Nota Técnica 3 Fraude 19.09.23

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Universidad Panamericana

Facultad de Ciencias Económicas

Auditoría V

FRAUDE

Nota Técnica

Catedrático: Lic. David Asael Pérez L.

Guatemala, 19 de septiembre de 2023


¿Qué es el Fraude?

Definición:

En el sentido más amplio, el fraude puede abarcar cualquier delito para ganancias que utiliza el
engaño como su principal modus operandi. Más específicamente, el fraude se define por el Black´s
Law Dictionary como: “Una declaración falsa a sabiendas de la verdad o la ocultación de un hecho
material para inducir a otro a actuar en su detrimento”

El fraude abarca una amplia gama de irregularidades y actos ilegales caracterizados por engaño o
tergiversación intencional.

Según la ACFE (Asociación de Examinadores de Fraude Certificados): “Fraude es cualquier


actividad o acción con el propósito de enriquecimiento personal a través del uso inapropiado de
recursos o activos de una organización por parte de una persona.”

Según el Instituto Estadounidense de Contadores Públicos Certificados “fraude es el uso de acciones


que buscan presentar ante los inversionistas, analistas y/o mercado una situación no realista de la
Compañía con el fin de cumplir con las expectativas de alguno o algunos de los grupos de interés”.

Según IIA (The Institute of Internal Auditors), fraude es cualquier acto ilegal caracterizado por el
engaño, el ocultamiento o la violación de la confianza.

Tipos de Fraude

El fraude puede comprometer a una empresa, ya sea internamente por empleados, directivos,
funcionarios o propietarios de la empresa, o externamente por los clientes, proveedores y otras
partes. Otras formas de defraudar a las personas, en lugar de a las empresas.

Fraude interno

El fraude interno, también llamado fraude laboral, se puede definir como: ". El uso de la ocupación o
empleo de uno para el enriquecimiento personal a través del mal uso deliberado o mala aplicación
de los recursos o activos de la organización" En pocas palabras, este tipo de fraude se produce
cuando un empleado, gerente, o ejecutivo comete fraude en contra de su empleador.

Fraude Externo

El fraude externo contra una compañía cubre una amplia gama de esquemas. Vendedores
deshonestos que podrían participar en esquemas de manipulación de licitaciones, facturación a la
empresa por bienes o servicios no prestados, solicitudes de sobornos a los empleados. Del mismo
modo, los clientes deshonestos podrían presentar cheques sin fondos o información de una cuenta
falsificada para el pago, o podrían tratar de devolver los productos robados o rebajados para un
reembolso. Además, las organizaciones también se enfrentan a amenazas de violaciones a la
seguridad y robos de propiedad intelectual cometidos por terceros desconocidos. Otros ejemplos de
fraudes cometidos por terceros externos incluyen la piratería, el robo de información confidencial, el
fraude fiscal, quiebra fraudulenta, fraude a seguros, fraude de atención médica, y el fraude de
préstamo.

Fraude Contra Personas

Numerosos defraudadores también han ideado planes para defraudar a las personas. El robo de
identidad, los esquemas de Ponzi, esquemas de phishing, y los fraudes con los pagos por
adelantado.
Clasificación del fraude – Árbol del fraude

La ACFE ofrece la clasificación más aceptada en el mundo de fraudes corporativos. A continuación,


se presenta una descripción y sus características, mismas que son importantes de considerar al
realizar una auditoría forense.

El árbol del fraude


Fuente: Association of Certified Fraud Examiners

Corrupción:
Esta categoría de fraude encuadra todas aquellas actividades en donde los empleados de una
empresa utilizan indebidamente sus influencias para obtener un beneficio personal. (Ejemplo: Pago
de sobornos, extorsión, etc.)

Apropiación indebida o malversación de activos:


Son aquellos esquemas de fraude en los cuales la persona que lleva a cabo la acción de fraude
realiza sustracciones de activos o utiliza tales activos u otros recursos de la compañía para beneficio
propio.
(Ejemplos: Desvíos de fondos a través de recibos falsos, robo de bienes y falsificación de cheques
de la empresa.)

Alteración / manipulación de reportes financieros:


Son aquellos eventos de fraude en donde se ejecutan maniobras con el propósito de generar estados
financieros que no reflejan adecuadamente la realidad económica de la compañía.
(Ejemplos: registro ficticio de ingresos, inadecuado reconocimiento de pérdidas, reporte de activos
falsos o sobre-valuados).
Factores del Fraude

El triángulo del fraude es un modelo para explicar los factores que hacen que una persona llegue a
cometer fraude. Se trata de un modelo desarrollado por el Dr. Donald Cressey, un criminólogo cuya
investigación se centró en malversadores-gente que llamó "violadores de confianza."

Triángulo del fraude


¿Por qué las personas de confianza cometen fraudes? Esta es la pregunta fundamental que aborda
la teoría del triángulo del fraude, con sus tres variables que pasaremos a describir:

Fuente: Donald Cressey

1. LA PRESIÓN/ Incentivo (Necesidad):

El primero de los elementos del triángulo del fraude representa la presión. Esto es lo que motiva el
delito en primer lugar. El sujeto tiene algunos problemas financieros que no es capaz de resolver por
medios legítimos, así que empieza a considerar el llevar a cabo un acto ilegal, como robar efectivo
o falsificar los estados contables, como una forma de resolver su problema. El problema financiero
puede ser personal (por ejemplo: demasiadas deudas personales) o profesional (por ejemplo: su
trabajo o negocio están en peligro).
Algunos ejemplos de situaciones de presión comunes que conducen a las personas a cometer un
fraude incluyen:
• Imposibilidad de pagar las facturas.
• Adicción a las drogas o el juego.
• Necesidad de alcanzar unas ganancias para mantener a los inversores.
• Necesidad de alcanzar unos objetivos de productividad.
• Deseos de tener un estatus de vida superior, con una casa más grande un coche más
bonito, etc..
• “Solo estoy tomando prestado el dinero”
• “Me lo deben porque me lo merezco”
• “Es porque mi familia lo necesita”
• “No me pagan lo suficiente para el trabajo que hago”

Debilidades identificadas:
• Inexistencia de procedimientos tendientes a verificar el estado financiero de funcionarios claves de
la compañía.
• Inexistencia de canales de comunicación adecuados para informar situaciones especiales.
2. Oportunidad percibida

La segunda pata del triángulo del fraude es la oportunidad percibida, la cual define el método por el
cual se cometerá el ilícito. La persona debe ver alguna forma por la cual puede usar (abusar) su
posición de confianza para resolver sus problemas financieros con una baja percepción del riesgo
de ser descubierto.

Es también crítico que el que comete el fraude sea capaz de resolver su problema en secreto. Mucha
gente comete fraudes, delitos de guante blanco, para mantener su estatus social. De hecho, robarían
para resolver un problema con las drogas, pagar deudas, o adquirir coches o casas. Si un
perpetrador de fraude es “pescado” manipulando o falsificando información financiera, esto dañará
su estatus tanto como los problemas subyacentes que estaba tratando de conciliar. Por lo tanto, el
defraudador, no sólo será capaz de robar fondos, también tiene que ser capaz de hacerlo de tal
forma que no pueda ser cogido y que el delito en sí mismo no pueda ser detectado.

Por ejemplo:
Un cajero ejercita el hábito de retirar mensualmente importantes sumas de dinero en forma directa
de la caja de la empresa y, ante las necesidades de efectivo propias de su actividad, genera
requerimientos de efectivo y esconde las diferencias en las partidas a rendir.

Debilidades identificadas:
• Inexistencia de procedimientos básicos de control interno, tales como arqueos de fondos
sorpresivos por parte de Auditoría Interna.
• Uso discrecional del efectivo por parte del tesorero sin ningún tipo de control.
• Desconocimiento de la operatoria y procesos de tesorería y ausencia de diagramación de los
controles internos.

3. Racionalización

La tercera pata del triángulo del fraude es la Racionalización. La mayoría de las personas que
comenten un fraude es la primera vez que lo hacen y no tienen un pasado como delincuentes. Son
personas que se ven a si mismos como normales, personas honestas a las que les han sobrevenido
una serie de situaciones. Consecuentemente, el defraudador deberá justificar sus actos de una forma
que sean aceptables o justificables.

Las racionalizaciones que normalmente se hace una persona que comete un fraude son:
• “Solo estoy tomando prestado el dinero”
• “Me lo deben porque me lo merezco”
• “Es porque mi familia lo necesita”
• “No me pagan lo suficiente para el trabajo que hago

De acuerdo con estudios realizados por la Asociación de Examinadores de Fraude, 10% de las
personas son completamente éticas, otro 10% son capaces de realizar un fraude y un 80% actúan
de acuerdo con la situación.
Estos datos nos muestran que un 80% de los que cometen fraudes son propensos a racionalizar,
porque buscan ajustar su conducta a su conciencia ética. Las principales racionalizaciones son, por
ejemplo: He trabajado mucho sin recompensa, por lo que merezco obtener más dinero a cambio,
“todo el mundo lo hace”, “será un préstamo temporal”, entre los más comunes.

Triángulo de la Integridad

Sirviendo como contrapeso al Triángulo del Fraude, el Triángulo de la Integridad enfatiza los valores
que alientan a las personas a hacer lo correcto para la organización. Por lo tanto, sin importar dónde
se encuentre alguien dentro de una organización, este triángulo se aplica a su rol, es decir, define
cómo hace su trabajo.

Los tres elementos del Triángulo de la Integridad son la responsabilidad, la rendición de cuentas y
la autoridad. Cuando una persona entiende y aprecia que tiene una responsabilidad con su
organización, que es responsable de su misión y que tiene la autoridad para efectuar un cambio
positivo en esa organización, una cultura que no tolera conductas impropias o inapropiadas, como
el fraude, es más probable que persista. La base de este concepto es la conciencia. Promover la
conciencia entre los empleados sobre la amenaza del fraude y su capacidad para combatirlo es
esencial para crear una cultura antifraude y puede ser una herramienta vital para combatir el fraude
en la organización.

Fuente: ACFE

El Diamante del Fraude

Investigaciones recientes añaden una nueva variable que influye en el fraude, ésta es la
Capacidad/Conocimiento, y con esto “El Triángulo del Fraude” se sustituye por el “Diamante del
Fraude”. En este modelo se incorpora la capacidad del individuo para cometer el fraude, debido a
que estadísticamente aquellos fraudes cuyo impacto ha sido mayor en la organización han sido
cometidos por personal de alto perfil; por tal motivo, es necesario considerar tanto las características
personales como el nivel de habilidades de los mismos.
Diamante del Fraude

Fuente: ACFE

Es importante considerar la variable “Capacidad”, porque los sistemas de control y detección de la


organización deberán estar preparados para detectar defraudadores de todo tipo; desde personas
comunes que debido a presiones excepcionales realizan un acto de fraude y hasta aquellos que
cuentan con capacidades e incluso redes de delincuencia organizada y que pueden infringir grave
daño a la organización.

El Pentágono del Fraude

Quinta variable: La Motivación


El modelo clásico cuenta con gran aceptación y dadas las interpretaciones, complementaciones e,
incluso, adaptaciones a las tres variables expuestas por Cressey en el triángulo del fraude y
aceptando la incorporación de la variable Capacidad/Conocimiento como independiente de las
previas tres en especial de la oportunidad, aún es posible considerar condiciones que refinan el
modelo de comprensión y analizar de manera independiente la Motivación del defraudador.

La motivación ha sido definida como la fuerza que impulsa la acción, es lo que hace que el sujeto
pase de pensar a hacer; esta es una conjunción entre percepción, emoción y conducta, en la cual la
forma en que el sujeto percibe el mundo, los valores del contexto, una jerarquía de valores en relación
con sus necesidades y las creencias de merecimiento y justicia, entre otros.

El perpetrador no muestra dificultades económicas y su estilo de vida es acorde con su nivel de


ingresos. Racionalizaciones como “lo hice para ver si se podía” o “quería saber qué se sentía hacer
algo así” o “lo hice porque varios lo hacían; desde que lo hice, he tenido más amigos, pero no me he
gastado un centavo; si quieren, lo devuelvo”, es decir, ideaciones que tampoco cumplen a cabalidad
con la condición de racionalización en cuanto a proteger su imagen de no culpable.

Fuentes:
René Humberto Márquez Arcila, “Auditoría Forense”, 2018
Universidad de Palermo, “Métodos de Prevención, detección e investigación de fraudes de
empresas”
ACFE, “Jugadas contra el Fraude” La mejor defensa es un buen ataque.
ACFE, capítulo España

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