El Arte de La Terapia

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UNIVERSIDAD VIZCAYA DE LAS AMERICAS

ENSAYO: EL ARTE DE LA TERAPIA

“SEGUNDA PARCIAL”

ALUMNA: GALILEA DANAE PAZ CARRIZALES

MAESTRO: ELEAZAR LOPEZ CUEVA

LICENCIATURA: PSICOLOGIA

MODALIDAD: ESCOLARIZADA

FECHA: 23 DE FEBRERO DEL 2023.


INICIO

Este libro trata sobre la curación del alma. Donde se necesita curación, hay una
herida, un problema, una tirantez o una molestia. Y obviamente alguien que resultó
herido. Bastantes personas buscan la curación de viejas heridas, la mayoría de las
veces creadas en la niñez o la juventud, que continúan doliendo y tienen un impacto
limitado en su historia actual.
En esta situación, el afectado no sabe cómo afrontar el caso en el que se encuentra,
lo que le provoca sufrimiento. Tienes que aprender de eso y tener una visión más
amplia. También hay algunas personas que viven en un estado de confusión y
retraimiento, que es el sello distintivo de la sociedad occidental actual y que está
fundamentalmente expuesta a los problemas sociales. Buscan orientación y
experiencias que les permitan trascender sus retraimientos internos.
Lo que hace un terapeuta hoy es, hace miles de años y aún lo es, la función del
clérigo, chamán y sanador en la sociedad. Los psicólogos y psicoterapeutas son
curanderos espirituales en nuestro propio tiempo.

Gracias a un siglo de investigación y experiencia, ahora tenemos innumerables


conocimientos sobre la psique humana y su desarrollo, hemos aprendido mucho y
adquirido un conocimiento enciclopédico al respecto.

Soy consciente de que las personas han experimentado la curación a lo largo de su


historia en múltiples modalidades, y que solo una parte de la curación tiene cabida
en el campo terapéutico.

Este libro trata más que cualquier otra cosa con una perspectiva de sanación
terapéutica y es mi respuesta personal a una pregunta formulada anteriormente. La
primera parte está dirigida principalmente al terapeuta principiante, donde las
reflexiones sobre el arte de la terapia y la curación, desarrolladas en la segunda
mitad del libro, también pueden ser de interés para los 'veteranos'.
DESAROLLO

A continuación daré una pequeña reseña de cada uno de los capítulos vistos en
este primer capitulo llamado “EL SER HUMANO CON SU HERIDA”:

CAPITULO 1: NUESTRAHISTORIA PERSONAL.

Un hecho fundamental es que cada uno de nosotros ha recibido una cierta medida
de cuidados de su familia, de sustento material, de amor de quienes le han querido,
y de formación en su infancia y juventud. Y todos sabemos cuáles de nuestras
necesidades no fueron satisfechas y lo que nos faltó. hay también necesidades no
satisfechas de las que uno no es en modo alguno consciente, sencillamente porque
nunca fueron satisfechas.

Cada uno de nosotros tiene su propia historia de vida. Es única y, no obstante, a la


vez es similar a otras historias de vida. Al fin y al cabo, mis semejantes y yo vamos
en el mismo barco de la existencia humana. Independientemente de cómo sea una
historia de vida, en el fondo tiene dos caras: por un lado, lo que uno ha recibido; por
otro, aquello que le falta, porque no lo ha recibido. Ningún ser humano ha recibido
siempre todo lo que ha necesitado o ha deseado, y nadie ha experimentado
únicamente privación en su vida.

CAPITULO 2: EL PODER DE LOS PADRES.

El niño que viene a este mundo decepcionará inevitablemente a sus progenitores.


Esto es necesario para ambas partes y no se puede evitar.

Lo que al principio es una relación simbiótica entre el bebé y su madre, desemboca


después en la relación de un niño profunda-mente vinculado con su familia, y se
convierte a lo largo de la pubertad y la adolescencia en una relación cada vez más
independiente. En este proceso, el “no” rebelde del adolescente tiene un papel
absolutamente necesario, pues le fortalece y le ancla en su propia individualidad.
Cuando ha llegado a ser adulto, el hijo o la hija emprende su propio camino. A este
camino pertenece también la propia mochila con los problemas no resueltos y las
heridas no curadas, y también la manera de lidiar con todo ello.

Los padres son responsables de sus hijos y ejercen una gran influencia sobre ellos
mientras son pequeños.

CAPITULO 3: HERIDAS EN EL CAMPO DE LA FAMILIA.

Algunas heridas nos las ponen en cierto modo como herencia en la cuna.

Normalmente, esta dinámica surge de una situación tan dolorosa en la historia de


la familia, que las personas implicadas en aquel momento no pudieron superarla.
En consecuencia reaccionaron excluyendo a determinados miembros de la familia
o reprimiendo algunos de sus sentimientos. Estos asuntos no resueltos se
transmiten luego a los descendientes. Un ser humano es su familia, es la esencia
de todas las personas que vivieron antes que él y de todos los acontecimientos que
lo precedieron.

Algunas dinámicas separadas y reprimidas, es decir, no resueltas, de la propia


familia son escenificadas de nuevo por los descendientes, con el fin de poder
integrarlas de este modo. Esto explica la repetición de ciertos patrones, que
aparecen en algunas familias a lo largo de varias generaciones. Uno de los puntos
fuertes de las constelaciones familiares consiste en hacer visibles estas dinámicas
para, en un segundo paso, integrarlas.

CAPITULO 4: SITUACIONES ACTUALES DOLOROSAS.

Nada es más difícil que no cambiar, porque todo lo que nos rodea se encuentra en
continuo movimiento. Incluso nuestro cuerpo se halla en un proceso de renovación
y, a la vez, de envejecimiento. Si en la vida hay una constante, esa constante es
que la vida cambia continuamente.

Tenemos miedo a cualquier cambio sobre todo cuando la situación actual es


cómoda o cuando sentimos una gran necesidad de seguridad y control. Porque lo
nuevo, lo desconocido, nos hace sentir angustia, ya que exige de nosotros que
sigamos adelante, que dejemos atrás aquello con lo que estamos familiarizados y
que crezcamos.

Algunas personas acuden a terapia porque, debido a un cambio en las


circunstancias de su vida, entran en un terreno desconocido, donde les resulta difícil
moverse. Les falta la experiencia que podría proporcionales orientación.

También hay personas que se han quedado estancadas. Son como niños grandes,
que no quieren crecer.

CAPITULO 5: LAS HERIDAS DE NUESTRA SOCIEDAD.

En la terapia se presta poca atención a las circunstancias sociales en las que


vivimos.

El individualismo, que da primacía al individuo sobre la sociedad, domina hoy por


todas partes. Para la mayoría de nosotros sería impensable adherirse con
entusiasmo a un grupo, una ideología o un movimiento, y fundirse en él como
hicieron todavía nuestros abuelos y bisabuelos. Precisamente las experiencias
dolorosas colectivas y en parte totalitarias, que culminaron en la primera y en la
segunda guerra mundial –la cual empezó propiamente con la guerra civil española–
y que causaron un sufrimiento indecible y millones de muertos, fueron las que
después condujeron a una emancipación interior del individuo frente a la sociedad.

Actualmente ya no hay una sociedad que asigne a la persona un lugar fijo, que le
permita dar sentido a su vida contribuyendo a su comunidad.

CAPITULO 6: CUANDO LLUEVE SOBRE MOJADO.

Algunas terapias no llegan nunca a buen puerto, sencillamente porque el terapeuta


busca con su cliente una solución en el lugar equivocado. Sucede en ellas como en
la historia del mulá Nasruddín, que en un día claro estaba buscando algo de rodillas
delante de su casa.

En el capitulo II llamado “FUNDAMENTOS DEL TERAPEUTA” se habla sobre lo


siguiente:
El terapeuta se pone al servicio de la sanación. Una vez más observamos que los
psiquiatras, psicólogos y terapeutas de nuestro tiempo siguen realizando una
actividad milenaria de sanación del alma que fue ejercida por sanadores, chamanes
y sacerdotes, ocupándose de la necesidad fundamental del ser humano de sanar
sus heridas anímicas.

CAPITULO 7: EL AMOR COMO BASE.

Un terapeuta que actúa sin amor es peligroso. Independientemente de la cantidad


de conocimientos técnicos, diplomas y títulos universitarios que pueda tener, es muy
probable que haga más daño que bien a sus clientes. Porque sin amor no se puede
curar a nadie. Solo si abro mi corazón al otro, lo percibo realmente como es e incluso
como puede llegar a ser.

Todos hemos tenido alguna vez la desagradable experiencia de haber sido tratados
por un médico que no tiene el menor interés en su paciente, sino que se limita
únicamente a emitir un diagnóstico sobre el estado del cuerpo enfermo con el fin de
extender después la receta correspondiente; o hemos conocido a cuidadores de
ancianos que tratan a los mayores de tal modo que los degradan a la condición de
cosas inútiles y molestas.

CAPITULO 8: EL SANADOR HERIDO.

Buscamos sanación para nosotros o nuestros seres queridos, y la encontramos


(¡ojalá!) al menos para nosotros, en nuestra formación profesional y en el ejercicio
de la actividad terapéutica. La vocación siempre tiene que ver con uno mismo. Por
eso es importante que el terapeuta comprenda y sane sus propias heridas.

En este camino adquiere una comprensión más profunda, no solo de sí mismo, sino
también de los demás y de la existencia humana en general. Poco a poco llega a
conocer bien a las personas. Y a la vez desarrolla un corazón compasivo.

Para poder contribuir a la sanación de otro tengo que haber labrado y preparado mi
campo en profundidad. Solo entonces da fruto para ser labrado y preparado de
nuevo. En mi opinión, un terapeuta que no pasa por su pro-pio proceso de sanación
y crecimiento no sirve para mucho.
CAPITULO 9: FORMACIÓN EN UN MODELO TERAPÉUTICO.

La sociedad exige, debido a la estandarización y la regulación imperantes en ella,


un título universitario en psicología clínica a cualquier persona que quiera ejercer de
psicólogo.

Independientemente de haber estudiado la carrera de psicología o tener


conocimientos de determinadas técnicas o métodos terapéuticos, un buen terapeuta
necesita al menos varios años de formación terapéutica en un modelo
psicoterapéutico.

CAPITULO 10: LA COMPRENSIÓN DE LAS LEALTADES FAMILIARES.

Pienso que es indispensable que todo terapeuta desarrolle una comprensión


sistémica del ser humano. no se pueden percibir y comprender suficientemente las
profundas lealtades entre un cliente y su familia. Para la persona, estas lealtades o
fidelidad a su familia son formas de conducta naturales. Sencillamente
pertenecemos, y esto nos configura. Solo cuando esta fidelidad nos hace infelices,
se convierte en un problema.

En este caso se puede distinguir entre las lealtades a menudo conscientes o casi
conscientes del cliente a sus padres, que, por decirlo así, aparecen visiblemente en
la superficie, y las lealtades invisibles que están arraigadas en la profundidad del
inconsciente familiar.

CAPITULO 11: SOBRE EL TRAUMA.

Considero un elemento esencial en la actividad terapéutica que recibe poca


atención en algunos procesos de formación. Y son justamente las vivencias
traumáticas las que dejan las heridas más profundas en una persona. Pero soy
también consciente de que en la terapia hay modas que aparecen de repente y se
convierten en auténticas epidemias; y de pronto se “descubren” por todas partes
abusos sexuales, maltratos psicológicos y otros traumas. Esta manera de etiquetar
es lo que crea en algunos casos el problema y, además, marca como víctima al
cliente. Como consecuencia, el cliente estará muy ocupado en liberarse de tal
diagnóstico para poder volver a su vida sin tal preocupación.

Acontecimientos traumáticos son, a menudo, aquellos en los que algo sucede en


exceso o demasiado deprisa y no dejan al afectado ninguna salida, aunque se siente
en peligro.

CONCLUSIÓN:

Todos los días, miles de personas asisten a terapia o participan en cualquier tipo de
grupo de terapia. ¿Qué los motiva para ello? Buscan la curación en un sentido
amplio, es decir, estar sanos y completos. La curación es el proceso por el cual algo
que es excluido, rechazado o no sentido encuentra el lugar que le corresponde
dentro de una persona, y con ello la paz mental. En este libro he intentado
comprender tanto el fenómeno del daño humano como su curación en los círculos
psicoterapéuticos. Me parece importante darme cuenta que el terapeuta no hace
sanación, sino que le pasa al individuo que lo busca una vez que se presentan las
condiciones ideales y se encuentra en un lugar de sanación. En este sentido, esta
obra también pretende ser una guía para el trabajo terapéutico, más allá de una
técnica o escuela en particular. La primera parte está más dirigida al terapeuta
novato, donde las reflexiones sobre el arte de la terapia y la curación, desarrolladas
en la segunda mitad de este libro, pueden ser de interés para aquellos veteranos”.
Asimismo, y al estar redactado en un lenguaje sencillo y directo , espero que sea
eficaz y enriquecedor para todos los interesados en el mundo de la psicoterapia.

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