hábitat rural y bienestar social
Chapinero-Santafé
de reunión son las casas de los vecinos.
No hay espacios para que los niños de la Hábitat rural y bienestar social
Chapinero-Santafé
vereda puedan encontrarse y jugar.
340
Localidad Problemática enunciada Eje temático
Productividad, seguridad y
Chapinero-Santafé No hay donde cultivar quinua
soberanía alimentaria
Chapinero-Santafé Las calles se vuelven barro a lo que llueve Movilidad y transporte rural
Las basuras, el no reciclar y sacar las basuras Hábitat rural y bienestar social
Chapinero-Santafé
los días que son.
341
Localidad Problemática enunciada Eje temático
Ciudad Bolívar Bajo costo en los productos agrícolas a la hora Productividad, seguridad y
de venderlos. soberanía alimentaria
342
Localidad Problemática enunciada Eje temático
Barreras en las rutas de acceso a los servicios Hábitat rural y bienestar social
Usme
de salud
Usme Déficit en cobertura y calidad del internet Hábitat rural y bienestar social
Usme Las mujeres consideran que las rutas que se Movilidad y transporte rural
prestan son insuficientes y mantienen a la
343
Localidad Problemática enunciada Eje temático
344
Localidad Problemática enunciada Eje temático
345
Localidad Problemática enunciada Eje temático
Ciudad Bolívar Deficiente servicio de gas natural. Hábitat rural y bienestar social
346
10.15. PILARES Y LÍNEAS ESTRATÉGICAS DEL PND 2018-2022 “PACTO POR COLOMBIA, PACTO POR LA
EQUIDAD”
Tabla 72. Pilares y líneas estratégicas del PND 2018-2022 “Pacto por Colombia, pacto por la Equidad”
Fuente: elaboración propia con base en el DNP, 2018
Pilares Líneas
Participación ciudadana
Transformación empresarial
Un mundo de posibilidades
Emprendimiento
Estado simple
Turismo
347
Pilares Líneas
Plan Nacional
Avanzar hacia una educación que contribuye a la equidad compensando
Decenal de
las desventajas socioeconómicas y para generar igualdad de
Educación 2016 –
oportunidades y logra resultados socialmente deseables para todos, lo
2026 “El camino
cual exige un Estado que toma las medidas necesarias para que el sistema
hacia la calidad y
educativo mejore continuamente.
equidad”
348
Política Pública Objetivo
Política Nacional de
la Gestión de Riesgo
de Desastres y el Reducir el riesgo y para el manejo de desastres, con el propósito explícito
Sistema Nacional de de contribuir a la seguridad, el bienestar, la calidad de vida de las
Gestión del Riesgo, a personas y al desarrollo sostenible.
partir de la Ley
1523 de 2012
Política de Atención Promover y garantizar el desarrollo infantil de las niñas y los niños desde
Integral a la Primera su gestación hasta los seis años, a través de un trabajo unificado e
Infancia De Cero a intersectorial que, desde la perspectiva de derechos y con un enfoque
Siempre diferencial, articula y promueve el desarrollo de planes, programas,
349
Política Pública Objetivo
350
10.17. PROBLEMÁTICAS DE LA POLÍTICA PÚBLICA DE RURALIDAD
EN ESTA VARIABLE SE PERCIBE COMO CONFLICTIVOS, LOS NO HAY DATOS QUE SOPORTEN ESTA AFIRMACIÓN.
PÉRDIDA DE IDENTIDAD CULTURAL RELACIONAMIENTOS ENTRE ANTIGUOS Y NUEVOS HABITANTES DE
(V6U) RURALIDAD; ASÍ COMO EL DESINTERÉS Y DESCONOCIMIENTO DE LA
IDENTIDAD CULTURAL.
ESTA VARIABLE SE PERCIBE COMO EL ABANDONO VOLUNTARIO, DENTRO DE LA EEP, SE ENCUENTRA EL SISTEMA DISTRITAL DE ÁREAS
PÉRDIDA DE VOCACIÓN AGRÍCOLA INVOLUNTARIO O INDUCIDO DE LAS ACTIVIDADES ASOCIADAS CON EL PROTEGIDAS, QUE SE COMPONE DE LOS PARQUES DISTRITALES
(V5U) TRABAJO DE LA TIERRA. DIFIERE DE LA VARIABLE ACTIVIDADES ECOLÓGICOS DE MONTAÑA, LA RESERVA DISTRITAL DE HUMEDAL Y
PRODUCTIVAS LOS PAISAJES SOSTENIBLES. EN ESTOS ÚLTIMOS, SE PERMITE
ACTIVIDAD AGROPECUARIA CON ELEMENTOS DE PROTECCIÓN
AMBIENTAL, Y CABE RESALTAR QUE, DE LAS CASI 11.000 HAS DE LOS
PAISAJES SOSTENIBLES, CERCA DE 9.000 HAS SE LOCALIZAN EN LA
PIEZA RURAL SUMAPAZ, Y EL ÁREA RESTANTE SE LOCALIZA EN LA PIEZA
RURAL CUENCA DEL TUNJUELO.
EN ESTA VARIABLE, LA COMUNIDAD INCLUYE ASPECTOS COMO EL COSTO VER INFORMACIÓN, VARIABLE PÉRDIDA DE VOCACIÓN AGRÍCOLA.
DIFICULTADES EN ACTIVIDADES DE INSUMOS, RUPTURAS DE CADENAS PRODUCTIVAS Y
PRODUCTIVAS (V5C) COMERCIALIZACIÓN EN MANOS DE INTERMEDIARIOS, QUE DISMINUYEN
LAS GANANCIAS.
351
SOBRE PRÁCTICAS IDENTITARIAS:
352
DE ACUERDO CON EL DECRETO 555 DE 2021 (PLAN DE
ORDENAMIENTO TERRITORIAL DE BOGOTÁ), DE LAS 123.000 HAS DE
LAS PIEZAS RURALES, CERCA DEL 92% DEL ÁREA SE ENCUENTRA
DENTRO DE LA ESTRUCTURA ECOLÓGICA PRINCIPAL (EEP), DONDE
CONFLUYEN DETERMINANTES AMBIENTALES Y CATEGORÍAS DE
PROTECCIÓN DE ORDEN NACIONAL, REGIONAL Y DISTRITAL. EN CASO
DE PRESENTARSE SUPERPOSICIÓN DE LAS CATEGORÍAS, PREVALECERÁ
LA DE MAYOR JERARQUÍA. OTRO DATO DE RELEVANCIA ES QUE,
CERCA DEL 70% DEL TOTAL DE ÁREA EN EEP SE ENCUENTRA EN LA
PIEZA RURAL DE SUMAPAZ Y EL 21% EN LA PIEZA RURAL CUENCA DEL
TUNJUELO
LA COMUNIDAD PERCIBE QUE EXISTEN NORMAS QUE DIFICULTAN EL
NORMAS PROHIBITIVAS (V4C) DESARROLLO DE ACTIVIDADES PRODUCTIVAS O EL EJERCICIO PLENO DE DESDE OTRA PERSPECTIVA, SUMAPAZ TIENE APROXIMADAMENTE EL
DERECHOS. 99% DE SU ÁREA EN ESTRUCTURA ECOLÓGICA PRINCIPAL, LE SIGUEN
CUENCA DEL TUNJUELO CON 87%, CERROS ORIENTALES CON 65% Y
TORCA CON EL 60%
EXPANSIÓN URBANA NO LA COMUNIDAD LO PERCIBE COMO EL CRECIMIENTO DE LA CIUDAD SOBRE SIN INFORMACIÓN PARA ESTA VARIABLE
CONTROLADA (V8CB) SUELO RURAL.
ESTA VARIABLE EXPRESA CIERTA HOMOGENEIZACIÓN O SIN INFORMACIÓN PARA ESTA VARIABLE
AUSENCIA DE ENFOQUE RURAL EN
ESTANDARIZACIÓN CON CRITERIOS URBANOS EN EL SISTEMA EDUCATIVO,
EDUCACIÓN (V10U)
QUE DESCONOCE LAS PARTICULARIDADES DE LAS POBLACIONES RURALES.
353
DIAGNÓSTICO SECTORIAL QUE DÉ CUENTA DEL ESTADO DE CADA
UNO DE LOS SEGMENTOS VIALES.
LA COMUNIDAD EVIDENCIA QUE HAY DIFICULTADES PARA EJERCER LA SOBRE LA FALTA DE RELEVOS
PARTICIPACIÓN, Y ESTO SE VE REFLEJADO EN EL AUSENTISMO EN
DIFICULTADES EN PARTICIPACIÓN Y DE ACUERDO A LOS DATOS CUANTITATIVOS DEL EJERCICIO DE
ESPACIOS DE PARTICIPACIÓN, LA FALTA DE RELEVOS ENTRE LOS
LIDERAZGOS (V11CB) PARTICIPACIÓN REALIZADO PARA ESTE DIAGNÓSTICO, LA MAYORÍA
LIDERAZGOS Y; LA FALTA DE MECANISMOS PARA CONSTRUIR
CONSENSOS Y TOMAR DECISIONES DE LAS PERSONAS PARTICIPANTES FUERON ADULTOS MAYORES Y,
SUELEN REPETIR EN TODOS ESPACIOS DE PARTICIPACIÓN.
LA COMUNIDAD HACE REFERENCIA A LA POCA PRESENCIA DE LA MAYORÍA DE LOS SECTORES HACE PRESENCIA EN TODAS PIEZAS
AUSENCIA INSTITUCIONAL (V1CB) INSTITUCIONES EN LOS TERRITORIOS, Y A LA POCA EFICACIA Y EFICIENCIA RURALES. DESTACA LA SECRETARÍA DISTRITAL DE DESARROLLO
DE SU ACCIONAR. ECONÓMICO, SECRETARÍA DISTRITAL DE LA MUJER Y ALCALDÍAS
LOCALES.
ESTA VARIABLE SE PERCIBE COMO LA AUSENCIA DE MECANISMOS Y NO HAY UN PORTAL O ESTRATEGIA DE COMUNICACIÓN QUE LE
DESCONOCIMIENTOS JURÍDICOS
CANALES DE COMUNICACIÓN DE LAS NORMAS, AJUSTADOS A LAS PERMITA A LA COMUNIDAD ACCEDER A LA OFERTA INSTITUCIONAL Y
(V7C)
PARTICULARIDADES DE LAS COMUNIDADES RURALES. REGLAMENTACIÓN DE CADA PIEZA RURAL.
354
LAS INSTANCIAS DE PARTICIPACIÓN DE ESTA POLÍTICA – ULDER Y
POCA INCIDENCIA DE COMUNIDAD LAS COMUNIDADES INTERPRETAN QUE NO SE LES HA CONSULTADO
EXTESULTIVO DE DESARROLLO RURAL- SON INSTANCIAS
EN LAS DECISIONES (V10C) FRENTE A LAS DECISIONES QUE SE TOMAN SOBRE SUS TERRITORIOS.
CONSULTIVAS.
355
SOBRE PATRIMONIO CULTURAL INMATERIAL:
356